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miércoles, 8 de mayo de 2019

Ana



L'Ana es desperta amb la força d'un arbre
a la vora la mar.
Sota una ombra clara
les seues ulleres de plata m'interroguen:
on estàs? Salva'm!
L'Ana busca la mida de totes les coses
es lleva la son del damunt
amb un tast llarg de futur
entra a l'ascensor cada nou dia i no pot
deixar de mirar el seu rostre al mirall
cansat i tan bell.
L'Ana es talla els cabells i poc abans
quasi es adorm
mentre unes mans amigues
li renten el pèl.
Surt al carrer i el sol
és un regal al seu cos
bategant de preguntes.
Ara estem a la platja
la serra ens envolta com un anell buit
i és un tresor aquest
capvespre de març.
Els còdols ens miren amb condescendència
un vetller s'acosta
a aquest petit país mineral
on som i estem
ella llig i jo escric
aquest tall d'història inexistent.
L'Ana s'alça i diu: Tornem?
Jo agafe la motxilla i li aprope
l'ampolla d'aigua.
Fa un glop etern. Les gotes
li taquen els pits. Un avió
solca el cel cap a un indret
desconegut per a nosaltres
i quan girem la vista
cap a terra
amb la mirada del narrador
sorprés
ja no hi som
ja no hi estem.
.

viernes, 20 de julio de 2018

Sant Joan del Codolar




La mujer eremita nos indica el camino,
los surcos de su cara nos interrogan:
¿por qué los 41 años, por qué
este sueño arcano que no sabe de ciclos,
por qué yo no madre, no amante, yo
la comida a la una en punto?

Desde su altura de cipreses
nos corrobora, acompaña
con su voz cualquiera de estos pasos
que se enraizan en la tierra
con la firmeza de las vides
y se sienta en el banco de piedra
a esperar la noche
donde invento un poema
en el que la mujer eremita
cuenta estrellas puras en la noche ancha
veinte días antes del solsticio.




lunes, 26 de febrero de 2018

Tengo mi casa


Tengo mi casa. Esta es mi casa.
Tengo mi sofá. Éste
es el rincón en el que me siento.
Tengo un lugar que me recoge
y una cama en la que mi cuerpo
se expande en sueños luz.

Pero tú no. Tú no eres mia.
Tú tienes una casa.
Un lugar que te recoge.
Una cama en la que compartes tu calor.
Vínculo y poema.



miércoles, 3 de mayo de 2017

Evapoema




No encuentro esa palabra
en la que estés                   o seas
ese adjetivo simpático y esdrújulo
que te contenga toda.

Está tu abrazo
y yo me transformo en árbol
savia que inoculas
en los seres que te celebramos

está tu mano
apisonadora del humo
desbrozando caminos al amor
tendiendo puentes
como si fueras
zapadora en la batalla cotidiana
                         de
                        -otra vez-
                                   el amor.


Estás y eres
hacedora de vida en el borde
regalándote a cada paso
rellenando grietas con tu mirada reset
para que las palabras con que te nombramos
sigan teniendo sentido.




              

lunes, 21 de noviembre de 2016

Mujeres




Una mujer con fiebre
busca en el mercado.


Puede ser Monrovia, Barrio Medina, Port-au-Prince,
Mogadiscio, Samara, Gaborone, Teseney,
Kuchlak, Latakia, Ciudad Juárez,
también en Idomani hay una mujer
cargada de bolsas y 32 años
buscando en el sustento una razón
que la conduzca hasta el anochecer.


Cada nueva mañana olvida cómo es
un tejado cubierto de harapos,
el tiempo de vivir descalzos,
la soledad de no tener,
pero una mujer con fiebre no se arrodilla,
se aferra a la vida con todas sus extremidades
amasando la libertad que se prostituye al dinero,
rotas las uñas por la tierra que la ha de sepultar.



Mariam se llama la mujer
que muele su tristeza en cuencos
manufacturados en un local clandestino de Bangladesh .



Jasmine se llama la mujer
que se queda sola y siente miedo
y entra en la multitud de sombras y siente miedo.



Leila se llama la mujer
que huele metal en su horizonte
y tiene llagas en los brazos que levantan a su prole.



Salma se llama la mujer
doce horas al día
en el siglo precario en el que ha sido concebida.



Cynthia se llama la mujer
que se pesa desnuda en el baño
y promete al espejo la larga batalla de la redención.



Amira se llama la mujer
de diez años que nunca fue niña
vendida a las armas del hombre barbudo que juega a ganar.



Chandra se llama la mujer
que reúne sus fuerzas
en una asamblea de amor por los justos.



Nadia es el nombre de la mujer invisible,
la que canta a la Luna pasadas las diez,
la que está llegando con la longitud del cometa
a un tiempo de cerezas en la mesa ancha de los pueblos de piedra.



En los amplios paisajes reconquistados al destierro
el llanto del profeta retumba en las paredes.

El crujido del dolor está rodeando la casa.
La suerte esquiva la mirada a los pobres.



martes, 15 de noviembre de 2016

Esa mujer helmutnewton


Qué hace a mi lado esa mujer helmutnewton
saliendo de la ducha con tacones blancos
y gotas de ébano en sus pechos funambulistas
cruzados los espacios en los que descanso
de esta pinacoteca fría y larga que es ir muriendo a poco.


