Arqueología Mexicana Vol. Esp. # 83

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arqueología M E X I CA NA

EDICIÓN
ESPECIAL 83
arqueologiamexicana.mx

COSMOGONIA
y
GEOMETRÍA CÓSMICA
EN MESOAMÉRICA
Exhibir hasta febrero/10 /19

Alfredo López Austin

L as columnas del cosmos • E l día que salió el S ol


$ 80
arqueología M E X I CA NA

NUESTRA PORTADA

JKÍN TSUTSÍN
(MUCHOS REFLEJOS)
Filogonio Velasco Naxín

Mis obras son un extracto de la cosmo-


visión mazateca, una muestra de los
mitos que en esta cultura explican la
Ndija naña (El toro perro), 2018.
FOTO: CRISTAL MORA
existencia. Con mi trabajo represento
a los dueños de la tierra a través de
una paleta de colores muy vistosa,
que da fe de mi raíz indígena.
Una de las posturas políticas de
mi trabajo es visibilizar mi lengua y mi
cultura a través de incluir palabras y
frases en mazateco, para que el espec-
tador se pregunte ¿de qué lengua se
trata?, y que ello lo lleve, por un mo-
mento, a un mundo hasta entonces
desconocido.
Tsijñee (El coyote), 2017.
FOTO: CRISTAL MORA

Filogonio Velasco Naxín. Filogonio Ve- de Oaxaca (iago), así como en el Centro Posgrado y el Programa de Maestría y Doc-
lasco Casimiro (1986) nació en la comuni- Cultural Casa Talavera, la Galería Torre del torado en Estudios Mesoamericanos de la
dad de Mazatlán Villa de Flores, Oaxaca. Reloj (en Polanco), la Sala Julián Carrillo de unam). En 2015 el Instituto Nacional de
Estudió la licenciatura de Artes Plásticas y Radio unam, el Museo Nacional de las Cul- Lenguas Indígenas publicó el libro bilingüe
Visuales en la Facultad de Bellas Artes de la turas del Mundo (inah) y el Museo Nacional (mazateco y español) Minu xi kuatsura chi-
Universidad Autónoma Benito Juárez de de Culturas Populares (Secretaría de Cultu- chjána, Kui anima xi bantiy ayajura. Qué
Oaxaca (uabjo). Ha realizado más de 20 ex- ra), todas estas últimas en la Ciudad de cosa dice mi tata, seres que se transforman.
posiciones de forma individual y colectiva México. Su obra ha sido compilada en el libro Arte y
en museos, casas de cultura y galerías en los En 2017 su obra Todos quieren (Ngatsí memoria indígena de México (Comisión
estados de Puebla, Oaxaca, Durango, Hidal- minjiera) fue seleccionada para ser la por- Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
go, Querétaro y Ciudad de México. Entre sus tada del libro Mazatecos, niños santos y Indígenas, cdi), así como en la revista Cul-
exposiciones individuales destacan las pre- güeros en Huautla de Jiménez, Oaxaca (edi- tura Urbana, de la Universidad Autónoma
sentadas en el Instituto de Artes Gráficas tado por la Coordinación de Estudios de de la Ciudad de México.
arqueologiamexicana.mx

SECRETARÍA DE CULTURA INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA EDITORIAL RAÍCES, S.A. DE C.V. EDICIÓN ESPECIAL
Secretaria Director General Presidente Diciembre de 2018, núm. 83
María Cristina García Cepeda Diego Prieto Sergio Autrey Maza

ARQUEOLOGÍA MEXICANA
Directora María Nieves Noriega de Autrey
Editor Enrique Vela
Jefe de Redacción Rogelio Vergara
Editor Gráfico Fernando Montes de Oca
Investigación iconográfica Aline Gallegos Méndez
Portada: Filogonio Velasco Naxín,
Editor Web Daniel Díaz
Jkín Tsutsín (Muchos reflejos), 2017.
Archivo de imagen José Cabezas Herrera Foto: Cristal Mora
Asistencia de diseño Carlos Alfonso León Alfredo López Austin
Asistente editorial Ana Cecilia Espinoza
Fotógrafos Sergio Autrey, Carlos Blanco, Michael Calderwood, Pedro Cuevas,
Gustavo Antonio Curiel Méndez, Maricela González Cruz Manja-
rrez, Javier Hinojosa, Graciela Iturbide, Justin Kerr, Gerardo Mon-
tiel Klint, Cristal Mora, Teúl Moyrón Contreras, Alejandro Naranjo 10 33 65
Piñera, Alejandro Navarrete, Karla Ortega, Marco Antonio Pache-
INTRODUCCIÓN LAS COLUMNAS LOS DIOSES PADRES,
co, Alejandro Rodríguez Romero, Jerzy Rzedowski Rotter, Boris de
Swan, Oswaldo Téllez Valdésa Y EL CALENDARIO LOS DIOSES HIJOS
Ilustradores Marco Pineda Y LAS CRIATURAS
36
Comité Científico-Editorial Sergio Autrey Maza, Alfredo Barrera Rubio, Ann Cyphers, María
12 EL DESTINO DEL SISTEMA 67
de la Luz Gutiérrez Martínez, Leonardo López Luján, Eduardo Ma-
tos Moctezuma, María Nieves Noriega, Xavier Noguez, Nelly M.
Robles García, María Teresa Uriarte Castañeda, Gabriela Uruñuela
LAS COLUMNAS 37
LA EXPULSIÓN
Y EL SALVAJISMO
Ladrón de Guevara
DEL COSMOS UN RECUERDO
DE LOS DIOSES
Consejo de Asesores Ricardo Agurcia Fasquelle, Anthony Andrews, Bárbara Arroyo, Juan
14
José Batalla Rosado, Elizabeth Boone, Johanna Broda, David Car- 68
ballo, David Carrasco, Luis Jaime Castillo, Robert Cobean, Ma. José MODELOS 38
LAS LEYES DEL SOL
Con, Ximena Chávez Balderas. Véronique Darras, Davide Dome-
nici, William L. Fash, Gary M. Feinman, Rebecca González Lauck,
14
EL DÍA QUE
74
Nikolai Grube, Norman Hammond, Kenneth Hirth, Peter Jiménez,
Sara Ladrón de Guevara, Miguel León-Portilla, Alfredo López Aus- UNA TRADICIÓN SALIÓ EL SOL LA MARCHA DEL TIEMPO
tin, Luis Alberto López Wario, Diana Magaloni, Linda Manzanilla, CULTURAL
Simon Martin, Dominique Michelet, Katarzyna Mikulska, Mary E. 40
Miller, Luis Millones, Lorena Mirambell, Joseph B. Mountjoy, Car- 78
19 EN BUSCA DEL ORIGEN
los Navarrete, Jesper Nielsen, Guilhem Olivier, Ponciano Ortiz, LOS PADRES-MADRES
Edith Ortiz Díaz, Jeffrey R. Parsons, Grégory Pereira, Hans Prem, UNA DIVISIÓN
Rosa Reyna Robles, José Rubén Romero, Maricarmen Serra Puche, DUAL PRIMARIA 43
85
Ronald Spores, Ivan Šprajc, Barbara Stark, David S. Stuart, Saburo Alfredo López Austin. Doctor en historia. In- EN BUSCA DEL GRAN ORIGEN
Sugiyama, Javier Urcid, Elisa Villalpando, Marcus Winter vestigador emérito del Instituto de Investiga-
23
GIGANTES, PADRES-MADRES,
ciones Antropológicas de la unam. ANTIGUAS, ANCESTROS,
Consejo Científico Fundador Joaquín García-Bárcena, Alejandro Martínez Muriel, Alba Guada- FOTO: MAURICIO MARAT / INAH LA DIVISIÓN PRIMARIA 46
lupe Mastache Flores, Enrique Nalda EN CUATRO EL GRAN APARATO CÓSMICO TZITZIMIMES, XANTILES…

25 49 86
© Arqueología Mexicana es una publicación bimestral editada y pu-
Arqueología Mexicana es una revista escrita por profesionales de la arqueología, la historia, la antropología, blicada por Editorial Raíces / Instituto Nacional de Antropología e EL CENTRO LOS DIOSES EL CICLO DEL DÍA
la lingüística y otras ciencias afines. Todas las contribuciones son arbitradas por pares. Historia. Editora responsable: María Nieves Noriega Blanco Vigil.
ISSN 0188-8218 Certificado de Licitud de Título núm. 7593, Certificado de Licitud de
Contenido núm. 5123, expedidos en la Comisión Calificadora de Publica- 26 58 87
ciones y Revistas de la Secretaría de Gobernación. Registro postal núm.
PP 09-0151, autorizado por Sepomex. Registro núm. 2626 de la Cámara LAS CUATRO EL MITO UN CANTO
EDITORIAL RAÍCES, S.A. DE C.V. Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Reserva de uso de título
núm. 1938-93. ISSN 0188-8218. Preprensa e impresión: Servicios Profe- COLUMNAS
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Director General Adjunto
90
Miguel Autrey Noriega Insurgentes, C.P. 06430, México, D.F., tel. 5117-0100. Distribución en
Ventas de publicidad Ana Lilia Ibarra, Gerardo Ramírez, César Vázquez, Marco Tovar la Ciudad de México: Unión de Voceadores y Expendedores del D.F., 31 EL PROCESO
Circulación María Eugenia Jiménez, Jesús M. Govela
Despacho Guillermo Benítez Velasco, Av. Morelos 76, Col. Juárez, Ciu-
dad de México, C.P. 06200, tel. 5703-1001. Distribución en los estados y
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Co­rres­pon­den­cia Edi­to­rial Raíces, Rodolfo Gao­na 86, Col. Lomas de Sotelo, © EDITORIAL RAÍCES, S.A. DE C.V. / INSTITUTO NACIONAL DE
Del. Miguel Hidalgo, C. P. 11200, México, D.F., Tel. 5557-5004, ANTROPOLOGÍA E HISTORIA. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito
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originales. No se responde por materiales no solicitados. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Hecho en México.
INTRODUCCIÓN
Recordemos los tiempos en que, unidos el ocio mogonía, la historia que se inicia en los inten-
infantil y la curiosidad germinal de la aventu- sos límites del mundo de lo sagrado y el nues-
ra, tomamos aleatoriamente un libro y recorri- tro; el formidable estallido del encuentro de dos
mos las páginas que nos abrieron las puertas dimensiones espacio-temporales que inventa-
del mundo. El gentío de bazares, los golpes de mos para justificar nuestro ser y nuestro entor-
remo entre las chozas palafíticas, el silencio del no, convirtiendo el mundo en un pulular de las
mar abisal, la llanura, las selvas, los cantos que criaturas. Otro habla de la geometría cósmica,
marcan el ritmo del trabajo, adormecían en del sometimiento del yo y su circunstancia a la
nuestra conciencia la realidad de circunstan- rigidez de un modelo, de una guía de percep-
cia y situación, y en vez de advertir que nues- ción y acción que son indispensables para la
tras piernas descansaban en la rigidez del sue- subsistencia. Ambos textos fueron presenta-
lo, sentíamos el jalón de cada paso del caballo, dos originalmente en dos conferencias: una el
henchíamos el pecho para tensar el arco o éra- 29 de septiembre de 2018 en la ciudad de Chi-
mos cegados por el luminoso espectro del ar- huahua y otra el 9 de octubre del mismo año,
coiris. Aprendimos entonces que existía una en la Ciudad de México.
llave para un arcón de sorpresas inagotables. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni-
Aprendimos, además, que aquellas realidades versidad Autónoma de Chihuahua toqué el
tenían un presente o habían tenido un presen- tema de la geometría cósmica, exponiendo en
te, y que esos presentes y esos pasados, aun los particular cómo se ha imaginado, dentro de la
remotos y antiguos, eran nuestro tiempo, nues- tradición mesoamericana, un complejo apara-
tra historia. to que sirve para regular los flujos, en ambos sen-
Para algunos, las imágenes de los hombres tidos, entre el anecúmeno y el ecúmeno, corrien-
fueron imponiéndose a las de los paisajes. No tes indispensables para la existencia del mundo.
desaparecieron los paisajes, pero se convirtie- Días después, tuve el honor de dedicar mi
ron en los soportes de las vidas humanas, del conferencia a Eduardo Matos Moctezuma en la
trabajo, del producto, hasta abrir su negrura cátedra que lleva su nombre. La cátedra tuvo
para albergar la inexistencia. Topamos con len- su origen y pertenece a la Universidad de Har-
guas incomprensibles; nos asomamos a técni- vard, y está organizada por The David Rockefe-
cas, a costumbres, a credos, a cultos, para asom- ller Center of Latin American Studies y The Mo-
brarnos de la diversidad del hombre y, al ses Mesoamerican Archive. El acto tuvo lugar
avanzar en aquel mosaico de la ramificación de en el Auditorio “Jaime Torres Bodet” del Museo
nuestra especie, pudimos entender más nues- Nacional de Antropología, gracias a la hospita-
tra naturaleza humana y más nuestra natura- lidad del Instituto Nacional de Antropología e
leza íntima. Buscamos causas y encontramos Historia. El título de la conferencia fue “El día
la historia, las historias. Buscamos razones y que salió el Sol. Trece pasos y un canto”.
encontramos la lógica, las lógicas modeladas Ambos textos son en parte la articulación de
por las historias. Hallamos que las vivencias se propuestas hechas en trabajos anteriores; en
acumulan en recuerdos y en olvidos, y que ol- parte, síntesis de dichas propuestas; en parte,
vidos y recuerdos alimentan memorias. Halla- nuevas propuestas que expongo a debate.
mos que para amalgamar las memorias hay Como todo trabajo de este tipo, está compues-
que inventarles sentidos. Buscamos la cohe- to de respuestas y preguntas. Respondo, una
rencia y percibimos relaciones sociales regidas vez más, que sólo entenderemos la creación hu-
por la imperiosa necesidad de comunicación, mana en el contraste de la unidad y la diversi-
y entendimos que así se edifican sistemas. dad del hombre. Queda como pregunta una
Aquí se abordan esos sistemas. Del amplio profunda duda: ¿han sido la razón y la cons- Códice Borgia, lám. 30.
campo de la cosmovisión mesoamericana se trucción de sistemas características exclusivas REPROGRAFÍA: M.A. PACHECO / RAÍCES

han elegido dos temas. Uno se refiere a la cos- de nuestra especie?

