Visita de la reina de Saba a Salomón. J. R. Tintoretto. 1555. Museo del Prado |
Llegó a la reina de Saba la fama que para gloria de Yahvé tenía Salomón y vino para probarle con enigmas. [...] Llegó a Jerusalén con muy numeroso séquito y con camellos cargados de aromas, de oro, en gran cantidad y de piedras preciosas. [...] No se vieron nunca después tantos aromas como los que la reina de Saba dio al rey Salomón. [...] El rey Salomón dio a la reina de Saba todo cuanto ella deseó y le pidió.
La reina de Saba en Jerusalén. Libro de los reyes, 10 y 11. La Biblia.
Después de la entrevista ella se volvió a su tierra. No se detalla el cariz de sus peticiones ni hasta dónde pudo haber llegado el famoso encuentro aunque sí se explicita en la Biblia que Salomón "amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias y geteas [...]. Tuvo setecientas mujeres de sangre real y trescientas concubinas". Un figura, vaya.
Es fácil imaginarse la escena del recibimiento después de leer la breve descripción, con toda esa parafernalia y ese boato propios de las entradas triunfales de los héroes y personalidades del pasado. Como muchos bien sabrán, en la Historia del Arte encontramos numerosas representaciones del episodio, pero, en lo que a la Música se refiere, ninguna me parece tan fastuosa y festiva como la que debemos a G. F. Haendel. A veces la alegría se agradece más que la solemnidad.
Con esta suerte de marcha de brillantísima orquestación da comienzo el tercer acto del oratorio* titulado Salomón que el compositor estrenó en 1749 en Londres. Enlazo el libreto AQUÍ.
Espero que la disfrutéis.
¡Disfruté muchísimo tu publicación! Tu estilo de escritura es atractivo. ¡Estoy emocionado de saber más de ti!
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