Casita de playa

Fotografía de Diego Morales

¡Ésta sería mi casa ideal de playa! Nadie en varios kilómetros a la redonda, todo el mar para mí y mis invitados, buenas vistas y mucha tranquilidad. ¡Con bajar una vez al día a la playa y bañarme ya haría suficiente ejercicio para mantenerme en forma!
¿Tendré alguna vez suficiente dinero para comprármela?

Dragón tranquilo

Fotografía de Diego Morales
Alcalá del Júcar - Albacete - España

¿A que doy miedo?
Pues ésta es mi cara normal.
¡No quieran ustedes verme cuando estoy de malas!

Gobierno de España

Fotografía de Diego Morales
Cofrentes - Valencia - España

El Gobierno de España no engaña a los ciudados. Ellos, los miembros de susodicho, van por arriba y nosotros por abajo.

Cabriel y Júcar en Cofrentes

Fotografía de Diego Morales
Cofrentes - Valencia - España

Mientras nos paseábamos por Cofrentes y admirábamos los paisajes, nos cruzamos con un operario de limpieza del ayuntamiento, que se empeñaba en recoger los confetis lanzados durante las fiestas, recién acabadas.
- Por mucho que barras, nada, al día siguiente aparece más confeti. ¡No sé dónde se mete!- se quejaba el  hombre.
Se me ocurrió preguntarle cuál es el Cabriel y cuál el Júcar y nos ofreció información más interesante que si nos la hubieran facilitado en la Oficina de Turismo.
En  este punto el afluente Cabriel desemboca en el Júcar. El Cabriel es el que pasa bajo el puente. El Júcar es el brazo que se ve en primer plano, y ya juntitos los dos bajan hacia la derecha de la foto.
Obsérvese el remolino que se aprecia a la derecha del puente.
- Acaban de soltar agua de la presa, porque el Cabriel baja con corriente y se forma el remolino. ¡Cualquiera se baña ahí ahora! -nos dijo el barrendero.
También nos contó que el Cabriel lleva en ese tramo más agua que el Júcar, porque éste, desde Jalance, parece como si desapareciese.
Añadió el trabajador que este año se notaba la merma de agua. (Nosotros, cómo no, nos quedamos a cuadros, jajaja. ¿Poca agua? ¿!) pero que siempre había caudal porque la presa que sirve de refrigeración a la central nuclear no debe bajar del 80% de su capacidad para que los motores no se queden al aire y se tenga que parar la producción de electricidad.
Ver confluir dos ríos es un espectáculo soberbio.

Cabriel y Cofrentes

Fotografía de Diego Morales
Cofrentes - Valencia - España

Algunas veces, las organizaciones antinucleares consiguen crear mala fama a los pueblos donde se ubican las centrales. Supongo que son efectos colaterales de una lucha en la que unos y otros dicen medias verdades.
Lo cierto es que Cofrentes es un pueblo lindísimo que merece una visita.
Aquí se ve el castillo, construido sobre la chimenea de un volcán extinto. Están reconstruyéndolo y, como cualquier edificación ubicada en un lugar así de alto, atrae e impone.
¿Qué decir de las vistas que ofrece esta atalaya?
El afluente Cabriel, abundante y majestuoso, abraza tiernamente al pueblo.

Nucleares y renovables

Fotografía de Diego Morales
Cofrentes - Valencia - España

Desde luego que la palabra "nuclear" da mucho miedo, pero ¿estamos dispuestos a renunciar a todas las comodidades que nos permite la electricidad?
¡Ojalá nuestros políticos, tan obtusos ellos y tan vendidos a los poderes fácticos, apoyen el desarrollo de las energías renovables!

Verticalidad y horizontalidad

Fotografía de Diego Morales
Cofrentes - Valencia - España

Ejemplo de delirios verticales

                                  Gerardo Diego

Don Quijotes por doquier

Fotografía de Diego Morales
Tolosa - Albacete - España

Sería bueno que se erigieran tantas estatuas de don Quijote como de Santos y Vírgenes.
¡Y no sólo en Castilla-La Mancha!

Diamantes y faltas ortográficas

Fotografía de Diego Morales

Al igual que los diamantes, las faltas ortográficas son para siempre.

Agosto en marcha

Fotografía de Diego Morales

Todavía queda agosto por delante...

Esperar

Fotografía de Diego Morales

El que espera, desespera.

Niños de la tercera edad

Fotografía de Diego Morales

Niño avejentado regala flores a niña anciana (o travestida, que no se aprecia bien) que juega con corazones.

Espantos urbanísticos

Fotografía de Diego Morales
Mojácar - Almería - España

Habiendo tanto sitio donde construir sin molestar ni estropear el paisaje ¿tenían que hacerlo ahí precisamente? ¡Y lo peor es que no se sabe cuándo quitarán todos esos esqueletos de cemento!

Puertas al mar

Fotografía de Diego Morales

Hay quien le pone puertas al campo
                          y
quien se las pone al mar.

¡Saltemos la valla!

Risa contagiosa

Fotografía de Diego Morales

¿De qué se ríe esta chica?
¿De la ropa o de los precios?

Estelas en la mar

Fotografía de Diego Morales

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

                          Antonio Machado

Al mal tiempo buena cara

Fotografía de Diego Morales

La casa se derrumbará pero mi sonrisa perdurará.

Verano espeluznante

Fotografía de Diego Morales

¡Qué verano más espantoso! ¡Ni en la playa, ni en el campo, ni en la montaña, ni en el cámping ni en  ningún sitio se puede estar fresco!

Una cervecita y un arroz

Fotografía de Diego Morales

Un verano sin una cerveza, un plato de arroz (con su chorrico de limón) y buena compañía, no es nada.

Aquelarre

Fotografía de Diego Morales
Mojácar - Almería - España

¿Será verdad que se hacen aquelarres en esta calle?
¡Tendré que pasar en vela toda la noche a ver si es cierto!

Bailar con animales

Fotografía de Diego Morales

Ante cualquier novedad, ocurrencia, excentricidad u originalidad se pueden producir dos reacciones opuestas. Una será progresista, avanzada y moderna. La contraria será reaccionaria, retrógrada y anticuada.
Inevitablemente el suceso será glosado por expertos abiertos y avanzados que disertarán sobre las bondades y beneficios de la nueva moda. Poco después aparecerá un erudito que probará que dicha "modernidad" es tan antigua como el origen de los tiempos.
Estas sesudas reflexiones a cuento vienen no de las calores que estamos sufriendo sino de una noticia y un vídeo que ví hace poco por internet, en este sitio .
Se trata de unas bailarinas que danzaban en el escenario con unos patos.
Por supuesto, decía una bailarina, la experiencia es enriquecedora porque los patos tienen un don innato para el ritmo y no sé qué más. Un espectador también reconocía haber disfrutado de una experiencia tan singular porque nos acerca más a la naturaleza.
Un experto en no sé qué, también decía que este tipo de experiencias entre humanos y animales deberían ser más frecuentes para que los niños aprendieran a empatizar y desarrollarse ecológicamente.

Creo que es una gansada, pero, como dice José Mota ¿y si sí? ¿Y si no?