13 jun 2012
Hace hoy un año nacía Etxekodeco como plasmación de un deseo, un sueño casi, que llevaba tiempo persiguiendo. Con el tiempo, mejor dicho, con la edad (aunque, pensándolo bien, ¿no es lo mismo?) uno se va liberando de lastres, de miedos, de prejuicios, se pone el mundo por montera y decide hacer aquello que le gusta, que le apasiona, lo que ha llevado casi en secreto por miedo al "qué dirán". Surge así Etxekodeco, casi como un ejercicio de catarsis emocional.
Hoy, un año después, Etxekodeco es una realidad que cada día sigue sorprendiéndome. Jamás hubiera imaginado, 315 posts después, que gracias a él hubiera conocido a tanta gente maravillosa como la que cada día se acerca a leer lo que cuento, con más o menos acierto, pero con grandes dosis de pasión.
Sois muchos para nombraros a todos, pero quisiera daros las gracias uno a uno: a los lectores, a los compañeros blogueros, bueno, quizás sería más acertado (y correcto) decir a las amigas blogueras, porque de ellas es este universo decorativo, ¿para qué engañarnos? (¡ellos se lo pierden!), con los (las) que me siento como en una gran familia. ¡Gracias por haberme acogido con los brazos abiertos!
Pero, sobre todo, quiero dar las gracias a esa persona que siempre está ahí, a mi lado, que me apoya incondicionalmente porque sabe que vivo lo que hago y que hago lo que vivo, porque sabe que me apasiona esto, aunque ello suponga restar tanto tiempo a otras cosas. Dejadme que sea cursi: ¡Gracias cari! (jajajaja)
¡Y vale ya, que soy de lágrima fácil! Como regalo especial (aunque, ¿no soy yo el que debería recibir los regalos?), quiero hoy compartir con todos vosotros un rinconcito de mi casa, un espacio muy especial para mí. Es aquí donde leo, donde os leo, donde busco la inspiración para los posts, donde, en definitiva, va haciéndose el blog. Como vais a comprobar es totalmente un "Rincón Etxekodeco".
¡Muchas gracias de todo corazón!