Otro Doctor Manzano Que Corta Por Lo Sano
Otro Doctor Manzano Que Corta Por Lo Sano
Otro Doctor Manzano Que Corta Por Lo Sano
PERSONAJES:
Dr. MANZANO : JOAQUÍN
ENFERMERA ESTEFANÍA: MONTSE
Dr. VICENTE Y PACIENTE 4º D. CELESTINO.- MANUEL
PACIENTE 1º. . Dª CARLOTA: MARIA
PACIENTE 2º . Dª MANUELA: CONCHI
PACIENTE 3º Dª . AGAPITA: CHELO
Dr. MANZANO.- Buenas tardes. Soy el Doctor Manzano, y me llaman el matasanos porque corto
por lo sano.
Dr. VICENTE.- Y yo soy el doctor Vicente y sirvo para espantar a la gente.
ENFERMERA. - Me llamo Señorita Estefanía y soy la encargada de llamar a los enfermos por
megafonía.
D. MANZANO.- Bueno, dejémonos de presentaciones y empecemos a trabajar en serio.
Enfermera ¿qué número de pacientes hay en la sala de espera?
ENFERMERA.- Ahora mismo se lo digo doctor. (Hace como que mira y cuenta) Ahora mismo hay
en la sala de espera 545 pacientes doctor.
D. MANZANO. - ¿Y sabe usted quién es el primero?
PACIENTE 1. - (Hombre) El primero soy yo que llevo esperando aquí desde las seis de la mañana.
PACIENTE 2. - (Señora) De eso nada usted llegaría primero pero yo cogí número antes que usted.
PACIENTE 3. - ¡Qué cara tienen algunos llegan los últimos y se ponen los primeros.
PACIENTE 4.- A esto no hay derecho. ¿Para esto pagamos a la Inseguridad Social?
ENFERMERA I. - Orden, por favor. No se impacienten que el doctor les atenderá a todos.
MANZANO.- Estos son los mismos que ayer. ¡Viva la Pepa! Aquí viene la gente más que al
"Carrefur". Pero esto lo arreglo yo sin decir ni mu, ante estos casos tengo una
carta guardada en la manga. Enfermera, necesitamos la ayuda del doctor Vicente
llámelo por megafonía por favor.
ESTEFANÍA.- Doctor Vicente, doctor Vicente, acuda a consulta por favor. Es urgente, acuda a
consulta el doctor Vicente. Repito es urgente, es un aviso para el doctor Vicente.
(Llega el Dr. Vicente, vestido con una bata con manchas rojas como si fueran de
sangre, entra corriendo haciendo muchos aspavientos)
Dr. VICENTE.- (Con voz fuerte y salvaje) Aquí estoy doctor jefe. ¿Qué quiere que haga con tanta
gente?
Dr. MANZANO.- ¡Qué voy a querer! Coja el hacha y dígales “amablemente” (con retintín), que
vayan pasando. (Sale el Dr. Vicente con el hacha y con gesto amenazante)
Dr. VICENTE.- Vamos a ver ¿Quién quiere entrar el primero? ¿Quieren pasar? Usted, usted,
¿Quiere pasar el primero?
PACIENTE.- No, si yo no estoy malo, es que pasaba por aquí de paseo. Ya me voy.
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Dr. VICENTE.- ¡Ah! Bueno. (Dirigiéndose a otra paciente) Y a usted ¿Qué le pasa? ¿Quiere que le
corte algo?
OTRA PACIENTE.- No yo estoy más sana que una manzana. Había venido a marujear.
Dr. VICENTE. - Ah, bueno. Entonces ¿ya se iba usted?
PACIENTE. - Si claro me iba y me voy, si a mí no me duele nada.
Dr. VICENTE. - No se vayan que acabamos pronto. Sólo tengo que dar así con el hacha y ya está.
(Hace gestos como que le da a alguno) Lo curo de momento. (Se van todos menos
cuatro)
Dr. MANZANO.- ¿Cuántos se han quedado?
Dr. VICENTE.- Sólo cuatro doctor jefe.
Dr. MANZANO.- Eso está mejor. Muchas gracias doctor Vicente, usted puede retirarse.
Enfermera haga pasar al primero.