10 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 11


LAS COLUMNAS
DEL COSMOS

12 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 13


MODELOS Páginas anteriores: En la Gru-
ta de Balankanché, munici-
pio de Tenam, Yucatán, muy
cerca de la ciudad de Valla-
Yo soy este cuerpo. No han estado jamás las vís- un prisma virtual compartido socialmente con dolid, las estalactitas y las es-
ceras al alcance de la vista, pero dialogo inter- sus semejantes. Es posible que haya heredado talagmitas han formado co-
namente con una realidad que me conozco for- un modelo que fue creado muchos miles de lumnas que, unidas, semejan
un gran tronco, mientras que
mada por imágenes mentales que he forjado a años atrás por especies ancestrales. Es posible las múltiples estalactitas
lo largo de la vida. He abstraído; he imaginado que, en el ejercicio de un arte combinatoria pri- que rodean esta formación
entrañas, conductos, ligamentos, la solidez maria, la cuenta de las caras del prisma haya parecen un abundante folla-
ósea; he analizado ilustraciones anatómicas hecho nacer un 6 al que se agregó un 1, el supe- je. Así, el conjunto es la ima-
gen de un Árbol Cósmico. Las
que me instruyen en formas y fisiologías, y he rior, el 7 del centro, el de la posición de quien investigaciones arqueológi-
leído textos sobre procesos físicos y químicos proyecta y cuenta. cas han demostrado un in-
que concibo semejantes a los míos. En resumen, tenso culto de los fieles.
FOTO: KARLA ORTEGA / PROYECTO GAM
he creado un modelo, y me vivo y entiendo con
el modelo que, bueno o malo, es resultado de
mis representaciones y complementa el senti-
UNA TRADICIÓN
do de lo que captan latidos, somnolencias, do- CULTURAL
lores, hambres y repleciones.
¿Qué sería del ser humano sin modelos? Mo- Es posible… es posible… Pero abandonemos la
delos –buenos y malos– que le permiten sen- lejanía de la incertidumbre hipotética para pi-
tirse, saberse; enfrentarse al entorno y trans- sar suelo más firme, el de una realidad históri-
formarlo; conocer y comunicarse con el ca. Me refiero a la realidad mesoamericana.
semejante y el extraño; apoyarse en el pasado Hoy llamamos mesoamericanos a aquellos
para lanzarse a la prevención, al proyecto o a pueblos indígenas que en este continente
las ilusiones. Contar es un acto modélico que adoptaron la economía agrícola en tierras de
nos aparta de manzanas, de ovejas, de mone- temporal, en un área de dimensiones variables
das para que nos manejemos matemáticamen- que se ubica al sur del Trópico de Cáncer, has-
te con número de frutos, tamaño de rebaños o ta la mitad occidental de Centroamérica. Tan-
cantidades de dinero. Viajar implica dirigir to el territorio como la temporalidad son de-
nuestros pasos con la orientación de un mapa masiado extensos, y sus sociedades demasiado
mental por territorios conocidos o ignorados. heterogéneas.
La experiencia de regularidades nos permite Mesoamérica fue uno de los varios centros
descubrir –o conjeturar o suponer– leyes natu- del mundo donde nació la agricultura. Los es-
rales que nos anticipan acontecimientos, que pecialistas han estimado que la más antigua
nos hacen enfrentarnos a presentes nunca domesticación de plantas fue aquí hace apro- Conocemos nuestra anato-
mía y fisiología corporal por
iguales, pero suficientemente parecidos a los ximadamente 9 000 años, con los guajes y las medio de modelos que cada
pasados. calabazas. Los recolectores-cazadores usaron uno de nosotros ha construi-
De esto se habla aquí, para precisar un tipo y consumieron estas plantas hasta transfor- do articulando percepcio-
de modelos: los modelos que impulsan al hom- marlas genéticamente, doblegándolas a su con- nes, figuraciones, creencias
populares, información
bre a concebir geometrías. Es posible que en to- veniencia y volviéndolas más dependientes de científica, etc. El modelo nos
das las tradiciones culturales se haya recu- la intervención humana. Un milenio más tarde permite interpretar sensa-
rrido a la geometría en la lucha por la subsis- los hombres ya habían domesticado el árbol de ciones corporales, imaginar
tencia. Es posible que hace 200 000 años un ser la chupandía o copalxócotl, el aguacate y el chi- procesos físicos, químicos y
fisiológicos, y actuamos en
bípedo y erecto, en el continente africano, con le. Después, otros 1 000 o 2 000 años, se les unió consonancia con las suposi-
el objeto de desplazarse, alimentarse, defen- la gramínea que se convertiría en el alimento ciones resultantes. Leonar-
derse y sirviéndose de la indisoluble mezcla de por excelencia en Mesoamérica, el maíz. Le se- do da Vinci (1452-1519), Los
naturaleza y cultura, se haya proyectado en su guiría su complemento nutricio, el frijol. músculos del hombro, 1510-
1511. Colección Castillo de
entorno hacia delante, hacia atrás, hacia la dies- Los recolectores-cazadores no sólo manipu- Windsor, Biblioteca Real.
tra y siniestra, hacia arriba y abajo, formando laron todas estas plantas, sino que descubrie- DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

14 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 15


ron el cultivo y lo practicaron regularmente A la heterogeneidad climática debe sumar-
para enriquecer su dieta sin abandonar su no- se la de los grupos humanos. Cuando Paul Kirch-
madismo. Pero en los milenios siguientes fue- hoff propuso su inicial definición de Meso-
ron aumentando las estancias junto a sus cul- américa, enfatizó que los hombres que
tivos, hasta que, aproximadamente en el año construyeron esta cultura fueron de muy varia-
2500 antes de nuestra era, se invirtieron sus la- dos orígenes y familias lingüísticas, llegados al
bores y el cultivo dejó de ser una actividad com- territorio en muy diferentes tiempos. Podemos
plementaria para convertirse en la fuente prin- suponer que esta diversidad aumentó con las
cipal de la subsistencia. Fue el paso al experiencias de las regiones en que se estable-
sedentarismo agrícola, que marcó el nacimien- cieron. Sin embargo, Kirchhoff hizo notar que
to de Mesoamérica. todos aquellos pueblos vivieron una historia
Para entonces, el número de las plantas do- común que determinó finalmente su semejan-
mesticadas y cultivadas había aumentado za cultural.
considerablemente. La forma de vida de los Por siglos, las interrelaciones fueron cons-
sedentarios agrícolas fue extendiéndose pau- tantes y muy amplias. Abarcaron intercambios
latinamente en valles, montañas, extensas pla- de bienes, sobre todo de productos de diversos
nicies, costas, por territorios de climas contras- climas; de técnicas, principalmente agrícolas;
tantes. Cuatro cultivos prosperaron en las familiares, con el establecimiento de lazos con-
Las percepciones y representaciones de nuestra interioridad y nuestro entorno se integran a mo- tierras beneficiadas por el agua de temporal: el yugales, y de alianzas políticas; incluso, de gue-
delos preconcebidos que les dan un sentido. A su vez, las nuevas vivencias modifican paulati-
maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Constituye- rras y conquistas militares, pues hasta los
namente los modelos.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES ron éstos la base de una dieta equilibrada. conflictos bélicos establecen diálogos, y los diá-
logos generan cultura común.
arriba 5 Desde sus inicios, el sedentarismo agrícola
produjo el desarrollo económico y cultural,
pues el cultivo de la tierra permitió mayores
concentraciones de población. Como las téc-
2 nicas de producción, la organización social,
atrás los intereses y las expectativas fueron com-
7
Nuestra propia conforma-
partidos, el diálogo en cadena dio lugar a se-
YO mejantes concepciones del cosmos, creencias
ción fisiológica nos condicio-
na a concebir el espacio a en fuerzas sobrenaturales y dioses, medicio-
partir de siete relaciones es- nes del tiempo y otras muchas manifestacio- La tradición mesoamericana arranca del inicio del sedentarismo agrícola (2500 a.C.) y se desa-
paciales: delante, atrás, de- rrolla autónomamente hasta el siglo xvi, curso interrumpido por la invasión europea. Son 40 si-
recha, izquierda, arriba, aba-
nes de la cultura. Con ellas arroparon todo tipo glos de relaciones sociales compartidas por muy distintos pueblos vinculados por una historia
jo y nuestra propia posición 3 4 de interrelación. Por ejemplo, los diálogos po- común. A lo largo de estos milenios, se construyó una visión particular del cosmos. Pese a los
central. Son siete puntos re- derecha izquierda líticos se sostuvieron –y justificaron– en prin- profundos cambios ocasionados por la Colonia y la evangelización, la tradición mesoamerica-
lativos a nuestra posición y cipios religiosos, independientemente de que na mantiene hasta nuestros días características importantes. Cocijo, dios zapoteca de la lluvia.
movimiento; sin embargo, DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

de ellos derivan referencias


cada dialogante tuviera sus propios dioses y
ancladas en el paisaje que ritos. Se produjo, por estas razones, una vigo-
sirven para guiar nuestra ubi- rosa díada: la unidad originada en la perma- grandes aldeas capaces de erigir enormes pi-
cación y trayectos. Hombre nente y milenaria historia común, y la diver- rámides. Siguieron las populosas ciudades del
de Rhodesia. Reconstruc-
ción: Museo de la Evolución
sidad que nació de la heterogeneidad del Clásico y vinieron después, en el Posclásico, los
Humana. medio, de los orígenes, de las lenguas y de las estados guerreros que llegarían a hacer frente
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES 1 historias regionales. a la invasión europea. Durante esos largos mi-
delante En los milenios transcurridos entre el naci- lenios, la comunicación constante afianzó los
miento de Mesoamérica y el siglo xvi de su caí- nexos cohesivos. Y entre las bases comunes
da ante los conquistadores españoles, las so- destacaron la cosmogonía, la geometría cós-
ciedades agrícolas transformaron su vida mica y la dinámica concebida como transcur-
social y cultural. Partieron de la conformación so de un tiempo regido por un complejo orden
6 abajo de pequeños caseríos hasta la integración de calendárico.

16 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 17


Yutoazteca

a b
Guaicura

Los primeros pobladores


del territorio que hoy es
abajo
México fueron muy hete-
rogéneos étnica y lingüís-
Hokano-Coahuilteca ticamente. Leonardo
Manrique, valiéndose de
Pericú la glotocronología, re-
construyó la afluencia hu-
mana en diferentes épo-
cas. Aquí se muestra el
c d e Totonaca mapa correspondiente a
2500 a.C.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

Otopame Mixe
Golfo de
México

Maya

f g Tarasca

Océano Oaxaqueña
Cuitlateca
Pacífico Chinanteca Lenca
Tlapaneca Mangueña
Huave Xinca

Los antiguos recolectores- LA DIVISIÓN


cazadores del territorio que
hoy es México iniciaron la do- DUAL PRIMARIA
mesticación de las plantas
hace aproximadamente La concepción común mesoamericana parte de vias con la muerte generadora de la vida, mientras
9 000 años. Destacan entre las
una antiquísima herencia de sus antepasados re- que la estación de secas correspondió al tiempo
plantas originalmente do-
mesticadas: a) el guaje (La- colectores-cazadores. Una gran división del cos- del disfrute de la cosecha y fue interpretada como
genaria siceraria), b) la cala- mos en dos partes opuestas y complementarias la vida que se desliza hacia la muerte. La gran ta-
baza (Cucurbita pepo), c) la tiene tan remotos orígenes y aparece en tantas cul- xonomía segmenta todo lo existente, haciendo si-
chupandía o copalxócotl (Cyr-
turas del mundo, que algunos antropólogos la con- multáneamente pares de opuestos que se orde-
tocarpa procera), d) el agua-
cate (Persea americana), y e) sideran innata en el ser humano. Cada cultura, sin nan, vinculados entre sí, en dos grandes grupos.
el chile (Capsicum annuum). embargo, le ha impreso sus propias característi- Los agricultores formaron sus grupos clasificato-
La domesticación alcanzó su cas. En la naciente Mesoamérica los agricultores rios dando a su mundo la separación primaria en-
máximo logro dos milenios
temporaleros dieron una importancia fundamen- tre una Tierra femenina, que comprendía desde la
después, con f) el maíz (Zea
mays), al que seguiría g) el fri- tal a los ciclos pluviales, adaptando la oposición superficie hasta las tenebrosas regiones de la
jol (Phaseolus vulgaris). complementaria a las dos únicas estaciones que muerte, y un Cielo masculino, luminoso y vital. La
FOTOS: CARLOS BLANCO, BORIS
DE SWAN, ENRIQUE VELA / RAÍCES; se suceden en los trópicos: la estación de aguas y Tierra caracterizó lo frío, lo húmedo, lo inferior, lo
MICHAEL CALDERWOOD, GABRIEL
VÁZQUEZ; JERZY RZEDOWSKI ROTTER, la estación de secas. La taxonomía cósmica de los primigenio, lo nocturno; el Cielo, lo caliente, lo
OSWALDO TÉLLEZ VALDÉS, EDELMIRA
LINARES MAZARI / CONABIO agricultores tropicales identificó la estación de llu- seco, lo superior, lo derivado, lo diurno.

18 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 19


a b c
E
La división cósmica horizon-
tal en Mesoamérica divide la
superficie en cuadrantes. A
cada cuadrante se atribuye
un color. Siguiendo la con-
cepción ampliamente des-
crita por los mayas, son bási-

N S
cos los cuatro colores más
importantes del maíz: el rojo
(este), el blanco (norte), el ne-
Algunos estudiosos han propuesto que la concepción de los opuestos-complementarios es universal. Como ejemplos destacados pueden mencionarse el siste- gro (occidente) y el amarillo
ma cosmológico chino basado en el yin/yang, la oposición espíritu/alma de los alquimistas y la oposición Cielo (femenino) y Tierra (masculina) de los antiguos (sur). El negro puede ser sus-
egipcios. a) Lao Tse y el yin/yang. b) Pieter Bruegel, El alquimista. c) Nut, diosa egipcia del cielo. tituido por el azul. Esta distri-
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES
bución de colores fue común
en otros pueblos mesoame-
ricanos.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

a
O
c
Con la oposición dual complementaria se ge- Los dioses hijos, como sus padres, aparecen con
neraría en Mesoamérica la concepción de un frecuencia en los textos con su doble atributo,
fuerte dualismo divino. La Divinidad fue per- muchas veces como parejas conyugales, mar-
sonificada a partir del desdoblamiento en el cando así los sectores complementarios que
Dios Padre y la Diosa Madre, entes supremos cada uno de los cónyuges domina. La señora de
del cosmos, que repartieron bajo su protección la tierra, por ejemplo, atenderá la fertilidad de
y poder las mitades de todas las clases de cria- la planicie; el señor de la tierra distribuirá las llu-
turas. Así lo asentaron los mayas coloniales en vias que proceden del interior de la montaña.
los Cantares de Dzitbalché con el ejemplo de Un mito mexica explica la división dual Tie-
b
las aves que alegran el mundo con su canto, su rra/Cielo. Relata que un ser primigenio, acuático
plumaje y su vuelo: y feroz, flotaba en las aguas en el tiempo origina-
rio. Dos dioses ciñeron fuertemente su cuerpo
Allí cantas, torcacita, en las ramas de la hasta partirlo, y los dos pedazos originaron la seg-
ceiba. mentación primaria de la Tierra y el Cielo. Aquel
Allí también el cuclillo, el charretero y el pe- enorme ser, dolido por la separación de su cuer-
queño kukum y el sensontle. po, hizo que su parte superior se precipitara so-
Todas están alegres, las aves del Señor Dios. bre la inferior, provocando un gran diluvio con las
Así mismo la Señora tiene sus aves: aguas celestes. Tras el desastre, los dioses restau-
la pequeña tórtola, el pequeño cardenal y el raron el orden, levantaron de nuevo el Cielo, y so-
chichin-bacal, y también el colibrí. portaron la bóveda en grandes columnas. Tras su
Son éstas las aves de la Bella Dueña y Señora.1 obra, innumerables criaturas poblaron el mundo.
La división dual primaria en Mesoamérica da al Cielo la calidad masculina, mientras que atribuye a la Tierra la calidad femenina. En el orden temporal, el año que-
da dividido en dos estaciones: la femenina, que corresponde a la muerte y a la lluvia, y la masculina, que pertenece a la vida y al tiempo de secas. a) Nahui Ollin,
nombre del Quinto Sol. Piedra del Sol. mna. b) Máscara de la dualidad, Tlatilco, estado de México. mna. c) Representación de cráneo en un yugo. Tajín, Veracruz.
FOTOS: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES; MUSEO AMPARO 1 El libro de los cantares de Dzitbalché, p. 80.

