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Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad

2009

Anuario de Espacios Urbanos, 2009: 199-212 199 Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad 200 MORAi ES J.: Ideas, conceptos y dehates en torno al tema de la modernidad Anuario de Espacios Urbanos, 2009: 199-212 201 Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad· El tema de la modernidad es recurrente en el vasto campo de los Estudios Urbanos. ¿Será acaso por la tendencia dominante de afrontar las ciudades desde finales del quattrocento y prin­ cipios del temporalidad del tiempo presente? ¿Q por que la que destacan algunos fragmentos más modernos ciudad misma impone precisamente esa tempo­ que otros, sin que necesariamente se hayan susci­ ralidad, en tanto los Estudios Urbanos enfatizan tado en una línea desarrollista (es decir unilineal, problemáticas que la afectan, la caracterizan o la de menos a más) que garantice que "cada tiem­ configuran? En efecto, no hay nada más moderno po moderno es más moderno que el anterior". que la ciudad misma, si suponemos que ésta es Por ejemplo, para ciertos historiadores de la ar­ un fenómeno construido en los albores del re­ quitectura moderna como Leonardo Benévolo nacimiento gracias al desarrollo de redes comer­ ( 1980) la irrupción de la industria en los asenta­ acuerdo a la UAM Azcapotzalco, Profesor investigador, Área de Estudios Urbanos dad de los "tiempos modernos" que ha afectado a casos de estudio o temas de investigación en la ciales, de acuerdo a la Jorge Morales Moreno Curiosamente dentro de esa larga temporali­ cinquecento no faltan los especialistas tradición europea. Y de mientos humanos marcó el inicio de los tiempos tradición americana también, pues modernos, pero especialistas en urbanismo como las ciudades nativas anteriores a la conquista es­ Gerardo Sánchez (2002) la implementación de pañola o a la colonización europea desaparecieron programas de planeación urbana es el referente o fueron suplantadas, sobreviviendo sólo aquellos inequívoco de modernidad. Para ciertos historia­ asentamientos que, con el genérico nombre de dores del arte o de los procesos culturales como reservas o pueblos de indios, quedaron a espaldas Terry Smith ( 1993) y Rubén Gallo la moderni­ de los "tiempos modernos". dad es un proceso en construcción en el que in­ • Reseña de: Po?.as Horcasitas, Ricardo. Los nudos del tiempo. La modemidad desbordada; México, Siglo XXI, UNAM­ IIS, 2006, 135 pp innovación tecnológica que la caracteriza genera tervienen diversos agentes sociales, y en el que la no sólo nuevas formas de producción (fábricas, 202 Anuario de Espacios Urbanos, 2009: 199-212 MOR.A.LES J.: Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad industria, maquinización) y consumo (cines, ra­ 203 cio, Justo Sierra). Una "cuarta" con los gobiernos casitas, destacado sociólogo especializado en los gura la permanencia del cambio como mecanis­ se empeñaron en sacar al país del ancien régimen temporáneo. Su libro, aparecido en 2006 (como liza Pozas Horcasitas son aquí contundentes: en volucionario y post-revolucionario inauguró "cáp­ pitalismo salvaje que experimentaron los Estados ción hizo posible que la díada status qou - nuevo procesos de modernización en el México con­ mo legítimo de transición. Los ejemplos que uti­ porfirista. Y así sucesivamente: cada gobierno re­ el disco de Oylan), se adelantó a la crisis del ca­ el campo de la política el mecanismo de la revolu­ sulas de modernidad" en sus respectivos periodo Unidos en los últimos años de la administración orden fuera visto como un proceso inevitable del de ciertos controles a Wall Street por parte del francesa como en la guerra de independencia de país sobremoderno. sitas expone en su libro la necesidad de rescatar burguesas del siglo XIX de Europa como las in­ Servando Teresa de Mier y Carlos María de Bus­ nos vamos a la superficie de la tierra, la cuestión al proceso desbordado que caracteriza la actual historia del arte la oposición entre la tradición un nuevo país sin vínculos con el pasado colo­ cisiones múltiples. Baste un solo ejemplo para los antiguos ciudadanos han sido transformados humanistas del quattrocento los llevó a buscar en tria, y los estados nacionales en simples vigilantes de representar al mundo. dio, telégrafos, estadios, máquinas de escribir) sino también