Sentencia de Accion de Amparo 06149-2006-Aa 06662-2006-Aa
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r 55
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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11
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I
ASUNTO
I. ANTECEDENTES
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[ l. ACUMULACIÓN
2. Amparo promovido por la Minera Sulliden Shahuindo S.A.C. contra la Cuarta Sala
de la Corte Superior de Justicia de Lima (expediente 6149-2006-PA/TC)
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... f' 56
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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segundas ( ...) En este sentido, tanto el artículo 4° como el 51 º del Código Procesal
Constitucional también serían de aplicación para el caso de las demandas de amparo
contra las resoluciones arbitrales distintas al laudo. Dentro de esta línea de
razonamiento, vuestro Despacho en opinión de nuestra parte no resulta competente
para conocer de la presente demanda, sino la Sala Civil competente de la Corte
Superior de Justicia de Lima 1.
,El mismo argumento, sólo que esta vez como violación del derecho a no ser desviado de la
!) jurisdicción predeterminada por Ja ley, volvió a ser sugerido por la Minera Sulliden
_ Shahuindo S.A.C., en la demanda de amparo acumulada, en la que se solicita se deje sin
efecto la resolución sin, de fecha 14 de abril de 2005, expedida por la Cuarta Sala Civil de
/1 la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la cual se revocó el auto que declaró
('
( / ~~:o~::t~e~ªT~:~~d~~it~r~ae~~~~~d:l J::~~~~t~n~:~~~!u~~r~!s~~~;a~~:~~~e~~
"1 Algamarca S.A. contra los miembros del Tribunal Arbitral Sulliden-Algamarca, así como
contra la Minera Sulliden Shahuindo S.A.C. A su juicio,
1
,J _Escrito de fecha 9 de mayo de 2005, folios 23 7 del cuaderno principal.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
( ... ) no existe razón valedera para no aplicar el trámite previsto en dicha norma
procesal constitucional a las resoluciones arbitrales, las cuales se expiden dentro del
ejercicio de una función jurisdiccional por parte del órgano jurisdiccional arbitral.
Para estos efectos, no puede escapar al recto criterio del juzgador que nuestra
Constitución Política vigente en su artículo 139º inciso 3, expresamente reconoce la
existencia de la jurisdicción arbitral.
Además, en forma contradictoria, en la Resolución s/n de fecha 14 de abril de 2005
materia de análisis se señala que la tramitación de impugnación de laudo arbitral se
sigue ante la Corte Superior, para a continuación concluir que dicho trámite no
incluye a las otras resoluciones arbitrales distintas del laudo ( ...)3.
/l;1
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Siendo el arbitraje una institución que ejerce funciones jurisdiccionales, las
decisiones que se toman al interior del proceso arbitral deben ser homologadas
como resoluciones judiciales ( ... ).
¡
Si las decisiones tomadas al interior de un proceso arbitral, son efectuadas en mérito
1
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Constitucional es aplicable también a las resoluciones dictadas por la jurisdicción
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1
arbitral. Las resoluciones dictadas en el proceso arbitral pueden resolver un
! incidente como poner fin al procedimiento. La jurisdicción arbitral ejerce su
!
Í i función durante todo el procedimiento, y no sólo cuando dicta el laudo que es la
resolución que pone fin al procedimiento. La distinción entre el laudo y las demás
resoluciones que se dictan al interior del procedimiento arbitral no tienen sustento
legal ni tampoco lógico ( ..f
2
Escrito de demanda de amparo, folio 161 , del primer cuaderno del expediente acumulado.
3
¡/ Escrito de demanda de amparo, folio 165, del primer cuaderno del expediente acumulado.
4
// Escrito que contiene la expresión de agravios, folio 34, del segundo cuaderno del expediente acumulado
... ..
. f 5~
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Los miembros del Tribunal Arbitral Sulliden-Algamarca manifiestan que una resolución
arbitral no es semejante a una resolución judicial, como se ha sugerido en la demanda
presentada por la Compañía de Exploraciones Algamarca S.A. Asimismo, refieren que
Los magistrados de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima no se han
apersonado al proceso. Lo ha hecho, sin embargo, el Procurador Público adjunto de los
asuntos judiciales del Poder Judicial.
5
Escrito de contestación de la demanda, de fecha 9 de mayo de 2005 , folios 261 del cuaderno principal.
6
Escrito de 17 de mayo de 2005, folios 319 del cuaderno principal.
..... L53
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
( ... )si bien es cierto el artículo 51 del Código Procesal Constitucional, señala que si
la afectación de derechos se origina en una resolución judicial, la demanda se
interpondrá ante la Sala Civil de Tumo de la Corte Superior de Justicia, también lo
es que el artículo 63 de la Ley General de Arbitraje indica que es competente para
conocer de la apelación del laudo de derecho, la Sala Civil de la Corte Superior,
por lo que, estando a que las resoluciones que se cuestionan son las emitidas en el
procedimiento arbitral mas no el laudo, no correspondería a la Sala Civil, conocer
en primera y única instancia la presente causa, por lo que sería competente para su
conocimiento y trámite el Juzgado Civil correspondiente (negritas en el original(
Mediante resolución de fecha 7 de junio de 2005, la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, declaró improcedente, in limine, la demanda, por considerar que lo
que busca el recurrente es un nuevo pronunciamiento del órgano jurisdiccional dentro de un
proceso llevado regularmente, y que, por ello, debe aplicarse el inciso 6) del artículo 5º del
fY/:..ódigo Procesal Constitucional.
,r Dicha resolución, a su vez, fue confirmada por la resolución de fecha 16 de marzo de 2006,
1
. expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema
de Justicia de la República. Sucintamente, el argumento para confirmar la resolución
recurrida fue que no existe una violación del derecho a la tutela procesal efectiva y que lo
que pretende en realidad la demandante es cuestionar
7
Resolución de fecha 14 de abril de 2005 , folios 157, del primer cuaderno del expediente acumulado.
8
Resolución de fecha 16 de marzo de 2006, folios 50 del segundo cuaderno del expediente acumulado.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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/ convenio arbitral inserto.
b) Que, ante este hecho, el Instituto Nacional de Derecho de Minería, Petróleo y Energía
r designó como árbitro al señor Femando Cantuarias Salaverry, a solicitud de la Minera
1
1 Sulliden Shahuindo S.A.C.
( c) Que el nombramiento del árbitro Cantuarias Salaverry se hizo con la participación del
señor Enrique Lastres Beminzon, director del Instituto Nacional de Derecho de
Minería, Petróleo y Energía.
.. . rst
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
e) Que en 1996, el señor Enrique Lastres Beminzon fue accionista y miembro del
directorio de la Compañía Minera Poderosa S.A.
f) Que en esta empresa también formaba parte del directorio el señor Femando
Cantuarias Alfaro, padre del árbitro recusado Femando Cantuarias Salaverry.
g) Que en 1996, la Compañía Minera Poderosa S.A sostuvo un proceso arbitral con la
empresa Minero Pataza S.A.
h) Que para este arbitraje, la Compañía Minera Poderosa S.A. contrató los servicios
profesionales del señor Femando Cantuarias Salaverry.
Los árbitros Jorge Santistevan de Noriega y Víctor Ávila Cabrera declararon infundada la
recusación deducida por la Compañía de Exploraciones Algamarca S.A. por considerar,
entre otras cosas:
//
1
b) Que la relación entre el árbitro Cantuarias Salaverry con la empresa en la que el señor
Lastres Beminzon fue director en fecha lejana (1996), era "puramente circunstancial".
c) Que como abogado de la Compañía Minera Poderosa S.A., el árbitro recusado "se
limitó a solicitar la prórroga del plazo para contestar la demanda (mediante escrito del
5 de marzo de 1996) e impugnar la competencia de dicho Tribunal Arbitral (mediante
escrito del 12 de marzo de mismo año), alegando a tal efecto, entre otras cosas, el
desistimiento previo de la parte demandante en dicho proceso".
