31 de julio de 2014

Well, I don't know how and I don't know why but when something's living well, you can't say "die"



Sí, cuando algo vive no puedes decirle "muere", sin más.
No puedes prenderle fuego al bosque y decirle, cuando se te va de las manos, "apágate".
Ni reventar el dique, liberando las aguas contenidas durante tanto tiempo y, cuando ves que va a arrasar el pueblo, gritar "párate".
Ni plantar el jardín, cuidarlo y mimarlo, y pretender que, de un día para otro (y sin mancharte las manos) vuelva a ser un solar árido, vacío, deshabitado.
No, no es tan simple coger una parte de ti, de lo que ya eres, y observarlo durante horas como en Los hombres que miraban fijamente a las cabras, esperando que, de repente, por arte de birlibirloque, estire la pata.
Todo sería más sencillo así. El absoluto reinado de la razón es más simple, lógico, planificado, estructurado hasta el más nimio detalle. La vida se simplifica exponencialmente. Se vuelve aburrida, claro que sí, pero da lugar a muchos menos sobresaltos. 
Pero no puedes, no puedes, no puedes... Menuda impotencia.
Tanto sobresalto, tanta inquietud, tanto tembleque... y tú sin poder dar esa orden definitiva.
Porque la verdad es que, si no quiere morirse, no se morirá.


30 de julio de 2014

Sobre todo hay que aprender de los errores


Es increíble de dónde podemos aprender cosas.

Hay una que yo digo mucho, ya se sabe que cada uno tiene sus manías al hablar/escribir, y resulta que, en un total desconocimiento, la escribía mal. 
Supongo que muy pocas personas escriben siempre con una perfección académica, y yo no soy de ellas, evidentemente.
De hecho, me hace gracia encontrarle a personas a las que admiro (por cómo escriben o se expresan) esos pequeños "fallos". No por que así sean menos ideales, más bien todo lo contrario. Siempre me gustó más todo aquello que tiene alguna pequeña pega o defecto, así las cosas son más reales. No tiene porqué ser una falta de ortografía, puede ser una falta o exceso de puntuación (yo, por ejemplo, abuso de las comas), una palabra reiterativa o una muletilla. Esas cosas que hacen, para mí, más suyas lo que escriben y que, a menudo, me sacan una sonrisa frente a la pantalla.
Bueno, todo esto viene, a que yo escribía mal una cosa.
Y, un poco no sé cómo ni porqué, alguien un día, hacía mención a mí en un post precisamente valiéndose de ese fallo. No iré de tonta: se metía conmigo por ello. 
La cosa es que, desde entonces, lo escribo bien y que, cada vez que mis dedos sueltan la ya más que manoseada palabra, me acuerdo de aquella persona. Siempre, aunque sea una fracción de segundo, la recuerdo. 
Es gracioso, porque hubo otros que me corrigieron de forma mucho más amigable (Lázaro que me salvó de la hurraca con "h", Ed Expunctor que me corrigió de una cita literaria errónea, o Rors que tantas veces me ha corregido en tantas cosas, porque -no creo que lo niegue- está en su naturaleza) y no se cuelan así en mi cabeza.
Supongo que lo que afianzó con tal fuerza el recuerdo fue lo que me llegó a impactar, pues sus palabras destilaban un desprecio, que no sé cómo puede generarse entre dos personas que nunca han cruzado dos letras... además que era una de esas personas a las que yo leía desde mi anonimato adolescente y fanático. 
En fin que, al margen de eso, siempre he pensado que le debo un agradecimiento. Y esto no es irónico o cínico. Es totalmente sincero. 
Sin aquel post yo habría seguido eternamente condenada a mi error ortográfico y, estoy agradecida, por haber sido liberada de él.



29 de julio de 2014

Botiquines para amnésicos, leyendas de ultramar.