20 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 21


Monte Sagrado El Eje Cósmico está com-
Árbol florido puesto por el Monte Sagra-
Casa del Dueño do, sobre el que se yergue el
boca superior de la cueva
Árbol Florido, y bajo el cual
gran bodega que sirve
como almacén de las
se encuentran las aguas
semillas-corazones subterráneas y la Región de
la Muerte. Las dos bocas del
Monte Sagrado –una supe-
boca inferior de la cueva
rior y otra inferior– son pun-
tos de entradas y salidas de
las criaturas en sus movi-
mientos cíclicos de vida/
aguas subyacentes muerte. Los astros, los me-
teoros, los seres humanos,
los animales, las plantas, las
Región de la Muerte aguas, los minerales, etc.
nacen y mueren por estas
bocas.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

Las fuentes documentales se refieren al ser po se proyecta en el espacio, el prisma se ancla


primigenio, de nombre Cipactli, como un pez en el paisaje. Los cuadrantes oriental y occiden-
o como un cocodrilo. Las fuentes pictóricas y tal se establecen con los ortos y ocasos del Sol
escultóricas reproducen su imagen como un y de la Luna. Los cuadrantes septentrional y
cocodrilo, una serpiente, un pez sierra, un sapo meridional complementan la superficie.
o un tapayaxin, pequeño saurio conocido tam- Cada uno de los cuatro cuadrantes tiene
bién como lagarto cornudo o camaleón. Esta múltiples atributos propios. Por ejemplo, un
pluralidad de representaciones es muy fre- documento del siglo xvi dice de sus diferentes
cuente en el ámbito mesoamericano, ya que las lluvias: “[El] dios del agua tiene un aposento
imágenes de los dioses aluden más al simbolis- de cuatro cuartos… do están cuatro barreño-
mo de sus atributos que a una constitución nes grandes de agua: la una es muy buena, y de
morfológica del representado. Lo anterior tam- ésta llueve cuando se crían los panes y semi-
bién ocasiona que algunos dioses sean repre- llas, y enviene en buen tiempo. La otra es mala
sentados como entes teratomorfos, esto es, cuando llueve, y con el agua se crían telarañas
monstruosos, compuestos con partes de dife- en los panes y se añublan. Otra es cuando llue-
rentes seres. ve y se hielan; otra cuando llueve y no granan
y se secan”.2
Los símbolos primarios de los cuadrantes
LA DIVISIÓN son colores. No hay una designación uniforme
para toda Mesoamérica. En las fuentes docu-
PRIMARIA EN CUATRO mentales mayas se señala el rojo para el este, el
blanco para el norte, el negro para el oeste y el
Si es dual la división vertical más simple, la di- amarillo para el sur. Son los principales colores
visión horizontal primaria forma cuadrantes. de las mazorcas de maíz. Las criaturas se re-
El prisma corporal es móvil, pues se traslada en parten por los cuatro sectores. En el libro del
la trayectoria del hombre. Pero cuando el cuer- Chilam Balam de Chumayel los pedernales for-
Algunos dioses, entre ellos Tláloc, se fisionaban en cuatro para ocupar cada uno de los cuadran-
tes del mundo. Con ello adquirían los atributos y el color del sector de su protección y dominio.
Un ejemplo claro es el dibujo de la tapa de la Caja de Tizapán.
DIBUJO: FERNANDO CARRIZOSA 2 Historia de los mexicanos por sus pinturas, p. 26.

22 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 23


man cuatro grupos coloridos: pedernal rojo, pe-
dernal blanco, pedernal negro, pedernal ama-
rillo, y así son los frijoles, los árboles, los pájaros,
N E
los guajolotes, las palomas, los camotes, los be-
jucos, los zapotes, las abejas y las flores. Tam-
bién se dice en el Chilam Balam que la noche
pertenece al occidente. Los mismos cuatro co-
lores servían para simbolizar los rumbos entre
los tarascos, y por ello el antiguo caudillo Ticá-
tame afirmó que para defenderse de sus ene-
migos contaba con flechas de pedernales rojos,
blancos, amarillos y negros.
Los dioses mesoamericanos también se dis-
tribuían en el espacio horizontal. Los antiguos
nahuas concebían que, dado el poder de des-
doblamiento divino, Tláloc se dividía para for- Los árboles de los cuatro
mar de sí mismo cuatro tlaloque de cuatro co- rumbos fueron concebidos
como ceibas de cuatro dife-
lores, y de su dios del fuego decían que cuatro
rentes colores o como árbo-
de sus personas estaban en los cuatro lados del les de distintas especies. En
mundo: Xoxouhqui Xiuhtecuhtli, el verde azu- el Códice del Museo de Améri-
lado; Cozauhqui Xiuhtecuhtli, el amarillo; ca o Códice Tudela se mencio-
nan, para el este, el Mezquite
Íztac Xiuhtecuhtli, el blanco, y Tlatlauhqui
Precioso (Quetzalmízquitl);
Xiuhtecuhtli, el rojo. Los tarascos pensaban lo para el norte, la Ceiba Precio-
mismo de sus dioses Tirípime. Los antiguos sa (Quetzalpóchotl); para el
mayas afirmaban que había horizontalmente Por el interior del Eje Cósmico circulan los dos flujos opuestos-complementarios que dan mo- oeste, el Huejote Precioso
vimiento al mundo. Su figura es el malinalli o torzal, formada por la corriente de agua fría que (Quetzalhuéxotl), y para el
cuatro dioses de la lluvia: Chak Xiib’ Cháak, el
sube del inframundo, y la de fuego, que desciende del Cielo. sur, el Ahuehuete Precioso
rojo; Sak Xiib’ Cháak, el blanco; Éek Xiib’ Cháak, REPROGRAFÍA: G. MONTIEL KLINT / RAÍCES; DIGITALIZACIÓN: RAÍCES
(Quetzalahuéhuetl) (ff. 97r,
104r, 111r y 118r).
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES
O S
CIELO el negro, y K’an Xiib’ Cháak, el amarillo. Los dio- composición es compleja. Sobre la superficie
ses proyectados adquirían las propiedades de de la tierra se eleva como Monte Sagrado, pro-
sus respectivos cuadrantes. En nuestro tiem- montorio hueco en cuyo interior reposan las
po, un hombre maya de poder dijo a quienes lo aguas y las semillas-corazones. Las semillas-
N entrevistaban: “el Chaak blanco, que vive por corazones son las almas de las criaturas que
E Cancún, trae lluvia blanca. Es mala para el maíz,
lo mata; pero es buena para que abunden el ma-
emergerán sobre la superficie terrestre. Por
esta razón la calabaza repleta de pepitas y el
cal, las jícamas, los camotes y la yuca”.3 panal de abejas son metáforas del Monte Sa-
grado, y su contenido se representa con un pez
que nada en sus aguas. En la cumbre del Mon-
EL CENTRO te se yergue el Árbol Cósmico, y en su base está
O S
la Región de la Muerte. Todo hace del Eje Cós-
El Eje Cósmico se proyecta hacia los cuatro extremos del mun- La división primaria exige un número más: el mico el cuerpo central que comunica el Cielo
do para replicarse como los cuatro soportes del Cielo. Los so- 7 central. Es el Eje Cósmico, del que los nahuas y la Tierra, y sirve como lugar de nacimiento y
REGIÓN DE LA MUERTE
portes son, además, portales para la entrada y salida de los flu- decían que era la casa del Dios del Fuego. Su muerte de las criaturas.
jos que van del anecúmeno al ecúmeno, y viceversa. Cada
réplica adquiere los atributos y el color de su sector. En una re-
lación pars pro toto, es muy frecuente que las réplicas sean re- Como portales de los flujos cósmicos, los cuatro soportes del Cielo son la salida de los dioses-
3 El j-men Alfonso Dzib, de Xocén, Yucatán, lo dijo a los investigadores Ana Ortiz y Miguel Vassallo. Comunicación
presentadas solamente por los árboles cósmicos. tiempo. El orden de salida es levógiro: este, norte, oeste, sur, este, norte…
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES personal.

24 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 25


representaciones iconográficas primarias es mo ser que más de un milenio y medio después
N E
Tres representaciones del Ár-
bol Cósmico en las estelas 2, frecuente encontrar, como Árbol Cósmico, el di- sería llamado Cipactli por los nahuas del Cen-
5 y 25 de Izapa. En ellas es po- bujo sintético de la planta del maíz en la cum- tro de México. El ser primigenio se representa
sible ver que, desde el Preclá- bre del Monte Sagrado. Así aparecerá, siglos boca abajo, como un árbol-saurio que tiene
sico Tardío, se concibió este
elemento cósmico como de-
después, entre los mayas del Clásico, por ejem- como raíces la cabeza y las patas delanteras. El
rivación del cuerpo del sau- plo, en la lápida de la tumba de Pakal. Pero tam- tronco se levanta y muestra las placas dorsales
rio originario. Según su figu- bién será temprana la figura propiamente arbó- de la bestia, que son al mismo tiempo las púas
ra, la cabeza y los brazos rea. En el sureste mesoamericano, en Izapa, en de la ceiba. La parte posterior del cocodrilo lle-
quedaron como las raíces, el
cuerpo constituyó el tronco y
el Preclásico Tardío, entre los siglos iv y i antes ga al cielo transformada en follaje.
las patas traseras y la cola de nuestra era, el Árbol Cósmico adquirirá una La representación se vuelve canónica: el ár-
desaparecieron para dar lu- de sus figuras definitivas. En las estelas de Iza- bol-saurio continúa en el Clásico y será en el
gar al follaje. En la Estela 25 pa el Árbol Cósmico adquirirá un lugar privile- Posclásico una de las figuras más importantes
el saurio es claramente un
cocodrilo.
giado y en sus escenas míticas y cosmográficas de la iconografía cosmológica mesoamericana
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES tendrá la figura del cocodrilo original. Es el mis- hasta vísperas de la conquista europea.

Representación de los cuatro


árboles cósmicos en el Códi-
ce Borgia (láms. 49, 50, 51 y

O S 52), donde destaca la riqueza


de los símbolos asociados.
REPROGRAFÍAS: BORIS DE SWAN / RAÍCES

Estela 2 de Izapa Estela 5 de Izapa Estela 25 de Izapa


El Eje se forma por la lucha dinámica entre mundo para impedir una nueva precipitación
los principios opuestos, el agua fría que brota del Cielo sobre la Tierra. Las cuatro partes pro-
del mundo de la muerte y el fuego que descien- yectadas son las columnas. Pars pro toto, des-
de del cielo. Son dos corrientes que en su opo- taca simbólicamente el árbol de la cúspide, por
sición se enfrentan sin tocarse, como un gran lo cual las columnas que soportan el peso de la
torzal. El ramal frío del torzal es del color ver- bóveda celeste aparecen representadas como
de-azul del agua; el caliente es del color amari- cuatro árboles. Entre los mayas, la ceiba es el
llo del fuego. símbolo privilegiado. La ceiba verde ocupa el
sitio central; quedan las ceibas roja, blanca,
LAS CUATRO amarilla y negra en los extremos. Los mexicas
las representaban como cuatro especies arbó-
La figura del árbol-cocodrilo
fue canónica hasta el tiempo
COLUMNAS reas, y para la tradición mixteco-poblana eran de la llegada de los españo-
les. Lo mismo sucedió en la
árboles cargados de símbolos.
mitología, pues en los rela-
Hay mitos que narran que la cumbre del Mon- La concepción del Eje Cósmico y sus cuatro tos de la Colonia temprana
te Sagrado se fracturó en cuatro pedazos, y que proyecciones es de una gran antigüedad. Apa- se habla de la madre-coco-
éstos fueron lanzados hacia los cuatro rumbos. rece ya en la cultura olmeca, en el Preclásico Me- drilo primigenia. Entre los
nahuas recibió el nombre de
Estos relatos aluden a una proyección del gran dio. Los cinco componentes están esgrafiados Preclásico Tardío Clásico Posclásico Tardío
Cipactli. Estela 25 de Izapa Detalle de un vaso maya Códice Laud, lám. 38
edificio, que se reproduce en los extremos del en las hachas rituales de piedra verde. En estas DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

26 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 27


Si bien la figura del árbol-saurio describe a lor azul-verde y el otro amarillo; árbol mítico
los árboles cósmicos por su origen mítico co- herido del que sale el tiempo en forma de san-
codriliano, otros símbolos enriquecerán sus re- gre; árbol que ocupa la centralidad del mundo
presentaciones en la pintura y la escultura: cei- al brotar del ombligo cósmico; árbol de tronco
ba de tronco hinchado como vientre en preñez; listado helicoidalmente de cuatro colores; ár-
tronco de dos ramales helicoidales, uno del co- bol que nace de las aguas de un cenote o del

a b c Dos representaciones mayas


de árboles cósmicos, en las
que el saurio se hace parcial-
mente antropomorfo. Los
brazos, sin embargo, conser-
van su forma animal.
DIBUJO: LAURA SOLAR.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

cuenco de un maguey, en cuyas aguas nada el la que viajaban los muertos a la morada defini-
pez germinal; árbol del que surge el Sol, y mu- tiva.6 En nuestros días Guido Münch Galindo
chísimos más. registró que en el sur de Veracruz hay dos ár-
Las columnas son vías. La mencionada His- boles que crecieron juntos. Son de naturaleza
d e toria de los mexicanos por sus pinturas dice que opuesta: la ceiba es caliente, el amate es frío.
los dioses Tezcatlipoca y Quetzalcóatl coloca- Los habitantes de la región los consideran una
ron “cuatro caminos para entrar por ellos y al- imagen natural del Árbol Cósmico, y los hom-
zar el cielo”.4 El árbol es la figura por excelen- bres de saber se reúnen periódicamente bajo su
cia para conceptuar, con las venas de savia, las follaje para rendirles culto.7
vías de los flujos divinos procedentes del cielo Pese a la fuerza de la figura vegetal, no son
y del mundo de los muertos que comunican el los árboles la única representación de las co-
cosmos y llevan el movimiento al mundo de las lumnas del cosmos. Los mitos y la iconografía
criaturas, las bocas de los meteoros, los sitios dan a conocer a las columnas como dioses y las
de los ortos y los ocasos astrales. Ya en la Nue- convierten en templos. En ocasiones aparece la
va España, en las Constituciones Diocesanas del raíz arbórea en forma antropomorfa.8
f g h Obispado de Chiapa, publicadas en 1702, fray Las cuatro columnas alojan a las divinida-
Francisco Núñez de la Vega dice que la ceiba des. Los troncos se comban para convertirse en
“es un árbol que tienen [los indios] en todas las casas del Dios del Maíz, del Sol, de Xochipilli.
plazas de sus pueblos a vista de la casa del Ca- Otros dibujos son más arquitectónicos, y las ca-
bildo, y debajo de ella hacen sus elecciones de sas se vuelven templos. Son ejemplos el del este,
alcaldes, y las sahúman con braseros, y tienen al que acude el Sol; el del norte, al que va el Dios
por muy asentado que en las raíces de aquella del Frío; el del sur, al que se dirige el dios de la
ceiba son por donde viene su linaje”.5 A princi- Muerte, y el del oeste, donde ofrenda el Dios del
pios del siglo pasado Alfred M. Tozzer recogió Maíz. En cuanto a los dioses, los códices nos
entre los lacandones la creencia de que en el muestran en sus láminas diversas divinidades
centro del mundo se erguía una gran ceiba por cargadoras del cielo.