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
e) Que el tiempo transcurrido entre los hechos que son materia de recusación ( 1996) y el
presente arbitraje (2004) supone una notaria lejanía con relación a la actuación como
árbitro del recusado, "sin que haya demostración o comprobación alguna de elemento
adicional que permita razonablemente afirmar que pueda haber vinculación actual y
sustantiva entre el representante legal de la demandante y el árbitro aludido".
f) Que el nombramiento del árbitro recusado por parte del Instituto Nacional de Derecho
de Minería, Petróleo y Energía, debe relativizarse, pues se trata de una decisión
tomada por un órgano colegiado; y que no se ha probado que el recusado "haya sido
contratado por el doctor Lastres, y que haya sido codefensor y supervisado por el
doctor Lastres, teniendo en consideración que en dicho momento el árbitro recusado
trabajaba en un estudio de abogados de propiedad de su padre en el cual la supervisión
-de haberla- la tendría el socio a cargo del cliente, es decir el doctor Cantuarias
Alfaro".
.
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,. g) Que la recusación no se ha efectuado en el tiempo inmediatamente después de
/¡' conocida la causa y dentro del plazo probatorio, sin que al respecto la parte recusante
haya ofrecido detalle o prueba sobre la referida inmediatez.
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1/
/ Frente a la resolución de los árbitros Jorge Santistevan de Noriega y Víctor Ávila Cabrera,
/
;\ que declara infundada la recusación contra el árbitro Femando Cantuarias Salaverry, la
\.
L Compañía de Exploraciones Algamarca S.A. interpuso una nueva recusación, pero esta vez
l (.
contra el Tribunal Arbitral Sulliden-Algamarca en pleno. Ante esta situación, el propio
Tribunal Arbitral, mediante resolución Nº 98, de fecha 19 de enero de 2005, fijó el
procedimiento para la resolución de la recusación planteada en su contra. El demandante
1
cuestiona tal procedimiento, ya que según lo allí dispuesto, dos miembros del Tribunal
habrían resuelto la recusación respecto de uno, sin considerar que la recusación ha sido
r
1 •
planteada contra todos. Asimismo, alega que esta fórmula de desdoblamiento del Tribunal
no garantiza la imparcialidad de la decisión resolutoria, violando el derecho al debido
proceso.
1
3.2 Violación del derecho al debido proceso (alegaciones de las partes)
/
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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.
Los demandados consideran que las resoluciones que ha emitido el Tribunal se han
sujetado al debido proceso y a lo dispuesto por la Ley General de Arbitraje.
3.3 Violación del derecho a ser juzgado por un Tribunal Arbitral imparcial
(alegaciones de las partes)
ecurrente aduce que se ha lesionado su derecho al debido proceso. Según afirma, una
que planteó la r.ecusación contra el Tribunal Arbitral Sulliden-Algamarca en pleno, éste
cedió a fijar para su resolución un procedimiento consistente en el desdoblamiento del
unal en salas o grupos de trabajo, de tal forma que cuando la recusación alcance a uno
f
/ /de los árbitros, los otros dos resuelven.
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1 i
( ... ) es constitucionalmente inaceptable y constituye una amenaza a los principios y
derechos que inspiran el proceso en el ordenamiento jurídico peruano - entendiendo
·/ por éste, tanto las normas constitucionales como las normas de inferior jerarquía-
t' ( suponer que un cuestionamiento de la competencia subjetiva de los miembros de un
"'- tribunal arbitral pueda ser resuelto por aquellos que son objeto del cuestionamiento
mismo. No hay término medio, o se respeta la heterocomposición -remitiendo
como es debido el incidente para su resolución a un tercero ajeno a la disputa- o se
hace tabla rasa de ella y, naturalmente, se violan las garantías del debido proceso9 .
( Afirma, igualmente, que en la medida que la recusación supone un conflicto surgido entre
las partes y quién o quiénes tienen a su cargo resolver el procedimiento arbitral, es lógico
que exista la necesidad de reconducir la absolución de tal recusación a un tercero imparcial
que no se encuentre directa, o indirectamente, involucrado. Por ello, considera el
demandante que la fórmula asumida por el Tribunal Arbitral es violatoria de su derecho al
pebido proceso:
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9
Escrito de demanda, de fecha 24 de enero de 2005.
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1
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Asimismo, expresa que la fórmula fijada por el Tribunal Arbitral no está en condiciones de
garantizar el principio jurisdiccional de imparcialidad en sus decisiones
( ... ) porque todos y cada uno de los miembros del tribunal son parte en el incidente
de recusación y porque el hecho que configura Ja causal los involucra a todos ellos
sin distingo. Lo que equivale a decir que están imposibilitados para ser
.
imparcia . 1es 11 .
!)
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os demandados consideran que las resoluciones que ha emitido el Tribunal se han
ujetado al debido proceso y a lo dispuesto por la Ley General de Arbitraje. En ese sentido,
aducen que
I
I,
!/ ( ... ) el Tribunal Arbitral ha respetado escrupulosamente lo dispuesto por dicha
¡¡ norma al señalar que la recusación interpuesta contra el Tribunal Arbitral sería
f resuelta por mayoría absoluta sin el voto del recusado por tratarse de un arbitraje
colegiado, toda vez que la interpretación del Juez Especializado en lo Civil
/ únicamente resulta procedente cuando el arbitraje es unipersonal.
~/ ~
Asimismo, al momento de resolverse la recusación interpuesta mediante el escrito
del 09 de diciembre de 2004, se ha respetado el derecho al debido proceso de las
partes intervinientes en el proceso arbitral pues tal como es de verse de las
resoluciones 114, 115 , y 116, éstas fueron resueltas de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 31 º de la Ley General de Arbitraje, esto es, sin Ja
intervención del árbitro recusado 12
10
Escrito de demanda, de fecha 24 de enero de 2005.
. ~"Escrito de demanda, de fecha 24 de enero de 2005.
/ / Escrito de contestación de demanda, de fecha 09 de mayo de 2005.
1
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." . r·ss
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
( ... ) porque tal como fluye de la propia exposición de los hechos alegados en la
demanda, se trata de una recusación en ' cascada', es decir, se trata de una
recusación contra los árbitros por haber resuelto 'mal' una recusación anterior.
Desde esta perspectiva, esta segunda recusación funge más de medio impugnatario
encubierto, más que propiamente una nueva recusación (sic) 14 .
En segundo lu
,lc. .)
/
porque el artículo 31 º de la Ley general de Arbitraje dispone expresamente que:
'( ...) la parte que formula recusación debe hacerlo inmediatamente de conocida la
1 causa que lo motiva ' . Pues bien, resulta que luego que se expidiera la resolución
I
i arbitral Nº. 75 del 25 de noviembre de 2004, Compañía de Exploraciones
Algamarca S.A. no recusó a los árbitros por basarse en un hecho falso, sino que
interpuso primero un recurso de nulidad contra dicha resolución ( ... ). Una semana
1 después, es que recién recusa a los tres árbitros mediante escrito s/n de fecha 9 de
1 1 , diciembre de 2004 15•
I
,/ 1~n relación con la falta de legitimidad activa, alega que la demandante consintió la lesión,
/
; . I
( ... ) al no recurrir oportunamente de ella [la resolución arbitral Nº. 106, de 19 de
t1·/ n ·1
enero de 2005) en vía de amparo, pues dejó transcurrir el plazo de 30 (treinta) días
hábiles que tenía para ello, por aplicación del artículo 44 del Código Procesal
}-. Constitucional 16 •
( Finalmente, sostiene
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
n fecha 9 de marzo de 2005, el Juzgado Mixto de Villa María del Triunfo declaró
procedente, in límine, la demanda, por considerar que se debió promover el proceso ante
~ Sala Civil de Tumo de la Corte Superior de Justicia, conforme al artículo 51 ° del Código
( ( Procesal Constitucional. La recurrida, por su parte, declaró nula la apelada y ordenó que el
/ a qua emita nueva resolución.
