Psicología
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Dolor profundo
El dolor profundo durante o después del coito puede ser el resultado de:
• Una infección del cuello uterino, del útero o de las trompas de Falopio
(enfermedad inflamatoria pélvica), que puede causar acumulaciones
de pus (abscesos) en la pelvis.
• Endometriosis
• Fibromas
• Crecimientos en la pelvis (como tumores y quistes ováricos).
Síntomas
El dolor del trastorno por dolor genitopélvico/penetración puede ocurrir por
primera vez cuando se introduce algo (tampón, espéculo o pene) en la
vagina. O puede que la mujer nunca haya mantenido relaciones sexuales sin
dolor. Por ejemplo, el dolor puede aparecer después de un período de
relaciones sexuales sin dolor. El dolor se describe a menudo como ardor o
dolor punzante.
Las mujeres con trastorno por dolor genitopélvico/penetración pueden
experimentar un miedo intenso y ansiedad por el dolor antes o durante la
penetración de la vagina. Cuando la mujer anticipa que el dolor se repetirá
durante la penetración, sus músculos vaginales se tensan, haciendo que los
intentos de relaciones sexuales sean aún más dolorosos. Sin embargo, la
mayoría de estas mujeres pueden disfrutar con la actividad sexual que no
comporta penetración.
Tratamiento
El tratamiento deberá estar orientado según las expectativas y deseos del
paciente y con la participación de la pareja en la discusión y elección del
tratamiento.
Aunque la mayoría de los pacientes se beneficiarán de un tratamiento
sintomático, es decir, sin relación con la causa, en algunas ocasiones se
recurre al tratamiento causal, como puede ser el tratamiento de un
psicólogo especializado en sexología.
Como tratamiento sintomático, se ha mostrado eficaz la administración oral
de un comprimido que contienen citrato de sildenafilo, vardenafilo o
tadalafilo. Estos medicamentos actúan, cuando existe estimulación sexual,
aumentando el flujo sanguíneo del pene.
Como tratamientos de segunda línea, se utilizan medicamentos que el
propio paciente se inyecta en los cuerpos del pene. Tienen algún efecto
secundario que conviene evitar con un buen entrenamiento del paciente.
Como tratamiento de tercera línea, está la colocación de prótesis de pene.
Es la última opción por su agresividad. La tasa de satisfacción es alta, pero
no está exenta de complicaciones.
Trastorno de eyaculacion retrógrada
La eyaculación retrógrada es cuando se eyacula el semen hacia dentro, al
interior de la vejiga, en lugar de hacia fuera, a través del pene.
En la eyaculación retrógrada, la parte de la vejiga que normalmente se cierra
durante la eyaculación (el cuello de la vejiga) permanece abierta, lo que
permite que el semen se desplace en sentido contrario hacia el interior de la
vejiga. Una de las causas más frecuentes es la cirugía de próstata por un
aumento de tamaño no canceroso de la próstata. Otras causas frecuentes
de eyaculación retrógrada son la diabetes, las lesiones de la columna
vertebral, determinados fármacos y algunas intervenciones quirúrgicas
(como la cirugía mayor abdominal o pélvica).
Los hombres con eyaculación retrógrada pueden seguir teniendo orgasmos.
Sin embargo, la eyaculación retrógrada disminuye la cantidad de semen
eyaculada fuera del pene, e incluso a veces la anula por completo. El
trastorno puede causar infertilidad, pero no produce otro perjuicio adicional.
El diagnóstico de eyaculación retrógrada se establece mediante la detección
de una gran cantidad de espermatozoides en una muestra de orina obtenida
poco después del orgasmo.
