lunes, 30 de mayo de 2016

El peor cortometraje del año

Ciudadanos comienza fuerte la campaña con un vídeo electoral en el que arremete muy duramente contra sus dos grandes rivales: PP y, sobre todo, Podemos (Ciudadanos con el PSOE ha firmado un pacto de no agresión mutua, que ya veremos cuánto dura). En la larga historia de los vídeos electorales es difícil encontrar uno más ridículo, lo cual es grave ya que Ciudadanos siempre ha presumido de sensatez.
El vídeo comienza en un bar típico (seguro que en Madrid). La elección del lugar no es casual. Todo el mundo sabe que los españoles resuelven los problemas del mundo en la barra del bar. De todas formas, no es un bar muy realista; no aparece ningún inmigrantes ni siquiera vendiendo rosas. Es un día cualquiera y el bar está atestado de gente. Entra una mujer (la única que aparece en todo el vídeo) hablando por el móvil. Parece que su marido la urge a lo que ella responde que la merienda del niño está preparada. Parece que en casa no se apañan sin ella (¿quién te mandaba buscar trabajo fuera de casa?). Cuando ella se queja de que no puede más, el camarero le dice que al menos ella tiene trabajo. Típico argumento que viene a decir que tú no te quejes que ya estás bien como estás, aunque te exploten o tengas que tirar de la casa y el trabajo porque tu marido no se las apaña sin ti.
En el vídeo aparecen dos parados. Uno es el parado de bien: limpio, bien afeitado y vestido. Imagen de conformista. El otro lleva coleta y se pasa el día en la máquina tragaperras (esperando un premio), bebiendo cervezas (el pacto entre Izquierda Unida y Podemos fue bautizado por cierto sector de la prensa como el Pacto de los Botellines) y tecleando en un móvil de los caros (si eres comunista, ¿por qué tienes un iPhone?; otro argumento de cuñao). Este personaje se parece sospechosamente a Pablo Iglesias (qué sutiles son en Ciudadanos). Se le retrata como ruin y despreciable, un vago incapaz de buscar trabajo (resulta curioso que se tache a los de Podemos de vagos cuando tienen, en su mayoría, unos currículos académicos envidiables). El trasunto de podemita está fuertemente caricaturizado y sobreactuado (hasta suelta sus consignas a destiempo).
Aparece Rajoy en una televisión (¿de plasma?) y habla de las nuevas elecciones. Y todos en el bar comienzan a criticarlo. Pero lo critican por su actuación estos últimos meses, no por estos últimos años. La gente critica la corrupción, pero nadie habla de la nefasta gestión del PP. Será porque en Ciudadanos la aprueban.
Y llega el clímax. Aparece Albert Rivera y ahora sí, los comentarios son aprobatorios. Se habla de los héroes anónimos y de los que levantan España (más rancio no puede sonar). Alguien dice que Rivera es muy humilde. Tanto que el vídeo nos lo muestra como el único capaz de salvar la situación. Sí señor, eso es humildad. Todo esto con una música de fondo más azucarada que los anuncios navideños de Campofrío, Coca Cola y la lotería.
El vídeo es clasista (solo aparecen hombres blancos), rancio y es el máximo exponente del cuñadismo. Con este vídeo Ciudadanos ya se ha quitado definitivamente la careta. Solo le ha faltado nombrar algo de ETA y Venezuela.
La guinda la pone Ciudadanos en su cuenta de Youtube. El vídeo cuadruplicaba el número de "No me gusta" sobre los de "Me gusta" y acumulaba decenas de comentarios negativos. ¿Qué hicieron en Ciudadanos, partido adalid de la libertad de expresión? Censurar los comentarios. Era el remate que necesitaba un vídeo tan esperpéntico.
Solo queda rezar para que se fijen en él los promotores de los premios Yoga (los antigoya, que premian lo peor del cine español, como los Razzie de Estados Unidos) y acaben dándoles el premio al peor cortometraje de 2016. Se lo merecen.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Rivera, si defiendes los Derechos Humanos, ven a España