una nueva estética de representación y un nuevo estilo de vida. Si nos concentramos en la historia de México encontraremos varios momentos de moderni­ dad, dependiendo de las variables de análisis que enfoquemos. Si se trata de la cuestión política, entonces la "primera modernidad" la ubicamos justo cuando se logra la independencia nacional, en 1821, documentada por historiadores como tamante quienes proclamaron la construcción de nial.1 Una "segunda modernidad" la encontrare­ mos con la restauración de la república en 1867, pues marcó la consolidación de un estado nacio­ nal por vez primera en México. Una "tercera" en el Porfiriato, de acuerdo con sus propios ideólo­ gos e historiadores (Francisco Bulnes, Riva Pala- 1 Claro, también aquí hay matices: mientras Mier vio en los Estados Unidos el modelo republicano a seguir, Bustamante se esforzó en recuperar el pasado prehis­ pánico como esencia de la nueva nación. En el primer caso, el proyect'o de Mier implicaba una suerte de "viaje sin retorno" al futuro, tal y como sucedió precisamente con el modelo americano que lo inspiraba. En el caso de Bustamante, el regreso a pasado remoto (las civilizacio­ nes mesoamericanas) aseguraba recuperar una esencia de origen que funcionaría como guía espiritual e histó­ rica del nuevo país. Se trataba, pues, de dos proyectos de modernidad diferentes: uno que apuntaba al futuro sin más argumentos que la fortaleza de las nuevas insti­ tuciones a crear, y otro que recogía del pasado-pasado un proyecto de nación con tradición histórica. surgidos de la Revolución de 191 O - 1920, que de gobierno a lo largo del siglo XX, de tal manera George Bush hijo, y que hizo posible la aplicación programa modernizador (tanto en la revolución modernidad México bien podría pasar como un nuevo presidente Barack Obama. Pozas Horca­ los Estados Unidos, incluyendo las revoluciones el papel del estado como agente regulador frente dependentistas de América); mientras que en la tampoco está exenta de ambigüedades e impre­ versión globalizadora de la modernidad, en la que (medieval) y la modernidad pregonada por los entrar en materia: en 2006 Bob Dylan sacó su en simples consumidores sin nacionalidad ni pa­ el pasado clásico la génesis de una nueva forma de la colocación de mercancías y acumulación de Así, en esa línea de argumentación, la mo­ que uno pudiera creer que con tantos ensayos de Si nos salimos de los análisis académicos y álbum número 32 con el emblemático título de Tiempos Modernos (Modern Times, Columbia dernidad resulta ser un proceso mucho más viejo RecordsJ, el mismo que usó Charlie Chaplin para capital financiero urbi et urbi. con setenta años de diferencia (Modern Times, sulta recomendable. Lo es también por la visión "tiempos modernos"? iExiste una sola acepción ciento y treinta y cinco páginas, bastante apreta­ romana justo en la transición del paganismo al nidad? iCuál es su horizonte de temporalidad y que merece ser leído y discutido por los estu­ (285 - 336 dC) convoca al Primer Concilio Ecu­ do y cómo empezó? iEs un fenómeno universal? Estudios Urbanos. La idea de modernidad que nuevo? iUn proceso civilizador de largo aliento o del hombre definido por una variedad de díadas Pero no sólo por este gran acierto su libro re­ de lo que el asombrado lector pudiera esperar: United Artists, 1936). iQué son entonces los que despliega de la modernidad a lo largo de sus tiguo por lo moderno se da en plena antigüedad que explique de una buena vez qué es la Moder­ das por cierto, que hace de su trabajo un ensayo cristianismo, cuando el emperador Constantino cuáles las características que la definen? iCuán­ diosos del tema, incluyendo a los especialistas en ménico con el objetivo de precisar "la fecha de iUna etapa de la historia o una actitud frente a lo expone es la de un proceso largo de la historia que sustentaba la inferioridad del verbo de Dios" un programa de desarrollo? constituidas por la oposición entre la tradición y evento fueron extraordinariamente decisivas no dónde la inevitable sustitución de "lo viejo" (el sino para la expansión y difusión del cristianis­ su legendaria película exhibida por vez primera Estas preguntas tienen respuestas, si bien algunas polémicas, en Los nudos del tiempo. La modernidad desbordada de Ricardo Pozas Hor- lo nuevo. Se constituye así una secuencia de éstas viejo orden) por "lo nuevo" (el nuevo