Zamero PDF
Zamero PDF
Zamero PDF
Integrantes del equipo Mara Beatriz Taboada Marcela Cicarelli Maura Rodrguez
Zamero, Marta La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes . - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Educacin de la Nacin, 2010. v. 1, 196 p. ; 28x20 cm. - (Estudios nacionales) ISBN 978-950-00-0821-1 1. Formacin Docente. I. Ttulo CDD 371.1 Fecha de catalogacin: 23/11/2010 ISBN 978-950-00-0821-1
PRESIDENTA DE LA NACIN Cristina FERNNDEZ DE KIRCHNER MINISTRO DE EDUCACIN Alberto Estanislao SILEONI SECRETARIA DE EDUCACIN Mara Ins ABRILE de VOLLMER SECRETARIO DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIN Domingo DE CARA SECRETARIO DE POLTICAS UNIVERSITARIAS Alberto DIBBERN SUBSECRETARIO DE PLANEAMIENTO EDUCATIVO Eduardo ARAGUNDI SUBSECRETARIA DE EQUIDAD Y CALIDAD Mara BRAWER DIRECTORA EJECUTIVA DEL INSTITUTO NACIONAL DE FORMACIN DOCENTE Graciela LOMBARDI DIRECCIN NACIONAL DE FORMACIN E INVESTIGACIN Andrea MOLINARI COORDINADORA DE INVESTIGACIN EDUCATIVA DEL INFD Ana PEREYRA
NDIC E
Prlogo ......................................................................................................................................................................... 09 Introduccin - Un problema con varias facetas ............................................................................................................. 13 Captulo 1 - Algo ms que las primeras letras: alfabetizacin inicial ............................................................................. 21 Alfabetizacin temprana, inicial, avanzada y acadmica ................................................................................. 28 La alfabetizacin como proceso institucional y curricular: el problema metodolgico .................................... 29 Captulo 2 - Aproximaciones a los resultados ................................................................................................................ 39 Apuntes metodolgicos ................................................................................................................................. 41 - Primera etapa ............................................................................................................................................... 41 - Segunda etapa ............................................................................................................................................. 43 Rasgos comunes de los formadores ............................................................................................................... 44 - Caractersticas generales ............................................................................................................................. 45 - Rasgos especficos ....................................................................................................................................... 49
Captulo 3 - Profesores de Lengua ................................................................................................................................. 79 Grupos emergentes ........................................................................................................................................ 84 - Perfil general .................................................................................................................................................. 85 - Perfil destacado ............................................................................................................................................. 98 - Perfil crtico ................................................................................................................................................. 107 Captulo 4 - Profesores de Prctica ............................................................................................................................... 123 Perfil general ................................................................................................................................................ 125 - Necesidad de buenas prcticas ................................................................................................................... 125 - La maestra _pide el tema_ ........................................................................................................................... 126 - El alumno llega a la prctica con poca preparacin ...................................................................................... 129 - La alfabetizacin inicial no es un objetivo de la prctica .............................................................................. 129 Perfil destacado ............................................................................................................................................ 131 Perfil crtico ................................................................................................................................................... 135 Captulo 5 - Otra vuelta de tuerca sobre la cuestin metodolgica .............................................................................. 139 Conclusiones ............................................................................................................................................................... 149 Bibliografa .................................................................................................................................................................. 155 Anexo .......................................................................................................................................................................... 165
PRLOG O
esde la Coordinacin de Investigacin Educativa del Instituto Nacional de Formacin Docente del Ministerio de Educacin de la Nacin se desarrollan a partir del ao 2008 una serie de estudios nacionales sobre aspectos relevantes de la formacin docente. El sentido de estos estudios es impulsar la produccin de saberes sobre la enseanza, la formacin y el trabajo docente, asumiendo que la profesin docente requiere conocimientos especficos y especializados que puedan dar cuenta de esa complejidad. A pesar de que se verifica una fuerte preocupacin por esclarecer diferentes problemas vinculados con la profesin docente, orientada a revertir el proceso de fragmentacin del sistema formador, tal como lo revelan el conjunto de normativas dictadas en los ltimos cinco aos, la produccin de investigaciones especficas sobre la formacin docente resulta an escasa. El trabajo que presentamos constituye el primero en la serie de estudios nacionales y viene a abonar este campo de estudios en conformacin. La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes es una investigacin realizada entre los aos 2008 y 2009 por un equipo coordinado por la profesora Marta Zamero en la cual se ofrece una nueva mirada y un conjunto de reflexiones sobre un problema que demanda una urgente atencin por su dimensin y por sus consecuencias: la formacin de docentes en el rol de alfabetizadores. El tema de la alfabetizacin constituye un asunto ampliamente transitado en las preocupaciones investigativas ya que se lo vincula con el sentido de la escuela primaria y sus relaciones con la distribucin de conocimientos bsicos para la inclusin social, con los docentes de ese nivel, con los primeros aprendizajes escolares de los nios, con las descripciones del mismo proceso de adquisicin de la lengua escrita y la continuidad de estudios. Sin embargo, el tema parece haber carecido de una pregunta complementaria: cmo se forman los docentes en el rol de alfabetizadores? Y esta es la primera cuestin que le otorga a esta investigacin un valor considerable. No hay en nuestro pas estudios sobre la formacin docente actual de profesores para la educacin primaria en la construccin del rol de alfabetizador dentro de su formacin inicial. El trabajo ofrece una panormica nacional del estado de esta cuestin. Se dice que el xito prctico de la ciencia depende, ms que de la aplicacin de sus leyes, de la capacidad del cientfico de analizar una situacin como un todo, de pensar al mismo tiempo en distintos y variados niveles. Ese rasgo se muestra en el presente trabajo que se demora detalladamente en reconocer, visibilizar y vincular las facetas del problema que rearman nuevamente las piezas que componen, o debieran componer, la construccin del rol de alfabetizador en la formacin docente. Resulta muy interesante observar la operatoria de construccin del problema, una suerte de ensamblaje de diferentes partes a modo de puzzle. Y aqu sobresale la mirada baqueana que, paciente y con claridad, ha construido un problema hecho de amalgamas de diferentes facetas. El oficio se despliega tambin en el detalle minucioso con que se recorren los datos analizados. La formacin para la alfabetizacin se presenta aqu como un campo de tensiones que comparten el instituto de formacin y la escuela primaria. La formacin docente debera contribuir a mejorar los problemas que en materia de alfabetizacin tiene la escuela primaria. No obstante, en aquel territorio el tema aparece muy descuidado. Con esta afirmacin se comienzan a entramar varias cuestiones. Por un lado, los contenidos especficos de la alfabetizacin y por otro, la dimensin de las prcticas alfabetizadoras en la carrera docente. Estos intereses convocan las presencias de profesores de lengua y profesores de prctica de los institutos formadores. La atencin focaliza en estos perfiles que son los sujetos entrevistados y encuestados en la investigacin. All se asocian otros problemas, como la distancia que tienen los profesores de la formacin con respecto al nivel para el que forman. Este aparente inofensivo alejamiento de los formadores del nivel para el que forman tiene consecuencias en una visin de la escuela primaria imaginada y supuesta, o a lo sumo recordada por la propia experiencia escolar pero no como un territorio suficientemente conocido por los formadores. Si bien esta no es una causa determinante de la cuestin hace su contribucin al problema. Una faceta que agrega complejidad se visibiliza en la constatacin de que la formacin especfica de la lectura y la escritura iniciales no tiene un espacio curricular en los planes de las carreras donde se forman los docentes de lengua. Y ello sera una razn por la cual se sienten ms seguros a
09
partir de la enseanza en el segundo ciclo de la escuela primaria, luego de que los aprendizajes iniciales de los nios se han adquirido y aparecen ms cercanos a los alumnos del nivel secundario. Esto explicara tambin la carencia de reflexiones sobre este objeto y de orientaciones didcticas propias del aprendizaje inicial de la alfabetizacin que existen en la formacin docente. Otro relevante problema que suma a la densidad de esta cuestin es la convivencia en la formacin de maestros de los problemas que suscitan, adems de los contenidos para ensear a leer y escribir a los nios de la escuela primaria, aquellos saberes que forman parte de su propia alfabetizacin acadmica. Es decir, el dominio por parte de los estudiantes de la formacin de estrategias de comprensin y produccin de los textos propios del mbito de la formacin superior y que requieren ser desplegados en las diferentes ctedras. Esta dimensin del problema es quiz la ms preocupante, dado que para los formadores, los futuros maestros _constituyen en s mismos el resultado de una alfabetizacin previa insuficiente_. Y es por ello que gran parte del esfuerzo de los profesorados, desacertadamente, en lugar de construir lectores y escritores propios del Nivel Superior, est dedicado a subsanar las cuestiones que se consideran no aprendidas en los niveles previos de escolarizacin, demorando u omitiendo los saberes propios de la alfabetizacin inicial. Este armado del problema despierta expectativas para transitar una suerte de cartografa de los saberes y las prcticas pedaggicas, disciplinares y didcticas de los docentes que han sido entrevistados o encuestados en esta investigacin. El texto propone a los lectores un recorrido por los testimonios de los formadores acerca de su concepcin sobre la alfabetizacin y sus modos de enfrentar los problemas que supone formar un maestro alfabetizador. En este recorrido se repone en forma continua la evolucin de las disputas terico metodolgico en las ciencias del lenguaje y de la educacin y sus correlatos con el contexto poltico nacional. Esta articulacin de dimensiones permite diferenciar perfiles de formadores e identificar aquellos que han logrado una consistencia disciplinar y didctica que sirve de sustento a la metodologa para ensear a leer y escribir promovida desde sus ctedras. No obstante, la mayora de los formadores no se encuentra en esta situacin. La autora focaliza de esta manera en una flagrante contradiccin y aporta sustantivos elementos conceptuales para superarla. Por un lado, se concibe a la alfabetizacin como el aprendizaje de una lengua escrita y se la asume como el sustento del proceso de distribucin social del conocimiento, del pensamiento crtico y del anlisis. Por otro, el rol del maestro alfabetizador y su formacin carece de un espacio claro y definido. Se afirma en el texto _el rol alfabetizador del docente no es reconocido y asumido en la prctica como un aspecto central de la carrera_. Como sostiene la autora, se trata de una invitacin a reflexiones que trascienden largamente la atribucin y la bsqueda de culpables de la situacin actual de vacancia que visibiliza la formacin en alfabetizacin. Ms bien, abre caminos para pensar en reponer dilogos, puentes, all donde aparecen rotos o no fueron construidos, entre las escuelas primarias y los institutos superiores de formacin docente. La construccin de un objeto de investigacin, como seala certeramente Pierre Bourdieu, no es algo que se lleva a cabo de una vez por todas, mediante una suerte de acto terico inaugural, sino que se trata de un trabajo de larga duracin que se realiza poco a poco, mediante retoques sucesivos y toda una serie de correcciones y rectificaciones dictadas por la experiencia. Y as se revela en la variedad de problemas que van asociando otros a lo largo de esta investigacin. De modo que al cabo de su lectura completa el lector siente que ha sido convocado a presenciar una realidad ms completa compuesta de mltiples aristas. Tambin queda claro que la investigacin focaliza la cuestin de alfabetizar en su sentido lingstico, sin pretensiones de incursionar en el complejo mundo de las alfabetizaciones digital o tecnolgica, tal como lo demandara una mirada integral de la problemtica en los tiempos que corren. Desde la perspectiva de las representaciones que recupera, el estudio revela quiz una de las resonancias en el presente del pasado dictatorial en materia de alfabetizacin: el sostenimiento de un rechazo a la enseanza de toda propuesta metodolgica arraigado en el rechazo a un mtodo nico y universal, prescriptivo y autoritario. En los actuales escenarios democratizados, hace falta mucho trabajo para remover y transformar esas representaciones. Las preguntas fundantes del estudio quedan resumidas en la siguiente: qu lugar ocupa la alfabetizacin inicial en la formacin y cmo es que se forma hoy el rol alfabetizador del futuro docente? Y esta pregunta da lugar a un texto que se organiza as: el primer captulo oficia de marco para el
10
trabajo, donde se exponen los distintos enfoques tericos sobre la alfabetizacin inicial. El segundo captulo contiene la identificacin de rasgos comunes que se observan en los formadores encuestados: refieren a los distintos prejuicios sobre las carreras formadoras de maestros en relacin con otras, la formacin en alfabetizacin inicial de los profesores de ctedras de Lengua, el modo en que los mismos se contactan con los problemas del campo y los obstculos que perciben en el proceso de formacin inicial. Los captulos 3 y 4 trabajan respectivamente sobre a los profesores de Prctica y de Lengua, y se organizan sobre la identificacin de tres perfiles construidos a partir de rasgos diferenciales y comunes: el perfil general, el destacado y el crtico. El captulo 5 plantea un anlisis que intenta la continuidad de un dilogo que este trabajo mantiene durante todo el desarrollo. Finalmente, se presentan las principales conclusiones del estudio y los anexos que contienen documentacin analizada en el contexto de la investigacin. Los debates tericos, el anlisis del problema y la construccin de tipologas de estilos y formadores, ms que cerrar y encasillar cuestiones, abren matices y miradas en la comprobacin de que las generalizaciones en el anlisis de los hechos educativos pueden conducir a respuestas e intervenciones desacertadas. Agradecemos a Marta Zamero y su equipo el trabajo que ponemos a disposicin. En este agradecimiento tambin queda incluido el equipo del INFD integrado por Renata Colella y Gabriela Giordano que tuvo a su cargo el relevamiento de datos, con una logstica en la que se pudieron combinar esfuerzos de contactos personalizados con docentes de institutos de todo el pas y un mecanismo amigable, a travs de un sitio web, diseado por Maura Rodrguez. Este sistema permiti superar la frialdad de una encuesta on line, convirtindola en una invitacin para que los profesores pudieran responder, desde su experiencia y sus saberes, la informacin aqu requerida. Sin duda este trabajo aporta valiosos elementos que ayudan a echar luz sobre el problema de la formacin en alfabetizacin en la carrera docente. No enfatiza la idea de un nico mtodo para la enseanza de la alfabetizacin pero s alienta a la bsqueda de aquellas decisiones ms efectivas para la construccin de un rol alfabetizador en la formacin de los docentes que pueda hacer frente con inventiva y seguridades a las demandas de alfabetizar en estos tiempos y, en este sentido, colabora con las decisiones polticas que el asunto requiere. Deseamos que este libro se convierta en un material de consulta permanente en los institutos de formacin docente del pas, y conserve la potencia para invitar a la relectura y a un renovado encuentro con el tema de la alfabetizacin. Ana Pereyra y Liliana Caldern Coordinacin de Investigacin Instituto Nacional de Formacin Docente
11
_Y no creo que haya que desprender los ejemplos ms elaborados de lectura de las formas elementales de la alfabetizacin. Leer es leer a Joyce, y tambin descifrar con esfuerzo una palabra. Son solo momentos, y tienen mucho ms en comn que diferencias._ Graciela Montes1
a institucin escuela ha asumido histricamente la responsabilidad pedaggica de ensear a leer y escribir y por ello la necesaria formacin del rol alfabetizador del maestro es responsabilidad pedaggica del sistema formador. Sin embargo en las carreras que forman profesores para la escuela primaria no existen acuerdos explcitos acerca de quines son los responsables directos de dicha formacin de modo tal que el rol alfabetizador del docente no es reconocido y asumido en la prctica como un aspecto central de la carrera. En este escenario cobran particular relevancia las ctedras de Lengua y las del trayecto de la Prctica porque la alfabetizacin constituye un aprendizaje lingstico que es objeto de un captulo particular de la didctica de la lengua y la literatura, y porque est asociada a formas especficas de intervencin pedaggica en el terreno de la prctica. La formacin de maestros para la escuela primaria es un proceso complejo dado que el sistema formador persigue la preparacin slida de un docente cuya actuacin profesional consiste en interpretar tericamente e intervenir de modo satisfactorio en problemas generados en el ejercicio de la prctica pedaggica. Uno de los problemas centrales de ese ejercicio es el de brindar una enseanza que garantice el aprendizaje de la lectura y la escritura en la primera etapa formal de la alfabetizacin que conocemos con el nombre de alfabetizacin inicial y que, ubicada en los primeros niveles del sistema educativo, constituye la base sobre la que se ha de asentar el desarrollo de las posteriores etapas de la alfabetizacin que tambin incluyen la formacin del lector literario. En este sentido, el sistema formador asiste al fracaso en la formacin del rol alfabetizador del docente que se evidencia en la rpida y generalizada asuncin, por parte del maestro novel, de las formas de enseanza y de las representaciones en torno del proceso alfabetizador que le propone la escuela. Este hecho constituye un fracaso no solo para el ISFD sino tambin para la escuela primaria que atraviesa una delicada situacin en materia de alfabetizacin inicial. Si bien existen diferencias notables entre las instituciones de nivel primario, la enseanza de la lectura y escritura inicial se intentan resolver con propuestas metodolgicas que requieren una urgente revisin, no solo para adecuarlas a los marcos tericos actuales sino porque los avances slidos en la lectura representan para muchos nios la posibilidad de permanecer dentro de la institucin escolar y por lo tanto, de recibir educacin oportuna. En la prctica, el proceso de alfabetizacin en los primeros aos opera como un fuerte organizador de la inclusin de los sujetos en el sistema educativo, pero tambin de la exclusin cuando el fracaso engrosa los porcentajes de analfabetismo adulto o se traduce en la pobreza de los aprendizajes alcanzados que ponen en riesgo la posibilidad de continuar estudios ms all de la educacin bsica, o tienen consecuencias a largo plazo en el ingreso y la permanencia en carreras de Nivel Superior. Una lectura atenta de los resultados de la serie histrica de los Operativos Nacionales de Evaluacin (ONE) muestran la persistencia de dificultades de los alumnos para resolver problemas bsicos de lectura y escritura sobre los cuales existen propuestas didcticas investigadas, implementadas, evaluadas en la prctica y difundidas masivamente a travs de publicaciones del Ministerio de Educacin que se han puesto al alcance de cada docente2 , pero que no forman parte de las prcticas alfabetizadoras de las escuelas ni de las prcticas de los futuros docentes durante su formacin inicial. Segn diferentes investigaciones y estadsticas disponibles3, y con diferentes matices regionales
2 Vanse por ejemplo, las orientaciones que aparecen en Gaspar, M. y Gonzlez, S., Cuadernos para el aula (Lengua 1, 2 y 3
ao), Buenos Aires, MECyT, 2006. 3 Una lectura detallada de los indicadores puede hacerse en la pgina de la Direccin Nacional de Informacin y Evaluacin de la Calidad Educativa DiNIECE (www.diniece.me.gov.ar), donde tambin pueden consultarse los resultados detallados de las pruebas de los ONE.
15
y provinciales, el Nivel Inicial y el primer ciclo atraviesan problemas que mantienen una estrecha relacin con el fracaso en el aprendizaje de la lectura en los primeros grados como factor de fuerte incidencia: elevados porcentajes de repitencia4 y sobreedad en primer grado y el posterior desgranamiento, ausencia de articulacin entre Nivel Inicial y Primaria y entre los aos del primer ciclo, que si bien se conciben discursivamente como unidad, en la prctica funcionan fragmentariamente desde el momento en que la repitencia corta los procesos en el primer grado5; indefinicin acerca de cul es el rol del Nivel Inicial en la alfabetizacin, coincidente con la asuncin de estrategias inapropiadas para ese nivel6, falta de definicin metodolgica que pueda sostener la articulacin y la coherencia a lo largo de la etapa de alfabetizacin inicial; ausencia de relaciones explcitas entre la formacin del lector en general y la del lector literario en particular que se traduce en la falta de lectura asidua en particular de textos literarios en la propuesta de aula; concepciones que responsabilizan al alumno y a su familia de los problemas que el primero encuentra en el proceso de alfabetizacin; descrdito o desconfianza de las instituciones educativas y de los docentes en su propia enseanza como variable de peso en el aprendizaje de los nios. La formacin docente debera contribuir a la mejora de esta situacin que atraviesa la escuela, que est relacionada en gran medida con el aumento progresivo de la matrcula de la educacin inicial y primaria en las ltimas dcadas, fenmeno que coloca a la institucin escolar como escenario del ingreso de nuevos sectores de la poblacin. Atender la demanda social de alfabetizacin de nios que provienen de hogares en los que la lectura y la escritura no constituyen objetos culturales valiosos ni prcticas asiduas es un enorme desafo pedaggico de la escuela y fundamentalmente de los ISFD, donde se requiere la toma de decisiones claras y precisas para la formacin de un rol imprescindible, por el momento muy descuidado en las carreras. As, la escuela, por un lado, y el instituto formador, por otro, delimitan un campo en permanente tensin en el que se ubican los problemas compartidos de la alfabetizacin inicial. En este sentido, el anlisis habitual desde los ISFD suele atribuir unilateralmente estos problemas a la escuela; sin embargo, en la formacin inicial de los docentes existen decisiones que por accin u omisin inciden en el estado de situacin que describimos, por ejemplo la seleccin de contenidos de las ctedras de Lengua y de Prctica as como las prcticas que han de realizar los estudiantes en los primeros grados, componentes que tienen una particular gravitacin en la formacin del rol alfabetizador de un futuro docente. Por otra parte, uno de los problemas de la formacin es la falta de contacto y/o el desconocimiento por parte de los formadores del nivel para el que forman. Esta situacin no ha sido histricamente as puesto que, en los orgenes de la docencia argentina, las escuelas normales formaron docentes para la educacin primaria y las maestras con mejor desempeo accedan al Departamento de Aplicacin y se transformaban en _docentes tutoras de las estudiantes en el curso de su formacin a travs de la asignatura Metodologa y Prctica de la Enseanza_ (Davini, 1995:85). Esto ocurri hasta 1969, ao en el que se produjo la reforma a partir de la cual el magisterio pas al nivel terciario. Hasta
En el diccionario de uso del espaol, de Mara Moliner (1998), los trminos que aparecen son _repeticin_ para designar el fenmeno de repetir el grado y _repitiente_ para el que repite. En la bibliografa internacional esos trminos son ms frecuentes que en Argentina, donde es comn en textos especializados el uso de los trminos repitencia y repitente, no registrados en el diccionario pero ampliamente difundidos. 5 Sobre estos aspectos en particular pueden analizarse los datos producidos por el SITIESA, que a partir de la implementacin del Programa de Promocin Asistida Todos Pueden Aprender (UNICEF-AEPT) desde el ao 2004 ha relevado datos, saberes y opiniones de alumnos, docentes y equipos directivos de primer ciclo de escuelas que trabajan con poblacin en situacin de pobreza. 6 Son numerosas y comunes las prcticas que en Nivel Inicial ponen de manifiesto algunas concepciones desacertadas respecto del aprendizaje de la lectura: una de ellas sostiene que _si los nios aprenden las letras, aprendern a leer_. Dado que esta errnea concepcin es ampliamente compartida con el Nivel Primario, ha hecho que se adelante la enseanza de las vocales y se vea como un avance en la articulacin de ambos niveles. Esta tarea ha sido asumida como contenido por el Nivel Inicial frente a los reclamos de los docentes de primer grado y muchas veces termina ocupando el tiempo que saludablemente el Nivel Inicial destinaba (o debera destinar) al trabajo de lectura de textos literarios y de palabras (nombres de los nios, de personajes, comparacin de palabras y otras tareas de exploracin de la escritura igualmente interesantes). Desde otras concepciones se sostiene tambin que los nios tienen que _hablar bien_ para aprender a leer y escribir y se considera que el aprendizaje de los colores est ligado de modo directo al de la lectura. En algunas instituciones la falta de logros en estos aspectos desemboca en la recomendacin de _permanencia_ en la sala lo cual no es ms que repitencia encubierta en el Nivel.
4
16
hace unos aos, las maestras normales ocupaban ctedras dentro de los institutos formadores dado que los concursos para el acceso a las mismas privilegiaban el ttulo de maestra y el ejercicio en el nivel. En relacin con esto, segn datos que arroja el censo nacional docente de 2004, la mayora de los profesores que se desempean en la formacin docente desarrollan actividades en el Nivel Superior y a la vez en la escuela media, pero solo un porcentaje mnimo lo hace en el Nivel Superior y simultneamente en el Nivel Primario o Inicial. Los datos muestran que los formadores se dedican a la enseanza en el Nivel Superior en mayor medida que hace diez aos pero a la vez indican que estn ms dispersos en relacin con las modalidades de enseanza. Uno de los cambios importantes que se registra entre 1994 y 2004 es la disminucin de la cantidad de profesores formadores de maestros que trabajan en los niveles educativos para los que forman:
En efecto, solo 0,2% de los formadores trabaja tambin en el Nivel Inicial y solo 0,5% lo hace tambin en el Nivel Primario mientras que en 1994 eran 2,1% y 8% respectivamente. La situacin no parece haber cambiado en relacin con el Nivel Medio pues el 34,6% de los formadores trabaja simultneamente en ese nivel, frente al 34,9 % que lo haca en 1994. (DiNIECE, 2007: 19)
El desempeo de la enseanza en el nivel para el que se forma no garantiza por s solo una mayor comprensin del nivel y de sus problemas, pero la falta de contacto, el desconocimiento o alejamiento del nivel en el que habrn de desempearse los egresados, tampoco. En otros trminos, si la relacin entre los docentes formadores y la prctica en el nivel para el que forman incide en el conocimiento que se construye en las ctedras, estamos frente a una de las facetas del problema de la formacin para el desempeo en primaria porque, como lo indican los datos del censo, las ctedras de la formacin de docentes para este nivel (y tambin para el Nivel Inicial) estn desempeadas en un altsimo porcentaje por profesores egresados de profesorados para la educacin media y/o que no trabajan en el nivel para el que forman y por lo tanto, lo desconocen o solo lo conocen por haberlo transitado como alumnos. El dato es doblemente relevante si tenemos en cuenta que el aprendizaje inicial de la lectura y la escritura no est contemplado como contenido de ninguna de las materias que integran los planes de las carreras en las que los profesores en Lengua obtienen su ttulo. Esto hace que sumemos otra faceta al problema ya que, por este motivo, los profesores de las ctedras de Lengua perciben su mayor fortaleza en la formacin de docentes para el segundo ciclo de la escuela primaria, en el que los alumnos de un modo u otro ya han aprendido a leer y escribir, caracterstica que los acerca ms a los alumnos de la escuela secundaria que a los de Nivel Inicial o de los primeros grados que se encuentran en la etapa fundacional de esos aprendizajes escolares7. La formacin del maestro que ensear a leer y escribir es un desafo que exige a los docentes de nivel terciario, la enseanza simultnea de los contenidos de la alfabetizacin acadmica y de los contenidos de la didctica de la lengua especfica del Nivel Primario. Los primeros representan para el alumno el conocimiento de la lectura y la escritura para desenvolverse en los estudios superiores, el aprendizaje de las estrategias necesarias para _participar en la cultura discursiva de las disciplinas as como en las actividades de produccin y anlisis de textos requeridas para aprender_ (Carlino, 2005:13) en el Nivel Superior. Para que este aprendizaje suceda es necesario distribuir las responsabilidades de cada materia en la enseanza de los contenidos de la alfabetizacin acadmica durante el transcurso de toda la carrera. Dichos contenidos _ escuchar una exposicin oral y tomar apuntes, exponer un tema con solvencia terica, fluidez y precisin conceptual, resumir textos, comprender y escribir definiciones, sintetizar, analizar, comparar informacin, datos o posturas tericas, fundamentar elecciones, explicar temas, argumentar posiciones, citar fuentes bibliogrficas, planificar y elaborar desde una simple respuesta de parcial hasta un ensayo o monografa, entre otros- son estrategias de
Estas _fortalezas_ aparecen en conclusiones de seminarios regionales organizados por la Direccin de Educacin Superior del MCyE, en particular en la desarrollada en Isla del Cerrito, provincia de Chaco, en 2003 que reuni a los formadores de las ctedras de Lengua de las carreras de Nivel Inicial y EGB de las siguientes provincias: Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ros, Formosa y Santiago del Estero.
7
17
comprensin y produccin de textos de circulacin en el mbito de la educacin superior que se aprenden mediante enseanza sistemtica y deben desarrollarse en distintas ctedras. En este sentido, el rol indelegable y primordial del formador es tender puentes entre la comunidad discursiva a la que l pertenece y los estudiantes aspirantes a ser admitidos en ella como nuevos miembros. La simultaneidad de este proceso de alfabetizacin acadmica con la enseanza de los contenidos especficos de las ctedras de Lengua es inevitable ya que para el alumno uno de los modos de participar efectivamente en la cultura acadmica es leyendo y escribiendo textos propios de esa esfera de la praxis, lo cual consecuentemente acrecienta su pertenencia y su posibilidad de comprender y producir nuevos textos de esa cultura. Este proceso necesariamente es simultneo porque parte importante de los textos que deber comprender en profundidad son los especficos de la didctica de la alfabetizacin inicial. Esta cuestin encierra uno de los mayores problemas de la formacin inicial a juzgar por sus consecuencias ya que, segn los formadores, los alumnos constituyen en s mismos el resultado de una alfabetizacin previa insuficiente8 que torna difcil, y en la mayora de los casos imposible, la enseanza de los contenidos especficos de las distintas materias, en particular los de la didctica de la lengua, precisamente por su naturaleza lingstica. Una reflexin habitual pero retrica en las reuniones de formadores es _cmo pueden aprender los alumnos si no saben leer_ o _cmo podemos ensearles a ensear si no han aprendido el contenido a ensear_. Obviamente la complejidad de la formacin en alfabetizacin inicial reside en que la literatura, la lengua escrita y los procesos y prcticas asociados a ella son instrumentos para aprender en el Nivel Superior pero tambin contenidos a ensear en el Nivel Primario. Esta doble filiacin de los contenidos facilita su enseanza de modo conjunto pero en la formacin docente, por el contrario, el problema se analiza en una oposicin bipolar entre aprender a leer en general y aprender a leer los textos de un campo disciplinar particular como si lo primero fuera condicin de lo segundo, como si el nico camino posible para los alumnos fuera primero ser muy buen lector para luego aprender a leer textos de didctica de la lengua y la literatura. Esta concepcin errnea en los profesorados impide plantearse la formacin del lector de textos de lengua, literatura y didctica como la formacin especfica del lector en el nivel terciario, no esperable ni atribuible a niveles anteriores del sistema. Pero el anlisis dominante en los ISFD resuelve el dilema siempre en detrimento de los contenidos especficos de la carrera de Nivel Superior -en el caso que nos ocupa, textos de lengua y literatura- y asume una respuesta tradicional que es ensear lo que se ha diagnosticado como vacancia, generalmente relacionado con el nivel secundario u otros niveles anteriores. De este modo se retrasan las lecturas propias del nivel, y los conocimientos en alfabetizacin inicial, necesarios para un futuro buen desempeo de los docentes, vuelven a ser una falencia del egresado que retroalimenta el crculo de fragilidad de los primeros aos de la escuela primaria, una
8 En 2006/2007 el INFD desarroll un Ciclo de Formacin para Directores de ISFD del cual participaron directivos de todas las provincias del pas. Dicho ciclo finaliz con una evaluacin escrita e individual en la que los evaluados fueron convocados a _dar cuenta de un conjunto de preocupaciones terico-prcticas significativas, en torno al desempeo de su rol_, para lo cual se les propuso la siguiente consigna: _Enuncie y justifique las preocupaciones que orientan el trabajo de indagacin que est realizando_. El relevamiento de dichas preocupaciones permiti establecer un orden de prioridades y problemas a profundizar segn la cantidad de trabajos de los directivos que abordaron cada temtica. El anlisis de los trabajos permiti observar que la mayor preocupacin de los directivos de ISFD se concentra en problemticas referidas a los alumnos. La primera temtica relevante corresponde a la constatacin del alto desgranamiento, abandono y notable variacin de la matrcula que afecta a los ISFD, especialmente durante el primer ao de estudios. Esta temtica aparece estrechamente relacionada con otro orden de problemas, que ocupa el segundo lugar en las preocupaciones de dichos equipos de conduccin, dado que segn sus anlisis el desgranamiento y abandono se adjudican normalmente a las escasas competencias de los ingresantes o a caractersticas de su cultura juvenil entendidas como incompatibles con el perfil del aspirante a la docencia. Una sntesis de los problemas identificados por los directivos es la siguiente:
- La comprensin fragmentaria de los textos ledos y las dificultades en la escritura autnoma que manifiestan los alumnos de los IFD y en particular los ingresantes. - La carencia de los saberes bsicos necesarios para acceder a las conceptualizaciones que requieren las materias del profesorado. - Las prcticas de lectura superficial, que eluden las relecturas y retrolecturas exigidas por los textos acadmicos. - La escasa flexibilidad cognitiva para procesar fuentes mltiples y construir representaciones no unvocas sobre algn tema.
18
etapa caracterizada por situaciones de fracaso generalmente relacionadas con el aprendizaje inicial de la lectura y la escritura en contexto de riesgo social. Como dijimos al comienzo, ubicamos los problemas de la alfabetizacin inicial en un campo compartido y en tensin permanente delimitado por la escuela y el instituto formador. Los problemas que logramos construir y hacer visibles para abordar con nuevos estudios aportan perspectivas enriquecedoras de las interpretaciones que tenemos sobre ellos y lo cierto es que existe un campo verdaderamente fecundo de investigaciones sobre la institucin escuela, sobre el docente de Nivel Primario, sobre el aprendizaje de los nios y en particular sobre el proceso de alfabetizacin inicial, un territorio muy prolfico en el que nuestro pas exhibe nombres de primer nivel internacional. Sin embargo, no contamos con estudios sobre la formacin docente de profesores para la educacin primaria en un aspecto tan relevante como es la construccin del rol alfabetizador dentro de su formacin inicial. Por ello la situacin problemtica que acabamos de exponer genera interrogantes de relevancia que orientan nuestra bsqueda de respuestas dentro del sistema formador; preguntas que focalizan la mirada en ciertos lugares, aspectos y prcticas del proceso y que intentan hacer visibles algunas representaciones que se ponen en juego y algunas decisiones sustantivas a partir de las cuales, explcita o implcitamente, se organiza y sostiene la formacin inicial del maestro. Desde estas reflexiones y problematizaciones, nos plateamos los siguientes interrogantes:
Cul es el lugar de la alfabetizacin inicial en la formacin del docente? Cmo se forma el rol alfabetizador del futuro docente en las carreras de Nivel Primario de los ISFD? Qu rol/es cumplen las ctedras de Lengua y de Prctica en ese proceso? Qu decisiones se toman en estas ctedras para resolver esa parte de la formacin? Cules son los problemas centrales que enfrentan las ctedras de Lengua y de Prctica a la hora de formar al futuro docente en su rol alfabetizador?
Frente a estos interrogantes el presente trabajo expone los resultados del estudio nacional desarrollado por el Instituto Nacional de Formacin Docente, cuyo objetivo general fue producir un diagnstico sobre el estado de la enseanza de la alfabetizacin inicial en los Institutos de Formacin Docente del mbito pblico y privado de nuestro pas. La investigacin tuvo dos etapas, la primera de las cuales se desarroll entre marzo y agosto de 2008. En esta etapa, a partir de un muestreo intencional fueron entrevistados equipos docentes de instituciones de gestin estatal de las provincias de Formosa, Misiones, Chaco, Entre Ros y Santa Fe, algunos de los cuales han logrado resolver dificultades inherentes a la formacin en alfabetizacin inicial9. La segunda etapa iniciada en septiembre de 2008 constituye un estudio muestral que incluye a docentes pertenecientes a ISFD de gestin estatal y privada de todas las provincias del pas. Para tal fin se implement una encuesta para relevar datos y saberes y conocer opiniones que circulan en las carreras, as como decisiones curriculares que toman los formadores, con el objetivo de caracterizar el estado general de la formacin de docentes para el Nivel Primario y lograr construir una tipologa que permita analizar con mayor precisin los problemas y fundamentar la toma de decisiones por parte del INFD en cuestiones relacionadas con la formacin en alfabetizacin inicial. El trabajo que aqu presentamos conjuga los resultados obtenidos en ambas indagaciones e intenta desnaturalizar las interpretaciones superficiales que suelen atribuir unilateralmente los problemas de la alfabetizacin inicial a la escuela primaria, o al fracaso de los alumnos aspirantes a la docencia a quienes habitualmente desde el instituto se les reclama _que no aprendieron lo que se les ense en la formacin_. El trabajo invita a mirar detenidamente hacia el interior del proceso formador para identificar y analizar las prcticas y las decisiones explcitas o tcitas y los desafos y tareas concretas que enfrentan los actores del proceso, como sujetos que producen ricas reflexiones sobre sus propias prcticas y sobre los problemas que atraviesan en la formacin, as como ideas originales acerca de modos posibles para superarlos.
En el Anexo I se presentan ms detalladamente otras caractersticas de las indagaciones as como las entrevistas, encuestas y criterios de anlisis de los proyectos de ctedra que fueron analizados.
9
19
Desde estos lineamientos asumimos que es una tarea difcil y compleja formar un docente que mantenga el compromiso con la enseanza de contenidos significativos y socialmente relevantes, que sostenga una concepcin cultural amplia del acto de ensear a leer pero que a la vez no descuide los aspectos ms sistemticos del proceso, que logre desarrollar armnicamente los conocimientos necesarios y que se preocupe por los avances de los alumnos en su diversidad individual y cultural. Sin embargo, precisamente el reconocimiento de la gravitacin de la alfabetizacin inicial en los aprendizajes ulteriores, el reconocimiento de su importancia en el trnsito regular de los alumnos por los diferentes niveles el sistema, requiere que pensemos la alfabetizacin como uno de los ejes de la formacin docente en los umbrales del siglo XXI.
El texto que presentamos ofrece algunas respuestas a las preguntas anteriormente formuladas que se presentan a lo largo de 4 captulos, el primero de los cuales ofrece un recorrido por diferentes enfoques tericos sobre alfabetizacin inicial que funciona como marco para los anlisis que aqu proponemos. En el segundo captulo, nos centramos en aquellos rasgos que consideramos comunes a los formadores encuestados en esta investigacin, detenindonos especialmente en cuatro aspectos que consideramos fundamentales: los prejuicios sobre las carreras formadoras de maestros en relacin con otras, la formacin en alfabetizacin inicial de los profesores de ctedras de Lengua, el modo en que los mismos se contactan con los problemas del campo y los obstculos que perciben en el proceso de formacin inicial. Los captulos 3 y 4 estarn destinados a los profesores de Prctica y de Lengua, respectivamente, y en ellos se presentan tres perfiles que hemos logrado construir a partir del anlisis de los rasgos diferenciales y comunes: el perfil general, el destacado y el crtico. En cada caso, nos detendremos en las caractersticas que nos han ayudado a definirlos y, fundamentalmente, en las decisiones terico-metodolgicas que estos docentes asumen desde los espacios curriculares de Lengua y Prctica en los que se desempean. En el captulo 5 se plantea un anlisis que intenta dejar abierto el dilogo que este trabajo reclama como continuidad. Finalmente, se presentan las principales conclusiones del estudio y los anexos que contienen documentacin analizada en el contexto de la investigacin.
20
Todos los problemas de la alfabetizacin comenzaron cuando se decidi que escribir no era una profesin sino una obligacin y que leer no era marca de sabidura sino marca de ciudadana. Emilia Ferreiro10
esde las ltimas dcadas del siglo XX el trmino alfabetizacin ha sido adoptado en diferentes campos en los que se ha generalizado su uso y se han tornado habituales expresiones como las de _alfabetizacin cientfica_, _digital_, _tecnolgica_, _informtica_, entre otras. En estos campos el trmino se asocia a un conocimiento general ligado a la difusin rpida y masiva de avances producidos en los ltimos tiempos, que pueden compararse en nuestro siglo, con lo que la alfabetizacin lingstica represent a fines del siglo XIX y principios del XX. Por otra parte podemos diferenciar dos concepciones complementarias de alfabetizacin: una de ellas la considera un proceso amplio, difuso en sus lmites y perfectible de por vida, es decir, un aprendizaje asistemtico que acompaa el desarrollo vital del sujeto permitindole de modo permanente la profundizacin o ampliacin de los aprendizajes bsicos. La segunda concepcin, ms especfica, define la alfabetizacin como un proceso de ndole lingstica que consiste en el aprendizaje de la lengua escrita y los procesos de lectura y escritura. En este ltimo sentido, la alfabetizacin se concibe como un aprendizaje escolar y sistemtico que ocupa un lugar central en la educacin inicial y primaria (Alisedo et al, 1994). Desde diferentes mbitos acadmicos, se seala la necesidad de redefinir el concepto de alfabetizacin proponiendo en algunos casos una ampliacin de los conocimientos requeridos para considerar alfabetizado a un sujeto o planteando que hace falta superar el concepto como sinnimo de mera tcnica grfica (Freire, 1970; Ferreiro, 1997 y 1999; Simone, 1992; Teberosky y Tolschinsky, 1995; Giroux, 1997); en otros, abriendo el debate acerca del iletrismo como fenmeno que se produce a medida que aumentan las exigencias que definen la alfabetizacin (Chartier, 2000) o reconsiderando el alcance de los trminos alfabetizado/analfabeto (Petrucci, 2003) y la idea de abismo creciente entre uno y otro polo, generado por los avances tecnolgicos de las sociedades en materia de comunicacin escrita o de oralidad secundaria. Por su parte, frente a estas tendencias la Asociacin Internacional de Lectura (IRA) propone centrarse en la lectura y la escritura _antes que en definiciones ms amplias de alfabetizacin_ acentuando _la importancia de la enseanza ya que la alfabetizacin no emerge naturalmente_ (IRA, 1998). La IRA y la NAEYC (National Association for the Education of Young Children) insisten en una concepcin de alfabetizacin como continuum del desarrollo de la lectura y la escritura que debe tener en cuenta tanto las variaciones individuales de los nios como las variaciones culturales. Asistimos entonces a procesos simultneos: por un lado la rpida generalizacin de usos metafricos (Braslavsky, 2004: 61) de los trminos alfabetizacin y alfabetizado y por otro, la redefinicin de estos conceptos marcada por una notoria tendencia a la ampliacin de conocimientos que se incluyen en los mismos. Pero ms all de la polisemia del trmino y de sus metforas, cuando hablamos de alfabetizacin en sentido especfico, nos referimos a un proceso de naturaleza lingstica que consiste en el aprendizaje de una lengua escrita; este aprendizaje implica el desarrollo de procesos cognitivos de lectura y escritura y de prcticas culturales muy especficos para cuya apropiacin se requiere enseanza sistemtica. En la historia de la cultura escrita este proceso est marcado por la desigualdad ya que no hubo ni hay una sociedad letrada en la que la actividad de leer y escribir _fuera o sea practicada por todos los individuos que forman parte de la misma_ (Petrucci, 2003: 27). A diferencia de la lengua oral, la escritura establece una desigualdad tajante entre quienes escriben y/o leen y los que no lo hacen, entre quienes lo hacen bien y mucho y quienes lo hacen mal y poco, y de ese modo:
revela la distribucin social de la riqueza, la diferencia de sexos, edades, geografas y culturas. Est directamente determinada por las ideologas y las estrategias de distribucin del poder poltico, econmico y cultural y, en consecuencia por las funciones y los mecanismos del sistema educativo de toda sociedad histricamente identificable. (Petrucci, 2003: 27).
10
Ferreiro, E., Pasado y presente de los verbos leer y escribir, Fondo de Cultura Econmica., 2001, p. 12.
23
Por ello, la definicin de alfabetizacin no es un ejercicio acadmico neutral sino que mantiene profundas relaciones con el proceso de distribucin social del conocimiento y con la implementacin de polticas para la educacin bsica, ya que aprender a leer y escribir no es un aprendizaje natural sino que depende de las instituciones que en las distintas sociedades asumen su enseanza. El aprendizaje de la escritura no es espontneo como la adquisicin de la oralidad ni se produce por la sola inmersin e interaccin del sujeto en una comunidad alfabetizada; por el contrario, la lengua escrita se aprende y el desarrollo de las complejas competencias de lectura y escritura requiere enseanza ya que no es de origen biolgico sino que, dentro de un proceso de desarrollo general pertenece a los procesos de origen sociocultural (Vigostzky, 1979: 78). La idea de que aprender a leer a una determinada edad es parte del desarrollo biolgico, y por ello un proceso similar o comparable a la aparicin de los dientes o a los comienzos espontneos del habla, es un obstculo importante para muchos educadores que conciben la alfabetizacin a partir de la idea de madurez. Esta concepcin suele ser doblemente nociva: si el nio es pequeo no se adelanta la enseanza porque _todava no est maduro_ pero si tiene la edad indicada y no ha aprendido a leer, se considera que por s sola la maduracin fsica y neurolgica correspondiente a la edad debera haberlo preparado independientemente de la enseanza que se le haya brindado. Si bien insistimos en recuperar una concepcin bsica de alfabetizacin como aprendizaje de una lengua escrita y en focalizar el importante papel de la enseanza en ese proceso, es necesario tener en cuenta que dicho aprendizaje no excluye la conceptualizacin de la oralidad ya que tambin impulsa un desarrollo especfico de la misma, que a partir de Ong (1993: 117) denominamos oralidad _secundaria_ por su mayor grado de organizacin y formalidad. La lengua oral ha concentrado la atencin de la lingstica durante gran parte del siglo XX, perodo en el que se ha considerado el habla como lo principal y la escritura en un lugar secundario, como una mera representacin de la oralidad. Esto parece ser una marca de nacimiento ya que es el mismo de Saussure (1971: 72), quien lo sostiene:
Lengua y escritura son dos sistemas de signos distintos; la nica razn de ser del segundo es la de representar al primero; el objeto lingstico no queda definido por la combinacin de la palabra escrita y la palabra hablada; esta ltima es la que constituye por s sola el objeto de la lingstica. Pero la palabra escrita se mezcla tan ntimamente a la palabra hablada de la que es imagen, que acaba por usurpar el papel principal; y se llega a dar a la representacin del signo vocal tanta importancia como a este signo mismo. Es como si se creyera que, para conocer a alguien, es mejor mirar su fotografa que su cara.
Por su parte, Pellat (1996: 173) afirma que la escritura ha sido confinada a una funcin segunda e instrumental porque el logocentrismo occidental confiere al habla la primaca absoluta:
De San Agustn a Port-Royal, de Aristteles a Hegel, pasando por Voltaire y Rousseau, la escritura es tratada como una representacin infiel de la lengua oral y no es sorprendente que los padres de la lingstica estructural hayan excluido la escritura del campo de la ciencia del lenguaje, reprochndole las deformaciones que le imprime a la lengua.
En este mismo sentido, en el estructuralismo tanto norteamericano como europeo la escritura no es objeto de ninguna atencin como sistema en s misma ya que, como seala Cardona (1994), al lingista le interesa la escritura como un espejo ms o menos fiel de la lengua hablada, es decir como una serie de signos que transcriben los sonidos del habla. Como ejemplo de ello Cardona cita a Bloomfield, quien sostiene que la escritura es _simplemente un expediente externo, como el uso del fongrafo, gracias al cual pueden conservarse para nuestra observacin algunos rasgos del discurso del pasado_ (Cardona, 1994: 20). Tambin los estudios chomskianos focalizan la lengua oral, si bien en el marco de un planteo de universalidad de la misma. La facultad del lenguaje, dice Chomsky _es una autntica propiedad de la especie que adems es central para la comprensin y el pensamiento humanos_ (Chomsky, 1989: 10). La especie posee una facultad especial para adquirir una lengua oral a partir de la interaccin comunicativa asistemtica con miembros de una comunidad hablante. En poco tiempo, cada nuevo miembro aprende mucho ms de lo que se le ensea y no solo llega a conocer la gramtica de su lengua sino que logra hablarla con las reglas de uso de su comunidad. Se trata del _problema de Platn_ que plantea el hiato entre la pobreza del estmulo inicial y la riqueza y sofisticacin del sistema cognitivo alcanzado a partir de una experiencia muy limitada y fragmentaria, ya que todo sujeto inmerso en
24
una comunidad hablante desarrolla su lengua oral sin una intervencin especfica de enseanza ms all de la habitual participacin en situaciones comunicativas cotidianas. A pesar de que el siglo XX ha estado dominado por una concepcin de escritura como objeto secundarizado y dependiente, como transcripcin del habla o cdigo segundo, sobre las ltimas dcadas se inici un proceso de redescubrimiento de la escritura. A partir de diversas investigaciones, el trnsito o pasaje de la cultura oral a la cultura escrita es concebido por numerosos investigadores como una verdadera revolucin antropolgica puesto que la escritura alfabtica ha producido una transformacin cognitiva que permiti el desarrollo de un pensamiento ms analtico. Segn Havelock (1996) los estudios sobre el papel del lenguaje hablado en oposicin al lenguaje escrito se remontan al siglo XVIII y desde entonces los antroplogos han venido realizando investigaciones sobre sociedades que no conocan la escritura, utilizando de modo indirecto y difuso diferentes categoras de anlisis, hasta que Ong cristaliz algunas de ellas al definir el concepto de oralidad primaria como _la oralidad de una cultura que carece de todo conocimiento de la escritura_ (Ong, 1993: 20), por contraste con la oralidad _secundaria_ perteneciente a la cultura que emplea tecnologas para la comunicacin, entre ellas, la escritura (1993: 117). En Oralidad y escritura, Ong recupera una bibliografa que abarca la historia de las investigaciones y especulaciones relativas a este campo, desde el siglo XVIII hasta el momento de la publicacin. La lista de autores citados, dice Havelock, se puede dividir cronolgicamente entre los que escribieron antes de 1963 -25 autores- y los que escribieron despus de esa fecha -136 autores-, lo que revela el creciente inters a partir de la dcada del sesenta por los efectos revolucionarios de la escritura as como de otras tecnologas actuales de la comunicacin, entre las que se incluye la imprenta. En estas investigaciones, la invencin de la escritura o la transicin de una sociedad grafa a otra en la que la comunicacin lingstica relevante se efecta por medios escritos se presenta como una transformacin radical no solo de todos los aspectos de la vida social sino tambin del pensamiento; la escritura _reestructura la conciencia_ sostiene Ong (1993: 81) y establece un pensamiento independiente del contexto. En su trabajo, el autor piensa que la escritura es una tecnologa que inici el proceso de reduccin del sonido dinmico al espacio inmvil y fijo del papel, separando la palabra del presente vivo y que este proceso ha sido continuado por la imprenta y las computadoras. El habla es natural y la escritura es completamente artificial, sostiene el autor. Esta ltima no surge del inconsciente y como hemos dicho no se aprende por la sola inmersin en una sociedad letrada sino que es el resultado de un proceso de acuerdos regido por normas ideadas conscientemente. Por eso, sostener que la escritura es artificial no significa una condena, dice Ong, sino un elogio, ya que las tecnologas no son solo recursos externos, sino tambin transformaciones interiores de la conciencia, y mucho ms cuando afectan la palabra: la tecnologa no degrada la vida humana sino que la mejora y la escritura es una _tecnologa interiorizada_ (Ong, 1993: 86). Otras investigaciones relevantes en este campo pertenecen a Olson, quien sostiene que los sistemas grficos que hemos inventado sirven para conservar la informacin pero fundamentalmente proporcionan modelos que nos permiten ver el lenguaje, el mundo y nuestra mente de un modo nuevo (Olson, 1998: 286). A partir del anlisis de diversos sistemas de escritura, el inters principal de sus trabajos ha sido reunir algunos principios generales que sirvan para guiar nuevas investigaciones. El autor formula ocho principios, de los cuales, los cuatro primeros, _surgen de invertir la hiptesis tradicional acerca de la relacin entre habla y escritura_ ya que, en oposicin a autores que van desde Aristteles a Saussure, Olson afirma que _la escritura no es la transcripcin del habla sino que proporciona un modelo para ella_ (1998: 286). Los otros principios sealan de qu modo los modelos de lengua sirven luego como modelos para el mundo y la mente. Los primeros cuatro principios son sustanciales en relacin con la didctica de la lengua escrita: el primero expresa que la escritura fue responsable de hacer conscientes diversos aspectos de la lengua oral, es decir, de transformar esos aspectos en objetos de reflexin y anlisis. El segundo afirma que _ningn sistema de escritura, incluyendo el alfabtico, vuelve conscientes todos los aspectos de lo dicho_. El tercero sostiene que _es difcil, tal vez imposible, hacer consciente lo que la escritura como modelo no representa_. Numerosos estudios sobre la conciencia fonolgica de los no lectores, han mostrado que es el conocimiento del alfabeto lo que vuelve conscientes los fonemas; quienes no estn familiarizados con un alfabeto simplemente no los perciben. El cuarto principio expresa que una vez aprendida la escritura y asimilada como modelo, es en extremo difcil ver de qu modo alguien
25
que no est familiarizado con ese modelo percibe la lengua. A las personas alfabetizadas les resulta sorprendente _que alguien no pueda or componentes _alfabticos_ en su habla; para ellos, esas distinciones estn all_ (1998: 290). Estos dos ltimos principios implican que cuando un nio empieza a conocer las correspondencias fonogrficas no est aprendiendo a asociar dos elementos, sino ms bien aprendiendo un modelo. Si esto es as, dice Olson, _parece inapropiado subrayar el aprendizaje del modelo antes de que uno haya comprendido claramente de qu es modelo el modelo_ (1998: 290). Por su parte, el cuarto principio implica en particular que los maestros y los diseadores de polticas educativas pueden equivocarse al considerar que aprender a leer es solo una habilidad que puede entrenarse, y no un logro intelectual, producto de una revolucin antropolgica. Si concebimos la relacin entre las disciplinas en trminos de herencias, deudas y legados (Camilloni, 1996), tanto en la didctica general como en la de la lengua se reconoce una deuda con la psicologa que ha privilegiado desde su constitucin como disciplina, las investigaciones sobre el sujeto. En cuanto al objeto, el siglo XX comenz con una concepcin pauprrima de escritura y termin con un cmulo de investigaciones lingsticas, antropolgicas, paleogrficas e histricas sin precedentes, que encuentran ecos en diferentes disciplinas11. En este contexto, Catach (1996) sostiene que las escrituras _son conjuntos de signos discretos, articulados y arbitrarios que permiten comunicar cualquier mensaje construido sin pasar necesariamente por la voz natural_, y agrega que, como una suerte de Proteo, la escritura es concebida a la vez como institucin y tcnica, como herramienta prctica e instrumento cultural del ms alto nivel, y seala que la lingstica no ha integrado todava a sus preocupaciones los estudios grafmicos, aun cuando la escritura es un objeto que _ha sabido plegarse enteramente al rigor sistemtico y altamente abstracto del universo de los signos lingsticos_ (Catach, 1996: 311). A pesar de que en este sentido no se ha continuado el camino abierto en su momento por la glosemtica, desde la perspectiva de la didctica de la lengua esta evolucin reviste gran importancia e implica un movimiento tendiente a superar la incidencia asimtrica de las investigaciones didcticas concentradas en el sujeto. Alisedo (Alisedo et al., 1994:12) sostiene que en la actualidad _contamos con refinadas caracterizaciones de los procesos cognitivos del sujeto aplicadas lamentablemente a un objeto de conocimiento anacrnico_. Las autoras sealan que esto no significa que las investigaciones sobre la lengua escrita se hayan detenido sino que, habiendo seguido su desarrollo en mbitos especficos, los aportes producidos no han sido recuperados para su didactizacin. A partir de esta crtica proponen una concepcin semitica de la lengua escrita como base para la didctica de la lengua materna en la escuela primaria, proceso que conciben como sinnimo de didctica de la alfabetizacin12 (1994: 13).
Desde mediados de los 90, la editorial Gedisa en la coleccin LEA dirigida por Emilia Ferreiro, publica un conjunto de textos reunidos con el objetivo de difundir una visin multidisciplinaria sobre temas relacionados con la escritura que, _como tal, no es el objeto de ninguna disciplina especfica_ -segn se seala en la presentacin de la coleccin- pero ha suscitado un inters particular incrementando as las producciones que la toman como objeto de anlisis desde diversas perspectivas. Los libros de la coleccin agrupan literatura muy dispersa sobre el tema y de difcil acceso. 12En Didctica de las Ciencias del Lenguaje (Alisedo, Melgar, Chiocci, 1994) se desarrolla una breve introduccin y nueve captulos en los que se abordan temas centrales para la constitucin de la didctica: marco terico para una didctica de las ciencias del lenguaje y para la de la lengua escrita; cuatro captulos que desarrollan una teora sobre dicha lengua; un captulo sobre los contenidos de la alfabetizacin y otro sobre la lectura en voz alta. Finalmente se aborda el proceso de alfabetizacin a partir de cuarto grado y los problemas que se originan en el proceso de evaluacin. En el captulo 2, retomando categoras lingsticas clsicas, se desarrolla una teora semitica sobre la lengua escrita; de all resumimos la siguiente caracterizacin:
11
-La lengua grfica o lengua escrita es un fenmeno lingstico creado por la sociedad para reemplazar a la lengua oral en ciertas condiciones comunicativas. Esta ltima, de sustancia fnica efmera, exige una relacin in praesentia de emisor y receptor y el uso del canal auditivo. La sustancia grfica de la lengua escrita en cambio, utiliza el canal visual y permite una relacin in absentia de aquellos. - Ambas lenguas mantienen una relacin de complementariedad recproca; dos cdigos son complementarios cuando _pudiendo ambos transmitir los mismos mensajes, operan en el plano de la expresin con sustancias significantes diferentes. La condicin para la existencia de complementariedad es que la materialidad de los significantes de cada uno de los cdigos sean sustancias diferentes, precisamente para disponer de uno u otro, dada la situacin comunicativa. - Toda lengua grfica constituye una estructura semitica; consta de dos clases correlativas: un universo de fines (los significados) y un universo de medios, la expresin grfica (significantes grficos), correlacionados en virtud de una prctica.
