Finalizada la Copa Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, algunas reflexiones que nos dejó el torneo.
Antes de que se pierdan entre las palabras,
ACÁ podrán leer las conclusiones que sacaron los periodistas del blog Son Tiempos Difíciles para los Soñadores.
Selección Argentina.El seleccionado argentino superó las expectativas que se tenían previo a su arribo a Sudáfrica. Si miramos para atrás, en momentos en los que el equipo conducido por Diego A. Maradona sufría las eliminatorias sudamericanas, pocos eran los que se animaban a pronosticar un mundial cuanto menos aceptable de la selección; incluso un sector importante de la prensa sostenía que, de mantener el nivel mostrado en la clasificación, a la selección le costaría mucho pasar de ronda.
Parándonos en ese contexto de constantes críticas y rendimientos paupérrimos durante las eliminatorias, es que decimos que el equipo superó las expectativas reales que se tenían sobre él. Muy pocos creían que, justamente, ese mismo entrenador que había clasificado al equipo con el último aliento al mundial (como ha sucedido no una, sino varias veces en la historia, por cierto) en circunstancias cuasi milagrosas, fuese capaz de revertir tal situación y lograr que sus dirigidos, por más actualidad brillante que tuvieran, plasmasen sobre el césped sudafricano un nivel superior al que habían mostrado como equipo durante los meses anteriores a la Copa.
Las cosas cambiaron radicalmente cuando comenzaron los entrenamientos y la convivencia en Sudáfrica. De repente, y aún sin haber jugado partido alguno, Argentina, por historia (o prehistoria si hablamos de rendimiento y resultados en mundiales) o por antecedentes bien recientes de sus principales figuras, se perfilaba como uno de los candidatos a hacer cosas importantes en el Mundial.
Comenzó el Mundial y los primeros tres partidos ilusionaron: por la propuesta ofensiva, la enorme cantidad de situaciones de gol que se creaban por encuentro (excepto el cotejo inicial ante Nigeria, también por la eficacia), el “despertar” de Messi en la selección, con un primer partido poco menos que excepcional ante Nigeria, y rendimientos más que aceptables ante Corea del Sur y Grecia. Una de las grandes deudas del equipo (por qué Messi juega así allá y asá aquí) se estaba saldando (aunque no llegó a tener ese brillo del Barcelona, sin dudas fueron de sus mejores performances en la selección), aunque el torneo concluyera para él con el sabor amargo de no poder convertir, a pesar de haber sido el jugador del mundial que más situaciones de riesgo creó, para sí o para otros.
A pesar de esto, en los tres partidos se producían importantes llamados de atención en la faz defensiva, evidenciando el desequilibrio reinante entre los que atacan y los que defienden. En parte, claro, por una cuestión táctica que deviene de la propuesta en sí (pensar más en el arco rival que en el propio, confiando en lo que "los de arriba" son capaces de hacer), en parte por los intérpretes elegidos (uno puede atacar con cinco, seis, pero si los medios que se suman a la ofensiva no tienen entre sus características más salientes el oficio para defender, seguramente les va a costar más acomodarse en posiciones de defensa cuando es el rival quien propone) y en parte, creo, por errores varios: falta de pericia de los ejecutantes (en algunos casos, se puede esgrimir que no estaban en su posición natural, bueno, macho, o rechazá lo que te pide el entrenador o ponele un poco más de garra, viste, sino, andá al banco y dejá que otro, alguien con más aplomo en el puesto se encargue de esa tarea, digo, ya que tanto pensamos o decimos que pensamos en el grupo, en el equipo, que está por encima de lo individual, que no nos importa esperar por nuestra oportunidad, etc), nerviosismo en otros, o falta de sacrificio en algunos; insisto, más allá de la insoslayable cuestión táctica que devenía, al momento de detener una ataque furioso del rival, en una inferioridad "numérica" (más jugadores con "vocación" ofensiva que defensiva, etc.) al momento de defender, justamente.
(Diego Maradona celebra la buena primera fase del equipo argentino)
Desequilibrio que se evidenció aún más cuando los rivales de turno (México, en octavos, Alemania, en cuartos) eran más "serios" que los de la primera fase y, obviando al seleccionado azteca, no perdonan cuando se tienen tantas ventajas (aunque esto siempre en la teoría no, cuántos equipos en la historia han tenido ventajas similares a las que tuvo Alemania frente a Argentina y no las han sabido aprovechar). A pesar de ello, particularmente en el partido frente a Alemania se estuvo a tiro de empate, fijate vos, y la ventaja final (4-0) fue producto más del decaimiento propio de un equipo que, justamente, está cerca de igualar y le encajan el segundo pepino que termina por derrumbarlo anímicamente.
