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Lepra 82
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426 Sección X Infecciones por bacterias
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Capítulo 82 Lepra 427
gos; la célula de Schwann sobrevive y se enrolla alrededor Se ha observado por medio de estudios de inmunotipi-
del axón. ficación que en la reacción tipo I o reacción de reversa hay
Por otro lado, citosinas como IL-5 e IL-10 se producen un influjo de células T CD4+ (Th1) con altos niveles de
en proporciones diferentes dependiendo de si el caso se in- INF-γ, sintasa de óxido nítrico, TNF-α y CXCl-10 (quimioci-
clina más hacia el polo T o L. En casos tuberculoides, se nas motif). Así mismo, se observa que está mediada por
expresan cantidades elevadas de IL-5 que inducen, en los una reacción de hipersensibilidad tipo IV, y se aprecia la
macrófagos, actividades antimicrobianas dependientes de activación de vías antimicrobianas dependientes de vitami-
vitamina D. En los casos que se aproximan al polo leproma- na D, que promueven la síntesis de interleucinas 1, 2, 6, 8 y
toso aumentan las cantidades de IL-10, las cuales, a pesar de 12. Además, se ha observado que la expresión de moléculas
estimular la fagocitosis de micobacterias, también inducen de la superfamilia del factor de necrosis tumoral (TNFSF),
la fagocitosis de lipoproteínas de baja densidad oxidadas, aumenta la producción de citocinas de tipo Th1, estimulan-
que bloquean la activación de los mecanismos microbicidas do tanto la respuesta innata como la adaptativa contra los
dependientes de vitamina D y que, histológicamente, se ma- bacilos. Por último, la activación de TLR-2 por antígenos
nifiestan con la imagen de “histiocitos espumosos”. de M. leprae da lugar a la muerte de células de Schwann, lo
El bacilo es capaz de generar moléculas que interfieren en que podría explicar el daño neural. Se ha descrito reacción
la proliferación de linfocitos T y favorecen la expresión de pro- de reversa después de discontinuar terapia con inhibidores de
teínas de muerte celular programada (PD-1 por sus siglas en TNF-α y ante trasplantes de células madre.
inglés), y de sus ligandos (PD L-1). Además, genera una proteí- La infección por VIH/sida no ha incrementado la fre-
na conocida como CTLA-4 o proteína citotóxica asociada a cuencia de la lepra, ni parece modificar su expresión. El sín-
linfocitos T-4, que genera anergia celular específica para célu- drome inflamatorio de reconstitución inmune (SIRI), que
las T y lleva a una enfermedad diseminada y crónica. consiste en un cuadro similar al de la reacción tipo I (reversa),
En la reacción tipo II, o reacción leprosa, se ha observa- ocurre semanas o meses después del inicio del tratamiento
do un depósito de inmunocomplejos que se agregan princi- antirretroviral, cuando el recuento de linfocitos CD4+ se res-
palmente alrededor de los vasos sanguíneos y desencadenan tituye luego de una disminución a menos de 50 células/mm3.
una reacción de hipersensibilidad tipo III, con abundantes
cantidades de inmunoglobulinas y bajas cantidades de frac-
ciones de complemento, así como expresión aumentada de
Clasificación
factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF-BB, por Se basa en dos tipos polares fundamentales (VI Congreso
sus siglas en inglés) y que es promotor de angiogénesis. Asi- Internacional de Lepra, Madrid, 1953): lepromatoso (L) y
mismo, hay expresión de IL-6, 8 y 10, al tiempo que se expre- tuberculoide (T), y en dos grupos de casos inestables: indeter-
san IL-4 e IL-5, los cuales promueven la activación y la qui- minados y dimorfos. Un caso polar nunca se transforma en el
miotaxis de neutrófilos y producción de anticuerpos con la otro; los grupos evolucionan hacia la polaridad y con mayor
subsecuente infiltración tisular por linfocitos CD-4 y neutró- frecuencia hacia el tipo lepromatoso. Esta clasificación se
filos. Las reacciones más graves, como el fenómeno de Lucio, basa en criterios clínicos, inmunológicos, histopatológicos
están asociadas a la sobreproducción de TNF e INF-γ. y bacteriológicos (esquema 82-1).