orden) ase- según el autor, la primera sustitución de lo an­ Pascua y enfrentar el problema del arrianismo, (29). Las consecuencias políticas de semejante sólo para la supervivencia del propio imperio mo como religión oficial en todos los territorios 204 Anuario de Espacios Urbanos, 2009: I 99-212 MORALES J.: Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad 205 El contexto histórico social en el que se con­ che! Foucault (1984),3 en el que hace suya esta incluso de una liturgia oficial en la que la misma año de 1648 cuando se firman los acuerdos de paz de Westfalia que concedieron la soberanía a solida esta institución es precisamente el siglo pregunta que alguna vez respondiera Kant para iglesia fue elevada al mismo rango que los nue­ 300 príncipes europeos de la tutela católica, "un posterior a Las Luces, es decir el XIX, escenario un periódico alemán en el ya lejano año de 1784.4 vos dioses (Dios Padre - Jesucristo - Espíritu de múltiples revoluciones sociales que aspiraron Foucault analiza la respuesta de Kant resaltando Santo), ahora unidos en una sola esencia divina hito en la consolidación del Estado Moderno en su largo proceso de secularización" (39). Así, con a modificar radicalmente un statu quo conside­ el hecho de que semejante pregunta no ha sido (mediante el Credo). Así, puede decirse que los la lectura de este libro quienes pensaban que la rado obsoleto. En ambos casos, es decir tanto en del todo respondida por los filósofos modernos primeros tiempos modernos2 de que se tienen modernidad se había inventado ayer se quedarán los tiempos modernos del imperio romano cristia­ que le han sucedido, "desde Hegel hasta Horc­ memoria se encuentran en el corazón mismo con un merecido "palmo de narices". no como en los del estado nacional soberano, se kheimer o Habermas, pasando por Nietzche o europeos dominados por los romanos, dotándola de la antigüedad posclásica, precisamente en la Hay, sin embargo, otras ideas que me gustaría nos presenta la misma díada: la oposición entre por Max Weber". Si bien Foucault sostiene que Roma Cristiana cuya nueva religión de estado la resaltar en esta reseña. Están relacionadas con l a lo antiguo y lo moderno, entre la tradición y lo la Ilustración (o "Aufklarung") "ha determinado, distingue de la antigua tradición pagana, y se ex­ manera en que el autor concibe la conformación nuevo. A su vez, la díada Estado Absolutista (an­ al menos parcialmente, lo que somos, lo que pen­ tienden a lo largo de 11 siglos, digamos hasta el de la modernidad por la vía de las díadas "tradi­ cien régime) - Estado Moderno (nacional sobe­ samos y lo que hacemos hoy en día", no establece ción - moderno", y que explican los diferentes rano) plantea para éste último un tema inédito una relación de sucesión histórica entre ella y la estadios por los que su historia ha pasado a lo que compete a sus miembros (ciudadanos): el de Modernidad, de tal manera que no puede infe­ largo del tiempo en las diferentes regiones o paí­ la identidad nacional, mismo que se vincula con rirse que ésta última haya sido una consecuencia ses en las que éstas se han experimentado. Des­ otra díada centrada en el tema de lo propio y lo histórica de la primera, como me parece que sos­ taca aquí el caso europeo, donde la Modernidad externo, es decir en los temas de las fronteras na­ tiene Pozas Horcasitas. La cuestión radica, preci­ constituyó una etapa de su historia cuyo progra­ cionales y los extranjeros, o bien entre lo nacional samente, en la manera cómo se le caracteriza. ma político y filosófico fue la construcción del y lo internacional. 2 Según Pozas Horcasitas, "La condición de la moder­ nidad está contenida en la raíz misma de su etimología latina, modernus; moderno significa reciente, justo aho­ ra, que existe desde hace poco. Moderno deriva de mo­ dus, modo, palabra que en su origen latino no sólo signi­ fica únicamente, precisamente, ya, e11 seguida, sino que probablemente pudo haber tenido el sentido de ahora acepción que pervive en el periodo románico" (22)'. Para Abbagnano (1996: 3 I 4) modernus es un adjetivo "aceptado por el latín posclásico y que significa precisa­ mente "actual" (de modo= actualmente), [y que) fue usado en la escolástica, a partir del siglo XIII, para indi­ car la nueva lógica terminista designada como via mo­ derna frente a la via antiq11a de la lógica aristotélica". En el glosario