El Árbol Cósmico era representado en diferentes formas, atendiendo a los atributos que el tlacuilo deseaba distinguir en la figura. Pueden señalarse como ejem-
4 Historia de los mexicanos por sus pinturas, p. 32.
pos: a) con tronco de ceiba hinchado, como vientre en preñez (Códice Fejérváry-Meyer, lám. 1); b) con dos ramales helicoidales de los colores del agua y del fue-
5 Núñez de la Vega, Constituciones Diocesanas del Obispado de Chiapa, p. 9.
go (Códice Fejérváry-Mayer, lám. 28); c) como árbol mítico herido del que sale el chorro de sangre-tiempo (Códice Borgia, lám. 66); d) como árbol que está en el
6 Tozzer, Mayas y lacandones, pp. 180 y 191.
centro del mundo (grabado del Peñón de los Baños, Ciudad de México); e) como árbol central listado helicoidalmente con bandas de cuatro colores (Códice Bor-
7 Münch Galindo, Etnología del Istmo Veracruzano, pp. 160, 176-177.
bónico, lám. 15); f) como ceiba que nace de un cenote (Códice París, lám. 16); g) como árbol que nace del cuenco de un maguey, en cuyas aguas nada el pez ger-
8 Códice de Dresde, láms. 25-28. Thompson, “Sky Bearers, Colors and Directions in Maya and Mexican Religion”,
minal (Códice Vaticano B, lám. 40); h) como árbol de dos colores del que surge el Sol (Códice Nuttall, lám. 44).
FOTOS: NATIONAL MUSEUMS LIVERPOOL, THE TRUSTEES OF THE BRITISH MUSEUMS. REPROGRAFÍAS: M.A. PACHECO / RAÍCES; DIGITALIZACIÓN: RAÍCES pp. 226-227, y “The Bacabs: Their Portraits and Their Glyphs”, pp. 471-472 y 483.

28 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 29


En dos pilares del Anexo Infe-
rior del Templo de los Jagua-
res, en Chichén Itzá, apare-
cen tanto las figuras de los
cuatro bacaboob como las
de sus opuestos comple-
mentarios o cónyuges, cua-
tro figuras femeninas que
también cargan el cielo. Las
figuras femeninas tienen ata-
víos que las vinculan con el
Inframundo y tienen el torso
desnudo. En una de ellas
puede distinguirse aún el
rostro descarnado.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

LOS DIOSES-COLUMNAS
Las columnas tienen nombre de dioses. La His- las abejas. Las femeninas tienen el torso des-
Los árboles cósmicos se toria de los mexicanos por sus pinturas los lla- nudo y la única que conserva el rostro lo tiene
comban para formar las ca- ma Itzcóatl, Itzmalli, Cuauhtémoc y Tenexxó- descarnado.
sas de los dioses. Arriba, iz- chitl,9 y los mayas peninsulares los distinguen Dicen las fuentes que los dioses bacaboob
quierda: casa del Dios del
como cuatro importantísimos miembros de su contribuyeron a la destrucción del mundo du-
Maíz; derecha: casa del Sol;
abajo: casa de Xochipilli. Có- panteón, Bacab Rojo, Bacab Blanco, Bacab Ne- rante el diluvio, pero que ellos fueron, después,
dice Laud, láms. 15, 11 y 9. gro y Bacab Amarillo, quienes se desdoblan quienes levantaron y sostuvieron el Cielo para
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES
para formar parejas conyugales, pues se cita en que no volviese a precipitarse. Así los describió
el Chilam Balam de Chumayel a la Madre Cei- el obispo de Yucatán, fray Diego de Landa:
ba Roja, a la Blanca, a la Negra y a la Amarilla.10
Sus figuras, tanto las cuatro masculinas como Entre la muchedumbre de dioses que esta gen-
las cuatro femeninas, están grabadas en piedra te adoraba, adoraban cuatro llamados Bacab
en dos pilares del Anexo Inferior del Templo de cada uno de ellos. Éstos, decían, eran cuatro
los Jaguares, en Chichén Itzá, Yucatán. Las mas- hermanos a los cuales puso Dios, cuando crio
culinas lucen prendas que remedan las alas de el mundo, a las cuatro partes de él sustentan-
Los cuatro bacaboob de las
columnas de serpientes em-
plumadas de Chichén Itzá
son personajes de largas bar-
bas. Portan prendas que los
caracterizan como abejas.
Cada uno de ellos, además,
carga en la espalda su símbo-
lo particular: un caparazón
de tortuga, una telaraña, un
caracol pequeño y un caracol
grande.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

9 Historia de los mexicanos por sus pinturas, p. 32.


10 Libro de Chilam Balam de Chumayel, p. 41.

30 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 31


Michel Graulich observó que
los nombres de los cuatro LAS COLUMNAS
dioses colocados como so-
portes del Cielo según la His-
Y EL CALENDARIO
toria de los mexicanos por sus
pinturas, Itzcóatl, Itzmalli, El cosmos, y con él el calendario, se estructu- El cuerpo de Cipactli se dividió en nueve pi-
Cuauhtémoc y Tenexúchitl, ran a partir del arte combinatoria de números sos que formaron la Tierra y nueve que dieron
se referían a cuatro de los 20
días del mes que tienen en-
sagrados. Se han mencionado los elementales lugar a los estratos de un cielo superior. El es-
tre ellos la misma separación y su posible origen: el 2, el 4, el 7; pero en Me- pacio intermedio, el que ocuparon las criatu-
ordinal y corresponden a soamérica hay otros más que son fundamen- ras, tuvo cuatro niveles. Los nueve pisos infe-
cada uno de los cuatro árbo- tales, entre ellos el 5, el 9, el 13 o el 20. ¿De dón- riores dieron al 9 el carácter femenino. Los
les cósmicos: cóatl, itzcuintli,
cuauhtli y xóchitl. Por su par-
de proceden? Es imposible determinarlo. Tal restantes, de la superficie de la Tierra hasta el
te, el Chilam Balam de Chu- vez los cuatro horizontales más el centro, o la piso más lejano del Cielo, fueron los 13 pisos
En la página 33 el Códice Por-
mayel da como nombres de
firio Díaz coloca los días ser- división dual del eje, contada arriba y abajo, celestes y masculinos.
los “cuatro quemadores” con el centro, hayan dado el 5; tal vez el eje dual, Los ciclos calendáricos resultaron de las
piente, perro, águila y flor en
precisamente sus equivalen-
las casas del Sol, del Dios Pa- proyectado hacia los cuatro rumbos del cos- combinaciones de los números sacralizados. El
tes: Can Chicchán (Cuatro
dre, de la Diosa Madre y del
Serpiente), Can Oc (Cuatro mos, haya producido un 8 que con el centro ciclo adivinatorio es el resultado del 13 por el
Dios de la Muerte. Las cuatro
Perro), Can Men (Cuatro Águi-
casas se encuentran respec- dio 9; tal vez ese 4 y ese 2, ambos dobles, con 20, y se compone de 260 días. El ciclo solar es
la) y Can Ahau (Cuatro Se- el centro, haya dado como resultado un 13. Tal de 18 meses de 20 días cada uno, lo que da 360,
tivamente en el este, el nor-
ñor), pues el día ahau o “se-
te, el oeste y el sur. Alrededor vez ese centro, el yo que cuenta, haya contado a los que se agregan los 5 días complementa-
do el cielo, [para que] no se cayese. Decían En cuanto al Centro de México, Michel Grau- ñor” es equivalente al día
de las cuatro casas se ven los
xóchitl o “flor”. con todos sus dedos –de manos y pies– para rios. Se ajustaron a dichas combinaciones los
también de estos bacabes que escaparon lich observó que una parte del nombre de cada restantes 16 días del mes.
REPROGRAFÍAS: M.A. PACHECO / RAÍCES.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES dar 20. cursos aparentes de los astros en el cielo. Los
cuando el mundo fue destruido por el diluvio. uno de los dioses mencionados se refería a uno DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

Ponen a cada uno de estos otros nombres y de los 20 días del mes, y que los cuatro días eran
señálanle con ellos a la parte del mundo que equidistantes. Son los días cóatl o serpiente,
Dios le tenía puesto [de]teniendo el cielo y itzcuintli o perro, cuauhtli o águila y xóchitl o
aprópianle una de las letras dominicales a él flor.12 De estos días, serpiente sale por el árbol
y a la parte [en] que está; y tienen señaladas del oriente; perro, por el del norte; águila por el
las miserias o felices sucesos que decían ha- del poniente, y flor por el del sur. Por su parte,
Casa de la Diosa Casa del
bían de suceder en el año de cada uno de és- el Chilam Balam de Chumayel da a los “quema-
Madre Dios Padre
tos y de las letras con ellos.11 dores” –que son los árboles cósmicos– los nom-
aloja al día aloja al día
bres de Can Chicchán, Can Oc, Can Men y Can Águila Perro
Es necesario aclarar la parte final de la descrip- Ahau,13 que sorpresivamente corresponden a
ción del obispo Landa. Las letras dominicales los días serpiente, perro, águila y señor (éste, el O N
son para los cristianos las claves para correla- equivalente maya de flor). Esto no es todo. Hay
cionar los días de la semana con el principio de otro dato coincidente: en una escena del Códi-
cada año. Landa usa el término “letras domi- ce Porfirio Díaz, los cuatro templos de los cua-
Casa del Dios Casa del
nicales” para indicar que los bacaboob están tro rumbos se ven rodeados por los días del mes; de la Muerte Sol
vinculados al calendario adivinatorio maya, pero sólo son 16 días, pues los cuatro restantes aloja al día aloja al día
pues cada día –y cada año–, con su destino, va –que son los cuatro anteriormente menciona- Flor Serpiente

saliendo por uno de los cuatro árboles. Por esta dos– se alojan en cada uno de los templos: águi-
misma razón, el obispo menciona que a cada la en la casa de la Diosa Madre; perro en la casa S E
bacab le corresponden “las miserias o felices del Dios Padre; flor en la casa del Dios de la
sucesos que decían habían de suceder en el año Muerte, y serpiente en la casa del Sol.
de cada uno de éstos”. Son los buenos o malos
augurios del calendario maya.

11 Landa, Relación de las cosas de Yucatán, p. 62.


12 Graulich, “Myths of paradise lost in Pre-Hispanic Central Mexico”, p. 579.
13 Libro de Chilam Balam de Chumayel, p. 119.

32 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 33


Podemos imaginar, en térmi-
nos más o menos convincen-
tes, el origen de los números

(2x2)+(4x2)+1=13
2, 4 o 7 en la cosmovisión me-

(2x2)+1=5
soamericana; pero es más di-
fícil suponer de dónde sur-
gen 5, 9, 13 o 20. Tal vez el 5
sea la suma de los cuatro
puntos horizontales más el
centro; tal vez el eje dual, pro-
4+1= yectado en sus dos aspectos
5
(4x2)+1=9 20 hacia los cuatro rumbos ho-
rizontales, más el centro,
haya dado origen al 9; tal vez
del eje dual, contado arriba,
abajo, en los cuatro puntos
horizontales, más la unidad
del centro, se obtenga el 13;
tal vez –y éste sería el más
plausible– el 20 proceda de
los dedos de pies y manos.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

Chicnauhtopan 9
En las fuentes en lengua ná-
13 huatl se encuentran los tér-
minos tlaltícpac (sobre la
superficie de la tierra), chic-
nauhmictlan (los nueve de la
Tlaltícpac 4 región de la muerte) y chic-
nauhtopan (los trece que es-
tán sobre nosotros) para de-
signar los tres grandes
sectores del cosmos.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES
Chicnauhmictlan 9 9

20 días del mes fueron circulando sucesivamente en el árbol del este, el


del norte, el del oeste y el del sur. Todo obedecía a los flujos matemáti-
cos en un sistema sumamente complejo. Hasta los dioses entran en el La lámina 1 del Códice Fejér-
juego de los números y los tiempos. Cada día es una unidad divina com- váry-Mayer muestra la com-
pleja relación espacio-tem-
puesta por un dios que tiene nombre figurativo y otro dios que es un nu- poral, ya que distribuye los
meral. Los mayas tenían un dios llamado Oxlahuntikú, “Dios Trece”, ene- días del calendario en la ex-
migo del dios Bolontikú, “Dios Nueve”. Los zapotecos, de los que tensión cuádruple de los
desafortunadamente no hay una fuente que explique en forma suficien- rumbos, e incluye a los dio-
ses protectores correspon-
te su panteón, tenían como uno de los nombres del señor supremo ce- dientes.
leste Leta Aquichino,14 “Dios Trece”. Y en este orden, los principales flu- FOTO: NATIONAL MUSEUMS LIVERPOOL

14 Alcina Franch, Calendario y religión entre los zapotecos, p. 117.

34 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 35


Al ser 20 múltiplo de 4, los días
del mes se dividen exacta- Ave Celestial
mente en los árboles cósmi-
cos, lo que hace que cada uno
de sus signos figurativos sal-
ga siempre por un árbol. Por
ejemplo, los días cocodrilo,
serpiente, agua, caña y movi-
miento siempre saldrán por
el árbol del este. No sucede
así con los signos numerales
de los días, pues en el ciclo
adivinatorio de 260 días cada
uno de los 13 sale 20 veces en
Barra de
cada uno de los árboles.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES
serpientes

Árbol Cósmico

jos matemáticos circulaban por los troncos


huecos de las columnas del cosmos.
EL DESTINO sagrados, destinos rituales, en cuatro distantes
accidentes geográficos. Se habla de las cuatro
Linda Schele y David Freidel señalan en su libro A Forest of Kings la forma en que el atavío de un
gobernante maya lo muestra como imagen viva del Árbol Cósmico.

No debe extrañar que los gobernantes ma- DEL SISTEMA columnas de los extremos del mundo. Persis-
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

yas se hayan arrogado el prestigio divino de la ten las bases de la estructura.


estructura cósmica. Un excelente ejemplo es el Con la invasión y el dominio europeos se de-
del soberano Utzip Chan, cuyo retrato quedó
grabado en una estela de Quiriguá, en el siglo
rrumbó aquella construcción que fundía las
concepciones del tiempo y el espacio con el jue-
UN RECUERDO
viii de nuestra era. Utzip Chan significa “Es- go de un modelo geométrico en que los dioses
Un día ya muy remoto, en la Ciudad Universi-
quina del Cielo”. En su efigie de piedra, el ex o actuaban matemáticamente para dinamizar el
taria, sentados en una escalera del antiguo edi-
banda que cubre el bajo vientre y los genitales mundo. Era la elaboración milenaria de agri-
ficio del Instituto de Investigaciones Antropo-
cae hasta las rodillas figurando el tronco del cultores que anhelaban la regularidad de las llu-
lógicas, conversábamos Erasmo Palma, el
Árbol Cósmico; el gran penacho hace las veces vias; de seres humanos esperanzados en la mer-
antropólogo y compañero de trabajo Luis Gon-
de fronda, y allí se posa el ave celestial; a los la- ced de los dioses y la bondad del destino; de
zález Rodríguez y yo sobre plantas medicina-
dos del cuerpo desciende la serpiente bicéfa- sabios que profundizaron en los misterios del
les y otros temas. Giró la plática hacia el asun-
la.15 El señor es el Árbol. Como herencia de arte combinatoria. Algo persiste. Hoy, como en
to de las columnas que sostienen el cielo.
aquellos siglos, hoy los gobernantes tzotziles la antigüedad, se dirigen oraciones hacia los
Erasmo intervino para afirmar, vivamente, que
dicen que cargan a los dioses vaxakmen, los que cuatro rumbos, gobernados por los cuatro se-
entre ellos –el pueblo rarámuri– los pilares del
son “a manera de pilares de una casa”.16 ñores. Muchos pueblos marcan cuatro lugares
mundo eran de hierro.
Sigo pensando en las palabras de Erasmo.
Sigo pensando en el hierro de sus columnas. Erasmo Palma (1928-2016) Luis González Rodríguez (1924-1998)
15 Linda Schele y David Freidel, en su libro A Forest of Kings. The Untold History of the Ancient Maya (NuevaYork,
Quill William Morrow, 1990, pp. 90-91, fig. 2:15) muestran claramente la relación de los atavíos de un gobernante
Sigo esperando el día en que esas columnas de
En una plática entre Erasmo Palma, Luis González Rodríguez y Alfredo López Austin, Palma afir-
maya con el Árbol Cósmico. hierro sostengan un edificio nuevo, propio, só- mó que, según los rarámuris, los soportes del cielo eran pilares de hierro.
16 Arias, San Pedro Chenalhó, pp. 114-116. lido, en un país libre y justo. DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

36 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA LAS COLUMNAS DEL COSMOS / 37


EL DÍA QUE
SALIÓ EL SOL

38 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 39


EN BUSCA pesquisa al encontrar el más antiguo significa-
do conocido de un término.2
diario utilizamos. Cito como apoyo a Luis Vi-
lloro, quien señaló la confluencia de los dos sig-
Páginas 38 y 39: “Amanecer
en Teotihuacan”.

