025 El Maíz+
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EDITORIALES
LIBROS: COMPACTOS:
Historia y testimonios orales • La imaginación y Mús ica popular poblana .
la inteligencia en el lenguaje. Homenaje a Homenaje a don Vicente T.
Roman Jakobson • Antropolog ía política. M endoza • M úsica
Enfoques contemporáneos • La mujer en huasteca • Festival
México . Una perspectiva antropológ ica • Mesa s Costeño de la Danza
Redondas de Palenque . Antolog ía . Volu me n I
• Las Limas, Veracruz, y otros ase ntamientos de
la región olmeca • El templo dom inico de
Osumacinta, Chiapas . Excavaciones
arqueológicas • Santa María la Ribe ra y su s
historias
I997
MINIGuíAS:
M useo Regional de Antropolog ía, Pa lacio
C antón, Yucatán • Chichén Itzá ,
Yu catán • Dzibilchaltún, Yucatán • Izo ma l,
Yucatán • Uxmal, Yucatán • La Ferrería,
Durango • Museo Regional
M ichoacano • Museo Regional de
Querétaro • Museo Histórico de Ciudad
Juárez, Chihuahua • La Quemada ,
Zacatecas • Ihuatzio, Michoacán • San Dan z a
(]lli
McCORMICK
Si e! café se identifica con los países árabes y el cacao la inflamación de pulmones, reducir la somnolencia y
con Mesoamérica, es innegable que el té se vincula alegrar e! corazón.
co n e! oriente. Aunque aún se discute si es originario En e! diccionario KL!ang Ya se menciona también el té
de China o de la India, 10 cierto es que e! té prosperó como medicamento. Para prepararlo había que agluti-
en una región que abarca una porción del su reste de nar las hojas formando una galleta, después hornear-
Asia, que incluye China e India, conocida por los chi- lo hasta que las hojas enrojecieran, dividirlo en pe-
nos como e! "jardin de té de la madre naturaleza"; las queños pedazos, colocarlos en la tetera, verter agua
fro nteras han sido creación humana. hirviendo sobre ellos y añadir cebolla, jengibre y
El uso de! té como bebida y alimento se pierde en el naranja.
tiempo. Muchos estudiosos chinos consideran que el Hay referencias de! té como producto comercial hacia
emperador Shen Nung, conocido como e! "divino e! año 450 a. C. En esa misma época se consigna que
curador", que vivió hacia el año 2 737 a. c., fue el des- en la montaña Wen , ubicada en la provincia de
cubridor de sus propiedades medicinales. En el libro C hekia ng, se cultivaba el té que se tributaba al empe-
de medicina Pen Tsáo que se escribió entre el año rador, tal era su importancia. Quizá ya entonces, ade-
25 y e! 221 d.C., se asienta que e! té (t'u en más de ser curativo, e! té se usaba como bebida refres·
chino) crece en e! invierno en los cante. El primer tratado que se co noce acerca de su
valles de lchow, provincia de cultivo es de! año 780 a. C. y se titula Ch'a Ching,
Szechwan, y resiste los mayores escrito por Lu Yu. Se divide en varios capitulas que
fríos. También se señala como e! abarcan la descripción de la planta, su historia, las
mejor momento para recolectar sus hojas e! zonas de cultivo y la manera en que se realiza, los pro-
tercer día del tercer mes (que coincide con cedimientos para hacer la infusión y los delicados
abril en nuestro calendario). utensilios para prepararlo y beberlo, como son cestas
En e! tratado se reconocen como propieda- para secar las hojas, apa ratos de madera y hierro para
des curativas de! té, las de actua r sobre tumores y moldear las hojas, molinos, coladeras, cepillos, teteras
abcesos de la cabeza y en los padecimientos de la vesí- y brochas de fino bambú para lavarlos, paños para
cula, la de reducir e! calor provocado por las flemas y secarlas y tazas laqueadas.
Receta
Aunque los bebedores ortodoxos de té no lo mezclan con otras sustancias aromáticas, se logran buenos
sabores recuperando las más antiguas recetas chinas. U na mezcla interesante se obtiene colocando junto
con las hojás de té una cascarita de naranja y virtiéndoles después e! agua hirviendo.
Consejos prácticos
El té contiene cafeína, que actúa sobre el sistema nervioso central, y tanino, que es
astringente y calmante en caso de padecimientos estomacales e intestinales. Ademá
tiene fluor, potasio, manganeso, vitaminas del grupo A, B y C. Es por ello que
una o dos tazas de té al día son un buen reanimante.
COllsejo Naciol1al para la Cu/tllra y las Artes
Presidente: RAFAEL TOVAR y DE TERESA
IlIstitllto NaciO/tal de AlltropologlÍl e Historia
Directora General: MARfA TERESA FRANCO
DistribllciólI ell el Distrito Federal: Unión de Voceadores y Expendedores del DF, Diversidad y distribución prehispánica 16
Despacho Enrique Gómez Corchado, Humboldt 47, Col. Centro, México D.F. del maíz mexicano
c.P. 06040, tel. 510 - 49 - 54
Distribllci611 elllos estados y locales cerrados: Publicaciones CmM, Av. Taxqueña Bruce F . Benz
1798, Col. Paseos de Taxqueña, c.P. 04250, tel. 624 0100, rax 624 0190
DistribllciólI ell Espa/ia: Coedis, S.A., Av. de Barcelona 225, 08750, Molins de
Rei, Barcelona, España La evolución del maíz mexicano
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lución son temas que interesan
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Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Reserva de uso de !ftulo núm. 1938-93.ISSN 0188· del grano y sobre los que aún falta
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dad del ed itor. Derechos Reservados © EDITORIAL RAfcES, S.A. de C.V. I INSTITUTO
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ción pa rcia l o total por cualquier sistema o método mecánico o electrónico sin autorización por
escrito del editor. No se devuelven origina les. El contenido de los artículos es responsabilidad de
i. los autores. La domesticación del maíz J4
~~ ~'r6igtt~~\'k~~2~t8a~ POR El INSTITUTO VERIFICADOR DE Emily McClung de Tapia
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iréCNICAS"AGRíCOÜASíPREHISPÁNICAS ~;_1
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¡ HISTORIA
De las muchas maneras de cultivar el maíz 2 Richard S. MacNeish Las tortillas calientes, 62
Teresa Roj as Rabiela y el origen de la agricultura patrimonio cultural
Ángel Garda Cook Victoria Novelo
Las sociedades prehispánicas desarrollaron un conjunto de siste-
mas agrícolas que les permitieron , en cada circunstancia, aprove-
char cabalmente el potencial del medio para obtener el más precia-
do de sus dones: el maíz .
Cartas
CA RMEN DE ANTÚNEZ
de los curadores, así como de las mini-
En el número 24 de su revista (página 41) guías editadas en los últimos años por el
fue publicada una fotografía del diorama INAH. Para los casos en que no contamos
llamado Cacería de un mamut, en la cual con esos materiales, acudimos, princi-
se da crédito como autor del mismo,erró- palmente, a dos fuentes: el libro de Feli-
neamente, al Sr. Iker Larrauri. pe Salís titulado Tesoros artísticos del
Lo cierto es que la verdadera autora Museo Nacional de Antropología y la
fue la Sra. Carmen de Antúnez, quien guía oficial que, bajo los auspicios del
realizó para la inauguración del Museo D E LOS EDITORES INAH, publicó la Editorial Salvat. En esta - I
Nacional de Antropología, conjunta- última (p. J03) nos basamos para elabo-
mente con la notable maqueta del mer- Lamentamos el error sobre la autoría del rar el texto que aparece en la p. 54, en el
cado de Tlatelo1co y la de la escena de diorama Cacería de un mamut. Cabe se- que consignamos el anuncio de la rees-
las lluvias, la de la cacería del mamut, ñalar que el origen de la confusión radi- tructuración a que hace referencia la
utilizando la misma técnica y materiales, ca en que la obra que publicamos en nues- arqlga. Cardós. Dicha guía fue elabora-
como es fácilmente comprobable. tro núm . 24, en efecto creación de la Sra. da por el grupo de curadores de las sa-
La Sra. Carmen de Antúnez fue asi- Carmen de Antúnez, se basó en un cuadro las de arqueología y etnografía del MNA,
mismo autora y fundadora del otrora in- hecho con anterioridad por Iker Larrau- entre quienes figura Cardós de Méndez.
ternacionalmente conocido Museo Et- ri para el Museo de Tepexpan(véasefoto). Asimismo , las descripciones que acom-
nográfico, situado por muchos años en Hecha la aclaración, apuntamos que el paiían a las figuras se basaron también
donde actualmente se encuentran las ex- propio Larrauri realizó otro diorama de en las dos publicaciones arriba seiíala-
cavaciones del Templo Mayor de Te- temática similar para el Museo Nacional das, en algunos otros catálogos y en in-
nochtitlán, de sobra conocidas y que es- de Antropología, el ubicado en la Sala de formación disponible enel propio museo.
tán basadas en la maqueta original Orientación, al que corresponde el boce- El periodo asignado a cada pieza es co-
realizada por la misma autora, bajo la di- to que aparece tras el escultor en la foto- rrecto, sin lugar a duda; lo que podría
rección del prestigiado maestro, arqui- grafía de la p. 26 del mismo núm. 24. objetarse es que no se señala la división
tecto Ignacio Marquina. correspondiente para el Clásico, "Tem-
En el citado Museo Etnográfico, se RECLAMO prano , Tardío y Tardío (Terminal)" y el
exhibían muchas maquetas con danzas Posclásico, "Temprano y Tardío" , de
auténticamente mexicanas, como la del Con gran sorpresa he leído en el número acuerdo con el cuadro cronológico de la
venado , los quetzalines , los viejitos mi- 24 de Arqueología Mexicana, que en la Sala Maya elaborado por la arqlga. Car-
choacanos, la pluma oaxaqueña, los pa- página 54 se me atribuye erróneamente dós. Un criterio editorial muy práctico,
ragüeros de Tlaxcala, etc., y algunas de un texto sobre la cultura maya. homogeneizar la información, nos con-
ellas incluían escenas como la cacería Al respecto quiero aclarar que, si los dujo, en vista de que no se dispone de da-
de patos de Pátzcuaro, con esculturas en datos fueron sacados de alguna publica- tos de este tipo para cada pieza en el MNA,
cera de tamaño natural. ción mía, debieron poner la ficha bibl io- a proporcionar únicamente el periodo
Cuando dieron comienzo las excava- gráfica, ya que la cronología que apare- general en que se ubica cada una. Por úl-
ciones del citado Templo Mayor, el Mu- ce tanto en ese texto como en el cuadro timo, en el cuadro cronológico de las pp.
seo Etnográfico (más de treinta años de cronológico de las páginas 60 y 61, no 60-61 se consignan también sólo los pe-
intensa labor) simplemente fue empaca- está actualizada; esto se puede constatar riodos generales de las piezas que se se-
do en numerosas cajas y depositado en fácilmente en la Sala Maya a mi cargo en leccionaron por su carácter representa-
los sótanos del Museo del Carmen, en el Museo Nacional de Antropología, que tivo yen una nota de la parte inferior del
San Ángel, donde injusta y trágicamen- recientemente reestructuré y fue reina- cuadro se explica que la cobertura tem-
te fue relegado, privando a nuestro país gurada el año pasado, yen la cual utili- poral de las culturas es mayor.
de una obra única en el mundo. zamos la cronología vigente. Ruego ha-
Óscar Antúnez Baza cer las aclaraciones pertinentes. M ATRicU LÁ DE TR IBUTOS
Arqlga . Amalia Cardós de Méndez ro
Curadora de las colecciones En el artículo sobres códices nahuas de 1'
arqueológicas mayas del MNA LuzMa.Mohar Betancourt (núm. 23),se "1
presenta una lámina con el número 4 que
ACLARAC IÓN en el estudio publicado por Víctor M.