I
I
Con fecha 27 de abril de 2005, el mismo Juzgado Mixto de Villa María del Triunfo admitió
/ a trámite la demanda y, mediante resolución Nº 27 de fecha 1O de agosto de 2005, declaró
//
Í /
infundadas las excepciones de incompetencia, prescripción extintiva y de falta de
I /
i/ legitimidad para obrar del demandante propuestas por la demandada, e infundado el
amparo.
La Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia del 27 de
1 1 1 1
. abril .dde 2006, re~o có la apeladda y, r;fo~dánddola, d eclaródimpro~eden tetla dtemb an~da, por
( cons1 erar, esencia mente, que e coillorm1 a con e prece ente vmcu an e es a ec1 o por
1,I
'!...- el Tribunal Constitucional en la STC 6167-2005-PHC/TC, el cuestionamiento de una
resolución expedida por un tribunal arbitral sólo puede realizarse cuando se ha resuelto el
I
(
1
fondo del asunto sometido a su competencia.
1
17
Escrito de fecha 13 de mayo de 2005 , folios 296-297 del primer cuaderno del expediente principal.
'l , / 18
Escrito de fecha 13 de mayo de 2005, folios 297 del primer cuaderno del expediente principal.
. !
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.... í' 67
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
II. FUNDAMENTOS
En este sentido, dado que se ha impugnado la competencia del Juez para conocer una
demanda contra resoluciones emanadas de un proceso arbitral, así como los
fundamentos en los que se sustenta el rechazo liminar de la demanda 6149-2006 'P A/TC,
este Colegiado, en primer lugar, deberá afrontar dichas cuestiones atendiendo a lo
dispuesto en el artículo 5.1 del Código Procesal Constitucional
§1.2 Competencia judicial en el amparo arbitral (¿Juez Civil o Sala Civil de la Corte
Superior?)
Posteriormente, se expresó:
/)/) 4. Que dentro del contenido esencial del derecho el juez natural constitucionalmente
! ji // ¡
protegido por el amparo, ciertamente no se encuentra la detenninación de la
competencia territorial de un juez o en general los conflictos de competencia
jurisdiccional en razón de cualesquiera de los criterios legalmente contemplados por
el ordenamiento procesal (cuantía, tumo, grado, etc). Ello es así por cuanto el
derecho constitucional que se alega no es el derecho al juez "determinado", sino
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0__
demandado o por el lugar donde se encuentra el bien en controversia, ( ...) al no
formar parte del contenido esencial constitucionalmente garantizado, es una
atribución que le corresponde determinar a la jurisdicción ordinaria, sin posibilidad
de que ésta se pueda cuestionar en sede de la justicia constitucional de la libertad 20 .
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19
RTC 5397-2005-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 3°.
/ 20
RTC 5397-2005-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 4°.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
"Son competentes para conocer del proceso de amparo, a elección del demandante,
el Juez civil del lugar donde se afectó el derecho, o donde tiene su domicilio el
afectado, o donde domicilia el autor de la infracción.
Si la afectación de derechos se origina en una resolución judicial, la demanda se
interpondrá ante la Sala Civil de turno de la Corte Superior de Justicia respectiva, la
que designará a uno de sus miembros, el cual verificará los hechos referidos al
presunto agravio.
La Sala Civil resolverá en un plazo que no excederá de cinco días desde la
interposición de la demanda"
1
referidos preceptos legales, sólo son aplicables cuando se cuestionan resoluciones
emanadas en un proceso seguido ante el Poder Judicial [Cf., por último, la STC 2730-
.. · 2006-P A/TC].
No obstante, y aun con todos los riesgos que entonces se advirtieron en el caso del
amparo electoral, la jurisprudencia del Tribunal es unánime en considerar que las
21
electoral y para los principios constitucionales que con él se encuentran involucrados .
8. Del mismo criterio ha sido este Tribunal cuando ha tenido que evaluar la impugnación
de resoluciones arbitrales a través del proceso de amparo. A tal efecto, el Tribunal
/ recuerda que en la STC 1567-2006-P AITC, en la que eran partes los mismos sujetos
,.- /
1
procesales que ahora intervienen en el proceso acumulado, si bien se declaró
J
...
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
improcedente la demanda, el criterio que esencialmente sirvió para ello fue que no se
habían interpuesto los medios impugnatorios que la Ley General del Arbitraje prevé
para el cuestionamiento de los actos considerados como lesivos; y no el tema de la
competencia judicial en el conocimiento del amparo contra resoluciones emanadas de
un procedimiento arbitral [Cf. también la RTC 0928-2001-AA/TC; STC 1418-2002-
AA/TC, etc.].
9. El Tribunal recuerda, en ese sentido, que la razón de no haber considerado las reglas de
competencia judicial para el caso del amparo contra resoluciones judiciales como
aplicables para el caso del amparo arbitral, o, a su tumo, para el caso del amparo
electoral, se fundan en el hecho de que su determinación está sujeta al principio de
legalidad. En efecto, la competencia de un tribunal de justicia por razón de la materia
debe encontrarse fijada en la ley. Por tanto, ante la inexistencia de una norma legal que
fije las reglas de competencia judicial del amparo arbitral, el Tribunal Constitucional no
podrá exigir que el justiciable haya interpuesto su demanda de amparo ante un órgano
1
/
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jurisdiccional que no ha sido declarado, prima facie, como competente para conocer de
un determinado asunto.
/ YO. Igualmente, el Tribunal advierte que el criterio al que se acaba de hacer mención no es
aplicable en aquellos casos en los que el agravio se produce por efecto de un laudo
arbitral, puesto que una vez que éste se cuestione mediante los medios impugnatorios
previstos en la Ley General del Arbitraje, su resolución corresponde al Juez. Y si "( ...)
bien el recurso de anulación establecido en el artículo 61 º de la Ley General de
I Arbitraje N. º 26572 [como también el recurso de apelación, si ese fuera el caso) no
Í constituye, stricto sensu, un nuevo proceso judicial, sino parte integrante y residual del
proceso arbitral seguido inicialmente ante el Tribunal Arbitral de Derecho ( .. .)" 22 ,
también lo es que, en supuestos de esa naturaleza, el amparo no sólo persigue cuestionar
t el laudo arbitral, sino también la decisión judicial que lo legitima, bajo los alcances del
l /,' 1¡
¡..,
principio de definitividad, ínsito a la exigencia de contarse con una resolución judicial
firme, en los términos del artículo 4° del Código Procesal Constitucional, como antes se
ha advertido.
1 11. Por lo expuesto, el Tribunal Constitucional considera que no se han afectado las reglas
I
1, de competencia en el presente amparo arbitral, por lo que no existe impedimento para
expedir una sentencia sobre el fondo.
t / ,
(. .)manifiestamente" improcedente, ya sea porque los hechos y la pretensión no
estaban referidos a un derecho directamente reconocido en la Constitución o porque
1
1 era notoriamente manifiesto que mediante el amparo se pretendía que el juez
/ constitucional se superponga y sustituya al juez ordinario en el ejercicio de sus
competencias. (.. .) En todos los demás casos, y particularmente en aquellos donde
se había alegado la violación de un derecho fundamental de orden procesal, este
/
' 1
Tribunal fue de la opinión que el supuesto de "manifiesta improcedencia" de la
demanda, como supuesto para el rechazo liminar, era una cuestión que sólo podía
determinarse con un pronunciamiento sobre el fondo , lo que presuponía, como es
1
l 1, obvio, la admisión de la demanda, así como la realización de un mínimo de debate
en tomo a la lesividad o no del acto reclamado 23
r
¡ r1
' _}
(... ) es necesario hacer una primera precisión respecto del rechazo liminar dictado
por las instancias precedentes, en cuanto a que toda pretensión que cuestione la
regularidad de un proceso judicial requiere, necesariamente, la admisión a trámite
1, de la demanda y su correspondiente traslado a los emplazados, con el objeto de que
estos expliquen las razones que habrían motivado la supuesta agresión, así como la
actuación de todos los medios probatorios que coadyuven a verificar la regularidad
de la actuación jurisdiccional( ... ) 24 .
j/
23
STC 4587-2004-AA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 7
l
I 24
STC 0757-2004-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 3
. ¡;.
