GALACTORREA

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GALACTORREA

La galactorrea, es la manifestación anómala de la lactación en glándulas mamarias primordiales de


los neonatos tanto machos como hembras. La secreción serosa se produce en ocasiones con
edema del tejido mamario, debido al pasaje transplacentario de hormonas esteroideas
provenientes de la madre. Este tipo de secreción se conoce popularmente como “leche de brujas”.
Esta producción láctea es no fisiológica, de calidad y cantidad insuficiente, temporaria
desapareciendo al normalizarse los niveles hormonales según pasa el tiempo. Este trastorno no
influye en la función posterior de la glándula mamaria. Las causas no están demasiado claras, sin
embargo, en muchos trabajos publicados de medicina humana y veterinaria se hace referencia a la
carga hormonal antes mencionada.

La galactorrea es la producción de leche de las glándulas mamarias de los animales sin relación con
la gestación o la lactancia. La producción de leche un año después del cese de la lactancia materna
no es lactacional y se considera galactorrea. Varias hormonas, incluidas la prolactina, los
estrógenos y la hormona liberadora de tirotropina (TRH), pueden afectar la producción de leche.
Esta actividad revisa la evaluación de la galactorrea y el papel del equipo interprofesional en el
tratamiento de esta condición.

CAUSAS

Las causas de la galactorrea son básicamente tres: problemas endocrinos, efecto secundario de
determinadas sustancias químicas y estimulación mecánica. También hay casos más infrecuentes
en que se asocia a enfermedades sistémicas o infecciosas o problemas renales o hepáticos. Y en un
porcentaje importante no existe causa aparente.

Las diversas causas de galactorrea se dividen en términos generales en causas hipotalámicas-


hipofisarias y causas no hipotalámicas-hipofisarias.

Causas hipotalámicas-pituitarias:

 Prolactinomas: Los prolactinomas son tumores secretores de prolactina y son los tumores
secretores de hormonas más comunes de la glándula pituitaria. Los prolactinomas que
miden menos de 1 cm se conocen como microprolactinomas, mientras que los que miden
más de 1 cm se conocen como macroprolactinomas. Los niveles de prolactina se
correlacionan bien con el tamaño del tumor: los microprolactinomas tienen niveles de
prolactina de >200 ng/ml y los macroprolactinomas tienen niveles de prolactina más altos,
de >1000 ng/ml.
 Tumor pituitario no secretor de prolactina y trastornos infiltrativos del tallo
hipofisario/hipotálamo: estos tumores pueden causar hiperprolactinemia al interrumpir
el flujo de dopamina desde el hipotálamo a la hipófisis anterior al comprimir el tallo
pituitario. Esta alteración da como resultado una disminución de la inhibición de la
prolactina y produce una hiperprolactinemia leve, generalmente inferior a 200 ng/ml.

Causas no hipotalámicas-hipofisarias:
 Hipotiroidismo: los niveles elevados de TRH en el hipotiroidismo pueden estimular los
lactotrofos y provocar hiperprolactinemia y galactorrea.
 Medicamentos: Varios medicamentos pueden causar hiperprolactinemia y galactorrea. En
la mayoría de los casos, el nivel de prolactina es inferior a 200 ng/ml; sin embargo, los
antipsicóticos atípicos como la risperidona se asocian con niveles de prolactina >200
ng/ml, que pueden confundirse con un microprolactinoma. Los antipsicóticos atípicos
actúan sobre los receptores D2 en las áreas tuberoinfundibulares hipotalámicas para
causar hiperprolactinemia. La risperidona es un antagonista combinado de la dopamina y
la serotonina que puede aumentar significativamente los niveles de prolactina. La
clozapina, la olanzapina y el aripiprazol tienen propiedades tanto agonistas como
antagonistas del receptor D2 y sólo aumentan transitoriamente los niveles de prolactina.
La metoclopramida y la domperidona, que se utilizan en el tratamiento de los vómitos, son
bloqueadores de los receptores D2 y causan hiperprolactinemia. Los antidepresivos
tricíclicos (especialmente clomipramina) y los inhibidores de la monoaminooxidasa se han
asociado con hiperprolactinemia leve. Se desconocen los mecanismos por los cuales estos
medicamentos causan hiperprolactinemia. Los opioides, al actuar a través de los
receptores µ, disminuyen la liberación de dopamina hipotalámica y pueden elevar los
niveles de prolactina. El verapamilo también se ha asociado con hiperprolactinemia al
disminuir la producción de dopamina hipotalámica.
 Insuficiencia renal: la hiperprolactinemia en la insuficiencia renal se debe a la incapacidad
de los riñones para eliminar la prolactina. Se han informado niveles de prolactina >1000
mcg/litro en pacientes con insuficiencia renal. Después del trasplante de riñón, la
hiperprolactinemia se resuelve rápidamente en unos pocos días.
 Lesiones de la pared torácica: varias lesiones de la pared torácica, incluidas quemaduras,
cirugías y herpes zóster, tienen asociaciones con hiperprolactinemia. La hipótesis es que
las señales de dolor se transmiten al hipotálamo a través de la médula espinal, lo que
provoca una disminución de la liberación de dopamina y provoca hiperprolactinemia.
 Hiperprolactinemia idiopática: Ocasionalmente se ha informado hiperprolactinemia sin
causa conocida. Estos podrían ser secundarios a pequeños microprolactinomas no
diagnosticados. La hiperprolactinemia se resuelve por sí sola en 1/3 de los pacientes y
permanece estable en la mitad de los pacientes.