TIPO LEPROMATOSO
LL
BL
GRUPO DE CASOS
GRUPO DE CASOS
BB DIMORFOS
INDETERMINADOS
(BORDERLINE)
BT
LT
TIPO TUBERCULOIDE
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Capítulo 82 Lepra 429
82a Manifestaciones no cutáneas Mucosas. Hay rinitis crónica, con epistaxis frecuente y
perforación del tabique cartilaginoso que produce deforma-
de la lepra lepromatosa ción nasal en silla de montar o catalejo. Afecta poco la larin-
ge y las cuerdas vocales.
Anexos. Pueden observarse diferentes grados de alopecia
de cejas, pestañas y vello corporal. En las cejas empieza de Ojos. Puede haber conjuntivitis; engrosamiento de los
afuera hacia adentro y es más intensa en casos difusos. nerviecillos corneales; nódulos en los párpados, la conjun-
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tiva y la córnea, así como iritis e iridociclitis. En casos difu- Otros datos. Puede afectar todos los órganos, salvo el
sos es rara la afección ocular; las escleróticas están limpias y sistema nervioso central; hay controversias respecto a la afec-
son azuladas: “ojos brillantes y melancólicos” u “ojos de ción pulmonar. Las lesiones en muchos órganos casi nunca
niño” (Olivera-López). originan disfunción.
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Capítulo 82 Lepra 431
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A
Figura 82-13. Reacción leprosa: tipo eritema nudoso.
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Capítulo 82 Lepra 433
El eritema necrosante o fenómeno de Lucio (fig. 82-15) fue Figura 82-17. Reacción leprosa: tipo eritema nudoso
descrito por Lucio originalmente como “brotes de manchas necrosante.
rojas y dolorosas”. Esta forma, casi exclusiva de los casos
difusos, se caracteriza por manchas de formas caprichosas,
primero congestivas, de un color rojo vino, que se transfor- el eritema nudoso necrosante (fig. 82-17), que se manifiesta
man en ampollas o escaras que dejan ulceraciones y más por nudosidades grandes con desprendimiento epidérmico
tarde cicatrices (fig. 82-16). Estos accesos duran 3 a 4 sema- central que se transforman en escaras, originan una ulcera-
nas, antes del tratamiento sulfónico causaban la muerte por ción y después una cicatriz (Harter). Los sajones denomi-
lesiones en el tubo digestivo. Una forma rara de reacción es nan —de manera inadecuada— erithema nodosum leprosum a
la reacción leprosa; y los sudamericanos, reacción leprosa
de tipo 3 al fenómeno de Lucio.
Reacción de reversa (tipo I). Formas agudas que se pre-
sentan en casos interpolares o subpolares; se originan en
casos indeterminados, y aparecen sobre todo por cambios
hormonales, por ejemplo durante el puerperio, o por far-
macoterapia, en especial antileprosa. Sobrevienen semanas
o meses después de la politerapia (40%) o al abandonar el
tratamiento; se caracterizan por superposición o presencia
de nuevas lesiones nodulares, nodoedematosas o infiltradas,
a veces con ulceración o necrosis (lepra lazarina de Wade y
Pardo Castello); cuando evolucionan dejan cicatrices o
atrofia; se acompañan de edema distal, neuritis graves, sín-
tomas generales y fiebre. La biopsia muestra infiltrado
tuberculoide con edema, y puede haber células de Virchow
y bacilos. La reacción de Mitsuda (fig. 82-12) es de 2 a 3
mm, y es posible que haya leprominorreacción; en la baci-
loscopia se encuentran escasos bacilos. Esta forma aguda o
reacción de reversa expresa mejoría inmunitaria y parece
corresponder a la antigua lepra tuberculoide reaccional
(Souza-Lima) (fig. 82-10). La forma de degradación o de
empeoramiento inmunitario produce síntomas clínicos se-
mejantes a la reacción de reversa, con aumento de bacilos
en los granulomas; en México no se observa en la práctica
clínica.
