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UNIVERSIDAD NACIONAL “PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE ENFERMERIA
UNIDAD DE POSGRADO
SEGUNDA ESPECIALIDAD
ÁREA DEL CUIDADO DE ENFERMERÍA: ESPECIALISTA EN
SALUD FAMILIAR Y COMUNITARIA

TESIS

ASOCIACIÓN ENTRE LOS ESTILOS DE VIDA Y EL ESTADO

NUTRICIONAL DEL ADOLESCENTE. INSTITUCIÓN EDUCATIVA

“JOSÉ DOMINGO ATOCHE”- DISTRITO DE PÁTAPO.

LAMBAYEQUE. 2016

AUTORAS

Lic. Enf. LUJAN MURO, Maybee Del Rosario

Lic. Enf. NECIOSUP PUICAN, Roxana Del Pilar

ASESORA
Dra. Teófila Esperanza Ruiz Oliva

Lambayeque – Peru
- 2017 -
ASOCIACIÓN ENTRE LOS ESTILOS DE VIDA Y EL ESTADO
NUTRICIONAL DEL ADOLESCENTE. INSTITUCIÓN EDUCATIVA “JOSÉ
DOMINGO ATOCHE”- DISTRITO DE PÁTAPO. LAMBAYEQUE. 2016

Miembros del jurado:

DRA. ROSALIA SANTA CRUZ REVILLA


Presidenta

DRA. TOMASA VALLEJOS SOSA MG. VIVIANA SANTILLAN MEDIANERO


Secretaria Vocal

DRA. TEÓFILA ESPERANZA RUIZ OLIVA


Asesora
DEDICATORIA

A mis queridos padres:


EUSEBIA Y JOSÉ
Por su inmenso amor y por guiarme a
través del camino correcto,
enseñándome con el ejemplo la
práctica de valores y lo que significa
tener una FAMILIA, por inculcarme
siempre el deseo de superación
mediante su dedicación y apoyo
constante. LOS QUIERO MUCHO.

A mis hermanos y sobrinos:


quienes de una u otra forma
contribuyeron al logro de mis
metas; y brindaron su apoyo
cuando más lo necesité.

A mis maestros:
por impartirme sus más valiosos
conocimientos, experiencias y sabios
consejos que consolidaron y
enriquecieron mi formación como
enfermera especialista.

ROXANA
DEDICATORIA

A mis padres:
CRISTINA y MANUEL
Por su amor y apoyo
incondicional a lo largo de mi
vida, e inculcarme valores y
así poder lograr mi
autorrealización.

A mi novio:
ALBERTO
quien con su amor me brindó
aliento, constituyéndose un gran
apoyo en el logro de mis
objetivos.

A mis docentes:
por transmitirme sus
conocimientos y experiencias
que me permitieron aprender un
modelo a seguir.

MAYBEE
AGRADECIMIENTO

 A DIOS, nuestro padre y creador, un ser maravilloso que con su


verdadero e infinito amor nos guía por el sendero de la vida, y permite
seguir el camino del conocimiento.

 A nuestra Asesora Dra. Teófila Esperanza Ruiz Oliva, por su


dedicación, orientación y apoyo constante en cada fase del desarrollo
del presente trabajo de investigación.

 A la Dra. Maria Margarita Fanning Balarezo, por su apoyo y


conocimiento científico brindado durante el proceso de la investigación.

 A la I.E. José Domingo Atoche por permitir el desarrollo del presente


estudio que contribuirá a mejorar la salud de los adolescentes.

Las autoras
ÍNDICE

DEDICATORIA

AGRADECIMIENTO

RESUMEN

ABSTRACT

CAPÍTULO I: Introducción 09

CAPÍTULO II: Marco teórico conceptual 06

CAPÍTULO III: Marco metodológico 31

CAPÍTULO IV: Resultados y discusión 36

CONCLUSIONES 50

RECOMENDACIONES 51

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 52

ANEXOS:

A.1 Consentimiento informado para participar en el estudio de 56


investigación

57
A.2 Guía de evaluación nutricional
A.3 Cuestionario de estilo de vida saludable 58
A.4 Escala dicotómica para evaluar por juicio de expertos
62
RESUMEN

El período adolescente es decisivo para la adquisición de estilos de


vida, en el que tiene lugar la consolidación de comportamientos que
repercuten sobre la salud, además por el crecimiento intenso del
adolescente el estado nutricional, determinado por la naturaleza,
calidad y proporción de alimentos que consume, es importante para
su desarrollo físico y mental. Esta situación generó el problema de
investigación ¿Cuál es la asociación entre los estilos de vida y el
estado nutricional del adolescente de la institución educativa “José
Domingo Atoche” del distrito de Pátapo, en junio 2016?, cuyo objetivo
fue determinar la asociación entre ambas variables en el escenario
antes citado. La presente investigación fue de tipo Cuantitativa
transversal con diseño correlacional. Se contó con una muestra de
243 adolescentes, a quienes se aplicó un cuestionario sobre estilos
de vida (dimensiones: hábitos alimentarios, actividad física, higiene
bucal y consumo de bebidas alcohólicas) y una guía de valoración
nutricional antropométrica. En el tratamiento de los resultados se
empleó la prueba estadística de chi cuadrado.
Los resultados fueron que el 86.4 % no practican un estilo de vida
saludable, presentando deficiencias en la dimension hábitos
alimentarios (92.2%), actividad física (61.3%) e higiene bucal (63%).
El 65.4% tienen estado nutricional normal, el 13.6% presenta
sobrepeso y el 0.4% obesidad por lo que se concluye que el estilo de
vida de los estudiantes en sus 4 dimensiones si influye en el estado
nutricional, aunque estadisticamente no existe asociacion significativa
entre los estilo de vida y el estado nutricional de los adolescentes de
la I.E. “Jose Domingo Atoche” del distrito de Patapo.
Palabras claves: estilos de vida, estado nutricional, adolescente,
habitos alimentarios, actividad fisica, alcoholismo, higiene bucal.
ABSTRACT

The adolescent period is decisive for the acquisition of lifestyles, in which


the consolidation of behaviors that affect the health takes place, besides
by the intense growth of the adolescent the nutritional state, determined by
the nature, quality and proportion of food that Consuming, is important for
your physical and mental development. This situation generated the
research problem What is the association between lifestyles and the
nutritional status of the adolescent of the educational institution "José
Domingo Atoche" of the district of Pátapo, in June 2016 ?, whose objective
was to determine the association between both Variables in the
aforementioned scenario. The present research was of a transverse
quantitative type with correlational design. There was a sample of 263
adolescents, who were given a questionnaire on lifestyles (dimensions:
eating habits, physical activity, oral hygiene and alcohol consumption) and
an anthropometric nutritional assessment guide. In the treatment of the
results, the chi-square statistical test was used.
The results were that 86.4% did not practice a healthy lifestyle, presenting
deficiencies in the dietary habits (92.2%), physical activity (61.3%) and
oral hygiene (63%). 65.4% have normal nutritional status, 13.6% are
overweight and 0.4% are obese. Therefore, it is concluded that the
students' lifestyle in their 4 dimensions does influence nutritional status,
although statistically there is no significant association between Lifestyle
and nutritional status of IE adolescents "Jose Domingo Atoche" of the
district of Pátapo.
Keywords: lifestyles, nutritional status, adolescent, eating habits, physical
activity, alcohol, oral hygiene.
CAPITULO I
INTRODUCCION

Los estilos de vida están basados en patrones de comportamiento


identificables, determinados por la interacción entre las características
personales individuales, las interacciones sociales y las condiciones de
vida socioeconómicas y ambientales1.

Los estilos de vida es uno de los determinantes sociales de la salud


planteados por Lalonde con un 43%, al igual que la biología humana
(27%), medio ambiente (19%), y conductas de salud y sistemas de
cuidados de salud (11%). Ello confirma la importancia de los estilos de
vida como uno de los mayores condicionantes sobre el estado de salud
de la población, y por lo tanto la adopción generalizada de un estilo de
vida saludable podría reducir la mortalidad global hasta en un 43% 2.

Los estilos de vida son distintos en cada etapa del desarrollo del
individuo. El periodo adolescente es uno de los más decisivos para la
adquisición de estilos de vida, en el que tiene lugar la consolidación de
algunos comportamientos provenientes de la infancia, así como la
incorporación de otros nuevos adquiridos en sus contextos de
socialización.

Se sabe que durante la adolescencia se aprenden


comportamientos que tienen una importante repercusión sobre la salud de
las personas. Éstos se consolidan en la juventud y son difíciles de
modificar en la edad adulta. Por lo que la enseñanza de hábitos de vida
saludables ocupa un papel muy importante en la infancia y la
adolescencia, ya que es en este momento cuando deben adquirirse
conocimientos, habilidades y actitudes, que permitan el desarrollo de
comportamientos sanos.
Está plenamente demostrado que los principales problemas de
salud en los adolescentes están relacionados con sus estilos de vida 2.
Entre las variables clásicas a considerar dentro del estilo de vida figuran
la práctica deportiva, los hábitos de alimentación, el consumo del alcohol
y de tabaco y también las percepciones de salud que experimentan los
sujetos³.
El estilo de vida del adolescente lo lleva con frecuencia a comer
fuera de casa, suprimiendo o restringiendo comidas, que son
reemplazadas muchas veces por pequeñas ingestas entre las comidas
principales, que suelen tener bajo poder nutritivo y alto valor calórico,
favoreciendo además problemas como la obesidad, caries dental y malos
hábitos dietéticos4. En los adolescentes los problemas nutricionales más
frecuentes, son la obesidad, la bulimia y la anorexia, las cuales está
asociado a la depresión, malos hábitos de nutrición y al sedentarismo.

Esta situación es observada por el profesional de enfermería


durante la atención en el consultorio de Crecimiento y Desarrollo y en las
intervenciones desarrolladas en las instituciones educativas del distrito de
Pátapo entre ellos: I.E “Luis Negreiros Vega”, “José Domingo Atoche”,
donde los adolescentes presentan aumento del índice de masa corporal
(IMC) y en la entrevista manifiestan un menor consumo de fibra, frutas y
vegetales, incluso con déficits de micronutrientes, vitaminas y minerales,
alejándose cada vez más de la dieta tradicional y aumentando el consumo
de comidas no nutritivas “Chatarra” (gaseosas, chizitos, galletas, etc.),
productos que compran en los kioskos del colegio.

Esta situación es preocupante ya que en esta etapa de la vida se


debe decidir, quizás con menor lucidez que en otras, qué ritmo de trabajo
y de descanso merece la pena adoptar, cuántas horas dedicar al tiempo
libre, a ver la televisión, a estar con los amigos...³. La mayoría de los
adolescentes refirieron mayor permanencia de horas ante la televisión,
internet, videojuegos, tablets, favoreciendo el sedentarismo en desmedro
de la actividad física.

Debemos enfatizar que en este período hay un gran aumento en la


velocidad de crecimiento corporal, y se alcanza el pico de masa ósea. Así,
se adquiere el 50% del peso definitivo, el 25% de la talla, y el 50% de la
masa esquelética. Además, se asiste a un cambio en la composición
corporal diferente en función del sexo, con un notable incremento de la
masa magra en los varones, y de la masa grasa en las mujeres, que hace
que los requerimientos de energía y nutrientes no sólo sean muy
elevados, sino diferentes en uno y otro sexo4.

Estos hechos generaron las siguientes interrogantes ¿Por qué a los


adolescentes consumen alimentos con alto contenido en grasas y
azucares?, ¿Por qué se evidencia aumento del IMC en los
adolescentes?,¿Cómo debe ser la alimentación ideal de un
adolescente?,¿Por qué los quioscos en las instituciones educativas no
ofertan productos con alto contenido nutritivo?,¿Por qué los adolescentes
no realizan actividad física?,¿Por qué los adolescentes permanecen
mayor tiempo en el domicilio en actividades sedentarias como el internet,
la televisión, etc.?, este conjunto de interrogantes dio lugar a la
formulación del siguiente problema de investigación: ¿Cuál es la
asociación entre los estilos de vida y el estado nutricional del adolescente
de la institución educativa “José Domingo Atoche” del distrito de Pátapo,
en junio 2016?.

Para tener claridad en este estudio se definieron como objeto de


investigación: Asociación entre los estilos de vida y el estado nutricional
del adolescente y el objetivo general que orientó el trabajo de
investigación fue determinar la asociación entre los estilos de vida y el
estado nutricional del adolescente de la institución educativa “José
Domingo Atoche” del distrito de Pátapo en junio del 2016.
En coherencia se plantearon dos objetivos específicos: identificar los
estilos de vida en los adolescentes de la institución educativa “José
Domingo Atoche” del distrito de Pátapo en junio – 2016, y determinar el
estado nutricional del adolescente de la institución educativa “José
Domingo Atoche” del distrito de Pátapo en junio – 2016.
La hipótesis planteada: Los estilos de vida se asocian significativamente
con el estado nutricional del adolescente de la institución educativa “José
Domingo Atoche” del distrito de Pátapo. 2016.

Esta investigación está plenamente justificada teniendo en cuenta que los


estilos de vida saludable son procesos sociales, tradiciones, hábitos,
conductas y comportamientos del individuo y es en la etapa de la
adolescencia donde estos se ven modificados debido a que los
adolescentes van ganando autonomía para tomar algunas decisiones
relacionadas al estilo de vida, los cuales tienen una importante
repercusión sobre su salud e influencia en la morbimortalidad, siendo
éstos difíciles de modificar en la vida adulta.

El crecimiento físico durante la adolescencia es el más intenso que


experimenta el ser humano en su ciclo vital, según estadísticas el
problema nutricional principal lo constituye la alta prevalencia de
sobrepeso u obesidad (19.5%), que se incrementa con la edad de las
mujeres en contraposición con el adelgazamiento que está en el 6%
(ENDES 2009)25. Así pues, estas alteraciones del estado nutricional
incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la
diabetes, la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, y
subsecuentemente aumentan la carga de enfermedad e inclusive llevando
a una disminución de la autoestima, depresión, desviación de la columna
y aumento de lesiones en las articulaciones26.
Consideramos que el valor de este trabajo permitirá obtener datos para
emprender acciones necesarias a nivel de prevención y de intervención
con los adolescentes. Es necesario enriquecer y desarrollar los
programas de educación relacionados a la adopción de estilos de vida
saludables, así mismo sensibilizar a los padres de familia, su participación
e implicación tanto a nivel individual como en el seno de sus familias para
la generación de comportamientos saludables relacionados con la
alimentación, la actividad física, higiene bucal y no consumo de bebidas
alcohólicas. Queremos resaltar la importancia que su figura como
educadores tiene sobre sus hijos y fomentar el encuentro y
enriquecimiento personal de los progenitores y sus hijos durante los
momentos de la comida y de esta manera sea una buena oportunidad
para que los padres conozcan los cambios que se van dando en los
hábitos de sus hijos. Además, siendo el objeto de atención de enfermería
la satisfacción de las necesidades humanas, por ende, las fisiológicas,
este estudio permitirá incluir acciones de promoción y prevención que
ayuden a reducir a largo plazo la morbilidad por enfermedades
metabólicas.

