L - La Seduccion de Las Palabras by Alex Grijelmo
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L - La Seduccion de Las Palabras by Alex Grijelmo
Formas en que las plagas dañan a las plantas y a los cultivos ....................... 11
Las plagas que dañan directamente a las plantas ................................ 11
Plagas masticadoras de hojas .............................................................. 12
Plagas minadoras de hojas ................................................................... 17
Plagas enrolladores y pegadoras de hojas ........................................... 19
Plagas que dañan brotes y yemas .................................................... 19
Plagas perforadoras de botones florales y frutos .................................. 20
Plagas barrenadoras de tallos .............................................................. 22
Plagas masticadoras de raíces, tubérculos y rizomas........................... 26
Plagas cortadoras de plantitas tiernas ................................................. 29
Plagas con daños múltiples .................................................................. 29
Insectos picadores-chupadores de los jugos de las plantas .................. 29
Acaros fitófagos ..................................................................................... 40
Los insectos como vectores de enfermedades de plantas ........................... 44
Transmisión de enfermedades virósicas ................................................ 45
Transmisión de enfermedades bacterianas ........................................... 46
Transmisión de enfermedades fungosas ............................................... 47
Transmisión de enfermedades producidas por protozoarios ................... 47
Relación entre el grado de infestación y el perjuicio económico ...................... 47
Consideraciones generales ................................................................... 47
Consideraciones particulares ................................................................ 48
Características de la plaga ............................................................50
Características del cultivo ..............................................................50
Características del medio físico y biológico .................. ................. 53
Características económicas ........................................................... 53
Nivel de daño económico y umbral de acción..................... .................. 54
Umbral de respuesta al daño ............................................................. 54
3. ASPECTOS ECOLÓGICOS
Definiciones .................................................................................................78
Estrategias generales de control .................................................................... 78
Evasión de las plagas o de sus efectos ................................................ 78
Eliminación de las características del cultivo que lo hacen susceptible ..... 79
Supresión de las características que hacen dañinas a las plagas .........79
Reducción de las densidades de las poblaciones de insectos ................ 79
Clasificación de los métodos de control ......................................................... 79
El control de plagas en el contexto de la producción agrícola ......................... 79
5. CONTROL MECÁNICO
6. CONTROL FÍSICO
7. CONTROL CULTURAL
8. CONTROL BIOLÓGICO
9. CONTROL QUÍMICO
FAUSTO H. CISNEROS
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2
LAS RELACIONES ENTRE LAS PLAGAS Y LAS PLANTAS
Las plagas dañan las plantas en diversas formas. Se dice que causan "daño
directo" cuando destruyen sus órganos (raíces, tallos, hojas, yemas, flores,
frutos o semillas) en forma parcial o total, o las debilitan reduciendo su
capacidad de producción. También existen "daños indirectos" que pueden
ser de gran importancia; por ejemplo, cuando las plagas participan en la
propagación de virus, micoplasmas, bacterias y hongos que causan
enfermedades en las plantas; cuando la presencia de insectos o cicatrices
de sus daños malogran la apariencia de los productos y reducen su valor
comercial; o cuando su ocurrencia dificulta la cosecha o la selección del
producto cosechado.
Los escarabajos del género Diabrotica en estado adulto comen el follaje del
maíz y otras plantas mientras que en estado larval viven en el suelo
alimentándose de las raíces de las mismas plantas.
Las plagas masticadoras poseen mandíbulas bien conformadas con las que
trituran los tejidos vegetales, entre ellos están las larvas de lepidópteros
(orugas) y los adultos y larvas de coleópteros (escarabajos). También se
incluye en este grupo a las larvas de dípteros, como las moscas de la fruta,
aunque sus mandíbulas no son tan bien desarrolladas (poseen ganchos
mandibulares). Por extensión se incluye a los caracoles que raspan hojas y
otros órganos de la planta.
La mayoría de las plagas que comen las hojas son larvas de lepidópteros
(orugas o gusanos de hoja) y escarabajos adultos. En menos proporción se
presentan larvas y adultos de otros insectos, caracoles y babosas.
Una larva muy pequeña pero muy dañina es el perforador de las hojas del
algodonero Bucculatrixthurberiella Busk que pertenece a la familia
Lyonetidae (Herrera y García, 1978)
Las hojas del naranjo y otros cítricos, sobre todo en plantas tiernas, son
comidas por diversas especies de Papilio (Familia Papilionidae) entre ellas
P. thoas cyinras Menetries y P. paeon paeon que están distribuidos en todo
el país (Lamas, 1975).
La familia Nymphalidae incluye especies que dañan las hojas del maracuyá y
granadilla como el gusano negro Dionejuno miraculosa (Hering) y el 'gusano
rojizo Agraulis vallinae for bes i Michener de la subfamilia Heliconiinae. En la
subfamilia Brassolinae están Brassolis sophorae ardens Stichel y
Opsiphanes cassina cassina Felder y Felder cuyas larvas dañas las hojas de
la palmera aceitera. Especies de Opsiphanes y Coligo comen las hojas de
plátano.
Algunas especies inician sus daños raspando y pegando las tiernas hojas
terminales y desde ese escondrijo proceden a la perforación del brote.
Entre los insectos con estos hábitos se encuentra el perforador del brote de
la alfalfa, Epinotia aporema (Walshingham); el perforador del brote de la
higuera, Tortyra fulgens Feld y el perforador del brote de la col, Hellula
phidilealis (Walker) (Rázuri e Hinostroza, 1974).
Las mazorcas tiernas del maíz son dañadas por moscas Euxesla sp.
(Familia Otitidae) y Silba péndula (Familia Lonchaeidae) (Martos 1982, 1983;
Díaz 1982).
Los daños causados por los barrenedores de tallos suelen ser muy serios.
Las plantas con tallos barrenados pierden su vitalidad con la consiguiente
reducción en la producción. Las plantas leñosas se secan total o
parcialmente según la extensión de las galerías producidas por los
barrenadores. Las plantas herbáceas con frecuencia mueren; si se trata de
plantas erguidas, se caen fácilmente sobre todo si los vientos son
relativamente fuertes.
Por los hábitos subterráneos de las larvas estas plagas son difíciles de
detectar oportunamente en este estado de desarrollo. Su control tiene que
concentrarse en los estados adultos o en las larvitas recién nacidas que
penetran al suelo.
Los áfidos o pulgones (Familia Aphididae) (Figuras 2:18; 2:19; 2:20) Infestan
preferentemente los brotes y las hojas tiernas de las plantas; en muchos
casos deformándolas o encrespándolas; algunas especies infestan también
hojas maduras; se presentan en colonias de preferencia en el envés de las
hojas. Los áfidos presentan individuos con alas e individuos sin alas; los
primeros inician las infestaciones y los segundos permanecen en las hojas
formando las colonias. En las condiciones subtropicales de la costa, la
reproducción de los áfidos es fundamentalmente partenogénicas. En climas
con inviernos fríos el ciclo anual de los áfidos es muy complejo y presenta
generaciones bisexuales y partenogénicas, sobreviviendo el invierno en
forma de huevo.
Hay cigarritas cicadélidas que no son verdes, entre ellas Dalbulus maidis
(DeLong Wole) que daña el maíz (Marín, 1987) y Sogatodes oryzicola (Muir)
al arroz. En la selva hay muchos cicadélidos de colores variados.
Los Psilidos (Familia Psyllidae): no son tan comunes como los áfídos o las
cigarritas con los que comparte cierto parecido; la mayoría de los psilidos
producen abundante melaza y algunos inducen la formación de agallas.
Triozaperseae Tuthill se presenta en las hojas del palto, Jenseniella psidii
Tut. en guayaba y Russelliana solanicola Tut. en papa (Tuthill, 1959).
Las queresas (Familias Coccidae y Diaspididae): Con el nombre de queresas
se conoce en el país a insectos de las familias Coccidae y Diaspididae más
otras familias relacionadas como Margarodidae y Ortheziidae. Algunas
especies o grupos de especies reciben nombres especiales como escamas,
cochinillas, piojos, lapillas, etc. Existe una tendencia reciente en la literatura
nacional a denominar escamas a la familia Diaspididae y lapillas a la familia
Coccidae, aunque esta diferenciación no es total.
Queresas diaspídidas o escamas (Familia Diaspididae) (Figura 2:22): estos
insectos tienen la forma de escamas circulares o alargadas, aplanadas, que
se presentan adheridas sobre las hojas, tallos y frutos, según las especies.
En algunos casos las escamas de los machos se diferencian de las hembras
por la presencia de una formación cerosa blanca. Los insectos recién
nacidos o "migrantes" son móviles hasta que se fijan en el lugar donde
transcurre el resto de su vida sin volver a desplazarse. Los machos adultos
son minúsculos y alados. Las infestaciones severas de estas escamas
provocan defoliación y secamiento de las ramas pudiendo matar a la planta.
Entre las especies más importantes están la escama coma de los cítricos,
Lepidosaphes beckii (Newman) (Herrera, 1964; Rincones, 1972); la escama
circular de los cítricos, Selenaspidus articulatus Morgan que se presenta
también en maracuyá y olivo (Bartra, 1974, Beingolea, 1969a); la escama
coma del manzano Lepidosaphes ulmi (L.); el piojo blanco de los cítricos,
Pinnaspis aspidistrae Signoret y P. strachani (Coley) (Marín y Cisneros,
1982); la escama dictiosperma de los cítricos, Chrysomphalus dictyospermi
(Morgan); la escama blanca del durazno Pseudaulacaspis pentágona (Targ.);
la escama latania del olivo, Hemiberlesia lataniae Signoret; H. cyanophili se
presenta en olivo y otras plantas, la escama del cocotero, Aspidiotus
destructor Signoret; la queresa del laurel o queresa blanca del olivo A. nerii
Bouché (=A. hederae) (Bartra, 1976) la escama de San José,
Quadraspidiotus perniciosus (Const) seria plaga de manzanos y peras
(Marin, 1986); y Fiorinia fioriniae Targ que tiene poca importancia.
Las chinches (Orden Hemíptera) (Figura 2:28): Son pocas las especies de
chinches que tienen importancia económica. Entre ellas la chinche
manchadora de la bellota del algodonero o arrebiatado, Dysdercus
peruvianus Guer. (Familia Pyrrhocoridae) (González, 1959) es de máxima
importancia en el cultivo del algodonero, particularmente en los
Departamentos del norte del país. Este insecto provoca el "acocopamiento"
de la bellota, que consiste en que la bellota no se abre normal, y la fibra
queda manchada. Este efecto en realidad se debe a la acción de
microorganismos que son inoculados con la picadura del insecto.
Entre otras especies están la mosquilla del fruto del cacao Monalonian
dissimulation Distant, la chinche del arroz, Blissus leucopterus (Say) y la
chinche, marrón del maíz Paramixia (Orthotylellus) carmelitanas (Carvalho)
(Marín y Sarmiento, 1979) de la familia Miridae.
Acaros fitófagos
Principales vectores de virus.- Los vectores de virus más importantes son los
áfidos; siguen en importancia las cigarritas o cicadélidos, los trípidos, las
moscas blancas, las cochinillas harinosas, los chinches, algunas especies de
insectos masticadores y los ácaros eriófidos. Recientes investigaciones
señalan que varias de las enfermedades transmitidas por cigarritas y
atribuidas a virus, en realidad son producidas por micoplasmas.
Los áfidos transmiten un mayor número de virus que cualquier otro grupo de
insectos, siendo el pulgón de la papa, Myzus persicae uno de los vectores
más eficientes. La mayoría de los virus transmitidos por los áfidos son
mosaicos y del tipo no persistentes, aunque se conoce algunos virus
trasmitidos por áfidos que son persistentes, como el virus del enrollamiento
de la papa.
Pocas son las chinches o hemípteros que transmiten virosis. Entre esas
enfermedades se encuentra el encrespamiento de la betarraga azucarera.
Se considera que los hemípteros al afectar las células vegetales con su
saliva, rodean al virus de un tejido dañado que impide su dispersión y
multiplicación.
Hay muchas enfermedades fungosas que ingresan a las plantas por las
heridas causadas por los insectos, tales como la pudrición roja de la caña de
azúcar (Fusarium moniliforme) asociada con los daños del barreno de la
caña; y la pudrición bruna de los duraznos y ciruelos asociada con insectos
de estos frutos.
Consideraciones generales
Consideraciones particulares
Con las consideraciones generales en mente, a continuación se trata cada
uno de los factores que determinan o afectan la relación infestación-perjuicio
a la planta. Ellos son: las características de las plagas, del cultivo, del medio
físico y biológico y las características del mercado para el producto
cosechado.
escasa a
ligero ninguno ninguno
moderada
La infestación produce
raleado de la planta o de
la densidad, o los daños
moderada apreciable ganancia ganancia
provocan la emisión de
nuevos y más numerosos
órganos cosechables
Las pérdidas de cosecha
son compensadas por un
mayor precio en el
moderada a alta apreciable pérdida ninguno mercado debido a la
escasez Pierde la
sociedad pero no el
productor
Pérdida económica
moderada directa a del productor,
apreciable pérdida pérdida
alta quien recibe menos
dinero por su cosecha
reducida
Características de la plaga
La intensidad de los daños que puede sufrir un cultivo está relacionado con
el objeto del cultivo, el estado de desarrollo de la planta, el grado de
susceptibilidad de la especie o variedad y su capacidad de compensación.
Objeto del cultivo: Los órganos de la planta que se cosechan pueden ser sus
hojas, flores, frutos, semillas, raíces, tallos, tubérculos o rizomas. Según el
órgano cosechado y el uso que se le va a dar a tales órganos puede
determinarse la importancia de la plaga. Las diferencias son obvias en
algunos cultivos. Si las hortalizas se cultivan por sus hojas, los insectos que
dañen el follaje tienen más importancia que cuando se trata de hortalizas
que se cultivan por sus raíces. La importancia relativa de los insectos
subterráneos es inversa, provocarán mayores daños económicos en las
hortalizas que se cultivan por su raíz que en aquellos que su cultivan por su
follaje.
En otros casos, una misma especie de planta puede ser cultivada con fines
distintos. La alfalfa normalmente se cultiva para ser usada como forraje
efectuándose el corte al inicio de la floración. El mismo cultivo puede tener
por objeto producir semilla; en este caso las plagas que dañan la semilla
tienen una importancia que, obviamente, ni se considera en el primer caso.
El maíz puede ser sembrado para producir grano seco, como hortaliza para
producir mazorca tierna o "choclo" o como forraje ("chala") para utilizar sus
tallos y hojas. En este último caso el gusano de la mazorca, Helioihis zea no
tiene mayor importancia; en cambio si se trata de maíz para choclo, la
importancia del Heliothis será máxima, pues no sólo destruye una porción
del grano, sino que la presencia de la larva o gusano en la mazorca
desvalorizará el producto en el mercado. Similares consideraciones habría
que tener con las frutas, según se trate de frutas destinadas para la mesa o
para la industria de conservas o jugos.
Como resultado, las plantas que han sufrido cierto daño rinden mas que las
plantas no infestadas. Al incrementarse la magnitud del daño la planta va
disminuyendo su rendimiento en forma progresiva, como se indicó en el
primer caso. Esto ocurre con plagas que dañan los brotes terminales
provocando el desarrollo de brotes laterales o cuando la planta tiene gran
capacidad de sobre-compensar daños iniciales como en el caso del
algodonero.
Características económicas
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3
ASPECTOS ECOLÓGICOS
Las plagas están influenciadas por las condiciones climáticas, con sus
variaciones diarias y estacionales de temperatura, humedad, lluvia, viento,
insolación y fotoperiodismo.
Las condiciones climáticas también pueden influir sobre las plagas en forma
indirecta por su efecto sobre las plantas y otros agentes biológicos. La
ausencia de lluvias en la costa parece favorecer las infestaciones de la
mosca blanca lanuda de los cítricos. En las zonas lluviosas el agua lava la
melaza y la cera que produce el insecto favoreciendo la acción de sus
enemigos naturales.
Los enemigos naturales: Las plagas son afectadas por sus enemigos
naturales: parásitos, predatores y patógenos, los que, a su vez, están
influenciadas por las condiciones climáticas y microclimáticas del ambiente.
Tanto los parásitos como los predatores pueden estar afectados por sus
propios enemigos naturales (hiperparásitos y parásitos respectivamente). El
efecto de los enemigos naturales puede ser el factor limitante del desarrollo
de algunas plagas. Estos aspectos son tratados en el capítulo sobre Control
Biológico.
Fluctuaciones estacionales
Es un hecho que la mayoría de las plagas presentan fluctuaciones
claramente asociadas con las estaciones del año, aunque la mecánica de
esta asociación por lo general no está bien determinada. A pesar que el
patrón de las fluctuaciones puede ser similar en años sucesivos, es normal
que las densidades que alcanzan las plagas presenten variaciones entre un
año y otro. Es natural que esto ocurra si se consideran los múltiples factores
que afectan las densidades de las poblaciones. El incremento y la
disminución de las densidades asociadas con las estaciones parecen estar
determinadas principalmente por efectos de los factores físicos del ambiente
y por la fenología de las plantas hospederas, que determinan la relativa
disponibilidad de alimentos para la plaga. En algunos casos esta tendencia
es alterada por el rol que juegan los enemigos naturales los que, a su vez,
pueden estar sometidas a variaciones estacionales. En todo caso las
densidades de las plagas pueden ser presentadas en curvas de ocurrencia
estacional.
Muestreos Específicos
Las trampas de caída se utilizan para los insectos que caminan por la
superficie del suelo. Estas trampas se construyen con tarros vacíos de leche
evaporada o vasos de plástico que se entierran hasta el borde superior. Los
insectos que viven debajo de la superficie solo pueden ser evaluados
tomando muestras de suelo (por volumen u área de superficie) para ser
inspeccionados.
Muestreo secuencial
Cuando el muestreo tiene por fin exclusivamente tomar una decisión (aplicar
o no aplicar un tratamiento) y no tanto seguir la dinámica de la población, el
número de muestras puede reducirse con el ahorro de tiempo
correspondiente. La experiencia demuestra que cuando la población de una
plaga es muy baja o, por el contrario, muy alta basta tomar unas pocas
unidades de muestreo para darse cuenta de esta situación; y
consecuentemente decidir no efectuar tratamiento alguno o, por el contrario,
aplicar un insecticida.
DEFINICIONES
Control Físico:
Ejemplo: Uso de altas o bajas temperaturas
Control Cultural:
Ejemplo: Utilización de prácticas agronómicas y plantas resistentes.
Control Biológico:
Ejemplo: Uso de predatores, parasitoides y patógenos
Control Químico:
Ejemplo: Uso de insecticidas
Control Etológico:
Ejemplo: Uso de trampas, feromonas
Control Genético:
Ejemplo: Hibridaciones estériles
Control Legal:
Ejemplo: Reglamentación de cultivos
Control Integrado o Manejo Integrado de Plagas
Ejemplo: Uso de diversos métodos compatibles entre sí
Cada uno de estos métodos de control de plagas se desarrollan en
capítulos independientes en el resto del texto.
RECOJO DE INSECTOS
TRITURACIÓN DE INSECTOS
MANEJO DE LA TEMPERATURA
Las temperaturas extremas, altas o bajas, pueden utilizarse para combatir
los insectos que dañan frutos, granos y otros productos cosechados.
Las temperaturas altas suelen ser más efectivas que las temperaturas
bajas en un rango más estrecho. La mayoría de las especies de insectos
mueren expuestos a temperaturas de 52°C a 55°C por el período de 3 a 4 horas.
Muchas otras especies mueren a temperaturas menores o en períodos más cortos.
Sin embargo, el uso de altas temperaturas tiene muchas limitaciones pues muy
pocos son los productos vegetales capaces de soportar calentamientos sin
dañarse. Además existen otros problemas como la lenta penetración del calor en la
masa del producto almacenado: requiriéndose exposiciones prolongadas.
Sistemas muy elaborados, como hacer pasar granos almacenados por tubos en
un sistema de calentamiento, resultan anti-económicos. Cuando se deja secar el
grano al sol sobre tendales en capas muy delgadas, es posible lograr
temperaturas letales para los insectos en los granos mas expuestos.
Hace muchos años en los Estados Unidos se desarrolló un método de
calentamiento por vapor para destruir los huevos y larvas de moscas de la
fruta en naranjas Valencia (Hawkins 1932) pero el método afecta el sabor de
la Naranja Washington Navel (Sinclair y Lindgren 1955). Posteriormente,
este método se ha utilizado con éxito para controlar la mosca de la fruta en
mangos. Frutos de la variedad Haden soportan inmersiones en agua
caliente a 46 ± 1°C por período de 80 a 90 minutos suficiente para controlar
larvas de las moscas de la fruta.
MANEJO DE LA HUMEDAD
La humedad tiene gran influencia sobre las poblaciones de los insectos pero
su manipulación como medida de control es muy limitada. En algunos casos es
posible reducir la humedad en el espacio cubierto por el follaje, mediante la
eliminación de las malezas y seleccionando plantas que tienen hábitos de
crecimiento foliar abierto o erecto. Estas posibilidades se discuten dentro del
capítulo de Control Cultural.
MANEJO DE LUZ
El efecto letal contra los insectos suele ocurrir entre unos pocos días a dos
semanas, según la especies de insecto, tipo de producto almacenado,
temperatura, humedad y calidad de la atmósfera controlada. El tratamiento no
debe afectar la calidad de productos almacenados.
MANEJO DE LA RADIACIÓN
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CAPÍTULOS 4, 5, y 6
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7
CONTROL CULTURAL
Con frecuencia, una plaga pasa de una campaña a otra entre los residuos
de la cosecha anterior o en el suelo; sea en formas invernantes especiales o
simplemente en forma pupales no invernales. En otros casos las plagas
permanecen en plantas hospederas intermedias o alternantes incluyendo
plantas voluntarias o "huachas".
El pastoreo de los animales sobre los restos del cultivo pueden ayudar a
eliminar un gran número de insectos, siempre y cuando no existan residuos
de insecticidas. En el Perú el pastoreo con cabras o "chivateo" se utiliza en
el algodonero tanto con los residuos de la cosecha como sobre los brotes
precoces del algodón de rebrote o "soca". La destrucción de los brotes
precoces reduce las infestaciones tempranas del picudo peruano Anthonomus
vestitus, del barrenador de brotes y botones Crocidosema plebeina
Zeller, del perforador pequeño de las bellotas Mescinia peruella
Schaus, y aún de Heliothisvirescens, con lo que el brotamiento general del
campo resulta más sano. En cambio, en Texas (Estados Unidos) el
pastoreo intensivo de los campos de algodón por cabras o ganado vacuno
no reduce sustancialmente las infestaciones del gusano rosado de la India
Pectinophora gossypiella (National Academy of Science 1969).
En el cultivo del algodonero del país, la limpieza de los bordes de los campos
favorece el control del arrebiatado Dysdercus peruvianus y del "picudo"
Anthonomus vestitus que se hospedan en malváceas silvestres tales como
Sida panniculata y Malachra spp. De la misma manera la eliminación de la
"grama china", Sorghum halepense (L), priva de un hospedero intermediario
a la Contarinia sorghicola (Coquillet) que infesta las panojas del sorgo. Las
malezas de los bordes y acequias suelen ser fuentes de virus que al mismo
tiempo hospedan a sus vectores, particularmente al pulgón Myzus pérsicas.
Los fosfatos favorecen el desarrollo temprano de las raíces del trigo por lo que
las plantas quedan en condiciones de soportar mejor los ataques de insectos
subterráneos como los gusanos alambre.
EL cultivo de las plantas anuales en la época del año en que las plagas se
encuentran ausentes o con baja incidencia natural, es una práctica agrícola que
permite escapar a las fuertes infestaciones de ciertas plagas. Según las
características de las plantas, de las plagas y de las condiciones ecológicas, la
práctica puede consistir en siembras adelantadas o, por el contrario y más
raramente, en siembras tardías.
En las condiciones de la Costa del Perú se tienen algunos cultivos que son
propios de cierta estación del año y otros cultivos que se siembran
indistintamente en cualquier época. Se recomienda que los cultivos estacionales
como el algodonero y la papa se siembren en sus respectivas estaciones
(primavera e invierno en la costa central) lo más temprano posible y en el
período más corto; pues los cultivos tardíos suelen sufrir las infestaciones más
severas. Con las siembras tempranas del algodonero se reducen las infestaciones
del picudo y de muchas otras plagas.
El cultivo del maíz se realiza durante todo el año, pero las infestaciones de
Elasmopalpus, del cogollero y del barreno son más severas durante los meses
calurosos. En el caso de variedades particularmente susceptibles como el maíz
pardo para "choclo", su cultivo es recomendable solamente en los meses fríos;
de lo contrario, los múltiples problemas fitosanitarios que se presentan lo
transforman en un cultivo antieconómico.
En los Estados Unidos el control del gusano rosado del algodonero a base de
insecticidas demostró ser difícil y costoso. La respuesta práctica se logf ó en
Texas Con la adopción de una práctica cultural: el cultivo de variedades
precoces sembrados adelantadamente o, al contrario, tardíamente escapando así
a la época de mayor incidencia de la plaga. Este método se ha extendido a otros
estados.
Rotación de Cultivos
En la costa central del Perú se suele rotar papa con maíz o algodón con frijol.
De esta manera se interrumpen las generaciones de perforadores de tallos del
maíz y de los tubérculos, de las moscas minadoras y de los áfidos de la
papa; del barreno de la caña y, hasta cierto punto, del cogollero del maíz; de
los diversos gusanos de la hoja y de las vainas del frijol. En la selva la
rotación de leguminosas reduce las infestaciones del gusano blanco en los
campos de gramíneas.
Uno de los cultivos sobre los cuales existe gran experiencia en el manejo de
riegos en el país es el algodonero. Los riegos ligeros a intervalos cortos,
complementados con fertilizaciones fraccionadas son más recomendables
que los riegos pesados y distanciados; de esa manera se logran plantas con
desarrollo vegetativo restringido y buena retención de frutos, con madurez
rápida y uniforme. En caso contrario el desarrollo vegetativo es exagerado, con
entrenudos largos y ramas laterales cortas, hojas anchas y suculentas, escasa
fructificación y se retrasa la cosecha. El período de fructificación se extiende y
la planta queda expuesta al ataque de las plagas por un tiempo más prolongado.
Plantas trampa
Cultivos asociados
Los pequeños agricultores suelen asociar dos o más cultivos con el objeto
de asegurarse diversidad en la cosecha, reducir el riesgo frente a condiciones
desfavorables y optimizar el uso del terreno.
Mecanismos de Resistencia
Introducciones exitosas
El primer gran éxito de introducción de enemigos naturales a nivel mundial,
se logró a fines del siglo pasado con el coccinélido Novius (Rodoliá)
cardinalis Muís llevado desde Australia a California, para combatir la queresa
algodonosa de los cítricos Icerya purchasi. El extraordinario éxito de la
introducción de esta especie se ha repetido en otros lugares. En el Perú se
introdujo por primera vez para combatir una fuerte infestación de la queresa
algodonosa en Huánuco, en 1932; desde entonces se ha propagado a otros
valles con igual éxito.
Pacora (1979) describe las introducciones exitosas de Aphytis roseni De
Bach Gord contra la queresa circular de los cítricos, Selenespidus articulatus
desde Uganda, de Aphidius smithi Sher & Rao contra el pulgón verde de la
alfalfa Acyrtosiphon pisum desde Chile; de Cales noacki How. contra la mosca
blanca de los cítricos, Aleurothrixus floccosus; de coccophagus rustí cop. y
Metaphycus helvolus Comp. ambas contra Saissetia coffeae, la queresa
hemisférica; y de Aphytis holoxanthus DeBach contra la queresa redonda
marrón, Chrysomphalus aonidum (L.), todos desde California. Anagyrus
saccharicola Timb. contra la cochinilla harinosa de la caña,
Saccharicoccus sacchari desde Hawaii y el predator de queresas
diaspididas o escamas Rhizobius pulchellus Montrozier desde las islas Nuevas
Hébricas del Archipiélago de Melanesia.
Entre otros insectos benéficos que se han introducido con éxito en el país se
encuentran la avispita Aphelinus malí (Hald) parásito del pulgón lanígero del
manzano Eriosoma lanigerum; el coccinélido Hippodamia convergens Guer.
predador de áfidos; la avispita Aphycus lounsburyi How, parásito de la lapilla
negra del olivo Saissetia oleae; la avispita Aphytis lepidosaphes Compere,
parásita de la queresa coma de los cítricos Lepidosaphes beckii (Salazar
1964; Beingolea y Salazar 1970, Herrera 1964).
Uno de los casos recientes más notorios a nivel mundial es el control de la
cochinilla harinosa de la yuca (Phenacoccus manihoti) por la avispita
parasitoide Epidinocarsis lopezi. La plaga constituía una seria amenaza para
unos diez millones de hectáreas de yuca en Africa a donde fue llevado el cultivo
desde Sudamérica hace unos 30 años. La cochinilla, también originaria de
Sudamérica fue detectada en el Congo y Zaire en 1973 y se extendió
rápidamente. En 1983 se introdujo exitosamente la avispita E. lopezi junto
con otras especies desde Sudamérica, su centro de origen.
Sincronización biológica
El parasitoide tiene que sincronizar su ciclo de vida con el ciclo de vida del
hospedero. Esta sincronización es particularmente crítica cuando es muy
corto el período en que el hospedero es susceptible a la parasitación. A
menudo los parasitoides que suelen tener un desarrollo más corto que el
insecto hospedero, demoran la emergencia del adulto hasta que se presenta el
estado vulnerable del hospedero.
Esta sincronización se establece normalmente a través del sistema hormonal
que regula el desarrollo del hospedero; pero el clima también juega un rol
modificador. La sincronización resulta menos exigente en zonas tropicales y
subtropicales, donde es frecuente la superposición de las generaciones de
las plagas con diferentes estados de desarrollo.
También es un hecho que la mayoría de los éxitos se han logrado en
cultivos perennes, frutales o forestales, con plagas persistentes durante la
mayor parte del año y de hábitos más bien gregarios, como las queresas,
áfidos, cochinillas harinosas y moscas blancas.
EL PARASITISMO
En el proceso de parasitación, el insecto parásito, llamado también
parasitoide, deposita sus huevos sobre o dentro del cuerpo del insecto
hospedero. En algunos pocos casos los parasitoides depositan huevos
microscópicos sobre las hojas. De allí son ingeridos por los insectos que se
alimentan de esas hojas. Cuando el parasitoide es larvíparo, es decir produce
larvitas en lugar de huevos, como sucede con algunas moscas parásitas, las
larvitas son depositadas cerca del hospedero. De allí se movilizan hasta
localizar y penetrar al cuerpo del hospedero.
Se distinguen parasitoides de huevos, de larvas, de pupas y de adultos. Hay
casos en que la oviposición del parasitoide se realiza en cierto estado de
desarrollo del insecto hospedero pero su propio desarrollo se completa en otro
estado; entonces los parasitoides reciben los nombres descriptivos
correspondientes, como parásitos huevo-larvales, huevo-pupales y larvo-
pupales. En los dos primeros la oviposición de realiza en el huevo del hospedero
pero el huevo del parasitoide no se desarrolla hasta que el hospedero
alcanza los últimos estadios larvales o el estado pupal.
En los parasitoides larvo-pupales, la oviposición se realiza en estado de larva
del hospedero y el desarrollo del primer estadio larval del parasitoide se
paraliza para permitir que el hospedero continúe su desarrollo hasta llegar
a empupar. Estos mecanismos aseguran suficiente alimento para el desarrollo
total del parasitoide.
El parasitoide puede desarrollarse externamente como ectoparásito, o
internamente en el cuerpo del insecto como endoparásito. La mayoría de los
casos de ectoparasitismo ocurre en insectos que viven protegidos del medio
externo desarrollándose dentro de galerías o celdas.
L o s p a r a s i t o i d e s a d u l t o s s e aumentan del néctar de las flores, del polen,
o de los fluidos del cuerpo del hospedero herido por la punción ovipositor. En
relación con este hábito algunos microhimenópteros parasitoides de queresas
producen apreciable mortalidad de los hospederos como consecuencia del
proceso de alimentación. Este hábito es común en las avispitas de la familia
Aphelinidae.
Los parasitoides de las plagas pertenecen casi exclusivamente a las órdenes
de los Himenópteros o avispas y a los Dípteros o moscas.
Avispas parásitas
(Figuras 8:1 al 8:8)
Las avispas constituyen el grupo más numeroso de parásitos de plagas.
Las superfamilias Ichneumonoidea y Chalcidoidea abarcan el mayor
número de especies. Con menor importancia figuran las superfamilias
Proctotrupoidea, Bethyloidea, Cynipoidea, Chrysidoidea, Scolioidea y
Sphecoidea. Las avispas adultas se alimentan de néctar y exudaciones de
plantas. Pero también hay especies cuyas hembras se alimentan de los
líquidos que salen de las heridas del hospedero. Estas heridas las causa el
parásito con el ovipositor para ovipositar o simplemente para alimentarse.
Superfamilia Ichneumonoidea
La superfamilia Ichneumonoidea está formada por miles de especies
parásitas distribuidas en dos familias principales: los Braconidae y los
Ichneumonidae.
Familia Braconidae
Los bracónidos son en su mayoría pequeñas avispas que parasitan
principalmente lepidópteros y coleópteros; y en menor grado dípteros, homópteros
y otros grupos; actúan como ecto o endoparásitos, parásitos huevo-larvales,
huevo-pupales o larvales.
Los bracónidos se multiplican rápidamente pues son muy prolífícos y
poseen ciclos de vida cortos. Hay muchas especies de gran importancia entre los
que se puede mencionar: Ragas gossyppi Mués, y Meteorus molinensis Porter,
parásitos del gusano de hoja del algodonero; la primera especie es muy
eficiente (Merino 1959, Aguilar, 1964, 1965). Lysiphlebus testaceipes
Cressan, Aphidius colemani Viereck, A. matricariae Haliday, Diaeretiella
rapae (Me. Intosh) y Praon sp. parásitos de los pulgones o áfidos (Redolíi y Ortíz,
1980). Apanteles gelechiidivoris Marsh y otras especies del mismo género
parasitan a las polillas de la papa, Scrobipalpula absoluta Meyrick y
Phthorimaea operculella (Zeller) (Redolfi y Vargas, 1983). Cotesia (Apanteles)
flavipes es una especie introducida contra el barreno de la caña (Cueva y Col,
1980).
Otras especies de Apanteles parasitan a las plagas del algodonero
Mescinia, Pococera y Argyrotaenia y plagas como Epinoiia y larvas cornudas
o esfíngidos. Varias especies de Colastes (Deuterixys, Leurinium) (Martin
1960), y Leurinium primum Muesebeck (Redolfi 1978; Herrera 1979)
parasitan al Bucculatrix del algodonero, Orgilus sp. parásita al gusano
perforador de plantas tiernas de maíz; Chelonus sp. parásita al pegador de
las hojas del frijol; varias especies de Opius y Diachasmoides parasitan
moscas de la fruta; algunas Opius también parasitan a moscas minadoras
(Redolfi y col. 1985 b.); especies de Iphaulax (Ipobracori) parasitan al barreno
de la caña de azúcar; Bracon (Triaspis) vesticida Vier parásita al picudo
peruano del algodonero y B. hebetor Say parásita al gusano del brote del olivo.
Familia Ichneumonidae
Los ichneumónidos son avispas de tamaño mediano a grande que
parasitan preferentemente larvas de lepidóteros y, en menor grado,
himenópteros, coleópteros y algunos otros insectos. La mayoría son
endoparásitos larvales o larvo-pupales, pero también hay ectoparasites;
algunos son parásitos huevo-larvales, y unas pocas especies son
predatoras. Las especies que parasitan larvas barrenadoras tienen
ovipositores muy largos capaces de atravesar los tejidos vegetales. La
capacidad de multiplicación de los Ichneumónidos es relativamente reducida;
la mayoría de las especies no ovipositan más de un centenar de huevos y
muchas especies tienen una sola generación al año; muy pocas especies son
específicas. El empupamiento se realiza en cocones propios o dentro de la piel
del hospedero muerto.
Las avispas del género Enicospilus (Ophion) son muy comunes; parasitan
diversas orugas y los adultos son fácilmente atraídos por la luz.
Campoletis perdistinctus (Viereck) parásita larvas de Heliothis (Korytkowski y
Casanova 1966); Venturia peruviana (Cush) parásita Mescinia y al
perforador de las plantas tiernas del maíz; Diplagon lactatorias (Fabr.)
parásita las larvas de sírfidos que son predatores de áfidos (Korytkowski 1967).
Especies de Temulucha, Pristomerus y Cremastus parasitan a las polillas de
la papa (Scrobipalpula y Phthorimaea). Carrasco (1972) ha elaborado una
relación de ichneumónidos peruanos.
Superfamilia Chalcidoidea
Los chalcidoideos constituyen el grupo más numeroso de avispas parásitas
muchas de las cuales tienen gran importancia económica. La mayoría son
avispas de tamaño pequeño a muy pequeño, oscuras, con reflejos metálicos
amarillos, algunas especies con variaciones estacionales de color; son
parásitos de huevos, larvas o pupas; ocasionalmente de adultos; sus
hospederos son principalmente lepidópteros, homópteros, dípteros,
coleópteros e himenópteros. La mayoría de las especies son endoparásitas
pero algunas especies actúan como predatores de huevos de queresas.
Raven (1965, 1988) presenta una relación de los chalcidoideos registrados en el
país, con algunas anotaciones sobre sus hospederos e importancia. Las
principales familias que se incluyen en esta superfamilia son: Mymaridae,
Trichogrammatidae, Eulophidae, Aphelinidae, Tetrastichidae,
Entedonthidae, Encyrtidae, Pteromalidae, Chalcididae, Thysanidae,
Eupelmidae y Eurytomidae.
Familia Trichogrammatidae
Los trichogrammátidos son avispitas muy pequeñas que parasitan
preferentemente huevos de lepidópteros y homópteros, que se vuelven de color
negro característico; solamente las avispitas Scelionidae producen el mismo
efecto. El género Trichogramma es mundialmente conocido pero la
diferenciación de sus diversas especies es difícil y con frecuencia se hacen
identificaciones erróneas. Como se indicó en el acápite sobre crianza masiva de
insectos, estas avispitas se crían en el Perú desde hace muchos años. Las
primeras referencias nacionales mencionan a Trichogramma minutum (Wille
1952, Risco 1961) pero en realidad esta especie no existe en América del Sur
sino en América del Norte donde parásita huevos de lepidópteros en árboles
frutales y forestales.
En el Perú se cría comúnmente Trichogramma fasciatum Perkins contra los
huevos del barreno de la caña de azúcar y la especie T. brasiliensis contra los
huevos de Heliothis y otros lepidópteros del algodonero. En ambos cultivos
y en huevos del mazorquero del maíz se ha recuperado J. semifumatum de
huevos del barrenador del "coquito" (Cyperus), (Pollack 1975) y de otras plagas
como el gusano de hoja del algodonero, el enrollador de hojas de gramíneas,
Papilio del naranjo, Mescinia del algodonero y de otros lepidópteros. El año 1976
se introdujeron al país las especies T. euproctidis contra huevos del gusano de
brotes del olivo; T. japonicum, T. australicum y T. chilotraea contra huevos
del cañero; y T. robustus y Trichogrammatoidea armígera contra Heliothis
(Whu 1976). Whu (1985) ha revisado la validez de las especies T. fuentesi Torre
y T. exiguum Pinto & Plainer en plagas de algodón, caña y maíz.
Familia Eulophidae
Los eulófidos son avispitas pequeñas de color metálico, predominantemente
parásitos externos de minadores de hojas y barrenadores de tallos, larvas de
moscas, lepidópteros y escarabajos; también incluye algunos parásitos internos e
hiperparásitos.
Diglyphus (Solenotus) websteri (Craw) y varias especies de Chrysocharis
(Euparacrias) parasitan moscas minadoras (Redolí! y col. 1985 b); Pnigallo
parásita al microlepidóptero minador de la hoja de caña de azúcar, Donacivola
saccharella Busck. En cambio Melittobia sp. es hiperparásito de la mosca
indígena parasitoide del barreno de la caña de azúcar. Closterocerus prob.
cintipennis, Cirrospilus variegatus, Achrysocharella sp. y Tetrastichus sp. son
parásitos de Bucculatrix (Herrera y Alvarez, 1979).
Familia Aphelinidae
Los afelínidos son muy importantes como parasitoides de queresas, áfidos
y moscas blancas; también existen
hiperpárasitos y parásitos de otros grupos de insectos.
Los adultos de los afelínidos suelen alimentarse de las exudaciones
azucaradas de sus hospederos pero también se nutren de los líquidos que salen
de las heridas causadas por el ovipositor en el cuerpo del hospedero. Muchos
adultos matan a sus hospederos en esta forma actuando como predadores.