Albert Rivera, me parece muy bien que defiendas los Derechos Humanos en cualquier lugar. Creo que cualquier demócrata debería hacerlo. Yo también creo en los Derechos Humanos. Pero hombre, disimula un poco. Viajar a Venezuela en plena precampaña solo demuestra que el tuyo es un viaje interesado, destinado a atacar a tu gran enemigo Podemos.
No te voy a pedir que si crees en los Derechos Humanos viajes a Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, China o Marruecos. En esos países es más difícil defender los Derechos Humanos, la democracia y la libertad. Te voy a pedir que vengas a España. Aquí se ha aprobado una ley llamada Mordaza. Aquí se han detenido a titiriteros y aún se les tiene fichados como integrantes de banda armada. Aquí hay presos políticos, aunque se niegue. Hay torturas en dependencias policiales, a veces con resultado de muerte. Aquí se ha detenido a una chica por llevar un bolso que ponía "All Cats Are Beautiful". Aquí se hacen redadas y detenciones basadas en el color de la piel. Aquí tenemos unas fronteras en las que se cometen toda clase de excesos con los que tratan de entrar.
En fin, Albert Rivera, si crees en la democracia, la libertad y los Derechos Humanos, ven a España.

El imperialismo español

Cuando Estados Unidos interfiere en la política interna de un país siempre se habla del imperialismo yanqui. No en vano, Estados Unidos comenzó siendo trece colonias y después se fue expandiendo hacia el oeste para, más tarde, tratar de influir en todo el continente americano y colonizar culturalmente el resto del mundo.
Ese tan socorrido imperialismo yanqui es lo que me ha venido a la mente viendo el esperpéntico viaje de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, a Venezuela. Al parecer en España no tenemos falta de libertad de expresión ni de Derechos Humanos. Por eso Albert Rivera tiene que ir a Venezuela. Con su aire condescendiente y moral superior tiene que enseñar la perfecta democracia española. Con un poco de suerte, Venezuela será pronto otro provincia española (debe de serlo ya, pues Ciudadanos ha comenzado allí su campaña electoral).
Ah, aquellos tiempos del imperio español. Qué lástima que que pasaran. Pero ahora volvemos a tener la oportunidad de imponer las bondades españolas. Y todo gracias a Albert Rivera.

lunes, 23 de mayo de 2016

Periodismo ciego

Hace unos años, en la redacción de Intereconomía se recibió un vídeo. En él se veía a El Gran Wyoming, presentador de El intermedio, vejando verbalmente a una becaria durante un ensayo del programa. Los de Intereconomía ya tenían la prueba que necesitaban para cargar contra el presentador de La Sexta y su programa. Finalmente quedó demostrado que el vídeo era un montaje del propio equipo de El intermedio. La experiencia sirvió además para demostrar un secreto a voces: en Intereconomía no contrastaban las noticias.
Algo parecido a ocurrido recientemente con Eduardo Inda. Hace unas semanas publicaba las pruebas de que Podemos había recibido dinero del Gobierno venezolano. Incluso exhibía un documento oficial. Dejando a un lado que el documento había sido copiado y pegado de capturas de un vídeo de YouTube, lo cierto es que el documento estaba lleno de errores por todas partes. Tanto Pablo Iglesias, como el Gobierno venezolano, como el banco implicado en el pago negaron la veracidad de la información.
Y hace unos días, el diario digital de Eduardo Inda publicaba que Julio Rodríguez, exmilitar y cabeza de lista de Podemos en Almería, había viajado a Málaga en primera clase en AVE. Lo publicaban con una foto del implicado sin más contexto. La noticia fue desmentida por el mismo Julio Rodríguez con una fotografía del billete que sacó para dicho viaje (algo parecido le pasó a Inda hace unos años cuando sacó a la luz una foto de Pablo Iglesias viajando a Bruselas, sin más contexto que su palabra de que esa foto pertenecía a la primera clase de un avión, cosa que resultó ser falsa).
Cierto sector de la prensa, vinculado a partidos políticos conservadores, se ha caracterizado desde hace años por un absoluto desprecio por el periodismo. Practican una especie de periodismo deleznable, marcadamente sesgado y absolutamente ciego. Saben que entre sus públicos esas "informaciones" van a calar, aunque se demuestren falsas. Su máxima es la de no dejar que la realidad arruine un buen titular. Si hay que manchar el buen nombre del periodismo, pues se mancha.
Yo a eso no lo llamaría periodismo

miércoles, 18 de mayo de 2016

¿A quién le importa la libertad en Venezuela?