26
As como la concepcin de escritura y la de lengua escrita en tanto objeto lingstico han sufrido sucesivas reformulaciones en la segunda mitad del siglo XX, tambin los procesos de lectura y escritura han experimentado una evolucin similar. Las investigaciones posteriores a la dcada de 1960, si bien difieren en sus perspectivas, coinciden en la superacin del paradigma mecanicista que las conceba como conjunto de habilidades entre las cuales la comprensin no ocupaba el primer lugar sino que era solamente uno de los niveles. La bsqueda de sentido y su construccin activa es un aspecto coincidente en las concepciones de lectura y escritura y representan una enorme contribucin para la didctica de la lengua que por su carcter interdisciplinar no escapa a ninguno de los avances ni a las controversias que se producen en estos mbitos tericos. Sin embargo, a pesar de los progresos en estos campos no se ha logrado desarraigar y superar en las prcticas enseantes la idea de alfabetizacin como enseanza y aprendizaje de una mera tcnica grfica, como sinnimo de reproduccin de una tcnica para codificar y decodificar grafas. Esta representacin impregna las prcticas alfabetizadoras y desde diferentes enfoques existe una preocupacin manifiesta por superar esta concepcin estrecha y equvoca. Freire afirma que alfabetizarse es aprender a leer y escribir y en ese acto apropiarse del mundo;
- El signo lingstico, como entidad bifacial, est formado por significado y significante, los cuales mantienen entre s una relacin arbitraria y necesaria. El signo lingstico fnico, de la lengua oral, posee un significante de sustancia fnica, mientras el signo lingstico grfico, de la lengua escrita, posee un significante de sustancia grfica. Esto nos lleva a afirmar la existencia de dos signos lingsticos independientes entre s: uno fnico y otro grfico. - Sin embargo, la posibilidad de decir lo que se escribe y escribir lo que se dice, pone en evidencia que el universo del significado del signo fnico es el mismo que el del signo grfico: se trata de dos cdigos que comparten el universo del significado. - Las seales fnicas, auditivas y las grficas, visuales inciden sobre analizadores distintos lo cual impide la relacin de equivalencia o de oposicin entre estos universos que estn siempre en relacin de exclusin. En la obra se analizan algunos aportes de investigaciones psicolgicas sobre el proceso de alfabetizacin. Como hemos dicho, estas investigaciones han tenido un enorme desarrollo en el campo de la alfabetizacin, lo cual seguramente obedece a razones histricas de constitucin de la didctica, que comienza a convertirse en una disciplina cientfica cuando se apoya en la psicologa, heredando enfoques, teoras y paradigmas de investigacin y configurndose cientficamente en funcin de ellos. Sin embargo, en relacin con esta tendencia, la Didctica seala crticamente que la investigacin sobre los obstculos en el proceso de alfabetizacin -y el fracaso escolar ligado al mismo- se ha centrado en macrovariables o aspectos psicolgicos del sujeto del aprendizaje, descuidando las variables de orden didctico y lingstico en los proyectos alfabetizadores. Entre estas ltimas se seala la concepcin del objeto de conocimiento involucrado en el proceso de alfabetizacin. Y por ello el texto plantea un marco sumamente rico y complejo para la didctica de la lengua escrita; esta ltima se define como objeto lingstico y semitico cuya adquisicin es un proceso de _carcter irreversible_ que supone un cambio en la condicin humana. (p.11). El proceso de alfabetizacin implica un trnsito desde la cultura oral infantil no escolarizada a la cultura letrada que transforma al _sujeto de cultura_ en sujeto _bicultural_ (p. 36). El texto plantea una organizacin de las ciencias del lenguaje convocando, en torno al objeto, las disciplinas que lo abordan desde distintas perspectivas, en una relacin de interdependencia y complementariedad. Se plantea la constitucin de la didctica de la lengua como un campo terico. Se concibe que _la base para el marco terico de un proyecto didctico es un campo conformado por las disciplinas de apoyo o referencia y sus mutuas interrelaciones_ (p. 17). Este planteo supone adems, que en el marco terico de la didctica de la lengua, se produce la integracin de tres discursos fundamentales, a saber: - El discurso acerca del contenido cientfico, de la ciencia (p. 18) que provee la base conceptual de la materia de enseanza y aprendizaje, es decir el discurso de la lingstica. En este discurso el problema central es la transposicin didctica, como proceso que hace la ciencia accesible a la escuela, transformando el saber sabio en saber a ensear. Este problema, a su vez, implica la bsqueda de respuestas a un importante interrogante: cul _o cules_ ha de ser la teora lingstica que opere como marco de la transposicin, gramtica de estado de frase, anlisis del discurso, gramtica transformacional?, etc. - El discurso psicolgico es el segundo discurso fundante de la didctica de la lengua, en relacin con el sujeto que aprende: modelos de adquisicin, teoras del aprendizaje, teoras de la enseanza, perfiles afectivos, etc., todos ellos en relacin con el de la lingstica. - El tercer discurso fundante es el discurso social, ya que el sujeto participa de un contexto social particular. Esta relacin es sumamente compleja porque el contexto social es marco y contenido de los aprendizajes lingsticos. Aprender una lengua para un hablante nativo significa reconocer los diferentes contextos comunicativos y ampliar el repertorio de usos lingsticos adecuados a diferentes contextos sociales. Al mismo tiempo, se espera que los aprendizajes que se produzcan sean socialmente relevantes, es decir que permitan al hablante escolarizado comprender los discursos sociales y responder adecuadamente a ellos. En esta obra se rechaza la concepcin cannica de la didctica de la lengua como el _conjunto de discursos elaborados acerca de la enseanza y el aprendizaje de ese complejo de saberes que constituyen la lengua culta_ (p. 16) y se la define como una interdisciplina, que integra aportes tericos en relacin con el contenido lingstico, qu ensear y qu aprender; con los procesos de enseanza, aprendizaje, adquisicin y contextualizacin social que se relacionan tanto con disciplinas como la psicologa, la sociologa y las ciencias de la educacin, que pueden aportar orientaciones acerca de cmo, cundo, por qu y para qu ensear (p. 16).
27
el pedagogo sostiene que _la alfabetizacin es ms que el simple dominio psicolgico y mecnico de las tcnicas de escribir y leer_ y subraya que _es el dominio de estas tcnicas en trminos conscientes_ porque alfabetizarse implica _entender lo que se lee y escribir lo que se entiende_ (Freire, 1974: 108). Por su parte Ferreiro establece una distincin tajante entre dos concepciones de escritura, que no es simplemente terminolgica ya que acarrea consecuencias en el aprendizaje:
Si la escritura se concibe como un cdigo de transcripcin, su aprendizaje se concibe como la adquisicin de una tcnica; si la escritura se concibe como un sistema de representacin, su aprendizaje se convierte en apropiacin de un nuevo objeto de conocimiento, o sea, en un aprendizaje conceptual. (Ferreiro, 1997: 17).
En el mismo sentido, Simone, refirindose a la situacin de Italia a mediados de la dcada de los ochenta, sostiene que uno de los riesgos internos del alfabetismo se produce en la escuela y consiste en la manera en la que, en los distintos pases, se introduce la alfabetizacin, que se plantea a los nios:
como una tcnica grfica, como puro medio de transcribir el lenguaje hablado sin referencia alguna a su fondo antropolgico, a su valor de descubrimiento evolutivo fundamental, que para el gnero humano tuvo ni ms ni menos el significado de una revolucin cultural. (Simone, 1992: 182)
Desde la pedagoga crtica, Giroux analiza la evolucin de los medios de comunicacin de masas y argumenta a favor de la liberacin que encierran la cultura impresa y el acto de lectura porque considera que lo impreso:
requiere una forma de racionalidad que deja espacio para el pensamiento crtico y el anlisis. Con la palabra escrita es posible evaluar ms rigurosamente la validez del valor de verdad de un determinado argumento ya que el ojo crtico que exige la lectura pone un lmite a la manipulacin. (Giroux, 1997: 128).
El autor propone redefinir el concepto de alfabetizacin, superando la nocin positivista que la concibe como el simple dominio de una tcnica; propone ampliar el significado del trmino incluyendo la lectura crtica, que permite poner en entredicho mitos y creencias que estructuran nuestras percepciones y experiencias, e interpretar crticamente mundos personales y sociales (1997: 132).
Seminario Federal de Alfabetizacin, _La escuela y la alfabetizacin inicial y avanzada: hacia la definicin de proyectos integrales de mejora_. Buenos Aires, MECyT, septiembre de 2002.
13
28
en el dominio de la lengua escrita, que se extiende a todo el primer ciclo_. Es un proceso que _sienta las bases para la apropiacin del sistema de la lengua escrita y las habilidades de lectura y escritura en el primer ciclo de la escolaridad obligatoria_. En el mismo documento se define tambin la alfabetizacin avanzada o segunda alfabetizacin como un perodo que se abre en el segundo ciclo de EGB y se consolida gradualmente en los siguientes:
Se entiende por alfabetizacin avanzada el dominio de los procesos de comprensin y las formas de produccin de los textos de circulacin social que posibilitan el desempeo autnomo y eficaz en la sociedad y la posibilidad de acrecentar el aprendizaje en los distintos campos del conocimiento. La alfabetizacin avanzada permite que los alumnos permanezcan en la escuela, evitando el desgranamiento y la repitencia, en la medida en que fortalece las habilidades de lectura y escritura de los alumnos y los capacita para seguir aprendiendo contenidos disciplinares cada vez ms exigentes. (...) La alfabetizacin avanzada consolida los conocimientos adquiridos y, al instalar estrategias autogestionarias respecto de lecturas y escrituras diversas, extensas y complejas, previene el analfabetismo por desuso. (MECyT, 2002: 3).
Para designar la alfabetizacin que ocurre en los estudios superiores hemos comenzado a utilizar recientemente la expresin _alfabetizacin acadmica_ que Carlino define en los siguientes trminos:
El conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas as como en las actividades de produccin y anlisis de textos requeridas para aprender en la universidad. Apunta, de esta manera, a las prcticas de lenguaje y pensamiento propias del mbito acadmico superior. Designa tambin el proceso por el cual se llega a pertenecer a una comunidad cientfica y/o profesional, precisamente en virtud de haberse apropiado de sus formas de razonamiento instituidas a travs de ciertas convenciones del discurso. (Carlino, 2005: 13-14)
Esta etapa de alfabetizacin inherente a la educacin superior cuenta con escaso desarrollo didctico y a pesar de que en la formacin docente inicial se coincide en el diagnstico sobre las competencias lectoras y escritoras de los estudiantes, no existen propuestas didcticas consensuadas. La formacin de grado debe comprometer su proceso alfabetizador para alcanzar niveles de _literacidad crtica_ (Cassany, 2006: 81). Tal como se desprende de estas conceptualizaciones, la alfabetizacin es un proceso que comienza tempranamente si se involucra a los nios en prcticas de lectura y escritura desde la primera infancia, tiene etapas que se desarrollan dentro del sistema educativo y es un proceso de naturaleza cognitiva y lingstica que consiste bsicamente en aprender a leer y escribir una lengua y en este sentido constituye en s mismo un proceso de inclusin social de los sujetos en nuevas prcticas culturales. Sin dejar de considerarse perfectible a lo largo de la vida, la alfabetizacin implica aprendizajes concretos de contenidos curriculares articulados a lo largo de la escolaridad obligatoria, que a partir de la Ley de Educacin Nacional N 26.206, incluye tambin la educacin secundaria, lo cual supone desde ya una revisin de la alfabetizacin bsica en tanto cimiento sobre el que han de asentarse ms aos de educacin formal. La idea de alfabetizacin que prevalece en la comunidad cientfica es la de un proceso de conocimiento que se va consolidando gradualmente y va tornndose cada vez ms flexible y autnomo, motivo por el cual este aprendizaje se puede explicar mejor _si decimos que es un continuum evolutivo que si lo consideramos un fenmeno de todo o nada_ (IRA, 1998: 200-201).
29
La asuncin de la responsabilidad de alfabetizar a las nuevas generaciones exige un proyecto que contenga decisiones explcitas en relacin con un amplio conjunto de aspectos entre los que se encuentran los referidos a los objetos de conocimiento -la concepcin de lengua escrita, de procesos y prcticas de lectura y escritura; el papel de la oralidad y de la literatura; los procesos de aprender y ensear y los contextos implicados; la atencin a la diversidad de los sujetos pertenecientes a diferentes contextos; la articulacin entre los niveles y aos; las estrategias metodolgicas para el logro de los aprendizajes; la seleccin de libros, textos y recursos; la organizacin pedaggica de tiempos y espacios; los procesos de evaluacin, seguimiento, acreditacin y promocin, entre otras cuestiones. Si la alfabetizacin se concibe como proceso, este conjunto de decisiones debe tomarse institucionalmente desde un enfoque que mantenga articulacin y coherencia horizontal -entre los espacios curriculares, las secciones y las acciones en un determinado ao de escolaridad- y vertical a lo largo de aos, ciclos y niveles. Para resolver algunas de estas cuestiones en la etapa de alfabetizacin inicial, histricamente se ha recurrido a propuestas metodolgicas, aunque no podemos desconocer que las ltimas dcadas del siglo XX estuvieron marcadas por la falta de discusin acerca del mtodo y ello ha producido en nuestro pas la prdida, marginacin o desprestigio del conocimiento amasado en el aula por los maestros y la consecuente difusin de prcticas alfabetizadoras que a mediados del siglo pasado estaban superadas. Cada propuesta de enseanza sostiene, explcita o implcitamente, determinada concepcin sobre el sujeto del aprendizaje, el objeto de conocimiento, la enseanza, el rol de la lengua oral y sobre gran parte de los elementos que enumeramos en los prrafos anteriores, as como las unidades de lectura y escritura que se plantean para el comienzo del proceso. En cuanto a estas ltimas, la historia de la alfabetizacin nos permite recorrer un camino que avanza desde mtodos que proponen comenzar la enseanza de la lectura por unidades sin significado (letras, fonemas, slabas) hasta los mtodos que proponen unidades iniciales como la palabra, la frase y el texto, es decir, unidades significativas plenas. En este terreno, en las postrimeras del siglo XIX el objetivo pareca ser la superacin de mtodos basados en el deletreo y los silabarios, a partir de los cuales se acu la expresin _la letra con sangre entra_:
Durante mucho tiempo a alfabetizacin inicial se redujo a operar con unidades no significativas: letras, slabas. Luego incorpor la palabra, entendida como soporte de contrastes fnico-grficos. Finalmente se incorpor la frase global y luego el texto, y se defendi la idea de que el alfabetizando debe trabajar con portadores de texto en contextos pertinentes para comprender mejor la funcin de la lengua escrita. (Alisedo et al., 1994: 116)
Ya en el siglo XX, el escenario metodolgico aparece dominado por una marcada preocupacin por el papel de la comprensin y la significacin como puerta de entrada al aprendizaje del sistema alfabtico. Esta preocupacin se mantuvo durante todo el siglo y produjo los avances mencionados en la cita anterior. En las ltimas dcadas las discusiones metodolgicas se han concentrado en torno al grado de intervencin que debe tener el maestro en ese aprendizaje tan complejo y as encontramos, en los extremos de esta discusin, dos posturas diferentes: una que defiende la enseanza directa por parte del maestro, y en esa enseanza incluye explcitamente la de las correspondencias fonogrficas, y otra postura que plantea el aprendizaje por inmersin y descubrimiento por parte del alumno, sin la enseanza explcita de las caractersticas especficas del sistema alfabtico. En relacin con la evolucin de las propuestas alfabetizadoras, en dos de sus escritos Braslavsky (1992a y 2005)14 presenta una detallada descripcin de cada mtodo, de su fundamentacin e implementacin en el aula y de sus principales recursos. Ambos textos resultan muy interesantes, en primer lugar porque permiten una lectura epistemolgica al presentar el proceso por el que cada mtodo
Para una lectura detallada sobre mtodos y teoras pueden consultarse estos dos textos de Braslavsky, y adems el texto de Davia, L. Adquisicin de la lectoescritura. Revisin crtica de mtodos y teoras, Rosario, Homo Sapiens, 1999. Tambin puede consultarse el texto de Chartier, Anne Marie. Ensear a leer y escribir. FCE, Mxico, 2004, en el que, si bien la autora plantea un recorrido histrico desde la perspectiva de la escuela francesa, gran parte de las reflexiones mantienen relaciones estrechas con prcticas de nuestras escuelas.
14
30
es superado o mejorado luego de ser sometido a evaluaciones a partir de sus consecuencias en la prctica, y tambin porque muestran cmo, en pocas anteriores de nuestra historia, las propuestas metodolgicas surgieron en el contexto del aula, de la mano de supervisores y maestros preocupados por perfeccionar su enseanza para optimizar los aprendizajes. En un artculo publicado en el ao 2002 Braslavsky evala _La querella de los mtodos_15, a 40 aos de su publicacin, y seala cmo en otros pases durante la dcada del 90 se ha reeditado -en EE.UU. primero y luego en Francia- la controversia entre los partidarios de los mtodos fnicos y los del lenguaje total o integral. Esta controversia -que tiene su antecedente en lo que se conoce como el gran debate o la querella entre los mtodos fnicos y los globales o ideovisuales durante la dcada del 60- est encarnada por dos renombrados especialistas J. Chall y K. Goodman respectivamente, quienes en 1992 y en los aos siguientes, han sostenido posiciones muy encontradas que suscitan el debate metodolgico de modo permanente, a partir de la comparacin de los resultados obtenidos en la implementacin de una y otra propuesta16. La discusin fundamental entre ambas posturas es la referida al _fonetismo_17 ya que los modelos de enseanza directa _propician la enseanza y el aprendizaje sistemtico de la relacin entre los smbolos y los sonidos_ mientras que los defensores del lenguaje integral o del aprendizaje por inmersin _no toman en cuenta la fontica_ y prefieren _la decodificacin incidental, no sistemtica_ (IRA, 1993: 13). Si bien el debate est altamente politizado y ambos especialistas disienten en muchos aspectos, existe un ncleo duro que no entra en el debate ya que est ampliamente aceptado por ambas posturas:
Los modelos de enseanza directa y los de lenguaje integral comparten ciertas caractersticas: la lectura tanto de textos literarios como informativos, la preocupacin por la motivacin, el placer por la lectura, la lectura de buena literatura y el desarrollo de hbitos de lectura para toda la vida. Ninguno de los dos enfoques monopoliza estos aspectos. Tampoco son descubrimientos modernos. Los griegos, los romanos y los hebreos saban cun importantes eran hace miles de aos. (Chall, 1993: 14)
La querella de los mtodos en la enseanza de la lectura de Berta P. de Braslavsky es una obra publicada en 1962 y reeditada en 1992 dedicada a la memoria de Sarmiento. Est compuesta por cuatro partes. La primera plantea el debate acerca de los mtodos en la enseanza de la lectura, es decir, la querella propiamente dicha, recordando que _el problema de la metodologa de su enseanza naci a la par del problema de la educacin popular_. Esta primera parte se cierra con el planteo explcito de la querella que consiste en _la decisin entre dos mtodos para ensear a leer en primer grado inferior: el que habitualmente se llama _fontico_ (...) y el tan popularizado mtodo _global_. La segunda parte, bajo el ttulo _La teora_, desarrolla varios captulos en los que la autora se ocupa de la distincin tradicional entre los mtodos de marcha sinttica -alfabticos, fonticos y silbicos- y los de marcha analtica -global analtico y global-. Estos ltimos se analizan en profundidad, en el marco de la influencia de la Nueva Educacin o Pedagoga del inters y de los aportes de Ovide Decroly. En esta parte tambin se definen y analizan los pilares sobre los cuales se asienta el mtodo global y que justifican tericamente su existencia: el inters, la globalizacin, el predominio de la percepcin global y la visin de ideas todos ellos elementos que se anan en la condicin de _aprendizaje natural_. Despus de un anlisis pormenorizado del desarrollo del mtodo global en la Argentina, la segunda parte se cierra con una discusin de los principios inherentes al mismo en la que la autora retoma cada uno de los conceptos mencionados y plantea una crtica pormenorizada. Las dos ltimas partes -tercera y cuarta-, dedicadas respectivamente a la experiencia y a las perspectivas actuales, describen los aportes que a principios de la dcada del 60, momento en que se publica la obra, representaban alternativas en oposicin al mtodo global o superadoras del mismo. En la tercera se presenta un importante conjunto de estudios de psicologa experimental sobre el proceso de lectura, la dislexia y experiencias con nios _normales_ y _deficientes_. La cuarta y ltima parte describe los aportes que en aquel momento fueron considerados muy valiosos para la enseanza de la lectura, algunos provenientes del mbito de la educacin especial y otros de la psicopedagoga. Se abordan las teoras que interpretan la correlacin que se establece entre el lenguaje escrito y el oral para producir la lectura, as como las caractersticas de cada idioma y su influencia sobre el mtodo. 16 Precisamente uno de los acontecimientos ms sobresalientes de la Convencin Anual de la Asociacin Internacional de Lectura de 1992 fue el Forum de debate sobre los modelos de enseanza directa y el lenguaje integral. Una versin condensada de las presentaciones de Chall y Goodman en este foro, puede leerse en _El lenguaje integral vs. Los modelos de enseanza directa. Debate entre Jeanne S. Chall y Kenneth Goodman_ en Lectura y vida, Ao 14, N 4, 1993, pp. 11-22. En este artculo se presentan las dos posturas bajo los siguientes ttulos: _La investigacin respalda los modelos de enseanza directa_, de J. Chall y _Gures, profesores y polticos del mtodo fnico_, de K. Goodman. 17 Trmino acuado por Adela Stewart en el Diccionario de Lectura y trminos afines IRA y Fundacin Germn Snchez Ruiprez, 1982, para referirse al enfoque de la enseanza de la lectura y escritura que hace hincapi en las relaciones smbolo-sonido, especialmente en las primeras etapas del aprendizaje.
15
31
Entre ambos polos del debate, se ubican autores que sostienen que no hay un mtodo o enfoque de la enseanza que pueda considerarse el ms efectivo para todos los nios. A partir de un anlisis de la diversidad de los grupos -en los que puede haber nios con acceso a gran cantidad de materiales para la lectura y la escritura y otros sin ese recurso, nios con padres analfabetos y otros que leen y escriben de modo ocasional o frecuente, nios que han recibido instruccin directa, mientras otros han recibido solo orientacin informal y casual- Strickland dice que _los buenos maestros ponen en juego una variedad de estrategias de enseanza que puede abarcar una gran diversidad de chicos en las escuelas_ (IRA, 1998:198). Por su parte, Borzone de Manrique y Signorini (2002) sostienen que actualmente el debate metodolgico ha sido superado si se tiene en cuenta que las actividades con sonidos para desarrollar la conciencia fonolgica representan una propuesta superadora de los inconvenientes del mtodo fnico. Las autoras destacan la cuidadosa revisin y confrontacin de resultados en los estudios de Chall y tambin de Adams, especialista en lectura a quien el gobierno estadounidense encarg a fines de los 80 una revisin del tema a partir de la controversia a la que nos hemos referido. Borzone y Signorini sostienen que Adams arriba a un planteo conciliador que recupera el valor del anlisis propio del mtodo fnico y la aproximacin global a travs de situaciones de lectura y escritura significativas para el nio:
Se reformula el mtodo fnico, en tanto no se considera indispensable la enseanza sistemtica y progresiva de las correspondencias, forma de enseanza criticada porque provocaba aburrimiento y, para aquellos nios que provenan de contextos socio-culturales no alfabetizados, los ejercicios fnicos carecan de significado. Asimismo se reconoce que desde un principio, se puede atender a los procesos de comprensin y a su enseanza a travs de la mediacin del adulto en situaciones de lectura de textos realizada por el maestro (Borzone de Manrique y Signorini, 2002: 45).
Los estudios sobre conciencia fonolgica a los que hace referencia Borzone, en nuestro pas fueron iniciados por esta investigadora durante la dcada de 1980; las investigaciones realizadas con nios de preescolar y primer grado aportaron datos muy importantes acerca de las dificultades que estos encuentran al segmentar palabras en slabas y slabas en fonemas. Estos estudios han inspirado propuestas didcticas que focalizan el desarrollo de la conciencia fonolgica como base para la enseanza de la escritura, que proponen a los nios el reconocimiento de rimas y de sonidos iniciales y finales de las palabras, la omisin de sonidos iniciales y la segmentacin de palabras. (Borzone de Manrique y Graminia, 1987). El escenario de principios de siglo nos encuentra con estudios muy esclarecedores que iluminan algunas facetas controversiales del proceso de lectura. En este sentido contamos en las ltimas dcadas con aportes sustantivos que provienen de la investigacin experimental lingstico-cognitiva. Dichos aportes estn en gran medida ligados a su vez a los avances en la precisin de los elementos de laboratorio y los procedimientos informticos que permiten dar cuenta de procesos de lectura que permanecen fuera del alcance consciente de quien los realiza, que han sido descriptos con rigor cientfico y necesariamente deben ser tomados en cuenta como descripciones y explicaciones que aportan fundamentos a la didctica de la lengua. Diferentes investigaciones en este campo resignifican el rol de la memoria, del conocimiento del lxico, de las vas de acceso a la fonologa de una palabra y echan por tierra algunas cuestiones como las tradicionales diferencias entre alumnos _visuales_ o _auditivos_ que suele ser una distincin habitual en nuestros das (Lieury, 2000; Jamet, 2006). Un nuevo movimiento conocido como balanced approach o enfoque de enseanza equilibrado, originado en el Reino Unido en 1990, desde donde se traslad a Australia, Nueva Zelandia, Canad y los EEUU, toma como punto de partida la histrica discusin entre los mtodos que ponen el acento en la decodificacin y los que acentan la comprensin e intenta equilibrar los aportes de unos y otros, con una mirada amplia a diversos aspectos de la actividad pedaggica. Este movimiento tiene su equivalente en los pases de habla francesa, bajo la orientacin del Observatorio Nacional de Lectura de Pars. El enfoque de enseanza equilibrado intenta hacer confluir lo mejor de los dos enfoques y crea una situacin de consenso sobre aspectos centrales, que se puntualizan a continuacin:
32
" Equilibrio entre la enseanza directa y explcita del maestro y el aprendizaje por descubrimiento del alumno; " entre el uso de mtodos de lectura con actividades secuenciadas y otras actividades curriculares basadas en las necesidades del alumno; " entre mtodos que abordan el cdigo escrito y mtodos basados en la comprensin o el significado, lo cual significa equilibrar el nfasis entre las habilidades o destrezas particulares y la comprensin global; " entre la enseanza a partir de estrategias de intervencin incidental para atender a los alumnos en forma individual o focalizada y clases o momentos de intervencin explcita y colectiva, lo que implica un equilibrio entre enseanza planificada para desarrollar el curriculum comn y una enseanza no planificada o eventual; " entre el uso de publicaciones comerciales y el de materiales especficos publicados para la enseanza; es decir, mantener el equilibrio entre el material seleccionado por parte del alumno y el que el maestro recomienda; " entre el uso de observaciones y evaluaciones informales y la evaluacin y revisin formal, lo que implica el equilibrio entre la evaluacin que realiza el maestro y las evaluaciones estandarizadas. (BlairLarsen y Williams, 1999). En nuestro pas, las investigaciones y debates sobre alfabetizacin inicial transcurren ms focalizados en las diferentes concepciones el sujeto del aprendizaje y en la interpretacin de los fracasos que en la discusin didctica sobre los posibles equilibrios de las diferentes tendencias, o en el seguimiento de propuestas de enseanza y evaluacin y discusin de resultados provenientes de su implementacin. Esto ocurre fundamentalmente porque la concepcin anacrnica de didctica como un campo de aplicacin tcnica o instrumental, desligada de los problemas del conocimiento, est muy arraigada y obtura las reflexiones en este sentido. Por su parte, en el mundo latinoamericano, las investigaciones sobre alfabetizacin se han planteado en el marco de dos potentes teoras del siglo XX, la de Piaget y la de Vigotsky, que producen consecuencias diversas en la prctica educativa y que suelen aparecer, segn el caso, en un dilogo complementario o en una antagnica oposicin18. Si bien las distintas investigaciones enfatizan uno u otro componente del proceso de alfabetizacin y originan as nuevas perspectivas que enriquecen los avances en el campo didctico, es importante subrayar que existe consenso sobre algunas prcticas que se consideran imprescindibles para el aprendizaje del sistema y de las estrategias de uso de la lengua escrita como producto cultural: " Lectura asidua y compartida de textos diversos y en particular, literarios (solos, ayudados por el adulto o escuchndolo leer). " Amplia exposicin a la palabra escrita y al desarrollo de conceptos acerca de su forma y su funcin. " Juegos con rimas infantiles y juegos de palabras. " Escritura espontnea de los nios con el acompaamiento del docente que proporciona modelos, ejemplos, lecturas y orientaciones para ensear a escribir de forma convencional. " Enseanza explcita de lectura y escritura de palabras, para desarrollar conciencia lxica (acerca de las palabras), fonolgica (acerca de los sonidos) y grfica (que incluye la ortografa, y el reconocimiento y trazado de distinto tipo de letras). " Escritura colectiva de textos. " Dictado de textos al maestro, para promover la reflexin sobre distintos aspectos de la escritura. En medio de este panorama Braslavsky (2001: 22) sostiene que desde hace algunos aos en la Argentina y en Amrica Latina la discusin metodolgica permanece muy acallada y que entre nosotros, se considera que hablar de los mtodos _es una antigedad_.
Un debate sobre estas cuestiones puede leerse en: Castorina, J. y otros, Piaget-Vigotsky: contribuciones para replantear el debate. Buenos Aires, Paids, 1996. De este texto, en particular sobre el rol enseante del maestro puede leerse el captulo 3 de Lerner, D. _La enseanza y el aprendizaje escolar. Alegato contra una falsa oposicin_, pp. 69-118.
18
33
La cuestin metodolgica genera posiciones diversas en las investigaciones sobre alfabetizacin. En la obra de Ferreiro y Teberosky (1979) la fuerte crtica a los mtodos tradicionales de alfabetizacin ocupa un lugar relevante:
Tradicionalmente, desde la perspectiva pedaggica, el problema del aprendizaje de la lectura y escritura ha sido planteado como una cuestin de mtodos. La preocupacin de los educadores se ha orientado hacia la bsqueda del _mejor_ o _ms eficaz_ de ellos, suscitndose as una polmica en torno a dos tipos fundamentales de mtodos: sintticos, que parten de elementos menores a la palabra, y analticos, que parten de la palabra o de unidades mayores. (Ferreiro, 1979: 17)
Esta crtica a la atencin centrada en los aspectos metodolgicos es recurrente en la obra posterior de Ferreiro, pero en el texto que acabamos de citar su sentido es muy definido: la historia de la alfabetizacin hasta la dcada de 1970 se haba desarrollado a partir de una concepcin psicolgica del sujeto que asuma el aprendizaje con un nfasis casi excluyente en las habilidades perceptivas y las coordinaciones sensorio motrices del nio, mientras _la literatura pedaggica permaneca enfrascada en la eterna discusin sobre cul es el mejor mtodo para ensear a leer y escribir_ (Ferreiro, 1999: 21). Desde esa perspectiva, la investigacin de Ferreiro y Teberosky (1979), desarrollada en el marco de la escuela piagetiana, propone considerar dos aspectos absolutamente descuidados por dicho nfasis: la competencia lingstica del nio y sus capacidades cognoscitivas, con la intencin de cambiar la visin del sujeto del aprendizaje que franquea los umbrales de la alfabetizacin. Ferreiro reconoce que en la dcada de 1970 _se discuta mucho sobre los mtodos y yo hice una guerra muy fuerte a los mtodos_ (Ferreiro, 1999: 22). El sentido de esta _guerra_ segn la autora estaba dado por la necesidad de replantear y reubicar la discusin y permitir que avanzara asumiendo una distincin prioritaria entre mtodo de enseanza y proceso de aprendizaje. Si recuperamos el contexto histrico de esta postura nos encontramos -tanto en la formacin docente como en las escuelas- con una propuesta de alfabetizacin centrada en los aspectos mecnicos y meramente tcnicos del proceso, con una excluyente presencia del aprestamiento de la mano y el ojo y del adiestramiento de la coordinacin viso-motora, con la proliferacin de palabras y frases bsicamente desconectadas del sentido, coincidentes con el proceso de censura impuesto por la dictadura imperante, que obtur todo proceso alfabetizador que permitiera pensar el mundo por parte de quien aprenda a leer, llevando de esta manera a extremos intolerables el sinsentido de las frases. Aclaremos, ejercitando un anlisis responsable, que frases como _Mi mam me mima_ fueron revolucionarias cuando se plantearon como una alternativa superadora de la enseanza de las letras o las slabas -es decir, superadoras de los mtodos sintticos basados en la tortura del deletreo- y su cristalizacin como ejemplos de lo no deseable en alfabetizacin no corresponde a esa coyuntura histrica sino al momento en el que se tornaron rituales inamovibles. En el mismo sentido, no estamos diciendo que mano, ojo y sus coordinaciones no sean necesarios en los procesos de leer y escribir sino que el proceso de alfabetizacin de ninguna manera puede verse reducido solo a esos componentes. El necesario cuestionamiento de las propuestas metodolgicas ritualizadas produjo un interesante estado de discusin coincidente con la recuperacin de la democracia que no fue asumida ni resuelta en los foros acadmicos de la formacin docente donde todava la cuestin metodolgica es considerada anticuada o tcitamente innecesaria y transita an un estado de verdadero acallamiento. Como hemos visto, la investigacin contina acumulando conocimiento cada vez ms especfico sobre los procesos de leer y escribir y sin embargo estos avances no inciden sustancialmente en los mbitos de la formacin docente ni en las prcticas pedaggicas y por lo tanto tampoco en las escuelas en las que se insertan los nuevos egresados. En el pas hay numerosas instituciones en las que conviven propuestas alfabetizadoras diferentes y hasta antagnicas, frente a los cuales los nios suelen ser los nicos articuladores: en un estudio sobre este tema, docentes de ocho escuelas sostienen que sus mtodos son _la generadora_, el _mtodo psicognesis_, las _estrategias globales_, el _mtodo tradicional_, el _mtodo eclctico_, la _metodologa sugerida por la capacitacin de la Red Federal y material del Plan Social_ y la _psicognesis global_ (Zamero, 2004: 98). Esta enumeracin presenta un mtodo que existi en nuestro pas -_generadora_, por _mtodo de palabras generadoras_- pero el resto enuncia algunos inexistentes -_mtodo psicognesis_, _psicognesis global_, _mtodo eclctico_, _mtodo tradicional_-. Tambin
34
aparece una propuesta que solo toma unas estrategias -_estrategias globales_- y otros que no son claramente identificados. En estas escuelas: " Conviven concepciones discursivas antagnicas entre s, concepciones constructivistas sobre el sujeto con la idea de maduracin biolgica atribuida al aprendizaje de la lectura que se resuelve en la prctica en una reduccin o suspensin de la enseanza porque puede resultar perjudicial si se considera que el nio _todava no est maduro_ o porque es una prdida de tiempo ya que el alumno est atrasado y conviene concentrarlo en el aprendizaje de las letras en lugar de aumentar la exposicin a la lectura y frecuentacin de textos completos. " Convive una postura discursiva de avanzada -como el reconocimiento, por parte de docentes y equipos de conduccin, de la conveniencia del comienzo temprano de la alfabetizacin- con el uso efectivo de prcticas mecnicas de aprestamiento de habilidades aisladas, fundamentalmente de la mano. " Convive el concepto discursivo de alfabetizacin como proceso con el corte drstico del mismo al final del primer grado, por repitencia, a partir de la idea conductista de que repetir el estmulo es beneficioso para el alumno que no logra dar la respuesta correcta. " Conviven concepciones discursivas de lectura como proceso de construccin de sentido con la ausencia casi total de lectura de literatura, el adelantamiento de la enseanza de las letras en el Nivel Inicial con la consecuente prdida de un tiempo sumamente valioso para los nios de sectores desfavorecidos (Zamero, 2004: 116). En el primer grado, los cuadernos de numerosas escuelas revelan que los alumnos transcurren casi la totalidad de sus horas de clase aprendiendo las letras _primero las vocales porque son ms fciles y despus las consonantes que son difciles_ y concentrados en actividades de codificacin y decodificacin (Zamero et al., 2007: 171). Para muchos de ellos, el sentido no solo de la lectura sino de la actividad misma, no se alcanza nunca ya que la exacerbacin de la enseanza del alfabeto los mantiene en un trabajo permanente sobre unidades desprovistas de significado, lo cual revela la supervivencia del deletreo a pesar de los avances del siglo XX. Estos hallazgos encuentran una continuidad en los trabajos realizados por formadores de docentes durante el ao 2008, en el marco de los seminarios del Ciclo de Desarrollo Profesional Docente en Alfabetizacin Inicial19. A partir de los resultados obtenidos del anlisis de cuadernos de primer grado, solicitado a los profesores de ISFD, pueden adelantarse las siguientes observaciones: " Sobre 57 trabajos examinados, correspondientes a todas las provincias del pas y Ciudad Autnoma de Buenos Aires, se registran al menos dos cuadernos de los tres que el docente someti a anlisis (y en un 80%, la totalidad de los cuadernos) cuya secuencia inicial de enseanza de la lengua escrita corresponde a la copia de las letras, primero las vocales y luego un conjunto variable de consonantes, cuya caracterstica comn es que presentan correspondencia unvoca letra-fonema. " Las actividades predominantes con cada letra responden a un patrn fijo: escritura de la letra (vocal) en tamao grande y en imprenta mayscula, coloreado y picado de la misma; reproduccin de filas (siempre ms de dos) de la letra. Cuando se incorporan las consonantes, se aade a la secuencia la copia de slabas directas (consonante + vocal) indicadas por el docente. Solo despus se incorpora la lectura de palabras sueltas (preferentemente bislabas) para sealar una letra o llenar un espacio con ella. " El 90% de cuadernos incorporan adems ejercicios de aprestamiento de la mano para el trazado armnico de lneas rectas y curvas.
El Ciclo de Desarrollo Profesional Docente en Alfabetizacin Inicial es una instancia de perfeccionamiento destinada a los formadores de docentes para la Escuela Primaria de todo el pas organizado por el INFD. Los cursantes son profesores de ISFD, tanto de Lengua y de su Didctica como de disciplinas relativas a la formacin general, seleccionados por las Direcciones de Nivel Superior de sus respectivas jurisdicciones, que asisten a cuatro encuentros de tres das cada uno en la sede provista por el INFD en la ciudad de Buenos Aires. Dos de los encuentros tuvieron lugar en 2008 y los otros dos en 2009. Los docentes participantes realizan trabajos no presenciales, entre los cuales se solicit a cada uno el anlisis de tres cuadernos de primer grado de escuelas primarias de la zona de su ISFD, en el lapso comprendido entre el comienzo del ao lectivo y las vacaciones invernales.
19
35
A lo largo y a lo ancho de la Argentina existen escuelas donde la alfabetizacin inicial se est tratando de resolver con una enseanza atomista que progresa letra por letra, como se haca a fines del siglo XIX. En esas escuelas la formacin docente fracasa en tanto esa transposicin didctica de la lectura carece del necesario control epistemolgico y fracasa tambin en relacin con la concepcin de sujeto que la anima, ya que a los alumnos se les propone una enseanza que contraviene el modo en el que se aprenden las lenguas y su misma razn de ser que es el sentido. Gran parte de lo que encierra la expresin genrica fracaso escolar est directamente ligado al proceso de alfabetizacin. Invirtiendo los trminos: uno de los problemas de la alfabetizacin es el fracaso inicial que est concentrado en la baja calidad del aprendizaje de la lectura durante el primer grado lo cual se traduce en repeticin o repitencia del ao. En nuestro pas la repitencia del primer grado es la ms alta de toda la escolaridad primaria. Como producto de ella, la sobreedad de dos, tres y ms aos, convierte a estos alumnos en grupo de riesgo de abandonar la escuela. En Latinoamrica existe una preocupacin creciente por este fenmeno, paralela al ritmo en ascenso de la matrcula escolar desde la dcada de 1980. frica sub-sahariana (20%) y Latinoamrica (10 a 15%) son las regiones con las tasas ms altas de repitencia aunque existen grandes diferencias dentro de cada regin y pas. En Amrica Latina repiten el primer grado cerca de la mitad de los nios, pero por encima de ese promedio regional se encuentra la poblacin rural, las poblaciones indgenas en contextos bilinges o multilinges, y los sectores pobres en general:
La repeticin en los primeros grados est estrechamente vinculada a problemas en la enseanza de la lectura y la escritura, basada en comprensiones estrechas y atrasadas del lenguaje y de los procesos de aprendizaje infantil, y atada a viejos mtodos pedaggicos. (Torres, 1996: 71)
En nuestro pas, en promedio (incluyendo los sectores estatal y privado), de cada 100 nios que inician la escuela primaria, solo 62 llegan a completarla en la edad que corresponde. Del resto, aproximadamente 22 tendrn un ao de retraso, 5 tendrn dos aos de retraso, 2 tendrn tres aos de retraso, y 10 se habrn ido de la escuela sin haber terminado el 6 ao de primaria (UNICEF, 2004: 25). Si bien existen criterios tan diversos como arbitrarios para decidir la promocin o hacer repetir a un alumno -__madurez escolar_, asistencia a clase, disciplina y hasta aspectos de higiene y apariencia personal_ (Torres, 1996: 72)-, las investigaciones sobre este fracaso, que desde la escuela se atribuye generalmente a los nios y a sus familias, coinciden en que la repitencia es producto de desaciertos en la enseanza de la lectura inicial, pero no solamente de la propuesta con la que se encuentra el nio una vez que ha ingresado sino adems de las relaciones que no se establecen entre su cultura cotidiana y la cultura escolar. Borzone de Manrique y Rosemberg (2000) insisten en que la escuela debe no solo conocer sino tambin reconocer el valor cultural de las experiencias y conocimientos que han vivido y acumulado los nios en sus hogares antes del ingreso escolar, como as tambin su oralidad, para valorar las diferencias y asumirlas como el capital lingstico inicial con el que el nio se acerca a la escuela y a la difcil tarea de aprender la escritura. La falta de puentes entre una y otra realidad, fundamentalmente para los nios que no han tenido experiencias alfabetizadoras tempranas, los prejuicios sobre las diferencias en sus lenguas maternas y el rol de las mismas en el proceso de alfabetizacin, las concepciones errneas de lengua escrita y su aprendizaje y las propuestas metodolgicas derivadas de ellas, constituyen factores que producen un ncleo duro de fracaso en los umbrales de la escolarizacin bsica. Las investigaciones mencionadas nos advierten que el sistema formador enfrenta serias dificultades para alcanzar el objetivo de formar a los nuevos maestros en propuestas metodolgicas apropiadas para los nios en la etapa de sus aprendizajes fundamentales. Podemos atribuir este estado de cosas a una falta de debate sobre el tema en el seno de la formacin docente, a la falta de debate en las escuelas o en ambos escenarios a la vez. Podemos atribuirlo a la concepcin errnea pero bastante difundida, de que ensear a leer y a escribir no es una tarea especfica de gran compromiso intelectual ni altamente demandante para un docente, para la cual tampoco es necesario un conocimiento especfico. Esta representacin aparece de la mano del desprestigio del conocimiento que el maestro genera en el aula como escenario verdaderamente complejo. Podemos atribuirlo a una atencin concentrada en el sujeto del aprendizaje producto de la
36
_guerra_ a los mtodos que, en un desplazamiento pendular, comienzan a considerar al sujeto nio pero de modo unilateral y as deja de ocuparse de las necesarias intervenciones del sujeto que ensea en un determinado contexto histrico. Podramos intentar explicarlo de otras mltiples maneras, pero lo cierto es que en los ltimos aos han permanecido sin indagacin las decisiones que se toman en el proceso de construccin de este importante perfil del maestro dentro de la formacin docente inicial. Precisamente por ello, para orientar nuestras reflexiones y la imprescindible discusin sobre estos aspectos, los hemos constituido en problemas para la indagacin, lo que nos permitir compartir algunos importantes recorridos en los prximos captulos.
37
Ensear exige rigor metdico. Ensear exige respeto a los saberes de los educandos. Ensear exige reflexin crtica sobre la prctica. Ensear exige el reconocimiento y la asuncin de la identidad cultural. Paulo Freire20
/ / Apuntes metodolgicos
omo hemos dicho, esta investigacin consta de dos etapas: la primera represent una mirada exploratoria sobre el campo y se tom como base para plantear la segunda indagacin, de modo ms focalizado y profundo en relacin con los problemas a analizar. Recordemos que ambas etapas comparten las siguientes preguntas centrales: " Cul es el lugar que ocupa la formacin del rol alfabetizador del futuro docente en la formacin inicial? " Cul es el lugar de la alfabetizacin inicial en las ctedras de Lengua de la formacin docente? " Cules son los principales problemas que enfrentan las ctedras de Lengua y de Prctica a la hora de formar al futuro docente en dicho rol?
// Primera etapa
La metodologa utilizada en esta primera etapa consisti en aplicacin de una entrevista semiestructurada. Sobre una base general, se previ la introduccin de preguntas especficas para indagar aspectos propios de cada situacin particular. El trabajo de campo se desarroll durante tres meses. La entrevista se aplic en todos los casos de modo semi-dirigido. Para cada equipo se prepar un listado de preguntas comunes y otro particular a partir de las cuales se indag sobre aspectos que se consideraban propios de cada IFD. En todas las entrevistas surgieron preguntas ocasionales que tuvieron como objetivo producir aclaraciones, ampliar informacin, ayudar a la comprensin de hechos, situaciones y argumentos. Los docentes entrevistados en la primera etapa fueron intencionalmente seleccionados a partir de su pertenencia a instituciones con organizaciones diferentes y a carreras de distinta duracin (dos y medio y cuatro aos). Todos mantienen relaciones directas con las escuelas de su zona y son parte activa de las discusiones que produce la alfabetizacin inicial en esa relacin. Estas caractersticas constituyen un perfil suficientemente diverso como para aportar diferentes representaciones y argumentos sobre el problema que nos ocupa. Asimismo, estos profesores cuentan con un desarrollo profesional sostenido por procesos reflexivos sobre la formacin docente que les han permitido focalizar los problemas en relacin con la formacin en alfabetizacin inicial y establecer prioridades que en dos instituciones se han ido consolidando en propuestas que intentan superar algunos de los problemas que atraviesan. La mayora de los profesores entrevistados han sido destinatarios directos de acciones de capacitacin impulsadas por los ministerios de educacin nacional y/o provincial. En el momento de ser entrevistados, algunos de ellos formaban parte de equipos tcnicos con rol de capacitadores en programas provinciales que abordan los problemas de la alfabetizacin en las escuelas, fundamentalmente los del primer ciclo. De las ocho instituciones de formacin docente, cinco son escuelas normales, dos son institutos provinciales y las dos restantes, universidades (una nacional y otra provincial). A excepcin de una de las escuelas normales, las dems instituciones constituyen la nica oferta de formacin docente para el nivel en la ciudad en la que estn ubicadas. Las instituciones formadoras pertenecen a las provincias de Santa Fe, Misiones, Entre Ros, Formosa y Chaco, todas ellas de gestin estatal. Se entrevist a veinticinco docentes, de los cuales veintids dictan las materias Lengua y Prctica y Residencia (bajo las diferentes denominaciones que estas materias asumen en los planes);
20
41
uno de los docentes entrevistados desempea funciones directivas en su institucin y otros dos integran un equipo tcnico del ministerio de educacin de su provincia. De acuerdo con su pertenencia a las carreras, los profesores entrevistados se distribuyen de la siguiente manera: trece trabajan en el Profesorado en Educacin Primaria, cinco en el de Educacin Inicial, cuatro en ambos profesorados. Dos de los entrevistados son integrantes del equipo tcnico ministerial y desarrollan tareas de formacin docente de primaria en el marco de la implementacin de un programa provincial de alfabetizacin inicial. Finalmente, una de las entrevistadas dicta materias en ambas carreras (Primaria e Inicial) y es vicerrectora de una Escuela Normal.
Cuadro N 1: Cantidad de docentes entrevistados por tipo de instituto y carrera en la que trabaja segn provincia
Provincia Santa Fe Santa Fe Misiones Entre Ros Entre Ros Entre Ros Entre Ros Chaco Formosa Formosa Tipo de Instituto ISFD ISFD Escuela Normal Escuela Normal Escuela Normal Escuela Normal Universidad Provincial Universidad Nacional Equipo Tcnico Escuela Normal Carrera en la que trabaja Cantidad de docentes Se
E. Primaria E. Primaria/E. Inicial E. Primaria E. Inicial E. Primaria/E. Inicial E. Primaria E. Primaria E. Inicial E. T. de Primaria E. Primaria 4 1 3 1 3 1 3 4 2
2 ISFD E. Primaria Formosa Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009. 1
La antigedad en la formacin docente de los profesores entrevistados es la siguiente: Cuadro N 2: Cantidad de docentes entrevistados segn la antigedad en la formacin docente
Antigedad total en la formacin docente 0 a 5 aos 6 a 10 aos 11 a 15 aos 16 a 20 aos 21 a 25 aos 26 a 30 aos Total de docentes 14 4 1 2 1 3 25 Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
42
Como puede apreciarse en el cuadro, la mayora de los profesores se ubica en la franja de antigedad menor a 5 aos y 18 de los 25 docentes se ubican en la franja de antigedad menor o igual a 10 aos, por lo que algunos aspectos de estas entrevistas constituye en s mismas un aporte para pensar las problemticas propias de los primeros aos de desempeo de un formador que ocupa estas ctedras. En cuanto a la titulacin de los profesores entrevistados, el 25% del total cuenta con posttulos especficos. De los 23 profesores al frente de ctedras (recordemos que dos pertenecen a un equipo tcnico ministerial) 20 tienen ttulos de grado especficos21 para el nivel y la ctedra a cargo. Los dos restantes tienen ttulos de pre-grado22 especficos, uno de estos docentes es responsable de ctedra mientras que el otro cumple funciones de auxiliar docente. Adems de la entrevista semiestructurada se recurri al anlisis documental. Se solicitaron los programas y proyectos de ctedra para analizar la seleccin de contenidos y la perspectiva terica implcita en la propuesta metodolgica para la alfabetizacin inicial. Se lograron reunir las planificaciones de 7 de las 9 instituciones.23 En cuanto a las materias dictadas por los profesores entrevistados, 5 tienen a cargo la Prctica y Residencia, 15 docentes tienen a cargo materias de Lengua, uno interviene adems, en un taller de integracin a la prctica y 2 tienen a su cargo el espacio de integracin de la materia Lengua a la Prctica y Residencia.
o
// Segunda etapa
La segunda etapa consisti en la aplicacin de una encuesta24 a docentes pertenecientes a una muestra de los institutos de formacin docente del pas, que tienen a su cargo ctedras de Lengua y/o de Prctica en las carreras de formacin de profesores para la educacin primaria. La muestra contempla un total de 201 docentes, a quienes se les facilit una clave institucional -una para cada ISFD involucrado- que les permiti acceder a la encuesta disponible en un sitio web. La encuesta estuvo disponible entre los meses de noviembre de 2008 y febrero de 2009, perodo durante el cual se completaron 197 encuestas. De esta manera, se obtuvo una tasa de respuesta elevada: 98%.25 La muestra para esta investigacin estuvo constituida por 96 Institutos Superiores de Formacin Docente de gestin estatal y privada, pertenecientes a diferentes provincias de nuestro pas. Su conformacin fue determinada por el Instituto Nacional de Formacin Docente, utilizando informacin provista por la DiNIECE26. Los institutos fueron clasificados considerando la carrera que dictan, la modalidad de gestin y la provincia en que se localizan. Cabe destacar que en las situaciones en las que exista un bajo nmero de ISFD en un estrato, se asegur la seleccin de al menos un caso. Esta decisin impact en el aumento del tamao de muestra, elevndose el nmero a 96 casos, compuesto de la manera siguiente:
" Provincia de Buenos Aires: 19 INFD de gestin estatal y 11 de gestin privada " Chubut: 1 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada " Ciudad Autnoma de Buenos Aires: 2 INFD de gestin estatal y 3 de gestin privada. " Crdoba: 5 INFD de gestin estatal y 8 de gestin privada. " Corrientes: 2 INFD de gestin estatal. " Entre Ros: 3 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada. " Formosa: 1 INFD de gestin estatal. " Jujuy: 1 INFD de gestin estatal
Se considera ttulo de grado especfico: profesor de Lengua y literatura, profesor o licenciado en Letras para las ctedras de Lengua y profesor o licenciado en Ciencias de la Educacin o similares para las ctedras de Prctica. 22 Con el trmino _pre-grado_ nos referimos a carreras y tecnicaturas que poseen menos de 4 aos de duracin. 23 No se logr tomar contacto con el 100% de los proyectos a pesar de haberlos solicitado en ms de una oportunidad. 24 La encuesta completa se presenta en el Anexo. 25 Las 4 encuestas no respondidas fueron enviadas va postal especialmente por ser institutos que no tienen acceso a Internet a pesar de lo cual no fueron respondidas. 26 Direccin Nacional de Informacin y Evaluacin de la Calidad Educativa (www.diniece.me.gov.ar).
21
43
" La Pampa: 2 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada " La Rioja: 1 INFD de gestin estatal " Mendoza: 1 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada. " Misiones: 1 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada. " Neuqun: 2 INFD de gestin estatal " Ro Negro: 1 INFD de gestin estatal " Salta: 1 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada. " San Juan: 1 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada. " Santa Cruz: 1 INFD de gestin estatal " Santa Fe: 6 INFD de gestin estatal y 6 de gestin privada. " Santiago del Estero: 2 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada " Tierra del Fuego: 1 INFD de gestin estatal y 1 de gestin privada " Tucumn: 3 INFD de gestin estatal y 3 de gestin privada
Recordemos que adems de las entrevistas, en la primera indagacin se realiz un anlisis de los proyectos de ctedra que fueron solicitados a los profesores.
27
44
la existencia de tres perfiles de docentes que abordaremos de modo detallado ms adelante. Para aproximarnos a estos resultados, comenzamos por presentar a continuacin una caracterizacin general de los profesores (punto 2.1) y luego un conjunto de rasgos especficos que aparecen en los docentes formadores de modo recurrente (punto 2.2).
// Caractersticas generales
El universo analizado en la segunda indagacin est conformado por 197 docentes de ISFD, de los cuales 21 son hombres y 176, mujeres. Estos docentes se distribuyen en las siguientes franjas etarias:
7 46 86 41 17 197
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Casi el 44% del universo estudiado tiene entre 41 y 50 aos y porcentajes similares (superiores al 20%) se ubican en las franjas de 31 a 40 aos y de 51 a 60 aos. En lo que respecta a la formacin de los docentes, hemos indagado tanto sobre la formacin de base como sobre los estudios de posgrado. De este modo, relevamos en el total de la muestra los siguientes valores: " 188 ttulos de grado, " 52 ttulos de pregrado, " 59 ttulos de posgrado o posttulos. En los siguientes cuadros podemos observar la distribucin de docentes en estas categoras. Cuadro N 4: Cantidad de docentes por materia que dictan segn titulo de grado
Cantidad de docentes de Ttulos de grado Total Lengua Prctica Lengua y Prctica Universitario especfico Universitario no especfico No universitario especfico No universitario no especfico Total 67 8 67 3 122 40 12 17 12 64 0 2 0 0 107 22 84 15 188
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de 2 Educacin - INFD, 2009.
45
Un grupo de 52 profesores (22 de Lengua, 29 de Prctica y 1 de Lengua y Prctica) poseen ttulos de pregrado, no universitarios y no especficos para las materias que dictan, como por ejemplo los siguientes (los datos se reproducen a continuacin tal como los profesores los escribieron en la encuesta): " Animador socio cultural " Asistente educacional " Auxiliar en bibliotecologa " Bibliotecaria Auxiliar y Escolar " Bibliotecario profesional " Maestra de enseanza bsica " Maestra especializada en educacin inicial " Maestra normal nacional " Profesora especializada en jardn maternal " Profesor para la enseanza primaria " Prof. Especial en educacin temprana " Prof. Para la enseanza primaria y preescolar " Profesora para la enseanza primaria rural " Profesorado en Enseanza primaria " Tcnica en organizacin y planeamiento de instituciones educativas " Tcnico docente superior en planeamiento, organizacin y administracin de la educacin " Tcnico Superior en Administracin Educativa " Tcnico Superior en Conduccin de Servicios Educativos " Tcnico Superior en Conduccin Educativa " Tcnico Superior en Ciencias de la Educacin. Con Orientacin y asesoramiento institucional
Cuadro N 5: Cantidad de docentes por materia que dictan segn titulo de posgrado o posttulos
Profesores de Ttulos de posgrado o posttulos Lengua Prctica Maestra especfica Maestra no especfica Especializacin especfica Especializacin no especfica Posttulo especfico Posttulo no especfico Doctorado especfico Doctorado no especfico 4 4 2 5 16 11 0 1 0 4 4 3 10 0 0 0 0 1 0 0 0 5 4 6 10 19 21 0 Total Lengua y Prctica Se
2 0 0 2 Total Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009. 44 22 1 67
Del universo analizado en la segunda indagacin (197 docentes de ISFD) vemos en el cuadro que aproximadamente un tercio de los mismos ha obtenido ttulos en estudios de posgrado. La mayor concentracin (40 profesores en total) se da en los ttulos correspondientes a posttulos especficos y
46
no especficos, es decir, relacionados o no con los problemas del campo de la formacin de docentes para el nivel primario, entre ellos la alfabetizacin inicial. Le siguen las especializaciones especficas y no especficas con un total de 16 profesores y muy lejos, los docentes con maestras (9 en total) y doctorados (2 profesores). La cantidad promedio de espacios curriculares que se encuentran a cargo de cada encuestado es de casi dos materias por docente.
Cuadro N 6: Promedio de materias por docente segn cantidad de materias que dictan
Cantidad de materias que dictan Promedio de materias por docente 1,8 Una materia Dos materias Tres materias Ms de tres materias 100 52 34 11
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Por su parte, los promedios en la antigedad general en la docencia, en la formacin para el Nivel Primario y en las ctedras a su cargo son los siguientes:
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de 197 Educacin - INFD, 2009.
47
Total
197 60 39 33 34 20 11 La Antigedad promedio es de 11 aos y 6 meses La antiguedad mnima es de 0 aos y la mxima de 30 aos
Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Total
37628 179
101 35 33 20 8
26 a 30 aos Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Como vemos en los cuadros anteriores, los docentes tienen en las ctedras que ocupan actualmente, una antigedad promedio de 8 aos, que es menor a su antigedad promedio en la formacin docente (11 aos y 6 meses) y en la docencia en general (21 aos y 2 meses).
Se ingresaron 382 nombres de materias, pero el clculo se efectu sobre 376 porque algunos docentes no respondieron este campo.
28
48
Los 197 docentes encuestados pertenecen a espacios de Lengua y/o de Prctica de la formacin docente para el nivel primario, tal como podemos observar en el siguiente cuadro:
o o Cuadro
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Podemos clasificar por tipo de gestin las instituciones formadoras en las que se desempean los profesores. Tal como se observa en la tabla que sigue, el 56% trabaja en institutos de gestin estatal:
Cuadro N 11: Profesores por tipo de gestin del ISFD segn materia que dictan
Materias que dictan Lengua Prctica Lengua y prctica Total Estatal Privada 74 35 2 111 Total 51 34 1 86 125 69 3 197
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
// Rasgos especficos
En su gran mayora tanto los profesores de Lengua como los de Prctica que acabamos de caracterizar presentan una serie de rasgos especficos que analizaremos a continuacin vinculados con: " El reconocimiento y/o el sostenimiento de prejuicios que circulan en torno a la jerarquizacin que en el imaginario docente se le atribuye a las carreras de formacin para el nivel primario. " Los recorridos formativos en alfabetizacin inicial. " El conocimiento y la opinin sobre los problemas de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria. " Los obstculos comunes que encuentran en su rol de formadores.
