Este es un blog sobre cine, de aquellas películas que me gustan y mi opinión sobre ellas.
lunes, 31 de enero de 2022
Mejores escenas cómicas del cine (XCV)
domingo, 30 de enero de 2022
Escenas míticas del cine (CCX)
sábado, 29 de enero de 2022
Escenas míticas del cine (CCIX)
viernes, 28 de enero de 2022
Escenas míticas del cine (CCVIII)
jueves, 27 de enero de 2022
Escenas míticas del cine (CCVII)
miércoles, 26 de enero de 2022
Escenas míticas del cine (CCVI)
sábado, 22 de enero de 2022
Bandas sonoras míticas del cine (XCVI)
jueves, 20 de enero de 2022
The Iceman (2012)
La historia comienza en el film en los inicios del romance entre Kuklinski y Deborah (dulce pero a la vez frágil) mostrándonos a un tipo alto, de complexión fuerte, enorme y de rasgos faciales duros, pero en cuya vida personal se desvive por la mujer que ama y la familia que crea. Es algo realmente increíble que entre los guionistas, el director y Michael Shannon consigan humanizar, todo lo que era posible, a uno de los personajes más peligrosos de la historia reciente de EEUU. Hablamos de un tipo de una sangre fría alucinante, y de la que se sirve para liquidar a sus víctimas sin el más mínimo escrúpulo. Lo verdaderamente increíble de la vida de este ser, es que mantenía una idílica imagen de familia perfecta, protegiendo a su esposa e hijas en una jaula de oro, con las máximas comodidades materiales y mintiendo descaradamente sobre el origen real de su fortuna. Como todo film basado en hechos reales se permite licencias, y en la cinta Richard tiene dos hijas, cuando realmente también tuvo un hijo que no sale en ningún momento.
Pero si algo me ha gustado y mucho de esta película, es el extraordinario retrato de todos los personajes que van saliendo en la historia, hasta los secundarios. El elenco es desde luego maravilloso, Ray Liotta encarna a Roy DeMeo, el mafioso asociado con los Gambino, y con el cual Richard tenía una deuda, que pagó aunque acabó trabajando para él. Liotta borda un personaje que no es difícil para él, si has hecho una película como Uno de los nuestros. Winona Ryder resucita en esta película (ya en Cisne negro volvió con ganas). También tenemos a David Schwimmer (el popular Ross Geller de la serie Friends) que da vida a Josh Rosenthal, amigo personal de Roy DeMeo y que trabaja para él, aunque a medida que avanza la historia empieza a provocarle más de un problema que acabará por tener que resolver el propio Roy en persona, está gracioso con el bigote y la coleta. Pero el actor que realmente me ha impactado ha sido el gran Chris Evans (El capitán América) al que no identifiqué hasta que se corta el pelo casi al final de la cinta, irreconocible con el pelo largo y bigote interpreta a Robert Pronge, quizás el personaje más sórdido junto al del protagonista principal, que era apodado Mr. Softee y que conducía un camión frigorífico. Este tipo enseñó a Kuklinski los diferentes métodos de utilización del cianuro para matar a las víctimas, le proporcionó la idea de congelar los cuerpos para eliminar rastros y también le enseñó a manejar granadas de mano detonables a control remoto (esto último dicho por Richard en la entrevista, no sale en el film).
No vamos a engañarnos, no se trata de un film que tenga la maestría en la dirección de un Coppola o un Scorsesse, ni mucho menos, ni la profundidad de obras maestras que tienen a la mafia como tema principal, pero si me parece que está acertado en una cosa que últimamente suele ser un pecado común en todos los estrenos, y es su duración que no llega a hora y tres cuartos, y en ese tiempo da tranquilamente para explicar las andanzas de este asesino peligrosísimo y que estuvo campando a sus anchas la friolera de casi 30 años. A finales de diciembre de 1986, la policía le tendió una emboscada a través de un agente infiltrado y consiguió detener a Kuklinski, que fue condenado a dos cadenas perpetuas, muriendo en la cárcel de Trenton, New Jersey, en 2006 de manera natural.
sábado, 15 de enero de 2022
Escenas míticas del cine (CCV)
viernes, 7 de enero de 2022
Dawn of the Planet of the Apes (2014)
En 2014 Matt Reeves dirige la secuela de El origen del planeta de los simios, titulada El amanecer del planeta de los simios. Si recordáis cuando hablé de aquella película, terminaba con la aparición del devastador "virus de los simios" desarrollado en un laboratorio (se veían sus primeras consecuencias en las últimas escenas) y que casi acabó con los humanos, mientras un grupo de simios muy evolucionados y liderados por César, se han convertido en la raza dominante en el planeta, este es el punto de partida de este film. En un ambiente poco menos que apocalíptico, los humanos que han sobrevivido al virus (al que ahora son inmunes) están a la defensiva y sobreviven en duras condiciones.
A pesar de ese acuerdo inicial entre Malcolm y César, por ambos bandos hay gente que va por libre y todo se complica. El director hace una cosa importante y es que nos sumerge tanto en lo que sucede en pantalla, que realmente nos fastidia y nos da rabia que suceda lo que ya imaginamos que va a pasar. Ahí precisamente es donde se trata de evitar mostrar a humanos o simios como el enemigo natural (una imposición del director para hacer la película que era evitar que los primates fueran demonizados), lo que crea una dicotomía emocional muy interesante, donde detalles incluso facilones, funcionan de manera eficaz.
Jason Clarke borda su papel de Malcolm, al que el propio César acaba considerando su amigo. Andy Serkis está debajo de la piel del simio y su actuación se sale de la pantalla. Esta película tiene una gran virtud y es la de aunar con gran pericia la necesidad de ser espectacular (lo es en el combate final y ese momentazo del tanque) con el hecho de que el espectador exigente necesita algún tipo de conexión emocional, para que no se convierta la batalla en una mera sucesión de escenas violentas bien resueltas sin más. Y es evidente que la profundidad en algún momento decae, pero Reeves consigue que no desconectemos en ningún momento de lo que pasa, manteniendo una tensión encomiable.