Melanie Klein MONOGRAFIA

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Monografía “Melanie Klein MUNDO INTERNO”

MATERIA: Escuela Inglesa

AÑO: 2023

ALUMNOS:
INTRODUCCION

Estableceremos en este trabajo, el desarrollo de algunos conceptos claves


entre una autora emblemática dentro del psicoanálisis como lo plantea M. Klein
y destacar las convergencias y divergencias con Freud.

Las ideas de Freud sufrieron una evolución que correspondieron a destinos


diferentes. Unos subsisten casi sin modificaciones y son el núcleo fuerte de la
teoría: inconsciente, transferencia, sexualidad infantil, complejo de Edipo, la
técnica psicoanalítica, etc.

Otras fueron reelaboradas, produciendo un deslizamiento de su sentido,


aunque mantienen la terminología inicial, su significado sufrió profundos
cambios que se desplazó del original dado por Freud. Así también hay ideas
que Freud valoraba en alto grado y actualmente muchos ya no aceptan. El
psicoanálisis ha marcado muchas teorías sobre el desarrollo humano, en
resumen, se explicará las fases del desarrollo mucho más temprana a la etapa
edípica, son las fases esquizoparanoide y depresiva. La posición
esquizoparanoide podría considerarse una división de la etapa oral que plantea
Freud. Esto se dará 3 o 4 primeros años de vida siendo seguida la posición
depresiva desde la segunda mitad del primer año. La posición
esquizoparanoide se caracteriza por el hecho de que el bebé no reconoce a las
personas, sino que se relaciona con los objetos parciales y por el predominio
de la ansiedad paranoide. Es importante señalar que Melanie Klein en su
posición sostiene, novedosas concepciones como los estadios tempranos, en
el complejo de Edipo temprano, el aparato psíquico con un yo existente a
principios del nacimiento.

En esta monografía hablaremos del mundo interno. Los objetos parciales, son
objetos que dan sólo placer en la fantasía o sólo frustración. El objeto parcial
bueno es el que da sólo placer y sirve para la integración y el fortalecimiento el
Yo, mientras que el objeto parcial malo es el que causa displacer porque nos
frustra y se hace persecutorio en la posición esquizo-paranoide. La caja de un
niño representa el mundo interno del niño.
Sugirió poner juguetes pequeños, porque su número y variedad sugieren al
niño fantasías. La variedad de forma y color no debe tener ninguna ubicación
en particular, ni una representación muy delimitada.

MELANIE KLEIN

La originalidad de la teoría psicoanalítica de Melanie Klein sostiene novedosos


conceptos como el estadio temprano del complejo de Edipo, el aparato
psíquico con un yo existente desde el nacimiento con sus consecuentes
mecanismos de defensa, un superyó también temprano, la conceptualización
particular de la fantasía inconsciente y la postulación del mundo interno y
objeto interno a como eje para sostener y articular su teoría.

A continuación, les presento un esquema de articulación entre los conceptos:

Su obra se inicia con la articulación de la obra de Freud y de Karl Abraham, su


analista. Su experiencia clínica especialmente aplicada a niños a través de la
técnica del juego, le permite pesquisar que estos descargan la agresividad y la
agresión mediante la elección de los juguetes y los tipos de juegos que
estructuraban.

Tales observaciones clínicas la llevan a corroborar las conceptualizaciones de


Freud y Abraham especialmente respecto a la pulsión de muerte, a la que hará
también su aporte. Recordemos que en Freud la pulsión de muerte tiende a la
reducción a cero de la excitación, a retornar al ser vivo a lo inorgánico,
sabemos que esta se dirige primeramente hacia adentro y tiende a la
autodestrucción; luego se dirige al exterior en forma agresiva o destructiva. La
conceptualización kleiniana de la pulsión de muerte se evidencia con la
ansiedad como respuesta del yo ante una situación vivenciada como peligrosa.
Klein adjudica al niño desde su nacimiento un yo débil, precario, poco
organizado; que de todos modos puede implementar ciertos mecanismos de
defensa que le permitan su desarrollo psíquico. Efectivamente, el niño debe
enfrentarse con la experiencia del nacimiento y luego con experiencias de
gratificación y de frustración a lo largo de su desarrollo. Klein introduce el
concepto de Fantasía inconsciente, ampliando el concepto freudiano y
otorgándole un lugar central dentro de su teoría

