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miércoles, 29 de abril de 2009

La belleza escondida, de postre...fresas y poema en archivo de audio.

AVISO: esto es una chapuza,

pero voy a incluir en esta entrada un archivo de audio propio por primera vez.

Primicia mundial: Rosa Cáceres recita un poema suyo para dar a conocer su voz a todos sus amigos.


Estamos en época de fresas.
Los fresones de Palos son preciosos, tan rojos, dan alegría a la mirada aun antes de regalar su sabor al paladar goloso.


Las hojitas verdes de las fresas son como una profusión de encajes de terciopela alrededor de un acorazonado fruto.
Preparando las fresas para el postre, voy depositando la parte sobrante sobre el cristal de la encimera.
De repente, me subyuga la inesperada apariencia de flor blanca y roja de esas sobras.
Y son sorprendentemente bellas.
En el fondo amarillo de los limones, ofrecen un contraste estéticamente brillante.
Pienso que hasta a la tarea de preparar un postre es imprescindible ponerle corazón, porque es el mejor potenciador de sabores que se ha descubierto hasta ahora.
Entonces, como por juego, voy empujando con el dedo esas sobras de fresa y las dispongo en forma de corazón.
Y comprendo otra cosa más: Poner el corazón en todo no es un juego...o quizás sea al revés, y ponerle el corazón a todo cuanto se emprende sea el juego más divertido que exista.

lunes, 23 de marzo de 2009

PIEDRAS COMO CORAZONES, PERO NO CORAZÓN DE PIEDRA

He dicho alguna vez que me encanta coleccionar piedras de la playa.

Y no sé por qué extraña casualidad suelo encontrar muchas de forma acorazonada. Son mi debilidad.

Las considero algo así como talismanes que harán que aumente la ternura de mi corazón. Por eso las mimo, las cuido y las engalano con bellos colores.

¡Qué bonitas son! Mirad las que he puesto en este plato, decorado también por mí.

Las hay ROJAS, como amapolas,

MORADAS como la dulce uva que se deja beber en vino tinto,

ROSAS como la ternura,

VERDES como la brillante hiedra...


Mirad el corazón del trocito de cerámica, cincelado por el mar en esa forma, como si lo hubiera formado para mi regalo.

Mirad el corazón plagado de estrellas .



Muestras son del capricho amoroso de la arena, del mar y de las olas.

Se dan a mí en su perfección mineral, en sus contornos torneados.
Parece un milagro su forma.
Cálido encanto, creado por la naturaleza..., azar misterioso que me permite hallarlas, entre miles de otras piedras que el mar trae y lleva en su danza eterna.


Tengo tantas, tantas...que puedo hacerme la ilusión de haber recogido una buena cosecha de símbolos de cordialidad.
Cordial viene de corazón, y del corazón nace la cordialidad.
Hay concordia cundo los corazones laten de acuerdo.
Y ahora os dedico este acróstico improvisado ahora mismo. Os recuerdo que en los versos acrósticos se puede leer algo tomando sólo la letra inicial de cada verso, de arriba a abajo.
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Canta el mar su canción, y contempla
Olas verdes y azules bailar.
Ríe la espuma de nieve salada
Al romper en la playa otoñal.
Zumba el viento,yo siento la brisa que
Orea placentera mi alma y mi piel.
Nada falta a este instante de calma, de perfecta paz.

¿Habeis leído lo que dice?
¡Sí, sí, respuesta correcta! :CORAZÓN