Mi debilidad siempre han sido y serán los hombres tristes.
(Las mujeres también, creo que el problema es la tristeza en general, pero con ellas no hay problema).
Es superior a mí. Y aquí, en blogger, hay tantos...
Y ya soy mayorcita y estoy más que comprada, pero los hombres tristes me remueven algo por dentro. 
Será mi (estúpido) instinto de gallina clueca que a todo el mundo -en especial a todo ser sufridor- quiere meter bajo el ala. Será.
Pero es que me desarman.
Que, por mil capas que yo me ponga de recelo y frialdad, siempre noto ese no-sé-qué ante uno de ellos.
Lo único bueno es que, conociendo como conozco mi debilidad, aprendí a poner tierra (y anonimato) de por medio. A espiar por la cerradura pero nunca decir nada.
Mil veces me darán ganas de decir yo que sé el qué pero no. 
Que luego me encariño y las cosas se tuercen.

28 de julio de 2014

Es una enorme desgracia no tener talento para hablar bien, ni la sabiduría necesaria para cerrar la boca.


A veces se reparten tortas y, sin saber cómo, te llevas un par.
No por nada, solo porque estabas en el camino de la mano.
A veces la gente está frustrada y se le va la olla.
A veces alguien quiere dar tortas hacia arriba y, como no puede, las reparte hacia abajo.
Aunque a los dos minutos tenga las pruebas de que se le ha ido la mano y, entonces, el tono cambie, volviendo a la simpatía y casi colegueo.
Ese cambio de humor que no, no se contagia y te dan ganas de decirle "ahora no me vengas con monadas".
Pero bueno, como sabes que, si escupes para arriba, te acaba cayendo encima... lo mejor es adoptar la frialdad necesaria, acabar lo urgente e irte para casa.
Seguro que mañana lo ves de otra manera.
Y, si no, al menos no estarás tan calentita.

27 de julio de 2014

I'm not in control of my muse. My muse does all the work.


The muse is not an angelic voice that sits on your shoulder and sings sweetly. The muse is the most annoying whine. The muse isn't hard to find, just hard to like - she follows you everywhere, tapping you on the shoulder, demanding that you stop doing whatever else you might be doing and pay attention to her.
 
Los musos (ente masculino de las musas) son caprichosos, tremendamente.
A veces te condenan a la sequía, al insulto del puntero en la pantalla, a la aridez mental.
Y estrujas, estrujas, estrujas cada neurona en busca de una idea, una ideita, un hilo, qué digo hilo! Una ebra chiquitita de la que poder tirar... Pero ni con esas. 
Te miran con sus ojos de querubines agrandados por una lupa y te achicharran cual hormiga.

Otras, sin embargo, abren el grifo y te torturan con la anarquía de la abundancia.
Todo, todo y todo se convierte en fuente de inspiración. Tanto que no das a basto.
Y vas haciendo listas, en el Ipad, en el móvil, en la pared del baño de la oficina si te dejaran.
Porque cualquier cosa que pasa o que te dicen no se transforma en ebra, no, como por arte de abracadabra pata de cabra se convierte en una madeja completa.

Y podrías tejer una vida, una muerte, un amor, una herida, una cicatriz, un polvo, un algo cotidiano, un oi oi oi y un a mí qué, con la facilidad con la que te lavas los dientes o te pones un calcetín.

Lo malo es que no tienen razón de ser. Si de algo gozan los musos es de un humor casi tan cambiante como el tuyo... y una solo puede esperar a ver qué le depararán. Es lo peligroso de danzar en su cuerda floja cual pajarillo, que tú no tienes alas y ellos, en cualquier momento, te tiran abajo de un manotazo.

26 de julio de 2014

Y es que...


