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domingo, 11 de diciembre de 2016

Cada vez más hot la Tía May.


Esta semana tuvimos el primer trailer de "Spiderman: Homecoming", la nueva novísima renuevísima chupigenialidá peli de Spiderman, PJ que ya ha tenío tres partidas en el cine en menos de dos décadas. Porque, vamos, "Spiderman" de 2002 y sus dos secuelas, luego la no tan sorprendente "El sorprendente Hombre Araña" en 2012 y su única solitaria secuela, y ahora, nuevo reboot pero metío dentro del Universo Cansino Marvel, como la peli 16 de la franquicia, sí, jodíos, cuenten bien, 16 en menos de diez años. El PJ de Spiderman mismo fue presentado en "Capitán América: Civil War", ahora a comienzos de 2016, y una de las cosas que causó cierta polémica es el rol de la Tía May. Todos sabemos, la adorable ancianita que está ahí para que Peter Parker se sienta todo culposo de tener un gran secreto, se le haga más pesado eso de que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" o como se diga, y en general para joderle más la vida, cada vez que la secuestran o le da un ataque de corazón a la vieja, que pa' eso está la buena señora, para que todos nos preguntamos cuándo va a parar las chalas y dejar que el culpógeno de Spiderman por fin viva su vida en paz. Porque todos recordamos lo que pasó con "One More Day"... y no queremos recordar, en realitá. Pero en fin, en el cine ahora quien tomó el rol fue... Marisa Tomei, que de ancianita nada, pque está ya casi una década lejos su rol de topletera buenorra MILF en "El luchador", pero igual, nadie la llamaría un vejestorio ni mucho menos. Y dado el tema, es interesante echarle un repaso a las actrices que han interpretado a la Tía May, como poco a poco se han ido haciendo cada vez más hot de encarnación en encarnación.

Cuando decimos que con cada reboot tenemos una Tía May más joven, no nos referimos al año de nacimiento (por supuesto, con cada reboot se va corriendo el listón cronológico), sino a la edad que tienen cuando asumen por vez primera el PJ. La primera de ellas en el cine fue Rosemary Harris, quién nació en 1927, y por lo tanto tiene la provecta edad de... 89. Su hija es la actriz Jennifer Ehle, que de hecho ya tiene 46. La Harris tuvo una carrera destacada pero de cierto bajo perfil (dejando una nominación al Oscar a Mejor Actriz Secundaria en 1994, que no ganó). Ella asumió el rol de la Tía May por primera vez en "Spiderman" en 2002, o sea, el mismo año en que cumplía tres cuartos de siglo, la veterana. Peter Parker en esa ocasión era Tobey Maguire, nacido en 1975, y que por lo tanto, cumplió 27 en 2002. La diferencia de edad entre ambos actores era por lo tanto de 48 años, un margen quizás amplio, pero más o menos creíble entre tía y sobrino. Después de todo, en los cómics siempre se ha pintao a la Tía May como una adorable ancianita harto más veterana que el colegial que era Peter Parker cuando partieron sus spidermaníadas. Lo que ya no era tan creíble, es hacer pasar a Maguire como estudiante de secundaria cuando hace rato que venía teniendo pelos en los sobacos, pero en fin, ya saben como funciona Jólivu.

El recasting del PJ vino diez años después... y contrataron a una actriz diecinueve años menor que Rosemary Harris. En "El sorprendente Hombre Araña", la tía May pasó a ser Sally Field, nacida en 1946, y que por tanto, ahora en 2016 acaba de cruzar oficialmente a la setentena. La Field ha tenido una carrera dramática de mayor perfil, partiendo en comedias burras para la TV como "Gidget" y "La novicia voladora", antes de ganarse un lugarcito como actriz consagrada de cine en pelis como "Norma Rae", "Ausencia de malicia", "En un lugar del corazón" (la que le valió el Oscar en que soltó el discursito ridículo ése de "You like me! You really like me!!!"), "Magnolias de acero", "No sin mi hija" y "Papá por siempre". En 2012, el año en que la Field tomó el rol de la Tía May, la actriz cumplía 66 años, lo que antaño era ser vieja decrépita, pero que hoy en día viene siendo algo así como la adultez tardía. En este caso, Peter Parker fue Andrew Garfield, nacido en 1983, o sea, que en 2012 cumplió 29 años. Con lo que la distancia de edad entre los actores de tía y sobrino disminuyó de 48 a 37, un poquito más cercano a la brecha generacional que cabría esperar de los PJs en un medio más realista. Y claro, como ahora el actor tenía 29 en vez de 27, verlo en escenas de secundaria, con Emma Stone... Bueno, a Emma Stone la perdono. De todo corazón. Digamos que de corazón.

Y en 2015 vino "Capitán América: Civil War", ya lo decíamos, y sacamos esa peli a colación porque en ella vimos por primera vez a los NUEVOS Peter Parker y Tía May, que no son los OTROS NUEVOS sino los NUEVOS NUEVOS Peter Parker y Tía May. En el caso de ella, el rol fue tomado por Marisa Tomei, la actriz que se llevó un Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por "Mi tío Vinny" en 1992. ¿Por qué peli? Exacto. Además de eso, ha tenido una carrera no diré de logros megatitánicos, pero sí con cierta dignidad, que es lo que cuenta al final (bueno, eso y tener plata pa' pagar el almuerzo, por zuporto. Que uno se muera de hambre y entierren el esqueleto en el cementerio suele ser un pequeño obstáculo para eso de hacer buenos roles en el cine). Y ahora sí que vimos un tiraje hacia abajo por la chimenea, en el tema de la edad, porque nacida Marisa Tomei en 1964, la Tía May tenía ahora 51. O sea, una tía May década y media más joven que Sally Field, y casi un cuarto de siglo más joven que Rosemary Harris. Y ahora, INSPIRACIÓN AL FIN... Las aventuras de Spiderman en la secundaria, las va a interpretar un actor que se aproxime siquiera a la edad. Tom Holland nació en 1996, y por lo tanto tenía 19 al estrenarse como Spiderman. Mayorcito para la secundaria, claro, pero no a los niveles de Maguire o Garfield. Pero aunque ahora tenemos un Spiderman joven interpretado por UN ACTOR JOVEN para variar un poco... eso no quita que la brecha entre tía y sobrino siga disminuyendo. Porque ahora, la dupleta de actores se llevan apenas 32 años de diferencia, una generación completa todavía (lo que está OK, claro. Que esto es Spiderman y no Spiderporno), pero desde luego menos que los 37 del reboot anterior, o los 48 de la primera versión. Por lo que, considerando que hay reboot de Spiderman cada 5-10 años promedio, si el PJ tiene un nuevo reboot para 2021 pueden ir llamando como la tía May a Anne Hathaway, si total la chica tiene un Oscar en la repisa, para 2021 va a cumplir 39, y además, Scarlett Johansson que cumplirá 37 en 2021 ya tiene su rol como Black Widow...

domingo, 2 de febrero de 2014

Si eso es rodar cine...


Año 1913. El cine era tan, pero tan, pero tan primitivo, que Hollywood ni siquiera existía. O sea, de existir existía, pero apenas estaban rodándose las primeras primerísimas pelis de lo que después sería llamado pomposamente como La Meca del Cine (y los terroristas talibanes sin bombardear ululando ¡¡¡SACRILEGIO!!! todavía, miren ustedes). El caso es que en esa época había una guerra sorda (y a veces nada de sorda: a balazo limpio en ocasiones inclusive) entre el Trust, un grupo de productores de cine plegados a las patentes de Thomas Alva Edison, y los independientes, los piratas de inicios del XX, que querían rodar pelis sin pagar derechos de patente los muy sinvergüenzas (y que fundaron las mismas empresas que persiguen a los piratas de ahora... así nos cambia la vida...). No insistiremos porque ya hemos escrito sobre dicha guerra con anterioridad en Siglos Curiosos.

En la época estaba por ingresar al negocio un jovenzuelo que venía de una familia bien relacionada con la intelectualidad de la época, ya que dentro de la familia a lo menos extendida habían filósofos y dramaturgos, entre otras luminarias. Pero uno de los hermanos debió haberles salido medio tontorrón (la familia de hecho trató de disuadirle cuando supo de sus intenciones) porque quería dedicarse... al cine. A una forma de arte que al momento de contratar actores, si éstos eran famosos, exigían en sus contratos de manera específica que sus nombres no figuraran ni en los créditos ni en la publicidad, por lo degradante que era salir de las tablas para meterse al estudio (si supieran lo que le iban a pagar a Johnny Depp casi un siglo después por "Piratas del Caribe 4"...). El único problema era el mismo de tantos y tantos jóvenes que buscan trabajo por primera vez: sin experiencia. Sólo que en ese entonces, como se rodaba poco, nadie la tenía, así es que nadie le cerraba puertas en narices.

Gracias a un contacto previo, nuestro jovenzuelo consiguió permiso para visitar un lugar cerca de Bronx Park, en donde los esbirros de Edison estaban rodando. Allí vio como un camarógrafo ponía una cámara apuntando hacia un muro. Luego lo describió así: "El director dijo ACCIÓN. El cámara empezó a darle a la manivela. Salió una chica de detrás de un seto, saltó el muro y echó a correr, mirando de vez en cuando para atrás, aterrorizada porque la perseguía alguien a quien no se veía. Un hombre se encontró con ella, la paró y hablaron, sólo con mímica, naturalmente, pero gesticulando mucho". Nuestro jovenzuelo observador comentó después a sus asociados: "Si es así como hacen las películas, yo creo que después del primer año me conceden un título".

¿El jovenzuelo en cuestión? Un treintañero llamado Cecil B. DeMille, director de algunos de los más famosos epics de todos los tiempos, incluyendo "Sansón y Dalila" de 1949, y sobre todo su monumental "Los diez mandamientos" con Charlton Heston en 1956. El mismo que, en esta última peli (destinada también a ser la última suya, porque a continuación se puso a trabajar en "El bucanero", pero lo pilló la muerte antes), se dio a sí mismo el rol de... la voz de Dios hablando con Moisés en lo alto del Monte Sinaí. Sí, de ése tipo iba esta anécdota de Siglos Curiosos, acerca de que el cine lo rueda cualquiera (y viendo más que algunos zurullos abriéndose paso hacia las salas...).

domingo, 23 de diciembre de 2012

El iniciador de franquicias.