Qué ardor me come cabal y duro de tristezas
cuando dobla sus piernas megalíticas sobre el mí mayestático y orondo
a qué orinoco afluyen las lluvias que la construyen
en plenos trópicos obscenos de preguntas.


Qué mes levanta un limonero en su novena altura
si el viento pide pájaros y ella encuentra prioridades.

Cómo amarla a falta de segundos para el cierre
con ausencia de lúbricos antídotos para el vicio
de ser uno más de los frutos en su lengua alquimista
cuando destrozo armarios con un rompecabezas de prendas acumuladas sin ton.



Prometo no quererla eternamente
desde posiciones tomadas al enemigo albedrío.
Seré firme y generosamente distante
como un caimán adormecido en la ciénaga
si me lanza el conjuro que hagan suyas mis huellas.



martes, 15 de diciembre de 2015

La chica de la melena celeste


La chica de la melena celeste
brinca entre las mesas
con pasos líquidos
de pétalos y caída


suena Amy Winehouse muy lejos
de los sueños que olvidan su motivo
bajo los párpados cansados de la niña-nube


recordará los días
por su brillo áspero
el leve maquillaje
cortado en tiras
los tirantes
que cercan el hombro
y la caricia
aquella muestra ingenua
de futuros cercados
llamados al desbroce

la desobediencia aún
flores raras
que crecen en aceras
marchitas

y en el cierre
abisal de la jornada
una fuerza
crecida en lo remoto
que plantará flores nuevas
en futuros tan cercanos.





jueves, 26 de febrero de 2015

Una mujer



Una mujer
con las venas mojadas de frío
ha caminado hacia los brazos tendidos del dolor




un manantial de rosas
en su pecho abierto





lunes, 4 de agosto de 2014

La chica de ayer me sonríe en el pasillo de frutas y verduras


Voy a romper tu mirada triste 
con un par de versos destructores.

Recogeré sus pedazos, los restos
mínimos de aquel mirar asimétrico.

Con paciencia de alfarero
ilustraré el mosaico de tu vista extraviada
con las pequeñas partes
que han sobrevivido al tiempo
para construirte el recuerdo
de cómo eras.


miércoles, 11 de junio de 2014

Mujeres


Mujeres
que miden 120 esloras
y multiplican el vino y los peces
en la casa del amigo

mujeres que arden
como yesca encinta
en primavera salvaje

que son a la vez
mujer y gata
mujeres y puente
bosque con mujeres desnudas abrazando árboles
y mujeres


mujer aunque
mujer en todos los adverbios
mujer tras
la puerta verde
mujer de vamos a reírnos
y jugaremos
a aquello que hacíamos antes
y era tan divertido

mujeres que levantan una casa
como si fuera el Imperio Romano
vestales y doulas
putas psicópatas del tedio
mujeres armadas hasta el amor
regalando espumas a los hijos de la vida


mujeres
como tú.




viernes, 1 de febrero de 2013

A Llüisa


A Llüisa 
que nació un uno de febrero


Mira la plaza herida
con las sombras casi inmóviles,
restos del exterminio.

Y esa chica que la cruza
con paso vacilante.
Las dunas de su cuerpo
llevan un sol de desierto
que las cubre.

Recuerda aquella noche de verano
inventado la vida que te espera.
En algún lugar del mundo
el escarnio de la sangre derramada.

Pero tu sonrisa aplaca,
con la fuerza de tus ramas desgajas el tiempo
y aunque llegues cansada
inundas de primavera los ojos
que te miran cuando
te aferras al fértil segundo
en el que te has concretado.



lunes, 10 de septiembre de 2012

Diosas sin nombre




Las diosas también habitan los libros.
Hera lame los labios de Atenea
palpa sus muslos deshaciendo el enigma
de las mujeres que no serán conquistadas

Tenéis el verso escindido, la verdad
ensillada a una mariposa
y en el hombro
una ceniza de aguas claras.

Quiso el hombre un lugar
entre los senos de las diosas
entre la hierba y la piedra
la niebla anuda el sendero



jueves, 16 de febrero de 2012

valentine's day



lindísimo tacón camisa luz
mujer blanca peonza de fino talón
guardada del polvo mujer celofán
axila azafrán y ojos brunos

talle frondoso en tarro esencial
volcánica flor hierática altiva
en formas sinuosas ondulas tu ser
capicúa guía deseo inalcanzable

permite que a lo lejos mujer
adivine tu resfriado
esa afrenta que segrega rendición
en tus largas medias y dócil cabellera
el desasosiego que arrasa las fábricas
de tu bienestar privado

permite mujer que imagine

tu quimérico jadeo
la línea de tu pubis humedad de serpiente
y labre una prisión sin síndrome
un eslabón sin cenizas
en las muñecas de tu perdida edad



jueves, 5 de mayo de 2011

Fisiología cerebral.

.
.
Mujer,
la fuerza con que nos vives
es el rumor de los ríos
remontando sus paisajes.