Figura 82-16. Fenómeno de Lucio: zonas de necrosis y Neuritis hanseniana. Cualquier caso de lepra puede
ulceración. afectar los nervios periféricos, en diferente grado según la
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Capítulo 82 Lepra 435
categórica de “pica” o “toca”; sirve de testigo la sensibilidad gros o viables se mide por el índice morfológico (IM), que se
normal del pliegue del codo. tabula de 0 a 20, 20 a 50, 50 a 75 y 75 a 100%. Por ejemplo, un
La interpretación de otros síntomas, llamados tróficos, caso bacilífero activo tiene IB de 6+ e IM de 75 a 100%.
ha suscitado gran controversia. En las manos intervienen Intradermorreacción con lepromina integral. Es un antíge-
varios factores, como quemaduras y pequeños traumatis- no obtenido de lepromas humanos o de armadillo, que con-
mos repetidos, con infecciones agregadas. El mal perforante tiene 10 × 106 y 4 × 107 bacilos por mililitro. Resulta posi-
plantar se observa a menudo como complicación o secuela tiva en casos T, negativa en L, y en B e I depende de la
de neuritis; se ha afirmado que es de naturaleza trófica (fig. evolución posterior. Si la lectura se hace en 24 a 48 h se lla-
82-18). Intervienen en su aparición la anestesia de la piel ma reacción de Fernández; demuestra sensibilidad, pero es
plantar, la formación de un callo indoloro debido a la mar- impráctica; se atribuye a reacción cruzada con otras mico-
cha, y la ulceración posterior con infecciones agregadas. bacterias. La lectura a los 21 días es la reacción de Mitsuda
Las lesiones osteoarticulares son muy frecuentes y suscitan que indica resistencia (fig. 82-12). Esta prueba no diag-
mutilaciones; pueden ser específicas o inespecíficas, o de- nostica lepra; más bien sirve para clasificar los casos y esta-
pender de lesiones neurovasculares o infecciosas. blecer el pronóstico.
Prueba de la histamina. Se utiliza en casos indetermina-
dos para resaltar los trastornos vasomotores. Se coloca una
Manifestaciones iniciales de la lepra gota de histamina en la mancha y otra en piel sana, y se
Los primeros signos visibles pueden ser cutáneos, neuroló- pincha en ambos puntos con una aguja; en piel sana se ob-
gicos o mucosos. serva de inmediato la triple respuesta de Lewis (eritema
La manifestación más frecuente en la piel es la mancha inicial, eritema reflejo y roncha); como en la lepra está su-
hipocrómica disestésica. Los signos neurológicos leves ini- primido el reflejo axonal, la respuesta es incompleta, sin
ciales pueden ser amiotrofia leve del orbicular de los pár- eritema reflejo.
pados, que produce asimetría de las aberturas palpebrales, Pruebas serológicas para sífilis (VDRL y FTA). Pueden re-
o bien separación entre el meñique y los demás dedos por sultar positivas en casos L. En la reacción leprosa la sedi-
amiotrofia de músculos interóseos y lumbricales (signo mentación eritrocítica está muy acelerada (50 a 100 mm), y
neurológico de la lepra infantil, de Wayson). El adelgaza- a veces se observa anemia y leucocitosis.
miento y la isquemia del meñique también constituyen un Pruebas inmunohistoquímicas. Facilitan la detección de
signo inicial; tales manifestaciones pueden preceder meses inflamación (neuropéptidos) y bacilos en los nervios. La
o años a las demás. afección endoneural puede confirmarse con anticuerpos
Más tardías son la pérdida de cejas, pestañas y vello contra proteína S-100.
corporal; las manchas eritematosas; los nódulos pequeños; Pruebas serológicas. Se usan transformación de linfocitos,
la infiltración propia de los casos difusos y las manifestacio- pruebas de absorción de anticuerpos fluorescentes para le-
nes de la reacción leprosa. pra (fluorescent leprosy antibody absorption [FLAABS]), antíge-
no específico de Mycobacterium leprae, sondas específicas de
DNA y reacción en cadena de polimerasa (PCR), y citocinas
Complicaciones como TNF-α e IL-1β (que se encuentran altas en las reaccio-
nes I y II). La estimación de anticuerpos contra los análogos
Oculares, neurológicas, motoras o tróficas. En los casos sintéticos de glucolípido fenólico de M. leprae (PGL-1) mide
avanzados hay amiloidosis visceral. Las manifestaciones del un antígeno específico que se correlaciona con el IB (más alto
síndrome inflamatorio de reconstitución inmune (SIRI) en ante LL y reacción de reversa) y es útil para vigilar la quimio-
pacientes con sida que toman terapia antirretroviral alta- terapia; una prueba con resultados positivos confirma lepra,
mente efectiva (HAART o TARA) son muy parecidos a la pero una que resulta negativa no la excluye.
