Familia y Escuela Una Alianza Necesaria

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alianza-necesaria

Familia y escuela: una


alianza necesaria
Escrito por Óscar González

La educación de nuestro país tiene muchos problemas por resolver y debemos empezar a
darles solución si de verdad queremos lo que últimamente se está repitiendo con
insistencia: un cambio educativo. La relación familia-escuela es uno de los temas que más
me preocupan y tengo mis motivos. En la actualidad existe una gran desconfianza y recelo
entre padres y docentes. Algo que, por desgracia, es cada vez más intenso y generalizado.
Un gran número de padres (no todos) creen que la culpa de lo que ocurre con sus hijos y
el mal funcionamiento del sistema educativo lo tiene la escuela y, al mismo tiempo,
muchos profesores (tampoco todos) creen que la culpa de cómo están los niños es de sus
padres por la educación que les están dando.

Es urgente y necesario que tales recelos y desconfianzas vayan desapareciendo y


consigamos una colaboración estrecha y animosa entre la escuela y la familia. Para que
esto ocurra, tenemos que poner todos de nuestra parte prescindiendo de nuestros egos
personales y actuando con humildad. Debemos tener muy presente que no podemos
hacer cada uno la guerra por nuestra cuenta, mirando hacia otro lado, pues al final lo que
sucede es que de esta batalla diaria siempre salen perdiendo los mismos: nuestros hijos y
alumnos.

No podemos malgastar tiempo y energías en mantener un conflicto continuado que nos


está encerrando en un callejón sin salida. Tenemos que esforzarnos para salir cuanto
antes de este callejón y solucionar el problema de las relaciones familia-escuela que nos
está generando otros mucho mayores. Es difícil solucionar este problema si estamos
siempre esperando a que “sea el otro” el que cambie. Los padres quieren que los
profesores cambien y, al mismo tiempo, los profesores quieren que sean los padres los
que cambien. Y yo me pregunto, ¿por qué no ponemos de nuestra parte y cambiamos
todos? Creo que es el camino. No podemos quedarnos atrás-

Padres y docentes, docentes y padres tenemos que empezar a trabajar día a día desde el
mismo bando, remando en la misma dirección y sentido. Es inevitable: jugamos TODOS
en el mismo equipo, no nos metamos goles en la propia portería. Para que esto ocurra, es
necesario que nos centremos en buscar formas y fórmulas de participación, vías de
colaboración, puntos de encuentro, etc. Poder colaborar será el resultado de un trabajo
conjunto. Es cierto que ya existen algunas formas establecidas de participación como son
las AMPAS, los Consejos Escolares, las tutorías, las Escuelas de Padres… Deberíamos
empezar a replantearnos su verdadera utilidad y el sentido que les estamos dando. Si no
funcionan o no sirven, tendremos que buscar nuevas fórmulas o vías de colaboración
acordes al mundo en que vivimos.

Estoy convencidísimo de que muchos padres (la gran mayoría) quieren colaborar con la
escuela de sus hijos pero no saben de qué forma hacerlo para que esta colaboración sea
útil y efectiva. También una gran parte del profesorado de nuestro país quiere que las
relaciones con las familias de sus alumnos sean más cercanas y amistosas. Por tanto, si
unos y otros queremos es algo que tenemos a nuestro alcance aquí y ahora: entre todos
debemos promover ese acercamiento, esa aproximación entre la familia y la escuela.
Existen estudios de referencia que demuestran la necesidad de que esto sea una realidad.
Veamos alguno de ellos:

 “Cuando los padres se implican en la educación de sus hijos en casa, estos tienen
mejores resultados en la escuela. Y cuando los padres se implican en la escuela,
los niños permanecen más tiempo dentro del sistema educativo, y las escuelas lo
hacen mejor” (Henderson & Berla).

 “El alejamiento de la familia respecto de la escuela favorece el fracaso escolar”.

Como puedes comprobar es mucho lo que nos jugamos en esto. Tenemos la obligación de
convertir la escuela en un espacio de cooperación y colaboración entre el profesorado y
las familias. Por tanto, te invito a que sigas este blog y leas mis próximos artículos donde
compartiré contigo ideas encaminadas a mejorar la participación, la colaboración y poder
contribuir a un acercamiento entre la familia y la escuela para formar un auténtico equipo
educativo generador de ese cambio educativo que tanto anhelamos. Te animo a que
compartas este artículo si te ha resultado interesante y crees que puede ser de utilidad.
Muchas gracias de antemano.

“La escuela no puede educar sin los padres y los padres no pueden educar sin la escuela”
José Antonio Marina

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