Qué susto cuando el día amaneció tormentoso.
Qué sensación más "uau" cuando el peluquero parece leerte la mente y hace exactamente lo que querías.
Qué calor todo el santo día.
Qué libertad al conducir el coche de NB.
Qué vergüenza ante ciertos elogios (voy a tener que vestir más de rojo).
Qué risas con las posturitas de sesión de fotos.
Qué genial es mi prima política.
Qué emoción al verla venir.
Qué orgullo cuando el Niño Bonito leía mi texto con su temple y entereza, con un rotundo éxito.
Qué rico y bonito todo. 
Qué casi orgásmico el pastel.
Qué tensión cada vez que repartían regalitos.
Qué calorcito en el corazón cada vez que los veía pletóricos y/o emocionados.
Qué hartón de bailar.
Qué agradable cuando todos los que importan muestran interés por tus problemas.
Qué lástima cuando la fiesta acaba y tú seguirías durante horas.
Qué dolor de pies y es que estos zapatos se han superado y no me han dejado ampollas o rozaduras, no, tengo algo cercano a la quemadura.
Qué guay meterse en la cama totalmente agotada.
Qué pocas horas de sueño.
Qué de mimos de mi tío político.
Qué sorpresa al recibir un inesperado y tardío regalo de boda.
Qué bonito volver a verlos a casi todos el día después.
Qué aburrida la sobremesa.
Qué divertido ver cómo tiraban a unos y a otros al agua.
Qué aún más divertido (a pesar de todo) cuando me han tirado a mí, en volandas, con ropa y todo.
Qué moratón más tonto (fruto del arrastre hasta el agua) me está saliendo en el brazo.
Qué tranquilidad de que, al fin, ha pasado.

Qué sorprendente, agradable y genial poder decir que todo ha ido bien.

25 de julio de 2014

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda



Pero qué bien se lo pasa la mona entre compra de modelito, abalorios, manicura y pedicura (sobre todo si el manicurero está sublimemente bueno, sí, no hay otra forma de definir a ese metro noventa de morenazo musculado, ojos claros y salero), peluquería y maquillaje... 
Aix, qué simple (pagando, claro) es sentirse un poquito bien. Un poquito mona.

Y todo esto viene a que me voy de boda. Boda, boda, de las de por todo lo alto.
Y, por cierto, voy de rojo.
Me tomaré una (s cuantas) a vuestra salud.

24 de julio de 2014

You feel like laughing but you start to cry...

Waiting is painful. Forgetting is painful. 
But not knowing which to do is the worse kind of suffering.


Algo así como sentir que te vas a volver loca.
Y pasar el día suspirando exageradamente porque sientes que el estómago se te sube a la boca, no sabes si para salirse en forma de lloros, gritos o para hacerte salir volando hasta el infinito y más allá.
Como tener que quitar la música, porque escuches lo que escuches, te altera los nervios y temes montar un numerito, así de repente y sin sentido. Pero dejarte puestos los cascos para que nadie te hable.
O esas cosas que se agolpan en tu mente, ésas que quisieras grabar a fuego en cada una de tus neuronas para no perderlas nunca... que te erizan peligrosamente la piel cada vez que saltan a tu consciencia y te dejan cercana al colapso nervioso.
Porque a veces todo es tan terrible y tan genial, tan "oh" y "ah" a la vez que, simplemente, te sobrepasa. Y sientes que podrías comenzar a temblar en cualquier momento y no sabrías de qué.
"I've got a war in my mind", canturrea alguien en tu cerebro. 
"No, la tengo en el cuerpo entero", quieres replicarle. 
En los ojos, en los labios, la nariz, la punta de los dedos, los pezones, el estómago y el vientre. 
Y lo peor quizá sea que no es una guerra de bandos, no, es una anarquía de desconcierto, todos contra todos, una alagarabía de cuerpos y miembros en batalla constante. 
Una lucha sin fin.

23 de julio de 2014

Always laugh when you can. It is cheap medicine.


Ginecólogo otra vez. Hay que seguir con la revisión / supervisión / prevención.
Me monto en el potro de tortura, me cuenta cosas... entonces suelta la frase, la gran frase que, oh-Dios-mío nunca debería decir un ginecólogo: "Pues, así a simple vista ha quedado tan bien -de la operación- que no parece que le hayamos hecho nada de lo BONITO (boniquet, en catalán que aún ha sonado peor/mejor, según se mire) que está".
Claro, intenta tú ahí mantener la compostura! 
Porque yo no he podido, me ha entrado la risa, él no se ha enterado pero a la enfermera le ha costado lo suyo no romper a reír.