Desde hace un tiempo, los medios de comunicación españoles, así como ciertos partidos políticos, han mostrado una gran preocupación por la falta de libertad en Venezuela y por la represión política en dicho país. No hay día en que no tengamos noticias de la mala situación política, económica y social del país. En nuestros parlamentos y ayuntamientos son invitados familiares de opositores encarcelados y se aprueban resoluciones para condenar al Gobierno de Nicolás Maduro.
¿De dónde viene esa preocupación? Ciertamente en España no estamos para dar muchas lecciones. En economía tenemos el país hecho unos zorros y en cuanto a represión, ¿qué lecciones podemos dar teniendo aprobadas leyes como la Ley Mordaza? Cierto, aquí no se mata a manifestantes. Directamente se les disuade de salir a la calle bajo la amenaza de fuertes multas o condenas. Ni siquiera en corrupción podemos dar lecciones (en combatir la corrupción, se entiendo), ya que tenemos un clarísimo problema de corrupción política y económica galopante.
¿De dónde viene, repito pues, esa preocupación por la situación de Venezuela? Podría ser una preocupación sincera. Yo, sin embargo, no lo creo. Si fuera así veríamos críticas igual de vehementes en periódicos, televisiones y parlamentos contra Obiang o los jeques saudíes. En realidad, toda esa campaña contra Venezuela pertenece a la misma campaña que hemos visto contra Podemos. Se ha intentado atacar al partido con la corrupción y la financiación. Sin embargo, no han conseguido nada. Por eso se ha iniciado una segunda fase. Se ha relacionado hasta la saciedad a Podemos con Venezuela hasta el punto de que sus dirigentes son identificados como chavistas y bolivarianos. Después solo hay que que destacar las noticias más negativas y demonizar todo lo relacionado con Venezuela. De esta forma se consigue crear el miedo, no solo a que vengan los comunistas, si no a que vengan los chavistas bolivarianos que destrozarán el país. Hoy mismo he oído a Fernando de Páramo, de Ciudadanos, decir que en España corremos el riesgo de caer en manos del populismo chavista. Y esa "advertencia" también la han lanzado desde el PP y el PSOE.
Hace unos días me preguntaron por Facebook qué opinaba sobre la situación actual de Venezuela. Mi contestación fue que resulta opinar cuando las noticias que llegan desde allí están tan sesgadas y son tan interesadas. Pero, además, me pregunto yo por qué tenemos que estar debatiendo sobre otro país cuando en el nuestro tenemos problemas para dar y tomar. Supongo que los medios y nuestros representantes ya han logrado su objetivo: malear nuestra percepción y desviar nuestra atención.