DEL ORIGEN Durante muchos años he reflexionado acer- nificados de la palabra “principio”: “Principio
FOTO: ALEJANDRO NAVARRETE
GARCÍA / INAH

ca de esta crítica. Acepto plenamente la razón quiere decir – afirmó el filósofo– ‘primer ante-
Uno de los más grandes historiadores del siglo de que es insuficiente explicar la actualidad cedente temporal de una secuencia’, ‘inicio’,
xx, Marc Bloch, criticaba “el ídolo de los oríge- por supuestos orígenes, y me adhiero a la sen- pero también tiene el sentido de ‘fundamen-
nes” en el oficio de la historia. “La explicación tencia de Bloch que sostiene que el roble nace to’, la base en que descansa la validez o la exis- Se conserva la memoria de
de lo más próximo por lo más lejano –decía–, de la bellota, pero “llega a ser roble y continúa tencia de algo”.4 En otras palabras, la obsesión determinados procesos his-
tóricos que son consagrados
tan preciada por los hombres que hacen del pa- siendo roble sólo si encuentra condiciones fa- persiste en nuestro tiempo a través del lengua- como fuentes de característi-
sado su principal tema de investigación, no po- vorables del medio que no dependen de la em- je, y eso hace que socialmente se recurra a la cas esenciales de la naciona-
cas veces ha dominado nuestros estudios has- briología”.3 Pero me defiendo de la crítica ge- memoria histórica de un supuesto primer mo- lidad. Independientemente
ta la hipnosis”.1 Bloch dirigía su crítica, sobre neralizada que hace a los historiadores, entre mento, a una búsqueda de las raíces y las esen- del valor que se dé a estos
“orígenes”, son, indudable-
todo, a los historiadores que esperaban encon- los que me cuento. Me inclino más a pensar cias nacionales. mente, fundamentos de
trar explicación suficiente del presente en un que nuestro gremio es intérprete de las preo- Bloch no se detiene en la crítica. También lo identidad. José Clemente
momento del pasado histórico elevado a tiem- cupaciones de su medio social y de su tiempo, atrae una curiosidad histórica: “Sería de lo más Orozco (1883-1949), Las ri-
po fundacional, y comparaba el afán de los ob- Uno de los más grandes historiadores del siglo xx, Marc Bloch, criticaba a los historiadores que y que por eso se hace vocero de una obsesión interesante –nos dice– hacer una investigación quezas nacionales, 1941. Su-
pretendían explicar los hechos históricos más recientes a partir de un pasado elevado a la ca- prema Corte de Justicia.
sesos con el de los etimólogos que, frente al sig- tegoría de “origen”.
muy extendida entre la gente, obsesión pre- sobre esta obsesión embriogénica, tan notoria FOTO: MARICELA GONZÁLEZ CRUZ
MANJARREZ / ARCHIVO FOTOGRÁFICO
nificado actual de las palabras, satisfacen su DIGITALIZACIONES: RAÍCES sente hasta en el significado del léxico que a en toda una familia de grandes inteligencias”.5 “MANUEL TOUSSAINT”, IIE-UNAM

2 Bloch, Apología para la historia, p. 62.


3 Bloch, Apología para la historia, p. 62.
4 Villoro, “El sentido de la historia”, p. 37.
1 Bloch, Apología para la historia, p. 59. 5 Bloch, Apología para la historia, p. 60.

40 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 41


EN BUSCA DEL
GRAN ORIGEN
Soy uno de tantos investigadores intrigados mínimos cambios, sólidas columnas que se le-
por esta obsesión. No me atrae tanto la obse- vantaron por necesidades de gran permanen-
sión de los historiadores, sino la de las socieda- cia, columnas que sirven para estructurar el
des antiguas por el origen de este mundo, por conjunto. Al imaginar el otro tiempo-espacio,
el momento en que se fincaron esencias y ra- los antepasados mesoamericanos –o sus ante-
zones, la gran aurora de la creación, cuando los ante-antepasados premesoamericanos– toma-
astros en el firmamento hicieron del curso de ron como modelo el único modelo del que dis-
la luz la ley inamovible de este mundo. Fue el ponían: su propio tiempo-espacio; pero tuvieron
tiempo que hizo nacer el día; fue el día que hizo que imaginarlo como antimodelo para que res-
nacer el tiempo. pondiera a sus necesidades de realidad causal
El gran misterio se retrotrae. La creación del justificante. En esta forma fueron concebidas
mundo tiene un antes. Este espacio mundano dos calidades muy diferentes de tiempo-espa-
no pudo haber nacido de la nada. ¿De dónde cio: la mundana, la del aquí y ahora, la del ecú-
vino el tiempo? Nuestros remotísimos antepa- meno o casa de las criaturas, y la del allá y
sados vivían –como hoy vivimos nosotros– entonces, la de la otredad sagrada, la del anecú-
fuertemente interesados por la relación de cau- meno o tiempo-espacio ajenos. Si el mundo en
sa-efecto, de la cual dependían –como también que vivían y bien conocían era sólido, constan-
nosotros– para la cotidiana manipulación del te, repetitivo; si los hijos de los conejos eran co-
entorno y de nuestra propia interioridad. La re- nejos como sus padres, y eran hombres los hi-
lación de causa-efecto era una de las bases más jos de los hombres, y eran periódicos los ciclos,
firmes en su lucha por la subsistencia. El mun- y eran nubes las nuevas nubes, en el tiempo-es-
do debía haber tenido una causa inicial. Por ello, pacio antimodelo las cosas eran muy diferen-
el ser humano tuvo que inventar un otro tiem- tes: tenían la fluidez del agua; los seres eran pro-
po, un otro espacio, una otra historia de una teicos, maleables. Si en este mundo la luz y el
existencia tan inmensa, tan diferente, tan vaga, calor solidificaban y hacían que el lodo se vol-
que la idea de su origen –el origen de los más viera tierra y el agua de mar se desecara en sal;
remotos orígenes y causas– quedara desdibu- si aquí y ahora se contrastaban luz y sombra, co-
jada, sutil, olvidada o inexistente. lores y grises en el giro de los días y de las no-
Aquí ya entramos a la pluralidad de las ex- ches, en el allá y entonces había una penumbra
plicaciones. Es el terreno histórico de la diver- permanente, una vaga distinción de las formas, Páginas siguientes: Para ex-
plicar el origen de su ámbito
sidad cultural. Las concepciones del mundo de las sombras. Si en el aquí y ahora había espa-
espacio-temporal, el hom-
nacen de la experiencia vivida por cada socie- cios entre un espacio y otro espacio, caminos bre tiene que imaginar una
dad humana. La imaginación es hija de la his- para llegar a la meta, en el allá y entonces todo dimensión diferente, gene-
toria y hemos vivido y vivimos miles de histo- se comunicaba con la inmediatez. Si en este radora, en una dimensión di-
ferente, pero la única referen-
rias diferentes. Esto hace que debamos señalar mundo los acontecimientos aparecían y desa-
cia es su propio mundo.
cuáles son las sociedades elegidas para nues- parecían en la perenne marcha del tiempo, en Toma entonces su mundo
tro estudio. Serán, en este caso, las de tradición el otro mundo había un presente eterno; existía como modelo, y sobre él
El Kojiki –el libro histórico más antiguo de Japón– empieza con mesoamericana. allá, simultáneamente, todo lo posible, aunque construye un antimodelo
el relato de la creación del mundo. Narra que los dioses Izana- que eleva a causa fundamen-
Las creencias se van construyendo lenta- siguiera sujeto a las eternas e imprescindibles
gi e Izanami fueron comisionados para consolidar la tierra. Para tal. José Benítez Sánchez o
cumplir su misión, se colocaron en el puente celeste y sumer-
mente, por milenios, y nunca cesa su construc- cadenas causales. Si en este mundo las cosas Yukauye Kukame (1938-
gieron en el océano la punta de la lanza enjoyada. Batieron con ción, nunca adquieren una forma definitiva. Las poseían una individualidad amparada por un 2009), La visión trascendente
ella las aguas y, al sacarla, las gotas que cayeron dieron origen creencias son forjadas para su uso cotidiano y, nombre identificatorio, allá lo múltiple se unía de Tatutzi Xuwari Timaiwe-
a una isla. Izanagi e Izanami se instalaron en ese territorio y pro- me, Nuestro Bisabuelo que lo
como cada día es diferente y son diferentes sus en uno, lo uno se dividía en dos, después en múl-
crearon numerosos hijos. Eitaku Kobayashi (1843-1890), Izana- Sabe Todo, 1980. mna.
mi e Izanagi crean la primera tierra.
requerimientos, los milenios se alteran día con tiple; lo de allá se fundía o se fisionaba en las co- FOTO: ARCHIVO DIGITAL DE LAS
COLECCIONES DEL MUSEO NACIONAL
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES día. Pero en las creencias van perdurando, con rrientes de los procesos cósmicos. DE ANTROPOLOGÍA. INAH-CANON

42 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 43


44 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 45
Nuestros muy remotos antepasados concibieron la existencia de una otredad sagrada diferen-
te a nuestro mundo, que era el origen y motor de éste. Podemos llamar anecúmeno a dicha di-
mensión, en oposición a lo mundano, al ecúmeno, que es el tiempo-espacio propio de las cria-
turas. José Chávez Morado (1909-2002), La medicina prehispánica, 1954. Laboratorios ciba del
Instituto Politécnico Nacional (hoy Laboratorios Novartis), Ciudad de México.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

EL GRAN APARATO
CÓSMICO
Éstas son las noticias que nos llegan por las La imaginación del ser hu-
mano proyecta sus propias
fuentes documentales sobre las semejanzas y vivencias y parámetros para
diferencias entre el tiempo-espacio del hombre dar una dimensión concep-
y el tiempo-espacio del mito. Otras fuentes mu- tual al anecúmeno. Francis-
cho más antiguas, las iconográficas del Preclá- co Toledo (1940), Plano de Ju-
chitán, 1967.
sico Medio, nos revelan que ya en aquellos tiem- FOTO: GUSTAVO ANTONIO CURIEL
MÉNDEZ / ARCHIVO FOTOGRÁFICO
pos existían representaciones de un complejo “MANUEL TOUSSAINT”, IIE-UNAM

46 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 47


LOS DIOSES En las hachas rituales olmecas
suele existir, muy estilizado, el
complejo formado por el Eje
Así fueron concebidos el otro tiempo-espacio ante todo, entes invisibles que los hombres Cósmico, flanqueado por los
símbolos correspondientes a
y las construcciones del aparato cósmico que creían vislumbrar escondidos tras los procesos
los cuatro soportes del Cielo.
permitían los flujos. No menos complejas fue- mundanos, ya permanentes, ya repetitivos. No En la parte superior se yergue,
ron las concepciones que los mesoamericanos sólo sentían su presencia, sino que creían des- como Árbol Cósmico, la planta
se forjaron sobre los moradores del anecúme- cubrir sus regularidades para predecir con ellas del maíz. Se repetirá la figura de
la planta de maíz como Árbol
no. Como el ámbito espacio-temporal que les su arribo, para anticiparse a sus giros. Así ajus-
Cósmico en la cosmovisión
era propio, los seres anecuménicos debían ser taban a su estancia y retorno toda acción, todo mesoamericana durante mu-
la explicación cosmológica que necesitaban las trabajo. chos siglos. Un bello ejemplo
sociedades indígenas para ver y actuar en su Además, si los seres invisibles podían expli- es la tapa del sarcófago de
Pakal, en Palenque, Chiapas.
mundo. Los moradores del anecúmeno eran, car la regularidad del mundo, debían respon- FOTOS: G. MONTIEL KLINT / RAÍCES

Los antiguos olmecas plas- aparato cósmico por cuyas aberturas arribaban ción, los futuros bienes y males; las lluvias y los
maron en sus obras rituales del otro tiempo-espacio las corrientes que mo- vientos, las aguas de los manantiales, las nu-
la concepción de la boca de
una cueva perteneciente al
vían al mundo; eran conductos que también re- bes, los rayos, el granizo; las nuevas criaturas
otro tiempo-espacio. Su re- cibían las ofrendas de los hombres, intentos de mundanas que vendrían en forma de almas
presentación fueron las fau- perpetuación del intercambio. El gran aparato esenciales de los hombres, animales y vegeta-
ces del jaguar, de las que aquí cósmico tenía como piezas principales el eje les; las fuerzas invisibles de la germinación y el
son claros, aunque muy esti-
lizados, los colmillos, las en-
cósmico que unía el cielo, la superficie de la tie- crecimiento; las enfermedades y la muerte.
cías y las narinas. Entre los rra y el inframundo, con su corazón en el Mon- No es posible determinar dónde ni cuándo
colmillos se observa la figura te Sagrado, y sus cuatro proyecciones en los nacieron estas creencias; pero sabemos que tal
de las aspas, que se conver- cuatro extremos del mundo. Allí estaban las co- concepción compleja produjo por milenios ob-
tirían en símbolo del cielo.
Un personaje sedente coloca
lumnas arbóreas que soportaban los planos ce- sesivas representaciones del Monte, de su cue-
su cuerpo entre las dos di- lestes y que funcionaban como portales, lan- va, de los cinco árboles del plano terrestre y de
mensiones. Altar 4 de La Ven- zando sobre la tierra las bocanadas de tiempo, sus flujos durante el Preclásico Medio y Tardío,
ta, Tabasco. de influencias y destinos. el Clásico, el Posclásico, y que hoy las peregri-
FOTO: MARCO A. PACHECO / RAÍCES
Las sociedades de agricultores cifraban en naciones de agricultores llegan hasta las bocas
tal mecanismo sus mayores anhelos y temían de los montes para preguntar al Dueño sobre
que tal mecanismo les enviara las mayores des- las aguas futuras, la producción de sus milpas
gracias. El Monte Sagrado era la bodega que y la salud de sus familias.
guardaba, como gérmenes de próxima apari-

48 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 49


El Monte Sagrado y el Árbol
Cósmico continuaron como
figuras centrales de la icono-
grafía religiosa en toda Meso-
américa. En la imagen, el Ár-
bol Cósmico, con su tronco
herido y sangrante y con su
cuerpo dividido en dos mita-
des cuyos colores simbolizan
las corrientes opuestas y
complementarias de agua y
de fuego. El árbol es aquí el
conducto de salida del Sol.
Códice Nuttall, lám. 44.
FOTO: THE TRUSTEES
OF THE BRITISH MUSEUM

