Cesacion ULTIMA

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SEÑORE JUEZ CUARTO DE INTRUCCION ANTICORRUPCION Y CONTRA LA

VIOLENCIA HACIA LA MUJER

NUREJ: 20305560

PRESENTA CESACION DE LA DETENCION


PREVENTIVA.-

OTROSI.- SU CONTENIDO

MARCO ANTONIO BUSTOS BUSTILLOS, mayor de edad hábil por ley con
cedula de identidad 9302665 LP. con domicilio actual en el penal de San Pedro de
la ciudad de La Paz, ante su autoridad me presento expongo y pido:

I. Petitorio:

1.1. Que, Invocando los Derechos Constitucionales de Petición, de Defensa y de


Libertad, consagrados en la Constitución Política del Estado, al amparo del CPP
Artículo 239 numeral 1 Primera modalidad Cuando nuevos elementos demuestren que
no concurren los motivos que la fundaron y la segunda modalidad torne conveniente que
sea sustituida por otra.

1.2 Cuando haya vencido el plazo dispuesto respecto del cumplimiento de la detención
preventiva y habiéndose desvanecido con nuevos elementos de convicción que
demuestran, que no concurren los motivos que determinaron su imposición y
resulte necesaria sustituirla por medidas sustitutivas; solicito la CESACION DE LA
MEDIDA CAUTELAR DE DETENCION PREVENTIVA impuesta en contra
de mi patrocinado MARCO ANTONIO BUSTOS BUSTILLOS; en mérito a los
siguientes puntos:

A) La desaparición absoluta del peligro procesal; concretamente la inexistencia


actual del peligro de fuga, que sirvió para establecer que el imputado eludirá la
acción de la justica; puesto que a la fecha CONFORME las distintas solicitudes
fueron eliminadas las mismas y además, por la coyuntura del aislamiento social
obligatorio en nuestro país, se encuentran cerradas las fronteras nacionales e
internacionales.

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B) La desaparición absoluta del peligro procesal; concretamente la inexistencia
de peligro de Obstaculización; esto es, por resolución 201/2020 del 2 de junio de
2020 se establecio que estaría vigente el numeral 2 del 235 del código de
Procedimiento Penal porque no SE HABRIA RECEPCIONADO la
DECLARACION DE OCTAVIO VELASCO MAMANI QUIEN ES PARTE DE LA
LISTA QUE PARTICIPARON EN EL PROCESO Y NO SE PRESENTO PRUEBA
SOBRE LAS DECLARACIONES PERICIALES; puesto que a la fecha por la
coyuntura del aislamiento social obligatorio en nuestro país, se encuentran suspendidas
las labores del Poder Judicial, consecuentemente suspendidas las averiguaciones que al
tiempo ya se encuentran diligenciadas.

C) Por haber perdido consistencia en torno a lo esbozado en la Resolución


de Detención Preventiva la proporcionalidad; es decir, de ser idónea, necesaria y
proporcional en sentido estricto; puesto que dichas razones han variado
sustancialmente.

RELACION CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS.-

Sr. Juez, conforme los antecedentes arrimados a la presente, se tiene que en fecha
30 de agosto de 2019, se llevó adelante la Audiencia de Medidas Cautelares ante el
Juzgado Cuarto Anticorrupción y Violencia contra la Mujer de la Ciudad de La Paz a
cargo de la Dra. Melina Lima, la cual mediante Resolución Nº 616/2019, ha
dispuesto mi Detención Preventiva en el Penal de San Pedro de la Ciudad de La
Paz, por concurrir los presupuestos establecidos en los Art. 233,

234 numeral 1 En cuanto al arraigo laboral

234 Numeral 2 Porque puede permanecer oculto

235 numeral 1 Porque existe una documentación escaneada y esta puede ser
modificada o destruida

235 numeral 2 Pueden influencia en testigos o participes porque pueden tener


contacto con la estructura del gobierno Autonomo de La Paz y peritos porque
puede existe una poliza escaneada.

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Que se interpuso recurso de apelación donde la Sala Penal Segunda posteriormente
confirmo bajo la resolución 402/2019 de fecha 7 de octubre de 2019, con la
siguiente fundamentación:

234 numeral 1- En cuanto al arraigo laboral existe una contradicción entre el NIT y
la licencia de funcionamiento si bien señala la misma calle y dirección no es menos
cierto en cuanto al número existe una contradicción.

234 Numeral 2- Al no haberse desvirtuado la actividad licita no tiene arraigo social.

235 numeral 1- Porque existe una POLIZA DE IMPORTACION ESCANEADA foliada


con el 294 documentación que puede ser destruida modificada o suprimida.