'
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
( ... ) ha sido acogido por el artículo 47º del Código Procesal Constitucional, el
mismo que, si bien ahora no contempla explícitamente la hipótesis del rechazo
liminar de la demanda dirigida a impugnar resoluciones judiciales, sin embargo,
establece que: "Si el Juez al calificar la demanda de amparo considera que ella
resulta manifiestamente improcedente, lo declarará así expresando los fundamentos
de su decisión. Se podrá rechazar liminarmente una demanda manifiestamente
improcedente en los casos previstos por el artículo 5 del presente Código ( .. .)2 5.
( ... )Una revisión de los supuestos contemplados en el artículo 5° del Código Procesal
/ 7 Constitucional, al que reenvía su artículo 47º, permite constatar que, si bien ya no
' , existe una disposición semejante al inciso 2) del artículo 6° de la Ley N.º 23506 , sin
1
/J· / embargo, esto no quiere decir que no pueda rechazarse liminarmente un amparo
/ 1 cuando se impugna una resolución judicial, puesto que el supuesto para declararlo
} ahora se encuentra previsto en el inciso 1) del artículo 5° del referido Código Procesal
Constitucional.
/ En efecto, el juez podrá declarar liminarmente improcedente una demanda de amparo
contra una resolución judicial, ya sea cuando de una evaluación de los hechos y el
petitorio se infiera que éstos no están referidos a un derecho reconocido en la Ley
Fundamental, o cuando habiéndose alegado la lesión de un derecho constitucional
procesal, sin embargo, es evidente que el acto reclamado no incide sobre el ámbito
constitucionalmente protegido del mismo 26 .
~
1 '
·' 15. Las instancias judiciales sólo se han pronunciado respecto a la supuesta vulneración del
derecho a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada por la ley. Tal
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
17. Por ello, en lo que sigue, el Tribunal analizará si los hechos y la pretensión están
referidos al contenido constitucionalmente protegido de los derechos de defensa,
¡f "i ,.,; Totivación de las resoluciones judiciales y pluralidad de la instancia, en los términos
f ¡ el inciso 1) del artículo 5° del Código Procesal Constitucional.
18. Por lo que hace a la supuesta vulneración del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, el Tribunal aprecia que el sustento de dicha pretensión se funda
/
/ en la diferente interpretación que la recurrente tiene sobre los alcances del artículo 51 º
del Código Procesal Constitucional. A su juicio, es contradictorio que el órgano judicial
emplazado haya hecho diferencias en la aplicación de las reglas de competencia judicial
respecto al cuestionarniento en el amparo de un laudo arbitral, de aquella otra que, por
el contrario, regiría si sólo se impugnase una resolución emanada de un procedimiento
arbitral.
20.Y no es que el ordenamiento no haya previsto los mecanismos necesarios para hacer
...,, -/ frente a anomalías de esa naturaleza. Ciertamente que los hay, y estos no son otros que
f ¡ los medios impugnatorios hábiles que existen en el seno de cualquier proceso
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
21. Por otro lado, si se admitiera que el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales garantiza que se interprete y aplique correctamente el derecho positivo,
entonces, se habría producido la paradoja de que el recurso de casación habría quedado
subsumido, o superpuesto, por el contenido constitucionalmente garantizado de este
derecho fundamental. Y cada vez que se solicite su protección en el ámbito de la
justicia constitucional, los jueces de la Constitución se encontrarían autorizados para
ingresar a dilucidar materias que en principio le son ajenas (la correcta o incorrecta
interpretación y aplicación de la ley).
22. Por tanto, el Tribunal es de la opinión que debe desestimarse este extremo de la
pretensión.
/
/ /
con el contenido constitucionalmente protegido del derecho reconocido en el inciso 6
del artículo 139º de la Constitución.
25. El efecto de la referida nulidad no fue el de dar por concluido el proceso, sino el de
ordenar a la instancia judicial inferior que corrija lo que, a su juicio, constituyó un
supuesto de nulidad previsto en la ley. De manera que, una vez corregido dicho vicio,
pudiese entablarse una relación jurídico procesal válida, y que ésta sea conocida por las
jnstancias judiciales competentes, como finalmente sucedió.
Sin embargo, la recurrente alega que se habría violado dicho derecho porque pese a
f) / que cuando se interpuso el recurso de apelación en ningún momento se solicitó que se
declare la nulidad de los actuados, sin embargo, la emplazada lo hizo así.
i/
i
j
J
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
26. Tal argumento no tiene ninguna relación con lo que realmente protege el derecho a la
pluralidad de instancias. Éste garantiza que en la dilucidación de una controversia
planteada en sede judicial, exista una estructura jurisdiccional que, cuando menos, se
encuentre organizada en una doble instancia, y para cuyo acceso se prevean los medios
impugnatorios que correspondan.
27. Este derecho no garantiza, como parece creerlo la recurrente, que toda pretensión
planteada a través de los medios impugnatorios deba ser amparado u otorgado.
Tampoco garantiza un pronunciamiento sobre los extremos planteados en el medio
impugnatorio, cuando la instancia judicial superior advierta que en su concesión o en el
desarrollo del proceso, se ha producido una causal de nulidad contemplada en la ley.
28. Por tanto, en la medida que dicha pretensión, y la causa petendi en que se sustenta, no
se encuentran referidas al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
instancia plural, el Tribui1al considera que también es de aplicación el inciso 1) del
artículo 5º del Código Procesal Constitucional, por lo que la demanda, en este extremo,
1 /1 debe desestimarse.
1·
// §1.3.S Consideraciones del Tribunal Constitucional sobre la alegación de violación del
/ 1 derecho de defensa en la causa acumulada signada originalmente con el número 6149-
/ ' 2006-PAITC
/ ' 29. Finalmente, sobre la alegada violación del derecho de defensa como consecuencia de
· que no se notificó a la recurrente del recurso de apelación interpuesto por la Compañía
de Exploraciones Algamarca S.A. contra la resolución del Juez Mixto del Módulo
/ Básico de Justicia de Villa María del Triunfo; el Tribunal recuerda que el derecho de
li ,!,
( defensa garantiza que una persona sometida a un proceso judicial no quede en estado de
indefensión por actos u omisiones que sean imputables directa e inmediatamente al
1 (}
·
30. :~:~:l:~:d~::::~ción de una resolución que rechaza liminarmente la demanda de
amparo, deja en estado de indefensión a la parte contraria? El Tribunal Constitucional
1 considera que no.
31. Este Colegiado recuerda que el rechazo liminar de la demanda tiene por efecto impedir
el establecimiento de una relación jurídico procesal por la carencia de un presupuesto
contemplado en el Código adjetivo que sirve de instrumento para la defensa de la
/· constitución. En ese sentido, la impugnación que pueda realizar la parte afectada con
i1 / dicha decisión, sólo tiene el propósito de que la instancia superior se cerciore sobre la
1 validez o no de los criterios de los que se sirvió la instancia precedente para declarar la
I
\
• ~l .. .., ,.,.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
32. Es cierto, como afirma la demandante en el proceso acumulado, que la última parte del
artícÚlo 47° del Código Procesal Constitucional dispone que:
l ./
constitucionales de alguno de los sujetos que participan en el proceso. En particular,
del emplazado con Ja demanda, cuya intervención y defensa pueda haber quedado
frustrada como consecuencia precisamente del rechazo liminar.
