Vinimos hasta aquí para beber la luz...
Ada Salas
Caer y levantarse.
En manos del silencio
solo la esquirla de la luz
deja heridas las sílabas.
Hay distancia,
una línea de asfalto,
un horizonte de lumbre,
tanta soledad como cabe en horas de insomnio,
pájaros y árboles que guardan sus misterios,
un dolor a lluvia y resina,
como a un cántaro roto
así lo nombro.
f.
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