La figura de la boca de la cue-


va como fauces de un ser te-
rrestre gigantesco fue desa-
rrollada en forma fastuosa
por la arquitectura templaria
maya. Los símbolos, cada
vez más estilizados, se multi-
plicaron. Estructura II de Chi-
canná, Campeche.
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES

50 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 51


Muchos de los seres del otro tiempo-espacio fueron concebidos antropoicos, esto es, con atri-
butos semejantes a los seres humanos y con calidades morales propias de las que se producen
en las sociedades humanas. Se puede entender con el neologismo antropoico un concepto más
amplio y profundo del que comprende, al menos etimológicamente, la palabra antropomorfo.
La adoración de las imágenes entre los indígenas, según dibujo de la obra de fray Bernardino
de Sahagún, Códice Florentino, lib I, f. 26r.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

Los dioses fueron imagina-


dos tomando en cuenta la ta-
xonomía cósmica de los
opuestos complementarios.
A esto se debe que a la cabe-
za del panteón se encuen-
tren las figuras del Dios Padre
y de la Diosa madre, genera-
dores de lo existente e impul-
sores, por su oposición com-
plementaria, de la dinámica
cósmica. Códice Vindobo-
nensis, lám. 52.
REPROGRAFÍA: M.A. PACHECO / RAÍCES

der también por sus irregularidades. Ellos


eran los causantes de los accidentes, de lo sor-
presivo, de lo que altera y daña la vida de los
hombres. Posiblemente se pensó entonces en
los caprichos de aquellos seres anecuménicos,
Los hombres creyeron vis-
lumbrar entes invisibles, res- sus odios, sus venganzas, sus castigos, adju-
ponsables de los procesos dicándoles –al menos a algunos de ellos–
naturales, entre ellos los me- una volubilidad igual a la que los hombres re-
teóricos. Gerardo Murillo, Dr.
conocían en sí mismos. Si así fue o fue de una
Atl (1875-1964), Lluvia, 1939.
FOTO: PEDRO CUEVAS / ARCHIVO manera parecida, los hombres acabaron por
FOTOGRÁFICO “MANUEL
TOUSSAINT”, IIE-UNAM atribuir a una buena parte de los seres anecu-

52 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 53


a b

c d

Entre las facultades de los dioses mesoamericanos se encuentran: a) la fusión, mediante la cual dos o más dioses pueden
fundirse para formar uno solo; b) la fisión, que permite a un dios formar dos o más dioses a partir de sí mismo, distribuyen-
do sus características y atributos; c) la división, ya que un dios es capaz de formar de sí mismo una multiplicidad de dioses
iguales a él, y d) la reintegración, que hace que varios dioses iguales entre sí retornen a la unidad divina de origen.
REPROGRAFÍAS: MARCO A. PACHECO / RAÍCES

54 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 55


ménicos una naturaleza semejante a la que se con calidades muy próximas a las humanas: fuentes más explícitas, desde las expresiones un solo dios o separar su sustancia para dar ori- En el politeísmo mesoameri-
observaba en las sociedades humanas. Al con- entendimiento, sentimientos, voluntad, po- iconográficas hasta los registros verbales. Des- gen a dos o más personas divinas diferentes en- cano los dioses no son consi-
derados omnipotentes. Se
siderar modélica su propia especie, los hom- der de comunicación, etc., a quienes se podía de épocas tempranas los dioses fueron perso- tre sí; pueden dividir su sustancia para proyec- perciben como motores de
bres juzgaron que se abría la posibilidad de persuadir. najes firmemente arraigados en todos los ám- tarse en dos o más réplicas idénticas al original, los procesos naturales, in-
usar ante los seres anecuménicos una de las Aclaro aquí que, para caracterizar a los dio- bitos de la cultura. y las réplicas pueden reintegrarse a sus unida- mersos en luchas cósmicas
vías más eficaces en el trato social: la persua- ses, debo usar el término antropoico, pues con Muchas más son las características de los des de origen; son una multitud de entidades que muchas veces tienen re-
sultados aleatorios. Rufino
sión. Si muchos de aquellos seres eran antro- él me refiero a su semejanza moral y psíquica dioses mesoamericanos. Como su tiempo-es- diferentes, pues en la diversidad y multiplicidad Tamayo (1938-2009), El día y
poicos –y permítaseme usar aquí el neologis- con los humanos. No es la mera semejanza for- pacio, están compuestos de una sustancia su- propia radica la respuesta de los hombres a la la noche, 1964. mna.
mo– podían ser vulnerables a la súplica, al mal a la que se refiere la palabra antropomorfo. til. Esta sustancia –al igual que toda sustancia búsqueda del origen de su mundo, diverso y lú- FOTO: MARCO A. PACHECO / RAÍCES

convencimiento, al halago, a la dádiva, a la pro- Si bien era común entre los dioses la aparien- cósmica– se mueve por el juego de dos cuali- dico. Además, los dioses no son omnipotentes.
puesta de intercambio, aun al engaño y a la cia humana, no todos la tenían, y muchos de dades que son opuestas y complementarias. No lo son, pues se perciben los procesos natu-
amenaza. ellos cambiaban de aspecto a voluntad. Fue una Las cualidades no tienen nombre, pero se pre- rales como luchas cósmicas que tienen sus ven-
En esta forma quedaban divididos los seres semejanza más profunda, de carácter moral. sentan como pares de oposición: frío/caliente, cedores y vencidos en un juego aleatorio. Es la
anecuménicos en dos grandes grupos: las fuer- Los dioses fueron imaginados con una menta- bajo/alto, precedente/procedente, luminoso/ sabiduría del politeísmo, la lógica de la plurali-
zas, entes impersonales, de las que el hombre lidad y un comportamiento que eran reflejos oscuro, femenino/masculino, etc. dad dinámica que da cuenta de la naturaleza y
se servía o se defendía gracias al conocimien- de las relaciones sociales vividas por los hom- Los dioses se ubican en el presente eterno; la transformación del mundo.
to adquirido por la experiencia; y los dioses, bres. Así los encontramos caracterizados en las pueden fundirse dos o más de ellos para formar

56 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 57


Según el mito náhuatl del na-
a cimiento del Sol y la Luna en
Teotihuacan, al aparecer el
Sol en el oriente pidió que to-
dos los dioses siguieran su
ejemplo y fuesen sacrifica-
dos. Xólotl huyó para sal-
varse, pero fue perseguido
y muerto. Con su muerte
dio origen a una criatura, el
axólotl o ajolote. a) Xólotl
en el Códice Borgia, lám. 10;
b) ajolote (Ambystoma me-
xicanum).
REPROGRAFÍA: BORIS DE SWAN / RAÍCES
DIBUJO: MARCO PINEDA / CONABIO

Los mitos nos remiten a los


procesos cósmicos de crea- EL MITO
ción de los entes mundanos,
narrados como aventuras de Por tanto, la diversidad y la maleabilidad son al menos idealmente– tiene un antecedente
los dioses. Mito del Niño Ja-
los atributos que explican la acción de los dio- mítico que explica su aparición en el mundo.
guar. Pintura sobre un vaso
maya del Clásico. ses en los procesos cósmicos. Para entender la Esta historia es una cadena de acontecimien-
FOTO: © JUSTIN KERR 521 naturaleza de lo existente, los hombres imagi- tos preparatorios que se dieron en el otro tiem-
nan una secuencia de aventuras que desembo- po-espacio. La sustancia original de las criatu-
ca en el momento justo de formación de este ras es divina. Cada clase, cada especie fue
mundo. El mito es, en el fondo, la referencia a anteriormente un dios o una diosa proteicos so-
una larga línea causal que concluye con la ins- bre los que se produjeron las transformaciones En su existencia mítica, los dioses son seres proteicos que van adquiriendo las características definitivas que tendrán como creadores-criaturas en el mundo. Su
naturaleza final se adquiere hasta el momento en que el Sol sale por primera vez sobre la tierra y solidifica todo lo existente con sus rayos. Juan Palomino (1984),
talación de los seres mundanos. Veamos el ori- necesarias hasta que se logró estampar en ellos
Era el tiempo del origen, 2013.
gen de las criaturas. Cada clase, cada especie – la última de sus características definitivas. El TOMADO DE ANA PAULA OJEDA, TLACUACHE, “LADRÓN DEL FUEGO”, EDICIONES TECOLOTE / CONACULTA, 2017

58 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 59


Los hombres, como el resto de las criaturas, son formados en el mito. Los mayas imaginaron un largo proceso por el cual se logró la creación de los seres que ne-
cesitaban los dioses como sus principales interlocutores mundanos. Raúl Anguiano (1915-2006), La creación del hombre maya, 1964. mna.
FOTO: ARCHIVO INAH

momento en que estos seres adquirieron la úl- En el siglo xvii Hernando Ruiz de Alarcón El antropólogo Eckart Boege
tima peculiaridad coincide con la creación del escribió un tratado sobre las creencias indíge- entrevistó a un hombre de
poder mazateco; éste le rela-
mundo. La naturaleza proteica divina cesó en- nas que tenía el propósito de alertar a los sa- tó que antes de hacer su via-
tonces bruscamente, pues la creación dio a los cerdotes de lo que los españoles denominaban je iniciático, otros hombres
dioses una forma fija, firme, que conservarían “supersticiones”. En dicha obra habló de la de poder le advirtieron que,
hasta el fin del mundo. Así fue formada cada creencia en dos ámbitos espacio-temporales. en su visita al anecúmeno,
los seres del otro mundo lo
clase, cada especie. Así fue creada la especie hu- Los llamó “dos mundos” o “dos siglos” con “dos iban a instruir no en lengua-
mana. Y todas las criaturas repetirían sus cali- maneras de gentes”. Afirmó Ruiz de Alarcón je común y directo, sino en
dades esenciales, invariables. Es una concep- que, tras el sacrificio del Sol en la hoguera, los forma de cuentos. Filogonio
ción del mundo en la que los seres del presente seres anteriores se transformaron “en las co- Velasco Naxín (1986). Arriba:
Lamixkiee (lagartija), 2017.
son iguales a sus progenitores primigenios. sas que ellos mismos habían de ser”.6 Abajo: Titsakún (tiene mie-
do), 2017.
FOTOS: CRISTAL MORA

6 Ruiz de Alarcón, Tratado de las supersticiones, pp. 56-58.

60 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 61


La mitología cosmogónica
En un mito chinanteco se El proceso mencionado es un patrón míti- Vayamos a un ejemplo muy simple. Narro un como hombres-animales. En esta forma, dicen lar con todo y sus palos, que quedó como el
global puede ser representa-
dice que dos tejedoras fue- co de la tradición mesoamericana. Todo el mito tan sencillo que parece un cuento; pero ya en sus mitos, por ejemplo, hombres-codorni- duro caparazón de placas en la armadilla.10 En da por un poliedro, que indi-
ron invitadas a la fiesta del
Sol. Una de ellas, hacendosa,
proceso cósmico es cubierto de aventura y los Boas habló de la diferencia entre historias y mi- ces y hombres-hormigas.9 pocas palabras, las diosas –seres proteicos– caría la unidad del sistema.
personajes participan como si fuesen hom- tos al aclarar que los mitos se refieren a inci- El mito chinanteco que escogí fue registra- destinadas a ser tepezcuintle y armadillo reci- Esta mitología global la cono-
labró un bello huipil de flores
cemos a partir de los diferen-
blancas para presentarse bres; sus hechos son calcados de los que ocu- dentes ocurridos en el tiempo en que el mun- do en la segunda mitad del siglo xx. Sintetizo bieron el último toque de sus formas definiti-
tes mitos, que estarían figura-
muy elegante a la fiesta. La rren en toda sociedad humana. La parte esté- do todavía no tenía su forma presente, mientras el relato. El mito narra que dos mujeres fueron vas unos instantes antes de la salida prístina dos por las diferentes caras del
otra, morosa, no terminó a
tiempo su obra y se puso el
tica del mito permite grabar en la memoria el que las historias (entre ellas los cuentos popu- invitadas a la gran fiesta del Sol, o sea al inicio del Sol. cuerpo geométrico. El conte-
remoto proceso del otro tiempo-espacio como lares) son narraciones referidas a nuestra era.8 del mundo. Ambas prepararon con antelación ¿Quién no recuerda algo semejante en otros nido del poliedro se integra
telar inconcluso sobre la es-
con la lógica general del senti-
palda. La primera dio origen una narración. Al respecto, recuerdo aquí un Agreguemos que en los relatos míticos los per- sus telares para confeccionar sus respectivos mitos? En el Popol Vuh, los gemelos Junajpú e
do profundo de los mitos, pero
al tepezcuintle; la segunda, informe mazateco: un hombre de poder, don sonajes pueden ser descritos desde su origen huipiles de lujo. Una, hacendosa, labró flores Xb’alanké arrancaron las colas al venado y al las caras muestran aventuras
al armadillo.
FOTOS: D.R. TEÚL MOYRÓN CONTRERAS, Sabino, al relatar su viaje iniciático, dijo al an- tanto por sus rasgos antropoicos como por la blancas sobre la tela; la otra, morosa, llegó a la conejo, animales que quedaron definitivamen- muy variadas, como narracio-
CDI, FOTOTECA NACHO LÓPEZ;
ALEJANDRO RODRÍGUEZ ROMERO / tropólogo Eckart Boege que había sido adver- forma final a la que están destinados. Por esta fecha de la fiesta sin haber concluido su tarea. te jolinos, y al pobre ratón le apretaron la nuca nes libres que no necesitan te-
CONABIO; ALEJANDRO NARANJO ner coherencia entre sí. A esto
PIÑERA / CONABIO tido sobre el lenguaje que oiría en el otro mun- razón en muchos relatos se los llama “hom- La primera fue la tepezcuintla, que adquirió y le quemaron la cola para dejarlo, para siem-
se debe que alguien que co-
do: “Allá arriba te van a enseñar todo en forma bres”. Los actuales huicholes son más explíci- su bella capa de trazos blancos; la segunda pre, con los ojos saltones y el rabo pelado.11 nozca únicamente los mitos,
de cuento”.7 tos, pues se refieren a los personajes míticos puso sobre la espalda la obra inconclusa, el te- pero no su sentido profundo,
pueda suponer erróneamen-
te que la mitología es una fa-
9 Wirrarika irratsikayari, pp. 31-35. bulación fantasiosa de narra-
7 Boege, Los mazatecos ante la nación, p. 91. 10 Weitlaner y Castro, Usila, p. 203. cionesilógicaseincoherentes.
REPROGRAFÍAS: M.A. PACHECO / RAÍCES;
8 Boas, Race, Language and Culture, pp. 454-455. 11 Popol Vuh, pp. 90-91. ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

62 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 63


LOS DIOSES PADRES,
LOS DIOSES HIJOS
Y LAS CRIATURAS
Veamos, de acuerdo con lo anterior, una de las tes a los que ellos debían a sus padres. La
caras fundamentales del poliedro. Todo pro- apetencia condujo a la creación de otro tiem-
viene de una entidad indefinible a la que los po-espacio poblado por seres dependientes
textos se refieren como Dios Único. Su más que serían sus súbditos. Los dioses hijos fue-
aproximada descripción lo presenta ya divi- ron lanzados al nuevo tiempo-espacio. Un mito
dido en dos seres de sustancias opuestas describe el lanzamiento como el parto de la dio-
y complementarias, denominados común- sa Madre, que dio a luz un cuchillo de pedernal
mente por las fuentes como el Padre y la Ma- que al caer se estrelló en el mundo y dio origen
dre. Son los generadores iniciales de los dio- a dioses-fragmentos. En el mundo, cada dios se
ses hijos. convertiría en creador de su propia criatura, he-
Como proyecciones antropoicas que son, cha con la sustancia de su creador. El dios con
existe una jerarquía entre la generación pater- características de venado creó los venados y,
na y la de los hijos. Varios textos antiguos di- como los hizo con su propia esencia, él mismo
cen que los hijos apetecieron honores semejan- se convirtió en creador y criatura.