Tal construcción jurisprudencia!, realizada incluso antes de que entrara en vigencia
el Código Procesal Constitucional, se ha sustentado en diferentes principios propios
a la naturaleza y fines de los procesos constitucionales y, particularmente, en los de
a) economía, b) informalidad y c) la naturaleza objetiva de los procesos de tutela de
derechos fundamentales".
¡
1~. Por ello, el Tribunal considera que tampoco este extremo de la pretensión está
f/ relacionado con el contenido constitucionalmente protegido del derecho de defensa, por
' lo que es de aplicación el inciso 1) del artículo 5° del Código Procesal Constitucional.
I
,_,
.:,;. ··-
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
35. Este Tribunal tiene afirmado que el derecho al debido proceso, reconocido en el inciso
3) del artículo 139º de la Constitución, es un derecho cuyo ámbito de irradiación no
abarca exclusivamente el campo judicial, sino que se proyecta, con las exigencias de su
respeto y protección, sobre todo órgano, público o privado, que ejerza funciones formal
o materialmente jurisdiccionales.
36. En ese sentido, el Tribunal ha expresado que las exigencias de su respeto y protección
deben observarse en todos los procesos o procedimientos en los que se diluciden los
derechos e intereses de las personas, sean estas personas jurídicas de derecho privado,
órganos y tribunales administrativos, Tribunal Constitucional, Jurado Nacional de
Elecciones, Consejo Nacional de la Magistratura, Congreso de la República (en materia
de juicio político y antejuicio constitucional), y también ante tribunales arbitrales, entre
tros.
,/
j s,~' ha señalado, igualmente, que dicho derecho comprende, a su vez, diversos derechos
/ fundamentales de orden procesal y que, en ese sentido, se trata de un derecho
/ /"continente". En efecto, su contenido constitucionalmente protegido comprende una
/ / serie de garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento
,/ efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre comprendida
,/ una persona, pueda considerarse corno justo.
/ 38. Sin embargo, esta vocación expansiva del derecho al debido proceso no significa que
todos los derechos que lo conforman se extiendan, tout court, a todos los procesos o
procedimientos a los que antes se ha hecho referencia. El Tribunal ha advertido también
la existencia de determinados derechos que, perteneciendo al debido proceso judicial,
no necesariamente forman parte del debido proceso en los procedimientos ante personas
jurídicas de derecho privado, corno puede ser el caso de la pluralidad de la instancia.
39. Incluso en un mismo ámbito, como puede ser el debido proceso judicial, los derechos
que lo conforman varían, según se trate de un proceso penal o de uno civil. Si en el
,J
primero, un derecho que integra el debido proceso es el de que no se aplique la ley
penal por analogía; en cambio, no sucede lo mismo en el proceso civil, donde el juez no
puede excusarse de poner fin a la controversia so pretexto de la inexistencia de una
norma jurídica positiva.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En definitiva, que el debido proceso tenga una vocación expansiva más allá del
terreno exclusivamente judicial, no quiere decir que todos los derechos que lo
conforman puedan ser susceptibles de ser titularizados, sin más, en cada uno de
esos ámbitos ajenos al estrictamente judicial27 .
41. Igualmente, el Tribunal ha recordado que en la medida que el derecho al debido proceso
es omnicomprensivo de una serie de garantías formales y materiales,
42. De ahí que el Tribunal Constitucional considere que una respuesta sobre la lesión o no
del derecho al debido proceso siempre presupone un pronunciamiento sobre algún otro
/) 1 erecho de orden procesal, por lo que, habiéndose alegado también la violación del
/f Clerecho a un tribunal imparcial, su determinación habrá de reservarse para el momento
en que este Tribunal se pronuncie sobre este último derecho y sobre las condiciones de
¡ procedibilidad del proceso hoy en examen.
/
~2.1 El derecho al juez imparcial como contenido del derecho al debido proceso
43. Por lo que hace al tema, el Tribunal recuerda que, conforme a su jurisprudencia, las
garantías formales y materiales que conforman el derecho al debido proceso no se
agotan en aquellas que la Constitución expresamente ha consagrado en las
disposiciones que lo conforman. A una concepción formal de los derechos
fundamentales, el Tribunal ha antepuesto, con base en la misma Ley Fundamental, una
comprensión material de ellos.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
45. De modo consecuente con esta concepción material de los derechos fundamentales , y
de que no hay derechos sin las necesarias y efectivas garantías para tutelados, este
Tribunal advirtió que
Í
/
¡jY) I
protegido por dicho derecho.
Este presupuesto procesal, consustancial a la naturaleza de todo proceso
constitucional, ha sido advertido por el legislador del Código Procesal
Constitucional (CPConst.), al precisar en el inciso 1) de su artículo 5° que los
i
procesos constitucionales no proceden cuando "[l]os hechos y el petitorio de la
Í demanda no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado .
46. Asimismo, y con relación al proceso de amparo en particular, el artículo 38° del
CPConst., establece que éste no procede
!
/
! En esta línea, el Tribunal ha expresado que
29
STC 1417-2005-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 4 y 5.
30
STC 1417-2005-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 8.
""qv "'\_\CA DE1.. ,Q~'Pc
"' '
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
49. El status del derecho al juez imparcial como uno que forma parte del debido proceso, se
a de la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución, que exige que las
¡ osiciones constitucionales mediante las cuales se reconocen derechos
I ~J!:
amentales se interpreten y apliquen de acuerdo a la Declaración Universal de los
ij;~~chos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las materias que
/~~yan sido ratificadas por el Estado peruano 32 .
!
·' (;
/
¡
del ordenamiento jurídico nacional (artículo 55º de la Constitución), sino que la
Cuarta Disposición Final y Transitoria (CDFT) de la Constitución - en cuanto
l ' 1
-1-- ..
dispone que los derechos fundamentales reconocidos por ella se interpretan de
conformidad con los tratados y acuerdos internacionales sobre derechos humanos
ratificados por el Perú- exige a los poderes públicos nacionales que, a partir del
ejercicio hermenéutico, incorporen en el contenido protegido de los derechos
¡!!( j
constitucionales los ámbitos normativos de los derechos humanos reconocidos en
los referidos tratados. Se trata de un reconocimiento implícito de la identidad
nuclear sustancial compartida por el constitucionalismo y el sistema internacional
de protección de los derechos humanos: la convicción jurídica del valor de la
/j dignidad de la persona humana, a cuya protección y servicio se reconduce, en
última y definitiva instancia, el ejercicio de todo poder33 .
!
;------------
31
¡ Cf. STC 1417-2005-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 9 y 10.
32
Cf. también el artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional.
33
STC 2730-2006-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 9.
\
, J..
·\ .... • : ,
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
51. Uno de esos tratados es la Convención Americana de Derechos Humanos, cuyo artículo
8º, relativo a las garantías judiciales, dispone que:
"Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formuladas contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter."
52. La cuestión de si el derecho a ser juzgado por un juez imparcial también puede
titularizarse en el ámbito de un procedimiento arbitral ha sido resuelta afirmativamente
por este Tribunal. Con carácter general, en la STC 3361-2004-AA/TC, el Tribunal
afirmó que,
/
/
/ . sostuvo que
/
o
/
( .. .) en el marco de un proceso arbitral deben ser respetados los derechos
fundamentales y las garantías procesales y sustanciales que componen el debido
proceso. Del mismo modo, deben ser observados los preceptos y principios
constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las
resoluciones del Tribunal Constitucional; así como los precedentes vinculantes y las
sentencias normativas que emita este Colegiado, dada su condición de supremo
j .¡ /
' l ,'
intérprete de la Constitución 35 .
f
$/;(. En tanto que derecho fundamental , el derecho a un juez imparcial tiene un contenido
constitucionalmente protegido. Ese contenido está relacionado con aquello que el
I
34
STC 3361-2004-P A/TC, Fundamento Jurídico Nº. 24.
