La Escuela y Los PPFF

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LA EDUCACIÓN, COSA DE DOS: LA ESCUELA Y LA FAMILIA

Charlie Verenisze Siñani Arellano


INTRODUCCIÓN

Hoy en día las escuelas y los padres reclaman el apoyo y colaboración mutua en la
enseñanza y aprendizaje de los estudiantes, pero es difícil de realizar en la práctica,
puesto que existen horarios contrapuestos que dificultan el tener tiempo y además no
siempre los padres están dispuestos o, al contrario, los docentes no siempre están
abiertos a esta colaboración. Cuando hablamos de participación en la escuela no solo se
refiere a las citaciones de las entrevistas del tutor/a, si no a las actividades que se
propongan, a participar en el Consejo Escolar y las Asociación de madres y padres y que
exista una relación de confianza y ayuda entre los padres y los profesores/as.

Esta relación se convierte hoy en día en un pilar muy fuerte para la eficacia y respuestas
positivas del desarrollo educativo y personal del estudiante. Se ha demostrado que en
caso de no existir esta cooperación el niño/a tendrá muchos problemas en su evolución
escolar y se producirán muchas limitaciones y por el contrario si se da esta cooperación
adecuada, el estudiante evolucionará satisfactoriamente y son muchos las ventajas de las
que disfrutará el niño/a.

DESARROLLO

Proceso educativo es una tarea común


La educación es un proceso muy largo que comienza siendo impartida por la familia y
luego la escuela y se necesita de ambas partes para conseguir un pleno desarrollo
educativo y personal de los estudiantes. Por ello la escuela debe aceptar la importancia
de la participación y la colaboración de los padres en la educación de sus hijos/as y la
necesidad de una relación cordial entre docente y padres para que los/ las profesores/as
puedan realizar su función de manera efectiva y completa.

La escuela debe tener la habilidad de reunir a los padres mediante proyectos originales,
atrayentes donde los padres se sientan parte de la educación escolar de sus hijos, a
pesar de que no exista ningún tipo de conocimiento profesional. Y es que la educación no
empieza y termina cuando toca el timbre porque el alumno es una ser que tiene vida fuera
de la escuela por la que se ve muy influenciado, es por eso que la comunidad educativa
en su conjunto debe luchar por conseguir la integración de las familias en las escuelas y
hacerlos participes de la educación.

En este sentido la escuela y la familia deben compartir inquietudes, intercambiar


informaciones y pensamientos sobre la educación, la escuela, ayudando a establecer
pactos y acuerdos sobre ciertas actuaciones hacia los estudiantes. La familia tiene que
aplicar los acuerdos tomados e intentar traspasar los conocimientos escolares a la vida
diaria y la escuela debe alcanzar en cada estudiante los objetivos acordados o propuestos
y traspasar y aplicar los conocimientos familiares y cotidianos a la vida escolar de manera
que se consiga esta interrelación y unión entre la educación formal y no formal y ese
apoyo y eficacia esperada.

Punto de encuentro entre los profesores/as y los padres de familia


El punto de encuentro entre los profesores/as y los padres y madres es evidente que son
los hijo/as. Es por ello que se necesita entender la escuela en su conjunto, en su totalidad:
como formador de personas sociables, cultas, activas y participativas en la sociedad.

La clave para generar este punto de encuentro entre maestros/as y padres y madres es la
de hacer ver la importancia de que la familia participe en la educación escolar de su hijo/a
y que sin dicha colaboración se está afectando de manera notable al desarrollo global del
niño/a. Para que este punto de encuentro sea real en la práctica es necesario
movimientos por parte de la escuela que debe ser capaz de conseguir relaciones de
participación, cooperación y formación con respecto al alumnado y las familias. Y el
movimiento por parte de los padres y madres para comprender de manera global su
influencia en los procesos de aprendizaje, en la transmisión de valores y en las relaciones
humanas.

La responsabilidad educativa de los/las docentes y las familias

Muchísimos autores destacan la importancia de que la educación e instrucción sean


procesos de colaboración entre la escuela y las familias y además señalan gran cantidad
de efectos positivos sobre los estudiantes, padres de familia, profesores/as, las unidades
educativas y sobre todo para la comunidad en general.

Poco a poco se ha podido apreciar la necesidad de las familias, la educación y los propios
estudiantes de compartir las responsabilidades y que sean deberes tanto de los padres y
las madres como de la escuela y todos sus profesores, dando lugar de esta manera a que
sea una tarea más fructífera y eficaz, así como más fácil de llevar a cabo y cuyos
resultados sean mejores.

Y bueno ahora es menos común ver que las familias dejen en mano de la escuela la
educación de sus hijos, como ocurría hasta hace poco y cada vez más familias se sienten
participes y con el deber de integrarse en la educación y la escuela de sus hijo/as. Antes
de la pandemia los padres solo acudían a la escuela de forma individualizada, para tratar
ciertos temas de la educación, pero hoy los padres son participes de la educación de sus
hijos ya sea desde el hogar o en la escuela.

