Lo escuché el otro día en la Iglesia: "no tienen vino". Era la celebración de los veinticinco años de matrimonio de unos amigos. Se me vino a la cabeza esa otra pareja que ya no celebrará su aniversario. Se acabó el vino y terminó la fiesta.
(recuerdo ese aturdimiento feliz, como de borrachera, ese estar como achispado, como bebido, de los momentos felices...)
No tienen vino. Y es que el vino se acaba. Y entonces ¿dónde encontrar más vino para seguir viviendo? Y algunos se van a buscarlo, sedientos de amor. Jesús -en ese trance- ordena que traigan agua. No hace aparecer dinero para comprarlo, ni lo crea de la nada. Hace traer grandes tinajas de agua, pesados tinajones de agua insípida que hay que arrastrar con esfuerzo. Y entonces transforma ese agua humilde en un vino preciado. Un vino mejor que el que se había repartido antes entre los invitados...¿qué pues? como dijo algún vinatero ¿el mejor vino es el que se obtiene del agua? Este Jesús siempre tan bromista. Tan paradójico y misterioso.
Pero ahí está -en su primer milagro- la gran lección: el vino se acaba...y cuando se acaba el vino, uno tiene que fabricárselo del agua. El oro de los recuerdos hay que extraerlo del estiércol de las cosas cotidianas. Sólo se nos da eso para fabricar nuestra felicidad.
Si no temenos vino, tenemos el agua humilde de muchos días iguales. De ese aburrido material hay que extraer el vino que nos embriague.
Monday, June 29, 2009
Sunday, June 28, 2009
EL LUGAR INTERIOR
En "Buffalo'66", película escrita, dirigida y protagonizada por el neoyorkino Vicent Gallo (ahora de moda por ser el protagonista de la última película de Coppola), Christina Ricci es una joven solitaria que tiene un encuentro fortuito con un violento ex-presidiario, un tipo raro que la secuestra para obligarla a hacerse pasar por su esposa antes sus padres a los que para ocultar los diez años de presidio, ha contado una falsa historia de honradez, trabajo y matrimonio.
La muchacha se enamora dulcemente de ese ser impresentable, pero él -que no recibió el cuidado de sus padres- no puede verla en realidad, él no ve a nadie, él no trata bien a quienes de verdad le aman, porque en su mente sólo existe una idea de venganza, que es una idea de auto-destrucción; es una obsesión, alimentada durante todos esos años de encierro: matar a quien cree culpable de su condena. La película es la historia de estos dos solitarios que van juntos, pero están muy lejos, que van haciendo tiempo hasta el momento de la verdad. Estos dos que sólo se encontrarán realmente cuando él, a punto de acudir a su cita de muerte, se acepte el sorprendente regalo de es abrazo que ella le pide.
En un momento de la película, él se pasa por la bolera, el lugar en el que se refugiaba durante su adolescencia. Allí se le ha guardado su sitio, allí sigue el encargado que ha pagado sus cuotas durante este tiempo. Allí puede jugar de nuevo a los bolos con su bola y recuperar el aroma de los buenos tiempos, cuando ganaba trofeos y se sentía seguro. Ella quiere jugar con él pero él no le deja: es su mundo, del que ella no forma parte. Y la hace sentirse fuera de lugar. La muchacha entonces -en su soledad- se vuelve hacia su mundo interior (es uno de los muchos momentos bellos de la película): suena una música y ella comienza a bailar. Baila claqué, escuchando en su interior "Moonchild", de King Crimson. Ella tiene un lugar interior a donde siempre que esté sola podrá volver. Ese lugar interior, donde está uno consigo mismo y recupera el deseo de vivir.
Wednesday, June 24, 2009
CÓMO DECIRTE ADIÓS
Hay algo fuerte, muy fuerte en la fragilidad. Hay algo triste, muy triste, en la sonrisa. La feminidad es quizás ese misterio.