Castillo FaITe ras (Historia de México,
Pedimos una disculpa a la arqlga. Car- SalvatMexicanadeEdiciones,1985)co-
dós ante el justificado reclamo que nos rresponde a la número 6. La lámina 4 de
hace. Cabe aclarar que los breves textos este estudio (adjunto fotocopia) fue des-
El Ila 11 o de Tepexpall hace ollce mil mios ... introductorios de las salas de arqueolo- truida en su mitad superior y sus bordes
Óleo de Iker Larrauri. gía del MNAfueron elaborados a partir de se muestran desgastados por el tiempo,
[
¡m os el abandono, el descuido o el manejo im- distintas , decidí no incorporarlas en la cuanto a la distribución de sus elemen-
rlini- propio; sólo pueden identificarse 100 12 numeración corrida. Otros colegas ex- tos en el espacio de la hoja, con el fin
or el calpulli, dos filas de tributos con mantas tranjeros también han dado una nume- de encontrar las semejanzas y las dife-
Imos en color (blancas) , bragas y huipiles. ¿Se ración distinta, ya que, por ejemplo, aque- rencias entre ambos, el sistema de medi-
inci- ha extraviado o destruido esta lámina?, llas que tienen rayas negras que las das contenido en ellas, los numerales
Feli- ¿se le ha asignado otro número? Tal vez dividen , a cada espacio le han dado un nú- empleados , los ritmos de pago que mar-
; del la distinguida maestra Mohar Betancourt mero, parlo que , aunque el número de pá- ca el dibujo; incluyo además la compa-
y la nos podría ofrecer una descripción físi - ginas del códice es el mismo , el número ración pictográfica de las trojes y de los
¡ del ca más amplia y cuidadosa , consideran- de láminas puede variar de 30 a 34. textiles de ambos documentos, todo esto
esta do la posibilidad de que las láminas no con catálogos gráficos en los que se pro-
abo- estén "encuadernadas" o compaginadas, pone una lectura en náhuatl de cada uno. *
qn el e incluso hacemos saber las que corres- En relación a su última observación ,
'ees- pondenalrectooal verso,puestoqueam- efectivamente , la fotografía quedó "vol-
á la bos investigadores describen 16 láminas , teada", una travesura más de los duende-
ora- que al parecer contienen 32 caras, todas cillos que modifican nuestros textos.
¡ sa- en papel amate. Lamentablemente las lá- Luz María Mohar Betancourt
\1NA, minas que aparecen inicialmente en el
Idez . Códice Mendo za fueron alteradas, adi- *El tributo mexica en el siglo XVI: análisis de dos
'om- cionadas o mezcladas , en relación con la fuenres pictográficas , CIESAS, Cuadernos de la Casa
bién Matrícula de Moctezuma , y no han sido Chata, núm. 154 , México , 1987 ; La escritura en el
¡ala- interpretadas o , más bien , identificadas; México antiguo , Quinto Certamen Internacional
1) in- por consiguiente, no pueden servimos Centenario de la Conquista de América , uAM-Edi-
Iseo. como auxiliares. torial Plaza y Valdés , México , 1990 ; "La organiza-
, co - La lámina número 6 corresponde a la ción tributaria", en Temas mesoamericanos, IN AH-
dría número 8 del estudio de Castillo Farreras. Dirección General de Publicaciones del CNCA ,
El ma/z,
nuestro
sustento
C RISTINA B ARROS y M ARCO B UEN ROSTRO*
Guillermo B onfil Mujer mazahua que da vida a nuestro sustento y lo culti va.
Molendera. San Bartolo Coyotepec, Oaxaca. Mujer moliendo maíz. Códice Florentino, Libro X, f. 38r. BNAH.
8/ ARQUEOLOGÍA MEXICANA
.G.a-iI EsPIGA
Tamales Los usos DEL MAÍZ
f2J2
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ves, HOJAS SECAS DE MAZORCA (TOTOMOXTLES)
'sde
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;ros
MAzoRCA:
hervida y GRANOS
puesta a Alimentación
secar para su U so ceremonial
conservación
OLOTE Se recicla en la tierra
Desgranadora integrándose como
Artesanía materia orgánica
Combustible
el tej uino es de Colima, Nayarit y Sonora y, de Ja- por ejemplo), de las bolsas y tapetes también de hoja
lisco, el tesquino. seca trenzada y de las pipas y otros objetos
Menciona José de Acosta en su Historia hechos de olote, el cual se utiliza adicional-
natural y moral de las Indias que, cuando mente para decorar y pulir cerámica. Con las
llegaron los españoles, los indios ya hacían semillas se hacen figuras y portadas para los ar-
pan, vino y aceite de maíz. cos de las iglesias en las fiestas patronales.
Con la caña se construyen paredes y techos,
OTROS USOS a veces entretejiéndola, otras, emba-
rrándola con arcilla.
En la medicina tradicional se reconoce la La fécula, la miel, el gluten y el ger-
utilidad de la infusión de cabellitos deelo- men tienen amplio uso industrial, pues
te, empleada como diurético, para los pro- se convierten en materias primas que
blemas de riñón. En combinación con forman parte de anticorrosivos, adhesi-
otras plantas, se usa para contrarrestar ma- vos, pinturas, medicamentos, solventes,
les hepáticos y biliares y aumentar la se- limpiadores y decenas de productos más.
creción de leche de las lactantes. La raíz tie-
ne usos medicinales igualmente. RITUALIDAD
El uso del maíz no se limita a los alimen-
tos, también se utiliza para hacer arte y arte- La importancia de la planta del maíz lleva con-
anía. Tal es el caso de las esculturas de caña sigo otro signo de continuidad cultural: el de
y de pasta de caña de maíz que se elaboran des- realizar ritos y ceremonias en torno a las eta-
de la época prehispánica, de las figuras de hoj a pas de su cultivo y consumo. Los principales
de maíz o totomoxtle (las mulitas de Corpus, dioses prehispánicos relacionados con el ci-
Diversidad y distribución
prehispánica del maíz
•
meXIcano
BRUCE F. B ENZ*
. --
-
~ ALIANZA ísTMICA
GOLFO DE MÉXICO
POPOLOCA
OCÉANO PACÍFICO
TLAPANECO
AMUZGO
Distribución geográfica de las razas de maíz comparada con la de las lenguas de la familia otomangue (las razas nal tel y dzit bacal de Yucatán
pertenecen a esas alianzas primitivas, pero la península es ahora una región ocupada por hablantes del maya).
20 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA
otras
onde
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ramificación evolutiva de un linaje biológico). El tipo de almi- cionan los análisis lingüísticos , que sugieren que la protolen- e e 11
dón del grano (v. gr.: harinoso , cristalino , dentado o dulce) es gua con el léxico de mayor antigüedad referente al maíz es la ra:pe
una característica que varía en una misma raza o puede presen- de esa rrúsma familia: el otomangue. me
tarse en muchas razas de maíz de América Latina , lo que lo hace Además de las relaciones entre los grupos lingüísticos y las ili'
poco significativo en lo referente a las relaciones filogenéticas. alianzas de razas, en nuestros intentos por reconstruir la filo- -on 1
Otros rasgos morfológicos , como el número de hileras o el es- genia del maíz , hemos aprovechado patrones de rasgos genéti-
pesordelgrano , no varían mucho en una misma raza, ni siquiera cos para inferir qué "razas" (o su equivalente en aquellas épo- L -\E
a causa de los cambios en el ambiente; y, si bien son flexibles cas) fueron los antepasados comunes de las razas actuales.
bajo la fuerza de la selección humana , son bastante constantes Valiéndose de técnicas tomadas prestadas de la biología y apli- .-\ pe
respecto al parentesco -todos los descendientes los poseen de cadas a los restos arqueológicos del maíz , la reconstrucción de póu
alguna manera- , lo que los hace útiles para reconstruir la filo- árboles genealógicos presenta relaciones hipotéticas que pue- 'Ion
genia del maíz mexicano y podría ayudar a revelar la historia den ser utilizadas para comprobar hipótesis ya existentes (o per [
de la selección natural . ~ para derivar hipótesis que puedan ser comprobadas); por ejem- ~rru
La investigación de todo tipo de rasgos morfológicos del plo: algunos autores habían aseverado que las razas nal tel, de Ü
maíz nos ha permitido determi- Yucatán , y chapalote, de Sina- e-
narcuáles de ellos nos sirven me- loa , son dos de las más primi - 01 ;;
jor para caracterizar los tipos de tivas de todas las existentes; sin
maíz que fueron sembrados du- embargo, un árbol filogenético
rante las épocas prehispánicas ; reconstruido con base en datos
por ejemplo: quisiéramos saber genéticos sugiere que no son
qué razas de maíz fueron sem- tan primitivas , de hecho , se
bradas por los teotihuacanos y alejan mucho del antepasado -¡
también entender por qué el maíz común, mientras que las razas m:lli
que ilustraba fray Bernardino de tabloncillo , maíz ancho y pepi-
Sahagún tiene la forma que tie- tilla son muy primitivas, como en [
ne. Reconstruyendo la filogenia ya se había postulado con base ez .
del maíz mexicano mediante ca- en los rasgos morfológicos. ~~
22 / AR QUEOLOGÍA M EX ICANA
Dlen- ese linaje era más diversificadoen cuanto a morfología que aho- llevar a nuevas ideas basadas en una teoría diferente. Nues-
es la ra; por último, la existencia de olotes que no parecen tener se- tro objetivo no es el de rechazar las ideas infundadas de otros
mejanza con razas mexicanas actuales sugiere que los teo- colegas , sino buscar la manera de comprobar esas ideas y así
y las tihuacanos tuvieron algunas clases de maíz que se extinguieron avanzar en nuestra comprensión de cómo evolucionaron y se
filo - con la caída de su ciudad. diversificaron las razas del maíz mexicano.