235 numeral 2 Va influenciar negativamente en testigos o participes para tener


contacto con la estructura del gobierno Autónomo departamental de La Paz y
peritos porque el Ministerio Publico presenta una póliza escaneada.

Después se interpuso una solicitud de cesación de la detención preventiva a lo que


la Juez cuarto de anticorrupción resolvió negando la misma, mediante Resolución
Nº 871/2019 de 20 de diciembre de 2019, rechaza la solicitud manteniendo firmes
los presupuestos

Seguidamente, se promovió el respectivo recurso de apelación, a la mencionada


resolución de cesación denegada, y a través de la resolución 675/2019 de 31 de
diciembre de 2019 se resolvió de la siguiente forma:

234 numeral 1 La actividad lícita estaría acreditada.

234 numeral 2 Al haberse desvirtuado los elementos familia domicilio y actividad


lícita por ende se encontraría desvirtuado este numeral.

235 numeral 1 y 2 No existe nueva prueba presentada.

Posteriormente se interpuso la segunda cesación de la detención preventiva que


fue resuelta a través del Auto Interlocutorio 164/2020 de fecha 11 de marzo de
2020 la JUEZ CUARTO DE ANTICORRUPCION resolvió de la siguiente manera:
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Con relación al 235 num. 1) del CPP. manifestó que La Póliza de Importación
presuntamente escaneada no era el único fundamento según la Resolución
Primigenia y que habiéndose ampliado la investigación por el delito de Falsedad
Ideológica se debe efectuar una ITO en la tienda del imputado que esta
precintada, por lo que ese riesgo aun persistiría.

235 numeral 2 Con relación al Art. 235 num.2) del CPP, señaló que la Resolución
Primigenia jamás estableció que una vez que declararan los personeros de la
Gobernación este riego desaparecería, ya que estas persona deben atestar en
juicio y que conforme las SC. 007/2007; 1250/07 este riego persiste inclusive hasta
dictar sentencia; por lo que ese riego aun persistiría.

A través de la resolución 145/2020 del 18 de marzo de 2020 se ha resuelto


la apelación de la detención preventiva bajo los siguientes fundamentos:

235 numeral 1 Existen tres vertientes A) La Póliza ya se encuentra en el Ministerio


Publico. B) La parte imputada debe manifestarse sobre el DBC y C) Los
documentos de contratación. La inspección ocular en la tienda del hoy imputado
eso no ha sido dispuesta y no se puede aumentar ese aspecto. Otro aspecto se ha
establecido que la póliza es falsa no se puede incorporar como riesgo ya que
me refiero que esta secuestrada.

235 numeral 2 Que se mantenga hasta que exista una sentencia condenatoria
vulnera el derecho a la presunción de inocencia.

Por ultimo a través de la resolución 201/2020 del 2 de junio de 2020 se estableció


que SOLAMENTE estaría vigente el numeral 2 del 235 del código de Procedimiento
Penal porque no SE HABRIA RECEPCIONADO la DECLARACION DE
OCTAVIO VELASCO MAMANI QUIEN ES PARTE DE LA LISTA QUE
PARTICIPARON EN EL PROCESO Y NO SE PRESENTO PRUEBA SOBRE LAS
DECLARACIONES PERICIALES.

Nuevos elementos:

1.- Declaración informativa de BACILIO OCTAVIO VELASCO MAMANI con C.I.


4309757 L.P. declaración extrañada por resolución 201/2020 del 2 de junio de 2020.
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2.- Resolucion 679/2020 de Medidas cautelares de BACILIO OCTAVIO VELASCO
MAMANI.

3.- CERTIFICADO MEDICO DE FECHA 2 DE MAYO DE 2020 Expedido por Dr.


Javier Alejandro Esprella Rojas Cirujano Dentista.

4.- Informe medico de fecha 2 de mayo de 2020 expedido por el Dr. Mauricio Arce
medico Cardiologo.

5.- Informe BIOPSICOSOCIAL de fecha 03 de marzo de 2020 EXPEDIDO POR


Dr. Paul Careaga Llanos medico DDRP En la comisión del recinto penitenciario
San Pedro del Ministerio de Gobierno.

6.- Cuatro recetas medicas

7.- Fotocopia de carne de cirujano dentista del Dr. Javier Alejandro Esprella
Rojas Cirujano Dentista.

8.- Historial de transferencia de la caja Fs14de 01 de julio de 2012 sobre los


antecedentes dentales.