Los géneros Aphytis, Aspidiotiphagus y Prospaltella son muy importantes
como parasitoides de las queresas diaspídidas o escamas. Aphytis roseni
DeBach & Gordon es un eficiente parasitoide de la escama circular de los
cítricos, Selenaspidus articulatus, y ha sido introducido en el país con gran éxito
(Bartra 1974; Beingolea 1990); A. lepidosaphes Compere parásita a la escama
coma de los cítricos. A. holoxanthus DeBach. Se ha establecido exitosamente
en el Perú contra Chrysomphalus aonidum (L.) (escama roja de Florida) en
cítricos. Algunas especies parásitas de escamas de cítricos que no se han
adaptado bien en el país son A. diaspidis How., A. chrysomphali Mercet y, A.
lingnanensis Compere.
Las especies Aspidiotiphagus citrinus How y A. lounsburyi Berl. et Paoli
parasitan con alguna eficiencia a la escama coma, escama circular, escama
roja de Florida y escama dictiosperma, todas plagas de los cítricos (Beingolea
1969). También parasitan a la queresa latania del olivo. Prospaltella berlesei
(Howard) parasita a la escama blanca del durazco y P. porteri Mercet, a la
mosca blanca lanuda de los cítricos. Una especie de Prospaltella parásita a
los huevos de Heliothis.
El género Coccophagus contiene especies que son parásitas de queresas
cóccidas o lapillas. C. questor Girault ejerce cierto parasitismo contra la queresa
blanda marrón, la queresa corni, y la queresa negra del olivo. C. rustí, es un
parasitoide introducido con éxito contra la queresa hemisférica, Saissetia
coffeae. Eretmocerus paulistus Hempel y E. haldemani How ejercen cierto
parasitismo contra la mosca blanca lanuda de los cítricos. Especies de Encarsia
parasitan moscas blancas. Encarsia sp. parasita huevos del gusano de hoja
del algodonero. Aphelinus malí (Haldm.) parasita eficientemente en algunos
lugares al pulgón lanígero del manzano.
Familia Encyrtidae
Los encírtidos forman un grupo importante de parásitos de queresas, áfidos,
cochinillas harinosas y moscas blancas; en menor proporción parasitan huevos,
larvas y pupas de lepidópteros y garrapatas; también hay hiperparásitos.
Varias especies presentan poliembrionaría, es decir de un solo huevo se
producen varios o numerosos individuos.
Los géneros Aphycus, Metaphycus, Encyrtus y Microterys son importantes
parásitos de queresas cóccidas o lapillas. Metaphycus lounsburyi How.
parasita en forma específica y con gran eficiencia a la lapilla negra del olivo
Saissetia oleae; esta última y la lapilla hemisférica son parcialmente
parasitadas por M. helvolus, M. luteolus, y Microterys flavus How.
Las cochinillas harinosas o pseudocóccidos son parasitadas por encírtidos
de los géneros Aenasius, Anagyrus Apoanagyrus, Leptomastix, Leptomastidea,
Paranusia, Pezaphycus, Grandoriella y Pauridia (= Hungariella) (Salazar,
1981). Entre las especies registradas en el país, Aenasius masii Domen.,
parasita a la cochinilla harinosa marítima y otras especies; Anagyrus
pseudococcis (Girault) y A. narcicius (Salazar) (Salazar 1981) a la
cochinilla harinosa del algodonero; Grandoriella lamasi Domen a las dos
especies de cochinillas antes mencionadas y Hungariella (Pauridia) peregrina
Timberlake a la cochinilla harinosa de los cítricos (Salazar 1972; Coquis y
Salazar 1975). Achrysophagus sp. es hiperparásito de Anagyrus y de otros
parásitos de cochinillas. Arrhenophagus chionaspidis Aun, parásita al piojo
blanco del algodonero.
Entre los parásitos de lepidópteros está el género Copidosoma; C.
gelechiae How. y C. koehleri son parasitoides poliembrónicos de las polillas
de la papa. Apsilophrys oecetícola De Santis es parasitoide poliembriónico
del pegador de las hojas del camote, Pebops sp. (Avila y Redolfi, 1990).
Aegeniaspis bucculatrix y Anagyrus sp. son parasitoides de Bucculatrix (Herrera
y Alvarez, 1979).
Familia Mymaridae
Los mimáridos son avispitas muy pequeñas que parasitan huevos de diversos
insectos especialmente de cigarras y cigarritas. En el país se han registrado
los géneros Anagrus, Erythmelus, Gonatocerus y Polynema.
Familias Tetrastichidae y Entedontidae
Estas pequeñas familias son consideradas por algunos autores como
subfamilias de los eulófidos. Especies del género Tetrastichus parasitan al
minador de la hoja de la caña, a minadores de las hojas de la papa, a la mosca
de las agallas de la hoja de la yuca (Korytkowski y Sarmiento 1967) y predatan
al acaro de la verruga del algodonero (González 1958). Las especies de
Closterocerus igualmente parasitan a minadores de hojas y al Bucculatrix
del algodonero; las especies de Euparacrias, a moscas minadoras. Especies de
Euplectrus ectoparasitan al Heliothis y a otras especies de noctuidos.
Familia Pteromalidae
Los pteromálidos son avispitas de color negro, bronce o verde metálico que
parasitan una gran variedad de insectos, muchas veces como ectoparasites
gregarios; también hay especies hiperparásitas. Anisopteromalus calandrae
(How.) parasita a gorgojos de granos almacenados; Heterolaccus (Catolaccus)
townsendi Cwfd. al picudo del algodonero (Hoyle 1958); especies de
Pteromalus al gusano de la col y otros lepidópteros; Scutellista cyanea Mots a las
lapillas negras del olivo y hemisférica; Pachycrepoideus tucumanus Blanchard
y Spalangia anastrephae Blanchard parasitan a moscas de la fruta.
Pachyneuron siphonophorae (Ashm) es un hiperparásito de Aphidius, parásito
de áfidos. Dibrachys cavus (Walker) es un ectoparasitoide gregario de la
polilla de la papa y otras especies de lepidópteros (Redolfi y col., 1985).
Existen varias especies de Halticoptera (De Santis, 1985), Halticoptera
arduine (Walker) es un importante parásito de la mosca minadora Liriomyza
huidobrensis (Arellano y Redolfi, 1988).
Familia Chalcididae
Los chalcídidos son las avispas más grandes dentro de los chalcidoideos, llegan a
medir hasta 7 mm. de largo y tienen los fémures de las patas posteriores
característicamente muy desarrollados. Varias especies de Brachymeria y
Chalcis parasitan larvas y pupas de lepidópteros, entre ellos al pegador de las
hojas del arroz, al gusano de hoja del algodonero, y al Heliothis. Spilochalchis
parásita al barreno de la caña de azúcar y Dirhinus giffardii Silv. a la mosca
mediterránea de la fruta (Risco 1965).
Familias Eurytomidae, Thysanidae y Eupelmidae
Entre los euritómidos se tiene a Eurytoma piurae Cwfd. y E. tylodermatis Ashm.
parásitos del picudo del algodonero; y también hay especies fitófagas como
Bruchophagus gibbus (Hoeman) que daña semillas de alfalfa. Entre los tisánidos,
hay especies de Thysanus que parasitan a queresas e hiperparasitoides de
parasitoides de las mismas queresas cóccidas; T. dipterophagus Dir. es
hiperparásito de la mosca indígena parásita del barreno de la caña de azúcar.
Entre los eupélmidos, Eupelmus cushmani Cwfr. parásita al gorgojo de la
chupadera del algodonero; Lecanobius utilis Comp. ejerce ligero parasitismo
sobre la queresa negra del olivo.
Entre las muchas familias de avispas que incluyen parásitos y que pertenecen a
otras superfamilias se pueden mencionar a las siguientes:
Familias Scelionidae
Los sceliónidos forman una familia numerosa e importante de avispas
minúsculas que parasitan huevos de insectos. Especies del género Telenomus
parasitan de preferencia huevos de lepidópteros T. alecto parásita huevos
del barreno de la caña (Cueva, 1979). T. remus ha sido introducido para
controlar cogollero (Gómez, 1987).
Familia Scoliidae
Los escolíidos son avispas robustas, vellosas, negras, con manchas
amarillas o rojas que actúan como ectoparasitoides de larvas de coleópteros
grandes. Las especies de los géneros Campsomeris y Scolia parasitan a los
gusanos blancos del suelo.
Familia Sphecidae
Los esfécidos son avispas grandes, un tanto robustas que hacen nidos de
barro, abren túneles en el suelo, o utilizan grietas de los árboles; la mayoría de
las especies son parásitas pero también son predadores. Sphex chilensis
(Reed) ataca a los gusanos de la hoja del algodonero y a otros noctuidos.
Otras familias
Otras familias de avispas parásitas de menor importancia son las siguientes:
Familia Cynipidae: La mayoría de los cinípidos forman agallas en las plantas
pero algunas especies son parásitas de moscas e hiperparásitos de
bracónidos. Especies del género Eucoila parasitan a las moscas de la fruta y
otros dípteros. Ganaspidium parásita moscas minadoras (Redolfiycol., 1985
b).
Familia Platygasteridae: Avispitas pequeñas generalmente de color negro
que parasitan moscas, algunas queresas y moscas blancas o aleyródidos.
Amitus spinifera Brethes es un parásito importante de la mosca blanca
lanuda de los cítricos.
Familia Bethylidae: Avispas de tamaño pequeño a mediano que parasitan
larvas de lepidópteros y escarabajos. Prorops nasuta es un parásito
externo introducido al país contra la broca del café.
Especies de los géneros Parasierola y Gonozius parasitan al gusano rosado
de la India.
Familia Tiphiidae: Avispas negras brillantes o con manchas rojas que
parasitan de preferencia a los gusanos blancos del suelo en forma de
ectoparasites. Un género registrado en el país es Tiphia.
Familia Pompilidae: Avispas grandes que atacan y paralizan a las arañas.
En la costa son comunes varias especies del género Pepsis.
Moscas parásitas
Las moscas parásitas atacan preferentemente larvas de lepidópteros y en
menor grado larvas y adultos de coleópteros, ninfas y adultos de hemípteros.
Como no poseen ovipositor alargado, la mayoría de sus hospederos son
insectos que no están protegidos en túneles o minas, salvo algunas
excepciones.
Las moscas parásitas son en su mayor parte larvíparas u ovo-larvíparas,
pero también hay algunas especies que son ovíparas. Las larvitas de las moscas
suelen permanecer inactivas por un tiempo dentro del cuerpo del hospedero
hasta que el hospedero ha alcanzado cierto desarrollo, entonces la larva del
parasitoide crece en forma rápida. Las moscas adultas se alimentan del
néctar de las plantas y de diversas detritos.
La mayoría de las especies de moscas parásitas pertenecen a la familia
Tachinidae o Larvaevoridae. También se encuentran algunas especies parásitas
en las familias Sarcophagidae, Cecidomyidae, Phoridae y otras.
Familia Tachinidae
(Figura 8:9)
Los taquínidos son moscas de tamaño mediano a grande con cerdas bien
desarrolladas. La actividad de los adultos es marcadamente influenciada por
las condiciones ambientales pero en general son buenos voladores; parasitan
comúnmente larvas de lepidópteros y coleópteros, ninfas y adultos de
hemípteros, y algunos otros insectos en menor proporción.
Los hábitos de oviposición son muy variados. Las hembras de Winthemia
reliqua y de otras especies son parásitos comunes del cogollero y otros
noctuidos, y colocan los huevos en los segmentos torácicos del hospedero
(Campos, 1965; Vergara y Cisneros, 1990). Archytas marmoratus
parasitoide de las mismas plagas, deposita sus larvas sobre las hojas en
donde quedan a la expectativa del paso de sus hospederos. Rhamphinina
discalis T.T., parásito de los gusanos blancos del suelo depositan sus
pequeñas larvas en el suelo donde penetran hasta alcanzar a sus
hospederos. Paratheresia claripalpis Wulp, parásito del barreno de la caña del
azúcar, deposita sus larvas sobre el tallo y de allí se movilizan en busca del
hospedero en las galerías de la caña (Risco, 1963). Las hembras de
Acaulona peruviana T.T. y Paraphoranta peruviana T.T., parasitoides del
arrebiatado del algodonero, perforan la cutícula del hospedero para
depositar internamente a sus pequeñas larvas. Gonia (Reamuria) peruviana,
parasitoide de gusanos de tierra o gusanos cortadores, deposita sobre
las hojas huevos microscópicos que son ingeridos por las larvas junto con su
alimento.
Otras moscas registradas en el país son: Eucelatoria australis T.T., importante
parásito del gusano de hoja del algodonero y otros noctuidos, E. digitata, parásito
de noctuidos y otros lepidópteros y Eucelatoria pos. heliothis parásita Heliothis y
otros noctuidos (Vergara, 1985); Euravinia sp. y Rileyella sp., parásitos de gusanos
de hoja, Stenomya meridionalis, parásito del perforador de las plantas tiernas
del maíz; Gonia peruviana, Prosopochaeta setosa (Townsend), Patelloa
robusta (Wied) e Incamya sp. parasitan a los gusanos de tierra o gusanos
cortadores (Alcalá 1978); Euphorocera (Plagiotachina) peruviana T.T. parásita
a Heliothis y Nemorilla angustipennis Tns, a Pococera y gusanos pegadores de
hojas del algodonero. Muchas otras especies son mencionadas por Vergara y
Raven (1989).
Familia Sarcophagidae
Los sarcofágidos son moscas pequeñas a medianas de hábitos muy
diversos, desde saprófagos hasta parásitos de animales superiores. Las especies
parásitas de plagas son en su mayoría larvíparas y atacan especialmente a
ortópteros y en menor grado a lepidópteros, moscas, chinches y avispas.
Sarcophaga chrysostoma W. ataca a los huevos de la langosta migratoria
sudamericana en Jaén y Blaesoxipha = (Acridiophaga = Sarcophaga) caridei
Brethes es un parasitoide importante de la misma langosta en Ayacucho
(Beingolea, 1963,1990).
Familia Bombyliidae
Los bombílidos son moscas que tienen el aspecto de abejorros, cuerpo
robusto cubierto densamente de pelos. Las larvas pueden ser parasitoides o
predadoras. Las formas parásitas atacan a las larvas de avispas, moscas,
escarabajos y lepidópteros.
Otras familias de moscas que incluyen especies parásitas de plagas son:
Cecidomyiidae, Phoridae, Pyrgotidae, Drosophilidae y Cryptochaetidae, a
ésta última familia pertenece Cryptochaetum iceryae (Will.) eficiente parásito
de la queresa algodonosa de los cítricos.
Nematodos parásitos
Algunas especies de nematodos son parásitos obligados de insectos y otros
invertebrados. Algunos producen esterilización y otros provocan la muerte del
hospedero. Los nematodos requieren de una película líquida para poder
desplazarse sea en el suelo o en la parte aérea. Los nematodos ingresan por
las aberturas naturales del cuerpo del insecto; en general son muy susceptibles a
la desecación aunque algunas especies presentan un estado especial mas
resistente que las formas activas. Las especies más conocidas pertenecen a las
familiasbSteinernematidae, Heterorhabditidae y Mermitidae que suelen matar
rápidamente a sus hospederos. Esto se debe a que los nematodos están asociados
con bacterias que causan septicemias en los insectos.
Neoplectana (Steinernema) carpocapsae, parásita gorgojos, orugas noctuidas,
algunas moscas, la polilla de la manzana y diversos insectos de vida
subterránea; Heterorhabditis parásita larvas de lepidópteros; Heterotylenchus
parásita moscas y escarabajos; Mermis spp. y otros mermítidos parasitan langostas,
Howardula benigna, parásita adultos de diabróticas y Deladenus parásita
gorgojos y otros insectos.
Insectos Predatores
Los insectos predatores incluyen tanto especies masticadoras como
especies picadoras-chupadoras. Los insectos masticadores se aumentan
exclusivamente de sus presas; en cambio muchos insectos picadores
chupadores predatores se alimentan tanto de los jugos de sus presas como
de los jugos de las plantas. En esos casos, los jugos de las plantas permiten la
subsistencia del predator, pero por lo general éste requiere de los jugos
animales para reproducirse normalmente. En general los adultos de las
especies predatoras tienen el mismo régimen alimenticio que los estados
inmaduros, larvas o ninfas.
La mayoría de los insectos predatores se encuentran entre los
coleópteros, hemípteros y neurópteros; en menor grado, dípteros e
himenópteros.
Escarabajos Predatores
La mayoría de los coleópteros o escarabajos predatores pertenecen a las
familias Carabidae y CoccineUidae.
Familias Carabidae y Cicindelidae
(Figura 8:10)
Los carábidos y cicindélidos son escarabajos grandes a medianos, muy activos
agresivos y voraces, exclusivamente zoófagos; caminan rápidamente en el
suelo y por lo general no suben a las plantas. Durante la roturación del suelo
por araduras y cultivos estos escarabajos suelen presentarse en gran
número devorando larvas y pupas de insectos que quedan al descubierto.
En la costa central se encuentran Calosoma abbreviation Chand y Anisotarsus
spp. (carábidos) de hábitos nocturnos y Megacephala (Tetracha) Carolina
chilensis Cast, y Cicindelidia (Cicindela) trifasciata peruviana Lap.
(cicindélidos). El uso de insecticidas ha reducido las poblaciones de estos
predatores en forma substancial. Hylithus es un género de carábido registrado
en la sierra. En la selva los carábidos y cicindélidos son muy abundantes (Erwin,
1990).
Familia Coccinellidae
(Figura 8:11)
Los coccinélidos son escarabajos hemi-esféricos, predatores de áfídos,
cochinillas harinosas y queresas. Unas pocas especies de los géneros
Epilachna y Psylobora son fitófagas o micófagas. Los coccinélidos son los
insectos predatores más comunes; se les conoce comúnmente como "vaquitas
de San José", "mariquitas" y otros nombres; suelen ser muy abundantes en
presencia de severas infestaciones de áfidos.
La especie más común parece ser Hippodamia convergens Guer. especie
que ha sido introducida en el país. Entre otras especies están Cycloneda
sanguínea L., Coleomegilla maculata D.E., Eriopis connexa Germ. Pullus
sp., Scymnus ocellatus Sharp (Romero y col. 1974), Neda astriña, Coccinellina
sp., Coccinella sp., las dos últimas especies de preferencia en la sierra;
Brachyacantha bistripustulata y varias especies de Azya en la ceja de selva
son predatoras de queresas coccidas (Carrasco 1962a); Microweisia
(Scymnus) sp. es predator de arañitas rojas del algodonero, Zagreus
hexasticta predata cochinillas harinosas y Orthezia (Pacora, 1980). Lindorus
lonphanthae predata al piojo blanco de los cítricos. Rhizobius pulchellus es
un eficiente predator de queresas diaspididas introducido al país (Beingolea
1990).
La acción de los coccinélidos es relativamente lenta, y en general no se les
puede catalogar entre los más eficientes enemigos naturales con algunas
excepciones como Rodolia cardinalis. Este último es predador de la queresa
algodonosa de los cítricos y ha sido introducida a muchas áreas del mundo con
resultados espectaculares. En el Perú se ha tratado de introducir en más de una
oportunidad Cryptolaemus montrouzieri, predator de la cochinilla
harinosa, pero no se ha tenido mayor éxito.
Hay otras familias de Coleópteros que albergan predatores, entre ellas
las familias Staphylinidae (Palomino y Dale, 1988). Somatium sp. predata
arañitas rojas (Korytkowski, 1966).
Chinches Predatores
(Figura 8:12)
Entre los hemípteros o chinches existen importantes especies predatoras
distribuidas en diversas familias.
Familia Miridae
Los míridos son chinches pequeñas y ovales; aunque muchas son especies
fitófagas otros son predatoras muy importantes, especialmente de huevos de
Lepidópteros. Los géneros predatores más comunes son Rhinacloa,
Hyalochloria, Campylomma, Ceratocapsus, Spanogonicus y Hyaliodes
presentes en los campos de algodón. Herrera (1965, 1987^ considera que las
especies de Rhinacloa (R. fortícornis, R. aricana y R. subpallidicornis)
constituyen el principal agente regulador de las poblaciones de Heliothis
por su predación en huevos y larvas pequeñas. Hyalochloria denticomis es un
importante predator de huevos del gusano de la hoja del algodonero, Anomis
texana, (Beingolea 1959 b) y Ceratocapsus dispersus predata huevos y larvas
pequeñas de Bucculatrix y del gusano rosado. (Encalada y Viñas, 1989).
Carvalho (1990), Vargas y Raven (1988) presentan listas de los míridos del
Perú.
Familia Anthocoridae
Los antocóridos son chinches pequeñas que viven entre las flores y
terminales de las plantas. Muchas especies son predatoras. Orius insidiosus
(Say) y Paratriphleps laeviusculus Champ, son eficientes predatores de
huevos de Heliothis y otros lepidópteros (Wille 1952, Korytkowsky y col.
1966; Cueva y col. 1974). Orius también predata trípidos.
Familia Nabidae
Los nábidos son chinches algo delgadas, frecuentes en gramíneas y plantas
herbáceas, se alimentan de larvitas y otros insectos pequeños. Nabis
punctipennis Blanch, y N. capsiformis Germar (Ojeda 1971) se presentan en la
costa del país.
Familia Neididae (Berytidae)
Son chinches de cuerpo muy delgado con patas largas. Común en la costa
es Aknysus (Parajalysus) spinosus Dist. predator de huevos y larvas
pequeñas.
Familia Reduviidae
Los redúvidos son chinches carnívoras y hematófagas; algunas son
predatoras de insectos. Zelus spp. son comunes en plantaciones de maíz
donde pre-datan larvas de diversos lepidópteros. Rasahus amatus es
menos común y su picadura al hombre es muy dolorosa.
Familia Lygaeidae
Estas chinches son preponderantemente fitófagas pero algunas especies son
predatoras; entre ellas Geocoris punctipes Say y G. borealis que destruyen
huevos y larvas pequeñas de diversos lepidópteros.
Familia Pentatomidae
Llamados también chinches-escudo, en su mayor parte se alimentan del
jugo de las plantas pero algunas especies también son predatoras de larvas
de lepidópteros y otros insectos. En el algodonero se presentan las especies
Euchistus convergens (H.S.), E. incies, Piezodorus guildini Westw., Podisus
nigrispinus, P. sordidus y Edessa sp. pero su eficiencia no parece importante.
Neurópteros Predatores
Los insectos del orden neuróptera son especialmente predatores y las
dos familias más importantes de este orden son Chrysopidae y Hemerobiidae.
Familia Chrysopidae
(Figura 8:13)
L o s c r i s ó p i d o s a d u l t o s s e caracterizan porque sus alas son reticuladas
de color verde, de aspecto frágil; pero sus. larvas son predatoras voraces de
áfidos, arañitas rojas, cochinillas harinosas, huevos de diversos insectos y
larvitas pequeñas.
Entre otras especies, Chrysoperla externa (Hagen) es común en el maíz y
Ceraeochrysa cincta Schneider en cítricos (Nuñez, 1988a, 1988 b).
Familias Hemerobiidae y Sympherobiidae
Los adultos tienen alas reticuladas de color bruno y son más pequeños que
los crisópidos. Sympherobius californicus Banks es predator de cochinillas
harinosas y Hemerobius sp. predata arañita roja y varios insectos pequeños.
Moscas Predatoras
Entre los dípteros o moscas se encuentran algunas especies predatoras
distribuidas en diversas familias. Entre ellas están las familias Syrphidae,
Cecidomyiidae, Asilidae Chamaemyiidae, Drosophilidae y Dolichopodidae.
Familia Syrphidae
(Figura 8:14)
Los sírfidos son moscas de color atractivo, con manchas o líneas
transversales, de hábitos muy diversos. Las larvas de algunas especies son
predatoras de áfidos y cochinillas, especialmente los géneros Syrphus y
Baccha. Sirphus shorae Fluke y Allograpta exótica Wied. se han registrado
como predatores de áfidos del maíz (Cevallos 1973).
Familia Cecidomyiidae
Los cecidómidos son moscas pequeñas, delicadas, en su mayor parte-
fitófagas; pero algunas especies son predatoras de áfidos, arañitas rojas,
cochinillas harinosas, queresas y moscas blancas. Diadiplosis sp. predata
a cochinillas harinosas.
Familia Chamaemyiidae
Las larvas de esta pequeña familia son predatoras de áfidos, cochinillas
harinosas y queresas diversas. Melaleucopis ortheziavora Sabrosky es predator
de huevos de la Orthezia del olivo (Beingolea 1961).
Familia Drosophilidae
Los drosofílidos son mosquitas que en su mayoría se alimentan de frutos
en fermentación y substancias en descomposición; pero unas pocas
especies son predatoras o parásitas. La larva de Gitana brasiliensis Costa
Lima ataca a la Orthezia del arroz (Salazar 1959) y del olivo (Beingolea 1965).
Familia Asilidae
Los asílidos son moscas grandes, robustas, alargadas y un tanto vellosas. Los
adultos son muy activos y predatan diversos insectos; no son muy abundantes
por lo que su importancia es pequeña. G. Lamas (1972) presenta una
relación de los asílidos peruanos.
Familia Dolichopodidae
Los adultos y larvas de esta familia son predatoras. Son moscas pequeñas,
de colores metálicos verdosos o azulados, con patas largas. Especies del
género Condylostylus predatan adultos de moscas blancas y moscas
minadoras.
Avispas Predatoras
En el orden hymenoptera se presentan algunas especies que son
predatoras, sobre todo dentro de las superfamilias Chrysidoidea,
Bethyloidea, Scolioidea y Sphecoidea. La mayoría captura insectos que
llevan a sus nidos para alimentar a sus larvas. Polistes peruviana Beq.
(Beingolea, 1986), Potybia juntaría y otros véspidos contribuyen al control del
minador de la hoja del cafeto y muchas otras plagas (Enríquez y col., 1975).
Los esfégidos Chlorion thomae F. y C. striatum (Smith) capturan y se
alimentan de la langosta migratoria sudamericana (Beingolea, 1963).
Las larvas de Scutellista cyanea Mots, de la familia Pteromalidae predata
huevos de queresas cóccidas, de preferencia de la lapilla negra del olivo. Una
especie de Tetrastichus de la familia Eulophidae es predador del acaro de la
verruga del algodonero (González, 1958).
Hormigas predatoras
Las hormigas son activas predatoras de huevos y larvas de diversas plagas. Su
importancia no ha sido evaluada seriamente en nuestro país. Las especies de
hormigas presentes en la costa del país incluye a los géneros Pheidole,
Crematogaster, Tetramorium, Leptothorax, Solenopsis, Camponotus y muchos
otros (Pardo, 1964).
Arañas predatoras
(Figura 8:15)
Las arañas (Clase Arachnida, Orden Araneida) constituyen predatores muy
generales. Algunas especies cazan sus presas directamente, mientras que otras
lo hacen por medio de sus telarañas. La importancia práctica de las arañas no
está bien definida. Es posible que las telarañas atrapen un mayor número de
insectos benéficos debido a su mayor movilidad, y que los cazadores directos
destruyen más insectos fitófagos, precisamente por que éstos son más lentos. En
la actualidad hay una tendencia a atribuirle un rol más importante que en el
pasado.
Entre las arañas frecuentes en los campos están las familias que no tejen telas;
Thomisidae o arañas-cangrejo; Oxyopidae o arañas Unce de colores punteados con
cuerpo y patas alargadas; la familia Salticidae o arañas saltadoras. Entre las
familias que tejen telaraña están los Theridiidae con telas asimétricas y los
Argiopidae con telas simétricas. Según Aguilar (1968, 1977, 1988) las arañas
más frecuentes en los terminales y hojas del algodonero en la costa central son
Theridion calcynatum Holmberg y Theridula gonygaster (Simón) (Theridiidae),
Leucauge sp. (Argiopidae), Oxyopes gracilis Keyserling y M. variegatus Keys.
(Thomisidae). Las arañas más frecuentes en botones, flores y bellotas son:
Steatoda andina Keys. (Theridiidae); Gasteracantha raimondii Taczanowski
(Argiopidae); Lycosa sp. (Lycosidae); Clubiona sp. (Clubionidae); Anyphaena sp.
(Anyphaenidae); Metaphidippus sp. y Phiale sp. (Salticidae).
Ácaros predatores
Los ácaros predatores son pequeños, muy móviles que se alimentan de huevos,
larvas y adultos de trípidos y otros insectos pequeños, pero sobre todo son predatores
de las arañitas rojas y otros ácaros fitófagos. También hay ácaros parásitos de
larvas e insectos adultos grandes. Son especialmente importantes de los géneros
Typhlodromus y Amblyseius de la familia Phytoseidae que abarca muchas
especies benéficas. Se les encuentra atacando especialmente arañuelas rojas,
eriófidos y trípidos en frutales y otras plantas. El acaro Pyemotes ventricosus
(Newport) predata diversas queresas diaspididas. En el país se ha puesto poca
atención al estudio de los ácaros benéficos a pesar de que se les reconoce su
importante rol en la regulación de las poblaciones de arañitas rojas.
También son importantes especies de las familias Trombidiidae, Cheyletidae,
Bdellidae, Cunaxidae, Tydeidae, Stigmaeidae y Anystidae.
Vertebrados predatores
Las aves y los sapos son los principales predatores vertebrados. Las
lagartijas y los murciélagos tienen menos importancia por su escasez. Los peces
principalmente del género Gambusia, son importantes predatores de insectos que
pasan toda o parte de su vida en el agua, como las larvas de zancudos.
L a s a v e s c o n s u m e n g r a n d e s cantidades de insectos a los que capturan en el
vuelo, en las plantas, en el suelo o extraen de sus escondrijos. Las poblaciones de
aves son particularmente grandes en las áreas donde existen muchos árboles que
les sirve de refugio y lugar de anidamiento. Desafortunadamente en la
mayoría de las zonas agrícolas modernas se ha eliminado gran parte de los
árboles y arbustos que solían delimitar los campos. Wille (1952) señalaba
que en campos de algodonero rodeados de matorrales los daños del gusano
de hoja eran escasos y asociaba este hecho con la abundancia de aves
favorecida por el matorral. Carrasco (1962b) menciona que en el valle de la
Convención hay una pequeña avecita de color negro que corta el abdomen de las
hembras de las hormigas coqui durante el vuelo nupcial.
Entre las especies de aves predatoras de insectos en la costa está el "guarda
caballo" Crotophaga sulcirostris sulcirostris que se alimenta del
arrebiatado del algodonero y de muchos insectos del suelo que quedan
expuestos al momento de las araduras, de los riegos y de la quema de
rastrojo. En ciertas épocas del año se presentan en los campos que están
siendo arados grandes parvadas de gaviotas que se alimentan de gusanos
blancos y otros insectos del suelo. Entre las especies más comunes está la
gaviota migrante, Larus pipixcan; la gaviota gris, L. modestus; la gaviota
peruana, L. belcheri y L. serranus.
También se presenta el halcón Polyborus plancus que come insectos del
suelo. Entre las lechuzas están Athene (Speotyto) cunicularia o lechuza
excavadora y la lechuza de los campanarios Tyto alba (= Strix per lata) (Aguilar y
col., 1977; Pulido y col, 1979).
Las aves Elanoides forticatus y Accipiter ventralis se alimentan de la
langosta migratoria sudamericana (Beingolea, 1963).
Los sapos, Bufo spp., devoran diversas especies de insectos entre el
atardecer y la madrugada en que muchos insectos se encuentran activos; de
preferencia aquéllos que se movilizan a escasa altura sobre el suelo,
incluyendo escarabajos, gorgojos y lepidópteros. En la costa norte se
encuentra la iguana insectívora Ameiva sp.
ENFERMEDADES DE LOS INSECTOS
De los diversos microorganismos que causan enfermedades a los insectos
(rikettsias, virus, bacterias, protozoarios y hongos) los de más fácil manejo son
los virus y las bacterias por su relativa facilidad de reproducción y por ser
relativamente menos dependientes de las condiciones ambientales. Aún así, la
gran limitación general para el desarrollo de la lucha microbiológica parece ser
su marcada dependencia de las condiciones ambientales y de las condiciones
fisiológicas del insecto hospedero. Los hongos suelen ser muy susceptibles a
la falta de humedad, pero superada esta limitación también pueden ser
manejados con éxito.
Las bacterias, hongos y virus son muy sensibles a la luz solar directa y
generalmente sobreviven solo dos a tres días expuestos directamente al sol. La
longevidad es mucho mayor en condiciones de protección y bajas
temperaturas. Así, las bacterias y los virus pueden durar varios años a
temperaturas de 5 a 10° C. A temperaturas mayores (20-25° C) los virus son
más resistentes que las bacterias y los hongos (C. M. Ignofib, 1985).
Es bastante común, que los insectos fitófagos lleven en su organismo
ciertos patógenos pero estos gérmenes llegan a generar epizootias, es decir
mortandades masivas de la plaga, sólo bajo ciertas circunstancias, no
siempre bien esclarecidas. En algunos casos parece que estas condiciones
se dan cuando se presentan simultáneamente dos patógenos y se
producen enfermedades mixtas o cuando el insecto está fisiológicamente
disminuido. En general las grandes epizootias se desarrollan rápidamente en
condiciones de altas densidades de la plaga pero la manera en que los
organismos persisten o circulan dentro del ecosistema es poco conocido.
Con frecuencia se presentan puntos focales de distribución de la enfermedad y
se dan casos en que una población sana se encuentra próxima a una
población infectada sin contagiarse.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Los efectos del control químico intensivo en la costa central del Perú
Están un poco lejanos en el tiempo, pero siguen siendo experiencias aleccionadoras
los fenómenos ocurridos en los valles de Cañete, Chincha y Pisco en la costa central
del Perú considerados entre los primeros dramas generados por el abuso de
insecticidas. En estos valles, hasta mediados de la década de 1940, se utilizaba
insecticidas arsenicales para combatir las principales plagas masticadores del follaje
y perforadoras de bellotas y botones del algodonero; y sulfato de nicotina contra
insectos picadores-chupadores. El control biológico era bastante eficiente. Al finalizar
la segunda guerra mundial se inició el uso de insecticidas orgánicos sintéticos como
el DDT, BHC y Toxafeno, mucho más potentes que los antes mencionados. Durante
los primeros años los rendimientos se incrementaron, pero poco tiempo después
comenzaron a aparecer nuevas plagas y las plagas antiguas se hicieron más
severas. En un esfuerzo por contrarrestar los nuevos problemas, se aumentaron las
dosis y las frecuencias de aplicación de los insecticidas clorados, a cuya lista no
tardaron en sumarse los nuevos insecticidas fosforados. En los años 1955 y 1956 se
llegaron a efectuar de 20 a 30 aplicaciones por campaña sin mayores éxitos. Por
entonces se registraron los más bajos rendimientos del algodonero en la historia de
estos valles. La resistencia de diversas plagas a los insecticidas se había
generalizado y aparecieron nuevas plagas que eran insensibles a los tratamientos.
Muchos agricultores y empresas agrícolas quedaron al borde del colapso económico.
Estas y otras experiencias muestran que los insecticidas deben ser usados con
mucho cuidado. El buen uso de estos productos requiere de una serie de
consideraciones tratando de aprovechar su efecto represivo contra las plagas y al
mismo tiempo reduciendo los efectos colaterales indeseables. La agricultura
moderna intensiva requiere, casi ineludiblemente, el uso razonable de los
insecticidas. En este sentido resulta lamentable reconocer que muchas veces las
recomendaciones de pesticidas las hacen personas no muy bien enteradas o que
imponen criterios comerciales sobre los criterios técnicos.
Efectos diversos
Hay efectos fisiológicos en la planta un tanto sutiles que resultan difíciles de detectar
a primera vista. Estos efectos pueden resultar benéficos o dañinos para las plantas.
Las asperciones de cúpricos (fungicidas) son dañinos a los durazneros; las
asperciones del oxicloruro de cobre retarda la maduración de los frutos de café pero
aumenta su resistencia a la sequía. El caldo bórdales afecta el desarrollo y
rendimiento de los tomates. La acumulación de arseniato de plomo en el suelo
reduce el crecimiento y rendimiento de diversas plantas. Las emulsiones de aceite
de petróleo retardan el desarrollo de los nuevos brotes de los frutales caducifolios.
Por el contrario, la aplicación de emulsiones de aceite de linaza en invierno estimula
un brotamiento temprano y uniforme del manzano.
La aplicación de compuestos clorados, particularmente DDT, puede causar retardo o
retraso del crecimiento de algunas plantas; aunque se ha registrado también que el
dieldrín y aldrín estimulan el crecimiento de otras.
Los informes sobre la influencia de los pesticidas en la iniciación de la floración,
cuajado y crecimiento de los frutos es muy diversa. Entre los pocos casos bien
definidos se encuentra la acción del carbaryl que cuando se aplica a los manzanos al
tiempo de la caída de los pétalos produce apreciable desprendimiento de frutitos; por
esta razón este producto puede utilizarse como raleador de frutos.
Los aceites emulsionables de petróleo alteran importantes procesos fisiológicos de
los cítricos. Se considera que retardan la respiración, reducen la asimilación del
anhídrido carbónico, retardan el desarrollo de las yemas y hojas, deprimen la
transpiración y favorecen la caída de las hojas. Además, afectan la composición de
los frutos (disminuye la acidez total y los sólidos totales), retardan su maduración, e
incrementan la incidencia de la "mancha de agua".
Ocasionalmente se ha registrado el efecto benéfico de los pesticidas en la fisiología
de las plantas; así ciertas dosis de azinfos-metílico aumentan la floración de algunas
plantas y el HETP estimula el crecimiento de las rosas. Productos como aldicarb y
carbofuran aplicados al suelo parecen tener cierto efecto estimulante en el desarrollo
de las plantas.
Tipos de toxicidad
Se distinguen dos formas de toxicidad: La toxicidad aguda y la toxicidad crónica. La
toxicidad aguda es producida por dosis relativamente altas de insecticidas que
causan efectos rápidos. La toxicidad crónica es consecuencia de una serie de dosis
pequeñas, cuyos efectos son muy difíciles de medir ya que normalmente debe
transcurrir un tiempo prolongado para manifestarse. Estos efectos son considerados
en la actualidad con creciente interés. Un producto insecticida a las dosis de uso
normal no debe afectar la reproducción de los mamíferos; no debe producir
malformaciones en la descendencia (efectos teratogénicos), ni tener efectos
cancerígenos u oncogénicos. Cualquiera de estos efectos inhabilita el uso del
producto.
Los casos de intoxicaciones agudas generalmente son consecuencia de algún
accidente en la manipulación del insecticida, por descuido o ignorancia. Las
advertencias señaladas en las etiquetas de los envases deben ser acatadas
estrictamente.
Se distinguen las siguientes modalidades de intoxicaciones:
Niveles de resistencia
La resistencia no se desarrolla al mismo ritmo en todas las poblaciones sometidas a
similares presiones de selección. En unos casos la resistencia se desarrolla
rápidamente, en otros ocurre en forma progresiva y puede que en algunos casos no
se llegue a desarrollar o se produzca en forma muy lenta. Aún dentro de una misma
especie se pueden presentar diferencias entre poblaciones aisladas. La explicación
está en los múltiples factores que están involucrados en el fenómeno. Según
Georghiou y Taylor (1986) hay factores genéticos, como la frecuencia de los alelos
de resistencia, el número de alelos involucrados y su condición de dominancia;
también intervienen las interacciones entre los alelos de resistencia, el efecto de
selecciones previas, por otros pesticidas. Hay factores biológicos y ecológicos, como
el número de generaciones por año, el tamaño de la descendencia por generación y
las condiciones de monogamia, poligamia y partenogenesis. También hay que
considerar las condiciones de aislamiento y migración, monofagia y polifagia. Entre
los factores operacionales están la naturaleza química del insecticida, su relación
con productos químicos usados anteriormente y la persistencia de los residuos.
También influye el nivel de infestación usado para las aplicaciones, el umbral de
selección, el estado de desarrollo del insecto, el modo de aplicación, los límites
espaciales de la selección y las selecciones alternativas.
El nivel de resistencia que finalmente alcanza una población puede ser similar o
superior a la tolerancia que registraron los individuos menos susceptibles de la
población. Pueden distinguirse tres casos principales de resistencia (Figuras 9:3).
a. La simple eliminación de los
individuos susceptibles sin incremento de la tolerancia entre los individuos
menos susceptibles. Esto causa solo un pequeño incremento en las dosis
requeridas para destruir los insectos.
b. La resistencia que progresivamente va incrementándose en toda la población.