lunes, 16 de mayo de 2016

Cuidado con las encuestas

En los últimos días se han publicado tres encuestas, en tres medios diferentes, en las que se pone de manifiesto que la coalición Unidos Podemos (formada por Izquierda Unida, Podemos y otras formaciones) podría alcanzar el segundo puesto en las elecciones, superando al PSOE y muy cerca del PP. Estas encuestas están despertando mucha ilusión entre los potenciales votantes de la coalición y mucho miedo en el resto de opciones políticas. En mí despiertan recelo. Recuerdo el caso de Ciudadanos, al que antes de las elecciones daban unos resultados magníficos, quedando en segundo puesto (algunos se atrevían a otorgarle el primero). La realidad para Ciudadanos fue un decepcionante (para sus aspiraciones) cuarto puesto, muy alejado de su eterna obsesión: Podemos.
Siempre he creído en el tópico de que la única encuesta que vale es la de las urnas. El resto de encuestas solo sirven para dirigir el voto. Los resultados de las encuestas son manipulados, cocinados e inflados en virtud de intereses creados. Dar un alto resultado a Unidos Podemos tiene un doble objetivo. Por un lado, se trata de desmovilizar a su electorado, haciéndole creer que ya está todo hecho. Por otro lado, moviliza al resto de electorado, al que se ha asustado con el fantasma del "viejo comunismo". De esta forma, la gente votaría para evitar que esos malvados comunistas lleguen al poder.
Hay que tener mucho cuidado. No hay que dejarse llevar por el entusiasmo tan pronto. Mejor esperar al 27 de junio. Ahora toca trabajar y trabajar muy duro. Queda mucho por hacer. Ya habrá tiempo de celebraciones.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Vete, Imanol

La filtración de los llamados Papeles de Panamá ha sacado a la luz los nombres de cientos de personajes públicos que habrían montado sociedades opacas en paraísos fiscales con el fin de evadir impuestos. Uno de esos nombres resultó ser el del actor Imanol Arias. Las investigaciones que se están realizando lo sitúan a él, a la actriz Ana Duato y al marido de esta en un posible delito de defraudación fiscal.
Cuando surgieron las primeras informaciones, Imanol Arias llegó a afirmar que si las cosas seguían así, no le quedaría más remedio que marcharse de España (no especificó si se marcharía a Panamá).
Pues Imanol, vete si quieres. Si quieres convertirte en el Depardieu español, pues adelante. A lo mejor a ti también te concede la nacionalidad Putin. Vete si es que te molesta que saquen tus trapos sucios fiscales. A enemigo que huye, puente de plata, como dicen los franceses (mensaje que también han trasladado a algunos de sus grandes defraudadores fiscales). Vete, Imanol, vete. Pero antes ponte al día con la Hacienda española.

¿El PSOE quiere una mayoría de izquierdas y derrotar al PP?

Tras la fracasada investidura de Pedro Sánchez, en el PSOE se han llenado la boca echándole la culpa a Podemos y acusándolos de permitir que siga Rajoy en el PP. Incluso se ha resucitado la famosa pinza, en esta ocasión formada por Podemos y PP. El pacto entre Podemos e IU ha vuelto aún más nerviosos a los socialistas.
Ayer, Podemos presentó una propuesta al PSOE para confluir en el Senado y arrebatar la mayoría absoluta al PP. La propuesta tiene su lógica, pues cualquier Gobierno que salga de las urnas tendrá atadas las manos por la mayoría conservadora del Senado. El PSOE, que recordemos que siempre habla de que se debe dialogar sobre los puntos comunes y no sobre las diferencias, rechazó esa propuesta sin haberla leído. Curiosa forma de dialogar. Y curiosa pinza la de Podemos con el PP.
España necesita un verdadero Gobierno de cambio y el PSOE no parece muy dispuesto a ello. Tras las elecciones de diciembre prefirieron pactar con la muleta de Ciudadanos, partido al que muchas veces has acusado de ser la versión joven y la marca blanca del PP. Y aún se atreven a hablar de pinzas.
Ximo Puig, líder de los socialistas valencianos, por su parte y en contra del criterio de la dirección nacional de su partido, sigue negociando con Compromís y Podemos para confluir en el Senado. Como ya he dicho otras veces, Puig, al que muchas veces he criticado, está demostrando tener mejor visión política que Sánchez, el cual se encuentra atado por los barones de su partido.
Me queda una última reflexión: si Pedro Sánchez tuviera que elegir entre hacer presidente a Rajoy o a Iglesias, ¿a quién elegiría?