reacción tipo 1. Microscopia electrónica. Cuando se presenta neuropatía
importante puede realizarse biopsia del nervio safeno ex-
terno, que muestra desmielinización ante casos LL; el gru-
Datos de laboratorio po del autor ha encontrado degeneración axonal de fibras
La baciloscopia resulta positiva en casos L y B (multibacila- mielinizadas y amielínicas con abundantes bacilos en ma-
res), y negativa en los T e I (paucibacilares y abacilares). La crófagos y células de Schwann, y neoformación de vasos
muestra debe obtenerse de la mucosa nasal, lóbulo de la ore- endoneurales con células endoteliales inmaduras; en casos
ja o de lesiones cutáneas, en especial de nudillos, codos o T el daño es más intenso, con fibrosis intersticial notoria y
rodillas; si es posible, se efectuará punción ganglionar. Con ausencia de bacilos; en casos dimorfos hay depósitos masi-
tinción de Ziehl-Neelsen, los bacilos se observan de color ro- vos de colágeno en el endoneuro, con bacilos abundantes.
jo sobre fondo azul (fig. 82-1). La cantidad de bacilos se mide En los últimos años, se ha analizado la utilidad de un
por el índice bacteriológico (IB); si son escasos se asigna una nuevo biomarcador conocido como Pentraxina-3, identifi-
cruz (+), y cuando son abundantes, seis cruces (++++++). La cado por medio de ensayo de inmunosorbencia ligado a
OMS la interpreta de manera más sencilla de 0 a 3 cruces, y enzimas, a partir de suero de pacientes con lepra. En este se
añade la letra C si hay globias. El porcentaje de bacilos ínte- observa una relación directamente proporcional entre las
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Datos histopatológicos
La biopsia de piel es de los estudios más útiles: en los casos
L hay infiltrados con células de Virchow (fig. 82-6) llenas de
bacilos, que se demuestran con tinción para BAAR (Fite-
Faraco o Ziehl-Neelsen modificado), con una banda subepi-
dérmica de tejido conjuntivo (Unna); en la forma histioide
se pueden observar histiocitos alargados que forman remo-
linos, y falta de anexos.
En los casos T se presenta un granuloma tuberculoide
con células epitelioides, células gigantes de tipo Langhans, y
muchos linfocitos (fig. 82-7); el infiltrado perineural es in- Figura 82-20. Vasculitis en reacción leprosa (Fite-Faraco,
20×).
tenso, y puede haber destrucción de nerviecillos. En los ca-
sos I se presentan infiltrados inespecíficos de linfocitos e
histiocitos que rodean vasos y anexos; es excepcional que se
observen bacilos; los nerviecillos pueden estar engrosados. psoriasis (fig. 48-1), pitiriasis rosada (fig. 45-2), granuloma
En los casos B es posible encontrar una imagen L o T. En anular (fig. 163-1), eritema anular centrífugo (fig. 162-1), lupus
los BT el granuloma está compuesto de células epitelioides, vulgar (fig. 83-6), lupus discoide (figs. 31-1 y 31-2), linfomas
abundantes linfocitos y pocas células gigantes. En los BB se cutáneos (figs. 157-1 y 157-2). Casos indeterminados: pitiriasis
observan células epitelioides, con pocos linfocitos y células alba y dermatitis solar hipocromiante (figs. 24-1 a 24-3), pi-
gigantes; puede haber bacilos. En los BL, el granuloma es di- tiriasis versicolor (fig. 95-1), nevos hipocrómicos (fig. 21-6),
fuso, se localiza en la dermis media y profunda; hay banda de hipocromías residuales. Reacción leprosa: salmonelosis, pa-
Unna, linfocitos e histiocitos con bacilos. Por ello la interpre- ludismo, lupus eritematoso sistémico (fig. 32-1), vasculitis
tación se basará en los datos clínicos e inmunitarios. (fig. 168-3), otras enfermedades febriles, eritema pernio (fig.