Este caso sucede normalmente cuando muchos genes están involucrados en la
determinación de la resistencia (resistencia poligénica).
c. Resistencia que se caracteriza por la pronta diferenciación de una fracción de
la población altamente resistente que finalmente es la que persiste. En este
proceso generalmente hay un solo gene de resistencia específica (resistencia
monogénica) o muy pocos genes. En estos casos el fenómeno de resistencia es
más rápido y generalmente alcanza niveles muy altos.
Los niveles de resistencia que pueden alcanzar las poblaciones son muy variables,
en unos casos puede ser 10 veces (10X) más resistente que la población original, en
otros casos, puede alcanzar niveles de 100X o más.
Fuentes de resistencia
La principal fuente de resistencia de los insectos reside en sus mecanismos de
desintoxicación, pero también son importantes los factores que afectan la
penetración del insecticida a través de la cutícula, el almacenamiento de los tóxicos
en los tejidos del cuerpo, la penetración a través de membranas internas, los niveles
de colinesterasa y la capacidad de excresión (March, 1959). También es importante
la reducción de sensitividad de los sitios de acción.
En la resistencia a los insecticidas organofosfóricos con niveles máximos de
resistencia, tienen predominancia los mecanismos de desintoxicación. En los
insecticidas clorados el desarrollo de los niveles de resistencia, normalmente altos y
uniformes, son grandemente influenciados por las condiciones de saturación de los
sistemas de absorción.
Resistencia cruzada
En el desarrollo de resistencia ocurre con frecuencia el fenómeno de resistencia o
tolerancia cruzada; es decir que la presión de selección de un insecticida incrementa
también la resistencia de la población a otro producto que no fue usado en la
selección. Generalmente hay cierto grado de resistencia cruzada entre productos de
la misma clase. Pero dependiendo del mecanismo de resistencia también se
presenta resistencia cruzada entre diferentes clases. Por ejemplo, es notable la
resistencia cruzada entre el DDT y los piretroides (debido al gene kdr) y entre los
carbamatos y organofosforados por selección a la poca sensitividad de la
colinesterasa (Hama, 1983).
Algunas generalizaciones establecidas con anterioridad han encontrado muchas
divergencias con el tiempo; Así se sostenía que entre los fosforados la tolerancia
cruzada era relativamente baja en cambio era relativamente grande entre fosforados
a clorados.
Por otro lado, se consideraba que la tolerancia cruzada entre compuestos clorados
era relativamente alta en cambio entre clorados o fosforados, relativamente baja. En
algunos compuestos se ha encontrado resistencia cruzada de carbamatos a clorados
y a fosforados (Moorefield, 1959). Las poblaciones que exhiben resistencia contra
diversos productos se denominan polirresistentes.
Estabilidad de la resistencia
La estabilidad de los niveles de resistencia constituye un aspecto de gran
importancia práctica pero desafortunadamente todavía no bien esclarecida. En
general, la resistencia a los clorados, normalmente alta, es relativamente estable y
disminuye muy lentamente después que se elimina la presión de selección. Por el
contrario, la resistencia a los fosforados tiende a ser inestable y a disminuir
rápidamente después que se elimina la presión de selección (March, 1959). Es muy
probable que la inmigración de insectos y el flujo de genes entre poblaciones tenga
una importancia muy grande en la estabilidad de la resistencia.
- Piretroides: Son compuestos sintéticos que guardan alguna semejanza con las
substancias activas del piretro (esteres de los ácidos crisantémico y piretroico). Los
piretroides usados en agricultura son los llamados fotoestables que no se
descomponen tan fácilmente como las piretrinas (naturales) y aletrinas (sintéticas).
Son compuestos de una extraordinaria actividad biológica que afecta el sistema
nervioso de los insectos; en algunos casos sólo se necesita unos pocos gramos de
la substancia activa por hectárea. En general, son productos con amplio espectro de
acción, notoriamente sin efecto acaricida (salvo alguna excepción); no hay productos
sistémicos, su acción es por contacto con efectos paralizantes. La mayoría es poco
tóxica para el hombre y otros animales de sangre caliente por lo que su uso se ha
extendido contra plagas caseras y de salud pública.
- Sulfonados: (Acaricidas):
-Aramite ("Aramite")
-Clorbensido ("Chlorocide")
-Clorfenson ("Chlorfenson")
-Clorofenson ("Ovex")
-Clorfensulfuro ("Chlorfensulphide")
-Fenson ("Murvesco")
-Fluorbensido ("Fluorparacide")
-Genite ("Genitol")
-Propargito ("Omite")
-Tetradifon ("Tedion")
-Tetrasul ("Animert")
- Misceláneos: Compuestos muy diversos en su estructura química y en sus
características toxicológicas, incluye compuestos relativamente antiguos y productos
modernos. La mayoría tiene efectos acaricidas.
-Abamectina ("Vertimec")
-Azocyclotin ("Peropal")
-Bromopropilato ("Acarol")
-Clorfenetol C'Dimite")
-Clorobencilato ("Akar")
-Clorofenamidina ("Galecron")
-Cloropropilato ("Acaralate")
-Cyhexatin (“Plictran")
-Dicofol ("Kelthane")
-Dienoclor ("Pentac")
-Fenbutatin (“Torque")
-Oxitioquinox ("Morestan")
-Oxytane ("Neotran")
-Tranid (“Tranid")
Concentrados emulsionables: CE
(Emulsifiable Concentrate: EC ó E)
El concentrado emulsionable es un líquido de aspecto aceitoso que al ser mezclado
con el agua forma una emulsión. La dilución (o caldo) generalmente es muy estable
y requiere poca agitación. Se aplica en aspersión. Esta formulación se obtiene
disolviendo el producto insecticida y un agente emulsificante en un solvente
orgánico. También se usan otras substancias adyuvantes para mejorar los depósitos
en la planta.
Debe tenerse presente que el exceso de adyuvantes tensoactivos es
contraproducente, pues facilita el escurrimiento y el lavado del producto, y provoca la
formación de abundante espuma que dificulta el sistema de alimentación de la
pulverizadora. Esto último puede ocurrir cuando se usan diluciones muy
concentradas en lugar de los caldos diluidos para los cuales han sido calculadas las
cantidades de adyuvantes.
Los concentrados emulsionables tienen las ventajas siguientes: tienen altas
concentraciones de ingrediente activo por lo que su precio relativo puede ser
favorable, es fácil de transportar y almacenar; requiere poca agitación para mantener
la mezcla uniforme, no es abrasivo para el equipo de aplicación, no sedimenta, no
obstruye las boquillas, no deja residuos visibles sobre la superficie de frutas y
verduras.
Sus desventajas son: por su alta concentración en ingrediente activo, los errores de
medida se magnifican fácilmente; por lo general son más fitotóxicos, penetran más
fácilmente por la piel, los solventes pueden dañar las partes de jebe del equipo de
aplicación.
Ejemplos:
Tamarón 50 C.E.
GusathiónlOC.E
Parathión 50 C.E
Concentrados solubles: CS
(Solution: S)
Unos pocos productos insecticidas tienen su materia técnica líquida y soluble en
agua. Con la adición de algunos adyuvantes se obtiene la formulación de
Concentrado Soluble. Disuelto en agua se forma una solución uniforme que no
requiere agitación.
Las características mencionadas para los concentrados emulsionables se aplican
también para los concentrados solubles.
Ejemplos:
Folimat 100 C.S.
Azodrín 600 C.S.
Polvos mojables: PM
(Wettable Powder: WP)
Los polvos mojables tienen el aspecto de polvos finos, pero son concentrados que al
ser mezclados con el agua forman suspensiones. Estas suspensiones o caldos son
aplicados en forma de aspersiones o pulverizaciones. Los polvos mojables contienen
substancias humectantes y dispersantes y bases inertes que tienen cierto grado de
suspendibilidad en el agua, como el caolín, talco y carbonato calcico. La bentonita
tiene la más alta suspendibilidad pero tiende a recubrir la substancia activa con lo
que disminuye la eficacia de la formulación.
Los polvos mojables tienen las ventajas de su costo relativamente menor; facilidad
de manejo, transporte y almacenamiento, menor fitotoxicidad que los concentrados
emulsionables; fáciles de medir y mezclar; y de menor absorción por la piel que los
concentrados emulsionables. Las desventajas son: hay un mayor peligro de inhalar
los polvos concentrados en el momento de la medición y mezcla; requiere constante
agitación en el tanque, es abrasivo para las bombas y boquillas, y los residuos se
hacen visibles fácilmente.
Ejemplos:
Morestan 25 P.M.
Matacil 76 P.M.
Sevín 85 P.S.
En en caso del Sevín 85 PS los fabricantes se refieren a Polvos Suspendibles en
lugar de Polvo Mojable, pero no debe confundirse esta formulación con la de Polvos
Solubles que se trata a continuación.
Polvos Solubles: PS
(Soluble Powder: SP)
En los pocos casos en que la materia técnica es un compuesto soluble en agua; es
posible obtener un polvo que pueda disolverse directamente en el agua. Aún en
estos casos se requiere de adyuvantes que faciliten el mojado de la planta. No se
requiere agitación una vez que la solución está uniforme.
Ejemplos:
Dipterex 80 P.S.
Fundal 800 P.S.
Micro-encapsulados (Micro- encapsulation): Es una formulación especial en que las
partículas insecticidas sólidas o líquidas, están rodeadas por una cobertura plástica.
Mezclado con el agua forma una suspensión que se aplica en aspersión. El
encapsulado permite que el insecticida sea liberado paulatinamente y su efecto
residual sea mayor. Además tiene la ventaja de ser menos riesgosa para el
aplicador. Requiere agitación constante.
Suspendibles líquidos (Flowable: F o FL): Es un nuevo tipo de formulación líquida
que contiene en suspensión granulos finos del ingrediente activo. Estos
concentrados se diluyen en agua para su aplicación en aspersiones. Tienen las
ventajas de ser fáciles de manejar y raramente obturan las boquillas; su desventaja
es que requiera cierta agitación y puede dejar residuos visibles.
Granulos dispersables (Dry flowable: DF ó WDG): Son granulos que se dispersan en
agua formando una suspensión como los polvos mojables para ser aplicados en
aspersiones. La ventaja sobre los polvos mojables es que tienen menos riesgo de
ser inhalados y son más fáciles de medir, verter y diluir. También requieren agitación.
Paquetes solubles (Water Soluble Packets): Son formulaciones especiales para
reducir los riesgos de manejar productos altamente tóxicos. Son paquetes plásticos
que contienen polvos mojables o polvos solubles y que se disuelven al ser echados
en el agua. La mezcla se asperja como cualquier caldo insecticida.
Concentrados para ultra-bajo-volumen (Ultra low volunte concéntrate: ULV) Es una
formulación líquida que se aplica concentrada, tal como se vende o ligeramente
diluido en un líquido que no es agua. Se aplica en aspersión con un equipo especial
de UBV.
Granulados :G
(Granule:G)
Con ñnes o razones especiales, los insecticidas pueden formularse en forma
granulada. En estas formulaciones el insecticida va absorbido o adherido a la
superficie de granulos de inerte, en una concentración que permite su aplicación
directa. Con la formulación granulada se disminuye apreciablemente los riesgos de
intoxicación accidental y contaminación facilitando la aplicación dirigida del producto.
Los granulados se emplean en casos específicos como la incorporación de
insecticidas al suelo, la aplicación de larvicidas contra zancudos, o para el control de
insectos del maíz y otras plantas gramíneas que pueden retener los granulos entre
sus hojas.
Ejemplos:
Dipterex 2.5 G
Temik 10 G
Temik 15 G.
Peletizados (Pellets: P ó PS): Formulación similar a los granulados pero de mayor
tamaño siendo los pellets más uniformes en peso y forma.
Cebos tóxicos
(Bait; B)
Los cebos tóxicos son mezclas de insecticidas u otros pesticidas con alimento u
otras substancias atrayentes. Muchos de los cebos que se utilizan en la agricultura
se preparan en el campo; sin embargo algunos productos se venden como cebos ya
formulados.
Ejemplos:
Mirex, cebo contra hormigas cortadoras
Racumin cebo, contra ratas
Mesurol y Bugeta, cebos contra caracoles y babosas.
La preparación y utilización de los cebos se discute dentro del capítulo de Control
Biológico.
Cuadro 9:5
Tipo de pulverización Diámetro de la gota en mieras
gruesa mayor de 400
fina de 100 a 400
niebla o nebulización de 5 O a 100
aerosoles y neblina de 0.1 a 50
Las gotitas pequeñas son fácilmente arrastradas por la corriente de aire y si son
extremadamente pequeñas, como en el caso de los aerosoles, prácticamente no se
producen depósitos. En las aspersoras terrestres de bajo volumen las gotitas
generalmente están en el rango de 40 a 100 mieras, mientras que en las
aspersiones de alto volumen y en las aspersiones aéreas el tamaño de la gota es
considerablemente mayor.
El tanque o recipiente:
El recipiente del insecticida varía de acuerdo al tamaño y utilización de la aspersora.
Puede ser muy pequeño en las aspersoras manuales de jardines, con capacidad de
unos pocos litros, hasta muy grandes en las aspersoras motorizadas de frutales, con
capacidad de 2,500 litros o más. El material de construcción puede ser acero
inoxidable, bronce, hierro galvanizado, aluminio, fibra de vidrio, diversos materiales
plásticos, o madera. Los tanques metálicos suelen estar recubiertos de material
anticorrosivo.
El sistema de presión o de bombeo: /a presión del líquido puede lograrse por dos
mecanismos diferentes: por aire o gas comprimido en el tanque; o más comúnmente,
por acción de una bomba hidráulica.
a. Compresión de aire o gas: En las aspersoras llamadas de "compresión",
"presión previa", o de "bombeo de aire" (equivocadamente referida a veces como
"aspersoras neumáticas"), la presión del líquido se logra por medio de aire o gas
comprimido en el tanque; este aire puede provenir de una bomba de pistón, de una
compresora, o de una botella a presión. Las presiones que se desarrollan son
relativamente bajas, las máximas no sobrepasan las 100 lbs/pulg.2.
b. Bombeo hidráulico (Figura 9:5): Una bomba hidráulica genera la presión del
líquido. Existen diferentes tipos de bombas que se caracterizan por el grado de
presión que desarrollan y la cantidad de líquido que pueden bombear por minuto. A
esto último se denomina "capacidad de la bomba". La capacidad de la bomba debe
ser por lo menos 15 por ciento mayor que la capacidad de salida del sistema de
boquillas. El mantenimiento, limpieza, y reparación deben ser simples y económicos.
Los principales tipos de bombas son los siguientes:
Bombas de Pistón: La presión se desarrolla por medio del movimiento reciprocante
del pistón dentro del cilindro, alcanzándose presiones muy altas, con máximos de
150 a 800, o más lb/pulg2 y con capacidad de bombeo de 8 a 200 o más
litros/minuto; son bombas voluminosas, pesadas, costosas pero durables; se
adaptan a una gran variedad de usos; se les prefiere en pulverizadoras de frutales
por las altas presiones que desarrollan; pueden ser accionadas por su propio motor o
por la toma de fuerza del tractor.
- Bombas Rotatorias de Rodillos: Posiblemente son las más utilizadas; poseen
un rotor excéntrico con una serie de rodillos de nylon o de caucho que están alojados
transversalmente en canales del rotor; todo dentro de un cilindro. Al girar el rotor, los
rodillos, por la fuerza centrífuga, se mantienen en contacto con las paredes del
cilindro llevando el líquido. Son bombas pequeñas, simples, livianas que movilizan
gran cantidad de líquido (de 30 a 120 lit/min) y desarrollan presiones relativamente
altas (de 10 a 300 lb/pulg2). Se recomiendan rodillos de caucho para los productos
más abrasivos.
- Bombas Centrífugas: Están constituidas por un rotor que gira a gran velocidad
dentro de un cilindro. El líquido ingresa por el centro del rotor y es impelido por
fuerza centrífuga; son más pequeñas, livianas y simples que la de pistón, capaces de
movilizar grandes volúmenes de líquido (de 20 a 400 lit/min.) pero normalmente
desarrollan bajas presiones (de 5 a 70 lb/pulg2). Debido a la alta velocidad del rotor
estas bombas se desgastan rápidamente bajando su presión de bombeo.
- Bombas de Aspas Deslizantes: Funcionan en forma similar a la bomba de
rodillos, en donde los rodillos son reemplazados por aspas o paletas deslizantes. Se
recomienda solo para líquidos con buenas propiedades lubricantes.
- Bombas Rotatorias de Impulsor Flexible: Poseen un rotor-impulsor flexible de
neoprene, cuyas aspas se fiexionan y extienden al girar el rotor llevando el líquido.
Trabaja con todos los productos excepto aquellos altamente abrasivos,
generalmente desarrolla presiones inferiores a 50 lb/pulg' y moviliza de 20 a 110
lit/min.
- Bombas de Diafragma: Consiste en un cilindro con un diafragma. Por
movimientos reciprocantes del diafragma se succiona y se expulsa el líquido. Debido
a que no hay partes movibles en contacto con el líquido estas bombas son
especialmente útiles para líquidos corrosivos, siempre que éstos no deterioren el
material del diafragma. En general no desarrollan grandes presiones (de 10 a 100
lb/pulg2) ni movilizan grandes cantidades de líquido (de 10 a 40 lit/min).
Aspersoras de mochila
Es la aspersora más popular, se lleva a la espalda y está provista de una bomba
hidráulica de pistón o de diafragma que se acciona mediante una palanca durante la
plicación; posee un agitador y una cámara de compensación y desarrolla presiones
relativamente altas. Normalmente se usa en aspersiones en alto volumen, de 500 a
1,000 litros/ha en cultivos de surco, siendo un inconveniente el frecuente llenado del
tanque cuya capacidad varía de 15 a 30 litros. Con boquillas de bajo volumen se
aplica de 60 a 120 lit/ha.
Las aspersoras de mochila son muy versátiles. Se les recomienda para propiedades
pequeñas o para lugares donde el acceso de aspersoras motorizadas resulta difícil.
En extensiones medianas y cuando la disponibilidad de mano de obra lo permite,
pueden utilizarse cuadrillas de operadores. Con la adición de un tubo extensor a la
lanza portaboquilla es factible tratar arbustos y pequeños árboles. En general son
máquinas bastante simples y duraderas pero su operación es muy agotadora.
En años recientes se han desarrollado aspersoras de mochila cuya bomba, de pistón
o de diafragma, es accionada por un pequeño motor. Se pueden usar para tratar
arbustos medianos.
Procedimiento de la calibración
La descarga por hectárea de una aspersora se calcula midiendo el gasto de líquido
en una distancia conocida, digamos 50 ó 100 metros, repitiendo la operación tres o
cuatro veces para sacar un promedio. El número de litros descargados en el área de
prueba (distancia recorrida por ancho de aplicación) se refiere luego a litros por
hectárea de la siguiente manera:
Consideraciones previas
El equipo de aplicación debe prepararse con anterioridad suficiente, probando que
se encuentre en buen estado de funcionamiento. De esa manera se evitan demoras
costosas y tediosas durante la aplicación al tratar de reparar el equipo que funciona
deficientemente.
Debe disponerse de agua limpia, libre de partículas en suspensión que obturan los
filtros y las boquillas y sin partículas de arena que causan desgaste en las bombas y
en las boquillas. Los depósitos de agua deben estar ubicados en las cercanías del
área de trabajo para reducir el tiempo que se invierte en llenar el tanque de la
aspersora. En huertos de frutales es conveniente disponer de un depósito de agua
en alto, de gran capacidad, con un tubo de salida de gran diámetro que permita
llenar el tanque de la aspersora en pocos minutos.
Las aplicaciones deben estar a cargo de personal eficiente que conozca los objetivos
de la operación, la forma precisa en que debe efectuarse, y las medidas de
seguridad que deben observarse. En las •aspersiones de frutales, el planeamiento
incluye la forma en que los operarios deben avanzar de un árbol a otro evitando que
se enreden las mangueras. Los operadores deben estar enterados también de las
instrucciones que deben seguirse al producirse un accidente.
Grado de Cobertura
En general se considera que una aspersión es eficiente cuando cubre integramente
la superficie de la planta. Desde el punto de vista práctico el mayor o menor grado de
cobertura que se requiere está relacionado con el tipo de plaga, la planta y de
producto insecticida. Una aplicación deficiente puede obligar a un nuevo tratamiento,
irrogando mayores gastos y creando riesgos de toxicidad a las plantas.
- Influencia del tipo de plaga: Como norma general se considera que los
insectos que comen los hojas y que tienen gran movilidad, entran fácilmente en
contacto con los depósitos de insecticidas aun cuando el grado de cobertura no sea
total. Por el contrario, los insectos pequeños con poca o ninguna movilidad, o que se
ubican en lugares poco accesibles, como las cochinillas harinosas, las moscas
blancas, las queresas o las arañitas rojas, requieren una cobertura uniforme y
completa de la planta, de manera que el insecticida les llegue en el momento de la
aplicación. En estos casos es preferible las aplicaciones de alto volumen. Iguales
consideraciones deben tenerse para los insectos perforadores de frutos y tallos cuya
exposición a los insecticidas, antes que el insecto penetre al órgano que ataca, es
breve y en una pequeña área.
- Influencia del tipo de planta: La densidad del follaje, forma y tamaño de las
hojas, y el tamaño de las planta pueden dificultar la penetración de la aspersión
hacia las partes interiores de la planta. Las boquillas deben estar dispuestas de tal
manera que faciliten la penetración de las gotitas. Las plantas de hojas grandes y
decumbentes como las cucurbitáceas presentan grandes dificultades. En casos
difíciles conviene las aspersiones finas ayudadas con cierta turbulencia del aire; o
mejor aún, pulverizaciones neumáticas o espolvorees.
Las plantas con superficies cerosas como la cebolla o la col, son muy difíciles de
mojar; en tales casos se recomienda adicionar algún mojante-adherente que facilite
el depósito del insecticida.
A veces es necesario tener en cuenta aspectos fisiológicos de las plantas. En el
algodonero por ejemplo, las flores están abiertas durante el día y cerradas desde el
atardecer a la madrugada; de manera que las aspersiones en el día puedan penetrar
al interior de las flores donde se ocultan algunos insectos como el picudo. En cambio
las aplicaciones muy tempranas o muy tardías (generalmente espolvorees) no los
alcanzan directamente y los individuos que permanecen en las flores por un tiempo
relativamente largo, no llegan a ser afectados en forma completa.
Condiciones adicionales
En lo posible, las aplicaciones deben hacerse contra el viento o en sentido
transversal de manera que el operador no se vea expuesto al arrastre de su propia
aplicación. Durante la aplicación la velocidad de desplazamiento debe mantenerse
uniforme ya que las aceleraciones pueden producir depósitos insuficientes, y la
disminución de la velocidad, sobredosis, que pueden resultar fitotóxicas. Las
cabeceras del campo no deben dejarse de aplicar ni ser sobreaplicadas a fin de
evitar fuentes de reinfestación o casos de fitotoxicidad, respectivamente.
Las aspersiones normalmente son mejores en condiciones de vientos moderados y
cuando el follaje está seco. En estas condiciones las gotas de insecticida se
adhieren mejor, sobre todo después de secarse. No deben asperjarse plantas que se
encuentran húmedas. Algunos insecticidas o preparados pueden provocar
quemaduras cuando se aplican bajo insolación fuerte.
Aspersoras rotatorias
(Figura 9:14)
En las aspersoras rotatorias el líquido cae sobre un disco, copa, o cilindro de malla
que gira a alta velocidad. El tamaño de la gota varía con la densidad y tensión
superficial del líquido, la velocidad angular de rotación, el tamaño y las
características de la superficie y de los bordes del disco. El disco o cilindro puede
girar accionado por un eje o puede estar provisto de aspas que giran por una
corriente de aire. La ventaja de este sistema es que el tamaño de la gota es bastante
uniforme y puede regularse con la velocidad del disco; además permite el uso de
polvos mojables en volúmenes bastante bajos.
Los atomizadores rotatorios del modelo "Micronair" se utilizan en las aspersiones
aéreas de ultra-bajo volumen obteniéndose una distribución más uniforme que
cuando se emplea el sistema de boquillas hidráulicas.
Para aplicaciones terrestres de ultra-bajo volumen se han diseñado aspersoras
rotatorias portátiles muy livianas. Los modelos Micron Ulva y Micron Herbi, constan
de un disco de material plástico que gira accionado por un motorcito eléctrico. La
fuerza eléctrica para el sistema proviene de un grupo de pilas secas comunes
contenidas en la barra de sostén. El recipiente de insecticida es una botella de
plástico con un litro de capacidad. También hay aspersoras rotatorias montadas en
carretilla accionadas con un pequeño motor de explosión.
Mantenimiento de las aspersoras
Para dar una vida prolongada a las máquinas aspersoras, es necesario tener en
cuenta algunas medidas de mantenimiento. En general las aspersoras requieren
más cuidado que las espolvoreadoras porque son máquinas más complejas y usan
caldos insecticidas que normalmente son corrosivos.
Al terminar el día de trabajo el caldo insecticida debe ser drenado y la aspersora,
incluyendo las mangueras, enjuagada con agua limpia. El agua se elimina luego
haciendo funcionar la bomba por unos pocos minutos sin agua. En el Perú, salvo en
la cordillera, no hay problemas con noches frías congelantes; pero de ocurrir, hay
que considerar que si de deja agua dentro de la aspersora, su congelamiento
producirá daños graves al equipo.
Para evitar la obstrucción de los filtros y boquillas, el agua que se utiliza en los
caldos insecticidas debe ser siempre tamizada. Las boquillas y los filtros deben
quitarse periódicamente y limpiarse con un cepillo. Las empaquetaduras deben
chequearse y mantenerse en buen estado para evitar pérdidas de líquido y de
presión. Al comenzar cada día de trabajo todas las piezas movibles deben ser
aceitadas.
Si se ha usado algún herbicida, la máquina debe ser lavada con una solución
cáustica tibia y esta solución debe ser bombeada a través de todo el sistema por
cierto tiempo. Es preferible tener un equipo dedicado exclusivamente para la
aplicación de herbicidas, sobre todo si se aplica 2.4-D que es muy difícil de eliminar.
Para eliminar 2.4-D y sus similares debe emplearse detergente y el método de
amoniaco recomendado por los fabricantes. Los herbicidas a base de triazinas se
eliminan más fácilmente con abundante agua.
Si se trata de un equipo de uso estacional, al finalizar la estación, los tanques,
bombas y mangueras deben ser lavadas haciendo circular una solución cáustica y
luego enjuagadas con agua. Si se va a mantener el equipo sin uso por un tiempo
prolongado, el aceite de los motores debe ser drenado y cambiado por aceite nuevo;
las piezas pequeñas se limpian y almacenan en petróleo, las partes estructurales
deben ser desmontadas, limpiadas y pintadas. La maquinaria debe almacenarse en
lugar seco protegido del clima.
Los espolvorees
El espolvoreo consiste en la distribución del insecticida en forma de polvo fino
mediante el uso de máquinas espolvoreadoras. Los insecticidas que se usan en
espolvorees normalmente se adquieren en forma de polvos diluidos listos para su
aplicación, bajo la formulación denominada "polvos secos" (P). La aplicación de
polvos resulta conveniente en condiciones de ausencia o poca disponibilidad de
agua; pero en general son menos usados que las pulverizaciones; tienen las
ventajas de cubrir en forma rápida áreas relativamente grandes utilizando equipo
liviano; pero sus depósitos sobre las plantas suelen ser menos eficientes que en las
pulverizaciones, y las aplicaciones están supeditadas a las condiciones ambientales,
particularmente a la ausencia de viento para evitar el arrastre de los polvos.
Máquinas espolvoreadoras
Las máquinas espolvoreadoras están constituidas fundamentalmente por: (a) un
recipiente para los polvos o tolva; (b) un sistema generador de corriente de aire,
ventilador o fuelle; y (c) un sistema de tubos conductores que terminan en boquillas
de salidas o toberas. Complementando el sistema existe un dispositivo agitador de
los polvos y un dispositivo regulador de descarga o de alimentación del polvo.
La tolva, según la capacidad y uso del espolvoreador, varía en su tamaño, forma y
material de construcción. La capacidad de la tolva varía de 1/2 kg. o menos en los
espolvoreadores manuales a más de 100 kg. en los espolvoreadores motorizados.
El mecanismo generador de corriente de aire puede ser: de émbolo o pistón, de
fuelle, y de molinete o ventilador. Los dos primeros producen corriente de aire
intermitente y el último, corriente de aire continuo. El mecanismo propulsor puede ser
manual para cualquiera de los tres tipos. Además, el ventilador puede ser accionado
por conexiones al movimiento de las ruedas como en las máquinas espolvoreadoras
de tracción; por la toma de fuerza del tractor, o por su propio motor. En todos estos
casos se trata de un molinete o ventilador centrífugo.
Los tubos de salida del polvo suelen ser total o parcialmente flexibles y terminan en
una boquilla o tobera aplanada, en forma de cola de pez, o en otra forma. Las
boquillas tienen por fin controlar la dirección y distribución del polvo.
El sistema de agitación del polvo es variable según los modelos y tamaños de las
espolvoreadoras y tienen por fin mantener la fluidez del polvo para lograr una
descarga uniforme. El agitador puede ser mecánico, un dispositivo que se desplaza
o gira dentro de la tolva; o neumático, mediante el desvío de parte del aire del
ventilador hacia la tolva.
El sistema de alimentación o control de descarga puede ser una simple abertura
regulable provista de un agitador para favorecer la caída del polvo, un cepillo
rotatorio o conductor helicoidal, o por succión del aire que pasa a alta velocidad. La
descarga del polvo de la tolva puede hacerse hacia la corriente de aire o a la caja del
mismo ventilador o fuelle.
Tipos de espolvoreadores
(Figura 9:15 y 9:16)
Según su tamaño y uso, los espolvoreadores pueden clasificarse en los siguientes
tipos:
Espolvoreadores de tracción:
El molinete está accionado por conexiones con el movimiento de las ruedas sobre
las que está montado el espolvoreador. Pueden ser de diferentes tamaños según la
tracción; de carretilla tirados o empujados por una persona, de tracción animal, o de
tracción a tractor. Son de mayor capacidad que los anteriores y están provistas de
varias boquillas, generalmente de 4 a 8. La mayoría de estas máquinas están
diseñadas para espolvorear cultivos de surco, relativamente extensos. Son muy
raros en estos tiempos.
Espolvoreadores motorizados
(Figura 9:16)
Estas máquinas tienen la ventaja de disponer de una fuerza uniforme independiente
de la velocidad a que se desplaza. Hay varios tamaños de estas máquinas, desde
las portátiles llevadas a la espalda (tipo mochila) hasta las de autopropulsión,
pasando por aquellas montadas en tractores y otros vehículos. En general son
máquinas más complicadas que pueden llegar a tener hasta 18 boquillas de salida
que cubren hasta 12 m. de ancho. Las máquinas dispuestas con boquillas de salida
en aguilón o barra sirven para cultivos de surco. Algunas máquinas permiten
reemplazar el aguilón por un tubo de salida mucho más grande provisto de una
boquilla que permite su uso en espolvorees de arrastre. El arreglo de las boquillas
también pueden ser radial para espolvorear hileras de árboles. Los espolvoreadores
grandes permiten aplicar grandes áreas de manera rápida siempre que ellas sean
accesibles. De los espolvoreadores motorizados, el más conocido es el modelo de
mochila a motor, que no es más que una pulverizadora de mochila a motor con su
adaptación para espolvoreos.
Aplicaciones de granulados
Los insecticidas granulados se presentan en forma de partículas relativamente
grandes, entre 250 y 500 mieras, formadas por granulos de inerte impregnados con
insecticida. Debido a su tamaño, las partículas no están expuestas al arrastre por el
viento; las aplicaciones pueden dirigirse con mayor precisión y, como consecuencia,
los efectos sobre la fauna benéfica se reducen substancialmente. Por las mismas
razones se reducen en cierto grado los riesgos en la manipulación de las
substancias tóxicas. Insecticidas muy tóxicos, como el aldicarb, se formulan
exclusivamente en.granulos especiales tratando de disminuir los riesgos de su
manejo.
Aplicaciones al follaje
En ciertas plantas, como el maíz y la caña de azúcar, los insecticidas granulados
pueden utilizarse ventajosamente; los granulos se depositan en la terminal de la
planta o "cogollo" y en las axilas de las hojas controlando a los insectos que se
encuentran en estos lugares. 'En el país se usa Dipterex G, Sevín G. y otros
insecticidas granulados para combatir el gusano cogollero del maíz y el barreno de la
caña de azúcar en plantas de maíz. Se emplea de 6 a 12 Kg. de granulos por ha.,
dependiendo del sistema de aplicación y del tamaño de las plantas.
Por supuesto que los granulos no sirven para las aplicaciones foliares de plantas de
hojas anchas por cuanto no llegan a adherirse. Precisamente esta característica
permite que los granulos aplicados con avión pueden llegar al suelo a pesar de la
presencia de vegetación, incluyendo el follaje de los árboles. Este efecto se utiliza en
lugares pantanosos donde se aplican granulados contra las larvas de los zancudos.
Aplicaciones al suelo
Una forma común de la utilización de los granulados es su incorporación al suelo,
sea en aplicaciones directas o mezclados con fertilizantes. Cuando se trata de
insecticidas de contacto como el Aldrín, Heptacloro, Diazinon, Mocap granulado, las
aplicaciones están orientadas a controlar los insectos subterráneos. Cuando se trata
de insecticidas sistémicos, fácilmente absorbidos por las raíces de las plantas como
Thimet, Disyston, Temik o Furadan, también controlan insectos picadores,
chupadores y algunos masticadores del follaje en los períodos tempranos del
desarrollo de las plantas.
La aplicación de los granulos puede hacerse de diversas maneras: directamente con
la mano protegida con guante; mediante aplicadores manuales simples tal como una
botella invertida con la tapa perforada para la salida de los granulos; con pistolas
aplicaderas, con aplicadores de mochila, con máquinas a tracción o montadas al
tractor; con aplicadores de fertilizantes acondicionados; o por aviones.
Aplicaciones aéreas
(Figura 9:17)
Los insecticidas pueden aplicarse también por medio de aviones y helicópteros en la
forma de aspersiones, espolvorees y granulos. La primera utilización del avión con
este fin a nivel mundial de hizo en 1925 en Texas (Estados Unidos) y en el Perú en
1927 para hacer espolvorees en el valle de Cañete. Su uso se ha generalizado en
toda la costa en el cultivo del algodonero y en la costa norte en el cultivo del arroz.
Eventualmente se usa en papa y otros cultivos en la costa central (Melgar, 1978).
Con las aplicaciones aéreas se cubren grandes extensiones en corto tiempo, un
promedio de 60 hectáreas por hora, y se pueden tratar campos en circunstancias en
que no pueden utilizarse maquinarias terrestres; por ejemplo, cuando los campos
están recién regados, cuando la presencia de canales dificultan el movimiento de los
tractores, o cuando las plantas están desarrolladas y podrían dañarse con el paso de
la maquinaria. Los aviones aplican también herbicidas y fungicidas, así como
defoliantes, fertilizantes y aún semillas de arroz y otros cereales.
Para que las aplicaciones aéreas puedan realizarse, los campos deben ser
relativamente grandes y desprovistos de obstáculos como árboles, postes o cables
de alta tensión que dificulten la aplicación y entrañen peligro para los pilotos; deben
estar relativamente próximos a un campo de aterrizaje (a no más de 5 km.), y las
condiciones ambientales prevalentes deben ser buenas.
Tipos de aviones
Los primeros aviones utilizados en las aplicaciones de insecticidas en el país fueron
biplanos del tipo "Stearman" adaptados para estos fines, con capacidad de 600 a
800 litros o 700 kg. de polvo. Actualmente quedan muy pocos en servicio. Entre los
aviones especialmente fabricados para aplicar insecticidas están los aviones
monoplanos "Cessna" de ala baja con capacidad de 910 litros, los pequeños
"Pawnee" con capacidad de 560 h't. y otros como el monoplano de ala alta "Piper
Cub", y los aviones Gruman, Aero Comander e Ipanema Brasilero. En años recientes
se ha incorpora al servicio el "chuspi" un pequeño avioncito de fabricación nacional
con 100 litros de capacidad.
En general los aviones biplanos y monoplanos de ala baja depositan el insecticida
mejor que los monoplanos de ala alta debido a que producen mayor turbulencia y
mayor corriente de aire hacia abajo. De esta manera el insecticida puede llegar al
envés de las hojas y a las hojas inferiores de la planta.
El campo de aterrizaje
El campo de aterrizaje debe estar dentro de un radio de 5 km. de los campos a
tratar; sus dimensiones son de 40 m. de ancho por 600 a 800 m. de largo, en el
mismo sentido del viento predominante sin obstáculos orientado a la entrada ni a la
salida hasta una distancia de 500 m. En la cabecera del campo de aterrizaje debe
instalarse un tanque con cantidad de agua suficiente para el volumen de la
pulverización, y una motobomba. El tanque y la motobomba pueden ser
proporcionados por la compañía "fumigadora" (llamada así impropiamente).
Equipo pulverizador
Los aviones pueden estar provistos de diversos sistemas: boquillas hidráulicas
dispuestas en un aguilón portaboquillas, sistemas de barras rompe-gotas,
atomizadores rotatorios y tipos venturi. El sistema de boquillas hidráulicas es el más
usado pero existe una tendencia a incrementar el uso de los atomizadores rotatorios
("Micronair") sobre todo en las aspersiones de ultra-bajo-volumen, aunque el equipo
es más costoso.
El sistema de pulverización hidráulica consiste en una bomba centrífuga o de
engranajes normalmente accionada por una hélice pequeña colocada en la parte
anterior del fuselaje. El aguilón portaboquillas está colocado a lo largo del ala
generalmente con las boquillas del extremo del ala más cercanas entre sí para
contrarrestar la pérdida de presión hacia los extremos del aguilón. Las boquillas más
próximas al fuselaje deben estar más agrupadas hacia la derecha del avión para
contrarrestar el efecto de la hélice y lograr una distribución más uniforme de las
gotas. Esto es necesario sobre todo cuando el avión vuela bajo, de 0.30 a 3.0 m.
sobre las plantas como es lo normal. Para vuelos a mayor altura, o con aviones de
mayor distancia entre la hélice y el aguilón portaboquillas; no es necesaria esta
corrección. Se emplean boquillas especiales que se cierran automáticamente al bajar
la presión del líquido, de esta manera se evita el goteo del insecticida una vez que se
cierra la salida del tanque.
Las gotas que producen los aviones son relativamente grandes pero se dividen al
chocar con el aire mientras el avión está en vuelo. La pulverización se hace más fina
cuando más fuerte es el choque con el aire a la salida de la boquilla; esto permite su
regulación inclinando el ángulo de la boquilla.
Primer caso
Hallar la concentración de aplicación de una formulación comercial (P.C.) cuando se
conoce la concentración de aplicación del ingrediente activo (LA.). Ejemplo: se
recomienda aplicar parathión al 0.05% de ingrediente activo y se dispone de un
producto comercial "Parathión 50 C.E." ¿A qué concentración debe usarse el
producto comercial?
Respuesta: El "Parathión 50 C.E." debe usarse al 0.1% (Echar 1 ce de producto
comercial por cada litro de caldo insecticida).
Segundo caso
Hallar la concentración de aplicación del ingrediente activo cuando se conoce la
concentración de aplicación del producto comercial.
Ejemplo: se recomienda aplicar "Parathión 50 C.E." al 0.08%. Se desea saber a qué
concentración de ingrediente activo se aplica elparathión:
Tercer caso
Hallar la concentración a que debe usarse un producto comercial cuando se conoce
la concentración de aplicación de otro producto comercial del mismo insecticida pero
de riqueza diferente.
Ejemplo: se recomienda aplicar "Parathión 25 C.E." al 0.08% (producto
recomendado). ¿A qué concentración se debe aplicar el "Parathión 50 C.E. (producto
disponible)?
Respuesta: Se debe tomar 2 kg. de Aldrín 2% por cada kilogramo de Aldrín 5%.
Moscas minadoras
La oportunidad en el control de las moscas minadoras se determina según se trate
de destruir a los adultos o a las larvas. Productos insecticidas de depósitos
superficiales como triclorfon, arseniato de plomo más melaza, o piretroides tienen un
marcado efecto contra adultos y no sobre larvas; consecuentemente, las
aplicaciones deben efectuarse antes que se produzcan oviposiciones en gran
cantidad. Por el contrarío algunos insectidas de penetración y sistémicos incluyendo
fosforados, carbamatos y reguladores de crecimiento son capaces de matar a las
larvas dentro de las hojas. Estas aplicaciones deben hacerse antes de que las larvas
causen demasiado daño en las hojas y den lugar a altas poblaciones de adultos.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Los pesticidas son substancias intrínsecamente tóxicas de allí que su manejo desde
la compra hasta su aplicación, pasando por su transporte y almacenamiento, debe
estar rodeado de medidas de seguridad. Cualquier descuido puede provocar daños
serios a la salud, incluso la muerte. Si bien no todos los productos tienen el mismo
grado de toxicidad, las medidas de seguridad en el manejo de todos estos productos
deben constituir un hábito de trabajo.
