El Tablero de Control I
El Tablero de Control I
El Tablero de Control I
Introducción
Para poder llevar a cabo una gestión eficiente, la dirección de las Pymes requieren poder
contar con información estratégica actualizada, que les permita tomar decisiones
acertadas.
Es fundamental entonces, que se puedan identificar ciertos indicadores claves, y que se
cuente con una herramienta informática que permita brindar esta información a las
áreas de dirección de manera actualizada, flexible y fácil de interpretar.
La herramienta más adecuada para este tipo de problemática, es en la actualidad
conocida como Tablero de Control.
Un Tablero de Control se alimenta con datos provenientes del sistema de gestión. Éste
último posee los datos a nivel de detalle, y su propósito es administrar la información
que permite funcionar al negocio.
Los Tableros de Control brindan información instantánea sobre la performance del
negocio. Habitualmente se construyen para gerentes y ejecutivos que necesitan tener
una visión general de la performance del negocio. Para ellos es muy valioso poder ver
muestras oportunas y visualmente intuitivas de la información estratégica tanto
financiera como operativa de la compañía.
Los Tableros de Control están diseñados para generar el máximo impacto visual posible
en un formato optimizado para lograr captar la información rápidamente, por medio de
una combinación de tablas, gráficos, reglas de medición, cuadrantes y otros indicadores
gráficos.
Hoy, las organizaciones están compitiendo en entornos complejos y, por lo tanto, es vital
que tengan una exacta comprensión de sus objetivos y de los métodos que han de
utilizar para alcanzarlos.
Con un rápido vistazo al Tablero de Control, los dirigentes de Pymes tendrán la
información del rumbo de la empresa.
El tablero de control ¿ Necesidad o novedad?
El tablero de comando nació como una herramienta gerencial con el objetivo básico de
poder diagnosticar una situación y de efectuar su monitoreo permanente.
Es una metodología para organizar la información y acrecentar el valor.
Tiene la gran ventaja de no requerir grandes planes estratégicos formales para poder
diseñarlo. Con el perfil estratégico es suficiente, con lo cual empresas del mismo sector,
tamaño y clientes podrán tener Tableros similares.
Es como un tablero de información que intenta cubrir una necesidad, que los autores
del management internacional ha olvidado y la tecnología ha revolucionado.
En la actualidad, en entornos dinámicos, es cada vez más necesario manejarse sólo con
lineamientos estratégicos que se concreten en indicadores, que ordenen a la
organización y puedan ser monitoreados, aprovechando las nuevas tecnologías
informáticas.
En Latinoamérica, caracterizada por un entorno de incertidumbre estratégica y poca
madurez gerencial, el concepto del Tablero de Control ha resultado, por su simplicidad,
una herramienta más que eficaz.
Henry Mintzberg en su artículo “Planeando con el lado izquierdo y gerenciando con el
derecho” señala que estudiando el cerebro humano, se ha llegado a la conclusión que
ambas partes del cerebro actúan en forma muy distinta.
Los procesos lógicos se encuentran en el lado izquierdo del cerebro, siendo su método
de análisis lineal y secuencial.
En contraste, el hemisferio derecho se especializa en procesos simultáneos y caminos
más relacionales, llegando a la comprensión a través de imágenes visuales.
La hipótesis de Mintzberg es que las políticas y procesos de dirigir en una organización
requieren facultades identificadas en ambos hemisferios cerebrales:
• En el izquierdo, las capacidades racionales.
• En el derecho, la intuición y la creatividad.
El Tablero puede ser la “base” para comenzar a construir una dirección con el lado
izquierdo del cerebro en toda la organización.
Las mediciones de performance han sido históricamente una buena ayuda para los
directivos a efectos de:
1. conocer o diagnosticar un estado de situación para no llevarse sorpresas
2. comunicar y alinear a la organización a los objetivos globales.
Ambos son los fines básicos de un buen sistema de control.