NOCHE DE SAN JUAN
Ayer noche, la noche más breve del año, en muchos pueblos de España es la noche de las hogueras de San Juan. Los vecinos de las barriadas se reúnen en torno al fuego en una fiesta popular celebrando el solsticio de verano, una fiesta en que el fuego recupera su valor ancestral de protagonista de la vida. El fuego capta la atención de niños y mayores y todos lo quieren alimentar con palos y cartones, todo es bueno si hace fuego. Y en esta noche mágica ¿qué quiero arrojar al fuego? Quizás el miedo, cualquier miedo ¿Que quiero que muera o sea purificado en esa hoguera grande, ascendiendo al cielo en cenizas y humo? Quizás mi deseo, cualquier deseo. Es una noche para soñar y pedir presentes. Una noche en que se nos concede ls vida nueva, el estío. Un rito pagano de tránsito y cambio que bien podría servir ahora para formular un nuevo proyecto de vida. Renovación. ¿Qué quiero renovar en mi vida? ¿Qué es lo que prende mi hoguera, lo que que me aporta oxígeno para inflamar la llama, para quemar, para encender la noche e iluminar la oscuridad? ¿Qué es eso que me atrae y donde vivo, donde me encuentro vivo con otros, ese fuego en torno al cual nos reunimos muchos para compartir juntos un mismo calor y una renovada energía? Es una noche mágica, de encuentro con lo profundo de nosotros mismos, absortos ante el fuego y su poder, su crepitar, su respiración profunda. Como la zarza ardiente del Éxodo, el fuego sigue diciendo nuestro nombre en esta noche y nos pregunta: ¿qué quieres quemar en esta hoguera?
Y aquí, Elis Regina, prematuramente muerta, llena de vida, canta con Hermeto Pascoal las hogueras de San Juan. Elis ama a Hermeto aquí y es siempre para mí un referente este momento que entre ellos sucede. Algo no explicable en términos de lógica, donde una mujer se encuentra con un hombre, en la creación de una música llena de cariño y llena de amor.
Y aquí, Elis Regina, prematuramente muerta, llena de vida, canta con Hermeto Pascoal las hogueras de San Juan. Elis ama a Hermeto aquí y es siempre para mí un referente este momento que entre ellos sucede. Algo no explicable en términos de lógica, donde una mujer se encuentra con un hombre, en la creación de una música llena de cariño y llena de amor.
Sunday, June 21, 2009
TANGERINE DREAM
Cada día abría su casillero, esperando encontrar la notificación del préstamo que había solicitado y que le habría de permitir abrir su propio negocio para obtener, al fin, un pedazo del sueño americano que le habían prometido.
Tarde de domingo en la ciudad. Ella se fue a la playa y yo me quedé aquí. Ayer noche, veintinueve grados. Aire acondicionado. Reviso las fotos de mis alumnos y mis alumnas. Deseo lo mejor para ellos y voy leyendo sus exámenes. Estos días he colgado música en el blog. No tenía nada mejor que contar. Esta mañana he colgado otra música que alguien escuchará. Y ahora que un amigo mío se fue de su casa, que una amiga mía no entiende porqué su marido se fue, recuerdo la película que ví ayer y que me ha conmocionado. "El asesionato de Richard Nixon". La regalaban con El Público, y ayer que estaba solo, que hacía demasiado calor para salir, la ví. Sean Pen es alguien que simplemente ha querido ser honrado. Alguien que abandona todos los trabajos que le ofrecen por ética, porque no está dispuesto a engañar a los demás, no está dispuesto a condescender con el engaño institucionalizado. Y el sistema se basa en gente que condesciende al engaño. Su mujer ha sido capaz de soportar un trabajo de camarera en el que le obligan a vestirse como una buscona, con tal de mantener a su familia. Su amigo negro está dispuesto a aguantar que le grite un cliente en el taller, con tal de seguir con su negocio. Pero él no es capaz de eso, él reclama que se respete su dignidad. Y cuando le exigen en su trabajo que se afeite el bigote...acude a su esposa. Él se dejó el bigote por ella...Pero ella le prohíbe volver a aparecer por su casa: a esas alturas, ya es un desequilibrado, cuya influencia para sus propios hijos es totalmente negativa.
Ahora que en el Primer Mundo cada cual planea sus vaciones (dónde iremos, a Brujas, a Ibiza, quizás a Estocolmo, que es más fresquito...), recuerdo los días pasados en Tánger. Vuelvo a la plaza del Zoco Chico. Allí, mientras otros del grupo iban a hacer sus compras, convencí a Mariángeles para que se sentara conmigo, simplemente para tomar un té y ver a la gente pasar...sólo así, al cabo de un tiempo, quizás media hora, podríamos sentir algo de lo que pueda ser vivir en este lugar, un lugar donde todavía las personas se encuentran en los cafés, con todo el tiempo para ellos, tiempo para el silencio o la conversación; un lugar en el que los niños huyen del vendedor de baratijas contrahecho que los persigue, las mujeres pasean envueltas en esas telas que resaltan sus misteriosos ojos oscuros...un muchacho de unos doce años empuja un cochecito (será su hermano) llevando de la mano a dos niños pequeños, que caminan formales y serios, entre las mesas de los cafés. Jóvenes marroquíes tomados de la mano pasan por delante, con sus ropas deportivas occidentales, con ese contoneo de la plenitud física. Aquí uno se gana la vida día a día, se vive el momento sin prisas, ante un té con un matojo de hierbabuena, al que hay que dejar que se vaya enfriando.