ESTEFANÍA.- Que pase el primer paciente, Tin, tin, tin...Tin, tin,tin. Que pase doña Carlota la de
la pierna rota.
(Entra la paciente Carlota cojeando ostensiblemente)
Dª CARLOTA.- ¡Buenos días doctor!
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa a usted?
Dª CARLOTA.- Que tengo la pierna derecha rota y no ando bien, voy cojeando, vengo a que me
la cure o me haga un trasplante de pierna y me ponga una nueva.
Dr. MANZANO. - Tiene usted razón lo mejor en este caso será un trasplante de pierna.
¡Enfermera tráigame una pierna derecha para trasplantársela a esta señora.
ENFERMERA I. – Ahora mismo se la traigo doctor.
Dr. MANZANO: Ya verá usted qué bien va a quedar.
ESTEFANÍA: Solo nos queda esta pierna que es izquierda y además de hombre y está llena de
pelos.(Muestra al público una pierna tal como dice)
Dr. MANZANO. – Tenemos un pequeñísimo problema.
Dº. CARLOTA. - ¿Qué problema tiene doctor?
Dr. MANZANO.- El caso es que ahora no nos quedan trasplantes de piernas nuevas. A no ser que
quiera usted que le trasplantemos esta que es de hombre y la izquierda.
Dª. CARLOTA. - ¡Pero por quién me toma usted si eso parece la pata de un burro y además está
llena de pelos!
DR. MANZANO. - No se preocupe, tengo una idea y le voy a solucionar su problema. Lo que le
voy a hacer es romperle la otra para que le queden las dos iguales y ya se equilibra
y cojea de las dos. Enfermera, agarre fuerte a la señora que le voy a romper la otra
pierna, dame la maza de machacar.
Dª CARLOTA.- La maza de machacar. ¿Está usted loco? De eso nada, a mi no me rompe usted la
otra pierna.
Dr. MANZANO.- Señora, así le quedan las dos iguales y deja de cojear.
Dª MANUELA.- No si ya no cojeo nada. Mire, ¿ve usted? (Anda y salta por el escenario
perfectamente) Me voy, adiós.
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Dr. MANZANO.- Bueno, como usted quiera, soy un genio (Se da besos él a sí mismo) ¡Soy un
genio los curo a todos sin apenas tocarlos, que pase el siguiente.
ESTEFANÍA: Tin, tin, tin...Tin, tin, tin. Que pase doña Manuela, la que tiene la viruela.
Dª. MANUELA.- (Entra con la cara maquillada con puntitos rojos) Buenos días doctor.
Dr. MANZANO.- Buenos días señora. ¿Qué le pasa a usted?
Dª MANUELA.- Me han salido granos y pupas en la cara. Creo que tengo la viruela. Deme la baja.
Dr. MANZANO.- No se preocupe usted que yo la voy a curar. Dígame ¿Si yo le doy un pisotón en
el pie, le duele?
Dª MANUELA.- Pues claro. No me va a doler.
Dr. MANZANO.- Lo que me temía. Usted no tiene viruela. Lo que le pasa a usted es que tiene
una gangrena en el pie derecho y hay que cortarlo.
Dª MANUELA.- ¿Pero qué dice? A mí no me duele el pie.
Dr. MANZANO.- Eso es peor todavía, porque significa que la gangrena le ha avanzado tanto que
ya lo tiene muerto. No tiene más solución que cortárselo. Vamos enfermera
tráigame la sierra para cortar los huesos.
ENFERMERA.- Aquí la tiene doctor.
Dª MANUELA.- (Manuela mientras tanto se ha borrado las pintas rojas de la cara) Un momento
que creo que se me ha quitado la viruela, me han desaparecido las pintas rojas. Ya
me siento mejor. Ya no me hace falta la baja
Dr. MANZANO.- ¡Anda! Parece que es verdad. Ya no tiene manchas en la cara. De todas formas
si quiere le corto el pie para que se quede usted más tranquila.
Dª MANUELA.- ¡No, No! Si yo estoy tranquilísima. Me voy a mi casa. A mí no me corta usted
nada.
Dr. MANZANO.- A otra que he curado y sin tocarla. Y luego dicen que soy mal médico. Esto va
que vuela. Enfermera, haga pasar a otro paciente.