CONSIDERACIONES GENERALES QUE DEBE TOMARSE EN CUENTA.-

Como la libertad del ser humano es un derecho fundamental reconocido


constitucionalmente, el primer paso ineludible para dar respuesta a las interrogantes
planteadas es acudir al texto constitucional, entonces tenemos que la Constitución
Política del Estado en su Artículo 21.7, establece que toda persona tiene el derecho
fundamental de permanecer, circular, ingresar y salir del territorio boliviano. Por su
parte, el Artículo 22 preceptúa que la libertad y la dignidad de la persona son
inviolables y que respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado. Es decir,
que el derecho a la libertad ambulatoria es una garantía permanente que acompaña a
la persona en todos los momentos de su existencia.

Sin embargo, es la misma Constitución que permite se prive de libertad a la persona


que ha cometido un delito, pone como condición ineludible que la decisión de privar
de libertad esté precedida siempre de un juicio, es decir, que sea siempre el resultado
de un juicio previo. Así lo dispone el Artículo 117.I de la Constitución Política del
Estado, al establecer que: “Ninguna persona puede ser condenada sin 33 El Código
de Procedimiento Penal regula a esta medida cautelar con el nombre de “detención
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preventiva”, en el entendido de que este nombre contribuye a la invisibilización o
relativización de la problemática de las personas privadas de libertad sin sentencia
que declare su culpabilidad es que, a lo largo del presente estudio, se utilizará la
denominación de “prisión preventiva”. 34 Cafferata, J. (1988). La Excarcelación.
Buenos Aires: Depalma, p. 4. 43 haber sido oída y juzgada previamente en un
debido proceso. Nadie sufrirá sanción penal que no haya sido imputada por
autoridad judicial competente en sentencia ejecutoriada”. Por otra parte, la
Constitución Política del Estado en el Artículo 116.1 garantiza el principio de
presunción de inocencia, principio gravitante en el desarrollo del presente trabajo,
razón por la que merece la pena hacer referencia a los principales aspectos del
señalado principio. El principio de inocencia nace como una reacción ante los abusos
de la inquisición y hoy en día forma parte de la conciencia universal acerca del valor
de la persona y de la dignidad del ser humano, aunque ello, de ninguna manera
significa que tenga plena vigencia en nuestro país, a pesar de su reconocimiento
constitucional. Como ya se señaló, la garantía de juicio previo exige como requisito
para la imposición de una pena, una sentencia obtenida en un juicio; la primera
derivación de esta afirmación es que nadie puede ser considerado ni tratado como
culpable sin una sentencia obtenida en un juicio que lo declare como tal. Como
sostiene Alberto Binder, juicio previo y principio de inocencia son dos caras de una
misma moneda35. En otras palabras, por imperativo constitucional, toda persona es
inocente y así debe ser tratada mientras no se declare en una sentencia judicial su
culpabilidad. Lo que significa que la pena no puede ser anterior al juicio previo, ni
impuesta por fuera de él.

Por otra parte, la doctrina garantista coincide al señalar que las implicaciones del
principio de presunción de inocencia son:

 Interpretación restrictiva. En cuya virtud las normas que limitan la libertad


personal o algún otro derecho durante el proceso, deben interpretarse
restrictivamente puesto que, gozando el imputado de un estado de inocencia, no
puede darse a estas normas una interpretación extensiva que se traduzcan en un
castigo anticipado que de cualquier manera limite su libertad u otros derechos antes
de que ese estado de inocencia sea destruido por la sentencia firme que lo declare
culpable; de ahí que la detención antes de la condena debe imponerse
excepcionalmente y siempre con un carácter meramente cautelar, no pudiendo nunca
ser definitiva, ilimitada o durar lo que dura el proceso, porque sólo se fundamenta en
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méritos meramente provisionales, en peligros procesales actuales y concretos, y no
en la existencia de indicios de culpabilidad ni en la sola imputación de un delito por
muy grave que éste fuera.

 Exclusión de la carga de la prueba. En atención a que el principio de inocencia


opera como presunción de credibilidad respecto del imputado, se tiene que, en
principio, éste no tiene que probar nada, toda vez que la carga de la prueba
corresponde al acusador, es al órgano encargado de la persecución penal al que
corresponde averiguar toda la información para aproximarse a la verdad histórica y
probar su acusación y también, para lograr la restricción de los