35
STC 1567-2006-PA/TC, Fundamento Jurídico Nº. 13.
\
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' .. : ;·,
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
55. Por lo que se refiere a la imparcialidad subjetiva, este Tribunal tiene declarado que ella
Se refiere a cualquier tipo de compromiso aue pudiera tener el juez con las partes
procesales o en el resultado del proceso ( .. .)3 .
Desde esta perspectiva, el derecho a un juez imparcial garantiza que una persona no
sea sometida a un proceso o procedimiento en el que el juez, o quien está llamado a
decidir sobre la cuestión litigiosa, tenga algún tipo de compromiso con alguna de las
partes o con el resultado del mismo.
( ... ) referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la estructura del
51. Conforme a ella, toda persona tiene el derecho a ser juzgada por un juez, o quien está
' llamado a resolver la cuestión litigiosa, dentro de determinadas condiciones de carácter
orgánico y funcional que le aseguren la inexistencia de cualquier duda razonable sobre
la parcialidad del juzgador.
(..
)Un Tribunal no podría, sin embargo, contentarse con las conclusiones obtenidas
'. , /
i
· _/
·
• .···
desde una óptica puramente subjetiva; hay que tener igualmente en cuenta
consideraciones de carácter funcional y orgánico (perspectiva objetiva). En esta
materia, incluso las apariencias pueden revestir importancia( ... ) debe recusarse todo
juicio del que se pueda legítimamente temer una falta de imparcialidad. Esto se
111
deriva de la confianza que los tribunales de una sociedad democrática deben
(: inspirar a los justiciables ( ... )" (Caso De Cubber contra Bélgica, del 26 de octubre
8
j / 1 ,. de 1984)3 .
/
' STC 0004-2006-PI/TC, Fundamento Jurídico Nº. 20; STC 0023-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico Nº. 34 .
¡36
37
1 STC 0004-2006-PI/TC, Fundamento Jurídico Nº. 20.
J38 STC 0023-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico Nº. 34 ; STC 0004-2006-PI/TC, Fundamento Jurídico Nº. 20.
1
En idéntico sentido, Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Caso Piersack c/. Bélgica, sentencia de 1 de
octubre de 1982, párrafo 30 .
... ·..
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
59. Esta teoría, llamada de la apariencia y formulada por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos con el brocardo ''justice must not only be done; it must also be seen to be
done" [no sólo debe hacerse justicia, sino también parecerlo que se hace] 39 , no
consiente que, en abstracto, este Tribunal pueda establecer cuáles son esas condiciones
o características de orden orgánico o funcional que impiden que un juzgador pueda ser
considerado como un ente que no ofrece una razonable imparcialidad. Su evaluación,
por el contrario, debe realizarse en cada caso concreto.
! r/ particular,
tal circunstancia ha de tomarse en consideración cada vez que por
a~'uerdo de las partes o por mandato de la ley, cada una de ellas tenga la facultad de
~o,mbrar a un árbitro, y estos, a su vez, a un tercero. En un supuesto de esa naturaleza,
,imás allá del hecho de que "Los árbitros no representan los intereses de ninguna de las
· partes y ejercen el cargo con estricta imparcialidad ( .. .)" 4 º, y del hecho que, de
./ conformidad con el artículo 29 de la Ley General del Arbitraje,
i/
(11. lo cierto del caso es que una de las partes no podrá considerar violado su derecho al
juez imparcial por el hecho de que su contraparte efectúe el nombramiento de uno de
los árbitros, y viceversa. Bajo la teoría de la apariencia, ha de exigirse que el tercer
'\ a
'j
árbitro nombrado se encuentre en una relación lo razonablemente equidistante de
ambas partes, de manera que el arbitraje cumpla mínimamente con las exigencias
derivadas del derecho a un juez arbitral imparcial.
62. Las garantías que se derivan del derecho a ser juzgado por un juez arbitral imparcial,
por el contrario, son plenamente aplicables, incluso bajo la teoría de la apariencia,
' cuando el nombramiento de los miembros (alguno o algunos) del tribunal arbitral la
/'/ efectúa una institución ajena a las partes del convenio que permite su constitución.
39
/ 40
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Caso Delcourt vs. Bélgica, de 17 de enero de 1970, párrafo 31 .
Artículo 18 de la Ley General del Arbitraje.
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
63. En ese sentido, el Tribunal toma nota que de conformidad con el artículo 31 ºde la Ley
General de Arbitraje Nº 26572, existen dos supuestos de hecho para la resolución de
recusaciones planteadas contra los árbitros. En relación con el tribunal unipersonal, una
vez planteada la recusación, el juez ordinario [o la institución organizadora del
arbitraje) tendrá a su cargo la resolución de la misma. Mientras que, cuando se trata de
un tribunal colegiado, donde uno de sus miembros haya sido recusado, quien resuelve
la recusación es el Tribunal Arbitral, por mayoría absoluta, y sin el voto del recusado.
64. El Tribunal aprecia que, en cualquiera de los dos casos, el árbitro recusado no puede
resolver directamente su recusación, sino un tercero. Si se trata de un arbitraje
unipersonal, quien resuelve es el Juez o la institución organizadora del arbitraje. Si se
trata de un tribunal arbitral colegiado, lo resuelve el tribunal "sin el voto del recusado"
(artículo 31 de la Ley General del Arbitraje)
65. El Tribunal toma nota de que, al preverse un sistema de solución de recusaciones del
66. Además de los supuestos que se subsumen en la norma y de los que el legislador ha
/
dispuesto al regular la recusación en el arbitraje, este Colegiado observa, precisamente a
raíz del presente caso, que existe un tercer supuesto no contemplado por la Ley General
1 ' . ' del Arbitraje: el referido a la recusación planteada contra todos los miembros del
~
ll Tribunal Arbitral.
1
i
\J
I 6~.
Tribunal Arbitral, aunque en abstracto pueda tratarse de un supuesto muy excepcional
[vista la forma de conformación de un tribunal arbitral colegiado], sin embargo, no es
inverosímil.
\
. • ~ t ~
".
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
70. Lo que se encuentra en cuestión, tras la denuncia de afectación del derecho al juez
arbitral imparcial, es si el procedimiento seguido por el referido Tribunal Arbitral, en
aplicación del artículo 31 de la Ley General del Arbitraje, se efectuó sin errores de
interpretación relacionados fundamentalmente con una percepción incorrecta del
contenido constitucionalmente garantizado del derecho al juez arbitral imparcial.
71. Con independencia de los motivos que pudiesen existir para formular una recusación
tan grave como la dirigida contra todos los miembros de un Tribunal Arbitral
pluripersonal, los problemas de orden estrictamente constitucional se encuentran
elacionados con el procedimiento que se pueda aplicar para resolver una solicitud con
n contenido semejante, desde diversas perspectivas:
. Por un lado, con las exigencias de imparcialidad que se debe observar para resolver una
recusación donde se acusa a sus miembros, precisamente, de no contar u ofrecer
razonablemente dicha imparcialidad.
!
/ 73. La inexistencia de una regla pertinente en el artículo 31 de la Ley General del Arbitraje
,/ para afrontar problema de dicha magnitud, no puede entenderse como una derogación
,' I
del contenido constitucionalmente declarado del derecho a un tribunal arbitral
imparcial. Este Tribunal, en la STC 0976-2001-ANTC, ha recordado que los derechos
fundamentales no valen en el ámbito que los desarrolle la ley, sino que las leyes valen
/ I ..., en el ámbito de los derechos fundamentales.