FUMIGACIONES Y FUMIGANTES
En el ámbito agrícola, el término fumigación suele ser utilizado inapropiadamente
como sinónimo de aspersión o pulverización y hasta de espolvoreo. En su uso
correcto, fumigar significa aplicar gases o humos. Los gases usados en las
fumigaciones se llaman fumigantes.
Los gases fumigantes solo pueden ser usados en lugares confinados o cerrados; en
lugares abiertos los fumigantes se pierden rápidamente. Normalmente se fumigan
productos cosechados guardados en almacenes cerrados o cubiertos con cobertores
plásticos impermeables. También hay cámaras de fumigación para tratar plantas y
productos diversos. Cuando se fumiga el suelo debe disponerse de algún
mecanismo de cobertura para evitar la pérdida rápida de los gases.
Los gases tienen la propiedad de penetrar entre los intersticios del material
almacenado y hasta pueden penetrar al tejido vegetal en cierta proporción. Los
fumigantes penetran al cuerpo del insecto a través de su sistema respiratorio y de allí
pasan a los tejidos del cuerpo. De la misma manera, los gases penetran rápidamente
por las vías respiratorias del hombre y otros mamíferos hasta los pulmones donde
son absorbidos rápidamente y pasan a la sangre. Estos productos son
extremadamente peligrosos por su alta toxicidad y fácil absorción pulmonar.
Por los riesgos que conlleva, la aplicación de fumigantes a escala comercial es una
actividad muy especializada que no puede ser tratada en detalle en este texto. El
lector interesado puede recurrir a publicaciones especializadas sobre control de
plagas de productos almacenados, manuales de fumigación o artículos sobre el uso
específico de ciertos fumigantes.
Dosificación
Normalmente la dosis de un fumigante se expresa en cantidad de fumigante
(kilogramos, litros, número de pastillas) que se aplica a un volumen dé espacio por
un tiempo determinado. Las dosis deben ajustarse a una serie de factores como la
temperatura, cantidad de material almacenado en el volumen tratado, grado de
hermeticidad de la estructura de fumigación y, por supuesto, tiempo de tratamiento.
Una dosis determinada en un volumen conocido vacío produce una concentración de
gas uniforme en todo el espacio. La concentración puede expresarse en peso por
volumen (g/m3), en partes por volumen (calculado en número de moléculas de gas
por volumen de aire por ejemplo 2,555 ppm por volumen), o en porciento por
volumen (ejemplo derivado del anterior: 0.2555 por ciento por volumen). La
concentración de gas disminuye substancialmente por absorción y adsorción del
material que se almacena y por fuga de la estructura de fumigación.
La mortalidad de un insecto a una determinada temperatura está dada por dos
factores que actúan en conjunto: la concentración del gas y el tiempo de fumigación
(concentración x tiempo: C x T). En general, puede decirse que ambos factores
tienen el mismo grado de importancia y se puede variar la concentración o el tiempo
de exposición siempre que el total de C x T se mantenga igual. Si se baja la dosis a
la mitad debe duplicarse el tiempo de exposición y viceversa. Si para controlar una
plaga se requiere 40g/m de bromuro de metilo por 4 horas (a 20°C), se obtendrá
resultados similares con 80 g/m por 2 horas o 20 g/m3 por 8 horas.
Toxicidad y Seguridad
Los fumigantes son extremadamente tóxicos, se difunden fácilmente e ingresan
rápidamente por las vías respiratorias. Su manejo, aún en pequeña escala, exige
que se tenga una serie de precauciones. Los lugares de fumigación deben estar
separados de viviendas, oficinas o cualquier otro ambiente ocupado por personas o
animales. Siempre existe el peligro de la fuga del fumigante. Además, durante el
proceso de aereación todo el gas debe disiparse. Por estas razones es prerefible
que la estructura para la fumigación se encuentre en espacio abierto.
Por supuesto que personal especializado puede efectuar fumigaciones en
almacenes, molinos, barcos, vehículos de carga, etc. pero este tipo de operaciones
no están consideradas en este caso. Por esta razón no se tratan aquí temas como
métodos de detección de gases, límites de concentración y de tiempo de exposición
tolerables por el operador y otros temas especializados.
Como regla general, durante la operación de fumigación, nunca debe trabajar una
persona sola, pues de recurrir un percance el operador rápidamente pierde el sentido
y precisa de ayuda externa.
Algunos fumigantes vienen mezclados con una sustancia muy irritante (como la
cloropicrina) de modo que la presencia del gas en el aire puede ser detectado
rápidamente.
Las máscaras protectoras con filtros intercambiables (cartridges o cartuchos) que se
usan comúnmente para proteger al operador durante las aspersiones de insecticidas
en el campo no dan suficiente protección contra los gases. Las máscaras contra
gases (para concentraciones que no excedan el uno por ciento por volumen de aire)
deben cubrir toda la cara y estar conectada a un filtro especial o canister para
vapores orgánicos que generalmente contienen carbón activado. El canister debe
reemplazarse aproximadamente después de dos horas de exposición.
Principales Fumigantes
Existen muchos productos fumigantes entre ellos el bromuro de metilo, la fosfina, el
dibromuro de etileno y el gas cianhidrico. De éstos los dos primeros son los usados
más ampliamente.
Bromuro de Metilo: Se usa ampliamente para la fumigación de granos y otros
productos almacenados, así como para la desinfestación y desinfección del suelo en
cultivos de gran valor económico, como las fresas, y en el tratamiento de mezclas de
suelo en los viveros. El producto es tolerado por muchas especies de plantas de
vivero y tubérculos de papa (para el control de la polilla) pero puede ocasionar daño
en algunos frutos. A la dosificación (concentración por tiempo) de 85 mg/litro/hora es
efectivo contra la polilla de la papa sin dañar los tubérculos. El camote no es tan
tolerante como la papa a este tratamiento. El bromuro de metilo es el principal
fumigante para fines cuarentenarios por que su penetración y efectividad es rápida
(24 horas), es efectivo aún a bajas temperaturas y se disipa rápidamente después
del tratamiento.
Hay cierta tendencia, entre los organismos dedicados a la protección del ambiente, a
que se prohiba el uso comercial del bromuro de metilo pues es uno de los
compuestos que reducen el ozono de la atmósfera.
El bromuro de metilo se vende en forma líquida que se gasifica rápidamente en el
medio ambiente. Los envases más pequeños son latas con capacidad de una libra
de peso y requieren de un aplicador especial que perfora la lata. También se vende
en cilindros metálicos de hasta 100 libras de peso neto. Su aplicación, en
comparación con las pastillas de fosfína, resulta mas complicada y no se puede
dosificar cantidades pequeñas cuando se perfora la lata.
Fosfina: El uso de la fosfina se ha incrementado rápidamente desde mediados de la
década del 60, reemplazando en gran parte al bromuro de metilo y a otros
fumigantes. La razón es que la fosfina resulta mas fácil de aplicar, se comercializa
mas ampliamente y suele ser más económica; pero para que el tratamiento sea
efectivo se requiere de tiempos prolongados, generalmente más de 7 días. Otra
limitación es que no funciona bien a temperaturas bajas.
La fosfina (o fosfuro de hidrógeno) pura es altamente inflamable, por lo que las
formulaciones comerciales, que son pastillas o granulos (o pellets), contienen una
substancia que se volatiliza conjuntamente con la fosfina al ponerse en contacto con
el aire. Como precaución debe indicarse que la fosfína corroe las superficies de
cobre y puede dañar los contactos de los aparatos eléctricos.
Nombres comerciales comunes de la fosfína son: Phostoxin, Gastoxin y Detia, entre
otros.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Específicas:
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Insecticidas Clorados
Nombre Técnico Nombres Toxicidad Tipo de Producto
Comerciales (DL50 mg/kg)
Acaricíelas Descontinuados
Binapacril (Morocide, Acricid)
Clorbenside (Crlorocide, Chlorparacide)
Clorfenetol (Qikron, Dimite, DMC, DCPC)
Genite
Genitol
Tetrasul (Animert, V-101)
Tioquinox (Eradex)
Tranid (Tranid)
Insecticidas Reguladores de Crecimiento
Nombre Técnico Nombres Toxicidad Tipo de Producto
Comerciales (DL50mg/kg)
USO DE FEROMONAS
Muchos insectos se comunican entre sí por medio de sonidos, pero la
mayoría lo hace por medio de olores. Se trata de substancias llamadas
feromonas que son secretadas por un individuo y son percibidas por otro
individuo de la misma especie, el cual reacciona ante el olor con un
comportamiento específico y fijo. Hay feromonas que sirven para atraer
individuos del sexo opuesto (feromonas sexuales); otras, para producir
agregamientos o concentraciones de insectos de la misma especie
(feromonas de agregamiento), para señalar el camino que deben seguir otros
individuos, o para provocar alarma y dispersión entre la población. La
obediencia ciega del insecto a la feromona abre muchas posibilidades para
manejar a voluntad su comportamiento.
Los primeros usos prácticos se han logrado con feromonas sexuales cuya
ocurrencia es común entre los insectos.
Las feromonas sexuales ha sido estudiadas especialmente en lepidópteros.
En menor proporción en Coleópteros y otros órdenes de insectos. Las
hembras emiten las feromonas y los machos son capaces de percibirlas a
distancias muy grandes. Gracias a las feromonas sexuales los machos
pueden ubicar a una hembra distante decenas o centenas de metros.
Hay dos modalidades para el uso de las feromonas sexuales que han logrado
ser sintetizadas y comercializadas. En primer lugar, se utilizan como agentes
atrayentes para trampas y cebos (ver los acápites sobre Trampas y Cebos en
este Capítulo).
La segunda forma de uso consiste en producir la "confusión de los machos"
mediante la inundación o saturación de grandes áreas con el olor de
feromonas sexuales. El exceso de feromonas en el medioambiente evita que
los machos detecten la feromona secretada por las hembras y,
consecuentemente, pierden la capacidad de encontrar pareja. Se han
reportado casos exitosos en el control del gusano rosado de la India en los
campos de algodón (Campion y col. 1987) y el control de la polilla de la papa
en almacenes (Raman, 1988).
Las feromonas de agregamiento, que se presentan sobre todo en
escarabajitos de los troncos (escolítidos), están siendo utilizados
experimentalmente para orientar a estos insectos hacia árboles que no son
susceptibles (hospederos inapropiados).
ATRAYENTES DE ALIMENTACIÓN
Los atrayentes de alimentación pocas veces son substancias nutritivas en sí;
más comúnmente son compuestos asociados con ellas de alguna manera,
como la fragancia de las flores para los insectos que se alimentan del polen o
del néctar, substancias relacionadas con la descomposición o fermentación
de los alimentos, o substancias que producen respuestas similares sin
guardar aparente relación química con los alimentos. Los atrayentes de
alimentación pueden obtenerse a base de extractos de la planta, frutas
maduras y trituradas, harina de pescado y otras materias igualmente
complejas. Las substancias más simples generalmente son productos de
descomposición orgánica, como el amonio, aminas, sulfures y ácidos grasos.
Un atrayente de alimentación para los moscas de la fruta usado comúnmente
es la proteína hidrolizada.
ATRAYENTES SEXUALES
Los atrayentes relacionados con la atracción sexual de los insectos son muy
poderosos; pueden ser las mismas feromonas sexuales, naturales o
sintéticas, o substancias bioanálogas (mímicas) de esas feromonas; es decir
substancias que, teniendo una estructura química diferente, producen
reacciones similares a las feromonas sexuales.
En la mayoría de los casos las feromonas sexuales son secretadas por las
hembras vírgenes y atraen a los machos. Las feromonas son activas en
cantidades sumamente pequeñas. En condiciones de laboratorio se han
logrado reacciones positivas con concentraciones del orden de una
millonésima de gramo de feromona por litro de aire (Shorey y Gastón 1964).
Debido a esta gran poder de atracción es posible detectar con estas
substancias poblaciones muy bajas de insectos. En cierta forma una
limitación en el uso de los atrayentes sexuales es que no se logra atraer a las
hembras, que son los individuos que depositan los huevos.
Las feromonas sexuales de muchas especies de insectos, han sido aisladas
e identificadas químicamente. Hasta mediados de la década del 70 estos
productos incluían no menos de 50 especies de lepidópteros (Tamaki 1977).
Desde entonces el número de compuestos se ha incrementado
substancialmente y muchos de ellos se han sintetizado con fines
comerciales. Varias compañías se han especializado en la producción de las
substancias activas y de sus formulaciones para usos específicos tales como
muestreo, captura masiva, desorientación de apareamientos y supresión de
poblaciones. Así, con el nombre comercial de Hercon Luretape se vende una
serie de productos que atraen a la mosca mediterránea, mosca del melón,
polilla de la manzana, picudo grande del algodonero, gusano rosado del
algodonero, escarabajo japonés, gusano medidor de la col, polilla oriental de
la fruta, gusano medidor de la soya, gusano cogollero del maíz, gusano
mazorquero del maíz, bicho del cesto, gusano cortador negro, polilla gitana,
enrollador omnívoro de la hoja, cucarachas Periplaneta, escarabajo
perforador del durazno, gusano del brote del tabaco, escarabajitos de la
corteza del olivo, y otras especies.
De la misma manera con los nombres de Isomate, Rimilure y Pherocon se
ofrecen diversos atrayentes comerciales para plagas agrícolas; y con el
nombre de Storgard, atrayentes para insectos de productos almacenados.
Entre los compuestos que se emplean en muestreos de campo están los
siguientes productos:
Atrayente Especie Atraída
Metil eugenol Mosca oriental de la fruta Dacus dorsalis
Cue-lure Mosca del melón Dacus cucúrbitas
Siglure Mosca del Mediterráneo Ceratitis capitata
Medlure Mosca del Mediterráneo
Trimedlure Mosca del Mediterráneo
Gyplure Polilla gitana Lymantria dispar
Disparlure Polilla gitana
Butyl sorbalo Escarabajo europeo Amphimallon majatos
Metil linolenato Escarabajo de la corteza Ips typorgraphus
PEP. Eugenol (7:3) Escarabajo japonés Popillia japónica
Lactona Escarabajo japonés
Grandlure Picudo grande Anthonomus granáis
Gossyplure Gusano rosado Pectinophora gossypiella
Hexalure Gusano rosado
Z-9-DDA Cogollero del maíz Spodoptera frugiperda
Virdure Bellotero Heliothis virescens
Orfamone Polilla oriental Grapholitha molesta
Además se han identificado y/o sintetizado atrayentes sexuales para plagas
como:
- La polilla de la papa Phthorimaea operculella (Zeller) (Fonda y col.
1975).
- Gusanos medidores Trichoplusia ni (Hübner) y Pseudoplusia includens
(Walker) (Mitchell y col. 1975).
- Polilla de la manzana Laspeyresia pomonella (L.) (Roelofs y col.
1971).
- El gorgojo del camote Cylas formicarius (Heath y col. 1991).
proteína 10 c.c.
hidrolizada
Bórax granulado 20 gr.(preservante)
agua 1 litro
Con las trampas tipo Steiner se suelen utilizar atrayentes sexuales como el
Trimedlure, específico para la mosca mediterránea de la fruta. El atrayente se
aplica en una mecha de algodón que debe ser cebada periódicamente;
aproximadamente 2.5 ce cada 15 días. Para matar a las moscas se utiliza
polvos de diclorvos u otro insecticida, aproximadamente 2 gramos por
trampa.
También puede usarse como atrayente de alimentación una solución de
Staley's sauce N° 7, u otra sustancia para capturar diversas especies de
moscas de la fruta.
Las trampas pegantes cebadas con Trimedlure son muy eficientes para la
mosca mediterránea, por lo que se le recomienda para detectar poblaciones
bajas. La superficie de la trampa se cubre con una sustancia pegante que
perdura por un tiempo prolongado. Existen diversos modelos, siendo el tipo
tablero el más común.
Recientemente se ha encontrado que las trampas con feromonas del gorgojo
del camote Cylas formicarius tienen un gran potencial en el control de esta
plaga.
La captura de machos de la polilla de la papa a base de trampas cebadas
con feromonas sexuales permite decidir aplicaciones de insecticidas más
oportunas y reducir las poblaciones en el campo y en el almacén (Raman,
1988)
Trampas luminosas
En las trampas luminosas el atrayente puede ser un foco de filamento de
tungsteno, un tubo fluorescente, un tubo de luz ultravioleta, o la llama de un
mechero (Pozo, 1973; García y col., 1972). El sistema de captura de los
insectos está formado por mandilones o superficies de impacto, un embudo y
un recipiente donde caen los insectos. El recipiente varia, según se desee
mantener a los insectos vivos o muertos; si van a ser identificados
posteriormente, o si serán eliminados sin examinarlos. En las trampas de
detección los insectos deben conservarse en buen estado para facilitar su
identificación. Si sólo se busca su destrucción basta usar un recipiente que
contenga agua con aceite, querosene, o petróleo. Las parrillas eléctricas no
son eficientes en el campo pero pueden resultar útiles en uso casero e
industrial.
Las trampas luminosas pueden ser unidireccionales y omnidireccionales,
según que la fuente de luz sea visible desde una sola dirección, o de todos
los ángulos.
CEBOS TÓXICOS
Los cebos tóxicos son mezclas de una sustancia atrayente con un
insecticida. Los cebos generalmente están orientados a controlar insectos
adultos por que la movilidad de los individuos es fundamental para la
eficiencia del cebo. En algunos pocos casos se usan cebos contra larvas
como en el control de los gusanos de tierra (noctuidos).
La gran ventaja del cebo tóxico es que el efecto insecticida se restringe a la
especie dañina que es atraída por el cebo. De esta manera se confiere
especificidad al tratamiento evitando dañar a los insectos benéficos. Al
mismo tiempo se ahorra insecticida porque la aplicación es localizada. En
general, el tratamiento tiende a ser más económico y selectivo.
Destrucción de machos a base de cebos
La combinación de atrayentes sexuales con insecticidas constituyen cebos
de gran potencial. En la pequeña isla de Rota en el Pacífico, se logró
erradicar la mosca oriental de la fruta Dacus dorsalis, mediante la aplicación
de cebos a base del atrayente metil eugenol y el insecticida naled,
impregnados sobre bases de fibra. El atrayente actúa solamente sobre los
machos de modo que la erradicación se logró sin afectar directamente a las
hembras.
Uso de Repelentes
Los repelentes pueden ser mecánicos (texturas superficiales, polvos,
gránulos, ceras, espinas, pubescencia). Los repelentes químicos pueden ser
gaseosos u olfatorios y de contacto. Los primeros tienen el inconveniente de
su escaso poder residual debido a su volatilidad; los de contacto, el
inconveniente de dejar superficies libres del producto, conforme crecen los
tejidos de la planta.
Hasta la fecha no se han desarrollado repelentes sintéticos que puedan ser
usados en forma práctica en las plantas. Los productos repelentes que
existen actualmente se emplean contra insectos que dañan telas y contra
algunos insectos que atacan a las personas, como los repelentes contra
zancudos y mosquitos.
En la sierra del Perú se usa tradicionalmente una planta llamada "muña" para
proteger a la papa almacenada contra las polillas de la papa y el gorgojo de
los Andes. En realidad se trata de varias especies de Minthostachys y
Satureja de la familia Labiadas que resultan repelentes contra estos insectos
(Ormachea, 1979). Efectos similares contra la polilla de la papa presentan las
hojas de Lantana (Raman y col. 1987). En ambos casos las substancias
activas son aceites esenciales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Métodos de esterilización
La Esterilización de los insectos se obtiene mediante radiaciones y con
esterilizantes químicos.
Esterilización química
Ciertos compuestos químicos son capaces de causar esterilidad de los
insectos. Este efecto puede deberse a las siguientes mecanismos: (a)
aspermia o falta de óvulos (esterilizantes antimetabolitos), (b) muerte del
óvulo o del esperma después de haberse formado y (c) producción de
mutaciones letales dominantes en el esperma o en los óvulos (agentes
alkilantes). Esto último es lo más deseable pues en estas condiciones los
machos resultan mejores competidores de las poblaciones normales que en los
otros casos. En algunas especies y con algunos productos esterilizantes el
efecto de esterilización puede ser permanente y en otros casos sólo
temporal.
Los antimetabolitos son substancias que producen síntomas similares a
la ausencia de metabolitos específicos esenciales para el desarrollo de
las células, en este caso de las células germinativas. Entre los numerosos
compuestos antimetabolitos están las purinas y las pirimidinas.
Los agentes alkilantes son compuestos capaces de reemplazar el hidrógeno
de una molécula orgánica por grupos alkílieos; como consecuencia, el
esperma sufre defectos genéticos que evitan el desarrollo del zigote
después de la fertilización. Entre los agentes alkilantes está el importante
grupo de las azarinas al cual pertenecen los compuestos afomida, afólate,
tepa, metepa, tio-tepa y tetramina.
El tratamiento con los esterilizantes varía en las diversas especies de
insectos. El proceso más simple es la inmersión de pupas en el compuesto
esterilizante por un tiempo determinado. La esterilización en el estado adulto
es más complicada debido a que los insectos adultos son normalmente
muy activos y susceptibles a dañarse cuando están muy aglomerados. La
esterilización puede ser por contacto en adulto recién emergidos o por
ingestión del producto esterilizante. Los esterilizantes químicos son
fácilmente absorbidos y muy peligrosos; pueden causar esterilización,
cáncer y teratogenesis o deformaciones congénitas en los humanos. Se
buscan nuevos productos que no tengan estas características.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CUARENTENA
La cuarentena tiene por objeto evitar la introducción de plagas y
enfermedades peligrosas que no existen en el país o están muy poco
difundidas; o evitar la propagación o dispersión dentro del país de aquéllas que
ya han sido introducidas pero que tienen una distribución restringida. Para tal
fin las disposiciones cuarentenarias condicionan, regulan, restringen o
prohíben la introducción, transporte o existencia de plantas o productos
vegetales. La cuarentena puede ser externa o interna según que el área de
protección sea todo el país o una región dentro del país.
El establecimiento de medidas cuarentenarias debe hacerse a base de
consideraciones biológicas, geográficas, climáticas y económicas.
Consideraciones biológicas:
Debe conocerse el ciclo de vida de la plaga o del patógeno, su forma y
capacidad de supervivencia bajo la condiciones de transporte, su rango de
hospederos y medios de propagación, así como los tratamientos (generalmente
fumigaciones) necesarios para destruir las plagas en los productos
importados.
Consideraciones geográficas:
Para que la cuarentena sea factible, deben existir barreras naturales
como desiertos, cordilleras, ríos, lagos, o mares, que imposibiliten el ingreso
natural de la plaga. Las barreras naturales pueden ampliarse con la
eliminación de las plantas hospederas en las áreas limítrofes.
Consideraciones climáticas:
Hay que considerar las posibilidades que tiene la plaga para establecerse en
el nuevo territorio. No tendría sentido una cuarentena contra una plaga que
no tiene posibilidades de establecerse en la nueva zona por razones climáticas
o de otra índole. En general parece que la aclimatación de las formas
subtropicales y tropicales a las zonas templadas es más difícil que la de las
plagas de zonas templadas a las regiones subtropicales.
Consideraciones económicas:
Debe estimarse el daño que podría ocasionarse en el país. La importancia
económica que tenga la plaga en su lugar de origen, no siempre es una buena
referencia de la potencialidad del daño, pues la plaga puede encontrarse
sometida a una serie de factores de represión, sobre todo por la normal
presencia de enemigos naturales que no se encuentran en el nuevo país. El
nematodo del quiste de la papa, por ejemplo, parece ser mucho más dañino en
los Estados Unidos y Europa que en la región andina, su centro de origen. En
general los beneficios económicos estimados deben superar el costo que
demanda el establecimiento de la cuarentena.
CUARENTENA EXTERNA
La Cuarentena Externa trata de evitar el ingreso al país de las plagas y
enfermedades peligrosas que no existen o están muy poco difundidas. La
Cuarentena Externa puede ser absoluta o parcial según que se prohíba
terminantemente la importancia de ciertas semillas, plantas o productos, o
que se permita su ingreso si se cumplen ciertos requisitos. En el Perú se tiene
prohibida la importación de semilla o plantas de algodón, estacas de caña
de azúcar, plantas o yemas de cítricos, semilla o plantas de café, plantas o
rizomas de plátanos, tubérculos de papa, semillas y torta de higuerilla, semilla
de arroz y raíces de camote. Se permite solo importación restringida de
vid y olivo previo cumplimiento de requisitos y condiciones especiales.
La cuarentena externa se establece restringiendo las aduanas por donde
se pueden introducir las plantas al país. En el Perú la cuarentena se establece
a través del Terminal Marítimo del Callao, El aeropuerto Internacional de Lima-
Callao, la Oficina del Correo Central de Lima, el Puerto de Matarani, el Puerto
de Iquitos y los puestos fronterizos de Tumbes, Tacna y Puno. El material
llegado a un puerto es inspeccionado por el Inspector de la Oficina de la Estación
Portuaria de Cuarentena Vegetal que da la licencia de internación, previo
tratamiento de fumigación si fuera necesario. La inspección resulta más eficiente
cuando se realiza antes del desembarco.
Debido a la facilidad con que los insectos pueden ser transportados en los
aviones de viajes internacionales, se procede a la aplicación de aerosoles en
los compartimientos de pasajeros e equipaje tan pronto el avión arriba.
Una amenaza permanente contra la eficiencia de la cuarentena son los
pasajeros que por irresponsabilidad o ignorancia introducen furtivamente
materiales vegetales al país.
CUARENTENA INTERNA
REGLAMENTACIÓN DE CULTIVOS
ERRADICACIÓN DE PLAGAS
REGLAMENTACIÓN DE PESTICIDAS
Comercialización
La importación, exportación, venta y distribución de los pesticidas se
encuentran bajo una reglamentación especial (RS. 187-72-AG). Cada producto
pesticida debe ser aprobado y registrado en el Ministerio de Agricultura
siguiendo un procedimiento establecido. La autorización es válida por dos
años al término de los cuales debe renovarse. Si se trata de productos
experimentales se requiere de un permiso provisional mientras se realizan los
ensayos sobre sus posibles usos.
La venta debe hacerse en envases aprobados oficialmente; en ningún caso
se permite envases de vidrio para productos tóxicos. Las etiquetas también
son aprobadas oficialmente, debiendo estar en castellano e indicar el nombre
comercial del producto, el tipo de formulación, composición química, la
riqueza en ingrediente activo, contenido neto en volumen o peso; instrucciones
para su empleo incluyendo dosis de aplicación, tiempo mínimo entre la
última aplicación y la cosecha, precauciones para evitar accidentes, antídotos
y medidas en caso de intoxicaciones; si el producto es explosivo o
inflamable, número de lote y fecha de expiración de la acción insecticida si
tal ocurriera, y el número de registro expedido por el Ministerio de Agricultura.
Está prohibida la venta de pesticidas de "composición secreta".
Los productos con ingredientes activos que poseen la dosis letal media
(DL50) oral para ratas menos de 500 mg/kg llevan el símbolo convencional de la
muerte (una calavera con dos tibias cruzadas) y las palabras "PELIGROSO-
VENENO". Si la dosis letal media es mayor de 500 mg/kg se colocará las
palabras CUIDADO-PELIGRO.
En otros países se hacen mayores distinciones en los niveles de toxicidad; por
ejemplo: "Extremadamente tóxicos" cuando la DL50 es menor de 100 mg/kg;
"Altamente Tóxicos" para LD50 de 101 a 250; "Moderadamente Tóxicos"
para DL50 de 251 a 1,400; y "Ligeramente Tóxicos", cuando la DL50 es
mayor de 1,400 mg/kg. Está prohibida la fabricación, almacenamiento y
venta de pesticidas agrícolas en los mismos ambientes en que se fabrican,
almacenan o venden alimentos, bebidas o medicinas. Iguales restricciones
existen para su transporte.
Utilización de pesticidas
Existen disposiciones que incluyen la reglamentación del uso de los
pesticidas (R.S. 427-MA-50 y RM 787-MA-53). Cuando se trata de
aplicaciones aéreas las especificaciones son más estrictas, sobre todo en el
caso de los herbicidas. Las restricciones en el uso de los insecticidas
orgánicos se dan en las reglamentaciones de los cultivos específicos que se
han mencionado anteriormente.
En otros países hay una tendencia a considerar disposiciones generales
más estrictas que las que existen en nuestro país; así, por ejemplo, al
adquisición de pesticidas extremadamente tóxicos solo pueden realizarse
con la autorización escrita de un Ingeniero Agrónomo o un técnico autorizado
por el Ministerio de Agricultura; y su aplicación sólo puede hacerse bajo
su dirección o con sus indicaciones por escrito. En todo caso los usuarios son
responsables de los daños causados por el uso indebido o la mala aplicación
de los productos pesticidas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
FAO. 1986. Código internacional de conducta para la distribución y utilización
de plaguicidas. Rome. 26 pp.
LAMAS, JOSE M. 1959. El estado del problema del "gorgojo de la chupadera" en
el Valle de Huaura. Rev. Peruana de Entornol. AGric. 2 (1): 45-50.
MINISTERIO DE AGRICULTURA DE CHILE. 1966. Pesticidas. Ley N° 15.703
y Decreto N° 567. Boletín Técnico N° 21. Santiago-Chile. 53 p.
MINISTERIO DE AGRICULTURA DEL PERÚ. 1963. Regulaciones de sanidad
vegetal, departamento de Control Sanitario Vegetal. Dirección de Inspección
y Control Agrario. Lima, Perú. 112p. (Recopilado por Ing. Nemesio Vallejo)
MINISTERIO DE AGRICULTURA DEL PERÚ. 1972. Regulaciones de sanidad
segetal (Cuarentena Vegetal Externa). Dirección General de Promoción
Agropecuaria. Lima, Perú. 142 p. (Recopilación actualizada por Ing. Juan
F. Pacora)
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y ALIMENTACIÓN. 1978. Reglamento de
cultivos alogodonero-tabaco. Dirección General de Apoyo a la Empresas
Campesinas. Lima-Perú.
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VENEZUELA 1968. Reglamento General de Pesticidas. Dirección General.
Oficina de Sanidad Vegetal. Caracas, Venezuela, 15 p.
NATIONAL ACADEMY OF SCIENCES, 1969. Insect pest management and
control principles of plant and animal pest control. Vol.3. Washington D.C.
Estados Unidos. 508 p.
VALLEJOS, F.N. 1966. La cuarentena vegetal en el mundo y en el Perú. Tesis
del Grado sin publicar. Univ. Nacional Agraria, La Molina, Lima-Peru. 84
p.
13
EL MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS
El Concepto
El Manejo de Integrado de Plagas (MIP) es un sistema de protección de cultivos orientado a
mantener las plagas en niveles que no causen daño económico mediante el uso preferencial de factores
naturales, o sus derivaciones, que resulten adversos al desarrollo de las plagas. Entre estos factores están
las variedades resistentes, agentes de control biológico, prácticas agronómicas, medidas físicas y
mecánicas, y la utilización de estímulos que determinan el comportamiento de los insectos tales como
repelentes y atrayentes, y otras prácticas. Se buscan efectos duraderos en la reducción de las densidades
de las plagas. Sin embargo, cuando, por alguna razón, las plagas escapan a la acción de los factores
enunciados, y se pone en peligro la producción, es posible recurrir al uso de plaguicidas, como medida
temporal para tratar de restituir un mejor balance entre la plaga y los factores adversos. En estos casos, el
uso de plaguicidas debe ser selectivo; evitando las aplicaciones generalizadas de productos de amplio
espectro y prolongada residualidad. En esto difiere con la orientación del control químico tradicional que se
basa en el empleo sistemático y repetidos de insecticidas, como método preferencial para reducir las
poblaciones de plagas (Figura 13:1).
Figura 13:1 . Representación esquemática de los efectos del control químico convencional (A), el Manejo de
Integrado de Plagas (B) y la aparición de nueva plaga por mal manejo del cultivo (C).
1
El concepto de Manejo Integrado de Plagas se ha modificado algo desde la idea inicial que fue
integrar el control químico con el control biológico (Bartlett,1964), por entonces se le llamó Control Integrado
de Plagas. En la actualidad , en el MIP se incluyen todos aquellos factores, métodos o prácticas, que
puedan integrarse y que sean compatibles con el concepto general del MIP.
Orientación con bases ecológicas. Se dice que el MIP tiene bases ecológicas por que, para cada
caso, toma en cuenta: a) las relaciones que existen entre los diferentes componentes de un ecosistema
agrícola particular y b) los factores que determinan la existencia y dinámica poblacional de las plagas
específicas del lugar (Figura 13:2). Se da especial importancia a las relaciones de las plagas con la planta
cultivada (susceptibilidad, resistencia) y su fenología, con sus enemigos naturales (agentes de control
biológico), con las condiciones físicas, mecánicas, microclimáticas y agronómicas del medio (prácticas
culturales) y las condiciones climáticas que inciden en los ciclos de desarrollo, reproducción y sobrevivencia
de las plagas. También es importante determinar el comportamiento de las plagas frente a determinados
estímulos que producen repelencia o atracción, de manera que las plagas puedan ser mantenidas alejadas
de la planta hospedera o atraídas para ser capturadas (trampas) o envenenadas (cebos tóxicos). En cuanto
a la existencia de las plagas y su dinámica poblacional, es preciso identificar los factores que favorecen o
desfavorecen su reproducción, sobrevivencia, y dispersión; así como los factores que determinan las
fluctuaciones de las plagas en las condiciones locales.
En el caso de tener que recurrir a los insecticidas, se pone especial atención en lograr efectos
selectivos; que el producto mate a las plagas pero que sus efectos perjudiciales sobre la fauna benéfica
sean atenuados, por las características toxicológicas de los productos o por sus formas de aplicación. Entre
la fauna benéfica están los agentes de control biológico (parasitoides, predadores y patógenos) e insectos
polinizadores.
2
Figura 13:2 Enfoque ecológico del MIP: Interacciones entre los principales componentes de un ecosistema
agrícola.
3
Figura 13:3 Enfoque multilateral del MIP: Utilización de dos o más factores adversos al desarrollo de las plagas
Por otro lado, tampoco se trata de utilizar todos los componentes disponibles. Lo más importante es
el criterio con que se seleccionan aquellos componentes que hacen que el sistema sea efectivo y
económico. Si se dan las condiciones apropiadas, la integración de dos componentes, como una variedad
resistente y agentes de control biológico, puede resultar satisfactoria (Figura 13:4)
4
Afidos/planta
Susceptible
Sin parasitoide
Resistente
Sin parasitoide
Susceptible
Con parasitoide
Resistente
Con parasitoide
semanas
Figura 13:4 Poblaciones del áfido Schizaphis graminum en plantas de dos variedades de cebada
(susceptible y resistente) en presencia y ausencia del parasitoide Lysiphebus testaceipes.
Según Starks y col. 1972.
5
Figura 13:5 Priorización de los factores de mortalidad natural en el Manejo Integrado de Plagas
Sistema flexible. Finalmente, el manejo integrado de plagas es flexible para responder a las
particularidades del lugar donde se le usa y a los cambios normales o inusitados que se dan dentro de la
campaña agrícola o entre un año y otro; sea en términos climáticos, económicos, o de otra índole. Por estas
consideraciones resulta imposible que el MIP se encasille en formalidades o protocolos. La variabilidad de
las condiciones agrícolas es particularmente notoria en países tropicales y subtropicales.
Hay una clara diferencia en la estrategia del control de plagas tradicional, ampliamente dominado
por el control químico, y el MIP. En el control químico, las acciones se toman en función directa de la plaga,
buscando su máxima mortalidad o erradicación temporal; son medidas curativas que producen una
disminución rápida de la plaga, la cual volverá a incrementarse cuando desaparezcan los residuos del
producto en las plantas. En el MIP la plaga es tratada como un constituyente del ecosistema agrícola
(agro-ecosistema) que mantiene interacciones positivas y negativas con los otros componentes del
ecosistema. De modo que, mediante el manejo de estos otros componentes, se puede dificultar el
desarrollo de las plagas o contribuir a su mortalidad natural. Se trata de medidas que, en muchos casos,
pueden calificarse de preventivas, pues se anticipan a la ocurrencia del problema, gracias al conocimiento
que se debe tener del cultivo, de las plagas y de las condiciones locales. El control químico es
esencialmente curativo. El esquema de la estructura del ecosistema agrícola y las interacciones entre sus
componentes se presentaron en el Figura 13:2.
6
en cualquier lugar sin ajustes importantes. Tampoco es realista pensar que cualquier programa MIP se
logra siguiendo un protocolo.
Por el momento, es preciso indicar que los programas MIP exitosos tienen de común: contar con el
interés y apoyo de los agricultores (pequeños o grandes productores); disponer de un programa técnico
bien estructurado como resultado del análisis de la situación local; contar con un equipo eficiente para la
implementación del programa (pequeños agricultores capacitados, técnicos de las grandes empresas, o un
equipo técnico especial); disponer de recursos operativos para la ejecución del programa; y lograr que los
agricultores obtengan beneficios económicos, o de otra índole, en un lapso prudencial.
Otros dos aspectos técnicos que están relacionados con la implementación de los programas MIP,
y que se tratarán posteriormente, son a) el establecimiento de un sistema de evaluación periódica
("monitoreo") de los niveles poblacionales de las plagas y sus enemigos naturales en el campo y b) el
concepto de umbrales o "límites de infestación" de cada plaga que pueden ser tolerados por el cultivo sin
que se afecte su rendimiento o beneficio económico.
El MIP se inició a fines de la década de 1950 como una reacción a las deficiencias y
complicaciones que se detectaron en el uso de plaguicidas en la protección de los cultivos. Las deficiencias
se hicieron evidentes: a) cuando las plagas mostraron capacidad para desarrollar resistencia a las
aplicaciones de insecticidas; b) cuando aparecieron nuevas plagas como consecuencia de la destrucción de
sus enemigos naturales por el uso extensivo de insecticidas; y c) cuando los costos de protección de los
cultivos llegaron a niveles insostenibles para los agricultores. Esto sucedió debido al incremento en el
número de aplicaciones requeridas (pérdida del efecto residual), la necesidad aumentar las dosis (pérdida
de susceptibilidad, por desarrollo de resistencia), y el aumento en el precio de los productos.
7
evidentes problemas relacionados con la contaminación ambiental, precisamente cuando en el mundo se
ha tomado conciencia de la importancia de preservar la calidad del medioambiente. De allí que en años
recientes, el interés por el MIP ha rebasado el ámbito agrícola y se le considera como el sistema de
protección de plantas más razonable pues, al tiempo que protege los cultivos contra las plagas, minimiza la
contaminación del medioambiente.
Esto se debe principalmente a que las poblaciones de las plagas son entes dinámicos, complejos y
de gran plasticidad genética, que se adaptan a los cambios que se introducen en el ecosistema agrícola.
Como no todas las plagas ocupan el mismo nicho ecológico es normal que la adopción de una práctica
cultural que restringe el desarrollo de una plaga pueda favorecer el incremento de otras especies. La
introducción de plantas resistentes a una determinada plaga puede, con el tiempo, dar lugar al desarrollo de
nuevos biotipos de la misma especie capaces de romper la resistencia original. Por otro lado, la adopción
de plantas resistentes a una plaga, puede favorecer la aparición de otras plagas, para las cuales el
mecanismo de resistencia no funciona. En la práctica también se da el caso que la variedad resistente, que
podría ayudar al manejo de una plaga, no es la variedad comercial que prefiere el agricultor por razones de
mercado. Pero, sobre todo, es el control químico, usado como única o principal forma de represión de
plagas, el método que presenta las más serias limitaciones como enfoque unilateral de control.
El Control Químico. Es justo reconocer que los plaguicidas, desde mediados del siglo pasado,
en términos generales, han contribuido significativamente a la protección de los cultivos, controlando plagas
y enfermedades. De igual manera, los plaguicidas han contribuido a la salud del hombre y de los animales,
controlando ectoparásitos y vectores de enfermedades. Hoy día se dispone de numerosos productos entre
insecticidas, fungicidas, nematicidas, rodenticidas, herbicidas, etc. que se aplican intensamente en el
campo constituyendo la forma predominante de la protección moderna de los cultivos.
