Formula Recurso de Apelacion

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FORMULA RECURSO DE APELACION.

Excmo. Tribunal:

Oscar Alberto Rodríguez, abogado, inscrito en

TºXXXVIII, Fº 285 del CALP con domicilio legal constituido en autos,

por la defensa de GOROSITO FACUNDO JOAQUÍN, GOROSITO

LUCIO SANTIAGO y RODRÍGUEZ DAVID LEANDRO, en incidente

nº 3019, a VV.EE. respetuosamente digo:

I.- OBJETO

Que vengo, de conformidad con lo normado por el

art. 439del Código Procesal Penal, a formular recurso de apelación

en relación a la decisión de fecha 15 de Septiembre de 2014, por la

que se resuelve no hacer lugar a la morigeración de prisión

preventiva y/o salidas transitorias solicitadas por esta parte.

II.- FUNDAMENTA:

Podría sintetizar en tres, las razones expuestas por el

Excmo. Tribunal para denegar el beneficio en cuestión:

1.- Que mis defendidos, en el tiempo que se encuentran

privados de su libertad no superan la mitad del tiempo que exige la

ley para el otorgamiento de las salidas transitorias.


2.- Que no encuentra el Tribunal la modificación de las

razones y los fundamentos que hicieron sostener la medida de

coerción que oportunamente dicto.

3.- Que no encuentra VV.EE que no se pueda evitar

razonablemente el peligro de fuga por la aplicación de otra medida

menos gravosa.

Adelanto que la fundamentación de la

denegatoria es solo aparente y lo afirmamos acompañado de la

mejor jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

que se ha expresado diciendo que

El fundamento parlamentario de la

leymodificatoria de las normas cautelares - luego de analizar la

extrema situación que en materia carcelaria atravesaba y, podemos

decir, atraviesa, la provincia de Buenos Aires con motivo del

incremento sustancial de detenidos producidos en los últimos años-,

aludía al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 3 de

mayo de 2005 en ocasión de expedirse en el recurso de hecho

deducido por el Centro de Estudios Legales y sociales en “Verbitsky,

Horacio s/Habeas Corpus”, alertando acerca de la

inconstitucionalidad de la legislación entonces vigente y de la

eventual responsabilidad del Estado Federal ante los organismos

internacionales (considerandos 41, 58 y sigs.).


Asimismo recordaba que hace mas de

cincuenta años, en el segundo congreso de Naciones Unidas para la

prevención del crimen y tratamiento del delincuente (Londres 1.960),

si bien se sostuvo la imposibilidad de suprimir la prisión preventiva,

se recomendaron los llamados sustitutivos (considerandos 62 y 63

fallo de referencia).

En definitiva se retoma a la original

redacción del art. 144 de la Ley 11.922, por entender que ratifica los

principios constitucionales y provinciales y nacionales, estableciendo

la libertad personal como regla y su restricción excepcional sólo

cuando fuera absolutamente indispensable.

En tanto el art. 148, vinculado a las

medidas de coerción, detalla las circunstancias que deben atenderse

para decidir acerca de los llamados peligros procesales: peligro de

fuga y entorpecimiento de la investigación, propiciando que tales

extremos sean consideración en el caso concreto y no como reglas

de aplicación automática, a fin de no menoscabar en forma genérica

el principio de inocencia.

En este entendimiento la Cámara

Nacional de Casación Penal (causa nº 5831, “Fernández Alegría,


Jorge s/recurso de casación”, Sala III con fecha 28 de julio de 2006),

punto “cuarto: …para arribar a esta conclusión hay que partir del art.

280 del C.P.P.N. cuando establece que la libertad personal sólo

podrá ser restringida en los límites absolutamente indispensables

para asegurar el descubrimiento de la verdad y la aplicación de la

ley. Receptando así los principios instituídos en los artículos 14, 18 y

75 inc.22 de la C.N.; arts. 7 y 8 de la CADH y 9 y 14 del PDCyP. Es

decir que, en el caso en que los jueces decidan privar

provisionalmente de la libertad al imputado deberán indicar (en rigor,

motivar y fundar) las razones objetivas que los permitan afirmar que

aquel obstruirá los fines del proceso. De tal suerte, “si los

magistrados que entienden en la causa no tienen la posibilidad de

demostrar que existe suficiente evidencia de una eventual intención

de fuga y ocultamiento, la prisión preventiva se vuelve injustificada”

(informe 2/97 de la Comisión IDH, párr.30)”.

Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la

Nación ha afirmado que es arbitraria la resolución en la cual se

denegó la excarcelación sobre la base de fórmulas genéricas y

abstractas. Destacando que “…la sola referencia a la pena

establecida por el delito por el que ha sido acusado y la condena

anterior que registra, sin que se precise cuáles son las

circunstancias concretas de la causa que permitieran presumir,


fundadamente, que el mismo intentará burlar la acción de la justicia

no constituye fundamento válido de una decisión de los jueces que

sólo trasunta la voluntad de denegar el beneficio solicitado” (Fallos

320:2105).