Por tanto, es evidente que la educación de los niños/as de la sociedad debe ser
responsabilidad compartida entre los padres y madres y los profesionales y se debe evitar
antagonismos o discrepancias entre ambos para ello se puede usar la comunicación
como forma de solucionar diferencias de ideas o pensamientos y apoyarse en los
proyectos que se desarrollen y las tomas de decisiones, con todo esto se demuestra que
si un docente quiere educar debe contar con los padres. Y parece ser que esta
cooperación de los padres en la educación favorece a la autoestima de los alumnos, un
mejor rendimiento escolar, mejores relaciones padres hijos y profesores- estudiantado y
más actitudes positivas de los padres hacia la escuela.

Roles de los padres y de los maestros con respecto a la educación


Las particularidades del rol de los padres de familia es la de cumplir todas las demandas
de la escuela y hacer sus deberes que son: darle a su hijo/a una buena educación,
inculcándole el respeto por los demás, por las normas, facilitando su entrada a la escuela
y que se comporte correctamente, demás, debe dedicarle tiempo a su tarea, ya sea
ayudándole, atendiendo a su vestimenta, a su alimentación, socialización, sus horarios y
su material escolar.

Y aparte de las demandas de las escuelas hacia los padres están las demandas de los
hijos hacia sus padres y aquí el rol de los padres es el de ayudarlos en sus tareas, que le
motiven y le den cariño y apoyo, que asistan a las reuniones, que se preocupen por sus
problemas en la escuela.

Hay muchos maestros que no valoran la carga emocional que tiene para muchos padres
esta participación en la escuela y a veces no se les facilita demasiado las cosas o no se
les acoge de la manera más adecuada para que se sientan cómodos e incluso se da al
contrario, a muchos profesores/as le provoca angustia los encuentros con los padres
dando impresión de profesionales arrogantes.

En cuanto a los roles de la escuela se clasifican en cognitivos referente a los aprendizajes


metódicos, colectivos; en cuanto al rol pedagógicos, los profesores eligen el método
pedagógico a usar con su alumnado y lo más beneficioso para ellos/as; el rol evaluativo
facilita la participación de los padres de toda la información referente a los sistemas de
evaluación, proceso de enseñanza y aprendizaje usado con sus hijos/as y por último el rol
de profesionales que deben hacerse responsables del fracaso escolar del alumno y
aceptar sus funciones y su papel.

Aspectos que pueden dificultar la relación entre padres y maestro/as


Es evidente que ambos, tanto los padres como los maestro/as, buscan el bien de los
estudiantes, desean que evolucionen en todos sus ámbitos: personales, sociales,
intelectuales, físico y afectivos.

Las dificultades se dan en función a varios aspectos:


 La organización jerárquica de ambos sistemas: Tanto la familia como los maestros
están sujetos a una organización jerárquica y establecen una serie de límites más
o menos flexibles y rígidos. Y ambas jerarquías y su conjugación, pueden traer
consigo ciertos problemas:
 En la relación entre el profesor y los padres: Cuando el docente lleva a cabo una
entrevista en la escuela con los padres siente que es la autoridad dentro de la
escuela y suele hacer sentir eso a los padres y madres de sus estudiantes, pero
los padres se sienten que son la mayor autoridad de sus hijos, esto es lo que
puede provocar incomodidad. Pero lo correcto es que se coloquen en una posición
complementaria y neutral.
 La organización jerárquica de la familia: A veces el/la profesor/a quieren realizar la
entrevista o reuniones con los padres y pocas veces ocurre esto puesto que solo
asiste o el padre o la madre, pero no los dos.
Las reglas:
 Las familias y las escuelas se organizan por reglas, estas pueden ser rígidas o
flexibles. Los estudiantes suelen interiorizar las reglas del hogar y las contrastan
con las del entorno y especialmente las de la escuela, donde pasan parte
importante de su vida y si estas reglas propuestas por las familias y la escuela son
muy diferentes.
 Existen familias con muy pocas reglas, algo habitual y sobre todo en lo referente a
ponerles límites en la conducta de los hijos. Cada vez se están dando más familias
diferentes a las tradicionales y esto da lugar a que se de mayor flexibilidad en las
normas, pero esto a veces se da de forma extrema dando lugar a que no existan
reglas o sean muy pocas las que imperen el hogar.
 La escuela y la familia debe compartir reglas y valores de cómo convivir en el
mundo.

Riesgos y límites en la colaboración de la familia y escuela


Existe una serie de limitaciones y riesgos en la relación y la colaboración entre la familia y
el centro educativo:
 El horario de los padres para poder asistir a las reuniones y citaciones de la
escuela y docentes.
 Muchos padres debido a su trabajo, dentro y fuera de la casa, tienen poco tiempo
para dedicarle a la educación de sus hijos en la escuela.
 La incomodidad que sienten muchos padres con respecto a la escuela y deciden
no acudir.
 El temor que puede producir la relación con los docentes y el poco conocimiento
de cómo deben hacerlos.
 La creencia de muchos profesores que no es su obligación la de organizar
actividades para los padres.
 La insuficiencia de recursos materiales y personales para llegar a conseguir la
participación familiar en la escuela.
 El sentimiento de las familias de incompetentes frente a los profesores/as.