Tratamiento de la eyaculación retrógrada
Fármacos o sustancias: Por lo general no es necesario el tratamiento a
menos que se produzca un problema de infertilidad. Una tercera parte de los
hombres con eyaculación retrógrada mejoran después del tratamiento con
fármacos que cierran el cuello de la vejiga (como pseudoefedrina o
imipramina). Sin embargo, los hombres que usan estos medicamentos
deben estar alerta y controlados de forma periódica por su médico para
detectar posibles aumentos en la frecuencia cardíaca y la presión arterial. El
uso de estos fármacos está limitado a los hombres que buscan la fertilidad.
Si la infertilidad requiere tratamiento y los fármacos no resultan beneficiosos,
puede obtenerse esperma del hombre para proceder a la inseminación.
6-Profundiza sobre 3 factores precipitantes a padecer algún trastorno
sexual.
Cambios relacionados con la edad: El envejecimiento normal trae cambios
físicos tanto en los hombres como en las mujeres. Estos cambios a veces
afectan la capacidad de tener y disfrutar de las relaciones sexuales.
Una mujer puede notar cambios en su vagina. A medida que las mujeres
envejecen, la vagina puede acortarse y estrecharse. Las paredes vaginales
pueden volverse más delgadas y un poco más rígidas. La mayoría de las
mujeres tendrán menos lubricación vaginal, y puede tomar más tiempo para
que la vagina se lubrique naturalmente. Estos cambios podrían hacer que
ciertos tipos de actividad sexual, como la penetración vaginal, sean
dolorosos o menos deseables. Si la sequedad vaginal es un problema, usar
un lubricante a base de agua o condones lubricados puede hacer que la
penetración sea más cómoda.
A medida que los hombres envejecen, la impotencia sexual (también
llamada disfunción eréctil o DE) se vuelve más común. DE es la pérdida de
la capacidad de lograr y mantener una erección. La DE puede hacer que un
hombre tarde más en lograr una erección. Su erección puede no ser tan
firme o tan grande como solía ser. La pérdida de la erección después del
orgasmo puede ocurrir más rápidamente, o puede tomar más tiempo antes
de que otra erección sea posible.
Disfunción sexual de la pareja: La disfunción sexual es un trastorno que
dificulta o impide el mantenimiento de relaciones sexuales satisfactorias.
Esto se produce durante cualquier etapa del acto sexual (deseo, excitación,
orgasmo y resolución).
Este tipo de disfunciones afectan tanto a hombres como a mujeres, que
pueden experimentar una aversión o rechazo al contacto sexual, aunque
afecta de modo diferente a cada género. Los tipos más frecuentes de
problemas sexuales en los hombres son: la disfunción eréctil, que es la
incapacidad de lograr o mantener una erección suficiente; la impotencia
sexual, la incapacidad para mantener una erección suficiente para mantener
el coito en el 25% de los intentos como mínimo; o la disfunción eyaculatoria,
que se da cuando no se puede liberar el semen durante el orgasmo.
Síntomas de la disfunción sexual
Los síntomas de la disfunción sexual puede ser varios:
• Eyaculación precoz
• Vaginismo
• Anorgasmia
• Disfunción eréctil
• Enfermedades de transmisión sexual
• Dolor en la vulva o en la vagina durante el acto sexual
• Deseo sexual inhibido
• Insatisfacción sexual
Experiencia sexual traumática
Cuando hablamos de trauma sexual, nos referimos a abuso sexual, lo cuál
según el psicólogo y psicoterapeuta Maurizio Stupiggia se define como:
“todos aquellos comportamientos con trasfondo sexual que invaden los
límites de la persona, especialmente si es un niño, crean un interés no
directamente deseado por el otro. Produciendo condiciones tales, que no se
puede huir del deseo del abusador. En consecuencia, condena al sujeto a un
sentimiento de culpa o de profunda y dolorosa confusión”.
Consecuencias:
• Respuestas fisiológicas propias del trauma sexual que afectan la
respuesta sexual.
• Pensamientos cognitivos vinculados a la propia identidad y al trauma:
“¿Merezco placer? ¿Estoy a salvo? ¿Puedo confiar en mi cuerpo?”.