La fantasía inconsciente, según M. Klein, es la expresión mental de los


impulsos instintivos, por consiguiente, existe, como éstos, desde el comienzo
de la vida. Crear fantasías, enuncia, es una función del yo. De esto se
desprende que desde el nacimiento el yo establece relaciones con los objetos
en la fantasía y en la realidad y aclara que la fantasía no hay que pensarla
como una fuga de la realidad sino como inevitablemente unida a las
experiencias reales y en continua interacción entre ellas. Lo ejemplifica del
siguiente modo: para cada impulso instintivo hay una fantasía correspondiente;
al deseo de comer, le corresponde la fantasía de algo comestible que satisfaría
ese deseo: el pecho. Lo que conocemos en Freud como “realización
alucinatoria de deseos”, se basa según Melanie Klein en que una fantasía
inconsciente acompaña y expresa al impulso instintivo.

Habiendo introducido el concepto de fantasía inconsciente como función del yo,


podemos conceptuar la noción de aparato psíquico en M. Klein. Señalábamos
que el yo está presente desde el nacimiento, que su labilidad y poca
organización no le impide instrumentar mecanismos de defensa tales como:
proyección, introyección, idealización, escisión y negación.

En el caso de Klein, la mente viene considerada como un mundo interno, un


contenedor de objetos, considerándose como una persona dinámicamente
concreta, que: ama, odia, destruye, devora, envidia, etc. Totales o parciales,
buenos o malos, los objetos internos o interiorizados (madre, padre, hermanos,
partes del cuerpo propio o de los padres, especialmente los sexuales,
corporales y excretadas), dando lugar a la clínica kleiniana: la angustia, la
escisión, la fragmentación, la proyección, la idealización, la depresión, la culpa
y las fantasías.

El yo es considerado existente fin del nacimiento, de una parte, actúa con y


sobre los objetos que son actores de los mecanismos de introyección y
proyección. Por otra parte, actúa como si, como persona total y asume sus
acciones.

De la primera relación objetal Klein infiere la presencia de un Superyó, desde el


primer año de vida y anticipa la aparición del complejo de Edipo. Además, los
objetos y las relaciones objétales constituyen siempre la columna vertebral de
los dos aspectos fundamentales del funcionamiento mental: la posición
esquizo-paranoide y la depresiva.

El término “posición” elegido por Melanie Klein indica que no se trata en cada
caso de un momento único, una fase con inicio y fin, sino que puede volver a
manifestarse más tarde en diferentes etapas de la vida de un sujeto. Las
posiciones constituyen los polos entre los cuales oscila la vida psíquica; se
definen a través de la posición del niño en relación al objeto: características del
objeto, características de la ansiedad, métodos defensivos en relación a dicha
ansiedad. Entonces cada vez que se deba definir una u otra posición de debe
tener en cuenta: tipo de relación de objeto, ansiedad predominante y
mecanismo de defensa.

Posición Esquizo-Paranoide

Características: Esta posición refiere a los primeros 3 a 4 meses de vida; el yo


que es débil y rudimentario se encuentra escindido, dividido, fragmentado y el
tipo de relaciones que establece por lo antedicho será con objetos parciales
buenos “o” malos, un pecho bueno gratificante y un pecho malo que amenaza y
es odiado, por lo que las fantasías de este período son las de persecución y la
de gratificación ilimitada.

La ansiedad de esta posición es intensa y de tipo persecutorio.