“In dubio pro reo”. Otra manifestación del principio de inocencia es el “in dubio
pro reo”, en virtud del cual el juzgador queda obligado a actuar en favor del
imputado frente a una situación dudosa, de manera que, si existe alguna duda sobre
el hecho delictivo o sobre la participación en él del imputado, el juez debe resolver a
su favor y en su caso absolverlo de pena y culpa. Si bien es cierto que el “in dubio
pro reo” rige principalmente en la valoración de la prueba y en la construcción de la
sentencia, porque es indispensable la valoración de todo el material probatorio para
establecerse la certidumbre de que se ha cometido o no el delito y que la persona
sometida a juicio sea o no la autora del hecho criminal, ello no significa que el “in
dubio pro reo” no tenga manifestación en otras etapas del procedimiento,
particularmente, a tiempo de adoptar cualquier decisión que importe la restricción de
un derecho del imputado, así lo establece el Código de Procedimiento Penal que en
su Artículo 7 señala: “La aplicación de medidas cautelares establecidas en este
Código será excepcional. Cuando exista duda en la aplicación de una medida
cautelar o de otras disposiciones que restrinjan derechos o facultades del imputado,
deberá estarse a lo que sea más favorable a éste”.

Entonces, por una parte, la garantía obliga al acusador a aportar la prueba necesaria
para establecer sin lugar a dudas que el imputado cometió el hecho delictivo, porque
para dictar una sentencia absolutoria no es necesario que el juez tenga probada la
inocencia del imputado, basta únicamente que tenga la más mínima duda sobre su
culpabilidad. Por otra parte, la garantía obliga al juzgador a hacer las mayores
consideraciones respecto a cualquier decisión que restrinja derechos o facultades del
imputado y en caso de duda sobre los fundamentos que habilitan esa restricción,
deberá estar a lo más favorable para el imputado, máxime si se trata de la libertad

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personal. Así pues, el “in dubio pro reo” trata de mantener también un mínimo de
equilibrio entre los contendores, porque si el Estado a través de sus órganos
persecutores oficiales y de todo el aparato con el que cuenta a tal fin y habiendo
obligado al imputado a someterse a la relación jurídico procesal penal, no ha podido
por cualquier circunstancia establecer con certeza la verdad de la imputación o de
sus alegaciones, no puede hacer cargar sobre el imputado las consecuencias de esa
incapacidad

Por todo lo anotado, podemos concluir que la prisión preventiva debe regirse por los
siguientes principios:

 Excepcionalidad. Toda persona sometida a proceso penal debe ser juzgada en


libertad, y sólo por vía de excepción puede ser privada de la libertad.

 Legalidad. La libertad del acusado sólo puede ser restringida con estricto apego a
las normas.

 Necesidad. La prisión preventiva sólo procederá cuando sea el único medio que
permita asegurar los fines del proceso

Proporcionalidad. Debe existir una relación racional entre la medida cautelar y el fin
perseguido, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la
libertad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen
mediante tal restricción.

 Razonabilidad. La prisión preventiva debe mantenerse durante un tiempo


razonable. Aun cuando medien razones para mantener a una persona en prisión
preventiva, ésta debe ser liberada si el periodo de la detención ha excedido el límite
de lo razonable.

El peligro de fuga, entendido como el riesgo de que la persona imputada intente


eludir el accionar de la justicia, es decir, la existencia de toda situación que produzca
una presunción razonable, fundamentada y acreditada, por apreciación de las
circunstancias del caso concreto, acerca de que el imputado podría no someterse al
procedimiento buscando evadir la acción de la justicia. El peligro de obstaculización
entendido como el riesgo de que la persona imputada intente obstaculizar la
investigación criminal, es decir, la existencia de toda situación que produzca una
presunción razonable, fundamentada y acreditada, por apreciación de las

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circunstancias del caso concreto, acerca de que el imputado con su comportamiento
entorpecerá la investigación criminal del hecho que se le imputa. El reconocimiento
constitucional de la presunción de inocencia exige de modo ineludible que los
peligros antes señalados, sean acreditados con información de calidad por parte del
Fiscal. No pudiendo, en ningún caso, sustituirse esta obligación atribuyendo al
imputado la obligación de desvirtuar la alegación de la existencia de tales peligros.

EL PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN Por otra parte, el Artículo 235 del


Código de Procedimiento Penal42 contempla las circunstancias indicativas del
peligro de obstaculización, y si bien es cierto que las circunstancias contempladas en
su versión original, así como aquellas otras incorporadas con las reformas legales a
las que hacíamos referencia, son de corte procesalista, no es menos evidente que
existen posiciones doctrinales como las de Alberto Binder y Alberto Bovino que
cuestionan la validez del peligro de obstaculización en el descubrimiento de la
verdad como fundamento legítimo de la prisión preventiva.

