Virus de viernes por la noche en un canal de aire

Durante años el primer partido de cada fecha, brindaba el pésimo relato de Alejandro Fantino en América. Chistes de mal gusto, pifiadas de jugadores, desinformación, un ritmo insoportablemente radial para la televisión. Todo surgía desde la voz del hoy conductor de un programa muy buen producido en el cable. Hoy Fantino ya no pertenece al canal de la calle Fitz Roy ni tampoco esa emisora tiene derechos para transmitir el fútbol de la A. Hoy todo es más político (¿más todavía?). Los contratos se firman en Balcarce 50 con la Señora "Presidenta" y el relator es un empleado público (una raza especial en la Tierra). Gustavo Kuffner se llama y por su impostación de la voz aún no se sabe si quiere narrar fútbol o ser vendedor ambulante en el Roca. Con un ritmo aburrido y cliches antiguos, la labor de Kuffner es otra molestia a los oídos, tal como lo era Fantino. En compañía del grondonista Oscar Martínez, genera una transmisión que, con una gran dosis de generosidad, se la puede calificar de pobre.