Prometí volver a hablar de la calle Le Main, el nombre popular por el que se conoce al bulevar St-Laurent, así que lo voy a hacer. Seguro que os acordáis mejor si os digo que es la calle en la que está
Schwartz's, el restaurante que sirve sándwiches de carne ahumada, ahora sí, ¿no? Pues bien, el bulevar St-Laurent no sólo divide la ciudad en dos partes prácticamente iguales, sino que también traza (más o menos) una línea lingüística que separa el Montreal francófono del anglófono. Como todos sabéis, Canadá es un estado oficialmente bilingüe, sin embargo, no todo el mundo habla los dos idiomas. Nacionalismos aparte (que lamentablemente dan lugar a situaciones bastantes absurdas), no se me ocurre ningún otro sitio mejor al que viajar para aprender y practicar al mismo tiempo francés e inglés.
Una cosa que me encanta y que se da por esta situación lingüística, especialmente en Montreal, es el saludo combinado que se utiliza en muchos establecimientos, es el "Bonjour-Hi" con el que se ofrece al cliente la elección del idioma con el que seguir. También me gusta pero, confieso que, suele desconcertarme un poco, esa amabilidad en el servicio a la que no estamos acostumbrados en Europa (ojo que no estoy juzgando, digamos que se expresa de otra forma). Me desconcierta porque una llega a caja concentrada en formar mentalmente una frase gramaticalmente correcta con la que pedir lo que quiere y cuando te llega el turno la persona que te atiende te saluda preguntando: ¡Buenos días, ¿qué tal se encuentra usted hoy?! ¿¿¿Ehhh??? Sé que es una frase hecha y que no quiere decir más, pero siempre me pilla desprevenida y se me olvida lo que iba a decir.
En fin, solo me quedan unos días aquí antes de continuar mi viaje, y todavía muchas cosas en el tintero. Poco a poco. Con ganas de seguir y penilla de irme, además ahora que la ciudad empieza a sacar sus mejores colores. Cachis.