El director Paul Verhoeven tiene un curioso récord. Todos conocemos casos de franquicias en donde la primera entrega no sólo es exitosa, sino que incluso hasta es... buena. Que vale la pena verla. Y luego llegan los productores y sacan secuelas a veces direct-to-DVD para capitalizar el éxito, que con la mitad del presupuesto, con otros actores la mitad de buenos, y con guiones de mierda, se las arreglan para sepultar la franquicia de marras. Lo que hace especial a Verhoeven es que inició cuatro de éstas, CUATRO. En los cuatro casos dirigió la primera entrega. En los cuatro tuvo la clarividencia para quitarse de rodar la segunda por un motivo u otro. Y en los cuatro, las franquicias se hundieron en el légamo. Bueno, en un caso aguantó la segunda entrega, aunque después llegó la tercera y... en fin, vamos con la historia.

La primera de las pelis de esta racha es "Robocop". Paul Verhoeven era un director holandés que se estaba haciendo de un nombre por rodar pelis ultraviolentas y sin concesiones. La clase de cine que en los '80s tenía su nicho y hasta era exitoso, y que hoy en día parece desterrado de cara a grandes blockbusters con violencia-para-adolescentes que apesta. En Hollywood había comenzado a cimentar su reputación por "Los señores del acero", cuando le cayó en las manos el guión de "Robocop". Después de leer algunas páginas, lo dejó por estúpido, pero entonces lo agarró la señora, que lo leyó de punta a cabo, y le dijo algo así como "Oye, Paul, mira, hay hartas ideas acá, dale una segunda oportunidad"... El resto es historia. Verhoeven pasó de dirigir la segunda parte, que cayó en las manos de Irvin Kershner... un especialista en segundas partes precisamente ("El Imperio contraataca", "El regreso de un hombre llamado caballo"). Al menos la segunda parte no desmereció (tanto) a la primera, por lo que esta franquicia aguantó hasta la tercera. Sin embargo, como todos sabemos, "Robocop 3" era una mugre tan mugrienta, que el personaje de Nancy Allen decidió morirse a mitad de peli para no tener que soportar la vergüenza hasta el último.

La segunda de la racha es "Bajos instintos". Todos sabemos que la primera entrega fue dinamita. Por un tiempo se puso de moda rodar pelis con reclamo erótico más o menos explícito, algo que hasta entonces estaba vedado al softcore (en realidad, la tendencia es una exageración de lo que se veía venir desde "Cuerpos ardientes" y "El cartero llama dos veces", ambas de 1981, pero eso es historia demasiado larga para compendiarla acá). E impulsó la moda de thriller softcore de bajo presupuesto que hizo el nombre de Shannon Tweed, Shannon Whirry y otras cuantas Shannon, Sharon, etcétera. ¿"Bajos instintos 2: Adicción al riesgo"? ¿Alguien la recuerda...?

Luego vino por supuesto "Starship Troopers", la sátira ultrafascista de la Ciencia Ficción militarista en la que un sospechoso meteorito se estrella contra Buenos Aires algunos añitos antes de lo de Al Qaeda y las Torres Gemelas. Seguida por dos secuelas que tampoco rodó Verhoeven, y que fueron direct-to-DVD (eso, y una versión animada de 2012 que es un reboot parcial, porque sigue a la primera e ignora los eventos de la 2 y la 3. Según me han dicho). Para la tercera, sorpresa, el prota de la primera se repite, quizás porque desde entonces Casper van Dien no se comía un rosco (lo que tiene actuar en "Código Omega", que después nadie te hace caso).

Y después vino "El hombre sin sombra", que tuvo otra de esas secuelas en que ninguno de los actores serie A de la primera entrega repiten, y son rellenados por un montón de buenorras y buenorros de serie B. No creo sorprender a nadie si digo que "El hombre sin sombra 2" fue direct-to-DVD... Y Paul Verhoeven por su parte fue direct-to-Europa, cabreado de Hollywood. Desde ese entonces el pobre hombre no ha rodado casi nada. Por tratar de ser, ya saben, un autor en vez de un mercenario al servicio de los tiburones de Hollywood. Aunque la historia no parece haberse terminado: todavía de tarde en tarde reflotan rumores lunáticos sobre una eventual secuela de "Showgirls"...

jueves, 20 de diciembre de 2012

Lance Henriksen y los robots.


Lance Henriksen es de esos actores que son más conocidos por el aficionado cinéfilo o seriéfilo que por el público en general. O bien, la clase de actor que de nombre no le suena a nadie, pero que todo el mundo identifica de alguna parte si ve una foto suya. Sus roles más famosos son probablemente en "Aliens: El regreso" para el cine, y "Millennium" de Chris Carter para la televisión. Lo interesante es que Lance Henriksen interpretó a un icónico robot del cine... y estuvo cerca de interpretar a otros dos más tan o más icónicos incluso. Bueno, técnicamente cyborgs. Pero en fin, vayamos con la historia.

Lance Henriksen ya había aparecido como secundario en algunas pelis, incluyendo "Encuentros cercanos del tercer tipo" y "La profecía II", además de, sorpresa, interpretar a uno de los astronautas del Proyecto Mercury en la olvidada y aburrida "Los elegidos" de 1983. Parece ser que este último rol entró en el ojillo de un directorcillo que venía de rodar una cosa llamada "Piraña 2", de la cual ni siquiera era el primer director (sustituyó al original). ¿Su nombre? James Cameron. Este hombre tenía una peculiar idea acerca de un cyborg que llega desde el futuro para matar a la madre del futuro líder de la rebelión contra las máquinas. Y pensó que lo más terrorífico de ese cyborg es que podría ser cualquiera, alguien como usted o su vecino, alguien que no identificaría como un cyborg en la calle, claro está. Lance Henriksen era ideal para el rol. Hasta que entró en escena Arnold Schwarzenegger, que venía de rajar cráneos en "Conan el Bárbaro", y el resto es historia. La peli del cyborg del futuro se llamó "Terminator", claro está, y Lance Henriksen apareció de todas maneras, en un papel secundario como policía. De manera que aunque Henriksen apareció en la peli, perdió la ocasión de ser Terminator. Figúrense.

Pero James Cameron siguió pensando en que algo había con Henriksen. El hombre no es mal actor, así es que acusarlo de robótico puede ser un insulto, pero por alguna razón, Cameron siguió creyendo que valía la pena hacerlo interpretar a un robot. Tenía entre las manos el proyecto de secuela de "Alien", que terminó estrenándose como "Aliens: El regreso". En realidad no fue el único traído de "Terminator": Michael Biehn también hizo su desembarco. Parece que para Henriksen fue una especie de autoúltima oportunidad: si su rol no funcionaba, iba a retirarse del cine. Fíjense que se transformó en el papel más famoso de su carrera. ¿Qué rol era éste? El androide Bishop, por supuesto.

En el intertanto, a Lance Henriksen le llegó otra curiosa oferta. Otro cyborg, miren ustedes. Resulta que por esos días se estaba rodando la peli de cierto poli cibernético que combate el crimen en una Detroit futurista devastada por el crimen (el callejero y el de las grandes corporaciones, distinguibles sólo por el terno). El prota era Peter Weller, quien estaba tan hinchado por el traje de cyborg (perdía como un kilo de peso al día por deshidratación, víctima del calor dentro del traje), que estuvo al borde de renunciar. El papel entonces fue ofrecido a Lance Henriksen... quien lo tuvo que rehusar por problemas de agenda. Al final, el problema del traje fue arreglado por un pequeño ventilador interno, Weller siguió en el rol, y en 1987 fue estrenada "Robocop". Sin Lance Henriksen, claro. La banda sonora fue de Basil Poledouris, pero para el trailer, ¿qué música se utilizó? El tema de "Terminator"...

jueves, 26 de abril de 2012

Gloria Stuart y otros veteranos en el Titanic.


Aunque por supuesto el grueso del peso de la peli "Titanic" de James Cameron se lo lleva la espectacularidad de los escenarios y la aparatosidad del hundimiento, un lugar especial parece estar reservado para la "Vieja Rose", el papel que en su juventud es interpretado por Kate Winslet, y en su vejez por Gloria Stuart. En un mundillo como el de Hollywood, en donde a una actriz sobre los 30 ya le empieza a correr el reloj de arena, y sobre los 40 más vale que esté instalada en la fama o está lista, hay algo de insólito que su rol más reconocible le haya llegado en su ancianidad. Porque el otro rol reconocible de su carrera es como la jovencita con la que se obsesiona el actor (invisible) Claude Rains en la peli "El hombre invisible"... de 1933, 64 años antes de "Titanic".

Aunque a muchos en su tiempo puede haberles chocado ver a una Rose centenaria rondando alrededor del sitio del hundimiento del Titanic, hay algo de verdad en esta ficción. Porque la verdad es que en 1997, al estrenarse la peli de James Cameron, todavía quedaban varios veteranos del Titanic dando vueltas por ahí. Cuando en 1985 el explorador Robert Ballard encontró los restos del naufragio con su sonda submarina, quedaban cerca de una treintena vivos. Al momento de estrenarse la peli de James Cameron, en Diciembre de 1997, aún siete se mantenían vivos, aunque en Enero de ese mismo 1997 había muerto Edith Brown, la última superviviente del Titanic nacida el siglo XIX (en 1896, siendo por lo tanto una centenaria exacta), y por lo tanto los siete eran ya todos nativos del siglo XX.