:néti- El maíz mexicano evolucionó a partir de una planta silves-
épo- LA EVOLUCIÓN DEL MAÍZ tre bajo el cuidado de la mano selectiva de los antepasados de
lales. los mexicanos. De una manera similar a como la labor científi-
ap li- A pesar de que los restos de maíz son muy comunes en los de- ca de comparar y contrastar las vasijas de cerámica del Forma-
5n de pósitos arqueológicos , nuestro conocimiento sobre la evolu- tivo del Occidente de México nos lleva a entender cómo evo-
pue- ción del grano no ha avanzado de la manera debida. Hasta tiem- lucionó la tecnología y cómo fueron transmitidos a través del
es (o pos muy recientes ,el análisis de los olotes encontrados en sitios tiempo formas y diseños , la tarea de descifrar los patrones de
!jem- y monumentos arqueológicos se evolución del maíz en la región de
el. de había quedado rezagado por la su- Mesoamérica nos llevará a en -
Sina- puesta facilidad de asignar los tender cómo fue seleccionado y
rim i- olotes arqueológicos a las razas ac- difundido el maíz y cómo se rela-
:s; sin males con base en la semejanza cionan esos procesos con el desa-
lético general morfológica . No fue sino rrollo y la difusión de las socieda-
datos hasta que el etnobotánico Edgar des prehispánicas . La importancia
) son Anderson llevó a cabo sus trabajos del registro arqueológico en esa ta-
o, se cuando nos dimos cuenta de que la rea es insuperable. No existe me-
lsado clasificación natural racial del jor fuente de información que pue-
razas maíz mexicano no debe basarse en da ser utilizada para reconstruir la
pepi- unas cuantas características, sino filogenia del maíz mexicano.
como en múltiples características a la La historia del maíz mexicano
I base vez. Para llevar a cabo la compleja sigue siendo un misterio. Su evo-
DS. tarea de asignar un olote arqueoló- lución depende de los procesos na-
·tene- gico a una raza , no basta una sola turales y culturales de selección,
mi na- característica, como se puede apre- difusión y extinción. La tarea de
,. (las ciar si el olote tuviera ocho hileras describir cómo y explicar por qué
:intle, de granos , pues existen cuando me- evolucionó tanto la diversidad
Imero nos cuatro razas mexicanas que tí- genética es de interés académico
:ncio- picamente tienen ocho hileras de y, además, de mucha relevancia
JO ca- granos: para empezar, la asigna- Dos plantas de teocinte de Guerrero (Zea mays L., spp.
pragmática. Las sociedades huma-
:orcas ción del olote a una raza actual en- parviglumis litis y Doebley). nas aún siguen luchando por sos-
lazor- frentaría la dificultad de que no tener a su población mediante el
lismi- puede pertenecer a esas cuatro ra- cultivo del maíz , haciendo frente
:a fue zas; pero , entonces, ¿a cuál de las cuatro pertenece? Por esta y a procesos naturales que exigen flexibilidad y no disculpan la
los li- otras razones, la identificación del maíz arqueológico requiere arrogancia de la naturaleza humana. La historia nos enseña que
!S y el autela , paciencia y atención al detalle que nos permite elimi- no debemos cometer los mismos errores. Quizá la historia evo-
:¡ue el nar como candidatos las razas que no tienen mucho qué ver con lutiva del maíz nos enseñará cómo . ?;a
ero, si el olote arqueológico, la manifestación cultural prehispánica o
; azte- el lugar y tiempo referidos por el hallazgo. La crítica a los tra-
.istido bajos anteriores de colegas botánicos, arqueólogos y demás co-
ós itos laboradores no es un menosprecio a su contribución , sino la * Bruce F. Benz. Etnobotánico . Doctor en botánica de la Universidad de Wis-
consin-Madison. Maestro en artes de la Unjversidad de Colorado-Boulder . Pro-
:terís- aceptación del reto que significa llevar a cabo la misma labor fesor investigador titular del Instituto Manantlá n de Ecología y Conservación
I en la on el conocimiento que se ha acumulado a través del tiempo . de la Biodi versidad de la Universidad de Guadalajara.
~ sig lo Yen ese sentido ha sido criticado el análisis de los restos de
olotes maíz recolectados en las cuevas de Tehuacán . En esas cuevas
canas eron encontrados olotes que quienes los clasificaron atribu- Para leer más ...
:as ac- _'eron a las razas chapalote y nal tel , evidentemente porque son
,io, al- razas primitivas. Así, además de suponer que antigüedad equi- BENZ, B. F. (comp .), Biología, ecología y conservación de/ género Zea. Uni -
males ale a primitivo , los autores de tal clasificación identificaron versidad de Guadalajara , Guadalajara , 1993.
- - - , " On theorigin ,evolution anddispersal ofmaize".en M. Blake (ed.).
lue ya os restos como pertenecientes a esas razas sin presentar prue-
Pacific Larin America in Prehistory: The Evo/urion of Archaic alld Formarj¡'e
Iterior que otros investigadores pudieran evaluar de manera inde- Culrures, State Uni versity Press, Washington , 1997.
lo me- pendiente. No esperamos que un investigador no pueda equi- JOHA NNESSEN, S. , y C. A. Hastorf, Corn and Culrure in rhe Prehistoric Nell'
; años, arse de vez en cuando o que las ideas de alguien no puedan Wor/d, Westv iew Press , Boulder, 1994.
Lo
T ERESA R OJAS RABIELA *
3
S años antes de Cristo en los altiplanos del centro y sur
de México, ya en 1519 se encontraba por todas partes:
en altiplanos y costas, en tierras frías y calientes, secas
y húmedas, desde el nivel del mar hasta los 3 000 msnm, en co-
rrespondencia con el papel que había adquirido como alimen-
pesinos de Mesoamérica.
-..1 to básico en la dieta. Su importancia era tal que sus periodos de Las formas en que el cereal maravilloso se cultivó son razona-
reprod ucción marcaban el tiempo humano, regular y cíclica- blemente conocidas. Para fines tipológicos y analíticos , pue-
mente, hasta el punto en que lo que al maíz afectaba repercutía den agruparse en sistemas agrícolas, considerando tres crite-
en toda la sociedad. El hombre mismo estaba hecho de maíz y rios fundamentales: intensidad agrícola (frecuencia con la que
a menudo la planta se representaba como ser humano, hombre un mismo pedazo de tierra es utilizado), fuente de humedad
o mujer, tal como puede observarse en el Códice Fejérváry- (temporal, riego, humedad) y métodos agrícolas (formas de ma-
Mayer, por ejemplo. nejar el suelo durante el ciclo de producción-descanso de la tie-
Los hombres de maíz lograron extender el cultivo de la plan- rra, sobre todo) . En el tercer rubro, quedan incluidos los instru-
ta por un amplísimo espacio cuyos límites fueron, en primer lu- mentos, las técnicas y métodos agrícolas y el riego. Del uso
gar, de temperatura y humedad: no prosperó más allá de los combinado de los criterios, resulta la di stinción de tres conjun-
3 000 msnm y con al menos 500 a 600 milímetros de lluvia al tos o familias de sistemas agrícolas prehispánicos, cuyas ca-
año, distribuida regularmente. Esas fronteras lo fueron también racterísticas y localización aproximada en el periodo de la con-
de los pueblos agricultores del área. Las razas de maíz desarro- quista se esbozan a continuación.
Chalchiutlicue, la sementera está hecha un lago; el maíz vencido, con Ehécatl o Xochipilli, la sementera semiseca, el maíz doblado, con raíz.
raíz. Códice Fejérváry-Mayer, f. 33r. BNAH. Códice Fejérváry-Mayer, f. 33r. BNAH.
REPROG RAFIA: GERARDQ MONT1EL KlINT I RAíCES REPROGRAFíA; GERAADO MONTIEL KUNT I RAleES
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o Tláloc, la sementera con suelo mullido, el maíz (femenino) crece bien Tonatiub O Xiubtecubtli, la sementera reseca, llena de animales, el maíz
enhiesto. Códice Fejérváry-Mayer, f. 34r. BNAH. requemado, doblado, sin raíz. Códice Fejérváry-Mayer, f. 34r. BNAH.
~RAFIA : GERARDO MONTIEL KLINT I RAleES REPROGRAFIA: GERARDO MONTIEl KLlNT I RAle ES
D Di visión política
D Ríos
GOLFO DE MÉXIco
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OCÉANo PACÍFICO
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Límites de Mesoamérica , según Panl Kirchhoff. Uno de los criterios para definir esta área cultural es precisa mente la existencia de cultivos.
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En la tierra caliente e irrigada de los t1ahuicas (actual valle de Morelos) se cultivaba maíz junto con chile, algodón y frutas.
