Dice Bernabé Tierno en su libro “Si puedes volar, por qué gatear”: “Saber discernir y saber cuándo es tiempo de hablar y cuándo lo es de callar es determinante para caminar con buen pie en esta vida. La virtud de saber callar y tener en cuenta los extraordinarios y productivos beneficios del silencio lo ponen en práctica unos pocos sabios que tienen el privilegio de haber descubierto que con su actitud consciente, sosegada, serena, tranquila, observador, en silencio y en paz consigo mismos es como verdaderamente crecen como personas y se superan a sí mismos cada día que amanecen”.
Guardar silencio. Difícil tesitura para ponerla en práctica; nosotros estamos identificados con el uso de la palabra de modo cotidiano, necesitamos transmitir todo lo que pensamos, dando pocas posibilidades a nuestros interlocutores para exponer sus opiniones, salvo que sean concordantes. Hemos interiorizado, que el silencio, culturalmente suele ser interpretado como ignorancia o falta de sociabilidad. Quien más habla, más sabe.
Saber recogerse en silencio, para pensar sobre nuestros asuntos. Escuchar atentamente a nuestros interlocutores interiorizando sus propuestas sin interrumpirlos y participando serenamente en el diálogo, en una búsqueda permanente de convergencia mutua; es un rasgo que define a las personas que desean potenciarse cada día, sin vivir en una burbuja anclados en sus propias creencias y con intención de evitar - por equivocadas - las opiniones divergentes.
Guardar silencio, ayuda mucho en los momentos de tensión verbal. En lugar de elevar el tono de voz para responder y tratar de superponer lo que decimos sobre los demás interlocutores, que no conduce más que a incrementar la “escalada”; recogerse y hacer “mutis”, ayuda a calmar la situación y seguramente facilitará poder retomar posteriormente el debate, con mayores posibilidades de éxito para todos. Callar, en muchas ocasiones, es mucho más útil que hablar.
Como dice Bernabé tierno: “Cuánta razón tenía Lacordaire cuando afirmaba que < el silencio es, después de la palabra, el segundo poder del mundo >”. Recordemos que siempre gana el que sabe callar a tiempo….