FISIOPATOLOGIA

La prolactina es responsable de la síntesis y secreción de leche y está es secretada por las células
lactotrofas de la hipófisis anterior; para inhibir la secreción de prolactina el hipotálamo secreta
dopamina en cambio para estimular la secreción de esta se utilizan la TRH y el polipéptido
intestinal vasoactivo. Además, la estimulación del pezón, la insuficiencia renal, las lesiones de la
pared torácica y los medicamentos pueden causar hiperprolactinemia.

Los estrógenos causan hiperprolactinemia al inhibir la dopamina hipotalámica y al estimular


directamente a los lactotrofos. Durante el proceso de gestación, los niveles elevados de estrógeno
provocan hiperplasia lactotrófica e incluso pueden provocar el crecimiento de un prolactinoma
preexistente. La secreción excesiva de estrógeno de los ovarios en el síndrome de
hiperestimulación ovárica también se ha asociado con hiperprolactinemia.
Para comprender un poco más la fisiopatología de la galactorrea, es importante conocer la
fisiología normal de la lactancia:

La lactancia es un proceso hormonalmente regulado: La prolactina, secretada por la glándula


pituitaria, es la hormona principal que estimula la producción de leche. El estrógeno y la
progesterona también juegan un papel importante en la preparación de las glándulas mamarias
para la lactancia.

La producción de leche comienza al final del embarazo: A medida que el feto se acerca al término,
los niveles de progesterona disminuyen y los niveles de estrógeno y prolactina aumentan. Esto
desencadena la producción de leche en las glándulas mamarias.

La lactancia continúa mientras la madre amamanta a sus crías: La succión del pezón por parte de
las crías estimula la liberación de oxitocina, que a su vez estimula la contracción de los músculos de
las glándulas mamarias y la liberación de leche.

Las alteraciones en este proceso fisiológico normal pueden conducir a la galactorrea:

Aumento de los niveles de prolactina: La galactorrea más común se debe a un aumento de los
niveles de prolactina, lo que puede ser causado por:

Tumores de la glándula pituitaria: Los tumores productores de prolactina, conocidos como


adenomas pituitarios, son una causa común de hiperprolactinemia y galactorrea en hembras de
diversas especies.

Enfermedades hipotalámicas: El hipotálamo es la región del cerebro que regula la secreción de


prolactina por la glándula pituitaria. Las enfermedades del hipotálamo pueden alterar esta
regulación y provocar hiperprolactinemia.

Disminución de los niveles de inhibidores de la prolactina: La dopamina es el principal inhibidor de


la prolactina. Una disminución de los niveles de dopamina puede aumentar la secreción de
prolactina y conducir a la galactorrea. Esto puede ser causado por:

Enfermedades hepáticas: El hígado es responsable de la metabolización de la dopamina. Las


enfermedades hepáticas pueden alterar este proceso y provocar un aumento de los niveles de
prolactina.

Infecciones mamarias: Las infecciones mamarias pueden aumentar la sensibilidad de las glándulas
mamarias a la prolactina.