49
_Existe el prejuicio de parte de los profesores de las diferencias entre el tipo de estudiante que tiene la universidad y el del ISFD que forma para EGB. Hay docentes de ISFD que sostienen _con stos (los alumnos) qu vas a hacer__. (ai1/EN/2/9)30 _Los docentes que forman para primaria ceden frente a las circunstancias de vida de sus alumnos. Si se sabe que trabajan se van relajando en el tiempo y los compromisos. Los docentes tienen que dar igual, no importa dnde trabajen. Ms dan, ms se va a generar en los alumnos._ (ai1/ISFD/1/3) _Una cosa es decir que los estudiantes son distintos y otra es decir que no se puede porque son distintos. Los formadores tienen prejuicios de este tipo._(ai1/EN/2/9) _Nuestro alumno se caracteriza por no estudiar. Adems viene con carencias en toda su historia escolar._ (ai1/ISFD/1/2)
29 Numerosos profesores entrevistados tambin trabajan en la formacin de profesores para el Nivel Inicial y sostienen que este prejuicio est igualmente difundido en esta carrera, que es ampliamente compartido con la formacin para el Nivel Primario. En las entrevistas correspondientes a la primera indagacin aparece por igual la mencin a ambas carreras. 30 A efectos de localizar la voz de los docentes en el contexto de las indagaciones realizadas, hemos por codificado los fragmentos transcriptos del siguiente modo: - ai1 / ISFD, U (Universidad) o EN (Escuela Normal) / nmero del Establecimiento / nmero de entrevista. (ET) miembro de equipo tcnico. - ai2 / F (formulario) y nmero / L (Lengua), P (Prctica) o L/P (Lengua y Prctica). En las codificaciones anteriores, ai1 indica que el fragmento corresponde a la primera indagacin y ai2 hace referencia a la segunda indagacin. Para la primera indagacin identificamos adems si el docente se desempea en un instituto (ISFD), en una Universidad (U) o en una Escuela Normal (EN); posteriormente mencionamos el nmero con el que fue registrado dicho establecimiento en la investigacin y el nmero de entrevista correspondiente. En la segunda indagacin identificamos el nmero de formulario asignado a la encuesta y si el profesor se desempea en espacios de Lengua (L), de Prctica (P) o en ambos (L/P).
50
_En general, el profesor y el estudiante universitario menosprecian el nivel terciario no universitario._ (ai1/U/2/24) _El grupo social del que proviene el estudiante no es determinante de lo que va a ser despus su carrera, pero creo que hay cuestiones culturales diferentes, familias que van al museo los sbados y familias que no tienen dinero para ir al museo los sbados._ (ai1/EN/2/9)
En este contexto, ceder frente a las _circunstancias de vida_ de los alumnos es sinnimo de disminuir las exigencias porque trabajan, de ensear menos porque no estudian, de acercar una bibliografa que no los contacta con las fuentes o los autores porque tienen dificultades en la lectura o porque no tienen tiempo para leer; en resumen, sinnimo de bajar las expectativas respecto de su rendimiento acadmico. b) El prejuicio es sostenido por los alumnos Los formadores afirman que los alumnos tienen diferentes representaciones sobre los estudios superiores y que las mismas inciden en sus expectativas y desempeo:
_En general, se cree que formar maestros tiene menor jerarqua que formar profesores en cualquier otra rea. No pasa por quienes formamos a los docentes. se es un prejuicio que traen los propios alumnos que empezaron otras carreras. El 80% de los ingresantes de este ao empez otra carrera antes de la docencia, que no pudieron seguir por razones econmicas o de distancia._ (ai1/EN/1/6) _Quera agregar algo con respecto a mi experiencia personal como alumna de la universidad (en la carrera de Letras). La mayora de mis compaeros despreciaban a las alumnas del profesorado de Nivel Inicial, incluso a la carrera (tambin universitaria). As que dentro de la universidad tambin hay una jerarqua._ (ai1/U/2/24) _Hay una investigacin de la universidad que dice que, dentro de la universidad, los de menores ingresos estn en la Facultad de Humanidades, a comparacin de los de Ingeniera, Arquitectura y Economa. Y dentro de los que estn en Humanidades, ya sea Geografa o Historia, hay una discriminacin hacia los que estudian nuestra carrera._(ai1/U/2/22)
Los profesores subrayan que las representaciones de los alumnos sobre la carrera inciden directamente en su desempeo. _Los alumnos ingresantes a las carreras de EGB no estn posicionados como estudiantes_ (ai1/EN/2/9), sostiene una docente entrevistada, explicitando una idea compartida por el resto de los profesores. No obstante, debemos decir que esta concepcin del aspirante y sus expectativas parecen no entrar en conflicto con lo que efectivamente la carrera ofrece, ya que algunos formadores sostienen que en los ISFD las carreras son ms fciles que en la universidad y un alumno que no est posicionado como estudiante puede igualmente atravesarla sin mayores inconvenientes. c) El prejuicio es sostenido por las instituciones formadoras Segn las respuestas incluidas en esta categora, el prejuicio existe en las instituciones de formacin, ligado a los modos con los que se organizan las carreras, a la distribucin de los institutos en la geografa de las provincias y al desarrollo profesional y acadmico de sus docentes:
_Hay una cuestin de calidad que en esta provincia est relacionada con la cantidad de ISFD que alguna vez se abrieron y con la formacin acadmica de profesores que tenan a su cargo cuatro y hasta cinco materias. Esa situacin baj la calidad de la formacin en los ISFD. Los docentes del interior eran los que menor formacin tenan._ (ai1/U/2/25) _Hay un imaginario que sostiene que la universidad tiene un estatus distinto a otras instituciones, pero el mismo docente no cambia su nivel si trabaja para un instituto terciario y para la universidad._ (ai1/U/2/22)
51
_La universidad tiene contenidos ms actualizados que los ISFD._ (ai1/ISFD/1/2) _Para aprender el estudiante tiene que creer que lo que tiene que estudiar es complicado y por eso debe hacer el esfuerzo. La diferencia entre el que piensa que hace una carrera fcil y el que cree que su carrera es difcil est en que este ltimo estudia de verdad pensando que le va a ir mal, en cambio el otro va relajadito._ (ai1/EN/2/9)
d) El prejuicio surge de diferencias entre las carreras y los alumnos Entre las diferencias que enumeran los profesores es necesario hacer una mencin especial a la extensin de la carrera. La duracin de solo dos aos y medio es el aspecto aludido por todos los entrevistados en la primera indagacin como un elemento objetivo que fundamenta la desjerarquizacin de las carreras. Asimismo, se establece una relacin directa entre el sector social del que provienen los aspirantes a maestros y las carreras cortas de Nivel Superior. Sin embargo, es necesario recordar que en la primera indagacin se incluyeron dos carreras de formacin de maestros de cuatro aos de duracin que pertenecen a universidades y, no obstante, el prejuicio sobre su jerarqua aparece con las mismas caractersticas que en las carreras cortas.
_Los estudiantes de docencia generalmente vienen de sectores desfavorecidos. Estudian una carrera corta que les permita una salida laboral rpida que cubra la necesidad de subsistencia._ (ai1/EN/2/11) _Los planes de estudio de corta duracin colaboran con el desprestigio._ (ai1/EN/2/10) _Creo que tiene mucho que ver con la formacin que se da en los profesorados de dos aos y medio para los maestros y los profesorados para la escuela media que son de cuatro aos._ (ai1/U/1/19)
Otra de las diferencias destacadas por los docentes de la muestra est relacionada con el origen social de los alumnos y la calidad de educacin recibida antes del ingreso al profesorado. Los estudiantes pertenecientes a sectores pobres generan expectativas ms bajas en sus docentes que los alumnos de sectores sociales ms favorecidos; esta es una constante en los distintos niveles educativos. Entre las diferencias enunciadas por los profesores se encuentran precisamente la pertenencia de los alumnos a sectores de bajos ingresos, el clima educativo de sus hogares y el bajo grado de familiaridad con prcticas culturales ligadas a los estudios superiores.
_Los estudiantes universitarios hacen uso de Internet; los de EGB son ms reacios hasta que se les explican las ventajas._ (ai1/EN/2/9) _El ISFD donde trabajo est ubicado en un pueblo donde los nios van a la escuela primaria (tres estatales) y a la secundaria (una oficial y otra estatal). El nivel de conocimientos resulta escaso, estimo que por una relacin estrecha familiar y amistosa entre maestros, profesores y alumnos (madres maestras y profesoras, padres profesores, presidentes de cooperadoras, preceptores, etc.) que hace que se relajen algunos controles y aprueben sin mayor dificultad. Estos alumnos, una vez egresados, intentan entrar a la Universidad. Algunos lo logran y los que no lo consiguen empiezan a estudiar Magisterio; y la rueda comienza de nuevo._ (ai2/F242/L)
Finalmente, a los estudiantes de profesorado de Nivel Primario que son de bajo nivel socioeconmico y que eligen una carrera de rpida salida laboral se les atribuye ausencia de vocacin y, en consecuencia, escaso compromiso con la carrera elegida. Esto se ve como un obstculo en el proceso de enseanza de los contenidos de la alfabetizacin inicial:
_El que estudia para maestro muchas veces no puede acceder a estudiar otra cosa. Se est perdiendo la idea de estudiar por vocacin._(ai1/EN/2/11) _Falta de vocacin en muchos alumnos y, por lo tanto, de compromiso con la carrera que eligieron._ (ai2/ F159/L) _Los alumnos que eligen la carrera por descarte por lo general no han podido acceder a otras._ (ai2/ F170/P)
52
_En el primer ao de la formacin docente, no todos los alumnos manifiestan un compromiso autntico con la carrera elegida._ (ai2/F218/P) _(Es un obstculo) la falta de vocacin._ (ai2/F292/L) _(Son un obstculo) algunos alumnos con falta de real vocacin docente._ (ai2/F389/L) _No todos los alumnos ingresan por vocacin o con un pleno convencimiento acerca de lo que significa ser docente. Sobre este punto las derivaciones son muy variadas._ (ai2/F397/L) _(Es un obstculo) la escasa vocacin docente agravada por motivos socioeconmicos._ (ai2/F576/L) _(Es un obstculo) la poca motivacin para dedicarse a la enseanza._ (ai2/F576/L)
e) La desvalorizacin social de la docencia es el origen del prejuicio Los formadores plantean una relacin estrecha entre la menor jerarqua que se le atribuye a la carrera y el proceso de desvalorizacin de la docencia en general y de desprestigio del maestro en particular: tanto la sociedad en su conjunto como crculos o mbitos acadmicos no consideran al maestro como profesional, y este recibe permanentes reclamos y crticas de los niveles siguientes del sistema por las falencias de sus alumnos.
_Son distintas las representaciones que sobre los estudios superiores tienen los alumnos universitarios de los que estudian profesorados no universitarios. Algunos dicen que estudian a pedido de sus madres, _porque mi mam me dijo que aunque sea estudie para maestra__. (ai1/ISFD/1/2) _Las carreras tienen el mismo nivel. La funcin del educador empieza en el Nivel Inicial y se ir desarrollando hasta el final de la secundaria. Todos los niveles son importantes. Tanto la formacin en Inicial, en Primaria como en Secundaria tienen el mismo nivel. Sin embargo el prejuicio existe por la desvalorizacin de la docencia, especialmente del maestro, en los ltimos aos. Su salario tan bajo no le permite cubrir necesidades bsicas. La carrera se fue desprestigiando._ (ai1/EN/2/11) _El prejuicio est muy relacionado con las caractersticas que fue adquiriendo con el tiempo el ser maestro, una profesin a la que en los ltimos aos no se le da el valor que realmente tiene, entonces, ya sea socialmente o dentro de los mbitos acadmicos, eso se mantiene, esa idea de que ser maestro no es ser profesional. Al maestro no se lo considera un profesional. Pienso que hay una desvalorizacin de la tarea docente, del maestro de EGB, muy relacionada tambin con la prdida del lugar propio que el maestro histricamente ha tenido. Por su parte, el maestro tambin se ha ido corriendo de su tarea. En ese sentido creo que los profesores de media estn en otra situacin respecto del maestro. Creo que no se han corrido tanto de su tarea especfica como el maestro de primaria._ (ai1/U/1/19) _El maestro es el que carga con las culpas de las falencias en la educacin de los otros niveles._ (ai1/ EN/2/11)
Si bien la prdida de prestigio del maestro y el deterioro de su posicin cultural inciden en todos los aspectos de la formacin y disminuyen las posibilidades de creacin de condiciones favorables a los cambios, a la vez que acentan la ausencia de discusin sobre estos problemas, cerramos este apartado con una comprometida frase de una de las formadoras: _Una cosa es decir que los estudiantes son distintos y otra es decir que no se puede porque son distintos._ (ai1/EN/2/9)
53
y su desarrollo profesional, observando atentamente qu lugar ocup en la formacin el saber cuya enseanza el profesor asume al acceder a las ctedras. Este aspecto cobra relevancia en virtud de los cambios que se registran desde 1994 (disminucin del trabajo simultneo de los formadores de maestros en el nivel para el que forman y falta de experiencia y/o conocimiento del mismo)31. En la encuesta, se consult a los docentes acerca de dnde o de qu modo aprendieron los contenidos de alfabetizacin inicial que ensean en la formacin docente de Nivel Primario. Los profesores podan indicar mltiples opciones, que podemos observar en el siguiente cuadro:
Cuadro N 12: Cantidad de docentes por materia que dictan segn respuesta sobre lugares y formas de aprendizaje de contenidos de alfabetizacin inicial
Dnde/cmo aprendi Docentes los por materia que dictan contenidos de alfabetizacin inicial que ensea en la formacin docente de NivelLengua Primario? Prctica Lengua y Prctica Se A travs del estudio individual
En cursos de capacitacin de organismos o instituciones de gestin estatal
Total
119 85 60 35 40 28 14
54 36 31 36 25 21 1 8 3 1
173 1 121 91 71 65 49 23 3 1
En la carrera de posgrado Formacin y experiencia docente Jornadas institucionales del ISFD Participacin en foros educativos No contesta
1 1 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
El cuadro anterior ofrece un panorama variado. Los docentes manifiestan que el estudio individual es el modo ms frecuente utilizado para aprender sobre la alfabetizacin. Evidentemente la prctica grupal del estudio es menos frecuente entre estos profesores, por lo menos en lo relacionado con dicho tema. A su vez, la capacitacin en instituciones de gestin estatal aparece como una opcin ms frecuente en la formacin de los profesores que la de organismos privados. Por otra parte, es muy llamativo el dato acerca de las jornadas institucionales que son mencionadas solo por 3 docentes de Prctica y ninguno de Lengua como una opcin de aprendizaje sobre este tema. En relacin con los estudios de grado, recordemos que un nmero elevado de docentes a cargo de estas ctedras poseen el ttulo de maestro (Normal Nacional) o profesores para la escuela primaria y en esas carreras se aborda de un modo u otro la alfabetizacin inicial. Entre los docentes de la primera indagacin ninguno respondi haberse contactado con estos contenidos en su carrera de base. Como decamos, los datos muestran la gravitacin del estudio individual y de la capacitacin de organismos oficiales en los recorridos de formacin de los profesores; algunos de ellos han hecho referencia a dichas instancias:
31
54
_Recib capacitacin especfica para el mdulo ALFABETIZACIN del equipo tcnico del PTFD (Programa de Transformacin de la Formacin Docente. 1994-1996, Ministerio de Cultura y Educacin de la Nacin._ (ai2/F259/P) _Circuito E. Universidad de Rosario. Sede Campana-Formacin de capacitadores. Seminario (Direccin Gral. de Cultura y Educacin) Produccin de materiales educativos (Direccin Gral. de Cultura y Educacin)._ (ai2/F265/L) _Trabajo en otros ISFD, en el profesorado de Nivel Inicial, y accedimos a una capacitacin sobre alfabetizacin inicial y avanzada a cargo del Ministerio de la Nacin dictado por la Prof. Silvia Gonzlez, en vistas del proyecto de Alfabetizacin Nacional y la posibilidad de capacitar en nuestra institucin._ (ai2/F59/L). _En la gestin de 15 aos de direccin y 10 aos de supervisin. En la transformacin educativa implementada en la provincia durante los aos 1995 y 2000 y en todas las capacitaciones posteriores permanentes a travs de redes a distancia y en la participacin permanente en foros de educacin en los que participo._ (ai2/F187/P)
o
La totalidad de los profesores entrevistados en la primera indagacin manifiestan no haber recibido formacin en alfabetizacin inicial en sus carreras de base y muestran recorridos formativos muy fragmentarios y dispersos en relacin con esta temtica. Por su parte, el anlisis de las encuestas de la segunda indagacin nos ha permitido identificar y caracterizar algunas de las opciones que los profesores utilizan para iniciar y/o completar su formacin ya sea en el momento del ingreso a la carrera o como parte del proceso permanente de desarrollo profesional. Las presentamos en los siguientes puntos: El estudio grupal, individual y la ayuda de los colegas Las prcticas ms comunes al asumir una ctedra son el estudio tanto grupal como individual. Es altamente valorada la ayuda que se recibe de los colegas en el momento del ingreso. Los docentes mencionan recurrentemente el estudio de grupo como un proceso en el que intervienen pares, en la mayora de los casos de la misma disciplina y, eventualmente, colegas con mayor trayectoria.
_Cuando tom la ctedra por reemplazo, me fui enamorando del nivel, as que me puse a estudiar con colegas que tenan trayectoria pero ms preguntas que respuestas y con quienes compartamos las inquietudes. Era juntarse a leer lecturas recomendadas y a recomendarnos libros entre nosotras..._ (ai1/ EN/4/16) _Una persona dentro de la institucin me orient y me ofreci bibliografa. _Qu hay y qu falta en las escrituras alfabticas de los nios?_: trabajos con un enfoque integral, recuerdo que era todo de editorial Aique. Bueno, con esos materiales comenc el primer ao, aprendiendo. Trabaj y aprend. Recurra permanentemente a otras profesoras._ (ai1/EN/2/11) _Me desempe como alfabetizadora de adultos durante cinco aos. Estudibamos para poder encontrar solucin a los mltiples problemas que se nos iban presentando._ (ai2/F20/L) _Estudio grupal con hermanas que son docentes de Nivel Inicial, EGB 1 y 2, y compartimos tanto la teora y la prctica._ (ai2/F240/L)
El estudio individual aparece como la primera actitud frente a la asuncin de una ctedra y coexiste con el estudio grupal, siempre y cuando las condiciones lo permitan:
_El hecho de acceder a cubrir el espacio de la prctica implicaba sentarme a estudiar y a empezar de cero. Poda tener muchas herramientas en didctica, pero no en alfabetizacin. As que eso implic unas cuantas horas de estudio, unas cuantas horas de lectura._ (ai1/EN/1/6)
55
En uno de los ISFD que forman parte de la primera indagacin un profesor plantea la soledad como un problema, ya que durante algunos aos fue el nico profesor de Lengua en la institucin:
_Yo comenc en el 2004 y cuando mi compaera de ctedra se incorpor, tuve a alguien con quien hablar porque yo estaba solo en la institucin y no tena con quin hablar. Las preocupaciones estaban slo en mi mente. Cuando ella vino en el 2006, yo le dije: _Necesito que ests_. As que nos reunamos. Ella me pasaba el material que tena y yo haca lo mismo. Estamos empezando a trabajar en equipo._ (ai1/EN/2/10)
El tema del reconocimiento tambin aparece en forma recurrente en distintos momentos de las entrevistas, fundamentalmente en relacin con el estudio como parte de la formacin. En el siguiente fragmento tambin aparece ligado a la soledad:
_Entonces comenc un trabajo de hormiga. As que haba que buscar material, conseguir libros de otros lugares inclusive, leer por nuestra cuenta y probar en el aula& Y bueno, por ah muchas veces en soledad, viendo los resultados pero sin que nadie te lo reconociera._(ai1/ET/2)
Concurrencia a las escuelas y capacitacin Algunas prcticas que comnmente utilizan los profesores para conocer el nivel para el que forman son la concurrencia, la observacin, el contacto con docentes de las escuelas de prctica o la asistencia a aquellas escuelas que los invitan cuando desarrollan cursos de capacitacin o perfeccionamiento:
_Siempre fui consciente de que estaba formada para media. Siempre fui absolutamente consciente de eso. Entonces cuando empec en el nivel terciario en principio di unas cuestiones absolutamente tericas. Luego, en algn momento, me pongo a observar y realmente me preocupo. Me pongo a observar la primaria, les pregunto a mis hermanas que son todas maestras. Les pido que me traigan material, a ver cmo se hace._ (ai1/EN/4/16) _En ctedra compartida con docentes en actividad en el Nivel Primario._ (ai2/F369/L) _A travs del contacto con las prcticas de los alumnos de residencia, propiamente en las aulas de enseanza de las escuelas de EGB 1 y 2._ (ai2/F170/P) _A travs de la observacin directa de clases de Lengua en el Primer Ciclo de la EPB. La consulta a los docentes observados sobre mtodos y estrategias empleados en el desarrollo de sus clases._ (ai2/F561/L) _Alguna vez empec con los programas de capacitacin del gobierno y en algunos lugares, sobre todo en los pueblos ms chicos, los docentes se te acercan y te piden que vayas a su aula. Entonces uno va y ve eso, donde no llegan los cursos. Cuando uno va estn tan agradecidos, te sacan todo lo que pueden para aprender y ah yo suelo pedir evaluacin. Pregunto qu hacen, cmo lo estn haciendo o cmo lo piensan hacer para mejorar._ (ai1/EN/2/9) _A travs del diseo de capacitaciones destinadas al nivel primario. Observaciones de clases, documentos curriculares&_ (ai2/F378/L) _Al realizar tareas como Capacitador en Alfabetizacin_ (ai2/F269/L)
Los profesores reconocen que la prctica en el nivel es importante para la formacin de docentes:
_Creo que a m me sirvi mucho haber trabajado, casi en simultneo, en tres niveles. Trabajaba como maestra, trabajaba en la escuela secundaria y trabajaba en el profesorado, hasta que en el _80 tuve que dejar una de las opciones y dej la primaria. Me haba iniciado como maestra de la escuela primaria y despus segu en la escuela secundaria siempre. Entonces mi vinculacin con los tres niveles y estar permanentemente con distintos colectivos docentes, viendo sus necesidades, sus dudas, que permanentemente te estn preguntando, me abri un espacio para ver qu es lo que pasaba en las aulas._(ai1/ ISFD/1/3)
56
Por su parte, los profesores en Lengua que tambin trabajan en los espacios de acompaamiento de la prctica ponen de relieve la observacin como instrumento para conocer la realidad del aula. Sin embargo, es importante destacar que estas observaciones se llevan adelante en el espacio de trabajo, mientras conducen a los alumnos, o a travs de ellos, y generalmente desligadas de una mirada investigativa en relacin con la implementacin de experiencias en las escuelas.
_Aprend mucho de las observaciones, la observacin es algo que respeto muchsimo desde cuando hice el tramo pedaggico de la carrera de profesora para completar mi formacin. Observar distintas escuelas, con distintos profesores, distintas edades, distintos mtodos._ (ai1/EN/4/17)
Por otra parte, los formadores sealan que es necesario mantener viva la relacin entre las ctedras y la escuela. Sin embargo, esta parece ser una prctica habitual en un grupo pequeo de profesores que encontraremos ms adelante incluidos en el perfil destacado, mientras en el resto aparece como una postura discursiva. De todos modos, es importante sealar la coincidencia de los profesores en subrayar el carcter altamente positivo del contacto con el nivel. Expertos e instituciones de referencia La totalidad de los entrevistados sealan que la consulta a los expertos es una prctica comn y deseada cuando se encuentran con problemas que no pueden resolver. El contacto con el experto no siempre es buscado, a veces sucede a travs de la concurrencia a un curso o capacitacin masiva u obligatoria decidida por las instituciones o por las provincias. Los entrevistados de menor antigedad sostienen que las instituciones formadoras deberan contener a sus egresados ofreciendo asistencia profesional para la tarea de formar maestros, convirtindose en centros de referencia para las consultas:
_Concretamente la formacin permanente debera estar en los ISFD, de donde el docente egres; es el lugar ms familiar donde podra recurrir o tiene que recurrir y es el lugar donde tendran que tener las respuestas o al menos poder armar equipos para orientar a sus propios egresados. Haciendo una comparacin con otros profesionales que no son de la educacin, ellos tienen sus colegios, de abogados por ejemplo; sus juntas mdicas con otros profesionales. Y cuando les surge alguna cuestin que deben enfrentar para su especializacin o para tener mejores herramientas recurren a ellos. Y qu bueno sera que se instalara esa idea dentro de la docencia, que tuviramos lugares permanentes donde consultar, recurrir, perfeccionarnos._ (ai1/ET/1)
En particular, los profesores de Lengua han destacado la funcin del experto en el tema, sealando algunos de sus roles. Entre estos, los profesores de menor antigedad destacan las funciones de difundir datos y bibliografa desconocidos, desatar conflictos o procesos de reflexin y de reconstruccin terica, y de contener o calmar la angustia del profesor cuando descubre la responsabilidad que ha asumido, como vemos en los tres fragmentos siguientes que corresponden a una profesora novel (menos de cinco aos de antigedad en la docencia y en la formacin docente):
_Contrastar con experiencias de personas que estn realmente involucradas en el proceso de alfabetizacin y que tienen muchos ms datos, muchas ms herramientas de las que uno hubiera pensado, y que conocen dificultades reales de un alumno que yo no hubiera previsto._ _Yo asist a un seminario con una mochila epistemolgica que, bien o mal construida, era la base de mis acciones pedaggicas y de la gua que yo les ofreca a mis alumnas. Y debo decir que escuchar las experiencias y los aportes de gente que sabe fue para m un verdadero impacto epistemolgico. Lo que para m resulta valiossimo es el conflicto cognitivo que provocaron en m los expertos. Como era de esperar, todo cambi a partir de all porque fue necesario volver la mirada para ver qu es lo que an serva del marco terico y qu es lo que haba que cambiar: las lecturas sobre la teora, las prcticas y el compromiso._
57
_Un experto me dijo que no poda mirar para otro lado y tena que asumir los problemas de la alfabetizacin. Y yo me angusti. Pero otro experto me dijo: _Empez a trabajar y listo_. Fundamentalmente me preocupan los errores que comet, quizs no errores por cosas tan mal hechas, sino por cosas no hechas, que es peor._ (ai1/U/1/21)
Los profesores de mayor antigedad destacan como funciones del experto la competencia para mostrar el panorama de los problemas del campo y las herramientas para la superacin de los mismos, y la capacidad para ofrecer la posibilidad de discutir para aprender y de aprender para prever algunas situaciones problemticas.
_Qu hago frente a un problema? Consultar a un experto& a ver quin sabe sobre esto, a dnde recurro. Voy a recurrir a quien sabe ms, a quien tiene ms prctica._ (ai1/EN/4/16) _Cuando pienso en esto de consultar a otro, siempre he tenido mucho respeto por la gente que tiene mucha antigedad, he tenido tambin criterio para darme cuenta cundo la gente junt aos y cundo junt aos y tambin aprendizaje, saber, nuevas ideas y dems. Trabaj con una profesora que ahora est de licencia y discutimos el rea de Lengua, a matar o morir, y ver por dnde pasaba el inters del maestro de grado y por dnde el del profesor. Y cada vez que no s algo, trato de buscar al especialista y trato de aprender con l._ (ai1/EN/1/6) _La capacitacin obligatoria (a cargo de un experto en el tema) nos abri el panorama, nos present en realidad la situacin o cmo deberamos enfrentarla y nos dio herramientas bsicas elementales. A m me abri la cabeza._ (ai1/ET/2) _Trabaj como ayudante ad honorem en la ctedra de Enseanza de la Lengua 2 junto a la Prof. Berta Bilbao. La alfabetizacin inicial siempre me interes as que hice cursos e investigo todo lo que puedo._ (ai2/F581/L)
Como vemos, existen nfasis diferentes en las funciones atribuidas a los expertos por los profesores noveles y por los de ms antigedad, pero un aspecto destacado por igual en el rol del experto es su posibilidad de encontrar el problema, delimitarlo para describir sus caractersticas y lograr comunicarlo. En este contexto, y tal como sostiene Duschatsky, no importa cmo se denomine a los expertos; pueden ser llamados maestros o no, pero de una u otra forma son figuras que en relacin con otros producen determinados efectos, generan y _motorizan operaciones que tocan al otro_ (2008: 67). Libreras, bibliotecas, Internet Ligados al estudio individual, aparecen los recursos que se utilizan en la formacin: la bibliografa, generalmente recomendada por expertos o profesores con mayor trayectoria, las bibliotecas y las libreras reales o virtuales.
_A partir de ah comenc, y hasta el 2007, a consultar Internet, ya que ac no hay grandes libreras. Comenc a comprar libros en Bs. As. y a armar una biblioteca, porque sabamos que en algn momento la formacin docente se iba a abrir nuevamente._ (ai1/EN/2/11) _Saqu de la biblioteca cantidad de libros: Ferreiro, yo ya la haba ledo pero nunca pensando en formar docentes para el Nivel Primario. Saqu el libro de Davia que resume los mtodos y tambin habla de la psicognesis. Lo saqu porque Lila Davia es bastante conocida en Santa Fe. Despus me fui hasta la biblioteca pedaggica y ah busqu los libros de enseanza de primaria. Saqu una carpeta de palabra generadora que era para maestros. Yo saba que la lingstica era fuerte para m pero la literatura no. Saqu libros, le literatura para nios, anotaba nombres, cuentos que me haban gustado. Ah recurr a la potica de Todorov._ (ai1/EN/2/9) _Recibo como suscripcin la revista Lectura y Vida que me proporciona actualizacin bibliogrfica y de contenidos en mi rea de trabajo._ (ai2/F284/L) _Lectura recomendada por docentes de la asignatura y de mis profesores en la carrera. Lectura de material recomendado en revistas de educacin e Internet._ (ai2/F312/L)
58
El cursado de la carrera en la que se trabaja De los 25 profesores entrevistados en la primera indagacin, 3 de ellos han tomado la decisin de cursar la carrera en la que se desempean como formadores u otras afines; esta decisin aparece ligada a preguntas que no se pueden responder o a problemas que no se logran interpretar con los conocimientos disponibles hasta el momento. En este sentido son muy interesantes los dos relatos siguientes: el primero corresponde a una profesora de antigedad media y el segundo a una docente novel.
59
El segundo relato pone de relieve un aspecto verdaderamente problemtico de la formacin docente de Nivel Primario que consiste en abordar _un poquito de cada cosa_. Escondida en el objetivo de que el maestro tenga una formacin general e integral, existe una tendencia enciclopedista que atraviesa la formacin y que subyace en el triunfo de los planteos de ampliacin de la carga horaria de los espacios curriculares por encima de los intentos de profundizacin del estudio de los problemas especficos de la futura prctica profesional. Uno de los componentes de este problema es que las ctedras estn precisamente a cargo de especialistas que a lo largo de su formacin no han abordado ms que un campo de estudios con algunos objetos centrales y a quienes les resulta muy difcil, tal como lo expresa la profesora, comprender que la formacin de un maestro no puede ser la suma de todos los campos especficos (Ciencias Sociales, Naturales y del Lenguaje, Literatura, Matemtica, Investigacin, Tecnologa, Artes, Educacin Fsica, Psicologa, Sociologa, Didctica, Currculum y otros). Este aspecto cobra particular relevancia en momentos de cambio o revisin curricular, fundamentalmente relacionados con la extensin de la carrera, porque nos previene frente al riesgo de plantear en mayor tiempo ms de lo mismo, es decir, un _poquito de cada cosa_ pero sin el abordaje de los aspectos especficos de la formacin, por ejemplo el perfil alfabetizador del docente.
60
Cuadro N 13: Cantidad de respuestas de los docentes segn el funcionamiento de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria
Funcionamiento de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria Cantidad de respuestas 32 29 27 13 11 6 5 25 9. Opiniones que califican: bien 11 10. Opiniones que califican: regular 8 Manifiesta no tener opinin formada 11. No responde. Opiniones que no abordan el tema. No quiere emitir opinin. Total 30
1. Opiniones focalizan la propuesta metodolgica: con mezcla de que mtodos, enfoques, teoras. 2. Opiniones que focalizan la heterogeneidad de las propuestas alfabetizadoras: de modo heterogneo, diverso y asistemtico. 3. Opiniones que focalizan la formacin del docente al frente del aula: a cargo de docentes desactualizados. 4. Opiniones que evalan la interpretacin o adhesin al enfoque constructivista en alfabetizacin. 5. Opiniones que focalizan la falta de atencin a la diversidad de nios y contextos: de modo homogneo, estereotipado. 6. Opiniones que describen la implementacin de una propuesta especfica. 7. Opiniones que focalizan la situacin de los alumnos: dficit en los aprendizajes. 8. Opiniones que califican: mal
197 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
A continuacin analizaremos algunas respuestas destacadas y representativas de cada uno de estos grupos. Opiniones que focalizan la propuesta metodolgica Sin dejar de hacer referencia a otros aspectos diversos, este grupo de opiniones centra su atencin en la mezcla de mtodos, enfoques y teoras as como en la prevalencia de mtodos tradicionales y enfoques desactualizados.
_Cada docente trabaja con un estilo diferente, propio, en el que se advierte una mezcla de propuestas y mtodos que van desde la palabra generadora disfrazada hasta una propuesta constructivista. En tercer ao es donde se comienzan a ver algunas dificultades, como un retroceso. Aquellos alumnos que tienen un ritmo ms lento generalmente van quedando, mejor dicho pasando con carencias importantes._ (ai2/48/L) _Conviven las didcticas conductistas y constructivistas. A veces las alternan en el mismo grupo escolar. No se trabaja centrando la actividad en el leer y escribir con propsitos reales._ (ai2/293/L) _En nuestra ciudad, en escuelas pblicas y privadas, algunas maestras aplican el Mtodo Psicogentico; otras se inclinan por el aprendizaje Atomstico: la letra, la slaba, la palabra, y tambin el Mtodo de Palabra Generadora. Puedo afirmar la falta de conocimiento relacionada a lo lingstico (segunda articulacin del lenguaje) y nociones acerca de los aportes que brindan las Ciencias del Lenguaje._ (ai2/586/L) _En la actualidad, en Salta, hay diversidad de propuestas, y en una misma aula se desarrollan tambin actividades que responden a diferentes enfoques. Predominan el Mtodo Natural Italiano, Palabra Generadora y Psicognesis, entre otros._ (ai2/1007/L)
61
_En las escuelas primarias de la localidad hay una heterogeneidad de criterios en cuanto a este tema. Algunos docentes utilizan mtodos tradicionales como palabra generadora; otros, utilizan el global o ideovisual. Otros, secuencias didcticas partiendo de una receta, cuento, etc._ (ai2/24/L) _Dira que en general prevalece el copiado. Los trabajos con la lengua siguen la propuesta de una editorial y no se conocen los criterios de seleccin. La literatura circula escasamente. Las producciones tambin son escasas._ (ai2/360/L) _La diferencia de discursos que aparecen entre los docentes, en relacin al abordaje didctico de la enseanza de la lectura y la escritura. En algunos centros educativos se evidencia la implementacin de mtodos de alfabetizacin tradicionales que hacen hincapi en la transmisin de pequeos fragmentos, en la reiteracin y en la memorizacin del nombre de las letras y de sus sonidos; de esta manera parecera que se aprende a leer y a escribir sumando las partes que el maestro proporciona de acuerdo a la moda del momento._ (ai2/334/P) _Falta de promocin de la lectura y escritura aplicando metodologas actualizadas, utilizando en la mayora de los casos metodologas ms tradicionales que priorizan la forma de la lengua y la actitud pasiva del alumno._ (ai2/565/P)
En las opiniones que focalizan la propuesta metodolgica aparecen las siguientes expresiones: _cada docente trabaja con un estilo diferente_; _se advierte una mezcla de propuestas y mtodos_; _conviven las didcticas conductistas y constructivistas_; _algunas maestras aplican el Mtodo Psicogentico, otras se inclinan por el aprendizaje Atomstico&y tambin el Mtodo de Palabra Generadora_; _mtodos diferentes (a veces en una misma institucin conviven)_; _diversidad de propuestas y, en una misma aula, se desarrollan tambin actividades que responden a diferentes enfoques_; _utilizan mtodos tradicionales_; _la escuela sigue frenada en pocas lejanas_; _falta de promocin de la lectura y escritura_; _predominio de una concepcin de la alfabetizacin como decodificacin, prcticas de lectura mecnicas_. Opiniones que focalizan la heterogeneidad de las propuestas alfabetizadoras Otras opiniones sostienen que la alfabetizacin inicial funciona de modo heterogneo, diverso, asistemtico, desarticulado y fragmentario, y precisamente por ello no se puede garantizar el acceso de todos a una buena alfabetizacin.
_Es muy heterognea, segn la institucin y el contexto social._ (ai2/52/L) _Las prcticas alfabetizadoras en las escuelas de la zona donde se encuentra el Instituto se caracterizan por su heterogeneidad. No hay lineamientos, desde la poltica educativa que seale con fuerza de qu manera se debe alfabetizar. Esto hace que las escuelas (o los maestros) empleen las ms variadas formas para la enseanza de la lectura, sin advertirse en las misma un sustento terico que fundamente sus prcticas._ (ai2/354/L) _Dificultades para formular un Proyecto Alfabetizador Institucional. Escasa articulacin de los contenidos de la alfabetizacin inicial. En las escuelas no se suelen destinar los recursos humanos ms calificados en alfabetizacin inicial, ya que se les asigna esta responsabilidad a los docentes iniciantes, inexpertos o reemplazantes. La propuesta de enseanza suele ser ocasional y asistemtica, sustituida por tareas mecnicas, repetitivas y desprovistas de significacin para los alumnos y/o docentes. En algunos casos, tambin es incoherente, ya que utilizan mtodos de palabra generadora, fnicos, etc., y algunas actividades con enfoque comunicativo; propuestas de enseanza que ponen el acento exclusivo en el sistema de escritura; considerar que todos los alumnos son iguales, que obedecen a etapas estipuladas con carcter universal; entender que slo el rea de Lengua es responsable de la alfabetizacin inicial. Hay muchos esfuerzos de los docentes para cambiar su prctica, aunque reclaman el mtodo salvador para ensear el sistema de escritura._ (ai2/357/L) _En forma muy variada, segn se trate de diferentes colegios._ (ai2/486/P)
62
_Funciona en forma variada de acuerdo a los diferentes niveles sociales y lugares donde se encuentran las escuelas._ (ai2/309/L)
En las opiniones que focalizan la heterogeneidad de las propuestas alfabetizadoras aparecen expresiones como: _diferencias notables en los distintos establecimientos_; _diferente formacin entre los docentes_; _falta de continuidad y sostenimiento_; _desempeo de los docentes diverso_; _segn la capacidad del docente a cargo y la posibilidad del directivo de poder asesorarlo_; _discontinuidades_; _depende de la docente_; _heterognea_; _trabajos aislados y solitarios_; _forma dispar_; _esfuerzos individuales; aislados y sin continuidad_; _de acuerdo a la institucin, a la gestin y al contexto se desarrolla la alfabetizacin inicial de distinta manera_; _todo depende de la institucin, mucha diversidad en las propuestas actuales_; _compleja y con altos grados de desigualdad en cuanto a logros obtenidos_; _en parte puede deberse a cuestiones de infraestructura escolar o recursos didcticos y tecnolgicos, en parte a la idoneidad y/o dedicacin y compromiso profesional del docente_; _heterogeneidad_; _la propuesta de enseanza suele ser ocasional y asistemtica, tambin es incoherente_; _panorama muy heterogneo_; _ no se percibe una propuesta sistemtica_; _panorama de desconcierto_; _expectativas desencontradas en las que priman los malentendidos, el desconocimiento mutuo, la insuficiencia de conocimiento profesional y de polticas de desarrollo curricular_. Opiniones que focalizan la formacin del docente En la escuela primaria la alfabetizacin inicial funciona a cargo de docentes desactualizados, con concepciones errneas, poco reflexivos, que trabajan en lneas opuestas a la capacitacin y formacin del ISFD.
_Creo que los casos en los que funciona bien no constituyen la mayora y que el mrito en esos casos lo tienen algunos docentes y/o equipos muy comprometidos. Sin embargo creo que son muchos los docentes en ejercicio que demuestran una gran ignorancia y falta de sensibilidad sobre este tema y MUCHISIMOS los directivos y supervisores que permiten que esto suceda porque no cumplen adecuadamente sus funciones._ (ai2/91/L) _Sin unidad de criterios, con poca informacin y/o formacin acadmica, con fuerte peso de las teoras antiguas y de la matriz de aprendizaje de los docentes._ (ai2/572/L) _Creo que no responden a las teoras o enfoques que enseamos en los profesorados; tampoco observo estrategias basadas en otros enfoques (por ej., palabra generadora). Los docentes utilizan estrategias que responden a su experiencia, a las propuestas de manuales y revistas para docentes. Creo que la alfabetizacin es pobre, sobre todo en los contextos ms desfavorecidos. No se logra superar el sentido de que alfabetizar es algo ms que leer y escribir del manual._ (ai2/575/P) _Considero que falta mucha formacin al respecto. Mis colegas docentes han abandonado en gran parte la prctica reflexiva y se atribuyen casi siempre a factores externos los fracasos en el campo de la alfabetizacin. La gran mezcla de mtodos para la enseanza sin un soporte terico prctico consistente lleva a un proceso plagado de errores conceptuales que redunda en alumnos subalfabetizados._ (ai2/315/L) _En el tem anterior sobre problemas para dictar la materia32, se introdujo la cuestin de la falta de sustento terico de parte de las docentes con las cuales las alumnas realizan sus prcticas; es tal la combinacin de metodologas que parece que han sido heredadas, sin una reflexin sobre los enfoques o marcos en los que se encuadran las mismas. Asimismo, se encuentran docentes que siguen trabajando con mtodos totalmente descartados por su ineficacia y preguntndose el porqu del fracaso de sus alumnos en el nivel inicial. A raz de esto se advierte que la formacin inicial recibida por esos docentes no contempl la preparacin de stos en el rol de alfabetizadores, y que los contenidos de alfabetizacin inicial no fueron abordados en ninguna materia, ni como accesorios. Por otra parte, no existen capacitaciones
Se refiere al tem anterior de la encuesta, en el que se solicitaba la mencin en orden de prioridad, de tres aspectos que obstaculizan el desarrollo de su materia.
32
63
masivas sobre los ltimos enfoques desarrollados, quedando el perfeccionamiento, en este aspecto tan relevante, librado a la buena voluntad y al inters de algunos docentes en esta temtica._ (ai2/202/L)
Las expresiones destacadas en las opiniones que focalizan la formacin de los maestros son: _no tienen bien en claro cmo hacerlo_; _gran ignorancia y falta de sensibilidad_; _distancia entre lo que proponemos desde la capacitacin& lo que las docentes creen que deben hacer , y lo que efectivamente se hace en las escuelas_; _aspectos que deben reformularse desde la preparacin de los docentes_; _con poca informacin y/o formacin acadmica_; _con fuerte peso de las teoras antiguas y de la matriz de aprendizaje de los docentes_; _los docentes desconocen qu deben hacer en el primer ciclo respecto del tema y explican el fracaso escolar desde lgicas que los excluyen_; _hay una concepcin equivocada con respecto a las competencias que implican aprender a leer y a escribir_; _estn desorientados y no saben muy bien hacia dnde deben dirigirse. Muchos desconocen cul es el enfoque que sustenta sus prcticas docentes_. Opiniones que evalan la interpretacin del enfoque constructivista De modo muy diverso, algunas opiniones se centran en la evaluacin del enfoque constructivista: algunas sostienen que no se ha interpretado como corresponde, y otras opiniones sostienen que el mismo convive con propuestas antagnicas.
_Creo que an hay muchos docentes que no han comprendido o tienen conceptos errneos acerca del enfoque constructivista en la alfabetizacin inicial. An siguen utilizando el enfoque como mtodo y perduran prcticas con una fuerte lgica conductista._ (ai2/446/L) _Creo que los docentes de escuela primaria no adhieren al enfoque constructivista para la alfabetizacin y reproducen los modelos con los que fueron alfabetizados y con los que se sienten ms seguros. Esto lleva a que los alumnos y alumnas no se sientan incentivados para la lectura y la escritura, dado que se ensea en forma descontextualizada y mecnica._ (ai2/207/P) _Considero que la alfabetizacin inicial en la escuela primaria funciona medianamente bien por la interpretacin errnea del enfoque constructivista._ (ai2/389/L) _En general es tradicional, aunque se declaren constructivistas._ (ai2/296/P) _Considero que en el nivel primario se est trabajando con el enfoque constructivista, y se despliegan estrategias para que la enseanza de la lengua se aborde como una prctica social._ (ai2/368/P)
Opiniones que focalizan la falta de atencin a la diversidad Este grupo de opiniones subrayan la idea de que en la escuela primaria la alfabetizacin inicial se lleva adelante con prcticas y rutinas que no tienen en cuenta la diversidad y creatividad de los nios y tampoco el contexto.
_Funciona de manera homognea: el mismo contenido para todos al mismo tiempo. No pudo aprender? Repite. No se atiende a la diversidad._ (ai2/134/L) _Considero que no se tiene en cuenta en su totalidad el contexto en el que se desenvuelve el alumno, el formato de familia en el que est inserto el alumno, los nuevos cdigos culturales que manejan las nuevas generaciones, entre otros, lo que produce una distancia importante entre los cdigos que sostienen los alumnos y los que maneja el docente._ (ai2/128/P) _Creo que se aplica un estereotipo poco creativo en la mayora de los casos, descontextualizado de la realidad y de los contenidos entre s. Rutinas sin sentido (qu le puede decir una A rellena con papelitos de colores?, y eso se ve en los cuadernos). Por supuesto que hay excepciones, pero no abundan._ (ai2/361/P)
64
_En general se trabaja, al menos en un principio, favoreciendo el descubrimiento de los sonidos asociados con las letras. La dificultad se plantea cuando la cantidad de nios es muy grande y las caractersticas de los nios diversa (diversidad); all se trata de igualar y equipar dando la misma actividad para resolver en un mismo tiempo, sin tener en cuenta ritmos de aprendizaje, capital cultural de los alumnos, etc. Y no se utilizan los referentes reales de los nios al momento de plantear actividades._ (ai2/291/P) _Durante mucho tiempo se aplic la psicolingstica como una metodologa, y esto no arroj resultados favorables. Faltan docentes responsables que apliquen metodologas acordes al grupo de trabajo._ (ai2/364/L)
En las opiniones que focalizan la falta de atencin a la diversidad aparecen expresiones como: _estereotipado_; _sin tener en cuenta ritmos de aprendizaje_; _capital cultural de los alumnos_; _manera homognea: el mismo contenido para todos al mismo tiempo_; _no se tiene en cuenta en su totalidad el contexto, la familia del alumno, los nuevos cdigos culturales que manejan las nuevas generaciones_; _faltan docentes responsables que apliquen metodologas acordes al grupo de trabajo_; _no responde a la realidad del contexto y en especial del nio_; _este mtodo que se utiliza actualmente limita las capacidades de los nios ya que se estandarizan las actividades_; _estereotipo poco creativo, en la mayora de los casos descontextualizado de la realidad y de los contenidos entre s_; _ trabajando por fuera de los procesos cognitivos de los chicos_. Opiniones que describen las propuestas Podramos decir que en este grupo, ms que opiniones, encontramos descripciones de las propuestas que caracterizan la implementacin de una lnea, enfoque o tendencia para la enseanza de la alfabetizacin inicial:
_La escuela es de un contexto con caractersticas especiales con variados problemas econmicos que impactan notablemente en el aprendizaje. Se ha realizado las prcticas de alfabetizacin por medio de la accin grupal. Han sido un conjunto de prcticas. Han interactuado con textos, compaeros, situaciones de lectura y de escritura, reconocer lugares, signos de todo tipo. Por lo general no se ha homogeneizado. Se ha respetado en cierto modo las diferencias culturales, lingsticas y personales de los alumnos. He podido apreciar tener en cuenta por parte de algunos docentes un proceso psicogentico de los sujetos con los que han interactuado._ (ai2/170/P) _Se trabaja desde lo que el alumno trae desde la casa, su propio ambiente, respetando el nivel del alumno. Su propio nombre es el motor de inicio en el conocimiento de los smbolos diferenciando letras de nmeros. No se aplica en forma pura ningn mtodo; se observa y se propone de acuerdo a las necesidades planteadas distintas estrategias. El nio es invitado a expresarse en forma oral, a realizar anticipaciones lectoras, a escribir mensajes, cuentos, a leer todo aquello que desea. Se observan los errores reiterados y sobre ello se trabaja. Se debe trabajar ms la conciencia ortogrfica._ (ai2/177/P) _Se cumple con el programa Todos Pueden Aprender._ (ai2/224/L) _Respecto de la lectura en todas las escuelas se crean momentos especiales para ello y se desarrollan proyectos de lectura que incluyen a toda la escuela, das y horas especficos en los que los nios disfrutan de esa actividad en forma totalmente libre y desestructurada. Asimismo, las bibliotecas estn comenzando a tomar un lugar central, y los bibliotecarios comienzan a trabajar en proyectos con los alumnos, llevndolos a la biblioteca para que sepan sobre los materiales que all tienen y conozcan la forma de utilizarlos, entre otros. En la enseanza de la escritura no noto un gran avance respecto de las formas tradicionales. El nfasis est puesto en los tipos de letras sobre los que se va avanzando (saben escribir en imprenta o avanzamos a la cursiva), y tambin el trabajo con las reglas ortogrficas y la asociacin de la escritura con la sonoridad de la letra (relacin grafema-fonema), que se nota en los textos que les leen en los cuales todo el tiempo est repetida la letra a ensear para que se les vaya metiendo en la cabeza. Igualmente noto una gran apertura de los docentes a la bsqueda de nuevas estrategias dado que encuentran un gran imprevisto, el conocimiento de los chicos por vivir en una sociedad en la que la escritura ocupa un espacio central._ (ai2/267/P)
65
Opiniones que focalizan la situacin de los alumnos En la escuela primaria la alfabetizacin inicial funciona provocando dficit en los aprendizajes de los alumnos, que se arrastran a lo largo de los sucesivos niveles del sistema.
_En la actualidad, y segn lo expuesto, tenemos que concientizarnos de la situacin de muchos alumnos que dejan la escuela sin haber llegado a alfabetizarse. Se observan grandes dificultades a la hora de tener que expresarse oralmente o por escrito. Los alumnos no llegan a constituirse en sujetos crticos y creativos, no logran disponer del lenguaje oral y escrito en el marco de proyectos propios, frente a obstculos que se alzan ante sus deseos y necesidades._ (ai2/546/L) _La alfabetizacin es incongruente. Se toman algunas teoras con procedimientos que no se corresponden o se ensea a leer con mtodos anacrnicos. Los nios salen del primer grado sin saber leer y continan as por todo su trayecto primario. Soy docente tambin en el nivel secundario y doy fe de la formacin deficitaria de la escuela primaria. Los nios no comprenden ni siquiera un texto sencillo y no saben el significado de palabras como: pual, sendero, incierto, lecho, etc._. (ai2/242/L) _No soy docente de nivel primario, pero s soy profesora en 1 ao del nivel secundario. Ao a ao la tarea con los alumnos se torna ms difcil pues los chicos no han desarrollado an en esa edad (13 aos) la capacidad para leer correctamente en forma oral. Obviamente esto implica que aparezcan dificultades a la hora de realizar una lectura comprensiva. Como triste resultado, el alumno se ve imposibilitado de comprender cualquier tipo de texto, lo que le impide abordar el material de estudio o los textos que se le ofrece para lectura placentera._ (ai2/185/L) _Un alto porcentaje de nios no alcanzan a desarrollar, en la escuela primaria, estas competencias bsicas._ (ai2/218/P)
Opiniones que califican el funcionamiento de la alfabetizacin Un grupo importante de encuestados (44 respuestas) opina sobre el funcionamiento de la alfabetizacin a travs de calificativos que pertenecen a tres rangos: mal (25 respuestas), bien (11 respuestas) y regular (8 respuestas). El primer grupo manifiesta que en la escuela primaria la alfabetizacin inicial funciona mal:
_Muy mal, porque los docentes desconocen los mtodos de lecto-escritura._ (ai2/F1009/P) _La alfabetizacin inicial es deficiente, fragmentaria, estanca. Si bien esto es un tema para desarrollar en profundidad y excede el marco de esta encuesta, es claro que ni alumnos, ni docentes, ni directivos, ni las familias estn conformes con lo que se obtiene en las aulas en el rea. La lengua es vehculo de aprendizaje, de apropiacin de conocimiento y comunicacin acadmica de esos conocimientos. Quien no accede a ella plenamente, est condenado a ser un analfabeto funcional, es duro pero es as. Si no le damos todas las herramientas al nio en este sentido, no podr construir plenamente. La nica manera de superar esto es fortalecer la formacin docente: es, como diran las abuelas, poner por fin el caballo delante de la carreta._ (ai2/F513/L) _Es casual y catica, prueban mtodos muchas veces contradictorios, lo que produce un retraso en la adquisicin del cdigo lingstico._ (ai2/F458/L) _Es muy pobre y muchas veces el docente tiene tambin poca preparacin al respecto. Hay que tener en cuenta tambin que en muchos casos la escuela se ha corrido del lugar central de enseanza y se ocupa de otras cuestiones que le restan tiempo al aprendizaje. La familia, tambin, no siempre acompaa en la tarea de la alfabetizacin inicial, lo que provoca que el alumno no construya significados en interaccin escuela-hogar-sociedad._ (ai2/F230/L) _Estamos frente a una profunda crisis del modelo alfabetizador. En un pas en crisis como el nuestro por supuesto que es esperable. Alumnos que llegan a la formacin docente _de ltima, como salida laboral rpida, no me quedaba otra, porque es lo que hay en el pueblo, no me alcanza para ir a la universidad_, pueblan las aulas, y los docentes debemos recuperarles la pasin de ensear, suponiendo que pudiramos
66
pudiramos hacerlo; docentes de primaria que no han recibido la capacitacin adecuada en relacin a la importancia de la alfabetizacin inicial en los nios y las marcas que dejan en sus trayectorias; padres que no saben (o slo les importa que el chico pase de grado) el impacto que trae en la vida futura de los nios; directivos y funcionarios a los que slo les interesa que los nmeros cierren, se cumpla con los das de clase y no realmente la calidad de los aprendizajes._ (ai2/F439/L) _Nunca hemos estado peor que en este momento. Aun cuando la bibliografa oficial que circula en las instituciones es actualizada (lase NAPs por ejemplo), pertinente, clara, seria, en la actualidad la alfabetizacin inicial atraviesa una crisis inenarrable. El discurso verbalizado y la praxis real se han divorciado en grado extremo. Recibir alumnos en el 3er. Ciclo que no manejan cuestiones bsicas como la forma de las letras, la utilizacin de mayscula, el uso de grupos consonnticos como bl/br, da una pista del grado nulo de apropiacin de aspectos elementales del cdigo que son labor indiscutible del primer ciclo. La etapa de los aprendizajes fundamentales se ha extendido de los 5 a 8 aos, a toda la escolaridad, aun el Nivel Superior en el cual se da el ingreso de una mayora absoluta de alumnos en condiciones de analfabetismo funcional._ (ai2/F445/L)
Las siguientes expresiones corresponden a respuestas de este rango (la alfabetizacin funciona mal): _deficiente_; _estanca_; _fragmentaria_; _escasamente fundada_; _muy pobre_; _con dificultades_; _no funciona eficientemente_; _bsica y precaria_; _nunca hemos estado peor, atraviesa una crisis inenarrable_; _sentido pauprrimo_; _muy mal_; _no hay una buena alfabetizacin_; _no est funcionando bien_; _muy pobremente_; _catico y confuso_. El segundo grupo manifiesta que en la escuela primaria la alfabetizacin inicial funciona bien:
_En nuestra institucin funciona bien ya que hay buen acompaamiento_ (ai2/264/P). _La alfabetizacin inicial no funciona distinto del resto de los ciclos de escolarizacin. Sin embargo, mi visin del trabajo que se realiza en este nivel es positivo: con falencias y deficiencias pero en definitiva se logra el objetivo de que los chicos aprendan a leer y escribir. Seguramente hay mucho que mejorar desde los institutos y desde las capacitaciones en servicio, pero creo que en este nivel se ha avanzado mucho en comparacin con el segundo ciclo y la secundaria. Creo que el problema no pasa ya prioritariamente por la alfabetizacin inicial sino por la continuacin de esta alfabetizacin en los ciclos siguientes_ (ai2/386/L). _Funciona correctamente ya que aunamos criterios de implementacin de metodologas y contenidos con los docentes del Nivel Primario_ (ai2/41/L). _Conozco dicho funcionamiento por experiencia directa en el nivel donde me desempeo en el cargo directivo. Los procedimientos son los adecuados y los resultados muy buenos. Se tiene la precaucin de propiciar el cierre del proceso haciendo que la docente de 1 grado contine con sus alumnos en 2. Por otra parte, s que los criterios son diversos y se presentan ciertas dificultades_ (ai2/414/L).
Las siguientes expresiones corresponden a respuestas de este rango (la alfabetizacin funciona bien): _Hay buen acompaamiento_; _en este nivel se ha avanzado mucho en comparacin con el segundo ciclo y la secundaria_; _correctamente_; _procedimientos adecuados_; _resultados muy buenos_. El tercer grupo manifiesta que en la escuela primaria la alfabetizacin inicial funciona de modo regular:
_La alfabetizacin funciona regularmente, ya que en general se siguen mtodos con total desconocimiento de las competencias infantiles._ (ai2/F279/L) _En forma regular. Los docentes no se encuentran preparados para ensear alfabetizacin. No se le dedica tiempo suficiente desde los ISFD a este contenido._ (ai2/F1005/P) _Yo dira que no muy bien. Conviven en las escuelas distintas concepciones de la alfabetizacin y, en general, se piensa que es un proceso que culmina en el primer ao. Las causas del fracaso escolar se depositan en los nios y sus familias, que lo portan y ven afectadas sus trayectorias escolares y su vida misma._ (ai2/F453/P)
67
Las siguientes expresiones que corresponden a respuestas de este rango (La alfabetizacin funciona regular) son: _regular_; _regular a mal_; _no muy bien_; _con dificultades_; _podra mejorarse_; _con altibajos_. Si intervenimos sobre los resultados parciales de cada grupo de opinin expuestos en cuadro N 13 sobre el estado de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria segn los formadores con el criterio de reagrupar las opiniones positivas y las que, focalizando uno u otro aspecto, consideran que la alfabetizacin inicial muestra deficiencias importantes, obtenemos los siguientes resultados:
Cuadro N 14: Cantidad de respuestas reagrupadas de los docentes segn el funcionamiento de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria
Cantidad de respuestas Reagrupadas por criterio Original de positividad o deficiencia 11 6 9 30 No responde. No quiere emitir opinin. Manifiesta no tener opinin formada. Mal Regular (opiniones que focalizan la heterogeneidad de las propuestas alfabetizadoras) De modo heterogneo, diverso y asistemtico De modo homogneo, estereotipado (opiniones que focalizan la falta de atencin a la diversidad de nios y contextos). Con mezcla de mtodos, enfoques, teoras (opiniones que focalizan la propuesta metodolgica). A cargo de docentes desactualizados (opiniones que focalizan la formacin del docente al frente del aula). Produciendo dficit en los aprendizajes de los alumnos. 21 25 8 29 137 11 32 27 5 Las que evalan la interpretacin o adhesin al enfoque constructivista en la alfabetizacin. Total 13 13 11 6
Bien Las que describen la implementacin de una propuesta especfica (opiniones que describen las propuestas) Opiniones que no abordan el tema
197 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
El dato ms relevante de estas aproximaciones analticas es que el 69,54 % de los profesores formadores (de Lengua y de Prctica) de las carreras que forman para el Nivel Primario considera que la alfabetizacin inicial no est funcionando bien en las escuelas de sus respectivas zonas. Paralelamente, los profesores que opinan que la alfabetizacin funciona bien son un grupo muy pequeo (5,60 %) cuyas apreciaciones estn en su mayora relacionadas directamente con sus propios proyectos institucionales y no con el estado general de la alfabetizacin inicial en las escuelas de la zona de potencial influencia del ISFD. Por otra parte, un grupo importante de formadores (15,23 %) no tiene opinin formada respecto de este tema. Las opiniones que evalan la implementacin del enfoque constructivista contienen expresiones tanto negativas como positivas, motivo por el cual se presentan de modo independiente. Los profesores encuestados expresaron tambin en qu basan estas opiniones sobre el tema. Hemos
68
organizado estas fundamentaciones en cuatro categoras que se exponen en el siguiente cuadro en el que se incluye, adems, la cantidad de respuestas que han sido incluidas en la misma. En varios casos, el docente basa su opinin en ms de un argumento. Cuadro N 15: Cantidad de respuestas de los docentes segn la opinin sobre las razones en que se basa el docente para calificar el funcionamiento de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria
La opinin sobre el funcionamiento de la alfabetizacin inicial se basa en 152 y fuentes orales Observacin directa, experiencia personal Resultados de los aprendizajes de 16 los alumnos 13 sobre el tema Estadsticas, lecturas e investigaciones 8 Las experiencias personales no profesionales
Cantidad de respuestas
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
En la primera categora se incluyen las experiencias acumuladas en la formacin docente, fundamentalmente en las prcticas y la residencia que posibilitan la visita a escuelas primarias, preparacin de clases, conduccin de las prcticas en la escuela y anlisis de recursos didcticos (planificaciones, carpetas, cuadernos). Los testimonios orales que se consignan son las conversaciones con padres, maestros y alumnos practicantes durante las experiencias de prctica. En este grupo se incluye tambin la experiencia como docente de primaria, capacitador, coordinador y el ejercicio de funciones tcnicas en ministerios. Un dato llamativo es la escasa fundamentacin de las opiniones en investigaciones y estadsticas, que apenas supera las basadas en experiencias personales no profesionales tales como las vivencias en el rol de madre, padre o familiar de un alumno. Por otra parte, para explorar el modo a travs del cual los formadores conocen los problemas ligados al proceso de alfabetizacin inicial y cmo se contactan con los mismos en el nivel para el que forman, en las entrevistas de la primera indagacin formulamos las siguientes preguntas:
Cmo se contacta Ud./la ctedra con los problemas que los egresados y las escuelas tienen en la prctica alfabetizadora inicial? Cmo logra conocer los problemas del nivel para el que forma? Cules son esos problemas?