ENFERMERA - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. La paciente doña Agapita que tiene hipo que pase por
favor. Tin, tin, tin. Tin, tin, tin.
D. AGAPITA. - Mire hip hip usted hip dochip torhip que tengo hip mucho hip hipo.
Dr. MANZANO. - Con que tiene hipo eh pues mire por donde tengo yo el hacha en la mano y se
lo voy a cortar de golpe.
(Se dirige amenazador blandiendo el hacha hacia el paciente)
D. AGAPITA. - ¡Socorro, socorro! Este médico está loco, me quiere matar.(De pronto se da
cuenta que se le ha quitado el hipo y reacciona) - ¡Se me ha quitado el hipo! ¡Qué
maravilla, doctor con el susto que usted me ha dado se me ha quitado el hipo!
¡Gracias doctor, muchísimas gracias! ¡Es usted un buen médico!
(Se despide dándole un beso, el doctor reacciona enfadado ante el beso o intento
de beso)
Dr. MANZANO. - ¡Fuera ya de aquí no sea que le corte la cabeza de verdad! Lo mío son manos
de santo. Bueno enfermera, que pase el siguiente paciente.
ENFERMERA: TIlin, tilín… Que pase D. Celestino al que le duele el intestino.
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CELESTINO: (Entra el paciente con las manos en la barriga haciendo gestos de que le duele el
vientre) ¡Buenos días doctor!
Dr. MANZANO.- Hola buenos días. Siéntese y dígame lo que le pasa.
CELESTINO: Que me duele la barriga.
Dr. MANZANO.- Muy bien. ¿Qué cenó usted anoche?
CELESTINO: Pues cené un plato de sopa y una tortilla de patatas.
Dr. MANZANO.- Ya está. Ya sé lo que le pasa, no hay peor cosa que tomar sopa con tortilla de
patatas para cenar.
CELESTINO: - ¿Y me va a curar doctor?
Dr. MANZANO. - Si claro y para curarlo tengo que cortarle las dos orejas. ¡Enfermera! Traiga el
cuchillo de cortar la carne.
CELESTINO: Pero doctor yo he venido aquí porque me duele la barriga, las orejas las tengo bien.
Dr. MANZANO.- Eso es lo se cree usted, pero no, el mal le viene de las orejas. Sepa usted que la
sopa que usted cenó junto con la tortilla se le ha subido por el tragadero alto y le
está atenazando las orejas aunque el dolor se le refleje en la barriga, lo que quiere
decir que hay que cortarlas para salvarle la vida.
CELESTINO: .- Pero doctor, ¡eso no puede ser!
Dr. MANZANO.- ¡Cómo que no puede ser! ¿Quién es aquí el médico? ¿Usted o yo?
CELESTINO: Usted, usted.
Dr. MANZANO.- Pues entonces a callar. Enfermera agárremelo fuerte que le voy a cortar las
orejas.
(La enfermera coge al paciente)
CELESTINO: Un momento.
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa ahora?
PACIENTE I.- Que ya no me duele el intestino. Estoy curado. Gracias doctor. Déjame enfermera
que me voy a mi casa.
Dr. MANZANO.- Lo he curado sin cortarle nada. Soy lo máximo, deberían pagarme más.
Enfermera haga pasar al último paciente.
ENFERMERA: Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. Que pase a consultas el último paciente don Julián el
herrero calvete con poco pelo,…(No se presenta nadie) … es una llamada para el
último paciente el herrero ese con poco pelo que acuda a consulta que parece que
está sordo. Tin, tin tin…(Tampoco se presenta nadie) (LE DAN UN PAPEL) Es un
mensaje que ha mandado el señor Herrero “Vine a la consulta porque se me caía el
pelo pero al ver que el doctor Manzano cortaba sin miedo me vuelvo a mi casa con
toda presteza no sea que el doctor diga de cortarme la cabeza”
Dr. MANZANO. – Pues si se ha ido peor para él y que siga calvo.
ENFERMERA.- Sin más enfermos que curar, y con esto y un bizcocho
Dr. MANZANO : El consultorio se cierra hasta mañana a las ocho.
FIN
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