Torrente Ballester es uno de los escritores más originales que ha dado este país. En su extensa obra ha experimentado con todo tipo de narrativa, desde el realismo al relato fantástico, pasando por la metaliteratura, la novela histórica, el humor... Varias de sus novelas figuran en mi lista corta. Su trilogía Los gozos y las sombras, concebida como novelón decimonónico pero moderna en su factura —buena parte de la trama se desarrolla en diálogos, al estilo de Niebla, de Unamuno—, está al nivel de La Regenta. Filomeno a mi pesar, la novela con la que ganó el premio Planeta, la novela autobiográfica de un personaje peculiar, me gustó muchísimo. Y me encantó la corta, pero magnífica, Crónica del rey pasmado —incomparablemente mejor que la película, que no es mala. Pero por encima de todo lo que ha escrito y en un lugar muy alto de la novelística en lengua castellana está La saga/fuga de JB, obra desmesurada en todos los sentidos donde incorpora —yo creo que por vez primera en la narrativa española— el género fantástico. Algún verano me animaré a releerla y haré una reseña de ella que hará palidecer cualquier cosa que haya escrito en este blog, porque es muchísimo lo que se puede decir de esa novela singular.