Cuando quise darme cuenta, en mis pedacitos de estrella había colgada mucha gente, el día que lo mencioné, al morir, no pensé que me harían caso ¿y ahora qué hago? -me dije restallando una y otra vez. Yo no había nacido para traer muerte así que bajé otra vez, y al bajar, qué mala pata, los tapones de corcho de las botellas de champán nos desviaron a todos. No sé donde cayeron los demás. Yo sé que caí en un barril de una mezcla extraña.
Después de dos días, uno y dos, de borrachera discontinua, conseguí despertar.
Y canté
He muerto y he resucitadoen otro mundo
en otra vida
pero a tu lado