1 \
-74. El Tribunal aprecia, en consecuencia, una laguna normativa que debe cubrir a través de
1 /¡ la jurisprudencia, en todo caso hasta que no se emita una norma legal que contemple el
1 supuesto aludido; ello se impone, además, como necesario, pues el ordenamiento
jurídico tiene y debe tener la capacidad de dar respuesta a todas las controversias
intersubjetivas, aun cuando estas no cuenten con una regulación normativa expresa. Al
respecto, el inciso 8 del artículo 138º de la Constitución Política del Perú faculta al Juez
para cubrir los "vacíos o deficiencias" en los que incurra la ley, pues se encuentra frente
al imperativo de administrar justicia. Con ello se garantiza la plenitud del ordenamiento
jurídico que cuenta, entre otras fuentes, con la jurisprudencia para que pueda
/ convertirse en hermético y completo.
.'/
75. En el caso concreto, para cubrir la laguna este Colegiado recurrirá a la técnica de la
¡ integración, acudiendo específicamente a la regla de la complementariedad, que es
~ '~ .
~< .... , .~ -
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
aplicable cuando un hecho se encuentra regido parcialmente por una norma que
requiere completarse con otra para cubrir o llenar la regulación de manera integral.
77. Aprecia el Tribunal Constitucional que son dos las fuentes que permiten cubrir la
laguna normativa no contemplada en el artículo 31 ° de la Ley General de Arbitraje
respecto del cual gira el presente proceso: la jurisprudencia emitida por este mismo
Colegiado expuesta en las sentencias recaídas en los expedientes 06167-2005 .PHC/TC,
01567-2006-PA/C y el inciso 2) del artículo 73 º de la Ley General de Arbitraje.
m
78. specto de la jurisprudencia referida, este Tribunal ha considerado que el principio de
I 1 "competencia de la competencia" encuentra su postulación normativa, aplicable al
I
' resente caso,
L í en el artículo 44° de [la Ley General de Arbitraje]( ... ) que garantiza la competencia
/ de los árbitros para conocer y resolver, en todo momento, las cuestiones
!
controvertidas que se promuevan durante el proceso arbitral,
/1 que una de las partes, que no desea someterse al pacto de arbitraje, mediante un
f'¡) cuestionamiento de las decisiones arbitrales y/o la competencia de los árbitros sobre
)- determinada controversia, pretenda convocar la participación de jueces ordinarios,
/.,
sin que lo dicho implique la generación de una zona exenta de control constitucional,
l( '
' •1
pues
'
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
~.
posibilidad de que, ante la existencia de un acto infractor, este sea cuestionado y
corregido de conformidad con los principios y garantías jurisdiccionales
consagrados en el artículo 139º de la Constitución; desarrollados para tal efecto por
~
.. · que provee la Ley General de Arbitraje.
1
1 /
/
/ '/
1
42
j STC 01567-2006-PNTC Fundamentos Jurídicos Nos 15 y 16
43
STC 01567-2006-PN TC Fundamentos Jurídicos Nº. 19
. "'. -~
'
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
82. Por otro lado, la propia normativa contenida en la Ley General de Arbitraje permite
cubrir la laguna complementándose con la jurisprudencia antes citada. En efecto, el
recurso de anulación del laudo regulado a través del artículo 61 º de la Ley General de
Arbitraje tiene como objeto la revisión de su validez, lo que ha de franquear, si se
cumplen los requisitos de admisión, un pronunciamiento de la sede judicial ordinaria
respecto de la nulidad o validez del laudo, sin que ello suponga un pronunciamiento
sobre el fondo de la controversia laudada. Asimismo, el mismo artículo establece que
procede la interposición del recurso de anulación por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 73 º de la misma ley.
84. Se recuerda además, como ya se expuso en la presente sentencia, que este Colegiado ha
establecido en numerosa jurisprudencia que el derecho al debido proceso debe ser
observado en todos los procesos o procedimientos en los que se diluciden los derechos
./ e intereses de las personas, sean estas naturales o jurídicas y que involucren a los
/. órganos públicos o privados que ejerzan funciones formal o materialmente
i
jurisdiccionales.
/
85. Es el caso que el derecho al juez imparcial asegura que las controversias sometidas a
r: dilucidación sean decididas por una entidad que mantenga una posición objetiva al
1
~ _ momento de resolver, para garantizar la igualdad de las partes, la efectividad en la
defensa y la independencia del juzgador, especialmente en aquellos supuestos en los
que la controversia sometida a juicio sea resuelta forma definitiva, bajo la exigencia de
que la decisión esté fundamentada conforme a derecho .
.; 86. En este sentido, advirtiéndose que lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 73° de la Ley
General de Arbitraje regula sólo algunos supuestos en los que se ve involucrada la
/ Constatación de la vulneración del derecho a la defensa, y atendiendo a que este derecho
r.
1
/ tiene una estrecha relación con el del juez imparcial, esta disposición debe ser aplicada
/ 1/ para cubrir la laguna en el caso en que se recuse a todos los integrantes del Tribunal
( l Arbitral.
\
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
I
f
/
jl
1
mpetente para resolver la recusación planteada, siempre como cuestión previa al
lisis de validez del laudo. Este Colegiado considera que sólo así, una vez agotados
1 efectos de la cuestión previa aludida, quedará despejado el camino para la
pedición de un pronunciamiento definitivo sobre la validez o invalidez del laudo
arbitral, a propósito de la resolución del recurso de anulación.
8~. En este punto, es importante precisar que, áf momento de evaluar una solicitud de
I recusación interpuesta contra todos los miembros de un tribunal arbitral, se debe tener
en consideración que se trata de un supuesto excepcional, cuya procedencia -de
conformidad con el artículo 103º de la Constitución Política del Perú- no puede
ampararse en el ejercicio abusivo del derecho fundamental al debido proceso, en tanto
que los derechos fundamentales no son absolutos sino relativos y, por eso mismo,
admiten límites razonables en su ejercicio, el mismo que debe desarrollarse de
/'
,,
1 conformidad con la Constitución.
·¡
v
En tal sentido, este Colegiado estima que no resulta razonable admitir la procedencia
¡ I
de solicitudes de recusación que se sustenten únicamente en las decisiones adoptadas
( por el Tribunal Arbitral durante el transcurso del procedimiento arbitral , puesto que
con ello se incorporaría un mecanismo no previsto en la Ley General de Arbitraje ,_ Más
\.
aún, se estaría abriendo un cauce irrazonable y desproporcionado para cuestionar la
,imparcialidad del tribunal arbitral cuando éste, en ejercicio legítimo de sus
1 atribuciones, adopte decisiones que no concuerden con el parecer de alguna de las
,,. '/ partes .
¡I;
~u
/ /39. Finalmente este Tribunal estima oportuno que, en aras de la seguridad jurídica, el
1
' Congreso de la República dicte la norma que permita cubrir definitivamente la laguna
'
í advertida en el artículo 31 º de la Ley 26572, Ley General de Arbitraje, en el supuesto
de hecho a que se refiere el fundamento jurídico 66 de la presente sentencia.
1
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
HA RESUELTO
3. Ordenar a la Corte Superior de Justicia de Lima que disponga que la Sala competente
que conoce del recurso de anulación interpuesto ajuste su actuación a lo dispuesto en el
fundamento 87 de la presente sentencia.
/
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1 "J,
1 J1 .
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! Lo ~~erti~
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'
1
Con el debido respeto por la opinión de los Magistrados que suscriben la sentencia,
compartiendo el sentido del fallo de la sentencia, así como los fundamentos en los que éste se
sustenta, quiero dejar expresado, como lo hice en la STC 6167-2005-PHC/TC, que la necesidad
de que en el procedimiento arbitral se deban respetar los derechos fundamentales de orden
procesal, no convierte a dicho procedimiento en un proceso de naturaleza jurisdiccional.