Códice Florentino, Libro X, f. 136r. BNAH.
con la siembra o cuidado de algunas especies perennes de valor mentadas son los cajetes o pocetas, los camellones y los mon-
económjco en las orillas o en el interior de la parcela. tones, además de los surcos pequeños y grandes para conducir
3. Los sistemas intensivos, la tercera famj lia, se difundieron, el agua a las parcelas. Una de las grandes interrogantes en tor-
en diversas escalas, en casi todo el territorio agrícola de Meso- no a este tipo de sistemas es la de los recursos que permüieron
américa, en tierras altas y bajas, muy asociados con el riego, pero la intensificación. Los dos principales parecen haber sido el rie-
no exclusivamente, pues los hubo de temporal con descanso go y la manipulación de las plantas, más que el per-
corto (de uno a dos años de duración, con feccionamiento de los instrumentos
descanso, en yerbazal). Su distribución de trabajo . La inigación artificial y
coincidía, en general, con el gran macizo el aprovechamiento de la humedad
de los altiplanos central, sur y sureste natural (jugo, riberas) , así como un
de México y Centroamérica. rico conjunto de formas de asocia-
En las laderas fue muy ción y rotación con otros culti-
frecuente la construcción de vos, en especial con frijoles
terrazas y metepantles (te- (que fijan el nitrógeno),
rrazas amplias, con mague- destacan entre los recursos
yes en los bordes), cuya fun-
ción primordial era atrapar y
para la inten sificación del
cultivo del maíz. Más limitada fue la fertili- ..
conservar la humedad. En los zación artificial con desperdicios orgánicos de
valles, algunos de esos sistemas la casa y la parcela (restos de cosechas, plan-
contaron con irrigación y, en los tas arvenses), cenizas, plantas acuáticas, es-
pantanos y zonas mal drenadas, tiércol (humano, de murciélago), lodo, alu-
con diversas formas de rescate de vión y otros, como los nidos de hormiga
suelos mediante zanjas y apilarruen- (zontecuitlatl). Entre las prácticas agrícolas asociadas
to de tierra, vegetación y lodo para a los sistemas intensivos, puede apuntarse el uso de almácigos,
elevar el nivel, lo que daba como re- los desyerbes y aporques, las podas y el desahije. A estos sis-
sultado fajas de tierra levantadas temas corresponde probablemen-
(campos elevados, chinampas). Pareja de campesinos de Cholula, él con un uictli axoquell en la
te el conocido texto de Sahagún
mano y un cacaxtle para cargar. Historia Tolteca-Chichimeca,
Es muy importante hacer destacar f. 39r, ms 46-50. BNAH.
referente al buen labrador. Los
que fue sobre todo en este tipo de AEPROGRAFIA: GEAAAOO MONTIEL KLINT I RAlcES instrumentos básicos eran diver-
sistemas donde el suelo se labró sos tipos de coas o uictlis , de los
en diversos grados, más allá de la que han sido identificados tres:
mera apertura de hoyitos para depositar el maíz. Las formas de uictli de hoja (el más extendido), uictli axoquen con mango
acondicionar la superficie para la siembra que han sido docu- zoomorfo y uictli a manera de pala.
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Cultivo de maíz mediante sistemas intensivos. Siembra
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El buen labrador y el mal labrador con su Ilictli a manera de pala. Cosecha manual. en cajete y escarda hecha con elllictli de hoja. Cosecha
Códice Florentino , Libro X, f. 28v. BNAH. manual. Códice Florelltino, Libro IV, f. 72r. BNA H.
30 / ARQUEOLOG ÍA M EX ICANA
Deidades con hachas. C6dice de Dresde ,p. 32 (65). BNAH.
Ometochtli con un hacha en la mano. Frente a él hay una hachuela para labrar madera. Códice Tudela, f. 31r. BNAH.
32 / ARQUEOLoo fA MEXICANA
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En la ceremonia de petici6n de novia aparece un joven o yope t1apaneca (figura superior derecha) con sus instrumentos de trabajo: hacha, uictli de
boja y mecapalli. Códice Tudela , f. 74r. BNAH.
Las formas de cosechar el maíz eran si milares en todos los Para leer más ...
istemas y sólo variaban en cuanto al desprendimiento de la
ANGULO, Jorge V. , "Water Control and Comunal Labor During the Formati ve
mazorca: con o sin las hojas (totomochtli) , mientras que las fo r- and Classic Periods in Central Mexico (ca. 1000 B.C.-A .D. 650)", Research
mas de almacenar y conservar la preciosa semilla revistieron in Economic Anthropology , Suplemento 7, JAI Press, 1993, pp . 151-220.
muchas variaciones, imposibles de reseñar aquí. ¿ Y los ritos y DOOLlTILE, Willi am E. , Canallrrigation in Prehistoric Mexico. The Sequen-
las ceremonias? Eso es harina de otro costal. ~ ce ofTechnology Change, University ofTexas Press, Austin , 1990.
ROJAS RABIELA, Teresa, Las siembras de ayer . Agricultura indígena del siglo
XVI, SEP/CIESAS, México, 1988 .
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iales por la UIA. Investigadora titu lar del CIESAS, ex directora general del WlLKEN , GENE c., Good Farmers. Tradirional Agricultural Resources Man-
AS; Premio de la Academia de la Investigación Científica 1986 y Premio agement in Mexico and Central America , University of California Press.
Clavijero dellNAH 1985 . Berkeley fLos Ángeles/Londres. 1990.
TÉCNICAS AGRfcOLAS / 33
Evidencia arqueológica
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La domesticación
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Diora ma con escena de aldea agrícola. Reproduce la vida de los habitantes del valle de Tehuacán, Puebla, en la época Agrícola Incipiente,
fase Abejas (3450-2300 a.C.). Sala de los Orígenes. Museo Naciona l de Antropología.
FOTO: MICHEL ZAB~ I RAleES
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Aunque los restos de maíz hallados en los sitios arqueoló- de México y el sur de Guatemala eran menos parecidas ; sin em-
gicos de México fueron muy importantes para reconstruir los bargo, los estudios moleculares indican que otraraza,Zea mays
primeros pasos del proceso de domesticación, cabe mencionar ssp. parviglumis, cuya distribución se limita a una parte de la
que la participación de ciertos investigadores en el estudio de cuenca del río Balsas (norte de Guerrero , este de Michoacán y
los materiales arqueológicos ejerció una profunda influencia oeste del estado de México), tiene una mayor semejanza con
en la dirección que seguiría la interpretación cultural de los él. Además, se observa que esa especie no forma híbridos con
pobladores asociados con esos y otros restos botánicos. Las el maíz, porque no se desarrolla en las cercanías de las milpas.
ideas del Dr. Paul C. Mangelsdorf, por ejemplo, fueron decisi- Cabe mencionar que esos estudios más recientes indican que
vas para llegar a la conclusión de que en el valle de Tehuacán la semejanza morfológica entre el maíz y el teocinte de la raza
se tenía una secuencia completa , desde el maíz silvestre hasta Chaleo se relaciona más bien con el hecho de que ambos se
las variedades encontradas por los españoles al llegar al terri- han adaptado a las mismas condiciones ecológicas en ciertas
torio mexicano. áreas. También es interesante hacer notar que , aunque el teo-
Antes del descubrimiento , entre 1948 y 1949 , de restos de cinte tipo ChaIco y el maíz comparten su hábitat, los estudios
maíz en la cueva del Murciélago, en Nuevo México , se pensa- moleculares indican que intercambian poco material genético.
ba que el culti vo de la planta era reciente y que quizá se había
iniciado unos mil años antes del comienzo de nuestra era; si n CLASIFICACIÓN DE LAS RAZAS DEL MAÍZ
embargo, el fechamiento al radiocarbono de fragmentos de
carbón asociados con los estratos donde fueron encontrados La forma de clasificar la gran variabilidad observada en el maíz
los restos de maíz sugirió una antigüedad de entre 3 000 y 5 000 ha influido en la identificación de los restos arqueológicos y,
años. Mangelsdorf, uno de los más recon oc idos especialistas por consiguiente , en su interpretación . Durante los años cua-
en el maíz, fue invitado a estudiar esos materiales botánicos ar- renta y cincuenta , se desarrollaron esquemas en los que se pos-
queológicos . En 1949, cuando R. S. MacNeish empezó a ha- tularon relaciones fi logenéticas entre los tipos con base en la
llar restos de maíz en sus primeras excavaciones en la sierra de descripción de las características visibles de la mazorca: tama-
Tamaulipas, también solicitó el apoyo de Mangelsdorf. Y, más ño , número de hileras , forma , tamaño y color de los granos,
adelante , cuando la búsqueda de la cuna del maíz domesticado etc. , como fue el caso , por ejemplo , de la clasificación estable-
fue uno de los objetivos explícitos de su investigación y Mac- cida para el maíz mexicano por Wellhausen y sus colaborado-
Neish inició su ahora famoso proyecto interdisci plinario en el res (P. C. Mangel sdorf entre ellos). La identificación de los res-
valle de Tehuacán, Puebla, la colaboración de Mangelsdorf fue tos arqueológicos de Tamaulipas y, especialmente, el valle de
decisiva una vez más . Tehu acán se basó en esa clasificación, así como en el concep-
Mangelsdorf sostuvo que el maíz cultivado es descendiente to evolutivo propuesto por Mangelsdorf.
de una fo rm a si lvestre del maíz palomero , ya extinta, cuyos Con todo , debe hacerse notar que las características men-
granos estaban envueltos en glumas , es decir pequeñas hojas o cionadas se encuentran sujetas a procesos de selección cultu-
valvas. Inicialmente consideró que el maíz primitivo más anti- rales, según las preferencias de las poblaciones humanas de las
guo de la secuencia descubierta en Tehuacán correspondía a diferentes regiones. En estudios más recientes se ha podido de-
esa forma silvestre y planteó que la hibridación de una gramí- mostrar que la variabilidad genética del maíz se relaciona es-
nea silvestre del género Tripsacum con el maíz produjo ellla- trechamente con los factores ecológicos asociados a la altura a
mado teocinte , otra gramínea si lvestre con muchas semejan- que se cultiva, como la duración del periodo de crecimiento de
zas morfológicasconel maíz ; sinembargo ,otros investigadores las plantas, la temperatura y la humedad. Con base en esos fac-
notaron que el teocinte y el Tripsacum no formaban híbridos, tores y en la inclu sión de los resultados de los estudios mole-
ni en el laboratorio ni en la naturaleza, aunque compartiesen el culares, se ha propuesto una clasificación más apropiada (véa-
mismo hábitat. se el artículo de Bruce Benz en este número), la cual facilita el
Otros in vestigadores , especialmente W . C. Galinat y G . lento proceso de delinear los procesos prehispánicos de culti-
Beadle , insistieron en que la relación entre teocinte y maíz iba vo y diversificación del maíz.
más allá de las semejanzas morfológicas y se dieron a la tarea
de estudiar ambas plantas en detalle . Plantearon que el teocin- R ESTOS ARQUEOLÓG ICOS
te es el ancestro del maíz, aunque este último hubiera existido
alguna vez en fo rma sil vestre . Desde los años setenta , esta po- La conservación del maíz en contextos arqueológicos varía am-
sición es la más aceptada actualmente y se basa en varios fac- pliamente y a menudo se dificulta el reconocimiento de los atri-
tores: hibridación libre y frecuente en la naturaleza; un núme- butos que permiten una identificación racial , en especial cuan-
ro igual de cromosomas con estructura igual ; semejanzas do los restos constan de fragmentos carbonizados. En México.
anatómicas; y semejanzas entre el polen . Investigaciones aun algunos sitios contaron con grados de preservación excepcio-
más recientes basadas en estudios moleculares han permitido nales, como las cuevas y abrigos excavados por R . S. MacNeish
plantear cuál de las especies de teocinte es el ancestro del maíz en Tamaulipas y en Tehuacán, Puebla; en la mayoría de los si-
y precisar las relaciones entre las dos plantas . tios, no obstante, los restos son fragmentario s y generalmente
Durante muchos años se consideró que la raza de teocinte están carbonizados .
conocida como Chaleo , autóctona de la cuenca de México , era Como mencionamos con anterioridad , algunos de los espe-
la m~s cercana al maíz, mientras que otras razas del occidente CÍmenes tempranos de maíz recuperados de las cuevas de
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Metate y mano.