La doctrina defiende estos conceptos y el principio

de libertad al afirmar que la privación de la libertad no debe ser la

regla por ser un principio expreso constitucionalizado (art.9 inc.3º del

PIDCP). Alberto Bovino enseña que el carácter excepcional del

encarcelamiento preventivo surge directamente de la combinación

entre el derecho general a la libertad ambulatoria (art.14 y 75 inc.22

de la C.N. y art.8.2 CADH y 14.2 PIDCP) y la prohibición de aplicar

penas antes de obtener una sentencia condenatoria firme (principio

de inocencia) –art.18 y 75 inc.22 de la C.N. , art.9.1 del P.I.D.C.P. y

art 7 CADH- (El encarcelamiento preventivo en los tratados de

derechos humanos, publicado en Problemas del Derecho Procesal

Penal contemporáneo, Editores del Puerto, Bs. As. 1998,pág.148/9).

“Desde el punto de vista de la necesidad, la

prisión preventiva sólo es admisible cuando aparece como el medio

menos lesivo entre todos los medios adecuados que entran en

consideración; su ejecución, por ende, sólo es legítima ultima ratio.

Por lo tanto, si existe una medida menos lesiva que la prisión

preventiva para asegurar los fines del proceso penal, sólo ésta será
legítima…”La prohibición de exceso es un principio básico dentro de

todo estado de derecho que no exige mayor fundamentación.”

Continúa la Dra. Ziffer aludiendo al principio

jurídico de la proporcionalidad que rige frente a toda actividad estatal

y aquí se debe ponderar la gravedad de la consecuencia penal a

esperar. Si esta consecuencia no alcanza a la privación de libertad,

entonces la pérdida de la libertad para el aseguramiento de la

consecuencia penal resultará desproporcionada.

Sostiene la autora que a pesar de las

incontables ocasiones en que esto ha sido dicho, se debe insistir en

que el único criterio para justificar la prisión preventiva es la

posibilidad concreta de que el imputado intente obstaculizar la

realización de los fines del derecho penal. En este sentido, la

seriedad de la imputación, con ser un indicio posible, nunca podría

bastar, por si sola, para fundamentar la necesidad de mantener

encarcelado al imputado. Asimismo, una amenaza penal severa

tampoco alcanza para relevar a los tribunales del deber de examinar

la efectiva posibilidad de elusión de la justicia, so pretexto de que es

esos supuestos la medida cautelar es impuesta por mandato legal.

Entiendo que el razonamiento de VV.EE no

satisface la exigencia legal de interpretar en forma armónica lo

establecido en las normas constitucionales, sino que, por el


contrario, pone de manifiesto un criterio denegatorio, sustentado en

afirmaciones generales, que podrían ser utilizadas en un sin numero

de causas sometidas a juzgamiento.

Es de destacar también que la privación de la

libertad no constituye la regla, sino una medida cautelar excepcional,

cuyo objeto es intentar que no se entorpezca la investigación y/o se

frustren los fines del proceso.

Y precisamente, la arbitrariedad principal

radica en VV.EE presume que mi asistido intentará sustraerse a la

acción de la justicia fugándose, sin realizar ninguna evaluación,

aunque mínima, de sus condiciones personales y de su

comportamiento proclive dado que omite expresar porque motivos

considera que existe la virtualidad de elusión.

Así mismo esta parte oportunamente, solicito

otorguen el beneficio de las salidas transitorias; ello fundamentado

en el fin máximo que tiene este instituto, es decir, el afianzamiento

de los lazos familiares y la integración social con el resto de la

comunidad.

No debe dejarse de lado que el carácter

progresivo que tiene el instituto; para un mejor cumplimiento de la


finalidad que persigue. Sin dejar de lado que mis pupilos procesales

NO se encuentran con una condena firme.

Así Nuestra Carta Magna en su art. 18

expresamente establece que “Las cárceles de la Nación serán sanas

y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en

ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a

mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable

al juez que la autorice.” Es la propia Constitución que da la garantía

a quienes se encuentran privados de su libertad de que reciban por

orden, de quien corresponda, el mas sano tratamiento, que ayude

así, a que aquella persona pueda lograr una reinserción social

adecuada; previendo además, que el juez que ordene una medida

que produzca la mortificación por la simple excusa de resguardar

precaución, lo hará responsable de las consecuencias que puedan

llegar a presentarse.

Privar del beneficio de las salidas transitorias a

mis defendidos, es violar de manera clara nuestra ley suprema;

porque no solo se ve restringida su libertad ambulatoria; sino que

además se vulnera el derecho al trabajo; limitando así la posibilidad

de que la familias de mis defendidos puedan mejorar la tan difícil

situación económica que se encuentran atravesando.


A todo lo antes expuesto cabe agregar, que la resolución apelada

tare aparejado un gravamen irreparable a mis defendidos

vulnerando derechos, principios y garantías constitucionales como el

derecho a un trato humanitario, el principio de trascendencia mínima,

el derecho a integridad física y psíquica.

