El burro de Hakin

Hakin era un vendedor de sal en la antigua Bagdad y cada día iba al mercado con dos sacos que cargaba su burro.
Un caluroso día, al atravesar el río Tigris, el animal tropezó y cayó al agua. Al salir, Hakin vio que mucha sal se había disuelto y que la carga era, por tanto, más ligera para el burro.
A partir de entonces, le fue imposible evitar que cada vez que hacían el viaje el animal se metiera en el río arruinando parte de la carga. (El burro no me parece tan "burro")
La situación se hizo insostenible porque sus ingresos empezaron a disminuir.
Ante este terrible problema, Hakin pensó en cambiar el medio de transporte o en vender el buro, algo que su familia no entendería porque adoraba al animal; incluso, se planteó cambiar de trabajo.
Al final, se le ocurrió hacer una prueba.
Cargó el burro como siempre y, como de costumbre, el animal acabó en el agua. Pero esta vez, lo que llevaba no era sal, sino sacos de arena, de manera que cuando el burro intentó salir del río, comprobó que los sacos pesaban mucho más que antes. Así que, desde entonces, no volvió a zambullirse.
Y es que en algunas situaciones difíciles, la solución no es deshacerse de lo que causa el problema, sino mover adecuadamente algunas pieza y agudizar el ingenio.


El humor de Arguiñano.

Esta mañana mientras descansaba un poco, he encendido el televisor para ver el programa del cocinero que más me gusta y al que, seguro que conocéis todos. Pues bien, mientras nos enseña sus riquísimas recetas siempre cuenta algún chiste, ya se malo, o bueno, el caso es que me hace reír. Os cuento los de hoy...

Le dice el doctor a Sebastián...
-Te quedan dos meses de vida...éste le contesta.
-¡No pueden ser julio y agosto!

Leandro va a ver a un adivino y le pregunta.
-¿Cómo estoy de salud?
El adivino que debe de ser muy chulo, le contesta con un:
-Ja.
Leandro le vuelve a preguntar:
-¿ Y de dinero?
El adivino contesta con un:
-Ja, Ja.
Le vuelve a preguntar_
-¿Y de sexo?
Aquí el adivino le dice:
-Jajajajajajajajaja.

-Jaimito, me contó un pajarito que te estás drogando.
-Señorita, si habla con los pajaritos la drogada es usted.


Dice una mujer a otra:
-Mi niño es muy listo, empezó a caminar a los nueve meses.
La otra le contesta:
-Más listo es el mío que todavía va en brazos.