El récord absoluto de longevidad entre los supervivientes del Titanic, con todo, lo ostenta (y lo ostentará para siempre, claro) Mary Davies Wilburn. Nacida en Mayo de 1883, estaba a un mes de cumplir veinte años al momento del hundimiento. Todavía estaba viva cuando fueron descubiertos los restos del Titanic, ya que falleció en 1987, a la venerable edad de 104 años. Pero varios supervivientes fallecieron después. De manera no demasiado sorprendente, la persona que más tiempo sobrevivió al hundimiento es también la superviviente más joven del Titanic: Millvina Dean tenía nueve semanas de edad cuando tripuló uno de los botes salvavidas del Titanic. Después del fallecimiento de Barbara West en Octubre de 2007, se transformó en la última superviviente del Titanic (¡ambas vivieron lo suficiente como para ser contemporáneas al nacimiento de Siglos Curiosos!), condición que tuvo durante un año y medio más o menos, hasta fallecer el 31 de Mayo de 2009, con 97 años.

Volvamos a Gloria Stuart. Nacida en 1910, era la única persona en todo el grupo de actores y técnicos en "Titanic" que YA HABÍA NACIDO al momento de producirse el hundimiento. Y se transformó en la nominada más anciana a los Premios Oscar EN CUALQUIER CATEGORÍA, con 87 años de edad. No obstante lo cual, y al contrario de lo habitual en pelis de Hollywood, hubo que ponerle maquillaje para ENVEJECERLA... Aunque no ganó el Premio, que se lo llevó Kim Basinger por "Los Angeles al desnudo", en un año en donde hasta el carpintero de la peli de James Cameron se llevó un Oscar (la peli igualó el récord de "Ben Hur" de 1959 con once Oscares, de 14 nominaciones, y Gloria Stuart fue una de las tres nominaciones de la peli que no sacó Oscar). Con todo, se llevó además otro récord: la dupleta conformada por ella y por Kate Winslet es la primera en ser nominada a sendos Premios Oscar (por Mejor Actriz Protagónica y Mejor Actriz de Reparto) por interpretar al mismo personaje en la misma peli (Marlon Brando y Robert De Niro se llevaron ambos Oscar por interpretar a Vito Corleone, pero en pelis distintas: "El Padrino" y "El Padrino II"). Irónicamente, Kate Winslet también perdió, en este caso frente a Helen Hunt por "Mejor imposible"... Por su parte, Gloria Stuart vivió casi tanto como los mismísimos matusalenes del Titanic, ya que falleció en Septiembre de 2010, con 100 años y tres meses de edad. La actriz que interpretó a la centenaria Rose de "Titanic" sobrevivió a la última superviviente del Titanic por un año y medio, aproximadamente.

Y si es por hacer la conexión emocional entre la vieja y ficticia Rose y los supervivientes de la realidad, Robert Ballard, el descubridor de los restos del Titanic en 1985, recuerda que Eva Hart, superviviente que falleció en 1996, le dijo en una ocasión: "Esta es la tumba de mi padre. Por favor, no la alteres".

domingo, 4 de marzo de 2012

Duro de adaptar.


Todos sabemos que el tema de las sagas en Hollywood son un negocio. O sea, se saca una peli que resulta tener éxito y es rentable, y forra con billetes los bolsillos de los productores, y ya van sacando secuela tras secuela tras secuela. A veces, la necesidad de sacar una secuela es tal, que los productores deben agarrarse de cualquier clavo para tratar de marcar alguna diferencia, en un medio que tiende a repetirse e imitarse hasta la saciedad. Algo que resulta preclaro en las pelis de acción, en las cuales en el fondo nadie busca grandes tramas ni personajes con buena construcción psicológica, sino el no va más de choques automovilísticos, tiroteos y explosiones. La saga de John McClane tiene lo suyo en esto de buscarse fuentes, y así es como lo consignaremos en Siglos Curiosos (por más señas, conocida como "Duro de Matar" en Latinoamérica, y "La Jungla" en España). Porque lo cierto es que... en cuanto a material de base para sacar las pelis, la saga es todo un Frankenstein.

La primera entrega está basada en una novela llamada "Nothing Lasts Forever", de un tal Roderick Thorp, y de la que ignoro si hay traducción al español. Lo sangrante del caso es que la novela original "Nothing Lasts Forever" no presenta al personaje, sino que es... una secuela. De una novela llamada "The Detective". Que fue adaptada para el cine con Frank Sinatra en el protagónico. ¡A ver, mi General!, estarán diciendo ustedes, ¿me quieren decir que el John McClane original, el interpretado por Bruce Willis, fue Frank Sinatra? Eh... No. El detective de ambas novelas originales se llama Joe Leland. Pero cuando "Nothing Lasts Forever" se transformó en duro-de-matar-en-la-jungla-de-cristal, le cambiaron el nombre a John McClane. No me van a negar que salimos ganando con el cambio: digan ustedes cuál nombre es más cañero. Por cierto, por seguir con el juego de referencias cruzadas, "Nothing Lasts Forever" estaba inspirada en... "Infierno en la Torre" ("El coloso en llamas", en España). Edificio alto, catástrofe... ¿lo pescan? Dicho sea de paso, si los consume la curiosidad, la peli de Frank Sinatra se llama "El detective", y es de 1968, por si consiguen encontrarla.

De manera que "Duro de Matar" es la adaptación de una novela secuela de otra novela. ¿Qué hacer para la segunda peli entonces? ¿Comprarse los derechos de la primera novela y hacer como "Angeles y demonios" de dar vuelta el orden cronológico interno de la saga? Imposible, porque ya la cosa había mutado desde novela negra a cine de acción, así es que debía tomarse algo igualmente trepidante. El objetivo a saquear en "Duro de matar 2" fue una novela llamada "58 minutes", que por supuesto no escribió Roderick Thorp. El llamado para la gloria en este caso es un tal Walter Wager, que además de haber escrito novelizaciones de pelis y series de TV, tenía su propia novela adaptada de antemano ("Teléfono", con Charles Bronson). Y aunque Roderick Thorp en estricto sentido no tenía nada que hacer aquí, aún así recibió crédito como creador de "ciertos personajes"...

Ya para la tercera entrega ("Duro de matar: La venganza"), la cosa se salió de madre. Resulta que andaba dando vueltas por los pasillos de Hollywood un guión llamado "Simon Says". A estas alturas del partido, ¿es necesario apuntar que "Simon Says" no tenía NADA que ver con John McClane? El guión gustó, pero se suponía que iba a ser encajado en... Arma Mortal. Otra prueba de que todas estas franquicias son clónicas entre sí, para que vean. De ahí que "Duro de matar: La venganza" rompa dos cánones establecidos de manera previa dentro de la franquicia: la amenaza encerrada en un lugar físico (ahora la ciudad entera y abierta es el escenario), y el transformarla en una buddy movie. Elementos ambos que serán extremados en "Duro de matar 4.0", que por supuesto, siguiendo la tradición, se basa en un material que (vamos, sé que se la saben, díganla conmigo) no tiene nada que ver con John McClane, en concreto en un artículo de revista sobre un ataque ciberterrorista contra Estados Unidos. Y ahora que está anunciada "A Good Day to Die Hard" para el 2013, vamos a ver si no sacan la idea y/o el guión del listado de ingredientes de su barra de caramelo favorita...

jueves, 1 de marzo de 2012

El bonachón O.J. Simpson.


El 12 de junio de 1994 comenzó una de las más culebronescas historias de los tiempos modernos de los mass media en Estados Unidos, cuando aparecieron los cadáveres de Nicole Brown y su amigo Ronald Goldman. El principal sospechoso fue un antiguo jugador de fútbol americano llamado O.J. Simpson, que era marido de la occisa, y cuyo móvil habrían sido los celos. Después de todo, habían acusaciones anteriores de violencia doméstica, etcétera. Más de un año después, el 3 de octubre de 1995, fue declarado "not guilty" (inocente) y exonerado de cargos, aunque los juicios civiles siguieron. Desde entonces, la imagen de O.J. Simpson quedó irremisiblemente manchada. El único que cree que O.J. es inocente del crimen es Seth McFarlane, el productor de "Padre de familia", ya que en un episodio se revela que el asesino fue nada más y nada menos que Peter Griffin... Pero volviendo al tema. El punto aquí, es que la prometedora carrera cinematográfica de O.J. Simpson quedó truncada para siempre. Y es que nadie estaría dispuesto a contratar a una persona con chapa de loco del hacha, o del arma mortal que sea, para rodar una peli, cualquier peli. Por eso, tiene su gracia revisar un poco de su videografía anterior. "Su gracia", entendida desde el punto de vista del humor macabro, claro.

Quizás el rol más recordado de O.J. Simpson es como el policía Nordberg, clásica parodia del aún más clásico "compañero negro del poli prota", que en este caso es Frank Drebin interpretado por Leslie Nielsen, en la saga de "Y dónde está el policía" y secuelas. En la trilogía en cuestión, Nordberg era el policía bienintencionado y bonachón, pero algo patoso, y con algo de mala suerte también, que se las arreglaba siempre para meterse en problemas. La secuencia en que es "violentamente" masacrado en el arranque de la primera peli, o tiene que instalar un dispositivo de seguimiento en "Y dónde está el policía 2 1/2: El aroma del miedo", son casi clásicos de la comedia negra disparatada. Incluso, para más ironía, su esposa (la actriz que interpreta a la esposa de Nordberg, claro... no Nicole Brown, por supuesto) llega a decir, arrasada en lágrimas mientras Nordberg está en el hospital: "¡El es una buena persona, nunca ha matado a nadie!" (citado más o menos literal). Hubo varias razones de por qué no se rodó una cuarta parte de la franquicia, incluyendo desinterés de los involucrados, a pesar de su buen rendimiento económico, pero un punto no menor es que "Y dónde está el policía 33 1/3: El insulto final" se estrenó en 1994, y por lo tanto, cualquier eventual cuarta parte ya estaría con el personaje de Nordberg manchado por la siniestra reputación de su actor después del doble homicidio... o con otro actor contratando al personaje, o ignorándolo en la continuidad. Por cierto, siempre hay gente con mala leche que disfruta aún más la trilogía precisamente porque Nordberg es interpretado por O.J. Simpson...