Así se ha sostenido que es poco probable que el imputado tenga capacidad real para
entorpecer la investigación frente a todo el aparato con que cuenta el Estado para
protegerla, de modo que los daños que se pueden causar a la investigación provienen
de su propia ineficiencia, por lo que resulta desproporcionado e injusto que el
Estado supla su ineficiencia con el encarcelamiento preventivo del imputado.
Por ello, la mayor crítica que puede hacerse a este presupuesto legal, a pesar de su
finalidad netamente procesal, es que con tal finalidad se admite el sacrificio de la
libertad del imputado en aras de la lenta e ineficiente actividad investigativa del
Estado, extremo que es corroborado por la práctica toda vez que, debido a la
complejidad de su construcción, resultan suficientes para su procedencia, razones
sobre el avance o no de las investigaciones y la necesidad de su éxito, sin
consideraciones en torno al peligro de obstrucción de la prueba concreta en el caso
particular.

El alcance de este peligro procesal también resulta problemático en cuanto a su


exacta delimitación frente a los actos realizados por el imputado en ejercicio de
su derecho a la defensa, que implica su derecho a guardar silencio, a controvertir
los actos de investigación y, especialmente, a exigir que la carga de la prueba
recaiga sobre el Fiscal. Y como quiera que la verdad no puede ser obtenida a
cualquier precio y menos a costa de la libertad, obliga a maximizar la exigencia de

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excepcionalidad de la prisión preventiva por este motivo. En todo caso, toda vez que
este peligro sea alegado, debe precisarse también al máximo en qué consistirá la
perturbación o distorsión probatoria en la que incidiría la conducta procesal del
imputado para lograr la ineficacia del proceso y además se debe determinar la
capacidad y aptitud real de éste de influir en el hallazgo e integridad de los
elementos de prueba, sin que sea suficiente una mera posibilidad genérica y
abstracta como la que generalmente se alega cada vez que se invoca este peligro
cual es, el no agotamiento de los actos de investigación. Así, por ejemplo, cuando
se trate de pruebas materiales, únicamente se podrá disponer la prisión preventiva
cuando el imputado tenga una disponibilidad real de dichas pruebas y aptitud
también real de alterarlas, ocultarlas y/o destruirlas. Por ello, resultan
inadmisibles consideraciones abstractas como, por ejemplo, la cantidad de
diligencias de investigación pendientes de realización. En este sentido, se ha
pronunciado la CtIDH en el caso Palamara Iribarne vs. Chile.

DURACIÓN MÁXIMA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA El derecho a ser


juzgado en un plazo razonable es un derecho de singular importancia en el
ordenamiento internacional de los derechos humanos. Por ello, la constante
preocupación de los órganos internacionales de protección de los derechos humanos
de establecer pautas objetivas para la determinación de plazos máximos para la
duración de la prisión preventiva; y también para establecer la responsabilidad de los
Estados en casos de exceder los límites razonables de su duración Ahora bien, en
términos generales, la prisión preventiva puede ser limitada temporalmente por
aplicación del principio de proporcionalidad o por aplicación del plazo razonable,
según lo establecido en el Artículo 7.5 de la CADH que dice: “Toda persona
detenida o retenida deber ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario
autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada
dentro de un plazo razonable o ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continué el
proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en juicio”, El Código de Procedimiento Penal vigente recoge ambas
formas de limitación: la limitación proveniente del principio de proporcionalidad
que tiene como fundamento el cumplimiento, en prisión preventiva, del mínimo
legal de la pena establecida para el delito más grave que se juzga, según lo
establecido por el numeral 2 del Artículo 239. Si bien a primera vista, esta forma de
limitación puede denotar razonabilidad, lo cierto es que la misma responde a la