Lo mecanismos defensivos predominantes son la introyección y la proyección,
la idealización, la negación y la identificación proyectiva.

La predominancia pulsional es la de muerte.

El yo inmaduro del infante desde el nacimiento se encuentra expuesto al


conflicto entre las pulsiones de vida y de muerte. Cuando se confronta a la
ansiedad que le provoca la pulsión de muerte el yo lo deflexiona, esto significa
que convierte la pulsión de muerte en agresión, de este modo para M. Klein, el
yo se escinde proyectando al exterior esa parte de la pulsión de muerte,
colocándola en el objeto externo original que es el pecho. Este pecho que pasa
a contener esa porción de pulsión de muerte se experimentará como pecho
“malo” en tanto amenazador, lo que da origen a un sentimiento de persecución;
y la parte no proyectada que permanece en el yo se convierte en agresión y así
se dirigirá al perseguidor.

Simultáneamente actúa en el yo la pulsión de vida, por lo que este proyecta


fuera algo de la libido y lo que queda en el yo es utilizado para establecer una
relación con ese objeto que es el pecho. A este respecto se deduce que el
mismo acontecer de la pulsión de muerte se da con la libido, del lado de la
pulsión de vidalo que revela este proceder del yo es que tendrá una relación
doble con ese objeto originario que es el pecho que se escinde en un pecho
“bueno” o ideal en el que la fantasía del niño es de gratificación, de ser amado
y alimentado y en un pecho “malo” o persecutorio donde domina la fantasía de
privación y dolor.

La ansiedad del yo, en esta posición, se da al sentir que el objeto persecutorio


puede aniquilarlo. Frente a esto se instrumentarán diversos mecanismos
defensivos. Es necesario en este punto aclarar que estos mecanismos no solo
son una “defensa” sino, que permiten a este yo lábil organizarse, integrarse, y
su instauración y mantenimiento implica para Melanie Klein el armado de este
psiquismo primario.

En efecto los primeros mecanismos son la introyección y la proyección, a


través de ellos el yo introyecta lo “bueno” y proyecta en el exterior lo “malo”,
sucede también que estos mecanismos son utilizados por el yo para
introyectarse lo malo y de este modo poder controlar a este objeto perseguidor,
así como puede proyectar al mundo externo al objeto bueno para preservarlo
de su propia agresión interior. Otro mecanismo es de la escisión que implica
tanto al yo como al objeto, efectivamente una primera escisión se da entre
pecho bueno y pecho malo y entre objeto bueno y objeto malo. La escisión hay
que concebirla en Klein como permitiéndole al yo emerger del caos y ordenar
sus experiencias internas y externas.

POSICION DEPRESIVA

El concepto de posición depresiva vale para ilustrar el hecho de que el yo


pueda introyectar un objeto interno lo suficientemente bueno que le permita
superar el estado persecutorio propio de la perdida de la madre como objeto
parcial

Características:

Abarca aproximadamente desde los 3 hasta los 6 o 7 meses, momento en el


que ingresa para Melanie Klein en el estadio temprano de complejo de Edipo.
El yo del infante esta ahora más integrado y sus relaciones se dan con objetos
totales malos “y” buenos, la angustia es menos intensa y los mecanismos son
los mismos que en la anterior posición pero más atenuados y organizados y la
ansiedad dominante es depresiva, todo esto se debe a que la mayor
integración del yo admite que el niño pequeño puede tolerar mejor la pulsión de
muerte en su interior, decreciendo la escisión tanto como sus temores
paranoides, el yo comienza a comprender que el objeto de amor es el mismo
que el objeto de odio. Principalmente comienza a reconocer a su objeto total,
ya no se relaciona solo con un pecho, que es la madre. Klein introduce ahora la
ambivalencia, ahora se conjuga que la madre puede ser buena y ser mala, que
puede estar presente y ausentarse, que la puede amar y odiar al mismo
también destaca que el yo se convierte en un objeto total, se escinde menos en
objetos buenos o malos, es así como el objeto malo y el ideal se van
aproximando. Si en la posición esquizo paranoide la ansiedad predominante se
da en tanto se vivencia que el objeto malo aniquila al yo, en la posición
depresiva la ansiedad se manifiesta por la ambivalencia y el consecuente temor
a destruir por sus propios impulsos destructivos a ese objeto total y amado del
que depende en su totalidad, esa dependencia intensifica su necesidad de
poseer ese objeto y al mismo tiempo de protegerlo de su agresividad interior. El
temor de dañar o destruir el objeto amado, genera en el niño un sentimiento de
culpa y consecuentemente una tendencia a la reparación del mismo, se ponen
en juego las tentativas del yo para inhibir sus pulsiones agresivas