Las respuestas obtenidas operan como complemento de lo que acabamos de desarrollar, ya que encontramos de modo detallado las dos formas bsicas de contacto con los problemas: la accin o experiencia directa y los procesos de anlisis e interpretacin de informacin proveniente de diversas fuentes. No obstante, en las entrevistas aparece una respuesta que todava no hemos sealado y es el aislamiento del ISFD. Los profesores sealan que el ISFD est aislado de los problemas de alfabetizacin de las escuelas de la ciudad, regin o provincia, y que la situacin general es la de desconocimiento de los mismos. Sostienen que _el problema de ensear a leer y escribir es tan viejo que no es mucho lo que hay que diagnosticar_ (ai1/ISFD/1/5), y que en las instituciones formadoras no existe el objetivo explcito de conocer los problemas del nivel para el que forman. Algunos sostienen que el ISFD est _en su mundo_, _muy aislado_ o _encerrado_ en la formacin docente sin tener en cuenta que esta funcin _slo es una de las reas del instituto_ (ai1/EN/1/7). De modo simultneo con el reconocimiento de cierto solipsismo a nivel institucional, los formadores de la primera indagacin manifiestan que logran conocer los problemas del nivel para el que forman a travs de diversas vas: el contacto directo con las escuelas, la capacitacin destinada a los formadores, las acciones de extensin y capacitacin, y la prctica y residencia.
69
El contacto directo con las escuelas Una de dichas vas de acceso es la observacin a travs del contacto directo con la escuela, la cual sucede de dos maneras diferentes: en algunos casos porque el formador es o fue docente o directivo del nivel para el que forma; en otros casos porque el formador no es docente en dicho nivel pero est asociado con una escuela del medio en la que implementa diferentes propuestas de enseanza. La capacitacin destinada a los formadores Otra de las vas de acceso a los problemas del nivel para el que se forma son los programas de capacitacin de los que son destinatarios, acciones organizadas por los ministerios de educacin provinciales o por el Ministerio Nacional, que en algunas provincias han alcanzado a la totalidad de los formadores de las ctedras de Lengua y en otras solo a algunos. Los formadores enuncian las siguientes experiencias: CAPDECAP en Formosa; Promocin Asistida en Chaco y Misiones; en Santa Fe, el PROCAP y la formacin y capacitacin de equipos ALFA y ASI en los aos 2006 y 2007, especializados en la atencin de problemas relacionados con la alfabetizacin inicial. Los profesores sostienen que la capacitacin les permite interactuar con expertos, visitar escuelas y conocer aulas, observar cuadernos y escuchar los problemas a travs de las consultas de los maestros. Las acciones de capacitacin La relacin con las escuelas se da generalmente a travs de proyectos de extensin y capacitacin desde los que el ISFD convoca a las escuelas de la ciudad o zona. Los profesores consideran las acciones de capacitacin a su cargo como parte de su formacin, porque les exige estudiar para responder las preguntas de los docentes y ampliar su visin sobre el campo. La capacitacin y acciones de extensin en general le permiten al formador tomar contacto con los siguientes problemas: " Los maestros leen poco. " Existe un escaso acompaamiento del equipo directivo a la capacitacin de sus maestros. Los directores y vicedirectores suelen estar ms ocupados en las cuestiones administrativas que en las pedaggicas. " Existe resistencia de algunos maestros para aceptar propuestas del ISFD. Los maestros estn _anclados en una forma de ensear_ y se resisten a cambiar sus metodologas por otras. Sostienen que toda nueva propuesta se trata _de lo mismo_ y que _ya lo hacen_, an cuando no saben en qu consiste la propuesta. " Resistencia a la ejecucin de una enseanza organizada, pautada, acordada previamente y secuenciada, porque sostienen que afecta negativamente o anula la creatividad de los nios. " Frente a la seleccin de textos literarios se observa que en general los que se proponen para la lectura de los nios provienen de revistas de circulacin masiva y no obedecen a criterios de seleccin fundamentados. " Bajo el trmino _constructivismo_, los docentes dejan que los nios _hagan lo que quieran o puedan_ (ai1/EN/2/9), suspendiendo la enseanza. " Resistencia a la lectura de marcos tericos que sostienen o fundamentan una determinada propuesta didctica. " Resistencia a la implementacin de capacitaciones por parte del ISFD, institucin a la que no se le reconocen conocimientos acerca de los problemas prcticos. En un marco de crtica mutua entre profesores de ISFD y maestros de escuela, estos ltimos sostienen que _a m qu me van a venir a ensear desde el instituto_ (ai1/EN/1/8). La prctica y residencia Algunas carreras de dos aos y medio de duracin estn organizadas de forma tal que los profesores de Lengua no tienen contacto con los alumnos hasta el momento anterior a la residencia y luego lo pierden, aunque los alumnos igualmente suelen pedir ayuda a dichas ctedras cuando encuentran dificultades y tienen que planificar.
70
Otras carreras estn organizadas de tal forma que los profesores de _las curriculares_33 tienen contacto permanente hasta el final de la residencia pedaggica y por lo tanto pueden asistir a los alumnos pasantes a lo largo de ese proceso desde una apoyatura a la prctica. En este panorama absolutamente diverso, la mayora de los formadores sostiene que conoce los problemas de la escuela participando en el espacio de la prctica: " Los profesores de Prctica conocen los problemas porque afloran en la organizacin de las prcticas y residencia y porque para ello necesitan tomar contacto con los equipos directivos y docentes de las escuelas de destino. " Los profesores de Lengua y Prctica, porque acompaan a los alumnos practicantes en este trayecto, trabajando con ellos en la escuela. " Porque tratan los problemas en jornadas de interctedras (reuniones de ctedras de materias curriculares y la Prctica), lo cual enriquece las perspectivas y la interpretacin de los problemas. " Porque desarrolla clases de apoyatura a la prctica compartidas con la totalidad del equipo docente. En ellas, cada profesor aborda los problemas especficos de su materia y tambin los problemas generales. " Porque los alumnos del profesorado realizan registros de las dificultades que encuentran en las escuelas y esos materiales se leen y analizan en clase. " Porque los alumnos vuelven de la escuela a la ctedra con preguntas que buscan resolver en el espacio de las ctedras por separado y en reuniones interctedras. Llegan no solo con los problemas de los nios sino tambin con problemas de los adultos, por ejemplo, el tema de las reuniones de padres. La otra va que los formadores enuncian para conocer los problemas de la alfabetizacin inicial es el anlisis: anlisis de las prcticas alfabetizadoras que propone la escuela, de las preguntas que formulan los maestros y de los cuadernos de clase. El contacto del instituto formador con las aulas a travs de los proyectos de prctica y residencia pedaggicas establece un vnculo que enfrenta a los formadores con problemas que son tangibles en las propuestas que se les hace a los practicantes, esto es, la prctica que los docentes solicitan a los pasantes, y que ponen en evidencia las dificultades que hay en la institucin escuela. Cules son estos problemas segn los formadores entrevistados? Podramos reunirlos en dos grandes grupos, el primero relacionado con los contenidos y el segundo con la propuesta metodolgica. En relacin con los contenidos, los formadores coinciden en sealar que _para la residencia los alumnos tienen que preparar contenidos descolgados, contenidos que no estn secuenciados_ (ai1/ EN/4/17), contenidos no referenciados en ningn documento (CBC, diseos curriculares provinciales o NAP) o que aparecen errneamente como contenidos pero no lo son y revelan una metodologa desacertada y anacrnica que tampoco est respaldada por documentos de apoyo u orientaciones didcticas producidos en las ltimas dcadas desde mbitos gubernamentales y/o acadmicos. En esta ltima categora aparecen las letras, que es el ejemplo ms citado por los formadores: _Te toca ensear la i o la o_, _Tema para la clase: la _. Otro de los problemas en relacin con los contenidos es su profunda fragmentacin, que impide la percepcin de un continuum por parte de los alumnos. Los contenidos estn absolutamente desarticulados; la nocin de proceso _no se ve en la enseanza de los maestros y no se ve tampoco en la prctica_ (ai1/U/1/21) de los futuros docentes. Algunos formadores impulsan desde sus ctedras propuestas didcticas definidas y conocidas por los alumnos al momento de la prctica. Este tipo de propuesta encuentra resistencia en las instituciones donde no les permiten implementarlas porque _son demasiado extensas, porque no implican lo que estaba en el programa, porque los chicos se van a aburrir, porque no estamos acostumbrados a trabajar as_ (ai1/EN/4/15). Varios profesores utilizan el trmino _negociacin_ para referirse al proceso de intercambio de ideas que se plantea con cada maestro, del cual resulta lo que finalmente el alumno practicante podr ensear en sus prcticas. Cuando esta discusin queda a cargo del practicante y del maestro,
33
Este trmino se usa para designar las siguientes materias: Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Lengua y Matemtica.
71
del cual resulta lo que finalmente el alumno practicante podr ensear en sus prcticas. Cuando esta discusin queda a cargo del practicante y del maestro, sucede que _la negociacin entre los docentes expertos y los alumnos novatos generalmente garantiza que los alumnos no intervengan en la metodologa ni en la dinmica_ (ai1/EN/1/6), lo que significa que el alumno habr de practicar en la mayora de los casos en los trminos unilateralmente impuestos por el docente de la escuela de destino. A las propuestas de trabajo muy desarticuladas, se le suman los numerosos registros de futuros docentes que describen una situacin en la que se infiere un maestro pasivo que copia actividades en el pizarrn, que no recorre el saln de clases y desconoce lo que hacen sus alumnos. Si hacemos un anlisis de los problemas enunciados hasta aqu, nos encontramos con que, desde la escuela, el interlocutor del profesor que conduce y/o acompaa la prctica es, casi excluyentemente, el maestro: es l quien propone el tema o contenido de la enseanza, el libro de lectura, la estrategia didctica, la evaluacin de los alumnos y sus criterios (les gusta/no les gusta; se aburren/ no se aburren, se enganchan/no se enganchan, etc.). Anlisis de las preguntas de los maestros Los formadores sealan como fuente para conocer los problemas de la alfabetizacin inicial el anlisis de las consultas de los docentes en instancias de capacitacin y en el transcurso de las prcticas de los pasantes. Estas preguntas estn referidas a sus prcticas concretas en el aula, al modo en el que las estn realizando y a las mejoras que pueden introducir en sus proyectos de Lengua. Existen preguntas de consulta sobre bibliografa previamente leda y solicitud de nuevos ttulos para leer, as como preguntas puntuales sobre temas diversos. Todo esto permite una evaluacin diagnstica sobre la situacin de los maestros que implica, desde el punto de vista del formador, no solo el anlisis de las preguntas sino la reconstruccin del lugar terico desde el cual se formulan. Anlisis de cuadernos de clase Numerosos aspectos de la actividad cotidiana de los alumnos pueden observarse en los cuadernos de clase, cuya presencia est naturalizada en el aula. La observacin de sus pginas ofrece datos valiosos para la reflexin y el anlisis de la propuesta de alfabetizacin, ya que gran parte de la labor cotidiana que se considera importante para el aprendizaje del nio queda registrada en sus hojas, haciendo visibles, de este modo, algunas decisiones que nos permiten leer las prcticas pedaggicas mediante las cuales los docentes vinculan a sus alumnos con el conocimiento de la lectura y la escritura. El cuaderno constituye un espacio en el que queda registrada parte de la vida del aula, es un objeto histrico que se construye a partir de normas y reglas que pueden explicitarse. Es un objeto que no es natural, puesto que tiene una historia social, y que tampoco es neutral, ya que _su historia se construye con no pocos conflictos de diferentes rdenes que dieron lugar a este particular dispositivo_ (Gvirtz, 2007: 43). Es un recurso importante en el marco del proyecto alfabetizador en tanto espacio de trabajo del alumno para el aprendizaje de la lectura y la escritura, de evaluacin del docente y de interaccin comunicativa entre los diferentes actores del proceso educativo. Como ejemplo de ello, una de las formadoras entrevistadas manifiesta que utiliza el anlisis de cuadernos habitualmente para registrar a partir de los cuadernos la frecuencia y la calidad de los textos que se proponen para la lectura de los nios. En este sentido, sostiene:
_El cuaderno es un instrumento que permite _mirar_ lo que se hace en el aula. La seleccin de textos que presenta el cuaderno es un indicador de la calidad de las prcticas de alfabetizacin. Lo comn es encontrar textos fotocopiados de la revista Maestra de Ciclo. No hay registros de lectura de cuentos de autor y calidad literaria reconocidos. Ni siquiera de diarios. Esto ocurre tambin en escuelas urbanomarginales. Los textos estn en el cuaderno, estn pegados. Me da mucha pena decirlo pero lo que noto es la presencia de la revista Maestra de Ciclo_ (ai1/EN/2/9).
72
Desde la formacin docente de Nivel Primario existen muchos prejuicios respecto de las relaciones entre la alfabetizacin y la literatura. Es muy difundida la opinin de que cuando se encuentran siempre sale perjudicada la literatura, porque la tendencia histrica ha sido someterla a los propsitos morales o del contenido a ensear para que el alumno aprenda a lee, y no acercarla al proceso como un objeto en s, ligado de modo excluyente al placer. Estas concepciones merecen indudablemente una revisin, porque mientras no se resuelva esta relacin fundante, como vemos en la cita anterior, el mercado gana espacio en las aulas imponiendo consumos masivos de publicaciones de dudosa calidad frente a las cuales el gran perdedor es el alumno, que permanece sin establecer contacto con textos literarios y, as, la literatura seguir perteneciendo ms a crculos ligados a las tradiciones familiares de lectura que al vnculo que la escuela pblica plantee democrticamente entre ella y las nuevas generaciones de lectores.
Los obstculos comunes que encuentran en su rol de formadores: el tiempo y los alumnos
Si aceptamos la relevancia de la tarea de ensear a leer y escribir en la escuela, es lgico suponer que la formacin especfica en alfabetizacin inicial debe constituir un eje transversal del plan de estudios y prever la inclusin de materias, unidades, contenidos y bibliografa especfica, clases y prcticas asistidas para orientar y formar el perfil del futuro docente para asumir dicho rol. Sin embargo, de las entrevistas surge que los nicos espacios que se ocupan de la alfabetizacin son las ctedras de Lengua y ocasionalmente las de Prctica. Los formadores sostienen que cuando la alfabetizacin est presente en la formacin, lo est por la preocupacin particular de los profesores pero no porque exista en la planificacin de la carrera o se hayan celebrado acuerdos para incluirla como eje curricular. En relacin con la presencia de la alfabetizacin inicial como contenido de las ctedras, la falta de tiempo es el obstculo omnipresente que los formadores mencionan a la hora de analizar las razones por las cuales no se abordan algunos contenidos y problemticas a lo largo de las carreras o en los espacios citados. La reflexin sobre la falta o escasez de tiempo como causa de variados problemas es muy recurrente en el profesorado y aparece en reuniones, actas, informes de monitoreo y evaluaciones. Cuando el anlisis se concentra en la dimensin temporal se le atribuyen las vacancias y los errores: lo que no se hace o no sale bien es porque _el tiempo no alcanza_. Este factor aparece en las entrevistas relacionado adems con casi todos los aspectos que se abordan en el estudio realizado. Como hemos visto, la duracin comparativamente menor de la carrera para el Nivel Primario tiene, para los formadores, gran incidencia en la jerarquizacin de la misma y asumen que este tiempo verdaderamente escaso afecta la presencia y la cantidad de los contenidos a desarrollar en la formacin. Por ello resulta interesante contrastar esta percepcin de formadores que trabajan en carreras de dos aos y medio de duracin con algunos pasajes de entrevistas realizadas a docentes que trabajan en profesorados que ya han implementado planes de cuatro aos de duracin. Los tres pasajes seleccionados en los puntos siguientes corresponden a formadores de docentes de Nivel Primario entrevistados en la primera indagacin realizada. Para posibilitar la comparacin hemos ubicado en principio un fragmento en el que la docente formadora de la ctedra de Lengua es tambin maestra egresada de un plan de dos aos y medio: Entrevistador: Sos formadora en una ctedra de Lengua y a la vez egresada de tres carreras docentes (las carreras son: Profesorado de Educacin Especial, Profesorado de Educacin Primaria, Profesorado de Educacin Inicial). A partir de tu experiencia, dnde ha estado presente la alfabetizacin en tu formacin general? Docente: En el profesorado se generalizan algunas cuestiones y falta centrarse en aspectos fundamentales. Cuestiones especficas como el del rol alfabetizador del maestro en ejercicio en la escuela, cmo ensear, con qu metodologa, con qu estrategia, qu contenido priorizar... son cuestiones que el que recin egresa y va a una escuela, no las tiene en claro. En esto es importante la articulacin. En el profesorado hay muy poca articulacin entre las didcticas y las materias especficas como Lengua o Matemtica. Cuando hay articulacin corre por cuenta de algunos profesores. Igualmente, articular en la prctica y residencia, articular esos espacios con las materias especficas es algo que no se hace. El profesor de Prctica corrige los planes del futuro maestro y no hay lineamientos en comn con el
73
profesor de la ctedra de Lengua que es el que ense especficamente los contenidos (ai1/U/1/19). El siguiente fragmento seleccionado corresponde a una formadora de poca antigedad, tambin graduada como profesora para la Educacin General Bsica, cuyo plan de estudios corresponde a una carrera de cuatro aos de duracin. En este caso, observamos que se identifican para un tiempo mayor idnticas dificultades a las mencionadas previamente. Entrevistador: Cul es el lugar que ocup la alfabetizacin dentro de la formacin docente en general? Docente: Me parece, por conocer el interior de la carrera, que el lugar de la alfabetizacin queda totalmente relegado a las ctedras de Prctica en algunos casos, y a las ctedras de Lengua; en el resto de los casos creo que no hay una decisin o un reconocimiento de la alfabetizacin como un bloque fundamental dentro de la formacin docente. Creo que ni siquiera se toma conciencia de que, bueno, se va a trabajar en tal o cual ctedra. Pasa desapercibido, me parece que no es algo que lo tomen en cuenta ni le den el valor que realmente tiene. Y dentro de estas ctedras de Lengua y de Prctica, que es donde se ve de alguna manera, el contenido tiene ms que ver con el profesor; depende del profesor que est a cargo de la prctica, o si es maestro, no s si me explico& y no del plan de la carrera; las diferencias las hace el profesor. Dentro de las ctedras de Prctica hay profesores que s toman en cuenta y le dan el lugar a la alfabetizacin dentro de las prcticas, o al menos lo intentan, pero otros no, para otros es un contenido ms que queda como en un segundo plano sin el valor que realmente tiene. Entrevistador: Sos maestra egresada de una carrera de cuatro aos y tus primeras experiencias fueron en primer ciclo. Cmo ves en el recorrido de tu carrera la atencin a ese perfil que tens como docente? Docente: Totalmente descuidada. Yo siento que no me han formado en mi caso particular y en el de mis compaeras; no nos han formado para alfabetizar, me han formado para ser maestra pero sin un lugar o rol tan definido, sin tanta definicin en cuanto al rol docente, cul es tu funcin primera. Al menos en esa funcin, con mis compaeras podemos dar cuenta de eso, nunca tuvimos con mis compaeras claridad, nos pudimos dar cuenta de que somos _alfabetizadores_. Entrevistador: Pero estando en la escuela es un rol importante? Docente: Estando en la prctica, en el terreno, es algo que... es la pregunta del milln! Empiezo a dar clases y la pregunta es cmo enseo a leer, a escribir, es la primera pregunta de todo docente, sobre todo en primer ciclo, su primera suplencia o cuando empiezan en marzo las clases: y ahora qu hago? Esa pregunta es constante en todos los maestros y por supuesto para los que recin nos iniciamos, esa pregunta es la que debera haber atravesado toda la formacin: cmo enseo a leer y escribir. Entrevistador: Si lo pudieras decidir, dnde pondras las respuestas a esa pregunta dentro de la formacin general? En qu espacios curriculares? Docente: Ms all de las ctedras de Lengua, creo que falta una definicin a nivel carrera en cuanto a este perfil del profesional que se est formando. De todos modos, creo que est muy ausente en las didcticas en general, en las didcticas especficas, en didctica general y pedagoga, se me ocurre... materias en las que tiene que haber una primera aproximacin a la prctica; en segundo ao, donde no se aborda nada de esto; en tercer ao, donde se aborda muy poco. En cuarto, quizs, depende del docente que te toque. Creo que hay muchos espacios, como la didctica general de primer ao, en la que se puede, no s si para responder la pregunta pero s para empezar a indagar y abrir un poco el camino de este lugar: cul es el rol del docente, la profesin, qu es lo que vamos a hacer (ai1/U/1/20).
74
En el siguiente pasaje, reproducimos un fragmento de la entrevista realizada a una profesora de Lengua que tiene solo dos aos de antigedad como formadora y que integra el equipo de apoyo a las prcticas de una carrera de cuatro aos de duracin. El fragmento muestra no solo que los problemas pueden subsistir en planes de estudios ms extensos sino que tambin pueden agravarse, ya que el caso que expone presenta directamente la ausencia de prctica en alfabetizacin inicial. Entrevistador: Lo que vos est diciendo es que el profesor, desde la formacin hace un anlisis terico de las demandas que recibe de la escuela. Segn tu anlisis, esa demanda qu dificultades tiene? Docente: Ese anlisis es imprescindible, porque si yo no me siento y pienso qu est pasando con estas situaciones, no puedo hacer del espacio de acompaamiento en la prctica, un espacio de formacin... simplemente sera un surtidor: doy lo que me piden pero sin analizar, sin criticar. Si me pongo a pensar en el ciclo del ao pasado, cules fueron los focos que fueron apareciendo, son... contenidos que no estn secuenciados, propusimos secuencias y no nos permitieron llevarlas adelante porque eran demasiado extensas, porque no implicaban lo que estaba en el programa, porque los chicos se iban a aburrir, porque _no estamos acostumbrados a trabajar as_. Despus, esto de tener todo dividido: escribimos y terminamos; damos ortografa con ejercicios y terminamos; damos gramtica con ejercicios, otro da leemos. En realidad la lecto-escritura pensada como una capacidad integral no se ve en la enseanza y no se ve tampoco en la prctica. Despus... el hecho de no trabajar con la escritura. Y no podemos trabajar tampoco en alfabetizacin inicial porque en primer y segundo grado las alumnas no pueden practicar. Entrevistador: Por qu? Berta Braslavsky dijo que todos los maestros deberan recibirse practicando en primer grado. Docente: En las escuelas donde estamos haciendo las prcticas, en primer grado hace ya tres aos que las alumnas no pueden ingresar. La maestra de primero no lo permite, no recibe practicantes porque los chicos estn acostumbrados a ella entonces el practicante implicara una persona distinta que quiebra el proceso de aprendizaje. Otro tema sera que las alumnas no estn seguras en alfabetizacin, entonces no tienen herramientas para ensear a escribir. Otro planteo que ellas te hacen es _Qu pasa si viene una practicante con una manera distinta de ensear a leer y escribir? Solamente sembraran confusin._ Esas son las realidades que impiden el acceso de las practicantes a primer y segundo grado. Empiezan a practicar desde tercero (ai1/U/1/21). Estos pasajes ponen de relieve una primera cuestin que alerta sobre la incidencia del tiempo en los problemas diagnosticados: la extensin de la carrera no modifica en estos casos, por s sola, la situacin. En estos profesorados persisten problemas que aparecen independientemente de la duracin de los planes y colocan la dimensin temporal en un lugar de anlisis ms cercano al que le corresponde. En relacin con lo anteriormente expuesto, en la segunda indagacin realizada, los docentes encuestados marcan fuertemente dos conjuntos de factores que consideran obstculos no solo del abordaje de los contenidos especficos de la alfabetizacin inicial sino tambin del desarrollo de la ctedra en general. Estos factores pueden ser agrupados en:
" Obstculos vinculados al alumno. " Obstculos vinculados a la ctedra o plan de estudios. En el primero de estos ejes se mencionan las dificultades de comprensin y/o expresin de los alumnos, la insuficiencia de conocimientos previos, el nivel socioeconmico, tiempo destinado al estudio, las motivaciones para cursar la carrera, entre otras cuestiones. En el segundo de los ejes, aparece la falta de tiempo como factor fundamental, el elevado nmero de alumnos y cuestiones vinculadas al propio diseo de la carrera: falta de espacios curriculares bien definidos, ausencia de articulaciones, secuenciacin de las materias. De este modo, al solicitar a los docentes que mencionen en orden de prioridad tres aspectos que actan como obstculos en el desarrollo de sus materias, pudimos identificar los siguientes:
75
Cuadro N 16: Cantidad de respuestas docentes por prioridad de opcin segn los obstculos reseados para el desarrollo de las materias
Obstculos para el desarrollo de las materias 1 opcin 2 opcin 3 opcin Total 14 47 Dificultades de comprensin y/o expresin de los alumnos (D) Insuficientes conocimientos previos de los alumnos (C) Diseo de la carrera o de ciertos espacios curriculares (N) Deficiente articulacin interctedras (A) Prcticas presentes en las escuelas modelos tradicionales de alfabetizacin (P) o experiencias vinculadas a Falta de bibliografa (B) 2 Dificultades de articulacin con escuelas y/u otras instituciones (X) 6 Capacitacin y/o experiencia insuficiente (G) 2 Elevado nmero de alumnos (E) 3 Sin obstculos (S) 12 Dificultades de articulacin teora/prctica (F) 2 Falta de recursos materiales y/o de infraestructura adecuada (Z) Insuficiente acceso/utilizacin de TIC (M) Falta de profundizacin en la temtica (H) 2 Realidad educativa cambiante (Y) 2 Elevado nmero de horas ctedra a cargo del docente (I) 1 1 2 2 2 2 4 2 3 5 2 3 7 12 5 6 14 7 6 15 6 8 20 10 10 22 36 41 12 8 7 34 25 34 18 13 8 10 48 20 14 14 11 13 9 96 92 84 73 36 29 26
Aspectos ms vinculados al perfil de los alumnos (nivel tiempo destinado al estudio, motivaciones para hacer la socioeconmico, carrera, etc.) (R) Tiempo insuficiente (T)
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Cabe destacar que algunos rangos del cuadro anterior aparecen duplicados o triplicados en el detalle de los obstculos mencionados por los profesores. Esto se da en el rango _Otros aspectos vinculados al perfil de los alumnos (R)_ donde se engloban diferentes cuestiones (relacionadas con la procedencia de los mismos, situacin socioeconmica, motivaciones personales, actitud frente al estudio, y otros), factores que aparecen con una alta frecuencia en las respuestas docentes, en muchos casos a travs de la mencin de dos o ms de estos factores. Lo mismo ocurre en las respuestas en las que el factor tiempo (T) aparece repetido, como es el caso de 8 encuestas de las 92 que analizamos, donde la citan como obstculo ocupando dos de las tres menciones solicitadas en el detalle de obstculos. En estas 8 encuestas se lo asocia a la imposibilidad de realizar acciones puntuales (acciones complementarias, talleres, mayor cantidad de observaciones, etc.) o a la extensin del programa y la complejidad de sus contenidos. Adems, las dificultades de comprensin/expresin de los alumnos (D) aparecen asiduamente ocupando dos o incluso los tres lugares en el detalle de obstculos, en la mayora de los casos porque los docentes identifican por separado dificultades de lectura, escritura y/o expresin oral. Frente a esto, se agrega la demanda de espacios curriculares especficos para el tratamiento de estas problemticas y/o la adjudicacin de mayor carga horaria para los existentes.
76
Idntica situacin a la mencionada anteriormente se observa para la falta de conocimientos previos (C). En este caso, se diferencian aquellos conocimientos que a juicio de los docentes debi brindar la escuela media de los que debi proponer la propia carrera, o se hace un detalle de contenidos especficos que no se encuentran en posesin de los alumnos. Asimismo las cuestiones vinculadas al diseo de la carrera o espacios curriculares (N) se repiten para marcar dificultades puntuales vinculadas a la estructuracin de la carrera, la falta de espacios especficos, la ubicacin simultnea de espacios que los docentes consideran deberan ser secuenciales, los espacios y/o tiempos destinado a las prcticas, etc. Del mismo modo, la falta de capacitacin y/o experiencia (G) aparece duplicada como obstculo debido a que se diferencia la ausencia de ofertas de fcil acceso (fundamentalmente asociando este factor a la situacin econmica y al arancelamiento de los posgrados), la deficitaria formacin inicial de los formadores (falta de materias especficas en la carrera de grado, desactualizacin), la falta de tiempo para una mayor autoformacin, la escasa experiencia personal, etc. Finalmente, en el contexto de esta indagacin, tiempo y complejidad de los contenidos son relaciones que se manifiestan con gran frecuencia entre las respuestas de los docentes. Estos dos factores aparecen como complementarios a la hora de fundamentar el tratamiento superficial o la falta de profundizacin (H) de algunas temticas complejas, especialmente la alfabetizacin inicial. Por otra parte, al reagrupar los factores mencionados previamente, podemos observar lo siguiente:
Cuadro N 17: Cantidad de respuestas docentes por cdigos de respuestas sobre obstculos reseados para el desarrollo de las materias segn tipo de obstculo
Tipo de obstculos para el desarrollo de las materias Obstculos vinculados al alumno Obstculos vinculados a la ctedra o plan de estudios
Cdigos
Obstculos vinculados a las prcticas escolares, a experiencias previas o a dificultades de articulacin escuela/ISFD Obstculos vinculados a la prctica docente Obstculos vinculados a la falta de recursos Obstculos vinculados a la formacin docente Obstculos vinculados al contexto socio-educativo
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
En los obstculos vinculados al alumno aparecen en primer lugar los contextuales y luego los relacionados con los conocimientos previos. Entre estos ltimos ocupan un lugar destacado las _dificultades de comprensin y/o expresin de los alumnos_ y los _insuficientes conocimientos previos de los alumnos_. Dentro de estos obstculos se enuncia el dficit en algunas competencias cuya enseanza debera producirse de modo especfico en las materias de Lengua del Profesorado y como alfabetizacin acadmica en el resto de las ctedras, por ejemplo:
_Limitaciones en la comprensin conceptual._ (ai2/F41/L) _La poca preparacin en el rea de Lengua que poseen los alumnos._ (ai2/F88/P) _Los alumnos del profesorado no cuentan con las competencias necesarias (lingsticas, comunicativas, culturales) para comprender diferentes textos tanto en forma escrita como oral, pero adems carecen de prcticas de lectura habituales._ (ai2/F197/L)
77
_El nivel de comprensin lectora y escritora de los alumnos e insuficientes competencias culturales. Falta de hbito en la investigacin_ (ai2/F233/L) _Falta de tcnicas de estudio. Cultura general pobre._ (ai2/F225/L) _El nivel de comprensin lectora y escritora de los alumnos ingresantes a los profesorados ha disminuido en forma notoria._(ai2/F284/L) _Dificultades en lectura y escritura. Competencia cultural desnutrida._ (ai2/F314/L) _El nivel bsico de alfabetizacin insuficiente de los alumnos._(ai2/F378/L) _La falta de comprensin en la lectura de diferentes textos. Carencia para redactar textos. Ortografa deficiente. Errores de concordancia, mayscula, etc._ (ai2/F473/L)
En los casos anteriores, la vacancia se analiza desde una representacin que ve por fuera de las ctedras el compromiso de ensear los procesos y las prcticas constitutivas de la alfabetizacin propia del Nivel Superior. Generalmente, en los profesorados, la solucin a estos problemas se suele encarar a travs de la implementacin de talleres y espacios curriculares ad hoc en los que se plantean _tcnicas de estudio_ universales y aplicables a cualquier tipo de texto y lector con una mirada remedial respecto de los conocimientos que el sistema educativo no provey a los alumnos en los niveles anteriores. Dado que el problema se analiza como dficit individual y externo a la formacin, las soluciones tienen las mismas caractersticas y dejan intacto el cuestionamiento acerca de cul es el grado de participacin de la formacin docente inicial en la creacin y sostenimiento de ese estado de cosas. Como vemos, de este anlisis se desprende con claridad el notorio protagonismo que adquieren los factores vinculados directamente con los alumnos, sujetos que constituyen el mayor obstculo en las respuestas de los docentes encuestados. Esta apreciacin de los problemas concentrada prioritariamente en el sujeto del aprendizaje es un aspecto coincidente con las interpretaciones de los docentes de la escuela primaria cuando analizan los problemas del nivel y en particular es una evaluacin muy similar a la de los docentes de primer ciclo en su anlisis de los problemas de la alfabetizacin inicial. Resulta interesante conjeturar a partir de estas coincidencias en ambos escenarios, que tal vez los alumnos aprendan en los institutos de formacin un modo de analizar los problemas, no tanto a travs del ejercicio del anlisis y la crtica sobre un determinado objeto de reflexin sino a travs de las propias vivencias y, una vez aprendido este modo de interpretacin, lo utilizan con sus propios alumnos. Tambin podramos pensar que en ambos casos (docentes de primaria y formadores) comparten la limitacin de no conceptualizarse como sujetos parte del problema, un posicionamiento poco sencillo de asumir en un anlisis, porque supone una mirada altamente comprometida y crtica en relacin con el rol institucional en el proceso que nos ocupa.
78
_No es presumible, ni menos aconsejable que a un abuso de presencia le suceda otro de ausencia. _ Luis F. Iglesias34
partir de los resultados obtenidos en el estudio, hemos organizado dos captulos para abordar de modo detallado la problemtica de los profesores de Lengua y los de Prctica respectivamente. Comenzaremos con una presentacin general del primero de los grupos. El cuadro que vemos a continuacin muestra la totalidad de los profesores de Lengua, segn el tipo de gestin del ISFD:
Cuadro N 1: Cantidad de docentes de Lengua por tipo de gestin segn materia que dictan
PROFESORES DE LENGUA ISFD Gestin Estatal ISFD Gestin Privada Lengua Lengua y Prctica 74 2 76 Total 51 1 52 125 3 128
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Estos profesores tienen a su cargo el dictado de materias de los tres aos de la carrera: 111 en primer ao, 54 en segundo y 45 en tercero Recordemos que cada profesor se desempea en 1,8 materias, como promedio general, es decir, casi dos materias cada uno. Los 128 profesores de Lengua trabajan en 210 materias35 en la carrera de formacin de docentes para el nivel primario. En el siguiente cuadro podemos ver la situacin de revista de los profesores en las 210 materias que dictan.
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Iglesias, L. Didctica de la libre expresin. Ediciones pedaggicas. Bs. As., 1979, p. 322. Si bien reciben diferentes denominaciones, podemos resumir en Lengua I (o Lengua y su didctica I) y Taller de oralidad y escritura en primer ao, Lengua II de segundo, Lengua III y Lengua como apoyo a la prctica, en tercero.
34 35
81
El carcter del cursado de estas 210 materias es obligatorio a excepcin de una de ellas, sealada por un profesor como materia de carcter optativo. La modalidad de cursado es mayoritariamente anual en 168 casos mientras en los 41 casos restantes son materias de dictado cuatrimestral. Asimismo, las materias que dictan los profesores de Lengua se acreditan por examen final en un 60 % mientras que el 11 % lo hace por promocin directa. En el resto de los casos (29%) las materias se acreditan con un doble sistema que permite simultneamente la promocin directa y el examen final. En relacin con los exmenes parciales el 30% utiliza la evaluacin escrita y el 3,5% plantea la evaluacin solamente oral; la opcin ms utilizada por los profesores es la que combina ambas (parcial oral y escrito) que se da en el 66,5% de los casos. En cuanto a la evaluacin final, poco ms del 80% de las materias se aprueba con evaluacin escrita y oral; mientras que el 5% solamente con evaluacin escrita y el 15% aproximadamente solo con evaluacin oral. Por otra parte, los profesores de Lengua manifiestan que su formacin en alfabetizacin inicial proviene de diversas fuentes, como hemos visto en los rasgos generales, pero entre ellos existe la idea acerca de que quien posee el ttulo de maestro/a y ejercicio en el Nivel Primario tiene resuelta cierta parte del problema de la formacin. En el presente estudio no contamos con elementos suficientes para reflexionar sobre ello, pero resultara interesante preguntarnos cul es la naturaleza del conocimiento que aporta dicho ttulo y/o el desempeo en el Nivel Primario a la tarea del profesor en una ctedra de Lengua. Los formadores tanto de la primera como de la segunda indagacin poseen, en su mayora, ttulos para el nivel secundario y superior: entre los docentes del primer grupo es generalizada la opinin con respecto a que la formacin en enseanza (se utilizan los trminos _didctica_ y _prctica_) que reciben en dichas carreras es verdaderamente escasa, inclusive en relacin con el propio nivel (medio) para el que forman:
_El profesorado de Lengua no es respaldo para la formacin de maestros. Yo me form en el Normal I, volv muchas veces pero no encontr lo que buscaba. Al Profesorado en Lengua y Literatura no ira por alfabetizacin inicial porque no forman para eso_ (ai1 /EN /1 /6). _Los profesorados en general tienen poca prctica para el nivel que forman. La universidad me form disciplinariamente, pero no en lo educativo. La labor docente no es un contenido de la formacin. Quizs s me qued el modelo de mis docentes de la escuela media y de la universidad_ (ai1/EN/4/18). _Lo mo fue una aventura. Empezar de cero con un terrible desafo que muchas veces me dio dolores de cabeza y preguntarme _qu hago ac, si no me formaron para esto (formar docentes para el nivel primario)?_. Bueno, el ttulo s me habilita..._ (ai1/EN/2/9).
No obstante, en este contexto los profesores rescatan aspectos de su formacin inicial que mantienen conexiones con las ctedras de Lengua en las que trabajan, referidas a algunos contenidos especficos y a la autonoma frente al conocimiento. Tanto egresados de institutos terciarios como universitarios rescatan fundamentalmente la presencia de la literatura infantil y de la didctica de la literatura. Estos contenidos mantienen una fuerte ligazn con la etapa de alfabetizacin inicial, no obstante, si bien han sido asumidos en algunos casos por las carreras de base de estos formadores, su estudio no se plantea desde la perspectiva de formar un lector sino que supone tcitamente que el alumno ya lo es. En las carreras que forman profesores en Letras, el potencial alumno se concibe como lector, incluso como lector de uno de los discursos ms complejos como el literario:
_En Letras, la didctica de la literatura est presente pero no la de la lengua. Ese es un vaco. Tuve formacin en didctica para la literatura. Era placentero y como me gustaba ms lo aprend mejor. Pero la didctica de la enseanza de la lengua... ah se produjo un vaco bastante importante. Yo me encontr con que no saba cmo se hace_ (ai1/EN/4/16).
82
_De todas maneras, en mi profesorado tuve una literatura infantil, cosa que no era tan comn (se refiere a la dcada del _80, poca en que curs su profesorado en Castellano, Literatura y Latn). Recin en los ltimos aos se est incorporando la enseanza de la literatura infantil_ (ai1/U/2/23).
Por su parte, los graduados universitarios rescatan la solidez de la formacin lingstica y la posibilidad de aprender a partir de la propia bsqueda, como vemos en los siguientes fragmentos.
_En realidad yo empec a trabajar en la formacin docente ac en la universidad. Empec trabajando en latn. Yo creo que tena una buena formacin, eso es bsico. Entonces me enfrent a ese primer grupo desde mi formacin en lingstica, que era muy slida, pensando cmo hacer sobre todo pensando en que todos aprendan_ (ai1/EN/2/9). _La universidad te ensea a arreglrtelas sola. A m la formacin de la universidad me sirvi para verme a m misma ms autodidacta de lo que haba sido siempre. O sea, me forj, por decirlo de alguna manera, el perfil de tratar de buscar los datos... No s si fue slo mi grupo, nosotros no preguntbamos, lo que no sabamos no lo preguntbamos, lo averigubamos. Haba casi como una vergenza de eso que uno no saba y debiera saber_ (ai1/EN/4/18).
Este ltimo testimonio merece una atencin especial porque se trata de una profesora novel cuya carrera no transcurri en pocas de dictadura, y nos propone una importante reflexin para la formacin docente en cuanto al significado que tiene para ella pertenecer a una comunidad acadmica. Esta reflexin contrasta notoriamente con las apreciaciones que analizamos en el punto _Los recorridos formativos en alfabetizacin inicial_ del apartado anterior, en el que poder _averiguar_ lo que no se sabe con la ayuda de un experto o la gua de un maestro aparece como la mejor experiencia para un alumno o discpulo36. Bajo la expresin genrica _profesores de Lengua_ agrupamos a los docentes que en la carrera de formacin para el nivel primario, dictan materias en los distintos aos bajo diferentes denominaciones. Asimismo, las materias que en este estudio denominamos genricamente _Lengua_ son de dictado anual o cuatrimestral; su carga horaria promedio semanal es de tres horas ctedra y pertenecen a primero, segundo y tercer ao de la formacin de los ISFD y escuelas normales, y a primero, segundo, tercero y cuarto ao en las dos carreras universitarias. El anlisis de los proyectos de cada materia realizado en el contexto de la primera indagacin nos permite complementar la informacin obtenida a travs de las entrevistas para rastrear la presencia de la alfabetizacin inicial en dichos proyectos y las relaciones que ella mantiene con otros contenidos propuestos dentro de la misma materia. Los programas analizados evidencian distintos criterios para la organizacin de los contenidos (bloques, ejes, unidades y mdulos) y su clasificacin (conceptuales, procedimentales y actitudinales o sin clasificacin) aun entre ctedras correspondientes a la misma carrera y al mismo ao de cursado. Una de sus caractersticas sobresalientes es la cantidad excesiva de contenidos en relacin con el tiempo que se dispone para su desarrollo; otra, la variedad de los mismos en relacin con la alfabetizacin y con otros contenidos que se desarrollan en las materias. Una de las preguntas ms interesantes que surge del anlisis de estos aspectos es si existe relacin entre la vacilacin en las respuestas referidas a las disciplinas de referencia de la alfabetizacin y la imprecisin conceptual en cuanto al objeto de conocimiento por un lado y la resolucin del problema curricular de encontrar un lugar en las materias de la formacin para la alfabetizacin inicial y sus teoras, problema que es de enorme gravitacin para los profesores de Lengua en la formacin de maestros. Dicho de un modo ms explcito, el profesor tiene que resolver dos complejos problemas iniciales en las ctedras de Lengua, a saber:
36 Es muy interesante el anlisis de las relaciones entre maestros y aprendices as como la etimologa de estos trminos, que plantea Duschatzky L. Una cita con los maestros. Los enigmas del encuentro con discpulos y aprendices. Bs. As., Mio y Dvila, 2008.
83
" En primer lugar, la presencia y ubicacin efectiva de la alfabetizacin como un contenido especfico de la formacin inicial y su relacin con otros contenidos dentro de la materia. " En segundo lugar, el problema de la seleccin de los contenidos de la alfabetizacin que han de ser incluidos en cada materia por su relevancia, la categorizacin de los mismos, el orden en que sern desarrollados a lo largo de los aos, el grado de articulacin que mantendrn entre s, la bibliografa bsica para el alumno, las estrategias didcticas y de evaluacin. Como resumen de esta parte de la indagacin podemos decir que la presencia de la alfabetizacin inicial en las ctedras de Lengua est atravesada por la ausencia de un criterio de seleccin de los contenidos que los relacione con los problemas de la prctica. Por el contrario, el criterio que opera en la seleccin revela un fuerte compromiso con la introduccin de contenidos provenientes de la produccin terica de los cada vez ms numerosos campos que enfocan no solo la lengua y la literatura, sino tambin el lenguaje y la comunicacin, un verdadero _matorral terico_ (Bronckart, 1985) que desafa cualquier intento de actualizacin para los propios profesores. A excepcin de dos de los programas analizados, el resto no distingue la bibliografa del docente de la destinada a los alumnos, por lo que no podemos suponer cul es la relacin que los alumnos establecen con la bibliografa general de los proyectos que es muy amplia, actualizada y diversa en cuanto a autores, corrientes y teoras. Numerosos ttulos aparecen consignados en todos los programas: Alisedo, Melgar, Chiocci (1994), Borzone (1996 y 2000), Braslavsky (2003 y 2005), Cassany (1989), Desinano (1994 y 1997), Ferreiro (1982, 1989, 1992 y 2001), Jolibert (1988, 1995) y Kaufman (1984, 1986, 1994). En materia de literatura la autora ms citada y con mayor cantidad de ttulos es Teresa Colomer, a quien le sigue Graciela Montes.37 As planteados, los contenidos se presentan como inabarcables y el propsito de formar un docente actualizado se confunde con una tendencia fuertemente enciclopedista que genera en los profesores la necesidad de ms tiempo para ensear ms contenidos y la insatisfaccin frente a lo que el alumno logr aprender al momento de enfrentarse a las prcticas y la residencia. Tanto aquella tendencia como esta sensacin tambin aparecen en las ctedras de carreras de cuatro aos de duracin.
/ / Grupos emergentes
A partir de los resultados de la investigacin hemos construido tres perfiles, entendidos como grupos emergentes de formadores que, sobre el fondo general de caractersticas compartidas o comunes analizadas en los puntos anteriores, presentan otros rasgos que merecen ser destacados. A partir de criterios explcitos hemos agrupado a los profesores en tres perfiles diferentes que designamos perfil general, destacado y crtico. Bajo estas designaciones, los profesores se distribuyen como podemos ver en el siguiente cuadro: Cuadro N 3: Cantidad y porcentaje de profesores de Lengua segn perfiles
Perfiles Perfil general Perfil destacado Perfil crtico Total Total % 85 10 33 128 66,41 7,81 25,78 100%
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
37
84
En los siguientes apartados nos concentraremos en el anlisis detallado de las caractersticas de estos grupos emergentes, comenzando por el perfil general.
/ / Perfil general
En este perfil consideramos a aquellos profesores que se encuentran a cargo de ctedras de Lengua y que: " Manifiestan vacilaciones en cuanto al lugar de la alfabetizacin como objeto terico y en cuanto a la seleccin de teoras que lo abordan. " Manifiestan vacilaciones en la concepcin del objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial. " Expresan en su mayora que la alfabetizacin inicial es un contenido explcito de sus programas pero desde sus ctedras no plantean una propuesta para ensear a leer y escribir en los primeros aos, o proponen una metodologa especfica pero la misma presenta contradicciones internas. " Enuncian una propuesta metodolgica para la alfabetizacin que no posee fundamentacin con coherencia interna, clara, pertinente y/o suficiente. " Tienen escaso conocimiento de los problemas de la alfabetizacin inicial en su regin o mbito de influencia del ISFD. " Poseen experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, acciones de capacitacin docente y/o equipos de investigacin. El perfil general es el mayoritario de los profesores de Lengua. Este grupo est compuesto por 85 profesores y constituye el 66,41% de los 128 que dictan Lengua en la formacin docente inicial. Lo constituyen 73 mujeres y 12 varones. De estos 85 profesores, 48 pertenecen a ISFD de gestin estatal y 37 a institutos de gestin privada. Indagados respecto de la presencia de la alfabetizacin inicial como contenido en sus proyectos de ctedra, los profesores de este grupo marcan las siguientes opciones:
Cuadro N 4: Docentes de Perfil General. Cantidad y porcentaje de respuestas segn presencia de los contenidos de la alfabetizacin inicial en los proyectos de ctedras de los profesores de Lengua
La alfabetizacin inicial & 68 Es un contenido explcito de su programa 0 Es un contenido explcito del programa pero no se aborda 12 No es un contenido de su programa pero se aborda 5 No es un contenido explcito de su programa 85 Total Porcentaje 80% 0% 14,12% 5,88% 100%
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Reagrupando los porcentajes 1 y 3 podemos afirmar que 80 de los 85 profesores que conforman el perfil general consignan la alfabetizacin inicial como un contenido de sus ctedras, enunciado de modo explcito o no. Este es un dato sobresaliente porque significa que hay una gran asuncin del contenido desde las ctedras de Lengua que ocupan estos profesores. El porcentaje llega al 94,12% de los profesores del grupo.
85
Tambin se observa, entre estos docentes, elevados grados de acuerdo en cuanto a algunos aspectos vinculados con la formacin en alfabetizacin inicial, como podemos observar en el cuadro siguiente:
Cuadro N 5: Opiniones de los profesores de Lengua del Perfil General sobre aspectos vinculados en alfabetizacin inicial
Totalmente de Total desacuerdo acuerdo La preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir un eje de la prctica docente para el nivel primario. Los alumnos llegan a la prctica con conocimientos slidos sobre cmo se ensea a leer y escribir. Parcialmente de acuerdo Indeciso
78
54
66
15
primer ciclo maestro, es ms difcil de aprender Para el futuro la didctica del que la didctica del segundo ciclo. 22 La propuesta de aprendida alfabetizacin inicial debe ser en las ctedras de Lengua. 41
25
34
44 16 3 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
En relacin con el punto 1 existe un elevado porcentaje de acuerdo (91,76%) entre los docentes de este perfil, lo que significa que la preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir, segn estos profesores, un eje de la prctica docente para el nivel primario; al respecto, no existe ninguna respuesta indecisa ni en total desacuerdo. El 95,30% de estos profesores tambin coinciden en que los alumnos llegan a la prctica sin conocimientos slidos sobre cmo ensear a leer y escribir. Solo 4 de los 85 docentes que conforman el total del perfil sostiene que sus alumnos llegan en buenas condiciones a realizar las prcticas (punto 2). Tambin aparece un porcentaje significativo de docentes (63,53%) que manifiestan un acuerdo total en cuanto a que la etapa ms importante del aprendizaje de la alfabetizacin es la inicial (punto 3). En este aspecto deberamos indagar cul es la etapa que el resto de los profesores considera ms importante y en qu fuentes basan su opinin. Una discusin que habitualmente se produce entre los profesores de Lengua acerca del mayor o menor grado de dificultad que encierran el aprendizaje de la didctica del primer ciclo en relacin con la del segundo, se expresa en los porcentajes ms distribuidos de las respuestas (punto 4): 25,88% totalmente de acuerdo, 51,76% parcialmente de acuerdo, 18,82% en total desacuerdo y 3,53 % de indecisos, lo que significa que esta discusin se encuentra en desarrollo. Finalmente, el punto 5 merece una atencin especial, pues nos muestra una contradiccin: un importante nmero de docentes de espacios curriculares de Lengua (44 docentes del grupo) afirma que no estn totalmente de acuerdo con que la propuesta de alfabetizacin inicial deba ser aprendida en sus ctedras. Esta situacin resulta llamativa, considerando que 80 de los 85 profesores de este perfil (69,70% de los docentes incluidos en este grupo) manifiestan que la alfabetizacin inicial es un contenido explcito de sus programas. Desde otra perspectiva, este acuerdo parcial puede encerrar la postura de que la propuesta de alfabetizacin inicial debe ser asumida por las ctedras de Lengua pero no exclusivamente sino junto a otras ctedras de la carrera.
86
En un segundo grupo de respuestas ubicamos las que interpretan el trmino _disciplina_ como sinnimo de materias, reas o disciplinas del currculum. Desde esa concepcin, en las siguientes citas la alfabetizacin aparece perteneciendo a un campo interdisciplinar:
_La alfabetizacin se ubica en un campo interdisciplinario, dira yo, porque no la podra recortar. Yo digo interdisciplinario, porque la alfabetizacin de todas las disciplinas sean humansticas, cientficas, tecnolgicas, en todas ellas, uno se tiene que formar hoy pero tiene que haber una alfabetizacin inicial en lectura y escritura que bsicamente tiene que ver con las disciplinas tradicionales: Lengua, Literatura, Matemtica, Geografa... Por eso digo que tendra que haber una alfabetizacin para todas. Que en cada una de las carreras haya algo que tenga que ver con la alfabetizacin de esa disciplina_ (ai1/ISFD/1/3).
Esta concepcin es la ms comn entre los formadores e impulsa una idea muy abarcadora del proceso. En el siguiente fragmento la alfabetizacin se concibe como inclusora de Lengua y tambin otras reas:
_Yo creo que la alfabetizacin, al ser el mandato fundacional de la escuela, aborda no slo la enseanza de la Lengua sino tambin de todas las reas curriculares_ (ai1/ISFD/1/1).
La adscripcin de un objeto de conocimiento a determinado campo disciplinar y la identificacin de teoras sobre el mismo proveen el marco necesario para respaldar las interpretaciones sobre los problemas de dicho campo, as como la construccin misma de los problemas y las decisiones que se asumen en la accin para superarlos. Este aspecto puede parecer menor, pero es importante interpretar la relacin directa que se establece entre el campo al que se atribuye el objeto y la/s ctedra/s a la/s que se le/s carga la responsabilidad de asumirlo como contenido de la enseanza. En ese sentido, veamos atentamente la
87
reflexin de la profesora de Lengua en el siguiente fragmento de entrevista: Docente: Despus, en el ao 90, tuvimos capacitaciones con gente que trabajaba en FLACSO. Una profesora nos deca que todo el tema de la alfabetizacin, de los mtodos, de cmo se ensea a leer y a escribir era un problema de la didctica. Entrevistador: Cuando la profesora les deca que el problema de la alfabetizacin perteneca a la didctica, se refera al campo de la didctica general no? Docente: Claro, es por eso que la profesora de la ctedra de Didctica, que es profesora en Ciencias de la Educacin, fue la que ms se puso a investigar y se puso al frente de la responsabilidad de ensear el tema de la alfabetizacin inicial. Entrevistador: Y ustedes, como profesoras de Lengua, en ese momento qu pensaban? Docente: Yo en ese momento la inclua dentro de mis programas, pero no estaba segura de lo que deca (ai1/ISFD/1/2). La ubicacin de un objeto en un campo disciplinar y las teoras sobre el mismo establecen referencias y lmites tanto a las interpretaciones como a las acciones dentro del campo. Al mismo tiempo, este posicionamiento terico constituye el punto de partida del proceso de transposicin didctica (Chevallard, 1991), ya que provee el marco desde el cual el objeto de conocimiento habr de transformarse en objeto de enseanza.
En este sentido, uno de los problemas que enfrenta este grupo es la desorientacin o vacilacin sobre el lugar de la alfabetizacin inicial en tanto objeto del campo de la didctica de la lengua.
88
85 Ministerio de Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Total Educacin - INFD, 2009.
Los profesores del primer subgrupo que conciben la lengua escrita como objeto de conocimiento la caracterizan como _producto cultural_, _sinnimo de lectura y escritura_, como _sistema de representacin_ que _incluye los procesos de lectura y escritura_, _las relaciones fono-grficas_ y _el cdigo escrito_, que adems implica _uso y prcticas sociales_ y es _instrumento de comunicacin_. Los verbos ligados a este objeto as definido son: aprender, construir, adquirir, apropiar, comprender, dominar. Veamos algunas citas: " _El aprendizaje del sistema y las estrategias de uso de un producto cultural: la lengua escrita_ (ai2/ F46/L). " _La lengua escrita: o sea, la lectura y la escritura_ (ai2/F197/L). " _La lengua escrita que comprende la lectura y la escritura_ (ai2/F223/L). " _La lengua escrita en cuanto sistema de representacin_ (ai2/F372/L). Las respuestas que menor cantidad de caractersticas aportan sobre el objeto son las que proponen _la lecto-escritura_, expresin que se repite escuetamente ligada a los trminos _adquisicin_, _aprendizaje y enseanza_, _la lengua_, _lectura, escritura y oralidad_.