Derecho a la integridad personal (Artículo 5, DUDH; Artículo 7,

PIDC&P; Artículo 5, CADH).La prisión domiciliaria es una de las

medidas previstas en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas

sobre las Medidas No Privativas de la Libertad (Reglas de Tokio). Su

finalidad es reducir la aplicación de las penas privativas de la

libertad, racionalizar la justicia penal, respetar los derechos humanos

y realizar las exigencias de justicia social y de rehabilitación del

condenado (Regla 5.1 de las Reglas de Tokio.)

Uno de los principales valores que pretende resguardar la

prisión domiciliaria es la preservación de la salud –psíquica y física-

de la persona privada de libertad. Este derecho se encuentra

reconocido expresamente en diversas normas internacionales de

derechos humanos. El estándar fijado es que los Estados deben

garantizar «el más alto nivel posible de salud física y mental», lo cual

se traduce en una serie de obligaciones negativas y prestaciones

positivas hacia todas las personas.( Declaración Universal de


Derechos Humanos (DUDH), art. 25; Declaración Americana de

Derechos y Deberes del Hombre (DADDH), art. XI; Pacto

Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

(PIDESC), art. 12, y la Convención Americana sobre Derechos

Humanos (CADH), art. 5.7.

Este principio está consagrado como garantía en el Artículo

18 de la Constitución Nacional, ya que este dice que “Es inviolable la

defensa en juicio de la persona y de los derechos...Quedan abolidos

para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie

de tormento y los azotes.”Que a través del art 75 in 12, cobra

jerarquía constitucional tratados y convenciones como la convención

contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o

degradantes; La convención americana sobre derechos humanos

art. 5; art 7 pacto internacional de derechos civiles y políticos; art 5

declaración universal de derechos humanos.

Se ha reconocido que: “La prisión domiciliaria viene a

constituir una de las formas por las que el legislador ha receptado el

principio del trato humanitario en la ejecución de la pena, que tiene

en el ámbito de la República expresa consagración normativa (C.N.,

art. 75 inc. 22; Declaración Americana de los Derechos del

Hombre,XXV; Convención Americana sobre los Derechos Humanos


– Pacto de San José de Costa Rica -, art. 5,2; Pacto Internacional de

los Derechos Civiles y Políticos, art. 10 ...)”.

Teniendo en cuenta, las dificultades que padece mi

defendido, esta parte considera debe hacerse lugar a la

morigeración solicitada en pos de este derecho, como así también

en resguardo del principio de inocencia.

Principio de intrascendencia de la pena: Este principio está

consagrado como garantía en el Articulo 18, ya que este establece

que “...Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para

seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda

medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más

allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice”.

Que siempre que el peligro de fuga o entorpecimiento pueda

razonablemente evitarse por aplicación de una medida menos

gravosa, o sistema electrónico etc que permita controlar, se podrá

imponer tales alternativas. Con las condiciones que estime

necesarias.

Ahora bien, el juez ni siquiera tuvo en cuenta la

posibilidad de poder controlar estos extremos con algún medio de

seguridad como lo es una pulsera magnética


III.- NFORME EN AUDIENCIA ORAL- PRESENCIA

DEL IMPUTADO

La defensa entiende que en el presente caso, es de vital

importancia que se fije una audiencia.

El derecho de Defensa y el Debido Proceso Penal se

cumplen acabadamente en la oralidad que además ha sido espíritu

de la reforma que rige .Cumpliendo de tal manera con los principios

fundamentales como el de inmediatez, logrando en definitiva mejorar

el acceso a la justicia y porque a su vez la defensa tiene la

necesidad de ampliar los fundamentos expuestos en el presente

escrito, atento el conocimiento de hechos y fundamentos de

derecho no expresados en la causa.

El acceso a la justicia implica y está íntimamente

relacionado a las circunstancias aludidas. La oralidad responde al

espíritu del orden procesal cuyos atributos, entiende la defensa,

contribuirán a un más efectivo ejercicio de la misma.

A modo de conclusión manifestamos la intención de

mejorar el recurso en forma verbal ante la alzada, fundando la

petición en la posibilidad de explayarse la defensa en el

conocimiento de las actuaciones que posee, logrando con la oralidad


de la audiencia, un mejor acceso a la justicia, solicitando en

consecuencia la fijación de una audiencia a tales fines .

En este orden de ideas solicito que dicha a audiencia se

celebre con presencia delos imputados.

IV.- PETITORIO:

Por todo lo antes expuesto, solicito a VV.EE:

1. Tenga por interpuesto en tiempo y forma el presente recurso

de apelación.

2. Conceda el mismo y eleve las actuaciones a la Excma.

Cámara de Garantías.

A la Excma. Cámara de Garantías:

1. Conceda el beneficio de morigeración a la prisión preventiva en su

modalidad de prisión preventiva con salida laboral.

Proveer de Conformidad

SERA JUSTICIA.

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