Aún más apabullante resulta corroborar que O.J. Simpson interpretó más de algún papel derechamente heroico en el cine, ahora sin parodias de por medio. Quizás la más importante de esas pelis sea nada menos que "Infierno en la torre" ("El coloso en llamas", en España), en que O.J. Simpson aparecía con su foto junto al desfile de estrellas convocadas para la catástrofe. En concreto, O.J. Simpson era el muy responsable jefe de seguridad del edificio siniestrado, inocente de las fechorías del constructor cuya negligencia era responsable del incendio. Y que por ser el negro de la peli, va a engrosar la lista de bolsas negras, claro, si estamos hablando de una peli de 1974, después de todo, la era del cine en que era lugar común que "el negro se va primero" (todavía, en realidad, aunque algo menos).

Pero lo más insólito ocurrió cuando "Terminator" estaba en fase de producción. ¿Alguien se imagina que el T-800 asesino con chaqueta de cuero, lentes negros y un enorme subfusil, pueda haber llegado a tener no el rostro de Arnold Schwarzenegger, sino el de... O.J. Simpson? Entre los varios actores que se pensaron para el rol, el estudio sugirió precisamente al prota de nuestro posteo para el rol. Como inicialmente Arnold Schwarzenegger iba a interpretar al héroe Kyle Reese, de haberse rodado la peli con estos planes iniciales, esto hubiera originado la situación de que Arnold hubiera dicho aquella línea a Sarah Connor de "¡Ven conmigo si quieres vivir!", mientras le descarga un recio escopetazo en el pecho a... O.J. Simpson. Pero esto no llegó a buen puerto porque James Cameron lo vetó: el director pensaba que nadie se creería que un grandote tan bonachón y simpático como O.J. pudiera convencer al público de ser un asesino despiadado...

domingo, 26 de junio de 2011

Genghis Khan según Hollywood.



A pesar de que no faltan los quejumbrosos cada vez que sale una peli histórica acerca de que se apartó de la realidad histórica en tal o cual punto, acá en Siglos Curiosos entendemos que una peli histórica es eso, una peli, y no necesariamente un documental. Después de todo, la Historia Universal transcurre a su regalado amaño, y no necesariamente a la conveniencia de los guionistas, que por ende tienen que reescribir bastantes tramos para que la experiencia sea más literaria y cinematográfica. Pero esto no significa que no podamos comparar una peli con su correspondiente base histórica, como lo hicimos en su minuto en Siglos Curiosos con "Gladiador". Y en el caso de "Genghis Khan" de Irving Allen, del año 1965, las desviaciones son lo suficientemente interesantes como para que valga la pena hacer el análisis.

Irving Allen fue de esos productores siempre a la siga de un éxito clamoroso que, todo sea dicho, jamás le llegó. A mediados de los '60 se lanzó a rodar su propio epic histórico: "Genghis Khan". El problema es que después del estrepitoso fracaso de la "Cleopatra" con Elizabeth Taylor, el género iba en declive, lo que sumado a un estilo pasado de moda incluso para su tiempo, la hizo carne de rotativo de cine en la tarde. La peli se abre con Temujin niño como esclavo (un poco a lo "Conan el Bárbaro", pero no tan bestia), en donde comienza su rivalidad con el malvado Jamuka. Pero Temujin consigue fugarse siendo ya un adolescente, y liderando una horda de bandoleros, consigue construirse una nueva tribu para reemplazar a la antigua. Acosado por Jamuka, marcha a China y cruza la Gran Muralla, aunque de manera amistosa. Pero el Emperador de China, un tipo estirado y pedante, es también lo suficientemente hábil como para mantenerlo prisionero. Temujin, que en el intertanto ha devenido en Genghis Khan debe recurrir a su astucia para fugarse, y en la trifulca subsiguiente, el Emperador de China muere. Genghis Khan emprende muchas conquistas, pero el malvado Jamuka ahora está con los persas, y los incita a una batalla que será por supuesto la gran batalla final con que acabe la peli.

Conociéndose a rasgos generales la biografía de Genghis Khan, son bastante evidentes las desviaciones producto de las necesidades de ofrecer un producto comercial, hollywoodense en definitiva. De partida, Genghis Khan no fue hecho nunca esclavo (salvo por un breve período que pasó como prisionero de guerra). El personaje de Jamuka está bastante falseado, aunque parece ser que por economía narrativa, subsumieron en él dos personajes históricos distintos: el Jamuka real, y un tal Kuchlug. Jamuka partió siendo hermano de sangre de Genghis Khan, pero cuando ambos desarrollaron ambiciones de señorío supremo, se pelearon. Jamuka fue traicionado por los suyos y entregado a Genghis Khan, quien le ejecutó en 1206 (el rol posterior del Jamuka fílmico, más o menos calza con el de Kuchlug histórico). Genghis Khan fue proclamado Genghis Khan por los mongoles, y no por el Emperador de China como aparece en la peli (además su título significa "monarca universal", no "príncipe de los conquistadores"). Y en la época no había un único monarca de China (aunque se puede justificar para simplificar la trama, que de otra manera hubiera sido muy enredada), pero el monarca chino derrotado por Genghis, Xiangzong, no fue muerto por éste, sino que fue víctima de un golpe de estado interno en 1211. Pasemos por alto que la guerra con Persia está falseada (algún rol tenían que darle a Jamuka en la batalla final), pero lo que sí no tiene nombre, es hacer que Genghis Khan muera inmediatamente después de esa batalla, cuando en la realidad sobrevivió siete años a la conquista de Persia, y murió luego de atacar... Rusia.

A pesar de todas estas desviaciones de la historia, en lo personal el General Gato quien esto escribe, las justifica en buena medida, porque la historia del Genghis Khan histórico es demasiado anticlimática como para sacar un biopic en forma. De este modo, ¿en dónde la terminamos? ¿Cuando unifica a las tribus mongolas y es proclamado Genghis Khan en 1206? Eso dejaría fuera toda la aventura de la guerra con China y con Persia. Rematarla con la conquista de China tampoco tiene sentido, y con su última gran conquista que es Persia, deja también sus últimos años fuera, además de que la conquista de Persia no fue más brillante que el resto, y de hecho, las campañas militares en las que Genghis hizo mayor despliegue de inteligencia táctica fueron las que emprendió contra mongoles y chinos, mientras que con los persas usó más los métodos del ataque sangriento a gran escala. En ese sentido, muchas inexactitudes de la peli (no todas, claro) no se deben tanto a la imaginación o a lo simplón de los guionistas (aunque quién sabe si eso no habrá ayudado lo suyo), sino a que de verdad la biografía del más grande de los conquistadores mongoles es un material algo complicado de reducir a un biopic estándar hollywoodense de dos horas de duración.

domingo, 5 de junio de 2011

La belleza de Merle Oberon.


Hoy en día, el nombre de Merle Oberon probablemente no le diga nada a casi nadie, con la excepción de algunos cinéfilos recalcitrantes. Y sin embargo, esta dama fue parte del panorama de la belleza cinematográfica en los '30s y '40s, o sea, en los tiempos tempranos del cine sonoro. En el año milagroso de 1939, donde coincidieron varias pelis consideradas ultraclásicas del cine ("Lo que el viento se llevó", "El Mago de Oz", etcétera), Merle Oberon fue la protagonista de uno de esos ultraclásicos precisamente, en concreto la peli "Cumbres borrascosas". Y sin embargo, dejando el talento actoral aparte, la belleza de Merle Oberon esconde una historia de tragedia que algo dice sobre Hollywood como la ciudad de las ilusiones...

Partamos diciendo que Merle Oberon, al igual que otras muchas estrellas femeninas de la primera mitad del siglo XX, escondió o falseó deliberadamente su pasado. Tales cosas se hacían para evitar prejuicios contra las actrices (prejuicios racistas, muchas veces) y envolver su belleza exótica (muchas veces multirracial) en un halo de misterio que atrajera a la audiencia. Durante años se dijo que había nacido en Tasmania, aunque parece que Merle Oberon era al final la hija de una relación interracial en la India (galesa-indostánica, más precisamente), nacida en 1911. El caso es que en los '30s consiguió abrirse paso en Hollywood, con "La vida privada de Enrique VIII" y sobre todo "Pimpinela Escarlata". Parecía destinada a grandes cosas, y de hecho llegó hasta el set de "Cumbres borrascosas" al final de la década, como dijimos, pero antes la tragedia se cebó en ella.

En el año 1937, en Londres, Merle Oberon sufrió un accidente automovilístico. Del mismo salió con cicatrices bastante complicadas en la cara. Aunque suene machista, puede que el talento en Hollywood abra puertas, pero es la belleza la que las mantiene abiertas para la generalidad de las mujeres, de manera que debía disimularse en cuanto fuera posible las cicatrices. El técnico Lucien Ballard, que trabajaba en iluminación, diseñó entonces un dispositivo que se pegaba al lado de la cámara, y que arrojaba luz directamente sobre el rostro de la persona enfocada, eliminando así la mayor parte de las sombras sobre el rostro... incluyendo las causadas por las cicatrices. El aparatito de marras incluso recibió el nombre de "Obie", que era también el sobrenombre de Merle Oberon. Por cierto, tanto profesionalismo tendría su recompensa: años después la Oberon se divorciaría del director Alexander Korda (uno de los grandes de la fase temprana de la Golden Age en Hollywood), y contraería matrimonio con Ballard, precisamente...

Pero no acabó ahí el asunto. Merle Oberon no es la primera ni última actriz en sufrir un accidente automovilístico, pero resulta que además, su piel era extraordinariamente delicada. Como resultado, en un par de ocasiones el maquillaje le jugó una broma pesada: reaccionó con las sulfamidas que Merle Oberon estaba consumiendo, y le dejó algunas muy feas cicatrices, que fueron a añadirse a las otras. Las cicatrices acabaron por curar, es cierto, pero aún así, dicen los testigos, eran notorias cuando la actriz estaba sin maquillaje...

jueves, 2 de junio de 2011

Cukor perseguido por Fleming.


