Necesitamos un cambio disruptivo..., revolucionario
Decía Miller (director de la Biblioteca de la Universidad de Pittsburgh) en su artículo “Damn the Recession, Full Speed Ahead" (Journal of Library Administration, 2012, 52(1), 3–17), que las bibliotecas universitarias no pueden seguir pensando en un futuro lineal, en aumento, que evoluciona y hacia el que se proyectan las mismas lineas de acción del pasado. No podemos seguir pensando en un futuro lineal, nuestro futuro pasa por transformarnos. El reto está en seguir siendo relevantes, no en aumentar de tamaño.
¿Cuales son los datos que se ofrecen en las memorias de las bibliotecas? ¿En qué estamos aplicando nuestros esfuerzos, imaginación, iniciativas?. Si seguimos hablando de magnitudes, de tamaño, de volúmenes, seguimos pensando en crecer pero no en ser relevantes para nuestras comunidades. Estamos obsesionados con ofrecer números cada vez mayores pensando que estos números, volúmenes, magnitudes, van a colocar a la biblioteca en una situación de ventaja en el seno de la institución de la que depende y frente a otras bibliotecas competidoras. Sin embargo, y como dice Miller, lo que necesitamos es un cambio transcendental en nuestra misión, visión, valores y principios. El cambio no puede ser de aumento en el tamaño, de +, sino un cambio fundamental y transformador. Y para conseguirlo haya que tener líderes con visión y predispuestos al cambio, como una forma de vida. Se necesitan líderes visionarios..., no simplemente gestores.
A pesar de los recortes en presupuesto y de la resistencia al cambio, la biblioteca universitaria tiene que re-imaginar y re-inventar su papel y sus servicios. El cambio que necesitamos no es evolutivo sino revolucionario.
Los Drag Queen (Carnaval La Laguna)
Las bibliotecas universitarias tienen que darse cuenta de que no pueden seguir haciendo más de lo mismo. En la presentación de Roy Tennant en su conferencia en junio en Academic Librarians Conference en la Universidad de Syracus, se trataba tambien este mismo tema. Tennant trabaja para la OCLC en proyectos dedicados a mejorar la infraestructura de las bibliotecas, museos y archivos y es experto en el mundo de las bibliotecas digitales.
Para Tennat los cuatro grandes retos de las bibliotecas universitarias son:
- Reducción de presupuestos
- Descenso en el uso de la biblioteca
- Alternativas viables
- Nuevas demandas de los usuarios
Las bibliotecas universitarias tienen que darse cuenta de que el acceso a los contenidos de las bibliotecas son complicados, estudiantes y profesores tienen muchas formas de acceder a la información. Sin embargo aparecen nuevas formas de servir a nuestras comunidades por ejemplo, colaborando con la investigación, con la difusión del acceso abierto, los repositorios, viendo donde está la oportunidad. Los bibliotecarios tienen que salir de sus muros, de sus mostradores, de sus despachos, ofrecer nuevos espacios para los usuarios, interactuar de otra forma con ellos.
En relación a los profesores, los bibliotecarios deben solucionarles sus problemas como docentes, mostrarse como sus bibliotecarios de apoyo, "bibliotecarios temáticos", de apoyo a la investigación. Es una tendencia en los servicios de referencia en muchas bibliotecas universitarias. Hay que ofrecerles un acceso rápido y fácil a lo que necesitan, a los recursos de investigación y docentes.
En Texas Tech University, el bibliotecario temático se presenta a sus estudiantes como su bibliotecario personal, su persona de contacto en el campus, y sube vídeos a la red en los que se presenta a la comunidad universitaria. La actividad del servicio tras esta campaña aumentó un 120% en solo dos años. También en las Universidades de Yale y Drexel, se asigna un bibliotecario personal a cada estudiante que llegan a ser miembros de la comunidad del usuario en la universidad.
En la Biblioteca de la Michigan University, se creó la figura del Field librarian, o bibliotecario conectado con un departamento en concreto más que con una colección física y los bibliotecarios de apoyo a líneas de investigación.
En relación a los alumnos, estos necesitan:
- un lugar para reunirse con amigos, citarse, socializar, tomar café o el almuerzo
- un lugar para conseguir en cierto modo, estar solo, tal vez para trabajar un poco
- un lugar para encontrar inspiración, para aprender
- un lugar para colaborar con otros compañeros
- un acceso rápido y fácil a lo que necesitan para hacer su trabajo
Tan importante es ofrecer un espacio para el aprendizaje y la colaboración como un acceso fácil y rápido a los recursos de información, digitales e impresos, que necesitan. Hay que hacer de la biblioteca un lugar para estar. Y un lugar móvil, asegurándonos de que los recursos online son accesibles desde cualquier plataforma y en la nube, o en caso contrario no los usarán (aunque se sienten en la cafetería de la biblioteca).
Las recomendaciones de Tennant para la biblioteca del futuro son las siguientes:
- Externaliza el trabajo de fondo de la biblioteca, busca a alguien que lleve el sistema de la biblioteca (SIGB) y dedica a los bibliotecarios a interactuar con la comunidad.
- Salga de los muros de la biblioteca. En lugar de mantener a los bibliotecarios de referencia detrás de un mostrador de referencia y encerrados en sus despachos a sus bibliotecarios temáticos, envielos a interactuar con los estudiantes provistos de sus portátiles para responder a sus demandas. Asegúrese de que sean visibles, identificables y accesibles. Estarán disponibles en el mismo momento en que se les necesite. Es interesante el caso de los bibliotecarios en movilidad de Loyola Marymount University en Los Ángeles.
- Planifique para un cambio continuo. La descripción del trabajo de cada uno de los trabajan en una biblioteca está en continuo cambio. Hay que estar preparado para reinventarse continuamente y como forma de vida.
- Vuelve a colocar la biblioteca en el centro de la institución. Reune métricas que demuestren en cualquier momento el valor de la biblioteca para los objetivos de la institución.
Por último, Israel Garcia, panelista del primer TED Sevilla, nos dice en su blog que no podemos esperar únicamente a que algo suceda, y habla de disrupción de la comunicación y el marketing y de nuevas formas de pensar y actuar. Las fuerzas de la destrucción creativa requieren tiempo, esfuerzo y hacer que algo suceda. Todo está cambiando, la manera de formular estrategias, estructurar y desarrollar acciones, medir resultados y alcanzar objetivos.
¿Qué es lo que nos depara el futuro? Nadie lo sabe – por mucho que se empeñen en tratar de descifrarlo. Algo que si está claro, es que la disrupción es inevitable para avanzar hacia nuevos horizontes.
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