La conceptualización kleiniana sobre esta posición revela la plasticidad y a la


cada vez mayor integración que va adquiriendo el yo que percibe tanto su
dependencia de un objeto externo, así como la ambivalencia, advirtiendo su
existencia propia y la de sus objetos separados de él, comenzando a discernir
entre fantasía y realidad externa

Esto indica que, si el niño no logra ver a la madre como un objeto total, corre el
riesgo de evolucionar hacia una psicosis; en el caso inverso podrá superar ese
estado de destrucción mediante la posición depresiva.

Con la teorización de las dos posiciones tenemos armado el aparato psíquico


pensado por Klein, justamente su técnica analítica se centra en la
interpretación de las fantasías inconscientes y en los mecanismos de defensa
que se instrumentan para evitar la angustia y del mismo modo en el trabajo de
la elaboración de las ansiedades de las posiciones esquizo paranoide y
depresiva.

Complejo de Edipo temprano:

 Comienza en la posición depresiva

- Al tomar conciencia de la madre como objeto total independiente, con


sus propias relaciones, surgen los celos sexuales que aumentan cuando
se advierte el lazo entre los padres. El niño los imagina dándose
mutuamente las satisfacciones que desea para sí.

Aparece el temor ante la posibilidad de pérdida del objeto, como consecuencia


de su odio y agresión, es por ello que ante estos sentimientos surge la
necesidad de reparación en la posición depresiva.

Desde la perspectiva de Klein, el desarrollo sexual y emocional del niño y de la


niña incluye desde la primera infancia sensaciones y rasgos genitales, que
constituyen los primeros estadios del complejo de Edipo. Son sentidos bajo la
primacía de la libido oral y se entremezclan con fantasías uretrales y anales.
La búsqueda de reencontrar las gratificaciones que se obtuvieron con el pecho
impulsa tanto a la niña como al varón hacia el pene.

La técnica del juego, inventada como equivalente de la asociación libre, le


permite a Klein hallar algo sorprendente: la predominancia de la culpa en los
niños pequeños, así es como postula que el superyó se inicia en la posición
depresiva en ambos sexos. El primer objeto introyectado: el pecho materno
forma la base del superyó. La relación con la madre introyectada afecta de
diversas formas a todo el curso del desarrollo del superyó. Algunos de los
rasgos más importantes del superyó, ya sea amante y protector o destructivo y
devorador, provienen de estos componentes tempranos maternos del superyó.

Los objetos:

Es a partir de las experiencias con los objetos, favorables y desfavorables, que


se va constituyendo el psiquismo.

Estas experiencias externas se vuelven internas. Lo intersubjetivo se convierte


en intersubjetivo.

Esto quiere decir que las experiencias son internalizadas, lo que conduce a la
distinción de los objetos buenos y los objetos malos. Lo que era experiencia
externa de satisfacción o de frustración se internaliza como objetos buenos y
malos. Aquí aparecen los mecanismos que mencionamos cuando trabajamos
las posiciones: introyección y proyección.

Estas experiencias externas se vuelven internas. Lo intersubjetivo se convierte


en intersubjetivo.

