No conozco todavía Santorini (y estas vacaciones tampoco va a poder ser) pero cuando vaya (es uno de los destinos anotados en mi agenda) lo haré para alojarme en un lugar parecido a este que hoy os muestro. 1864 The Sea Captain's House es uno de esos establecimientos hosteleros donde realmente te da la sensación de estar en una casa auténtica. 

La casa, de dos plantas, que se adentra parcialmente en un acantilado está distribuida en tres suites, decoradas con una serie de elementos característicos de las casas de ricos capitanes de mar del siglo XIX en las Cícladas; a estas tres habitaciones se suma una casa cueva, que ha sido remodelada hace unos meses, en estilo minimalista (en las 5 primeras imágenes), pero sin perder el encanto y la autenticidad de las viviendas de las islas griegas. 

Encantador alojamiento, ¿no os parece?

Más información:  1864 The Sea Captain's House

La artista Justine Lacoste, después de un proceso de aprendizaje con alfareros, torneros y ceramistas, fundó en 2011 su taller creativo Epure,  en una vieja granja con varios siglos a sus espaldas (donde vive y trabaja), en Charente-Maritime, en la costa suroeste francesa. El nombre de la firma evoca la sencillez, la autenticidad y, sobre todo, la esencia de un objeto, porque así son las bellísimas piezas de porcelana que salen de las manos de Justine.

Botellas, jarrones, piezas de menaje, pantallas para lámparas, en un blanco inmaculado que nos hablan de la esencia de los objetos mismos, sin ninguna intervención posterior. Son piezas amables, sencillas que desprenden poesía y que no podemos dejar de mirar y admirar. ¡Las queremos todas!

Más información: Epure

Procedencia de las imágenes: Remodelista

Mira que yo soy mucho más de monte que de playa (y más aún de ciudad!!!), pero según se va acercando el mes de agosto (¡mes de mis esperadas vacaciones!) tengo una especie de fijación por este tipo de imágenes, por casas cerca de la playa; supongo que será por la paz y el relax que transmiten, como esta que quiero hoy compartir con todos vosotros.

Está en Formentera y es el refugio de verano de Consuelo Castiglione, la creadora de la afamada firma de moda Marni. La vivienda, una construcción típica de la isla, es un verdadero canto al espíritu de los años 60 y 70, ese estilo nómada y bohemio que invita a la calma y a la tranquilidad mediante una decoración mínima, con pocos elementos pero muy bien seleccionados. En este caso, tendente al chic francés, con dominio del binomio cromático blanco y negro, con pinceladas de madera. La casa es un equilibrado juego de contrastes: lo nuevo convive con lo viejo, lo rudo con lo refinado, la dulzura de las líneas ondulantes con la firmeza de las rectas... Un magnífico ejercicio de decoración ecléctica.

Todo lo necesario para descansar y olvidarse del ajetreo cotidiano del resto del año. ¡Qué ganas de vacaciones!

Cuando pensamos en unas oficinas, generalmente nos vienen a la mente imágenes de espacios fríos, faltos de personalidad y decorados con premura y sin ninguna atención al detalle. Por suerte, esto está cambiando y cada vez son más las firmas, las empresas, que dan un gran valor al interiorismo y a la decoración de sus espacios de trabajo. Esto es lo que sucede con la firma estadounidense FEED Projects, cuyo proyecto de decoración de su cuartel general en Nueva York me ha gustado muchísimo, ya que auna perfectamente la filosofía de la marca con las piezas de mobiliario y objetos elegidos para decorar sus oficinas. 

Todo comenzó cuando Laura Bush, la artícife de la marca, después de numerosos viajes por el mundo como portavoz estudiantil del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidos, diseñó una bolsa simple de algodón con cuya venta se podía proporcionar alimentos a un niño necesitado durante todo un año. Bajo el lema "Create Good Products that Help Feed the World" ("Crear buenos productos que ayuden al hambre del mundo"), diez años después, esa bolsa se ha convertido en una colección, una organización, una sede (la que nos ocupa) y un equipo que se integra dentro de un movimiento dirigido a crear productos eticos y ecológicos.

La firma de decoración West Elm decidió colaborar en el proyecto proporcionando el mobiliario y entre ambas partes decidieron que la colección que mejor casaba con el proyecto de la firma era una de estilo rústico e industrial, con elementos sencillos y naturales. El resultado es genial, ¿no os parece?

Más información: Lonny Magazine

Todos los años, por estas fechas, la web americana Remodelista (ya os he comentado en alguna ocasión que es una de mis publicaciones online de referencia) organiza unos premios de decoración y diseño, en diversas categorías y en dos secciones, profesional y amateur. Los sigo con bastante interés porque se trata de unos galardones en los que se encuentran proyectos muy interesantes, alejados de los circuitos de los grandes nombres del interiorismo a los que estamos acostumbrados.

En esta ocasión quiero dejaros con uno de los nominados a "Mejor Baño Profesional" (podéis ver los otros cuatro AQUÍ). Lo que me gusta de él es la sencillez de la propuesta pero, por otro lado, su pensada resolución, con las diferentes áreas perfectamente delimitadas: baño, lavabo, vestidor..., así como el sutil juego cromático entre el blanco dominante y las tenues pinceladas en madera. Me encanta también la elección del estilo de las piezas (tanto los sanitarios como los muebles), de un clasicismo nada rancio, que da a todo el conjunto un aire vintage pero sin llegar a ser demasiado viejuno.

¿Qué os parece? ¿Cuál es vuestro preferido de los cinco que se proponen?

Siempre es un placer, y un fantástico plan, acercarse a la vecina Portugal, y si es para pasar unos días de vacaciones, mejor que mejor. Si aún no tenéis decidido qué váis a hacer durante el mes de agosto, mi recomendación es que intentéis reservar unos días en este encantador alojamiento hostelero, en Tavira, una ciudad de la región de Faro, en el sur del país.

Pensao Agrícola es una pequeña quinta rural, construída en 1920, que mantuvo su actividad agrícola hasta 1970. Después de 40 años cerrada y olvidada, ha sido traída de nuevo a la vida para darle un nuevo uso, en este caso como pequeño hotelito rural con muchísimo encanto. Los recuerdos de su toda su vida pasada (fotografías, ropa, libros, mobiliario, objetos decorativos) han sido recuperados e integrados en el proyecto decorativo llevado a cabo por el estudio Atelier Rua. 

Además de una preciosa recepción, cocina, comedor y salas de estar, el alojamiento cuenta con seis suites (con patio privado), tres en la edificación original, y otros tres en sendos módulos exteriores. El hotel es un sitio encantador, como puede apreciarse en las fotografías, con una decoración muy cuidada, en la que se han integrado a la perfección piezas nuevas con otras vintage.

¡Una magnífica opción para relajarse y olvidarse de las prisas de la ciudad durante unos días! ¿Verdad?