El presente estudio está estructurado en cuatro capítulos.


CAPITULO I: Introducción, muestra el origen del problema, la formulación
del problema a investigar, los objetivos planteados, la justificación con
énfasis en la relevancia e importancia que presenta la realización de la
presente investigación y el propósito del estudio. CAPITULO II: Marco
teórico conceptual, se presenta la revisión de literatura que contiene los
estudios realizados anteriormente y que guardan relación con la presente
tesis, la base teórica conceptual en la que se sustenta, constituyendo el
soporte técnico – analítico del presente estudio. CAPITULO III: Marco
metodológico; con el diseño de investigación teniendo en cuenta la
naturaleza del problema y los objetivos del estudio; la población y la
muestra que formaron parte del estudio; además se presenta la técnica e
instrumento de la recolección de datos, la recolección y procesamiento de
los datos. CAPITULO IV: Resultados y Discusión; relacionado a la
presentación, análisis e interpretación de los datos obtenidos. Así mismo
se incluye las conclusiones, recomendaciones, referencia bibliográfica y
anexos.
CAPITULO II
II. MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedente del problema

Santinelli, M., en el 2011, en Argentina realizó el trabajo de investigación


“Hábitos alimentarios y estilos de vida en adolescentes de 13 a 17 años
de edad que concurren a la Escuela secundaria de Pavón Arriba, de la
Provincia de Santa Fe”,4 con el objetivo de analizar los hábitos
alimentarios y el estilo de vida de los adolescentes de 13 a 17 años de
edad, que cursan el nivel secundario, periodo agosto 2010, concluye que
la alimentación de los adolescentes que asisten a la institución educativa
es deficiente en nutrientes, especialmente en fibras, ácido fólico,
vitaminas A y C, calcio, hierro y zinc cantidades difíciles de compensar
con el resto de las comidas del día, careciendo de un balance nutricional y
energético.
Zambrano,R.,Colina,J.,Valero,Y.,Herrera,H. y Valero,J., en el 2013, en
Venezuela realizó el trabajo de investigación “Evaluación de hábitos
alimentarios y estado nutricional en adolescentes de Caracas,
Venezuela,5 con el objetivo de evaluar los hábitos alimentarios y su
relación con el estado nutricional de una muestra de adolescentes de un
colegio privado de la ciudad de Caracas, Venezuela, concluye que las
calorías diarias ingeridas por los adolescentes están por debajo de los
valores de referencia de energía y nutrientes para la población
venezolana, evidenciándose esta deficiencia en las comidas hechas en el
hogar, sin embargo un 30% de los adolescentes presento sobrepeso. Se
observó un consumo de proteínas superior al recomendado.
Vázquez, L., y Gallegos, R., en el 2005, en México realizó el trabajo de
investigación “Alteraciones de estilos de vida en adolescentes de nivel
secundaria”,6 con el objetivo de conocer las alteraciones en los estilos de
vida de los adolescentes de una secundaria en una comunidad semirural
de la Ciudad de Querétaro, en relación con el uso de drogas, empleo del
tiempo libre y la expresión de los sentimientos; concluye que 23
participantes tienen alteraciones con el uso de alcohol, tabaco y otras
drogas ya que han consumido alguna droga en su vida, de los cuales, 11
son hombres y 12 son mujeres. Las sustancias de mayor consumo son
thiner, marihuana, cocaína, anfetaminas y alcohol. Del total de la muestra,
25 personas declararon usar actualmente alguna de las ya mencionadas,
de las cuales, 12 son varones y 13 mujeres. Cabe destacar que la
proporción de consumidores de drogas es de 1:1 en relación hombre –
mujer, siendo el thiner la sustancia de mayor consumo entre los
estudiantes. En el área de tiempo libre no se detectaron alteraciones de
significancia, ya que, según los resultados encontrados: 123 adolescentes
salen a pasear con su familia y pasan un rato agradable, sin embargo 80
suelen pasar este tiempo con los amigos paseando en la calle en
actividades que podrían ser o no saludables. Los hallazgos en el área de
expresión radican en que 106 estudiantes se desahogan con sus padres,
a quienes les platican lo que les pasa. Mientras que, en este mismo
sentido, 140 participantes sienten más confianza con sus amigos para
poder contarles sus problemas.
En este sentido, a 106 adolescentes se les dificulta el poder expresar sus
sentimientos de enojo, y finalmente, 112 alumnos señalan que en su casa
la expresión de afecto por medio de besos y abrazos si se da con
regularidad, situación que favorece que los chicos puedan expresar sus
emociones en cualquier momento.
Con referencia a los niveles de riesgo por áreas de estudio que puedan
mostrar alguna alteración en los jóvenes, destaca mencionar que, en
todos los rubros, los adolescentes presentaron un mediano riesgo,
encontrando que el uso de alcohol, tabaco y otras drogas fueron 61.87%
de los alumnos, en el área de tiempo libre el 49.72% y en el área de
expresión el 54.69%. Por lo que se rechazan las hipótesis planteadas, de
que los jóvenes tendrían riesgo alto de tener alteraciones en los rubros ya
estudiados.
Chalco, G., y Mamani, R., en el 2013, en Perú realizó el trabajo de
investigación “Estilos de vida saludable y estado nutricional en
estudiantes del 5° año del nivel secundario, Colegio José Antonio
Encinas, Juliaca 2013,7 con el objetivo de determinar la existencia de
relación entre estilos de vida saludable y estado nutricional en estudiantes
del 5°año del nivel secundario Colegio José Antonio Encinas Juliaca,
concluye que existe relación entre el estilo de vida y el estado nutricional,
en sus seis dimensiones con un (sig.=.000).
Guzmán, D. y Sandoval, R., en el 2012, en Lambayeque realizó el trabajo
de investigación “el mundo adolescente: estilos de vida de las
adolescentes de una institución educativa – Chiclayo 2012”,8 con el
objetivo de identificar, analizar y comprender sus estilos de vida, concluye
que al ser la adolescencia una etapa conflictiva, vulnerable a los cambios
por influencias, estas tienden a tener una inclinación hacia los
inadecuados estilos de vida con predominio en la alimentación y
sedentarismo, haciéndolas más susceptibles a tener mayores problemas
de salud, siendo la familia la primera fuente de influencia en las
adolescente para la obtención de esos estilos de vida.

2.1 Base teórica conceptual

Teniendo en cuenta las variables en estudio se realizó la fundamentación


teórica de las mismas la que a continuación se describe.

La adolescencia comienza en la biología y termina en la cultura, en el


occidente comienza de los 12 o 13 años y termina finalizando los 19 o
comenzando los 20. Por una parte, los procesos de la maduración dan
lugar a una rápida aceleración del crecimiento físico, al cambio de las
dimensiones del cuerpo, a modificaciones hormonales y a unos impulsos
sexuales más fuertes, al desarrollo de las características sexuales
primarias y secundarias, así como a un nuevo crecimiento y diferenciación
de las capacidades cognoscitivas9.
La OMS define la adolescencia como la etapa que va entre los 10 u 11
años hasta los 19 años, y considera dos fases: la adolescencia temprana,
de los 10 u 11 hasta los 14 o 15 años, y la adolescencia tardía, de los 15
a los 19 años. Sin embargo, la condición de juventud no es uniforme y
varía según el grupo social que se considere10.

En la Adolescencia se distinguen tres etapas:


1. La adolescencia temprana (10 - 13 años), en la que comienza el
desarrollo acelerado, de manera que el cuerpo de los adolescentes
ofrece un aspecto simple y aparecen los caracteres sexuales
secundarios.
2. La adolescencia media (14 - 16 años), que corresponde a los estadios
3 - 5 de Tanner y que evoluciona con máximos de crecimiento en
altura y cambios en la forma y composición corporales. Es también la
etapa en la que tiene lugar la menarquía la espermarquia y aparece el
impulso sexual.
3. La adolescencia tardía (17 - 20 años), caracterizada por un
crecimiento más lento ligado a la consolidación de la identidad
sexual11.

En cuanto al desarrollo físico del Adolescente, la adolescencia es la


segunda etapa de crecimiento acelerado, de ritmo parecido al de los
primeros años de vida. El acontecimiento más importante es la aparición
de la pubertad, con los cambios somáticos y psicológicos que comporta.
En las niñas, comienza entre los 8 y 13 años y se completa en unos 4
años, mientras que en los niños se inicia más tarde, entre los 9 y los 14
años y dura 3 años y medio11.
Los cambios somáticos que van a incidir en las necesidades nutricionales
de la adolescencia comprenden:
1. La aceleración del crecimiento en longitud y el aumento de la masa
corporal, brote de crecimiento puberal, presenta diferencias según el sexo
en cuanto a cronología e intensidad11.
Durante el estirón puberal se produce un aumento de talla que representa
alrededor del 25% de la talla adulta. El estirón dura entre 2 y 2,5 años y
varía de unos individuos a otros, La velocidad de crecimiento puede variar
entre 5 a 11 cm en chicas y 6 a 13 cm en chicos.
El comienzo del estirón puberal en las chicas precede en
aproximadamente 2 años a los varones, siendo el pico a los 12 años en
las chicas y a los 14 en los muchachos. Alrededor de los 14 años las
mujeres son más altas por término medio que sus compañeros varones,
pero, como también se detiene antes su crecimiento, los varones
alcanzan una mayor altura final. Durante este tiempo las chicas crecen
entre 20 a 23 cm y los chicos de 24 a 27 cm.
2. El aumento ponderal viene a representar el 50% del peso ideal adulto.
La máxima velocidad ponderal varía entre 4,6 a 10,6 kg en chicas y 5,5 a
13,2 kg en chicos. La mayor masa muscular de los varones hace que
sean más pesados con relación a las mujeres a igual volumen.
3. Aumento del tejido graso en las mujeres, con una mayor proporción
que en los varones y mayor desarrollo muscular en los hombres. La pelvis
femenina se remodela y aumenta en anchura; mientras que, en el varón
aumenta el diámetro biacromial, configurando el dimorfismo sexual
característico de los dos sexos12.

Las necesidades nutricionales de la adolescencia varían con la edad, el


sexo y el nivel de actividad. Las diferencias calóricas basadas en el sexo,
probablemente se comienzan a notar al comienzo de la pubertad. Del
mismo modo que las diferencias entre hombres y mujeres, se deben a los
distintos grados de actividad y las diferencias de la composición corporal
entre unos y otros (el tejido magro, sin grasas, tiene mayores necesidades
metabólicas). En los niños, entre los 10 y 17 años, la masa de tejidos
magro (sin grasas), llega a doblarse, y el porcentaje de grasas disminuye
lentamente, de modo que al final de la pubertad, ha decrecido en un 12%.
Las niñitas también aumentan su tejido magro, pero, ganan más grasas
que los varones, alcanzando un 23% al final de la adolescencia. A las
niñitas, con el objeto de tranquilizarlas y no lleguen a someterse a dietas
sin razón, es necesario advertirles que es normal que se acumulen grasas
en el período del estirón, al comienzo de la pubertad.

El presente estudio de investigación se basa en el modelo de promoción


de la salud (MPS), propuesto por Nola J. Pender, en el que planteó que
promover un estado óptimo de salud era un objetivo que debía
anteponerse a las acciones preventivas. Según este modelo los
determinantes de la promoción de la salud y los estilos de vida, están
divididos en factores cognitivos-perceptuales, entendidos como aquellas
concepciones, creencias, ideas que tienen las personas sobre la salud
que la llevan o inducen a conductas o comportamientos determinados
favorecedoras de la salud. La modificación de estos factores, y la
motivación para realizar dicha conducta, lleva a las personas a un estado
altamente positivo llamado salud.

La concepción de la salud en la perspectiva de Pender, parte de un


componente altamente positivo, comprensivo y humanístico, toma a la
persona como ser integral, analiza los estilos de vida, las fortalezas, las
potencialidades y las capacidades de la gente en la toma de decisiones
con respecto a su salud y su vida.
Pender considera el estilo de vida como un patrón multidimensional de
acciones que la persona realiza a lo largo de la vida y que se proyecta
directamente en la salud. Asimismo, se considera su modelo en una
metateoría, ya que para la realización de este modelo ella se inspiró en la
Teoría de acción razonada de Martin Fishbein y la Teoría del aprendizaje
social de Albert Bandura.

El término estilos de vida tiene muchas definiciones en el área de la salud


pública. Así, para Goldbaum (1997) los estilos de vida no son más que los
“…patrones de conducta individual o hábitos incorporados por las
personas”. De acuerdo a esta definición, los estilos de vida no estarían
determinados por otros factores ajenos al individuo, como el social,
económico, cultural, geográfico, etc.13.
Según Maya define al estilo de vida como una forma general de vida
basada en patrones de conducta que a su vez son influenciadas por las
características personales, factores sociales y culturales. Mendoza (1994)
propone: "El estilo de vida puede definirse como el conjunto de patrones
de conducta que caracterizan la manera general de vivir de un individuo o
grupo"13.

Casimiro y cols. (1999) definen estilo de vida como "los comportamientos


de una persona, tanto desde un punto de vista individual como de sus
relaciones de grupo, que se construye en torno a una serie de patrones
conductuales comunes". Gutiérrez (2000) lo define como "la forma de vivir
que adopta una persona o grupo, la manera de ocupar su tiempo libre, el
consumo, las costumbres alimentarias, los hábitos higiénicos…"14.
De la misma manera, el glosario de promoción de la salud OMS (1998),
define al estilo de vida como un modelo de comportamiento compuesto
por las pautas de conducta que ha desarrollado un individuo a través de
sus condiciones de vida, es decir, a través de su entorno cotidiano, donde
la persona, vive, actúa y trabaja. Estas pautas se aprenden en relación
con los padres, compañeros, amigos, y hermanos, o por la influencia de la
escuela, medios de comunicación, etc. Además, se resalta que no existe
un estilo de vida “óptimo” al que puedan vincularse todas las personas, ya
que el estilo de vida es influenciado por el entorno y la sociedad, y por lo
tanto el término “estilo de vida saludable” puede considerarse relativo ya
que en una misma sociedad pueden encontrarse diferentes concepciones
de salud.
Se pueden señalar 4 factores que influyen en el estilo de vida de un
individuo.
1) Las características individuales, como la personalidad, los intereses,
las motivaciones, etc.
2) Las características del entorno micro social en el que se desenvuelve el
individuo como la vivienda, familia, escuela, amigos, vecinos, etc.
3) Los factores macrosociales, que influyen a su vez sobre los
microsociales como el sistema social, los medios de comunicación,
grupos sociales más influyentes, etc. Está más relacionado a la cultura.
4) El medio geográfico, como el clima, el medio físico, el ambiente, etc.
Que influyen también en los factores macrosociales ya que sufre
modificaciones por la acción humana15.