En 1992, en un artículo escrito por Robert Kaplan y David Norton, fue presentado en
sociedad el “Balanced Scorecard” (BSC). El BSC se presentó como una herramienta
adecuada para contextos relativamente estables que comenzaban a mostrar unos
primeros síntomas de dinamismo. Es mucho más que un sistema de mediciones para
diagnóstico o alineación, ya que el mismo debe incluir todos los factores clave de éxito
que reflejan el modelo de negocio de la empresa con sus relaciones causa – efecto,
formalizando relaciones estratégicas clave existentes hasta ese momento sólo en la
cabeza de los directivos.
La metodología de dicho sistema parte de definir más de veinte “factores críticos de
éxito”, clasificados en cuatro perspectivas:
• Desarrollo y Aprendizaje
• Interna
• Cliente
• Financiera
Se determinan, entonces, uno o dos indicadores críticos para monitorear cada factor y
las relaciones causa – efecto entre los mismos para entender el modelo de negocio.
Trabajando en Aprendizaje impactará en los procesos internos, con esto en los del
cliente y mejorando los factores críticos de éxito del cliente mejorarán los resultados
financieros de la empresa en el largo plazo. Dicen Kaplan y Norton que la metáfora que
se puede utilizar es la de un simulador de vuelo.
El Balanced Scorecard incorpora el complejo conjunto de relaciones causa – efecto entre
las variables críticas, incluyendo los adelantos, los retrasos y los bucles de feedback que
describen la trayectoria y el plan de vuelo de la estrategia. El concepto de Tablero de
Control parte de la idea de configurar un Tablero de información cuyo objetivo y utilidad
básica es diagnosticar adecuadamente una situación.
Se lo define como el conjunto de indicadores cuyo seguimiento periódico permitirá
contar con un mayor conocimiento de la situación de la empresa o de un sector de la
misma.
La metodología comienza identificando como áreas clave a aquellos “temas relevantes
a monitorear y cuyo fracaso permanente impedirá la continuidad y el progreso de su
empresa o sector dentro de un entorno competitivo, aun cuando el resultado de todas
las demás áreas fuera bueno”.
La misma fue creada inicialmente para ser destinada a la empresa en su conjunto, con
una visión global, pero demostró ser aplicable también a un sector o función dentro de
la organización.
Los indicadores claves son los datos, índices o ratios que dan información de la situación
de cada área clave. A partir de definir áreas e indicadores y apoyando con nuevas
tecnologías informáticas se puede conformar una potente herramienta de diagnóstico.
La experiencia en la implementación y de las necesidades de las empresas, hace que
exista la posibilidad de aplicar cuatro tipos genéricos de Tableros:
Permite el seguimiento del estado de situación
OPERATIVO de un sector o proceso para tomar medidas
correctivas.
Monitorea a la Empresa en su conjunto y de las
diferentes "áreas clave".
DIRECTIVO
Está orientado al seguimiento de indicadores de
los resultados internos a corto plazo.
Brinda información interna y externa respecto al
ESTRATÉGICO
posicionamiento y el largo plazo.
Agrupa la información más relevante de las tres
INTEGRAL perspectivas anteriores destinado a la Alta
Dirección.
En todos los casos, después de la definición de las áreas y de los indicadores clave se
deberá definir el:
• Período del indicador.
Por ejemplo: día, mes, acumulado del ejercicio, proyectado a fin del período fiscal o para
los próximos meses, etc.
• Apertura: forma en la cual se podrá abrir y clasificar la información para acceder a
sucesivos niveles de desagregación.
Por ejemplo, en matrices multidivisionales por producto, sector geográfico, concepto de
análisis, etc.
• Frecuencia de actualización: tiempo que transcurre entre distintas actualizaciones de
los datos.
Por ejemplo: on line, diaria, semanal, mensual.
• Referencia: base sobre la cual se desean calcular las desviaciones.
Puede ser un estándar, la historia, el mes anterior, el promedio de los últimos doce
meses, el presupuesto inicial o revisado, un objetivo o una meta (como versión más
optimista que el presupuesto), etc.