El primero es de
procedencia
desconocida. Época
Agrícola Incipiente
(7000-2300 a.c.).
34 x 59 cm. La segunda
proviene de Tehuacán, Puebla.
Época Agrícola Incipiente
(7000-2300 a.C.). 23 cm de largo
por 6.4 cm de diámetro. Sala de los
Orígenes. Museo Nacional de Antropología.
FOTO: MICHEL ZABÉ ' RAicES
DOEBLEY ,J., " Molecular ev idence and the domestication of maize" , Economic
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Zona arqueológica de Teotihuacán. Fase Tzacualli Temprano. Ca. 4 cm. eds ., INA H-UNAM-Porrúa , Méx ico, 1994, pp . 209-246.
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y el origen de la agricultura
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ÁNGEL GARCÍA COOK *
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R. S. MacNeish en una excavación del Proyecto Arq ueológico-Botánico Ayacucho·Huanta (PABAH), en Perú (1970).
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Escribir sobre Richard Stockton MacNeish es hacerlo sobre el origen rr
de la agricultura, los proceso's de domesticación de las plantas y el te
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inicio del sedentarismo en México, Centroamérica y América t~
40 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
acido en Nueva York el 29 de abril de 1918, desde cava la cueva Santa Marta , en Chiapas, donde finalmente en-
RICHARD S. MACNEISH /4 1
R. S. MacNeish, de perfil, extrema izquierda, en las excavaciones Ángel García Cook y R. S. Mac Teish en la cueva Jaywa , en Perú ,
de la cueva Coxcatlán (PAUT, 1961 ). (I'ABAH,1970).
la civilización en Mesoamérica. Se propuso que la investiga- motivo de la casualidad , si no de la intensa búsqueda para en-
ción fuese interdisciplinaria , para tratar de aprovechar la des- contrar una región con las características previamente defini-
treza de especialistas de todos los campos científicos apropia- das , como se apuntó líneas atrás , por lo que los resultados sólo
dos. Los objetivos básicos inmediatos fueron: encontrar y ex- podían ser como los describe el propio MacNeish en la intro-
cavar una serie de sitios arqueológicos estratificados que con- ducción al volumen 1 de The Prehistory ojthe Tehuacan Val-
tuvieran restos de plantas y animales preservados que hubie- ley: "Encontramos más sitios , más estratigrafía , más artefac-
sen sido usados como alimento por las gentes que habitaron tos, más materiales orgánicos preservados de lo que cualquiera
esos sitios; establecer una cronología, relativa y absoluta , para de nosotros [Byers , Johnson y él] hubiese podido imaginarse" .
el valle de Tehuacán; reconstruir, tan completamente como fue- No sólo se logró establecer una amplia secuencia cultural de
ra posible, los cambios en los patrones de subsistencia y apro- más de 12000 años , sino que se obtuvo una vasta información
vechar esa información para tratar de entender el problema del sobre el origen , domesticación y cultivo de algunas plantas
origen y desarrollo de la agricultura en el Nuevo Mundo; re- -maíz, frijol, calabaza, chile , amaranto , agave , aguacate , ci-
construir el patrón cultural de cada fase de la secuencia com- ruela , zapote , etcétera- , información que ofreció pruebas con-
pleta de Tehuacán; y comparar la secuencia de Tehuacán con cretas y en muchos casos transformó los planteamientos teóri-
secuencias semejantes establecidas en otras partes del mundo cos que se tenían sobre el particular hasta ese momento. La
con la intención de conocer cómo se desarrolló la civilización recuperación de más de 100000 ejemplares botánicos, entre
y por qué fue dicho desarrollo. ellos más de 23600 restos de maíz, proporcionó las pruebas ne-
Así fue como Richard S. MacNeish -quien entre sus hono- cesarias para aclarar el origen y evolución de esa planta bási-
res cuenta el de haber sido Campeón de los Guantes de Oro , en ca. La observación y el estudio directos de la vasta documen-
Binghamton , Nueva York , en 1938 , y el de haber sido nomina- tac ión vegetal recuperada han permitido que se logren grandes
do por el gobierno y la ciudad de Tehuacán en 1985 para reci- avances en diversos campos , aclarando interrogantes en algu-
bir la Orden del Águila Azteca que otorga nuestro país a los nos casos y planteando nuevas hipótesis en otros .
personajes distinguidos (honor que correspondió aBara Milu- Del maíz (Zea mays) se encontraron 12 razas diferentes, al-
tinovic)- se colocó en el umbral de la historia del descubri- gunas de las cuales se originaron hace 7 000 años ; del frijol fue-
miento del origen del maíz y de otras plantas domesticadas por ron cinco especies (y cinco variedades) las recuperadas; y de
el hombre en su proceso hacia la sedentarización y rumbo a la calabazas fueron seis especies diferentes las obtenidas; ade-
creación de grandes civilizaciones. Si bien es cierto que sus ha- más, se obtuvo información y especímenes de otros elementos
llazgos en el Yukón , Canadá, sobre la presencia del hombre pri- botánicos: aguacate , cacahuate , ciruela, guayaba , zapote , to-
mitivo en América y sus trabajos sobre prehistoria , tanto en Es- mate , chile, agave, amaranto y algodón , entre otros.
tados Unidos como en Canadá y México , lo dieron a conocer, En "Enviroment and subsistence", publicado en el primer
fueron sus trabajos en Tehuacán los que llamaron la atención volumen de The Prehistory ojfhe Tehuacan Valley, MacNeish
del mundo antropológico sobre ese gran investigador. ap unta:
Las investigaciones del Proyecto Arqueológico-Botánico
Tehuacán son el resultado de un programa cabalmente preme- Aun partiendo de nuestros pobres datos , un hecho es evidente :
ditado , cuyos planteamientos y gestión llevaron varios años; hubo múltiples orígenes de la agricultura en el Nuevo Mundo . Se
por lo demás , la selección del área para su realización no fue ha reconocido también que no hubo un solo desarro llo unilineal de
11- la ag ricultura en algú n lugar, sino una serie de pequeños procesos Huanta (PA BAH) se llevó a cabo en la sierra peruana entre 1969
lI- de domesticación de plantas en muchas regiones que estimul aron y 1973. La idea básica era que , con los resultados de las inves-
la y co ntribu yeron a la evolución de la agricultura sob re una exten- tigaciones , se llevara a cabo un estudio comparativo entre am-
0- sa área. bas regiones que permitiera hacer algunas generalizaciones so-
11- Se tiene la impresión de que el desarrollo de la civi li zación y la bre el surgimiento de la civilización misma, al menos en el caso
c- más efecti va producción de a lime ntos en Mesoamérica no se de- del Nuevo Mundo . Para la realización del proyecto , se estable-
ra ben a una sola evolución de fases de desarrollo de cultura y subsis- cieron también las características y condiciones básicas del área
tencia, sino más bien a una serie de procesos co ncomitantes de di- que debía seleccionarse. Aunque, una vez llevado a la práctica
:le ferentes zonas ecológicas que interactuaron y se estimularon entre el nuevo programa de investigaciones , no se encontró tanto ma-
5n sí, de tal manera que influ yeron e n e l desarro llo cultural e incre- terial orgánico preservado como el que se obtuvo en el valle
as mentaron la efecti vidad de la producción de alimentos. En efecto, de Tehuacán, sus resultados fueron también satisfactorios y de
; 1- ¿no es esa forma de proceso si mbi ótico , entre agricultura y cultu- gran ayuda para la comprensión del origen y domesticación
n- ra , uno de los procesos causales que permitieron un incremento de algunas plantas y animales en esa región de América.
rJ- efectivo de la producción de alimentos y diero n origen a la civili- Las publicaciones y análisis comparativos no se hicieron
~a zación en Mesoa mérica? 1... ] Además ,¿no es ese proceso sim bió- espe rar y, en la actualidad, con la intención de establ ecer le-
:re ti co [ ... ] e l mismo que debe haber asumido el desarrollo en otras yes de desarrollo para el conocimiento de la domesti cac ión de
le- áreas de civilización primaria , tales como las del Cercano Oriente, las plantas, del origen de la agricultura y del surgimiento de las
SI- Perú y aun China? grandes civilizaciones , Richard S. MacNeish se encuentra efec-
n- tuando un programa de investigación semejante al del valle de
les Los ANDES CENTRALES Tehuacán y al de Ayacucho-Huanta en el Continente Asiático ,
~ u- en el norte de la República de China. ~
Con base e n la experiencia, hallazgos y resultados obtenidos
al- en el Proyecto Arqueológico-Botánico Tehuacán , MacNe ish
Je- -quien en la actualidad cuenta con alrededor de 350 publica- *Arq ueólogo. Maestro en Ciencias Antropológicas . In vestigador del INAH.
de ciones , en su mayoría sobre el hombre prehistórico en Améri- Miembro del SNl. Participó en el Proyecto Arqueológico-Botánico Tehuacán
yen el Proyecto Arqueológico-Botánico Ayacucho-Huanta . Director del Pro-
le- ca y sobre temas relacionados con la domesticación de las plan- yecto Arqueológico Cantona .
tos tas y el origen de las civ ilizaciones, tanto en el Nuevo Mundo
to- como en general- se lanza a la reali zación de otro programa de
investigación , también de carácter interdi sciplinario y de al- Para leer más ...
ler cance semejante al de Tehuacán , en la altiplanicie de los An-
ish des centrales, en Pe rú . MacNeish se propu so la ejecución de GARCÍA COOK, Ángel , "El proyecto Arqueo lógico Botánico Tehuacán" , en
ese proyecto porque se trata de otro antiguo centro del Conti - María de la Luz del Vall e Berrocal (coord.), La antropología en México. Pa -
nente Americano en el que otras plantas y algunos animales norama histórico, vol. 5, colección Biblioteca del INAH , INAH, México, 1988,
pp . 179-199.
lte: fueron domesticados y en el que también se desarrolló una gran - - -, "La arq ueología en Puebla", en Carlos García Mora (coord. ), La an-
Se civilización antes de la llegada del colonizador europeo. tropología en México. Panorama histórico, vol. 14 , colección Biblioteca del
lde El interesante Proyecto Arqueológico-Botánico Ayacucho- INAH , INAH , México, 1988, pp. 393-442.