89
Por otra parte, un alto nmero de respuestas interpreta errneamente el trmino _objeto_ como _objetivo_ y asume que se solicitan los objetivos para la formacin docente en alfabetizacin, como vemos en los siguientes ejemplos: " _Conocer y aplicar las tcnicas adecuadas para ensear a leer y escribir dentro de un marco terico pertinente_ (ai2/F364/L). " _Que el futuro docente comprenda que es esencial la apropiacin y el uso correcto de la lengua para la comunicacin, la adquisicin de otros saberes, el desempeo en el mundo social_ (ai2/F392/L). " _Asumir el rol de alfabetizador para desarrollar las habilidades de leer-escribir-hablar-escuchar_ (ai2/F394/L). " _Brindar al futuro docente las herramientas necesarias para el abordaje de la Alfabetizacin Inicial en su desarrollo profesional_ (ai2/465/L). Algunas respuestas, como la siguiente, califican pero no definen el objeto: " _Una responsabilidad ineludible del equipo docente_ (ai2/F293/L). Otras sostienen que el objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin es el texto: " _El objeto de estudio es el texto en cuanto unidad de significado para el nio_ (ai2/F165/L). " _La produccin de textos orales y escritos_ (ai2/F203/L). Un conjunto de repuestas de profesores con ttulos universitarios en Letras (lo que supone formacin en lingstica) reduce el objeto de la alfabetizacin solo a algunos componentes de la lengua escrita, por ejemplo: " _La correspondencia fonema-grafema_ (ai2/F145/L). " _El funcionamiento del cdigo escrito_ (ai2/F571/L). O bien manifiesta falta de distincin entre los conceptos lenguaje y lengua o entre lengua oral y lengua: " _La lengua en su doble manifestacin oral y escrita_ (ai2/F377/L). " _La adquisicin de la lengua escrita materna, en sus expresiones oral y escrita_ (ai2/F414/L). Tambin nos encontramos con el uso indistinto de los trminos adquirir y aprender que, si bien informalmente se suelen usar de ese modo, en las definiciones se reservan para designar procesos lingsticamente diferentes. Lo mismo ocurre con el trmino _competencia_, que es un concepto acuado en el campo lingstico con el significado de conocimiento; sin embargo, aparece en algunos casos como sinnimo de requisitos. En el ejemplo siguiente la competencia, que por definicin es propia de todo sujeto hablante, deja entrever un significado similar a condicin previa para adquirir un sistema. " _El sistema lingstico y las competencias necesarias para su adquisicin_ (ai2/F503/L). De igual modo, son sumamente llamativas las respuestas que plantean conocimientos inespecficos, generales o poco relacionados con el aprendizaje lingstico; en este caso, concitan una atencin especial porque no son tan previsibles en los profesores de Lengua, aunque son ms frecuentes en las respuestas de los profesores de Prctica. " _El objeto de conocimiento es el nio y sus conceptualizaciones respecto del sistema de escritura y las exploraciones paulatinas en lectura, construcciones diferenciadas entre s_ (ai2/F130/L). " _La ampliacin en el desarrollo del lenguaje en tanto comportamiento social. Desde lo que el nio trae: escuchar, hablar, al desarrollo de la lectura y la escritura_ (ai2/F386/L). " _El proceso de conceptualizacin que lleva a cabo el nio acerca de la escritura y el rol del docente
90
" _Los distintos momentos y aprendizajes que implica la alfabetizacin, las estrategias cognitivas que el alumno despliega en este proceso, y la manera de incentivar ese desarrollo_ (ai2/F492/L). " _La cultura letrada_ (ai2/F439/L). " _El proceso en s mismo, sus etapas y el modo de promover su desarrollo_ (ai2/F52/L). " _Descubrir cules son los mecanismos de aprendizaje_ (ai2/F264/L). En los ejemplos anteriores, el objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial es el nio, la cultura o un proceso (de conceptualizacin, de ampliacin, de alfabetizacin, de distintos momentos). Estas definiciones son fragmentarias puesto que el enunciado que se propone para completar en la encuesta asume que la alfabetizacin inicial es un proceso en el que se ensea/aprende un conocimiento particular en el marco general de los procesos y lo que solicita es precisamente la identificacin de ese objeto. Por ltimo, una de las definiciones (ai2/F386/L) lo concibe como _ampliacin_ en el desarrollo del lenguaje. En este sentido es necesario subrayar que la alfabetizacin de un sujeto implica un cambio cognitivo que no establece la continuidad natural de un desarrollo oral previo, si bien reconoce en este ltimo el antecedente ms importante.
Una contradiccin
El dato que plantea una abierta contradiccin con los que hemos presentado en los puntos anteriores es que ms de la mitad de los profesores del perfil general no proponen desde sus ctedras una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos, a pesar de que la alfabetizacin inicial est asumida como contenido de sus ctedras en casi un 95%, como hemos visto anteriormente. Cuadro N 7: Cantidad de profesores que proponen metodologa para la alfabetizacin inicial
Propuestas metodolgicas Si metodologa especfica para ensear a leer Desde su ctedra/materia propone una y escribir en los primeros aos? 35,29% 30 No Total 55 64,71% 85 100%
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Frente a la pregunta sobre si proponen una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos, 30 profesores (el 35,29%) contestan que s y 55 que no. Este porcentaje se acrecienta significativamente si le sumamos los profesores que tambin responden la pregunta afirmativamente pero cuando explicitan su propuesta metodolgica para la enseanza de la lectura y a escritura, la misma no posee coherencia suficiente, presenta errores o importantes contradicciones internas. Sobre este punto volveremos ms adelante para un anlisis detallado. Este aspecto resulta altamente definitorio para todos los perfiles de profesores de Lengua, puesto que gran parte de los problemas centrales de la alfabetizacin inicial estn concentrados precisamente en este ncleo de decisiones que hoy no cuenta con la coherencia suficiente en las escuelas. Hemos visto, por otra parte, que estos mismos profesores lo sealan en sus opiniones respecto de cmo se est desarrollando la alfabetizacin en sus respectivas zonas. Al mismo tiempo estos componentes tienen una enorme gravitacin en el resto de las decisiones que los profesores toman desde sus ctedras y es uno de los temas que suscita mayor controversia entre los formadores, no solo los de Lengua.
91
En la encuesta, los profesores (de Lengua y Prctica) que contestaron la pregunta sobre cul es la propuesta metodolgica que sostienen desde sus ctedras enunciaron en sus respuestas diversas metodologas que agrupamos en 33 categoras diferentes, cifra que no es preocupante en s misma como sucede con el objeto de conocimiento, dado que el dominio de numerosas estrategias de alfabetizacin inicial representa una riqueza para cualquier docente. El problema no reside all sino en que gran parte de lo que se sostiene carece de fundamentos y en algunos casos se trata de propuestas inexistentes. Los profesores de Lengua agrupados en el perfil general adscriben sus opciones a 13 metodologas que se enuncian de diferentes formas y que presentamos en el siguiente cuadro, en el que hemos conservado tanto los trminos que designan la propuesta como los autores que aparecen mencionados de modo explcito.
Cuadro N 8: Propuestas metodolgicas para la alfabetizacin inicial de los profesores de Lengua del Perfil General
Propuestas metodolgicas de los Profesores de Lengua del Perfil General 1. Constructivismo 2. Psicognesis 3. Salgado. Mtodo Salgado 4. Conciencia fonolgica 5. Melgar, Zamero, equilibrado 6. Metodologa eclctica, integral 7. Todos los mtodos y uno en particular 8. Prcticas del lenguaje 9. Constructivismo y prcticas del lenguaje 10. La propuesta psicogentica de Emilia Ferreiro y el enfoque sociohistrico de Ana Mara Borzone. 11. Psicognesis y constructivismo 1 12. Mtodo eclctico con impronta de postulados de E. Ferreiro 1 13. Para leer: comprensin lectora. Para escribir: expresin escrita 1 Total 1 Ministerio de Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Educacin - INFD, 2009. 29 9 5 3 2 2 1 1 1 1 Cantidad de respuestas Se
En la encuesta se pidi a los profesores que fundamentaran sus elecciones metodolgicas aunque hubieran contestado negativamente a la pregunta acerca de si realizan una propuesta especfica desde sus ctedras. De ese modo, los profesores fundamentan sus opciones utilizando argumentos de diferente naturaleza, por ejemplo, la mencin de autores: Propuesta metodolgica: _Propongo una lnea constructivista._ Fundamentacin: _Acuerdo con Emilia Ferreiro y con Ana Mara Kaufman_ (ai2/F48/L). Hay fundamentaciones que se concentran en el alumno:
92
Propuesta metodolgica: _Metodologa constructivista._ Fundamentacin: _Porque permite reconocer al alumno como usuario de la lengua y no busca que el alumno maneje ciertos prerrequisitos para ensearle a leer y escribir. S considera que cada sujeto parte de distintos niveles de hiptesis sobre el leer y el escribir, pero todos comparten el saber usar una lengua_ (ai2/F319/L). Otras, en los diseos curriculares vigentes: Propuesta metodolgica: _Constructivismo._ Fundamentacin: _Si los Diseos Curriculares Provinciales lo proponen, debemos ensearlos. Asimismo los D.C.J. de Profesorado tambin lo exigen_ (ai2/F396/L). Otras fundamentaciones enuncian nociones amplias y difusas:
o
Propuesta metodolgica: _Enfoque psicogentico._ Fundamentacin: _Considero que profesional y cientficamente es el enfoque adecuado_ (ai2/F46/L). Propuesta metodolgica: _La relacionada con el aprendizaje de la conciencia fonolgica._ Fundamentacin: _Porque me parece la ms acertada_ (ai2/F145/L). Varias respuestas hacen alusin a una concepcin sobre el rol del docente como acompaante del proceso de aprendizaje. En otras respuestas que no pertenecen a este perfil veremos que el rol de acompaante aparece en clara oposicin al rol enseante del docente. Esta concepcin aparece asociada a la postura constructivista y es muy interesante este hallazgo en el discurso de los formadores porque habitualmente la confusin entre la mera orientacin y la enseanza se atribuye a un error de comprensin de los maestros por falta de estudio38. Propuesta metodolgica: _Una metodologa basada en la experiencia constructivista._ Fundamentacin: _El docente se erige como acompaante y orientador en el proceso de alfabetizacin. Slo si conoce este proceso pude gestionar avances en el mismo_ (ai2/F389/L). Otro de los problemas tericos que aparecen en estas respuestas es el que establece relaciones de sinonimia entre _psicognesis_ y maduracin del nio39. Propuesta metodolgica: _La psicognesis de la lectoescritura, que respeta los procesos de maduracin intelectual, el aprendizaje con el otro, la apropiacin de la escritura a partir del mtodo descendente, entre otros._ Fundamentacin: _Porque la apropiacin del cdigo (y todo lo que implica ello, como la funcin social de escritura) debe realizarse gradualmente y en forma natural y ldica, y estas nuevas teoras apuntan a ello. El nio aprende a hablar a travs de textos_ (ai2/F519/L). Finalmente podemos decir, suspendiendo momentneamente el anlisis de la propuesta metodolgica en s, que un conjunto amplio de respuestas presenta muy baja coherencia entre las opciones que sostienen y su fundamentacin, como vemos en los siguientes ejemplos:
La oposicin entre guiar y ensear por parte del maestro se encuentra presente tambin en el perfil crtico de Lengua y en el general y crtico de Prctica, con un acento ms marcado que en el ejemplo que presentamos aqu. 39 Esta concepcin no aparece solamente en este perfil. Ms adelante retomaremos el anlisis de este caso.
38
93
Propuesta metodolgica: _Una metodologa eclctica, integral, que atienda a los saberes que el nio en cada situacin trae consigo._ Fundamentacin: _Porque no es bueno encasillarse en una sola metodologa, rgida y estructurada. El nio se debe enfrentar a la lecto-escritura naturalmente, de forma relajada, en situaciones de aprendizajes no forzadas, que atiendan a la mayor cantidad de variantes posibles. Aprender a leer y escribir debe ser algo natural, un proceso de aprendizaje que se vaya dando con alegra, inters, descubrimiento, pasin_ (ai2/F72/L). Propuesta metodolgica: _La teora constructivista de Emilia Ferreiro, el apoyo social de Vigotsky, la presencia de Bachtin (todo gnero discursivo se produce en la esfera de una actividad humana)._ Fundamentacin: _Porque el conocimiento avanza, se modifica a causa del indagar permanente humano. Este indagar es un proceso cognitivo, sostenido por el lenguaje, el cual se genera en sociedad, con el intercambio. Si nosotros los docentes facilitamos una enseanza no reproductiva, sino de interaccin entre el sujeto y el objeto, tendremos no solo personas alfabetizadas sino tambin personas crticas, a las que habremos posibilitado un hbito intelectual de proceso y no de replicacin_ (ai2/ F206/L). Por ltimo, un grupo de respuestas fundamenta que las opciones metodolgicas estn dadas por las caractersticas del alumno y del contexto. La siguiente es un ejemplo en ese sentido: Propuesta metodolgica: _La teora constructivista, aunque no descarto otros mtodos._ Fundamentacin: _Porque depende del grupo (cantidad de alumnos, nivel socio-cultural, infraestructura escolar&_ (ai2/F1006/L). Otra caracterstica digna de mencin es que los docentes manifiestan un bajo compromiso con los diseos curriculares vigentes: solo 4 de los 85 profesores los toman como base, ya sea nica o entre otros elementos, de sus decisiones metodolgicas40. En este sentido, los profesores de Lengua de este perfil (tambin del perfil crtico) manifiestan ms compromisos con el conocimiento producido en foros acadmicos (extranjeros o nacionales) que en la implementacin y seguimiento de diseos que pueden producir cambios o mejoras en los mismos problemas que ellos reconocen en las escuelas de sus zonas, sobre las que tienen opinin formada pero que conocen indirectamente a travs de los comentarios de sus alumnos. El enfoque metodolgico para la alfabetizacin inicial es un problema de relevancia para los formadores porque exige la asuncin de una posicin terica en el campo de la didctica. En las entrevistas de la primera indagacin, aparece como tema recurrente, atravesando no solo las ctedras de Lengua sino tambin los espacios de la Prctica, porque la falta de posicionamiento y precisin metodolgicos en el transcurso de la formacin origina dificultades que se arrastran, recaen sobre los alumnos y terminan siendo evidentes en los ltimos tramos de este trayecto, como veremos de modo detallado en el siguiente captulo. A continuacin, presentamos un fragmento que pone de relieve las relaciones del profesorado con la cuestin metodolgica. El mismo pertenece a un pasaje de la entrevista en el que la docente41 relata cmo empez a contactarse con lecturas de didctica de la lengua cuando asumi como profesora de la ctedra de Lengua II en la formacin para el nivel primario. All hace referencia puntualmente a un grupo de materiales bibliogrficos que encontr en la biblioteca pedaggica entre los que se hallaba _una carpeta de palabra generadora que era para maestros_ y que le pareci _muy interesante, donde haba una mirada dura, una mirada terica_ (ai1/EN/2/9). Pero cuando introdujo ese material en la ctedra comenz a notar ciertos prejuicios de parte de los alumnos y de los profesores.
Estos cuatro profesores pertenecen a ISFD de gestin estatal: dos de la Ciudad Autnoma de Bs. As., uno de la provincia de Mendoza y uno de la provincia de Santiago del Estero. 41 La docente tiene antigedad media en la docencia universitaria y cinco aos de antigedad en las ctedras de Lengua de la formacin para el nivel primario. Tiene ttulo de grado universitario y se encuentra cursando estudios de posgrado.
40
94
Docente: Con respecto a los mtodos, por ejemplo, yo notaba que los estudiantes decan _eso es un mtodo, por lo tanto, no sirve_. Entrevistador: A qu lo atribus? Docente: En cierta medida a la falta de lectura profunda. Porque si uno lea el mtodo, vea que ah haba una base, una teora, y haba una base slida ms all de que ests de acuerdo. Para discutir hay que conocer. Entrevistador: Decs que los opositores eran los estudiantes? Docente: S, s& lo que pasa es que esto viene de la formacin. Entrevistador: De dnde obtienen la informacin para oponerse? Docente: Creo que viene tambin de los docentes de la formacin didctica general, de la pedagoga. Yo le pregunt a una docente qu pasaba con el mtodo... Porque, cuidado, yo aprend con la palabra generadora y sin embargo s escribir mejor que esos chicos. No creo que tenga que ver con el mtodo con el que aprend, creo que los nios de hoy necesitan otra forma... pero quiero decir que no es el mtodo malo o bueno en s mismo, all haba que poder leer eso y saber de qu se trataba... Pero me parece que los estudiantes no eran capaces de hacer esto y que los docentes de formacin didctica coincidan muchsimo y decan que no a los mtodos. (&) Alguna vez me increp una docente de la formacin general: _No les irs a ensear los mtodos! No?_. _S por qu no?_ _le dije. Mis alumnos, por ejemplo, tenan una idea de Ferreiro, que es la de no ensear y no corregir. Yo les deca: distingamos ensear de corregir&Una cosa es poner tachones rojos y otra es reflexionar cmo se escribe (&). Hay que saber de todo, ms all que uno despus tenga que profundizar... (ai1/ EN/2/9). El fragmento anterior muestra adems la crtica de la profesora a los formadores en cuanto a su falta de lectura previa y profunda como requisito para difundir y ensear teoras y fijar posicin respecto de ellas. Tambin es interesante la interpretacin -muy comn en el discurso docente- sobre la calidad del mtodo de enseanza de la lectura a la luz de la calidad del aprendizaje que ha logrado quien lo evala. Una de las caractersticas llamativas de este perfil es que gran parte de los profesores -73 de los 85 que lo integran- tienen o han tenido experiencia como miembros de equipos tcnicos, capacitadores y/o integrantes de equipos de investigacin, como vemos en el siguiente cuadro.
Cuadro N 9: Cantidad de profesores de Lengua de Perfil General con experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, capacitacin docente y/o investigacin
Profesores del Perfil General con experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, capacitacin docente y/o investigacin Gestin Estatal Privada Total Profesores Porcentaje 89,58% 81,08 % 85,88% 43 30 73
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
95
El cruce de los anlisis anteriores con este dato que representa la asuncin de estos roles por parte de los profesores nos invita a pensar que las dificultades analizadas en este perfil acompaan la toma de decisiones en el marco de las tareas de asesoramiento tcnico y de capacitacin docente. En consecuencia, podemos decir que algunos problemas en materia de alfabetizacin inicial -que tambin sabemos presentes entre los maestros de primer ciclo- atraviesan a ambos colectivos docentes. De este modo, resulta conveniente por lo menos discutir a partir de los anlisis anteriores la idea de que los formadores se encuentran en general colectivamente mejor posicionados que los docentes del primer ciclo respecto del problema metodolgico.
96
y cohesin, esas cosas que se dan en el segundo ciclo que no son ms fciles pero que se supone que son ms fciles que las teoras de la alfabetizacin. Si me preguntan qu hara yo, en primer ao pondra todo un ao de reflexin sobre el lenguaje, en el segundo sobre alfabetizacin y en el tercero sobre la literatura. Para ser formadora de profesores de primaria yo necesito tener una especializacin, si s ms de reflexin del lenguaje trabajo en Lengua I, si s ms de alfabetizacin, en la II, y si mi colega sabe ms de literatura, en la III. Si tenemos que pivotear con la literatura nunca terminamos de dar bien nada. A m me pasa eso con la literatura, lo nico que puedo hacer es disfrutar, porque no s de literatura, hay que ser especialista en literatura para dar esa materia. Los institutos tienen que acordar ms, internamente; acordar para no superponernos. Entrevistador: En esta _construccin sintctica_ que plantes para la materia Lengua y su didctica_, dnde queda la didctica? Docente: Son tres materias en una, hay un problema. Lengua I y su didctica, Lengua II (o, por ejemplo, alfabetizacin y ah incluir la didctica); y Literatura y su didctica, otra. Si a m me hubieran dado a elegir no me hubiese anotado en la literatura, pero est todo en un bloque. Pero lo que me salva es que uno lo hace con compromiso, pero eso no te libra la culpa. Ah hay que repensar tambin que no se puede dar tres materias en tres horas de clases (ai1/EN/2/9). La profesora menciona la reflexin sobre el lenguaje, la literatura, la alfabetizacin y la didctica como contenidos que necesariamente tienen que encontrar un equilibrio a partir de acuerdos que articulen los espacios curriculares y los diferentes nfasis en las especializaciones de los profesores para lograr constituir equipos. Asimismo deja entrever la existencia de posturas diferentes dentro de la formacin sobre tres cuestiones interesantes. La primera de ellas retoma una discusin habitual entre los formadores sobre cul de los aprendizajes es ms difcil para un alumno de nivel terciario -generalmente caracterizado desde las instituciones formadoras por la fragilidad de sus saberes previos-: si las teoras sobre la alfabetizacin inicial o las teoras sobre los textos para desarrollar los contenidos del segundo ciclo. Esa respuesta determina la postura con respecto a por dnde conviene empezar en primer ao. La segunda alude tambin a una habitual desconfianza (en el mbito de la formacin docente para primaria pero tambin en la formacin para el Nivel Inicial) de los profesores especialistas en literatura infantil, respecto de los colegas que no lo son, ya que estos ltimos se encuentran permanentemente sospechados de someter la literatura a otros fines que no sean el puro placer. Notemos en este sentido que en la primera respuesta la profesora sostiene que _trabajo mucho en cmo seleccionar un texto literario; trabajo mucho con los criterios para seleccin_, pero ms adelante dice que _con la literatura, lo nico que puedo hacer es disfrutar, porque no s de literatura_, negando el saber (perteneciente al campo de la didctica de la literatura) que ella misma utiliza para abordar la seleccin de textos que es por otra parte un enorme problema inicial que enfrentan los docentes que deciden leer literatura en sus aulas. Un planteo necesario en este punto es si, dado el estado de situacin de la enseanza de la literatura en la etapa de alfabetizacin inicial, es prioritario en los profesorados concentrarnos en los grados de especializacin de los docentes en ese tema. No est de ms aclarar que este planteo parte del reconocimiento de la especificidad del campo de la literatura infantil, de los estudios didcticos sobre la formacin del lector literario y de la necesidad de una formacin slida del profesor en la especialidad. Pero entre los perfiles que estamos analizando se encuentran profesores con alta formacin en estos temas que no proponen a sus alumnos modo alguno para ensear esos contenidos en la escuela o bien lo hacen pero, llegado el momento de la prctica, los alumnos deben aceptar lo que les proponen las escuelas de destino, generalmente marcadas por la casi total ausencia de la literatura en las aulas del primer ciclo. Impulsar estas saludables discusiones dentro del sistema formador implica revisar el posicionamiento de los profesores respecto de las relaciones entre alfabetizacin y literatura, ya que muchos conciben por separado la formacin del lector literario y el proceso de alfabetizacin inicial.
97
En otros trminos, las decisiones sobre la construccin de un espacio curricular que asuma la alfabetizacin como contenido plantean al profesor un conjunto de problemas que requieren discusiones explcitas, sobre las que volveremos en el ltimo captulo.
// Perfil destacado
En este perfil consideramos a aquellos profesores que se encuentran a cargo de ctedras de Lengua y que: " Poseen alguna experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, acciones de capacitacin docente y/o equipos de investigacin. " Tienen una concepcin definida acerca del objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial y criterios explcitos en cuanto a la seleccin de las teoras que lo abordan. " Manifiestan que la alfabetizacin inicial es un contenido explcito de sus proyectos. " Desde sus ctedras proponen una metodologa especfica para ensear a leer y a escribir en los primeros aos. " La seleccin de su propuesta metodolgica para la enseanza tiene una fundamentacin que mantiene la coherencia (objeto, metodologa) y claridad en los argumentos. " Tienen conocimiento y opinin fundamentada sobre los problemas de la formacin docente en alfabetizacin inicial y producen anlisis sobre los mismos. " Conocen estos problemas porque establecen contactos desde la ctedra con las escuelas, con los maestros y los alumnos que realizan prcticas. " Para hacer frente a esos problemas disean e implementan propuestas superadoras. Este grupo est constituido por 10 docentes, de los cuales 8 se desempean en ctedras de Lengua y 2 se desempean simultneamente como profesores de Lengua y Prctica, tanto en ISFD de gestin estatal como privada. El 90% de los docentes que estn incluidos en este perfil manifiesta tener experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, capacitacin docente e investigacin. El grupo contemplado en este perfil est conformado por 9 mujeres y 1 hombre cuyas edades son:
Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los10 futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
98
Cuadro N 11: Antigedad docente de los profesores de Lengua del Perfil Destacado
Antigedad en la docencia Antigedad Menos de 10 aos 10 a 20 aos 21 a 30 aos Ms de 30 aos Total 30% 20% 30% 20% 100% 3 2 3 2 10 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009. Porcentaje
La antigedad en la formacin docente para el Nivel Primario se distribuye en dos subgrupos, uno con menos de 10 aos y el otro entre 10 y 20 aos. Destacamos que cuatro de los docentes (40%) tienen una antigedad localizada entre 2 y 4 aos.
Cuadro N 12: Antigedad en la formacin docente de Nivel Primario de los profesores de Lengua del Perfil Destacado
Antigedad en la formacin docente de nivel primario Antigedad Menos de 10 aos 10 a 20 aos o 21 a 30 aos Ms de 30 aos 100% 5 0 0 Total 50% 50% 5 Porcentaje
10 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Todos tienen ttulo de grado especfico para la ctedra de formacin docente, el 60% de grado universitario mientras que el 40% de grado no universitario. Ninguno de ellos cuenta con ttulo de profesor para la enseanza primaria. De los seis ttulos de grado universitario especficos cinco han sido otorgados por universidades pblicas nacionales y uno, por una universidad privada. Los mismos se detallan a continuacin: " Profesor en Letras " Profesor para la Enseanza Media en Letras " Licenciado/a en Letras
99
" Licenciado/a en Lenguas Modernas y Literatura Los ttulos de grado no universitario especficos fueron otorgados por institutos de formacin docente de gestin estatal y son los siguientes: " Profesor/a en Lengua, Literatura y Latn " Profesor/a en Castellano, Literatura y Latn Cabe destacar que tres de estos docentes estn postitulados, uno de ellos en la Maestra en Ciencias del Lenguaje y dos de ellos han obtenidos posttulos especficos: " Especialista en Literatura Infantil " Posttulo en Lengua y Literatura Adems 4 docentes del grupo estn cursando estudios en la actualidad. Dos de ellos en maestras (Maestra en Didcticas Especficas y Posgrado en Literatura). Los otros dos restantes estudian ingls y Licenciatura en Tecnologa Educativa. En relacin con la formacin en alfabetizacin inicial, los docentes que integran este perfil manifiestan haber aprendido estos contenidos a travs de las opciones que vemos en el siguiente cuadro (recordemos que las opciones no eran excluyentes entre s por lo que aparece ms de una representativa del recorrido formativo de cada profesor):
Cuadro N 13: Formacin en alfabetizacin inicial de los profesores de Lengua del Perfil Destacado
Dnde/cmo aprendi los contenidos de alfabetizacin inicial que ensea en la formacin docente de nivel primario? Cantidad de respuestas A travs del estudio individual En cursos de capacitacin de organismos o instituciones de gestin estatal A travs del estudio grupal En la carrera de grado En cursos de capacitacin de organismos o instituciones de gestin privada En la carrera de posgrado Otros (_ayudante de ctedra_, _alfabetizador de adultos_, _programas del canal Encuentro_ y revista _El Monitor_) 10 9 5 2 2 3 Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Los profesores de este perfil estn totalmente de acuerdo con que la preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir un eje de la prctica docente para el Nivel Primario y el 60% de ellos opina que practicar en los primeros grados es ms difcil que en los grados del segundo ciclo (punto 1). Sin embargo, las opciones referidas a la formacin docente en este sentido (punto 5) estn ms distribuidas ya que solo el 20% manifiesta total desacuerdo con que la didctica del primer ciclo es ms difcil de aprender que la del segundo. Este aspecto es el nico punto del cuadro donde aparece un indeciso.
100
Cuadro N 14: Opiniones de los profesores de Lengua del Perfil General sobre aspectos vinculados en alfabetizacin inicial
Totalmente de Total desacuerdo acuerdo 1. La preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir un eje de la prctica docente para el nivel primario. 2. Los alumnos llegan a la prctica con conocimientos slidos sobre cmo se ensea a leer y escribir.
Parcialmente de acuerdo
Indeciso
10
3. Practicar es ms difcil en los que primeros en los grados grados del segundo ciclo.
6 4
aprendizaje dems la alfabetizacin es la 4. La etapa importante del etapa inicial de 0 a 8 aos. 7 5. Para el futuro maestro, la didctica del primer ciclo es ms difcil de aprender que la didctica del segundo ciclo. 3 6. La propuesta de alfabetizacin inicial debe ser aprendida en las ctedras de Lengua. o
3 3
4 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Resulta interesante destacar que el 60% de los profesores est parcialmente de acuerdo con que la propuesta de alfabetizacin inicial debe ser aprendida en las ctedras de Lengua. Tal como dijimos, todos estos profesores manifiestan que la alfabetizacin es un contenido explcito de sus proyectos y desde sus ctedras proponen una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos, a partir de lo cual, la opcin _parcialmente de acuerdo_ puede significar que la propuesta de alfabetizacin inicial no debe ser enseada exclusivamente en Lengua. Respecto de las propuestas metodolgicas que impulsan desde sus ctedras, las respuestas de los profesores de este perfil son muy diversas: enuncian la _enseanza directa_ (ai2/F20/L), la _metodologa que parte de un texto completo_ (ai2/F245/L, ai2/F467/L), el _mtodo Salgado_ (ai2/F79/L y ai2/F581/L), el _enfoque equilibrado_ (ai2/F449/L), _los aportes de la psicognesis_ (ai2/F159/L), la metodologa de _secuencias didcticas_ (ai2/F136/L), _el enfoque propuesto por Sara Melgar - UNICEF 2007_ (ai2/F401/L), y el trabajo con _mdulos_ de lectura y produccin de textos (ai2/F445/L). Sin embargo, un anlisis ms detallado nos permite descubrir las coincidencias bajo esta superficial diversidad, ya que son propuestas equilibradas en tanto garantizan la presencia de todos los componentes de una situacin de enseanza: consideraciones referidas al alumno (saberes previos, oralidad primaria), al rol del maestro, a la lengua escrita (procesos y prcticas de lectura y escritura, unidades de lectura y escritura), el punto de partida de la propuesta didctica (unidad lingstica inicial del trabajo de lectura y escritura), el posicionamiento del nio en las actividades que se le proponen, la presencia de la conciencia grfica y fonolgica y los aspectos normativos. En todos los casos, con diferentes niveles de explicitacin, estos profesores fundamentan las opciones que toman respaldando gran parte de los elementos enunciados; en algunos casos hacen referencia a los autores y/o la bibliografa, como en los siguientes:
101
_Trabajo con la propuesta de Hugo Salgado De la oralidad a la escritura. Porque es una propuesta didctica interesante para la construccin inicial de la lengua escrita, porque no excluye la identificacin de las funciones sociales de la lengua escrita y privilegia las actividades especficas de construccin del conocimiento sobre el objeto. Todos sabemos que no basta con un ambiente alfabetizador porque si fuera as no habra analfabetos, y que es muy importante la intervencin especfica. Debe haber un fuerte compromiso por parte del docente para apuntar a la comprensin. Les comento a mis estudiantes sobre distintos mtodos. Insisto en que la psicognesis no es un mtodo. Por eso les propongo la lectura de Salgado y de un texto muy interesante de Braslasky La querella de los mtodos en la enseanza de los mtodos de lectura; desde luego trabajamos con textos de Ferreiro, fundamentalmente con La alfabetizacin en proceso y con el CD con los distintos videos_ (ai2/F581/L). _Trabajo con proyectos comunicativos en los que se insertan mdulos de interrogacin de texto y mdulos de enseanza (produccin) de texto como estrategias didcticas. Porque considero que ninguna otra propuesta ha podido superar la metodologa que plantea Josette Jolibert en cuanto a la solidez, pertinencia, actualidad y adecuacin, con que se piensa la formacin de lectores y escritores; los otros planteos son parciales, incoherentes, y siempre en algn punto mecanicistas, meras recetas_ (ai2/F445/L). _He tomado contacto con los libros de Sara Melgar y Marta Zamero Todos pueden aprender y adhiero a la propuesta porque est formulada en secuencias, no es fragmentaria, integra o tiene en cuenta a la literatura infantil. Trabajan con unidades con sentido sin descuidar la conciencia grfica y fonolgica_ (ai2/F20/L).
Otros profesores de este perfil fundamentan brevemente, pero haciendo alusin tanto a los sujetos como a los enfoques sobre el objeto de conocimiento:
_(Propongo) el mtodo Salgado pero revisando los aportes de los otros mtodos, y buscando criterios de adecuacin. Porque me parece una secuencia y metodologa interesante desde la construccin de las conciencias lingsticas, y normativas. Valoriza adems el rol docente y tiene una importante base en el enfoque comunicativo y la adecuacin a la situacin de enunciacin_ (ai2/F79/L).
Dos de las opciones son ms escuetas, no identifican enfoques, autores ni bibliografa, pero manifiestan un posicionamiento muy claro, como vemos en las siguientes repuestas:
_Propongo tomar al texto como punto de partida para proponer actividades de lectura y escritura en proceso. Luego aislar las unidades menores para su anlisis y sistematizacin. Sugerimos que las actividades sean en su mayora grupales. Porque considero que, de acuerdo con los nuevos enfoques, la alfabetizacin debe seguir una marcha analtica y que los saberes y capacidades se adquieren e incorporan
102
en interaccin con los dems_ (ai2/F467/L). _A partir de ciertas capacitaciones recibidas, considero que la metodologa ms adecuada para llevar a cabo este proceso es la que se desarrolla a partir del texto y aplicando las secuencias didcticas. Porque creo que es coherente el desarrollo de los procesos, ya que el texto es unidad lingstica con sentido, por lo tanto comprensible para el alumno. En cambio empezar por la letra le significa al nio poner en juego un alto grado de abstraccin. Si no tiene un cierto grado de estimulacin temprana, ya sea en la escuela o en los jardines de infantes, al alumno le resulta muy difcil_ (ai2/F136/L).
En algunas respuestas (ai2/F245/L, ai2/F401/L y ai2/F136/L) aparece la mencin a la siguiente propuesta metodolgica:
_El enfoque propuesto por Sara Melgar - UNICEF 2007. Porque me parece una propuesta integral y acerca al alumno al texto completo. Por sus fundamentos terico-metodolgicos. Por su propuesta de enseanza para cada uno de los aos del primer ciclo_ (ai2/F401/L).
El enfoque al que hacen referencia estos profesores consiste en una propuesta didctica especficamente dirigida al trabajo con nios que se encuentran en riesgo social y pedaggico, que han fracasado en su primera alfabetizacin repitiendo el primer grado una, dos, tres y ms de tres veces. La propuesta toma decisiones muy puntuales relacionadas con este especial contexto para el que fue concebida, en el marco de la proteccin de los trayectos escolares frente a la posibilidad de fracaso que afecta a gran parte de la infancia en situacin de pobreza. En este sentido, es muy especfica para pensar en una generalizacin a todo tipo de situacin escolar o para presentarla en una ctedra de ISFD como estrategia nica. Sin embargo, la propuesta representa un modelo de intervencin pedaggica sobre una lengua escrita alfabtica como el espaol y, en ese sentido, la base epistemolgica sobre la que descansa garantiza su flexibilidad. Ms all de ello, en relacin con los profesores que manifiestan trabajar con esta propuesta desde sus ctedras, lo interesante es que pertenecen a provincias en las que la misma se est implementando en algunas escuelas, y ello habla del contacto estrecho de estas ctedras con las instituciones de la zona del ISFD. En este sentido, los profesores de este perfil sostienen opiniones tambin diversas acerca del funcionamiento de la alfabetizacin inicial, pero en general sealan aspectos tan numerosos como especficos del proceso: desactualizacin metodolgica, falta de trabajo a partir de unidades con sentido, la oralidad primaria como obstculo, falta de articulacin entre otras cuestiones, como vemos en las siguientes citas:
_Los docentes de la zona usan mtodos diferentes (a veces en una misma institucin conviven). Existe mucha distancia entre el discurso de la casa y el de la escuela. Se postula que la diversidad lingstica es un obstculo para la alfabetizacin. No se trabaja con unidades de sentido. Hay dificultades para disear estrategias bsicas que permitan desarrollar la oralidad, la lectura y la escritura. Se lee y se escribe sin sentido, sin aprovechar las oportunidades que la escuela o la comunidad ofrecen en las diferentes situaciones cotidianas. Existe una suerte de determinismo que hace que los docentes atribuyan a cuestiones extraas al proceso de enseanza los fracasos en los aprendizajes de los alumnos_ (ai2/ F449/L). _En general se privilegia la enseanza de unidades sin significado. En la mayora de los casos se parte de las vocales y luego de las consonantes s, p, m, t, formando slabas y finalmente palabras. Todo se hace con copia, repeticin y dictado. Se ofrece a los nios las frases alfabetizadoras tradicionales para que copien, repitan y lean (sonoricen). He visto muy pocas propuestas de escritura autnoma (escribo solito o escribo como puedo) y escassima lectura de cuentos y poesas, salvo las coplas para las efemrides. Hay una ruptura entre el nivel inicial y el 1 grado_ (ai2/F20/L).
103
_Creo que en la actualidad muchos docentes estn desorientados y no saben muy bien hacia dnde deben dirigirse. Muchos desconocen cul es el enfoque que sustenta sus prcticas docentes. Muchos maestros que aprendieron durante su formacin tal o cual mtodo, lo siguen haciendo convencidos de su efectividad, sin percibir, en consecuencia, la necesidad de revisar la teora de aprendizaje subyacente a esas prcticas. Otros, conocieron las investigaciones de Emilia Ferreiro y Ana Teberosky y, seguros de su eficacia, intentan aplicarlo en su trabajo (confundiendo una investigacin psicogentica con un mtodo de enseanza). Otros educadores siguen buscando el mtodo que les resulte apropiado, y mientras tanto combinan varios. Algunos no tienen la libertad de elegir y deben ajustarse a lo decidido por la supervisora o la directora de la escuela. Y otros tantos intentan mejorar y crecer cada da como educador y como ser humano, estudiando, reflexionando sobre su labor y, sobre todo, valorando su profesin. Sin embargo, no debemos reducir el anlisis de la alfabetizacin inicial mirando slo al docente. No debemos olvidar que la alfabetizacin se encuentra inserta en un contexto determinado y no aislada de la sociedad y el entorno poltico, econmico y social. Por lo tanto, la situacin de la educacin en los primeros aos de la escolaridad bsica es responsabilidad de todos los involucrados: docentes, directivos, supervisores, familia, gobierno, sociedad en general. Y a cada uno le compete una misin especfica. Hoy en da se observan muchos progresos: menos desercin, repitencia, mejor formacin en los educandos. Sin embargo, an queda un largo sendero por recorrer y mejorar_ (ai2/F159/L). _Lamentablemente, los estudiantes vienen espantados porque lo que ven la mayora de las veces nada tiene que ver con lo que trabajamos. En general, aunque parezca mentira, todava hay docentes que les hacen picar papelitos sobre una letra, presentar una letra, hacer montaitas, viboritas. Desde luego, hay casos que no son as pero son menos frecuentes_ (ai2/F581/L).
La siguiente opinin pone en juego un conjunto de problemas frente a los cuales nos interesa destacar dos posicionamientos del docente: por un lado el conocimiento de documentos curriculares de Nivel Primario como parmetro para la interpretacin (este conocimiento es poco frecuente en los formadores) y, por otro, la interpretacin de la alfabetizacin como continuum:
_Nunca hemos estado peor que en este momento. Aun cuando la bibliografa oficial que circula en las instituciones es actualizada (lase NAPs por ejemplo), pertinente, clara, seria, en la actualidad la alfabetizacin inicial atraviesa una crisis inenarrable. El discurso verbalizado y la praxis real se han divorciado en grado extremo. Recibir alumnos en el 3er. ciclo que no manejan cuestiones bsicas como la forma de las letras, la utilizacin de mayscula, el uso de grupos consonnticos como bl/br, da una pista del grado nulo de apropiacin de aspectos elementales del cdigo que son labor indiscutible del primer ciclo. La etapa de los aprendizajes fundamentales se ha extendido de los 5 a 8 aos, a toda la escolaridad, aun el Nivel Superior, en el cual se da el ingreso de una mayora absoluta de alumnos en condiciones de analfabetismo funcional_ (ai2/F445/L).
Es muy relevante el anlisis que hace el profesor al interpretar la fragilidad de la alfabetizacin de sus alumnos de tercer ciclo y de la formacin docente como parte de un proceso que comienza en la falta de dominio del sistema alfabtico que debera estabilizarse (en los aspectos bsicos que menciona el docente) en el primer ciclo. Este es un excelente posicionamiento para la formacin, puesto que en el Nivel Superior efectivamente los alumnos manifiestan errores y problemas relacionados con la alfabetizacin inicial, que necesariamente deben ser asumidos para lograr avances en los contenidos de la alfabetizacin acadmica propia de los estudios superiores. Los profesores de este perfil no escapan a los rasgos generales de los docentes de la muestra en cuanto a la fundamentacin de sus opiniones respecto del funcionamiento de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria, ya que las mismas se basan en la observacin directa en el transcurso de visitas a las escuelas o en instancias de capacitacin (contacto con docentes, observacin de cuadernos) y en
104
testimonios orales de estudiantes del profesorado. Por otra parte, los formadores incluidos en este perfil se destacan entre otros aspectos por la coherencia de sus decisiones y porque muestran, en todas sus respuestas, procesos reflexivos sobre su propia prctica y sobre la formacin docente. En su discurso, hacen referencia a problemas del campo de la alfabetizacin inicial frente a los cuales buscan, disean e implementan propuestas superadoras. Se trata de docentes ubicados en dos grupos de diferente antigedad: menos de 10 aos y de 10 a 20 aos. Este ltimo est constituido por aquellos docentes de mayor antigedad a travs de cuyos testimonios podemos apreciar trayectorias que acompaan los procesos de cambios educativos en nuestro pas. A este grupo pertenece la entrevista que presentamos, por su extensin, en el Anexo N 2. La docente entrevistada, al responder sobre su propia formacin para hacer frente a los desafos de las ctedras de Lengua, presenta su evolucin utilizando la metfora de la bisagra para marcar fases o etapas en su propio recorrido. La profesora (ai1/ISFD/1/2) establece tres etapas claramente diferenciadas entre s aunque en su discurso no propone ninguna bisagra entre la primera y la segunda. La primera etapa se caracteriza por la presencia de mtodos (de palabras generadoras y global), por la sensacin de tranquilidad y de seguridad desde las ctedras de Lengua y por fuertes acuerdos o sintona en los modos de intervencin propuestos por el ISFD y por las escuelas de prctica. La segunda etapa corresponde a la difusin de las investigaciones psicogenticas y en su discurso aparece caracterizada por falta de precisin metodolgica, por la aparicin de experiencias _maravillosas_ en las escuelas pero menos masivas que las anteriores, y porque los alumnos del profesorado leen los mismos materiales que los profesores formadores estn comenzando a leer. _Revolucin_, _caos_, _deslumbramiento_ y _novedad_ aparecen como caractersticas ligadas a esta etapa, as como el trabajo de los docentes sin marco terico y la prdida de la armona entre el ISFD y las escuelas. La tercera etapa muestra el desplazamiento del foco desde el sujeto del aprendizaje al objeto de enseanza: la lengua, los textos, el sistema de escritura y el consecuente surgimiento de una propuesta didctica ms concreta. Discursivamente esta etapa est caracterizada por la presencia de las palabras _ensear_ y _enseanza_. Se presenta, adems, asociada a la aparicin de modelos de secuencias didcticas para los alumnos en el aula del profesorado. La docente entrevistada no plantea una cuarta etapa, pero el anlisis nos permite descubrir una gradacin al interior de la tercera. En un primer momento se presenta muy relacionada con decisiones de poltica educativa provincial y caracterizada por la profundizacin de la intervencin docente en aspectos puntuales de la didctica de la lengua, por el acompaamiento de capacitacin y materiales con presencia masiva y simultnea en los ISFD y en las escuelas. En un segundo momento (_hace dos o tres aos_), se profundiza la decisin de especificar aun ms la intervencin docente y profundizar la recuperacin del lugar enseante del maestro. Por su parte, otro grupo de profesores, los que tienen una antigedad menor a 10 aos, pertenece a una generacin que no conoce la escuela primaria a partir de su propia formacin ni tiene prctica directa en ella. El conocimiento que tienen proviene de recursos con los que compensan esta falta de formacin y/o experiencia en el nivel para el que forman y, en ese sentido, los perfiles destacados se caracterizan por una planificacin intencional de ingreso y contacto con la escuela primaria. En el siguiente fragmento, presentamos parte de un relato sobre ese proceso: Entrevistador: Cundo tomaste contacto directo con la escuela primaria interesndote por la relacin entre esta y la formacin docente? Docente: En algn momento, har dos o tres aos atrs, me pareci que haba un divorcio entre lo nosotras ensebamos en el profesorado y lo que realmente pasaba en las aulas. Me pareca que esto no tena nada que ver con aquello. Pens cmo podamos juntarlos, cmo hacer que la formacin docente sea realmente efectiva y que realmente estemos formando maestros que sean verdaderamente docentes y que sean alfabetizadores, que tengan capacidad para trabajar con los chicos y que formen, eduquen a esas personas (&). Esa capacitacin, adems de formar a los docentes y de abrir la posibilidad de otra metodologa, nos permiti ablandarnos, conocer, probar, sacar prejuicios (&). En cuanto a las personas, reconocer el
105
trabajo del otro, que te puedan consultar, que vos puedas decir _puedo pasar a tu grado y ver los cuadernos de los nenes_, plantea otra relacin. Entrevistador: En este proceso, cul de los niveles fue el ms permeable? A cul le cost ms, a cul menos, o estuvieron en la misma sintona? Docente: La E.G.B., ellos sintieron que las invadamos: _stas vienen a ensearnos cosas que ya sabemos_. Tuvo mucho que ver la actitud con la que nosotras fuimos. Les dijimos: _chicas, nosotras queremos aprender, queremos saber que estn haciendo Uds. para mejorar, queremos tambin indagar qu estn haciendo Uds., pero ver qu podemos hacer nosotras desde nuestras ctedras y adems para ver qu maestros estamos formando_ (ai1/EN/4/16). Estos profesores proponen la concurrencia de los alumnos a las escuelas desde el primer ao: Entrevistador: Cmo desde una ctedra se advierten los problemas que hay en alfabetizacin en las escuelas del medio? Docente: Yendo a la escuela. Teniendo un contacto real con la escuela. Un contacto virtual sera lo que dicen los libros que estn bien descriptos por los autores& pero lo real es llegar desde el primer ao a las escuelas, y a lo largo de toda la carrera. Que el futuro maestro pueda tener una visin en general y en particular de todas las problemticas, ya sea sociales, institucionales y de alfabetizacin que existen en las escuelas. Y que no solamente tengan que ver con las escuelas del centro. Analizar qu escuelas elegimos, para que nuestros alumnos puedan observar. Teniendo un contacto permanente con las escuelas podemos obtener esos elementos que nos permitan ver realmente cules son las dificultades sobre las que los alumnos tendrn que estar formados para resolver estas situaciones (ai1/U/1/20). La reflexin que hacen los profesores sobre su propia formacin les ha permitido establecer prioridades y consolidar nuevas alternativas frente a viejos problemas. Algunas de ellas son similares entre s porque se basan en la misma interpretacin terica del problema y por lo tanto engendran en la prctica iniciativas similares. Entre los problemas comunes priorizados por los profesores de este perfil, se encuentra uno que comparten con el resto de los perfiles: las deficiencias en la comprensin lectora y escrita de los aspirantes a la docencia. El segundo problema que se plantean es la relacin del ISFD y las escuelas de prctica en los perodos de prctica y residencia de los alumnos. Este problema adquiere mayor relevancia que el primero pero mantiene una fuerte conexin con l ya que, como hemos visto, la interpretacin que domina los planteos es que los alumnos del profesorado son en s mismos el resultado de una alfabetizacin inicial y avanzada deficiente. En el marco de este segundo problema se plantea la propuesta metodolgica para la enseanza presente en las escuelas y el divorcio con las que pretende implementar el ISFD. Por eso, en la resolucin de este problema, la propuesta implementada por los docentes entrevistados es la de ateneos de formacin autogestionados que tienen como destinatarios al equipo docente formador y se concreta en sesiones de trabajo con docentes de las escuelas de prctica y profesores de ISFD. En esta misma lnea, algunos profesores de este perfil realizan visitas a escuelas para el desarrollo de orientaciones didcticas con los docentes que reciben a los alumnos practicantes. En el Anexo 2 se exponen dos de estas propuestas superadoras desarrolladas por profesores de Lengua que no trabajan solos sino que, por el contrario, trabajan en equipos con profesores de otras materias de la carrera, en particular con el equipo de Prctica, y cuentan con la gestin, respaldo y compromiso del equipo directivo. Ambas propuestas pertenecen a escuelas normales de localidades del interior de distintas provincias.
106
//Perfil crtico
En este perfil consideramos a aquellos profesores que se encuentran a cargo de ctedras de Lengua y que: " Al ser consultados sobre el objeto de conocimiento de la alfabetizacin inicial no brindan respuesta o demuestran poseer una concepcin errnea acerca del mismo. " Manifiestan no proponer una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos o muestran en sus respuestas el desconocimiento de la cuestin metodolgica, que analizaremos posteriormente en modo detallado. Son en total 33 profesores, de los cuales 31 se desempean en ctedras de Lengua y 2 lo hacen simultneamente como profesores de Lengua y Prctica; el 73 perteneces a ISFD de gestin estatal y el 27 a la gestin privada: Resulta especialmente llamativo el hecho de que un porcentaje muy alto de los docentes de este grupo (84,85%) manifiesta poseer experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, capacitacin docente y/o investigacin: Este grupo est formado por 28 mujeres y 5 varones, con un espectro amplio de edades que van desde los 29 a 62 aos, segn la siguiente distribucin: Cuadro N 15: Cuadro N 15: Sexo y edad de los profesores de Lengua de Perfil Crtico
Edades Menos de 30 aos 30 a 40 aos 41 a 50 aos Ms de 50 aos 2 4 12 10 2 1 2 2 6 13 12 Hombres MujeresTotal Porcentaje 6,06% 18,19% 39,39% 36,36% 100%
28formacin en alfabetizacin Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La inicial de los 33 futuros docentes_. Ministerio de 5 Educacin - INFD, 2009.
107
En lo que respecta a la antigedad, observamos que un porcentaje superior al 54% posee ms de 20 aos de antigedad total en la docencia: Cuadro N 16: Antigedad docente de los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Antigedad total en la docencia Antigedad Menos de 10 aos 10 a 20 aos 21 a 30 aos Ms de 30 aos 4 8 13 3 Hombres Mujeres Total Porcentaje 1 2 2 5 10 15 3 15,15% 30,30% 45,46% 9,09% 100% Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La futuros docentes_. Ministerio de 28 formacin en alfabetizacin inicial de los33 Educacin - INFD, 2009.
Sin embargo, observamos tambin que la mayora de los docentes de este grupo poseen una baja antigedad en la formacin docente de nivel primario: Cuadro N 17: Antigedad en la formacin docente de Nivel Primario de los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Antigedad en la formacin docente de nivel primario Antigedad Menos de 10 aos 10 a 20 aos 21 a 30 aos Hombres Mujeres Total 17 7 4 3 Porcentaje 2 19 10 4 33 57,58% 30,30% 12,12% 100% Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
En este punto, quisiramos indicar tambin que 14 docentes (un 42,42% de los docentes que integran el perfil) no superan los 5 aos de antigedad en la formacin de maestros, lo que constituye un rasgo significativo del grupo y merece una atencin especial. Sin embargo, y como veremos ms adelante, estos docentes no identifican la escasa experiencia en el nivel como un factor que puede obstaculizar sus prcticas. Por otra parte, en lo que a titulacin respecta y considerando el mayor ttulo de base alcanzado, observamos la siguiente situacin:
108
Ttulo de grado universitario especfico Ttulo de grado no universitario especfico o Ttulo de maestro Ttulo de grado universitario especfico y ttulo de maestro Ttulo de grado no universitario especfico y ttulo de maestro
o Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Los ttulos de grado universitario especficos que aparecen en este grupo han sido otorgados tanto por universidades pblicas como privadas de nuestro pas, y son los siguientes: " Profesor/a y/o Licenciado/a en Letras " Profesor/a en Lengua y Literatura Castellana " Profesora en Castellano y Literatura " Profesor/a de Enseanza Superior en Castellano, Literatura y Latn " Licenciado/a en Didctica de la Lengua y la Literatura " Licenciado/a en Enseanza de la Lengua y la Comunicacin. Por su parte, son de grado no universitario especfico los siguientes ttulos, otorgados por ISFD e institutos privados: " Profesor/a en Lengua y Literatura " Profesor/a de Lengua y Literatura Castellana " Profesor/a de Castellano y Literatura " Profesor/a de Castellano, Literatura y Latn " Profesor/a de Castellano, Literatura e Historia " Profesor/a de Ciencias del Lenguaje y la Comunicacin " Profesor/a de Lengua y Literatura y Comunicacin Social " Profesor del 3 ciclo de la EGB y Polimodal en Lengua Los 6 docentes de este grupo que poseen ttulo de maestro se han formado en ISFD, escuelas o colegios, y han recibido alguno de los siguientes ttulos: " Maestro/a Normal Superior " Maestro/a Normal Nacional " Profesor/a en/para Enseanza Primaria Cabe destacar, adems, que en este grupo encontramos a 5 personas que poseen estudios de posgrado (especializaciones y maestras) no especficas al rea de desempeo, segn el siguiente detalle: " Especializacin en docencia universitaria, " Especializacin en Gestin Directiva,
109
" Maestra en Metodologa y tecnologa de la formacin en red42, " Maestra en Polticas y Gestin Cultural. Asimismo, 2 docentes poseen posttulos especficos (Diplomatura en Lectura, Escritura y Educacin) y 3 posttulos no especficos (Posgrado en Constructivismo y Educacin, Curso de especializacin en Conduccin Educativa, Actualizacin acadmica para profesores de profesorados). En lo que respecta a la formacin recibida, los docentes que integran este perfil manifiestan que han aprendido los contenidos de alfabetizacin inicial fundamentalmente en cursos de capacitacin de organismos o instituciones de gestin estatal y a travs del estudio grupal. Dado que estas opciones no eran autoexcluyentes, los docentes indicaron todas las alternativas que correspondan a sus recorridos de formacin en alfabetizacin inicial: Cuadro N 19: Formacin en alfabetizacin inicial de los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Dnde/cmo aprendi los contenidos de alfabetizacin inicial que ensea en la formacin docente de nivel primario? Cantidad de respuestas A travs del estudio grupal En cursos de capacitacin de organismos o instituciones de gestin estatal A travs del estudio individual En la carrera de grado En cursos de capacitacin de organismos o instituciones de gestin privada En la carrera de posgrado 27 23 14 11 10 5
Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Asimismo, 4 de los docentes de este perfil mencionan como relevantes para el aprendizaje de estos contenidos el trabajo compartido con docentes en actividad en el Nivel Primario y 2 de ellos la observacin de clases en el nivel. Finalmente, uno de los docentes menciona como relevante el diseo de capacitaciones para el nivel y la lectura de documentos curriculares. Por otra parte, se observa un marcado acuerdo entre los docentes de este perfil en cuanto a que la preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir un eje de la prctica docente para el nivel primario, en tanto se presentan opiniones divergentes en otros aspectos relevantes vinculados con la formacin en alfabetizacin inicial, como se puede observar en el siguiente cuadro:
42
110
Cuadro N 20: Opiniones de los profesores de Lengua del Perfil Crtico sobre aspectos vinculados en alfabetizacin inicial
Totalmente de Total desacuerdo acuerdo 1) La preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir un eje de la prctica docente para el nivel primario. 2) Los alumnos llegan a la prctica con conocimientos slidos sobre cmo se ensea a leer y escribir.
Parcialmente de acuerdo
Indeciso
32
3) Practicar ms difcil en que los primeros en los grados grados deles segundo ciclo. o aprendizaje de la alfabetizacin es la 4) La etapa ms importante del etapa inicial de 0 a 8 aos. 5) Para el futuro maestro, la didctica del primer ciclo es ms difcil de aprender que la didctica del segundo ciclo. 6) La propuesta de alfabetizacin inicial debe ser aprendida en las ctedras de Lengua.
11
16 21
21
12
6 9 16
8 13 18
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009. 2
En lo que respecta al punto 2, los docentes parecen coincidir en que los alumnos llegan a la prctica con conocimientos ms o menos slidos de cmo se ensea a leer y escribir, sin embargo, y como veremos posteriormente, estos mismos docentes identificarn diferentes aspectos vinculados a los alumnos (insuficientes conocimientos previos, dificultades de comprensin y/o expresin, motivaciones para hacer la carrera, etc.) como obstculos para desarrollar los contenidos de alfabetizacin inicial en sus ctedras. Por otra parte, el diagnstico general de los docentes entrevistados en ambas indagaciones difiere notoriamente en este punto, dado que enfatizan que los alumnos llegan a las prcticas con conocimientos fragmentarios e insuficientes en torno a la alfabetizacin inicial. En lo que respecta al punto 4, la existencia de un importante nmero de respuestas que manifiestan solo un acuerdo parcial ante la afirmacin de que la etapa ms importante del aprendizaje de la alfabetizacin es la inicial, deja pendiente una pregunta respecto de cul ser para estos docentes la fase ms importante del proceso alfabetizador y en qu argumentos sostienen dicha postura. Finalmente, el punto 6 merece un llamado de atencin dado que estamos ante un importante nmero de docentes de espacios curriculares de Lengua (60,61% de los docentes incluidos en este perfil) que afirman no estar totalmente de acuerdo con que la propuesta de alfabetizacin inicial deba ser aprendida en sus ctedras. Esta situacin resulta doblemente llamativa, porque contrasta con el hecho de que 23 docentes de este perfil (69,70%) manifiestan poseer a la alfabetizacin inicial como contenido explcito de sus programas. En otro punto, al consultar a los profesores de este perfil sobre los tres aspectos que obstaculizan el desarrollo de sus materias, nos encontramos con 4 docentes que no reconocen obstculos, en tanto el resto identifica diferentes factores fundamentalmente vinculados al alumno y a la ctedra o al plan de estudios de la carrera:
111
Cuadro N 21: Obstculos para el desarrollo de las materias para los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Totales
Se
Obstculos vinculados al alumno - Dificultades de comprensin y/o expresin de los alumnos: 17 - Insuficientes conocimientos previos de los alumnos: 6 - Otros aspectos vinculados al perfil de los alumnos (nivel socioeconmico, tiempo destinado al estudio, motivaciones para hacer la carrera, etc.) :21 Obstculos vinculados a la ctedra o plan de estudios - Tiempo insuciente: 14 - Diseo de la carrera o de ciertos espacios curriculares : 6 - Elevado nmero de alumnos: 4
44
24
Obstculos vinculados a la falta de recursos - Falta de bibliografa: 5 - Falta de recursos materiales y/o de infraestructura adecuada: 1
Obstculos vinculados a la formacin docente - Capacitacin y/o experiencia insuciente de los docentes _ 6
Obstculos vinculados a la prctica docente - Deciente articulacin interctedras: 4 - Dicultades de articulacin teora/prctica por parte de los docentes: 1 Obstculos vinculados a las prcticas escolares, a experiencias previas o a dificultades de articulacin escuela/ISFD - Prcticas presentes en las escuelas o experiencias vinculadas a modelos tradicionales de alfabetizacin: 1 - Dicultades de articulacin con escuelas y/u otras instituciones: 1 No reconocen obstculos
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009. 4
En lo que respecta especficamente a los obstculos para desarrollar los contenidos de alfabetizacin inicial, solo 18 de los 33 docentes de este perfil manifiestan tenerlos e identifican los siguientes:
112
Cuadro N 22: Obstculos para el desarrollo de los contenidos de la alfabetizacin inicial para los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Totales
Obstculos vinculados al alumno - Dicultades de comprensin y/o expresin de los alumnos: 4 - Otros aspectos vinculados al perl de los alumnos (nivel socioeconmico, tiempo destinado al estudio, motivaciones para hacer la carrera, etc.): 4 - Insucientes conocimientos previos de los alumnos: 2 Obstculos vinculados a la ctedra o plan de estudios - Tiempo insuciente:5 - Diseo de la carrera o de ciertos espacios curriculares: 1 Obstculos vinculados a la falta de recursos - Falta de bibliografa: 5
10
Obstculos vinculados a la prctica docente - Dicultades de articulacin teora/prctica: 3 - Falta de profundizacin en la temtica: 1
Obstculos vinculados a las prcticas escolares o a experiencias previas - Prcticas presentes en las escuelas o experiencias vinculadas a modelos tradicionales de alfabetizacin: 2
No reconocen obstculos
15
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Si comparamos la informacin de ambos cuadros, podemos afirmar que los obstculos que los docentes encuentran en la enseanza de los contenidos de la alfabetizacin inicial son generales y por lo tanto compartidos con los obstculos que se pueden encontrar para ensear otros contenidos y materias. Entendemos que esto es as porque no existe, por parte de estos profesores, un nivel de anlisis pormenorizado del aprendizaje de este contenido especfico. De hecho, uno de los mayores obstculos que, si logra diagnosticarlo, el formador enfrenta en la enseanza de la alfabetizacin inicial es las concepciones que los alumnos tienen sobre la lectura y su aprendizaje, que perciben y explican como un conocimiento natural y simple, que consiste solamente en hacer corresponder letras con sonidos y representa una continuidad con la adquisicin de la lengua oral. Este saber no cientfico que experimenta habitualmente todo sujeto alfabetizado sobre su propio conocimiento una vez que ha logrado su dominio, es una sensacin comn que tambin se encuentra presente en los estudiantes y constituye un obstculo de enorme relevancia en su formacin como alfabetizador ya que debemos ensearle a mirar este proceso desde una perspectiva cientfica, para lo cual es imprescindible una descentracin metacognitiva que le permita comprender en profundidad la visin de un nio analfabeto, las diferencias entre la lengua oral y la escrita, la enorme complejidad del sofisticado sistema alfabtico que empleamos y la inexistencia de un paso natural entre una lengua y otra. El abordaje didctico de este ncleo duro de saber previo del alumno, en la actual coyuntura, es ms difcil porque estas concepciones tambin estn sostenidas por numerosos docentes de escuelas
113
primarias y por otros formadores dentro de la carrera; contexto adverso que hace todava ms complicada la tarea. Si el trabajo sobre estas representaciones fuera conceptualizado como central en la formacin del alfabetizador, tendra obviamente prioridad frente a cualquier otro obstculo, como por ejemplo la condicin socioeconmica del alumno. Sin embargo, esto no sucede porque, como dijimos, el anlisis desde la formacin no es suficientemente detallado en estos aspectos o bien porque los profesores no encuentran estas representaciones de los alumnos como incompatibles con la propuesta que se hace desde la ctedra. Resultan tambin relevantes las opiniones que los docentes brindan sobre el funcionamiento de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria y, en este punto, observamos mayormente la existencia de acuerdos entre los 30 docentes del perfil, manifestada en su opinin al respecto43, dado que realizan un diagnstico negativo sobre dicha situacin:
Cuadro N 23: Estado de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria segn los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Funcionamiento de la alfabetizacin inicial Mal, en forma deficiente, precaria, catica. Convivencia/mezcla de mtodos/enfoques/teoras, prevalencia de 5 mtodos tradicionales, de enfoques desactualizados. A cargo de docentes desactualizados/con concepciones errneas/ poco reflexivos/ que trabajan en lneas opuestas a la capacitacin y formacin del ISFD. 4 De modo heterogneo, diverso, asistemtico, con discontinuidad, depende de las instituciones y maestros. De modo homogneo, estereotipado, mediante mtodos/prcticas que no tienen en cuenta la diversidad/ la situacin de3 los nios/el contexto. A partir de interpretaciones errneas del constructivismo/ sin adhesin al constructivismo. 3 Produciendo dficit en los aprendizajes de los alumnos. 1 Con enfoque constructivista/ prcticas de interaccin/respeto por las diferencias/tendencia definida/abordaje 1actualizado/a partir del nombre propio/Programa Todos pueden Aprender. No se da respuesta coherente / No quiere emitir opinin / No tiene opinin 2 formada. 6,66% Cantidad 6 Porcentaje
16,67%
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Estas evaluaciones se sustentan fundamentalmente en testimonios orales, en tanto que 5 docentes omiten mencionar en qu basan sus opiniones para el diagnstico que realizan.