Pocos años en la historia del cine han sido tan remarcables como 1939, en que se estrenaron pelis como "Caballero sin espada", "Ninotchka" o "Cumbres borrascosas". Sin embargo, la cúspide son esos dos leviatanes del cine de entretenimiento que son "El Mago de Oz" por un lado, y "Lo que el viento se llevó" por la otra. Ambas pelis suelen ser consideradas parte del catálogo de Metro-Goldwyn-Meyer, a pesar de que en estricto rigor sólo la primera lo es (la segunda es de Selznick International Pictures, aunque distribuida por MGM... David Selznick era yerno de Louis B. Mayer, por más señas). La primera resultó un fracaso de taquilla (aunque reestrenada una década después se transformó en una peli de culto), mientras que la segunda batió todos los récords: peli más taquillera en su tiempo (batiendo el récord sostenido en ese entonces por "Blancanieves y los siete enanitos"), peli más taquillera de todos los tiempos con ingresos ajustados por inflación (probablemente, que todo depende de quien hace el cálculo, claro), y peli más larga en haber obtenido el Oscar a la Mejor Peli. Pero ambas pelis tienen en común un interesante detalle: en las dos pelis el director Victor Fleming le fue persiguiendo los talones a George Cukor.

George Cukor era un director de cierto renombre en los '30s. Había dirigido "Cena a las ocho", una versión de "Mujercitas", y "David Copperfield", además de colaborar sin créditos en "El enemigo público número 1". Con una larga y próspera relación de trabajo con David O. Selznick, Cukor había comenzado en 1937 a trabajar en "Lo que el viento se llevó". En paralelo, MGM se embarcó en "El Mago de Oz", y puso a Richard Thorpe a dirigir. Con el tiempo, Thorpe legaría al cine algún que otro clásico menor ("Ivanhoe" de 1952, alguna de Elvis...), pero por el minuto era un director más, y de hecho a las dos semanas de rodaje fue despedido. Por lo que George Cukor fue sacado de Atlanta para ser llevado a Oz.

George Cukor preparó algunos cambios en la peli antes de rodar, el más significativo de los cuales fue darle a Dorothy su famoso look definitivo actual. Pero Cukor no llegó a rodar nada. Victor Fleming fue llamado para rematar la faena, y de hecho rodó casi todo el grueso de la peli (prácticamente todo el material que transcurre en Oz). Para hacerlo, Fleming descartó varios cambios introducidos por Cukor (un caos, ¿verdad?). ¿Y Cukor? De regreso en Atlanta, por supuesto, afinando los detalles para iniciar de una vez el bendito rodaje de las peripecias de Scarlett y Rhett.

Pero resultó que a las tres semanas de rodaje de "Lo que el viento se llevó", el preciosista trabajo de Cukor no agradó a Selznick, quien lo echó escopetado para afuera. Y Selznick no encontró mejor idea que traerse a Victor Fleming a terminar el rodaje. De hecho, así como Fleming rodó casi todo "El Mago de Oz", a su vez rodó prácticamente todo "Lo que el viento se llevó" (algunas escenas fueron rodadas por otros directores más, sólo para que los historiadores del cine y los sufridos lectores de Cine 9009 y Siglos Curiosos tengan un poco más de jaqueca leyendo estos blogs). En general, casi nada de lo que rodó Cukor sobrevivió (se salvó la escena en que Melanie da a luz). Por supuesto que mientras Victor Fleming venía a defenestrar por segunda vez al bueno de Cukor en "Lo que el viento se llevó", "El Mago de Oz" se quedaba sin director, por lo que llegó King Vidor (otro destacado director de la época) a hacerse cargo. Vidor rodó principalmente el material en color sepia que transcurre en Kansas, aunque se negó a tomar crédito hasta 1943, año en que su amigo Victor Fleming falleció (de manera algo prematura: tenía sólo 59 años). Para complicar aún más las cosas, al menos tres directores más intervinieron en lo del Mago de Oz. A pesar de lo cual, tanto "El Mago de Oz" como "Lo que el viento se llevó" aparecen con sólo Victor Fleming acreditado como director en pantalla... Y si no entendieron un pepino de todo el complicado bailoteo anterior... les confieso que a ratos su seguro servidor el General Gato tampoco.

domingo, 24 de abril de 2011

Muertes del cuarteto de "Lo que el viento se llevó".


"Lo que el viento se llevó" puede que sea una historia de guerra, pasión y supervivencia, pero para quienes la hayan visto, es también un melodrama de parejas cruzadas: Ashley y Melanie se quieren, pero Scarlett quiere a Ashley, y Rhett quiere a Scarlett, y Scarlett empieza a enamorarse de Rhett sin darse cuenta... En fin, como puede observarse, la trama entera descansa sobre los hombros del cuarteto que son los actores Clark Gable (Rhett Butler), Vivien Leigh (Scarlett O'Hara), Olivia de Havilland (Melanie Hamilton) y Leslie Howard (Ashley Wilkes).

La ironía suprema con esto, es que de los cuatro personajes, el único que fallece en pantalla (SPOILER GRUESO AQUÍ, SI ERES UNO DE LOS POCOS ALIENÍGENAS QUE NUNCA JAMÁS HA VISTO "LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ" NI PIENSES EN SEGUIR LEYENDO ESTE POSTEO)... ¿listo, se fueron todos los que tenían que irse? Perfecto, seguimos. El único de los cuatro protas que fallece en pantalla es Melanie Hamilton, o sea Olivia de Havilland. Se supone que su personaje fallece debido a complicaciones de embarazo, lo que tiene cierto sentido porque de vieja no iba a ser: resulta que Olivia de Havilland es la actriz más joven del cuarteto, habiendo nacido en 1916. Vivien Leigh la sigue, habiendo nacido en 1913 (había pasado los veinticinco al momento de rodar, a pesar de que su personaje principia con unos quince), después viene Clark Gable (nacido en 1901), y finalmente Leslie Howard nacido en 1893.

Pero ahí no acaba: resulta que además de ser la más joven, la única actriz del cuarteto que encarna a un personaje falleciendo onscreen en la peli... ¡es quien en la realidad sepultó a los otros tres! De hecho, en el año 2011 en que se escribe este posteo, Olivia de Havilland... ¡a sus venerables 94 años, es la gran superviviente de los cuatro! Vivien Leigh falleció prematuramente con apenas 53 años en 1967, cuando se la llevó la tuberculosis (sí, en pleno siglo XX, y en Hollywood). En cuanto a Gable, se lo despachó un ataque al corazón en el año 1960. O sea, Olivia de Havilland es la gran superviviente por un período de tiempo de... ¡casi medio siglo! (el medio siglo exacto sería si Olivia de Havilland sobreviviera hasta el 7 de julio de 2017... seis días después de cumplir los 101 años).

He dejado para el final a Leslie Howard, el primero de los actores del cuarteto en fallecer, por un detalle significativo. De los cuatro, su personaje (Ashley Wilkes) es un hombre demasiado sensible y por lo tanto bastante pusilánime, la clase de persona que la ves y ya le vas tomando medidas para el ataúd (este personaje ya lo había paseado en otra peli anterior: "El bosque petrificado"). Pero en la realidad, Leslie Howard era un activista de profundas convicciones antinazis, que estuvo involucrado valientemente en actividades de espionaje durante la Segunda Guerra Mundial. Se ha especulado mucho sobre si esto lo llevó a la muerte: fue una de las diecisiete víctimas fatales que se cobró la caída de un avión comercial tiroteado por un caza de la Luftwaffe alemana, el 1 de junio de 1943...

jueves, 21 de abril de 2011

Jesús el rol asesino.


Independientemente de si eres cristiano, de otra confesión religiosa o ateo, es indiscutible que Jesucristo es uno de los personajes más importantes e icónicos en la Historia Universal, razón por la cual era inevitable que se rodaran pelis sobre él. Y sin embargo, el rol de Jesucristo en el cine es probablemente uno de los más arriesgados para los actores, porque sus carreras se estancan en el mejor de los casos, o bien se van a pique en el peor. Quizás tenga que ver con el encasillamiento de la gente, que ya no acepte ver a un actor que ha interpretado a Jesús, tratando de hacer roles más "terrenales". O con que no pocos Jesucristos del cine han sido contratados más por guaperas que por talento. El caso es que la Historia del Cine presenta varios actores que han interpretado a Jesús, y que ése fue el pináculo de su carrera. Acá en Siglos Curiosos enunciaremos a algunos, no todos por razones de extensión, claro está, sino los más representativos e importantes. No todos ellos se fueron a pique después, pero sobre varios de ellos es poco lo que se supo después. O si no, la lista siguiente no tendría ningún suspenso (ni fílmico ni del otro)...

-- H.B. WARNER ("Rey de Reyes", 1927). A pesar de haber interpretado a Jesús ya en la cincuentena (¡¡!!), Warner consiguió hacer después la transición al sonoro, y tuvo una carrera en roles modestos pero en pelis importantes, al menos.

-- ROBERT LE VIGAN ("Gólgota", 1935). Mencionamos a este actor francés de esta producción francesa más que nada porque ya había salido en Siglos Curiosos (leer "El destino de los actores de 'Gólgota'". Le Vigan tuvo una carrera fílmica nutrida en sus días, y olvidada en los nuestros.

-- JEFFREY HUNTER ("Rey de Reyes", 1961). Jeffrey Hunter tenía un currículum más o menos vistoso (había actuado con John Wayne en "Más corazón que odio"), pero después de interpretar a Jesús de Nazaret, su carrera cayó en la irrelevancia. En 1969, a los tempranos 42, después de golpearse y romperse el cráneo, falleció de la hemorragia cerebral subsiguiente. Para la trivia, interpretó al capitán Pike en el piloto de "Star Trek" de 1967... que no fue aceptado, siendo reemplazado por William Shatner como su sustituto, el capitán Kirk.

-- ENRIQUE IRAZOQUI ("El Evangelio según San Mateo", 1965). En esta realización de Passolini, el cineasta siguió las convenciones de la cinematografía italiana y contrató a un chico guapo que conocía, doblándole la voz con otro actor. Huelga decir que de Irazoqui no se supo nunca más.