Según Glasman (1992) existen una serie de desigualdades y desviaciones en dicha


relación familia y escuela y son las siguientes:

- Olvidar la diversidad de la familia del centro.


- No ser consciente de que las actitudes y expectativas de los padres con respecto
a la escolarización de sus hijos son distintas.
- Algunos padres no se interesan por la institución educativa de sus hijos pero si por
la escolarización.
- La intención verdadera debe ser integrar a los padres y no imponer en ellas una
cultura de forma forzosa.
Ventajas de la participación y colaboración de los padres en la escuela

Son muchas las ventajas sobre los alumnos/as, que se han demostrado que tiene la
participación de los padres en la escuela y la buena relación de cooperación y confianza
de los padres y maestros; entre ellas destacamos:
- Respuestas a las necesidades.
- Motivación creciente.
- Satisfacción del alumnado, padres y docentes.
- Mejor aceptación de los objetivos y evolución.
- Un reequilibrio de los padres.
- Una reducción de conflictos y de la resistencia al cambio.
- Se comparte la responsabilidad.
- Un aumento de la productividad.
-
Propuesta para que los docentes faciliten la colaboración de la familia en la escuela

Los maestros/as son los más indicados para propiciar la participación de los padres en la
escuela y educación de sus hijos y esto no solo favorece a los estudiantes, sino también a
las familias que permite conocer mejor las diferentes facetas de sus hijos y ayudarle en
todo lo que pueda, desarrollando personas humanas y verdaderos ciudadanos.

Para conseguir esta colaboración y participación de la familia en la escuela, los docentes


deben adoptar las siguientes actitudes:
 Explorar y potenciar los recursos de las familias: Si los padres sienten que el
maestro o la maestra confían en sus recursos y de que son capaces de ponerlo en
marcha, entonces ellos/ellas mismas lo creerán y lo levarán a cabo
satisfactoriamente, muchas veces los padres y madres ponen pegas para acudir a
las reuniones con los profesores/as por miedo a que se le eche en cara algo que
puedan estar haciendo mal con sus hijos/as.
Este mismo sentimiento da lugar, en ocasiones, a que los padres defiendan
incondicionalmente a sus hijos/as cuando el maestro/a les cuente algún problema
ocurrido en el aula, negando lo evidente y defendiendo lo indefendible.
 Pedir ayudas a los padres: El hecho de pedirle ayuda a los padres es una forma
de establecer una alianza de confianza entre ambos puesto que se le está
reconociendo que a pesar de que no son profesionales de la educación su ayuda,
como los mayores conocedores de sus hijos, es esencial para el docente.
 Escuchar a los padres: La mejor manera de demostrarles a los padres de que si
se les toma en cuenta su opinión es escuchando sus opiniones, sus puntos de
vista y teniendo en cuenta su forma de entender la situación. Si se escucha a los
padres y estos se sienten escuchados, se hace posible la colaboración.
 Organizar el tiempo de conversación con los padres: La conversación es algo
esencial para que los padres y madres sientan que participan en la escuela y que
son participes de ella. Lo que a veces ocurre es que los docentes tienen poco
tiempo para dedicarles una entrevista a las familias. Hay que dejar claro que no es
suficiente con una entrevista trimestral y que el dialogo es la mejor forma de crear
un clima de respeto, confianza y comodidad.
 Convocar a ambos padres: Es importante que a las reuniones acudan las
personas más significativas para los niños/as y aquellos encargados de su
educación en el hogar y su cuidado. Suele darse el caso de que solo acude uno de
los dos padres, y con mayor frecuencia las madres que aún son muchas las
encargadas del hogar y de los hijos/as.

CONCLUSIÓN

Es evidente la importancia que tiene la participación de los padres en las escuelas de sus
hijos/as, que estos se sientan acogidos y que se les toma en cuenta; por lo tanto, es muy
necesario la formación de los maestros/as y futuros maestros/as en cómo afrontar la
participación de los padres en la escuela, cómo facilitarla, cuál debe ser su actitud… Esta
preparación hará posible que se lleve a la práctica esta colaboración y buena relación de
los padres, madres y maestros/as y que los docentes haciendo posibles resultados
positivos para todos, no solo para los niños/as, sino también para la familia y ello/as
mismos y mismas. Y no olvidemos que la educación es cosa de todos por lo que todos
debemos hacerla posible y satisfactoria.

Bibliografía
- Eva Kñallinsky Ejdelman. (1999). La participación educativa: familia y escuela.
Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria,
Servicio de Publicaciones y Producción Documental.
- Claire Forest, Francisco-Juan García Bacete. (2006). Comunicación
cooperativa entre la familia y la escuela: una guía para promover la
colaboración entre profesores y padres. Valencia: Nau Llibres.
- Carmen Benso Calvo, Carmen Pereira Domínguez (coords.). (2007). Familia y
escuela: el reto de educar en el siglo XXI. Concello de Ourense, Concellería de
Educación, D.L.
- Mª Jesús Comellas. (2009). Familia y escuela: compartir la educación.
Barcelona: Graó.

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