Los restantes 3 docentes manifiestan que no poseen opinin sobre la temtica o directamente no responden a este punto de la encuesta.
43
114
Cuadro N 24: Fundamentos de la opinin sobre el estado de la alfabetizacin inicial en la escuela primaria segn los profesores de Lengua del Perfil Crtico
En qu basa su opinin?
Totales
En testimonios orales: conversacin con padres, maestros, alumnos practicantes y en experiencias relacionadas con la formacin docente en el rea de la residencia y prctica; visita a escuelas primarias, preparacin de clases y conduccin de prcticas en escuelas y anlisis de recursos didcticos (planicaciones, carpetas, cuadernos). En el desarrollo profesional personal: a travs de lo experimentado como docente de primaria o de la formacin, capacitacin docente, funciones tcnicas en ministerios, coordinacin de niveles de la enseanza. En los resultados de los aprendizajes de los alumnos. En estadsticas, en lecturas e investigaciones sobre el tema.
11
6 6 2
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
En este punto, resulta destacable el hecho de que solo dos docentes mencionen como fuentes de sus diagnsticos la lectura de estadsticas y/o investigaciones sobre la temtica, lo que nos advierte que estos documentos parecen no actuar como elementos significativos para fundamentar las opiniones vertidas sobre la situacin de la alfabetizacin inicial y, por ello, podran no estar presentes en la formacin de los futuros docentes, al interior de las propias ctedras. Finalmente, y vinculado a este ltimo punto, consultados estos profesores sobre la bibliografa obligatoria recomendada a sus alumnos en relacin con la alfabetizacin inicial, solo 24 de los 33 completan el tem, en tanto que apenas 18 (el 54,55% de los encuestados pertenecientes a este perfil) logran referir mnimamente ttulos y autores. El resto de los docentes refieren materiales de modo impreciso, solo mencionan autores o ttulo sin autor. Resulta llamativo tambin el hecho de que algunas de las referencias incluyen nombres mal escritos de autores ampliamente reconocidos (ej.: Brascasqui, Taberosky, Cassani)44. Tal como indicamos previamente, uno de los criterios para incluir a los profesores en este perfil fue la ausencia de respuestas al tem sobre cul es el objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial o la presencia de concepciones errneas o inespecficas en ese tem de la encuesta, lo cual evidencia respectivamente la ausencia de posicin asumida o la falta de claridad necesaria en un aspecto central de la formacin para el nivel primario.
44
115
Bajo estos lineamientos, para este grupo podemos identificar una alta dispersin de respuestas que pueden agruparse en torno a diferentes objetos, como vemos en el siguiente cuadro:
Cuadro N 25: Objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin segn los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Cantidad de respuestas Objetivos Lengua oral y escrita Lectoescritura El cdigo, el sistema, la correspondencia fonema-grafema Lenguajes Lectura y escritura Habilidades Concepciones psicologistas Lengua Lengua escrita El texto, la produccin de textos 5 4 4 4 4 3 2 2 1 1 Se
1 Otros objetos no lingsticos Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009. 1
Algunas respuestas interpretan el trmino _objeto_ de la pregunta como _objetivo_ y responden en consecuencia:
Proporcionar al futuro docente un marco terico que le permita construir una propuesta metodolgicadidctica para su enseanza y aprendizaje en funcin de la poblacin escolar a atender. Brindar espacios de lectura, anlisis y reflexin orientados a esclarecer los nuevos planteamientos curriculares para el rea Lengua, especficamente, la alfabetizacin inicial (ai2/F346/L).
Cuatro respuestas presentan el error de considerar que la lengua escrita y la oral son una sola lengua.
Adquisicin de la lengua oral y escrita (ai2/F224/L, ai2/F225/L y ai2/F226/L). La lengua oral y escrita concebida como un proceso que se inicia con los primeros balbuceos del beb y atraviesa toda la vida; su dominio prctico en el marco de situaciones reales (ai2/F578/L).
En esta ltima respuesta se entiende que la lengua oral y la escrita se inscriben en un proceso nico de conocimiento. Al respecto, conviene subrayar que si bien la lengua oral es el saber previo ms importante con el que se acerca un nio al aprendizaje de la lengua escrita esto no significa de ninguna manera que esa competencia lingstica, oral, materna, universal, sumamente potente para la comunicacin, la expresin y el conocimiento del mundo se contine en el aprendizaje de la lengua escrita, que tiene otra naturaleza e implica procesos y prcticas absolutamente diferentes, como hemos visto en el primer captulo. El aprendizaje de la lengua escrita no se inscribe entre los procesos de desarrollo
116
biolgico, ni aparece espontneamente a determinada edad como el balbuceo. En algunas las respuestas tambin aparecen objetos no lingsticos, tales como los siguientes: " El nio y sus posibilidades de aprender (ai2/F312/L). " La fundamentacin terica y prctica de este proceso (ai2/F1002/L).
o
Algunas respuestas hacen referencia a los lenguajes en sentido amplio y no diferencian el concepto de _lenguaje_ del de _lengua_.
Llegar a identificar cdigos de diferentes lenguajes y reconocerlos como diversas formas de comunicacin (ai2/F93/L).
Otras respuestas a este tem son poco claras en su relacin con el objeto de conocimiento de la alfabetizacin inicial:
La prctica del lenguaje; conocer las posibilidades riqusimas del manejo del lenguaje; la comunicacin, que slo si el docente domina el objeto de los campos del lenguaje es posible de emplearlos para lograr que el sujeto sea un ser pleno para expresarse con la palabra y para entender la de los dems (ai2/ F300/L). La apropiacin de los procesos cognitivos, metacognitivos y socioculturales que le permitan al sujeto construir sentidos. Es decir, convertirse en un ciudadano capaz de leer y escribir la realidad (ai2/F292/L). Contenidos en accin: los mismos son trabajados a nivel de accin del lenguaje contenidos como objeto de reflexin del lenguaje contenidos a su vez como objeto de sistematizacin del lenguaje (ai2/F239/L).
Consultados los docentes de este perfil sobre los criterios o modos de seleccin de teoras y/o enfoques sobre alfabetizacin inicial que abordan en sus ctedras, el mayor porcentaje est concentrado en las respuestas que no refieren a ningn criterio de seleccin. Adems nos encontramos con respuestas que se centran en diferentes aspectos que se detallan en el siguiente cuadro. Cabe destacar que algunas de las respuestas mencionan ms de un factor, por lo que las consideraciones de un mismo docente han sido en algunos casos contabilizadas en diferentes puntos. Cuadro N 26: Criterios de seleccin de las teoras que abordan el objeto de conocimiento segn los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Las teoras/enfoques se seleccionan: Cantidad de respuestas 10 9 9 5 4 3 3 2
1. En base a la revisin de bibliografa actualizada, a travs de bsquedas en Internet y/o bibliotecas o consultando a especialistas. 2. Segn lineamientos de documentos curriculares. 3. No responden. 4. Respuestas que no refieren a criterios de seleccin terica 5. Buscando abordar y conciliar diferentes enfoques y teoras. 6. Considerando las caractersticas del contexto educativo. 7. Teniendo en cuenta lo aprendido en cursos de actualizacin. 8. Considerando las caractersticas del grupo de alumnos o del ISFD.
Total 45 Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
117
Al solicitar a los docentes de este perfil que indicaran si proponan desde sus ctedras/materias una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos, nos encontramos con 30 respuestas afirmativas (90,91%) y 3 respuestas negativas (9,09%). Los docentes que respondieron de modo afirmativo identificaron las siguientes metodologas como propuestas: Cuadro N 27: Propuestas metodolgicas para la alfabetizacin inicial de los profesores de Lengua del Perfil Crtico
Se
Cul? Total Teoras, miradas, sugerencias Todos los mtodos o mezcla de ellos Descripcin de aspectos aislados No responde Enuncia objetivos y/o contenidos Mtodo UAMG. Escritura creativa. Expresin oral Mtodo psicognesis Constructivismo Aprendizaje por inmersin Talleres de narracin Lo propone la escuela. El contacto directo con el aula Literatura infantil Mtodo fontico y psicognesis Mtodo global Palabra generadora Castedo y otras, pero tambin ortografa Total
6 5 3 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 30
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
118
En este conjunto, observamos un importante grupo de respuestas sumamente vagas: teoras, miradas, sugerencias; descripcin de aspectos aislados del proceso de alfabetizacin inicial; enunciacin de objetivos y/o contenidos en lugar de las opciones metodolgicas solicitadas; enseanza de todos los mtodos o de una mezcla de ellos. Propuesta metodolgica: _La metodologa es establecer en primer lugar el contacto con la escritura y los libros. Primero la observacin de estos materiales, la lectura, y posteriormente la escritura propiamente dicha_. Fundamentacin: _Porque los chicos que ingresan a la escuela ya conocen el cdigo escrito, producen textos oralmente, leen (aunque no especficamente el cdigo escrito). El docente trabaja con estos saberes y al final del primer ao de escolaridad propone un primer contacto con la produccin escrita_ (ai2/F345/L). Propuesta metodolgica: _Una mistura de las teoras y metodologas aprendidas teniendo en cuenta el grupo de alumnos desde un diagnstico inicial_. Fundamentacin: _Porque de la realidad donde est inserto el nio y su entorno familiar, intereses, va a depender la estrategia del docente_ (ai2/F240/L). Propuesta metodolgica: _Todos los mtodos significativos y no significativos y las nuevas propuestas de enseanza_. Fundamentacin: _El futuro docente debe conocer los mtodos para poder elegir. Debe tener muy claras las competencias de los docentes y alumnos. El enfoque comunicativo y la importancia de formar usuarios competentes_ (ai2/F574/L). Propuesta metodolgica: _Permitir que aprenda a leer leyendo y a escribir escribiendo, aportando caminos para descubrir cmo se aprende. Formar con ello nios lectores y productores de textos_.
o
Fundamentacin: _Porque de esa manera se puede respetar el tiempo de maduracin de las competencias y la adquisicin acorde con los saberes con los que ya viene y despertar el inters por lograr superarlos teniendo en cuenta las problemticas que hbilmente el maestro presentar para que cada uno acceda en las medidas de sus posibilidades y con un abanico de acercamientos_ (ai2/F225/L). Tambin observamos un nmero de respuestas que no identifican metodologas propiamente dichas o son expresiones que no designan propuestas metodolgicas para la alfabetizacin inicial (literatura infantil, lo propone la escuela, el contacto con el aula), como tambin la referencia a mtodos inexistentes (mtodo psicognesis). Propuesta metodolgica: _El mtodo psicognesis_. Fundamentacin: _Porque considero que es el ms correcto y prctico_ (ai2/F1000/L). Aparecen adems mtodos antiguos para cuya implementacin ya no se producen los recursos necesarios, fundamentalmente los libros de lectura, las lminas y las carpetas didcticas para el maestro (mtodo VAMG45; mtodo global; palabra generadora). Por ltimo, algunas propuestas son absolutamente incompatibles entre s como lo vemos en la siguiente respuesta:
Creemos que en la respuesta _Mtodo VAMG. Escritura creativa. Expresin oral (226)_ la sigla VAMG puede hacer referencia a video-audio-motor-gnstico, pero lo cierto es que no se explicita la referencia exacta y aparece mencionado como UAMG adems de VAMG_.
45
119
Propuesta metodolgica: _Fontico. Psicognesis (E. Ferreiro - Kaufman...)._ Fundamentacin: _Porque es la que coincide con un abordaje constructivista de la enseanza_ (ai2/ F134/L). La articulacin entre la propuesta de una metodologa para ensear a leer y escribir en los primeros aos y la fundamentacin de la decisin tomada muestra situaciones tambin diversas: en algunos casos la ausencia de fundamentacin, en otros, fundamentacin parcial o superficial de la seleccin asumida, explicaciones que muestran una concepcin errnea del objeto del proceso de alfabetizacin inicial, contradicciones entre la metodologa propuesta y la fundamentacin o presencia de informacin que no fundamenta la propuesta. De este modo, la dificultad para explicitar una metodologa coherente con el momento inicial del proceso alfabetizador, incluso en aquellos casos en los que los docentes afirman que proponen una en forma explcita, guarda relacin directa con la ausencia de claridad en la fundamentacin de las decisiones tomadas. En este escenario, resultara muy saludable para la formacin plantear la discusin acerca de cules son las estrategias, enfoques o propuestas metodolgicas que conviene ensear en el transcurso de la carrera y aquellas que tambin conviene que los alumnos practiquen de modo asistido porque son ms difciles. Esto implica que los profesores de Lengua puedan discutir no solo lo que se constituir en contenido de la formacin sino tambin las preguntas o dudas que existen al respecto a partir de las cuales profundizar estrategias de estudio y formular proyectos de investigacin que busquen respuestas a las preguntas del equipo. En ese sentido, hasta donde sabemos, el proceso de alfabetizacin es uno y atraviesa diferentes momentos que tienen entre s ms parecidos que diferencias; por lo tanto, cuando un alumno de la formacin ingresa con dificultades en los procesos de lectura y escritura asistimos al desarrollo de un tramo del proceso que es resultado de un proceso anterior y constituye la base para el siguiente. Para trabajar sobre l necesitamos volver a pensar cmo se ensea a leer y a escribir en los distintos niveles y qu tienen en comn, porque la ausencia de esta discusin en la formacin nos enfrenta al riesgo de concebir la alfabetizacin como una mera yuxtaposicin de momentos puntuales separados del proceso general al que pertenecen. Esta concepcin tambin puede inclinarnos a pensar que cuando el alumno trabaja sobre su propia alfabetizacin acadmica no est manteniendo ninguna relacin con la inicial y avanzada y si ello ocurre es posible que el profesor aborde los contenidos de la alfabetizacin acadmica sin aprovechar ese proceso para ensear cmo se alfabetiza a un sujeto, cualquiera sea el escaln en el que se encuentre. Veamos con atencin la siguiente entrevista en la que el docente plantea un proceso completo de toma de decisiones respecto de los contenidos del Taller de Lectura y Escritura de primer ao. Se trata de un docente novel, que posee ttulo especfico (Profesorado de Castellano, Literatura y Latn) y grado universitario (Licenciatura en Letras por la universidad). Docente: Considerando que solamente tienen Lengua en primer y segundo ao y que el Taller est solamente en primer ao, no alcanza para formar al futuro maestro. Y a esto le agregamos que los saberes que traen, en su mayora, no son los adecuados. Por ejemplo, los contenidos que yo tena planificados en el Taller, partan desde el texto. Empec con el texto argumentativo y lo trabaj con el libro de Marta Marn, que es un libro fabuloso, pero los chicos no estaban preparados para comprender el nivel de ese libro. Yo no puedo ensear el texto argumentativo si no tienen la base de la estructura sintctica. No puedo ensear lo mnimo si no saben gramtica. Esa es mi gran pelea, mi utopa. Yo en la carrera de Letras doy Lingstica General, hace dos aos. Los chicos que entran para el Profesorado de Lengua estn en las mismas condiciones que los que entran para estudiar Profesorado de EGB. En Lingstica General, cuando yo la curs, la base era la gramtica estructural. Luego se reformul el programa, adecundolo a las necesidades que se vean y se fue dejando la gramtica en primer ao para concentrarla en segundo. Qu sucede ac, en la carrera de EGB? Generalmente no hay gramtica. Si no hay gramtica, que es la base, no puede darse todo lo dems. Yo estoy convencida de eso. Entonces, ya empec a reformular el programa para empezar con gramtica, simple y llanamente. De la misma manera que enseo a mis
120
alumnos del Profesorado de Lengua y Literatura, pretendo que lo mismo, o casi lo mismo, aprendan los chicos que van a ser maestros. Entrevistador: Pons mucho nfasis en el abordaje de la gramtica en Taller de primer ao. Cul cres que es el aporte de la gramtica a los procesos de hablar, escuchar, leer y escribir? Cul es el aporte de la gramtica en el proceso de aprendizaje de tus propios alumnos? Docente: Si bien es verdad que no son los contenidos propios de un Taller de Lectura y Escritura, uno pensara que son contenidos que tienen que verse en Lengua. Pero lo que habamos planteado justamente es que tienen tan pocas horas de Lengua, de Lengua como materia, que en realidad es Didctica de la Lengua, y viendo los problemas que tienen para comprender los textos& y es porque no tienen la base gramatical para comprender esos textos. Ms an en la escritura, porque en la oralidad tuvimos muy poco tiempo para trabajar con 40 alumnos, la oralidad se hace realmente dificultosa con tres horas semanales. O sea que, bsicamente, es escrita. De ah mi preocupacin de que debiera darse ms gramtica. Por eso lo doy desde mi Taller (ai1/ISFD/1/4). El fragmento expone un razonamiento completo en el que el docente identifica inicialmente dos problemas: en primer lugar los alumnos no cuentan con los saberes previos _adecuados_ para aprender lo que se les propone en la materia; en segundo trmino, el tiempo destinado a Lengua es insuficiente. Su anlisis sobre la falta de comprensin lectora se traduce en dos decisiones: por un lado, eliminar la posibilidad de leer el libro seleccionado para el curso y, por otro, atribuir las dificultades que los alumnos encuentran en la comprensin a la falta de conocimientos gramaticales, ms precisamente sintcticos, falencia que tambin se reconoce en el proceso de escritura. Consecuentemente con el anlisis toma la decisin de introducir la enseanza de la gramtica, aunque _no son los contenidos propios de un Taller de Lectura y Escritura_ y no estaban previstos en el programa. Partamos de preguntarnos si existe alguna relacin entre el Taller de Lectura y Escritura de primer ao y la alfabetizacin inicial como contenido de enseanza de la carrera y de la futura prctica escolar de estos alumnos. Tal como hemos definido la alfabetizacin, se trata de un proceso continuo, una de cuyas etapas es la denominada _acadmica_, que se diferencia del resto porque no constituye un paso intermedio entre una y otra sino que es una etapa a la que se ingresa para permanecer y seguir aprendiendo en los estudios superiores (grado, posgrado) y a lo largo de todo el desarrollo profesional del docente. Por lo tanto, los alumnos del profesorado se encuentran transitando los comienzos de una etapa de alfabetizacin y, trabajando sobre ella, por ejemplo sobre la comprensin lectora, pueden llegar a conocer, asumir y reflexionar sobre los problemas que han tenido en los procesos (lingsticos y didcticos) anteriores y que han producido su estado actual de conocimiento, incluyendo sus _falencias_. Para que esto ocurra es preciso que los alumnos efectivamente aprendan, por ejemplo, a leer un texto difcil, para poder reflexionar luego sobre ello, ya que la reflexin metalingstica (metacognitiva) no puede operar sobre el vaco, es decir, no puede transformarse en conocimiento explcito _para la mente_ u objeto de reflexin, un conocimiento que todava no se tiene disponible o implcito _en la mente_ (Karmiloff-Smith, 1994: 37). Concebido de esa forma, el Taller de Lectura y Escritura de primer ao (cualquiera sea el nombre del espacio curricular) est directa y fuertemente ligado a la formacin del rol alfabetizador del futuro docente. Pero esas relaciones no las puede establecer el alumno; deben ser decisiones previas a su ingreso a la institucin, que el profesor har evidentes en el dictado de su materia no a travs del discurso sino a travs de las estrategias que selecciona para, por ejemplo, ensear a comprender un texto difcil y reflexionar sobre ello. Un enfoque superador del que se propone habitualmente para resolver problemas del nivel educativo anterior sin asumir los propios parte de la premisa de que el aprendizaje lingstico y discursivo posee reglas propias y especficas y que, en consecuencia, leer y escribir en el Nivel Superior tiene las suyas. Para que los alumnos aprendan las estrategias de lectura y escritura de los gneros discursivos de la formacin docente, es necesario reconocer de antemano la complejidad de las competencias de alfabetizacin acadmica y desarrollar enseanza directa, sistemtica, coherente y sostenida desde
121
las diferentes materias a lo largo de la carrera. Un profesor del Nivel Superior alfabetiza cuando selecciona un texto, lo propone para la lectura, lo lee con sus alumnos y muestra cmo lo hace; ensea cuando escribe buenos textos que ejemplifican los que solicita al alumno y reflexiona sobre ellos, cuando muestra que un buen lector relee permanentemente, que un escritor experto planifica, escribe, revisa y corrige los errores y reformula los pasajes con problemas. De este modo muestra que el dilogo sobre textos ledos y escritos es un trabajo recursivo sustancial, irremplazable e inherente a la comunicacin acadmica. Dado que el tiempo destinado a Lengua es insuficiente desde la perspectiva de los formadores, una va para incrementarlo es precisamente no distraer la atencin de aquello que hay que ensear. Los alumnos aspirantes a la docencia tienen que aprender a ensear a leer y escribir; el taller puede asumir ese objetivo o perderlo de vista y plantearse otros. Asumirlo significa que si los alumnos no han aprendido todava a leer (como sinnimo de comprender) un texto difcil, en este caso argumentativo, hay que enserselo. La situacin descripta en el fragmento respecto de este problema es muy habitual en la formacin docente para el Nivel Primario (tambin para el inicial) y merece una reflexin profunda. Mucho se ha criticado la didctica basada en los prerrequisitos para la alfabetizacin inicial que a partir de tests clasific durante aos a los nios que aprenderan a leer en seis meses, en nueve y los que no lo haran nunca. El problema de los requisitos que debe cumplir el aspirante a la docencia corre el riesgo de plantearse en los mismos trminos y canalizar las buenas intenciones de muchos profesores en un sentido contraproducente, porque los alumnos terminan aprendiendo por sus propias vivencias, un modo de seleccionar en lugar de educar. En este marco, analicemos la decisin de suspender la lectura de un texto difcil porque los alumnos no estn preparados para ello. En las carreras que nos ocupan esta es una de las respuestas habituales cuando se diagnostica el problema de dificultades en la comprensin, y generalmente se concreta en la escasa lectura de los textos-fuente de las teoras y la presencia de artculos y distintos textos que ofrecen una versin masticada de las mismas, ya que podran resultar indigestas al alumno. Por eso es necesario cambiar la perspectiva de anlisis y reconocer que la comprensin, por ejemplo, de un texto difcil es un objetivo y un contenido de la alfabetizacin acadmica y no un requisito previo. En otras palabras, asumir el contenido dentro de la formacin implica hacerse cargo de su enseanza y no exigirla a niveles anteriores del sistema sobre cuyas crisis particulares estamos al tanto. Para ello contamos con investigaciones suficientes que nos permiten conocer los procesos que atraviesa un alumno cuando el texto que tiene que leer est por encima de lo que puede comprender por s solo en un momento dado, y existe un gran desarrollo didctico de las estrategias para lograr que lo comprenda. Esa es, precisamente, la mejor situacin de _leer para aprender_, que es una de las funciones de la lectura perteneciente a todo el proceso de alfabetizacin, incluyendo la etapa inicial, motivo por el cual, cuando un alumno ingresante a la docencia aprende a leer un texto que no poda leer solo antes de encontrarse con su profesor, est, si bien en otro nivel, en la misma situacin que se encuentra el nio en los umbrales de la alfabetizacin inicial, cuando intenta comprender de qu se trata leer y cmo se hace. Sin embargo, este conocimiento tcnico por parte del profesor no es suficiente. Se necesita adems un posicionamiento en la relacin pedaggica que le permita tender puentes entre los alumnos y el conocimiento cientfico, que le permita al profesor confiar en que sus alumnos pueden aprender de l y que l puede ensearles lo que todava.
122
partir de los resultados de la investigacin hemos construido tres perfiles, entendidos como grupos emergentes de formadores que presentan caractersticas que se distinguen sobre el fondo general de rasgos compartidos o comunes que hemos analizado con anterioridad. A partir de criterios explcitos que se indican en cada caso, hemos agrupado a los profesores de Prctica en tres perfiles diferentes que designamos perfil general, destacado y crtico.
/ / Perfil general
En este perfil concentramos a aquellos profesores que: " Se encuentran a cargo de ctedras que pertenecen al trayecto de la prctica. " Han tenido y/o tienen en la actualidad experiencias en equipos tcnicos, cargos directivos o acciones de capacitacin docente y/o equipos de investigacin. " Manifiestan vacilaciones en cuanto al lugar de la alfabetizacin como objeto terico y en cuanto a la seleccin de teoras que lo abordan. " Asimismo, evidencian en sus respuestas falta de claridad en la concepcin del objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial. En su conjunto, estos profesores sostienen que la alfabetizacin inicial no est funcionando satisfactoriamente en su regin o en el mbito de influencia del ISFD o bien manifiestan tener escaso conocimiento de dichos problemas. Asimismo, comparten reflexiones con respecto a la prctica, que es el aspecto que focalizaremos en este apartado. Tal como dijimos, la alfabetizacin es un proceso de carcter institucional y didctico que requiere planificacin estricta, implementacin coherente, sostenida y articulada por los diferentes actores a lo largo de los aos; seguimiento y evaluacin de los avances y obstculos que encuentran alumnos y docentes, y redireccionamiento de las acciones a partir del anlisis de los mismos. Sin embargo, la realidad de las escuelas plantea una enorme brecha con esta definicin. Por su lado, la prctica de los alumnos del ISFD en las escuelas es parte de un trayecto de la formacin que recibe diferentes nombres y/o siglas segn las carreras y que debe acercar a los alumnos de modo paulatino a la institucin escolar, hasta llegar al aula y los procesos que en ella suceden, constituirlos en observables, registrarlos, analizarlos y ejercer sobre ellos su juicio crtico. En este proceso, la alfabetizacin inicial constituye uno de los observables destacados, adems de un campo para la accin. Tambin en este caso, la realidad de los ISFD plantea una enorme brecha con estos hechos. En este sentido, las entrevistas realizadas en la primera indagacin nos permiten delinear el problema de la prctica en alfabetizacin inicial a partir de algunas piezas superficialmente dispersas en las opiniones de los formadores pero que luego de un anlisis detallado conforman un panorama con elementos suficientes para comprender la situacin. En los siguientes puntos se presentan los componentes comunes que los profesores de Prctica consignan al plantear este problema conjugando los aspectos obtenidos en las dos indagaciones.
125
_Yo observaba que haba un gran divorcio entre lo que haba en el currculo prescripto y lo que uno como profesora de Prctica trataba de trabajar en forma metdica. Siempre fui muy metdica. Miro los planes, lo que estaba prescripto, y trataba de decirles a los alumnos cmo haba que trabajar determinado contenido. Como profesora de Prctica tuve muchas frustraciones en ese sentido (...) A veces si yo no iba a acompaar al practicante, el maestro ni siquiera observaba la clase que el alumno daba. (...) Es necesario, como profesora de Prctica, saber y analizar cmo te reciben, cmo te habilitan, cmo te abren la puerta, de cmo reciben a tus practicantes y del inters que tiene, por lo menos, de preguntarte a qu vas o porque vas o por qu los eleg. Hay algunos que directamente ni te preguntan, ni estn y es una cuestin meramente burocrtica. Entonces, una primera forma de intervenir es ver la forma en que uno es recibido, quin te recibe, quin te habilita y cmo los alumnos son tratados. Si le dan los temas en un marco institucional o los hacen ir a la casa y los hacen esperar, medio que sufriendo, hasta decirles bien tal tema. Hemos visto mucho el maltrato a los practicantes. Tenemos charlas con los practicantes y le sacamos conclusiones que realmente si los dejamos asentados no nos dejan entrar ms a la escuela. Al final de la semana hacemos un balance. Eso es muy enriquecedor. Cada alumno le cuenta a sus compaeros cmo dio la clase, las dificultades que ha tenido y all surgen los comentarios, apreciaciones. Despus tambin estn los cuadernos de los alumnos. Elementos que te dan pauta de cmo se desarrollan los temas. Da idea de trabajo regular, sistemtico_ (ai1/ISFD/3)
126
_sin reflexin_ las prescripciones _de la maestra_ en cuyo saln de clases harn su prctica. Pero dada esta situacin, cabe decir que existe una gradacin en la flexibilidad con que cada maestro plantea la adopcin de la propuesta que realiza al practicante: en algunos casos se trata de una imposicin total, en otros, consiste solo en la enunciacin de un tema sin ninguna explicitacin. En el primero de los casos, algunos profesores entrevistados sealan que hay situaciones en las que un pequeo cambio en el orden de la clase prescripta por la maestra puede dar lugar a la _generacin de conflictos y hasta al levantamiento de la prctica_ (ai1/U/1/21). En los casos intermedios existen variaciones: la maestra propone temas y/o actividades; ofrece su carpeta didctica, libro de lectura y/o manual del alumno; en algunos casos la elaboracin de las actividades queda a cargo del alumno a partir de las sugerencias que le hace el equipo de prctica del ISFD. Cuando esto ltimo sucede, en la generalidad de los casos las sugerencias son realizadas por el profesor de Prctica y no por el profesor de Lengua. Este hecho est instituido como una prctica regular en todos los ISFD entrevistados en la primera indagacin y aparece como altamente frecuente en la segunda, constituyndose en un problema importante para el anlisis puesto que en la mayora de los casos, la escuela propone contenidos y estrategias didcticas para la alfabetizacin inicial que, de modo general, no gozan de respaldo terico. Si bien cada ISFD ha identificado algunos proyectos especficos que representan una excepcin a esta regla, en la mayora de las instituciones escolares la propuesta para la alfabetizacin inicial no est tericamente fundamentada y se resuelve en una mera aplicacin tcnica que reduce la enseanza a la presentacin ordenada de letras y sus combinaciones en slabas, sin ningn abordaje sistemtico de los componentes centrales que representan el continuum imprescindible para esta etapa de la alfabetizacin, tal como hemos sostenido en el marco terico. Esta prctica habitual y tcitamente consentida por el ISFD acarrea consecuencias no deseadas para los alumnos en la formacin inicial pero tambin para el desarrollo profesional de los docentes de las escuelas destino, ya que gran parte de estas instituciones sufren problemas relacionados con la alfabetizacin inicial tales como la alta repitencia en los primeros grados, la sobreedad y el desgranamiento ligados a aquella, escasos avances o fragilidad en los aprendizajes de los nios, falta de acuerdos internos sobre la educabilidad de los sujetos de sectores sociales desfavorecidos, entre otros. Un aspecto importante para analizar en relacin con la imposicin unidireccional del currculum de la prctica por parte del maestro es que desde la Prctica se acepta que el practicante debe conocer todos los _temas_ del currculum y que, adems, los debe _saber_ en los trminos en que la escuela y/o el maestro lo proponen. En este sentido, lo que permanece sin discusin es si realmente lo que el maestro est planteando como contenido es relevante para ser enseado y/o corresponde a los documentos curriculares vigentes. En la siguiente entrevista se reconoce esta situacin: Docente: En las escuelas en donde hacemos la Prctica tratan de adaptarse a las nuevas corrientes y hay lugares en donde estn muy atados a cosas ms viejitas y el maestro trata de hacer perdurar lo que el sabe. Entrevistador: De quin debera ser la responsabilidad de la transposicin en trminos ideales? Docente: En trminos ideales tendra que haber venido acompaado desde diez aos atrs, cuando se propuso un abordaje distinto. Entrevistador: Vos ests planteando que en cada provincia y concretamente en la tuya, exista un acuerdo a nivel de transposicin didctica desde un nivel jurisdiccional para todos sus ISFD. Docente: Yo creo que la jurisdiccin no se hizo cargo y los ISFD, si bien accedimos a una capacitacin, no hubo para las reas especficas. Lengua fue una de las ltimas que accedi. Nosotros a su vez, formbamos y capacitbamos en el circuito A y B, que eran para Nivel Inicial y EGB. Comenzamos entre nosotros mismos a apropiarnos de las nuevas corrientes, a autocapacitarnos con los colegas de las didcticas especficas, y la jurisdiccin se corri de lugar, no hubo claridad ni la hay hoy. Cada maestrito sigue con su librito.
127
Entrevistador: Cada escuela tiene a sus maestritos con sus libritos, pero los ISFD no tienen ms o menos la misma situacin? Docente: Tambin los ISFD. Nosotros lo vemos cuando tenemos intercambios con colegas de otros ISFD y hace mucho que no lo tenemos. No se promueven desde afuera ni estn generados por nosotros mismos. (ai1/EN/1/6) El panorama anterior muestra la consecuencia de una situacin reiterada en la mayora de los ISFD: la vinculacin con las escuelas destino no es una relacin institucional, guiada por objetivos comunes, sino producida a partir de contactos asistemticos. En este marco sobresale una cuestin que constituye una preocupacin general: la falta de disponibilidad de escuelas para la prctica.
_Muchas de esas prcticas que no son las mejores, surgen del aula, de la maestra que pide el tema de prctica. Es la maestra la que propone los temas y los profesores de Prctica ayudamos para que eso se desarrolle y no podemos cambiar en absoluto el orden que establece la docente porque esto genera conflictos o levantamiento de la Prctica, o como se le quiera llamar. Tambin, la otra situacin que se da es que tenemos una sola escuela en donde practicar. Entonces, hasta qu punto podemos discutir la forma en la que se estn pidiendo las clases, la forma en la que se organiza el currculo en determinada materia o para determinado ao; si nos dicen que no en esta escuela, no tenemos otra_. (ai1/U/1/21)
Al mismo tiempo podemos inferir a travs del anlisis de este pasaje que los contenidos y la metodologa de la prctica estn en ocasiones propuestos y en otras, impuestos por la escuela. Sin embargo, los casos ms graves son aquellos ISFD en los que la prctica en alfabetizacin inicial (primer ciclo) no forma parte de las pasantas de los alumnos porque las escuelas de destino no aceptan practicantes en los primeros grados. Esta situacin ocurre tambin en numerosas escuelas normales cuyos estudiantes de nivel terciario no pueden acceder a su propio Nivel Primario y sus prcticas transcurren en otras escuelas. Los siguientes fragmentos de entrevistas corresponden a profesores que trabajan en carreras de escuelas normales que ejemplifican el problema. En el primero de los casos, la escuela depende de una universidad provincial.
Fragmento 1
Entrevistador: Qu relacin tiene esta escuela con el ISFD? Docente: (...) La Escuela Normal no permite practicantes del ISFD que participen en el Departamento de Aplicacin. Entrevistador: Tienen algn fundamento? Docente: La fundamentacin es _no queremos que el ISFD participe en la Escuela Normal_ (...) Adems no podemos trabajar tampoco en alfabetizacin inicial porque en primero y en segundo grado las alumnas no pueden practicar. Entrevistador: Por qu? Mir si escuchara esto Berta Braslavsky que dijo _Todo los maestros deberan recibirse practicando en primer grado_. Docente: No. Por ejemplo, en las escuelas donde estamos haciendo las prcticas, en 1er.grado, hace ya tres aos que las alumnas no pueden ingresar. La maestra de primero no permite, no recibe practicantes porque los chicos estn acostumbrados a ella entonces implicara una persona distinta que quiebre el proceso de aprendizaje. Otro tema sera que las alumnas no estn seguras en alfabetizacin, entonces no tienen herramientas para ensear a escribir. Otro planteo que ellas hacen es _Qu pasa si viene una practicante con una manera distinta de ensear a leer y escribir? Solamente sembraran confusin._ Esas seran las realidades que impiden el acceso de las practicantes a primero y segundo grado. Empiezan a practicar desde tercero. (ai1/U/1/21)
128
Fragmento 2
_Nosotros no lo pudimos llevar adelante en el propio Departamento de Aplicacin. La regente, quizs en su momento, no haba entendido cul era la propuesta de prctica porque est el prejuicio hacia los profesores del ISFD. Desde primaria piensan: saben ms que nosotros. Entonces siempre estuvo ese tire y afloje. Y el profesor del ISFD, considerando realmente que el docente de primaria no sabe nada. Hay que hacerse cargo de estas dos miradas._ (ai1/EN/1/6)
129
dejan una evaluacin positiva en los formadores. El siguiente fragmento de entrevista es ilustrativo de lo que decimos. El mismo corresponde a una docente que dicta su ctedra un profesorado universitario de cuatro aos de duracin y tal como se lee, la prolongacin de aos en el plan de estudios no mejora la situacin: Docente: Empiezan con las prcticas de 3er. ao. Ah no tienen el acompaamiento de ningn profesor disciplinar. Solamente trabajan con el profesor de Prctica. En cuarto ao los acompaan los disciplinares. Lo previo lo hacen solos, y en cuarto, en la ltima parte del trayecto, es donde intervienen los apoyos disciplinares. Entrevistador: Los profesores de tercer ao tienen una programacin para acompaar esta prctica? Docente: No, en realidad es voluntario y, de hecho, eso suscita unos cuantos inconvenientes. En s, la realidad que tenemos nosotros es que la profesora de Prctica no tiene conocimientos de Didcticas de las dems asignaturas. Entonces eso genera que se provoquen muchos errores y se convaliden muchas intervenciones que no son las mejores, y sumado a eso, el acompaamiento de los profesores en tercer ao es voluntario y queda a cargo del alumno que lo quiera de ese modo. Otro problema es que las materias como Lengua y Matemtica son cuatrimestrales y entonces los profesores dictan clases en el primer cuatrimestre y es en el segundo cuatrimestre cuando empieza la mayor cantidad de prcticas. (ai1/U/1/21) Otro problema, reconocido por los docentes de este grupo es que la prctica no contacta a los alumnos con escuelas representativas de la diversidad con la que se encontrarn una vez egresados. En algunos casos, son solo escuelas que _funcionan bien_, o solo escuelas privadas que abren sus puertas por relaciones personales y no institucionales con los formadores; en otros casos son escuelas con un importante grado de fracaso:
_Una dificultad que tiene con nosotros es que no formamos para trabajar con toda la diversidad. Por una cuestin de cercana, trabajamos con las escuelas ms cercanas al ISFD porque adems los alumnos no dejan de venir a clases durante el perodo de Prctica. Este trabajo de Prctica en estas escuelas ms cercanas hace que ellos no conozcan las escuelas de la periferia, en las que seguramente trabajarn cuando se reciban._ (ai1/EN/1/6)
A lo dicho anteriormente, se agrega que en las escuelas destino no existe una propuesta institucional acordada para la alfabetizacin que d lugar a un mismo enfoque o tipo de trabajo y que al momento de la prctica, pueda ser presentada y sostenida institucionalmente desde el equipo directivo. Como dijimos, en las prcticas los pasantes se encuentran con la situacin cristalizada en la frase _cada maestrito con su librito_.
_Otra dificultad es la negociacin entre los docentes expertos y nuestros alumnos novatos que tiene que ingresar al territorio. Ese trabajo es muy difcil. Ah empieza una relacin de tirantez: por un lado hay que garantizar que el ingresante no va a intervenir en la metodologa ni en la dinmica, y por otro lado, los miedos naturales de nuestros alumnos: si les va alcanzar lo que llevaron, si los chicos van a entender, etc. Al observar la clase, los alumnos se dan cuenta de que estn tan lejanos de lo que deberan plantear, que hace que la clase se dificulte._ (ai1/EN/1/6)
Un aspecto importante para analizar en relacin a la imposicin unidireccional del currculum de la prctica por parte del maestro es que desde la Prctica se acepta que el practicante debe conocer los temas en los trminos que la escuela y/o el maestro lo proponen. En este punto retomamos, lo dicho en cuanto a que los profesores de Prctica creen que es posible que los alumnos de ISFD conozcan todos los contenidos bsicos y aceptan, adems, que el practicante los debe saber en los trminos planteados por los maestros de las aulas donde desarrollan la prctica y residencia, pero ya hemos visto lo que sostienen al respecto los profesores de Lengua. Asimismo, los primeros tambin creen que los alumnos pueden ejercer el juicio crtico sobre las prcticas alfabetizadoras (y otras) que observan en las escuelas, pero ellos mismos como profesores encuentran dificultades para recortar, enmarcar y focalizar los aspectos clave de dichas prcticas, en los que sera muy provechoso que los alumnos concentraran su observacin, registro, anlisis y crtica.
130
Finalmente, en este grupo encontramos un rasgo comn que plantea que los estudiantes del profesorado deben ejercer el juicio crtico y tienen que construir su propio rol a partir de los elementos que les brindan la carrera y la escuela, para que en la prctica puedan adoptar su propio _estilo de construccin docente_. El siguiente tramo de entrevista corresponde a una docente que dicta el Taller de Prctica III: Entrevistador: Estbamos hablando, de cmo ustedes superan el obstculo del currculo de la Prctica o Residencia propuesto por la maestra desde el aula. Docente: Yo creo que es una situacin a la cual no podemos escapar porque es la realidad. Tambin tenemos que considerar que el docente, con el que van nuestras alumnas a hacer las prcticas por 15 das o un mes, es el docente que est con los alumnos durante todo el ao. Por lo tanto, uno no puede ir desde afuera, a pretender cambiar una forma de trabajar determinados contenidos, determinada metodologa. Lo que nosotros hacemos es respetar el trabajo que hace el maestro y usamos las situaciones vividas para analizarlas y reflexionar crticamente en qu modelo est ubicado el maestro para trabajar. Nosotros decimos que no hay modelos buenos y malos, sino que hay distintos modelos. Lo que no debemos hacer es confundir los modelos y decir, como se dice comnmente ac _yo soy constructivista_ y despus trabajar en un modelo tradicional. Me parece que lo que tenemos que trabajar es que el alumno sea crtico y tenga claridad con respecto a qu implica estar dentro de un modelo o de otro. Y desde ese lugar, simplemente, no juzgar al otro, sino s tener claridad y saber desde qu modelo didctico fue presentada cada situacin en el aula. Es decir, la lectura desde la teora. A ellos tambin les va a suceder, cuando tengan que irse a trabajar a una institucin, que no van a poder hacer lo que quieran, sino que van a tener que sentarse a trabajar en equipo, y con el equipo aunar criterios y realizar los cambios que quieran realizar. Me parece que hay que ser respetuoso del docente de la sala, y no verlo como un obstculo, sino verlo como la realidad de la que tenemos que ir a hacernos cargo. Lo que necesitamos hacer es una lectura lo ms limpia y clara de esa realidad. (ai1/U/2/25) En esta ltima entrevista asistimos a otra de las cuestiones que permanece sin discusin: es la referida a la evaluacin terica de las propuestas alfabetizadoras, aunque la profesora se refiere ms ampliamente a las propuestas didcticas en general. Si bien siempre es posible la implementacin de diferentes alternativas en materia de alfabetizacin inicial, una vez identificado el contenido, dado un contexto particular y unos sujetos (alumno y docente) con caractersticas propias y producida la evaluacin terica, siempre hay una propuesta que es mejor que otra, ms adecuada o viable para conseguir mejores aprendizajes a partir de la explicitacin de la situacin diagnstica.
/ / Perfil destacado
Para la delimitacin de este perfil, consideramos inicialmente a aquellos profesores que: " Se encuentran a cargo de ctedras que pertenecen al trayecto de la prctica. " Poseen experiencia en equipos tcnicos, cargos directivos, desarrollo de acciones de capacitacin docente y/o investigacin. " Manifiestan que la alfabetizacin inicial constituye un contenido explcito de sus proyectos. " Enuncian los criterios en base a los cuales seleccionan las teoras y/o enfoques sobre dicho contenido que abordan en sus ctedras, as como los objetivos vinculados a la misma que deben alcanzar sus alumnos. " Proponen desde sus ctedras una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos. A partir de estas primeras aproximaciones nos encontramos con seis profesores (8,70% de la muestra) sobre los que posteriormente analizamos las respuestas brindadas en los siguientes puntos:
131
" el objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial, " los fundamentos de la propuesta metodolgica que impulsan. Sobre estas nuevas aproximaciones recursivas y complementarias, encontramos que solo cuatro docentes tienen este perfil, lo que constituye apenas un 5,80% final de la muestra considerada en la segunda indagacin. Estos formadores no escapan a algunos rasgos generales, y en ese sentido, plantean al tiempo y al alumno como obstculos para la formacin en alfabetizacin inicial. No obstante, agregan aspectos importantes relacionados con otros factores tales como la falta de acuerdos entre institutos de formacin docente y escuelas de prctica, falta de acuerdos entre los mismos formadores y escasa observacin por parte de los alumnos de docentes dando clases en las escuelas. La conceptualizacin de estos elementos como obstaculizadores de la tarea, muestra una interpretacin en la que el proceso formador se integra como parte del problema, escapando en este aspecto a la tendencia general. Tambin tienen una opinin formada respecto de la situacin de la alfabetizacin inicial en las escuelas de la zona del ISFD al que pertenecen. En dichas opiniones, logran un nivel de anlisis comparativamente ms detallado que el resto de los profesores de Prctica. En los siguientes casos, el anlisis supera en esos aspectos a algunas respuestas de profesores de Lengua:
_La diferencia de discursos que aparecen entre los docentes, en relacin al abordaje didctico de la enseanza de la lectura y la escritura. En algunos centros educativos se evidencia la implementacin de mtodos de alfabetizacin tradicionales que hacen hincapi en la transmisin de pequeos fragmentos, en la reiteracin y en la memorizacin del nombre de las letras y de sus sonidos, de esta manera parecera que se aprende a leer y a escribir sumando las partes que el maestro proporciona de acuerdo a la moda del momento._ (ai2/F334/P) _Creo que no responden a las teoras o enfoques que enseamos en los profesorados, pero tampoco observo estrategias basadas en otros enfoques (por ej. palabra generadora). Los docentes utilizan estrategias que responden a su experiencia, a las propuestas de manuales y revistas para docentes. Creo que la alfabetizacin es pobre, sobre todo en los contextos ms desfavorecidos. No se logra superar el sentido que alfabetizar es algo ms que leer y escribir del manual._ (ai2/F575/P) _Se desaprovechan los contenidos que los alumnos traen, se continua enseando a leer y escribir un da una letra, luego otra. Se deja de lado el desarrollo de su creatividad y la expresin, de manera global._ (ai2/F490/P)
En el siguiente caso, el anlisis se concentra en la _carencia_ de los maestros pero se atribuye a la falta de continuidad de polticas de fondo sobre el tema:
_Existe carencia en la sistematizacin en la formacin de los maestros. Es un tema MEDULAR y tocarlo expone muchas contradicciones que no son fciles de asumir. No se continan las polticas de fondo que han tomado posicin al respecto. La repitencia tiene absolutamente que ver con la falta de formacin en el tema de los maestros._ (ai2/F553/P)
Si bien estas opiniones son destacadas en relacin con otras, sus correspondientes fundamentaciones, no escapan a la caracterstica general, que estn en su mayora, basadas en la observacin directa y la experiencia personal:
_En todos los aos como titular de los espacios curriculares he observado la planificacin y puesta en marcha de propuestas de alfabetizacin inicial._ (ai2/F334/P) _En las observaciones de aula de diferentes instituciones escolares._ (ai2/F490/P) _En inmemorables conversaciones con profesores y maestros. Por haber realizado e implementado polticas de capacitacin al respecto._(ai2/F553/P) _En las observaciones que durante aos realizo y realizan mis alumnos en las escuelas destino, y del nivel de los alumnos concretos que luego tenemos en otros niveles de la enseanza en los cuales obser vamos un proceso alfabetizador deficiente._ (ai2/F575/P)
132
En lo que respecta a los criterios para la seleccin de teoras y/o enfoques sobre alfabetizacin inicial abordados en las ctedras, los docentes manifiestan que basan sus decisiones en los siguientes aspectos: " En acuerdos logrados al interior del ISFD: _En nuestro instituto se trabaja en equipo, hay una fuerte tradicin de trabajo en este sentido._ (ai2/F575/P) " En enfoques epistemolgicos y/o didcticos: _Acorde a la consonancia e integracin de teoras del aprendizaje y de la enseanza y didctica de la lengua._ (ai2/F553/P); _Teniendo en cuenta el paradigma crtico._ (ai2/F490/P) Tambin en este punto aparece la experiencia docente como fuente de criterios de seleccin terica, ligada en este caso particular al desempeo en el nivel: _Experiencia en la enseanza en el primer ciclo como maestra._ (ai2/F553/P) En relacin con el objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial, estos docentes mencionan la lengua, la lengua oral y escrita y el sistema de escritura: " _Lengua_ (ai2/F490/P) " _La lengua oral y escrita_ (ai2/F575/P) " _El sistema de escritura como un complejo sistema de representacin._ (ai2/F334/P) " _La apropiacin del sistema de lecto-escritura de nuestra cultura._ (ai2/F553/P) Estos profesores, adems, proponen una metodologa para ensear a leer y escribir en los primeros aos. En este sentido, encontramos algunos aspectos coincidentes en sus respuestas, a saber: tienen en cuenta el sujeto que aprende y sus saberes previos pero tambin la intervencin puntual del docente, consideran al nio capaz de reflexionar desde el primer da sobre sus aprendizajes, otorgan un lugar particular a la reflexin sobre el sistema de escritura y a la sistematizacin de la enseanza por parte del docente, conciben el ambiente como facilitador de trabajos en colaboracin con otros y destacan la importancia del dilogo. Adems de impulsar una propuesta especfica desde sus ctedras, proponen a sus alumnos objetivos vinculados a la alfabetizacin inicial, de los cuales destacamos los siguientes:
133
Entrevistador: Hablamos sobre el proyecto de Prctica del Profesorado. Docente: Para que ustedes comprendan un poquito ms, les cuento que nosotros trabajamos en forma articulada el Taller de docencia I, Taller de docencia II, Taller de docencia III y Seminario de integracin y sntesis que hacen al trayecto de Prctica. All articulamos contenidos, estrategias, formas de abordar cada una de las situaciones problemticas que se van presentando a diario y establecemos qu abordar en cada uno de estos talleres y cmo hacer el cierre con el Seminario. En un principio, recuerdo que nuestros alumnos en el primer ao no participaban en estos encuentros. Pero despus analizamos que es tan cortito el tiempo que estn en el Instituto y en las escuelas, que decidimos que desde el primer ao se acerquen y estn en contacto con aquellas organizaciones que se encargan de ayudar en las escuelas. Nosotros tenemos ac una organizacin que se llama Mam ngela, que est en un barrio muy pobre, donde los nios van a desayunar y a merendar y all se les ayuda a hacer los deberes. Nuestros alumnos de primer ao van a esos lugares para ayudar a aquellos nios que tienen paps analfabetos o que estn muy solitos y nadie los ayuda en la casa. Entonces, nuestros alumnos de primer ao van y realizan ese trabajo. Entrevistador: O sea, que en general, en primer ao lo que hacen los alumnos es tomar contacto con la educacin no formal. Docente: S, siempre con instituciones relacionadas con la escuela. Los alumnos de primer ao se acercan a las escuelas y hablan con los maestros respecto de qu ayudas, qu apoyo pueden brindarles a los chicos. Ya tienen un contacto con la escuela y van a relacionarse con los maestros de esos nios que ellos atienden en el turno contrario. Entrevistador: Recin nos decas que cuando toman contacto con las escuelas, ustedes tienen una forma particular de plantear esa relacin. Docente: Nosotros lo que hacemos es convocar a reuniones donde invitamos a los maestros, a los directivos y a los supervisores. Est planteado como una articulacin. Constituimos redes institucionales porque lo que hacemos con esos directivos es un contrato. Ofrecemos este trabajo que hacen nuestros alumnos y les ofrecemos ayuda para otros problemas que pueden presentarse en las instituciones y vamos aprendiendo juntos, tanto con los maestros como con los directores. Tambin nos parece estratgico esto de tener cerca al supervisor porque vamos manejando la misma situacin, pensando la misma fundamentacin, ir pesando juntos cmo resolverla e ir apoyndonos unos a otros. Entrevistador: Cul es el universo total de escuelas con las que trabaja el profesorado? Docente: Manejaramos como 50 escuelas. Entrevistador: Pods referirte a los problemas con los que toman contacto en las escuelas? Docente: Nosotros vamos viendo, por la experiencia, que en cada una de las reas del currculo de la escuela primaria, hay situaciones problemticas que en las escuelas no saben cmo abordarlas. Entonces, con un tema de Formacin tica y Ciudadana, para el que no haba elementos en la escuela para abordarlo, invitamos a la profesora de tica y Ciudadana del Profesorado, y ella les explica cul sera la estrategia para abordar y trabajar bien esa temtica. Lo mismo en las otras reas. Por supuesto que lo que se da es un pantallazo, pero en ese pantallazo de veinte minutos vos pods explicar sobre qu parmetros pods trabajar, qu se puede hacer y qu no. En el pasaje anterior podemos destacar que la docente (y su equipo, en el que se encuentran tambin las profesoras de las materias _curriculares_) organizan a los alumnos desde el primer ao para participar de actividades del tramo de prctica, los inician en actividades de apoyo escolar, convocan a maestros, directivos y supervisores para planificar juntos el arribo a las escuelas de prctica de los aspirantes a maestros. Este proceso se lleva adelante para un importantsimo nmero de instituciones
134
Finalmente, los profesores de este perfil, en la escala de saberes y opiniones muestran opciones similares. Al respecto, los docentes mencionan que: " Estn totalmente de acuerdo con que la preparacin del alumno para asumir su rol alfabetizador debe constituir un eje de la prctica docente para el nivel primario. " Estn totalmente de acuerdo con que en la formacin del rol alfabetizador del docente para Nivel Inicial y para primaria deberan existir ms coincidencias que diferencias. En este punto, solo uno de los docentes manifiesta un acuerdo parcial (ai2/F334/P). " Estn parcialmente de acuerdo con la afirmacin de que los alumnos llegan a la prctica con conocimientos slidos sobre cmo se ensea a leer y escribir. " Estn parcialmente de acuerdo con que practicar en los primeros grados es ms difcil que en los grados del segundo ciclo. " Estn totalmente de acuerdo con que la etapa ms importante del aprendizaje de la alfabetizacin es la etapa inicial de 0 a 8 aos. Solo uno de los docentes manifiesta un acuerdo parcial (ai2/ F575/P). " Estn parcialmente de acuerdo con que la didctica del primer ciclo resulta ms difcil de aprender para el futuro maestro que la didctica del segundo ciclo. " Estn parcialmente de acuerdo con que la propuesta de alfabetizacin inicial debe ser aprendida en las ctedras de Lengua. " Estn parcialmente de acuerdo con que la repitencia en primer grado es una forma de fracaso de la alfabetizacin inicial. " Estn entre parcial y totalmente de acuerdo con la necesidad de ser especialista en literatura infantil para ensear la misma en la formacin docente de nivel primario.