Otros mitos cuentan que el


origen del mundo se debió a
que algunos dioses fueron
expulsados del hogar pater-
no. El Dios Padre y la Diosa
Madre habían prohibido a
sus hijos herir un árbol sagra-
do o cortar sus flores. Algunos
de los hijos no obedecieron
la orden. Los transgresores
pagaron su pecado con el
destierro. En la ilustración, la
diosa Ixnextli llora amarga-
mente por el castigo impues-
to, mientras sostiene en la
mano un excremento, sím-
bolo del pecado. Códice Te-

EL PROCESO
En el panteón mesoamerica- lleriano-Remensis, f. 11r.
no el Dios Supremo se des- REPROGRAFÍA: BORIS DE SWAN / RAÍCES

COSMOGÓNICO GLOBAL
dobla en dos personas: Dio-
sa Madre y Dios Padre. La
pareja suprema se reprodu-
ce, creando a la multitud de
Este antiquísimo patrón conduce a un comple- diversidad de mitos que exponen su parte pro-
los dioses hijos. Los dioses
hijos veneran a sus padres, jo lógico que se expresa, a su vez, en lo que pu- cesual de manera estética. La lógica mítica uni-
pero los mitos cuentan que diera llamarse un mito general o una teoría cos- taria estriba en el sentido cósmico cubierto por
ellos también quisieron te- mogónica global. Imaginemos esta teoría como la aventura, no en la concordancia de las aven-
ner personas que los venera-
un gran poliedro conformado unitariamente turas. Por esto los mitos nos parecen fantásti-
ran. Para ello, quisieron po-
blar un ámbito propio, y su como explicación total de lo que existe. Pese a cos, incongruentes, si no penetramos en la
deseo motivó la creación del su unidad, lo conocemos por sectores, en la globalidad cosmológica de la cultura de los
mundo. Diosa Madre y Dios multiplicidad de sus caras. Cada cara es un seg- usuarios-creadores.
Padre en el Códice Borgia,
mento procesual de la lógica unitaria del con-
lám. 60.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES junto, y cada segmento es explicado por una

64 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 65


LA EXPULSIÓN
Y EL SALVAJISMO
DE LOS DIOSES
Pasemos, también sintéticamente, a otra de las
caras del poliedro. La determinación de crear
otro tiempo-espacio suele ser presentada
como un pecado: los hijos desobedecen un
mandato de la pareja paterna; los hijos sober-
bios apetecen tener súbditos, etc. La conse-
cuencia es la expulsión que los lanza al mun-
do. Es aquí donde empieza la parte más ardua
de la existencia de los dioses, toda una adap-
tación a la dura naturaleza de lo que será el
tiempo-espacio de las criaturas.
Numerosos mitos actuales hablan de una te-
rrible etapa de desorden. Lejos de la autoridad
de sus padres, la sociedad divina degenera, pre-
sa de incontables pecados. Se resalta que los dio-
ses expulsos se hicieron fieros, salvajes, crueles
indómitos, incivilizados e incultos, vestidos con
pieles, devoradores de carne cruda. Comúnmen-
te se dice que son gigantes. Ya no rinden el cul-
to a sus padres, como antes estaban obligados.
Su vida sexual es depravada, lujuriosa, mancha-
da por el incesto. Se roban entre sí los hijos para
hacerlos tamales. Se hieren y se matan. Todo este
desorden tiene que ser cortado de tajo por un
cataclismo y se condena a muerte a los transgre-
sores. La gran devastación se resume hoy con
frecuencia en un diluvio que destruye a estas
protocriaturas salvajes. Así concluye la historia
de los gigantes. Quedan, como testimonios, hue-
sos de dimensiones colosales. Sin embargo,
como veremos, no concluye aquí su historia.

Un mito afirma que, para poblar el mundo que ansiaban tener


los dioses hijos, la Diosa Madre parió un cuchillo de pedernal
que fue a caer en la superficie de la tierra. El cuchillo se rompió
en muchísimos pedazos, y de cada uno de ellos nació un dios
creador-criatura. Alfredo Zalce (1908-2003), El mito de la caída
del cuchillo de pedernal del cielo, 1964. mna.
FOTO: ARCHIVO DIGITAL DE LAS COLECCIONES DEL MUSEO NACIONAL
DE ANTROPOLOGÍA. INAH-CANON

66 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 67


el que ha hecho salir al Sol”.12 La irradiación so es presentado en los mitos de diversas ma- Numerosos códices hacen
LAS LEYES DEL SOL de las plumas destierra la imprecisa luz ane- neras. En algunos relatos, el Sol exige la muer- referencia a la herida que al-
gunos dioses hijos hicieron
cuménica para descubrir en plenitud sobre el te de todos sus hermanos; en otros, los rebeldes al árbol sagrado, desobede-
Una cara más del poliedro se refiere al gober- forman en la fuente de luz y de calor que soli- mundo las formas y los colores; pero esa luz es huyen de los rayos y se protegen debajo de la ciendo la orden del Dios Pa-
nante del mundo. Originalmente es un dios difica el mundo. Para ello, tras su muerte, el fuerza mortal para los dioses proteicos. Ellos, tierra; algunos quedan paralizados, converti- dre y de la Diosa Madre. El
disminuido o infantil o huérfano, buboso o con inmolado va a las profundidades del cosmos, que son en este estadio los salvajes gigantes, dos en piedras; otros saldrán de sus escondri- árbol herido sangra profusa-
mente. Tlahuizcalpantecuh-
el rostro lleno de acné, bizco, hasta con mos- donde obtiene el manto que cubre su cuerpo y sienten que se solidifican y mueren. El proce- jos, pero ya trasmutados en criaturas. De una tli hiere con un hacha el ár-
cas que se posan en su piel. Sin embargo, es el lo hace renacer por el oriente. Es su riqueza. bol sagrado, Códice Borgia,
designado. Debe morir en una hoguera. Su va- Así canta en un poema: “No en vano tomé el lám. 19.
REPROGRAFÍA: BORIS DE SWAN / RAÍCES
lentía, el fuego y la muerte lo limpian y trans- ropaje de plumas amarillas, / porque yo soy 12 Sahagún, Veinte himnos sacros de los nahuas, p. 31.

68 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 69


Los dioses expulsados de la
casa paterna poblaron el
mundo en forma de gigantes.
Su vida fue muy desordena-
da, incivilizada y pecamino-
sa, y pronto olvidaron el re-
conocimiento y veneración a
sus padres. Muchos mitos
narran que su castigo fue un
diluvio que acabó con su ge-
neración. El Sol de Agua y la
destrucción de los gigantes.
Códice Vaticano Latino 3738,
f. 4v.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

Muchos de los dioses rebel-


des no quisieron aceptar las
leyes del Sol y huyeron para
no ser tocados por sus rayos.
Algunos se metieron bajo la
tierra; otros fueron converti-
dos en piedras. David Alfaro
Siqueiros (1896-1974), Can-
teras mágicas, 1964, Museo
Soumaya.
FOTO: JAVIER HINOJOSA

70 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 70 EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 71
1

1) Los primeros rayos del Sol terminan con la calidad proteica u otra forma, puede observarse que los dioses, personajes del mito, ha-
de los dioses salvajes, pues solidifican sus esencias. Ya fijos, los
cen nacer con su sustancia ligera a todas las criaturas que cubren la su-
dioses mueren, pues no resisten la luz y el calor solares. 2) Los
dioses, con sus propiedades esenciales ya inalterables, van a perficie terrestre. Antiguas fuentes documentales cuentan la historia
la región de los muertos. Cada dios queda convertido en el ser- premundana de Xólotl, transformado tras su muerte en ajolote; de Jun
tipo de una clase de criaturas que nacerán de él. 3) Cada dios, B’atz y Jun Chowén, a quienes la aventura trocó en monos; de Yappan,
con personalidad singular o dual, se convierte en un padre-
el sacerdote decapitado que se convirtió en el alacrán oscuro; de
madre que habita en el interior del Monte Sagrado. Desde allí,
a partir de sí mismo, genera criaturas semejantes a él que po- Tlahuiztli, su esposa, que se hizo alacrán claro; de Tata y Nene, origen
drán vivir bajo los rayos del Sol, pues nacen cubiertas con la de los perros; de los 400 jóvenes borrachos, que ascendieron al cielo
capa protectora (la “riqueza” obtenida en la región de la muer- como estrellas; de Chicomexóchitl, que se hizo venado… Entre las crea-
te). 4) Las criaturas habitan en el ecúmeno, pero, como su capa
ciones se encuentran hasta los objetos artificiales, concebidos como
protectora es perecedera, ingresan al ciclo vida/muerte.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES dioses en el tiempo del mito: hoy se cuenta en la Sierra Negra, en Tla-
cotepec de Porfirio Díaz: “antes de que amaneciera, cuando estaba os-
curo, cualquiera hablaba: hablaban el metlapil, la olla, los tenamaztles,
los petates…”13 Es ésta la creencia que sustenta uno de los principios
más firmes de la tradición mesoamericana: todo lo que existe en este
El Popol Vuh narra que Jun B’atz y Jun Chowén odiaban a sus hermanos menores, Junajpú e Xb’alanké, paridos por la dama Xkik’ del inframundo. Cuando los mundo tiene alma, incluso las cosas fabricadas por el hombre; porque
niños estaban recién nacidos, los hermanos mayores procuraron su muerte, dejándolos sobre un hormiguero y después sobre unas espinas. Mucho tiempo des- todas las cosas existen allá, como entes personificados, en el otro tiem-
pués, Jun B’atz y Jun Chowén subieron a un árbol que creció milagrosamente mientras trepaban. El árbol creció tanto que no pudieron bajar de él. Sus herma-
po-espacio, antes que el mundo sea formado.
nos menores les aconsejaron que se quitaran sus ex (bandas que cubren el bajo vientre y los órganos sexuales), para que se colgaran de ellos. Los hermanos ma-
yores siguieron el consejo, pero las prendas se convirtieron en sus colas, y ellos se hicieron monos. Diego Rivera (1886-1957), Jun B’atz y Jun Chowén, de la serie
Popol Vuh, 1931. Museo Casa Diego Rivera, Guanajuato, Guanajuato. Instituto Nacional de Bellas Artes.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES 13 Fagetti, Los que saben, p. 23.

72 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 73


La fuerza solar solidifica. Las tierras se sepa-
ran de las aguas; el lodo se convierte en suelo fir-
LA MARCHA
me; sobre la superficie de la tierra surgen las DEL TIEMPO
plantas, las bestias, los elementos, las rocas y los
montes, mientras que dan rostro al cielo los as- Los libros de Chilam Balam hablan del orde-
tros y los meteoros. Los dioses que han seguido namiento del tiempo. Los días del mes se van
el ejemplo del Sol al obtener en la región de la componiendo en juegos numéricos y terminan
muerte el ropaje indispensable para existir en asidos de las manos, formando un corro que
este tiempo-espacio, sufrirán, como el Sol, las será la norma de los turnos de su carrera sobre
consecuencias: la nueva cobertura protectora, el mundo. Los tiempos son dioses incluidos en
sólida, perceptible, indispensable para resistir ciclos de complejas combinaciones; pero
los rayos solares, se gasta con el tiempo y el tra- mientras en el anecúmeno existen todas las
bajo, y los obliga a morir, a viajar al inframundo, posibilidades de combinaciones, las leyes so-
a renacer en otra criatura de su misma clase. Son lares del ecúmeno acotan el tiempo circular en
atrapados por el ciclo. No sólo esto: tienen que el tiempo lineal comprendido entre el primer
vivir ahora bajo un orden, las leyes del Sol: se su- amanecer y la fecha de destrucción del mun-
prime aquella viva charla del tiempo-espacio del do. Butic llaman los mayas al gran final de fe-
mito, pues ya no hay lenguaje interespecífico; cha impredecible.14 En cambio, el principio fue
cesará el desorden anárquico de la etapa de los preciso. Quedó registrado en fecha exacta, fi-
gigantes, la del canibalismo, incestos, salvajis- jada en antiguas estelas mayas: el mundo ini-
mo y violencia; todo ser divino que viva o tran- ció su curso el día 13.0.0.0.0, 4 ahau, 8 kum k’u,
site en este mundo tendrá una misión que cum- día en que se asentaron las tres piedras.15 Son
plir, desempeñará un trabajo, y el trabajo éstas las trébedes, los apoyos sagrados que ro-
llevará a un desgaste sólo reparable con el ali- dean el fuego y soportan los comales y los re-
mento y el descanso. El tiempo, antes en su eter- cipientes de cocción. Las trébedes son el fun-
no presente, transitará por el mundo en un or- damento del mundo.
den estricto como presente huidizo; los puntos Erigida la máquina cósmica sobre las tres
de comunicación entre anecúmeno y ecúmeno piedras, queda abierta la comunicación para
quedarán estrictamente reglamentados. que dioses y fuerzas circulen entre el anecú-
Las leyes del Sol, en suma, imperarán sobre meno y el ecúmeno; mueren los dioses expul-
el mundo sobre todas las criaturas; pero tam- sos, hermanos del Sol; éste inaugura el tiem-
bién sobre todos los dioses viajeros, los que po mundano elevándose por primera vez
transitan para imprimir en este ámbito espa- sobre el horizonte oriental; emergen los cerros
cio-temporal el movimiento que permite la en la superficie de la tierra y el Monte Sagra-
continuidad de la existencia. El otro mundo do empieza a parir la multiplicidad de las cria-
está vedado a las criaturas; pero en éste pulu- turas, procedentes todas de sus respectivos
lan los dioses en tránsito. padres-madres.

