'Rua Garret', nervio del 'Chiado', como dijo alguien. La Calle de los Consagrados más allá del tiempo y de la muerte (...) En una esquina coloco a un pintor visitante que tanto podría ser un expatriado de los años veinte como de la generación de los novísimos de París o de la Slade School de Londres, y en otra, recelosos como gatos, a Gaspar Simôes y a algunos críticos literarios de varias épocas espiando a los poetas y novelistas de paso. 'Chiado', 'Rua Garret', durante más de un siglo el meridiano de las artes y de las letras portuguesas. Bailarines del 'Sâo Carlos', cantantes de la 'Academia dos Amadores de Música', muy cerca de allí. Periodistas, poetas trasnochados, conspiradores. De vez en cuando pasaban damas al viento y vendedoras de violetas, ¿acaso podría faltar algo en un escenario con tanta vida?
JOSÉ CARDOSO PIRES (Lisboa: Diario de a bordo)
El próximo sábado, 15 de junio, entraré de nuevo en Portugal. Un país que amo; un territorio que profeso, y que por mor de un sentimiento inexplicable me obliga a revistar... Y a beber de sus campos, y a oler de sus ríos, todos ya antes españoles, y llegar al océano de sus mares; de norte a sur, de sur a norte. Y de este a oeste, ese oeste que me lleva siempre a Lisboa... Y siempre, en Lisboa, la primera visita es al 'Chiado', donde la elegante 'Rua Garret' me calma de males, de dolores y de penas...
Regresaré el martes, 18 de junio; al parecer, lo otro, lo mezquino, lo extraño, obliga... Y de seguro que en el regreso anotaré una nueva fecha que tendrá cara de saudade y de deseos de volver siempre...
Y, como me conozco tanto -y tan mal- sé que así será: antes de llegar empezaré (ya lo hago) a sufrir por el obligado regreso... Aunque el dolor siempre pasa; y ya sólo queda la ansiedad y el sinvivir del eterno viaje (siempre vamos a los mismos lugares, como siempre regresamos a las mismas personas)... Sí, será a allí, a un destino muy conocido y trabajado ya; aunque siempre con la ansiedad de aquel primero y los ojos de aquel otro ya último...
JOSÉ CARDOSO PIRES (Lisboa: Diario de a bordo)
El próximo sábado, 15 de junio, entraré de nuevo en Portugal. Un país que amo; un territorio que profeso, y que por mor de un sentimiento inexplicable me obliga a revistar... Y a beber de sus campos, y a oler de sus ríos, todos ya antes españoles, y llegar al océano de sus mares; de norte a sur, de sur a norte. Y de este a oeste, ese oeste que me lleva siempre a Lisboa... Y siempre, en Lisboa, la primera visita es al 'Chiado', donde la elegante 'Rua Garret' me calma de males, de dolores y de penas...
Regresaré el martes, 18 de junio; al parecer, lo otro, lo mezquino, lo extraño, obliga... Y de seguro que en el regreso anotaré una nueva fecha que tendrá cara de saudade y de deseos de volver siempre...
Y, como me conozco tanto -y tan mal- sé que así será: antes de llegar empezaré (ya lo hago) a sufrir por el obligado regreso... Aunque el dolor siempre pasa; y ya sólo queda la ansiedad y el sinvivir del eterno viaje (siempre vamos a los mismos lugares, como siempre regresamos a las mismas personas)... Sí, será a allí, a un destino muy conocido y trabajado ya; aunque siempre con la ansiedad de aquel primero y los ojos de aquel otro ya último...
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