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concepción sustantivista de la prisión preventiva, ya que no impide la equivalencia
entre la prisión preventiva y la pena, más aún, en aquellos casos en los que se
imputan varios delitos, la duración máxima de la prisión preventiva se condiciona al
mínimo legal de la pena establecida para el delito más grave. En cambio, la
limitación proveniente de la garantía prevista en la CADH, 7.5, se encuentra prevista
en el numeral 3 del citado Artículo 239 que vincula la duración de la prisión
preventiva a la duración de dos fases procesales concretas (la formulación de la
acusación y la dictación de la sentencia de primer instancia), a pesar de que ésta
limitación responde a la concepción procesalista que se funda en la necesidad de
proteger la libertad del inocente frente a dilaciones indebidas, su formulación no
parece ser la más apropiada ni para evitar la duración excesiva de la prisión
preventiva, ni para evitar su asimilación con la pena. En los hechos, esta forma de
regular la duración de la prisión preventiva se ha traducido en que la “razonabilidad”
del plazo de duración de la prisión preventiva sea determinada en abstracto y de
manera general, y no atendiendo a las particularidades del caso concreto, ello hace
que la duración de la prisión preventiva sea en todos los casos el máximo fijado por
la ley, sin soslayar que no en pocos casos estos límites máximos son traspasados sin
límite alguno. Esta situación contradice el mandato de la CIDH que exige que el
plazo razonable de duración de la prisión preventiva, establecido en el Artículo
7.5 de la Convención Americana de Derechos Humanos, debe ser determinado
por la autoridad judicial teniendo en cuenta las circunstancias del caso
concreto. Así queda claramente establecido del fallo pronunciado en el caso
“Andrade Salmón Vs. Bolivia” de 1/12/16, el mismo que condena al Estado
Boliviano, entre otros motivos, por la duración ilimitada del arraigo, sosteniendo:
“Al respecto, la Corte ha establecido que el derecho de circulación y residencia,
incluido el derecho a salir del país, pueden ser objeto de restricciones, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 22.3 y 30 de la Convención 191. No
obstante, la Corte ha señalado que las medidas cautelares que afectan la libertad
personal y el derecho de circulación del procesado tienen un carácter excepcional, ya
que se encuentran limitadas por el derecho a la presunción de inocencia y los
principios de necesidad y proporcionalidad. Asimismo, dichas medidas cautelares no
pueden constituirse en un sustituto de la pena privativa de libertad ni cumplir los
fines de la misma, lo cual puede suceder si se continúan aplicando cuando han
dejado de existir los riesgos procesales que se buscan prevenir. De lo contrario, la
aplicación de una medida cautelar que afecte la libertad personal y el derecho de
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circulación del procesado sería equivalente a anticipar una sanción con anterioridad
a la emisión de la sentencia, lo cual contradice principios generales de derecho
universalmente reconocidos”.

Consideraciones sobre la cesación:

De acuerdo a la previsión contenida en el art. 239.1 del CPP antes referido, para
resolver una solicitud de cesación de la detención preventiva amparada en esa
causal, el Juez o Tribunal debe realizar el análisis ponderado de dos elementos: 1)
¿Cuáles fueron los elementos de convicción que determinaron la imposición de la
detención preventiva? y, 2) ¿Los nuevos elementos de convicción que aportó el
imputado demuestran que ya no concurren los motivos que determinaron la medida o
la conveniencia de que la medida sea sustituida por otra?, conforme lo precisó la
jurisprudencia constitucional uniforme contenida en las SSCC 0320/2004-R, SC
0719/2004-R, 1466/2004-R, 0807/2005-R, y 0568/2007-R.

Así la SC 0320/2004-R de 10 de marzo, señaló: “Cuando el juez o tribunal deba una


solicitud de cesación de la detención preventiva amparada en la previsión del art.
239.1 del CPP, ésta debe ser el resultado del análisis ponderado de dos elementos: i)
cuáles fueron los motivos que determinaron la imposición de la detención preventiva
y ii) cuáles los nuevos elementos de convicción que aportó el imputado para
demostrar que ya no concurren los motivos que la determinaron o en su caso
demuestren la conveniencia de que la medida sea sustituida por otra. Quedando claro
que si a través de los nuevos elementos de juicio que se presenten por el imputado se
destruyen ambos o cualquiera de los motivos que fundaron la detención preventiva,
el Juez o Tribunal debe realizar una valoración de estos nuevos elementos;
valoración similar a la que hizo para disponer la detención preventiva a prima facie,
sin que ello implique inmiscuirse en la investigación del hecho. Debiendo, en
consecuencia el imputado probar conforme a la norma precedentemente señalada la
existencia de nuevos elementos de juicio que demuestren que no concurren los
motivos que fundaron su detención preventiva o tornen conveniente que sea
sustituida por otras medidas”. Ahora bien, este análisis concurrente de los dos
elementos previstos en el art. 239.1, no sólo vincula al juez que resuelve la solicitud
de cesación de detención preventiva sino también al tribunal de alzada que resuelve
la apelación incidental, empero cuando el tribunal a quem analice dichos elementos
debe sujetar su examen al marco de lo establecido en el art. 398 del CPP, que

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expresamente dispone: “Los tribunales de alzada circunscribirán sus resoluciones a
los aspectos cuestionados de la resolución”.(negrillas agregadas).