Leyes del Sol. Los dioses abandonarán el salvajismo y se someterán al orden establecido por el Sol, señor de este mundo. Que-
dan prohibidos la violencia, el canibalismo y el incesto. Todo dios que habite permanentemente o que se encuentre de tránsito
en el mundo deberá cumplir una misión. Este trabajo producirá debilitamiento, pero habrá posibilidad de recuperación con el
descanso, la bebida, el alimento y la sombra. El tiempo dejará de existir como eterno presente, pues en este mundo sólo habrá
un presente huidizo producido por el curso de los dioses-tiempo. Las vías de comunicación entre este tiempo-espacio y el tiem-
po-espacio anecuménico estarán estrictamente reguladas. Los dioses-tiempo se regirán por el orden calendárico. Cesa la posi-
bilidad de intercomunicación de todos los seres. En el mundo sólo podrán comunicarse las criaturas pertenecientes a la misma
clase. En la imagen, la Casa del Sol, formada por el Árbol Florido. Códice Laud, lám. 11.
FOTO: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES; DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

14 Casas, Apologética, vol. II, p. 507.


15 Freidel, Schele y Parker, Maya Cosmos, pp. 59-75.

74 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 75


76 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 77
Páginas anteriores: Las leyes
del Sol imperaban en el mun-
do de las criaturas: pero eran
obligatorias no sólo para és-
tas, sino para los dioses que
transitaban o estaban insta-
lados en el mundo de las cria-
turas. Hay que tomar en
cuenta que este mundo se
imaginó muy poblado por
dioses. Leonora Carrington
(1917-2011), El mundo mági-
co de los mayas, 1964. mna.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

En su libro Maya Cosmos, Da-


vid Freidel, Linda Schele y Joy
Parker hacen notar: a) que en
la Estela C de Quiriguá, Gua-
temala, está señalada como
fecha de creación del mundo
el día 13.0.0.0.0, 4 ahaw, 8
kumk’u, y b) que en el mismo
monolito se afirma que en 4
ahaw, 8 kumk’u se instalaron b
las tres piedras: ox tun tzukah.
FOTO: J. R SHARER;
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

LOS PADRES-MADRES
Para referirme a esta parte del proceso cósmi- Es lo común en los seres divinos de la tradición Sobre las tres piedras se le-
co debo pasar a otra cara del poliedro. Retroce- mesoamericana. Actualmente se los conoce vanta la máquina cósmica,
en la que destacan el Monte
damos en la historia al punto en que los dioses como “los ancestros” –entiéndase, no simple- Sagrado y los cuatro árboles
muertos se encuentran en el inframundo. Cada mente antepasados, sino seres de los que se ori- de colores rojo, blanco, ne-
uno de ellos queda convertido en un prototipo ginan las criaturas– o como los padres-madres. gro y amarillo. Al abrirse la
de criatura. Los mitos presentan a los dioses En el náhuatl de Pajapan, Veracruz, son taya- circulación entre el anecú-
meno y el ecúmeno se inicia
expulsos en forma indistinta, singular o dual. ganga,16 “los que han sido precedentes”. En su la existencia del mundo: sale
el Sol por la boca superior del
Monte Sagrado y las criaturas
nacen de la boca inferior.
16 García de León, “El universo de lo sobrenatural”, p. 299. ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

78 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 79


4

3
1

1) En el mito, entre los dioses salvajes solidificados por los rayos del Sol, uno adquirió las características del gavilán. 2) El dios gavilán, muerto y con sus propie-
dades esenciales ya inalterables, desciende a la región de los muertos. 3) El dios salvaje muerto, con personalidad singular o dual, es un padre-madre que ocupa
su lugar en el interior del Monte Sagrado. 4) El dios dual padre-madre genera criaturas semejantes a él, protegidas por la capa que les permite existir bajo los ra-
yos del Sol. Estas criaturas están sujetas al ciclo de vida/muerte. Ya no tienen el salvajismo de sus padres-madres.
ILUSTRACIÓN DIGITAL: RAÍCES

calidad de dioses muertos, moran en el infra- progenitores obtuvieron en el inframundo. Sus Las pinturas o esculturas
mundo, en la parte interna del Monte Sagrado, padres-madres los siguen protegiendo como prehispánicas son hoy con-
sideradas dioses en su esta-
al amparo del Dueño. Desde allí generan a la patronos de cada clase, de cada especie. Cuan- do de protocriaturas. Reci-
multiplicidad de individuos-criaturas que son do los tepehuas hablan de los padres-madres, ben los nombres de gigantes,
paridos por las bocas superior e inferior de la sostienen que hasta el Sol tiene sus “dueños”, xantiles, padres-madres, an-
gran montaña. Las criaturas surgen como as- literalmente ixpayixnatikinpaydios, “su padre cestros, antiguas, tzitzimi-
mes, etc. Pintura rupestre de
tros, como vientos, como lluvia, como agua que y su madre de nuestro dios”, y los tiene también las Grutas de Juxtlahuaca,
corre de los manantiales, como semillas de ár- el agua, ixpayixnatixkán,17 como los tiene el Guerrero.
boles y plantas, como animales, como seres hu- resto de las criaturas. FOTO: M.A. PACHECO / RAÍCES

manos… ya protegidos por la capa dura que sus

17 Williams García, Los tepehuas, pp. 192 y 194.

80 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 81


Imagen de tzitzímitl en el Có-
dice del Museo de América o
Códice Tudela, f. 46r.
REPROGRAFÍA: BORIS DE SWAN / RAÍCES

Dentro del Monte Sagrado, los padres-ma- ron del Gran Gavilán ya no comieron seres hu-
dres conservan la calidad salvaje que caracte- manos. Son los que hasta ahora conocemos,
riza el último estadio de su etapa mítica. Esto son los hijos que dejó con las plumas que se le
se menciona en algunos mitos. Los huastecos arrancaron”.18
cuentan, con un bello uso de la metáfora, que Algunas veces, cuando abandonan su carác-
el Gran Gavilán era tan terrible que devoraba a ter fiero, los padres-madres suelen cubrirse con
los hombres, por lo cual una multitud lo mató capas protectoras para salir del Monte y viajar
a golpes; sus plumas se esparcieron en el ata- por el mundo. Lo hacen disfrazados como uno La lámina 24 del Códice Laud debe verse como si fuera un prisma rectangular, en el cual la imagen central del Sol quedaría en la cara superior y horizontal. En su
que, y de ellas nacieron sus múltiples hijos. Así de sus hijos o como una pareja conyugal. cara vertical del oriente (que aquí está a la izquierda), el águila solar sube al cielo. En la cara vertical del occidente, el dios de la muerte sacrifica a un hombre y lan-
dicen los huastecos: “los gavilancitos que salie- za la noche al cielo, como espuma de saliva que sale de su boca. Los dos dioses de la parte inferior y central del dibujo pertenecen a la cara del norte, y los dos dio-
ses centrales de la parte superior quedan en la cara del sur. Los dioses de las esquinas de la izquierda pertenecen a la cara del oriente, mientras que los dos de las
esquinas de la derecha pertenecen a la cara occidental del prisma. La escena, en su conjunto, representa tres momentos: surgimiento del Sol por el oriente en for-
ma de águila, Sol en el cenit e invasión de la noche por el poniente.
18 Ochoa, “Las aventuras de Dhippak”, pp. 107-109. DIGITALIZACIÓN: RAÍCES

82 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 83


GIGANTES, PADRES-MADRES,
ANTIGUAS, ANCESTROS,
TZITZIMIMES, XANTILES…
Podemos pasar con esto a otra cara del poliedro. Si los dioses fieros exis-
ten en el tiempo siempre presente del mito; si pueden estar cubiertos en
el mundo, y si algunos quedaron petrificados por efectos de la luz del
Sol, muchos se encuentran latentes en la superficie o muy cerca de la su-
perficie de la tierra. Hay en la actualidad un interesante culto a las pie-
dras de las que se sospecha que contienen a estos seres, hoy llamados
gigantes, padres-madres, antiguas, ancestros, tzitzimimes, xantiles y de
muchas otras formas.19 Alicia Barabas nos dice que los chatinos recibie-
ron de su rey mítico, Chatín, la obligación de buscar, tras el nacimiento
de cada niño, una pequeña piedra de río, pues en ella pudiera estar la
Madre del Sol, que se convierte en protectora de la criatura.20
Muchos de los dioses fieros están escondidos en las ruinas de sus an-
tiguas construcciones –los actuales sitios arqueológicos– en forma de
restos de cerámica o de piedra. Antonio García de León afirma que en
su naturaleza real son invisibles, y que pertenecen a otra dimensión. Un
viajero puede pasar junto a ellos sin percatarse de su presencia; pero en
las noches, libres del dominio solar, tañen sus campanas y sus gallos can-
tan.21 Los tepehuas saben que son el ejército del señor de la tierra, el lla-
mado por ellos Santazoma.22 Santazoma es Montezuma, el Señor de los
Animales, don Juan Tutul Xiu, don Antonio Siguangua, Ši Gú, Fane
Imagen de la diosa Tlazol- Kantzsini, el Viejo del Monte, el Mero Mero, el Dueño de las Abejitas...
téotl en la lám. 68 del Códice Son todos estos nombres del Dueño, el dios que ampara y gobierna a los
Borgia. Sus atavíos la seña-
padres-madres en el Monte Sagrado. Mientras el mundo exista, los dio-
lan como diosa lunar. Frente
a ella una serpiente porta las ses fieros tendrán la misión cósmica de crear y proteger a sus respecti-
estrellas en un camino as- vas criaturas; pero cuando se aproxime el fin del mundo, nuevamente
cendente formado por feroces, ellos serán los destructores de lo que existe aquí y ahora.23
meandros. Esta figura de cur-
Algunos pueblos mayenses comparan el fin del mundo con la cocción
vas ha sido denominada
cuencoliuhqui, y señala el pe- de la tortilla de maíz. La cara que se ha cocido por el contacto del comal
culiar ascenso o descenso será volteada hacia arriba. Así subirán a la superficie de la tierra los dio-
por los pisos cósmicos de los ses fieros. Conquistarán un cielo que ha sido ocupado por el viejo Sol, el
astros, meteoros, unidades
que por fin será vencido. Mientras llega ese tiempo, los hombres confían
calendáricas, etc.
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES en el movimiento continuo de los ciclos.

19 López Austin, “Los gigantes que viven dentro de las piedras”.


20 Barabas, Dones, dueños y santos, p. 35.
21 García de León, “El universo de lo sobrenatural”, pp. 294-295.
22 Williams García, Los tepehuas, p. 193.
23 López Austin, “Los reyes subterráneos”.

84 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA EL DÍA QUE SALIÓ EL SOL / 85


su origen, al salvajismo, al terror, al desenfreno te su dominio del firmamento. La noche llega;
sexual. Jacques Galinier, quien más profunda- las tinieblas caen sobre la superficie de la tie-
mente ha penetrado en las concepciones me- rra; pero la luz estelar robada por el Sol queda
soamericanas de la noche, afirma que es “un como vigía del orden establecido en el princi-
momento de arcaización del mundo, de retor- pio del mundo. En la noche, cuando los dioses
no a un tiempo sin límites, en el que cohabitan fieros escondidos en las piedras quieren recu-
individuos surgidos de todos los episodios de perar su forma de tzitzimimes y destruir el
la creación”.26 Galinier hace notar que, gracias mundo, las estrellas –que son los guerreros de-
a esta transformación cotidiana, se desarrollan rrotados y sometidos al dominio del Sol– les
en la noche los procesos cósmicos de mayor ac- lanzan sus flechas, cumpliendo el trabajo que
tividad reproductora, cuando las transaccio- les ha sido encomendado. Dicen los tepehuas:
nes e intercambios de cuerpos, almas o sexo ac- “[El Sol] es el mero dios que cuida a todos los
tivan la regeneración de la riqueza.27 Concluye cristianos en el día; cuando se va Dios y se que-
Galinier notando que “la paradoja de la noche da oscuro, quedan como topiles las estrellas”,
es ser a la vez el lugar del sacrificio, de la muer- y los guardianes cintilantes disparan sus sae-
te y, por lo tanto… del retorno a la vida”.28 tas para exterminar las piedras cuando obser-
Las tinieblas provocan sobresaltos a los fie- van que se están moviendo con el propósito de
les: ¿…y si esta oscuridad se prolongara? ¿…y si convertirse en tigres…30
las sombras de esta noche fuesen ya las defini-
tivas? Hay esperanza, sin embargo, de que re-
torne con la aurora el poder del Sol. Para fincar UN CANTO
la esperanza, recordemos en el mito de Coaté-
pec el triunfo de Huitzilopochtli-Sol sobre sus Hoy los pueblos indígenas del continente revi-
hermanos estelares: ven en mitos, cuentos, leyendas, oraciones y
cantos el día que salió el Sol. Retorna el princi-
Y sólo unos cuantos huyeron de él, salieron de pio cada mañana, como lo creen, más allá de
Escena en que el dios Huitzil-
opochtli, recién parido por la EL CICLO DEL DÍA sus manos.
Allá se fueron al sur.
las fronteras mesoamericanas, los hombres de
la arena, los comcaac de Sonora. Y cantan:
diosa Coatlicue, vence a sus
hermanos estelares. En el Porque los que allá fueron, estos centzonhuitz-
Fue el Sol, con su propio destino, el que insta- patrón el que rige el ciclo del día y la existencia
mito se dice que, tras derro- náhuah, son los pocos que salieron de las ma- Cuando la Tierra fue recién creada,
ló los ciclos en el mundo. Asumió una misión y del mundo. Es la inmensa pauta.
tarlos, les arrebató las divisas nos de Huitzilopochtli. el día en que fue creada,
y se las apropió. Ilustración se convirtió en ejemplo. Quien llegara al mun- Los zapotecos de Yalálag marcan los cami- Páginas siguientes: Hoy los
Y ya que los mató, que se desfogó, tomó sus sonaría hasta los fines de la Tierra, hablaría. comcaac, más allá de las
de la obra de Fray Bernardi- do debería cumplir una función. El trabajo que nos horizontales. Llaman zuzilé al este, “por
no de Sahagún, Códice Flo- atavíos, sus divisas, el anecúyotl. Estaba allí el Creador del Mundo; fronteras septentrionales del
él mismo se impuso es el más arduo de todos: donde aparece la alborada”; llaman zuyelé al
rentino, lib. III, f. 3v. Se los puso, se los apropió, los hizo suyos, estaba allí el Secador de la Tierra. territorio mesoamericano,
DIGITALIZACIÓN: RAÍCES
iluminar la superficie de la tierra. El desgaste oeste, “por donde viene la noche”.24 La noche cantan al día de la salida prís-
como si se otorgara divisas.29 La Tierra tomó un paso;
lo conduce a la muerte cada día. En el mito asciende por el oeste con la tenebrosa oscuri- tina del Sol, invocando al
mexica de Coatépec, Huitzilopochtli-Sol con- dad de la región de la muerte. Sube con ella la la tierra sonó con un ruido fuerte que tocó la Creador del Mundo, al Seca-
quista el cielo que estaba dominado por los po- fuerza de los dioses fieros que fueron despoja- Tal vez la apropiación de las divisas dé un sen- infinitud. dor de la Tierra. Graciela Itur-
tido más firme a la conquista del cielo: trans- Esta historia es llevada por “los que hablan de bide (1942), Mujer ángel, de-
deres de la noche; mata a su hermana lunar Co- dos de su antiguo hogar. sierto de Sonora, México,
yolxauhqui y derrota a sus hermanos estelares. Kazuyasu Ochiai registra que los tzotziles forma a los derrotados en sus súbditos. El Sol, las cosas antiguas.31
1979.
El mito concluye con su triunfo; pero sabemos construyen para el carnaval una maqueta del al morir en el crepúsculo, no pierde totalmen- FOTO: © GRACIELA ITURBIDE

que el poder erosiona y, una vez que lo ejercita cosmos: el moch. La hacen –observa– en la os-
cada día, sus fuerzas menguan. Entonces los curidad de la noche, porque es la noche el sinó-
vencidos recuperan el campo celeste que les fue nimo de la creación del mundo, “cuando toda- 26 Galinier, Una noche de espanto, p. 92.
27 Galinier, Una noche de espanto, pp. 41 y 45.
arrebatado, y allí gobernarán hasta llegar a su vía los demonios y las tinieblas dominaban el 28 Galinier, Una noche de espanto, p. 69.
propio desgaste. Se cierra el ciclo. Es un solo universo”.25 Con la noche, el tiempo regresa a 29 Sahagún, Códice Florentino, lib. III, cap. I, párrafo primero, ff. 1r-4r. La traducción del náhuatl al español es de
López Austin y López Luján, Monte Sagrado-Templo Mayor, pp. 238-244.
30 Williams García, Los tepehuas, p. 192; Galinier, La mitad del mundo, p. 526; Ichon, La religión de los totonacas de
24 Fuente, Yalálag, p. 348. la sierra, pp. 113 y 119.
25 Ochiai, “Bajo la mirada del sol portátil”, pp. 211-213. 31 Versión de Cleotilde Morales en Marlett, Montaño Herrera y Nava L., “La creación del mundo”.

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Para leer más…
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