Con respecto a los Estilos de Vida de los Adolescentes estos son distintos
en cada etapa del desarrollo del individuo. Específicamente la
adolescencia es una etapa de cambio biológico, social y mental, una crisis
personal en el desarrollo del ser humano que va de los 10 a los 19 años.
Durante esta época, el adolescente se caracteriza por actitudes
impulsivas, poco reflexivas, rebeldía e imprudencias, dadas por su poca
experiencia y la búsqueda de una identidad (Miranda, 2007), que se
pueden ver reflejadas en alteraciones en las áreas de uso de alcohol,
tabaco y otras drogas, tiempo libre y expresión. En este sentido, el
consumo de sustancias psicoactivas es un comportamiento humano que
adquiere especial importancia en la adolescencia y en la juventud; la
persona busca nuevas experiencias sensoriales y emocionales que, junto
a factores familiares y sociales, la hacen vulnerable al consumo 6.

La importancia de la adolescencia para el establecimiento del estilo de


vida tiene que ver con los importantes cambios psicológicos y
contextuales que tienen lugar durante estos años en los que chicos y
chicas realizan sus primeras salidas y reuniones con sus iguales sin la
presencia de sus padres y en los que van ganando autonomía para tomar
algunas decisiones relacionadas con el ocio y el estilo de vida
(actividades extraescolares, hábitos alimentarios, consumo de sustancias,
prácticas sexuales, etc.). Estos momentos de transición ofrecen muchas
oportunidades para el desarrollo personal pero también son de gran
vulnerabilidad y riesgo (Jessor, 1998; Oliva, 2004), puesto que se trata de
una edad crítica para el ensayo y aprendizaje de hábitos perjudiciales
para la salud 2.

Llevar una dieta sana y equilibrada es fundamental durante todo el ciclo


vital, ya que contribuye claramente a nuestro bienestar físico y emocional,
y a la posibilidad de gozar de una vida larga y saludable.
Sin embargo, durante la adolescencia esta necesidad es aún mayor, ya
que durante esta etapa se produce un aumento de las necesidades
energéticas, de vitaminas y oligoelementos a consecuencia de la rápida
velocidad de crecimiento y el despegue de los procesos madurativos
(Cruz Hernández, 1995). Al mismo tiempo, a esta edad se adquiere cierta
autonomía y se afianzan los gustos y hábitos alimenticios que, sin
embargo, son potencialmente influenciables por la publicidad, la moda y el
medio social.
Además, la adolescencia se ha convertido en un momento de riesgo
nutricional. Los problemas asociados con la alimentación pueden venir
por exceso de consumo, por consumo insuficiente o por consumo poco
equilibrado o irregular.
El retraso del crecimiento y de la maduración sexual son las principales
consecuencias físicas de una dieta pobre en algunos nutrientes básicos
durante la adolescencia, mientras que el exceso de consumo está
claramente relacionado con la prevalencia de obesidad, hipertensión y
enfermedades cardiovasculares.
Numerosos estudios llegan a conclusiones en parte coincidentes,
señalando que, por lo general, la dieta del adolescente no es lo
suficientemente equilibrada.
Los objetivos nutricionales del patrón alimentario de los adolescentes son
conseguir un crecimiento adecuado proveyendo al organismo de las
cantidades adecuadas de todos los nutrientes esenciales, evitar los
déficits de nutrientes específicos (calcio, hierro y zinc) y, al mismo tiempo,
minimizar el riesgo de las enfermedades ocasionadas por el consumo
excesivo.
Con estos objetivos y siguiendo las recomendaciones ampliamente
consensuadas la dieta equilibrada de un adolescente ha de cumplir las
siguientes características:
 La distribución calórica de la ingesta debe mantener una proporción
correcta de principios inmediatos: 10 - 15% del valor calórico total en
forma de proteínas, 50 - 60% en forma de hidratos de carbono y 30%
como grasa, debiendo evitarse el consumo de grasas saturadas y ácidos
grasos trans (ideal ácidos monoinsaturados, el 10 - 20% y los
poliinsaturados, el 7 - 10%).
 El reparto calórico a lo largo del día debe realizarse en cinco
comidas con, aproximadamente, la siguiente distribución calórica:
desayuno, 25% del valor calórico total; media mañana 10%, comida 30%,
merienda 15%, y cena 20%.
Nunca prescindir de un desayuno completo, compuesto por lácteos,
cereales y frutas, al que debería dedicarse entre 15 y 20 minutos de
tiempo.
De esta manera, se evita o reduce la necesidad de consumir alimentos
menos nutritivos a media mañana y se mejora el rendimiento físico e
intelectual en el colegio.
 Gran variedad de alimentos en la dieta, a mayor variedad mayor
garantía de que la alimentación es equilibrada y de que contiene todos los
nutrientes esenciales necesarios, incluidas las vitaminas y los minerales.
 Los hidratos de carbono se consumirán preferentemente en forma
compleja, lo que asegura un aporte adecuado de fibra. Los cereales (pan,
pasta, arroz, etc.), las patatas y legumbres deben constituir la base de la
alimentación. Fomentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas hasta
alcanzar, al menos, 400 g/día (mínimo, 5 raciones al día de estos
alimentos). Evitar el consumo de productos ricos en azúcares simples,
como golosinas, dulces y refrescos y el exceso de zumos no naturales.
 Las proteínas deben proporcionar el 10 - 15% de las calorías
diarias totales, así hay que moderar el consumo de proteínas,
combinando proteínas de origen animal y vegetal, pero potenciando el
consumo de cereales y legumbres frente a la carne. Se recomienda
aumentar la ingesta de pescados ricos en grasa poliinsaturada,
sustituyendo a los productos cárnicos, tres o cuatro veces a la semana.
 Reducir el consumo de sal, de toda procedencia, a menos de 5
g/día, y promover la utilización de sal yodada.
 Beber entre uno y dos litros de agua al día, potenciando el
consumo de agua frente a todo tipo de bebidas y refrescos, que contienen
exclusivamente hidratos de carbono simples y diversos aditivos.
 Consumir más de 500 - 700 ml/día de leche o derivados para cubrir
las necesidades de calcio.
 Potenciar el consumo del aceite de oliva frente al de otros aceites
vegetales, mantequilla y margarinas. Los productos de bollería industrial
elaborados con grasas saturadas deben evitarse. El consumo de tres
huevos a la semana permite no sobrepasar las recomendaciones de
ingesta de colesterol. Evitar el consumo de la grasa visible de las carnes y
el exceso de embutidos.
 Involucrar a todos los miembros de la familia en las actividades
relacionadas con la alimentación: hacer la compra, decidir el menú
semanal, preparar y cocinar los alimentos, etc.17.
En la actualidad existe una gran influencia de los medios de comunicación
y la publicidad en la conducta alimentaria, en donde la venta a los
adolescentes se ha convertido en un negocio de muchos miles de
millones de dólares.
El televisor, los DVD, PlayStation, la computadora como internet, la radio,
las revistas, los libros, los periódicos conforman gran parte del tiempo de
los jóvenes.
La mayoría de los adolescentes tiene un televisor o un reproductor de
DVD o una computadora en su habitación. A medida que aumenta en
número de canales de televisión dedicados a los adolescentes se
incrementa la capacidad de los anunciantes para influir en sus conductas
alimentarias. Se calcula que los adolescentes ven 20.000 a 40.000
anuncios de tv al año, de manera que cuando el niño llega a la
adolescencia ha visto 100.000 anuncios de alimentos. Más del 65% de los
anuncios de alimentos fomentan el consumo de refrescos, caramelos,
golosinas, snacks y comidas rápidas4.

El abuso de la televisión resta tiempo al juego y al deporte, estimula el


“picoteo” de golosinas y la inclusión en la dieta de los productos
alimenticios anunciados, muy calóricos y poco nutritivos, que fomentan
trastornos nutricionales como la obesidad y el hipercolesterolemia.
El excesivo tiempo que los jóvenes dedican a la televisión, fomenta el
sedentarismo y recorta el tiempo para pasear y hacer deporte, además,
repercute negativamente sobre sus hábitos alimenticios, pues mientras
miran la TV suelen “picotear” golosinas, snacks y se le estimula a
introducir en su dieta productos alimenticios, muchos de ellos con dudoso
valor nutricional y generalmente muy calóricos, que reiteradamente se
anuncian durante los abundantes espacios publicitarios de la
programación. La propaganda de estos productos suele deslizar
mensajes engañosos al utilizar expresiones que enmascaran su
verdadero contenido nutricional. Sí, tras frases como: “sin colesterol”, “con
grasa vegetal” “sin azúcar”, se ocultan alimentos elaborados con grasas
saturadas o vegetales hidrogenadas, edulcorantes calóricos, promotores
de trastornos nutricionales, como la hipercolesterolemia y la obesidad,
conocido como factores de riesgo cardiovascular.

La visualización de la TV favorece, además la aparición de graves


trastornos del comportamiento alimentario como la anorexia y la bulimia
nerviosa, especialmente cuando se ve de forma poco crítica cierta
programación que tiende a fomentar una obsesión social por el culto a los
cuerpos perfectamente modelados, pero que paradójicamente facilita el
sedentarismo y el consumo de alimentos muy energéticos. La reducción
el tiempo dedicado a la TV aumentaría la actividad física y disminuiría la
ingesta calórica procedente del “picoteo” y del consumo de los alimentos
anunciados, y la selección dela programación reduciría el riesgo de
trastornos del comportamiento alimentario4.

La actividad física se encuentra en cualquier ámbito de nuestra vida. Es


así como la OMS la define como “el nivel y patrón de consumo de energía
durante las actividades cotidianas de la vida, incluyendo las de trabajo y
ocio”.
El nivel de esta actividad va a depender dos aspectos: primero, de las
demandas específicas de cada situación, ya sean tareas manuales o
realizadas con máquinas y segundo, de la elección del individuo, por
ejemplo, en la elección de subir las escaleras o tomar un ascensor.
Internacionalmente, este concepto se define como cualquier movimiento
corporal producido por los músculos esqueléticos que tienen como
resultado un gasto energético. Sin embargo, esta definición se concibe
desde el punto meramente funcional y biológico, dejando de lado el
carácter vivencial y de práctica social, dimensiones las cuales no deben
ser descartadas cuando hablamos de salud como algo más que ausencia
de enfermedad. Por tal razón, Devis y cols (1998) definen este término
como “cualquier movimiento corporal realizado con los músculos
esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia
personal, que nos permite interactuar con los seres y ambiente que nos
rodea”15.

La actividad física moderada mejora el bienestar físico, mental y social;


mientras que un estilo de vida sedentario tiene potenciales consecuencias
negativas a largo plazo. El ejercicio físico y el deporte, además de ser
importantes tipos de conductas de salud, constituyen importantes áreas
de socialización para los jóvenes.
El ejercicio físico aumenta el gasto energético, mejora la sensibilidad a la
insulina, disminuye la lipogénesis, disminuye el apetito, afecta
positivamente en la conducta de comer, mejora las funciones
cardiovasculares y psicológicas. Las características personales como el
éxito, la motivación, la confianza e independencia y la percepción de la
propia capacidad física están ligados a los niveles de actividad física,
además de mejorar la imagen corporal.
En la actividad física se debe tener en consideración la frecuencia (al
menos 3 - 5 veces por semana), la intensidad (50 - 60% de la máxima
frecuencia cardiaca) y la duración (unos 30 - 40 minutos). Además del tipo
de ejercicio, si se utilizan los músculos largos como al andar, correr, nadar
y el interés del adolescente, gustos y preferencias del adolescente.
Los adolescentes han de practicar deporte y realizar actividad física no
programada. Las recomendaciones indican que la práctica de actividad
física ha de ser regular, al menos tres veces en semana y las actividades
más recomendables son las aeróbicas como correr, andar, nadar, patinar,
etc. independientemente de la edad de la persona y del tipo de ejercicio
que se realice. El incremento de actividad debe incluir, por lo tanto, un
aumento de la actividad programada y en la vida diaria normal.

Esto coincide con lo señalado por el instituto americano de medicina


deportiva 2002 y la asociación americana del corazón 1998 quienes
recomiendan 20 minutos de actividad aeróbica continua, 3 días de la
semana, considerando los ejercicios aeróbicos siguientes: caminar,
correr, trotar, escalar, nadar, pasear en bicicleta y saltar cuerda entre
otros. Por su parte, Gonzales y otros (2001) señala que la efectividad del
ejercicio físico debe reunir las 5ds: dosificado, diario, divertido, disponible
y de por vida19. Entre los beneficios que acarrea el ejercicio físico regular,
la sociedad española de medicina familiar y comunitaria(1995) señala: a)
Las personas físicamente activas viven más años que las sedentarias y
con mayor calidad de vida, b) Se reducen las posibilidades del miocardio
o cerebral, osteoporosis, diabetes, hipertensión y obesidad, c) Puede
contribuir al abandono del alcohol y el tabaco, d) Disminuye el riesgo de
depresión teniendo una visión de la vida más optimista, e) Se evitan
dolores musculares, articulares y óseos, así como la aparición de varices,
y f) Se incrementa la capacidad de más trabajo físico que redundaría en la
actividad profesional, estudio y esparcimiento 13. En los adolescentes, el
ejercicio debe promover en forma de juego en equipo, con un componente
lúdico, con la implicación de la familia y los amigos. Así, el ejercicio se
comporta como una elección agradable en la dedicación del tiempo de
ocio, favoreciendo la adquisición de un patrón saludable, y, favorece la
comunicación entre el adolescente y su familia y entre el adolescente y su
grupo de pares.

Además de la práctica de deporte, es importante que el adolescente se


habitué a realizar ejercicio físico de forma cotidiana, ir andando al instituto
y a casa de los amigos, subir y bajar las escaleras en lugar de coger el
ascensor, entre otras.
Y, a la vez que evite el sedentarismo, disminuyendo el tiempo dedicado a
la TV, a los juegos de ordenador o consolar y otros medios electrónicos 17.
La actividad aeróbica puede ser de distintos grados: suave o ligera,
moderada o intensa. La actividad aeróbica moderada e intensa es más
beneficiosa para el corazón que la actividad aeróbica suave. Sin embargo,
la actividad suave es mejor que la falta de actividad.
El grado de intensidad depende del esfuerzo que sea necesario hacer
para realizar la actividad. Por lo general, las personas que no están en
buena forma física tienen que esforzarse más que las que están en mejor
forma. Por esa razón, lo que representa una actividad suave para una
persona puede ser una actividad de intensidad moderada para otra. Las
actividades suaves o ligeras son tareas cotidianas corrientes que no
requieren mucho esfuerzo, las actividades moderadas, hacen que el
corazón, los pulmones y los músculos trabajen más que de costumbre,
suponen práctica de deporte como fútbol, natación o atletismo por los
menos 3 veces a la semana, 2 horas diarias, o que caminen a paso rápido
al menos una hora diaria, y las actividades intensas, aumenta el gasto
cardiaco en mayor intensidad18.

La cavidad bucal es una parte fundamental del cuerpo, tenerla sana es


muy importante para poder masticar, hablar y lucir bien, pero su descuido,
puede afectar a todo el organismo.

