Un día pensaba que ahora que existen Facebook y Twitter, y otras redes sociales, y antes los blogs y mucho antes el correo electrónico, y antes el correo de cartas de papel, para no hablar (para los que no quieren hablar) del teléfono fijo y del teléfono móvil en todas sus versiones y avances, es casi impensable no poder comunicarle a una persona lo que uno quiere decirle, estando lejos.
Y también es impensable, ahora, que uno no pueda comunicarle esa cosa a esa persona mientras se la cuenta a otros al mismo tiempo, si así lo prefiere. Por lo que, yo pensaba, que no tienen ninguna razón de existir las pintadas de tema amoroso en los baños de mujeres dirigidas a hombres que no leerán jamás esas declaraciones, bien pueden escribirlas en otros lados, donde esos hombres tampoco las leerán, pero otras mujeres, sí.
Mientras pensaba estas cosas,
Neogeminis me envió esta foto para que siga pensando que existiendo Internet alguien se tome el trabajo de comunicar una delicada situación no sólo a su amor, sino también al vecindario, con un pasacalle. Claro, aquí no sabemos qué Alejandra es la que firma y quién es el Amor, puesto en evidencia.
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Amor... cuando puedas escapar te estaré esperando
Te amo... Alejandra
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¡Gracias, Mónica!
Juan Manuel de Rosas y Mendoza
Rosario