-- MAX VON SYDOW ("La más grande historia jamás contada", 1965). Este es quizás el Jesús más exitoso de todos. Venía de ser prota recurrente de Ingmar Bergman (¡incluyendo "El séptimo sello", ahí es nada!), y su carrera después siguió bien en activo. Resulta un tanto curioso mencionar que este Jesús interpretó también a un oficial nazi ("Escape a la victoria", 1981), a Ming el Despiadado ("Flash Gordon", 1980) y al padre de Robin Hood ("Robin Hood", 2010): roles variopintos y vistosos, nótese.

-- TED NEELEY ("Jesucristo Superestrella", 1973). Neeley en realidad no era actor de cine sino cantante de Broadway, y llegó a la peli porque había interpretado el mismo rol en el musical de Andrew Lloyd Weber que es adaptado en esta peli (irónicamente, cuando se sometió al casting en Broadway, aspiraba al papel de Judas). Neeley no tuvo mayor presencia posterior en el cine, privilegiando su faceta de cantante... y le siguió sacando dividendos a su Jesús interpretándolo más de treinta años después en el mismo musical.

-- ROBERT POWELL ("Jesús de Nazaret", 1977). Aunque no estrictamente cinematográfico, lo incluimos so pretexto de que en algunos países sí se estrenó en cines, en versión más o menos condensada (la miniserie original dura sus buenas siete horas). Siendo el Jesús más reconocido de todos, en parte porque en todos los países cristianos se emitió la miniserie Semana Santa sí y Navidad también todos los años ad nauseam, Powell siguió trabajando principalmente en la televisión, y en efecto nunca volvió a tener un rol tan importante como éste.

-- WILLEM DAFOE ("La última tentación de Cristo", 1986). Dafoe es otro actor que consiguió sobrevivir a su rol de Jesús. Ya era actor reconocido en ese tiempo, y siguió manteniendo un cierto estatus y reputación a pesar de haber rodado cosas como "El cuerpo del delito" con Madonna. Aunque no es menos cierto que "La última tentación de Cristo" es bien poco convencional, y es más bien una crítica de la figura de Jesús, que un intento serio por retratar al personaje histórico o al héroe mesiánico.

-- CHRISTIAN BALE ("María madre de Jesús", 1999). Se lo crean o no, Christian Bale interpretó a Jesús en esta producción para la televisión basada en su madre. Pero el rol no parece haberle calado hondo, ya que al año siguiente se hizo reconocido por uno bastante opuesto, el del asesino serial de "Psicópata americano". Y aún después, interpretó al algo más "normal" Batman en "Batman inicia" y "The Dark Knight"...

-- JIM CAVIEZEL ("La pasión de Cristo", 2004). A comienzos de los 2000s, Jim Caviezel tenía todos los créditos para una futura exitosa carrera actoral. Pero luego de interpretar para Mel Gibson a un Jesús cubierto de sangre como si fuera Carrie, su carrera se ha ido desvaneciendo con posterioridad. Y por cierto... Jim Caviezel es católico practicante.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Los homosexuales del cine negro.


Cuando se piensa en el Cine Negro o "Cine Noir" (ya saben, las pelis policiales de los '40s y '50s), uno de los ingredientes claves en que todo el mundo piensa, son las femme fatales. Hasta tal punto se identifican ellas con el género, que se han vuelto un lugar común, y han sido sangrantemente parodiadas desde el respeto con Jessica Rabbit en "¿Quién engañó a Roger Rabbit?", hasta... bueno, el sin respeto de Jane Spencer (personaje interpretado por Priscilla Presley) en "Y dónde está el policía" y secuelas. Pero esto ensombrece otra presencia más o menos constante en muchas pelis policiales de la época: los homosexuales. Y sin embargo...

Pongámonos un poco en contexto. El Cine Noir nació como una respuesta específica a una situación social bastante comprometida, en la cual había un discurso social triunfalista (¡nosotros, América, baluarte de la libertad, contra el Eje!) combinado con la percepción general de una creciente corrupción a manos de los capitalistas de toda la vida (tendencia que, lejos de apagarse, ha llegado a un paroxismo a comienzos del XXI, y si no díganselo a los creativos de Enron). En respuesta se crearon policiales alambicados y con tramas laberínticas, en las que antihéroes cínicos y duros se enfrentan a situaciones en las que "nada es lo que parece", etcétera. Caía por lo tanto de balde que, en el puritanismo moral de América, el tema de la sexualidad en todas sus formas, incluyendo la homosexualidad, fuera tratado en las pelis. Pero por obra de ese mismo puritanismo, en Estados Unidos imperaba el llamado Código Hays, que establecía una serie de cortapisas para mostrar la realidad en las pelis. Los productores, directores, guionistas y actores se veían entonces en el problema de que, para denunciar que los homosexuales existían más allá de las prohibiciones del puritanismo moral reinante, tenían que mostrar homosexuales en la pantalla, pero tenían que hacerlo de una manera que no violaran las prohibiciones del puritanismo moral reinante... ¡vaya un dilema!

Y aunque no lo crean, los creadores de pelis tuvieron el ingenio fertil para ello. Hacer el catálogo completo excede los propósitos de este posteo y el alcance de Siglos Curiosos en general, pero hagamos un breve recuento. En "El Halcón Maltés", la peli fundacional del género, aparece un tal Mr. Cairo (magníficamente interpretado por el gran Peter Lorre) que se presenta con una tarjeta de presentación perfumada a gardenias, para desconcierto del muy machorro Humphrey Bogart, y después, cuando se entrevista con éste, no para de hacerle carotas y acariciar frenéticamente su bastón (es un bastón en sentido literal, no estoy siendo metafórico, por lo que pueda valer la acotación). Aún más explícita es "Extraños en un tren", de Alfred Hitchcock, en la cual un tenista con cara de niño bonito es acosado por un hombrón amanerado y de vestimentas chillonas, que le propone intercambiar asesinatos. En una escena, el tenista es engañado para que acuda a la casa de su víctima... sólo para encontrarse con el hombrón en piyamas y en una cama. Y cuando intenta irse, el hombrón le apunta con una pistola por la espalda. Y ya sabemos lo que significan metafóricamente las pistolas...

Pero la peli más bizarra en esta línea probablemente sea "Gilda". A pesar de llamarse como el personaje volcánicamente interpretado por Rita Hayworth, en realidad gira en torno a los dos hombres de la vida de ella. Uno de ellos es un caribonito sin oficio ni beneficio, que es salvado de un asalto por un hombre viejo (el marido de Gilda) con un bastón, y por si esto no fuera lo suficientemente fálico, resulta que el bastón tiene un cuchillo escondido adentro. Y después, a santo de nada, el hombre viejo contrata al jovencito para cuidar a su esposa... Y queda claro que entre Gilda y el hombre viejo no pasa nada, a pesar de que ella es una mujer deseable por todas partes... Y cuando el hombre viejo se pone celoso, uno puede preguntarse si está celosa por Gilda, o por el caribonito... El ambiente de homosexualidad reprimida que flota sobre la peli, la hace seguramente una de las más sucias y mórbidas rodadas en Hollywood ever.

Aunque en la actualidad ya no se hace cine noir, sí ha tenido prolongación en cosas como el Neo-Noir, el Tecno-Noir, etcétera. Pero como la homosexualidad ya no es tan tabú como antes, no se puede decir que el tema tenga las mismas concomitancias. Incluso se ha rodado algún neonoir abiertamente homosexual, como la agresivamente lésbica "Sin límites", de 1996, con la que los hermanos Wachowski antes de rodar "Matrix"...

domingo, 19 de diciembre de 2010

Superman según el tipo de El Padrino.


Para sorpresa de mucha gente, el concepto original de Superman en el cine (me refiero a la franquicia iniciada en 1978 con Christopher Reeves en el protagónico, porque hubo Supermanes anteriores y posteriores en cine y televisión), es obra de... ¡Mario Puzo! ¿De quién dice usted, mi estimado General Gato? Pues del tipo que escribió la novela y después guionizó para el cine "El Padrino" de Francis Ford Coppola. Y después escribió el guión de "El Padrino II". ¿Un tipo que entiende tan bien a los gángsters, encargarse de la historia de un superhéroe? Contra todo pronóstico, el tratamiento de Mario Puzo fue simplemente brillante, aunque se ve un poco oscurecido por las circunstancias. Resulta que la historia completa fue sometida a los productores, concretamente Alexander Salkind e Ilya Salkind, y éstos, viendo que tenían un material de oro entre las manos, decidieron dividir la peli en dos (las actuales "Superman" y "Superman II"), lo que obligó a reescribir un montón de la historia. En segundo lugar, la visión artística más seria de Richard Donner (quien dirigió la primera, y buena parte de la segunda) fue reemplazada en "Superman II" por la de Richard Lester, cuyo mayor crédito anterior era realizar las chorradas de pelis con los Beatles (sí, en serio). Afortunadamente, con la salida del director's cut de Richard Donner sobre "Superman II", es mucho más fácil hacerse una idea sobre de qué iba el concepto original.

Mario Puzo no se andaba con chicas. Iba a rodar una peli de superhéroes, y Superman era el más grande de todos, así es que no iba a tener algo que pudiéramos llamar un "lado humano". Superman es en todo momento Superman, y Clark Kent es apenas un disfraz (al revés de revisiones posteriores, como en la televisiva "Lois y Clark", en que Clark Kent es el tipo de verdad, y Superman el disfraz). Y por ende, las pelis están trufadas de simbolismos mesiánicos. En primer lugar, parte directamente en un planeta Krypton que es casi literalmente el cielo (es otro planeta, es frío y gélido y azuloso, tiene una sociedad perfecta, etcétera). Vemos como tres villanos son capturados por tratar de subvertir el sistema, y encerrados en la Zona Fantasma, un obvio guiño al mito de la rebelión de Satanás y su caída desde el Cielo y la Gracia. Pero después Krypton explota, y Superman, el último de esa raza superior (el último ángel, acaso el último Hijo de Dios) es enviado a la Tierra. Su nave espacial tiene forma de estrella, por lo que su llegada es literalmente anunciada por una estrella, así como la de Jesús fue anunciada por la Estrella de Belén.

