Vuelven a este blog las divertidas (?) anécdotas de SirThomas. Y en este caso, como en alguna vez atrás en el tiempo, la narración tendrá como epicentro natural al universo subterráneo. Sí, una vez más el Subte, Línea D, se hace presente. Porque parece ser que a SirThomas el único lugar en donde le pueden pasar cosas interesantes de contar es en el submundo del subte.
Antes de comenzar a narrar los hechos tal y como sucedieron, es bueno hacer la siguiente aclaración respecto de nuestro personaje central:
SirThomas es tímido, introvertido. Uno de sus mayores “temores” durante la secundaria eran los (por qué diablos los habrán inventado) exámenes orales. Pasar al frente y ser evaluado por la o el profesor de turno ante la atenta mirada del resto de sus compañeros era una de las situaciones más incómodas por las cuales podía pasar nuestro (anti) héroe. La señal más clara de su timidez quizás se manifieste cuando su cara se transforma en un furioso rojo tomate de primerísima calidad. Es algo que le suele ocurrir a mucha gente. Imagino que se habrán hecho la imagen que intento describir.
Bien, hecha la aclaración, vamos con el relato.
Como cualquier otro día de su vida lunesavierneseana SirThomas se dirigía de regreso a su hogar, montado, como de costumbre, en un vagón último modelo del Subte, Línea D (Catedral – Congreso de Tucumán).
Como de costumbre, se lo tomó en la estación Tribunales sin ninguna señal que evidenciara que algo fuera de lo común le esperaba en el regreso al hogar. Algo mágico. Algo que difícilmente se vuelva a repetir y que un porcentaje muy bajo de pasajeros ha experimentado en su vida. Porque no le pasa a todos. Sólo a unos pocos elegidos les ha sucedido alguna vez.
Pasaban las estaciones y entre empujones, aprietes, malos y buenos humores habituales, pasajeros que creen tener La Razón, y demases, SirThomas se acercaba de a poco a su hogar.
En la estación Olleros fue que comenzó a suceder lo mágico, lo extraordinario.
Pero por qué decimos mágico? Bueno, la respuesta es simple: Por que un MAGO, sí, así como lo leen, un MAGO (repito por si alguien se lo perdió) ingresó en el mismo vagón en el que se encontraba SirThomas para iniciar su clásico show. Decimos clásicos porque en varias oportunidades (que no llegan a ser más de cinco o seis) ya lo habíamos visto ejercer su encanto mágico sobre los pasajeros del subte. MAGO (última vez que lo pongo en todo en altas) que hasta el momento no ha dado a conocer su nombre, simplemente presenta su show, con un speach que poco varía de presentación en presentación y que a fuerza de repetición ha quedado guardado en la memoria de nuestro protagonista.
Citar las palabras que menciona el Mago durante su presentación sería bastante aburrido pero para contextualizar un poco la situación diremos que comienza más o menos así:
“Buenas tardes estimados pasajeros, aquí ha llegado el Mago para traerles un poco de magia y que el regreso a casa sea más placentero (pausa para ver si hay alguna reacción) … Y la magia, señores, en líneas generales se trata de ilusiones, porque la vida misma está llena de ilusiones y qué sería de nuestras vidas sin un poco de ilusión”.
Elige la “víctima” de su primer truco, que siempre es una mujer.
“Usted señorita cree en las ilusiones? Sí, muy bien, usted va a llegar lejos. Ve este papel que tengo aquí? Bueno, con un poco de ilusión, señores, se transforma mágicamente en esta flor.” Y le regala la flor a la señorita. (allí ya tiene la atención de buena parte de los pasajeros y habitualmente recibe algún aplauso).
“Para el siguiente truco, tengo aquí un pañuelo, lo meto por aquí, lo saco por acá (típico truco del pañuelo que aparece y desaparece) y con un toque mágico … se convierte en este bastón de mago”. (aplausos) y sigue “Para la gente que no lo pudo ver, le comento que el pañuelo se transformó en este bastón”.
A todo esto, el lector probablemente se esté preguntando.
¿Y SirThomas? Porque todo muy lindo, me contás cómo es el show, los trucos, las palabras que dice el mago, la reacción de los pasajeros, pero en dónde entra Sir en esta historia?