Es un hecho que se repite una y otra vez que, cuando se introduce un plaguicida, resulta ser muy
efectivo durante cierto tiempo y, muchas veces, es relativamente económico. Este fenómeno se ha repetido
una y otra vez desde que los plaguicidas orgánicos sintéticos modernos se introdujeron en la década de
1950. Su adopción fue muy rápida y se les considera un factor importante en el incremento de los
rendimientos agrícolas. Con este recurso, tan poderoso, se han cometido muchos abusos. Cuando la
economía lo ha permitido, se han hecho, y se hacen, aplicaciones innecesarias como si se tratara de un
“seguro” contra eventuales pérdidas de cosecha, con el criterio de que es mejor “aplicar por si acaso” que
no aplicar. También se suelen incrementar innecesariamente las dosis con el criterio popular de que “si
poco es bueno, mucho debe ser mejor”.
El abuso, y mal uso, de los plaguicidas pronto anulan los beneficios que podrían derivarse de su
buen uso. Pero, aún con su uso razonable, hay limitaciones que son intrínsecas a su naturaleza tóxica.
Todos los plaguicidas, al ser aplicados, van seleccionando a los insectos menos susceptibles, y terminan
formando una población resistente. Hay productos de amplio espectro de acción que afectan,
indistintamente, a los insectos dañinos como a lo benéficos. Finalmente, hay productos que son muy
estables y dejan residuos tóxicos por mucho tiempo en los productos agrícolas cosechados. Aun cuando
numerosos plaguicidas, que eran extremadamente tóxicos o que persistían en el medioambiente por
8
tiempo muy prolongado, han sido retirados del mercado, muchos de los productos actuales todavía
representan riesgos para la salud y contribuyen a la contaminación ambiental.
La pérdida de efectividad de un insecticida se debe a que las plagas tienen capacidad para
desarrollar resistencia a esos productos. Los insecticidas matan a los individuos susceptibles de una
población plaga y los sobrevivientes, al reproducirse, forman poblaciones menos susceptibles que,
finalmente, dan lugar a una población resistente. Como la ocurrencia de este fenómeno crece con una
tendencia exponencial, la resistencia se ha convertido en una de las limitaciones más serias en la
protección moderna de cultivos. En un esfuerzo por retardar la generación de resistencia, se recomienda
limitar el número de aplicaciones de un producto por campaña agrícola y, en todo caso, alternar productos
que tengan diferentes mecanismos de acción tóxica. De esta manera, se busca reducir la presión de
selección que estos productos ejercen sobre las poblaciones de insectos y que acaban desarrollando
plagas resistentes. El descubrimiento de nuevos insecticidas no contrarresta satisfactoriamente el ritmo de
aparición de nuevos casos de resistencia. Desde 1984 existe el IRAC (Insecticide Resistance Action
Commitee) que estudia la manera de manejar la resistencia y, sobre todo, de reducirla. En la actualidad,
entre los datos técnicos de un insecticida, figura el grupo de acción IRAC, identificado con un número. Los
productos del mismo número tienen la misma forma de acción y no deben aplicarse sucesivamente, para
evitar el rápido desarrollo de la resistencia.
Basta considerar un solo cultivo, como la papa, para encontrar numerosos ejemplos de plagas que
desarrollaron resistencia en los primeros 25 años de uso de insecticidas . El pulgón verde de la papa,
Myzus persicae (Sulz), que es un importante vector de virus en papa, desarrolló resistencia a la mayoría de
los insecticidas registrados para ser usados en este cultivo (Radcliffe et al., 1979). El escarabajo de
Colorado, Leptinotarsa decemlineata (Say), desarrolló resistencia a insecticidas clorados, fosforados y
carbamatos en muchas partes de los Estados Unidos (Harris & Svec, 1981). En la costa del Perú,
Scrobipalpula absoluta desarrolló resistencia progresivamente a DDT, paratión etílico, paratión metílico y
endrin (productos que ya no se venden el mercado) y otros insecticidas fosforados; y, posteriormente, al
grupo de insecticidas piretroides al poco tiempo de su introducción (Campos, 1978) (cuadro 13:1). La polilla
de la papa Phthorimaea operculella (Zeller) desarrolló resistencia a productos clorados, fosforados,
carbamatos y piretroides (Collantes, 1984). La mosca minadora, Liriomyza huidobrensis Blanch, desarrolló
resistencia a la mayoría de los productos clorados y fosforados en la costa del Perú.
9
Tabla 13:1 Evolución del control químico de Scrobipalpula absoluta Meyrick en el valle de Cañete.
Lima-Perú. (Campos, 1976).
______________________________________________________________________________
i.a. kg/ha
1950 DDT 1,750
1952 Paration etílico 0,150
1955 Paration etílico 0,250
1963 Paration etílico 0,500
1965 Paration metílico 0,500
1968 Paration metílico 1,000
1971 Tamaron1 0,500
1974 Tamaron1, Azodrín2 (deficiente)
1975 Mezclas: Endrithion3 + Azodrin
Endrithion + Tamaron
1976: Decis4, Belmark5, Birlane6, Cidial7
________________________________________________________________________________
1Metamidofos, 2Monocrotofos, 3Mezcla de Endrin + Paration metílico, 4Deltametrina, 5Fenvalerato,
6Clorfenvinfos, 7Phentoato.
Mucho más importante para el agricultor es el efecto de la destrucción de los enemigos naturales
de las plagas potenciales, es decir de aquellos insectos que se mantenían en poblaciones bajas sin causar
daño económico. Al desaparecer la represión biológica natural, esas poblaciones de insectos se
incrementan y algunas llegan a alcanzar niveles de plaga. Se trata de las llamadas "nuevas plagas" o
"plagas inducidas" o "plagas secundarias". Las plagas inducidas pueden resultar más difíciles de combatir
que las plagas primarias, pues suelen sobrevivir a los tratamientos que se efectúan contra éstas; es decir,
son tolerantes a los insecticidas normalmente utilizados en el cultivo.
En la costa central del Perú se considera que la emergencia de la "mosca minadora" Lyriomyza
huidobrensis como plaga principal de la papa (Fig. 13:6), fue el resultado de las intensas aplicaciones que
se utilizaron contra la polilla Scrobipalpula absoluta. Esta condición se mantuvo por algún tiempo por la
tendencia de hacer aplicaciones “calendarizadas” contra la mosca minadora. Por muchos años la mayor
cantidad de insecticidas que se usó en papa en la costa estuvo orientada a controlar esta plaga.
10
Figura 13:6 Incremento de las poblaciones de mosca minadora , Liriomyza huidobrensis, en el valle de Cañete,
Perú, coincidente con la adopción del uso masivo de insecticidas contra la polilla del follaje de papa,
Tuta absoluta.
El fenómeno de la aparición de nuevas plagas en el caso del algodonero en el Perú fue tratado en
el Capítulo 9 y puede apreciarse en el cuadro 13:2. Este problema puso al borde de la ruina a los
agricultores algodoneros del valle de Cañete, Perú, en la segunda mitad de la década de 1950.
Cuadro 13:2 . Relación de las plagas del algodonero en el valle de Cañete, Perú, cuando se usaban
solamente insecticidas minerales y botánicos, y la aparición de nuevas plagas cuando se
utilizaron masivamente los insecticidas orgánicos sintéticos modernos. Según Boza Barducci,
1965.
Es posible que las infestaciones crecientes de la mosquilla de los brotes Prodiplosis sp., del ácaro
blanco Poliphagotarsonemus latus y de la mosca blanca Bemisia spp., observadas en los últimos años en
11
diversos cultivos de la costa del Perú, estén asociadas con las aplicaciones de insecticidas contra otras
plagas.
Hay ciertas plagas, como las cochinillas harinosas, moscas blancas, moscas minadoras y ácaro
hialino, entre otras, cuyo incremento con frecuencia está asociado con el uso excesivo de insecticidas
contra otras plagas.
Trofobiosis y Hormoligosis. Hay otros fenómenos relacionado con el uso de plaguicidas que
contribuyen al incremento de las poblaciones que no son susceptibles a los tratamientos. Se trata de los
fenómenos de hormoligosis y trofobiosis. No están bien definidos los mecanismos de acción, pero son
hechos comprobados que la aplicación de ciertos productos plaguicidas, favorecen la multiplicación de
ciertas plagas. Según Chaboussou (1966), la trofobiosis es el incremento de la vitalidad de un organismo
debido al efecto de los plaguicidas en la planta que favorece a la plaga que se alimenta de ella. (figura
13:7). Hormoligosis es el fenómeno de estimulación reproductiva de plagas (o insectos benéficos) por dosis
subletales de plaguicidas (Luckey, 1968). Así, por ejemplo, imidacloprid, un plaguicida sistémico, efectivo
contra pulgones, moscas blancas, cigarritas y otros insectos, favorece la reproducción de la arañita roja
Tetranychus urticae y también del ácaro predator Amblyseius victoriensis (James y Price, 2002). Es común
en el valle de Cañete que los campos de camote tratados con carbofuran y oxamyl, contra el gorgojo del
camote, presenten las más altas infecciones de la mosca blanca Bemisia.
Huevos/hoja
carbaryl
DDT
Testigo
Figura 13:7 Efecto del Carbaryl y el DDT aplicados en el follaje de vid en el incremento de la
fecundidad de la arañita roja Tetranychus telarius. Chaboussou, 1966.
Esta situación la comparten tanto los agricultores grandes como los pequeños. Pero, es
particularmente dramática entre agricultores pequeños o medianos, que trabajan terrenos marginales, y
muchas veces en condiciones de precios inestables para sus cosechas. Estudios realizados en el valle de
Cañete en la costa central del Perú (Ewell et al., 1990) demuestran que la inversión en plaguicidas para
12
controlar plagas de la papa supera el costo de otros insumos incluyendo a la semilla (Fig. 13:8). Cuando los
precios de la venta de la papa son bajos, rendimientos de 20 a 25 t/ha escasamente cubren los costos de
producción.
Figura 13:8 Comparación de los costos sanitarios del cultivo de papa en el valle de Cañete con respecto a los
otros costos de otos insumos para la producción de papa en el valle de Cañete, Perú. Según Ewell y
col. 1990.
En cierto modo, los precios elevados de los insecticidas tienden a favorecer su uso más razonable y hasta,
eventualmente, pueden inclinar a los agricultores a adoptar el MIP, como una manera de bajar sus costos
de producción. El fenómeno que se está produciendo ahora es que los nuevos productos insecticidas son
caros, pero los antiguos productos, cuyas patentes han vencido, son producidos por países asiáticos en
procesos de industrialización, a precios muy bajos. Este fenómeno puede volver a incentivar el mal uso y
uso excesivo de los plaguicidas.
En el caso de la papa, los residuos tóxicos en los tubérculos están asociados principalmente con
tratamientos al suelo para combatir a los insectos de vida subterránea, entre ellos al gorgojo de los Andes,
Premnotrypes spp. y gusanos blancos (Scarabaeidae), Los insecticidas clorados como el BHC, Aldrin y
Heptacloro, que se usaron ampliamente contra esta plaga, han sido prohibidos debido a su persistente
efecto contaminante. Estos insecticidas han sido reemplazados por otros compuestos más tóxicos como
aldicarb, carbofuran y oxamyl que tienen efectos múltiples contra insectos subterráneos, nematodos, e
13
insectos picadores chupadores del follaje. El riesgo de los residuos de estos productos en los tubérculos y
en las aguas subterráneas es motivo de muchas preocupaciones e investigaciones. En algunos estados de
los Estados Unidos el uso de estos productos ha sido prohibido o restringido en el cultivo de la papa.
Las plagas. Aquellas especies de insectos que, en su variabilidad adaptativa, pueden armonizar su
desarrollo con las nuevas condiciones se vuelven abundantes y se convierten en plagas. Si entre las
nuevas condiciones está el frecuente uso de insecticidas, las poblaciones de insectos también pueden
adaptarse a ellos desarrollando resistencia.
Los agro-ecosistemas son menos complejos que los ecosistemas naturales y por consiguiente son
menos estables. Aún así, mantienen una serie de interacciones complejas entre sus componentes, de
modo que cualquier cambio biológico, físico o químico en un componente generalmente afecta a otros
componentes del ecosistema (Fig. 13:2).
Los otros Componentes del Agro-ecosistema. Además de las plantas y las plagas, entre los
principales componentes del agro-ecosistema están, los insectos benéficos, las condiciones climáticas, las
condiciones del suelo, y las prácticas culturales, incluyendo la aplicación de plaguicidas. Si bien, desde el
punto de vista técnico, comprender el agro-ecosistema es fundamental para enfocar programas de MIP, hay
otro aspecto igualmente importante a considerar. Se trata de tomar en cuenta a los agricultores y su
situación socioeconómica, pues los programas de manejo que se establezcan tienen que ser compatibles
con esa realidad que ellos representan.
El equilibrio de las plagas. Los insectos fitófagos constituyen un componente del agro-
ecosistema. Su interacción con otros componentes determinan los niveles de sus poblaciones y sus
variaciones con el tiempo o la fenología de la planta. Para tratar de precisar la abundancia o escasez de
una población en el contexto del agro-ecosistema se han creado algunos términos. El promedio de la
densidad de una población durante un tiempo relativamente largo se denomina "posición de equilibrio" o
"densidad promedio de equilibrio".
Para las condiciones particulares de un lugar, donde ocurren factores favorables y adversos, cada
especie suele presentar una posición de equilibrio propia. Así, algunas especies, generalmente muy pocas,
son permanentemente abundantes y provocan serios daños a los cultivos, por lo que se les llama "plagas
claves" (Fig. 13:9). Otras especies suelen incrementarse en ciertas épocas y disminuir en otras; son las
14
"plagas ocasionales", que si se presentan regularmente asociadas a una época del año, vienen a ser las
“plagas estacionales”. Finalmente, un buen número de especies permanecen en bajos niveles, sin causar
reducción en las cosechas, por lo que se les considera sólo "plagas potenciales" o simplemente “fitófagos
sin importancia económica”. Este tema fue desarrollado en el Capítulo 3.
De todos los factores presentes en el ecosistema que interactúan con las plagas, algunos son
considerados "factores claves" porque son los que tienen efecto directo y notorio sobre las poblaciones de
insectos; entre ellos pueden estar las prácticas agronómicas, la presencia o ausencia de enemigos
naturales, los altos o bajos niveles de resistencia o tolerancia de las plantas, o las condiciones macro y
micro climáticas (Bagley, 1958). El valor relativo de los factores claves y su utilización práctica varía según
los casos. Cualquier cambio en los factores claves conlleva cambios en las densidades de las poblaciones
de insectos, aunque estas respuestas no sean inmediatas. Como resultado de estos cambios, si llegan a
ser permanentes, una plaga clave puede dejar de serlo y, al contrario, un insecto sin importancia económica
puede convertirse en plaga clave.
Figura 13:9. Representación esquemática teórica de las “plagas claves”, “plagas ocasionales” y poblaciones
de insectos sin importancia económica (“plagas potenciales”) relacionando sus densidades (nivel de
equilibrio y fluctuaciones poblacionales) con el umbral de daño (nivel en que la población afecta los
rendimientos).
En la literatura sobre experimentos con insecticidas se suele encontrar casos en que un producto
registra alta mortalidad de la plaga, pero los rendimientos de las parcelas tratadas no superan los
rendimientos de las parcelas testigo, sin tratamiento. En gran parte, esto se debe a que el nivel que
alcanzó la plaga fue soportada por el cultivo, sin que llegara a reducir su capacidad de producción. Es decir
la aplicación del insecticida no fue necesaria.
Umbral de daño económico. Sólo cuando la población sobrepasa ciertos niveles, dependiendo de
las variedades, estado de desarrollo de la planta y otros factores, la cosecha disminuye. Estas densidades
críticas de la plaga se denominan comúnmente "umbrales económicos", "niveles de daño económico" o
"umbrales de respuesta al daño" como se explicó en el Capítulo 2.
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Cualquier disminución en la cosecha constituye una pérdida verdadera. Pero cuando se define el
“nivel de daño económico” se incluye factores económicos adicionales; el costo de la medida de control de
la plaga y el beneficio económico que se obtiene con su aplicación. De modo que el "umbral" viene a ser
"aquella densidad poblacional de la plaga debajo de la cual el costo de la medida de control excede el valor
del daño causado por la plaga". Si la densidad de la plaga excede ese límite sin que se apliquen medidas
de control se produce una pérdida económica mayor que la necesaria y, si se aplica antes, se incurre en un
gasto innecesario. En realidad se trata de un concepto directamente ligado al uso de insecticidas. Un
criterio esencial para el “manejo de plaguicidas”. La decisión que se toma es “curativa”. En el MIP, en
cambio, se trata de tomar medidas “preventivas”, y evitar que las poblaciones de las plagas lleguen a los
niveles críticos.
La inclusión del "costo de la medida de control" y "el precio de la cosecha" en la definición del
concepto de daño económico, a primera vista, es razonable, especialmente para las condiciones de la
agricultura en climas templados, donde se producen muy pocas generaciones o ciclos de las plagas en una
campaña agrícola y donde una aplicación de insecticidas puede tener un efecto determinante. En
condiciones tropicales y subtropicales donde las plagas están presentes todo el año, en generaciones
sucesivas, las predicciones de costos de protección son muy inciertas; si a eso le agregamos la
incertidumbre en los precios de venta de los productos cosechados, llegamos a la conclusión de que el
cálculo del nivel de daño económico es una complicación innecesaria. En el mejor de los casos, los cálculos
serían factibles para los daños producidos por una sola plaga, de preferencia univoltina (una sola
generación por campaña agrícola). Pero, en las condiciones tropicales y subtropicales, es común que se
presenten simultáneamente varias plagas y que la mayoría sean multivoltinas (varias generaciones por
campaña agrícola).
Umbral de acción. El margen de tolerancia desde que se inicia una infestación hasta que se llega
al umbral de daño varía con el tipo de daño que ocasiona la plaga (Figura 2:31), la edad de la planta (Figura
2:33), y la tolerancia propia del cultivar. Cuando se considera una medida de control químico (que es la
consideración fundamental en que han sido desarrollados estos conceptos) la aplicación debe llevarse a
cabo un poco antes de que la plaga llegue al umbral de daño económico (o de respuesta al daño). A ese
nivel poblacional de la plaga se le denomina "Umbral de acción". En la práctica del manejo integrado de
plagas, el umbral de acción se maneja con mucha flexibilidad, pues la idea es recurrir a medidas que eviten,
en los posible, acercarse al umbral de daño.
El tipo de daño de la plaga y los Umbrales de daño. El tipo de daño que causa una población de
insectos en la planta debe estar bien definido. En el caso de la papa, en que los tubérculos son el objeto del
cultivo, las plagas que dañan el follaje o la parte aérea en general podrían llamarse "indirectas" en tanto que
las plagas que dañan los tubérculos serán plagas "directas". Con las plagas indirectas hay un mayor
margen de tolerancia que con las plagas directas. Un caso especial son los vectores de virus en los que
16
poblaciones muy bajas pueden causar epidemias severas. Aún más serios son sus efectos dañinos si se
trata de semilleros, pues en este caso la tolerancia es prácticamente cero.
En el algodonero las plagas directas dañan los órganos de fructificación (botones y bellotas). Pero
en este caso las plagas directas tienen un margen de tolerancia relativamente amplio porque la planta tiene
el potencial de producir órganos de fructificación en una cantidad que excede la capacidad de soporte de la
planta. De modo que cierta cantidad de botones dañados no afectan el rendimiento de la planta. La planta
compensa este daño disminuyendo los botones que normalmente deja caer en forma natural, por alguna
razón fisiológica.
El margen de tolerancia es aún mayor para las plagas indirectas que comen el follaje (Figura
13:10).
´
Figura 13:10. Correlación entre los porcentajes de defoliación y los porcentajes de pérdida de rendimiento de
papa de primera en un experimento de daños simulados en tres estados de desarrollo de la planta de
papa. Takatori y col. 1952
El concepto de umbral de daño económico está íntimamente relacionado con el uso de insecticidas.
Es importante aclarar, sin embargo, que en la decisión de aplicar insecticidas también se toman en cuenta
otras consideraciones muy importantes. Entre ellas la oportunidad o momento de la aplicación, para lo cual
hay que tener en cuenta que el estado de desarrollo del insecto sea particularmente susceptible a los
tratamientos, o que los insectos estén en su fase expuesta (no en su fase inaccesible como sucede con las
plagas que dañan órganos subterráneos), el número de generaciones del insecto por año o por campaña
agrícola, los recursos disponibles para controlar la plaga, y las condiciones ambientales favorables (o no)
para llevar a cabo los tratamientos.
Finalmente, hay que tener presente dos aspectos; que la presencia de insectos fitófagos en niveles
sub-económicos no solamente no afectan los rendimientos sino que pueden tener un efecto benéfico
permitiendo la presencia e incremento de parasitoides y predatores. Por otro lado hay productos,
generalmente poco perturbadores de los insectos benéficos, como el azufre, los aceites y los jabones, que
son efectivos, solamente cuando las poblaciones de plagas son moderadas, y no cuando las poblaciones
son altas.
17
Demandas para adoptar el MIP
La demanda para adoptar el manejo integrado de plagas, históricamente, proviene de los mismos
agricultores, cuando se ven en una situación de crisis económica y fitosanitaria, como consecuencia del uso
intensivo de insecticidas. Esta situación ha cambiado, desde que diversas organizaciones, preocupadas por
los problemas de residuos y contaminación ambiental, han comprendido que para combatir estos
problemas hay que disminuir el uso masivo de insecticidas. La única alternativa disponible es la adopción
del manejo integrado de plagas. Entre estas organizaciones están los gobiernos nacionales, los países
importadores de productos agrícolas, ciertos estratos del público consumidor, algunas organizaciones o
países donantes de Centros Internacionales de Agricultura, y organizaciones internacionales como la FAO y
la OMS.
La demanda del MIP por los gobiernos nacionales debería representar un compromiso serio de
proveer recursos para el establecimiento del MIP. En cierto grado esto se da en los países industrializados
por la demanda de los consumidores, técnicos e investigadores; pero en los países no-industrializados, por
lo general, las acciones no van más allá de gestos de compromiso. Como dar una ley de promoción del
MIP, aprovechar temporalmente los recursos de algún programa de ayuda internacional, o formalidades
que conllevan algún interés político.
En los países industrializados, algunos estratos del público consumidor saben distinguir entre los
productos que se obtienen con la protección química convencional y aquellos producidos bajo el sistema
MIP y también productos de origen orgánicos, lo que se refleja en los precios de venta. Los países
importadores de productos agrícolas exigen la inocuidad de los productos importados, lo que significa tomar
en consideración los límites máximos de residuos (LMRs) establecidos en el Codex Alimentarius, tal como
lo determina la FAO/OMS. Algunos países, especialmente europeos, establecen exigencias adicionales
excesivas en cuanto a la tolerancia de residuos en los productos que importan que pueden interpretarse
como trabas al comercio internacional. Los países industrializados promueven la adopción de Buenas
Prácticas Agrícolas (GAP, GLOBALGAP) que incluye la práctica del MIP.
Los Centros Internacionales de Agricultura suelen tener algún programa en que se promueve el uso
del MIP y algunos donantes canalizan en forma específica recursos a través de estos centros con el fin de
ayudar a los pequeños agricultores. Los resultados han sido muy heterogéneos.
Los programas MIP demandados por los mismos agricultores han sido los más consistentes.
Desafortunadamente, esta demanda suele darse solo cuando los agricultores han llegado a situación de
crisis, por el fracaso de sus programas de control químico. Sería mucho más razonable que el enfoque MIP
se estableciera más oportunamente, con antelación a la crisis. Por desgracia, este fenómeno se viene
repitiendo desde la crisis de los productores de algodón en el Perú en la década de 1950 hasta nuestros
días. El Dr. Ray F. Smith (1969) captó este fenómeno y desarrolló un esquema que parece cumplirse
fielmente. Estableció cuatro fases de la producción-protección agrícola previas a la adopción del MIP: fase
de subsistencia, fase de explotación (protección a base de insecticidas), fase de crisis (plagas resistentes,
nueva plagas y altos costos de protección) y fase de desastre (pérdida de rentabilidad), a la que le sigue el
establecimiento del manejo integrado de plagas. Entre los casos relativamente recientes puede
mencionarse que en la década de 1990, los productores de camote en Cuba desarrollaron un exitoso
programa MIP después de experimentar una crisis por el gorgojo Cylas formicarius en 1991 (Cisneros V., F.
y J. Alcázar S., 2001). De la misma manera, los productores de espárrago de la irrigación Chavimochic en
la costa peruana adoptaron un programa MIP después de una crisis fitosanitaria y económica en el año
2000.
18
Factores que dificultan la Adopción del MIP
a) Los criterios de "calidad" de los productos agrícolas en los mercados nacionales y, sobre todo,
en los mercados internacionales. Se trata de una calidad basada en consideraciones cosméticas o de
apariencia externa que no comprometen el valor nutritivo o sabor del producto. Los productos agrícolas
pierden valor rápidamente, o son descartados del mercado, por la ocurrencia de daños superficiales ligeros
o la presencia de algunas escamas o queresas que, en realidad, no afectan la calidad intrínseca del
producto. Estos condicionamientos constituyen una invitación al uso intensivo de plaguicidas.
b) Existe muy pocos casos de desarrollo de programas MIP prácticos, sencillos, adaptados a las
condiciones específicas (agrícolas y socio-económicas) de los agricultores que puedan ser considerados
alternativas viables por los mismos agricultores.
c) Las empresas agroquímicas tienen efectivos medios de venta de los productos pesticidas a nivel
del agricultor. En muchos casos son los únicos técnicos que están al alcance de los agricultores.
Al analizar los casos exitosos de MIP y los fracasos, resulta evidente que los éxitos están
asociados al interés y la participación activa de los usuarios, es decir de los agricultores y de su entorno
económico. En otras palabras, no basta una buena conceptualización técnica de un programa MIP para que
sea exitoso, es necesario tener en cuenta las condiciones sociales y económicas en que va a darse su
implementación. Un programa MIP para pequeños agricultores, con escasos recursos económicos y
técnicos, tiene características diferentes al de un programa MIP para grandes agricultores, con mayor
capacidad económica y técnica. En ambos casos, sin embargo, el protagonista principal del programa es el
agricultor. El agricultor es el que acepta el cambio, pone en riesgos sus recursos, y hace su propia
evaluación de los beneficios que espera obtener, al adoptar la nueva tecnología.
Para concluir esta parte introductoria, es conveniente insistir que debido a la orientación que se ha seguido
en los diversos capítulos de este libro, los conocimientos básicos que se requieren para el manejo integrado
de plagas ya han sido tratados con cierta extensión en los capítulos previamente desarrollados. De modo
que el lector debe recurrir a ellos para una mejor comprensión. Este capítulo resume algunos de esos
temas y agrega otros con el fin de consolidar el enfoque integral del manejo de las plagas.
Como se indicó antes, es necesario distinguir entre los “conceptos o principios del Manejo
Integrado de Plagas” y los “Programas de Manejo Integrado de Plagas”. Mucho se ha escrito sobre los
19
conceptos del MIP; sus principios tienen valor universal. Pero son relativamente pocos los programas-MIP
que se han implementado en campos de agricultores para afrontar problemas de plagas específicos. Los
Programas-MIP se basan en la utilización de componentes MIP; es decir, en la utilización de medidas
específicas, para contrarrestar problemas concretos de un lugar, que puede ser una localidad o una región.
Los programas-MIP tienen que ser diseñados para las condiciones especiales de una localidad
pues deben responder a muchas variables específicas como cultivares utilizados, el sistema de cultivo, el
complejo de plagas, la presencia de determinados enemigos naturales, las condiciones climáticas, los
valores económicos del cultivo, el nivel de tecnología, la disponibilidad de personal y otros factores propios
de la condición socioeconómica del agricultor. Cualquier “programa” que se diseñe necesariamente tiene
que ser flexible para adecuarse a la dinámica del cultivo, de las plagas y del clima. Casi siempre es
necesario contar con la supervisión de personas enteradas o, mejor aún, especializadas en el manejo de
plagas. Solo así se puede asegurar la correcta aplicación de los componentes MIP del Programa y efectuar
los ajustes que fueran necesarios.
Siempre hay que tener en mente que el objetivo del agricultor es lograr un beneficio óptimo desde
el punto de vista económico o utilitario. En este proceso, el rendimiento del cultivo es un importante
componente y toda medida para incrementar el beneficio de la gestión agrícola contribuye a afianzar el
programa de MIP. Los rendimientos están determinados por la potencialidad o calidad del cultivo, las
condiciones químicas y físicas del suelo, las condiciones climáticas, las prácticas agrícolas y las
condiciones biológicas entre las cuales están las plagas, enfermedades y malezas (Figura 4:1).
Dada las condiciones específicas de cada localidad, el o los cultivares seleccionados, deben
responder favorablemente a los factores menos manejables como son el clima y el suelo. Sería muy difícil
proteger un cultivo de plantas débiles o mal adaptadas a las condiciones locales y poder justificar los gastos
de su protección. En todo caso, el costo de protección no puede ser ajeno a los beneficios esperados de la
comercialización o utilización de la cosecha.
Los primeros programas-MIP del Perú. El Perú ha sido un iniciador de la práctica del control
integrado de plagas gracias a los conceptos ecológicos enfatizados por el entomólogo germano-peruano
Juan E. Wille (1952). La experiencia del control integrado de las plagas del algodonero en el Valle de
Cañete fue documentada por Boza-Barducci (1965) y presentado como un ejemplo extraordinario por Smith
y Van den Bosch (1967). Herrera, J., recientemente, ha descrito en detalle la experiencia del MIP del
algodonero en el valle de Cañete. Experiencias peruanas en el control integrado de plagas del olivo han
sido descritas por Beingolea y Salazar (1970) y Beingolea (1993); y para cítricos, por Beingolea, Salazar y
Murat (1969).
20
ASPECTOS BÁSICOS DE LOS PROGRAMAS-MIP
Para desarrollar e implementar programas MIP hay que considerar tres aspectos
De estos tres aspectos, se trata a continuación, en forma breve, los aspectos territoriales y los
aspectos socioeconómicos para desarrollar luego, en forma más extensa, los aspectos técnicos.
Aspectos territoriales.
El área que cubra un programa MIP debe ser relativamente grande para asegurar el auto-
sostenimiento de los componentes del agro-ecosistema, en particular de las plagas y sus enemigos
naturales. Si la adopción del MIP se da en territorios relativamente extensos (cientos o miles de hectáreas)
mejoran las probabilidades de reducir ciertas plagas. Consecuentemente, su agresividad (presión
poblacional) disminuye y se pueden adoptar componentes de manejo más benignos. Si el área es muy
pequeña las probabilidades de éxito del MIP son escasas o nulas por la colindancia con áreas sin manejo.
Si en un valle se distinguen diferentes ecosistemas, considerando los cultivos que existen, la interacción
entre ellos, especialmente presencia de plagas comunes, contribuirán a priorizar ciertos componentes en
lugar de otros.
En la implementación de los programas MIP con frecuencia se obvia el grado de compromiso de los
agricultores. En realidad no puede establecerse un programa MIP sin la participación activa de los
agricultores y, por supuesto, la disponibilidad de recursos. El agricultor tiene que entender el programa y
confiar en sus beneficios, de lo contrario, no estará en condiciones de “aceptar el riesgo” de una nueva
tecnología ni aportar recursos, o su tiempo, en la ejecución del programa. Por otro lado, el tipo de agricultor
influye en las prioridades y selección de los componentes de un programa MIP. Los componentes que
adopten los pequeños agricultores seguramente serán diferentes de las prioridades y componentes de un
programa MIP que adopten los grandes agricultores.
21
En el caso de los grandes agricultores, el enfoque del trabajo es diferente. Una sola empresa puede
sustentar un programa MIP; aunque los beneficios son mayores si hay algún tipo de asociación entre
empresas. En estas empresas, normalmente, la decisión de adoptar el enfoque MIP y aportar los recursos
para elaborar un programa MIP se da a nivel de Gerencia. La estructuración en sí del programa puede
contar con asesoramiento externo, pero su ejecución y ajustes a la dinámica de las plagas y del cultivo,
están a cargo del personal de Sanidad Vegetal de la propia empresa. Si hay algún tipo de asociación entre
empresas debe existir un compromiso de compartir experiencias e información relacionada con la ejecución
del programa. La dinámica del cultivo y de las plagas requiere cierta actividad experimental para generar,
reajustar, o verificar la efectividad de componentes MIP.
Pero, como se ha indicado previamente, el enfoque de cada programa MIP es específico y está
sujeto a una serie de consideraciones particulares. La primera, no es precisamente técnica. Se debe
determinar si el programa está dirigido a pequeños o a grandes agricultores.
a) Para los pequeños agricultores, el desarrollo de programas MIP prácticamente comienzan con
auspicio externo (generalmente una agencia donante) y, en su implementación, se han establecido cinco
fases que tienen objetivos didácticos y prácticos: a) evaluación del caso o problema, b) desarrollo de los
componentes MIP para las plagas claves c) integración de los componentes claves, d) implementación del
programa MIP en áreas piloto (para pequeños agricultores) y e) implementación del programa a gran
escala. En las tres primeras fases hay actividades que podrían calificarse de análisis e investigación de la
situación fitosanitaria, estudio de las prácticas locales, ensayos de verificación de efectividad de los
componentes, y condiciones socio-económicas de los agricultores. Este trabajo puede ser realizado por un
grupo de técnicos relativamente pequeño, conjuntamente con algunos agricultores. Las otras dos fases
incluyen trabajos directos con agricultores y se requieren labores de capacitación técnica y organización
social (Figura 13:11).
Figura 13:11. Esquema de la estrategia de cinco fases para desarrollar programas de MIP para pequeños
agricultores
22
b) Para empresas medianas o grandes, el interés para desarrollar programas MIP es interno,
generado por las mismas empresas. En este caso, el énfasis está en el análisis del caso o problema, el
desarrollo de componentes MIP y en las técnicas de implementación. El desarrollo del programa
generalmente está bajo la presión de ganar tiempo y obtener resultados al más breve plazo. Para ello se
dispone de mayores recursos económicos y técnicos..
Al analizar la condición real de los insectos considerados plagas, se establece cuáles especies
corresponden a las categorías de plagas claves, plagas ocasionales, e insectos fitófagos sin importancia
económica. Las plagas claves constituyen el punto focal del análisis y de los componentes de manejo; si no
se toman medidas contra ellas habrá pérdidas económicas; pues, por definición, estas plagas son
persistentes y reducen los rendimientos todos los años.
Es importante que toda esta información sea verificada localmente. Pues las condiciones de las
plagas de un cultivo pueden diferenciarse notoriamente según los lugares, las estaciones del año, o las
variaciones particulares de un año a otro (temperatura, intensidad de lluvia, etc.)
El cultivo de la papa, por ejemplo, normalmente hospeda muchos insectos. Algunos pocos, como
los áfidos y las polillas de la papa, suelen ser plagas claves en muchas partes del mundo. Otros, como el
escarabajo de Colorado de la papa es plaga clave en muchos lugares de Norteamérica y Europa; el gorgojo
de los Andes es plaga clave a altitudes mayores de los 2,800 m en la Zona Andina. Las polillas de la papa
son plagas claves en los valles interandinos abrigados; la pulguilla de la papa (Epitrix spp.), en algunas
zonas andinas escasas en lluvia; la mosca minadora, en la costa del Perú y algunos otros lugares del
mundo (Figura 13:12); la mosquilla del brote, en condiciones del fenómeno del Niño en la costa del Perú. La
época del año es igualmente importante. La polilla de la papa no es problema en la costa del Perú durante
el invierno, pero en el verano puede causar serios daños. En otros lugares esta plaga es ligera en la época
lluviosa pero muy dañina en el período seco.
23
los agricultores sobre las plagas, incluyendo ciclos biológicos, fuentes de infestación, y la percepción de los
daños que ocasionan.
Figura 13:12. Plagas comunes de la papa en el Perú, donde se le cultiva desde el nivel del mar hasta
los 4,000 m de altitud. En la costa la plaga clave es la mosca minadora Liriomyza
huidobrensis; en los valles interandinos, las polillas de la papa Phthorimaea operculella y
Symmetrischema tangolias; y en las alturas, el gorgojo de los andes, Premnotrypes spp.
En el caso de empresas medianas y grandes, gran parte de esta información es conocida por el
cuerpo técnico de sanidad de las empresas. Ocasionalmente, podría requerirse complementar ese
conocimiento con algunas pruebas o ensayos bien definidos.
El objetivo de la estrategia general del MIP es bajar la posición de equilibrio de las plagas y
mantenerlas por debajo del umbral de daño económico por tiempo prolongado (Fig 13:3B). Para lograr este
objetivo se priorizan tres tipos de medidas: a) el uso de cultivos y variedades resistentes o tolerantes a las
plagas, b) la protección de enemigos naturales presentes y la introducción de nuevos enemigos naturales, y
24
c) la introducción de cambios en el medio para hacerlo desfavorable a las plagas (ejemplo, cambios de
prácticas culturales). Se debe tener cierta cautela en la aplicación de estas medidas pues las variedades
nuevas que se introduzcan pueden resultar más susceptibles para ciertas plagas y la modificación del
medio, por la introducción de nuevas prácticas culturales, puede favorecer el desarrollo de otras plagas (Fig
13:3C).
Los componente MIP que se desarrollen deben ser compatibles entre si y concordantes con los
principios del MIP; priorizando los factores de mortalidad natural y recurriendo al uso selectivo de
insecticidas, como una medida temporal, para restaurar el balance entre la población plaga y los factores de
mortalidad natural.
a) Como método principal de control, utilizando variedades con muy alto nivel de resistencia.
Estos casos son mas frecuentes con plantas resistentes a enfermedades que plantas
resistentes a plagas. Tratándose de cultivos con poco valor económico por hectárea, que no
soportarían incrementos en sus costos de producción, como el control de plagas, el uso de
variedades resistentes podría ser la única alternativa.
b) Como un componente básico del MIP, utilizando variedades medianamente resistentes o
tolerantes. Las plantas tienen diversos mecanismos de resistencia; desde la falta de atracción a
la plaga hasta efectos tóxicos por presencia de ciertos compuestos en sus tejidos. Estos
mecanismos son compatibles con cualquier otra forma de control, sea biológico, cultural,
etológico o químico.
Moderados niveles de resistencia son favorables y pueden complementarse con la acción de los
enemigos naturales. En el caso de la utilización de insecticidas pueden ampliarse los intervalos entre
aplicaciones y es posible que las dosis de aplicación requeridas sean menores. Con la reducción en la
frecuencia de aplicaciones y menores concentraciones de aplicación de insecticidas, se retarda el
desarrollo de resistencia y se reduce el efecto desfavorable para los agentes de control biológico.
25
La papa y el algodón, entre otras especies, son cultivos importantes en el Perú desde épocas pre-
hispánicas. La papa es nativa del área andina y todas las plagas registradas para este cultivo en el país son
igualmente nativas, de allí que los enemigos naturales de estas plagas sean abundantes. La única
excepción parece ser el gorgojo de los Andes el cual, aunque nativo de las alturas andinas, carece de
enemigos naturales importantes. Pero, en general, en el cultivo de la papa, se da un caso típico de co-
evolución de planta-plagas-enemigos naturales. Lo mismo sucede con las plagas del algodonero. Todas las
plagas son nativas con excepción del gusano rosado de la India que ingresó al país en la década de 1980.
Los enemigos naturales de las plagas del algodonero son muy abundantes. En la práctica del MIP, se trata
de proteger a los enemigos naturales presentes, evitando aquellas medidas que puedan afectar sus
poblaciones y sobrevivencia. En la costa del Perú, donde las lluvias son extremadamente escasas, se
recomienda el lavado de los árboles frutales para eliminar el polvo del follaje, que dificulta la acción de los
parasitoides pequeños. Otra práctica recomendada es la siembra de maíz, intercalado o en los bordes del
campo, para favorecer el establecimiento y multiplicación de enemigos naturales, especialmente chinches
predatores y especies de Chrysoperla.
Muchos frutales son especies introducidas; entre ellas, manzanos, peras, duraznos, cítricos y otros.
La mayoría de las plagas de estos cultivos son igualmente introducidas, especialmente las escamas o
queresas, y algunas otras plagas como el minador de los cítricos Phyllocnistis citrella Station detectado en
1995 (Herrera, 1996). En estos casos se requiere la introducción de sus enemigos naturales.
Finalmente, hay especies de parasitoides que se multiplican masivamente para ser liberados en los
campos periódicamente. El caso más notorio son las liberaciones de especies de Trichogramma, avispitas
parásitas de huevos de lepidópteros. En estas liberaciones hay que verificar el buen estado de las avispitas;
bien conformadas y vigorosas, antes de su liberación.
