Ah, laisez-moi rêver!
La jeunesse n'était pas chez elle un âge de transition: pour une moderne, elle représentait la seule période véritable de l'existence humaine. Zuta méprisait la maturité, ou plutôt elle voyait la maturité dans l'inmaturité, elle n'appréciait pas la barbe, les moustaches, les nourrices ni les mères de famille --et de là venait son magnetisme.(Ferdydurke, op. cit. p. 151).
En la noche, estando con el Segoviano, sin ganas de beber cerveza porque me tomé a las cuatro de la tarde un cubata (Ron Cacique) y la mezcla es fatal (ya bebí media de mi litrona), veo que pasa una chica estudiante moderna, terriblemente deportiva, vestida con chándal última generación, hablando por el móvil, y con unos auriculares que cuelgan de uno de los lados, o de los dos, pasa hacia un lado y luego vuelve, y cuando vuelve, ¡sigue su cháchara adolescente, instrascendente! Y el otro que sigue hablando, y yo sin ganas de beber cerveza, de hecho le doy la mía, y me dice, muy serio (me regaña incluso) que como me vuelva a encontrar así, otro día, me echa... Pienso en Roz, la adolescente que tenía cuerpo de mujer, buscando frenéticamente ser desvirgada, follar, chupar una buena polla, y eso lo consiguió, en su imaginación rock, la adolescente, la moderna, todo en uno, ah, laissez-moi rêver!
A la mierda la música clásica, ¡no puedo, no puedo! Pongo un LP de 1986, de la mejor banda de los ochenta, The Smiths, The Queen Is Dead, que contiene temas tan buenos como el que le da título al disco (life is so long, when you're lonely), o I Know It's Over, o There Is A Light That Never Goes Out, que un grupo español fusiló sin contemplaciones. Pura rabia juvenil, de Morrissey, de Johnny Marr y los otros... Disfruto de nuevo con esta música fresca, llena de negrura, de deseos de desaparecer, morir al lado de la persona amada, lástima que la única diferencia sea que algunas mujeres son más grandes que otras, nada más. Y hay Estudiantes Modernas, aussi!
En M1N, en Canal 2 Andalucía, los mismos frikis de la semana pasada: Fortea Cucurull, el cura exorcista, el martillo de herejes, pobres europeos, ¡que viene a por nosotros, anticlericales, nosotros, tan diferentes a los maravillosos creyentes americanos, Dios Bendiga Al Nuevo Continente, Reserva de la Cristiandad! El maricón de Mantero, con toda su calma, dice lo que le parece sobre Ratzinger, tan ilustrado como destructor... Y los maricones recién casados de Cádiz, ya en el cielo de su propia felicidad, discurren (bueno, el que lleva la voz cantante, Emilio Isla) sobre las maldades de la jerarquía católica. Cuando aparece una belleza de Sevilla, labios chorreando maquillaje, ojos, cuerpo, sólo cuerpo, la voz es como transparente, no te fijes en mis curvas, sólo en las curvas de mis pestañas, L'Oréal mon amour..., entonces, me largo a la habitación, ennui, ennui, ennui!