Se termina poco a poco el
2015 y con él se van muchas efemérides, entre las que destaca el
150º aniversario de la publicación de Las aventuras de Alicia en
el país de las maravillas, la obra cumbre del diácono (siempre
hay hombres de fe en esto de la literatura) y matemático, Frances
Lutwige Dodgson, o lo que es lo mismo, Lewis Carroll. Concebida en su
inicio como una historia para agradar a las tres pequeñas Liddell
(incluida Alice) durante un paseo en barca por el Támesis, el libro
se considera hoy día como uno de los clásicos de la literatura
infantil (a pesar de que el autor incluyese en él una carga satírica
importante), lo que la ha llevado a convertirse en inspiración para
innumerables artistas, se haya traducido a innumerables lenguas o
haya inspirado óperas, videojuegos, series de televisión,
videoclips o películas animadas o con actores de carne y hueso.
David Pintor
Leí los originales (ya
saben que hay muchas adaptaciones) de Alicia y A través del espejo
(obras de las que proceden las escenas más conocidas del país de
las maravillas) hace años, cuando iba en metro de un lado a otro de
Madrid. Todo era extraño, un tanto exótico, un tanto bizarro, pero
tenía una originalidad especial que, aunque pareciera "nonsense" o
cuentos de hadas, estaba en otro apartado literario.
Arthur Rackham
Sir John Tenniel
El caso es que el impacto
de esta obra sobre nuestra cultura es más que notable, algo que se
ha dejado sentir durante este año, uno en el que se han desarrollado
actividades a lo largo y ancho de todo el mundo teniendo como
protagonistas al gato de Chesire, el Conejo Blanco, el Sombrerero, la
Liebre de Marzo o la Reina de Corazones. De entre todas ellas me
gustaría destacar en este espacio las que, a mi juicio, son las más
atractivas, especiales y reseñables para que todos los amantes del
extraño viaje que Alicia comenzó hace siglo y medio, disfruten a lo
grande.
Por ejemplo pueden echar mano de la serie de sellos que la
Royal Mail (el Correos británico) en colaboración con el ilustrador
Graham Baker-Smith ha editado este año con algunas de las escenas
más conocidas de la historia y que pueden adquirir por diez libras
esterlinas aquí para regalárselos a algún fan incondicional.
Anthony Browne
Szegedi Katalin
Julia Sardá
También han sido muchas
las exposiciones que, dispersas por toda la geografía del globo, han
recogido escenas de este libro, como son la caída por la madriguera o el
juego de cricket. En nuestro país pueden visitar la que estará (a
partir de hoy hasta marzo del 2016) en el Museo ABC de Ilustración y
que lleva por título Feliz NO Cumpleaños. 150 Años en el País de las Maravillas y donde podrán
disfrutar de los trabajos originales de ilustradores como Rebecca
Dautremer, Benjamin Lacombe, Ana Juan, Iban Barrenetxea, Ester
García, Gabriel Pacheco, Carmen Queralt, Javier Zabala, Adolfo Serra
o Emilio Urberuaga, así como de material de la colección privada de
Antonio Escamilla Cid.
Debemos
destacar también el 150 Alice Project,
un proyecto interdisciplinar en el que se aúnan conferencias,
charlas y exposiciones, y en el que, además, ciento cincuenta
artístas de todo el mundo dar su personal visión sobre el universo
de una Alicia que ha trascendido a las modas. Para más información
tienen este lugar y este otro.
Aunque
son incontables los recursos que pueden encontrar en la red sobre
este tema, les recomiendo echar un vistazo a tres:
- La
exposición con la que la Tate Gallery (Liverpool) se adelantó a esta celebración entre
el 2011 y el 2012 y que ha vagado por media Inglaterra y parte de
Europa dando buena cuenta de la historia de Alicia y de su presencia
en el ideario de los grandes maestros del arte y la pintura como
Dalí, Magritte o Blake.
David Delamare
- La
selección de las mejores Alicias ilustradas que Maria Popova ha seleccionado para la conocidísima
revista cultural “on-line” Brain Pickings, y por las que merece
la pena perderse un buen rato con una taza de té al lado.
- El
recorrido cronológico por un sinfín de portadas que nos ofrecen
desde la página web Flavorwire en su exposición virtual EvolutionAlice: A book cover odyssey.
Y
como despedida, solo decirles que, además de hacer disfrutar a los
sentidos con todas estas sugerencias (que no es poco), pueden
acercarse a una librería y echar mano de cualquiera de las ediciones
de este clásico (en castellano me decantaría por la que Edelvives ha
sacado a la luz con las preciosistas imágenes de Sir John Tenniel,
el primer ilustrador de Alicia), y trasladarse a un mundo que, aunque
poco creíble, bien vale soñarlo.