Aunque la población conoce la importancia de la higiene bucal, carece de


argumentos que le permitan mantenerla con resultados satisfactorios. Así,
por ejemplo, el primer cepillado del día regularmente se realiza al
levantarse y no después del desayuno como debería ser; en cambio, el
más importante es el de antes de acostarse porque garantiza que la boca
permanezca limpia durante un mayor periodo, pues no se consumen
alimentos; no obstante, esto aún no se ha concientizado en los individuos.

En efecto, la salud constituye un fenómeno dinámico que se relaciona con


las diferentes etapas de la vida, entre las cuales se encuentra la
adolescencia, donde ocurren complejas transformaciones biológicas,
psicológicas y sociales que requieren de una atención19.

Se debe tener en cuenta que durante la adolescencia los dientes


permanentes brotan completamente y, por tanto, la higiene bucal debe ser
constante, puesto que aún, estos se encuentran inmaduros y están más
propensos a caries dental; además, en este periodo se incrementa la
frecuencia de ingestión de golosinas y disminuye el cepillado dental en
horarios de escuela.
Los adolescentes son uno de los grupos de mayor riesgo de afecciones
bucales, ya que atraviesan por una serie de cambios, que aunados a los
cambios hormonales durante la pubertad; a que concluye el cambio de
denticiones, el crecimiento maxilar y en las estructuras dentarias; a mal
oclusiones; a malos hábitos alimentarios y en ocasiones a trastornos
alimentarios; al consumo de productos nocivos como alcohol y tabaco;
seguir ciertas modas como la colocación de piercings en la cavidad oral y
a una incorrecta higiene bucal, la atención se convierte en todo un reto.
Durante este periodo, los adolescentes comienzan a ser más
independientes, tienen un mayor control sobre su tiempo libre y pueden
optar por no ir con el odontólogo para chequeos regulares. Asimismo,
comparten menos tiempo con los mayores, quienes les supervisaban y
controlaban los alimentos que consumían y la higiene bucodental que
mantenían cuando eran niños20.
Los hábitos de higiene bucal en los adolescentes también pueden
depender de la educación, o el nivel socio-económico y la amplia
complejidad de los problemas ocasionados por su estilo de vida.

La salud bucal, es parte de la atención integral de la salud del


adolescente, es por ello que adquirir buenos hábitos bucales repercutirá
en una vida sana.
Los dientes en su conjunto tienen funciones múltiples como participar en
la masticación, en el habla, en la expresión facial y tienen implicación en
la estética, por lo que en su ausencia puede verse afectada la nutrición y
autoestima.
El tiempo de vida promedio de un cepillo dental es de tres meses. Sin
embargo, esto es muy variable, de manera que deberemos cambiar el
cepillo cuando veamos que las cerdas empiezan a doblarse hacia los
lados, ya que esto podría dañar las encías, además de que cuando ocurre
esto el cepillo pierde su función de limpieza.
La placa bacteriana vuelve a establecerse sobre la superficie dental en
menos de 24 horas tras su eliminación, por lo que los dientes deben
cepillarse al menos una vez al día. Lo ideal es que se realice el cepillado
después de cada comida, aunque se recomienda que el cepillado más
minucioso se realice por la noche antes de ir a la cama21.

En relación al consumo de sustancias adictivas por la población


adolescente esta constituye un creciente problema de origen multifactorial
que excede al ámbito científico, con un impacto social y sanitario
considerables y unas connotaciones legales, educativas y políticas que
exigen un análisis minucioso desde diferentes perspectivas.
Entre dichas sustancias, el alcohol se mantiene como la droga más
consumida por los adolescentes. A ello contribuyen factores sociales
(como la enorme tolerancia y/o aceptación social respecto a su consumo
y, en consecuencia, su fácil accesibilidad); así como factores individuales,
ya que el alcohol permite la adquisición de habilidades sociales que
facilitan las relaciones de los adolescentes y, por tanto, la asociación
entre consumo de alcohol y diversión, tiende a establecerse como
referente cultural para muchos adolescentes22.

En el Perú el Centro de Información y Educación para la Prevención del


Abuso de Drogas (CEDRO), manifiesta que en el país hay más de 500 mil
alcohólicos. Lo que preocupa es que, de esta cantidad, el 15% son
jóvenes que tienen entre 14 y 25 años23.
Tal es la trascendencia de la situación, que la organización mundial de la
salud (OMS) incluyó el consumo de alcohol en su decálogo de principales
factores de riesgo para la salud y de hábitos no saludables.
En este contexto de consumo, se centra la atención en la adolescencia
como la etapa del desarrollo humano que sirve de transición desde la
infancia a la edad adulta y, por ello, uno de los períodos más críticos de la
vida, debido a los importantes cambios que se producen a nivel
fisiológico, psicológico y sociocultural. Además, en esta etapa de la vida
se adquieren los hábitos que conforman el estilo de vida y, una vez
instaurados, son difíciles de modificar22.

En relación con el alcohol, en la adolescencia se asocia claramente al


tiempo de ocio y a la actividad de grupo, por ello el patrón del consumo
adolescente es diferente al del adulto; mientras éste bebe con más
regularidad y lo hace en grupos y a veces sólo, el joven lo suele hacer
concentrándolo en el tiempo de diversión y en el marco del grupo de
amigos. Este rasgo diferenciador del adolescente se ajusta en torno a
unas características que le son propias en relación al alcohol: a) La edad
de inicio es temprana (14-16 años), b) La búsqueda de los efectos
psicoactivos: liberarse de las presiones y obligaciones semanales, c) Se
empieza con la cerveza y pasa a la mezcla de bebidas, d) La
concentración del consumo en territorios llamados juveniles: calles,
plazas, locales, etc., e) El alcohol se toma con los amigos lo que plantea
el tema de la presión del grupo que incita hacia el consumo, f) El consumo
de alcohol se organiza como un rito de paso, como un tipo de
socialización “obligatoria”.

En la actualidad las creencias que hoy se sostienen sobre el consumo de


alcohol se transmiten a los jóvenes principalmente a través de los medios
de comunicación social (publicidad, programas, películas), a través de las
figuras más importantes en la vida del joven (padres), y a través de los
propios amigos/as. Analizando estos mecanismos de transmisión se
puede observar que se comunica a los/las adolescentes una visión
polarizada sobre el tema: una versión positiva en la que consumir alcohol
es divertido, ligas, tienes amigos/as, etc.; y otra negativa por la cual los
personajes que beben son problemáticos y marginales, siendo
encarnados por personajes borrachos.
No todos los adolescentes que beben lo hacen con la misma regularidad y
en las mismas cantidades. La frecuencia de ingesta puede ser: Ocasional,
en la que el joven bebe con motivo de una ocasión especial (una
celebración festiva), Regular, cuando la ingesta de alcohol se
instrumentaliza para conseguir un cambio emocional (huida del estrés,
sentirse bien, relacionarse con los demás), Intensiva, de forma que se
bebe siempre que se sale, Impulsiva que es cuando el adolescente bebe
por necesidad debido a una clara dependencia física y psicológica.
Así mismo al hacer una distinción entre el consumo entre semana (lunes
a jueves) y el consumo de fin de semana (viernes a domingo), se tiene:
Ramírez y cols. (1994), obtiene que los adolescentes encuestado se tiene
un mayor consumo de bebidas alcohólicas durante los fines de semana
(68,9%), frente a los que lo hacen entres semana (31.1%) 22.
En relación al control ejercido sobre la ingesta se puede distinguir entre lo
que el adolescente considera consumo moderado, que es cuando el
adolescente bebe hasta coger el “puntillo” (diversión, desinhibición), lo
que pone sobre la mesa la tan cacareada frase del ¡yo controlo!, ¡yo ya sé
cuándo tengo que parar de beber!; y el consumo intensivo, por el cual el
joven bebe buscando emborracharse poniéndose al límite de su
capacidad de aguante (¡a ver quién aguanta más!).
Las repercusiones del abuso del alcohol entre la población adolescente
son múltiples y se distribuyen en distintos planos: Plano físico: Podemos
distinguir las inmediatas que se desprenden del consumo puntual e
intensivo (resacas, coma etílico, accidentes), y las que surgen tras un
cierto periodo de tiempo entre las que podemos distinguir: gastritis, úlcera,
cirrosis hepática, cardiopatías y cuadros de dependencia con síndrome de
abstinencia. Plano familiar: El consumo abusivo de alcohol es un foco de
temor entre los padres; las noticias que surgen en los medios de
comunicación causan una fuerte alarma social (fenómeno del ¡botellón!)
que pone sobre la mesa las políticas educativas y judiciales para
solventar esta situación y evitar que se prolongue en el tiempo. Sin
embargo, los padres deben hacerse responsables de las conductas de
sus hijos/as; en ocasiones son los mismos progenitores los que muestran
tolerancia e indulgencia amparándose bajo la idea de ¡los jóvenes de hoy
en día ya se saben!, ¡yo también lo hacía a su edad y mira ahora tampoco
me ha ido mal!, ¡por beber un poco y divertirse no pasa nada! Bien es
verdad que beber es una conducta que responde, la mayor parte de las
veces, a una curiosidad adolescente, pero el diálogo con los hijos/as es
fundamental para evitar que la curiosidad deje paso a la habituación y a
considerar el beber de forma continuada en la adolescencia como algo
normal. Plano de los estudios y/o trabajo: Los problemas del consumo
abusivo repercuten negativamente en el rendimiento escolar y laboral.
Comienzan a faltar a clase y se desinteresan por actividades tanto
escolares como extraescolares. Plano social: Los accidentes de tránsito
son quizás una de las consecuencias negativas inmediatas al consumo de
alcohol y que más impacto social han tenido. Plano comportamental: La
violencia y el consumo abusivo de alcohol están relacionados. Las
conductas agresivas, el buscar bronca, es una forma de reaccionar de
algunos jóvenes que a través las sensaciones que les proporciona el
alcohol buscan con la violencia marcar su dominio y poder. Plano
psicológico: Psicológicamente un consumo continuado y abusivo de
alcohol puede provocar cuadros de pérdida de memoria, crisis de
ansiedad y depresión24.

El estado nutricional se define como el valor de la condición corporal


resultante del balance entre la ingestión de alimentos y su utilización por
parte del organismo para cubrir sus necesidades fisiológicas. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la evaluación del estado
nutricional es conceptuada como la interpretación de los resultados
obtenidos tras estudios bioquímicos, antropométricos, dietéticos y
clínicos. De esta manera, se logra determinar la situación de individuos o
de poblaciones en forma de encuestas, pesquisas o vigilancia 15.
El estado nutricional de los adolescentes, está determinada por la
naturaleza, calidad y proporción de alimentos que consume y esto tiene
gran importancia para su desarrollo físico y mental, pues este periodo se
caracteriza por un crecimiento intenso.

La evaluación nutricional mide indicadores de la ingesta y de la salud de


un individuo o grupo de individuos, relacionados con la nutrición. Pretende
identificar la presencia, naturaleza y extensión de situaciones
nutricionales alteradas, las cuales pueden oscilar desde la deficiencia al
exceso. Para ello se utilizan métodos médicos, dietéticos, exploraciones
de la composición corporal y exámenes de laboratorio; que identifiquen
aquellas características que en los seres humanos se asocian con
problemas nutricionales11.
En el Adolescente la evaluación nutricional incluye:
 Encuesta alimentaria.
 Examen físico, incluyendo antropometría.
 Evaluación de algunos parámetros de laboratorio

El análisis debe ser más exhaustivo frente a la sospecha de trastornos


nutricionales, en presencia de embarazo, en adolescentes que practican
deportes competitivos y en aquellos que padezcan de alguna enfermedad
crónica.

La encuesta alimentaria debe ser siempre acuciosa, en especial si la


impresión general orienta a un trastorno nutricional ya sea por deficiencia
o por exceso. En los adolescentes, es importante consignar el número de
comidas, incluyendo jugos, bebidas, golosinas y extras ingeridos entre
comidas, tanto dentro como fuera de la casa. Es importante, además,
estar alerta a la presencia de hábitos alimentarios inhabituales y a
detectar conductas que orienten a trastornos del apetito. Existen
diferentes métodos para evaluar la ingesta alimentaria: el recordatorio de
24 horas, el registro de ingesta hecho por el mismo paciente o con la
ayuda de un profesional de apoyo o la encuesta de tendencia de consumo
cuantificada. Un método relativamente seguro es el registro de ingesta de
tres a cinco días que incluya algún día festivo, ya que considera la
variabilidad de la dieta y elimina la subjetividad de las encuestas15.

Los resultados de la encuesta nutricional o del balance de ingesta deben


compararse con los requerimientos estimados del adolescente para
establecer su adecuación. Es importante consignar antecedentes
socioeconómicos y culturales por su relación con la disponibilidad de
alimentos o con patrones dietarios específicos. La anamnesis nutricional
proporciona antecedentes de gran ayuda en la evaluación del estado
nutricional, pero por sí sola no permite formular un diagnóstico.
El examen completo y cuidadoso (incluyendo desarrollo puberal)
proporciona elementos valiosos para la evaluación nutricional. En algunos
casos, el aspecto general del adolescente, la observación de las masas
musculares y la estimación del panículo adiposo, permiten formarse una
impresión nutricional, pero ésta debe objetivarse con parámetros
específicos.

Los signos clínicos que orientan a una desnutrición proteica o carencias


específicas dependen de cambios estructurales a nivel tisular y, por lo
tanto, son de aparición tardía. Pueden observarse especialmente en la
piel y sus anexos, en los ojos y en la boca; la mayoría son inespecíficos
ya que pueden ser causados por carencias de diferentes nutrientes e
incluso obedecer a factores externos como exposición al frío o higiene
deficiente (Ej.: estomatitis angular, queilosis)15.

La Antropometría es la técnica más usada en la evaluación nutricional,


proporciona información fundamentalmente acerca de la suficiencia de
aporte de macronutrientes.

Las mediciones más utilizadas son el peso y la talla. Las determinaciones


del perímetro braquial y del grosor de pliegues cutáneos permiten estimar
la composición corporal, y pueden ser de utilidad cuando se usan en
conjunto con el peso y la talla, pero no tienen ventajas si se efectúan en
forma aislada, salvo cuando los valores son extremos. Deben ser
efectuadas por personal calificado, usando instrumentos adecuados y ser
interpretadas comparándolas con estándares de referencia.

La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de las curvas de


crecimiento elaboradas por el National Center for Health Statistics
(NCHS), ya que los pesos y tallas de adolescentes provenientes de
grupos socioeconómicos alto y medio de países subdesarrollados, son
similares a los de adolescentes de países desarrollados con antecedentes
comparables.
El peso como parámetro aislado no tiene validez, debe expresarse en
función de la edad y de la talla.