RlCHARD S. M ACNEISH / 43
Los rostros de un cereal
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Hachas en las que se esgrafió el dios D de los olmecas y motivos relacionados con el maíz y la vegetación. Provienen del Montículo A 2 de La Venta,
Tabasco. Preclásico. Jade. a: 14 x 7.5 cm; b: 13.8 x 7 cm; c: 14.2 x 7.2 cm. Cultura olmeca. Sala del Golfo. Museo Nacional de Antropología.
FOTOS; GERAROO MONTIEL KUNT I RA feES
Personaje con atributos de Tláloc y planta de Personaje con planta de maíz en la mano. Monumento 1. Proviene de El Viejón, Veracruz.
maíz en la mano. Códice Magliabechi, f.34r. Preclásico. Andesita. 375 x 175 cm. Cultura olmeca. Museo de Antropología de Xalapa,
BNAH. Veracruz. FOTO: MARCOANTONIQ PACHECO I RA1CES.
Germinación del maíz de un glifo ka1l sembrado por Chac, dios maya de Dios maya del maíz con tocado y ofrenda formada por el glifo ka1l.
la lluvia. Códice Madrid, p. 28b. BNA H. Códice Madrid, p. 68a. BNAH.
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Glifo y rostros del dios E, identificado como deidad del maíz en los códices mayas, según Paul Schellhas. DIGrTAllZACIÓN, RAlc ES
48 / ARQUEOLOGfA MEX1CANA
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Dios E, escultura
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Glifo del dios del maíz en un
vaso de cerámica del Clásico
de Mayapán. Temprano.
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Planta de maíz idealizada como Axis mundi, según Alfred P. Maudslay. Talla en el Templo de la Cruz Foliada.
Zona a rqueológica de Palenque, Chiapas.
EL DIOS DEL M A (Z / 49
Planta de maíz idealizada como Axis milI/di. Códice Borgia, p. 53. RNAH.
Por otra parte, fuera de los perros con mazorcas de maíz en la boca procedentes de Colima, cono-
cemos muy poco sobre las imágenes de esa deidad en las culturas del Occidente de México , pero ,
según José Alcina, Uinturópatin es un nombre tarasco del dios del maíz.
la planta y, aunque estilizadas, es factible reconocerlas por las espigas (flor masculina)
y las mazorcas (flor femenina) siempre presentes. Del Códice Vindobonensis, se ha di-
cho de dos mujeres con los nombres calendáricos de 5 Pedernal y 7 Pedernal que po-
drían ser dos diosas mixtecas relacionadas con el maíz , pues la espiga de la planta emer-
ge de sus tocados .
Perro con mazorca entre los dientes. Proviene de Colima. Clásico. Cerámica. 20 x 30.8 cm. Sala de Occidente.
Museo Nacional de Antropología. FOro, MARCO ANTONIO PACHECO I RAlcES
52 / ARQUEOLOG!A M EXICANA
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'"
Personaje mixteco sentado en medio de un cincalco o milpa. Códice Vindobonensis, Señora 1 Muerte entre dos plantas de maíz.
p.ll. BNAH. Códice Nuttall, p. 19. BNAH.
Las señoras 7 Pedernal y 5 Pedernal, posibles diosas mixtecas del maíz. Códice Vindobonensis, p. 12. BNAH. REPROGRAFIA' OERARDOMONTtElKUNT RAleEs
Así, Chicomecóatl, como diosa de todos los sustentos, de al- tonalpohualli. La fecha de nacimiento de la deidad fue el día tol
guna manera también se relaciona con el maíz, pues una carac- ce xóchitl (uno flor) y su rumbo cardinal era el occidente, con-
terística de sus representaciones es la de portar mazorcas de di- siderado como la tierra del maíz. m;
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ChicomecóatI o CinteocíhuatI con mazorcas en el tocado, la espalda CintéotI-Xochipilli con mazorcas en las manos y la espalda.
Códice Borbónico, p. 36. BNA H. b
y las manos. Códice Vaticano A, f. 44r. BNAH.
REPROGRAFrA: GERARDQ MQNTIEL KLlNT I RAfeES 11
REPAOGRAFIA: GEAAADO MONTIEL KLINT I RAicES
Chalchiuhtlicue con mazorcas en el tocado. Proviene de la ciudad de Xilonen. Escultura mexica de basalto. Procedencia desconocida.
México. Posc\ásico. Piedra. 36 x 20 cm. Cultura mexica. Sala Mexica. Posclásico. Piedra. 19 x 13.4 cm. Cultura mexica. Sala Mexica.
Museo Nacional de Antropología. FOTO, GERAROOMONTIELKUNT I RA lcES Museo Nacional de Antropología. FOTO MARCOANTON IO PACHECO I RAlcES
CON C LUSIÓN
Pa r a leer más . ..
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tees for Harvard Un iversity. Stud ies in Pre-Columbian Art and Archaeology . México. Posclásico. Piedra. 40 x 16 cm . C ultura mexica. Sala Mexica.
núm. 32 , Washington D. c., 1992 . M useo Nacional de Ant r o pología_ FOTO GERAROOMONTIElKUNT RAicES
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Rezos de mediodía durante la época de siembras. C ruz del Calvario, San Mateo Ixtatán, Guatemala.
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0- Valle de Amatenango, Guatemala.
CHIAPAS
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HONDURAS
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EL SALVADOR n
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Lugares en los que sobrevive el mito del origen del maíz.
hombres antes de conocer las mazorcas y los granos también dor de este pueblo , al recoger los granos que le correspondie-
varían: pueden sufrir hambre o sólo alimentarse de frutas y pa- ron, los envolvió en hojas de árboles, mientras que los otros an-
pas, de raíces, yerbas , patashte ("cacao de monte") , semillas cianos lo hicieron en pañuelos ."
de ramón y teocinte (especie de maíz silvestre) . Los animales
que intervienen son preferentemente el cuervo y una especie EL ORIGEN DEL MAÍZ EN SAN ILDEFONSO IXTAHUACÁN
de hormigas grandes y coloradas llamadas zompopos; también
gatos monteses , zorros , el pájaro carpintero y , en alguna oca- "Los antiguos señores se alimentaban comiendo de una planta
sión , la tortuga o insectos como el piojo y la pulga. La mayoría llamada txetxina , que los ladinos llaman ' madre maíz' (teocin-
de los hombres son campesinos, en contados casos aparece una te) . No comían maíz y pasaban grandes penas . En una ocasión,
mujer yen Santa Cruz Verapaz un héroe legendario llamado uno de esos señores vio a un gato montés comiendo unas cosi-
Quiché Winak. Un rayo es invocado para taladrar la roca que tas amarillas y se lo fue a contar a los otros ancianos . Entonces
esconde las mazorcas y éstas son nombradas "corazón de maíz", se juntaron para ir a ver al gato y preguntarle qué cosa era lo
"padre maíz", "madre maíz" o "padre-madre maíz" . Una vez que comía tan gustoso , y él les dijo que eran granos de maíz que
distribuida la semilla , del respeto y cuidado que se le otorgue acarreaba de una cueva en la montaña. Los viejitos pidieron al
dependerá la calidad que tengan las futuras mazorcas: gato que les mostrara el lugar. Que estaba bueno , les contestó
"Pero no en todos los lugares recién poblados se cosechó el animalito .
buen maíz , pues únicamente en Jacaltenango es en donde , has- "Los señores no podían acompañar al gato montés, porque
ta la fecha , el maíz es de calidad, por motivo de que el funda- era muy rápido para correr, y por ello designaron a un piojo
60 / ARQUEOLOGíA M EXICANA
San Andrés Larráinzar, Chiapas.
para que lo acompañara. El piojo subió sobre el lomo del gato, roca se abrió. Según contaron los abuelos, el retumbo se oyó
pero no soportó las sacudidas de su cuerpo y cayó al suelo. No en todos los municipios de Huehuetenango, y convocaron a los
pudo darse cuenta de qué rumbo tomó el gato y desconsolado principales de cada pueblo a venir a ver el milagro: adentro de
regresó . Los ancianos dispusieron que una pulga acompañara la cueva estaban las mazorcas acomodadas en redes con su me-
al animal en un nuevo intento. Como éste corría sobre las pie- capal, listas para que las condujeran a sus casas . Entonces or-
dras y los troncos , también la pulga se desprendió , cayendo al denaron los señores que cada pueblo tenía derecho a llevarse
suelo, pero, más lista que el piojo, de un gran brinco se prendió una red, pero que guardaran los mejores granos para semilla y
nuevamente de los pelos del gato, asiéndose fuertemente, y lle- que les brindaran cuidado. Al recolectar la cosecha que se vino
garon a una roca que tenía un pequeño agujero en donde el mish rechula , ya no comieron txetxina para alimentarse, solamente
sació su apetito con los granitos amarillos. La pulga regresó a maíz ." ~
)- contar lo que había visto .