Después, en "Superman", vemos los "años oscuros" de éste creciendo en Smallville primero, y en Metrópolis después, del mismo modo en que Jesucristo tuvo sus "años oscuros". Y cuando se revela, aparece como un maravilloso y portentoso superhombre, listo para redimir a los seres humanos. Pero sus poderes tienen límites morales y éticos: le es prohibido interferir con la historia humana (algo que le remarca su padre, una especie de Dios Padre del Antiguo Testamento que le habla a través de cristales). Pero Superman, por amor, decide romper esta ley y descubre el poder de transformar la Historia. Pareciera que nada pudiera limitarlo, pero es justamente una de sus proezas (evitar que una bomba nuclear arrase París) la que libera a los demonios que en primer lugar habían sido encarcelados en Krypton.

Al mismo tiempo, siempre por amor, Superman decide renunciar a su condición "divina", y se reconvierte en un ser humano (algo que vemos a mitad de "Superman II"). Allí sufre un metafórico descenso al infierno (ejemplificado en la lucha en el bar), al tiempo que los villanos se imponen a la Humanidad entera. Los seres humanos nada pueden hacer contra la amenaza, y sólo un ser sobrehumano, un ángel o un mesías, es capaz de oponérseles: Superman, que ha vuelto de entre los muertos obteniendo otra vez sus superpoderes, y detiene finalmente al gran Mal. Al igual que Jesucristo, Superman ha muerto y resucitado (simbólicamente, eso sí), y se queda protegiendo a la Humanidad desde una posición prácticamente de poder absoluto (aunque siempre respetando la bandera yanki, como se muestra en el último fotograma de "Superman II", porque ya sabemos que Dios ama a América)...

domingo, 21 de noviembre de 2010

El Vampiro de Düsseldorf.


¿Creían que con la pérfida y psicótica Erzsebet Báthory se acabaron los asesinos seriales motivados por la pura sangre? Se equivocan. Uno de los más célebres asesinos posteriores fue el llamado Vampiro de Düsseldorf, cuyos crímenes se remontan a comienzos del siglo XX.

El nombre verdadero del "Vampiro" fue Peter Kürten, y nació en 1893, en la ciudad de Mülheim am Rhein (esa ciudad estaba desde tiempos medievales a orillas del Río Rin, frente a Colonia, pero con el crecimiento metropolitano de esa ciudad, se la puede considerar ahora como un barrio periférico de la misma). Su infancia podría configurar un caso clásico de anomia. Su padre era un alcohólico que abusaba sexualmente de su esposa y de sus propias hijas, y el joven Peter le tomó pronto el gustillo a eso, haciendo lo propio con sus hermanas más pequeñas. Sin pistas ni formación sobre el bien y el mal, y escapándose de la casa para evitar las golpizas paternas, acabó cometiendo varios delitos, que de las raterías pequeñas escalaron al asesinato, por lo que pasó veinte años tras las rejas. Cuando salió, ya era un adulto, y no demasiado escarmentado que digamos.

Hasta aquí hubiera sido nada más que otro repugnante delincuente común, pero Peter Kürten dio el paso desde la maldad a la supermaldad, siguiendo con sus asesinatos. Ahora les cercenaba la garganta y bebía su sangre. Su jactancia llegó al extremo de enviar a la policía un plano con la ubicación de uno de los cuerpos de las víctimas. Pero se fue volviendo cada vez más descuidado, y finalmente le apresaron. En su juicio se pretendió exculparlo basado en que su mente estaba clínicamente enferma. Lo cierto es que se debe tener mucha arrogancia o mucha desafectación con la realidad para decir perlas como comparar sus traguitos de sangre con el fumar tabaco, como un vicio inofensivo más. Fue sentenciado a nueve penas de muerte, pero como es lógico, sólo pudieron ejecutarlo una sola vez: en la guillotina. Esto ocurrió en el año 1931.

En el juicio se encontraba presente Fritz Lang, seguramente el más importante de los directores alemanes de la época del cine mudo, creador entre otras pelis de la memorable "Metrópolis". Basado en los acontecimientos, Lang rodó la película "M (El Vampiro de Düsseldorf)", con la cual inmortalizó a este criminal.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Breve historia de las segundas partes en el cine.


Dice el dicho que "segundas partes nunca fueron buenas". Lo señalaba sarcásticamente Miguel de Cervantes respecto del Quijote de Avellaneda, la infame segunda parte a las aventuras del Quijote, que obligó a Cervantes mismo a escribir su segunda parte oficial, y a matar a su héroe para que nadie más lo retomara (claro, en la actualidad eso no es un inconveniente, o resucita como superhéroe Marvel, o como zombie, pero en aquella época, el año de Nuestro Señor Jesucristo de 1615)... El caso es que en los albores del cine, las pelis se hacían como pelis redondas y punto. Quizás porque se basaban en obras literarias o teatrales sin segundas partes, o porque las ganancias eran demasiado pequeñas como para pensar en estirar el asunto.

Probablemente, exceptuando las pelis hechas un poco a manera de series televisivas (por ejemplo, las chorradas de los Keystone Cops) y hasta donde mis investigaciones alcanzan, los pioneros en eso de desarrollar segundas partes de pelis derechamente pelis, fueron los Estudios Universal. Estos se habían forrado con sus pelis de monstruos en los '30s, explotando al máximo la por entonces novel tecnología del cine sonoro, pero el repertorio de monstruos se les acababa: ya habían rodado "Drácula", "Frankenstein", "El Hombre Lobo" y "El Hombre Invisible". Así pues, ¿por qué no aprovechar el tirón que habían tenido las otras pelis, y rodar una secuela? Ignoro si es la primera secuela en la Historia del Cine, pero sí debe ser la primera secuela considerada como una peli que valga la pena recordar: "La novia de Frankenstein", de 1935, fue la continuación de "Frankenstein", a pesar de que en la anterior, el monstruo moría. Tanto éxito tuvo, que dejó legado en el idioma: mientras que Frankenstein es en realidad el doctor que inventa al monstruo (que en la novela original y en la peli de 1931 no tiene nombre), acá pasa a ser el nombre mismo del monstruo. Al año siguiente, en 1936, venía "La hija de Drácula". Ambas secuelas compartían el hecho de tener poco que ver con el material original, y eran invención completa de la calenturienta mente de los guionistas.

Con todo, la idea de hacer secuelas (y más tarde crear franquicias enteras) permanecía confinado en el ámbito de la serie B, en donde podían repetirse impunemente conceptos porque si la serie fracasaba, las pérdidas por costos presupuestarios serían mínimas. Las segundas partes tenían en común no seguir el título de la primera con numeración, como fue práctica posterior. Pero en los '70s llegó "El Padrino" (1972). La peli tuvo tanto éxito de crítica (Oscares incluidos), y lo más importante, éxito monetario, que los productores decidieron ir a por la secuela. Para fuentes había material: un buen porcentaje de la novela de Mario Puzo (concretamente, toda la historia de la llegada de Vito Corleone a América y su ascenso al poder, cosas que aparecen en la novela pero no en la peli originaria de la franquicia) había quedado fuera de la peli original. De manera que la adaptaron, sacándose de la manga una historia con Michael Corleone ya como don de la mafia como contrapunto, y rodaron "El Padrino II" (Mario Puzo, el novelista y guionista original, siguió a cargo; se dice que George Lucas, invitado a una exhibición especial, le dijo a Ford Coppola que descartara una de las dos pelis que tenía en "El Padrino II", pero por desgracia Ford Coppola no le hizo caso). Aún tímidos, le pusieron "The Godfather, Part II", sin atreverse a plantarle un "2" a secas, quizás para convencer a la audiencia de que la historia completa no había sido contada todavía (ignorando el hecho de que, en otro país anglófono al otro lado del charco como Inglaterra, ya existía un "Quatermass 2", de ¡1957!). Después, en 1975, la timidez se fue cuando le clavaron derechamente un II romano a "Contacto en Francia II". Interesantemente, "Contacto en Francia" es anterior a "El Padrino", pero "Contacto en Francia II" es posterior a "El Padrino II". Además se produjo una interesante situación en castellano: como en inglés "El Padrino II" no tiene un número a secas, el honor de ser la primera segunda parte marcada con un simple número pertenece a "Contacto en Francia II" ("The French Connection II"), mientras que en castellano, como se comieron el "part" en "Part II", el honor de ser la primera segunda parte con un simple número pertenece a "El Padrino II", justamente...

Y ya no paró. Los '70s vieron el ascenso del cine blockbuster, y con esto la idea de llenarse los bolsillos con segundas partes era casi natural. De manera que en la segunda mitad de la década se habló como la cosa más natural, de continuaciones para "Rocky" (1976) y "La guerra de las galaxias" (1977). El caso de "Superman" fue más escandaloso. Mario Puzo (¡el mismo de "El Padrino"!) había escrito un extenso tratamiento de la historia, pero los productores decidieron que tenían una peli que se vendería sí o sí entre las manos, así es que lo partieron en dos. Por esta razón, para entender mejor el concepto de Mario Puzo respecto de Superman, es necesario ver de corrido "Superman" y "Superman II" (y si "Superman II" es la versión director's cut de Richard Donner, que refleja más fielmente la visión de Donner/Puzo, tanto mejor), mientras que "Superman III" es una peli completamente autoconclusiva en sí misma. Entre tanto habían llegado "Rocky II" y "El Imperio contraataca", y ya la cosa no paró. E incluso, cosa rara, empezó a hablarse de segundas partes que sí eran buenas, desde "El Imperio contraataca" hasta "The Dark Knight". Con lo que, para defenderse de ser reclutado para una tercera del Batman 2000s, el director Christopher Nolan dijo sobre si alguien había escuchado de una TERCERA parte que fuera buena... (aunque al final, igual firmó).

domingo, 14 de noviembre de 2010

¿Los Ewoks contra las tropas imperiales...?


