DISPAREUNIA Trast Sexual
DISPAREUNIA Trast Sexual
DISPAREUNIA Trast Sexual
Introducción:
Como con toda disfunción sexual, será necesario evaluar si el síntoma es:
· Endometriosis o adherencias.
· Enfermedades gastrointestinales.
· Diabetes.
· Utero en retroversión.
· Después del coito puede producirse dolor quemante al orinar por atrofia de
las paredes vaginales que ya no pueden amortiguar la irritación normal de la
penetración.
· Las paredes de la vagina pasan a ser lisas y muy finas. Disminuye la longitud
y la anchura de la vagina y la capacidad de dilatarse durante la excitación y la
meseta.
· Los tipos de dolor pueden ser: ante la penetración, con sensación vaginal
quemante, dolor pelviano y malestar abdominal vago.
Es interesante recalcar que si estas mujeres han llevado y llevan una vida sexual
activa y satisfactoria es más dificil que el dolor aparezca, ya que sus genitales se
mantienen en mejor estado.
· La aversión a la pareja.
Suele ser habitual que las mujeres con dificultades en la excitación sientan que
hay algo que no funciona bien, pero no tengan claro dónde está el problema.
Hasta aquí, sólo estamos mencionando las modificaciones que se relacionan con
la fisiología; sin embargo lo emocional y la relación de pareja influyen
decisivamente en la capacidad de despertar al organismo físico.
Las perturbaciones en la excitación pueden ser motivadas por diversas
situaciones. La más común es la estimulación inadecuada, en cantidad y en
calidad.
Las mujeres necesitan entre 20 y 40 minutos para que su cuerpo esté disponible
para completar la respuesta sexual. Los tiempos dependerán de las
características de personalidad de cada mujer, del tipo de relación de pareja, del
conocimiento y la confianza recíprocas, del momento vital, del estado de ánimo
situacional, entre otras cuestiones.
Pero más allá de todo esto, los tiempos femeninos son más prolongados que los
masculinos, por mandatos culturales y también por las diferencias en las
estructuras anatómicas genitales. El varón sólo necesita entre 70 y 90 mm. para
llenar de sangre su pene, las mujeres necesitan 500mm. Además no tienen
reservorios que dificulten la vuelta de la sangre a la corriente general, como sí
tiene el varón.
Teniendo en claro las necesidades fisiológicas de las mujeres para alcanzar una
plena excitación, es importante que recordemos la influencia de las emociones
en la capacidad de dejarse llevar por el placer.
¿Porqué será que a algunas parejas no se les ocurre prolongar el juego sexual,
limitando sus encuentros a una mera “descarga higiénica”?
Algunas, pueden pensar que el juego sexual es una pérdida de tiempo; que no
es necesario ya que lo único verdaderamente importante es el coito y el
orgasmo.
El juego sexual, como juego adulto, tiene sus raíces en los intercambios
amorosos de la adolescencia. La “franela”, término utilizado en otros tiempos, o
la “transa”, término actual, forma parte del aprendizaje indispensable para
mantener una adecuada salud sexual.
Dispareunia y vaginismo:
El miedo al dolor es una de las causas de esta alteración. La mujer “se defiende”
no permitiendo el coito, pero lo hace inconcientemente. Puede excitarse
mientras sepa que no será penetrada, cuando esta posibilidad aparece, el
peligro la hace “cerrarse”.
Los motivos de esta situación pueden encontrarse en causas orgánicas, pero son
sostenidas largamente por cuestiones emocionales de ambos. La penetración
necesita de cierta dosis de agresión sana para ser llevada a cabo, si un varón
teme dañar, no penetrará. Si una mujer teme ser dañada, no permitirá ser
penetrada Incluso esta dificultad puede no ser motivo de preocupación hasta
que la pareja desea tener un hijo o si alguno de los dos comienza a hacer
modificaciones personales que lo ubican en un lugar diferente al que tenía
cuando hizo el “pacto inconciente de no agresión”.
Las vivencias de las primeras relaciones sexuales coitales suelen dejar marcas en
la manera futura de manifestar su vida sexual. Las mujeres con una sexualidad
inhibida y reprimida pueden considerar a la primera experiencia dolorosa como
la manera habitual de relacionarse sexualmente. Por lo cual quedarán
condicionadas a repetir el dolor.