"Los señores principales de los pueblos le pidieron a la pul-
ga que los guiara, y constataron que era verdad, pero, como el *Carlos Navarrete . Guatemalteco. Maestría por la ENA H.lnvestigador del Ins-
agujero era muy chiquito, no les fue posible penetrar al inte- tituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM . Ha trabajado principal-
mente en el área maya en Chiapas y Guatemala. Ha publicado numerosos li-
rior. Buscaron entonces a los pájaros carpinteros para que con bros y artÍCulos al respecto. Premio Chiapas 1984.
ta su fuerte pico ampliaran la abertura de la roca, cosa que no con-
il - siguieron por la dureza de la piedra. Lo único que lograron fue
D. sacar con su largo pico unos granos de maíz que allí mismo se
,1- comieron.
Para leer más ...
~ "En vista de que los pájaros carpinteros fallaron en su inten-
lo to por abrir la cueva, los señores acudieron al 'rayo blanco ' para B ÚCARO MORAGA, Jaime Ismael (ed .) , Leyendas, cuentos y fábulas indígenas.
le que él con su poder lo lograra , pero , a pesar de que descargó Instituto Indigenista Nacional , Guatemala , 1959.
al toda su fuerza, apenas le abrió una grieta a la piedra, por la que NEUENSWANDER, Helen L. , y Dean E. Arnold (eds .), Estudios cognosciril'Os del
tó tampoco cabía un hombre . Los señores optaron por llamar al sur de Mesoamérica, Guatemala , 1975 .
REclNos, Adrián (ed.), Popal Vuh. Las antiguas historias del Quiché, FCE. Bi-
hermano menor del 'rayo blanco ', el 'rayo colorado '.
blioteca Americana , México , 1947.
le "El pequeño rayo se rió de su hermano y, para demostrarle SHAW, Mary (ed.), Según nuestros antepasados . .. TexlOsfolklóricos de Gua-
jo que era superior a él , lanzó una descarga con toda su furia y la temala y Honduras, Instituto Lingüístico de Verano , Guatemala. 1974.
Las tortillas
calientes,
patrimonio
cultural
VICTORI A N OVELO*
62 I AR Q UEOLOGÍA MEXICANA
(9/ WllIHIO.L SYl
"H"NI! "saJOpapil.l¡D SI/S! OJ!Xi!W ua "Or
ntre tantas otras cosas -materiales y espirituales- que Hablar de tortillas en México es referirse a múltiples tradi-
Tortilleras. Litografía de
Claudio Linati, en Costumes civiles,
militaires et religieux du Mexique, dessinées
d'apres nature. BNAH.
REPAOGRAF fA: GERAADO MONTIEL KLINT I RAfeES
64 / ARQUEOLOGíA MEXICANA
~9 / SVlll.DIOJ. sVl
EL GRANO MILAGROSO producto de alguna transformación , convertirse en sopas ,
enchiladas, chjlaquiles , enfrijoladas, dobladitas , sopes, quesa-
Desde antes de la llegada de las hortalizas europeas, como el dillas , tostadas , totopos, tacos, flautas, panuchos , salbutes, pa-
ajo, la lechuga , la col y el nabo , en el territorio hoy mexicano padzules, codzitos, chalupas , memelas, bocoles , tlacoyos, gor-
se comía infinidad de vegetales , los ditas, pelli zcadas , huaraches y varios
que , agregados a los productos anima- etcétera.
les, conformaron una dieta cuyos pla-
tillos se podían envolver, mezclar, di- "HECHAS A MANO"
luir o machacar con algún deri vado del
grano milagroso o maíz. Hacia fines La mayor parte de las tortillas que se
del siglo XV II , Francisco Hernández consumen en México salen de las má-
enlistó 17 tipos de atole s y, por su par- "' quinas tortilladoras que desde finales
te , los cronistas describieron los tipos ~ del siglo pasado empezaron a ser in-
de tortillas comunes que encontraron, ~ ventadas para mecanizar una tarea que
así como las que figuraban en las me- ~ absorbe una buena cantidad de horas-
~
sas de los poderosos y que entonces !i mujer en las casas. Esos inventos, to-
como hoy eran famosas por su sofisti- ~ dos mexicanos por cierto y producto
cación y riqueza . Las buenas familias ~ de una rica imaginación que ha dado
de principios de siglo, como los seño- .~ lugar a ingeniosas máquinas , no han
res mexicas , preferían las tortillas del- fu L._---------------~ desplazado a la tortilla hecha a mano:
gaditas y bl ancas que se apilaban en- ~ siguen ex istiendo tortilleras a domici-
Mujer moliendo maíz. Códice Florelltino ,
tre servilletas finas . Libro X, f. 38r. UNA H.
lio y las que venden por docena en los
La alimentación con maíz está ba- mercados, as í como , desde luego , una
sada en dos maneras principales de ampl ia capa de amas de casa que , con
usarlo : como elote tierno y como productos derivados a partir un trabajo , utensilios y técnicas que parecen salidos de los an-
de una masa que se prepara con los granos secos , que pasan por tiguos códices, producen el principalísimo alimento , colabo-
un proceso de nixtamalización y molienda. Con rando a la supervivencia de su familia y también a la de los po-
la masa se elaboran innumerables gui- llos, pericos , penos y puercos que rondan los patios de las casas.
sos, pero, sobre todo , tortillas. És- Los procesos domésticos de elaboración de la tortilla son
tas pueden ser simplemente eso , bás icamente el manual tradicional y el semimanual ,
tortilla s , o, bien , como que se hace con artesanales tortilladoras de
bi sag ra (de madera o metal) , llamadas
también "de aplastón" y "de bola" .
En ambos casos, las tor-
tillas se cuecen en
Los procesos domésticos para elaborar tortillas son el manual tradicional y el semi manual, que se hace con artesanales tortilladoras de bisagra llama-
das también " de aplastón" y " de bola". Izquierda: Máquina de metal para hacer tortillas fabricada a principios de este siglo. Derecha: Máquina para
hacer tortillas fabricada de madera de mezquite. Ambas:Colección particular. FOTOS' GERAA DO MONTIEL KLlNT I AAICES
68 / ARQUEOLOO(A MEXICANA
Máquina tortilladora de rodillos laminadores inventada
por Antonio Boué en 1930.
t;;::.
Máquina tortilladora Verástegui diseñada en 1954.
70 / ARQUEOLOG íA MEXICANA
Operarios de una máquina automatizada para la elaboración de La producción industrial de masa de maíz y tortillas a menaza a los
turtillas. Barrio de Xaltocan, Xochimi\co, Distrito Federal. sistemas tradicionales de fabri cación.
para formar una tortilla compacta. La cortina de masa la corta maíz los consumidos quienes perciben ingresos altos , mien-
otro rodillo con cortador y las tortillas crudas son co nduc idas tras que la población que los inventó los co me únicamente en
al cocedero por una banda de malla de alambre. Las máquinas ocasiones ceremoniales de la comu nidad y de la famil ia. Ac-
tortilladoras más com unes tardaron más o menos quince años tualmente ,como patrimonio cultural ycreación popular ,el maíz
en conqu istar el mercado, es decir , en reproducir en forma me- y la tortilla siguen s iendo motivo de batallas : los campesinos
cánica y eficaz un proceso manual de miles de años de exis- productores contra los precios bajos y la importación, los con-
tencia. sumidores , por la tortilla caliente y barata. La fuerza de la cul-
tura lleva las de ganar. !21'
LA TORT IL LA: PATRIMO NIO CULTURAL
LAS TORTILLAS / 71
El maíz en los mitos mesoamericanos
De elemento creador
a sustento vital
TOMÁS P ÉREZ S UÁREZ
CÓMO APARECIÓ EL MAIZ ENTRE LOS HOMBRES "Ahora, el significado del me-
cate que sirvió para castigar la hor-
na versión contemporánea sobre el origen del maíz, miguita, sirve para tejer red que to-
MITOS /73
• •
nada pieza era un "sombrero" o no. Final-
mente, Zelia Nuttall presenta sus observa-
ciones al Congreso de Americanistas cele-
brado en París en 1895 e identifica la pieza
del Museo Etnográfico como un quetzala-
panecaiotlo penacho de plumas de quetzal
y describe sus características plumarias y or-
namentales.
La descripción es tan clara que se identi-
fica la pieza del Museo Etnográfico con la
mencionada por Cortés en su Primera carta
de relación , sobre todo tomando en cuenta
las llamadas " torrecillas" de oro que presen-
ta. De esa manera , desaparecen las dudas
acerca de que lo mencionado por Bernal Díaz
del Castillo, Sahagún y en el inventario ane-
xo a la Carta de relación de 1519 no fuera lo
correcto.
Por otro lado , Hochstetter mencionó en
1878 que en el Palacio Belvedere había una
OTlW QUETZALAP,INECAlOTL En 1563 , el archiduque Ferdinand es pieza plumaria a la que se hacía referencia
EN VIENA nombrado gobernador del Tirol e instala , en como "ropaje" y que él llegó a ilustrar de ca-
su reconstruidocastillodeAmbras ,su yacre- beza.
A fines del siglo XIX , Teobert Maler dio a co- cida colección. Basta voltear el grabado para reconocer,
nocer en México la noticia de que el doctor Según Nuttall , el archiduque muere en sin lugar a dudas , que la pieza es otro quet-
Hochstetter, profesor de la Escuela Politéc- 1576, año en el que se hace un inventario de zalapanecaiotl. Lo anterior lleva a pensar
nica de Viena , descubrió entre los objetos de su colección , en la cual aparece una pieza que la polémica sobre la correcta identifica-
la Colección Ambras, depositados en el Pa- plumaria descrita como "sombrero". ción del penacho pudo deberse a qu e se re-
lacio Bel vedere, uno extraño, hecho con plu- En 1590 , se adquiere la Colección Mont- fería a piezas diferentes.
ma~ de quetzal. fort, que también contiene objetos de pluma Tal confusión la tuvo también Vaillant,
El lote de piezas de la colección formó par- y aumenta el Fondo Ambras . quien publicó la fotografía del ejemplar del
te de otra que iniciara el archiduque Ferdi- En 1590 y 1630 se hacen inventarios en Palacio Belvedere (Viena 11) como corres-
nand , sobrino del emperador Carlos V de Ale- los qu e sigue apareciendo el mencionado pondiente a la pieza del Museo Etnográfico
mania , quien debió recibir como obsequio de "sombrero" . (Viena 1).