No temas
mujer
si en las neuronas hallas
brillos sincopados,
aparente panteísmo
sanador en sus sinapsis.

No hay huellas
pisoteadas
que antecedan al verano,
fluye el tiempo, manso
como estas nubes
ovíparas que reptan
tras los cristales negros,
tus ojos
desmadejando mayo
irrumpen
en las ventanas con flores y urbanismo,
y en los mapas las fronteras se diluyen
con pereza inusitada
y no hay tiro entre las sienes
que resista
la honestidad de tu encéfalo,
hipocampo valiente
impulsando la savia
que te lleva hacia el mañana.

..

.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Amiga.

.
.
Saberte cercana en la distancia,
escuchar tu voz, leve y valiente,
tu voz de escarcha y pinar,
arrulladora tu voz
de verde mar en domingo.

Recorrerte el tiempo que nos ha moldeado
con la prisa semanal en los relojes
y separar los días grises
de gris dolor en las sienes.

Saberte manos justas,
palabras justas para las horas
infelices del desamor y gangrena.

Pensarte fuerte junco
en las tardes tropicales de vendaval y aguacero
y devolverte el amor que transpiras
con palabras que quisieran ser abrazos.

Soñarte amiga con el amor pintando
luz de amanecer en tus ocasos.

Saberte grito, puño arriba, late
un corazón descomunal en tus ciudades
y me siento afortunado por saberte
tan cercana y amiga en la distancia.
.
.
.

lunes, 7 de febrero de 2011

de tí

detrás de cada lluvia, te construyes,
inventas un paisaje igual al tuyo
y recoges los espejos del naufragio

eres el manto que separa el frío del abrazo
la fuerza de las horas y de las olas, eres


te complace contemplarte cierta, indemne
a los lugares y las cosas cien mil veces convenidos

Y llegas con las naves ardiendo a la orilla del abismo
con la fuerza insolente que desatan tus preguntas,
con la imparable luz que evoca tu mañana
.
.
-

martes, 28 de diciembre de 2010

Óxido.

.
.
Esa mujer
que dormía en los tejados
sueños lisos
de alfombra y optimismo,
la mujer de por

de

para

la misma que ahora desteje
-Penélope impávida y sin respuesta-
el frío abismo que la atenaza.
.
Sí, esa mujer de ojeras inconclusas,
con viento en los arcenes
y pálido nihilismo
¿la recordáis en las aceras
vendiendo naranjas
con el rostro de máscara
y simétricas costuras?
.
Ahora labios
y aristas son palabras
gramaticalmente impecables
como el sordo rumor que se diluye
con un umbral imperceptible
entre las sábanas blancas de
insólito nepotismo.
.
Y esa mujer,
la que bebía en la boca
de todos los comensales
-hetaira conversa
a la ortodoxia bizantina-
relame en sus heridas
el óxido que el tiempo
nos deja como prenda,
con sus labios como aristas,
sus espinas como labios.
.
.
.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Los verbos y el futuro.

Retomará tu carne fértil la dulce aventura de la piel,
el tiempo, todo el tiempo
del mundo, rema en tu dirección.

Volverán tus ojos a ser esa algarabía, esa alegría
que no espera y se diluye
en el futuro que prometes.

Renacerá ese terco corazón que te atenaza en sus rencores
libre para amar y ser amado,
músculo de amor hipertrofiado.

Ofrecerán tus manos cobijo a los que un día fueron llama
cuando ya no seas un camino cansado
y reine la palabra y la sonrisa.

Regresará el tiempo enardecido de arenas y caracolas
y pintarás de rojo la esperanza
y llenarás de colores el invierno.


jueves, 19 de agosto de 2010

En las ciudades imperiales.

Ellas
se ciñen berberiscas cimitarras
a la pálida cintura
tras la que rebotan los ecos
de años y calendarios.

En las ciudades imperiales
vieron el acero frío en los ojos
de las altas mujeres orgullosas,
pero ellas
-mujeres que corren con los lobos-
no son diosas
de arcanas mitologías,
tienen el sexo candente,
la mirada limpia
y la sed en los poros,
y crecen cual girasoles si el Sol las acaricia.

Son
las que levantan sus faldas si miramos
y pergeñan historias como panes,
son libros que se cierran verticales
y anticipan un amor que no es
amor cercado, silente amor, amor en vano.

Son las que sueñan desiertos, con sus jeques y sultanes,
y oasis en la cocina,
mujeres que me estremecen
con sus cinco continentes,
su porvenir de arena,
su suerte colosal.

Mujeres de epicúrea belleza
y enigmático misterio.

lunes, 31 de mayo de 2010

Ella duerme.


ella duerme

una claridad de luna amaestrada
juega en sus sienes
a desbrozar el mundo
de simulacros guerreros
a despeñar las penas de los sueños
para dormir menguante, la luna
mientras sueña
que es una mujer desnuda que duerme


ella duerme

y sueña que sus sueños duermen
apretándose entre las islas de sus pechos
duermen los sueños vencidos
por la noche, vigilia de sombras,
con ese aroma de savia
que los recorre
a ellos, oníricos sueños que no saben
que ella les duerme