martes, 10 de mayo de 2016

El síndrome Inda

El síndrome Inda es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza por una obsesión enfermiza y/o paranoide. Suele afectar a periodista. El afectado suele empecinsrse en una idea que se ancla en su cabeza. Una vez que esta idea se instala en el afectado nada ni nadie es capaz de eliminársela. Ni lo jueces archivando querellas ni las explicaciones de sus víctimas/objetivos. El afectado, para "demostrar" que tiene razón es capaz de manipular y fabricar pruebas. Hay ciertas palabras, generalmente nombres de países u organizaciones que provocan la ceguera mental del afectado al instante, palabras como Venezuela, Irán o ETA. Cataluña también es otra palabra que provoca reacciones semejantes.
El nombre del síndrome viene del periodista Eduardo Inda, primer diagnosticado con este síndrome. Se sospecha, sin embargo, que antes que él ya lo sufría su mentor Pedro J Ramírez, por lo que se sospecha que el síndrome podría ser contagioso.

lunes, 9 de mayo de 2016

Unidos mejor





Se ha hecho esperar pero por fin llegan buenas noticias desde la izquierda: Podemos e Izquierda Unida han llegado a un acuerdo para presentarse juntos a las elecciones de junio. Las fuerzas de izquierdas de este país por fin deciden enterrar sus diferencias y luchar por el bien común: desalojar a las fuerzas neoliberales del poder.
Podemos, Izquierda Unida, Equo, Compromís, En Comú y el resto de confluencias están haciendo lo necesario, sumar para ganar. Unidos es como mejor podemos luchar. Muchos volvemos a tener ilusión y esperanza. Ahora hay que trabajar y no hacer añicos esa ilusión y esperanza.

El PSOE no habla valenciano

Si algo ha dejado meridianamente claro el intento fallido de investidura de Pedro Sánchez es que el PSOE continúa su deriva. Hace mucho tiempo que empezó esa deriva y parece que están cómodos en esa senda hacia el neoliberalismo que les marcaron hace mucho tiempo. La situación parlamentaria tras el 20 de diciembre era una oportunidad magnífica para callar a esas voces que hablan de la derechización del PSOE. No quisieron aprovecharla. Curiosamente en el PSOE tienen mucho miedo al ascenso de Podemos, pero no les aterroriza el espejo del PASOK griego.
En Valencia, tras las elecciones autonómicas, se consiguió llegar a un acuerdo entre PSOE,Compromís y Podemos. Un Gobierno, el valenciano, que por una vez es un ejemplo positivo. Y es ese ejemplo el que debería tomar el PSOE. Desde este blog he sido muy crítico con Ximo Puig, el líder de los socialistas valencianos. Pero está teniendo más visión de izquierdas que Sánchez y muchos de los líderes socialistas.
Desgraciadamente el PSOE nacional prefiere hablar griego y no valenciano. Una lástima. Las aspiraciones progresistas y de cambio de este país no merecen esa actitud.

miércoles, 4 de mayo de 2016

El retrato de los líderes

Las negociaciones para formar Gobierno, la efímera legislatura y la investidura fallida han logrado algo: retratar a los principales líderes políticos. Dicen que ahora todos vuelven a la casilla de salida. Sin embargo, las condiciones ya no son las mismas. Las negociaciones sí que han servido para algo: los aspirantes a la presidencia han mostrado sus cartas y las de sus respectivos partidos. Basándonos en cómo se ha gestionado el asunto podremos ir a votar con algo más de idea.

-Mariano Rajoy: Rajoy ha hecho lo que siempre suele hacer: cruzarse de brazos y tener una actitud inoperante. Es la misma actitud con la que afronta los casos de corrupción de su partido. Que el tiempo le traiga la solución. Adoptó una actitud también victimista: "Nadie me llama", pero tampoco intentó poner solución a esto. Con razón no quiso presentarse a la investidura. En definitiva, Rajoy ha hecho lo mismo que en estos cuatro años precedentes: nada.

-Pedro Sánchez: El guante que no quiso recoger Rajoy lo cogió Sánchez. Siguiendo el camino neoliberal que tomó su partido hace ya tiempo, decidió pactar con Ciudadanos. Ese pacto será un lastre bastante pesado del que veremos cómo se libra en la reedición de la campaña. Del resultado de las urnas también dependerá el futuro de Sánchez al frente del partido, ya que no son pocos los que están afilando cuchillos.