No hay nada que ahorrar, no es posble planificar, todo puede suceder en un momento, cada uno tiene mil oficios y habilidades, el extranjero es una fuente de oportunidad, lo inesperado está en el aire. La mujer no le abandona a uno, no le deja en la estacada, ni hay que temer que le impidan a uno relacionarse con sus hijos...La mujer, en su casa, es una diosa para su esposo, la sexualidad es algo escondido y privado, como debiera ser. No sé si esto que escribo es correcto o no. Ella decide, me dicen. Ella es la que opta por utilizar el velo, reservando sus dones... Vemos la casa que fue de la multimillonaria Bárbara Hutton. Siete veces casada...la pobre niña rica. Lo tenía todo y no tuvo nada. No tuvo lo que tienen las mujeres enlutadas de Tánger.
Tánger es una ciudad de gatos. Se cruzan una y otra vez. Los perros son cosa de los europeos que quieren adueñarse de la Medina. Los europeos que se enamoran de este lugar lo ensucian con la suciedad de sus perros. Se enamoran de los olores, de los sabores, de la sensualidad intensa de sus adolescentes...esta sensación de fragilidad y de imperturbable fortaleza milenaria, siempre igual, vida humana que persevera en su esencial humanidad. En telares imposibles, hechos de cañas unidas con cuerdas. En ruecas, hechas de ruedas de bicicleta, de las que salen lujosas telas rojas y doradas que compran nuestras mujeres...
El sueño americano: Sam Bicke (Sean Penn) sólo aspira a una parte del sueño americano, conducir su Cadillac, poder mantener a su familia. Aquí, en Tánger, la vida es otra cosa. La vida se ve pasar por delante, con sólo sentarse en uno de los veladores de los cafés en el Zoco Chico.
Wednesday, June 17, 2009
EL OTRO LADO
¿Qué prisión encarcela a Tom Harrell? Ese maravilloso trompetista, aquejado de una enfermedad mental incurable, cuando no toca se queda como muerto, catatónico. Es como un mueble al lado de los demás músicos. Parece ido, ausente. Pero cuando retoma la trompeta revive y comienza a extraer de ella sonidos limpios, puros, llenos de lirismo y se convierte en una estrella del jazz. Sale de su quietud y demuestra estar en perfecta comunión con los otros. Aunque silente, aunque a muchos años luz de este mundo, paralizado por un miedo o un dolor, este hombre inhabilitado para la vida ordinaria, resulta ser un músico extremo, un hombre que toca la trompeta para seguir viviendo. Tom Harrell es un tipo raro, hermético, un inválido de la vida. Pero es capaz de escuchar una melodía maravillosa, esa melodía secreta, esa música del otro lado.
Tuesday, June 16, 2009
POR PRIMERA VEZ, MILES
Por primera vez en mi vida, vivo. Es el título de una canción de Tony Bennet. Stevie Wonder está espléndido en este dueto. Escuchar este tipo de canciones es una especie de terapia. Sale uno, al día siguiente, con ganas de verlo todo como por primera vez. Y, luego, al final de la jornada, uno puede relajarse escuchando a Miles Davis con Kenny Garret y Marcus Miller, tocando Hannibal, una de mis piezas favoritas, y pensando en los festivales estivales de jazz, Vitoria y San Sebastián, y deseando estar allí con tanta gente que disfruta de la música. Y pone esta entrada para que disfruten los que lean de la música que a él le hace disfrutar.
Sunday, June 14, 2009
AFTER DARK
Tenía un libro para ella, el mismo que ella acababa de leer. Murakami nos había unido. Como tantas cosas nos unían ya. Quise entonces que leyera "Al sur de la frontera, al oeste del Sol", pero no recordaba ese título. Era la historia de alguien a quien, como a nosotros, gustaba el jazz. Alguien con un vacío. Alguien que se reencontraba con una persona de su vida pasada...o de la futura.