de términos relacionados con la Teoria C11/111ral editado por Andrew Edgar y Peter Sedgwick (1999: 244), se lee en Modemism que "El significado preciso del concepto de 'modernidad' y 'modernismo' depende, en gran medida, del contexto en el cual se originan y son usados. Por lo mismo, el concepto de 'modernidad' típicamente implica una oposición a algo, y particularmente a una época histórica que ha pasado y ha sido suplantada. Así, en tanto derivada del latín 'mo­ dernuns' (y 'modo', que significa recientemente), mo­ dernidad viene a caracterizar la época Cristiana (desde el siglo V. en los escritos de San Agustín), en contraste con el pasado pagano" (mi traducción) Sosteniéndose en la respuesta kantiana, individuo en tanto ser pensante, sujeto conoce­ Como este tema me parece sumamente im­ Foucault encuentra en ella el planteamiento de dor y ciudadano libre que participaba en la cons­ portante, pues supone convertir en histórico un un problema nuevo, pese a que no era la primera trucción de su propia sociedad, programa que se momento en la historia de Europa -la Ilustración­ vez que un filósofo reflexionaba sobre su tiem­ desprendió de la Ilustración, nos dice el autor, que explica, sine qua non, la génesis del Estado po presente. De hecho, y de forma esquemática, y cuyo fruto más visible (o contundente) fue la Moderno tal y como ahora lo concebimos, de tal Foucault resume tres formas clásicas en las que el constitución del Estado Nacional Soberano. Di­ forma que su ausencia (o carencia) suele ser em­ pensamiento filosófico ha interrogado a su propio gamos que éste será el segundo tiempo moderno, pleada para explicar las anomalías de la moderni­ presente: a) "puede ser representado como per­ que contrapone a la hegemonía del Estado Ecle­ dad en ciertos países de la región latinoamericana teneciente a una cierta era ... del mundo, distin­ siástico Católico personalizado en la imagen del (v. gr. estados totalitarios, ciudadanía anémica, guida de otras por ciertas características que le Papa y su inmensa y poderosa burocracia de cléri­ congresos títeres, partidos paleros, etc.), me de­ son propias, o separada de otras eras por algún gos afines, la emergencia del Estado Nacional So­ tendré exponiendo otra interpretación, es decir berano laico y cuya burocracia civil es constituida una idea diferente al respecto que encuentro en esencialmente por el voto ciudadano. el célebre ensayo ''iQué es la Ilustración?" de Mi- 3 Michel Foucault, 1984 (1994), pp 303 - 319 ' Emmanuel Kant, 1784 (2010), pp 13 - 28 206 Anuario de Espacios Urbanos, 2009: 199-212 MORALES J.: Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad acontecimiento dramático"; b) "puede ser in­ voluntad, la autoridad y el uso de la razón". Esta larga disgresión me ha parecido pertinen­ te porque precisamente la Modernidad decimo­ anunciadores de un próximo acontecimiento"; y Ahora bien, aunque Kant es ambiguo en la definición de la salida que nos plantea la Au­ c) "puede ser analizado también, como un punto fkliirung, pues a veces la caracteriza como "un Nacional Soberano, soslayó las potencialidades de transición hacia la aurora de un nuevo mun­ individuales de la liberación del ser (digamos la do". Ahora bien, en ninguna de ellas cabe la res­ proceso en desarrollo" y otras "como una tarea y como una obligación", es contundente al ha­ puesta kantiana, pues para él la Ilustración "no es cernos notar que "el hombre es, por sí mismo, por saber") en función de ciertos instrumentos ni una era del mundo a la que se pertenece, ni un responsable de su estado de tutela", de tal suer­ acontecimiento del cual ya se perciben los signos, te que, nos señala Foucault, "hay que concebir ni la aurora de una realización", sino una salida que el hombre no podrá salir de ese estado sino {Ausgang), una vía de escape de un supuesto es­ gracias a un cambio operado por él mismo sobre tado de "tutela" o "dominación". Así, la novedad sí mismo", lo que se logrará si se sigue la divisa de la respuesta kantiana es que "no intenta com­ ("Wahlspruch") de la Ilustración enunciada por prender el presente en base a una totalidad o una Kant, divisa que al mismo tiempo que nos dota de terrogado para intentar descifrar en él los signos realización futura", sino más bien encontrar una un rasgo distintivo ("gracias al cual uno puede ser diferencia, la diferencia que el hoy introduce en