Aquí se podría también argumentar en defensa del equipo que el rival se encontró con un gol apenas comenzado el encuentro y luego ¿fue una topadora constante que acechó el arco argentino a cada instante?, no señor, más bien se acomodó unos metros más atrás en el campo, esperó, supo aguantar los embates del seleccionado argentino (que ojo, no es que se lo llevó por delante a Alemania tampoco, pero al menos recuperó el balón, tuvo posesión, creó situaciones, etc.) y se preparó para poner en práctica lo mejor que le había salido en el cotejo inmediatamente anterior: contragolpear. Consiguió ampliar la ventaja, para luego sí, decorar el resultado aprovechándose de un equipo ya liquidado anímicamente y volcado totalmente a la ofensiva.
En cuanto a lo individual, destacamos el rendimiento de Lionel Messi, sí, sobre todo por lo hecho en la primera fase, que es, casualmente, cuando tuvo algo más de acompañamiento y jugó más en su "posición" natural, o donde al menos parece sentirse más cómodo. Tévez e Higuaín, aprobaron el examen, aunque les podemos reprochar su falta de actitud (personalidad le dicen algunos) en el cotejo más importante del campeonato (ante Alemania se parecieron muy poco a los Tévez e Higuaín más movedizos de los anteriores partidos). Romero, más allá de algún que otro error mínimo, tiene el crédito abierto para continuar en el arco; Burdisso, terminó erigiéndose como uno de los valores más importantes de una defensa que tuvo sus altibajos, con un Demichellis que recién pudo acomodarse para el partido con Alemania, un Samuel que rindió aceptablemente, y un Heinze que volvió a acallar las constantes críticas que recibe (ojo, a mí como lateral por izquierda tampoco me gusta, pero cumple en lo que tiene que cumplir). Pensando en el futuro, ojalá Pastore tenga continuidad en las convocatorias.
Del meciocampo, destacar la tarea de Mascherano; Di María defraudó (ante Corea fue su mejor partido, aparte de eso, poco y nada, es joven, tiene futuro, bla bla bla, en Brasil 2014 tendrá otra chance mundialista seguramente), Verón cumplió cuando le tocó jugar: bien lo dijo su padre al finalizar la copa, con el sistema de juego que adoptó Maradona (diferente al que se preveía) la brujita, por sus características, no tenía cabida en el equipo. Bolatti no decepcionó.
La mayor falencia, claro está, estuvo por los laterales, algo sobre lo que se ha hablado hasta el hartazo.
El Campeón:Desde aquí felicitamos a la selección española de fútbol por su buen desempeño durante el mundial, su propuesta, su filosofía de juego y, claro, la obtención del título. Más allá de que, a las claras, le faltó potencia ofensiva (en parte por el pobre rendimiento de uno de sus delanteros estrella, el Niño Torres, quien llegó "al límite" físicamente) que seguramente le restó algo de brillantez a su juego (contundencia sería la palabra más adecuada). Porque la brillantez estuvo presente en el medio, en ese toqueteo constante, a veces, hay que decirlo, poco trascendente, pero mil veces preferible como sistema e idea al "catenaccio", a la disciplina defensiva, al esperar y luego salir de contra, al no arriesgar, y demás tácticas de índole defensivo que tuvieron presencia más que importante durante el mundial y que, por suerte, se terminaron yendo temprano del torneo (Italia, sin ir más lejos, pero también Inglaterra, Portugal, y demás equipos “menores” que por limitaciones propias de los elementos que lo componían no aportaron (o muy poco) a lo ofensivo).
Ocho goles en siete partidos (cinco aportados por Villa, dos por Iniesta, y el restante de Tarzán Puyol) son una clara evidencia de lo señalado en torno al poco peso ofensivo del campeón. Los nombrados, más Xavi Hernández, e Iker Casillas, de lo mejor durante el torneo, en cuanto a lo individual.
(Iniesta, "el hombre que escribió el guión de la final", Pepe Reina dixit).
El Subcampeón:Pésimo, patético, horrible, inaceptable, lo de Holanda en la final. Traicionar de la manera en que lo hicieron su historia futbolística y lo que habían mostrado en los partidos previos, pero de la forma en que lo hicieron, es lastimoso. Utilizar como táctica el cortar con infracción (y aparte qué infracciones, fuertes, desleales en muchos casos, innecesarias la mayoría), como sistema de juego, porque no era algo esporádico, o que llevaban a cabo uno o dos jugadores rústicos o presos de un ataque de nervios, no, sino como contrapropuesta a lo que sabían ofrecería España, es verdaderamente lastimoso.
("Sean agresivos", dijo el DT holandés y De Jong cumplió).
A pesar de ello, fíjense, intentaron y dispusieron de dos o tres situaciones bien claras de gol. Qué hubiera pasado si en vez de pegar y cortar constantemente con infracción, se hubieran preocupado más por recuperar, armar y atacar? Seguramente otra hubiese sido la historia; atenti, también hubiesen permitido que su rival jugara más libre (porque esa era la idea de la contrapropuesta -o sea, no dejar que España juegue a su juego-) pero, de seguro, se hubiesen retirado con la frente en alta y orgullosos, y no como sucias ratas, quejándose (!!!!) y llorándole al árbitro, ese mismo que les permitió una y otra vez pegar como locos durante todo el partido... en fin...