La talla también debe expresarse en función de la edad y del desarrollo


puberal. El crecimiento lineal continuo es el mejor indicador de dieta
adecuada y de estado nutricional a largo plazo. Es importante considerar
que es un parámetro muy susceptible a errores de medición, por lo tanto,
debe ser repetida, aceptando una diferencia inferior a 5 mm entre ambas
mediciones. Se acepta como normal una talla entre el 95% y el 105% del
standard, lo que en las curvas del NCHS corresponde aproximadamente a
valores entre percentil 10 y 90 para la edad. En adolescentes con talla
baja se debe considerar siempre el estadio de Tanner, para la
evaluación15.

El punto de corte sugerido para identificar a aquellos adolescentes que


requieran evaluación clínica más acuciosa o que deban ser referidos para
estudio de talla baja, está dado por el percentil 3 o talla menor a - 2 DS (-2
score Z). Sin embargo, esto puede variar de acuerdo a las características
locales de la población o a la disponibilidad de recursos.

El índice de peso para la talla (IPT) ha sido utilizado clásicamente para


evaluar el estado nutritivo. Tiene la ventaja de que no requiere un
conocimiento preciso de la edad, sin embargo, durante la adolescencia la
relación peso/talla cambia bruscamente con la edad y con el estado
puberal, por lo que se ha cuestionado su real utilidad. A pesar de esto, el
IPT es aún utilizado para diagnosticar obesidad y desnutrición en
adolescentes.

En los estándares del NCHS existen curvas de peso para la talla


expresadas en percentiles, que incluyen hasta talla promedio de 137 cm.
para mujeres y hasta 145 cm. para hombres.
El IPT puede calcularse también de la siguiente manera:

IPT(%)

Se considera como peso aceptable el peso esperado (p 50) para la talla


observada. En adolescentes cuya talla difiere de la esperada para su
edad, esta última debe tenerse en cuenta, ya que para una misma talla el
peso correspondiente al percentil 50 es diferente según la categoría de
edad (basados en datos originales del NCHS)

Un IPT entre 90 y 110% se considera normal; los criterios para catalogar


severidad de la desnutrición no son uniformes, pero en general se acepta
que un índice menor de 90% indica desnutrición y uno menor de 75%
sugiere desnutrición grave. Un IPT mayor de 110% indica sobrepeso y
uno superior a 120% sugiere obesidad15.

El índice de masa corporal (IMC) [peso (kg) / talla 2 (m)] es considerado


como el mejor indicador de estado nutritivo en adolescentes, por su buena
correlación con la masa grasa en sus percentiles más altos y por ser
sensible a los cambios en composición corporal con la edad. Los puntos
de corte definidos internacionalmente para clasificar el estado nutricional
en adultos (IMC mayor a 30 para diagnosticar obesidad), no son
aplicables para el adolescente que no ha completado su desarrollo
puberal debido a la variabilidad de la composición corporal en el proceso
de maduración. Existen por lo tanto distintas curvas de IMC para
población de 0 a 18 años y aun cuando ninguna cumple con las
especificaciones de un patrón ideal ó definitivo, la recomendación actual
es usar las tablas de Must et al. como patrón de referencia. Estas tablas
fueron confeccionadas a partir de datos del National Center fo Health
Statistics (NCHS) de EEUU y por lo tanto, establecen una continuidad con
los patrones de referencia recomendados para evaluación de población
infantil. Aun cuando el IMC no ha sido validado como un indicador de
delgadez o de desnutrición en adolescentes, constituye un índice único de
masa corporal y es aplicable en ambos extremos.

Los puntos de corte sugeridos para diagnóstico nutricional son los


siguientes:

 IMC menor al percentil 5 es indicativo de desnutrición.


 IMC mayor al percentil 85 se considera riesgo de sobrepeso. Se
reserva la clasificación de obeso para aquellos adolescentes que además
de tener un IMC mayor al percentil 85 tengan un exceso de grasa
subcutánea objetivado por la medición de pliegues cutáneos.
 IMC entre el percentil 5 y percentil 15 requiere evaluación clínica
complementaria para identificar aquellos adolescentes en riesgo
nutricional.
 IMC entre percentil 15 y 85 corresponde en general a estado nutricional
normal15.
CAPITULO III
III. MARCO METODOLÓGICO

a. Tipo de Investigación
La presente investigación de tipo Cuantitativa - correlacional. El
paradigma Cuantitativo, estudia hechos o fenómenos de la realidad y
es concebida como un sistema de variables que se operativizan para
asegurar que los datos obtenidos sean medidos objetivamente y es
pues el camino coherente para lograr el objetivo del presente estudio el
cual fue: determinar la asociación entre los estilos de vida y el estado
nutricional de los adolescentes de la institución educativa “José
Domingo Atoche”. A través de la presente investigación se recolectó
información acerca de las variables, para obtener respuestas,
relacionarlas estadísticamente y analizar la realidad observada.
b. Diseño de Investigación
El diseño usado fue no experimental, correlacional y transversal:
Correlacional, ya que tuvo como propósito medir el grado de relación
entre la variable estilos de vida y la variable evaluación nutricional.
Transversal porque los datos fueron recolectados en un solo momento
a cada unidad de análisis.
El diseño correlacional fue:
O1
M r
O2
Dónde:
M = Muestra conformada por los Adolescentes de la I.E. “José
Domingo Atoche”
O1= Estilos de Vida
O2= Estado nutricional

c. Población y Muestra
Población: Estuvo conformada por 660 adolescentes que cursan el
nivel secundario correspondiendo 144 al primer grado, 115 al segundo
grado, 124 al tercer grado, 135 al cuarto grado y 142 al quinto grado de
la Institución Educativa del Distrito de Pátapo.
Criterios de Inclusión:
 Adolescentes en edades comprendidas entre los 10 – 18 años, de
la I.E. “José Domingo Atoche” del distrito de Pátapo, que estaban
matriculados en el año 2016 y que aceptaron participar en el
estudio a través del consentimiento informado: Anexo 4.
Criterio de Exclusión:
 Adolescentes que en el momento del estudio estaban de
permiso por enfermedad y/o de viaje.

Muestra: fue de 243 calculada estadísticamente aplicando la siguiente


fórmula para poblaciones conocidas:

Dónde: N= Tamaño de la población

n= Tamaño de la muestra

Z= Nivel de Confianza (95% = 1.96)

p= Variabilidad positiva (0.5)

q= Variabilidad negativa (0.5)

e= Precisión o error (0.05)

Unidad de análisis: adolescentes de la institución educativa del distrito


de Pátapo.
La muestra estuvo constituida por 142 estudiantes de sexo femenino
(58.4) y 101 de sexo masculino (41.6) de las cuales 49 estudiantes
fueron del área rural y 194 del área urbana.
d. Técnica e Instrumento de Recolección de Datos
En la presente investigación se utilizó la encuesta, como una estrategia
de investigación basada en las declaraciones verbales de una
población concreta, a la que se realiza una consulta para conocer
determinadas circunstancias política, sociales o económicas, o el
estado de opinión sobre un tema en particular; ésta estuvo dirigida a
los adolescentes de la I.E. “José Domingo Atoche” del distrito de
Pátapo. El instrumento usado fue un cuestionario, que permitió la
recolección de datos rigurosamente estandarizados que operacionaliza
las variables objeto de observación e investigación. El cuestionario
aplicado (anexo 03) estuvo estructurado por 35 preguntas divididas en
cinco partes: área socio demográfica (4 preguntas), alimentación (13
preguntas), actividad física (7 preguntas), higiene bucal (7 preguntas), y
consumo de bebidas alcohólicas (4 preguntas) siendo validado a través
del juicio de expertos (anexo 04); en relación a la variable estilo de vida
se estructuró por dimensiones categorizándolas en saludable y no
saludable. Además, se tuvo en cuenta un ambiente adecuado que
favoreció el éxito de la recolección de la información.
Así mismo se realizó la valoración nutricional a través de una guía de
valoración antropométrica (anexo 02) para calcular el IMC y determinar
el estado nutricional de los adolescentes (delgadez severa, delgadez
moderada, delgadez aceptable, normal, sobrepeso, obesidad tipo I,
obesidad tipo II y obesidad tipo III). No se utilizó el parámetro de
análisis de laboratorio, por el costo que demandaría en la investigación.

e. Análisis de los datos


El tratamiento y organización de la información fue mediante el uso del
método estadístico donde se utilizaron métodos de recolección,
descripción, visualización y resumen de datos originados a partir de las
variables de investigación. Una vez recolectados los datos fueron
tabulados y presentados en cuadros estadísticos que se procesaron
teniendo en cuenta la distribución numérica y porcentual de los datos y
la aplicación de la prueba estadística de Chi2 para identificar la relación
que existe entre las variables en estudio.
f. Principios Éticos
En la presente investigación se tuvieron en cuenta los siguientes
principios éticos:
- Principio de Beneficencia
Implicó el no dañar física o psicológicamente a las personas
sometidas a investigación por lo cual se tomaron las medidas
preventivas necesarias para protegerlos contra cualquier tipo de
daño o molestia y no exponerlos a esas situaciones teniendo
cuidado acerca del carácter de intromisión en la psicología de las
personas.

- Principio de respeto a la Dignidad humana


Involucró el derecho a la autodeterminación, por lo cual la
participación fue voluntaria.
Comprende también el derecho de la persona al conocimiento
irrestricto de la información, siendo el procedimiento ético describir
detalladamente a los investigados, en este caso a los adolescentes,
la naturaleza del estudio, los procedimientos que se utilizaron para
obtener la información y los derechos que gozan.

- Principio de justicia
Las personas sometidas a investigación tuvieron derecho a un trato
justo y equitativo tanto antes, durante y después de su participación
en el estudio lo cual comprendió: la selección justa y no
discriminatoria de los sujetos, basados en las necesidades de la
investigación y no en la convivencia, credibilidad, etc. así mismo
tuvieron derecho a su privacidad a través del anonimato.
g. Rigor Científico
El rigor científico fue dado por los siguientes principios:

Principio de confidencialidad: La información obtenida fue estrictamente


confidencial sin ser divulgada a terceros. Al recolectar los datos para
este estudio se tuvo en cuenta el anonimato de los participantes.

Principio de credibilidad: La información recolectada no fue manipulada


o alterada, durante todo el proceso de la investigación.

Principio de confirmabilidad: En el presente estudio la información


obtenida de los investigados tuvo la característica de ser objetiva y
neutral, ya que el resultado de la información fue válido al ser
comprobado por otros investigadores.
CAPITULO IV
V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el trabajo de investigación realizado sobre estilos de vida saludables, y


estado nutricional los datos fueron procesados a fin de ser sometidos al
análisis e interpretación respectiva.

Asimismo, en este capítulo se presentan cuadros estadísticos que


corresponden a la información obtenida como resultado de la
investigación que a continuación se detalla.

Tabla 1:

Estilo de vida y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José


Domingo Atoche.

ESTILO DE VIDA
NO
ESTADO NUTRICIONAL SALUDABLE % % TOTAL %
SALUDABLE

DELGADEZ SEVERA 3 1.2 3 1.2


DELGADEZ MODERADA 1 0.4 11 4.5 12 4.9
DELGADEZ ACEPTABLE 3 1.2 22 9.1 25 10.3
PESO NORMAL 22 9.2 137 56.4 159 65.6
SOBREPESO 5 2.0 28 11.5 33 13.5
OBESO TIPO I 7 2.9 7 2.9
OBESO TIPO II 1 0.4 2 0.8 3 1.2
OBESO TIPO III 1 0.4 1 0.4

TOTAL 33 14 210 86 243 100.0


Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016. Guía de valoración nutricional

Respecto al objetivo general de determinar la asociación entre los estilos


de vida y el estado nutricional se presenta la tabla 1 que muestra el 65.6%
de los estudiantes presentan un estado nutricional normal, seguido del
13.5% de estudiantes que presentan sobrepeso; con respecto a la
variable de estilos de vida saludable se aprecia que el 86% de los
estudiantes presentan estilo de vida no saludable, el 14% presentan estilo
de vida saludable.

Asimismo, en la tabla 1 se aprecia que el 56.4% de los estudiantes


presentan un estado nutricional normal y un estilo de vida no saludable, el
9.2% de los estudiantes presentan estado nutricional normal y un estilo de
vida saludable, evidenciándose que no existe asociación entre las
variables en estudio.

Los estilos de vida son distintos en cada etapa del desarrollo del
individuo. Específicamente la adolescencia es una etapa de cambio
biológico, social y mental, una crisis personal en el desarrollo del ser
humano que va de los 10 a los 19 años. Durante esta época, el
adolescente se caracteriza por actitudes impulsivas, poco reflexivas,
rebeldía e imprudencias, dadas muchas veces por su poca experiencia6

La importancia de la adolescencia para el establecimiento del estilo de


vida tiene que ver con los importantes cambios psicológicos y
contextuales que tienen lugar durante estos años en los que chicos y
chicas realizan sus primeras salidas y reuniones con sus iguales sin la
presencia de sus padres y en los que van ganando autonomía para tomar
algunas decisiones relacionadas el estilo de vida, tal es así en los hábitos
alimentarios los que, son potencialmente influenciables por la publicidad,
la moda y el medio social. 2.

Además, la adolescencia se ha convertido en un momento de riesgo


nutricional. Los problemas asociados con la alimentación pueden venir
por exceso de consumo, por consumo insuficiente o por consumo poco
equilibrado o irregular17.

Una alimentación adecuada y saludable es fundamental en todas las


etapas de la vida, pero principalmente durante los períodos de
crecimiento y desarrollo infantil y adolescente. En tal sentido, resulta
imperativo vigilar las dinámicas de alimentación en estas edades, no solo
por sus implicaciones fisiológicas y funcionales, sino porque son etapas
en las cuales se fijan los hábitos de consumo de alimentos, que en
muchos casos serán reproducidos en la edad adulta. Es por ello que la
nutrición adecuada es fundamental durante esta etapa para lograr las
metas de crecimiento acordes con el potencial genético de cada individuo
y para evitar problemas en la salud, a corto o a largo plazo, derivados de
una alimentación insuficiente o desbalanceada, y de estilos de vida
inadecuados, encontrando un 18% de adolescentes con sobrepeso y
obesidad como factores de riesgo para enfermedades en caso de persistir
en la adultez 5.

Estos resultados difieren con la investigación titulada “Estilos de vida


saludable y estado nutricional en estudiantes del 5° año del nivel
secundario, Colegio José Antonio Encinas, Juliaca 2013” por Ginna
Yohanna Chalco Quispe y Rut Ester Mamani Limachi,en donde los
resultados reflejan el 47.2% de los estudiantes presentan un estado
nutricional de normalidad y un nivel saludable de estilo de vida y el 13.1%
presenta un estado nutricional de sobrepeso y un estilo de vida de vida
poco saludable, y concluyen que existe relación entre el estilo de vida y el
estado nutricional, en sus seis dimensiones con un (sig=.000).
Así mismo entre la variable estilo de vida y estado nutricional no existe
una relación significativa debido a que el nivel de significancia (p=0.229)
es mayor7.
Tabla 2:

Estilos de vida de los adolescentes de la I.E. José Domingo Atoche según


sexo.