reconocido") nos plantea una instrucción ("que relación con el ayer. uno se da a sí mismo y que propone a otros"): Kant, según Foucault, caracteriza a la salida Sapere aude, "atrévete a conocer", "ten el coraje, como "un proceso que nos libera del estado de tu­ la audacia para conocer". Tal es el sentido que tela", entendido como "un cierto estado de nues­ para Kant tiene la Ilustración, que la describe tra voluntad que nos hace aceptar la autoridad de "como el momento en el que la humanidad va a otros, para nuestra conducción en los dominios hacer uso de su propia razón sin sometimiento a donde conviene hacer uso de la razón" y que autoridad alguna" y que Foucault resume tanto ejemplifica de tres maneras: se está en un. "estado como "un proceso en el cual participan los hom­ de tutela cuando un libro ocupa el lugar de nues­ bres de manera colectiva, como un acto de coraje tro entendimiento; cuando la guía de un director que debe ser ejecutado de manera personal", de espiritual ocupa el lugar de nuestra consciencia; tal forma que los hombres "son a la vez elemen­ cuando un médico prescribe la dieta que debe­ tos y agentes de un mismo proceso [en el que mos seguir", mismas en las que, según Foucault, ellos) pueden ser los actores del proceso en la "se reconoce el registro de las tres críticas" que medida de su participación en este último; y el hacen que la Aufkliirung esté "definida por la proceso ocurre en la medida en que los hombres modificación de la relación preexistente entre la deciden ser sus actores voluntarios" (1-5). nónica, digamos la modernidad propia del Estado salida del estado de tutela por la vía de "la pasión institucionales "legales", como el sistema demo­ crático que implica la elección de representantes por vía del sufragio universal. Nada asegura que el Estado Nacional Soberano no sea otra de las mo­ dalidades que asume el estado de tutela, pues al hablar en nombre de todos y para todos (estable­ ciendo universales en forma de códigos positivos como leyes y reglamentos, o bien versiones de la historia patria o incluso impulsando identidades funcionales para ciertas coyunturas políticas) excluye, suprime o ignora las diferencias indi­ viduales o de las minorías, precisamente una de las críticas más pertinentes que los multicultura­ listas posmodernos como Charles Taylor (1994) enderezan contra las sociedades modernas. Por otro lado y a partir del concepto que Kant tiene de la Ilustración, en este mismo artículo Foucault se pregunta "si no se puede considerar a la modernidad más bien como una actitud que con un periodo de la historia", es decir que así como la Ilustración es una actitud frente a los estados de tutela que han perseguido al hombre a nos hacen; en suma, una manera de pensar y de sentir, una manera, también, de actuar y de con­ ducirse que marca una relación de pertenencia y, simultáneamente, se presenta a sí misma como una tarea" (6). Tal escogencia, nos dice Foucault apoyándose en un texto clásico de Charles Buadelaire,5 no es otra que la de inventarse a uno mismo, de tal forma que (conforme a lo aquí ex­ puesto) si la salida que ofrecía la Ilustración a los hombres de la época era la de tener el valor de instruirse uno mismo, para usar públicamente la libertad de pensamiento encaminada a superar la minoría de edad que los caracterizaba (en térmi­ nos de su propio sometimiento al poder), la de la modernidad es la de tener el valor o el coraje de construirse uno mismo, pues "nadie tiene dere­ cho a renegar de su propio tiempo". Pero volvamos al texto de Pozas Horcasitas, de donde rescataré aquí tres últimas ideas que a mi juicio son relevantes por las consecuencias que uno pudiera derivar de ellas. Una consiste en la visión que nos ofrece de la díada "centro-pe­ riferia", argumentada en su definición de la Mo­ dernidad como "una modalidad dominante de la racionalidad occid�ntal", que liga a la "concep­ ción de sus instituciones", y que fundó la cosmo­ visión "que universalizó la historia particular de las metrópolis, erigiendo su singularidad como el centro subordinador del resto del mundo" (44 lo largo de su historia, la modernidad no sea otra cosa que "un modo de relación con y·frente a la actualidad; una escogencia voluntaria que algu- 207 5 Véase Charles Baudelaire, 1863 (2008) l: 208 MORALES J.: Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad Anuario de Espacios