“Uno de cada cuatro despidos del segundo trimestre del año se debió al cierre de empresas. La proporción es aún mayor en el caso de la industria, donde la relación entre cesantías y cierres sube a uno cada tres casos.”
Esta es la conclusión que se
extrae del Informe presentado por el Centro de Economía Política Argentina
(CEPA), utilizando fuentes sindicales, noticias periodísticas y datos de los
organismos del Estado (Sistema Integrado Previsional Argentino –SIPA- y la
Encuesta de Indicadores Laborales –EIL-, mediciones publicadas por el
Ministerio de Trabajo. Pero vayamos a los datos y a la reflexión:
(…) “El informe advierte que
‘hasta el momento, los despidos no habían estado relacionados directamente con
el cierre de la empresa en sí, sino con procesos de ajuste’. Desde comienzos
del año, se vienen sumando 3700 nuevos trabajadores afectados por mes.”(…) “lo
que se observa en este segundo trimestre de 2017 es un incremento sensible de
la pérdida de puestos de trabajo a raíz de cierres de plantas o empresas.”
(…) “…, la hipótesis es que el cambio en la tendencia responde a que se
ha agotado ‘una primera etapa en la que las empresas intentan ajustarse,
despiden personal eventual, cortan horas extras, reducen algunas tareas en
términos de cantidad de personal’, y hemos llegado a un punto en que finalmente
la decisión que queda es cerrar. ‘Hay una diferenciación por tamaño, que está
relacionada con el hecho de que en las empresas de mayor porte la política de
cierre tiene que ver con mejorar la rentabilidad, en cambio en empresas de
menos de 200 trabajadores el cierre está relacionado con una crisis terminal’,
…”
Y el ciclo se da así: “… a una oleada de despidos industriales
sigue otra de despidos de los servicios, como consecuencia de la reducción del
consumo interno. En el mismo sentido, así como la onda expansiva iniciada por
los despidos industriales golpea en los trabajadores de servicios, ambas
afectan a los trabajadores informales, una franja que es especialmente
vulnerable por estar integrada por los empleados en negro, que carecen de
protección legal.”
Son casos concretos que se
filtran en los noticieros, en medio de un sinfín de huevadas: “Nuevas suspensiones en Alpargatas y
despidos en Dass, Puma y Globito son algunos de los casos…” (…) “En la
producción de alimentos y bebidas el cierre de Pepsico, líder en el mercado de
snacks con su marca Lays, dejó sin empleo a 600 personas…” (…) “Los petroleros
continúan en crisis. Los despidos de Atucha están directamente vinculados a la
política de Cambiemos para el sector energético. En autopartes huybo 500 nuevos
cesanteados y suspendidos, al igual que en las químicas, que sufrieron 450
bajas por despidos y suspensiones (Carboclor, Colorín, Lanxess y Resimax).
Sumaron también despidos las industrias ferroviaria, láctea, curtiembres,
frutihortícola, gráfica, calzado, frigorífico, madera y muebles, envases y
embalajes, pesca industrial, laboratorio, materiales de construcción y
plástico. Entre los servicios, el comercio concentró casi el 70 por ciento de
los despidos y suspensiones. Carrefour, Disco y Walmart son algunos de los
reseñados.”
La cuestión es que… “En el
acumulado desde diciembre de 2015, desde que asumió la presidencia Mauricio
Macri, el CEPA totaliza 264.143 despidos y suspensiones brutos (76.526 del
sector público y 187.617 del privado).” Esos vendrían a ser los únicos
brotes verdes que se registran, lo demás es lisa y llanamente un country
poblado de mentiras. Cambiemos.
¿Se trata de un caso más de
Errorismo de Estado? Claramente no. Sin obviar la incompetencia y falta de
cintura política, lo que registra el Informe es el resultado de decisiones
políticas concretas de un gobierno que pretende demoler un esquema de
productivismo-superávit fiscal-mercado interno para instaurar (o reinstaurar)
otro de validación financiera-reprimarización productiva-mercado externo. El
empleo entonces, es un “costo” variable, sujeto al juego de la tasa de ganancia
y a los requerimientos y dictados de los centros internacionales de poder
económico. No hay gente detrás de las cifras de Cambiemos, se trata sólo de si resulta
eficaz con el objetivo o no. Y tanta gente trabajando, evidentemente no.
El empleo es parte de la pesada
herencia del gobierno populista, ese que entendía que por cada fulano sin
trabajo había consecuencias generacionales, tragedias personales,
representaciones que aguardan socialmente para explotar.
Sucede que al gobierno anterior,
la gente le importaba.
* Lo entrecomillado y en negrita viene de: “Después del
ajuste, los despidos por quiebra”, Página 12 del 10-07-2017, págs. 2 y 3.