• Parámetro de alarma: niveles por encima o por debajo de los cuales el indicador es
preocupante.
Por ejemplo, más o menos del 5% sobre una base de referencia.
• Gráfico: la mejor forma de representar gráficamente la realidad que nos muestra la
información.
Por ejemplo: tortas, barras, líneas, etc.
• Responsable de monitoreo: es quien debe informar a nivel superior cuando haya en el
indicador alguna sorpresa desagradable.
Es necesario liberar tiempo directivo para el monitoreo permanente.
Una herramienta de diagnóstico
Para concretar el objetivo y la utilidad del Tablero hay que resaltar la importancia del
diagnóstico permanente en las empresas. Conocer un estado de situación es un primer
paso clave en todo proceso directivo y requiere normalmente más información que la
seleccionada por un directivo cuando decide implementar una estrategia.
Según Peter Drucker, sólo tendrán éxito en los próximos años las organizaciones capaces
de diagnosticar su salud global, para lo cual deberán tener incorporados sistemas de
diagnóstico permanentes en los diferentes niveles. En entornos tan cambiantes este
proceso será clave del negocio.
El Tablero será el primer paso en formalizar información para conocer la empresa y
sintetizar el estado de una situación, proporcionando un ambiente propicio para
comenzar a dirigir formalmente con indicadores.
Un primer pantallazo para conocer la empresa requiere sólo establecer la información
básica en función de perfiles y definiciones generales, estandarizables y repetibles en
empresas similares.
En principio, el Tablero:
a) Refleja sólo información cuantificable.
b) Evalúa situaciones no responsables.
c) No focaliza totalmente la acción directiva.
d) No reemplaza el juicio directivo.
e) No identifica relaciones de causalidad entre objetivos y acciones, ni entre
diferentes objetivos.
f) No pretende reflejar totalmente la estrategia.
El concepto de alarma se vuelve muy interesante para el control por excepción cuando
se tiene en claro en qué momento se quiere que actúe.
Si en la empresa no existe la costumbre de usar el indicador, no es fácil lograr de entrada
la incorporación de alarmas debiendo ir agregándole, poco a poco, alarmas y
complejidades.
Hay software preparado para enviar mensajes a alguien cuando se enciende una alarma.
f) Gráfico más representativo
Las herramientas posibles de graficación son diferentes tipos de gráfico,
tradicionalmente llamados barras, tortas, líneas, etc.
La experiencia ha demostrado que en una situación determinada es normalmente mejor
representada por determinado gráfico, que convendrá definir a priori en cada caso.
PLAN
ESTRATÉGICO
TABLERO DE RETROALIMENTACION
PLAN OPERATIVO
CONTROL Y APRENDIZAJE
PRESUPUESTO
Este esquema es una adaptación de un cuadro que Robert Kaplan aplica al Balanced
Scorecard, y nos permite ver la manera en que el Tablero de Control Estratégico podría
ser el nexo entre el presupuesto y los planes estratégicos y operativos.
El Tablero de Control Estratégico será la herramienta de diagnóstico que nos brinde la
información necesaria para conocer la situación y evitar llevarnos sorpresas
desagradables importantes con respecto al posicionamiento de la empresa en el
mercado y en el entorno.
Habíamos visto el Tablero de Control Operativo como el Tablero diario, el de la
operación; y al Tablero de Control Directivo como aquel que miraba hacia adentro,
permitiendo tener una visión global de la situación de las empresas.
El Tablero de Control Estratégico es una herramienta más general y destinada
específicamente a la alta dirección.
Incluirá algunos indicadores internos seleccionados como los que sintetizan al Tablero
de Control Directivo o son impulsos estratégicos, y a la información de la competencia y
del entorno que nos permite hacer un diagnóstico de posicionamiento sectorial y global
(el marco económico político).
Comenzaremos a ver las distintas partes que conformarían un Tablero de Control
Estratégico.
a) Indicadores internos seleccionados del Tablero de control directivo.