Urbanos, 2009: 199-212 209 Así, dice el autor, la modernidad se nos presenta 1945), la génesis de una nueva era donde el esta­ y que el autor desarrolla en su texto: el de la re­ En lo personal, me parece que esta idea de Revo­ como una centralidad cultural hegemónica que do nacional soberano se ve afectado en su forma volución social como acelerador del cambio me­ lución es la que ha prevalecido detrás de los esta­ no sólo subordina a los otros sino que pretende y contenido, dando paso a una nueva forma de diante directrices racionales u objetivas (el caso dos nacionales que emergieron desde la guerra de integrarlos a su propia visión, estableciendo una organización meta-territorial que cruza las fron­ paradigmático de la Revolución de Octubre de independencia de los Estados Unidos de América nueva díada que habla de un centro moderno y teras nacionales y achica los estados soberanos 1917), y la génesis del arte moderno en el Rena­ y la revolución francesa en el último cuarto del si­ una periferia pre o no moderna. Digamos de un que denomina globalidad, caracterizado por el cimiento, cuyas innovaciones "objetivas" en las glo XVIII hasta las guerras separatistas de las pro­ otro que pretende ser integrado mediante cier­ paso del ciudadano liberal al consumidor global formas de representar la realidad marcaron una vincias de la antigua Yugoslavia a finales del siglo tos mecanismos, como si la historia siguiera una (entre otros atributos) y cuyo eje dinámico es el nueva etapa en la historia del arte. XX, pasando por las guerras independentistas de trayectoria lineal y desarrollista. En función de mercado global. Sobre el primer caso, el autor sostiene que las antiguas colonias españolas en la América del esta premisa, la modernidad y los procesos de La penúltima idea está centrada en el tema la modernidad tiene una suerte de sistema ope­ siglo XIX y de las guerras de liberación nacional modernización "han significado la imposición al de la ruptura con la tradición, o más bien con "la rativo orientado al cambio radical que es la Re­ del África Negra del siglo XX. Otro de las características propias de las socieda­ apropiación reflexiva del conocimiento" como volución, que tiene en la idea de movimiento Sobre el segundo caso, Pozas Horcasitas acu­ des metropolitanas, hasta configurar en las otras medio para el "cambio de la realidad". Según el el "eje vertebrador de su conciencia", en tanto de a los humanistas del Renacimiento para ilus­ culturas una visión de sí mismas como subordi­ autor, las innovaciones "científicas" dotaron a los que como constructora de sentido "al proceso de trar las "varias formas de construir los hitos his­ nadas" (loe), de tal forma que una de sus carac­ sujetos modernos de cierta confianza en la ma­ cambio fundado en las fracturas" y como sustan­ tóricos que han sido los puntos de inflexión, los tiempos de la ruptura que forman la secuencia de terísticas constantes sea "la manera en que su nipulación de estrategias tendientes a propiciar cia "la creación de lo nuevo y lo diverso", que autorrepresentación supone la construcción de la avances notables, evidentes y objetivos en diver­ este "fundamento gnoseológico" es el que per­ identidad de el Otro, frente al cual, se edifica la sas esferas de la economía, la ciencia, la tecnología mite que la idea de Revolución sea vista como la representación de sí misma y la ideología de sus y el desarrollo político-social, de tal forma que el posibilidad del cambiar radicalmente a la socie­ contenidos" (45). cambio acelerado se constituyó como "el princi­ dad y se constituya "en el núcleo duro de la cons­ pio rector de la acción social y el rasgo ideológico trucción intelectual de sí misma, en donde uno estado nacional soberano remite no sólo al tema identitario de la cultura del crecimiento econó­ de los ejes centrales de la reflexividad moderna de la identidad nacional sino a la definición de la mico" (49). Esta confianza en la razón moderna es el análisis del cambio social y la creación de la Así, el tema de la modernidad vinculada al otredad, tanto en términos de lo propio (el nacio­ se edificó "con base en el principio intelectual capacidad intelectual y científica de representar­ nal y el extranjero) como en términos de un pro­ que impone analizar las acciones individuales lo y elaborar los instrumentos técnicos, políticos grama civilizador que