En ese mismo sentido está la SC 1147/2006-R de 16 de noviembre, al determinar: “


…la resolución que resuelva la solicitud de cesación de la detención preventiva debe
reunir las condiciones de validez, para ello la autoridad judicial competente a tiempo
de contrastar los nuevos elementos presentados por el imputado, deberá fundamentar
la decisión de conceder o rechazar la solicitud de cesación de la detención
expresando los motivos de hecho y de derecho en que funda su determinación, los
cuales deben obedecer a criterios objetivos , exponiendo el valor otorgado a los
medios de prueba presentados y sujetando su análisis a los presupuestos que
fundaron la detención preventiva del imputado, la fundamentación que no puede ser
reemplazada por la simple relación de los documentos o la mención de los
requerimientos de las partes, sino las razones jurídicas que justifican la decisión
adoptada

Por su parte, la SC 1147/2006-R, respecto a qué debe entenderse por valoración


objetiva e integral de los elementos probatorios en la cesación de detención
preventiva, señaló:“…no debe tomar un solo elemento de los previstos en los arts.
234 y 235 CPP, para sostener su decisión de rechazo, sino que debe valorar todos
los elementos y finalmente decidir en la forma que sea menos gravosa para el
imputado, lo que no implica que por ello, ponga en riesgo el desarrollo del proceso y
la averiguación de la verdad, pues si bien éste es de relevancia cuando se les
presenta una solicitud de cesación, no es menos cierto que, la libertad según el
mismo Código adjetivo penal en su art. 221, sólo puede ser restringida cuando es
realmente necesaria y en todo caso, como ya se estableció en caso de duda, también
el art. 7 del mismo cuerpo legal dispone que: ´Cuando exista duda en la aplicación
de una medida cautelar o de otras disposiciones que restrinjan derechos o facultades
del imputado, deberá estarse a lo que sea más favorable a éste…”.

SOBRE EL HACINAMIENTO Y EL GRAVE PELIGRO DE SU VIDA POR


EL COVID 19

Por otro lado, sostiene que la Resolución N.º 01/2020 de la Comisión


lnteramericana de Derechos Humanos, específicamente en los fundamentos 47
y 48 están dirigidas a las autoridades penitenciarias, pues lo que busca es
prevenir contagios intramuros.
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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con fecha
25 de marzo de 2020 exhortó a los gobiernos que tomen medidas urgentes para
proteger la salud y la seguridad de las personas que se encuentran detenidas o
recluidas en otras instalaciones cerradas, como parte de los esfuerzos generales que
se llevan a cabo para frenar la pandemia del COVID-19; incluso, se señala que las
autoridades deberían examinar la manera de poner en libertad a los individuos
especialmente vulnerables, entre otros a los presos de más edad y los enfermos, así
como a los detenidos menos peligrosos.

Asimismo, el Informe “Pandemia y Derechos Humanos” 2 de fecha 10 de abril de


2020, elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
recomienda: “Adoptar medidas para enfrentar el hacinamiento de las unidades de
privación de la libertad, incluida la reevaluación de los casos de prisión preventiva
para identificar aquéllos que pueden ser convertidos en medidas alternativas a la
privación de la libertad, dando prioridad a las poblaciones con mayor riesgo de salud
frente a un eventual contagio del COVID-19, principalmente las personas mayores y
mujeres embarazadas o con hijos lactantes”.

SOBRE LA PROPORCIONALIDAD DE LA MEDIDA

Sobre los preceptos generales de las medidas de coerción procesal prescribe que la
restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal, y se
impondrá con respeto al principio de proporcionalidad y siempre que, en la medida y
exigencia necesaria, existan suficientes elementos de convicción. El principio de
proporcionalidad constituye el parámetro para examinar la constitucionalidad
de las intervenciones en los derechos fundamentales. Se compone de tres sub
principios. Los subprincipios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido
estricto o ponderación han de aplicarse sucesivamente. Primero, se ha de examinar la
idoneidad de la intervención; si la medida restrictiva o cautelar no es idónea,
entonces, será inconstitucional, por tanto, no corresponderá examinarla bajo el
subprincipio de necesidad. Por el contrario, si ésta fuera idónea, se procederá a su
examen  bajo el subprincipio de necesidad. Si aun en este caso, la medida superara el
examen bajo este principio, corresponderá someterlo a examen bajo el principio de
proporcionalidad en sentido estricto o ponderación.

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El sub principio de idoneidad como regla de juicio tiene una doble exigencia. En
primer lugar que la medida restrictiva de derecho tenga un fin que sea
constitucionalmente valido, y en segundo lugar, que la medida en sí misma sea
idónea para alcanzar el fin propuesto. Se trata del análisis de una relación
medio-fin. La idoneidad comporta así una adecuación cuantitativa, esto es, que la
duración, prolongación e intensidad de la medida de coerción procesal debe ser
capaz de sujetar al imputado al proceso en la misma medida que sea requerida .
La prisión no puede ser indefinida y tampoco puede ser igual en todo el proceso,
toda vez que cumplida la finalidad de la misma o cambiando las condiciones que
inicialmente sustentaron su imposición, es deber del juzgador variarla , por otra
que lesione en menor medida la libertad o de ser el caso suprimirla. En su
ámbito cualitativo, la medida cautelar debe ser la única entre todas las posibles
capaz de lograr los fines del proceso . La detención preventiva cumple en abstracto
un objetivo constitucionalmente válido, cual es la de evitar el peligro de fuga o la
obstaculización de la averiguación de la verdad. En el caso concreto, ni uno ni lo
otro puede cautelar el mantenimiento de la detención preventiva dictada contra mi
patrocinado por vuestra autoridad, al existir un aislamiento social donde nadie se
puede movilizar, por tanto, en el presente estadio del proceso tal medida coercitiva
deviene en inidónea, precisamente por haberse disminuido de 4 riesgos a uno y este
ahora esta siendo desbaratado.