su tío parte de los objetos erróneamente des- En el siglo XIX, la colección fue traslada- Hoy tenemos la certeza de que existen en
tinados al Quetzalcóatl redivivo y que remi- da al Palacio Belvedere , en Viena; en 1880 Viena dos que1zalapanecaiotl, de los cuales
tiera Cortés a su rey don Carlos , a quien le una parte de la misma pasó al Departamen- desde 1519 existe una descripción muy pre-
fueron entregados en Valladolid, en la pri ma- to de Antropología y Etnografía del Museo cisa para el del Museo Etnográfico (número
vera de 1520 . de Historia Natural , que en 1928 se trans- 7 del inventario anexo de la Primera carta
El envío , con muchos visos de cohecho, formó en el actual Museo Etnográfico de de relación) y varias algo vagas para el del
fue remitido en julio de 1519 con los procu- Viena. Palacio Belvedere (Primera carta de rela -
radores Portocarrero y Montejo; el ob ispo de A ese museo van a parar piezas como el ción , de Cortés, e Historia general de las
Burgos , presidente del Consejo de lndias ,en- mencionado penacho , un chimalli con la efi- cosas de Nueva España , de Sahagún).
carceló a ambos y decomisó el tesoro y los gie de Ahuízotl y varios abanicos . Aunqueson similares y casi iguales en ta-
documentos de entrega. y seguramente ahí empezaron los equí- maño, el Viena 1 se caracteriza por sus orna-
Fue sólo hasta la primavera de 1520 cuan- vocos , ya que surgió una polémica entre mentos de oro en forma de "torrecillas" y el
do lograron entregar al rey don Carlos , en la Hochstetter y Seler, por una parte, y Zelia Viena n por sus plumas de guacamaya de co-
Corte de Valladolid , la copia de la Primera Nuttall, por la otra , acerca de si la mencio- lor rojo.
carla de relación y el tesoro de Quetzalcóatl , Ambos penachos están deteriorados por
algo mermado. el pasodel tiempo , pero afortunadamente sus
Podemos conjeturar que el tal tesoro de- ornamentos de oro permanecen intactos ,
bió causar gran admiración entre los reales cosa que no sucedió con la máscara de Quet-
cortesanos y que buena parte se envió a Gan- zalcóatl-Ehécatl que se describe como "ca-
te , de donde pasó posteriormente a Alemania beza de caimán" y que aparece aún en el in-
y Austria. ventario de 1730 de la Colección Ambras.
Siempre en el campo de las conjeturas , po- Esperemos que las "ex ploraciones ar-
demos imaginar que las bellas piezas fueron queológicas" en las bodegas del Palacio Bel-
admiradas por el archiduque Ferdinand, de vedere nos brinden gratas sorpresas sobre
quien , por Zelia Nuttall , sabemos que era un otras piezas de la ornamentación de Quet-
entusiasta coleccionista y que recibió algu- zalcóatl.
nos objetos de fina pluma , gracias a los cua- Penacho o quetzalapanecaiotl, Viena n (Palacio
les dio inicio a su famosa colección. Belvedere). Francisco González Rul
NOTICIAS /75
Reseñas =.::...--
Inventario antropológico. otorgados durante el año en las Presencia de la comida esenciales del hombre, la comi-
Anuario de la revista diversas disciplinas de la an- prehispánica da , a través de la cual se nos re-
Alteridades tropología; tablas de contenido Texto y recolección : Teresa vela un México auténtico: a la
Volumen 2, de publicaciones periódicas ; y fi- Castelló Yturbide , vez antiguo y moderno . Un Mé-
Universidad Autónoma chas bibliográficas de ediciones Fotografía: Michel Zabé , xico con raíces y tradición. Un
Metropolitana , Unidad recientes. Realización científica: México que reafirma su carácter
Iztapalapa , División de Con este anuncio de la apa- Biólogo Ignacio Piña Luján , e identidad en todas las expre-
Ciencias Sociales y rición de un nuevo volumen de la. ed ., Banamex, Fondo siones de su ser espiritual".
Humanidades , Departamento una publicación necesaria para Cultural Banamex, A.e. ,
de Antropología , todos los interesados en las dis- México , 1986 . Historia de la agricultura.
México , 1996. ciplinas antropológicas en Mé- Importante, singular y plástica Epoca prehispánica,
Creado con el propósito de cons- xico , extendemos la invitación obra de arte culinario tanto por siglo XVI
tituirse en un puente de comu- de sus editores para colaborar en su contenido como por su pre- Teresa Rojas Rabiela y William
nicación entre las distintas ra- su elaboración , proponiendo ar- sentación . El trabajo de Teresa T. Sanders (eds.) ,
mas que conforman el mundo tículos de revisión y proporcio- Castelló se caracteriza porque Instituto Nacional de
antropológico en México - ar- nando información bibliográfica sus textos e imágenes reflejan Antropología e Historia,
queología , antropología física y sobre publ icaciones que aborden una larga y ardua investigación Colección Biblioteca deII NA H,
social , etc .-, ellnventario antro- el tema. documental , una amplia recopi- México,1985.
pológico busca, en palabras de lación de testimonios populares En esta obra , publicada en dos
sus editores: informar periódi- El maíz,Jundamento de la y una serie de interminables via- volúmenes, se han integrado los
camente sobre las discusiones e cultura popular mexicana jes por distintos lugares del país . resultados de investigaciones ac-
investigaciones, sobre las publi- 3a. ed. , Todo ello se muestra con el im- tuales y pasadas sobre la agri-
caciones y eventos, sobre la vida Museo Nacional de Culturas pactante conjunto fotográfico, cultura, actividad fundamental ,
en las instituciones y los pro- Populares , captado con la lente de Michel como pocas, en el desarrollo his-
gramas de formación de las dis- Dirección General de Culturas Zabé, de una diversidad de vege- tórico y cultural de las socieda-
tintas corrientes antropológicas Populares, tales , minerales y animales "en des que han habitado en México
del país. No está de más señalar Secretaría de Educación vivo", ya no representados y tan desde la época prehispánica has-
que no existe ningún otro pro- Pública, sólo descritos, que conformaron ta la actualidad. A cargo de di-
yecto que recopile y presente en García Valadés Editores , la rica y variada comida prehis- versos especialistas , lo que da al
forma sistemática el gran cúmu- México , 1987. pánica y que aún forman parte conjunto del texto un interesan-
lo de actividades relacionadas Preparado para acompañar a la fundamental de nuestros alimen- te enfoque interdisciplinario , se
con la antropología que se lle- exposición inaugural del Museo tos, de nuestra cultura culinaria, presentan estudios sobre la tec-
van a cabo en México, lo que, Nacional de Culturas Populares, de nuestra identidad. nología agrícola mesoamericana
aunado al cuidado con que está este libro constituye un breve En el libro se muestran el y los sistemas de cultivo , las plan-
dispuesto el inventario , lo con- pero intenso recuento del papel maíz, las plantas y las hierbas ,las tas que se sembraban y su evolu-
vierte en herramienta de consul- desempeñando por el maíz en el flores y los frutos , los hongos y ción durante la época prehispá-
ta de primer orden para los inte- desarrollo cultural del pueblo las algas, la sal y la cal , los in- nica y el siglo XVI , así como sobre
resados en conocer un panorama mexicano . Las muestras de las sectos y los crustáceos , los peces los orígenes de la agricultura en
actual de la antropología mexi- múltiples variedades que ha y los batracios, los reptiles, las México y su historia en regiones
cana. prohijado la relación milenaria aves y los mamíferos , las golosi- como el altiplano central , los Al-
El Inventario antropológico entre la plantay el hombreen esta nas y las bebidas utilizados en la tos de Oaxaca y el área maya.
contiene artículos de revisión de tierra , el modo en que con an- cocina del México antiguo. Im- La agricultura en tierras me-
bibliografía , sobre temas, luga- cestral sabiduría se le cultiva, la portantes complementos de la xicanas desde sus orígenes has-
res y grupos sociales; reseñas de inagotable diversidad de mane- obra son el marco biológico pre- ta nuestros días (Grijalbo , Los
libros , revistas y material audio- ras en que se le utiliza y, no me- sente en cada capítulo, con la par- Noventa, México , 1991) es un
visual antropológico editado en nos importante , el profundo sig- ticipación de Ignacio Piña Luján , texto coordinado también por
el país; reseñas de eventos, se- nificado que el maíz, esa "planta y el marco antropológico que Te- Teresa Rojas en el que , además
minarios y proyectos e informa- milagrosa" , representa para los resa de Maria y Campos propor- del estudio de la agricultura
ción sobre instituciones antro- habitantes de México, el antiguo ciona en la introducción . prehispánica , se incluyen inves-
pológicas nacionales; noticias de y el actual, dan cuenta cabal de En la presentación del libro , tigaciones sobre el tema que
los programas de estudios an- las razones que llevaron al maíz escrita por don Fernando Gam- abordan el periodo colonial , la
tropológicos del país ; tesis pre- a ser considerado "fundamento boa , se lee: "Corresponde hoy reforma y el porfiriato, hasta lle-
sentadas y grados académicos de la cultura popular". tratar una de las expresiones gar a la época actual. ~
76 / ARQUEOLOGiA MEXICANA
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Pintura anónima (fragmento). Oleo sobre madera mexicana . Mtro. Indígena 2a. mitad del siglo XVI. Fotografía original de Michel Zabé .
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Arte indígena del siglo XVI ~
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Goodyear Coronado y la Pinacoteca Virreinal se enorgullecen
en presentar lo más destacado de el arte indígena de la 2a.
mitad del siglo XVI. No faltes. á3
Pinacoteca Virreinal : Dr. Mora No. 7 Col. Centro. México, D.E
"-~ e
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ülllNllaA ~ ~
(..)
Ritual de Chicomecoatl, Libro n, f. 28r, Códice Florentino.
HERENCIA y SABOR DE
NUESTRA TIERRA
Desde que hace más de 5000 años los pueblos del México antiguo comenzaron a cultivarlo, el maíz,
ese cereal maravilloso, no ha faltado a la mesa y, entre las múltiples formas en que se le prepara, las torti-
llas ocupan, sin lugar a dudas, un sitio destacado. De la variedad y aprecio que siempre hemos tenido por
este platillo, dan cuenta crónicas como la de fray Bernardino Sahagún sobre las comidas que se ofrecían a
los señores mexicas.
TRANSPORTACION
~
MARITIMA EN MÉXICO 1
El transporte por
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Instituto Nacional de Antropología
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volúmenes que se ocupan de las
civilizaciones antiguas de México.
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