Los virus entomopatógenos tienden a ser más específicos y deben ser ingeridos por el insecto para
causar la enfermedad. En el programa MIP del espárrago, en Chavimochic, Perú, se utilizó un virus de
poliedrosis nuclear contra el gusano del follaje, Spodoptera ochrea. en el año 2002 con resultados
espectaculares. El virus había sido aislado de larvas enfermas en el valle de Cañete dos años antes y se
había conservado en larvas enfermas congeladas. La primera aplicación fue sobre un área restringida y
causó una mortalidad total. Las larvas enfermas, que quedaban colgando por las patas posteriores, eran
recolectadas por los agricultores, para usarlas en nuevas aplicaciones. Un año después de la primera
aplicación, S. ochrea se había convertido en una especie muy difícil de encontrar. En el programa MIP de
papa en valles interandinos se utiliza un virus de granulosis contra la polilla de la papa. Es muy importante
estar alerta de la ocurrencia de larvas enfermas por virus en forma natural. Unos pocos individuos pueden
servir para su multiplicación masiva y posterior aplicación en el campo.
Muy pocas son las bacterias entomopatógenas de importancia práctica. Pero una de ellas, Bacillus
thuringiensis o “Bt” se utiliza ampliamente. Existe una serie de subespecies que han sido seleccionadas
26
para ser usadas contra determinadas plagas. El efecto de esta bacteria, está en función del contenido de
cristales, endotoxinas, que producen en el proceso de esporulación. No es una verdadera acción
patogénica con capacidad de multiplicarse en el campo.
En el proceso de aplicación de patógenos hay que tener en cuenta la calidad del agua, evitar las
aguas duras y alcalinas. Las aplicaciones deben hacerse de preferencia al atardecer para evitar los efectos
de los rayos ultravioletas, que son perjudiciales para los patógenos. En todos los casos, la muerte del
insecto se produce varios días después de la aplicación del patógeno.
En la costa norte del Perú, en el cultivo de espárrago, se diseñó una trampa luminosa para capturar
adultos de la mosquilla de los brotes, Prodiplosis longifila. La trampa consiste en una fuente de luz, que
atrae a la mosquilla, y paneles de plástico untadas de aceite que forman una superficie pegajosa. Las
primeras evaluaciones mostraron capturas de más de un millón de mosquillas por trampa por noche.
Aprovechando la fuente de luz, que también atrae noctuidos y escarabajos, se colocó un dispositivo para
capturarlos, consistente en recipientes con agua y detergente. En la experiencia cubana, se utilizaron con
fines de control, trampas con feromonas sexuales de Cylas formicarius, la principal plaga del camote. Los
gorgojos atraídos por la trampa eran asperjados con el hongo Beauveria bassiana o con un insecticida. Otro
caso de utilización de trampas con feromonas para reducir las poblaciones de la plaga son las trampas
contra la mosca mediterránea de la fruta Ceratitis capitata y las trampas cebadas con proteína hidrolizada
contra moscas de la fruta de los géneros Ceratitis y Anastrepha.
Los atrayentes, mezclados con insecticidas, sirven para formular cebos tóxicos. Los cebos se
aplican con gotas gruesas en forma discontinua, cubriendo parte del follaje, cada cierto número de plantas,
o cada cierto número de surcos. Es decir, la aplicación del cebo solo cubre una porción del área (1/5 a 1/10)
con lo que se logra un efecto selectivo, con reducido efecto a la fauna benéfica. Son comunes los cebos
contra las moscas de la fruta consistentes en la mezcla de proteína hidrolizada con un insecticida.
Los repelentes tienen todavía un uso muy limitado. En determinadas circunstancias, como durante
la cosecha de los turiones de espárrago, puede requerirse una protección final contra infestaciones o para
evitar la postura de huevos de noctuidos. Las aplicaciones de concentrados de ajo mantienen a los
insectos, temporalmente alejados de los turiones. La capsicina, derivada de ajíes, también tiene efecto
repelente.
Estos propósitos están relacionados con determinadas prácticas agronómicas, roturación del suelo,
fechas de siembra, uso de semilla sana, fertilización y riego, aporques, control de malezas, fecha de
cosecha, destrucción de residuos de cosecha, podas, sistemas de cultivo, rotación de cultivos, períodos de
campo limpio, y otras prácticas. Según los casos particulares, algunas de estas prácticas se consideran
importantes componentes-MIP. Algunos ejemplos se mencionan a continuación.
27
a) Uso de semilla sana. La selección de la calidad de la semilla, incluyendo su buen estado sanitario,
es la manera correcta de iniciar el cultivo. Cuando se trata se semilla vegetativa como es el caso de
los tubérculos, esquejes, estacas y yemas para injertos, la selección debe ser muy rigurosa.
Muchas plagas y enfermedades son fácilmente llevadas con estos materiales.
Las motivaciones que tienen los campesinos para conducir cultivos mixtos generalmente son
diferentes al propósito de manejar plagas. Si el área de aplicación del MIP incluye estos casos,
sería conveniente evaluar y documentar el efecto real que tienen estas prácticas sobre las plagas y
enfermedades.
Una experiencia exitosa en el Perú, es la siembra de maíz, intercalado o en los bordes del campo,
en algodonero y otros cultivos, para favorecer la presencia y multiplicación de enemigos naturales
c) Prácticas Culturales. Diversas prácticas agrícolas ofrecen una serie de posibilidades para reducir
la incidencia de plagas o sus daños. Las rotaciones prolongadas del cultivo de papa, una práctica
ancestral de las comunidades andinas, controla eficientemente al gorgojo de los Andes, nematodo
del quiste, y diversos hongos del suelo. Desafortunadamente, está práctica se ha abandonado en
áreas cercanas a las ciudades, donde hay mayor presión para producir alimentos. En estos lugares
también ocurre la subdivisión de parcelas, dando lugar a pequeñas propiedades; condición en que,
la práctica de rotación de cultivos, resulta inefectiva. Para que la rotación de papa y otros cultivos
sea eficaz, se debe eliminar las llamadas plantas voluntarias o “huacchas” de los campos en
rotación.
El aporque es una práctica que permite proteger los órganos subterráneos de la infestación de
insectos diversos que atacan estos órganos. Buenos aporques protegen la papa de las polillas y el
camote de los gorgojos. En condiciones de sequía, la tierra que cubre los tubérculos o raíces suele
resquebrajarse facilitando el ingreso de insectos. Esta situación se subsana con cultivos o aporques
más frecuentes, o con riegos ligeros pero frecuentes.
El desarrollo de plantas vigorosas permite que las plantas toleren niveles de infestaciones, que no
podrían ser toleradas por plantas débiles. En el cultivo de la papa en la costa del Perú, las plantas
vigorosas presentan una mayor extrusión de huevos de mosca minadora, en comparación con las
plantas débiles, retardando el desarrollo de la plaga.
La influencia del riego y la fertilización también puede darse a través de la planta. En la mayoría de
los cultivos, un exceso de riego o fertilización nitrogenada, produce plantas con excesivo follaje
suculento, que favorece el desarrollo de numerosas plagas, particularmente gusanos del follaje. El
riego y la fertilización deben ser balanceadas para tener una planta vigorosa pero suculenta.
En la costa del Perú no llueve, toda la agricultura se hace bajo riego. La ausencia de lluvia favorece
el depósito de polvo sobre el follaje de árboles frutales. Ese factor favorece el desarrollo de
poblaciones de arañitas rojas y queresas. Para reducir estas condiciones favorables se recomienda
efectuar aspersiones de lavado, con o sin jabones. Esta práctica también tiene un efecto mecánico
contra estas plagas.
28
La introducción de nuevas prácticas culturales debe hacerse con mucha precaución, pues, si el
cambio es inadecuado, los efectos pueden ser contraproducentes y hasta desastrosos. Thurston
(1981) refiere un caso muy ilustrativo. En la década de 1950 se trató de introducir en Colombia, la
siembra de tubérculos de papa cortados en pedazos, que es práctica común en los Estados
Unidos. El primer año, toda la semilla se pudrió por acción de hongos del suelo. Este problema se
resolvió al año siguiente con la aplicación de fungicidas junto con la semilla; pero esta vez fue la
marchitez bacteriana que afectó severamente el cultivo. El problema se resolvió volviendo a
sembrar los tubérculos enteros como se hacía tradicionalmente.
Los insecticidas de amplio espectro y largo poder residual son los menos apropiados para ser
incluidos en el MIP. Estos productos invariablemente destruyen a los insectos benéficos, incluyendo
parasitoides, predatores e insectos polinizadores. En el MIP se busca un efecto selectivo de los insecticidas
el cual puede lograrse de diversas maneras. Existen insecticidas cuya acción tóxica está bien definida. La
mayoría de las formulaciones de Bacillus thuringiensis (Bt) están indicadas para controlar larvas de
lepidópteros. En el grupo de productos reguladores de crecimiento e inhibidores de quitina de los insectos,
hay productos particularmente efectivos contra ciertos grupos de insectos, como lepidópteros, queresas y
moscas blancas. Los productos sistémicos, que son absorbidos rápidamente sin dejar residuos
superficiales, son apropiados para el control de insectos picadores chupadores y resultan menos
perjudiciales para la fauna benéfica, que los productos de contacto. Los productos sistémicos pueden
usarse más selectivamente aún, reduciendo el área en que se aplica, por ejemplo en las aplicaciones de los
tallos, o en aplicaciones en “drench” al suelo para su absorción radicular. También pueden aplicarse por el
sistema de riego presurizado, aunque habría que verificar el efecto sobre la fauna benéfica del suelo.
Cuando el poder residual es corto, la oportunidad de aplicación es crítica, tanto para lograr una
buena efectividad contra la plaga, como para afectar lo menos posible a la fauna benéfica. En algunos
casos las aplicaciones pueden ser parciales, en lugar de aplicaciones totales, que son más dañinas para los
agentes de control biológico. Si se trata de combatir gusanos del follaje tierno en árboles frutales, la
aplicación debe estar dirigida a la periferie de la copa, donde están los brotes. Si se toma en consideración
la extensión de un cultivo, en muchos casos, es más conveniente hacer aplicaciones zonificadas que
totales. Si las evaluaciones indican la presencia localizada de plagas, es preferible controlar focos que
hacer aplicaciones generales.
Algunas formulaciones ayudan a hacer los tratamientos selectivos. En determinadas condiciones,
como cuando las plantas tiernas de maíz tienen las hojas terminales formando un cartucho, los insecticidas
granulados, pueden depositarse al interior del cartucho para controlar el gusano cogollero, sin dejar
depósitos sobre el resto de follaje, como sucedería con las pulverizaciones. De esta manera, se reduce la
exposición de los insectos benéficos a los depósitos de insecticidas.
29
Finalmente, ciertos productos, como el azufre, los aceites emulsionables, jabones, detergentes,
derivados de plantas (capsicina, rotenona, neem, y otras), extractos de hongos y otros productos, son
compuestos que, teniendo efectos insecticidas y/o acaricidas, no se consideran muy dañinos para la fauna
benéfica. Estos compuestos no tienen la contundencia de otros plaguicidas, ni son apropiados para bajar
poblaciones de plagas que sean muy altas. Sin embargo, tienen la capacidad de mantener controladas
poblaciones bajas, con la ventaja de permitir que sobreviva gran parte de los agentes de control biológico.
Estos productos se pueden considerar importantes componentes-MIP de mantenimiento, que se deben
aplicar antes de que las plagas lleguen a situaciones de emergencia.
En primer lugar hay que conocer la compatibilidad de los componentes en el aspecto ecológico. La
aplicación generalizada de un insecticida de amplio espectro es incompatible con la liberación de
parasitoides o predatores. De igual manera una aplicación de fungicidas es incompatible con el uso de
hongos entomopatógenos.
Muchos casos ilustran la compatibilidad agronómica. Se conoce, por ejemplo, que el riego por
aspersión tiene un efecto adverso para la polilla de la papa pero en condiciones de humedad atmosférica
alta, el riego por aspersión puede favorecer la severidad de enfermedades fungosas como la rancha o tizón
tardío. El riego por gravedad pesado es efectivo reduciendo los daños del barrenador de plantas tiernas,
Elasmopalpus lignosellus, en plántulas de maíz; pero si se hace lo mismo para controlar esta plaga en
plántulas de frijol, el exceso de humedad producirá pudriciones radiculares. La aplicación de estiércol de
vacuno contribuye a disminuir los daños de nematodos y a mejorar las condiciones del suelo, pero si se
aplica estiércol fresco procedente de establos rodeados de gramíneas, se corre el riesgo de introducir
huevos y larvas de escarábidos (gusanos blancos, aradores o gallina ciega).
En cuanto a la compatibilidad con los intereses económicos y sociales de los agricultores hay que
se ser muy cuidadoso. En la elección de cultivos de rotación, como práctica para bajar las presiones de los
insectos, no basta el criterio técnico sino la factibilidad desde el punto de vista del agricultor: si conoce el
cultivo propuesto, si se adapta a su sistema de producción, y si se justifica económicamente. La
recomendación de utilizar grandes cantidades de estiércol para combatir nemátodos, puede no ser
aplicable, si no existen fuentes de estiércol (granjas o establos) a distancias prudenciales. La
reglamentación de cultivos, estableciendo fechas de siembra y cosecha, es efectiva para evitar la severidad
y persistencia de las plagas; pero si las cosechas son perecibles, y no se dispone de sistemas de
almacenamiento refrigerado, los resultados pueden ser contraproducentes. Una cosecha abundante en un
período corto puede dar como resultado una marcada disminución en el precio del producto en el mercado,
con el consiguiente perjuicio para el agricultor. Las recomendaciones como variedades precoces, cosechas
oportunas, variedades resistentes, evitación de colindancia, y otras; tienen importancia sanitaria, pero, en
su aplicación, también debe considerarse el aspecto económico desde la perspectiva del agricultor.
30
Con el conocimiento de estos aspectos, el agricultor, o los técnicos del MIP, están en mejores
condiciones para seleccionar con propiedad los componentes del programa MIP. Se debe identificar a los
componentes, que por no ser totalmente compatibles entre si, pueden mediatizar sus efectgos cuando van
juntos. Se descartan los componentes potenciales que resulten económicamente contraproducentes, o
inapropiados para los intereses del agricultor. Finalmente, considerar que la integración de un mayor
número de componentes contribuye a dar al programa mejores resultados en términos de efectividad y
estabilidad, siempre que se justifiquen económicamente.
Cuando se trata de implementar un programa MIP para pequeños agricultores (bajo el auspicio del
Estado o de alguna otra organización con fondos de donantes), es conveniente demostrar que el sistema
funciona, y que es una alternativa ventajosa respecto a las prácticas del agricultor, antes de proceder a
implementar el sistema a gran escala. La estrategia que se preconiza en este texto es el de las “áreas
piloto”. En cuatro casos de programas-MIP para agricultores pequeños, comunidades y cooperativas, que
se describen posteriormente, se utilizó con éxito la estrategia de las áreas piloto. Estas experiencias tratan
del manejo de plagas de papa en la costa del Perú, en los valles interandinos, y en las áreas altoandinas. El
otro ejemplo es el manejo de plagas del camote en Cuba. En el caso de empresas grandes o medianas,
que han tomado la decisión de adoptar el MIP en sus predios, como el programa-MIP espárrago-
Chavimochic, que se describe posteriormente, no hay necesidad de pasar por la fase de área piloto.
Luego del análisis del problema que enfrentan los agricultores de una zona; y del desarrollo y
verificación de la efectividad de los componentes MIP, se establece el diseño básico del programa MIP.
Este programa debe implementarse para las condiciones locales del cultivo y siguiendo los intereses de los
agricultores. Es necesario hacer una encuesta para saber el nivel de conocimientos que tienen los
agricultores sobre sus propios problemas. Para establecer el área piloto es necesario identificar a los
agricultores que están dispuestos a tomar parte activa de la experiencia. Estos agricultores deben entender
la racionalidad del programa, el ciclo biológico de las plagas involucradas y la efectividad de cada uno de
sus componentes-MIP. Con tal fin se les debe capacitar adecuadamente, enfatizando las observaciones en
el campo. Los agricultores del área piloto deben sentir la seguridad que los resultados que se obtengan les
serán beneficiosos; que durante la experiencia tendrán la libertad de expresar sus ideas y plantear
preguntas. Durante la ejecución del programa en el área piloto hay que estar atento a las reacciones de los
agricultores, especialmente a la aceptación de ciertas prácticas y los técnicos deben estar dispuestos a
corregir, modificar o reemplazar ciertos componentes, si fuera necesario. El éxito del área piloto constituye
la mejor demostración de las bondades del programa MIP y facilita la participación del resto de la
comunidad. Durante la ejecución del programa en el área piloto, se aprovecha el tiempo para proseguir con
el programa de capacitación para otros miembros de la comunidad.
31
crecimiento del cultivo, acción de enemigos naturales, etc.) que determinan su incremento o decrecimiento.
No podrían tomarse decisiones razonables si no se sabe que es lo que está ocurriendo en el campo, en
cuanto a la presencia y abundancia de insectos dañinos y benéficos, y la magnitud de los daños que se van
produciendo.
Los métodos de evaluación deben ser prácticos; es decir sencillos, rápidos y precisos. Hay muchos
tipos de muestreos de plagas e insectos benéficos, desde la inspección directa por planta o por metro de
surco, hasta el uso de métodos indirectos como trampas con atrayentes. En todo caso es necesario
estandarizar el sistema para que los registros que se hagan de las observaciones periódicas, sean
comparables entre campos, entre campañas agrícolas y entre años. Es necesario diseñar formularios
adecuados para el registro de las infestaciones (ver capítulo 3) (figuras 13:13 y 13:14, Herrera, 1989).
Normalmente se requiere de "cartillas de campo" (llamadas también "hojas de campo") que se llenan al
momento de hacer las observaciones en el campo; y "cartillas de campaña agrícola o de período anual";
correspondientes a cada uno de los campos, que contiene toda la información de los que ha ocurrido en
ese campo, parcela o lote. Con la información de las cartillas de campaña se determina las tendencias de
las poblaciones plaga (a incrementarse o disminuir con el tiempo). Este formulario representa la historia de
lo que ha ocurrido en un campo y en él se anotan semanalmente los promedios de las infestaciones y las
medidas que se han tomado, incluso los tratamientos realizados. La información obtenida debe servir para
adoptar decisiones fundamentadas. Una vez establecido cierto balance entre las plagas y sus enemigos
naturales, las decisiones pueden oscilar entre no tomar ninguna acción a tomar acciones de mantenimiento,
control de focos, emplear trampas o cebos envenenados, alterar alguna práctica cultural, entre otras.
En el Perú, la evaluación periódica de las plagas del algodonero se practicó desde la década de
1950. En la costa, la evaluación de la mosca minadora en papa suele hacerse por observación directa y,
ocasionalmente, por medio de trampas pegajosas (Yábar, 1985). Para la polilla de la papa se usa tanto
observación directa, como las trampas con feromonas sexuales. En la primera década del 2000, con el
incremento de la agricultura para exportación, la evaluación de plagas se ha activado en todas las
empresas agrícolas, tanto en cultivos de surco como en frutales.
32
Figura 13:13. Cartilla de evaluación de campo para el cultivo de algodonero. Esta cartilla es llenada
por el evaluador durante las observaciones de campo.
33
Figura 13:14. Cartilla de una campaña agrícola del cultivo del algodonero. Ese tipo de cartilla se
utiliza para cada uno de los campos de cultivo y resume las evaluaciones semanales
que se han hecho durante todo el período de cultivo.
Desde el punto de vista del MIP, el concepto de umbral de daño económico tiene un significado
referencial (el MIP trata de mantener las poblaciones plagas sin que causen daño económico) pero no es
un concepto operativo. La mayoría de los componentes MIP son medidas preventivas que se derivan de
una serie de consideraciones respecto a la plaga, los enemigos naturales, el cultivo, y otras. Mas
importante para MIP es el criterio para interpretar las tendencias de las poblaciones de las plagas y de sus
enemigos naturales en base a las evaluaciones (monitoreos) semanales. En función de esas tendencias se
toman medidas concretas, como puede ser el uso de trampas o cebos envenados, mucho antes de las
poblaciones alcancen los umbrales. De lo contrario, la única medida que podría tomarse sería la aplicación
de insecticidas; con lo que se perdería la esencia del MIP.
34
Con Desde el punto de vista operativo, lo que interesa es establecer "umbrales de acción" como se
y explicó en el Capitulo 2 y en la primera parte de este capítulo. En la práctica, los "umbrales de acción" se
suelen fijar en forma tentativa o provisional, en base a la experiencia de personas conocedoras del
problema. Estos umbrales iniciales (que se expresan en número de insectos por hoja, planta, metro de
surco, o trampa), deben ser revisados y reajustados según las nuevas observaciones y las medidas de
manejo que se aplican. Cuando sea posible, verificar su validez experimentalmente. En muchos casos es
necesario establecer diferentes umbrales de acción según el estado de desarrollo de la planta o de la
medida que se va a aplicar. Si se trata de ácaros en frutales, por ejemplo, se decidirá aplicar azufre con
poblaciones bajas, con la intención de mantenerlas bajas. En otra situación, con altas poblaciones, lo
indicado serían aplicaciones de acaricidas específicos.
En el programa-MIP del algodonero en el Perú, los umbrales de daño se manejaron con gran
flexibilidad pero con extraordinaria eficiencia. Como resultado el promedio de aplicaciones de insecticidas
orgánicos por campaña fue de alrededor de 2 tratamientos; en tanto que en otras áreas algodoneras del
mundo, por esa misma época, se efectuaban 20 a 30 aplicaciones. Algunos umbrales usados eran: 80
larvas chicas de Anomis por 100 terminales, ó 10 larvas por planta (Herrera, 1989), en ausencia de
enemigos naturales.
Hasta fines de la década de 1990 muy poco se había hecho respecto al cálculo de umbrales de
daño económico para las plagas de la mayoría de cultivos. En el caso de la papa, la escasa información
disponible se refiere a condiciones de los Estados Unidos, incluyendo plagas como áfidos y cigarritas
verdes (Radcliffe et al., 1979) y el escarabajo de Colorado (Logan, 1981; Dripps & Smilowitz, 1989). Algo
se ha hecho en relación a la mosca minadora en el Perú y la polilla de la papa en Costa Rica (Rodríguez y
Lepiz, 1989). En el caso de ciertas plagas, como el gorgojo de los Andes o gusanera de la papa,
simplemente no hay lugar para considerar umbrales de daño o umbrales de acción, como se explicó en la
última parte del Capítulo 2.
Verificada la eficiencia del programa MIP en campos de pequeños agricultores que, en forma
voluntaria, constituyeron el área piloto, se procede a fase de su implementación a gran escala, para cubrir
el área de la comunidad. Durante la fase previa, de implementación del área piloto, se realiza una serie de
actividades en preparación para la última fase. Un aspecto importante es lograr algún tipo de organización
entre los campesinos, como una asociación de campesinos, que permita la coordinación de los trabajos. Se
inicia un programa de capacitación de los campesinos de la comunidad, con cursillos que incluyen visitas a
los campos del área piloto (donde los campesinos colaboradores deben estar dispuestos a contestar las
preguntas de sus colegas), se prepara material de difusión gráfico, a base de esquemas y dibujos; y se
compromete la colaboración de todas aquellas instituciones, que, de alguna manera, estén vinculadas al
quehacer agrícola de la localidad. Se incluye a los agentes de extensión del Ministerio de Agricultura,
universidades, escuelas y colegios, grupos religiosos, ONGs, y estaciones radiales. A estas organizaciones
se les provee del material de extensión que requieran. La junta directiva de la organización campesina debe
recibir una capacitación especial para que asuma la responsabilidad del programa. En experiencias previas,
ha ocurrido que la junta directiva de campesinos, nombra entre sus miembros, un comité encargado del
programa MIP.
35
36
EJEMPLOS DE PROGRAMAS-MIP
Para ilustrar, con casos reales, la estrategia de implementación de Programas
–MIP específicos, se presentan cinco casos dentro la experiencia del autor. Los cuatro
primeros están relacionados con los trabajos que realizó el autor como Jefe del
Programa MIP del Centro Internacional de la Papa, conjuntamente con personal
especializado. Se trata de los Programas-MIP de papa en la zona alto-andina, con la
participación de Jesús Alcázar; de papa en los valles-interandinos, con la participación
de María Palacios; de papa en la costa del Perú, con participación de Norma Mujica; y
del Programa-MIP de Camote en Cuba, con la participación de Jesús Alcázar y la
contraparte Cubana bajo la dirección de Alfredo Morales del Instituto Nacional de
Investigación en Viandas Tropicales, INIVIT. El quinto caso es el Programa-MIP del
espárrago en la irrigación Chavimochic, La Libertad, Perú, con el asesoramiento del
autor y la participación de Teresa Rosales, especialista de la Asociación de
Propietarios de Chavimochic. Por supuesto que, en cada uno de los casos, se contó
con la participación de muchas otras personas e instituciones.
Esta breve descripción, de las diversas condiciones del cultivo, nos indica que los
programas-MIP de papa en el Perú, necesariamente tienen que ser diferentes en la costa, en
los valles interandinos y el las áreas alto-andinda, según las plagas claves, las condiciones del
cultivo y la clase de agricultores. A continuación se describe brevemente la planta de papa en
relación con los daños que causan las plagas claves. Luego se presenta, en forma resumida,
los programas MIP desarrollados para la sierra alta, los valles interandinos y la costa,
respectivamente.
27
La planta de papa y los daños de las plagas
Una necesidad común para cualquier programa-MIP de papa es tener un conocimiento
apropiado de las características del cultivo, de las prácticas culturales, y de las relaciones del
cultivo con las plagas. Como el desarrollo completo de estos temas está fuera del alcance de
esta obra, solo se mencionarán los aspectos considerados esenciales para la comprensión de
los programas-MIP específicos, que se describen posteriormente.
El corte total de un tallo, por gusanos de tierra (noctuidos) u otros insectos, estimula del
desarrollo de nuevos brotes del mismo tubérculo, que compensan el daño causado por la
plaga. Considerando el cultivo como un todo, hasta la destrucción total de los brotes de un
tubérculo, es decir, de toda la planta de papa, puede ser compensada por el mayor desarrollo
de las plantas vecinas no dañadas. Sólo cuando los daños se concentran en una determinada
área, comprometiendo varias plantas contiguas, se pierde esta capacidad de compensación.
Daños al follaje. El efecto del daño del follaje sobre el rendimiento de la planta de
papa depende de la magnitud del daño, de la capacidad genética de la planta para tolerarlo o
recuperarse, y de la fase fenológica, o periodo de desarrollo en que se produce (Fig. 13:5).
Aún así, experimentalmente se ha determinado, que la planta de papa puede tolerar la
destrucción semanal de cerca del 30% de sus hojas, durante todo su periodo de desarrollo, sin
que sus rendimientos sean afectados significativamente (Wellik et al., 1981). La destrucción de
parte del follaje externo, disminuye el sombreado de las hojas interiores que, al mejorar su
exposición a la luz, aumentan su eficiencia fotosintética.
Durante la fase vegetativa, es decir antes que comience el desarrollo de los tubérculos,
las plantas de papa tienen la mayor capacidad para soportar y recuperarse de los daños
28
foliares (Dripps y Smilowitz, 1989). Daños severos, de 50 a 100% del follaje, en las dos
primeras semanas, hacen que la planta tome algún tiempo para recuperar el follaje perdido. En
este caso, el efecto consiste en un retraso en el inicio de la tuberización y, consecuentemente,
en un retraso de la cosecha; pero no necesariamente en menores rendimientos (Wellik et al.,
1981). Como quiera que la tolerancia de la planta está relacionada con su recuperación
vegetativa, parece ser que las variedades tardías (que tienen un crecimiento más prolongado)
resultan más tolerantes al daño foliar que las variedades precoces, caracterizadas por un
crecimiento foliar más restringido.
Daños a los tubérculos. Los daños a los tubérculos afectan directamente los
rendimientos. No existe el margen de tolerancia a los daños que se describió para los daños
indirectos. No se conocen trabajos experimentales que hayan estudiado las respuestas de la
planta a los daños en los tubérculos y su posible compensación (con la formación de nuevos
tubérculos). La ubicación subterránea de los tubérculos dificulta sus observaciones periódicas
(“monitoreo”) de las poblaciones de insectos que están infestando los tubérculos. Tampoco se
pueden tomar medidas curativas pues el tubérculo dañado no se recupera.
a) En las partes altas de los Andes (sobre los 2,800 m); plaga clave es el “gorgojo de
los Andes” o “”papa-kuro”, Premnotrypes spp.
b) En los Valles interandinos; la plaga clave son las “polillas de la papa”, Phthorimaea
operculella y Symmestrychema plaesiosema o S. tangolias.
c) En los Valles de las Costa; la plaga clave es la “mosca minadora”, Liriomyza
huidobrensis
Por supuesto hay una serie de casos intermedios; la presencia simultánea del gorgojo
de los Andes y la polilla de la papa; o la presencia de polillas en los meses más abrigados de la
costa, o la ocurrencia de la “pulguilla”, Epitrix spp., en ciertas áreas de la sierra en condiciones
de sequía.
29
Caso 1. Programa-MIP de Papa en Áreas Alto-andinas
En las áreas alto-andinas, sobre los 2,800 m, la producción de papa es, en gran
proporción, de autoconsumo y a cargo de comunidades campesinas. Durante siglos, las
comunidades desarrollaron su propia tecnología de producción, incluyendo la protección contra
plagas y enfermedades. Esa tecnología consistió en rotaciones muy amplias en términos de
espacio (algunos kilómetros) y tiempo (dos o tres años). De esta manera lograron minimizar el
daño por el gorgojo de los Andes, Premnotrypes spp. y el nematodo del quiste, Globodera
pallida y G. rostochiensis, que son plagas nativas. Desafortunadamente, en la actualidad, solo
las comunidades muy alejadas pueden mantener esta tecnología. Las comunidades más
cercanas a los centros poblados, han entrado en procesos de producción más intensos,
limitando sus rotaciones a papa-cereales-papa y en campos colindantes. Como consecuencia,
los daños del gorgojo de los Andes se han intensificado. Comunidades de la sierra central,
estimaron que en la campaña 1994-1995, entre 40 y 53% de los tubérculos cosechados
estaban dañados por el gorgojo. En inspecciones realizadas por el Programa MIP del Centro
Internacional de la Papa, se encontraron campos de papa abandonados por estar totalmente
dañados por la plaga. Los campesinos han comenzado a usar insecticidas con el propósito de
llevar a los mercados tubérculos sin daño. Pero por desconocimiento del ciclo de la plaga y de
las propiedades de los insecticidas, esta práctica no siempre es exitosa. En los trabajos
preliminares para desarrollar el programa-MIP, se determinó que en la Comunidad de
Chuamba, en el Departamento de Junín, todos los agricultores encuestados utilizaban
insecticidas (aldicarb, furadan, metamidofos, paratión, tefluthrin); de 3 a 4 aplicaciones
generales, incluyendo granulados a la siembra. Aún así, en la campaña 1994-1995, el daño
promedio del gorgojo fue de 19%. A la campaña siguiente, 1995-1996, debido a las
condiciones de seguía que favoreció el incremento del gorgojo, el daño subió a 41.3%. Cierta
parte de la papa dañada por el gorgojo de los Andes, puede ser procesada para la elaboración
del chuño negro. Se trata de un proceso ancestral del tubérculo en que se alterna la
congelación y deshidratado a grandes alturas. Todas las comunidades encuestadas
manifestaron que, el problema más importante que tenían en la producción de papa, era el
ataque del gorgojo de los Andes. En el año 1995 se inició el desarrollo del Programa-MIP papa-
alto-andina, con el gorgojo de los Andes como plaga clave.
30
que el agricultor hace la selección de tubérculos, previo al almacenamiento; y otras, finalmente,
durante el almacenamiento. Las papas seleccionadas, son dejadas en el suelo, cubiertos con
paja, en las cercanías de la casa del campesino, en lo que se suele llamar “almacén rústico”.
Allí, los tubérculos permanecen por varios meses, mientras se les consume progresivamente; o
hasta que se utilizan como semilla en la próxima campaña agrícola. Algunos agricultores tienen
almacenes cerrados (con paredes), con piso de tierra, donde se guardan los tubérculos.
Finalmente, algunos agricultores, que producen especialmente papa-semilla, tienen almacenes
de “luz difusa”, para conservar la semilla en buenas condiciones. En los almacenes de luz
difusa, los tubérculos son colocados en tarimas de caña o madera a cierta altura del suelo y
quedan expuestos a luz indirecta. En un período de ocho semanas desde la cosecha,
prácticamente todas las larvas han abandonado los tubérculos y penetrado al suelo
Durante los meses de junio, julio y agosto, el gorgojo se encuentra en forma de larvas,
pre-pupas, y pupas invernantes, en el suelo, dentro de la cámara pupal (la ocurrencia de pupas
puede extenderse hasta octubre). A partir de julio, las primeras pupas comienzan a
transformarse en adultos, que permanecen en el suelo, hasta que salen a la superficie cuando
comienzan las lluvias, en el mes de octubre. Desde los lugares de emergencia, los gorgojos
adultos invaden caminando los nuevos cultivos de papa. Los adultos son activos durante la
noche, tiempo en que se desplazan, se alimentan del follaje de la papa, copulan y ovipositan.
Durante el día los gorgojos se mantienen ocultos, debajo de los terrones o de cualquier otro
objeto que los proteja del sol.
- Los adultos (gorgojos) invaden los campos caminando porque no pueden volar. Este
hecho facilita la utilización de barreras para interceptar su desplazamiento.
31
- Los adultos son activos durante la noche, tiempo en que suben a la planta para
alimentarse del follaje. Cuando se sienten perturbados se dejan caer y permanecen por algún
tiempo sin moverse. Este fenómeno podría facilitar su recolección.
- Existe una sola generación al año, pasando el invierno como larvas o pupas
protegidas en cámaras pupales subterráneas. Cualquier daño a estas cámaras provoca la
muerte del insecto. Si se rotura el suelo antes de que se transformen en adultos, las cámaras
pupales se romperán y el insecto quedará expuesto a daños mecánicos y deshidratación.
- Existen ciertos cultivares de papa que son menos susceptibles al gorgojo y que
podrían contribuir a reducir los daños de la plaga. Desafortunadamente, entre las comunidades
campesinas, existe una arraigada preferencia por ciertas variedades que constituyen una
barrera para la adopción de nuevos cultivares.
- Cuanto más se demora la cosecha, mayor es el número de larvas que pasan al suelo,
y permanecen en el campo como población invernante. Los adultos que emergen del suelo
infestan las plantas voluntarias o “huachas” o se desplazan para infestar nuevos campos en la
siguiente campaña.
Las fuentes de infestación. Las fuentes de infestación son los lugares donde emergen los
gorgojos para invadir los nuevos campos de papa; vienen a ser los lugares donde el insecto
penetró al suelo en su últimos estado larval y empupó, pasando así todos el invierno hasta que
se produce la emergencia de los gorgojos adultos en primavera, coincidente con las primeras
lluvias. Las principales fuentes de infestación son: el campo de papa que se cosechó el año
anterior, los campos de papa abandonados (precisamente por estar muy infestados) y los
campos de rotación (con cereales, habas y otros tubérculos) cuando han quedado plantas de
papa “huachas” o voluntarias del previo cultivo de papa. Las otras fuentes de infestación son
áreas relativamente pequeñas pero de de gran concentración del gorgojo. Son los lugares
específicos donde se amontonó la papa durante la cosecha, donde se hizo la selección de
tubérculos previamente al almacenamiento, y los mismos almacenes rústicos donde los
tubérculos están en contacto con el suelo. Hay que marcar los lugares de amontonamiento de
tubérculos, para poder identificarlos posteriormente.
32
las fuentes de infestación y en la intercepción de sus movimientos migratorios hacia los nuevos
campos.
Cuando los campos son extensos, como en el caso de las comunidades nativas, una
buena programación de rotación de cultivos, con eliminación de plantas voluntarias ("huachas",
"turas" o "kipas") en los campos de rotación, debería ser suficiente para mantener la plaga en
niveles relativamente bajos. Pero esta ya no es la situación más común, debido a que las áreas
de mayor producción se dan cerca de las ciudades, donde existe una gran presión para
mantener alta rentabilidad de la tierra. Con pequeñas propiedades individuales, los beneficios
de las rotaciones y de otras prácticas culturales, quedan minimizadas y con escaso valor
práctico.
1. Cosecha oportuna. La madurez de los tubérculos coincide con la madurez de las larvas del
gorgojo, que comienzan a abandonar los tubérculos para penetrar al suelo. Los agricultores
suelen condicionar la fecha de la cosecha a los precios del mercado, pero toda demora
significa que más larvas van a quedar en el suelo y, por consiguiente, habrá una mayor
población de gorgojos en la siguiente campaña agrícola; La cosecha oportuna ayuda a reducir
esta población.
2. Uso de mantas en los lugares de amontonamiento de la cosecha. Para evitar que las
larvas penetren al suelo, durante el amontonamiento de los tubérculos de la cosecha o durante
la selección de los tubérculos que se van a almacenar, se recomienda el uso de mantas (foto
13-1: 7). Las larvas que abandonan los tubérculos quedan retenidas por las mantas. Es
conveniente cubrir la manta con una delgada capa de tierra para que los gusanos se oculten
temporalmente y no regresen a los tubérculos. Las mantas pueden ser de plástico, harpilleras,
costales de yute o de cualquier otro material ordinario. Los gusanos retenidos en las mantas
deben ser destruidos mecánicamente, o dejarlos expuestos para que los pollos los devoren.
4. Roturación invernal del suelo del campo cosechado. Cuando se realiza la cosecha, cierto
número de larvas ya han abandonado los tubérculos para empupar en el suelo. Si la cosecha
se demora, el número de larvas penetran al suelo, antes de la cosecha, es mucho mayor.
Durante el invierno las larvas, pre-pupas y pupas, sobreviven en el suelo para dar lugar a los
nuevos gorgojos que saldrán a infestar los campos en primavera. Esta población invernante
puede ser destruida roturando el suelo con un arado durante el invierno (foto 13-1: 9). Al
destruir las cámaras pupales, las larvas y pupas quedan expuestas a la deshidratación.
Gallinas, pollos y otras aves domésticas pueden ayudar a destruir los insectos que quedan
expuestos.
33
5. Incorporación de Beauveria brogniartii al suelo de almacenes rústicos. Para destruir
larvas, pupas y gorgojos adultos en el suelo de los almacenes rústicos se recomienda la
incorporación al suelo del hongo Beauveria brongniartii, previamente al almacenamiento (fotos
13-1: 10 y 11). El hongo se mezcla con el suelo que debe estar ligeramente húmedo. Cuando
no se dispone del hongo puede procederse a la roturación invernal del suelo como se explicó
en la roturación invernal del suelo de los lugares de amontonamiento de papa. En este caso de
los almacenes rústicos, primero se trasladan los tubérculos almacenados a un área contigua y
luego se rotura el suelo del almacén. (Unos pocos agricultores incorporan al suelo insecticidas
granulados como diazinon o carbofuran, una práctica que no es recomendable).
Hasta aquí todas las medidas están orientadas a destruir la población de gusanos y
pupas en las fuentes de infestación. Con estas medidas se busca iniciar una nueva campaña
agrícola en condiciones más favorables, con poblaciones del gorgojo muy reducidas. Pero
también se han desarrollado componentes para interceptar la migración de los adultos de las
fuentes de infestación hacia los campos. La emergencia y migración de gorgojos se produce
durante los meses de octubre-noviembre, coincidente con la ocurrencia de lluvias y la siembra
de papa. El gorgojo de los Andes carece de alas membranosas y no puede volar, de modo que
invade los campos caminando desde las fuentes de infestación, o áreas de emergencia de
adultos.
10. Siembras tempranas. Las infestaciones masivas de los gorgojos a los nuevos campos
ocurren durante el inicio de las lluvias. Se ha observado que los campos sembrados
adelantados, especialmente si se dispone de riego, tienen menos daños que los campos
sembrados tardiamente.
34
12. Aporques Altos. Una manera de dificultar que las larvitas recién nacidas lleguen a los
tubérculos en formación es mediante los aporques altos. Las hembras ponen sus huevos en
restos vegetales en la superficie del suelo. Las larvitas que nacen de los huevos deben
penetrar al suelo hasta llegar a los tubérculos. Si los tubérculos no están bien cubiertos se
facilita la llegada de las larvitas.
13. Barreras para aislar almacenes. Cuando los almacenes rústicos no fueron tratados con el
hongo Beauveria brogniartii o no se roturó el suelo para controlar larvas o pupas en el suelo,
no queda mas recurso que tratar de evitar que los adultos, que emergen del almacén, migren a
los campos. Con tal fin, se construye alrededor del almacén una zanja, que puede cubrirse con
plástico para mejorar su efectividad (foto 13-1: 15). Los gorgojos que salen del almacén, caen a
la zanja y no pueden subir por las paredes lisas. Con el tiempo, los gorgojos mueren por
deshidratación. Si se quiere acelerar la muerte de los gorgojos se puede echar un insecticida
en la zanja.