Al margen del momento Benny Hill, dice que todo bien.
"Lo importante no es lo que se ve", me callo.
Me prevee de que los resultados tardarán (las vacaciones, ya se sabe) y escucho al monstruo malo reírse desde una esquina de la consulta. Comenzaré con el soborno de galletas y cuentos para dormir, pero aún así... apretará, llegará, lo sé... y esta vez no tengo la preconsulta del Oso sabio. No. No tengo su certeza abrumadora (y, jo, absolutamente convincente) de que todo está bien.
No quedo más que yo, (porque, la verdad, en esto nadie más puede hacer nada) para ahuyentarlo y contenerlo hasta que llegue la cartita del demonio.
En fin... armarse de paciencia e intentar ignorar al calendario. Nada más.
Más noticias as soon as posible.

22 de julio de 2014

Lo que dejamos atrás y lo que tenemos por delante no son nada comparado con lo que tenemos dentro.


Esos momentos en que tu mente entra en modo repeat y solo puede encadenar una, dos o tres palabras.

Tipo:

Ay, ay, ay.

Pero, pero, pero.

Joder, joder, joder.

Madre mía, madre mía, madre mía.

Oh Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío.

21 de julio de 2014

El problema de las mentes sobreestimuladas



Hoy me he despertado paranoide al 200%.
He soñado algo de miedo, algo que no tengo muy claro, relacionado con un piso demasiado alto, ruidos raros, vecinos extraños e intrusos a los que no llegas a ver pero sabes que están y... Tarán!
El coctel perfecto para que ande por la casa con las uñas fuera.
Por suerte me voy al trabajo, con personas y ya luce el sol.
(Soy lo peor jajajajajaja).


20 de julio de 2014

People shouldn't make me nervous, but they do. Oh they do, they do, they do...

Hace días en el trabajo me llamaron "La defensora de los tímidos".
Pues sí y a mucha honra.

Un extrovertido nunca comprenderá lo desquiciante que es que tus mejillas te traicionen.
Ponerte roja a la que te hablan.
O que las palabras se te ahoguen cuando te miran más de dos personas.
Los sudores fríos (y empapantes en el peor de los casos) de tener que hablar ante un grupo.
O el mal rato cuando te cantan el cumpleaños feliz.
Ese "ay, ay, ay" que te encoge el estómago cuando, en una reunión, alguien dice "Ficticia, (lo que sea)" y todos los presentes se vuelven hacia ti.
O que cruces dedos de manos y pies para que no te hagan hablar en la comida de empresa.

No, es terrible e irremediable. Y no se supera a base de terapia de choque.
Así que sí, cada vez que veo el cónclave malvado hacia algunos de los otros tímidos (más o menos patológicos) de la oficina salgo en su defensa.
Porque ya quisiera yo que, de cuando en cuando, alguien me defendiera a mí.

19 de julio de 2014

Mis sueños son mentiras que un día dejarán de serlo


How would you know?
When everything around you's bruised and battered
Like the cold night storm.



El entusiasmo era tan tentador.
Tan sencillo.
Dejarse llevar por una vez.
Envolverse por el misterio de lo desconocido.
Y quizá peligroso.

Sí, era fácil.
Tan fácil...

18 de julio de 2014

El camino al infierno está sembrado de buenas intenciones



Hoy, alguien de quien realmente no esperaba oírlo, se ha unido al carro de los derrotistas.
Los de al final:
- acabarás mala
- caerás enferma
- petarás
("Porque sí, tienes que petar", me dijo esta última, gran argumentadora). 

Pues sabéis qué? Aunque solo sea por tocar las narices no pienso derrumbarme, porque estoy hasta las narices de vuestras tonterías de la casa de la pradera. 
Porque no soporto que gente que parece vivir en una nube de algodón de azúcar perenne me hable a mí de cuál va a ser mi reacción ante las vicisitudes de la vida. 
Porque no soy muchas cosas en esta vida pero fuerte lo soy un rato.
Y porque si para lo único que sirve contaros las cosas (además de teneros contentos) es para que, después me las tiréis a la cara como argumento de vuestro derrotismo (canalizado en mí), entonces mejor me lo callo, me lo guiso y me lo como. 
Como siempre había sido y no sé porqué narices dejé de hacer.
Porque no, no necesito que tengáis fe en mí.

