Y seguimos pensando en vacaciones y en lugares en los que practicar la virtud del dolce far niente. Si ayer estábamos en una preciosa casa de campo en Suecia, hoy viajamos un poco más al sur, a la preciosa isla griega de Mikonos, para visitar Scorpios Mykonos, al lado de la playa.

Lo que más sorprende de este lugar, que es restaurante, café, discoteca..., todo en uno, es que se aleja de los canones de lo que estamos acostumbrados cuando pensamos en las edificaciones de Mikonos: paredes de un blanco inmaculado, puertas y ventanas de color azul... Sin embargo aquí, a pesar de seguir ostentando esa misma atmósfera bohemia, predominan los colores tierra, la madera sin tratar, en una apuesta decidida por los materiales orgánicos, la piedra, la artesanía tradicional.

Un lugar al que no dudaría en escaparme ahora mismo, ¿y vosotros?

No conozco todavía Santorini (y estas vacaciones tampoco va a poder ser) pero cuando vaya (es uno de los destinos anotados en mi agenda) lo haré para alojarme en un lugar parecido a este que hoy os muestro. 1864 The Sea Captain's House es uno de esos establecimientos hosteleros donde realmente te da la sensación de estar en una casa auténtica. 

La casa, de dos plantas, que se adentra parcialmente en un acantilado está distribuida en tres suites, decoradas con una serie de elementos característicos de las casas de ricos capitanes de mar del siglo XIX en las Cícladas; a estas tres habitaciones se suma una casa cueva, que ha sido remodelada hace unos meses, en estilo minimalista (en las 5 primeras imágenes), pero sin perder el encanto y la autenticidad de las viviendas de las islas griegas. 

Encantador alojamiento, ¿no os parece?

Más información:  1864 The Sea Captain's House

Seguro que muchos de vosotros estáis ya haciendo las maletas para las vacaciones de Semana Santa. Si os encontráis entre los afortunados que vais a viajar a cualquiera de las islas griegas, este post servirá para que vayáis "abriendo el apetito" y si no (como yo), para "relamernos del gusto" y para rabiar de envidia, jejeje.

Se trata de una pequeña casa de huéspedes, Villa Kalos, en la isla griega de Ítaca. Cuando la pareja de fotógrafos sudafricanos que la regenta la encontró hace cuatro años, la propiedad estaba en ruinas y completamente abandonada. Enseguida vieron todo su potencial como alojamiento rural para viajeros que desean pasar unos días de vacaciones en un entorno de ensueño, muy tranquilo, rodeados de olivos y almendros y a tan solo unos minutos de distancia de las azules aguas del Mar Egeo.

El interior es un prodigio de sencillez y buen gusto, respetando las características propias de las viviendas de la zona: suelos de cemento, paredes de piedra, vigas de madera encalada, etc. En cuanto a la decoración, pocas piezas, pero muy bien seleccionadas, dando preeminencia a los muebles recuperados, pero sin olvidar contrastarlos con otras piezas de diseño.

¿Un must? El comedor y la cocina, con esas magníficas mesas recuperadas.

¡Yo me iba ahora mismo! ¿Y vosotros?

Procedencia de las imágenes: Est Magazine

A pesar de que nunca he estado en Grecia, cuando pienso en las vacaciones de verano (y en estos momentos, os lo puedo asegurar, pienso en ello insistentemente) una de las geografías que acuden a mi mente de manera más repetida es la del país heleno, sobre todo sus islas. Supongo que es la calma que transmiten sus aguas de un azul intenso, el mismo color que compite en protagonismo en las fachadas de sus casas, o la decoración relajada de sus interiores.

Por eso hoy regresamos a Grecia (ya estuvimos allí la semana pasada para visitar una vivienda muy diferente a esta), a la isla de Hidra, en el sur de Atenas, para conocer la vivienda de la interiorista griega Tina Komninou. En ella domina el color blanco en suelos y paredes, y la madera en los techos. La decoración es simple (casi monacal en algunas de las estancias) pero efectiva y llama la atención la convivencia de estilos, desde el rural de la cocina, al clásico renovado del dormitorio principal.

¡Necesito vacaciones ya, y si es en una casa como esta, mejor que mejor!

Más información: Yatzer

Cuando uno lee el título del post casi con total seguridad espera encontrarse con otra cosa diferente a lo que muestran las imágenes. Asociamos los términos "isla griega" a unos colores determinados y a una estética mediteranea muy marcada. Todos tenemos en la retina las imágenes de las típicas casas de las islas griegas, pulcramente encaladas de color blanco, tanto en el exterior como en el interior, con chispeantes destellos de color azulado dominando los espacios.

Esta vivienda presenta una estética muy diferente y podría estar en cualquier otro lugar del mundo. Se trata de una casa, de 1890, restaurada, en la isla de Nísiros, al sur del mar Egeo. Lo que más llama la atención en ella es el estupendo suelo de baldosas hidráulicas, original de 1890, que se ha mantenido en algunas de las estancias de la casa. Respetuoso con el pasado del edificio, el arquitecto y propietario también ha recuperado y mantenido gran parte de los elementos estructurales del edificio, lo que le da ese clasicismo tan atractivo.

En cuanto a la decoración, se han introducido elementos de diversas procedencias y estilos, lo que aligera el peso clásico y le otorga originalidad. Un buen ejemplo son el conjunto del comedor y algunos de los aparadores, de estética retro, que conviven con luminarias clásicas y mobiliario art decó. Un estupendo mix de estilos, muy personal, que funciona perfectamente y que aleja la vivienda de los estereotipos a los que estamos acostumbrados.

Más información: Yatzer