ESTILO DE VIDA F M TOTAL %

NO SALUDABLE 123 87 210 86.4

SALUDABLE 19 14 33 13.6

TOTAL 142 101 243 100.0

Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016

En relación a los estilos de vida la tabla 2 muestra que 86.4% de los


estudiantes tienen un estilo de vida no saludable y solo el 13.6% tienen
estilo de vida saludable.

OMS (1998), define al estilo de vida como un modelo de comportamiento


compuesto por las pautas de conducta que ha desarrollado un individuo a
través de sus condiciones de vida, es decir, a través de su entorno
cotidiano, donde la persona, vive, actúa y trabaja 15. Específicamente la
adolescencia es una etapa de cambio biológico, social y mental, una crisis
personal en el desarrollo del ser humano6. Este periodo es uno de los más
decisivos para la adquisición de estilos de vida, en el que tiene lugar la
consolidación de algunos comportamientos provenientes de la infancia,
así como la incorporación de otros nuevos adquiridos en sus contextos de
socialización2. Se sabe que durante la adolescencia se aprenden
comportamientos que tienen una importante repercusión sobre la salud de
las personas16. Según lo reflejado en el presente estudio, los
adolescentes que tienen estilo de vida no saludable tienen mayor riesgo a
desarrollar enfermedades crónicas y subsecuentemente a aumentar la
carga de enfermedad. Los resultados de la investigación permitieron
caracterizar los estilos de vida de los adolescentes y evidenciar que éstos
se constituyen en factores de riesgo para su salud y bienestar.
Los hábitos de vida, en especial los niveles de inactividad física, la
alimentación no saludable y el consumo de sustancias psicoactivas como
el cigarrillo y el alcohol constituyen los principales factores de riesgo para
las enfermedades crónicas no transmisibles, tales como la hipertensión
arterial, la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebro vascular, la
obesidad, la diabetes tipo 2 y el cáncer. Las ECNT contribuyen a un
aumento significativo en la carga de morbilidad, mortalidad y discapacidad
de los países6.

Tabla 3:

Estilos de vida de los adolescentes de la I.E. José Domingo Atoche según


dimensiones

ESTILOS DE VIDA POR NO


SALUDABLE % % TOTAL
DIMENSIONES SALUDABLE

HABITOS
2 0.8 241 99.2 243
ALIMENTARIOS

ACTIVIDAD FÍSICA 94 38.7 149 61.3 243

HIGIENE BUCAL 90 37.0 153 63.0 243


CONSUMO DE BEBIDAS
207 85.2 36 14.8 243
ALCOHÓLICAS

Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016

Respecto a los estilos de vida de los adolescentes según dimensiones la


tabla 3 muestra que 99.2% de los estudiantes tienen un estilo de vida no
saludable según la dimensión hábitos alimentarios y 85.2% tienen estilo
de vida saludable según la dimensión consumo de bebidas alcohólicas.

En la tabla 3 se refleja que de las 4 dimensiones de estilo de vida


considerada en el estudio no tienen hábitos alimentarios saludables. Esto
basado en los resultados obtenidos en la que se evidencia que los
alimentos que consumen los estudiantes en el recreo son de bajo valor
nutritivo siendo los de mayor proporción las golosinas, galletas, gaseosas,
alimentos denominados “chatarra” en desmedro de una buena salud, con
posibles consecuencias en la edad adulta y en menor proporción las
frutas, a su vez el consumo de agua al día es en promedio de 1 a 2 vasos
en desmedro al requerimiento diario que es de 1 – 2 litros de agua. Sin
embargo, en relación al consumo de refresco este es en promedio de 3 –
4 vasos diarios superando lo esperado lo que conlleva a un incremento
del aporte calórico en desmedro de la salud del adolescente. En relación
a la consistencia del almuerzo se evidencio que este está basado en el
consumo de sopa y segundo no incorporando las ensaladas
disminuyendo el aporte de vitaminas minerales y fibra diariamente.

En la actualidad existe una gran influencia de los medios de comunicación


y la publicidad en la conducta alimentaria, en donde la venta a los
adolescentes se ha convertido en un negocio de muchos miles de
millones de soles. Se calcula que los adolescentes ven 20. 000 a 40. 000
anuncios de tv al año, de manera que cuando el niño llega a la
adolescencia ha visto 100.000 anuncios de alimentos. Más del 65% de los
anuncios de alimentos fomentan el consumo de refrescos, caramelos,
golosinas, snacks y comidas rápidas4.

Así mismo el 61.3% de los estudiantes presentan estilo de vida no


saludable en la dimensión actividad física, que según la OMS la define
como “el nivel y patrón de consumo de energía durante las actividades
cotidianas de la vida, incluyendo las de trabajo y ocio”15. El presente
estudio refleja que el 88.9% de los estudiantes si realizan algún tipo de
actividad física sin embargo la frecuencia dedicada a la semana es menos
de 2 veces y lo considerado es de 3 a 5 veces a la semana. Así mismo el
tiempo que dedica el estudiante a la actividad física es menor a 2 horas a
la semana considerando que la duración promedio debe de ser de 30 – 40
minutos diarios, esto como consecuencia de que los estudiantes le
dedican mayor tiempo a la televisión fomentando el sedentarismo,
recortando el tiempo para el desarrollo del deporte y disminuyendo los
beneficios que esto implica, como son: el aumento del gasto energético, la
mejora de la sensibilidad a la insulina, disminución de la lipogénesis,
disminución del apetito, influye positivamente en la conducta de comer,
mejora las funciones cardiovasculares y psicológicas19.

Así mismo el 63.0% de los estudiantes presentan estilo de vida no


saludable en la dimensión higiene bucal.
Se debe tener en cuenta que durante la adolescencia los dientes
permanentes brotan completamente y, por tanto, la higiene bucal debe ser
constante, puesto que aún, estos se encuentran inmaduros y están más
propensos a caries dental; la placa bacteriana se establece sobre la
superficie dental en menos de 24 horas tras su eliminación, por lo que los
dientes deben cepillarse después de cada comida lo que se refleja en los
estudiantes encuestados. Así mismo el cepillado debe durar de 3 - 4
minutos, no evidenciándose en los estudiantes el cual es de 1 – 3 minuto
para el lavado de los dientes. Lo ideal es que se realice el cepillado
después de cada comida, aunque se recomienda que el cepillado más
minucioso se realice por la noche antes de ir a la cama21.
El estudio refleja que los estudiantes realizan el recambio del cepillo cada
3 meses coincidiendo con la literatura Sin embargo esto es muy variable,
de manera que deberemos cambiar el cepillo cuando veamos que las
cerdas empiezan a doblarse hacia los lados, ya que esto podría dañar las
encías, además de que cuando ocurre esto el cepillo pierde su función de
limpieza. Finalmente, la frecuencia de vista al dentista en el adolescente
debe ser en promedio de 2 a más al año, en contraste con lo evidenciado
en la que los adolescentes acuden al dentista solo si hay problemas.
Finalmente, el 85.2% de los estudiantes presentan estilo de vida
saludable en la dimensión consumo de bebidas alcohólicas.

El alcohol es considerado como la droga más consumida por los


adolescentes y su asociación con la diversión, tiende a establecerse como
referente cultural para muchos adolescentes.
En el Perú el Centro de Información y Educación para la Prevención del
Abuso de Drogas (CEDRO), manifiesta que en el país hay más de 500 mil
alcohólicos. Lo que preocupa es que, de esta cantidad, el 15% son
jóvenes que tienen entre 14 y 25 años23.
La OMS ha incluido el consumo de alcohol en su decálogo de principales
factores de riesgo para la salud y de hábitos no saludables22.
En la actualidad las creencias que hoy se sostienen sobre el consumo de
alcohol se transmiten a los jóvenes principalmente a través de los medios
de comunicación social (publicidad, programas, películas), a través de las
figuras más importantes en la vida del joven (padres), y a través de los
propios amigos/as22. De los resultados obtenidos, los estudiantes al no
consumir bebidas alcohólicas están disminuyendo el riesgo a las
importantes repercusiones del abuso del alcohol en distintos planos: plano
físico (resacas, coma etílico, accidentes, gastritis, úlcera, cirrosis hepática,
cardiopatías y cuadros de dependencia con síndrome de abstinencia),
plano familiar(consumo masivo), plano intelectual(bajo rendimiento
escolar, deserción), plano social(accidentes de tránsito), plano
comportamental( violencia y consumo excesivo de alcohol), plano
psicológico(perdida de memoria)
Tabla 4:

Estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José Domingo Atoche

Según sexo

ESTADO NUTRICIONAL F M TOTAL %

DELGADEZ SEVERA 2 1 3 1.2

DELGADEZ MODERADA 4 8 12 4.9

DELGADEZ ACEPTABLE 15 10 25 10.3

NORMAL 96 63 159 65.4

SOBREPESO 20 13 33 13.6

OBESO: TIPO I 3 4 7 2.9

OBESO: TIPO II 2 1 3 1.2

OBESO: TIPO III 1 1 0.4

TOTAL 142 101 243 100.0

Fuente: Guía de valoración nutricional. Junio 2016

En relación al estado nutricional la tabla 4 refleja que 65.4% de los


estudiantes tienen estado nutricional normal, el 13.6% tienen sobrepeso y
obesidad el 4.5% de ellos 0.4% presentan Obesidad tipo III.

El estado nutricional de los adolescentes, está determinado por la


naturaleza, calidad y proporción de alimentos que consume y esto tiene
gran importancia para su desarrollo físico y mental, pues este periodo se
caracteriza por un crecimiento intenso5. Según los resultados los
adolescentes que tienen un IMC adecuado para la edad les favorece su
estado de salud en contraposición a 13.6% que tienen sobrepeso quienes
están en riesgo de presentar trastornos metabólicos en un futuro.
Una buena alimentación es uno de los pilares básicos para desarrollar y
mantener una buena salud; sin embargo, en algunas etapas de la vida
cobra aún más importancia. Según el informe de la Sociedad Española de
Pediatría Extra hospitalaria y Atención Primaria, la adolescencia conlleva
un incremento de las necesidades energéticas, proteicas y de
micronutrientes que supera cualquier otra época de la vida. Durante la
pubertad, se adquiere el 25 % de la talla adulta, se aumenta un 50 % la
masa esquelética, se duplica la masa muscular (sobre todo en el sexo
masculino) y se produce un aumento del volumen sanguíneo y de los
órganos internos. Todos estos cambios, tan importantes para el desarrollo
y la correcta formación de una persona adulta, condicionan un aumento
de las necesidades nutricionales12.

El mayor número de los adolescentes estudiados mostró un estado


nutricional adecuado para su edad, sexo y desarrollo fisiológico, sin
embargo, la obesidad y el sobrepeso corporal constituyeron un problema
de salud en la población investigada con un 18% más frecuente en las
mujeres (25%).
La obesidad es un factor de riesgo y un problema de salud pública, se
asocia a la generación de enfermedades crónicas como la diabetes, las
enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y los accidentes
cerebrovasculares y algunas formas de cáncer. Otras complicaciones son
las pulmonares, ortopédicas, gastrointestinales/ hepáticas. El sobrepeso y
la obesidad se han incrementado en los últimos años, porque constituyen
un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, por otra
parte, se incrementa algunos trastornos afectivos como una baja
autoestima, cambios corporales, dificultad en las relaciones sociales y
laborales, incremento de la depresión y trastornos alimentarios6.
Concluimos que la alimentación durante la adolescencia puede ayudar al
establecimiento de hábitos alimentarios saludables que permitan prevenir
algunos problemas de salud de la edad adulta. Por ende la adolescencia
es una etapa de gran riesgo nutricional, ya que aumentan mucho las
necesidades, se producen cambios alimentarios importantes y pueden
aparecer situaciones de riesgo; debido a varios factores, como al
sentimiento de autonomía e independencia desarrollado durante esta
etapa, a las diferentes situaciones familiares, la influencia de entornos
externos como los amigos o los medios de comunicación, o a la
importancia que adquiere para el adolescente el peso.
Finalmente la consecuencia principal de seguir unos malos hábitos
alimentarios es la carencia de los nutrientes necesarios para el correcto
desarrollo físico y mental que se produce durante la adolescencia. Y por
consiguiente, pueden originar trastornos alimentarios.
CONCLUSIONES

1. Teoricamente existe asociacion entre las variables en estudio aunque


estadisticamente no existe asociacion significativa entre los estilo de
vida y el estado nutricional de los adolescentes de la I.E. “Jose
Domingo Atoche” del distrito de Patapo.

2. El 86.4 % no practican un estilo de vida saludable y un bajo


porcentaje del 13.6% si lo practican. Lo cual implica la probabilidad de
desarrollar enfermedades degenerativas como: diabetes,
enfermedades cardiacas, hipertensión arterial, elevación de los
niveles en la sangre de colesterol, triglicéridos, sobrepeso, dolo
articular y muscular. A nivel psicológico genera baja autoestima,
dificultades de afrontamiento de situaciones de estrés y mayor
probabilidad de padecer un trastorno del estado de ánimo.

3. El 92.2% practican hábitos alimentarios no saludables, lo cual hace


referencia a que los adolescentes no consumen alimentos de alto
valor nutritivo, priorizando alimentos denominados chatarra los cuales
son influenciados a través de los medios de comunicación. El 61.3%
no practican actividad física predisponiéndolos a problemas de salud
potencialmente serios y crónicos. El 63% presentan higiene bucal no
saludable originando la presencia de enfermedades bucales y su
consecuencia en su alimentación.

4. El 65.4% tienen estado nutricional normal, el 13.6% sobrepeso y el


4.5% son obesos, de ellos 0.4% presentan obesidad tipo III.
RECOMENDACIONES

 A los padres de familia: que asuman el compromiso de participar


en la generación de comportamientos saludables desde la infancia
relacionados con alimentación, actividad física, higiene bucal y no
consumo de bebidas alcohólicas; fomentando el encuentro y
enriquecimiento personal de ellos y sus hijos durante los momentos
de la comida y de esta manera sea una buena oportunidad para
que conozcan los cambios que se van dando en los hábitos de sus
hijos.

 A los docentes: incluyan en su plan curricular el fomento de la


práctica de estilos de vida de saludable.

 Al director de la I.E “José Domingo Atoche”: fortalecer alianzas


estratégicas con intituciones de salud (MINSA, EsSalud) con la
finalidad de brindar orientación y asesoría en temas relacionados a
estilos de vida, y en la creación de quioscos saludables; así como
favorecer espacios de recreación y realización de actividad física
para el alumnado que permitan apropiar factores protectores para
la salud y establecer hábitos que perduren a lo largo de sus vidas.

 Al personal de salud que laboran en los diferentes establecimientos


de salud del distrito, que incorporen estrategias de intervención
nutricionales, campañas de educación y promoción de estilos de
vida saludables con énfasis en alimentación y actividad física,
dirigidas a los estudiantes en beneficio de optimizar su calidad de
vida.
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Oct 15]; [7 páginas]. Disponible en: http://www.nhlbi.nih.gov/health-
spanish/health-topics/temas/phys/types

19. Hechavarria, B., Venzant, S., Carbonell, Mireya., y Carbonell, C.


Salud bucal en la adolescencia. Medisan 2013; 17(1):117.