17 de julio de 2014

Como niño con zapatos nuevos



Hay situaciones en esta vida que son como estrenar zapatos.
Sabes que durante un tiempo aprietan, duelen y te hacen rozaduras.
Pero tarde o temprano el zapato (o tu pie) se adaptan y deja de doler.

16 de julio de 2014

In its early stages, insomnia is almost an oasis in which those who have to think or suffer darkly take refuge.


Las noches de insomnio suelen ser noches de una extraña clarividencia.
La mente, libre de las obligaciones y el ritmo desquiciante del día a día, auspiciada en la oscuridad, arropada por el silencio roto tan solo por el ronroneo constante del ventilador a los pies de la cama y la quietud del mundo que duerme, se atreve a tirar de uno de los hilos de la madeja y, en ese ambiente propicio, encuentra una verdad.
La reconoces, claro, porque duele. Como suelen hacer muchas de ellas. Como si algo te atravesara de lado a lado. Quema, se viste de lágrimas y no te deja en paz hasta que la reconoces. La aceptas y la asumes como cierta. 
Porque de noche no tienes dónde esconderte y se pueden distinguir mejor unas sombras de otras, si sabes dónde mirar. 
También sabes que es verdad, que no te equivocas, por el alivio que queda tras el dolor.
Como quien coloca una pieza a un puzzle largo tiempo abandonado por la incapacidad de resolverlo, como si algo que no tenía sentido de repente lo cobrara.


15 de julio de 2014

Censure acquits the raven, but pursues the dove.



Me sorprende lo mucho que me autocensuro a mí misma. 
Sé que ha de ser así, que el mundo funciona porque no damos rienda suelta a todos nuestros impulsos pero aún así... 
Me pregunto a qué le tengo tanto miedo, porque no se me ocurre otro motivo más que el temor para coartarme de ese modo.
A qué?
A quién?
Porqué?
Tengo respuestas para algunas de esas preguntas pero no para todas. 
Y creo que, esas para las que no tengo un motivo, deberían ser ignoradas.
Soltar algunas cadenas que me atan. 
La cuestión será saber si soy capaz de hacerlo.

14 de julio de 2014

Everytime you fight the scars are gonna heal but they're never gonna go away




- Oye, estás hablando en pasado.
- Lo que pase o no pase...
- Pasará!
- Esto era amor, lo nuestro.
- No es un adiós.
- De acuerdo.
- ¿Qué, no me crees?
- Lo que sea que duela menos.
- Oh Dios mío, porqué me siento así?
- Porque te has entregado a mí.
- Totalmente...
- Adiós, amor mío... 



* Homeland, o diálogos que te parten en dos.

13 de julio de 2014

A new baby is like the beginning of all things




Los bebés recién nacidos tienen algo de mágico.
Con sus mini manos, sus mini naricitas, sus mini pies y sus mini orejitas.
Algo tan pequeño, tan perfectamente pequeño.
Su espaldita moviéndose al ritmo de su respiración.
Y sus bracitos que se estiran.
Te hacen pensar en futuro, esperanza y milagro.
Sí, huelen a vida.

Mi amiga C ha tenido a su bebé.
Bienvenido pequeño, H.

12 de julio de 2014

Chaos is a name for any order that produces confusion in our minds.



Cuando echas mucho de menos a alguien es una faena tener en tu entorno a alguien que comparte su nombre.
Que te llame por teléfono y te diga "Hola F, soy x" y la tontita en tu cabeza replique "no, no lo eres..." mientras tú le das codazos y le preguntas a la pelirroja porqué la ha dejado salir.

11 de julio de 2014

A veces hay que dejarse querer



Jope... Qué bien sientan las palmaditas en la espalda.
En especial cuando el esfuerzo ha sido tanto.
Ya me llevaba la satisfacción del trabajo bien hecho.
De haber pasado la revisión con apenas un par de retoques estéticos.
De haber sabido ir dando respuesta a las preguntas.
De una entrega satisfactoria.
Como para que encima llegue un whatsapp nocturno del boss felicitando a todo el equipo.