La mayoría de los indicadores internos clave puede ser seleccionada del Tablero de
Control Directivo. Esto nos permite de un simple golpe de vista tener un resumen o
síntesis de nuestra situación por área clave y de aquellos indicadores en los que
queremos focalizar la atención directiva porque reflejan los impulsos estratégicos.
b) Benchmarking
Para medir el colesterol los médicos manejan los parámetros altos o bajos definidos
internacionalmente y hay en general estándares ya establecidos. No se pueden aplicar
estándares tan definidos al trabajar con Tableros de Control en las empresas. No es
posible hacer una comparación y afirmar de manera automática que algo es alto o bajo,
dado que el contexto de la empresa puede ser realmente distinto de la que se considera
como parámetro.
El benchmarking es el proceso sistemático en el cual una organización busca identificar
las mejores prácticas e implementar aquellas que conduzcan a su compañía a un
desempeño superior.
c) Información clave del sector y del entorno.
La información clave del sector permite detectar las tendencias de la industria y sus
alianzas estratégicas. Es el monitoreo del estado de situación general macroeconómico
del sector, de los competidores y de los datos del entorno macro que interesan.
El manejo de esta información estaba muy desarrollado en un banco para el análisis del
riesgo crediticio. En las empresas suele estar en la cabeza de la alta dirección.
Tablero de Control
Directivo
Información Diagnóstico
Formulación Objetivos y metas
estratégica F.O.D.A.
Estretegia Real
El Tablero de Control evita tener que manejarse con planes de acción muy detallados
porque la concisión resulta un elemento clave en la implementación de la estrategia y
en su monitoreo, permitiendo bajar líneas de acción bastante claras en cada uno de los
temas a monitorear por la alta dirección.
El total de un proceso estratégico y de definición de un Tablero de Control podrá insumir
unos cuatro meses el primer año, y su actualización permanente requerirá un mes de
trabajo con un equipo externo o con el área de planeamiento y control que cataliza el
proceso.
CONCLUSIONES
En la actualidad, en entornos dinámicos, es cada vez más necesario manejarse con
lineamientos estratégicos que:
• se concreten en indicadores,
• ordenen a la Pyme,
• puedan ser monitoreados,
Y que aprovechen las nuevas herramientas tecnológicas informáticas.
El concepto de Tablero de Control, por su simplicidad, ha contribuido eficazmente al
management latinoamericano y a las Pymes que viven en un entorno de incertidumbre
y que no han alcanzado su madurez gerencial.
Muchas empresas del mundo comenzaron a implementarlo, luego de la presentación
hecha por Kaplan y Norton al comienzo de los años 90.
A partir de ese momento, fue considerado un sistema muy útil para definir su propio
modelo de negocio en mediciones de desempeño y para comunicar e implementar la
estrategia empresarial.
Es un primer paso para mantener bajo control a la empresa y no a las personas,
presentando la información que permita conocer el rumbo que está tomando la
organización.
El control es bueno y necesario en todo tipo de empresa, sobre todo en las Pymes. El
control moderno debe ser flexible y es necesario siempre que un directivo tenga que
mantener una situación controlada.
El concepto de Tablero de Control parte de la idea de configurar un tablero de
información cuyo objetivo y utilidad básica es diagnosticar adecuadamente una
situación.
BIBLIOGRAFÍA
BALLVÉ, ALBERTO M. (1992) “Control Estratégico – Tablero de Control”, IAE.
Buenos Aires.
IRAZABAL, AMÉRICA ALICIA (2004) “Tablero Integral de Comando”, Editorial
Aplicación Tributaria. Buenos Aires.
KAPLAN, ROBERT Y NORTON, DAVID (1995) “Cuadro de mando integral”,
Gestión 2000 Ediciones. Barcelona. España.
KAPLAN, ROBERT Y NORTON, DAVID (2001) “Cómo utilizar el cuadro de mando
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LAZZATI, SANTIAGO (1991) “Management. Funciones, estilos y desarrollo”;
Ediciones Macchi. Buenos Aires.