“la
belleza es verdad solo si duele” Manuel Salinas
Sarcófago:
Del
lat. sarcophăgum,
y este del gr. σαρκοφάγος sarkophágos;
propiamente 'que come carne'.
Este muro espeso me cerca dejando hambrienta,
tirada, pordiosera, toda la luz.
Algún baldío brillar al otro lado,
en el más allá de los recuerdos.
Mi silencio se encarna como un anillo delgado
que se ajusta a la noche como si nada;
desposa mi voz y la lleva
a esas estrellas que arden
como si aún existieran.
Y yo allí, diciéndote, a ver si así existieras.
Hago de ese decirte - de esa palabra - significado,
una diminuta verdad en el centro de un océano,
como una ballena jorobada saliendo a la superficie,
creando belleza con tan solo respirar.
Me enfundo tu nombre, tu nombre, tu nombre
en los brazos, tu nombre en las piernas, en los ojos,
tu nombre en la memoria de los dedos.
Me enfundo tu nombre: verdad sin palabras, sarcófago y nada.
A veces es la luz tras de los muros
ResponderEliminarun brillo al más allá de los recuerdos.
No hay sino callar junto a la noche
y abrazarse a estrellas añoradas.
Y pronunciar, acaso, aquellos nombres
que siempre ns acogen: son memoria.
Memoria que devora y nos vacía.
Tus espaciadas palabras son siempre un camino agradecido a los recuerdos que nunca dejan de suscitar una lúcida visión poética.
Un abrazo.
Gracias, mi querido amigo Ybris. Siempre tan ahí, tan cercano...
ResponderEliminarUn abrazo bien apretado.
La belleza es verdad, aunque no duela.
ResponderEliminarLa belleza es mentira, aunque no duela.
La distancia es distancia cuando permite que sepas que nunca fuiste pordiosera.
La distancia es verdad cuando parece distancia y parece recuerdo.
A menudo es histeria la historia en su afán de trinchera.