Por otro lado, en la jurisprudencia de este Tribunal han sido diversas las ocasiones y
oportunidades en las que hemos destacado que los derechos que integran la tutela procesal
efectiva son garantías formales y materiales que deben observarse y respetarse en todo tipo de
procedimientos que tengan por objeto dilucidar los derechos y deberes de las personas, con
independencia de la naturaleza de dichos procedimientos. Y así como hemos insistido en la
necesidad de su respeto en el seno del proceso judicial, también lo hemos hecho en el seno de los
procedimientos administrativos disciplinarios o en el seno de los procedimientos contemplados
en los estatutos de las personas jurídicas de derecho privado. Y a nadie se le ha ocurrido que, por
ello, dichos procedimientos tengan o hayan asumido la condición de procedimientos de
naturaleza jurisdiccional.
El arbitraje, pues, no es otra cosa que un medio alternativo de solución de conflictos, cuyo
fundamento reposa en la voluntad de las partes, y por medio del cual éstas renuncian a la tutela
que brinda el Estado a través del Poder Judicial y se someten a este mecanismo esencialmente
privado, en el que tienen la libertad de establecer el procedimiento que consideren más adecuado,
dentro del respeto de determinados derechos fundamentales de orden procesal. Con estas
salvedades, mi voto es porque se declare improcedente la demanda, como se ha efectuado en la
sentencia en mayoría.
\
S.
GONZALES OJEDA
OM
•r•-- -- - - - - - •
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\j /
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Que discrepo de los votos de mis honorables colegas, haciendo presente que anteriormente
en el Expediente Nº 01567-2006-PA/TC seguido entre las mismas partes, emitiera igualmente un
voto singular de acuerdo a las consideraciones que ahí se expresaron, siendo pertinente precisar
para este caso que motivan mi discrepancia y que a continuación paso a exponer:
2. Esta posición no es nueva por parte del Tribunal, pues una revisión de su línea jurisprudencial
permite apreciar la gran intensidad o el enorme peso que el principio pro homine o pro victima
posee en todos sus pronunciamientos.
3. Una lectura de la causal de improcedencia desde el principio pro homine o pro victima conduce
a establecer que la restricción del acceso a la jurisdicción constitucional de la libertad operará
solamente cuando no se hayan agotado las vías previas, la cuales, en el caso de las resoluciones
judiciales, arbitrales, administrativas o de cualquier otra índole, significan el agotamiento de los
recursos directos y no de todos los recursos imaginables que la ley pone a disposición del
justiciable.
4. En este caso, el cuestionamiento constitucional se dirige contra una resolución dictada dentro de
un incidente de recusación, la que en los términos de la Ley General de Arbitraje se denomina
"resolución distinta del laudo " y que contra ella procede, únicamente, el recurso de
reconsideración, previsto en el artículo 58º de la citada Ley General de Arbitraje.
5. Abundando en ello, los artículos 60º y 61 º de la Ley General de Arbitraje señalan que los
recursos de anulación o de apelación, según correspondan, solamente proceden contra el laudo
} ; /1 arbitral, el que por imperio del artículo 59º de la norma citada tiene carácter definitivo y con el
J!lí¡ cual no procede recurso alguno, con excepción de los previstos en los citados artículos 60º y 61 º
de la misma Ley General.
8. Tal como se aprecia de autos y la propia sentencia en mayoría así lo advierte no está en
discusión, si al resolverse la recusación del árbitro Femando Cantuarias Salaverry, o la de los
otros árbitros que integran el Tribunal Arbitral Sulliden-Algamarca, las recusaciones
correspondientes se resolvieron en forma adecuada. Lo que se encuentra en cuestión, tras su
impugnación como violatorio del derecho al juez arbitral imparcial, es si el procedimiento
seguido por el referido Tribunal Arbitral, en aplicación del artículo 31 de la Ley General del
Arbitraje, se efectuó sin errores de interpretación relacionados fundamentalmente con una
percepción incorrecta del contenido constitucionalmente garantizado del derecho al juez arbitral
imparcial.
9. Queda claro también que el artículo 31 de la Ley General de Arbitraje no contempla la situación
que se postula en la presente causa, sin embargo toda interpretación posible aplicable al caso
debe cumplir con la exigencia de imparcialidad que se debe observar para resolver una
recusación donde se acusa a sus miembros, precisamente, de no contar u ofrecer razonablemente
dicha imparcialidad.
1O. Por ello, en casos de esta naturaleza, los tribunales arbitrales están obligados a garantizar
directamente, sin necesidad de la interpositio legislatoris, el ámbito garantizado del derecho al
juez arbitral imparcial. Ello es consecuencia de la eficacia horizontal de los derechos
fundamentales, que impone la necesidad de respetarlos y garantizarlos incluso en las relaciones
ínter privatos, como el arbitraje.
12. Por otro lado, si bien "Los árbitros no representan los intereses de ninguna de las partes"
(artículo 18 de la Ley General del Arbitraje), considero que no se puede dejar de apreciar que el
nombramiento como árbitro importa el pago de una remuneración, salvo pacto en contrario;
confiriendo la aceptación como árbitro, "( ...) el derecho de exigir a las partes un anticipo de los
fondos que estimen necesarios para atender las retribuciones respectivas y los gastos del
arbitraje" (artículo 19 de la Ley General del Arbitraje).
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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
13. En un supuesto como el que se acaba de mencionar, el que sean los propios miembros del
Tribunal Arbitral quienes resuelvan la recusación planteada contra ellos, pone en cuestión la
garantía de que una persona no sea sometida a un procedimiento en el que quienes están
llamados a decidir sobre la cuestión litigiosa, tengan algún tipo de compromiso con el resultado
de dicho procedimiento.
14. En particular, del afán de no desvincularse del procedimiento arbitral, ya sea por la expectativa
de percibir una remuneración a partir del ejercicio de la función encomendada; o bien del hecho
de haberse dispuesto legítimamente de una parte, o la totalidad, del anticipo de remuneraciones
percibido.
16. Sin embargo, tales cualidades profesionales, éticas y humanas que puedan tener los árbitros no
son suficientes para superar las exigencias derivadas del derecho a ser juzgado ante un tribunal
arbitral imparcial. Aunque no tengan (o puedan tener) interés en cómo se ha de resolver el fondo
del arbitraje, sí existe un indicio razonable acerca de su interés (de los árbitros recusados) en
poder continuar con el conocimiento del mismo. Tal circunstancia, evaluada desde el ámbito del
contenido constitucionalmente garantizado del derecho al juez imparcial, no tolera que su
recusación sea resuelta por ellos mismos, incluso siguiéndose el procedimiento que antes se ha
descrito.
17. En ese sentido, soy de opinión que el contenido constitucionalmente declarado del derecho al
tribunal arbitral imparcial es incompatible con una interpretación y aplicación del artículo 31 º
de la Ley General del Arbitraje, según el cual, ante una recusación de todos los miembros de un
Tribunal Arbitral, sean ellos mismos los que lo resuelvan, cualquiera sea el procedimiento que
se contemple para ello.
18. Por ello, considero que son incompatibles con el contenido constitucionalmente garantizado del
derecho al juez arbitral imparcial las resoluciones N.º 114 y 115, de fecha 28 de enero de 2005,
N.º 116, de fecha 31 de enero de 2005, N.º 121, N.º 124 y N.º 125, del 21 de febrero de 2005,
mediante las cuales los miembros del Tribunal Arbitral Sulliden-Algamarca decidieron resolver
la solicitud de recusación promovida por la Compañía de Exploraciones Algamarca contra todos
sus integrantes, así como los respectivos recursos de reposición.
Por las razones antes expuestas soy de opinión que la demanda debe ser declarada fundada
y, en consecuencia, nulas las resoluciones y los actos procesales que tuvieron lugar con ocasión del
trámite de la recusación planteada contra todos los miembros del tribunal arbitral Sulliden-
Algamarca, debiendo el Juez competente resolver la recusación planteada.
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