define al mundo en polos y colectivas con objetividad" (loe). Lo objetivo de desarrollo (metrópolis) y subdesarrollo (pe­ es, así, sinónimo de racional y será el argumento riferia, premoderno, incivilizado). El autor pone del discurso científico, aún a pesar, como pronto énfasis especial en esta cuestión pues le permite veremos, de que es una construcción más de las esbozar, dentro del análisis de la modernidad en formas en que el hombre se representa al mun­ los tiempos contemporáneos (digamos a partir do. Al respecto, retomaré aquí dos ejemplos que de la destrucción de Hiroshima y Nagasaki en ya había bosquejado al principio de esta reseña y culturales, de incidir racionalmente en él, con el fin de orientarlo hacia fines deseados" (50).6 6 Me parece que esta es la misma idea que prevalece en el ensayo "Revuelta, Revolución, Rebelión" de Oc­ tavio Paz (1967), donde distingue precisamente el ca­ rácter tanto espontáneo como racional de la Revolución respecto de los otros dos movimientos (" La revolución es reflexión y espontaneidad: una ciencia y un arte"). Mientras que Revuelta pregona un regreso al pasado, un retorno a la naturaleza, digamos una acción igualitaria que mira a la barbarie original donde todos los seres son iguales, o bien refiere a un simple "motín o agitación sin propósito definido" ni "ninguna visión cosmogónica o histórica" ("Es una palabra plebeya", nos dice el poeta), y Rebelión hace eco más a una actitud individual, a una voz militar que "viene de bellum y evoca la imagen de la guerra civil" propia de las minorías, Revolución se asocia a la luz de la idea, "es filosofía en acción, crítica convertida en acto, violencia lúcida" que engloba y guía el carácter popular de la revuelta y la generosidad de la rebelión, y que anuncia en la fllosofía a un nuevo poder: "El revolucionario es un filósofo o, al menos, un intelectual: un hombre de ideas. Revolución convoca muchos nombres y significados: Kant, la Enciclopedia, el Terror jacobino y, más que nada, la destrucción del orden de los privilegios y las excepciones y la fundación de un orden que no dependa de la autoridad sino de la libre razón" (147-149) 210 MORALES J.: Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad Anuario de Espacios Urbanos, 2009: 199-212 211 la modernidad y en los cuales un pasado del pasa­ colástica, aún a pesar de que el humanismo veía digamos la mimesis de los objetos naturales tal do se recupera y erige como el momento clásico lo nuevo en el pasado, en la tradición clásica a la y como se pensaba que eran captados por el ojo, dioevo que de la Antigua Roma. Corno dice Bur­ sobre el que se asientan y enraízan las nuevas pro­ que pretendía recuperar. Oigamos que la recu­ su principal aportació� a la historia del arte. De ke, "No debiéramos contemplar el Renacimiento puestas" (53). Según el autor, "la primera de las peración de una memoria idealizada (el pasado hecho la idea de que el Renacimiento marcó un como una 'revolución' cultural, corno si hubiera mente se acepta, que estaban más cerca del me­ formas de la conciencia moderna, creadora de la grecolatino) se convirtió en lo nuevo precisamen­ antes y un después respecto al (re)surgimien­ sido una ruptura súbita con el pasado, sino como tradición de la ruptura y generadora de lo nuevo te por su idealización, más que por su repetición to de una sociedad nueva que echaría las bases un desarrollo gradual en el cual un número cada como sentido de la acción individual y colectiva o imitación, siendo esta idealización el factor que culturales, políticas, económicas y sociales de lo vez mayor de individuos se sentían cada vez más se gestó en Europa, como proceso generalizado y hizo de esa memoria una energía vital de creati­ que hoy conocemos como sociedad moderna no insatisfechos con algunos elementos de su cultu­ simultáneo, entre el final del siglo XIV y el XV", vidad e innovación. es nueva. Tal visión que destaca al Renacimiento ra bajornedieval, y progresivamente más atraídos como un periodo de ruptura respecto a una tra­ por el pasado clásico" (42). precedido por varios momentos de ruptura "que Así, Pozas Horcasitas asume al Renacimiento fueron asentando la tradición de la diferencia y como una metáfora "cuyo contenido es la tem­ dición centrada en la fé y en los textos totales consolidando el proceso de secularización y críti­ (Nuevo y Viejo Testamentos, filosofía