Después de su partida, empecé a leer "After Dark". Y allí, en las primeras páginas, me encontré con una historia que tenía que ver con nosotros. Era casi una pregunta, una pregunta que unos días más tarde me volvería a hacer alguien que regreso de lejos. Alguien que venía como un emisario con su mensaje.
Tres hermanos naufragan y son llevados por las olas a una isla de Hawai, con una gran montaña en el centro; un dios se les aparece por la noche y les dice "allí hay tres grandes rocas redondas, empujadlas hacia donde queráis y allí donde os detengáis será donde viviréis, cuanto más subáis más mundo conoceréis, pero vosotros decidís hasta dónde queréis llegar". El primer hermano empuja, las piedras son muy pesadas, y al poco se para: el sitio le parece bueno, hay pesca y sombra de árboles. El segundo sube por la montaña y hacia la mitad, cansado, se detiene. El sitio está bien, hay fruta, podrá alimentarse. El tercer hermano sigue ascendiendo y ascendiendo, empujando hasta la extenuación la pesada roca, hasta el límite de sus fuerzas, y llega por fin a la cima de la montaña, desde donde divisa todo el mundo alrededor, más que sus hermanos. Allí será donde vivirá en lo sucesivo, pero en ese lugar no crece la hierba, ni vuelan los pájaros, no tiene qué comer sino raíces, ni qué beber sino chupar el hielo y la escarcha. Pero cuenta la historia que no se arrepintió pues desde allí podía contemplar el mundo...
Tú y yo seguimos empujando ¿verdad?...seguimos inisitiendo sin descanso con ese anhelo de ir adelante, de buscar, sin conformarnos con esto que tenemos, quizás porque sabemos que donde paremos será ya nuestro lugar para siempre. Pero ahí está también, constante, la tentación de parar, de dejar de esforzarse. Tememos el precio de la soledad que nos cuesta llegar arriba y es más cómodo, más fácil, vivir sencillamente, sin pedir demasiado más a la vida que una cierta paz, una cierta serenidad. Sin embargo, quedarse ¿no sería renunciar a toda esperanza?
Ahora un amigo me cuenta la historia al revés: la cima no es el lugar desierto e inhabitable que nos han contado. En realidad la gran piedra que empujamos hacia arriba es nuestro miedo y esa piedra se va deshaciendo a medida que seguimos adelante y se hace más pequeña, hasta disolverse y desaparecer. Y sólo al enfrentarnos al miedo, alcanzamos el amor.
No se cuál es la historia verdadera.
Thursday, June 11, 2009
COMO DANTE
A la mitad del camino de mi vida...
"Hay mucho amor tras esta decisión", dices. Y yo: "sea la que sea".
Me encontré en una selva oscura...imposible decir cuánto temor puso en mi ánimo...apareció una loba, que en su magrura parecía henchida de deseos...Vino a darme nuevo espanto el aspecto de un león, que abriendo sus fauces amenazaba devorarme...
Como el Dante, se encuentra uno a las puertas de un infierno, donde habrá que abandonar, al entrar, toda esperanza. Aquí necesita uno todo su valor. Y es en ese momento de perplejidad y angustia cuando aparece un guía, un maestro querido, un condenado (¿no eras tú mi maestro, el único que yo leía?) que se ofrece a conducirte por el camino de las sombras que habrá de llevarte a la luz, la única luz que puede disolver todas las tinieblas.
"Y entonces, cuando uno decide seguirlo, se nos entrega con todo su poder".
A la mitad del camino de nuestras vidas.
"Hay mucho amor tras esta decisión", dices. Y yo: "sea la que sea".
Me encontré en una selva oscura...imposible decir cuánto temor puso en mi ánimo...apareció una loba, que en su magrura parecía henchida de deseos...Vino a darme nuevo espanto el aspecto de un león, que abriendo sus fauces amenazaba devorarme...
Como el Dante, se encuentra uno a las puertas de un infierno, donde habrá que abandonar, al entrar, toda esperanza. Aquí necesita uno todo su valor. Y es en ese momento de perplejidad y angustia cuando aparece un guía, un maestro querido, un condenado (¿no eras tú mi maestro, el único que yo leía?) que se ofrece a conducirte por el camino de las sombras que habrá de llevarte a la luz, la única luz que puede disolver todas las tinieblas.
"Y entonces, cuando uno decide seguirlo, se nos entrega con todo su poder".
A la mitad del camino de nuestras vidas.