En la reacción leprosa (tipo II) se observan paniculitis 32-7). Neuritis hanseniana: neuritis diabética, posalcohólica o
septal, con polimorfonucleares y vasculitis. Es más profunda por fármacos, neuritis hipertrófica intersticial, amiloidosis
en el eritema nudoso, y más superficial, pero más intensa en neural primaria, meralgia parestésica.
el eritema polimorfo y el fenómeno de Lucio; en este último
se llega a observar necrosis de la epidermis, vasculitis leuco-
citoclástica, e incluso oclusión vascular por proliferación en-
Tratamiento
dotelial, trombosis, necrosis fibrinoide de vasos dérmicos La atención debe ser natural y ambulatoria, tiene por objeto
con presencia de bacilos en células endoteliales (fig. 82-20); la curación, romper la cadena de transmisión y prevenir la
por inmunofluorescencia se observan depósitos de comple- resistencia y las deformidades. No se confinará al individuo
jos inmunes IgM, C3 C1q en tejidos; se ha considerado un en leproserías ni en cuartos de aislamiento en los hospita-
epifenómeno del síndrome de anticuerpos antifosfolípido. les, si hay reacción leprosa se puede hospitalizar al paciente
En la reacción de reversa (tipo I) hay un granuloma tuber- como a cualquier enfermo.
culoide con edema intercelular e intracelular, y una zona sub- El mejor tratamiento es el combinado: dapsona o diami-
epidérmica de tejido de colágeno al parecer normal; puede nodifenilsulfona (DDS) (véase cap. 169) (Faget, 1941), rifampi-
haber escasos bacilos. La neuritis puede ser intensa, con gra- cina (Rees y Leiker, 1970) y clofazimina (Browne, 1962). Con
nulomas y necrosis e incluso destrucción neural permanente. esta última la piel se reseca y adopta pigmentación negra-
grisácea, que desaparece al suspender la administración (fig.
82-21 y 82-22). Los efectos adversos posibles de la dapsona
Diagnóstico diferencial (véase cap. 169) son metahemoglobinemia, anemia hemolí-
Lepra lepromatosa nodular: neurofibromatosis (fig. 54-1), xan- tica y el síndrome de hipersensibilidad; son más frecuentes
tomas (fig. 122-2), leishmaniasis anérgica (fig. 90-4), enfer- ante una deficiencia en sangre de glucosa-6-fosfato deshidro-
medades crónicas, dermatitis solar (fig. 18-1). genasa. La rifampicina puede ser hepatotóxica y disminuir el
Lepra lepromatosa difusa: mixedema, alopecia universal efecto de anticonceptivos y corticosteroides.
(fig. 134-4), otras alopecias (fig. 51-15), síndrome o enferme- Para casos multibacilares (LL, BB, BL), en los pacientes
dad de Cushing. Casos tuberculoides y dimorfos: tiñas (fig. 94-9), mayores de 15 años de edad se indican los tres medicamentos
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Capítulo 82 Lepra 437
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438 Sección X Infecciones por bacterias
En las reacciones leprosas leves y moderadas también casos bacilíferos mediante tratamiento prolongado, con con-
pueden administrarse: colchicina, 1 mg dos veces al día trol adecuado, sin cambios de los hábitos de vida. En casi
(véase cap. 169), y luego 1 mg como dosis de sostén; clofa- todos los países con endemia importante el control es por
zimina, 300 mg/día; cloroquina, 200 mg/día; levamizol, 150 campañas y programas oficiales, a menudo con auxilio de
mg dos días a la semana; griseofulvina 500 mg a 1 g al día, instituciones privadas, aunque en muchos este esfuerzo está
o pentoxifilina, 400 mg 2 a 3 veces al día. En ocasiones lo casi abandonado en lo que atañe a la acción oficial.
más importante es detectar algún foco infeccioso funda- Los sistemas de control han evolucionado, primeramen-
mental, y dar tratamiento específico. Los glucocorticoides te, con la abolición de las leproserías (Bello Horizonte, 1958),
están formalmente contraindicados (véase cap. 169), ya que y después con la atención ambulatoria y la creación de cen-
incluso pueden llevar a la muerte, aunque llegan a utilizar- tros fijos de atención y unidades móviles para buscar a los
se en casos desesperados, así como también la ciclosporina enfermos, sobre todo en el medio rural. Una medida que debe
(véase cap. 169), metotrexato (véase cap. 169) y azatioprina recibir consideración —y que se ha usado bien en República
(véase cap. 169); sin embargo, los corticosteroides son in- Dominicana— es la idea mexicana acerca del control median-
dispensables en dosis altas (50 a 60 mg/día) ante una reac- te la dermatoleprología; por supuesto, el fundamento princi-
ción de tipo I, con reducción progresiva ulterior. En casos pal es la formación de estos especialistas (dermatoleprólogos).