/ / Perfil crtico
Dentro del grupo profesores de Prctica encontramos otro subgrupo que emerge con caractersticas diferenciadas, ya que manifiestan que la alfabetizacin no es un contenido especfico del espacio curricular de la Prctica o que lo es pero no se aborda. Estas dos respuestas implican que los alumnos no toman contacto con dichos contenidos. Ubicamos en esta categora aproximadamente al 20% del total de profesores de Prctica (14 profesores sobre un total de 69 encuestados de Prctica). La mayora de los docentes incluidos en este perfil (11 profesores, es decir el 78,57%), no consideran que la alfabetizacin sea un contenido de su espacio y, en consecuencia, tampoco responden la pregunta acerca de los criterios o el modo con los que seleccionan las teoras y/o enfoques sobre alfabetizacin inicial que abordan en sus ctedras. De los 3 restantes, que consignan la alfabetizacin inicial como contenido explcito del proyecto de ctedra pero no lo abordan, solo uno enuncia un criterio relacionado con el campo, como vemos a continuacin en primer lugar: " _Desde los criterios constructivistas, tomando aspectos de las teoras constructivistas._ (ai2/ F1003/P) " _Con los criterios de pertinencia y utilidad_ (ai2/F88/P) " _Con el asesoramiento de la profesora de Alfabetizacin y por la actualizacin en forma individual._ (ai2/F431/P) De los docentes incluidos en este perfil crtico, uno contesta afirmativamente que desde su ctedra/materia propone una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos, indicando que se trata de la _palabra generadora_ y fundamenta su opcin del siguiente modo:
135
" _Porque es la metodologa utilizada en las escuelas primarias de la zona y es donde los alumnos del IFD realizan sus prcticas_ (ai2/F362/P)46
De este modo, aparece con fuerza el protagonismo que adquieren las prcticas presentes en escuelas vinculadas al ISFD, incluso en la definicin de criterios que se toman al interior de los espacios curriculares de la formacin docente. Esta postura encierra una aceptacin acrtica de lo que plantea la escuela ya que desde la Prctica se acepta que el pasante debe implementar lo que propone dicha institucin, dejando fuera de discusin si lo que se incluye en la propuesta es un contenido realmente relevante que debe ser enseado o si la metodologa cuenta con fundamentos vlidos que la sostengan. Por otra parte, al solicitar la opinin de los docentes encuestados sobre el modo en que funciona en este momento la alfabetizacin inicial en la escuela primaria, dejan de responder solamente tres de los profesores incluidos en este grupo (encuestas N 87, 228 y 471), mientras que las respuestas obtenidas se ubican en tres ejes: " La alfabetizacin inicial en la escuela primaria funciona de modo adecuado (encuestas N 88, 276 y 333). " La alfabetizacin en la escuela primaria es deficiente (encuestas N 128, 152, 200, 362, 431, 549 y 1003). " Sin opinin formada (encuesta N 359). Cabe aclarar que entre quienes manifiestan observar un funcionamiento adecuado, detectamos un diagnstico fragmentario realizado solo sobre las prcticas que realizan los alumnos del ISFD y que no incluye un anlisis de las realidades que se ubican por fuera de esas experiencias de los practicantes. Por su parte, entre quienes diagnostican de modo negativo el estado de la alfabetizacin inicial, observamos diferentes actitudes: " responsabilizar a la escuela por no atender la diversidad de sus alumnos (N 128), " adjudicar la responsabilidad al _mtodo_ utilizado (N 362), " justificar el estado actual en las condiciones del trabajo docente (N 152), " explicitar la necesidad de atender esta realidad desde el proceso de formacin docente (N 549), " focalizar el diagnstico en el desplazamiento del objeto de conocimiento (N 1003). Solo uno de los docentes encuestados realiza un diagnstico multidimensional y causal en el que se integran diversos factores referidos por otros docentes encuestados:
_La problemtica de la alfabetizacin inicial se encuentra lejos de haber perdido su vigencia, en tanto, garantizar la alfabetizacin de los nios sigue siendo uno de nuestros principales problemas educativos. En las escuelas se observa un panorama de desconcierto frente a los problemas que sigue originando la alfabetizacin y ya no solo la de los grupos socialmente comprometidos. Por una parte, se cuenta con prcticas de enseanza suficientemente estudiadas y desarrolladas en algunos contextos que en la mayor parte de las escuelas del pas no cristalizaron nunca como un programa de intervencin slido y sostenido desde las formulaciones de poltica curricular, la formacin docente, los acuerdos institucionales y las prcticas de enseanza. Por otra parte, se observa en las escuelas la acumulacin de prcticas tradicionales asistemticas y una creciente insatisfaccin con los logros de los alumnos, con los niveles de conocimientos con que ingresan y egresan y con la situacin de las familias y sus supuestas contribuciones a las prcticas educativas. En general, puede pensarse que se est ante un creciente marco de expectativas desencontradas en el que priman los malentendidos, el desconocimiento mutuo, la insuficiencia de conocimiento profesional y de polticas de desarrollo curricular que apuntalen las transformaciones en las escuelas. Creo que las docentes se encuentran bastante desprovistas de marcos
46
136
conceptuales que signifiquen sus acciones. En este sentido, tambin considero que los docentes no encuentran espacios de reflexin e investigacin de las prcticas alfabetizadoras en las culturas institucionales y no existe una fuerte articulacin entre los IFD y las escuelas primarias para enriquecer y asesorar en las problemticas asociadas con la alfabetizacin._ (ai2/F431/P)
Segn estos docentes, la totalidad de los diagnsticos explicitados se fundamentan en la observacin directa de prcticas realizadas, en intercambios con docentes y practicantes, en capacitaciones y reuniones con maestros y directivos, y en la propia experiencia de aula. En cuanto a las concepciones sobre el objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial, solo uno de estos profesores sostiene que no se trata de un tema de su competencia:
_Es el tema de los especialistas en lingstica y lengua. No me compete a m definir esa rea epistemolgica. No obstante, asesoro a los alumnos en la construccin de su prctica_ (ai2/F88/P)
El resto del grupo sostiene ocho concepciones diferentes sobre el objeto que se detallan a continuacin. 1. El objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial es un objeto no lingstico:
_La forma de conocimiento y proceso de alfabetizacin, como as tambin las distintas posturas y paradigmas que sustentan cada postura_ (ai2/F87/P)
137
El problema acerca de las numerosas concepciones sobre lo que los profesores consideran objetos del proceso de alfabetizacin no es un criterio excluyente para la caracterizacin de este subgrupo. Por el contrario, hemos visto que los perfiles identificados entre los profesores de Lengua tambin comparten esta situacin de diversidad.
138
_Los que lidiamos con la escritura solemos desconfiar de las frases publicitarias, las mximas, los eslogans, los refranes, las consignas, las muletillas y, en general, de toda forma de lenguaje congelado. Imaginamos que, cuando las palabras se endurecen en una frmula, cuando dejan de ir y venir, de buscarse, blandas, por entre los repliegues del cuerpo de un texto, cuando se vuelven estatua, seguramente nos estn haciendo trampa._ Graciela Montes 47
l epgrafe de este captulo pertenece al texto de Graciela Montes cuyo ttulo tambin parafraseamos. En ese ensayo de recomendable lectura la autora propone con enorme calidez literaria un anlisis profundo y una crtica firme a _el placer del texto_ como frase congelada. Precisamente bajo el cobijo de ese texto que nos hospeda en su planteo, intentamos una escritura que convoque a pensar algunas _palabras-trinchera que se convirtieron en crcel y en muchas palabras-bandera que terminaron ahogando en un abrazo mortal al propio abanderado_ y as _sacudir algunas de esas mantas duras que echamos encima de las cosas_ (Montes, 1199: 77). La palabra mtodo tiene acepciones muy diferentes segn los contextos en los que se use pero comnmente se interpreta como una manera ordenada o sistemtica de hacer algo; metdico se asocia a lo que se realiza de modo habitual y previsible. En el uso coloquial, el trmino encierra un significado positivo: se supone que lo realizado con un determinado mtodo, est mejor hecho que lo que fue resuelto de cualquier modo; tambin se confa en que quien realiza sus actividades metdicamente obtiene resultados similares entre s y no simplemente casuales. La etimologa del trmino seala su procedencia grecolatina. Moliner (1998: 339) dice que se aplica especficamente al _conjunto de reglas, lecciones y ejercicios para ensear o aprender algo_, al _procedimiento que se sigue en una investigacin cientfica_, al _modo razonado de obrar para llegar a una determinada meta u objetivo_ Como hemos visto en los captulos anteriores, la investigacin pone en escena un amplio conjunto de aspectos de la formacin docente y enfoca de modo particular la propuesta metodolgica que se realiza desde las ctedras de Lengua y de Prctica para ensear a leer y escribir en la etapa de alfabetizacin inicial. Este aspecto constituye un problema relevante del campo, importante y urgente a la vez dado el estado de deterioro que el sistema atraviesa en esta materia. En tal sentido hemos visto adems que las opiniones de los formadores acerca de cmo est funcionando la alfabetizacin en las escuelas del mbito de cada IFD, coinciden en la descripcin de este preocupante estado y concentran la crtica bsicamente en la cuestin metodolgica. Antes de centrar de lleno nuestra atencin en el problema del mtodo en la alfabetizacin inicial, veamos algunos conceptos en relacin con el mismo, tomados de dos textos: uno de Edelstein (1996) y otro, de Daz Barriga (1990). En el primero Edelstein retoma un texto de 1974, tambin de su autora, que segn los especialistas signific una gran contribucin al campo de las ciencias de la educacin y dice:
Bsicamente en didctica la cuestin del mtodo o de lo metodolgico se abandona o se disuelve en otras conceptualizaciones en la dcada del _80. Si bien estos aos son fecundos en producciones que implican un significativo aggiornamento de viejas categoras de la didctica (...) prcticamente no hay trabajos que incluyan la cuestin del mtodo como variable, dimensin o categora sujeta a revisin. (Edelstein, 1996: 77)
Daz Barriga (1990) sostiene que se ha obviado una reflexin sustantiva sobre la cuestin metodolgica y que no ha sido profundizada en la didctica. Segn afirma, _en el tratamiento del mtodo se pierde la dimensin conceptual_ y en vez de realizar _un debate epistmico sobre el aspecto metodolgico, se lleva a cabo la definicin etimolgica de la palabra_. Ambos autores elaboran sus escritos a partir de una fuerte oposicin a la corriente tecnocrtica de la didctica, pero lo que nos interesa subrayar en particular es que ambos tambin coinciden en referirse al mtodo como captulo pendiente y problema sin respuesta, sealando la ausencia de debate sobre el tema en las ltimas dcadas.
47
141
Por su parte, Davini (1996) coincide en que si ubicamos en una dimensin histrica la problemtica del mtodo en la didctica, el siglo XX puede dividirse en dos etapas: la primera, caracterizada por referencias permanentes a la cuestin metodolgica, ligadas al desarrollo de los sistemas educativos modernos, al optimismo pedaggico y a la influencia del ideario de la Escuela Nueva, en el que se estructuran las experiencias metodolgicas de Montessori, los centros de inters de Decroly, los postulados de Ferrire, la escuela de trabajo de Freinet. En el mismo sentido, Edelstein (1996: 77) sostiene que en esta mitad del siglo hay permanentes referencias al papel que desempea lo metodolgico en la actividad pedaggica: _En general se habla de _mtodos_, en plural, aludiendo a construcciones elaboradas sobre la base de experiencias educativas concretas_. La segunda etapa, se desarrolla a partir de mediados de la dcada del 60, en la que se produce una interrupcin significativa marcada por la ausencia de tratamiento de la cuestin metodolgica, que es considerada una especie de deuda de la investigacin didctica. Los autores coinciden en sealar la irrupcin de la corriente denominada tecnologa educativa como causa del silenciamiento en el abordaje de la problemtica metodolgica. En el marco de esta corriente, el mtodo se interpreta como una mera cuestin tcnica y la didctica es concebida en los mismos trminos, como una disciplina instrumental, consecuentemente empobrecida y desligada de los problemas tericos. El mtodo como conjunto de tcnicas cerradas para ser aplicadas y la didctica como disciplina instrumental reducida a la formulacin de pasos mecanizados para adquirir conocimientos conforman el ncleo ms criticado de dicha corriente. En un primer acercamiento al tema, surge una impresin contradictoria: expresiones tales como _sacralizacin del mtodo_, _universalidad del mtodo_, _refuerzo de la certeza metdica_ son enunciados acuados en las pginas de la tecnologa educativa y en ese sentido aparece como contradictorio que un movimiento apologtico del mtodo no avance sino que clausure su tratamiento. Davini (1996) sostiene que la hegemona del enfoque tecnicista en la didctica _no abandon el criterio normativo -por el contrario, lo exacerb- sino que lo deslig del debate ideolgico_. La autora afirma que _el componente utpico-poltico fue _neutralizado_ por el enfoque cientificista de pretensin asptica_. La didctica de enfoque tecnocrtico obtur, durante mucho tiempo, cualquier reflexin sobre el tema del conocimiento, constituyndose en aplicacin del planeamiento eficientista en las escuelas. En el mismo sentido, Edelstein (1996: 78) sostiene que:
En los momentos de auge de esta corriente, si bien algunos autores sealan que la consecuencia en didctica fue _sacralizar el mtodo_, desde mi perspectiva se podra inferir que en todo caso se obvi una reflexin sustantiva en torno a l, y que fue objeto de un tratamiento parcial que deform su interpretacin y, por lo tanto, su utilizacin.
Podemos abordar algunos aspectos significativos en el tratamiento del mtodo como problema de la didctica, organizados en un sistema de oposiciones en las que se enfrentan dos polos: " El mtodo nico o un _desarrollo metodolgico que permita conceptualizaciones amplias, inclusivas y consistentes..._ (Daz Barriga, 1990) o un _desarrollo de variedad de modelos metodolgicos de enseanza que consideren la relacin entre propsitos educativos, diseos curriculares, recursos y teoras psicolgicas y sociolgicas_ (Davini, 1996: 66). " El mtodo concebido como un conjunto de tcnicas y recursos, procedimientos y habilidades o el mtodo ligado a los problemas del conocimiento, como punto de unin entre lo epistemolgico (un campo disciplinar particular), y lo didctico (una teora de la enseanza y una teora del aprendizaje) (Daz Barriga, 1990). " La universalidad del mtodo sin relacin con los contenidos o mtodos que no sean ajenos a los tratamientos de cada contenido sino que permitan encontrar para cada contenido la mejor enseanza. " La concepcin del docente como un mero ejecutor, como ingeniero conductual y usuario irreflexivo de mtodos prescriptos por otros, o un docente que domine el campo de conocimiento en el que trabaja y el conjunto de relaciones que inciden en los procesos de conocimiento, un docente que, habiendo adoptado una perspectiva axiolgica, ideolgica, la exprese tambin en la propuesta metodolgica.
142
Lo cierto es que el mtodo constituye un verdadero problema terico del campo de la didctica que ha permanecido sin debate durante la segunda mitad del siglo XX y esto hace que las expresiones _metodologa_ o _mtodos_ de enseanza de la lectura, propuestas _metodolgicas_ de la primera alfabetizacin u otras similares, que en cualquier contexto acadmico podran emplearse sin temor a sus consecuencias, en nuestra coyuntura actual se encuentren bajo una _manta dura_ que las recubre y quien enuncia cualquier expresin que contenga la raz o etimologa del trmino _mtodo_ queda expuesto a los prejuicios, que trataremos de analizar, que lo adscriben directamente a los elementos enunciados en primer trmino: el mtodo nico sin relacin con el objeto de conocimiento. Toda vez que se insinan estos trminos algunas escenas estticas aparecen entre los formadores: el deletreo tortuoso de los nios, la cantinela sin sentido frente a los silabarios, la repeticin de frmulas huecas, el vaciamiento de sentido de las palabras que en algn momento fueron generadoras. En una suerte de imgenes cristalizadas, el mtodo aparece hermanado con la arbitrariedad, el autoritarismo y la dictadura del maestro imponiendo de modo universal un nico modo de leer y de escribir. En una frmula petrificada -_frmula muy slida, muy soldada_ dice Montes- el mtodo comparte con encierro, censura, rigor, encasillamiento, decodificacin, receta, tcnicas sin sentido, descifrado y machaque, un campo semntico marcado por un pesado signo negativo. En las respuestas a la encuesta, el discurso de los formadores caracteriza los mtodos como opciones indeseables que hay que criticar y desterrar, como recetas nicas, propuestas rgidas y estructuradas; el mtodo avasalla la libertad tanto del nio como del maestro, no tiene en cuenta la heterogeneidad de los alumnos, no considera los contextos de la enseanza, cercena la creatividad de alumnos y docentes, acota las miradas pedaggicas amplias y coarta la mirada crtica sobre la prctica docente. Como vemos, la formacin docente est atravesada por una concepcin tecnocrtica del mtodo. No obstante, esta negatividad no est definida en s misma sino por oposicin a otro polo antagnico caracterizado por trminos y acciones indiscutiblemente positivas en las que se acunan todas las metforas de la alfabetizacin, aquellas que la relacionan directamente con la libertad y la asuncin autnoma del propio rumbo por parte del alumno, con la eleccin por sobre la imposicin, con el placer de leer y la blandura de los almohadones, con la ausencia de censura y la creatividad ilimitada. As planteado el escenario de la formacin, de un lado los que obturan y clausuran, del otro los que abren y liberan, nadie duda de qu lado es preferible ubicarse. Veamos esta construccin en las siguientes citas que pertenecen tanto a profesores de Lengua como de Prctica:
Por qu desde su ctedra/materia no propone una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos?
_Porque no es bueno encasillarse en una sola metodologa, rgida y estructurada._ (ai2/F72/L) _Porque no se debe explicitar recetas para la alfabetizacin ya que cada sujeto de aprendizaje es diferente, como as tambin su contexto._ (ai2/F138/L) _Encuadrarnos en un mtodo sera acotar las posibilidades de realizar una mirada pedaggica ms amplia y crtica de la prctica docente._(ai2/F197/L)
Otros profesores, que contestan afirmativamente la pregunta anterior, se ven en la necesidad de hacer aclaraciones por temor a ser incluidos en el polo indeseable:
_Se les ensea los mtodos y estrategias pero no son recetas nicas e imprescindibles._ (ai2/F495/L) _En mi materia se le da relevancia a los aportes de la psicognesis y a la teora lingstica social. No son mtodos (los mtodos se centran en el objeto de estudio y no en el sujeto de aprendizaje, no tiene en cuenta la heterogeneidad) y su riqusimo contenido ayuda a reflexionar y a repensar la labor alfabetizadora._ (ai2/F159/L) _Porque se propone el enfoque comunicacional y no mtodos cerrados. Lo que se proponen son estrategias enmarcadas en los distintos contextos en que se produce la enseanza y el aprendizaje._ (ai2/ F258/P)
143
Entonces, vemos cmo se ha producido un deslizamiento inevitable que nos deja detenidos en el tiempo, congelados igual que aquellas imgenes, porque imperceptiblemente, fuimos pasando del no al mtodo universal y prescripto ciegamente, a un no -igualmente universal- a toda propuesta metodolgica. De este modo, la noble causa de oponerse a un mtodo nico se ha transformado en una nueva imposicin, tan imperativa como la anterior: _No pensars ensearles mtodos! No?_ (ai1/ EN/2/9) que se traduce en el altsimo porcentaje de profesores que no propone ningn tipo de intervencin pedaggica para ensear a leer y escribir pero que, simultneamente, desde esa posicin, formulan, como objetivos para sus alumnos, que estos critiquen lo que sucede en materia metodolgica en las escuelas y superen esa situacin con su prctica de principiantes. En este desplazamiento desde el necesario no al mtodo pensado desde una didctica instrumental, a la negacin de toda propuesta metodolgica, terminamos encontrndonos con profesores que consideran que para ensear a leer y escribir _no hay una metodologa especfica_ (ai2/F57/P), que los nios aprenden solos (ai2/226/L) y que _la discusin sobre los mtodos ya pas_ (ai2/F360/L) negando con esta actitud el mismo conocimiento producido en el campo de la didctica y la vigencia de la problemtica que, contradictoriamente, es la ms destacada en la opinin de los mismos formadores acerca de cmo se est desarrollando la alfabetizacin inicial en las escuelas de sus zonas. _Las palabras no solo se sueldan entre s, sino que se sueldan alrededor de nuestro pensamiento, y terminamos convirtindonos en prisioneros de ellas_, dice Montes en nuestro intertexto. Pero si vamos a des-soldarlas tal como propone la autora, esa accin _implica algn tipo de violencia_ porque detrs de la fuerte oposicin de los profesores a la asuncin de posicionamiento metodolgico, se encuentra la ausencia de discusin sobre los modos precisos de intervenir en un campo tan especfico como el de la alfabetizacin inicial y tan sensible a la vez por su peso en la construccin de ciudadana. El cuestionamiento al mtodo universal ha sido un proceso necesario, en tanto plantea la recuperacin del campo epistemolgico; ha sido fundacional en tanto se opone a una concepcin de la didctica como apndice instrumental, y liberador en tanto restituye al docente su reflexin crtica. Pero adems, es un proceso imprescindible porque a lo largo del siglo XX las diferentes ciencias del lenguaje y de la educacin lograron nuevas explicaciones acerca del sujeto, de su cognicin general y de su particular cognicin lingstica, as como nuevas interpretaciones sobre los entornos o contextos sociolingsticos en los que ocurre la alfabetizacin y nuevas concepciones sobre la lengua escrita, como hemos visto en la primera parte. Todos estos avances, simultneos al fenmeno del crecimiento sostenido de la matrcula de la escuela primaria, exigieron _y lo siguen haciendo- una _ventilacin_ de los claustros cerrados en el aprestamiento de la mano y el ojo que, a fuerza de estmulo y respuesta, avanzaron _y avanzan- ciegamente solo con los alumnos que siguen al maestro dejando atrs en un depsito a los otros _esperando que maduren como si fueran peras o manzanas_ (Ferreiro, 1999: 25). Si tenemos en cuenta los enormes avances en los campos de referencia de la alfabetizacin, debemos reconocer que adems del desplazamiento de un imperativo al otro asistimos a un doble solapamiento: el discurso de una propuesta metodolgica plural esconde la crtica a toda propuesta organizada de intervencin pedaggica, que a su vez oculta la falta de certezas acerca de qu ponemos en el lugar que ocup el mtodo de pretensiones universales en la alfabetizacin inicial. Quitando sucesivamente los velos, nos encontramos de frente con el rostro de un problema central de la formacin docente: si dejamos de oponernos al mtodo nico que ya no es aceptable tericamente y nos proponemos trabajar en los principios del polo deseable: en qu consiste esa propuesta? El estudio muestra en los dos grupos de profesores (Prctica y Lengua) la existencia de perfiles destacados que analizan y conjugan coherentemente derivaciones didcticas provenientes de diferentes campos de referencia de la didctica de la lengua, que adems mantienen la coherencia en los criterios con los que seleccionan las teoras y/o enfoques sobre alfabetizacin inicial que abordan desde sus ctedras y en la concepcin acerca del objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial; profesores que tienen respuesta positiva en cuanto a proponer desde sus ctedras una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos, presentan una explicitacin de la misma y una fundamentacin pertinente y clara.
144
Pero por fuera de esos grupos, existe un conjunto muy amplio de respuestas que sostienen concepciones con diversos grados de desacierto terico, algunas de los cuales hemos analizado en el marco de los perfiles generales y crticos, que nos inclinan a pensar que no existe un estudio serio del tema. Por ejemplo, las numerosas explicaciones que en adhesin al planteo psicogentico, en lugar de plantear el conflicto como base del cambio cognitivo del sujeto, por el contrario aparecen sorprendentemente ligadas al concepto de maduracin o de evolucin natural: Metodologa propuesta: _Constructivismo._ Fundamentacin: _Porque el nio vive en un mundo rodeado de imgenes y palabras que le permiten que solo construya su conocimiento de la lengua, atendiendo a sus propios tiempos de maduracin; el docente gua su aprendizaje._ (ai2/F226/L)
_La psicognesis de la lectoescritura, que respeta los procesos de maduracin intelectual, el aprendizaje con el otro, la apropiacin de la escritura a partir del mtodo descendente, entre otros._ (ai2/F519/L) _Se analizan las distintas metodologas y se recomiendan aquellas que se basan en la Psicognesis de la lectoescritura, porque respetan el proceso natural de aprendizaje del nio._ (ai2/F52/L)
Ubicamos en este contexto tambin a aquellas respuestas muy numerosas que plantean distintos niveles de contradicciones o incoherencias internas, como en el siguiente planteo donde la propuesta se califica como _global_ pero a la vez se seala que debera ensearse tambin la ortografa. Esta evaluacin no tiene en cuenta que precisamente las propuestas globales que proceden privilegiando el sentido abordan desde el primer momento las unidades ortogrficas, dado que no plantean un trabajo a partir de las letras sino del texto, la frase y/o la palabra, aun antes de que los nios puedan conceptualizar la arbitrariedad de la escritura, la misma se ensea por su carcter visual. Objeto de conocimiento del proceso de alfabetizacin inicial: _La relacin grafa-fonema._ Propuesta metodolgica: _me gusta la propuesta global desarrollada por Castedo; Torres y Molinari, pero creo que en simultneo hay que trabajar la ortografa._ Fundamentacin: _Porque es una propuesta motivadora para el alumnado y porque privilegia el sentido en el texto._ (ai2/F345/L) Desde esta concepcin se entiende que la relacin grafa-fonema constituye el objeto de la alfabetizacin inicial, lo que ya supone una reduccin del objeto a la correspondencia fonogrfica entre unidades de segunda articulacin desprovistas de sentido. Si hacemos el ejercicio de aceptarlo como el objeto de conocimiento, las elecciones metodolgicas coherentes (aclaremos que estamos solo en el terreno de una especulacin) seran por ejemplo, el mtodo alfabtico o el fontico pero nunca una propuesta constructivista que precisamente no recomienda partir de unidades sin significado. Si en cambio tomamos la segunda respuesta y hacemos nuevamente el ejercicio de aceptar la propuesta, en relacin con qu objeto se habr de plantear la ortografa? Dicho en otros trminos, la ortografa es constitutiva de la lengua escrita, que no ha sido mencionada como objeto de conocimiento. Por ltimo, la fundamentacin de la opcin metodolgica es la de privilegiar _el sentido en el texto_, a partir de lo cual vemos que aparece un nuevo objeto (el texto) que no plantea relacin alguna con el objeto ya enunciado. Algo similar ocurre en el siguiente caso: Objeto de conocimiento de la alfabetizacin inicial: _La adquisicin del cdigo escrito y sus diferencias con el cdigo oral._ Propuesta metodolgica: _Una mirada cultural y semitica._ Fundamentacin: _Porque la alfabetizacin debe superar los conceptos de decodificacin y propiciar posibilidades de construccin de sentido._ (ai2/F378/L)
145
Dejemos de lado que _una mirada cultural y semitica_ puede ser una caracterstica pero de hecho no constituye ninguna opcin metodolgica para la alfabetizacin inicial y pongamos en relacin directa el objeto de conocimiento y la fundamentacin de la opcin para la enseanza. En esa relacin aparecen dos objetos mutuamente excluyentes: el cdigo y el sentido. Precisamente el aprendizaje del cdigo, que constituye una etapa tcnica y por ello necesariamente efmera, implica el aprendizaje de una estrategia de lectura propia de las lenguas alfabticas, la estrategia de decodificacin que es, contradictoriamente, lo que se sostiene que hay que _superar_. Tal vez esta fundamentacin intenta decir que es necesario superar la concepcin de lectura como mera tcnica de decodificacin, objetivo en el cual coinciden todas las posturas tericas, pero es saludable que no confundamos una concepcin de lectura reduccionista con una estrategia de lectura (la decodificacin) que es uno de los aprendizajes difciles que debe realizar el nio en la etapa de alfabetizacin inicial si su lengua es alfabtica y que por eso mismo exige el conocimiento de metodologas para su enseanza. En el caso siguiente, la opcin metodolgica que se manifiesta es la _palabra generadora_, acompaada de la siguiente fundamentacin:
_Porque es la metodologa utilizada en las escuelas primarias de la zona y es donde los alumnos del IFD realizan sus prcticas._ (ai2/F362/L)
Aqu cabra preguntarnos en que escuelas de la Argentina se est implementando hoy el mtodo de palabras generadoras. Recordemos que para el desarrollo de esa propuesta se requiere una concepcin de dos aos (que en su momento se denominaron primero inferior y superior), preferentemente con el mismo maestro, acompaado de un libro para el alumno y de una carpeta didctica que avanza gradualmente proponiendo un lxico controlado e incorpora desde el primer grado no solo las palabras sino oraciones escritas convencionalmente y los signos correspondientes a enunciados exclamativos, interrogativos y enunciativos, rplicas de dilogos sencillos, entre otro cmulo importante de informacin sobre la lengua escrita. Los alumnos no avanzan ms all de las palabras y frases enseadas por el maestro y este mtodo de lectura se desarrolla asociado a la propuesta retrica para la enseanza de la escritura. En este momento, no existen en circulacin libros para alumno ni para el docente que permitan implementar esta metodologa en las aulas. A qu proceso se le est llamando entonces _palabra generadora_? Veamos la siguiente fundamentacin que responde a la pregunta acerca de por qu desde su ctedra/materia no propone una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos.
_Porque considero que la alfabetizacin inicial no se resuelve con x mtodo de enseanza. Considero que hay que reanalizar las prcticas de introduccin a la lengua escrita, tratando de ver los supuestos que subyacen en ellas. Adems de procurar reconocer el sujeto cognoscente-nio que construye interpretaciones sobre el cdigo escrito._ (ai2/F63/L)
La anterior es una de las numerosas fundamentaciones que explican que la alfabetizacin inicial no se resuelve con un mtodo, pero aparece seguida de algunas propuestas, como por ejemplo en este caso: reanalizar las prcticas y sus supuestos, conocer las interpretaciones de los nios sobre el cdigo. Qu implican estas propuestas? Sugieren que no disponemos de investigaciones sobre las prcticas de introduccin a la lengua escrita y acerca de las interpretaciones de los nios sobre la misma? Precisamente estos son campos vastamente recorridos por la investigacin en alfabetizacin inicial desde los diversos paradigmas. Disponemos de tesis de gran peso en esta esfera discursiva y de publicaciones fcilmente accesibles para un formador. Si no se acepta el conocimiento acumulado hasta el momento, es necesario entonces investigar para producir uno nuevo pero mientras ello ocurre, para resolver el problema de la formacin al frente de una ctedra, la propuesta metodolgica deber basarse en el estado de conocimiento disponible, es decir, en las explicaciones que los diversos paradigmas han propuesto hasta ahora en las investigaciones realizadas. Y en ese punto, despus de _reanalizar las prcticas de introduccin a la lengua escrita_, despus de descubrir _los supuestos que subyacen en ellas_, despus de reconocer
146
al nio como sujeto que construye interpretaciones sobre el cdigo escrito, las preguntas sobre metodologa que interpelan al formador vuelven a ser las mismas: qu propone desde su ctedra y por qu. Esta interpelacin no proviene del campo de las teoras sobre objetos y sujetos, sino del campo donde se resuelve cotidianamente la alfabetizacin inicial: el aula de primer grado donde un maestro sigue formulando _la pregunta del milln: Cmo enseo a leer y a escribir?_ (ai1/U/1/20). Esta pregunta debe ser respondida con el mayor respaldo disciplinar desde la formacin porque tambin es muy saludable para el sistema que la prctica cotidiana del maestro alfabetizador est guiada por las certezas que hemos logrado construir, mientras las dudas sigan siendo el origen de nuevas investigaciones. Como dijimos, por fuera de los grupos destacados existe un conjunto muy amplio de respuestas que sostienen las contradicciones y errores que acabamos de analizar pero adems de ellas aparecen muchas otras que manifiestan abiertamente que no hay tiempo o condiciones adecuadas que permitan abordar ese contenido:
_No considero que sea un eje de conocimiento sustancial en la prctica docente, dado que las caractersticas institucionales y curriculares los tiempos acadmicos son escasos a la variedad de temticas a tratar._ (ai2/F359/P) _No est contemplado en el programa pues no lo permite el tiempo de acuerdo a la carga horaria y a los otros contenidos que deben desarrollarse. S propongo algunas caractersticas necesarias en este proceso, como el respeto por el estilo de comunicacin que trae el nio, la necesaria inclusin de herramientas que le permitan comunicarse de manera eficaz y el lenguaje como puerta de ingreso a un mundo imposible de imaginar sin saber leer y escribir, como elemento dignificante para el ser humano._ (ai2/ F100/P) _No contamos con suficiente espacios como para ocuparnos._ (ai2/F287/P) _Porque las carencias con que llegan a tercer ao, a realizar la residencia docente, son tan variadas, que los espacios de encuentros tericos no alcanzan para satisfacer tanta demanda._ (ai2/F504/P)
Por ltimo, haremos referencia al grupo que no realiza una propuesta desde la ctedra porque los alumnos (de Nivel Primario pero tambin del instituto formador) y los contextos son diversos o porque se debe continuar con la propuesta que realiza cada maestro en la escuela de prctica. Recordemos que las siguientes son respuestas a la pregunta acerca de por qu desde su ctedra/materia no propone una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos.
_Porque no todos los grupos con los cuales uno esta al frente del aula no son homogneos. Dependiendo del establecimiento y del ambiente social del que provienen los alumnos._ (ai2/F309/L) _Porque hay mltiples caminos para abordar esta temtica, teniendo en cuenta, adems, la heterogeneidad de la poblacin estudiantil que llega a los ISFD._ (ai2/F392/L) _No est previsto en los lineamientos curriculares del Espacio de la Prctica abordar estos contenidos. Las alumnas del ao pasado mostraron preocupacin por el tema de la alfabetizacin y su didctica. Me reconocieron que no es un contenido que se aborde en Lengua por ejemplo. La inquietud surgi frente a un proyecto de alfabetizacin que forma parte del PCI de la Escuela X._ (ai2/F471/P) _No porque no hay una sola manera de ensearla, se debe adecuar al grupo que se tenga como receptor, teniendo en cuenta que no todos los nios acceden al aprendizaje de la misma manera. Considero que es importante que las futuras docentes conozcan ms de una metodologa y dependiendo del grupo sepan ellas cul es la ms conveniente._ (ai2/F316/P) _No porque las alumnas que tienen que practicar en primer grado realizan observaciones que les permiten ver qu estrategias utilizan cada docente para ensear a leer y escribir. Depende de eso qu mtodo van a aplicar. A las alumnas yo no puedo decirles cmo hacerlo... s recordar las teoras pero no imponer un mtodo. Si les enseo que en todas las reas se trabaja la alfabetizacin y que no solo leer y escribir es alfabetizar, el reconocimiento de colores, objetos, texturas tambin lo son (sobre todo en el nivel inicial)._ (ai1/F147/P)
147
Finalmente aparece un grupo de respuestas que hemos dejado sin comentarios como la siguiente:
_Porque apuesto fuertemente a la creacin de contextos socialmente productivos, con sentido, sin secuencias estables._(ai2/F203/L)
Hemos sealado un deslizamiento desde un imperativo a otro, desde un rechazo particular a uno general, hemos intentado des-soldar la imagen autopositiva de no plantear metodologa alguna para la alfabetizacin inicial como postura que esconde una falta de conocimiento profundo sobre el tema, pero existe un ltimo deslizamiento que no opera ya sobre estos aspectos sino sobre el posicionamiento de los formadores en relacin con los avances de la didctica de la lengua como campo disciplinar que produce un cuerpo terico de conocimiento para intervenir en los problemas del mismo campo y permitir nuevos avances. En este sentido, las posturas que hemos analizado pueden mantenerse en el estado de equilibrio en el que se encuentran porque en la mayora de los casos no estn siendo interrogados desde ninguna prctica, porque no han establecido ninguna relacin dialctica con la prctica concreta y cotidiana de alfabetizacin en las escuelas primarias donde encontramos los mismos problemas que en la formacin, lo cual debera asumirse como punto de inicio de una bsqueda compartida. De este modo hemos intentado, como dice Montes, _abrir algunas ranuras o, al menos, introducir inquietud donde antes haba solo complacencia_ para plantearnos una situacin en la que _no hay ms remedio que seguir pensando_. (Montes, 1999:86)
148
CONCLUSIONE S
Recordemos que las preguntas que guiaron esta investigacin fueron las siguientes: " Cul es el lugar de la alfabetizacin inicial en la formacin del docente? Cmo se forma el rol alfabetizador del futuro docente en las carreras de Nivel Primario de los ISFD? " Qu rol/es cumplen las ctedras de Lengua y de Prctica en ese proceso? Qu decisiones se toman en estas ctedras para resolver esa parte de la formacin? " Cules son los problemas centrales que enfrentan las ctedras de Lengua y de Prctica a la hora de formar al futuro docente en su rol alfabetizador? En relacin con ellas, y desde una perspectiva global, lo expuesto hasta aqu puede producir la impresin de una situacin problemtica inabarcable, fragmentada y diversa; no obstante, una lectura profunda nos permite descubrir el hilo que hilvana fuertemente algunos de los problemas y permite trazar lneas nodales entre los principales hallazgos de este estudio, que responden las preguntas desde diferentes perspectivas. El fracaso en la formacin del docente en su rol alfabetizador para la etapa de alfabetizacin inicial, que se evidencia en la falta de prctica fundamentada tericamente y la consecuente, rpida y generalizada asuncin por parte del alumno de las formas de ensear que le propone la escuela destino, se produce durante su carrera y se funda en los siguientes aspectos centrales: 1. En las carreras que titulan docentes para la educacin primaria, la formacin del rol alfabetizador del futuro maestro no constituye un organizador, objetivo o eje curricular de la formacin general. 2. No existe propuesta de parte de las ctedras de Lengua y Prctica para formar a los alumnos en su rol alfabetizador pero cuando existe, la propuesta es difusa, contradictoria o incoherente, y errnea en aproximadamente 80 % de los casos. 3. La presencia de la alfabetizacin inicial como contenido de las ctedras de Lengua no est ligada a la extensin de las carreras ya que tanto en las de corta duracin como en las que ya han implementado planes de cuatro aos se presentan los mismos problemas curriculares en relacin con la didctica especfica de la alfabetizacin inicial. Adems, estas carreras, segn sus profesores, gozan de un estatus menor que otras. 4. Los profesores de Lengua asumen el rol formador bsicamente sin conocimientos previos sobre la alfabetizacin inicial y desarrollan un recorrido azaroso y en muchos casos individual de formacin para construir el saber que necesitan para formar a los futuros docentes. Los avatares de esta formacin se evidencian en la falta de claridad para situar epistemolgicamente el problema de la alfabetizacin, en las dificultades para pensar la didctica como campo terico y en la ausencia de lneas metodolgicas para la alfabetizacin inicial. 5. Los ISFD aceptan tcitamente la propuesta de las escuelas para los itinerarios de prctica de sus alumnos, convalidando de este modo intervenciones sin respaldo terico y profundizando los problemas que las escuelas de la zona necesitan superar. Los contenidos de la prctica estn propuestos -en una gradacin que va de la sugerencia a la exigencia sin ms- por el docente a cargo del curso en el que se practica; esto es, ni la escuela destino, ni el ISFD plantean las prcticas alfabetizadoras tericamente fundamentadas: los futuros maestros practican en la mayora de los casos con propuestas fuera de toda teora, emanadas de contextos de alto fracaso en el proyecto de alfabetizacin inicial. El estudio ha permitido identificar grupos y subgrupos con sus respectivos problemas centrales. Algunos son compartidos y otros no, pero frente a esta situacin se impone un anlisis que diferencie para su abordaje los problemas que enfrentan por ejemplo, los profesores noveles, de aquellos que habiendo asumido responsabilidad en equipos tcnicos o equipos de capacitacin se encuentran desarrollando actividades destinadas especficamente a superar los problemas en alfabetizacin inicial de sus respectivas provincias. Entre estos dos grupos se encuentra un conjunto de profesores que necesariamente deben ser invitados a reflexionar sobre la importancia de que la formacin de docentes garantice una buena prctica explcita en alfabetizacin inicial, que discuta el estado de situacin que atravesamos en el pas. Este panorama obliga al sistema formador a evaluar la conveniencia de que se est aceptando pasivamente la propuesta alfabetizadora que surge de la escuela -un escenario de por s complejo que
151
intenta alfabetizar nuevos sujetos- puesto que no resulta apropiada para aprender sino que, por el contrario, se corre el serio riesgo de estar contribuyendo con los futuros docentes, a un fracaso ya instalado. En este sentido el ISFD es parte del problema y no de las soluciones, no obstante su autopercepcin en este ltimo sentido. Ahora bien, el sistema formador tambin enfrenta un gran problema si decide no aceptar la propuesta de la escuela destino e impulsar prcticas pedaggicas superadoras, suficientemente aprendidas por el alumno practicante y acordadas con el equipo de profesores, aunque ms no sean, los de las ctedras de Lengua y Prctica, porque tal opcin superadora, como hemos visto, no existe en los espacios de formacin. Se trata solo de una existencia en el nivel terico discursivo y aun en ese nivel tiene serias dificultades que es necesario poner en discusin a la luz del estado crtico de los aprendizajes lectores bsicos. Como hemos visto, salvo excepciones relevadas que no superan el 10% de la muestra, no hay una propuesta definida desde las ctedras de Lengua ni de Prctica para la alfabetizacin inicial. Las teoras y bibliografas pertenecen a paradigmas de diferentes campos muchos de ellos incompatibles entre s en cuanto a la concepcin de sujeto y de desarrollo en la que se apoyan. El estudio invita a reflexionar sobre si la preocupacin de los profesores de Lengua por ensear todas las teoras a sus alumnos aun con el escaso tiempo disponible supone que todas tienen igual valor o si esta decisin encierra la presuposicin de que las teoras son neutrales, postura segn la cual sera posible aplicar, implementar o desarrollar cualquier propuesta sin someterla a la evaluacin que resulta de preguntarnos cules son las mejores y las ms viables, una vez asumido un determinado estado de diagnosis, y teniendo en cuenta los propsitos de la alfabetizacin como proceso de inclusin de los sujetos en nuevas prcticas culturales. La evaluacin de teoras que se han de implementar para solucionar problemas en el contexto de la accin implica un alto nivel de experticia y a la vez exige una extrema vigilancia epistemolgica. Ahora bien, los problemas de la alfabetizacin inicial que enfrentan tanto ISFD como escuelas se resuelven solamente aumentando la claridad terica de los profesores, de los alumnos futuros docentes y de los maestros en ejercicio o sera conveniente incorporar adems otras variables al anlisis? Si bien hemos heredado una concepcin pauperizada de la didctica como conjunto de herramientas de mero carcter instrumental y absolutamente desligada de los problemas epistemolgicos que plantean los objetos de conocimiento, los intentos de superacin de esta concepcin producen en la didctica de la lengua dos movimientos complementarios: uno que desprecia _la prctica_ porque la concibe como sinnimo de _mera prctica_ y desconfa de ella como instancia de aprendizaje, y otro que recupera saludablemente la teora para el campo de la didctica pero la concibe como va excluyente de aprendizaje, postura desde la que tambin se sostiene una gran desconfianza acerca de la capacidad de la prctica para producir conocimiento. La didctica de la lengua y la literatura son disciplinas que producen, construyen y acumulan su saber no solo para interpretar los problemas del campo de la enseanza de la lengua y la literatura sino fundamentalmente para intervenir en ellos, teniendo en cuenta los sujetos, contextos, contenidos, objetivos, metodologa, recursos y evaluacin. Para superar el problema que enfrentan la formacin docente y las escuelas, pero tambin como contribucin al estado actual del desarrollo en este campo didctico, es necesario pensar que las teoras se asocian a prcticas definidas y asumir al mismo tiempo la responsabilidad no solo de evaluarlas sino de encontrar las mejores formas de asociarlas con los procedimientos pertinentes para intervenir en el contexto de la accin y recuperar de este modo lo que hemos dicho anteriormente: las teoras no solo establecen lmites dentro de los cuales se produce la interpretacin de los problemas del campo sino tambin sobre las acciones. Lo que estamos planteando entonces, es la necesidad de discutir los modos de intervencin en la prctica como un verdadero problema del campo terico de la didctica de la lengua y la literatura y no como una cuestin menor, instrumental y desligada de la epistemologa de los objetos de conocimiento involucrados. Desde esta perspectiva se hilvana otro de los problemas ms complicados de resolver para los docentes de los ISFD, que es la falta de tiempo en relacin con los contenidos a ensear y la seleccin misma de los contenidos. Aun aceptando el argumento de que la dificultad se origina en la proliferacin de teoras en el marco de las ciencias del lenguaje y los estudios literarios, la pregunta es
152
si los contenidos de las ctedras deben ser contenidos de esos campos o del campo de la didctica especfica, con lo cual desplazamos el foco introduciendo un elemento nuevo y central: la enseanza. Si se asumiera desde las ctedras de Lengua que el principal desafo a resolver en la prctica por un futuro docente es la enseanza de la lengua y la literatura en un contexto institucional, no existiran mayores obstculos para abordar los problemas del campo didctico desde el primer da de clases de la carrera, con lo cual es probable que el alumno se encuentre mejor posicionado a la hora de _observar_ la institucin escuela y de realizar sus ensayos. Ahora bien, los profesores aceptan que los alumnos a la hora de la prctica no han logrado configurar un saber didctico relevante y llegan a la residencia sin conocimiento slido y/o suficiente del contenido a ensear y sin saber cmo proceder metodolgicamente. Si aceptamos esta descripcin, y aceptamos tambin que el grado de construccin cognitiva con el que llegan a la prctica es el que describen sus profesores es muy interesante preguntarnos qu logra el alumno transformar en observable en medio de las complejas prcticas escolares de alfabetizacin, qu logra analizar y sobre qu logra reflexionar en la prctica. Pero la pregunta ms relevante es si esta situacin mantiene alguna relacin -y si la mantiene, cul es su naturaleza- con el hecho de que los aprendices adopten rpida y masivamente las prcticas enseantes de la escuela que observan. En otros trminos, si un alumno no posee marcos interpretativos para comprender lo que se observa, y si no ha tenido ms ejemplos que los observados, la consecuencia lgica de ese proceso de conocimiento es que lo observado se transforme en el nico modelo de intervencin con el que el alumno ha tomado contacto y por lo tanto ser adoptado como forma de dar respuesta a una compleja situacin inicial. El estudio tambin ha permitido analizar detalladamente los obstculos comunes que enfrentan los formadores cuando asumen la responsabilidad de estar al frente de una ctedra, as como las dificultades que sortean para conocer los problemas del campo, y las que encuentran cuando deben construir un proyecto de ctedra que seleccione y articule contenidos didcticos y establezca contactos con la escuela primaria. La identificacin de un 25,78% de la muestra de profesores de Lengua y de un 20% de los de Prctica que integran los respectivos perfiles crticos as como la descripcin detallada de los problemas que atraviesan proponen un escenario de urgente atencin y convoca a reflexionar sobre las grandes regularidades que dicho escenario plantea con el de las escuelas primarias.
153
BIBLIOGRAF A
Libros
ALEN, B. y DELGADILLO, M., (1994) Capacitacin docente. Buenos Aires, Tesis - Grupo Editorial Norma. ALISEDO, G., MELGAR, S. y CHIOCCI, C., (1994) Didctica de las ciencias del lenguaje. Aportes y reflexiones. Buenos Aires, Paids. ALVARADO, M., (2001) Entre lneas. Buenos Aires, FLACSO-Manantial. BAQUERO, R., (1996) Vigotsky y el aprendizaje escolar. Buenos Aires, Aique. BARBIER, J., (2000) Prcticas de formacin. Evaluacin y anlisis. Buenos Aires, Novedades Educativas. BARBIER, J., (1993) La evaluacin de los procesos de formacin. Barcelona, Paids. BLAIR-LARSEN, S. y WILLIAMS, K., (ED.) (1999) The Balanced Reading Program, Newark, IRA. BLANCHE-BENVENISTE, C., (1998) Estudios lingsticos sobre la relacin entre oralidad y escritura. Barcelona, Gedisa. BORZONE DE MANRIQUE, A. y GRAMIGNA, S., (1987) Iniciacin a la lectoescritura. Buenos Aires, El Ateneo. BORZONE DE MANRIQUE, A. M. y ROSEMBERG, C., (2008) Qu aprenden los nios cuando aprenden a hablar, Buenos Aires, Aique. BORZONE DE MANRIQUE, A. M., (1995) Leer y escribir a los cinco, Buenos Aires, Aique. BOTTE, E. ET AL., (2007) Escuelas que trabajan para superar el fracaso escolar. Buenos Aires, AEPTUNICEF-Fundacin Noble. BRASLAVSKY, B., (1992) La querella de los mtodos en la enseanza de la lectura. Buenos Aires, Kapelusz. BRASLAVSKY, B., (1992) La escuela puede. Buenos Aires, Aique. BRASLAVSKY, B., (2004) Primeras letras o primeras lecturas? Una introduccin a la alfabetizacin temprana. Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica. BRONCKART, J., Las ciencias del lenguaje un desafo para la enseanza? Pars, UNESCO, 1985. BRONCKART, J., (2007) Desarrollo del lenguaje y didctica de las lenguas. Buenos Aires, Mio y Dvila. CAMILLONI, A., DAVINI, M. ETAL., (1996) Corrientes didcticas contemporneas. Buenos Aires, Paids. CARDONA, G., (1994) Antropologa de la escritura. Barcelona, Gedisa. CARLINO, P., (2005) Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introduccin a la alfabetizacin acadmica. Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica. CASAMIGLIA, H. y TUSN, A., (1999) Las cosas del decir. Manual de anlisis del discurso. Barcelona, Ariel. CASSANY, D. ET AL. (1994) Ensear Lengua. Barcelona, Gra.
CASSANY, D., (1987) Describir el escribir. Buenos Aires, Paids. CASSANY, D. ET AL., (1994) Ensear Lengua. Barcelona, Gra. CASSANY, D., (1996) La cocina de la escritura. Barcelona, Anagrama. CASSANY, D., (1993) Reparar la escritura. Barcelona, Gra. CASSANY, D., (2006) Tras las lneas. Sobre la lectura contempornea. Barcelona, Anagrama. CASTORINA, J. ET AL., (1996) Piaget-Vigotsky: contribuciones para replantear el debate. Buenos Aires, Paids. CHARAUDEAU, P. y MAINGUENEAU, D., (2005) Diccionario de anlisis del discurso. Buenos Aires, Amorrort. CHARTIER, A., (2004) Ensear a leer y escribir. Una aproximacin histrica. Mxico, Fondo de Cultura Econmica. CHARTIER, A. y HEBRARD, J., (1988) Discursos sobre la lectura (1880-1980). Barcelona, Gedisa. CHARTIER, R., (1996) Escribir las prcticas. Buenos Aires, Manantial. CHARTIER, R., (2000) Las revoluciones de la cultura escrita. Barcelona, Gedisa. CHEVALLARD, Y., (1991) La transposicin didctica. Del saber sabio al saber enseado. Buenos Aires, Aique. CHOMSKY, N., (1988) El lenguaje y los problemas del conocimiento. Madrid, Visor. CHOMSKY, N., (1989) El conocimiento del lenguaje. Madrid, Alianza. CHOMSKY, N., (1992) El lenguaje y el entendimiento, Buenos Aires, Planeta Agostini. COLOMER, T., (1998) La formacin del lector literario. Madrid, Fundacin Germn Snchez Ruiprez. COOK-GUMPERZ, J., (comp.) (1988) La construccin social de la alfabetizacin. Barcelona, Paids. CUBO DE SEVERINO, L., (coord.) (2005) Los textos de la ciencia. Principales clases del discurso acadmico-cientfico. Crdoba, Comunicarte. CUESTA, C., (2006) Discutir sentidos. La lectura literaria en la escuela. Buenos Aires, Libros del Zorzal. DAVINI, M., (1995) La formacin docente en cuestin: poltica y pedagoga. Buenos Aires, Paids. DESINANO, N., (1994) Didctica de la lengua para 1, 2 y 3er. Grado. Rosario, Homo Sapiens. DESINANO, N., Y AVENDAO, F., (2006) Didctica de las ciencias del lenguaje. Rosario, Homo Sapiens. DIAZ BARRIGA, A., (1990) Didctica y currculo. Mxico, Nuevomar. DIKER, G. y TERIGI, F., (1997) La formacin de maestros y profesores. Hoja de ruta. Buenos Aires, Paids. DUBOIS, M., (1991) El proceso de la lectura: de la teora a la prctica. Buenos Aires, Aique.
ECO, U., (1993) Lector in fabula. La cooperacin interpretativa en el texto narrativo. Barcelona, Lumen. EDELSTEIN, G., (1996) _Un captulo pendiente: el mtodo en el debate didctico contemporneo_ en Camilloni, Davini et al., Corrientes didcticas contemporneas. Buenos Aires, Paids. FARAS, M. ET AL., (2004) Conceptos. Para seguir trabajando. Buenos Aires, Aept-Unicef. FARAS, M. ET AL., (2007) Propuestas para superar el fracaso escolar. Buenos Aires, Aept-Unicef-Fundacin Noble. FERREIRO, E., (1999) Cultura escrita y educacin. Conversaciones de Emilia Ferreiro, Mxico, Fondo de Cultura Econmica. FERREIRO, E. y TEBEROSKY, A., (1988) Los sistemas de escritura en el desarrollo del nio. Buenos Aires, Siglo XXI. FERREIRO, E., (2001) Pasado y presente de los verbos leer y escribir, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica. FREIRE, P., (1974) La educacin como prctica de la libertad. Buenos Aires, Siglo XXI. GASPAR, M. y GONZLEZ, S., (2006) Cuadernos para el aula. (Lengua 1, 2 y 3 ao). Buenos Aires, MECyT. GIROUX, H., (1990) Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagoga crtica del aprendizaje. Barcelona, Paids. GOODY, J., (comp.) (1996) Cultura escrita en sociedades tradicionales. Barcelona, Gedisa. GRAVES, D., (1992) Estructurar un aula donde se lea y se escriba. Buenos Aires, Aique. HALLIDAY, M., (1982) El lenguaje como semitica social. Mxico, Fondo de Cultura Econmica. HAVELOCK, E., (1996) La musa aprende a escribir. Buenos Aires, Paids. HERNNDEZ SAMPIERI, R. ET AL., (1988) Metodologa de la investigacin. Mxico, McGraw-Hill. HUBERMAN, S., (1999) Cmo se forman los capacitadores. Arte y saberes de su profesin. Buenos Aires, Paids. HURTADO, A., (1982) Teora lingstica y adquisicin del lenguaje. Mxico, SEP-OEA. IMBERNN, F., (1994) La formacin y el desarrollo profesional del profesorado. Hacia una nueva cultura profesional. Barcelona, Gra. JOLIBERT, J., (1994) Formar nios lectores de textos. Santiago de Chile, Dolmen. JOLIBERT, J., (1994) Formar nios productores de textos. Santiago de Chile, Dolmen. KARMILOFF-SMITH, A., (1994) Ms all de la modularidad. Madrid, Alianza. KARMILOFF, K. y KARMILOFF-SMITH, A., (2005) Hacia el lenguaje. Madrid, Morata. KERBRAT-ORECCHIONI, C., (1986) La Enunciacin. De la subjetividad en el lenguaje. Buenos Aires, Hachette.
LOMAS, C. y OSORO, C., (comp.) (1994) El enfoque comunicativo de la enseanza de la Lengua. Barcelona, Paids. LOZANO, J. ET AL., (1987) Anlisis del discurso. Hacia una semitica de la interaccin textual. Madrid, Ctedra. MAINGUENEAU, D., (1980) Introduccin a los mtodos de anlisis del discurso. Buenos Aires, Hachette. MAINGUENEAU, D., (1999) Trminos claves del anlisis del discurso. Buenos Aires, Nueva Visin. MANGUEL, A., (1998) Una historia de la lectura. Madrid, Alianza - Fundacin Germn Snchez Ruiprez. MARCELO GARCA, C., (1987) El pensamiento del profesor, Barcelona, CEAC. MARCELO GARCA, C. y MINGORANCE DAZ, P., (eds.) (1992) Pensamiento de Profesores y Desarrollo Profesional (II). Sevilla, Universidad de Sevilla. MARN, M., (1999) Lingstica y enseanza de la lengua. Buenos Aires, Aique. MARTN ROJO, L. y WHITTAKER, R., (eds.) (1998) Poder-Decir o el poder de los discursos. Madrid, UAMArrecife. MARTINET, A., (1970) Elementos de lingstica general. Madrid, Gredos. MELGAR, S. y ZAMERO, M., (2007) Todos pueden aprender Lengua 1. Buenos Aires, AEPT-UNICEFFundacin Noble. MELGAR, S. y ZAMERO, M., (2007) Todos pueden aprender Lengua 2. Buenos Aires, AEPT-UNICEFFundacin Noble. MELGAR, S. y ZAMERO, M., (2007) Todos pueden aprender Lengua 3. Buenos Aires, AEPT-UNICEFFundacin Noble. MELGAR, S., (2005) Aprender a pensar. Las bases para la alfabetizacin avanzada. Buenos Aires, Papers. MENDOZA FILLOLA, A. ET AL., (1996) Didctica de la Lengua para la enseanza primaria y secundaria. Madrid, Akal. MENDOZA FILLOLA, A., (1995) De la lectura a la interpretacin. Buenos Aires, A-Z. MILIAN, M. y CAMPS, A., (2000). El papel de la actividad metalingstica en el aprendizaje de la escritura. Rosario, Homo Sapiens. MUGICA, N., (comp.) (2006) Estudios del lenguaje y enseanza de la lengua. Rosario, Homo Sapiens. Nogueira, S. (coord.) (2007) La lectura y la escritura en el inicio de los estudios superiores. Buenos Aires, Biblos. OLSON, D., (1998) El mundo sobre papel. El impacto de la escritura y la lectura en la estructura del conocimiento. Barcelona, Gedisa. OLSON, D. y TORRANCE, N., (1998) Cultura escrita y oralidad. Buenos Aires, Gedisa. ONG, W., (1993) Oralidad y escritura. Tecnologas de la palabra. Mxico, Fondo de Cultura Econmica.
PREZ SERRANO, G., (1994) Investigacin cualitativa. Retos e interrogantes. Madrid, La Muralla. PERKINS, D., (1997) La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educacin de la mente. Barcelona, Gedisa. PERONARD THIERRY, M. ET AL., (1998) Comprensin de textos escritos: de la teora a la sala de clases, Santiago de Chile, Andrs Bello. PETIT, M., (1999) Nuevos acercamientos a los jvenes y la lectura. Mxico, Fondo de Cultura Econmica. PETRUCCI, A., (2002) La ciencia de la escritura. Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica. PETRUCCI, A., (1999) Alfabetismo, escritura, sociedad. Barcelona, Gedisa. PIAGET, J., (1992) Seis estudios de psicologa. Barcelona, Ariel. RBOLA, M. y STROPPA, M., (ed.) (2000) Temas actuales en Didctica de la lengua. Rosario, CELA-UNR. RENKEMA, J., (1999) Introduccin a los estudios sobre el discurso. Barcelona, Gedisa. RODRIGO, M., RODRGUEZ, A. y MARRERO, J., (1993) Las teoras implcitas. Una aproximacin al conocimiento cotidiano. Madrid, Visor. SALGADO, H., (1995) De la oralidad a la escritura. Buenos Aires, Magisterio del Ro de La Plata. SALGADO, H., (2000) Cmo enseamos a leer y escribir. Buenos Aires, Magisterio del Ro de La Plata. SAUSSURE, F., (1971) Curso de lingstica general. Buenos Aires, Losada. SIMONE, R., (2001) Fundamentos de lingstica. Barcelona, Ariel. SIMONE, R., (1992). Diario lingstico de una nia. Barcelona, Gedisa. SOLANA, Z., (1999) Un estudio cognitivo del proceso de adquisicin del lenguaje. Rosario, JuglaraUNR. TEBEROSKY, A. y TOLCHINSKY, L., (1995) Ms all de la alfabetizacin. Buenos Aires, Santillana. VAN DIJK, T., (comp.) (2000) Estudios sobre el discurso. Una introduccin multidisciplinaria. Barcelona, Gedisa. VAN DIJK, T., (1987) Estructuras y funciones del discurso. Mxico, Siglo XXI. VAN DIJK, T., (1983) La Ciencia del Texto. Barcelona, Paids. VAN DIJK, T., (1980) Texto y contexto. Madrid, Ctedra. VASILACHIS DE GIALDINO, I., (1992) Mtodos cualitativos I. Los problemas tericos-epistemolgicos. Buenos Aires, Centro Editor de Amrica Latina. VIGOTSKY, L., (1979) El desarrollo de los procesos psicolgicos superiores. Barcelona, Crtica-Grijalbo. VIGOTSKY, L., (1992) Pensamiento y habla. Buenos Aires, Colihue.
