Fueron muchas las veces
que quisiste olvidarme
sobre mi pavimento plateado.
Ya ves, siempre te gano la partida.
Soy tu copa, la reina,
y tú un pobre borracho.
Me río a carcajadas
ante tanta impotencia.
Es tu aire mi alcohol
y sin él
se nubla tu memoria.
Acabo de robarte la consciencia
y te llevo a mi mundo una vez más.
Es bastante probable que hoy te borre
la línea de retorno para siempre.
Jaque mate, mi esclavo.
Del Libro "Hoy he sabido que nacerás mujer" Ediciones Cardeñoso Vigo 1998