El subprincipio de necesidad analiza si existen medios alternativos al optado por el


juez que no sean gravosos o, al menos, que lo sean en menor intensidad. Se trata del
análisis de una relación medio-medio, esto es, de una comparación entre medios; el
optado por el juez y el o los hipotéticos que hubiera podido adoptar para alcanzar el
mismo fin. Exige la justificación objetiva de la medida coercitiva, tanto de los
supuestos materiales que lo posibiliten, como de la inexistencia de medida
alternativa menos gravosa a la libertad. Si bien en el caso de autos es suficiente
acreditar que ha salido de control del Estado ya que en el sistema carcelario de
manera reiterativa ha señalado que no se podrá controlar un contagio masivo en los
centros penitenciarios por lo que se deberá adoptar la menos gravosa ya que se
adopta porque se estaría poniendo en riesgo LA VIDA derecho que se encuentra
sobre la libertad y el estado tiene el deber de garantizar la misma lo cual puede
garantizarse con la variación de la detención hacia otra medida coercitiva menos

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gravosa como la medidas sustitutivas, con la finalidad de permitir a mi patrocinado
afrontar en libertad las demás etapas del proceso.

El subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto o ponderación, exige


que la decisión jurisdiccional guarde proporción entre la medida adoptada
y el fin que persigue, conectándola con el hecho imputado. El juez debe
evaluar los beneficios y los daños que se generen de adoptar una medida
restrictiva de derechos, a fin de establecer si entre ambos existe una
adecuada relación de equilibrio. Así una medida será desproporcionada, si
con ella se genera una restricción mayor que los posibles beneficios a
obtener. La violencia que se ejerce como medida de coerción nunca puede ser
mayor que la violencia que se podrá eventualmente ejercer mediante la
aplicación de la pena, en caso de probarse el delito en cuestión.

PETITORIO.-

En mérito a todo lo expuesto, los fundamentos de hecho y de derecho, de


conformidad a lo establecido en los artículos 239 numeral 1 en sus dos
modalidades 2 y 5 del Codigo de Procedimiento Penal SOLICITO A VUESTRA
AUTORIDAD QUE EN ESTRICTA APLICACIÓN a lo manifestado SE
OTORGUE el cese de la detención preventiva Y SE DISPONGA MI
LIBERTAD.

OTROSI.- Adjunto en calidad de prueba las siguientes literales:

1.- Declaración informativa de BACILIO OCTAVIO VELASCO MAMANI con C.I.


4309757 L.P. declaración extrañada por resolución 201/2020 del 2 de junio de 2020.

2.- Resolucion 679/2020 de Medidas cautelares de BACILIO OCTAVIO VELASCO


MAMANI.

3.- CERTIFICADO MEDICO DE FECHA 2 DE MAYO DE 2020 Expedido por Dr.


Javier Alejandro Esprella Rojas Cirujano Dentista.

4.- Informe medico de fecha 2 de mayo de 2020 expedido por el Dr. Mauricio Arce
medico Cardiologo.

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5.- Informe BIOPSICOSOCIAL de fecha 03 de marzo de 2020 EXPEDIDO POR
Dr. Paul Careaga Llanos medico DDRP En la comisión del recinto penitenciario
San Pedro del Ministerio de Gobierno.

6.- Cuatro recetas medicas

7.- Fotocopia de carne de cirujano dentista del Dr. Javier Alejandro Esprella
Rojas Cirujano Dentista.

8.- Historial de transferencia de la caja Fs14de 01 de julio de 2012 sobre los


antecedentes dentales.

MAS OTROSI 1ro.- Señalo domicilio procesal Calle Batallon Colorado Edificio el
Condor Piso 10 Oficina 1002; correo electrónico [email protected] Cel.
65529764.

¡¡¡SERA JUSTICIA¡¡¡

La Paz, 9 de mayo de 2020

Ejnar William Sanchez Peña

RPA-EWSC4314240

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