Pues, mira, por un ratito me voy a dejar agasajar y me voy a permitir creerme un poquito que en lo mío me desenvuelvo. Y hasta me voy a permitir colgar un post alardeando de ello antes de irme a dormir ;) 

10 de julio de 2014

Tengo hambre de victoria, pero acepto las derrotas, de ellas brota lo aprendido y dan sentido a esta existencia rota.




Si sufro es porque perdí o temo perder.
Si perdí o temo perder es porque amé, quise, amo o quiero.
Si amé, quise, amo o quiero, fui o soy afortunada.
Pues amar siempre, siempre, siempre, es algo bueno.
Si fui o soy afortunada, debo ser feliz.
Si debo ser feliz, no debo sufrir.


9 de julio de 2014

A man is not paid for having a head and hands, but for using them.



Lo que tiene que el jefe esté de viaje en una filial (pero llamándome cada hora para pedir cosas / actualizarme información), mi segunda de a bordo de vacaciones, de cierre con la nueva y que el servidor pete y no se pueda hacer nada durante horas, es dejarme al borde de un parraque.
Pero no importa, hoy nada importa, porque mañana tengo cita con Javier.

Casi salivo de pensarlo.

Y no es para menos.
Nadie mima mi cuerpo como él.
Ni me relaja del mismo modo con su conversación.
Aunque no tengo muy claro si la relajación va de mente a cuerpo o de cuerpo a mente.
Y tampoco importa.

El exceso de horas de hospital conllevó una acumulación de trabajo que me obligó a retrasar la cita y mis cervicales ya se quejan del retraso.
Mis lumbares se alían con el nervio ciático para recordarme los diez días que me he atrevido a robarles los mimos de sus manos mágicas.
Y mi rodilla estúpida persiste en su estupidez.

Pero todo eso se arreglará mañana.
Cuando me vea me dirá que vengo comprimida, fingiendo que eso no es del todo malo, lo sé, lo siento. Mi postura me delata.
Después me hará tumbar en la camilla y, durante una hora, obrará su arte en mí, hasta que yo salga ligera y flotante como una plumita de la consulta, con los músculos suaves y distendidos. 

8 de julio de 2014

Not until we are lost do we begin to understand ourselves.





Es como darte cuenta de repente de que la que te está causando todo el dolor no es otra que tú misma.
No son ellos con su des-apego/interés/preocupación... quienes te hacen daño.
Eres tú la que adquieres comportamientos impropios de ti.
Haces cosas... o más bien no haces cosas que son las que tú eres y ese conflicto es el que te causa dolor.
El no reconocerte en tu actos, en tus palabras, en tus gestos.

Eso es lo que duele.

La maldita manía que tienes de intentar adaptarte a los otros, siempre, incluso a veces por encima de ti misma. Ese ha sido siempre tu error.
Y eso te convierte en ese ser amargo y quejicoso, que no te gusta, que en verdad no eres y que pareces llevar pegado al fondo de la cabeza todo el día.
Arañando las heridas, revolviendo los cajones, tirando las cosas de las estanterías.

Cuando la solución es mucho más sencilla: sé tú.
Para bien y para mal. Solo sé tú.

6 de julio de 2014

Life is like riding a bicycle: you don't fall off unless you stop pedaling.

Pasan por aquí, quieren olvidar
Su condición de marionetas;
Un artista más en el Festival de la Paciencia.




Mi estado de ánimo es como un toro de rodeo y he de tener cuidado porque, como me caiga, me empitonará y pisoteará hasta convertirme en una loncha de queso Gruyere. 
Además, mi cerebro lo siente e intenta sus propios trucos, le prometí un entretenimiento sano, algo en lo que volcar su creatividad y fantasía, pero se me han torcido los planes (por lela) y no puede ser.
Así que mis neuronas enfadadas van por libre.
Tratan de aferrarse a antiguas obsesiones.
Las rescatan, dejando caer piedrecitas en las aguas de mis consciencia. Trato de ignorarlas, pero las ondas que producen no son fáciles de obviar y me siento tentada de dejarme llevar, de hacer caso a esas ideas peregrinas que se me cuelan en medio de reuniones, trayectos, conversaciones y duermevelas... pero con tanto vaivén intelecto-emocional no creo que sea buena idea tomar ningún tipo de decisión a gran escala, así que por ahora, tocará cabalgar.
Así que... Yeeeeeeha!!!!