“El terapeuta sexual debe tener una vasta formación y conocimientos básicos en
numerosas disciplinas éticas, psicológicas y terapéuticas. Debe conocer su
filosofía sexual y la de la cultura en la que trabaja… No todo debe reducirse al
entrenamiento del psicólogo o médico para la aplicación de técnicas
aparentemente sencillas y eficaces…
Los pasos básicos de toda terapia sexual los desarrolla el Esquema Plissit
conceptualizado por Annon:
P permiso
LI información limitada
SS sugerencias especificas
Los primeros tres niveles pueden ser abordados por un educador sexual o un
terapeuta no especialista, ya que prima fundamentalmente la actitud positiva
del operador hacia la sexualidad, lo que desinhibe al consultante. En cambio el
cuarto nivel requiere de la intervención de un especialista en Sexología Clínica
que utilice técnicas y estrategias psicoterapéuticas y sexólogicas.
· Individual
· De pareja
· Grupal
En general el abordaje se realiza individual o vincularmente ya que para que
sea grupal se necesita formar un grupo con sintomatología homogénea. Salvo
en instituciones con un gran número de consultas habituales se dificulta la
formación del grupo. Por otro lado el grupo resulta especialmente interesante
para las personas sin pareja estable.
· Ignorancia.
· Errores.
· Prejuicios.
· Creencias.
· Autoestima frágil.
· Miedo al rechazo.
§ Indicaciones.
§ Información.
§ Apoyo.
§ Actitud positiva.
§ Señalamientos.
§ Interpretaciones psicodinámicas.
· Masajes no eróticos.
· Masajes de genitales.
· Autoestimulación genital.
· Baño no higiénico.
Una vez lograda la penetración de los tutores sin haber sentido dolor, se incluye
a la pareja en el ejercicio. Se realiza dentro de una situación erótica, en la que
ambos estén deseantes y relajados. El varón intenta introducir un dedo y
moverlo suavemente. Este ejercicio debe realizarse a lo largo de varios
encuentros, hasta que la mujer confíe en que no sentirá dolor y le resulte grato
el estímulo.
El varón va aumentando el número de dedos que introduce y mueve
suavemente en la vagina. Para cada nuevo paso debe asegurarse que la mujer
no siente dolor y le agrada el estímulo. Cuando esto suceda estará preparada
para recibir el pene en su vagina.
Tal vez resulte obvio o prejuicioso. Sin embargo, para que una disfunción
sexual pueda ser exitosamente tratada, es imprescindible que los sentimientos
amorosos de la pareja estén presentes, más allá de las dificultades que puedan
tener en expresarlos. Cada uno debe confiar en que el otro es su aliado y en que
hará lo mejor para colaborar en la resolución del síntoma.
Por ello, la intimidad no es sólo estar juntos. Puede haber cercanía corporal y
distancia emocional, donde las vidas corren por vías paralelas, que nunca se
juntan.
Como el erotismo es uno de los aspectos de nuestra propia vida interior, las
características de la pareja que buscamos responden a ese mundo interior. De
acuerdo a nuestra historia, a los modelos y mandatos recibidos, nuestras
creencias, nuestra ideología y nuestro momento vital elegimos determinados
estímulos externos que nos sensibilizan más que otros.
Los seres humanos pasamos por situaciones comunes que son culturalmente
eróticas y por necesidades eróticas que son exclusivamente individuales.
Además los varones y las mujeres tenemos características eróticas
culturalmente diferentes. Es importante que en la elección de una pareja las
características eróticas tengan puntos de coincidencia para lograr armonía
sexual.
Nuestra vida imaginativa y nuestros sentidos (olfato, vista, gusto, tacto, oído)
nos conectan con el mundo exterior al recibir sus estímulos y nos permiten
expresar nuestro erotismo.
Parece ser que resulta más fácil desnudar el cuerpo que el alma. Es decir que
puede ser más fácil practicar diversas conductas sexuales durante un encuentro
con la pareja, que expresar una conducta sexual fundamental para la armonía
sexual y emocional: la comunicación.