14. Barreras perimétricas de protección de los campos. En los campos nuevos de papa se
observa que, inicialmente, las infestaciones son más intensas en los bordes. Por allí se inicia el
ingreso de los gorgojos hacia el campo. Para reducir la inmigración de gorgojos, los nuevos
campos de papa pueden protegerse con barreras perimetrales (fotos 13-1: 16,17 y 18). Hay
dos tipos de barreras se han probado con éxito. Zanjas que rodean todo el campo, en cuyo
fondo puede aplicarse un insecticida. Los gorgojos que caen a la zanja tendrán dificultad para
subir, si la pared que da al cultivo se mantiene lisa. Otra barrera consiste en sembrar alrededor
del campo un cultivo que no es hospedero del gorgojo, como el tarwi (Lupinus mutabilis).
15. Recolección nocturna de gorgojos. Los gorgojos se vuelven activos durante la noche;
suben a las plantas para comer las hojas y aparearse. Durante este tiempo los gorgojos
pueden ser recolectados sacudiendo el follaje sobre un recipiente (foto 13-1: 19). Los gorgojos
se desprenden fácilmente y por un lapso se quedan quietos fingiendo estar muertos. Los
gorgojos recolectados se introducen a botellas u otros recipientes con querosene.
16. Trampas-Refugio para recolección diurna de gorgojos. Los gorgojos son atraídos por
las plantas de papa; pero durante el día, permanecen ocultos debajo terrones, donde
encuentran refugio, en condiciones de oscuridad y humedad, que los protege del sol y la
deshidratación. En base a este comportamiento se han diseñado trampas-refugio sencillas que
sirven para dar las condiciones preferidas por los gorgojos, se agrupen durante el día, y
puedan ser eliminados (foto 13-1: 20). Las trampas consisten en pedazos de costal, cartones,
plásticos, o cualquier otro material que provea sombra, debajo de la cual se coloca algunas
hojas de papa impregnadas con insecticida. Los gorgojos que se refugian mueren por el efecto
del insecticida. También se les puede capturar manualmente. Las trampas se colocan en
campos nuevos, desde un mes antes de la siembra hasta que las plantitas comienzan a
emerger. Las hojas impregnadas con insecticidas se renuevan una vez a la semana.
17. Aplicación localizada de insecticidas en los bordes del campo. Con el mismo objetivo
de eliminar a los gorgojos que ingresan a los nuevos campos de cultivo mediante barreras
perimétricas (componente 14), se pueden hacer barreras químicas. Con tal fin se hacen
aplicaciones localizadas en una franja de 2 a 3 metros de ancho en los bordes del campo,
durante el período de migración del gorgojo.
35
de las organizaciones locales (municipalidades, escuelas, ONGs, estaciones de radio locales,
grupos religiosos, etc.) que de alguna manera estuvieran vinculados con el quehacer
campesino. El desarrollo técnico ha quedado resumido en el establecimiento de los
componentes de MIP, antes descritos, y que son el resultado de una serie de investigaciones y
verificaciones de su factibilidad y aceptación por los campesinos. La implementación se hizo de
a cuerdo con el modelo de las áreas piloto que se establecieron en la sierra sur (Chinchero,
Cusco), en la sierra central (comunidades de Carhuapaccha y Chuamba, Junín), y en la sierra
norte (Casabamba, Cajamarca). En cada uno de estos lugares, el área piloto estuvo integrada
por campesinos que mostraron interés en participar en la experiencia. Es importante anotar
que, una vez verificado el beneficio del programa, nuevos campesinos se adhirieron al grupo
del área piloto; y muchos otros copiaron algunas de las medidas adoptadas (en los estudios de
evaluación de resultados se consideró este sector de campesinos como “zona de influencia”
del programa) . Así, por ejemplo, en la sierra central, en las unidades piloto participaron 221
agricultores; pero había una “zona de influencia” en la que 359 agricultores habían adoptados
la mayor parte de los componentes MIP.
36
hicieron dos aplicaciones limitadas a los bordes del campo. Algunos agricultores no aplicaron
insecticidas en la última campaña.
Preferencias locales de componentes MIP. No todas las comunidades adoptaron los mismos
componentes. Así, la Comunidad de Casabamba, Cajamarca, adoptó ocho componentes:
recojo manual de adultos, uso de mantas a la cosecha, aporque alto, cosecha oportuna, uso de
pollos, reducción de las fuentes de infestación, almacén de luz difusa y control químico de los
bordes del campo. La comunidad de Chuamba, Junín, adoptó 10 componentes: eliminación de
plantas voluntarias, aporques altos, rotación de cultivos, cosecha oportuna, recojo manual de
adultos, uso de mantas, uso de pollos, almacén de luz difusa, control químico dirigido a bordes.
La ejecución de estos componentes ha demostrado ser suficiente para mantener poblaciones
muy bajas del gorgojo, pudiendo estabilizarse sus daños en no más del seis por ciento.
37
Foto 13-1: 2. Ciclo
biológico del gorgojo de los
Andes, Premnotrrypes spp.
Foto 13-1: 1. Premnotrypes suturicallus, una de las especies de gorgojos de los Andes
Foto 13-1: 4. Larvas del gorgojo de los Andes que abandonaron los tubérculos y
Foto 13-1: 3. Daños del gorgojo de los Andes con presencia de larvas penetraron al suelo para empupar
Foto 13-1: 6.
Adulto de
gorgojo de los
Andes en su
cámara pupal
al finalizar el
invierno
Foto 13-1: 5. Cámara pupales en el suelo con pupas del gorgojo de los Andes,
durante el invierno
1
Foto 13-1: 8. Roturación invernal del suelo donde se amontonó temporalmente la
Foto 13-1: 7. Uso de mantas para amontonar la papa cosechada y evitar que papa cosechada, antes de llevarla al almacén. Con esta operación se destruyen
las larvas del gorgojo de los Andes que salen de los tubérculos penetren en el las cámaras pupales del suelo donde se cobijan larvas, pupas y adultos del
suelo gorgojo
Foto 13-1: 9. Aradura invernal para destruir las cámaras pupales del suelo
donde larvas, pupas y adultos del gorgojo pasan el invierno Foto 13-!: 10. Adulto de gorgojo de los Andes atacado por el hongo
Beauveria brogniartii
Foto 13-1: 11. Larvas y pupas del gorgojo de los Andes atacados por el hongo Foto 13-1: 12. Almacén de luz difusa para papa-semilla. Las larvas del gorgojo de
Beauveria brogniartii en un suelo de almacén rústico previamente tratado con el los Andes que caen al suelo son comidos por los pollos.
hongo
2
Foto 13-1: 13. Campo de papa abandonado por alta infestación del gorgojo de los
Andes. Estos campos se convierten en severos focos de intestación, si las formas Foto 13-1: 14. Acción comunitaria en Casabamba, Cajamarca, para eliminar las
invernantes del insecto no se destruyen mediante araduras en invierno. plantas de papa “huachas” o voluntarias, en un campo de rotación
Foto 13-1: 16. Zanja perimétrica en un campo de papa para interceptar el ingreso
Foto 13-1: 15. Zanja recubierta de plástico, alrededor de un almacén rústico de
de gorgojos
papa, para interceptar la migración de gorgojos hacia los campos de papa
Foto 13-1: 17. Zanjas tratadas con insecticidas bordeando un campo de papa
Foto 13-1: 18. Campo de papa con borde de tarwi, Lupinus mutabilis, para evitar
para interceptar el ingreso de adultos del gorgojo de los Andes
el ingreso de adultos del gorgojo de los Andes
3
Foto 13-1: 19. Adultos de
gorgojos de los Andes
capturados, por una
campesina en la noche
anterior, sacudiendo el follaje
de papa sobre un recipiente.
Casabamba, Cajamarca.
Foto 13-1: 20. Numerosos gorgojos de los Andes capturados con trampas de
refugio en un campo nuevo de papa
Foto 13-1: 22. Utilización del rotafolio por un participante del área piloto para
Foto 13-1: 21. Actividad de capacitación práctica de los participantes de las ampliar la aplicación del programa-MIP de papa en zonas alto-andinas en su
áreas piloto del Programa-MIP de papa en la zona alto-andina comunidad. Casabamba, Cajamarca.
Foto 13-1: 23. Campesina alto-andina participante del área piloto del programa- Foto 13-1: 24. Material de difusión (afiches, rotafolios, diapositivas, vídeos,
MIP explicando a miembros de su comunidad las ventajas de participar en el muestras) producidos por el programa MIP del CIP, para la capacitación de los
programa agricultores
4
Caso 2. Programa-MIP de Papa en Valles Interandinos
Las hembras son particularmente activas al terminar la tarde, durante las primeras
horas de la noche. Las polillas ponen sus huevos en el peciolo de las hojas (alrededor del 20%)
38
y el resto en el suelo, cerca de las plantas de papa. Cuando hay tubérculos expuestos, las
hembras prefieren depositar sus huevos directamente sobre ellos. En el campo, los tubérculos
quedan expuestos, cuando la tuberización es muy superficial, cuando no han sido cubiertos
apropiadamente durante el aporque, o cuando se forman grietas en el terreno por ausencia de
lluvia o riego. En el almacén la polilla oviposita directamente sobre los tubérculos. Los ciclos
de vida de la polilla son relativamente cortos por lo que se presentan varias generaciones en el
campo y en los almacenes. En este último caso la magnitud del daño se incrementa
rápidamente con el tiempo de almacenamiento.
39
Eucalyptus globulus. Estas plantas tienen aceites esenciales que son repelentes a los insectos.
Las hojas de la muña también son usadas como infusiones digestivas y para preparar sopas.
40
(Cañedo y Cisneros, 2004). La comercialización de este tipo de plantas todavía no esta
autorizada en el Perú.
6. Aporques altos. Con los aporques se desmenuza el suelo y se cubre la base de los tallos,
para asegurarse que los tubérculos que se formen queden debidamente cubiertos. Con los
aporques altos se evita que las polillas puedan ovipositar directamente en los tubérculos.
7. Cosecha oportuna. Si se demora la cosecha, una vez que los tubérculos están
fisiológicamente maduros, se corre el riesgo de incrementar la infestación de los tubérculos.
Por lo general, en este período, las infestaciones se incrementan rápidamente por una serie de
factores; escasean las lluvias, o se reduce el riego, los tubérculos que han alcanzado su
máximo desarrollo pueden quedar expuestos al ataque directo de la polilla, o las poblaciones
de polilla que se desarrollaron en hojas y tallos se concentran en atacar a los tubérculos. Si el
agricultor demora su cosecha en espera de mejores precios debe considerar el riesgo a que se
expone.
9. Cubrir con mantas los tubérculos cosechados. Cuando se cosecha, la papa que se
amontona, no debe quedar expuesta en el campo hasta el día siguiente. Durante la noche las
polillas son muy activas y ponen sus huevos en los tubérculos. Si se dejan los tubérculos, éstos
deben ser cubiertos con mantas o paja como barreras contra las polillas. Los tubérculos con
huevos de polilla difícilmente pueden ser detectados y es muy probable que se almacenen
como sanos, iniciando la infestación dentro del almacén.
10. Uso de parasitoides. De los varios enemigos naturales de la polilla que se han identificado
en el Perú, la especie Copidosoma koheleri (foto 13-2:11) , se pueden criar masivamente y
liberar en forma inundativa. Es un parasitoide que se reproduce rápidamente por poliembrionía
(se puede obtener hasta 60 avispitas de una larva de polilla parasitada). No hay una clara
evidencia de la eficiencia de estas liberaciones en el país, pero en otros países se han
registrado niveles de parasitismo del 40 al 70 por ciento.
41
superior) y una septa de feromona suspendida sobre el agua. Los machos atraídos por la
feromona terminan ahogándose en el agua.
13. Selección de la papa que se almacena. La papa que se almacena debe estar sana, libre
de enfermedades y libre de la polilla en cualquier estado de desarrollo (huevos, larvas o
pupas). Para ello, se necesita una cuidadosa selección previa de los tubérculos. Una vez
dentro del almacén, la plaga continúa su desarrollo, aumentando su población, según la
temperatura y el tiempo que dure el almacenamiento.
14. Uso de plantas repelentes en almacén. Diversas especies de plantas, con alto contenido
de aceites esenciales, han mostrado tener efecto repelente contra los adultos de la polilla en
condiciones de almacén. Tradicionalmente se usa la "muña", Minthostachys spp. y otras
plantas nativas, como el marku (Ambrosia peruviana). También se ha encontrado otras
especies con efectos similares como la lantana, Lantana camara y el eucalipto, Eucalyptus spp.
El follaje de estas plantas se distribuye en capas, entre los tubérculos, para mantener alejadas
a las polillas.
15. Almacenes con baja temperatura. Algunos agricultores tienen la opción de almacenar su
papa en las alturas, donde predominan las bajas temperaturas. En esas condiciones las
polillas dejan de ser problema. En lugares donde las noches son frías se pueden diseñar
almacenes que permitan el ingreso de aire frío durante la noche, mediante ventilas apropiadas
que deben cerrase durante el día para retener el frío. Debe evitarse techos de calamina que se
calientan rápidamente durante el día.
16. Colocar mallas en las ventanas de los almacenes. Muchos agricultores mantienen las
ventanas de sus almacenes sin ninguna protección. No es raro que cerca de los almacenes
existan fuentes de infestación, generalmente tubérculos infestados abandonados, de los que
salen polillas hacia los almacenes. Para evitar este problema, además de mantener limpio los
alrededores de los almacenes, las ventilas y ventanas deben protegerse con malla plástica fina,
que eviten el ingreso de polillas desde el exterior.
17. Trampas de luz y de feromonas en almacenes. Las polillas adultas son atraídas por la
luz de modo que se pueden hacer trampas luminosas que atraigan y maten a las polillas. Para
capturar las polillas se utilizan superficies pegantes que, en su forma más simple, puede
hacerse untando la superficie con aceite. También se pueden usar trampas con feromonas. En
este caso solamente se captura adultos machos, pero igualmente se logra reducir la capacidad
reproductiva de las hembras.
18. Uso del virus de Granulosis para papa de consumo y papa-semilla. El virus de
granulosis (Baculovirus phthorimaeae) se puede multiplicar en forma sencilla (CIP, 1992) y
formular para ser aplicado en forma líquida o en polvo (mezclado con talco) (foto 13-2: 17 y 18).
Se le usa principalmente para proteger tubérculos en almacén. La formulación líquida es para
tubérculos de consumo y la formulación en polvo para papa-semilla. El virus queda en la
superficie del tubérculo y debe ser ingerido por las larvas de la polilla. No controla larvas que ya
se encuentran en el interior del tubérculo. El tratamiento debe hacerse sobre tubérculos sanos
lo más pronto posible. Su utilización en el campo es más restringida, debido a su escasa
persistencia por efecto de la radiación ultravioleta. Este virus es ineficiente contra las larvas de
Symmetrischema tangolias.
42
19. Uso de almacén de luz difusa para semilla. En los almacenes de luz difusa los tubérculos
destinados asemilla se colocan en tarimas de palos o cañas, bajo techo, pero con los lados
expuestos a la luz y ventilación (fotos 13-2: 19 y 20). Estas condiciones son desfavorables para
las polillas. El objeto de estas condiciones, sin embargo, está orientado a lograr semilla de la
mejor calidad. Los tubérculos se suberizan y verdean (por formación de glicoalcaloides) que le
confieren protección contra plagas. En condiciones de luz difusa, los brotes de la semilla son
cortos y robustos y desarrollan como brotes vigorosos en el campo. Para evitar cualquier riesgo
de infestación por polilla, los tubérculos-semilla almacenados pueden ser tratados con
Baculovirus en polvo.
El Programa de Manejo Integrado de Plagas del CIP desarrolló el programa MIP para la
polilla de la papa en la sierra central y en la sierra sur del Perú, para pequeños agricultores.
Las comunidades inicialmente involucradas fueron la de Carhuapaccha, Huancayo, y la de
Urquillos, valle del río Urubamba, Cusco. En ellas se hicieron las evaluaciones de los
problemas de plagas y se midió el nivel de conocimientos de los agricultores sobre el tema,
contando con la participación de los mismos agricultores y organizaciones locales, incluyendo
ONGs y Municipalidades. Previamente, el CIP había desarrollado una serie de prácticas de
manejo de la polilla que podían usarse como los primeros componentes de manejo. Con la
participación de agricultores voluntarios, que consideraban prioritario el control de la polilla de
la papa, se establecieron las áreas piloto. En las áreas piloto se afinaron algunos componentes
y se desarrollaron otros nuevos con la participación de los agricultores. Estos agricultores
recibieron capacitación intensiva y asistencia técnica para asegurar el éxito del área piloto. Se
organizaron cursillos, talleres, días de campo y se hicieron afiches, boletines, muestras de
insectos, rotafolios, series de diapositivas y videos. Los participantes recibían los materiales de
difusión pertinentes. Las áreas piloto se convirtieron en centros de difusión para otros
agricultores.
43
En esta fase y en las siguientes, de difusión y expansión del área MIP, se contó con la
participación de varias organizaciones no gubernamentales que estaban comprometidas con el
desarrollo agrario local. Tal es el caso de la Asociación Arariwa en Cusco, y del Grupo Talpuy
de Huancayo; ambas conocedoras de la idiosincrasia de los agricultores y el grado de
organización de sus comunidades. El éxito en las áreas piloto atrajo la adhesión de nuevas
organizaciones, incluyendo autoridades comunales, escuelas primarias y secundarias,
municipalidades, etc., que contribuyeron a la expansión y consolidación del programa.
44
Foto 13-2: 2. Ciclo
biológico de la polilla
común de la papa,
Phthorimaea operculella
1
Foto 13-2: 7. Larva de la polilla andina, Symmetrischema tangolias, barrenando
Foto 13-2: 8. Larvas de la polilla de la papa y los daños que producen en los
el tallo de la planta de papa
tubérculos
Foto 13-2: 9. Hojas de “muña”, Minthostachys spp, repelentes de la polilla de la Foto 13-2: 10. Adulto y cocón de Apanteles sp., parasitoide de la polilla de la
papa, usadas en almacenes rústicos de las comunidades andinas papa
Foto 13-2: 11. Larva de la polilla de la papa llena de pupas del parasitoide Foto 13-2:12. Adulto de Dibrachys cavus, ectoparasitoide de larvas de la polilla
poliembriónico, Copidosoma koehleri de la papa
2
Foto 13-2: 13. Larvas de Dibrachys cavus ectoparásitas de la larva de la polilla Foto 13-2: 14. Larva sana de la polilla de la papa y larva enferma atacada por el
de la papa virus de granulosis, Baculovirus phthorimaeae
3
Foto 13-2: 19. Almacén de luz difusa para papa-semilla, con tratamiento del virus Foto 13-2: 20. Brotes vigorosos de la papa-semilla almacenada en luz difusa
de la granulosis contra la polilla de la papa tratada con el virus de la granulosis en polvo
4
Caso 3. Programa-MIP de Papa en la Costa Central del Perú
El cultivo de papa es atacado por una serie de insectos, además de los mencionados
anteriormente, incluyendo pulgones (áfidos), gusanos de tierra (noctuidos), gusanos blancos
(escarabidos), gusanos del follaje (noctuidos), y la polilla del follaje (Scrobipalpula absoluta).
Pero la plaga clave es, de lejos, la mosca minadora.
45
través de la capa de parénquima esponjoso interrumpiendo la fotosíntesis. Las minas van
aumentado de grosor según el desarrollo de la larva. Al comienzo, las minas tienen un color
blanquecino, notándose la larva en su interior. Posteriormente, la mina se vuelve marrón,
después que la larva la ha abandonado, La larva madura sale de la mina y forma un pupario que
es de color marrón y tiene la forma de un tonelito. Al comienzo el pupario puede estar adherido
en el envés de la hoja, pero, posteriormente, cae al suelo; o la larva madura cae al suelo para
empupar. De los puparios salen las moscas adultas, que son de color negro con una mancha
amarilla en el dorso. La hembra pone alrededor de 250 huevos.
Formas de daño. Las hembras adultas producen con su ovipositor dos tipos de
lesiones en las hojas tiernas. Las llamadas “picaduras de alimentación”, especialmente en el haz
de las hojas, que producen exudados que sirven de alimento para las moscas hembras y
machos; y las “picaduras de oviposición” el envés de la hoja, que las hembras utilizan para
insertar sus huevos. Pero los daños más importantes son causados por las larvas que minan las
hojas (fotos 13-3: 3, 4 y 5). Las minas o túneles que las larvas producen en la hoja se van
ensanchando conforme crece la larva. El daño larval, afecta los rendimientos, interfiriendo con la
actividad fotosintética de las hojas y con el transporte de los fotosintatos para producir la
cosecha.
Las La hembra prefiere las hojas tiernas para ovipositar, es decir las que están en el
tercio superior de la planta; pero por la rapidez del crecimiento de la planta, el tiempo que toma
el desarrollo embrionario, y el consiguiente desarrollo larval, las minas que hacen las larvas en
las hojas son más notorias en las hojas maduras. Por eso, se observa que, comúnmente, las
hojas más dañadas están en el tercio inferior, seguidas del tercio medio, conforme va
desarrollando la planta. Pero cuando la planta deja de crecer, el daño se hace evidente hasta en
el tercio superior. Cuando hay muchas minas en una hoja, la hoja termina por secarse; y si son
muchas las hojas afectadas, la planta puede secarse por completo. Las variedades de papa
tardías (largo período vegetativo), tienen cierta capacidad para recuperarse del daño, formando
nuevas hojas, aun cuando haya un retraso para completar su ciclo de producción; pero las
variedades precoces no tienen esta capacidad, y suelen ser dañadas más severamente. En las
mismas condiciones, diversas variedades son afectadas con diferentes niveles de daño (Mujica y
Cisneros, 1995).
46
especies de parasitoides son Chrysocharis phytomyzae, D. begini (Ash.), Closterocerus
cinctipennis Ash., Zagrammosoma multilineatum (Ash.), y Ganaspidium sp. (Bre.).
La mosca minadora también es atacada por muchos predatores. Hay moscas predatoras
que cazan a los adultos de la mosca minadora al vuelo. Entre ellas, Condylostylus simimilis
(Dolichopodidae) de colores metálicos (foto 13-3: 13) y Drapetis sp. (Empididae) de color negro
(foto 13-3: 14). Los otros predatores no son tan especializados pero constituyen un factor de
mortalidad importante; entre ellos están las arañas que atrapan adultos. Entre los predatores del
suelo están los carábidos Anisotarsus spp, Calosoma abbreviatum, Pterostichus sp. y el
cicindélido Megacephala carolina-chilensis. Chinches como Geocoris punctipes, Orius
insidiosus, Nabis punctipennis, y Zelus sp.; varias especies de tijeretas (Dermaptera:
Labiduridae), entre ellas Labidura riparia Pallas, y hormigas predatoras. Todos los estados de
desarrollo están expuestos a la predación, pero los más susceptibles son los puparios en el
suelo y los huevos extrudidos en el envés de las hojas. Ocasionalmente se ha observado la
presencia de Beauveria bassiana causando la muerte de adultos de la mosca (foto 13-3: 21).
Hasta la década de 1950, la mosca minadora no era problema en el cultivo de papa de la costa
central (Wille, 1952). Por esa época comenzaron las aplicaciones de insecticidas contra la polilla
de la hoja y brotes, Tuta absoluta que, al parecer, afectó la eficiencia del control biológico natural
de la mosca minadora. Las poblaciones de la mosca se incrementaron y se convirtió en la plaga
principal. Al mismo tiempo se introdujeron nuevas variedades de papa, cuya susceptibilidad a la
mosca minadora no fue evaluada en su momento. Pero posteriormente se determinó que
existían diferencias entre los niveles de susceptibilidad de diferentes variedades. La estrategia
del programa MIP-mosca minadora estaría orientada a reforzar los factores de mortalidad
natural, favoreciendo la extrusión de huevos de mosca en las plantas en desarrollo y a la
recuperación del rol de los enemigos naturales. Para favorecer el fenómeno de extrusión de
huevos de la mosca, que causa gran mortalidad de huevos y larvas neonatas, era necesaria la
aplicación de componentes que promuevan el desarrollo vigoroso de la planta. Para recuperar la
fauna benéfica era esencial reducir las aplicaciones de insecticidas. Como los agricultores
habían desarrollado la costumbre de iniciar las aplicaciones por la presencia de moscas adultas,
era necesario establecer un sistema de control de adultos que no fueran medios químicos. Una
posibilidad era la captura de adultos con trampas amarillas, que el Programa de Manejo
Integrado de Plagas del Centro Internacional de la Papa había ensayado con éxito. Las trampas
amarillas reemplazarían a las aplicaciones de insecticidas contra adultos. En cuanto a las
aplicaciones contra larvas, si fueran necesarias, se evaluarían larvicidas selectivos, descartando
el uso de insecticidas de amplio espectro
Componentes de Manejo
1. Semilla de buena calidad y adecuada preparación del terreno. La semilla sana, de buena
calidad, y bien brotada, conjuntamente con una buena preparación del terreno, da lugar a plantas
vigorosas que se desarrollan rápidamente. Estas plantas son capaces de soportar las
infestaciones iniciales de la mosca minadora durante la fase de desarrollo vegetativo. Las
plantas que desarrollan vigorosamente favorece la reacción de los tejidos que producen la
extrusión de los huevos de mosca minadora y soportan mejor las infestaciones de la mosquilla
de los brotes. Los huevos extrudidos quedan expuestos a la deshidratación y a la acción de los
predatores, principalmente chinches pequeños. En cambio las plantas débiles, pobremente
fertilizadas, con deficiente riego, o provenientes de semilla de mala calidad, no tienen capacidad
para extrudir los huevos y las hojas minadas se secan rápidamente.
47
2. Siembras tempranas. En general, la mosca minadora está presente en el campo durante
todo el año, pero con mayor incidencia en los meses de Julio y Agosto. Las siembras tempranas,
de otoño, resultan menos dañadas que las siembras posteriores, mejor aún si se trata de
variedades precoces que pueden “escapar” a las épocas de mayor incidencia de mosca.
8. Trampas amarillas fijas y móviles. El color amarillo intenso atrae adultos de mosca
minadora, áfidos alados y moscas blancas (13-3: 18, 19 y 20). Los plásticos amarillos untados
con una sustancia pegajosa que capture a las moscas, se convierten en trampas efectivas para
evaluar niveles poblacionales de esta plaga y para reducir las poblaciones de adultos de la
mosca. Existen trampas amarillas fijas, que consisten en un pedazo de plástico amarillo (mejor
es una bolsa de aproximadamente 50 cm por lado)), untado con una sustancia pegajosa, que se
sostiene entre dos parantes (pedazos de caña o palos). Las primeras trampas se hicieron con
adhesivos importados que, aunque efectivas, resultaban muy caras; las trampas pronto
quedaban inutilizadas por la cantidad de moscas capturadas que cubrían su superficie. La
alternativa fue untar la superficie con aceite lubricante 50 SAE. El aceite tiene que ser untado
varias veces para mantener sus características adhesivas; pero, a su vez, en cada ocasión se
48
limpia la superficie de las moscas adheridas. A la densidad de 80 a 100 trampas/ha se logró
capturar alrededor de 5 millones de moscas/ha/campaña. Inicialmente se colocaron las trampas
en el perímetro del campo recién sembrado y, posteriormente, se distribuyeron en el campo.
Las trampas amarillas han tenido fácil aceptación por los agricultores. En el programa-
MIP las trampas amarillas juegan un doble rol muy importante. Por un lado, reducen las
poblaciones de moscas adultas que quedan pegadas en la trampa en grandes cantidades. Por
otro lado, los agricultores que ven las moscas capturadas, retardan el inicio de las aplicaciones
de insecticidas; así se evita destrucción temprana de los enemigos naturales.
12. Destrucción de residuos de cosecha. Por razones de sanidad general, los residuos de
cosecha deben ser eliminados. En algunos casos, de ocurrencia abundante de parasitoides,
podría usarse parte de este material para su recuperación y liberación en cultivos infestados por
la mosca minadora.
49
Proceso de Implementación del Programa-MIP Papa-Cañete
En la implementación del programa-MIP de papa en el valle de Cañete para pequeños
agricultores se empleó la estrategia de las unidades piloto, con la participación inicial de un
grupo de agricultores y de una serie de instituciones del lugar. El eje de la colaboración
correspondió la Instituto Rural Valle Grande, cuyos programas de colaboración y capacitación
han merecido el reconocimiento de los agricultores del valle de Cañete. Otras instituciones que
participaron fueron la Asociación de Agricultores del Valle de Cañete, el Instituto Superior
Público, la Central de Cooperativas (CECOACAM), la Junta de Usuarios del Distrito de Riego y
la contribución de la Universidad Nacional Agraria de La Molina. La capacitación, orientada a la
reducción del uso indiscriminado de insecticidas, fue un componente muy importante (foto 13-4:
24). La demostración de la eficiencia de las trampas amarillas jugó un rol muy importante en la
eliminación de los tratamientos de insecticidas contra los adultos de la mosca. Para reforzar los
conocimientos sobre las plagas se crearon afiches ilustrados (en telas plastificadas) que se
podían llevar al campo y verificar los aspectos tratados. El programa MIP original, orientado al
control de la plaga clave mosca minadora, tuvo que ser ligeramente reorientado en el año 1997-
98 por la ocurrencia del fenómeno del Niño, con temperaturas más altas que las normales. Estas
condiciones favorecieron el incremento de la mosquilla de los brotes, Prodiplosis longifila, y la
mosca blanca, Bemisia tabaci. El desarrollo vigoroso de las plantas y el aumento de parasitoides
y predatores contribuyeron a manejar estas plagas. En algunos casos fue necesario aplicar
azufre contra la mosquilla de los brotes. Otros agricultores, temporalmente se vieron tentados a
usar más insecticidas que los necesarios. A la siguiente campaña, el programa volvió a la
normalidad.
Resultados
En la evaluación que se hizo en 1998, a tres años de iniciado el programa MIP, se había
logrado prescindir por completo del uso de insecticidas para controlar las moscas adultas,
gracias a la adopción de trampas amarillas pegantes. Este componente MIP fue fácilmente
adoptado por los agricultores. De las 10 a 14 aplicaciones de insecticidas que solían hacerse se
redujo a solo dos aplicaciones de productos selectivos para controlar las larvas. Se trataba de los
inhibidores de quitina o reguladores de crecimiento, abamectina y cciromazina. Los beneficios
del programa no solamente fue evidente entre los agricultores, que estuvieron involucrados
inicialmente en las unidades piloto, sino con muchos agricultores vecinos que adoptaron algunos
componentes de manejo para su beneficio. En la evaluación de los resultados se consideró a
estos agricultores como pertenecientes al ´”área de influencia” del programa.
50
Foto 13-3: 2.
Esquema del ciclo
biológico de la
mosca minadora.
Programa MIP, del
Centro Internacional de
la Papa. Lima. Perú
1
Foto 13-3: 7. La larva neonata de la mosca minadora proveniente de huevo extrudido Foto 13-3: 8. Buenas prácticas culturales, fertilización, riego, aporque y
normalmente no puede penetrar a la hoja para formar galerías y muere desmalezado, mantienen las plantas vigorosas y tolerantes al daño
2
Foto 13-3: 13. Adulto de un Dolichopodidae predator de adultos de la mosca
minadora Foto 13-3: 14. Adultos de Drapetis sp. (Diptera: Empididae), predatores de adultos
de la mosca minadora
Foto 13-3: 16. Uno de los mecanismos de defensa de la planta de papa contra los
insectos pequeños es la presencia de trichomas glandulares. Las glándulas
Foto 13-3:15. Hay diferentes niveles de susceptibilidad/resistencia/tolerancia de segregan una substancia pegajosa que se endurece y paraliza al insecto.
los clones de papa a las infestaciones de la mosca minadora Desafortunadamente, los pequeños parasitoides también son afectados. Foto CIP.
Foto 13-3: 18. Trampa amarilla fija, ennegrecida por la cantidad de adultos de
Foto 13-3: 17. Las plantas de maíz en los bordes del campo o intercaladas en el
mosca minadora que ha capturado
campo en papa favorecen la presencia y multiplicación de parasitoides y predatores
3
Foto 13-3: 19. Despliegue de trampas amarillas fijas, para la captura de adultos
de mosca minadora, en un campo de papa en el valle de Cañete Foto 13-3: 20. Trampa amarilla móvil, que se desplaza sobre las plantas de
papa, para la captura de moscas minadoras
Foto 13-3: 22. Hojas minadas por la mosca minadora procedente de un campo con
Foto 13-3: 21. Adulto de mosca minadora muerta por el hongo Beuveria
parasitoides dejadas a orear. Luego son llevadas a cámaras de recuperación de
bassiana
parasitoides
Foto 13-3: 23. Cajas para la recuperación de parasitoides. Primero emergen los Foto 13-3: 24. Día de campo con agricultores para demostrar la eficiencia de las
adultos de moscas minadoras y un tiempo después, los parasitoides trampas amarillas
4
Caso 4. Programa-MIP de Camote en Cuba
Identificación y Caracterización del Problema.
En este caso, el diagnóstico del problema de plagas de camote, había sido efectuado
previamente por el Gobierno Cubano, por intermedio del Instituto de Investigaciones en
Viandas Tropicales (INIVIT). En 1993 el INIVIT y el Programa de Manejo Integrado de Plagas
del Centro Internacional de la Papa establecieron un convenio de investigación cooperativa
para implementar un Programa-MIP del camote en Cuba cuya plaga clave es el gorgojo Cylas
formicarius (Fab.), llamado en Cuba tetuán del boniato.
El camote (batata o boniato), Ipomoea batatas L. junto con la yuca, Manihot sculenta
Crantz, constituyen las principales fuentes de carbohidratos de la dieta del pueblo cubano.
Hasta 1990 se sembraba alrededor de 60,000 ha anuales. Esta área se redujo en los años
siguientes a 50,000 ha por la ocurrencia de periodos de sequía en la época de primavera. Las
condiciones de sequía favorecieron el incremento de Cylas. Hasta 1991, el control de Cylas se
basaba en la aplicación intensiva de insecticidas (12 aplicaciones por campaña),
principalmente dimetoato y metamidofos, lo que representaba un consumo anual 864,000 litros
de dimetoato o 345,000 litros de metamidofos. A pesar del uso de insecticidas, el daño del
gorgojo reportado en 1991 fue de 16%. En el año 1992 y 1993, por falta de riego oportuno
(escasez de combustible) y falta de insecticidas, (por razones de política internacional
relacionadas con la desaparición de la Unión Soviética), los daños ascendieron a más del 40%
(Morales T, A y N. Maza E.; 2001).
Para proceder a la cosecha, primero se corta el follaje, que puede quedar en el campo
por 72 horas, antes de proceder a la cosecha, o ser llevado de inmediato a uno de los extremos
del campo donde, se quema posteriormente. Pequeños campesinos, con camote para
autoconsumo diario, cosechan sucesivamente los camotes más grandes, sin cortar el follaje,
mientras dejan enterrados los camotes más pequeños para una cosecha posterior.
Las plagas del camote. En el cultivo del camote en Cuba se presentan varias
especies fitófagas; de ellas, solo el gorgojo Cylas formicarius L (foto 13-4: 1) puede
considerarse de importancia económica. Las otras especies incluyen coleópteros crisomélidos
como Diabrotica balteata (Le Conte) y Systena basalis (Duval); lepidópteros noctuidos como
Spodoptera latifascia (Cramer) y Trichoplusia ni (Hbn.), un esfingido, Agrius cingulata (Fab.) y
un pirálido Pilocrosis tripunctata (Fab.); la mosca minadora, Agromyza jucunda (Van del Wulp).
Se tiene registrada la mosca blanca Bemisia tabaci (Gennadius). Esta especie de mosca
blanca generalmente desarrolla poblaciones muy altas, cuando hay uso intensivo de
insecticidas, como ha sido el caso del camote en Cuba; pero, sorprendentemente, tal cosa no
ha ocurrido.
Biología de la plaga clave, Cylas formicarius. Es una plaga del camote en campo y
almacén, originaria de Asia (Wolfe, G. W.,1991), aunque otras especies del mismo género,
provienen del África (foto 13-4: 2 y 3). Este gorgojo es considerado la plaga más importante
del camote a nivel mundial (Chalfant et al., 1991) y una de las plagas más difíciles de controlar
(Mullen, 1984). Está ampliamente distribuida en el Asia, las islas del Caribe y las costas
51
continentales del Caribe, incluyendo el Sudeste de los Estados Unidos. En África tiene menos
importancia que las especies nativas C. brunneus (Fab.) y C. puncicollis .(Boheman).
Dispersión. Los gorgojos machos son muy activos y tienen gran capacidad de vuelo;
pueden desplazarse hasta 1,800 m de distancia. Los machos tienen menos movimiento de
dispersión que las hembras, aparentemente debido a que sus alas membranosas son más
pequeñas. En un campo nuevo de camote, la infestación, por migración, es más severa en los
bordes. Se estima que distancias de 2 a 4 Km evitan que se presenten infestaciones por
migración (Miyataki et al., 1997). Sin embargo, la mayoría de los autores considera, que la
forma más importante de diseminación de la plaga a campos nuevos, es por medio de la
siembra de esquejes infestados.
52
Elementos de la Estrategia del Programa-MIP de camote en Cuba
Caracterización económico-social. Las condiciones eran favorables para el
desarrollo de un programa MIP. Todos los involucrados en la producción de camote, incluyendo
productores individuales y empresas asociativas, así como el INIVIT, órgano de investigación y
promoción del camote del Ministerio de Agricultura, buscaban solucionar el problema del
gorgojo del camote; pues se trata de un cultivo estratégico en la alimentación del pueblo
cubano. El liderazgo del INIVIT a nivel nacional, el nivel de escolaridad relativamente alto de
los productores, y la buena organización del sistema de extensión y producción agrícolas eran
factores muy favorables. A esto habría que agregar, una disposición importante que dio el
Gobierno cubano y que coincidió con la implementación del programa: la apertura de los
llamados mercados agropecuarios, donde los productores pueden comerciar parte de su
producción, a precios fijados por la oferta y la demanda. Un estímulo que favorece la
innovación tecnológica y conduce a incrementar rendimientos y beneficios para los
productores
Aspectos Técnicos de la Estrategia (foto 13-4: 6). El primer paso fue identificar las
fuentes de infestación del gorgojo, para relacionarlas con medidas culturales que constituyeran
los primeros componentes de manejo del gorgojo. Las principales fuentes de infestación de los
campos de camote son las siguientes:
Residuos de cosecha dejados en el campo. Los camotes y tallos que quedaban, como
residuos de cosecha, en el campo eran fuentes de poblaciones remanentes del gorgojo. El
material infestado daba lugar a gorgojos que migraban a los campos vecinos. Si quedaban
camotes sanos, éstos eran los primeros en ser infestados, y se transformaban en plantas
voluntarias de los campos de rotación, en las que se multiplicaba el gorgojo.
Material de siembra. Los esquejes (tallos) infestados usados para sembrar nuevos campos es
la forma más común de dispersión del gorgojo. El INIVIT estudió la distribución de la infestación
a lo largo de los tallos.
Colindancia con campos maduros. Es común que los campos maduros se conviertan en
fuentes de infestación de campos colindantes más jóvenes.
Plantas voluntaria en campos de rotación. Las plantas voluntarias de camote en los campos
de rotación pueden infestarse, y dar lugar a la multiplicación del gorgojo. Los gorgojos pueden
emigrar a otros campos, o quedarse como población remanente, hasta la nueva siembra de
camote.
53
Manejo de hormigas predatoras. El INIVIT rescató el uso de trampas, para trasladar
hormigas predatoras (Pheidole megacephala F. y Tetramorium guineense (Mayr.)) de los
lugares de su ocurrencia natural a los campos de camote, y estaba evaluando la capacidad
predatora de estas especies.