VIRAMONTE DE VALOS, M., (1993) La nueva lingstica en la enseanza media. Fundamentos tericos y propuestas metodolgicas. Buenos Aires, Colihue. WITTROCK, M., (1989) La investigacin en la enseanza, I. Enfoques, teoras y mtodos. Barcelona, Paids. WITTROCK, M., (1989) La investigacin en la enseanza, II. Mtodos cualitativos y de observacin. Barcelona, Paids. WITTROCK, M., (1990) La investigacin en la enseanza, III. Profesores y alumnos. Barcelona, Paids. WODAK, R. y MEYER, M., (2003) Mtodos de anlisis crtico del discurso. Barcelona, Gedisa. ZABALZA BERAZA, M. y MARCELO GARCA, C., (1993) Evaluacin de prcticas. Anlisis de los procesos de formacin prctica. Sevilla, Universidad de Sevilla. ZAMERO, M., (2004) Qu significa alfabetizacin? Anlisis de las concepciones sobre alfabetizacin de un grupo de instituciones de E.G.B. Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral. ZAMERO, M. ET AL., (2007) Informe final del Proyecto de investigacin _Cuadernos. Anlisis de actividades de alfabetizacin en cuadernos de alumnos de primer ao de EGB_. Paran, Facultad de Humanidades, UADER.
Artculos
ALEN, B., (2000) _Capacitacin y desarrollo profesional docente: concepciones, modalidades y desafos_, Seminario Nacional de Fortalecimiento Profesional de Capacitadores MEyC. ANGULO RASCO, J., (1999) _De la investigacin sobre la enseanza al conocimiento docente_ en: Prez Gmez, A., Barqun Ruiz, J. y Angulo Rasco, J. (ed.) Desarrollo profesional del docente. Poltica, investigacin y prctica. Madrid, Akal. BRASLAVSKY, B., (2001). _La querella de los mtodos en la enseanza de la lectura. Una revisin crtica_, Novedades Educativas. Ao14, N 134, febrero de 2001, pp. 22-25. BRONCKART, J. y SCHNEUWLY, B., (1996) _La didctica de la lengua materna: el nacimiento de una utopa indispensable_, Textos de Didctica de la Lengua y la Literatura, 9, pp. 61-80. CASSANY, D., (2001) _Declogo didctico de la enseanza de la composicin_, Glosas Didcticas, 4, Sociedad Espaola de Didctica de la Lengua y la Literatura. CASSANY, D., (1990) _Enfoques didcticos para la enseanza de la expresin escrita_, Comunicacin, Lenguaje y Educacin, 6, pp. 63-80. CASTELL LIDN, J., (1994) _Qu gramtica para la escuela? Sobre rboles, gramticas y otras formas de andarse por las ramas_, Textos de didctica de la lengua y la literatura 2, pp. 15-23. COLOMER, T., (1995) _La adquisicin de la competencia literaria_, Textos de didctica de la lengua y la literatura, 4, pp. 8-22. COLOMER, T., (2001) _La enseanza de la literatura como construccin de sentido_, Lectura y Vida. Revista Latinoamericana de Lectura, ao 22, N 4. COLOMER, T., (1993) _La enseanza de la lectura. Estado de la cuestin_, Cuadernos de Pedagoga, 216, julio/agosto, pp. 15-18.
DIUK, B., BORZONE DE MANRIQUE, A. y ROSEMBERG, C., (2000) El fracaso escolar entre los nios de sectores pobres: una alternativa pedaggica intercultural. Mmeo. EGAN, K., (2005) _Empezar desde lo que el alumno sabe o desde lo que el alumno puede imaginar?_, Lul Coquette. Revista de Didctica de la Lengua y la Literatura, Ao 3, N 3, noviembre, pp. 64-69. ESPRET, . y FAYOL, M., (1997) _Produccin y comprensin del lenguaje escrito_ en: Vergnaud, G. (coord.) Aprendizajes y Didcticas: Qu hay de nuevo? Buenos Aires, Edicial. FRACA DE BARRERA, L., (2002) _Hacia la definicin de una didctica metalingstica: un reto para escuela del siglo XXI_, en: Parodi, G. (ed.) Lingstica e interdisciplinariedad: desafos del nuevo milenio. Valparaso, Ediciones Universitarias de la Universidad Catlica de Valparaso. GREMIGER, C., (1998) _Reflexin sobre la evaluacin de la expresin escrita_, Lingstica en el aula. De la comprensin a la produccin en el aula, 2/2, pp. 47-52. LOMBARDI, G., (1998) _La capacitacin docente en las instituciones formadoras_, Seminario Nacional de Transformacin de la Formacin Docente, Seminarios Regionales de la Red Federal de Formacin Docente. PELLAT, J., (1996) _Inventario crtico de las definiciones del grafema_, en: Catach, N. (comp.) Hacia una teora crtica de la lengua escrita. Barcelona, Gedisa. RIVILLA, A. y DOMNGUEZ, C., (1992) _Anlisis del pensamiento del profesor en ciencias sociales_, en: Estebaranz Garca, A. y Snchez Garca, V. (ed.) Pensamiento de Profesores y Desarrollo Profesional (I). Sevilla, Universidad de Sevilla. ROPO, E., (1998) _Diferencias en la enseanza de docentes de ingls: expertos y principiantes_, en: Carretero, M. et al. Procesos de enseanza y aprendizaje. Buenos Aires, Aique. SCARDAMALIA, M. y BEREITER, C., (1992) _Dos modelos explicativos del proceso de composicin escrita_, Infancia y aprendizaje, N 58. TABOADA, M., (2000) _Hablemos de la ceguera de la escuela. La enseanza de la comprensin lectora_, Revista Aula Abierta, 92/9, Junio, pp. 40-41. VAN LIER, L., (1995) _Lingstica Educativa. Una introduccin para enseantes de lenguas_, Signos. Teora y prctica de la educacin, 14, pp. 20-29.
Ponencias
BREGANNI, R., TABOADA, M. y TOURNOUR, F., (2006) _Enseanza de la lengua en la universidad: una experiencia de evaluacin formativa, en: Actas del II Encuentro Nacional de Ingreso Universitario. Polticas, prcticas y saberes sobre el ingreso a la Universidad en las carreras de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes. Paran, UADER-UNER. CICARELLI, M., (2006), _Saber y saber escribir. La experiencia de escribir exmenes en el primer ao de la universidad: apuntes para pensar la intervencin docente_, en: Actas del II Encuentro Nacional de Ingreso Universitario. Polticas, prcticas y saberes sobre el ingreso a la Universidad en las carreras de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes. Paran, UADER-UNER. DORRONZO, M. y LUCHETTI, F., (2006) _Representaciones de la lectura acadmica en ingresantes a la carrera de Ciencias de la Educacin_, en: Actas del II Encuentro Nacional de Ingreso Universitario. Polticas, prcticas y saberes sobre el ingreso a la Universidad en las carreras de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes. Paran, UADER-UNER.
GALLARDO, M. y GODOY R., (2006) _Recursos microdiscursivos y los procesos cognitivos de comprensin lectora_, en: Actas del II Encuentro Nacional de Ingreso Universitario. Polticas, prcticas y saberes sobre el ingreso a la Universidad en las carreras de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes. Paran, UADER-UNER. TABOADA, M., (2006) _Lectores y lecturas: reflexiones tericas e implicaciones didcticas_, en: Actas del I Congreso de Lecturas Mltiples. Paran, UNER. ZAMERO, M., (2004) _El lugar del mtodo en la alfabetizacin inicial_, ponencia Jornadas de lectura del Plan Nacional de Lectura, Paran.
Documentos
IIPE - UNESCO y REA DE INVESTIGACIN DiNIECE, Boletn DINIECE N3. Temas de Educacin: _Los formadores de docentes del sistema educativo argentino_. 2007. IRA (1998) Learning to read and write. Developmentally appropriate practices for young children en _The Reading Teacher_. Vol. 52. N 2. Octubre, pp.193-216. DIRECCIN NACIONAL DE GESTIN CURRICULAR y FORMACIN DOCENTE, _Orientaciones y Lneas de Accin para el Desarrollo Profesional Docente. Plan de Accin 2004-2007_, Reunin Nacional de Cabeceras, marzo de 2004. MCyE, Conclusiones del Seminario Regional Los IFD y la alfabetizacin inicial, balances y perspectivas. MECyT- INFOD, Recomendaciones para la elaboracin de diseos Curriculares para la Formacin docente. Lengua y literatura. Versin de junio de 2008. MECyT, Ncleos de aprendizajes prioritarios Primer Ciclo EGB/Nivel Primario, 2004. MECyT, Ncleos de aprendizajes prioritarios Segundo Ciclo EGB/Nivel Primario, 2004. MINISTERIO DE EDUCACIN, CIENCIA y TECNOLOGA, _Seminario Federal La escuela y la alfabetizacin inicial y avanzada: hacia la definicin de proyectos integrales de mejora_, Buenos Aires, marzo de 2002.
ANEX O
al como indicamos previamente, la encuesta fue autoadministrada, a travs de Internet, en base al formulario que transcribimos a continuacin. Para que el sistema aceptara el envo de una encuesta, deban estar completos los puntos marcados como obligatorios, que fueron los siguientes: " apartado I completo; " apartado II completo; " los dos primeros puntos (antigedad) del apartado III; " al menos un ttulo de grado o pregrado en el apartado IV; " los puntos 1, y 2 del apartado V; " los puntos 1, 3, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 15 del apartado VI. Encuesta Estimado/a colega: La presente encuesta se enmarca en un proyecto de investigacin sobre la formacin docente en alfabetizacin inicial en profesorados de Nivel Primario que llevamos adelante desde el rea de Investigacin del Instituto Nacional de Formacin Docente. Para este estudio necesitamos contar con su respuesta reflexiva y sincera desde su rol de formador/a de docentes para la educacin primaria. Consideramos que su participacin y la de un importante grupo de colegas de diferentes puntos de nuestro pas nos permitirn contar con informacin confiable para pensar nuestras prcticas formadoras y decidir los mejores canales para acompaarlas y fortalecerlas. Por ello solicitamos y al mismo tiempo agradeceremos su valiosa colaboracin en el recorrido de indagaciones que le proponemos a continuacin, con el cual intentamos acercarnos a sus experiencias, formacin y representaciones en torno a su labor en la formacin de docentes. Desde ya muchas gracias por su responsable participacin. Instrucciones para resolver la encuesta " Esta encuesta est dirigida a profesores de Lengua y de Prctica de los Profesorados que forman para el Nivel Primario. " Tendr que responderla en una sola sesin de trabajo dado que no es posible guardar avances parciales para completar posteriormente. " Por favor, lea la encuesta en su totalidad antes de comenzar a contestarla. " Encontrar dos formas de intervencin: una de ellas es hacer clic en la/s opcin/es seleccionada/s y la otra es escribir sus respuestas en el cuadro que aparece a continuacin de las preguntas. " Una vez terminada la encuesta le pedimos que revise detenidamente si ha completado los puntos I a V ya que, de encontrarse incompletos, recibir un mensaje de error al intentar enviarla.
167
I. Datos generales
Provincia
IV. Formacin
Ttulo de grado o pregrado Institucin que lo otorg Ao de graduacin
Otros ttulos
168
2. Consigne solo las materias que dicta en la formacin de docentes para el nivel primario. Si dicta ms de una materia, comience por las de carcter obligatorio.
Nombre completo de la ctedra, materia o espacio curricular: Ao (de la carrera) al que pertenece la materia: La materia es La materia se cursa en forma La materia se aprueba Las evaluaciones parciales son Las evaluaciones finales son Situacin de revista en esta materia Antigedad en esta materia Cantidad de horas semanales frente a alumno (en horas reloj) Obligatoria ( ) Cuatrimestral ( ) Optativa ( ) Anual ( )
Por promocin directa ( ) Por examen final ( ) Ambas ( ) Escritas ( ) Orales ( ) Escritas y orales ( ) Escritas ( ) Orales ( ) Escritas y orales ( ) Titular ( ) Interino ( ) Suplente ( )
169
3. En caso de dictar ms de una materia, en cul/es de ella/s incluye la alfabetizacin inicial como contenido explcito?
4. Con qu criterios o de qu modo selecciona las teoras y/o enfoques sobre alfabetizacin inicial que aborda en su ctedra?
5. Qu objetivo/s relacionado/s con la alfabetizacin inicial deben alcanzar sus alumnos en su ctedra o materia? Escrbalo/s a continuacin:
Parcialmente de acuerdo
Indeciso
Se
es ms difcil en los grados grados Practicar en losque primeros del segundo ciclo.
aprendizaje La etapa ms de laimportante alfabetizacin del es la etapa inicial de 0 a 8 aos. Para el futuro maestro, la didctica del primer ciclo es ms difcil de aprender que la didctica del segundo ciclo. La propuesta de alfabetizacin inicial debe ser aprendida en las ctedras de Lengua. La repitencia en primer grado es una forma de fracaso de la alfabetizacin inicial. Para ensear literatura infantil en la formacin docente de Nivel Primario es necesario ser especialista en el tema.
170
8. Desde su ctedra/materia propone una metodologa especfica para ensear a leer y escribir en los primeros aos? Si ( ) No ( )
9. Cul?
10. Por qu? (Le pedimos que responda esta pregunta aunque su respuesta anterior haya sido _No_)
11. Mencione en orden de prioridad tres aspectos que obstaculizan el desarrollo de su materia. 12. Desde su ctedra, sus alumnos realizan prcticas en instituciones de nivel primario? Si ( ) No ( )
15. Si en sus prcticas los alumnos implementan una propuesta para la alfabetizacin inicial, dicha propuesta: Surge del ISFD ( ) Surge de la ctedra de Lengua ( ) Surge de las ctedras de Lengua y Prctica ( ) Surge de la ctedra de Prctica ( ) Surge de la escuela de prctica ( ) Surge del equipo directivo de la escuela de prctica ( ) Surge del docente en cuya aula practica el alumno ( ) Otros (detallar) 16. Seguramente Ud. tiene una opinin acerca de cmo est funcionando en este momento la alfabetizacin inicial en la escuela primaria. Expngala brevemente
171
Si recomienda bibliografa obligatoria a sus alumnos, mencione los tres ttulos que considera ms importantes.
19. Qu obstculos encuentra Ud. para desarrollar los contenidos especficos de alfabetizacin inicial con sus alumnos?
Observaciones
En el siguiente recuadro podr realizar todos los comentarios y/o aclaraciones que desee.
Por ltimo, se solicit a los profesores que contestaran la siguiente escala de aceptacin destinada a conocer las posibles dificultades que enfrentaron al responder la encuesta. 1. Cmo se sinti respondiendo la encuesta a travs de la web? Muy cmodo Cmodo Incmodo Muy incmodo Puede indicar la causa? 2. Encontr dificultades para identificar cmo proceder en cada situacin? (al momento de ingresar, al momento de responder, al enviar los datos) S No Puede indicar en qu casos? 3. Hubiese preferido responder la encuesta por otro medio? S No Me es indistinto Cul? 4. Acompaara la iniciativa de implementar este medio como va de comunicacin para otras encuestas? S No Por qu?
172
5. Cualquier comentario adicional que quiera hacernos, es sumamente bienvenido. Las respuestas que brindaron los profesores indican un alto grado de aceptacin acerca del modo en que fue administrada la encuesta por esta va y un muy bajo porcentaje de incomodidad (solo 2 profesores se sintieron muy incmodos y 10 incmodos). De estos ltimos 10 profesores mencionados, solo 8 indicaron las causas de su incomodidad, mencionando las siguientes: " Dificultades para completar la encuesta por falta de familiaridad con Internet. " Dificultades relacionadas con el diseo y la implementacin de la encuesta: era muy extensa e implic una gran demanda de tiempo, el momento del ao en el que se realiz no fue el mejor, la imposibilidad de realizar consultas para comprender mejor las preguntas formuladas en la encuesta, la imposibilidad de dejar sin responder algunas preguntas que el encuestado no se quera contestar. " Por ltimo, un docente manifiesta su disgusto frente a la encuesta por la imposibilidad personal para plasmar en ellas todo lo que hubiera deseado comunicar. Cuadro N 1: Causas de la incomodidad al responder la encuesta
Causa Incmodo Muy incmodo
Dificultades para completar la encuesta en lnea Falta de familiaridad con Internet La encuesta era muy extensa e implic una gran demanda de tiempo Momento del ao en que se realiz la indagacin Imposibilidad de realizar consultas sobre 1 las preguntas formuladas en la encuesta Imposibilidad de dejar sin responder algunas preguntas Disgusto por las encuestas Imposibilidad personal para plasmar en las respuestas todo lo que hubieran deseado decir Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de 1 Educacin - INFD, 2009. 2 1 1 1 1
Finalmente algunos profesores agregaron comentarios en los que realizan sugerencias y crticas y expresan algunas impresiones personales: un grupo importante y mayoritario agradece la consulta _por hacernos partcipes de la reflexin sobre un tema importantsimo para nuestro pas_, porque se consult a _quienes estamos permanentemente en contacto con los contextos educativos y sus permanentes variaciones_; otros formadores valoran _el necesario espacio de participacin_ y felicitan que _el Ministerio trabaje a partir de los comentarios de los actores del sistema_. Otro grupo considera esta indagacin como _interesante_, _profunda_, _excelente por la posibilidad de pensar sobre el tema_, _muy valioso que se realicen investigaciones en educacin, que luego puedan plasmarse en cambios significativos en nuestras prcticas cotidianas_. Algunos comentarios realizan sugerencias que podemos reunir en dos grupos: el primero de ellos solicita que _se conozcan los resultados_, que se conozcan _las acciones que se tomarn a partir de los resultados_, que _se tengan en cuenta las opiniones_, _que se difundan los resultados_, _que se den a conocer las conclusiones a las que se arribe_, _que se socialicen las respuestas_. _Sera muy interesante recibir informacin sobre los datos a los que se arriba para tener una perspectiva ms amplia de la situacin en la que se encuentra la jurisdiccin y el pas en relacin a la temtica abordada_. Un segundo grupo de solicita que se _sugiera material y estrategias concretas de trabajo analizando los obstculos y las problemticas presentes_; que estos estudios _vengan acompaados de acciones de capacitacin que incluyan a todos los docentes, sin distincin de gestiones (estatal o
173
privada)_. Proponen realizar _intercambios y reuniones entre docentes, investigadores y especialistas_ sobre el tema de la alfabetizacin inicial. Por ltimo un grupo de comentarios est referido directamente a la encuesta: _La encuesta me pareci muy profunda y por ese hecho contest con toda sinceridad y esperanza_, _me pareci cmodo y rpido y creo que debemos estar ms dispuestos a este tipo de encuestas a travs de estos medios_. Finalmente podemos resumir las dos crticas que aparecen en los comentarios: una, coincidente con las sugerencias que hemos mencionado en relacin con la consulta (_no es la primera vez que somos consultados_) y la necesidad de garantizar la comunicacin de los resultados obtenidos. La otra en relacin con la encuesta que no permite explayarse lo necesario para comunicar mejor lo que se piensa.
174
/ / ANEXO 2 Entrevista
a siguiente entrevista corresponde a la primera indagacin; la profesora entrevistada integra el perfil destacado de los Profesores de Lengua. Tal como dijimos los formadores incluidos en este perfil se destacan por la coherencia de sus decisiones y porque manifiestan procesos reflexivos sobre sus prcticas y sobre la formacin docente. La profesora pertenece a la franja de antigedad de entre 10 y 20 aos y presenta una resea de su recorrido personal durante distintos momentos de su carrera. Entrevistador: En qu campo disciplinar ubics la alfabetizacin? Docente: Yo fui cambiando de opinin a lo largo de todos estos aos. En un plan anterior a este, en el ao _86, los espacios se llamaban talleres, todas las materias curriculares trabajaban con las didcticas y las psicologas. Despus, en el ao 90 tuvimos capacitaciones con gente que trabajaba en FLACSO. Una profesora nos deca que todo el tema de la alfabetizacin, de los mtodos, de cmo se ensea a leer y a escribir era un problema de la didctica. Entonces nosotros hacamos talleres psicogenetistas, piagetianos y estbamos con todo lo que recin empezbamos a leer de Emilia Ferreirro... Entrevistador: Cuando aquella profesora les deca que el problema de la alfabetizacin perteneca a la didctica, no les deca que perteneca a la didctica especfica de la Lengua, sino al campo de la didctica general no? Docente: Claro, es por eso que la profesora de la ctedra de Didctica, que es profesora en Ciencias de la Educacin fue la que ms se puso a investigar y se puso al frente de la responsabilidad de ensear el tema de la alfabetizacin inicial. Entrevistador: Y ustedes, como profesoras de Lengua, en ese momento, qu pensaban? Docente: Yo en ese momento lo inclua dentro de mis programas pero no estaba segura de lo que deca. Pero por esa poca nunca estaba segura de lo que deca. Yo en el _78, _79 enseaba los mtodos, palabra generadora... y los chicos salan y hacan tal cual les haba enseado y yo me quedaba tranquila. Pero cuando empezamos a leer a Emilia Ferreiro y hacamos talleres, se me hizo una gran revolucin. Llevaba a la ctedra lo que yo lea, pero ni yo estaba segura de lo que deca. Ah empez el gran caos. Los maestros, sin ningn marco terico, se largaban a ensear con lo nuevo, con la psicolingstica. Y los maestros, cuando vean que sus alumnos no aprendan, volvan a ensear de la manera que ellos haban aprendido a leer y escribir. Yo tambin estaba convencida de que la alfabetizacin inicial era patrimonio de la Didctica General, porque mi bibliografa bsica eran la Didctica de Oscar Combetta y la Didctica General de Spencer y Gidice donde te describen absolutamente los mtodos. Esa bibliografa la daba yo, en Lengua. Pero en ningn momento, puntualmente enseaba lo que tena que ensearse al momento de ensear a leer y escribir. Eso fue poco tiempo. A principios de los _80, comenzamos a conocer todo lo de Emilia Ferreiro que nos llev bastante tiempo, pero diciendo cosas que no me dejaban tranquila. Hubo una experiencia de una docente, que se tom el trabajo de dos aos para leer todo lo que haba y ella trabajaba con esto de las nuevas estrategias con unos resultados maravillosos. Yo vea eso y no poda creer que chicos de seis aos escribieran una noticia, por ejemplo. Pero eso no suceda en trminos generales. Yo creo que durante mucho tiempo estuvimos sin precisar demasiado. Una bibliografa que a nosotros nos sirvi mucho fue esta de Miriam Nemirosvky, la que habla sobre el lenguaje escrito y temas aledaos, sobre todo porque lemos que era del mismo equipo que Ferreiro. Nosotras estbamos estbamos muy deslumbradas con Emilia Ferreiro. Pero es la primera que yo leo en el prlogo que dice
175
_Durante mucho tiempo hemos estados centrando nuestra atencin en el sujeto que aprende, y hemos descuidado al objeto de enseanza_. Eso fue una bisagra porque ella hace una propuesta mucho ms concreta, donde habla de ensear textos y de ensear las propiedades de los textos y las del sistema de escritura. Ah, eso se lo dimos como lectura obligatoria a los alumnos, les hicimos tomar como modelos las secuencias que presentan y se acerca mucho ms a lo que estamos haciendo ahora. (ai1/ISFD/1/2)
176
Propuesta 1
Uno de los proyectos fue implementado desde el departamento de capacitacin del instituto formador (Escuela Normal, provincia de Misiones). La iniciativa involucra a los profesores de las didcticas especficas, a los del trayecto de la prctica y a los docentes de la escuela destino a la que concurren la mayora de los alumnos para realizar sus prcticas y residencia. La accin central consiste en una mesa de trabajo en la que se acuerdan previamente los contenidos, la metodologa, los tiempos de la prctica y los tutores de la misma, pertenecientes tanto al ISFD como a la escuela ya que los maestros operan como co-formadores. La responsabilidad de los practicantes es el desarrollo es la planificacin diaria, es decir, de un proyecto mucho ms detallado que el acordado. Por su parte, los profesores de prctica observan al alumno y el maestro tambin se ocupa de acompaar a los aprendices en el aula que trabajan con una secuencia didctica previsible y, como dijimos, acordada por el equipo completo. Segn los profesores formadores, este proyecto les ha permitido resolver en forma total o parcial algunos problemas y producir mejoras en los siguientes aspectos: " La imposicin por parte de la escuela de prctica del currculum de la prctica, superando de este modo la asignacin de _temas sueltos_ y sin relacin entre s. " La imposicin o seleccin unilateral, por parte de la escuela, del grado y ciclo donde se han de realizar las prcticas y residencia. " La ausencia de los contenidos significativos y la metodologa especfica para la alfabetizacin inicial en las prcticas y residencia. " La falta de intervencin de los profesores de didcticas especficas en los perodos de observacin, ayudanta, prcticas y residencia
177
" Las dificultades en encontrar apertura y disponibilidad en la escuela de prctica. La apertura, sensibilizacin y comprensin mutua del ISFD y la escuela de prctica de los problemas de cada institucin. " La fragilidad, carencias y/o asistematicidad de la formacin sobre alfabetizacin de los formadores y de los docentes de la escuela primaria. " Los desencuentros en los enfoques metodolgicos existentes entre el ISFD y la escuela. A partir de estos interesantes avances, el equipo ha pensado extender la implementacin de esta experiencia al _departamento de aplicacin_ de la Escuela Normal y a otras escuelas de la ciudad. A continuacin, se expone un extenso fragmento de la entrevista realizada a la docente a cargo de Prcticas para la Enseanza quien brinda algunos detalles de la propuesta: Entrevistador: Cuando te encontraste con un conjunto de problemas que tuviste que resolver con la formacin que tenas hasta ese momento. Cmo hiciste? Docente: Como yo no doy clases en las aulas, sino que estoy con los chicos (alumnos del profesorado) acompandolos... me fui y volv y siempre fueron los mismos problemas: la articulacin entre los docentes de los institutos. Hay que mediar entre estas dos realidades, entre la formacin que ellos dan a sus alumnos y despus ir a negociar con los docentes que estn en las escuelas, que cada uno tiene su manera de trabajar y quiere que el practicante siga su proceso. Y nuestros practicantes, al final, tienen que hacer como el maestro quiere. Entrevistador: Y eso, no es un fracaso en la negociacin? No lo ven as? Docente: S, evidentemente. Lo que veo es la diferencia en ponerse de acuerdo en estas dos maneras de pensar, en estos paradigmas diferentes. Observo mucho estas cuestiones desde lo vincular. A las escuelas tens que entrar con mucho cuidado, preguntar quin quiere practicantes, toda una estrategia para poder acompaar a los alumnos. Por otra parte, los docentes, internamente desde la didctica, exigen determinadas cuestiones y quieren verlas reflejadas entre las prcticas sus alumnos. Se acord que los planes los iban a firmar los profesores de Didctica. Por lo tanto, nosotros firmamos en caso de que no haya ninguno. Los alumnos andaban corriendo a los profesores los das que tenan que firmar planes. Entonces, por eso, el ao pasado se implement en el rea de capacitacin con algunos profesores (se refiere a tres docentes, entre los que est la profesora de Lengua) y yo como la de Prctica. Ellos tomaron una escuela e hicieron una mesa de trabajo con los profesores y los maestros y resolvieron previamente muchas de las cuestiones: planificaron juntos, acordaron los contenidos, hicieron una secuencia didctica de contenidos para trabajar en ms tiempo y despus lo que hacan los practicantes era un esquema de lo que iban a hacer diariamente. Entonces los profesores iban y miraban si seguan la propuesta; el maestro estaba en el aula, haba mucho ms compromiso porque el maestro acompaaba a los practicantes en el aula, cosa que no se da en las escuelas donde no se trabaja de esa manera. Entrevistador: Es decir que se hizo una modelizacin previa. Docente: S, una modelizacin previa con acuerdo de todas las partes y cada uno saba lo que iba a hacer el practicante al aula de prctica. Entrevistador: Tienen la evaluacin del proceso realizada por la escuela? Docente: En funcin de eso se arm un proyecto. Este ao se va a implementar, desde el rea de capacitacin, el pedido a aquellas escuelas que estn en condiciones o que quieran los maestros este trabajo. El tema es el presupuesto. La profesora del trayecto integrador de la prctica hizo un proyecto en el que puso mucho de su tiempo extra y cmo hacer para que los maestros puedan venir ac o los profesores ir all. Entonces, este ao tenemos muchos practicantes en segundo ao, en micro-experiencias, que ingresaran a la prctica.
178
Entonces trabajamos con los docentes haciendo acuerdos para que el primer cuatrimestre vayan a hacer observaciones guiadas por las didcticas, y despus de que hayan desarrollado un poco ms cada una de las didcticas de las reas especficas, empezar con algunas experiencias de clase como para que ellos se vayan acercando poco a poco a la prctica, pero con ms herramientas. Entrevistador: De todos modos, esto se hace en el laboratorio del profesorado, despus se lleva a las otras escuelas o solo con la que implement la propuesta? Docente: Ese fue un proyecto que se arm de modo experimental y nosotros queremos experimentar con todas las escuelas y aunque sea, si no le podemos pagar extra a los maestros que se comprometan con esta tarea, pagarles con una valoracin. Entrevistador: Permitime un resumen para ver si estamos entendiendo y seguir: la profesora de Lengua describi una situacin inicial, pero en vez de aceptar esa propuesta de la escuela para que practiquen los alumnos, van a la escuela y proponen un trabajo con la transposicin ya resuelta, que involucra a alumnos y profesores. Y ustedes dicen que la evaluacin es muy buena. Esto sucede en una escuela piloto. Los maestros se involucran, se ponen de acuerdo y comienzan a trabajar en una lnea. El problema es de ndole econmico, ya que no estn previstas las actividades ni de unos ni de otros y por eso sali desde Extensin y no desde las horas de Prctica. Docente: Claro, lo de esta escuela surgi de una maestra excelente, pero nosotros quisiramos implementar en todas las escuelas esta modalidad de trabajo, queremos quintuplicar la experiencia. Entrevistador: Las prcticas se hacen en ambos ciclos? Docente: La experiencia se hizo con todos los docentes que quisieron. Hay directivos que dicen que tienen que consultar a sus docentes acerca de quin quiere practicantes; y hay otros que dicen _Me tras la nota y ac todos lo hacen_. La reunin se hace con los docentes interesados. Queremos llevar a cabo esta experiencia en el Departamento de Aplicacin. Pero queremos llevarlo afuera. Pero para eso necesitamos devolverle algo al docente. El trabajo de estar con los maestros favorece tanto a los profesores de Prctica como a los maestros. La profesora del trayecto integrador de la prctica es maestra de grado. El profesor de Prctica tendra que ser maestro, porque ellos tienen otra mirada. Yo estoy en Psicologa y Pedagoga y nunca estuve metida en dar clases. Entrevistador: De todos modos, la tendencia es que los docentes de los institutos trabajan cada vez menos en el nivel para el que forman. Docente: Una de las diferencias es tambin reconocer este trabajo que tiene que hacer el docente sobre s mismo, qu cosas le faltan. Yo reconozco cules son mis falencias y por eso recurro al que sabe en ese aspecto y le pido que me ayude. Pero hay otros que no salen de ah, se quedan con lo que saben y no reconocen que hay otras miradas, otras formas de ver. Es necesario un trabajo desde los ISFD entre los colegas, donde nos enseamos mutuamente desde lo que cada uno sabe. Los profesores, mis colegas, aprenden mucho con ella (se refiere a la profesora del trayecto de integracin de prcticas), se enriquecen con su propuesta trabajando el TIP (trayecto integrador de la prctica). A veces me tengo que quedar callada frente a los argumentos que me dan algunos docentes que reciben a mis practicantes, porque a veces no tengo el conocimiento para defender lo que pienso. Recin, este ao, algunos docentes entendieron cul es la problemtica entre los ISFD y los docentes receptores de alumnos practicantes. La gran solucin es la mesa de trabajo. Entrevistador: Cul es el aporte concreto de la ctedra de Lengua a estos problemas de la Residencia o cul sera el aporte ideal, si el concreto no se est llevando adelante?
179
Docente: Yo creo que el rea de Lengua es una de las reas ms inquietas en cuanto a la problemtica. Siempre veo a mis colegas preocupados por capacitar, inclusive la disposicin de acompaar, la profesora de Lengua y de la otra profesora que est en Lengua. Este proyecto surge con la profesora de Lengua a la cabeza que despus le pregunta a la profesora de Matemtica si quiere incorporarse a este proyecto, porque va a dar de su tiempo extra. Y la profesora se incorpor, pero el puntal, yo creo, del rea de Lengua es fundamental es esta institucin. Entrevistador: La experiencia piloto sobre la que nos diste detalles fue organizada desde la Didctica de la Lengua? Docente: S, las profesoras del rea Lengua desde la capacitacin. Pero surge la inquietud viendo esta realidad porque son las que siempre estn, las que siempre acompaan, a las que siempre les pedimos auxilio y estn. La prctica es un lugar donde uno tiene que manejar muchas cuestiones vinculares, de contacto, de relacin. Saber entrar, porque si uno va con prepotencia no sirve. (ai1/EN/1/8)
Propuesta 2
A continuacin se presenta la experiencia desarrollada tambin en una Escuela Normal (provincia de Entre Ros) que implement un proyecto de interaccin entre los niveles de la misma escuela. Este proyecto tuvo como punto de partida una capacitacin masiva destinada a todos los niveles de la escuela, del que participaron los equipos docentes completos del Nivel Inicial, primario, medio y superior de todas las especialidades, orientados por la hiptesis de que la lectura es un problema transversal y que gran parte de las dificultades que los alumnos encuentran en el segundo ciclo y el primero de la escuela media tienen relacin con la falta de una buena alfabetizacin inicial. Es muy importante en esta propuesta la insistencia de los formadores en la necesidad de que todos los docentes de la institucin se coloquen en un pie de igualdad frente al problema de la lectura y la escritura. Este posicionamiento abri las puertas de los niveles primario y medio, no sin reticencias, a la propuesta del Nivel Superior de _pensar juntos_ el problema para enfrentarlo con mayor solvencia. La evaluacin de los resultados es muy buena de parte de los formadores. Es preciso mencionar tres caractersticas relevantes de esta accin: la primera es que el mismo rector de la institucin impuls el proyecto creando las condiciones pedaggicas para el desarrollo del mismo y garantizando la organizacin de los tiempos institucionales; en segundo lugar, es el equipo de profesores de Lengua y Prctica en su conjunto quien organiza, implementa y evala la propuesta; por ltimo, un componente del proyecto es la participacin de un experto en la temtica que es externo a la institucin y que posiciona a todos los profesores en la situacin de aprendizaje frente al problema, siendo este uno de los aspectos centrales de la accin. Segn el equipo, la implementacin de esta propuesta les ha permitido resolver en forma total o parcial algunos problemas y producir mejoras en los siguientes aspectos:
" Lograr que los alumnos practiquen en el Nivel Primario de la misma escuela a la que pertenece el ISFD. " La apertura, sensibilizacin y conocimiento por parte del ISFD de los problemas de la escuela primaria y viceversa. " Acordar planes de accin para la prctica de los alumnos, acordar la metodologa para la alfabetizacin inicial y el seguimiento de los logros. Los siguientes pasajes describen la experiencia desde la perspectiva de las dos profesoras que planificaron e implementaron el proyecto; se trata de las profesoras a cargo de las ctedras de Lengua y de Apoyo Disciplinar en Lengua a la Residencia, quienes fueron entrevistadas en forma conjunta. Entrevistador: En algn momento tomaste conciencia de que la escuela primaria est consultando a la ctedra (de Lengua), desde la que a veces se responde y a veces no, a veces se espera, se consulta lo que no sabe, se aprende y se vuelve a responder. La pregunta es cundo empez ese proceso.
180
Profesora de Lengua: En algn momento, har dos o tres aos atrs me pareci que haba un divorcio entre lo que nosotras ensebamos en el profesorado y lo que realmente pasaba en las aulas. Me pareca que esto no tena nada que ver con aquello. Pens cmo podamos juntarlos, cmo hacer que la formacin docente sea realmente efectiva y que realmente estemos formando maestros que sean verdaderamente docentes y que sean alfabetizadores, que tengan capacidad para trabajar con los chicos y que formen, eduquen a esas personas. Entrevistador: Antes de ese momento, vos habas trabajado como capacitadora? Profesora de Lengua: S, pero en la escuela media. Entrevistador: Hay una cuestin de recorrido personal para llegar desde tu ctedra de Lengua a pensar la tarea del otro. Debe ser muy distinto en tu caso (la profesora de Prctica), porque vos sos maestra. Cul es tu visin en ese sentido? Profesora de Apoyo a la Residencia: Los problemas son similares. Ella los empez a plantear. Porque en cuanto surgieron las capacitaciones para nuestro nivel empezamos a pensar la cosa de otra manera. Es como que todo vino para amoldarse. Vimos la falencia en EGB, en el profesorado, en la capacitacin de los docentes de terciaria, media y EGB. Entrevistador: Eso, cundo empez a pasar?, en qu ao ms o menos? Profesora de Apoyo a la Residencia: Hace dos aos que empezamos a trabajar en alfabetizacin. Hace dos aos que se empez a trazar una lnea que nos permiti a nosotros amoldarnos y trabajar con todos los niveles y a proyectar resultados. Nosotras optamos por pensar esta capacitacin porque nos pareci acorde a la problemtica que tenamos en la escuela. Profesora de Lengua: Esa capacitacin adems de formar a los docentes y de abrir la posibilidad de otra metodologa nos permiti ablandarnos, conocer, probar, sacar prejuicios. Profesora de Apoyo a la Residencia: Nos permiti probar porque como venamos de teoras sueltas, de otras metodologas de lengua que se aplicaban hasta el momento, a nosotros nos permiti probar con otras soluciones. Profesora de Lengua: En cuanto a las personas, reconocer el trabajo del otro, que te puedan consultar, que vos puedas decir puedo pasar a tu grado y uno ver los cuadernos de los nenes, plantea otra relacin. Entrevistador: En este proceso, cul de los niveles fue el ms permeable? A cul le cost ms, a cul menos, o estuvieron en la misma sintona? Profesora de Lengua: La EGB. Ellos sintieron que las invadamos: _estas vienen a ensearnos cosas que ya sabemos_. Tuvo mucho que ver la actitud con la que nosotras fuimos. Les dijimos: _chicas nosotras queremos aprender, queremos saber que estn haciendo Uds. para mejorar, queremos tambin indagar qu estn haciendo Uds. pero ver qu podemos hacer nosotras desde nuestras ctedras y adems para ver qu maestros estamos formando_. Entrevistador: Todos los maestros de la Escuela Normal son egresados del profesorado de la misma escuela? Profesora de Lengua: La mayora, aunque no han sido alumnos mos porque yo hace dos aos y un poquito ms que tengo las ctedras. Ahora estoy tratando de ubicar a los que han sido alumnos mos para ver qu les pasa.
181
Entrevistador: Cundo empezaron las maestras del proyecto a involucrarse? Profesora de Lengua: A medida que pasaba la primera llegada de un experto en la materia. El primer encuentro con l les gust, empezaron a acercarse, a contar sus experiencias, a invitarnos para ver dramatizaciones de cuentos. Hay como una participacin. Este ao se complicar porque estamos funcionando en distintos locales dado que la Escuela Normal est en refaccin. Profesora de Apoyo a la Residencia: Hay una cuestin importante para destacar: que los maestros que ms se adaptaron a esta modalidad son los que tienen vocacin docente, son los que muestran inters ante otros docentes. Eso s porque nosotros seguimos en relacin con ellos. Entrevistador: Uds. ven algunos problemas, empiezan a mirarse las caras pero ac aparece una persona de otra institucin. Entonces, cmo se piensa esto. Hay un proceso interno y proceso que involucra a alguien de otra institucin. Profesora de Lengua: Lo que pasa es que hay nombres que tienen mucho peso, personas reconocidas y respetadas por sus conocimientos& Entrevistador: Ests diciendo que una autoridad en la materia contribuye al proceso institucional. Lo recomendaran en general? Profesora de Lengua: S. Fue tan bien comentado este proceso que se hizo en la Escuela Normal que todas las escuelas de la ciudad pedan lo mismo. Entrevistador: Uds. siguieron con este proyecto independientemente de la capacitacin? Profesora de Apoyo a la Residencia: Lo que pasa es que nosotras no tombamos la decisin de trabajar en equipo y convocando a una autoridad en la materia... Estn contaminados los tres niveles. Porque si nosotras tenemos nuestras practicantes en nuestro mismo departamento de educacin bsica y este departamento no genera movimientos, no trabaja de un modo deseado, nosotras no podemos tampoco hacer de nuestra prctica docente de la formacin una buena prctica. Nosotras necesitbamos transformar nuestra EGB 1 y 2 para que el paso por el Nivel Medio y el nivel terciario sea fructfero para el futuro docente que nosotras estamos formando. Por suerte trabajamos en el Nivel Medio de la institucin y en el nivel terciario y tenemos la relacin con la EGB 1 y 2. Entonces ramos las mediadoras para hacer todo el circuito. S o s tena que cambiar la EGB 1 y 2. Entrevistador: O sea que el diagnstico inicial las puso en una situacin de igualdad. Estaban casi en las mismas condiciones. Los mismos problemas en uno y otro nivel. Desde un lugar deciden hacer este trabajo que les permiti articular conocimiento. Profesora de Lengua: Vimos el problema e intentamos solucionarlo. Que se haga como ms fcil. (ai1/ EN/4/16) Profesora de Apoyo a la Residencia: Por lo menos que se inicie una reflexin de los docentes en todos los niveles. (ai1/EN/4/17)
182
19 8: Referencias imprecisas Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
183
En la bibliografa citada por los profesores como especfica para el estudio de la alfabetizacin inicial, los autores recurrentemente mencionados son los siguientes: Borzone, Braslavsky, Cassany, Castedo, Desinano, Ferreiro, Kaufman, Lerner, Melgar, Molinari, Salgado, Teberosky y Tolchinsky. En el siguiente esquema representamos el porcentaje de mencin de estos autores, consignando solo los citados en 10 o ms oportunidades:
4% Cassany Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Los profesores citan una importante cantidad de autores y/o libros cuyos trabajos no corresponden al campo de la alfabetizacin inicial. A continuacin se transcriben las referencias bibliogrficas que aparecen en las encuestas, evitando la repeticin de autores. Como puede apreciarse, muchas de ellas omiten datos importantes, aparecen con errores y/o se realizan sin ajuste a normas bsicas. En la enumeracin tambin aparecen libros que no figuran en listados oficiales de edicin.
184
Bibliografa obligatoria sobre alfabetizacin inicial recomendada por los profesores Alvarado, m. Entre lneas. Teoras y enfoques en la enseanza de la escritura, la gramtica y la literatura Alvarado, m.; pampillo, g., talleres de escritura. Buenos aires, libros del quirquincho,1988.
o
Andar entre libros, teresa Colomer Aprender a pensar las bases para la alfabetizacin avanzada Sara Melgar Ausubel Bruno Bettelheim.Psicoanlisis del cuento de Hadas/Marc Soriano Literatura para nios y jvenes/ Michele Petit Carlino Paula.(2006)Escribir.Leer y aprender en la Universidad- Fondo de Cultura Econmica CASSANY, Daniel. Describir el escribir, Barcelona, Paids, 1989. Cassony. La cocina de la escritura. Como ensear a hacer cosas con las palabras de Lomas Osoro Conceptos clave. Gramtica, Linstica, Literatura. Marta Marn Corea y otros pedagogia del aburrido Curso de Lingtstica General, de Ferdianand de Saussure Daniel Cassany. Ensear lengua / Reparar la Escritura/ la cocina de la escritura/Taller de textos Danino,las ciencias del lenguaje Diccionario de la Real Academia Espaola Dra. Mara Isabel Requejo: La pobreza de vocabulario y la Autora de la palabra y del pensamiento EGAN, K, Empezar desde lo que el alumno sabe o desde lo que el alumno puede imaginar? En busca del lector infinito de Cristina Pizarro Ensear a escribir Escuela y poesa de Rodrguez y otros Estrategias de lectura. Isabel Sol Ferrero kaplan educacion ,lenguaje y sociedad Ferreyro, E. Leer y escribie en un mundo cambiante. Edit. Siglo XXI Freire
185
Freire paulo. Pedagogia de la esperanza Freire, P. La importancia de leer y el proceso de liberacin. Mxico, Siglo XXI, 1984 Frigerio, Graciela Incluso los nios de Maite Alvarado y Horacio Guido Isaas Marcela, Vilche,Laura.(1993) Trabajar con el diario en el aula. Homo Sapiens La frontera indmita La muerte de la infancia (aries, postman, sanders meyrowitz) Larrosa, Jorge. La experiencia de la lectura. Estudios sobre literatura y formacin. Barcelona. Laertes. 1998 Lengua, gramtica y ortografa, desafos para la enseanza de Fernando Avendao Lingstica general Linguistica y enseanza de la lengua Linguistica y Enseanza de la Lengua de Marta Marin Lingstica y enseanza de la lengua Marta Marin. Y otros Lingistica y Enseanza de la lengua. Marta Marn Literatura Infantil y Juvenil- Marc Soriano Los libros Gustavo Bombin Manni y Gerbaudo (U.N.L.) Manni, Hctor, Falchini Adriana y otros.(2007) Lectura y escritura de textos acadmicos para el ingreso Melgar ,Sara .Aprender a pesar.Las bases para la alfabetizacin avanzada Bs As. Papers Editores.2005 Montes Graciela, la frontera indmita Montes, Graciela. La gran ocasin Nombrar el Mundo de M.Pugliese Ong, Walter: Oralidad y escritura Oralidad y escritura de Walter Ong, Conciencia y lenguaje de Alexander Luria Palamidesi y gvirtz . El abc de la tarea docente de Paula carlino Paulo Freire Aproximaciones para una lectura de la pedagoga crtica. (En una dimensin general)
186
Paulo Freire Educacin popular y la cultura escolar Paulo Freire, alguno de sus varios libros Piaget Prato, Norma Lidia. Abordaje de la gramtica desde una perspeciva psicolingstica Privat, J.M. Socio-lgicas de la didctica de la lectura en enseanza de la Literatura. Boletn de la ctedra Didctica especial en Letras. Bs. As.UBA: 2000 Problemas de en psicologia genetica - Castorina J.A. y otros Psicologa gentica (Castorina, ...) Mio y Dvila Editores. Pg. 119 - 159 Salgado, h. (2006), gua docente abrojitos, buenos aires, puerto de palos Tcnicas y Recursos para la enseanza de la lengua en la escuela Primaria, (diferentes Autores) Teoras del aprendizaje, teoras del lenguaje Chomsky y Piaget Vigotsky Viramonte de valos, A. Educacin Lingstica Integral, (Lectura, escritura, oralidad), Universidad nacional de Crdoba, Facultad de Lenguas
187
S: 123 (62,44%) No: 74 (37,56%) En el conjunto de respuestas afirmativas no se incluyen aquellos docentes que: " solo orientan/asesoran las prcticas (1 docente), " hacen articulaciones con la prctica pero no proponen prcticas desde su propio espacio curricular (1 docente), " solo proponen la realizacin de observaciones (6 docente), " practican en escuelas especiales (2 docentes). Frente a la pregunta N 13 de la encuesta (En qu grado/s de la escuela primaria practican?) las respuestas se dividen indicando los dos ciclos de la escuela primaria o solo uno de ellos, abarcando la totalidad de los aos o solo un ao por ciclo, como podemos observar en el siguiente cuadro.
En los dos ciclos En los dos ciclos pero excluyendo el primer grado En un grado por ciclo En un ciclo (2 en primer ciclo, 3 en segundo ciclo) En grados especficos de un ciclo En grados especficos pero excluyendo el primer grado En una determinada escuela
93 2 9 5 4 1 7
3 Impreciso Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
189
Un aspecto relevante en este punto es que los ISFD asumen el condicionamiento impuesto a las prcticas por las escuelas destino, dado que estas son las que proponen/imponen los grados a los que acceden los practicantes. Esta situacin se observa en institutos formadores que pertenecen a diferentes provincias y tipo de gestin, como vemos en las siguientes respuestas. En qu grado/s de la escuela primaria practican? " _En todos, la oferta parte de las instituciones de nivel primario; no es posible seleccionar grados_ (Chubut, ISFD gestin privada, ai2/F59/LyP) " _Los que dispongan las escuelas de destino_ (Crdoba, ISFD gestin privada, ai2/F63/L) " _Los determina la escuela... siempre es en 1 y 2 ciclo_ (Bs. As. gestin privada, ai2/F1005/P) " _En todos, segn lo disponga la institucin a la que asisten_.(Mendoza, gestin estatal, ai2/F187/P) " _En todos los grados que la institucin destino nos brinde_.(Bs. As., gestin estatal, ai2/F 264 /L) " _Los que determine para ese ciclo lectivo, la escuela primaria destino._ (Santa Fe, gestin estatal, ai2/f 408/PL) " _3,4,6, depende de lo que ofrezcan las instituciones cada ao._ (Bs. As. gestin estatal, ai2/ F464/L) " _En los que nos dejan._(Bs. As. gestin estatal, ai2/F511/L)
Los siguientes son resultados correspondientes a la pregunta N 14 de la encuesta: Durante cunto tiempo (practican)? En el cuadro 3 observamos la duracin de la prctica declarada por los docentes encuestados. Cabe aclarar que cuando un mismo profesor responde por diferentes espacios curriculares, indicando la duracin de cada prctica, la codificacin se ha realizado por separado y contabilizando cada duracin en una de las categoras que proponemos.
Se
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
190
Respuesta imprecisa 9%
Ms de 6 meses 19%
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Un aspecto relevante en este punto es que los ISFD asumen el condicionamiento impuesto a las prcticas por las escuelas destino, dado que estas son las que proponen/imponen los grados a los que acceden los practicantes. Esta situacin se observa en institutos formadores que pertenecen a diferentes provincias y tipo de gestin, como vemos en las siguientes respuestas. Los siguientes son resultados correspondientes a la pregunta N 15 de la encuesta:
o Si en sus prcticas los alumnos implementan una propuesta para la alfabetizacin inicial, dicha propuesta: Surge del ISFD Surge de la ctedra de Lengua Surge de las ctedras de Lengua y Prctica Surge de la ctedra de Prctica Surge de la escuela de prctica Surge del equipo directivo de la escuela de prctica Surge del docente en cuya aula practica el alumno Otros (detallar)
Sobre un total de 133 respuestas, los profesores indican que la propuesta de alfabetizacin inicial implementada surge de: " las ctedras de Lengua y Prctica - 44 docentes; " el docente en cuya aula practica el alumno - 20 docentes. " la ctedra de Prctica - 17 docentes;
191
" la ctedra de Lengua _ 11 docentes; " el ISFD _ 8 docentes; " la escuela de prctica - 1 docente; " el equipo directivo de la escuela de prctica _ 1 docente. Finalmente, 24 docentes eligen responder la opcin _Otros_. En este conjunto de respuestas volvemos a encontrar los mismos elementos enumerados en las opciones anteriores pero combinados entre s y con un nfasis particular en alguno de ellos, como vemos a continuacin. Un subgrupo de respuestas plantea todas las posibilidades a la vez ISFD, ctedras, docentes y directivos de escuelas):
Formulario 202 423 276 441 567 397 455 299 Respuesta Surge de la ctedra de Lengua, de la escuela de prctica o del docente. Se dan las tres posibilidades. La propuesta surge de los acuerdos entreasesor. el practicante, el maestro de grado, el profesor de Prctica y el profesor Surge de acuerdos de la ctedra de Lengua, del docente en cuya aula practica el alumno y del Profesor de Prctica Trato de que surja de mi ctedra, aunque tambin suele generarse en relacin con la ctedra de prctica o a solicitud de las escuelas destino La escuela hace una propuesta, en prctica revisamos cmo darlo y la docente del aula acuerda, si no se revisa. Atendemos al enfoque del diseo jurisdiccional Se trata de un acuerdo o acercamiento entre las ctedras de Lengua y Prctica con los directivos de la escuela de prctica y el docente en cuya aula se realiza la prctica. Si surge de La Ctedra de Prctica, las acciones se proyectan a las otras disciplinas y son no slo avaladas sino estimuladas siempre por el equipo directivo. depende del rea en la que estn desarrollando sus clases. surgen con los profesores de las diferentes reas en conjunto con los alumnos y el acompaamiento del docente del grado en cuya aula practica el alumno. Sex
335
346
Surge de la ctedra de prctica en consonancia con el docente en cuya aula practica el alumno
192
O solamente del docente de grado, con cierta resignacin por parte del ISFD.
206
Todo aquello que sea innovar est promocionado por la institucin. Trabajamos los profesores de prctica y lengua pero la realidad de las escuelas en su mayora no aceptan nuestras propuestas y las alumnas deben adaptarse a lo dicho por la maestra.
445
Se intenta hacer algo lo ms pertinente posible a partir de la indicacin de la maestra en cuya aula practica el alumno, teniendo en cuenta que habitualmente su indicacin consiste en designar una letra suelta o grupo consonntico como tema a desarrollar
Las respuestas que efectivamente constituyen el grupo _Otros_ son solamente 8 y pertenecen a este grupo porque son las nicas (de las 24) que incorporan nuevos elementos que no estaban previstos en las opciones que ofreca la encuesta. Estas respuestas aportan los siguientes aspectos: un equipo (2 respuestas) acuerdos institucionales (1), el alumno solo (1) o junto con el docente de la escuela destino (1) y microexperiencias (1). Finalmente aparecen dos respuestas interesantes: en una de ellas el profesor de Lengua seala que no es el especialista en alfabetizacin y en otra, que consignamos en ltimo lugar, se manifiesta que la propuesta no surge de ningn mbito, lo que inmediatamente nos genera una nueva pregunta respecto de qu propuesta implementan los alumnos en la prctica.
Formulario 59 88
Respuesta &y de algunos docentes que conforman el equipo interdisciplinario y manejan el concepto de alfabetizacin Surge del trabajo interctedra surge de acuerdos institucionales y en las escuelas destino acuerdos con los maestros
575 Surgen propuestas de diseo de procesos alfabetizadores como microexperiencias 258 284 345 359 El alumno disea un proyecto en donde , luego de la observacin del grupo, planifica junto con los requerimientos de la docente del curso diversas estrategias con miras a superar las situaciones obstaculizadoras. las clases de alfabetizacin las observan los especialistas de la materia, que no soy yo no surge especficamente de ningn mbito
Consideramos oportuno mencionar que 17 casos indican el rol activo y a veces conflictivo que juegan los docentes en cuyas aulas se realizan las prcticas, frente a una propuesta proveniente del ISFD o de las ctedras de Lengua. La relacin docentes/ctedras flucta entre los acuerdos y la sumisin a las imposiciones del maestro que recibe al practicante. Otro punto significativo en la indagacin lo constituy un rastreo por ISFD de aquellos docentes que manifiestan que la propuesta de alfabetizacin inicial que se implementa en las prcticas surge de las ctedras de Lengua y Prctica, con el objetivo de verificar la consistencia de respuestas entre quienes se desempeaban en un mismo establecimiento.
193
Los docentes que indicaron esa opcin corresponden a 25 ISFD diferentes, entre los cuales identificamos cuatro situaciones diferentes:
Solo responde un encuestado por el ISFD o solo uno de los encuestados responde a esa pregunta
7 ISFD
No hay coincidencia
8 ISFD
ISFD N 1 Responde dos docentes , con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Prctica) - En principio surge del instituto, en oportunidades el alumno debe adaptarse a lo que propone la docente de grado (Prof. de Lengua) ISFD N 2 Responden tres docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua) - Surge del docente en cuya aula practica el alumno (Prof. de Prctica) - Nunca se dio en esta rea (Prof. de Prctica) ISFD N 3 Responden cuatro docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua) - Surge del docente en cuya aula practica el alumno (Prof. de Prctica) - No se ha presentado la situacin (Prof. de Prctica) - No sabe (Prof. de Prctica) ISFD N 4 Responden cuatro docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua) - Surge de la ctedra de Prctica (Prof. de Prctica y Prof. de Lengua/Prctica) - Surge de algunos docentes que conforman el equipo interdisciplinario y manejan el concepto de alfabetizacin (Prof. de Lengua/Prctica) ISFD N 5 Responden tres docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua) - Surge de la ctedra de Prctica (Prof. de Prctica) - La escuela hace una propuesta, en prctica revisamos cmo darlo y la docente del aula acuerda, si no se revisa. Atendemos al enfoque del diseo jurisdiccional. (Prof. de Prctica) ISFD N 6 Responden tres docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Prctica) - Surge de la ctedra de Prctica (Prof. de Prctica) - Surge del docente en cuya aula practica el alumno (Prof. de Lengua) ISFD N 7 Responden dos docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Prctica) - Surge de la ctedra de Lengua (Prof. de Lengua) ISFD N 8 Responden dos docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua) - Surge de la escuela de prctica (Prof. de Prctica)
194
I ISFD N 9 Responde tres docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua y Prof. de Prctica) - Surge del docente en cuya aula practica el alumno (Prof. de Lengua) ISFD N 10 Responden cuatro docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua y Prof. de Prctica) - Surge del docente en cuya aula practica el alumno (Prof. de Prctica) - Surge de acuerdos de la ctedra de Lengua, del docente en cuya aula practica el alumno y del Profesor de Prctica (Prof. de Prctica) ISFD N 11 Responden tres docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua y Prof. de Prctica) - Surge de acuerdos institucionales y en las escuelas destino acuerdos con los maestros (Prof. de Prctica) ISFD N 12 Responden seis docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (2 Prof. de Prctica) - Surge del ISFD (Prof. de Lengua y Prof. de Prctica) - Surge de la ctedra de Prctica (Prof. de Lengua y Prof. de Prctica) ISFD N 13 Responden tres docentes, con opciones diferentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (2 Prof. de Prctica) - Es una articulacin del IFDC con los docentes (la institucin tiene su centro de aplicacin). (Prof. de Lengua) ISFD N 14 Responden cuatro docentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (2 Prof. de Lengua y 1 Prof. de Prctica) - Surge del trabajo interctedra (Prof. de Prctica) ISFD N 15 Responden dos docentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua) - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica + el doc./aula (Prof. de Lengua) ISFD N 16 Responden tres docentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (2 Prof. de Lengua) - Surge del ISFD (Prof. de Prctica)49 ISFD N 17 Responden tres docentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Lengua y 2 Prof. de Prctica) ISFD N 18 Responden dos docentes: - Surge de las ctedras de Lengua y Prctica (Prof. de Prctica) - Surge del ISFD (Prof. de Prctica)
5 ISFD
Fuente: informacin elaborada en base al estudio _La formacin en alfabetizacin inicial de los futuros docentes_. Ministerio de Educacin - INFD, 2009.
Se considera que existe coincidencia total tambin cuando alguno de los docentes responde que la propuesta proviene del ISFD en su conjunto.
49
195
DISTRIBUCIN GRATUITA