Estos días que ando renovando totalmente el salón comedor de mi casa de Bilbao, son un no parar de mirar y remirar alfombras para los nuevos espacios resultantes de la reforma. Y en esas búsquedas me he topado con cosas tan sorprendentes como las alfombras Mosaic de la firma londinense Luke Irwin, una colección inspirada en los antiguos mosaicos de las ruinas romanas.

Lo más sorprendente es leer cuál fue el origen de la colección. El diseñador de alfombras Luke Irwin, al emprender unas obras en el granero del jardín de su casa, en febrero de 2015, descubrió que bajo la tierra salían a la luz los restos de una antigua villa romana, de más de 2000 años de antigüedad, y con ellos unas magníficos suelos de mosaico, extremadamente bien conservados, que han sido la inspiración para su colección de alfombras. El objetivo es dar una nueva vida a estos antiguos símbolos de lujo.

Maravillosas, ¿no creéis?

Echad un vistazo a toda la Colección Mosaic, merece la pena.

Como os llevo contando desde hace unos días, estoy de obras en casa, nada muy "gordo", pero sí suficiente para me tenga de los nervios, tengo poca paciencia y además aguanto mal el desorden continuo en casa. Estoy tirando los tabiques de una habitación (que apenas usaba mas que como cuarto de los "trastos") anexa al salón comedor para ganar esos metros al nuevo espacio. Uno de los problemas que ha surgido es que al derribar dos paredes, en el suelo ha quedado un hueco perimetral. Lo ideal hubiera sido rellenar ese hueco con la misma madera, bueno..., tarima flotante, el problema es que... ya no encuentro la misma.

¿Solución? Una, buscar la madera lo más parecida posible, aunque se hubiera acabado notando la diferencia y hubiera sido una chapuza. Dos, poner algo totalmente diferente y en contraste en ese hueco. Esta última ha sido la opción elegida, así que vamos a poner baldosa hidráulica de 20 cms. en todo el perímetro de la antigua habitación, como enmarcando uno de los nuevos espacios, que va a ser el comedor. 

Ya os enseñaré el resultado (¡a ver si lo acaban de una vez!). De momento os dejo con una serie de imágenes inspiradoras que mezclan ambos materiales, la baldosa hidráulica y la madera.

Hasta hace unos años (muy pocos en realidad) se intentaba ocultar este tipo de suelos por sus resonancias viejunas, sustituyéndolos por otros mucho menos especiales y con mucha menos personalidad. ¡Barbaridades que se cometen! Sin embargo, desde hace un tiempo, los revestimientos de baldosa hidráulica son todo un must en decoración. Si se tiene la suerte de encontrarla (a la vista o escondida) en la vivienda que se adquiera, es un plus e intentaremos limpiarla y restaurarla para devolverle el esplendor que tuvo cuando se instaló hace ya bastante años. Si no hemos tenido esa suerte, podemos instalar las de nueva factura, tan buenas como las antiguas, pero sin el mismo encanto, o, si no queremos meternos en obras, recurrir a los sustitutos, tales como suelos vinílicos que (¡ya sé, ya sé!) no es lo mismo pero, por lo menos, nos hace su efecto.

En realidad toda la parrafada anterior es porque yo quería enseñaros el precioso apartamento barcelonés de Eva García y de Nicolás Markuerkiaga, estilista de moda y arquitecto respectivamente, que apenas tiene un metro cuadrado de su suelo que no esté revestido con un maravilloso pavimento de mosaico hidráulico original, elemento muy típico en las viviendas de la burguesía catalana de comienzos del siglo XX. En este caso, el hidráulico, con sus vivos colores y sus diversos diseños en las diferentes habitaciones, sirve para dar calidez a una decoración de tendencia minimalista.

Todo un acierto haberlos mantenido, ¿no os parece?

Supongo (y digo supongo porque a mí, desgraciadamente, no me ha sucedido, ¡todo se andará!) que uno de los mayores placeres que debe sentir alguien que va a restaurar una casa, y más si es la suya propia, es levantar una vieja moqueta, o un sintansol (que todo tipo de desastres se han hecho tiempos ha), y descubrir un suelo como el que reviste la práctica totalidad (excepto la cocina y los baños) de la casa parisina que ocupa el post de hoy.

Este maravilloso suelo de madera en espiga se convierte en protagonista absoluto de toda la vivienda, miremos donde miremos, en cualquiera de las fotografías, el suelo nos pide a gritos que dirijamos la vista hacia él. El resto de elementos arquitectónicos tampoco tiene desperdicio: los techos altísimos coronados por estupendas molduras, la carpintería en puertas y ventanas, las chimeneas, etc., todos ellos en un blanco inmaculado para dejar todo el foco de atención al suelo.

Lo mismo sucede con la decoración. Los muebles y los objetos decorativos son escasos, pero muy seleccionados, casi todos de estilo moderno, para contrastar (y realzar, una vez más) con el rey de la casa: el suelo. ¡Quién lo pillara!

Procedencia de las imágenes: Remodelista