escolásti­ ca de los dogmas que imponían el límite al saber poralidad que vuelve de un pasado idealizado, capaz de desplazar al tiempo inmediato anterior científico y hacían del conocimiento un proceso representado como Edad Media( ...) y concebida sico generó e impulsó un tiempo nuevo centrado deductivo de las verdades institucional y política­ como tajo abierto por la institucionalización de la en la observación de la naturaleza y el pensa­ sofía [ I 3a ed, 1996]. México, FCE, 1206 pp mente establecidas" (loe). fe cristiana entre el mundo grecolatino, elevado miento racional, se remonta a las investigaciones - Baudelaire, Charles, 1863, El pintor de la vida Y he aquí finalmente la tercera y última idea: a la condición de clásico y la nueva época a la que el historiador suizo Jacob Burckhardt (1818 moderna (edición bilingüe con prólogo de lo interesante de las aseveraciones anteriores que éste da sentido" (55-56). De acuerdo con - 1897) realizó en la materia, y que terminaron Silvia Acerno y Julio Baquero Cruz, 2008, radica en que implícitamente se reconoce que esta interpretación, la carga simbólica del Renaci­ haciendo del Renacimiento un mito en el que San Lorenzo del Escorial, Cuadernos de la modernidad está constituida por diferentes miento es "el volver a nacer", "regresar a la vida" antes de él "la conciencia humana permanecía Langre, 202 pp); o: http://www.scribd.com/ épocas,7 en las que resulta necesario "nombrar su y, con ello, "a su vitalidad creadora", principios corno cubierta por un velo, soñando o en estado doc/7 758 786/baude la i re-charles-el-pintor­ identidad y edificar la diferencia", de tal forma constituyentes de la modernidad que con ellos de duermevela ... y el hombre sólo se reconocía de-la-vida-moderna que en el Renacimiento, el periodo al que alude instaura un modus operandi: "la construcción de a sí mismo corno miembro de una raza, pueblo, - Benévolo, Leonardo, 1980, Historia de la ar­ el autor, el eje modernizador fue nombrado por la ruptura creadora de lo nuevo, para desligar al partido, familia u otra forma cualquiera de lo co­ quitectura moderna (4ª ed.],Barcelona, Gus­ el humanismo en tanto que la tradición por la es- presente de su condición de proceso y vínculo lectivo"(citado por Peter Burke: 1993, 8). originario con el pasado inmediato" (loe). 7 En este reseña ya he hablado de "dos tiempos moder­ nos", el de la Roma Cristiana y el del Estado Nacional Soberano; corresponde aquí hablar ahora de un tercero, digamos de uno intermedio que es precisamente "los tiempos modernos" del Renacimiento, crisol sin duda de la llustraci6n ( en tanto la posibilidad de salir de un "estado de tutela" como, siguiendo a Kant y a Foucault, ya he comentado supra) y del Estado Nacional Bibliografía consultada ca), que mediante la recuperación del pasado clá­ Burke y otros historiadores corno Erwin Pa­ - Abbagnano, Nlcola, 1961, Diccionario de filo­ tavo Gili - Burke, Peter, 1993, El Renacimiento, Barcelona, Pero también aquí hay una última polémica, nosky (1996) y E.H. Gornbrich (1950) han de­ Crítica / Grijalbo - Mondadori, pp 7 - 48 pues encuentro en la percepción que el autor nos mostrado que el Renacimiento nunca constituyó - Edgar, Andrew y Sedgwick, Peter, 1999, Key ofrece del Renacimiento cierto romanticismo una ruptura radical con la edad media, que antes que idealiza la recuperación del pasado-pasado al contrario tanto los humanistas corno los artis­ en la construcción de un nuevo arte que hará de tas convivían con los conocimientos y las técnicas - Foucault, Michel, 1984, "iQué es la Ilustración", la representación técnica del tiempo presente, medievales con más frecuencia de lo que común- en la página de la Facultad de Sociología de la Concepts in Cultural Theory, London, Rout­ ledge, 506 pp 212 MORALES J.: Ideas, conceptos y debates en torno al tema de la modernidad U. de B.A.: http://www.catedras.fsocuha.ar/ za Editorial, pp 31 - 81 mari/Archivos/HTMUfoucault ilustrnl'ion. - Paz, Octavio, 1967, "Revuelta, Revolución, Re­ htm (última consulta: 22 de octubre, 2009). belión", en Corriente Alterna [3a ed: 2002], Este trabajo puede también consultarse en México, Siglo XXI, pp 147 - 152 Rabinow, Peter (editor), 1994, Essential Wor­ - Pozas Horcaditas, Ricardo, 2006, Los nudos del ks of Foucault, 1954 - 1984, Vol. 1: Ethics. tiempo. 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