20. Mazariegos, M., Stanford, A Salud bucal en la adolescencia.


México. Progreso, S.A. de C.V. (IEPSA); 2012.

21. Saludalia [En línea]. [Citado 2015 Oct 27]. [ 11 páginas] Disponible
en: http://www.saludalia.com/vivir-sano/tecnicas-de-cepillado-dental

22. Lázaro. Hábito de consumo de alcohol y su relación con la


condición física saludable en adolescentes de la región Murcia.
[tesis doctoral]. Universidad de Murcia; 2011.

23. Rojas, m., el comercio. [En línea]. 2014 [Citado 2015 Oct 5]; [1
página]. Disponible en: http://elcomercio.pe/lima/ciudad/15-
alcoholicos-pais-tiene-entre-14-y-25-anos-noticia-1728811

24. Altarriba, F., Vascones, A., Peña, j. Adolescencia y alcohol. Madrid.

25. Análisis de la Situación de Salud de los y las Adolescentes en el


Perú. [En línea]. 2011 [Citado2015 Nov 11]; [xx páginas].
Disponible en:
sites/www.codajic.org/files/ANALISIS%20de%20SITUACION%20S
alud%20de%20los%20y%20las%20Adolescentes%20y%20la%20
Respuesta%20del%20MINSA.pdf)
26. Sobrepeso y obesidad [En línea]. 2009 – 2010 [Citado 2015 Nov
29]; [11 páginas]. Disponible en:
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1726-
46342012000300003&script=sci_arttext
ANEXOS
CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA PARTICIPAR EN EL ESTUDIO
DE INVESTIGACIÓN

Yo ________________________________________________

identificado (a) con DNI______________________ declaro que habiendo

sido invitada a participar en el proyecto de investigación titulado

“ASOCIACIÓN ENTRE LOS ESTILOS DE VIDA Y EL ESTADO

NUTRICIONAL DEL ADOLESCENTE. INSTITUCIÓN EDUCATIVA “JOSÉ

DOMINGO ATOCHE”- DISTRITO DE PÁTAPO. LAMBAYEQUE. 2016” y

habiendo sido informado de forma clara y precisa sobre mi participación y

se me ha garantizado que:

 Los datos obtenidos serán tratados y analizados considerando los


principios éticos y científicos que rigen la investigación.
 El cuestionario durará 20 minutos

Por lo informado es que OTORGO MI CONSENTIMIENTO a que


se me realice dicha encuesta.

Chiclayo, _________ de ______________ 2016

__________________________
Firma del Participante
GUIA DE EVALUACIÓN NUTRICIONAL

1. Nombre de la institución educativa:


2. Año de estudios: ____________ sección: ____________
3. Edad:
4. Sexo:
a. Femenino
b. Masculino

5. Dx de acuerdo al IMC: Peso: ____Talla: ____ IMC: ______

a. Delgadez Severa
b. Delgadez
c. Normal
d. Sobrepeso
e. Obesidad

Responsables de la investigación:
- Lic. Enf. Maybee Lujan Muro.
- Lic. Enf. Roxana Neciosup Puican.
CUESTIONARIO DE ESTILO DE VIDA SALUDABLE
Queremos insistir en el carácter anónimo de la encuesta para que puedas
contestar con total libertad. Gracias por tu colaboración.

I. ÁREA SOCIO DEMOGRÁFICA


1. Edad: ______________
2. Sexo: Femenino ( ) Masculino ( )
3. Lugar de residencia: Rural ( ) Urbana ( ) Urbano marginal ( )
4. ¿Con quién vives? (puedes marcar varias casillas)
Padre Madre Hermano/s
Abuelos Otros, ¿Quién? _________________________

II. ALIMENTACION
5. ¿Desayunas antes de ir a la escuela? SI NO
SI es, Si. ¿Con que frecuencia?
1 vez a la semana 2 veces a la semana
3 o 4 veces a la semana Todos los días

6. De las comidas del día; ¿Cuáles son las que Ud. Realiza?
Desayuno Almuerzo Cena

7. ¿Cuánto tiempo dedicas a la ingesta de las comidas del día?


Menos de 5 minutos De 5 a 10 minutos
De 11 a 20 minutos Más de 20 minutos

8. A la hora de comer, compartes con alguien la mesa: SI NO


Padres Amigos
Hermanos Otros, ¿Quién? ___________________
Abuelos

9. ¿Consumes alimentos durante el recreo en el colegio? SI NO


Si es, SI. Nombra los alimentos que más consume durante el recreo:
……………………………………………………………………………………………………….
……………………………………………………………………………………………………….
10. ¿Con qué frecuencia bebe o come alguno de los siguientes alimentos? Por favor
marca con una “X” la casilla correspondiente, una por línea.

1 vez x Cada No
Diario Interdiario
semana 15 días consume
lácteos(leche, queso, yogurt)
Café, te
Pan integral
mantequilla, margarina
Huevo
carnes(res, pollo, pescado)
embutidos(mortadela, jamón,
salchicha, etc)
vísceras(hígado, bazo)
Frutas (pera, manzana, naranja,
plátano, etc.)
fideos y cereales(avena, arroz,
trigo,maíz,etc)
Verduras y hortalizas
tubérculos(papa, camote, yuca)
menestras
dulces, golosinas
Hamburguesa
preparados de frituras

11. ¿Qué cantidad de agua consume al día?


1 – 2 vasos 3 – 4 vasos 5 – 6 vasos
7 – 8 vasos > 8 vasos

12. ¿Qué cantidad de refresco (chicha morada, cebada, limonada, etc.) consume al
día?
1 – 2 vasos 3 – 4 vasos 5 – 6 vasos
7 – 8 vasos > 8 vasos
13. ¿En qué consiste su almuerzo frecuentemente?
Sopas o caldos Ensalada y segundo Sopa y segundo
Segundo Ensaladas

14. ¿Suele ver la televisión mientras consume sus comidas? SI NO


Si es, SI. ¿Cuándo suele verla? (puede marcar varias)
En el desayuno En el almuerzo En la cena

15. ¿Cada que tiempo controla su peso?


Semanalmente Quincenalmente Mensualmente
Anualmente Nunca

16. ¿Es muy importante para Ud. la apariencia personal? SI NO

17. Siente satisfacción por su aspecto físico


Casi Siempre Siempre Algunas veces Nunca

III. ACTIVIDAD FISICA


18. ¿Desarrolla alguna actividad física? SI NO
Si es, SI. ¿Cuál? ____________________________

19. ¿Con que frecuencia practica actividad física a la semana?


Nunca 1 vez 2 veces
3 – 5 veces 6 – 7 veces Todos los días

20. ¿Cuál es el tiempo aproximado de la actividad física que realiza a la semana?


Ninguna < 2 horas 3 – 5 horas
5 – 6 horas más de 6 horas

21. ¿la práctica de la actividad física que realiza a la semana es:


Muy intensa Intensa
Moderada Ligera

22. Habitualmente, ¿Qué medio de transporte utiliza para ir al colegio?


Bicicleta moto lineal automóvil
Otros, especifique ______________________________________

23. Habitualmente, ¿Qué medio de transporte utiliza para regresar a casa?


Bicicleta moto lineal automóvil
Otros, especifique_______________________________

24. ¿Cuánto tiempo permanece al día en la televisión o video juego?


Ninguna Menos de ½ hora al día 2 – 3 horas
4 horas al día Más de 4 horas al día
IV. Higiene Bucal
25. ¿Cuánto tiempo emplea para el lavado de dientes?
Menos de 1 minuto 1 - 3 minutos
3 - 5 minutos Más de 5 minutos

26. ¿Con que frecuencia realiza el lavado de dientes?


Cuando te levantas Después de cada comida
Antes de acostarte De vez en cuando

27. ¿Cuál es el motivo por el que Ud. realiza el lavado de dientes?


Por obligación Por estética
Por higiene Otros (folletos, tele, etc)

28. ¿Con qué frecuencia visita al dentista?


1 vez al año 2 o más al año
Solo si tengo algún problema Nunca

29. ¿Con qué frecuencia realiza Ud. el recambio del cepillo dental?
Cada tres meses Cada 6 meses
Cada año Cuando se rompe

30. ¿Usa pasta dental? SI NO

31. ¿consume golosinas? SI NO


Si es, SI especifique ¿cuál? ______________________________________________________

V. Consumo de Bebidas Alcohólicas

32. ¿Ha consumido alguna vez bebidas alcohólicas? SI NO


Si es, SI. ¿A qué edad empezó a consumir? _________________

33. En la actualidad, en los últimos 3 meses ¿consumió alguna bebida alcohólica?


SI NO

34. ¿Con qué frecuencia consume bebidas alcohólicas?


Ninguna 1 vez a la semana 2 veces a la semana

35. ¿Cuál es el tipo de bebida alcohólica que con más frecuencia Ud. consume?
Cerveza Ron Cañazo
No consumo Vino
Tabla 1:

Prueba de Chi cuadrado entre estilo de vida según dimensión hábitos


alimentarios y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José
Domingo Atoche.

Sig.
Valor gl asintótica
(bilateral)

Chi-cuadrado de 3.654 7 .819


Pearson

Razón de 2.654 7 .915


verosimilitudes

Asociación lineal .618 1 .432


por lineal

N de casos 243
válidos

**correlación significativa a nivel 0.05

En la tabla 1 se observa que entre el estilo de vida de hábitos alimentarios


y el estado nutricional no existe una relación significativa, debido a que el
nivel de significancia (p=0.819) es mayor.
Tabla 2:

Prueba de Chi cuadrado entre estilo de vida según dimensión hábitos


alimentarios y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José
Domingo Atoche.

Sig. asintótica
Valor gl
(bilateral)

Chi-cuadrado de 3.654 7 .819


Pearson

Razón de 2.654 7 .915


verosimilitudes

Asociación lineal .618 1 .432


por lineal

N de casos 243
válidos

**correlación significativa a nivel 0.05

En la tabla 2 se observa que entre el estilo de vida de hábitos alimentarios


y el estado nutricional no existe una relación significativa, debido a que el
nivel de significancia (p=0.819) es mayor.
Tabla 3:

Prueba de Chi cuadrado entre estilo de vida según dimensión actividad


física y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José Domingo
Atoche.

Sig.
Valor gl asintótica
(bilateral)

Chi-cuadrado de 12.475 7 .086


Pearson

Razón de 16.375 7 .022


verosimilitudes

Asociación lineal 2.153 1 .142


por lineal

N de casos 243
válidos

**correlación significativa a nivel 0.05

En la tabla 3 se observa que entre el estilo de vida de actividad física y el


estado nutricional no existe una relación significativa, debido a que el nivel
de significancia (p=0.086) es mayor.
Tabla 4:

Prueba de Chi cuadrado entre estilo de vida según higiene bucal y estado
nutricional de los adolescentes de la I.E. José Domingo Atoche.

Sig. asintótica
Valor gl
(bilateral)

Chi-cuadrado de 4.519 7 .718


Pearson

Razón de 4.737 7 .692


verosimilitudes

Asociación lineal 2.654 1 .103


por lineal

N de casos válidos 243

**correlación significativa a nivel 0.05

En la tabla 4 se observa que entre el estilo de vida de higiene bucal y el


estado nutricional no existe una relación significativa, debido a que el nivel
de significancia (p=0.718) es mayor.
Tabla 5:

Prueba de Chi cuadrado entre estilo de vida según consumo de bebidas


alcohólicas y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José
Domingo Atoche.

Sig.
Valor gl asintótica
(bilateral)

Chi-cuadrado de 6.176 7 .519


Pearson

Razón de 6.453 7 .488


verosimilitudes

Asociación lineal .112 1 .738


por lineal

N de casos 243
válidos

**correlación significativa a nivel 0.05

En la tabla 5 se observa que entre el estilo de vida de consumo de


bebidas alcohólicas y el estado nutricional no existe una relación
significativa, debido a que el nivel de significancia (p=0.519) es mayor.
Tabla 6:

Hábitos alimentarios y estado nutricional de los adolescentes de la I.E.


José Domingo Atoche.

HABITOS ALIMENTARIOS
NO
ESTADO SALUDABLE % % TOTAL %
SALUDABLE
NUTRICIONAL
DELGADEZ SEVERA 3 1.1 3 1.1

DELGADEZ
12 4.9 12 4.9
MODERADA

DELGADEZ
1 0.5 24 9.9 25 10.4
ACEPTABLE

PESO NORMAL 1 0.5 158 65.0 159 65.5

SOBREPESO 33 13.6 33 13.6

OBESO TIPO I 7 2.9 7 2.9

OBESO TIPO II 3 1.2 3 1.2

OBESO TIPO III 1 0.4 1 0.4

Total 2 1 241 99 243 100.0


Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016. Guía de valoración nutricional

En relación a los estilos de vida, en su dimensión hábitos alimentarios, la


tabla 6 muestra que 65.5% de los estudiantes presenta un estado
nutricional normal, seguido del 13.6% de estudiantes tienen sobrepeso.
Así mismo se evidencia que el 99.0% de los estudiantes presentan
hábitos alimentarios no saludables, y el 1% de estudiantes presenta un
nivel saludable.

Finalmente, en la tabla 6 se aprecia que el 65.0% de los estudiantes


presentan un estado nutricional normal y un estilo de vida no saludable en
hábitos alimentarios, y el 0.5 % de los estudiantes presentan estado
nutricional normal y un estilo de vida saludable.
Concluyendo que no existe asociación entre el estado nutricional de los
estudiantes que tienen una alimentación no saludable y los que tienen
una alimentación saludable (p=0.819).

Algunos de los cambios que ocurren en la adolescencia, tanto de tipo


físico (como el incremento en las demandas de energía y nutrientes)
como de carácter psicosocial (principalmente el aumento de
independencia, la necesidad de explorar sensaciones y experiencias
nuevas, el incremento de comidas fuera de casa o los horarios cada vez
más exigentes), tienen efectos en los modos de alimentación y en la
elección de los alimentos que se consumen, lo que aumenta el riesgo de
hábitos de alimentación no saludables en esta etapa evolutiva.

La alimentación del adolescente debe favorecer un adecuado crecimiento


y desarrollo y promover hábitos de vida saludables para prevenir
trastornos nutricionales. Esta etapa puede ser la última oportunidad de
preparar nutricionalmente al joven para una vida adulta más sana. El
principal objetivo de las recomendaciones nutricionales en este periodo de
la vida es conseguir un estado nutricional óptimo y mantener un ritmo de
crecimiento adecuado, lo que conducirá a mejorar el estado de salud en
esta etapa y en la edad adulta y a prevenir las enfermedades crónicas de
base nutricional que pueden manifestarse en etapas posteriores de la
vida, sin embargo, esto no ve reflejado en el grupo de adolescentes
evaluados.