No existen clones de camote resistentes al gorgojo Cylas. Pero los clones tradicionales se
mostraban particularmente susceptibles por dos aspectos. Eran clones de largo período
vegetativo (de 6 o más meses) que quedaban expuestos a las infestaciones del gorgojo por
mucho tiempo y la tuberización era superficial facilitando el acceso directo de los gorgojos a las
raíces tuberosas (foto 13-4: 7). El INIVIT había desarrollado clones precoces (de 3 a 4 meses),
resistentes a nemátodos, y de altos rendimientos. Algunos de estos clones tuberizaban más
profundamente (camotes pedunculados) que los clones antiguos, de modo que durante el
crecimiento del camote el suelo no se agrietaba y los gorgojos no tenían fácil acceso a las
raíces tuberosas. Se hicieron ensayos en tres localidades (Santo Domingo, Bermejal y
Manacas) y en dos épocas del año (primavera e invierno) para verificar las bondades de las
nuevas variedades, comparadas con la variedad antigua CEMSA 78-354. En cuanto a
rendimientos, la moderna variedad INIVIT -98-3 produjo un promedio de 44.8 tm/ha para las
tres localidades y dos estaciones; en tanto que la variedad antigua produjo un promedio de
31.2 tm/ha. Respecto a la profundidad de la tuberización, el clon INIVIT-98-3 (tuberización
profunda) tuvo 3.3% de camotes infestados y CEMSA 78-354 (tuberización superficial), 15.9%,
promedios para las tres localidades y las dos épocas antes mencionadas. Los clones precoces
que han tenido mayor aceptación en Cuba son CEMSA 78-356 e INIVIT B-88 que actualmente
ocupan el 82% del área sembrada.
3. Rotación de cultivos
No debe sembrarse campañas sucesivas de camote en el mismo campo. En Cuba el 20% del
área de camote se rota con papa haciendo un solo cultivo de camote al año en un mismo
campo. El camote se beneficia del efecto residual de los fertilizantes usados en la papa. El
resto del área se rota con yuca y otros cultivos, siendo el intervalo entre cultivos de camote de
18 a 30 meses. Cuanto más prolongada es la rotación, más eficiente es el efecto contra el
gorgojo. Según ensayos conducidos por INIVIT, en un cultivo sucesivo de camote (campo sin
rotación), se registró una captura de 8,326 gorgojos. Mientras que en un campo con rotación de
12 meses la captura fue de 418 y en otro con rotación de 17 meses, solo de 4 gorgojos.
54
4. Plantar semilla (esquejes) sana proveniente de Bancos de Semilla
El uso de esquejes sanos, libres de huevos, larvas y adultos del gorgojo es la mejor manera de
comenzar un cultivo de camote. Los esquejes no deben provenir de campos infestados
maduros. Las probabilidades de que los esquejes estén infestados son muy altas; la presencia
de huevos, larvas y pupas es común en las partes lignificadas del esqueje, y las ramas
cortadas atraen a los gorgojos adultos.
Como es muy difícil encontrar campos comerciales sanos, para la extracción de esquejes, el
INIVIT creó un sistema de Bancos de Semilla para la producción de esquejes (Morales, 1980).
El banco de semilla consiste en un campo de camote sembrado con la variedad que se desea
multiplicar con el propósito exclusivo de producir semilla sana (foto 13-4: 8). A los 60-80 días
de la siembra se cortan los primeros esquejes para sembrar un área 10 veces mayor; 60 días
después se vuelven a extraer esquejes. Así, en un período de 120-140 días, una hectárea del
banco de semilla produce esquejes sanos para sembrar 20 hectáreas.
Los esquejes recién cortados atraen a los gorgojos adultos, de modo que cuando se hacen los
atados de esquejes para llevarlos a los nuevos campos es posible que vayan con ellos algunos
gorgojos adultos. Para evitarlo, los atados deben ser tratados. En algunos lugares se
recomiendan insecticidas pero la mayoría de ellos son muy tóxicos. En Cuba se comprobó que
el hongo Beauveria bassiana es efectivo contra los gorgojos, inocuo para los operarios, y se
encuentra disponible en todo el país. La muerte del insecto recién ocurre a los 2-3 días
después del tratamiento. Los atados se sumergen en una dilución de esporas a la
concentración de 108.
Las siembras tempranas, seguidas de cosechas tempranas, son recomendaciones útiles para
reducir el daño de gorgojo en los países donde el cultivo de camote es estacional. Ese no es el
caso de Cuba, donde se cultiva comote todo el año. La época del año, en cambio, tiene alguna
importancia. Los daños del gorgojo son 19% más altos en invierno que en primavera, pero los
rendimientos en esa época también son algo mayores (7% más que en primavera). La época
del año menos favorable para el desarrollo del gorgojo está relacionada con la ausencia de
lluvias. El 70% del área de camote (42,000 ha) se siembra en la época de lluviosa.
8. profundidad de siembra.
Se ha recomendado que los esquejes se siembren profundamente para proteger a las raíces
tuberosas de los ataques del gorgojo (O’Hair, 1991). El INIVIT condujo ensayos para verificar
esta recomendación. Se sembró a las profundidades de 5, 10, 15 y 20 cm., utilizando dos
clones y dos épocas de siembra. Los porcentajes promedios de camotes infestados fueron
29.3, 19.8, 15.3 y 12.3% respectivamente. Pero la profundidad de siembra también afectó los
rendimientos; a mayor profundidad se desarrollaron menos nudos productivos. Los
rendimientos más altos se obtuvieron a la profundidad de 10 cm (43 tm/ha) (foto 13-4: 9) y los
más bajos a 20 cm (15 tm/ha). A las profundidades de 5 y 15 cm, los rendimientos fueron 34 y
55
25 tm/ha. En las condiciones de los ensayos, lo más recomendable es sembrar a la
profundidad de 10 cm.
Durante los primeros 40 días se practican aporques y cultivos para eliminar malezas, remover
el suelo para una mejor aireación, y formar el camellón para un mejor cubrimiento de las raíces
tuberosas. Aunque es deseable continuar con esta práctica, para seguir desmenuzando el
suelo y reducir las grietas del suelo, que se forman por el crecimiento de los camotes, el
desarrollo exuberante de los clones cubanos no lo permite. En estas condiciones el aporque
no parece contribuir mucho en el manejo del gorgojo.
Cada clon tiene un período natural de desarrollo que termina cuando las raíces tuberosas
alcanzan su madurez. Entonces es le momento de la cosecha. Cualquier demora significa
prolongar la exposición de las raíces tuberosas a las infestaciones del gorgojo. Aún así,
algunos productores retardan la cosecha con la intención de lograr mayores rendimientos,
mejores precios o una mejor oportunidad. Esta postergación resulta muy riesgosa. El INIVIT
ensayó el retraso de cosecha por 30 días de un clon precoz en seis localidades. A los 90 días,
el promedio de infestación a la cosecha fue de 9.4% y a los 120 días, 36.1%.
Los residuos de cosecha que quedan en el campo (tallos, tocones, camotes pequeños,
dañados o deformes) constituyen la fuente más importante de multiplicación y migración de
gorgojo a nuevos campos. En muestreos de residuos de cosecha en Cuba se obtuvo un
promedio de 700 kg de restos de camote/ha. Por otro lado, se ha determinado que algo más de
2,000 gorgojos pueden reproducirse en un solo kilogramo de camote. Es decir, los residuos de
cosecha de una hectárea pueden dar lugar a muchos miles de nuevos gorgojos, con capacidad
de migrar a nuevos campos. De allí que, una de medidas sanitarias más importantes, es la
destrucción de los restos de cosecha. Desafortunadamente, muchos productores no son
conscientes de esta importancia.
56
Finalmente, la suspensión del hongo se aplica, en lugar de insecticidas, para controlar los
gorgojos atraídos por las trampas de feromonas
En Cuba se han identificado dos especies de hormigas, Pheidole megacephala (F) (fotos 13-4:
12 y 13) y Tetramorium guineense (Mayr.) que son predatoras efectivas de gorgojos adultos. T.
guineense se utiliza comúnmente como predator del gorgojo negro del plátano, Cosmopolites
sordidus. La reina virgen y los machos de las hormigas son alados; en cambio, las obreras y
los soldados no tienen alas. La estrategia del uso de las hormigas consiste en descubrir
reservorios naturales (o crear nuevos) y transferir colonias de hormigas de los reservorios a los
campos de camote. Para que se establezcan las hormigas el suelo debe estar húmedo y
sombreado. Las hormigas no son incompatibles con el uso de hongos entomopatógenos. Para
transferir colonias, se colocan pedazos de pseudotallo del plátano, o trampas hechas con hojas
del plátano, en los reservorios. Las hormigas fácilmente anidan en estas trampas y, una vez
establecidas, son llevadas a los campos de camote. Se recomienda instalar unos 100 nidos por
hectárea (Castellón et al., 2001)
Desde que se identificó y sintetizó la feromona sexual del gorgojo Cylas formicarius, se le usó
en trampas para determinar niveles poblacionales en el campo (Heath y col. 1986, 1988). Pero
el Programa de Manejo Integrado del Centro Internacional de la Papa orientó su uso en
programas de control del gorgojo, en República Dominicana (Alvarez y col., 1996) y Cuba
(Alcázar y col. 1996), con buenos resultados (foto 13-4: 14). Este componente tuvo una
aceptación inmediata por técnicos y agricultores de Cuba en el Programa-MIP. Se investigaron
diversos aspectos del uso de la feromona y se llegó a una serie de medidas prácticas. Se
estableció en 16 el número óptimo de trampas por hectárea. En lugar de usar trampas para la
captura de los machos atraídos por el dispersor o septa de feromona, se adoptó el método de
destruirlos aplicando el hongo Beauveria bassiana o Metarrhizium anisopliae (o un insecticida)
alrededor de la trampa, cubriendo un círculo de 1m de radio. La feromona constituye el único
componente externo en la producción cubana de camote, pero se ha internalizado de tal
manera, que quince años después de iniciado su uso, todavía constituye un componente clave
del programa-MIP en Cuba. En algún momento se pensó que la finalización del convenio entre
el INIVIT y el Programa MIP del CIP, podría afectar la disponibilidad de la feromona. Esto no
sucedió y el Gobierno Cubano mantiene un programa de compra de feromonas (A. Morales,
2009, comunicación personal).
En Cuba existen varias especies de Ipomoea silvestres, entre ellas I. tilliacea, I. triloba e I.
trifida, con capacidad de hospedar al gorgojo del camote. Estas especies, llamadas
campanillas, son perennes y juegan un rol muy importante en la producción apícola de Cuba.
Afortunadamente, las investigaciones efectuadas han demostrado que el rol de estas plantas
en la dinámica del gorgojo es menor.
En el programa MIP del camote en Cuba, el uso de insecticidas prácticamente no tiene lugar.
El gran consumo de insecticidas de otros tiempos, ha quedado reducido a las aplicaciones
alrededor de las trampas de feromonas, cuando no hay disponibilidad de los hongos Beauveria
bassiana o Metarrhizium anisopliae. En este caso, solo se aplica un área de 1 m de radio en
cada una de las 16 trampas/ha (alrededor de 3 m2 por trampa; un total de 50.5 m2/ha) por
semana.
57
cubana. Se ha indicado previamente que este programa fue el resultado de un convenio, entre
el Instituto Nacional de Viandas Tropicales (INIVIT) de Cuba y el Programa de Manejo
Integrado de Plagas del Centro Internacional de la Papa (CIP). De modo, que el desarrollo del
programa comenzó con la visita a Cuba de especialistas del CIP y la consiguiente coordinación
de trabajos con el grupo de investigadores del INIVIT. Gran parte de la información necesaria
para el análisis y caracterización del problema estaba disponible. De igual manera, se había
avanzado en el desarrollo de prácticas que se convertirían en componentes MIP, Quedaba
pendiente la verificación de la eficiencia de algunos componentes, algunas investigaciones
complementarias, y el desarrollo de una tecnología para usar las feromonas en las condiciones
de Cuba. De esta manera, fue posible el establecimiento casi inmediato de las áreas piloto y,
posteriormente, la rápida difusión del programa-MIP a nivel nacional. Las áreas piloto se
establecieron en las provincias de Cienfuegos y Villa Clara. El área inicial fue de 150 y 250 ha,
respectivamente. En ambos lugares, se registraban daños de más de 40% por el gorgojo del
camote.
58
Granma. Los rendimientos oficiales (considerados subestimados), en promedio nacional, eran
de 4.6 t/ha de camote sano.
Situación a los cuatro años del programa MIP. Con relación al uso de insecticidas, el
programa MIP había descartado cualquier aplicación convencional de insecticidas.
Excepcionalmente, si no disponía de hongos entomopatógenos para aplicarlos alrededor de las
trampas de feromonas; en su lugar, podía usarse insecticidas, cubriendo un área mínima (50 a
60 m2 por hectárea, semanalmente). Respecto a la reducción de daños, según el tiempo
transcurrido desde la adopción del programa MIP, los niveles de infestación fueron
disminuyendo progresivamente en las diversas provincias. En la provincia de Santiago de
Cuba, por ejemplo, se habían registrado infestaciones muy altas (20 a 80% de camotes
infestados) y rendimientos muy bajos (2,500 a 2,750 kg/ha), antes de la adopción del programa
MIP. El año 1995 se inició el programa en dicha provincia y en la campaña 1998-1999, las
infestaciones reportadas eran muy bajas (1% a 7%) y los rendimientos (3,390 - 15,257 kg/ha)
habían subido significativamente. En 1998, seis provincias de Cuba (Ciego de Ávila, Granma,
Sancti Spiritus, Villa Clara, Santiago de Cuba y La Habana), que habían adoptado el programa
en 1995-1996, reportaron un daño promedio del 8% en un área total de 22,671 ha; y un
rendimiento promedio de 6,977 kg/ha. En estas mismas provincias se había reportado
previamente (1993) una infestación promedio de 42% y un rendimiento promedio de 3,928
kg/ha. Seis organizaciones específicas, que abarcaban un área total de 1,272 ha, reportaron
una reducción del daño de 38% a 3% y un incremento de sus rendimientos de 8,340 kg/ha a
13,130 kg/ha. Tomando un promedio nacional, que incluye productores de todas las provincias,
con distintos tiempos de adopción del MIP, la infestación disminuyó de 38% inicial a 12.5% en
1988.
59
Ciclo biológico de Cylas formicarius
Foto 13-4: 1. Adulto del gorgojo del camote Cylas formicarius L. Foto 13-4: 2. Ciclo biológico de Cylas formicarius (32 a 40 días)
Foto 13-4: 4. Raíces tuberosas dañadas por larvas del gorgojo C. formicarius
Foto 13-4: 3. Larva del gorgojo C. formicarius barrenando la raíz tuberosa
Foto 13-4: 5. Parte basal del tallo de camote dañado por C. formicarius Foto 13-4: 6. Dinámica poblacional y manejo de Cylas
1
Foto 13-4: 7. Tuberización superficial favorece el daño por el gorgojo del Foto 13-4: 8. Plantación de camote destinada a la producción de semilla sana
camote
Foto 13-4: 9. Colocación profunda de esquejes con cuatro nudos enterrados Foto 13-4: 10. Grietas del suelo, por falta de riego, facilitan ingreso de los
gorgojos hasta el camote
Foto 13-4: 11. Adultos del gorgojo del camote muertos por el hongo Beauveria Foto 13-4: 12. Pheidole megacephala, hormiga predatora del gorgojo C.
bassiana formicarius
2
Foto 13-4: 13. Trampas-nido para transportar hormigas predatoras desde los Foto 13-4: 14. Parte inferior de la trampa de feromonas con los gorgojos
reservorios naturales a los campos de camote muertos después de la aplicación de insecticidas dirigida a la trampa.
Inserto, septa con feromona.
35000 29997
30000
25000
20371
number of hectares
20000
15000
9187
10000
4284
5000 2474
821
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998
Years Foto 13-4: 16. Materiales de difusión utilizados durante el proceso de
capacitación para la implementación programa-MIP de camote en Cuba
Foto 13-4: 17. Día de campo internacional con personal técnico y Foto 13-4: 18. Participantes del Primer Encuentro Nacional sobre la
autoridades del gobierno cubano, técnicos dominicanos, y miembros del implementación del programa MIP del camote en Cuba. Instalaciones del
Programa MIP del CIP INIVIT, Santo Domingo, Villa Clara, 1997
3
Foto 13-4: 19. Participantes del Segundo Encuentro Nacional sobre la
implementación-evaluación del programa MIP del camote en Cuba. INIVIT, Foto 13-4: 20. Premiación otorgada por el Gobierno Cubano al Programa MIP-INIVIT.
Santo Domingo, Villa Clara, 1998. En la foto Jesús Alcázar del CIP y María del Carmen Castellón del INIVIT
4
Caso 5. Programa-MIP de Espárrago en Chavimochic, Perú
La situación fitosanitaria en el verano del 2001, era realmente crítica. Las poblaciones
de las plagas y sus daños eran abrumadores; entre las plagas principales estaban la mosquilla
de los brotes, Prodiplosis longifila y la mosca blanca, Bemisia argentifolii; los gusano del follaje,
Spodoptera ochrea y Pseudoplusia includens, y el gusano perforador Heliothis virescens. Para
controlar estas plagas se hacía uso excesivo de insecticidas. Considerando solamente a la
mosquilla del brote, se empleaban dos aplicaciones de metamidofos para proteger el primer
brote del espárrago y de dos a cinco aplicaciones adicionales para el segundo brote. Había
síntomas claros de desarrollo de resistencia, requiriéndose dosis mayores y aplicaciones más
frecuentes de insecticidas. En total, los productores empleaban alrededor de USA$
1,200.00/ha/año para combatir las plagas. Con los riesgos de que quedaran residuos de
insecticidas, inaceptables por los países por los países importadores.
60
Se trata de un monocultivo que abarca alrededor de 11,000 hectáreas. La mayoría dedicada a la
producción de “espárrago blanco” (60%), y el resto al “espárrago verde”.
Las plagas claves. Se identificaron tres plagas claves. La mosquilla de los brotes, la
mosca blanca y los noctuidos (representados por los gusanos del follaje Spodoptera ochrea
Hamp. y Pseudoplusia includens (Walker), y el barrenador Heliothis virescens (Fabricius)).
También se presentan otras especies de Noctuidos como Spodoptera eridania (Cramer), S.
frugiperda (J.E. Smith), S. latifascia (Walker) y varias especies de gusanos de tierra (Agrotis
subterranea Fabr., A. ipsilon (Hufnagel) A. bilitura Walker; Agrotisia sp. y Melipotis sp.). Entre
otras especies está el gusano medidor Oxydia vesulia (Cramer) (Geometridae), el minador de
tallos, Marmara sp. (Gracillariidae), el tríps Thrips tabaci Lindeman, la cochinilla harinosa
Dysmicoccus brevipes (Cockerell), la arañita roja, Tetranychus cinnabarinus (Bois.) y, raramente,
pulgones (Myzodes persicae (Sulzer), Aphis gossypii Glover y Macrosiphum euphorbiae
(Thomas).
61
poblaciones, si no son destruidos por los insecticidas y fungicidas. En algunos lugares se ha
observado una eficiente predación de la mosca blanca por pequeñas arañas (foto 13-5: 8).En las
zonas llamadas “lomas” de los contrafuertes andinos cerca de Chavimochic se identificó una
planta, Datura inoxia, (foto 13-5: 9) que posee trichomas glandulares y que resultó atractiva a la
mosca blanca. Los insectos atraídos por la planta quedaban atrapados por los trichomas
glandulares. En algunos fundos se sembró esta planta trampa en los bordes del campo.
Los gusanos del follaje Spodoptera ochrea Hamp. (fotos 13-5: 10 y 11) y
Pseudoplusia includens (Walker) (foto 13-5: 12) (Lep.: Noctuidae). Son especies polífagas
cuyas larvas comen vorazmente la parte verde de la planta del espárrago descortezándola y
dejando la parte leñosa blanquecina. Los adultos de S. ochrea son polillas de color pajizo, con
algunas tonalidades ligeramente más oscuras en las alas anteriores; las alas posteriores son
blancas. Las hembras ponen sus huevos en masas. Las larvas son grisáceas con franjas
longitudinales y triángulos oscuros dispuestos a ambos lados del dorso, de manera
característica. El ciclo de desarrollo (huevo-larva-pupa) toma de 5 a 6 semanas en verano y 10
semanas en invierno. La longevidad del adulto es de 2 a 3 semanas. S. ochrea tiene varios
enemigos naturales. Los huevos son parasitados por Trichogramma pintoi y T. praetiosum;
Chelonus sp. es un parasitoide huevo-larval. Euplectrus platyphenae (foto 13-5: 13) es un
ectoparásito gregario de larvas y la mosca Winthemia sp. (foto 13-5: 14)es un endoparásito
frecuente. Pero el agente biológico más efectivo es un virus de poliedrosis nuclear (VPN) (foto
13-5: 15), que fue introducido durante la implementación del programa MIP.
Las larvas de P. includens, son de color verde con algunas rayas longitudinales blancas;
y por tener el hábito de gibarse al caminar se les llama “falsos medidores”, para distinguirlos de
los Geométridos, como Oxydia spp., que son los “verdaderos medidores”. Los adultos tienen las
alas anteriores de color marrón a gris, con una mancha plateada similar a un punto y coma. Las
alas posteriores tienen una tonalidad marrón que se acentúa hacia el borde exterior. Las
hembras ponen sus huevos aisladamente. El ciclo de desarrollo toma 5 semanas en verano. El
falso medidor es parasitado por moscas del género Eucelatoria y por una avispa pliembriónica
del género Copidosoma (foto 13-5: 16) cuyas pupas ocupan todo el cuerpo de la larva de
Pseudoplusia. Las larvas de S. ochrea y de Pseudoplusia son presas de muchos predatores,
entre ellos, larvas de Chrysoperla, (foto 13-5: 17) y los chinches Podisus, Zelus y Nabis, (foto 13-
5: 18) Chinches más pequeños como Metacanthus y Orius predatan huevos y larvas neonatas.
También hay aves predatoras como el “huerequeque”, Burhinus superciliares, el “chucluy” o
“guadacaballo”, Crotophaga sulcirrostris, y la “putilla” Pyrocephalus rubinus, entre otras.
62
Elementos de la Estrategia del Programa-MIP Espárrago-
Chavimochic
Caracterización económico-social. Los agricultores de la irrigación Chavimochic
poseen propiedades medianas a grandes, con fuertes inversiones en los sistemas de riego
presurizado, que ha permitido transformar un desierto en campos agrícolas altamente
productivos. Disponen de la tecnología más especializada para las condiciones de la agricultura
que conducen y cuentan con profesionales encargados de la producción y de la sanidad. En
algunos casos la producción es complementada con sus propias plantas de procesamiento. La
producción está orientada hacia la exportación. En el caso específico del programa-MIP
espárrago, fue iniciativa de los productores re-orientar sus sistemas de sanidad, que se basaba
en el control químico intensivo, por el de manejo integrado de plagas. De esa manera trataban
de salir de la crisis sanitaria derivada de las incontrolables poblaciones de la mosquilla de los
brotes, la mosca blanca y gusanos del follaje; de reducir los costos de protección de los cultivos
y de poder conciliar la calidad de sus productos con las nuevas exigencias de inocuidad (sin
residuos) establecidas por los mercados internacionales, particularmente la Unión Europea. Con
tal fin, los propietarios de las empresas decidieron aportar cuotas, de acuerdo al área de sus
fundos, para financiar el programa MIP. Los gerentes de Producción de las empresas
constituyeron el Comité de Sanidad que se encargó de llevar al cabo el programa. Se
contrataron profesionales para formar un Comité técnico, que estaría a cargo de la ejecución del
programa MIP, y un consultor, con experiencia en programas MIP, para diseñar y orientar el
programa.
Si bien las tres plagas claves tenían poblaciones muy altas que concentraban, en
conjunto, un intenso control químico, las condiciones de cada una de ellas y sus perspectivas de
manejo dentro de un programa MIP eran diferentes. La mosca blanca tenía una potencialidad de
control biológico muy bueno, pero había necesidad de encontrar los agentes específicos de
control, de preferencia en las condiciones locales, para que pudieran usarse rápidamente sin
problemas de adaptación. Los noctuidos también tenían un complejo de enemigos naturales
potencialmente importante, y, además, existían alternativas de control amigables a base del uso
de Bacillus thuringiensis (Bt) y de productos selectivos (reguladores de crecimiento). En cambio,
la mosquilla de los brotes carecía de enemigos naturales eficientes; los porcentajes más altos de
parasitismo por Synopeas sp., registrados en otras partes del país, estaban alrededor de 20%, y
la predación, en las condiciones de Chavimochic, era escasa. Si el manejo de esta plaga
continuaba basándose solo en el control químico sería imposible la recuperación biológica,
necesaria para bajar los niveles poblacionales de mosca blanca y noctuidos. Era esencial,
buscar alternativas más amigables para el control de la mosquilla del brote, con énfasis en
prácticas agronómicas y métodos etológicos que permitieran la reducción de la aplicación de
insecticidas.
63
niveles de Nitrógeno, para controlar el excesivo desarrollo foliar y hacer las plantas menos
atractivas a las plagas, el estudio de los factores que determinaban el requerimiento del segundo
brote, y la influencia del riego inicial (después del desaporque) en la proliferación temprana de la
mosquilla. Otras investigaciones condujeron al diseño de las trampas de luz para la captura de
Prodiplosis y otras plagas, y a la detección, recolección y crianza de enemigos naturales contra
la mosca blanca y noctuidos.
2. Evitar el segundo brote cuando sea factible. Normalmente en Chavimochic las plantas de
espárrago desarrollan dos brotamientos sucesivos (primer y segundo brote) antes del agoste y la
cosecha respectiva. El primer brote normalmente es menos atacado por prodiplosis y otras
plagas; pero el segundo brote, que adiciona un nuevo desarrollo foliar al primer brote, es presa
fácil de prodiplosis y otras plagas. En el desarrollo del segundo brote hay un período de
desarrollo suculento en condiciones de mayor humedad y sombra que favorece el desarrollo de
prodiplosis. Durante el segundo brote se crea la necesidad de mayores aplicaciones de
insecticidas. En forma experimental se ha demostrado que, bajo ciertas condiciones (más de 30
tallos por metro lineal con un diámetro mayor a 8mm), basta el primer brote para lograr buenos
rendimientos. Esto se da con plantas robustas y generalmente en los meses de invierno y
primavera.
3. Siembra de maíz intercalado o en los bordes del campo (foto 13-5: 21). Las plantas de
maíz favorecen el desarrollo de insectos benéficos, particularmente predatores como chinches
Zelus, Nabis, y chinches más pequeños de las familias Miridae y Anthocoridaeoto y parasitoides
de áfidos (13-5: 22). También se favorece el incremento masivo de Chrysoperla spp. .Además de
estos efectos, las plantas de maíz, cuando están tiernas y las hojas forman el cartucho terminal,
pueden servir como plantas trampas contra los noctuidos adultos. Los noctuidos adultos se
refugian en el cogollo durante el día, y basta apretar manualmente el cogollo para matarlos. Esta
práctica debe realizarse diariamente de preferencia durante las mañanas. También se usan otras
plantas como refugios biológicos
4. Siembra de Datura inoxia en los bordes del campo. Datura inoxia es un aplanta nativa de
la zona que posees trichomas glandulares. Los adultos de mosca blanca son atraídos por esta
planta pero, al ponerse en contacto con ella, quedan atrapados por los trichomas glnadulares
(foto 13-5: 9).
5. Retrasar el riego después del desaporque. Terminada la cosecha del espárrago blanco, se
procede al desaporque, y el campo queda listo para reiniciar los riegos. Existe una relación
inversa entre el tiempo que se demora el primer riego y la recolonización del campo por
prodiplosis. Campos que se riegan a los dos días son infestados más rápidamente que campos
que se riegan a los cinco o diez días.
6. Trampas pegantes de luz contra prodiplosis. La luz es fuente de atracción nocturna para
prodiplosis, noctuidos, escarábidos y otros insectos. Con esta información básica se ensayaron
diversas fuentes de luz y métodos de captura que permitieran construir trampas de utilidad
práctica en la reducción de poblaciones de insectos, especialmente de prodiplosis. Víctor Soto,
entomólogo de una empresa de Chavimochic, logró el diseño de una trampa de uso múltiple,
64
consistente en dos paneles de plástico sostenidos por marcos de madera o caña. El panel mas
grande medía 3.60 m de largo y 2.70 m de alto. El segundo panel (1.80 x 2.70m) se colocaba en
la parte media del panel mayor en forma perpendicular. La fuente de luz (generalmente un tubo
fluorescente) se colocaba en la parte alta y media del panel mayor. Para la captura de adultos
de prodiplosis, los paneles eran untados con aceite agrícola cada tres días (foto 13-5: 23). Se
colocó una trampa cada 4 hectáreas. Se lograron capturas de más de un millón de adultos de
prodiplosis/trampa/noche. Para incluir capturas de noctuidos y escarábidos, debajo de la fuente
de luz, se colocaron recipientes de plástico con agua y detergente.
7. Trampas móviles contra prodiplosis y mosca blanca. Una modificación del uso de las
trampas pegantes fijas son las “trampas móviles” o “pasadas de mantas” o “manteadas”. Éstas
consisten en mantas de plástico, generalmente de color amarillo, untadas con aceite vegetal, que
se pasan sobre el cultivo, capturando adultos de moscas blancas y prodiplosis, que revolotean al
paso de la manta. Algunas empresas montan este sistema sobre un caballo que camina a lo
largo de un surco, cubriendo con el dispositivo tres o más surcos. Cuando la manta se satura se
limpia al mismo tiempo que se unta una nueva cobertura de aceite.
8. Trampas de melaza para noctuidos. Los adultos de noctuidos y algunos otros lepidópteros
son atraídos por la melaza. Para preparar una trampa de melaza, se diluye la melaza con agua
en recipientes que se distribuyen en el campo (foto 13-5: 24). Se han probado diferentes
proporciones de melaza:agua que van de 1:3 a 2:1. Todas ellas son consideradas satisfactorias.
Para evitar la fermentación de la mezcla se añade 10 ml de lejía/lt de la solución. El cebo debe
tener una consistencia un tanto acuosa para que las polillas adultas que llegan a la trampa se
hundan y queden atrapadas. Si el cebo tiende a secarse hay que agregar un poco de agua (V.
Soto, comunicación personal).
9. Trampas de oviposición para noctuidos del género Spodoptera. Los adultos de las
especies de Spodoptera tienden a poner sus masas de huevos entre los pliegues de trampas de
oviposición que construyen de la siguiente manera: Se usan bolsas de propileno de color negro
al que se le forma pliegues utilizando puntadas de hilo (foto 13-5: 24). Las bolsas de propileno se
mantienen extendidas verticalmente, sostenidas por un par de cañas. La trampa debe estar
sobre el nivel del follaje (Castillo y Castillo, 2004). Las masas de huevos, adheridas en las
trampas, son destruidas antes de que nazcan las larvitas, a intervalos de 5 a 7 días.
10. Lavados a presión contra prodiplosis. Algunas empresas han adoptado la práctica de
lavados (pulverizaciones) a alta presión y alto volumen (con agua sola o con detergente). En
condiciones de desierto, como las de Chavimochic, los lavados tienen varios efectos benéficos.
Mantienen las plantas libres de polvo y limpia los depósitos del hongo negro de la fumagina,
mejorando las condiciones de fotosíntesis de las plantas. Destruye los adultos de insectos
frágiles, como la prodiplosis y las moscas blancas, y hace caer una gran proporción de migrantes
de moscas blancas antes de que se fijen en la planta.
12. Aplicaciones de repelentes contra prodiplosis. Durante la cosecha del espárrago verde,
poblaciones muy bajas de prodiplosis pueden causar daños severos, provocando la deformación
de los turiones. Esto ocurre en unos pocos días. Para evitar este daño, se aplican repelentes
como la capsicina y extractos de ajo, que no dejan residuos tóxicos sobre los turiones.
65
de entomopatógenos de la APTCH. Se utilizó arroz como substrato de multiplicación y se llegó a
la producción de 1,000kg semanales. Los agricultores programaban de antemano sus
necesidades y comprometían su compra. Se daban las instrucciones pertinentes para su buena
utilización, sobre todo en relación con la calidad del agua, y la ausencia de residuos de azufre y
de otros fungicidas. Las aplicaciones se realizaban de preferencia por las tardes, para evitar las
radiaciones directas del sol durante el día.
14. Liberaciones de Encarsia pergandiella Howard contra mosca blanca. De las dos
especies de parasitoides de mosca blanca encontrados en Chavimochic (Encarsia pergandiella y
Eretmocerus Sp.), Encarsia era más frecuente y se propagaba con más facilidad, por lo que se
optó por multiplicarla en el insectario de la APTCH. Con tal fin, los fundos registraban sus
necesidades previamente, para proceder a la multiplicación de los núcleos y asegurar su venta.
La Encarsia resultó ser una especie bien adaptada que se podía encontrar con facilidad en los
campos donde se efectuaban las liberaciones.
15. Aplicaciones del virus de poliedrosis nuclear contra Spodoptera ochrea. La aplicación
del virus de la poliedrosis nuclear contra S. ochrea tuvo efectos espectaculares. El virus fue
recolectado originalmente en larvas de Spodoptera en el valle de Cañete, al sur de Lima, Perú.
Unas pocas larvas enfermas por el virus fueron llevadas a la irrigación chavimochic, donde se les
utilizó como fuente de inóculo para infectar larvas recogidas del campo. Estas larvas fueron
trituradas y diluidas para ser aplicadas en el campo con pulverizadoras de mochila. A los 7-10
días de la aplicación prácticamente todas las larvas estaban enfermas, adoptando la
característica posición de larvas infectadas con virus, quedando colgadas de las pro-patas con la
cabeza hacia abajo. Personal de las diversas empresas procedieron a recolectar las larvas
enfermas para repetir la misma operación en sus respectivos fundos: trituración de larvas,
dilución del material triturado y aplicación en los campos infestados. Los resultados se repitieron
con la misma efectividad. A los pocos meses, Spodoptera ochrea, que era el gusanos defoliador
más importante del espárrago en Chavimochic, había dejado de ser problema. Como precaución,
para combatir un eventual resurgimiento del problema, las empresas mantienen larvas enfermas
congeladas.
18. Cebos tóxicos contra gusanos de tierra y noctuidos adultos. Las larvas de noctuidos que
actúan como gusanos de tierra o gusanos cortadores se ocultan durante el día, enterrándose al
pie de la planta, y salen por las noches para cortar las plantas tiernas. Una manera selectiva de
controlarlas es aplicando cebos tóxicos sólidos. Los cebos, utilizados con éxito en Chavimochic,
66
se hacen mezclando clorpirifos (0.5 a 1.0 lt) con un atrayente (melaza, de 10 a 20 kg) y material
portador (afrecho, estiércol de gallina o coronta molida; de 50 a 200 kg) y agua (de 10 a 40 lt). El
cebo se esparce a lo largo del surco, en cantidades que van de 90 a 300 kg/ha. También se ha
usado cebos líquidos, que se preparan mezclando un insecticida (clorpirifos o metamidofos; 0.7
lt), melaza (5 kg) y agua (200 lt). Se aplica al pie de planta utilizando un volumen de 200 l/ha.
También se ha probado con éxito cebos tóxicos contra adultos mezclando metomilo, melaza y
agua y aplicando un surco cada 5, 10, 15 o 20 surcos según el grado de infestación.
Por primera vez, se logró que las empresas se constituyeran en centros de reunión (días
de campo) con la participación de los técnicos de las otras empresas; una actitud que se hizo
rotativa entre los fundos (foto 13-5: 26). Para entonces, se había establecido una serie de
ensayos para desarrollar, ajustar o confirmar la eficiencia de posibles componentes MIP. Varias
empresas participaron en la ejecución de los trabajos en forma voluntaria. Al finalizar, los
trabajos eran expuestos durante los días de campo, por los técnicos que los ejecutaron. Esta
experiencia fue muy positiva y generó un espíritu de colaboración que ayudó mucho en el éxito
del programa MIP. Cuando se introdujo en un fundo un virus de poliedrosis nuclear contra
Spodoptera ochrea, por ejemplo, el personal de las otras empresas recolectaron larvas enfermas
para expandir el área de tratamiento, hasta cubrir todos los cultivos de espárrago.
Los días de campo condujeron otras actividades complementarias, como la organización de
cursillos para discutir temas fitosanitarios específicos. El éxito de estos cursillos llevó a la
organización de cursos que tratan de temas más amplios, como el manejo integrado de los
cultivos (MIC), actuales y potenciales, de la irrigación (foto 13-5: 27). Han transcurrido casi diez
años de su inicio, y los cursos han crecido en importancia; se han constituido en actividades
anuales, organizadas por la APTCH, pero con una audiencia que incluye técnicos de todo el
país.
67
mejorado su presentación y contenido. A partir del año 2005, la APTCH publica una revista
técnica, seriada cuatrimestral, llamada Arenagro (foto 13-5: 28).
Desde el punto de vista técnico, el personal del Comité Técnico de Sanidad se abocó a
tres tareas; las visitas de campo y coordinación de actividades con los técnicos de sanidad de las
empresas, la multiplicación de hongos entomopatógenos y la multiplicación de parasitoides. Se
estableció un rol de visitas semanales a los fundos, ocasión en que analizaba la situación de las
plagas, las medidas a tomar, y, en general, la evolución del programa. También se coordinaban
las actividades destinadas al desarrollo de nuevos componentes y a la validación de su
efectividad. Los técnicos de sanidad de las empresas que eran responsables de las operaciones
de sanidad en sus fundos, contribuyeron a desarrollar componentes de manejo, realizaron
experimentos y fueron responsables de los días de campo en sus respectivas empresas.
Considerando la amplitud del área cubierta por el programa y el deseo de incluir otros cultivos
bajo el mismo sistema del MIP, se formaron subcomités en consideración a la ubicación
geográfica y a los cultivos. Con esta colaboración se logró perfeccionar las trampas pegantes de
luz para la captura de prodiplosis, el descubrimiento del hongo Paecilomyces fumosoroseus en
campos de camote y las avispitas Encarsia y Eretmocerus en malezas, patógeno y parasitoides
de mosca blanca, respectivamente.
Desde el punto de vista técnico, los logros pueden resumirse de la siguiente manera.
Para el caso de Prodiplosis, en que se hacían dos aspersiones generales de metamidofos, para
proteger el primer brote, y de 2 a 5 aspersiones, para el segundo brote; las aplicaciones se
redujeron a ninguna aplicación general para el primer brote (excepcionalmente algún
desmanche); y para el segundo brote, en la mayoría de los casos ninguna aplicación general,
salvo algunas excepciones, y solo aplicaciones de desmanche. Las aplicaciones de imidacloprid
que se usaban para el control de mosca blanca fueron reemplazadas por las aplicaciones de
Paecilomyces fumosoroseus y la liberación de Encarsia; excepcionalmente, podía requerirse la
aplicación de un regulador de crecimiento. Spodoptera ochrea dejó de ser problema después de
la aplicación del virus de poliedrosis nuclear. Y las aplicaciones de metomil y clorpirifos contra
68
gusanos del follaje dejaron de ser usadas; y solo en casos excepcionales se aplicó Bt o
reguladores de crecimiento. En términos económicos, los gastos de protección sanitaria que
estaban alrededor de 1,200 dólares/ha/año se redujeron a menos de 300 dólares/ha/año.
69
Foto 13-5: 2. Daños de prodiplosis en el primer brotamiento y en el segundo
brotamiento del espárrago
Foto 13-5: 1. Adulto de la mosquilla de los brotes, Prodiplosis longifila, una de las
plagas clave en Chavimochic, La Libertad, Perú, y turión de espárrago dañado
(deformado) por las larvas
APTCH
F. Cisneros F.
Ci
1
Foto 13-5: 8. Arañas
pequeñas,
Microphantidae y
otras familias,
predatan
eficientemente a la
mosca blanca
F. Cisneros
F.
APTCH Cisneros
F. Cisneros F. Cisneros
Foto 13-5: 11. Larva del defoliador del espárrago, Spodoptera ochrea, y Foito 13-5: 12. Adulto y larva del “falso medidor” comedor de follaje del
daño causado por una población de 150 larvas por metro lineal de surco espárrago, Pseudoplusia rogationis
2
Foto 13-5: 13. Avispa, Euplectrus sp., ectoparásita de Spodoptera ochrea y de
otros noctuidos en la irrigación Chavimochic
Foto 13-5: 14. Larva de Spodoptera ochrea parasitada por la mosca Winthemia
sp. Obsérvese los huevos blancos del parasitoide.
Foto 13-5: 14. Larvas de Spodoptera ochrea atacadas por el virus de poliedrosis
nuclear Foto 13-5: 16. Larva de Pseudoplusia parasitada por Copidosoma sp., parasitoide
F.
poliembriónico Cisneros
J.
3
Heliothis virescens
Foto 13-5: 19. Adulto y larva del perforador y comedor de corteza del
espárrago, Heliothis virescens.
Refugios
biológicos Crotalaria
Alfalfa
F.
Cisneros
Foto 13-5: 22. Pulgones del espárrago parasitados por Aphidius sp.
F. F. Cisneros
F.
Cisneros
4
Días de Campo
Insectario
Foto 13-5: 25. Laboratorio para la multiplicación del hongo Paecilomyces APTCH
fumosoroseus y jaulas de multiplicación de Encarsia pergandiella de la asociación
de propietarios de la Irrigación Chavimochic.
5
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