graves de RL se han usado plasmaféresis y terapia con Se dispone de una vacuna, pero no se ha confirmado
agentes biológicos como inhibidores de TNF-alfa. su eficacia, por lo que este método aún es una posibilidad
Entre los nuevos antileprosos se cuentan pefloxacina, remota de prevención. Para inmunoprofilaxis e inmunote-
ofloxacina, levofloxacina, minociclina y claritromicina. En rapia se han usado combinaciones de BCG y M. leprae
pacientes con casos paucibacilares se recomiendan 600 mg muertos por calor, M. avium-intracellulare u otras micobacte-
de rifampicina, 400 mg de ofloxacina y 100 mg de minoci- rias desactivadas; las vacunas sintéticas se basan en antíge-
clina, en dosis mensual durante 3 a 6 meses, pero, aunque nos específicos o subunidades antigénicas. La vacuna ideal
al autor le parece cuestionable, administrar una sola dosis debería incorporar ADN de varios agentes infecciosos (M.
en caso de lesión única; en los multibacilares durante 12 o leprae muerto y aislado de armadillos, Leishmania, M. tuber-
24 meses, o bien, 600 mg de rifampicina y 400 mg de ofloxa- culosis) en una sola vacuna, por ejemplo, con la BCG.
cina a diario durante 1 a 3 meses.
A menudo es indispensable el tratamiento quirúrgico,
ortopédico u oftalmológico, o la fisioterapia. Aspectos sociales
El estudio de los contactos forma parte de la vigilancia
epidemiológica. Los contactos se definen como: “las perso- La lepra es una enfermedad con enormes repercusiones so-
nas que conviven o han convivido con un enfermo de lepra ciales, porque es infectocontagiosa y crónica, y a menudo
en los últimos cinco años antes de la fecha de inicio de la causa deformidades y minusvalidez; es necesario conocer
enfermedad y hasta la fecha del diagnóstico, sean o no fa- al individuo y su ambiente para dar un tratamiento adecua-
miliares”, son los individuos más expuestos al riesgo de ad- do. Grandes escollos en la atención al enfermo son la reac-
quirir la infección. La convivencia estrecha de un contacto, ción leprosa, la sulfonorresistencia y los prejuicios.
aunado a sus características genéticas, tiene mayor probabi- La enfermedad predomina en los estratos socioeconómi-
lidad de desarrollar la enfermedad. Es importante destacar cos y educativos bajos, en 75% de los casos se trata de débiles
a quienes han convivido con un caso multibacilar, puesto sociales. A esto se agrega la ignorancia y la apatía, no sólo del
que éstos expulsan al ambiente gran cantidad de bacilos enfermo y su familia respecto a la enfermedad, sino del per-
viables. sonal médico, paramédico y el público general. La única ma-
Entre las formas de lepra existen algunas en las que no nera de luchar contra esa ignorancia es la educación acerca de
se puede demostrar la presencia de bacilos; los convivientes la lepra en todos los niveles. De acuerdo con los datos actua-
de estos enfermos deben ser vigilados de igual forma, ya les, en términos epidemiológicos, no se puede hablar todavía
que pueden haber estado en contacto con una fuente de de erradicación sino de eliminación de la lepra, que equivale a
infección común. Los contactos de lepra deben ser exami- reducir la lepra a menos de 1 caso por 100 000 habitantes.
nados cada seis meses o por lo menos una vez al año durante
un periodo de cinco años, a partir de la fecha del diagnósti-
co del caso. Este método permite efectuar el diagnóstico
Estrategias futuras
temprano de un buen número de enfermos, aunque cabe De acuerdo con la OMS, la estrategia global para 2011 a
mencionar que no deben descuidarse otras formas de de- 2015 es mantener la tendencia decreciente de la lepra en
tección, como la consulta dermatológica y el examen a pobla- todos los países donde es endémica, asegurar la detección
ción abierta. oportuna y el tratamiento de nuevos casos, reducir el nú-
mero de discapacidades grado 2, mejorar la calidad de los
informes, asegurarse de que se lleven a cabo evaluaciones
Medidas preventivas completas de casos nuevos, seguir con la vigilancia periódi-
El control de la lepra radica en la lucha contra la enfermedad. ca de los contactos, dar educación sanitaria, e integrar la
La mejor profilaxis consiste en lograr negativización de los lepra a los servicios generales de salud.
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