Volvemos a hablar de la causalidad. Un hecho aparentemente simple, como el lanzar un reto, un ánimo, y el ser capaz de llevarlo a cabo, ha supuesto que se hayan puesto en marcha los engranajes que llevan a la creación de un nuevo blog.
Esta es una pequeña aventura, es divertida, tiene que ver con la creatividad, con el dejarse llevar y fluir. Hablo mucho de estos temas y una vez más, me he puesto manos a la obra y me he lanzado a ello.
Hay que vivir el presente, disfrutar de lo que hacemos. En este caso no hace falta pensar demasiado en las complicaciones o consecuencias que tendrá. Pues son estupendas, suponen una válvula de escape, un cargar las pilas, desarrollar de una manera diferente a la que estoy acostumbrada la creatividad; en definitiva, es un regalo que me lleva a conocerme aún más de una manera relajada.
El nuevo blog se llama A Dolce Voce, Suavemente. Quería que fuera un lugar en el que poder dar rienda al dejarse llevar, a ser yo misma, a explorar otros mundos y puntos creativos. ¿Por qué Dolce Voce?. Elegí este nombre porque venía sin cesar a mi cabeza y además me parecía sugerente, envolvente y acogedor. Descubrí que significa voz dulce y qué mejor manera de expresarse que a través de la dulzura y suavidad de la palabra.
Esta aventura no pretende ser más que lo que es. Reconozco que ya está dando frutos. Me siento, como si fuera una niña con zapatos nuevos o desenvolviendo un regalo nuevo, entre sorprendida, alegre y emocionada. Es un reto, una dulce locura divertida, un vértigo y cosquilleo trepidante. A la vez, es un redescubrimiento de quién soy. Lo considero un regalo estupendo en mi vida.
Se que muchos de vosotros ya habéis estado en el nuevo blog y os agradezco de todo corazón vuestras amables, sentidas y cariñosas palabras de ánimo y confianza en mi. Sois estupendos. Mil gracias.
La foto es de un mandala mío.