Tuesday, June 02, 2009
TRACEY & BEN
Everithing but The Girl es un duo ejemplar. Llevan años juntos y juraría que se aman. Tracey Thorn algunos podrán pensar que es una mujer fea pero para mí tiene un gran atractivo. Es personal, elegante, con una naturalidad tranquila, que se sabe imponer sobre esa presencia un tanto lánguida o blanda. Su voz revela toda la fuerza interior de esta mujer. Junto a ella -fantaseo que enamorado- Ben Watt, sólido, extrañamente intenso. También raro (a mí me gustan los raros). Me encanta cuando ella dice en una canción que la felicidad está allí donde vive. Es así: otros quieren cambiar y creen que serían felices si cambiasen. Creen que la felicidad está en algún otro sitio y nunca la encuentran.
En otra canción Tracey hace una declaración que creo que es una afirmación de principios, que libera mucho:
"Whe are not true
Whe are not pure
whe are not right"
Para concluir abriendo los brazos y exclamando: "mi love is like cathedral bells"
Yo no sé inglés (apenas unas palabras), por eso, cuando las letras son en inglés me siento invitado a inventar un significado: sea o no correcto es un significado de uso meramente privado. Por eso, es bello eso de "mi amor suena tan fuerte como las campanas de una catedral". Es, para seguir el post precedente, una metáfora: el amor tiene algo de templo, de catedral, mi amor es el vendaval que hace que todas las campanas se pongan a sonar. No soy puro, no soy quizás correcto ni siempre sincero, pero cuando amo todas las campanas suenan y ese es mi culto al Cielo. Entonces, cuando suenan esas campanas, se produce el verdadero cambio: y allí donde vivo encuentro la felicidad.
En otra canción Tracey hace una declaración que creo que es una afirmación de principios, que libera mucho:
"Whe are not true
Whe are not pure
whe are not right"
Para concluir abriendo los brazos y exclamando: "mi love is like cathedral bells"
Yo no sé inglés (apenas unas palabras), por eso, cuando las letras son en inglés me siento invitado a inventar un significado: sea o no correcto es un significado de uso meramente privado. Por eso, es bello eso de "mi amor suena tan fuerte como las campanas de una catedral". Es, para seguir el post precedente, una metáfora: el amor tiene algo de templo, de catedral, mi amor es el vendaval que hace que todas las campanas se pongan a sonar. No soy puro, no soy quizás correcto ni siempre sincero, pero cuando amo todas las campanas suenan y ese es mi culto al Cielo. Entonces, cuando suenan esas campanas, se produce el verdadero cambio: y allí donde vivo encuentro la felicidad.
Monday, June 01, 2009
EL PAGANISMO
Lo contrario del "ateísmo", contrariamente a lo que se pueda pensar, no es la fe, sino el "panteísmo". Frente al "no hay Dios" el "Dios está en todo". En todo alienta un suspiro de eternidad.
Recuerdo una tira de Romeu en la que lamentaba, como una gran pérdida, una gran marcha atrás para la humanidad, el fin del paganismo. Es cierto que, en términos de vitalidad, el paganismo supera al cristianismo eclesial, porque exalta la vida en todas sus formas, reverencia al hombre y a la naturaleza. Sus dioses son dioses con nuestros mismos defectos, dioses cercanos y simpáticos, tratables; seres inestables, que se enojan, que sienten el aguijón del deseo y del odio, que prefieren a Odiseo frente a Héctor.
El paganismo exalta y diviniza todo, los ríos, las cosechas, las fuerzas ocultas, las tempestades. El cristianismo eclesial hace al hombre dueño y señor de la creación y la somete a su voluntad. En el cristianismo sólo Francisco de Asís siente esa divinidad de la naturaleza, esa hermandad con todo lo vivo. La recuperación del paganismo quizás ayudase a dignificar la naturaleza y a salvarla de la degradación. Esa naturaleza cuyas leyes son también divinas.
El paganismo como una religión a la medida del hombre, una religión que abraza la imperfección humana, sin imponernos otra medida inalcanzable, sin imponernos una improbable pureza, es una religión que exalta la vida y el amor.
¿Sería posible paganizar la religión del Cristo? Jesús histórico es un hombre que come y celebra con personas que en su entorno son inadecuadas, no es un maestro severo, no es ascético, comparte mesa y mantel, se acerca a todos, ofrece su ayuda a quien la pide, no condena sino que abraza, no adoctrina sino que convive. El cristianismo recibido en los pueblos de América -pienso en Brasil y en el Cristo Redentor cantado por los sambistas- es con su mestizaje con su eclecticismo una religión de vida¨, una religión para el hombre del campo, una religión de gente sencilla, quizás el futuro del cristianismo se está fabricando allí.