El Tercero:Desde aquí saludamos también a la saludable propuesta de juego de Alemania. Combinando de buena manera presión defensiva y explosión ofensiva. Merecidísimo el premio a “mejor jugador joven” para Thomas Muller, que incluso se quedó con la bota de oro (al sumársele las asistencias de gol). Un mediocampo de lujo, con varios jugadores que rindieron en un altísimo nivel.
El Cuarto:Uruguay hizo un gran Mundial? A nivel resultados, sin dudas.
Uruguay tuvo su mejor performance en mundiales desde 1970 a la fecha? A nivel resultados, sin dudas.
Uruguay deslumbró como equipo, tuvo un rendimiento brillante durante el torneo, producto de lo cual arribó a semifinales, desplegando un juego de alto vuelo? No, no nos equivoquemos.
Primero y principal, la mayor virtud del conjunto conducido por el maestro Tabárez fue el haberse quedado con la primera colocación en un grupo que a priori se vislumbraba como muy complicado de atravesar. Empate en cero ante Francia, victoria justa ante el local (3-0), y triunfo escueto frente a México (1-0), sin demasiado para destacar.
Producto de ese primer lugar en su grupo (A), en el camino de Uruguay se cruzaron selecciones de bajo porte internacional. Y qué ocurrió en octavos y cuartos, entonces? Uruguay elevó su nivel de juego, demostró ser superior a sus rivales, los pasó por arriba, no dejó dudas en ningún momento que era mejor a sus contrincantes? No, bueno, no nos equivoquemos.
Frente a Corea del Sur, victoria 2-1, gracias a una genialidad del goleador por dos en ese cotejo, Luis Suárez, y mucho sufrimiento antes, durante y luego de ese gol, para poder pasar a cuartos. Y allí? Bueno, se encontró con el único representante africano que quedaba con vida en el torneo: Ghana, equipo de buen pie, ordenado, físico, que se abrió camino tras vencer a Estados Unidos en la instancia previa.
Aquí sí, seguramente Uruguay se llevó por delante a su rival: nada que ver. A duras penas, logró soportar el tiempo regular y milagro de por medio, lo definió por penales.
Con esto no queremos desmerecer en nada lo hecho por Uruguay. Nos alegró sobremanera su campaña en el mundial, hemos hinchado por ellos en todo momento, pero eso nos encegueció al analizar su rendimiento general y cómo es que llegó a esa “histórica” clasificación a semifinales.
En el partido por el tercer puesto (uno de los mejores encuentros del mundial, por cierto) mereció mucho más. De no haber sido por el flojísimo desempeño de su arquero, Fernando “tengo un apellido genial pero eso no evita que tenga una mala tarde-noche” Muslera, seguramente se hubiese quedado con el tercer puesto.
El quinto:Y con esto vamos terminando, no, no vamos a repasar los 32 puestos del mundial, tranquilos. Quién terminó quinto? Brasil, Ghana, Paraguay?, que quedaron eliminados en cuartos, sin haber sufrido una goleada histórica. No, Argentina, a pesar de que la mayoría de los periodistas, una vez decretada la goleada en contra con Alemania, la ubicaban en la octava colocación, regodeándose en el fracaso, y destacando que la ubicación final era peor que la lograda en Alemania 2006 (sextos). Esto, desde luego, no suma demasiado, pero de alguna u otra manera, revaloriza también lo hecho en los partidos anteriores, ya que
para confeccionar el ranking final se tuvieron en cuenta los puntos obtenidos durante el certamen.
Los Mejores:Diego Forlán, merecido premio al mejor del torneo. El alma de Uruguay, autor de cinco goles, pieza clave para su seleccionado. Tengo la sensación de que siempre ha ido en crecimiento constante, desde sus primeros goles en Independiente, pasando por el Manchester, Villarreal y ahora en el Atlético de Madrid, se las ha ingeniado para convertirse en un goleador notable, siempre aportando una cuota importante de sacrificio a su juego.
(Diego Forlán, celebra un gol y la distinción como mejor jugador del mundial)
Andrés Iniesta, a quien no tuvieron en cuenta en el top tres, es un grandísimo jugador sin dudas. Autor, a la postre, del gol más importante del mundial, tiene la “contra” de formar parte de un mediocampo en el que todos, en mayor o menor medida, comparten y se distribuyen funciones similares (sí, sí, algunos son más defensivos, pero todos de buen pie, ubicación, inteligencia, y solidaridad), destacándose también la tarea de Xavi (Hernández), por sobre la de los demás.
Otros jugadores destacados: Los alemanes Bastian X y Ozil (además de Muller), Jorge Fucile, Diego Pérez, de Uruguay, Xavi y Villa, de España, y de Holanda? Ninguno me deslumbró, Robben hizo cosas interesantes, incluso en la final, pero lamentablemente para mis lectores de los países bajos, admito que esa imagen final de la naranja hizo que le tomara una bronca tal que echó por tierra lo bueno que hayan mostrado durante el torneo.
En el top five, lo incluyo a Messi, sí, Messi, punto.
Saludos.
SirThomas.