5 de julio de 2014

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.



Last night I wept. 
I wept because the process by which I have become a woman was painful. 
I wept because I was no longer a child with a child’s blind faith. 
I wept because my eyes were opened to reality…
I wept because I could not believe anymore and I love to believe. 
I can still love passionately without believing. That means I love humanly. 
I wept because from now on I will weep less. 
I wept because I have lost my pain and I am not yet accustomed to its absence.
-Anaïs Nin-



(Anoche lloré. Lloré porque el proceso por el cual me he hecho mujer fue doloroso. Lloré porque ya no sería más una niña con la fe ciega de una niña. Lloré porque mis ojos se abrieron a la realidad…Lloré porque no podré creer nunca más y adoro creer. Todavía puedo amar apasionadamente sin creer. Eso significa que amo humanamente. Lloré porque a partir de ahora lloraré menos. Lloré porque he perdido mi dolor y aún no estoy acostumbrada a su ausencia.)

4 de julio de 2014

Media vida en cada intento y la otra media en pinzas de metal.

Por mucho que vuelvo
no encuentro mis recuerdos.
Los busco, los sueño;
lo propio ya es ajeno.


Me cuesta tanto arrancar por las mañanas que, a veces, pienso que debería comprarme un cohete marca Acme y montar en él para iniciar los días. 
La vida sigue a su ritmo mientras la realidad no deja de pesar y yo solo pienso en una habitación de hotel, con libros y películas. Quizá incluso con una piscina. O un spa, si me siento muy osada. En que el mundo se olvide de mí durante un puñado de horas. Nada más.

En la oficina todo el mundo habla de las vacaciones. "Vamos, que ya llegan".
Y yo entrego un "Sí, sí" envuelto con una sonrisa de papel maché.
Si todo va bien mis vacaciones coincidirán con la cirugía de mi padre, así que... aunque me irá bien por no tener que dividirme y multiplicarme entre el trabajo y el hospital, que no lo niego... no es, para mí, la mejor perspectiva de descanso y diversión.



3 de julio de 2014

¿Qué pasa, que tú no cagas o qué?


Cuando L llegó a la oficina, hace ya algún tiempo, dijo, hablando de hombres un día, que lo que no soporta de un hombre es que pase de ella y, al cabo de unos días, le escriba diciendo que ha estado muy ocupado. Según ella, siempre le dan ganas de decirle "Tú no cagas o qué?".
Recuerdo que reí mucho (sobre todo porque es súper fina y la sola imagen de ella soltándole eso al tipo en cuestión ya es, de por sí, de risa), pero es que tiene tanta razón... 
Aún suponiendo que el intestino del hombre en cuestión sea súper rápido y eliminar los residuos biológicos que su cuerpo seguro genera solo le llevase cinco minutos al día... ¿no es ese un buen momento para coger el móvil y mandar un whatsapp o un mail? 
Suponiendo también que en sus otras 23:55h del día fuera totalmente inviable establecer el contacto...  ¿No sería ese ratito con las posaderas descansando en la loza unos minutos aptos para dar señales de vida? 

2 de julio de 2014

Ever tried. Ever failed. No matter. Try Again. Fail again. Fail better.


Aix aix... Pero qué tonta soy.
Acaso no tendré remedio? A veces pienso que no, que hay cosas para las que ya soy irremediable.
Pero me resisto a creerlo, a pensar así. 
Pienso más bien que algo me falta, valor o estrategias adecuadas...
O que también algo me sobra, ingenuidad y mucha tontería. 
Pero por muchas vueltas que le de, hay cosas que aún no sé gestionar. 
Y queman y duelen. Aunque sé que la primera parte del arreglo consiste en no darles importancia.
Quizá, cuando logre eso, se me rebele el paso posterior. 

1 de julio de 2014

En boca cerrada...


A veces querrías decir tantas cosas... 
Tantas que, probablemente, si pudieras abrir la boca, no sabrías ni por dónde empezar.
Pero a veces una, simplemente, debe mantener la boquita cerrada.
Que así no entran moscas.