"He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" dijo el mismo Jesús. ¿Por qué ha de ser la fe algo que apague la vida y no algo que la ilumine y exalte? ¿Por qué algo que entristezca y no algo que llene de alegría? La fe de Jesús es algo que anima y acerca a los otros. Un pan compartido y un vino de alegría compartido también, con todos los hombres, sin distinción de Credo, judíos o gentiles. Ese fue el mensaje universal del Cristo. Él mismo fue para los judíos un pagano. Jesús fue condenado precisamente porque sacó a Dios del Templo y dijo que estaba en lo íntimo de cada hombre, como un deseo inextinguible de amor. La oración consistiría en hacer el silencio para escuchar la voz de ese deseo tenaz.
Recuperar el paganismo de una religión sin Templos, el paganismo de los Templos vivientes, sería reivindicar el Jesús que escandalizó, un Jesús-Dios de nuestro tamaño que hace el camino con nosotros sin obligarnos a cambiar el paso. Sería recuperar a un Dios que exalta la vida, que late alegre en todo lo vivo, un Dios de claridad, de afirmación, más cercano de nosotros que nosotros mismos, es quizás una de las tareas más hermosas que nos puedan aguardar en el futuro.
Foto: García Alix
Recuerdo una tira de Romeu en la que lamentaba, como una gran pérdida, una gran marcha atrás para la humanidad, el fin del paganismo. Es cierto que, en términos de vitalidad, el paganismo supera al cristianismo eclesial, porque exalta la vida en todas sus formas, reverencia al hombre y a la naturaleza. Sus dioses son dioses con nuestros mismos defectos, dioses cercanos y simpáticos, tratables; seres inestables, que se enojan, que sienten el aguijón del deseo y del odio, que prefieren a Odiseo frente a Héctor.
El paganismo exalta y diviniza todo, los ríos, las cosechas, las fuerzas ocultas, las tempestades. El cristianismo eclesial hace al hombre dueño y señor de la creación y la somete a su voluntad. En el cristianismo sólo Francisco de Asís siente esa divinidad de la naturaleza, esa hermandad con todo lo vivo. La recuperación del paganismo quizás ayudase a dignificar la naturaleza y a salvarla de la degradación. Esa naturaleza cuyas leyes son también divinas.
El paganismo como una religión a la medida del hombre, una religión que abraza la imperfección humana, sin imponernos otra medida inalcanzable, sin imponernos una improbable pureza, es una religión que exalta la vida y el amor.
¿Sería posible paganizar la religión del Cristo? Jesús histórico es un hombre que come y celebra con personas que en su entorno son inadecuadas, no es un maestro severo, no es ascético, comparte mesa y mantel, se acerca a todos, ofrece su ayuda a quien la pide, no condena sino que abraza, no adoctrina sino que convive. El cristianismo recibido en los pueblos de América -pienso en Brasil y en el Cristo Redentor cantado por los sambistas- es con su mestizaje con su eclecticismo una religión de vida¨, una religión para el hombre del campo, una religión de gente sencilla, quizás el futuro del cristianismo se está fabricando allí.
"He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" dijo el mismo Jesús. ¿Por qué ha de ser la fe algo que apague la vida y no algo que la ilumine y exalte? ¿Por qué algo que entristezca y no algo que llene de alegría? La fe de Jesús es algo que anima y acerca a los otros. Un pan compartido y un vino de alegría compartido también, con todos los hombres, sin distinción de Credo, judíos o gentiles. Ese fue el mensaje universal del Cristo. Él mismo fue para los judíos un pagano. Jesús fue condenado precisamente porque sacó a Dios del Templo y dijo que estaba en lo íntimo de cada hombre, como un deseo inextinguible de amor. La oración consistiría en hacer el silencio para escuchar la voz de ese deseo tenaz.
Recuperar el paganismo de una religión sin Templos, el paganismo de los Templos vivientes, sería reivindicar el Jesús que escandalizó, un Jesús-Dios de nuestro tamaño que hace el camino con nosotros sin obligarnos a cambiar el paso. Sería recuperar a un Dios que exalta la vida, que late alegre en todo lo vivo, un Dios de claridad, de afirmación, más cercano de nosotros que nosotros mismos, es quizás una de las tareas más hermosas que nos puedan aguardar en el futuro.
Foto: García Alix
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