Bueno, algo que no mencioné hasta ahora es que cuando entró el Mago, nuestro pequeño héroe no lo había notado seguramente por el cansancio que tenía encima. Como de costumbre, SirThomas estaba ubicado en la zona de las “puertas” del lado donde menos veces se abren, digamos, muy tranquilo, pensando en llegar a casa y descansar. Cuando levantó la cabeza, al oír el alto tono de voz del Mago, se dio cuenta que para realizar su show se había instalado a centímetros de él. Lo tenía prácticamente al lado.
El primer pensamiento de SirThomas fue: uy, estoy en problemas aquí.
Por que claro, al estar tan cerca del mago, con la valija mágica apostada al lado de sus pies, pocas chances iba a tener de zafar ante le requisitoria del Mago para colaborar con él en el show. Y efectivamente así ocurrió, con el diálogo que sigue a continuación.
(Introducción del Mago)
“Bueno, saben ustedes que para tener éxito en la vida, es fundamental tener confianza en uno mismo, porque si uno no tiene confianza en uno mismo quién podría tener confianza en uno? Y todos los que tengan confianza en sí mismos van a llegar lejos. Yo tengo confianza en mí mismo y miren dónde llegue?”.
Mago: ¿Usted caballero (dirigiendo su rostro a Sir), quiere colaborar con el show?
Sir: (comienza a enrojecerse) Eh, no no, gracias.
Mago: Vamos, vamos, anímese.
Sir: (el rojo predomina en la cara de Sir) Eh, bueno, bueno. (Sí, SirThomas muchas veces al hablar tiene el vicio de repetir una palabra).
Mago: Muy bien Sir. Dígame, usted tiene confianza en usted mismo?
Sir: Sí, sí, por supuesto.
Mago: Muy bien, usted va a llegar lejos. Ustedes (mirando al resto de los pasajeros) tienen confianza en él?
Coro de pasajeros: No, no… sí sí (los no pronunciado por algunos señores, los sí mayormente mujeres que se compadecían de SirThomas y algunos hombres también).
Mago: Bien, usted va a llegar lejos (dirigiendo a Sir).
Sir: Je-je, bárbaro.
Mago: Muy bien, para el siguiente truco voy a sacar este mazo de cartas. Usted va a tomar una carta del mazo y se la mostrará al resto de los pasajeros.
Sir: (rojo tomate en su máxima expresión) Bien. (procedo según las instrucción del Mago, muestro la carta a ambos “costados” del vagón).
Mago: Ya está?
Sir: No, no, momento…. Ahora sí.
Mago: Bueno, ahora usted mismo va a sacar la carta que ha elegido. Póngala de nuevo en el mazo sin que yo la vea. Se acuerda qué carta es, verdad? Sí? Bien. Ahora sostenga fuertemente todo el mazo con sus dedos. Yo voy a darle unos golpecitos al mazo y como usted tiene confianza en usted mismo se va a quedar con la carta que eligió antes.
El Mago procede. Sir mantiene firmes las cartas. El Mago retira las cartas que sobran. Sir se queda con la carta elegida en su poder. Se hizo la magia, señores. El vagón estalla en aplausos. La cara de SirThomas llega a un tono de rojo nunca antes visto pero se lo ve contento y con una sonrisa en la cara.
El Mago continúa con el resto el show. Le queda un truco más por mostrar para finalizar.
“Como ustedes saben vivimos en una sociedad y para construir una sociedad hay que establecer cadenas. Y para eso voy a sacar unos pañuelos y vamos a establecer una cadena, porque en toda sociedad para relacionarnos unos con otros hay que establecer cadenas y eso es lo que vamos a hacer …”.
Bueno muy bien. Un aplauso para todos.”
Y siempre al terminar el show el Mago se despide con una frase que más o menos es algo así:
Porque en el mundo no hay grandes verdades, sino que hay mejores respuestas. Y la mejor respuesta siempre es la vigente. Si alguien tiene una mejor respuesta que me la diga y la uso en mi próximo show (silencio stampa) Bueno, la mejor respuesta sigue siendo la vigente.
Y ahora el último truco se llama la “maleta mágica” que yo voy pasando y mágicamente la maleta se va llenando de monedas...”.
Saludos.
SirThomas.