-Pablo Iglesias: Podemos se ha convertido en el causante del bloqueo según el PSOE. No dicen que pactar con un partido que no podía ver a los de Podemos ni en pintura también pudo influir. Desde Podemos no se han cansado de repetir que ellos preferían un Gobierno de izquierdas, poniendo como ejemplo el caso valenciano. Pero la cerrajón de Sánchez y su empecinamiento en su pacto con Ciudadanos impidió incluso explorar esa vía. Iglesias, eso sí, también ha cometido errores, tales como su precipitación en ciertos temas (¿por qué pedir públicamente la vicepresidencia?). En las próximas elecciones habrá que ver quéfactura les pasa su posición y su finalmente hay o no un acuerdo para presentarse conjuntamente con Izquierda Unidad.
Por cierto, mención especial para Compromís y su propuesta de ultimísima hora para formar Gobierno. Un esfuerzo sincero que, además, dio una imagen curiosa: un partido valenciano marcando la agenda nacional. Bravo por Compromís y bravo por Joan Baldoví, un hombre que, desde la legislatura pasada está demostrando ser uno de los mejores diputados que hay ahora mismo.

-Albert Rivera: Ciudadanos sigue cómodo en su papel de muleta del bipartidismo. Pactó con el PSOE y, sabiendo que Podemos no se iba a unir (Podemos y Ciudadanos son como el agua y el aceite) intentó mostrar las bondades de ese pacto al PP. Pero el PP, habiendo sido el partido más votado, no iba a permitir que otro gobernase (y menos un socialista). La operación de Ciudadanos de un gran pacto entre PP, PSOE y ellos ha fracasado. Ahora, al igual que los socialistas, habrá que ver cómo les afecta el pacto.

Visto lo visto, y como ya he dicho otras veces, ahora es cuando la política española se estápponiendo interesante. Veremos cómo cada uno afronta los nuevos tiempos. Yo, por mi parte, ya cojo posición en mi sofá y me preparó un gran bol de palomitas.

martes, 3 de mayo de 2016

PP y PSOE descarrilan

Una de las cosas más vergonzosas de esta efímera legislatura se produjo hace unos días: PP y PSOE, por ahora los dos partidos más votados, votaron en contra de crear una comisión de investigación sobre el accidente ferroviario ocurrido en Angrois en 2013. Algo lamentablemente que no hace sino confirmar una tesis que emerge cada vez que ocurre un desastre en España: nuestros políticos no saben (o no quieren) gestionar una catástrofe. Y las víctimas, una vez más, se convierten en doblemente víctimas: de la tragedia que les ha tocado vivir y del juego político.
Uno a estas alturas podría pensar que el PP ha aprendido algo de la lección del accidente del metro de Valencia. Pero no. Ahí teníamos al cínico de Rafael Hernando, con una sonrisa que reforzaba su cinismo, calificando de miserables a los que pretenden "remover" la tragedia. Miserables son los que con su voto permiten que la verdad siga oculta. Miserables son los que recortan en seguridad por atender partida presupuestarias menos necesarias (por no hablar del dinero que se pierde, robado o malversado). Miserable es la clase política que nos gobierna. A veces pienso que son psicópatas incapaces de sentir el dolor ajeno. Pero en realidad son miserables y cínicos a los que solo mueve el ansia de poder y dinero, sin importar a quien dañen.



Frente a ese cinismo está la lucha, el ejemplo y la dignidad de las víctimas. 




Pasó con las víctimas del metro de Valencia y pasa ahora con las del Alvia (dos accidentesgemelos hasta en esto). Las vvíctimas podrán ser expulsadas de la casa de la representación del pueblo, de la casa de (en teoría) todos. Pero no podrá callarlas. La razón las asiste. Algún día se hará Justicia, le duela a quien le duela y caiga quien caiga.