La adolescencia es una etapa de aceleración del crecimiento con


modificaciones morfológicas y fisiológicas, por ello se le considera un
periodo de riesgo y, por lo tanto, resulta esencial valorarla
nutricionalmente para poder identificar los problemas nutricionales más
frecuentes en esta población . La valoración del estado nutricional como
un indicador del estado de salud, es un aspecto importante en la
localización de grupos de riesgo con deficiencias y excesos dietéticos que
pueden ser factores de riesgo en muchas de las enfermedades crónicas
más prevalentes en la actualidad7.

En la adolescencia se establecen los hábitos dietéticos, madura el gusto,


se definen las preferencias y las aversiones pasajeras o definitivas,
constituyendo la base del comportamiento alimentario para el resto de la
vida; esta se caracteriza por ser un periodo de maduración física y mental,
en consecuencia, los requerimientos nutricionales en esta etapa se
incrementan variando de acuerdo al sexo y al individuo.

El consumo inadecuado de alimentos, junto con los trastornos del


comportamiento alimentario, la inactividad física, entre otros, está
afectando cada vez más tempranamente a la población adolescente. Los
resultados de algunos estudios refieren como origen de este problema al
incremento en la independencia familiar, el deseo de verse aceptados por
círculos de adolescentes y el acoso publicitario de alimentos «chatarra»,
situación que ha generado patrones alimentarios erróneos . Actualmente,
en este grupo de edad es frecuente encontrar problemas de trastornos de
la conducta alimentaria como anorexia o bulimia o sobrepeso u obesidad,
con las consecuencias inherentes a cada uno de estos padecimientos 7.
En los últimos años, han aumentado dramáticamente las personas que
sufren de obesidad y sobrepeso, lo más preocupante es que el
incremento es más rápido en las generaciones más jóvenes como lo
revelan diferentes estudios.

Hoy está claro que una gran proporción de la morbimortalidad que puede
prevenirse está relacionada con nuestro comportamiento alimentario 5.

La publicidad engañosa, los regímenes de adelgazamiento mal


programados para conseguir un canon de belleza establecido, los
horarios irregulares de las comidas, la compra y preparación de los
alimentos, que en muchos casos pasan a ser ellos los encargados, etc.,
pueden convertirse en factores de riesgo nutricional. Todo ello, convierte
a este grupo de población en un grupo especialmente vulnerable desde el
punto de vista nutricional.

Tabla 7:

Actividad física y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José


Domingo Atoche.

ACTIVIDAD FISICA
NO
ESTADO SALUDABLE % % TOTAL %
SALUDABLE
NUTRICIONAL
DELGADEZ

SEVERA
3 1.2 3 1.2

DELGADEZ
4 1.6 8 3.3 12 4.9
MODERADA

DELGADEZ
6 2.5 19 7.8 25 10.3
ACEPTABLE

PESO NORMAL
66 27.2 93 38.3 159 65.4
SOBREPESO
15 6.2 18 7.4 33 13.6
OBESO TIPO I
7 2.9 7 2.9
OBESO TIPO II
2 0.8 1 0.4 3 1.2
OBESO TIPO III
1 0.4 1 0.4
total 94 39 149 61 243 100.0
Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016. Guía de valoración nutricional

En relación a los estilos de vida saludable, en su dimensión actividad


física, la tabla 7 muestra que 65.4% de los estudiantes presenta un
estado nutricional normal, seguido del 13.6% de estudiantes tienen
sobrepeso. Así mismo se evidencia que el 61% de los estudiantes
presentan estilos de vida en actividad física no saludables, y el 27.2% de
estudiantes presenta un nivel saludable.

En la tabla 7 se aprecia que el 38.3% de los estudiantes presentan un


estado nutricional normal y un estilo de vida no saludable en actividad
física, y el 27.2 % de los estudiantes presentan estado nutricional normal
y un estilo de vida saludable.

Concluyendo que no existe asociación entre el estado nutricional de los


estudiantes que mantienen actividad física no saludable y los que tienen
una actividad física saludable (p=0.086)

La importancia de un estilo de vida activo en la etapa adolescente viene


avalada por la multitud de estudios que muestran su relación con una
gran cantidad de enfermedades, no solo físicas, sino también mentales.

En el ejercicio físico adecuado e individualizado, realizándolo con


frecuencia, en forma continua y progresiva, queda comprobado
científicamente que: existe un desarrollo y crecimiento equilibrado y
armónico, mantiene el funcionamiento óptimo de los aparatos y sistemas
del organismo primordialmente el cardiovascular y músculo esquelético,
reduce el riesgo de enfermedades crónico degenerativas, mejora el
control de las mismas, contribuye al bienestar mental y psicológico,
mejora el estado de ánimo, mejora la autoestima y da una consideración
positiva sobre la imagen corporal.

A pesar de todos los beneficios ya expuestos, la actividad física no es una


práctica habitual entre la población adolescente. Por el contrario, en la
actualidad se evidencia que los adolescentes presentan un progresivo
abandono y desinterés por el ejercicio a medida que los adolescentes se
hacen mayores, elevando la morbilidad del adolescente, especialmente
hacia la obesidad y otros trastornos de la capacidad de relación social y
potencian estilos de vida poco saludables.
El nivel de esta actividad va a depender dos aspectos: primero, de las
demandas específicas de cada situación, ya sean tareas manuales o
realizadas con máquinas y segundo, de la elección del individuo, por
ejemplo, en la elección de subir las escaleras o tomar un ascensor.
Internacionalmente, este concepto se define “cualquier movimiento
corporal realizado con los músculos esqueléticos, que resulta en un gasto
de energía y en una experiencia personal, que nos permite interactuar con
los seres y ambiente que nos rodea”15.

La actividad física moderada mejora el bienestar físico, mental y social;


mientras que un estilo de vida sedentario tiene potenciales consecuencias
negativas a largo plazo. El ejercicio físico y el deporte, además de ser
importantes tipos de conductas de salud, constituyen importantes áreas
de socialización para los jóvenes.
El ejercicio físico aumenta el gasto energético, mejora la sensibilidad a la
insulina, disminuye la lipogénesis, disminuye el apetito, afecta
positivamente en la conducta de comer, mejora las funciones
cardiovasculares y psicológicas. Las características personales como el
éxito, la motivación, la confianza e independencia y la percepción de la
propia capacidad física están ligados a los niveles de actividad física,
además de mejorar la imagen corporal.

En la actividad física se debe tener en consideración la frecuencia (al


menos 3 - 5 veces por semana), la intensidad (50 - 60% de la máxima
frecuencia cardiaca) y la duración (unos 30 - 40 minutos). Además del tipo
de ejercicio, si se utilizan los músculos largos como al andar, correr, nadar
y el interés del adolescente, gustos y preferencias del adolescente.

Los adolescentes han de practicar deporte y realizar actividad física no


programada. Las recomendaciones indican que la práctica de actividad
física ha de ser regular, al menos tres veces en semana y las actividades
más recomendables son las aeróbicas como correr, andar, nadar, patinar,
etc. independientemente de la edad de la persona y del tipo de ejercicio
que se realice. El incremento de actividad debe incluir, por lo tanto, un
aumento de la actividad programada y en la vida diaria normal19.

En los adolescentes, el ejercicio debe promover en forma de juego en


equipo, con un componente lúdico, con la implicación de la familia y los
amigos. Así, el ejercicio se comporta como una elección agradable en la
dedicación del tiempo de ocio, favoreciendo la adquisición de un patrón
saludable, y, favorece la comunicación entre el adolescente y su familia y
entre el adolescente y su grupo de pares.
Además de la práctica de deporte, es importante que el adolescente se
habitué a realizar ejercicio físico de forma cotidiana, ir andando al instituto
y a casa de los amigos, subir y bajar las escaleras en lugar de coger el
ascensor, entre otras.
Y, a la vez que evite el sedentarismo, disminuyendo el tiempo dedicado a
la TV, a los juegos de ordenador o consolar y otros medios electrónicos.
La actividad aeróbica puede ser de distintos grados: suave o ligera,
moderada o intensa. La actividad aeróbica moderada e intensa es más
beneficiosa para el corazón que la actividad aeróbica suave. Sin embargo,
la actividad suave es mejor que la falta de actividad17.

Concluimos que la actividad física resulta beneficioso para la salud física


y mental. Sin embargo, el 61 % de adolescentes no realizan ejercicio
físico con regularidad pese a las oportunidades que tienen de practicarlo
tanto fuera como en el ámbito escolar. Pese a que en la escuela
las clases de educación física dan la oportunidad de cumplir con las
recomendaciones de ejercicio físico diario, de manera divertida y
contando con apoyo. Sin embargo, podría ser la no aceptación de
ejercicio la preocupación por el aspecto físico ya que para muchas chicas
sudar o que se les estropeen el peinado y maquillaje reduce su
participación en las actividades de ejercicio físico. Además, una falta de
confianza en sus propias capacidades y habilidades pueden disminuir su
participación y disfrute de las actividades de ejercicio físico.
Así mismo en el hogar, las familias influyen sobre los niveles de ejercicio
físico de los niños, pero dicha influencia disminuye a medida que estos se
van haciendo mayores. Aunque conforme van creciendo los adolescentes
pueden verse influenciados cada vez más por sus compañeros. Estas
situaciones conlleva a que en un futuro, se evidencien adultos con
trastornos nutricionales, como el sobrepeso y obesidad, y aunada a la
vida sedentaria, adultos con enfermedades crónicas degenerativas.

Tabla 8:

Consumo de bebidas alcohólicas y estado nutricional de los adolescentes


de la I.E. José Domingo Atoche.

CONSUMO DE BEBIDAS
ALCOHOLICAS
ESTADO NO
SALUDABLE % % TOTAL %
NUTRICIONAL SALUDABLE
DELGADEZ
2 0.8 1 0.4 3 1.2
SEVERA

DELGADEZ
9 3.7 3 1.2 12 4.9
MODERADA

DELGADEZ
24 9.9 1 0.4 25 10.3
ACEPTABLE

PESO NORMAL
136 56.0 23 9.5 159 65.4
SOBREPESO
28 11.5 5 2.1 33 13.6
OBESO TIPO I
5 2.1 2 0.8 7 2.9
OBESO TIPO II
2 0.8 1 0.4 3 1.2
OBESO TIPO III
1 0.4 1 0.4
total 207 85 36 15 243 100.0
Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016. Guía de valoración nutricional
En relación a los estilos de vida saludable, en su dimensión consumo de
bebidas alcohólicas, la tabla 8 muestra que 65.4% de los estudiantes
presenta un estado nutricional normal, seguido del 13.6% de estudiantes
tienen sobrepeso. Así mismo se evidencia que el 85% de los estudiantes
presentan estilos de vida saludable en la dimensión consumo de bebidas
alcohólicas, y el 15% no saludable.

Los adolescentes se encuentran todavía en una etapa de desarrollo, y sus


cuerpos no tienen la suficiente tolerancia a los efectos tóxicos del alcohol
como la que exhibe el organismo de un adulto. Su sistema nervioso y su
hígado no han madurado suficientemente aún. Los efectos del alcohol son
mucho más fuertes en ellos, no sólo por las condiciones físicas todavía
precarias para metabolizarlo, sino también por razones psicológicas: las
altas expectativas que los chicos suelen depositar en el alcohol para
relajarse, desinhibirse, divertirse más, etc., hacen que los efectos tóxicos
progresivos aparezcan más rápidamente y con mayor intensidad.

Por otra parte, el constante proceso de cambio y transformación de su


personalidad y de sus características fisiológicas facilita que se instale
con mayor rapidez la dependencia psicológica y física al alcohol,
generándose el proceso de adicción a la sustancia24.

Pero el mayor riesgo que tiene un adolescente cuando toma alcohol es


que potencia aún más la tendencia propia de los jóvenes a exponerse a
situaciones peligrosas. Los efectos del alcohol sobre la percepción, el
pensamiento, el juicio, la coordinación de los movimientos, los reflejos, la
euforia, la desorientación, hasta la pérdida de conciencia (dependiendo de
la cantidad de alcohol ingerido, el tiempo en que se toma y otras
condiciones orgánicas) favorecen y multiplican las situaciones de riesgo
para los adolescentes24. En el presente estudio esta conducta de riesgo
está presente en un 15%, con mayor predominio en el no consumo.
Tabla 9:

Higiene bucal y estado nutricional de los adolescentes de la I.E. José


Domingo Atoche.

HIGIENE BUCAL
NO
ESTADO SALUDABLE % % TOTAL %
SALUDABLE
NUTRICIONAL
DELGADEZ
1 0.4 2 0.8 3 1.2
SEVERA

DELGADEZ
4 1.6 8 3.3 12 4.9
MODERADA

DELGADEZ

ACEPTABLE
8 3.3 17 7.0 25 10.3

PESO NORMAL
56 23.0 103 42.4 159 65.4
SOBREPESO
15 6.2 18 7.4 33 13.6
OBESO TIPO I
3 1.2 4 1.6 7 2.9
OBESO TIPO II
2 0.8 1 0.4 3 1.2
OBESO TIPO III
1 0.4 1 0.4
total 90 37 153 63 243 100.0
Fuente: Cuestionario de Estilo de Vida Saludable. Junio 2016. Guía de valoración nutricional

En relación a los estilos de vida saludable, en su dimensión higiene bucal,


la tabla 9 muestra que 65.4% de los estudiantes presenta un estado
nutricional normal, seguido del 13.6% de estudiantes tienen sobrepeso.
Así mismo se evidencia que el 63% de los estudiantes presentan estilos
de vida en higiene bucal no saludable, y el 37% saludable.

En la tabla 9 se aprecia que el 42.4% de los estudiantes presentan un


estado nutricional normal y un estilo de vida no saludable en higiene
bucal, y el 23% de los estudiantes presentan estado nutricional normal y
un estilo de vida saludable.
Concluyendo que no existe asociación entre el estado nutricional de los
estudiantes que tienen higiene bucal no saludable y los que tienen una
higiene bucal saludable (p=0.718).
Se debe tener en cuenta que durante la adolescencia los dientes
permanentes brotan completamente y, por tanto, la higiene bucal debe ser
constante, puesto que aún, estos se encuentran inmaduros y están más
propensos a caries dental; además, en este periodo se incrementa la
frecuencia de ingestión de golosinas y comidas rápidas para mantenerse
alertas y cumplir con la escuela, las actividades extracurriculares y los
trabajos de media jornada y disminuye el cepillado dental en horarios de
escuela. Sin embargo, estos hábitos hacen que pueden dañar en forma
permanente la salud bucal y la salud en general19.

Así mismo los adolescentes comienzan a ser más independientes, tienen


un mayor control sobre su tiempo libre y pueden optar por no ir con el
odontólogo para chequeos regulares, comparten menos tiempo con sus
familiares, quienes les supervisaban y controlaban los alimentos que
consumían y la higiene bucodental que mantenían cuando eran niños. No
obstante, si los adolescentes no adoptan conductas saludables conllevará
a la adquisición de enfermedades periodontales20.

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