Esto quiere decir que las experiencias son internalizadas, lo que conduce a la
distinción de los objetos buenos y los objetos malos. Lo que era experiencia
externa de satisfacción o de frustración se internaliza como objetos buenos y
malos. Aquí aparecen los mecanismos que mencionamos cuando trabajamos
las posiciones: introyección y proyección.

“El sujeto es para Melanie Klein, objeto bueno interno”. (Guibelalde Gabriel.
Escuelas de la psicología clínica contemporánea. Pág. 39. Editorial Brujas. Año
2001).
Los objetos parciales, son objetos que dan sólo placer en la fantasía o sólo
frustración. El objeto parcial bueno es el que da sólo placer y sirve para la
integración y el fortalecimiento el Yo, mientras que el objeto parcial malo es el
que causa displacer porque nos frustra y se hace persecutorio en la posición
esquizo-paranoide.

El yo en la medida en que van alternándose estas dos posiciones que


describimos anteriormente, se va integrando hasta poder relacionarse con un
objeto total. Previo a esto, son experiencias de satisfacción y de frustración en
las cuales se alternan pulsiones de vida y pulsiones de muerte. Y va a
depender de los montos de cada una de ellas.

La técnica de Juego.

Cuando el niño juega, lo que hace es darles expresión a estas fantasías


inconscientes, entonces para Klein, cuando hay un niño jugando, los juguetes
son elementos simbólicos que usa para expresar la fantasía inconsciente. La
tarea del analista es la de interpretar esa fantasía inconsciente y ponerla en
palabras, porque para la autora, la palabra es la herramienta del proceso
secundario. Entonces, la tarea del terapeuta es hacer una especie de
decodificación, (aunque sea injusto decir decodificación, porque no es que ella
haga una interpretación como cabalística, que crea que existe un libro, un
código) porque en cierto sentido es como una especie de traducción a la
palabra tal vez, de algo que aparece con figuras.

Entonces se puede decir que el Psicoanálisis de un niño busca comprender e


interpretar las fantasías, sentimientos y ansiedades mediante el juego, teniendo
como herramienta juguetes, ya que para el niño éste es el medio para expresar
lo que el adulto manifiesta particularmente por medio de la palabra.

No sólo en el juego se expresan experiencias, sino que también se inhiben y


eso es también material de interpretación. Como en los adultos, no sólo se
escucha lo que se dice, sino también se escucha lo que no se dice; en este
sentido Melanie Klein interpreta todo lo que ocurre en la sesión, absolutamente
todo.

CONCLUSION
A lo largo de esta monografía hemos explorado la teoría de Melanie Klein que
nos ha brindado una perspectiva valiosa sobre el mundo interno de los
individuos. Mediante su enfoque en los primeros años de vida y en los
procesos emocionales, nos muestra cómo nuestras experiencias tempranas
influyen en nuestra forma de interactuar con el mundo y cómo el juego y la
fantasía pueden ser herramientas poderosas para explorar y comprender
nuestro mundo interno. Además, sus conceptos de identificación proyectiva y
mecanismos de defensa nos ayudan a comprender cómo los individuos
manejan las emociones y mantienen un sentido de identidad y equilibrio
interno. En resumen, el trabajo de Melanie Klein nos invita a explorar y
comprender nuestro mundo interno para así lograr un mayor bienestar y
desarrollo emocional.

Bibliografía

- Segal, Hanna. (1962) Introducción a la obra de Melanie Klein. Editorial:


Grinberg, L. Segal. Año 2008
- Klein, Melanie. (1928) Estadios tempranos del conflicto edípico. En:
Contribuciones alPsicoanálisis. Vol. II. Buenos Aires. Paidós. Año1983
- Klein, Melanie: “Obras Completas” El Psicoanálisis de niños, Tomo 2.
Buenos Aires, Paidos, 1987

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