Es importante destacar que la galactorrea no siempre es un síntoma de una enfermedad


subyacente. En algunas hembras, especialmente en vacas y ovejas, la galactorrea puede
presentarse temporalmente durante el ciclo estral o después del destete. Sin embargo, si la
galactorrea persiste o se acompaña de otros síntomas, como inflamación mamaria, dolor o
cambios en la piel de las mamas, es importante consultar a un veterinario para determinar la causa
subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
EVALUACIÓN

Los niveles de prolactina deben medirse al menos una vez en la evaluación de la


hiperprolactinemia. Los niveles de prolactina se miden mediante un ensayo ELISA tipo sándwich en
el que una molécula de prolactina debe unirse a un anticuerpo de captura y de detección para
medirse. En raras ocasiones, se puede observar el "efecto gancho" en prolactinomas grandes con
un nivel de prolactina extremadamente alto. Debido a los niveles extremadamente altos de
prolactina, la cantidad de moléculas de prolactina que se unen tanto al anticuerpo de captura
como al de detección es en realidad baja. La dilución de la muestra a una concentración de 1:100 y
la nueva medición muestran un aumento paradójico en el nivel de prolactina. El "efecto gancho"
debe considerarse en adenomas hipofisarios grandes que se presentan con galactorrea,
hipogonadismo pero sólo niveles ligeramente elevados de prolactina.

Se debe realizar una evaluación hormonal de otras hormonas pituitarias según lo indique la
historia clínica y el examen. La resonancia magnética (MRI) de la glándula pituitaria puede revelar
lesiones de la glándula pituitaria responsables de la hiperprolactinemia. Es necesario realizar una
evaluación del campo visual cuando el tumor está en contacto con el quiasma óptico en la
resonancia magnética.

DIAGNOSTICO

Encontrar la causa de fondo de la galactorrea puede ser una tarea compleja porque existen
muchas posibilidades.

El análisis puede comprender:

 Una exploración física, durante la cual el médico veterinario puede intentar extraer un
poco de fluido del pezón examinando suavemente la zona alrededor del pezón. El médico
veterinario también puede examinar si existen nódulos mamarios u otras zonas
sospechosas con tejido mamario engrosado.
 Análisis del fluido secretado por el pezón, para ver si existen gotas de grasa en el fluido,
que puede ayudar a confirmar el diagnóstico de la galactorrea.
 Un análisis de sangre, para verificar el nivel de prolactina en el organismo. Si el nivel de
prolactina es elevado, el médico veterinario probablemente también controle el nivel de la
hormona estimulante de la tiroides.
 Un análisis de embarazo, para descartar el embarazo como una causa posible de la
secreción por el pezón.
 Mamografía, ecografía o ambas, para obtener imágenes del tejido mamario si el médico
veterinario encuentra un nódulo u observa otro cambio sospechoso en la mama o en el
pezón durante la exploración física.
 Imágenes por resonancia magnética (RM) del cerebro, para verificar si hay un tumor u
otra anormalidad de la hipófisis si el análisis de sangre revela un nivel elevado de
prolactina.
TRATAMIENTO/ MANEJO

Una vez descartadas las patologías mamarias, la dirección del tratamiento es hacia la causa de la
hiperprolactinemia. La hiperprolactinemia se trata si hay una lesión hipofisaria o hipogonadismo
con galactorrea problemática; si no es problemático, se puede controlar sin tratamiento.

El pilar de la hiperprolactinemia es el tratamiento con bromocriptina o cabergolina. Se trata de


agonistas de la dopamina que actúan sobre los receptores D2 presentes en los lactotrofos e
inhiben la producción de prolactina. Las dosis de bromocriptina y cabergolina son de 2,5 a 15 mg
una vez al día y de cabergolina de 0,25 a 1 mg dos veces por semana, respectivamente. Son
eficaces para normalizar los niveles de prolactina y reducir el tamaño del tumor. Los efectos
secundarios incluyen náuseas, vómitos, hipotensión ortostática, somnolencia y dolores de cabeza.
Se ha informado valvulopatía cardíaca con dosis altas de cabergolina y se recomienda realizar un
ecocardiograma anual en pacientes que toman más de 3,5 mg/semana.

En casos de hiperprolactinemia inducida por medicamentos, el medicamento causante debe


suspenderse o cambiarse a una clase diferente. El uso de agonistas de la dopamina en estos casos
se asocia con un ligero riesgo de exacerbar el trastorno psiquiátrico.

La galactorrea normoprolactinémica ocurre cuando la galactorrea acompaña a los niveles normales


de prolactina. Si hay síntomas de galactorrea problemática o irregularidades del ciclo menstrual, se
puede tratar con agonistas de la dopamina para obtener alivio sintomático. El tratamiento se
reduce gradualmente una vez que se ha resuelto la galactorrea.

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