Uno de los aspectos más criticados de la entera saga Star Wars, es la inclusión de los Ewoks, esos peluchitos cazadores-recolectores que reemplazaron a lo que, se suponía, iba a ser el planeta nativo de los wookies (ya saben: Chewbacca). Nada diremos sobre si fue una decisión acertada desde el punto de vista cinematográfico, o si George Lucas se pasó de pesetero vendiéndole muñequitos tiernos a los niños (ya escribí un comentario sobre "El regreso del Jedi" en Cine 9009, así es que pueden seguir el enlace si les interesa), pero sí le daremos un par de vueltas desde el punto de vista histórico. Porque podemos preguntarnos, ¿es verosímil, más allá de la suspensión de la incredulidad, pensar que esos ositos armados con palos y piedras hubieran podido derrotar a todo un destacamento de entrenadísimas tropas de élite de un Imperio Galáctico, nada menos? En términos del universo narrativo de Star Wars la respuesta puede ser ambigua, pero si lo vemos en términos históricos, la respuesta sí puede ser un sí. En realidad, siempre hablando desde la perspectiva histórica, quizás estemos ante uno de los mejores hallazgos de la saga de Star Wars, si la vemos como una especie de "historia del futuro" (o una historia de una galaxia muy lejana, tanto más da).

La premisa básica es la siguiente. Llegan las tropas imperiales a la luna santuario de Endor, e instalan una base de operaciones. No se toman la molestia (aparentemente) de colonizar dicha luna, sino simplemente se instalan allí. Uno puede preguntarse por qué nadie había emprendido la colonización si con el viaje hiperespacial ningún punto de la galaxia está demasiado lejano, además de verse un planeta rico en recursos naturales, pero bueno, aceptémoslo como una premisa. Resulta que, espoleados por los rebeldes (los protas), los Ewoks se sublevan y aplastan a las tropas imperiales sin remisión. Y con palos, piedras y cuerdas, consiguen batir a todo un destacamento imperial sin mayores complicaciones. Ante la pregunta que nos ocupa (¿hay precedentes históricos de esto?) la respuesta es afirmativa. De hecho, hay numerosos ejemplos en que los "bárbaros", los "brutos" o los "incivilizados" han hecho pedazos a destacamentos enemigos imperiales, que se han enfrentado a ellos en forma temeraria.

Un ejemplo ya lo tuvimos en Siglos Curiosos, en el posteo "El peor hombre posible contra Afganistán", en donde los afganos le dieron a los británicos una paliza de órdago en 1842. En ésa hubo al menos uno o dos supervivientes, y eso es MÁS de los que sobrevivieron a la Batalla de los Bosques de Teutoburgo (9 d.C.), en donde el general romano Varo perdió tres legiones y la vida a manos de los germanos de Arminio. Y si del Imperio Británico y el Romano nos vamos al Imperio Persa, resulta que el muy civilizado Ciro el Grande (el tipo del Cilindro de Ciro, que permitió el regreso de los hebreos a Jerusalén) perdió la vida a manos de una banda de escitas, una tribu semibárbara de las estepas. En la historia moderna, la derrota de la superior potencia tecnológica de Estados Unidos ante los campesinos de Vietnam rememora el mismo fantasma. España tiene su propio ejemplo, cuando los rifeños de Abd El Krim se las arreglaron para hacer pedazos al arrogante General Silvestre en El Anual (1921). Y en Chile, el toqui mapuche Lautaro se las arregló para atraer al español Pedro de Valdivia a una trampa, y batirlo en la Batalla de Tucapel (1553), hasta un punto tal que hasta el día de hoy se ignoran los detalles sobre cómo murió realmente Valdivia (¿en batalla, torturado, ejecutado...?). Los ejemplos suman y siguen, pero lo dejaremos hasta ahí en beneficio de la brevedad.

En todos estos casos concurren algunos patrones. En primer lugar, la potencia imperialista cae en el etnocentrismo, el desprecio a los "salvajes" (afganos, germanos, escitas, vietnamitas, rifeños, mapuches, etcétera), y se adentra imprudentemente en territorio enemigo con fuerzas claramente insuficientes y sin demasiada información sobre el lugar y sus habitantes. En segundo lugar, el terreno hostil opera a favor de los nativos, que lo conocen y manejan bien, y con eso consiguen anular la superioridad tecnológica del invasor. En tercer lugar, los nativos suelen tener una estructura social más laxa que el invasor, y eso se traduce en un estilo más guerrillero de lucha, a diferencia de la lucha organizada de los invasores, a veces no muy apta para terrenos hostiles, ya que un terreno accidentado obliga a los guerreros a ser autónomos y valerse por sí mismos en vez de confiar en grandes fuerzas que no son capaces de maniobrar adecuadamente en tales geografías. Si repasamos "El regreso del Jedi", podemos encontrarnos que todos estos elementos están presentes: las tropas imperiales y el Emperador menosprecian a los Ewoks (ni siquiera los consideran en sus planes), luchan en un terreno claramente hostil (un bosque cerrado que no les permite un despliegue pleno de fuerzas), y los Ewoks recurren a la guerrilla frente a las tropas imperiales disciplinadas, pero claramente superadas por su ambiente. ¿Resultado? El mismo que en todos los casos anteriores: una aplastante victoria del nativo sobre la potencia imperialista invasora.

domingo, 20 de junio de 2010

Hitchcock el sucio.

El director británico Alfred Hitchcock (1899-1980) es saludado como el Amo del Suspenso, casi como el coco del coco. Sus pelis siguen siendo populares incluso hoy en día, gracias a que son policiales calculados al milímetro para poner al espectador al borde de la butaca. Un segmento un poco menor de público, concretamente los estirados de toda la vida, lo rescatan también como una muestra de las contradicciones del sistema capitalista, etcétera. Pero probablemente la clave de muchas pelis hitchcockianas, y la perdición de muchos que han tratado de imitarle sin alcanzarlo, es que bajo su estampa de británico ancho y flemático, tenemos un depravado sexual de cuidado. En este posteo haremos un necesariamente brevísimo repaso por algunas fijaciones sexuales corrientes del cine de Hitchcock. Y claro, necesario es advertir, habrán spoilers a mansalva, así es que si no han visto muchas pelis de Hitchcock y piensan hacerlo (y si no, les recomiendo que lo hagan, que este posteo es para gente que ya las haya visto), les recomiendo que vayan a la tienda de DVDs más cercana y empiecen a arrendar. Dicho lo cual, vamos avante con Hitchcock el sucio, y las distintas suciedades que es posible encontrar en sus pelis:

-- HOMOSEXUALIDAD. La más obvia, porque aunque nunca explícita, de manera implícita es su resorte narrativo más común. En "Extraños en un tren", un pobre tenista es acosado por un admirador que se viste "raro", y además le arma toda una escena para que el tenista acuda hasta su casa, hasta su cama, y lo vea en piyamas... En "La soga", los dos asesinos tienen una relación muy cercana, y claramente uno es el dominante, mientras que el otro es el débil, casi el afeminadito... En "La llamada fatal", cuando vemos al comienzo de la peli al marido planificar el asesinato de su esposa junto con un rufián de poca monta, hay casi un regusto sádico en desembarazarse de "la hembra" para quedar libre... Además, están las legiones y legiones de hembras rubias casi frígidas que pueblan sus pelis.

-- TRAVESTISMO. Relacionada con la anterior, aunque no sean lo mismo. En "Psicosis", Norman Bates se disfraza de su propia madre y la personifica.

-- IMPOTENCIA. El prota de "Vértigo" se lleva de lo más bien con una ex novia con la que son amigos, y aunque ella parece mostrar interés, él parece ausente... Algo similar ocurre con la novia del fotógrafo de "La ventana indiscreta", que quiere "concretar" con su hombre (el matrimonio, claro, pero entendido en sentido metafórico...), mientras que éste más bien pasa de ella, aunque ella esté muy buena (Grace Kelly en sus mejores años, por más señas).

-- FRIGIDEZ. La protagonista de "Marnie la ladrona" fue violada cuando niña, y ahora es incapaz de tener relaciones sexuales normales, salvo cuando llega un hombre rudo que la domestica. Y en general, se ha dicho de todas las heroínas hitchcockianas que son rubias, gélidas, casi virginales a pesar de que alguna posee formas bastante insinuantes... y cuando se les ocurre tener placer sexual, o son ignoradas por su hombre (como en "La ventana indiscreta", y en cierta medida en "La cortina rasgada"), o la pagan bastante caro (como la prota adúltera de "La llamada fatal", que se gana un intento de asesinato por eso).

-- VOYERISMO. En "La ventana indiscreta", el prota no siente ningún interés por su propia vida, pero se entretiene de lo lindo mironeando a todos sus vecinos. Hasta que al final, uno de sus vecinos reacciona y se le va a meter al departamento, con resultados calamitosos. En la era de Facebook, este tipo (que para colmo es fotógrafo) sería feliz teniendo 6000 amigos y mirando las actualizaciones cada cinco minutos.

-- SADOMASOQUISMO. La escena del intento de asesinato contra la esposa en "La llamada fatal" tiene un regusto sádico inquietante. En "Extraños en un tren", por su parte, el villano no sólo asesina a una chica, sino que además evidentemente disfruta haciéndolo (bueno, es homosexual, no debería ser difícil de explicar que gozara haciendo sufrir a las chicas). Y en "Los pájaros", una de las escenas más impactantes es cuando la prota es picoteada por varios pájaros que la atacan en su propia casa (se dice que el cabrón de Hitchcock le dijo a la actriz Tippi Hedren que los pájaros serían de mentirijillas, y al final eran de verdad y casi le arrancan un ojo, a la pobre).

-- NECROFILIA. Al prota de "Vértigo" se le muere la chica a mitad de peli. Así es que, cuando encuentra a otra que es parecida, la obliga a vestirse, hablar y comportarse como la muerta. Curiosamente, el tipo se insinuaba que era impotente, pero con la nueva chica disfrazada de la antigua, no parece que lo sea...

Así es que tengan cuidado la próxima vez que digan por ahí que les gustan las pelis de Hitchcock, porque pueden toparse con alguien que haya leído este mismo posteo, y lo agarre para cachondeo... (o se topen con alguna que le quede gustando y lo intente y todo, y es que uno en este mundo ya ni sabe)...

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