Libro Mandalas
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”Todos tenemos grietas”
(Cuento tradicional de la india)
Un hombre cargador de agua de India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los
extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas,
mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el
arroyo hasta la casa de su patrón; en cambio cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del
agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba
muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la
pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección, y se sentía miserable
porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
-“¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus
grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a lo largo camino por donde
vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores. Si no fueras
exactamente cómo eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.”
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero
debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener
hermosos resultados.
CUENTO, TINTERO Y PLUMA
En una pequeña ciudad hubo una vez un cuento vacío. Tenía un aspecto excelente, y una
decoración impresionante, pero todas sus hojas estaban en blanco. Niños y mayores lo
miraban con ilusión, pero al descubrir que no guardaba historia alguna, lo abandonaban en
cualquier lugar.
No muy lejos de allí, un precioso tintero seguía lleno de tinta desde que hacía ya años su
dueño lo dejara olvidado en una esquina. Tintero y cuento lamentaban su mala suerte, y en
eso gastaban sus días.
Quiso el azar que una de las veces que el cuento fue abandonado, acabara junto al tintero.
Ambos compartieron sus desgracias durante días y días, y así hubieran seguido años, de no
haber caido a su lado una elegante pluma de cisne, que en un descuido se había soltado en
pleno vuelo. Aquella era la primera vez que la pluma se sentía sola y abandonada, y lloró
profundamente, acompañada por el cuento y el tintero, que se sumaron a sus quejas con la
facilidad de quien llevaba años lamentándose día tras día.
Pero al contrario que sus compañeros, la pluma se cansó enseguida de llorar, y quiso
cambiar la situación. Al dejar sus quejas y secarse las lágrimas, vio claramente cómo los
tres podían hacer juntos mucho más que sufrir juntos, y convenció a sus amigos para
escribir una historia. El cuento puso sus mejores hojas, la tinta no se derramó ni un poco, y
la pluma puso montones de ingenio y caligrafía para conseguir una preciosa historia de tres
amigos que se ayudaban para mejorar sus vidas.
Un joven maestro que pasaba por allí triste y cabizbajo, pensando cómo conseguir la
atención de sus alumnos, descubrió el cuento y sus amigos. Al leerlo, quedó encantado con
aquella historia, y recogiendo a los tres artistas, siguió su camino a la escuela. Allí contó la
historia a sus alumnos, y todos se mostraron atentos y encantados.
Desde entonces, cada noche, pluma, tintero y cuento se unían para escribir una nueva
historia para el joven profesor, y se sentían orgullosos y alegres de haber sabido cambiar su
suerte gracias a su esfuerzo y colaboración.
Su cuerpo, esa casa que usted no habita...
Sin siquiera darse cuenta, desde sus primeros meses de vida usted
reaccionó a las presiones familiares, sociales, morales.
"Ponte así, o asá, no toques eso, no te toques, pórtate bien, movete!, apurate!,
donde vas tan de prisa?"
Habitar su cuerpo significará dejar caer sus máscaras, sus disfraces, sus
posturas afectadas, dejar de actuar "como sí", sino ser, y tener el valor de la
propia autenticidad.
Hoy me quiero decir…
Un bello día, el joven agobiado por la culpa decidió abandonar todo lo que
había aprendido y regresar a aquel lugar. Quería confesar a la familia lo que había
sucedido, pedirles perdón y ayudarlos.
Así lo hizo. A medida que se aproximaba al lugar, veía todo muy bonito,
árboles floridos, una bonita casa con un coche en la puerta y algunos niños
jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que
aquella humilde familia hubiese tenido que vender el terreno para sobrevivir.
Aceleró el paso y fue recibido por un hombre muy simpático.
El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años. El
señor le respondió que seguían viviendo allí. Espantado, el joven entró corriendo
en la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacia algunos años con
el maestro.
Reflexión:
¿Qué cosas son Vacas? Hay cosas que nos proporciona algún beneficio, pero que
a la larga nos hacen ser dependientes de ellas y no nos dejan avanzar. Nuestro
mundo se reduce a lo que la vaca nos brinda. Las vacas pueden ser desde un
trabajo que no nos motiva pero en el que seguimos porque "peor es nada" o "es
seguro" por ejemplo, son cosas que dependen de nosotros mismos y que no
cambiamos aunque nos gustaría mejorarlas, nos conformamos debido creencias
que nos frenan, miedos que nos llevan a acomodarnos, a estancarnos.. ¿Tienes
vacas en tu vida? ¿cuáles son?
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